de la expedición que abrieran los olos,si bien éstos oyeron claramente el rui-do desus pasos. En la hierbase podíanaoreciar huellas de dos metros de lon-r :,: i, 'a aoarición en el cielo de unos:.

, : s ce uz formando la letra "I". Lue-

l3 surgieron del bosque numerosospuntos luminosos que se unían de dosen dos por un finísimo rayo de luzha-ciendo triángulos. También distinguie-ron siluetas de personas fosforescen-tes que se acercaron hasta una distan-cia de quince metros desapareciendodespués en el bosque. Eran figuras dehombres y mujeres, todos de distintaestatu ra aunque, eso si, muy altos. Peroninguno entrÓ en contacto con el gru-po.

Los miembros de la exPedictón in-tentaron fotografiar y filmar todo lo queallíhabía sucedido, pero cuando lo in-tentaban las cámaras no respondíanen la mayor paire de las ocasiones, apesar de su perfecto estado de f uncio-namiento. Y en las peliculas que logra-ron realizar se encontraron con que nohabía imágenes de los OVNIs ni de lasfiguras humanas. lncluso se intentÓ unexperimento que quizá sea ya conoci-do por la ciencia, pero que para ellosconstituyó un verdadero descubri-miento. Colocaron un transmisor queirradraba rayos luminicos hacia losOVNIs;sin embargo, el receptor capta-ba las ondas refleiadas, pero no las delafrecuencia inicial, sino otras comple-tamente diferentes. La conclusiÓn quese extrajo de esta experiencia fue queel secreto de la invisibilidad de los OV-Nls para los radares está en que estosucuetPos>> cambian la frecuencia deonda (cexterior sólo?). Por lo tanto,también podemos deducrr q ue los OV-Nls pueden cambiarcon Ia mismafaci-lidad las ondas de luz. Este sera el se-creto de la desaparición instantánea¿s1ca "platillosvolantes. ante los olosde los espectadores.

El grupo tuvo además la oPortuni-dad de establecer contacto connellos,.según cuenta el perrodista lr/u-

¡ortov, "/a forma de comunicaciÓn pa-recía u n a sesión d e esp i riti sm o. C u atropersonas se encerraron por la nocheen la tienda de campaña, y durante lasesión no paró de moverse la tienda,como si alguien la sacudiera con fuer-za».

GUARDIANES DE NUESTROSSECRETOS

oTodas /as respues¿as -añadió:estaban controladas por los presen-tes. Se nos dijo que conocen todosnueslros secrefos, que son represen-tantes del pl an eta d e I a Estre I I a Roi a e nla constelación de Libra y que llevanaquí más de dos años. Al parecer sonvarios /os representanles de otras co-lonias ertrabrrestres que aterrizan en

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estazona. LacanversaciÓn fue muy in-teresante; incluso no faltÓ el buen hu-mor. Cuando les manifesté el deseo devolar con ellos, me contestaron quesería peligrosa para "ellos" y ademásno podría regresar. Les pregunté sitenian miedo de contagiarse de nues-tros virus, a lo que respondieron quemás que nada temían "nuestros virusde la mente'|" Mujortov hizo una brevepausa y prosrg uió con su r elafo. "Al tér-mino de estos confacfos, de esfa co-municación telepática, todos nos sen-timos enormemente cansado§ condolor de cabeza. Pero si alguien piensaque todo f ue f ruto de nuestra imagina-ción, o de haber estado hipnotizados,se equivoca, Puesto que a la mañanasiguiente /os sucesos se precrpitaron.Lá obseruación de la zona se realizÓdesdevarios lugares. Los que htcieronla guardia en el centro vteron esa no-che aterrizar en el bosque a dos "cuer-pos" en formade "plátano" y un rayo deluz intensa de grosor entre 2 y 5 milí-

metros que parTía, al parecer, de la na-da., y terminaba iustamente en el áreade nuestra tienda de camPaña. Des-pués desapareció en direcciÓn con-trari a. El ti e m po coi n ci d ía estri ctam e n -

te con el momento de nuestros con-tacfos. Los vigilantes nocturnos afir-m aro n q u e tuvi e ro n 66 v i si o n és, y po r eldía, en el lugar de su desapariciÓn, en-contraron un enorme Pino en cuYotronco se podían distinguir 66 aguie-ros. Los biólogos llegaron a la conclu-ston de que estos aParecieron esamisma noche,pueslo que la resinato-davía no se había enfriado."

En los días siguientes a este extrañosuceso, los m iem bros de la exped iciÓnpud ieron experimentar la presencia decuerpos extraños en forma de cuadra-dos, triángulos, sintiendo de repentecalor en las manos, como si alguien selas estrechara, o ver cÓmo una de lasparedes de la tienda de camPaña setransformaba en una pantalla en la quese proyectaban continentes, ciudades

I secreto de la invisibilidad de /os OVNIs para

los radares_radica en que estos *cuerpos" cambiaTla frecuencia de la onda sónica. Podemos deducirque pueden, por tanto, cambiar también con lamisma facilidad las ondas de luz.

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cida -continuaría relatando Mujor-tov-, nos expltcaron que el Universopuede llegar a existir en 36 dimensio-nes, y que la civilizaciÓn intelectual-mente más desarrollada hoy existe en7 dimensic¡nes; nosoÍros, para aque-Itos que no lo sepan, en tres. ¿Quiénessornos noso tros, seg ú n el I os? La exp I i-cación que nos dieron estos seres esque somos un expertmento del plane-ta "Tron", situado en la constelaclÓndel"Gran Arias".

Sin embargo, este expenmento fra-casó, p u es n u estra al m a tt e n e m u ch osdefectos debido a que somos muYemotivos, carecemos de principios y,

si prog resamos técn icamente, pode-mos representar una amenaza para elUniverso. Por eso "ellos" nos temen ynos quieren eliminar, pero con nues-tras propias manos, introduciéndoseentre nosotros. Como mástarde pudr-mos aclarar, el mundo de ellos es muyvariado, con distintos niveles de civili-zación. Unos nos aceptan, otros no. Y sialg u no de ellos nos da 1 0 años de vidaotros marcan un plazo indetermtna-do."

SENSACIONESINTERGALACTICAS

Durante estaserie de contactos, unode nuestros interlocutores extraterres-tres dejó un mensale, una frase quenos dijo que debíamos repetir tres ve-ces antes de acostarnos para sentirnoscon buenasalud. Estaes lafrase mági-ca'. "DlBlBl DIBEBE CARASHASH AOC AQ U I A D IV ACA AI A IYA CAUC VLA-CAC YA YA MAMA MASHAL VIASLV-NAL."

Los cientificos, atÓnitos ante lo suce-dido, se proponen volver a estudiar se-riamente este tipo de fenÓmenos. Porello se han organizado otras dos expe-

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en distintas épocas y otros planetas.Todo esto quedó reflejado en eldiariode acontecimientos de la expedición,además oe otros extraños sucesos.

"Durante la comuntcactÓn estable-

I periodista Pavel Muiórtov afirma que «ellos>>

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diciones que en estos momentos se di-rigen hacra este lugar situado en la re-gión de Perm, en el mismo corazón delos Urales.

Porlcierto,lal g unasl-m uy pocas-toelas fotograf ías d ieron resultados positi-vos;se pueden.ver en ellas e$feras vo-ladoras, objetos de varias formas, e in-cluso algunas imágenes de la películaproyecladas en las paredes de nuestratienda de campaña. En la actualidadesos materiales se están descifrando yestudiando.

Posteriormente a esta expedición, ydurante tres días, exploró la zona otrogrupo de entusiastas. Esta vez fue Vla-dimir Sinistin quien reprodujo las im-presiones de sus compañeros, muyparecidas a las anteriores. Tambiénvieron OVNls, figuras geométricas enel cieloy humanoides. Experimentaronsensaciones, como si alguien quisieraestablecer contacto con ellos, sintren-do pinchazos en todo el cuerpo, comosialgo hubiera penetrado en su cere-bro y proyectase una película... Loscontactos eran pu ramente telepáticos.Los relojes se les adelantaban entre 7 yI0 minutos, aún estando metidos den-tro de un termo. Al salir de lazona, todoslos relojes volvieron a funcionar nor-malmente.

Pero posteriormente aún hubo otro,más espectacular. EI periodista Vladi-mir Shulakov da muchos detalles so-bre los contactos que en ella se esta-blecieron con los extraterrestres. Ha-bían acordado formular 10 preguntasen el caso de que se establecierancontactos. Las preguntas eran en sumayoría de carácter filosófico y formu-ladas cuando se referia a la Tierra. Larespuesta de los "forasteros" fue ro-tunda: «flo nos metemos en vuestrosasuntos,¿

Sin embargo, se produjo una con-versación con los extraterrestres queporsu gran interés reproducimos parafinalizar dejando que sea el propioShulakov quien nos narre la experien-cia:

"Soy gran aficionado a la pesca, yme dirigícon esfe propósito hacia elrío ; y al I í fue dond e por pri mera vez tuvela fantástica oportunidad de penetraren el mundo de aquellos seres mlsfe-riosos y compartir con ellos vanos mo-mentos de su vida. Tres días me estu-vieron persiguiendo sensaclones ra-ras, rayos de luzque parecían invitarmea seguir en su dirección. Sabía queeran "ellos" y mentalmente los invitabaal diálogo. Al fin, ante mis ojos aparecióuna pequeña nebltna, sentí un golpeen elcerebro como sialgo me hubierasucedido, como sialgo hubtera pene-trado en mi mente.

Comprendí qúe estábamos ya encontacto y comenzó un "diálogo" queduró 20 minutos, durante /os cuales"ellos" recibieron de mi parte unavasta

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información y a la vez pude hacerlesvarias preguntas, según el plan trazadopo r todos los m iem b ros d el g ru po. Re-sultó ser una conversación muy amts-tosa. A la noche siguiente establecte-ron unanuevacomunicación. Me pre-g u ntaron de q ué I u gar era n uestro g ru-po, y dije que de la ciudad de Riga.Tenían conocimiento tanto de la ciu-dad como de la república de Letonia.Resu lta q ue d esd e hacía ti em po " con-tactaban" con algunos letones. Hacíanlas preguntas con mucha rapidez, sinentonación alguna. Les diie que queríaverles. Aquícomienza lo más fantásti-co. Al instante sentícomo si unaf uerzaertraña me elevase sobre latierra;vola-

ba, pues veía desde arriba nuestrastiendas de campaña, las hogueras, al-rededor de las cuales estaban senta-dos nuestros chicos de la expedición.Volaba a una altura supenor a los 100metros. No sentía nadaen absoluto. Nisiquiera mi cuerpo. Por un momentome pareció que perdía la vista. Sólosabía que seguíavolando. Cesó elvue-I o, pe ro seg u ia m anten iénd o m e sob relatierra, concretamente sobre el clarode un bosque de unos 800 metros delongitud alumbrado por todos los la-dos pero sin poder captar ningunafuente de luz, Seis o siete figuras contrajes plateados estaban allí. No podíad i sti n g u i r s us caras; más al I á se en co n -

((S, ," ," ercaron dos fiouras, vestidas conunos monos plateados; sus rosfros eran f/nos, v e/cabello rubio. Telepentrar en la nave, pero vo me negué, tuve miedo.Me diieron que viven a una distancia de la Tierra

de 17 millones de unidades-luz, distancia que

cubren en c¡nco segundos)

(( U na de las paredes de ta tienda de campañase transformaba en pantalla de continentes,

tabaya en mi ttenda de camPaña."

CONTACTO TELEPATICO

"Tuve la oporlunidad más

visitar de nuevo aquel claro del bos-que. Esta vez aterricé y pude ver dos

tarde de platrllosvolantes.Semeacercarondos

Lf'íi;rqA5üücuando se rebobina una cinta magne-tofónica a gran veloctdad. Parecíanpersonajes sa/idos de la mitologíagriega, con rostros limpios, sin barbaysin bigote. Caras completamente nor-m ales. M ostraro n ci erta cord i al i d ad,aunque sus rosfros permanecieronimpasibles.

Mostré interés en conocer con másdetalle el "módulo". Me invitaron aacercarme, pero por más que lo exa-minaba no podía distinguir ningunapuerta, escotilla o escalera. "Ellos" en'seguida me explicaron que el "módu-lo" estaba desconectado, en estadode aterrizaje y que podía mantenersee n posi ci ón d e vu el o a cualq u ier altu ra.Recibía la información no sólo porcontacto telepático, sino a través desímbolos, dibujos... Para mostrarmeque podia entrar en la nave me dibuiaron la figura de una persona subiendopor una escalera. El platillo volantetenía un diseño perlecto, con líneas ar-monlosas. Era i m presionante. Me ofre-cieron un código mediante el cualyopodía ponerme en contacto.

En Riga reanudé mis contactos conaquella civilización ertrabrrestre y re-cibí una información que entiendodestacadísima. Me comunicaron quejunto a nuestracivtlización, en laTierraexisten una o dos civilizaciones másque siguen con sumo interés nuestravida. Nosotro,g según "ellos", somossus hermanos rnenores. Nos quieren ypor eso procuran liberarnos de nues-tros errores, que podrían conducirnosa un erterminio total.

Según me dieron aentender,lavidaen laTierra no fue el resultado de unaevolución. Lateoría de Darwin es unatontería. LaTierraf ue poblada por civili'zaciones ertrabrrestres y nosotros,tos terrícolas, somos sus "hijos". E/hombre no procede del mono. Siem-pre tuvo razón de ser. Pero, Por su-puesto, la vida en la Tierra existía mu-cho tiempo antes de que las civiliza-c i o n e s extrate r re st re s "t rai e ran" alhombre.lVosotros somo§ Por tanto,una de sus ramificaciones. El mononunca podrá evolucionar hasta con-vertirseen un hombre por muy buenasque sean sus intenciones.

Para concluir diré que, desPués devisitar la zona he cambiado mucho.Soy otro y, al parecer, meior que antes.He comprendido que el hombre nodebe desperdiciar tontamente suenergía y sus conoc imientos, y no de-be deiarse guiar, sino luchar por crearyno por destruir. La nqueza del hombreestá en su almay no en su cuer7o ma-terial. El hombre debe Pensar en laEternidad y no olvidar nunca que todoser h u m ano tam bi én ti e n e al ma.Ese esel mensaie que me dieron."

Valentin CHERSISKOV(N0v0sTl)

ciudades en distinfas épocas de la Tierra y tambiénde otros planetas.,

"Los extraterrestres alirmaron queprocedían del ptaneta de la EstrellaRoja, en la constelaciÓn de Libra."

figuras ataviadas con monos platea-dos; sus rostros eran frnos y el cabellorubio. Telepáticamente me propusie-ron entrar en la nave, pero me negué;tenia miedo. La nave, de un color pla-teado intenso, tenía un dtámetro dediez metros. Notenía luces nt escotilla.Era como si estuviera vtendo mental-mente una película. Les pregunté de

',; dónde habían llegado y me contesta-ron que vivían a u na d istancta d e la Tie-rrade 17 millones de untdades-luz, dis-tancia q u e cu brian e n ci n co seg u n d os.Me propusieron volar con ellos y pro'metieron que me devolverían a laTie-rra. Pero cuando les pregunté ¿Cuán-do?, "ellos" contestaron: "tendremostiempo...". Me negué, no me habíanconvencido.

Eran de una estatura norma[ quizáu n poco altos (1 B0 centímetros). Cam-biaban información entre sí. Eracomo

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S§ heehq¡s m$dejam dcexistirper{§§.§e §*§ ¡sm6rsr§"!s§.Y §*hrem e§¿¡r*r¡teqi*ea-das §a sociedad en su *§si.,u§:ts márebñ s§$? r***§&, e i**§*-¡se §&§3 üEests des-dér'r b**n§es§&, & qÁi§effies §rlllestiseh*n e§§errémeffi* üVS§§, §x*y §ax ü*§fr§ &t¿**t

eaffixhisds rad§*e§mneste. Les en:*{*estes {$e $pár***r.r pa}**§§*a dermtxestrer! qa3§

actualmemtc más de §a str§tad de *a pmfu§acie¡¡'r sc"¡ §*s pei*eu des*rx"o§§ade¡scree en elfer'¡e¡rme¡le y qL¡s §a m*y*r parte q§e *§§os cmn**q§*í'am Pe*§§b§e* {§&3ü

estemss s*ey:do v§sitedcs §lsr §:&§ses m§i*nígena§" Le prclglla cs¡rmq¡q:§qier<i

-.-... científ*ea ha smodifiead<¡ radica§*xxemte sL! $x*§qess¡e y heay *st¡xd§a dese§e §m*

, -. '' . - .- más rrar§ada* dis*iplin&§ §{.¡ €§emeüa. ffista invext§g**¡*r¡ s¡t¿¡§t§d§s**p§imar, *¡rtersbargo,yesr*tra tro que pud§sr& pareser, m* hs pcs'at:§tic*e>*§ar!§ñeer*§r:'¡§ster§ev"&mtes fulex'4, §as

hipótes§s eier¡tífieas paneia§es p§amteam §1&"§evñs irat*rrogamtes. Fer* €§& §x3 *s irt É:mpcrt¿t?t*.Lo que realmente interesa es qete por fin existe ecn*iene ia de§ asxclto y mmdae smee§;mman:emt*informadc¡ eská en ecndBeiocae:¡ e§e nesar su cx§*t**:c§m" &§&§ &LL& es c*msc*er¡te de e§§* y pean

esa razér¡ deeidió afre¡ntarelretCI de §mfor"r*ar'& sexs §cctones smhr* §* situ¡ae*sm aet**§d* *c}r4*"xe

ha venido denonli¡'¡ándCIse ds rd"§&nar& gex"r*riea oue§f*m*mer¡c¡ *Vf'§X*" {.}r: equüpc de §*eric}dñs-tas e innestigadgres, ee¡e¡rd§made¡s p*r'r*a.r*stro *e>mpafien* Jev¡en $ierra, ha pe{arad<* *§ rffiurxde}

para Boder ofreeen !a r*ltin¡a h*ra" Yer:ga fa *ega*rüdad, querido lectsr, de que ticme §*§'1 §iL§s s§t&-

nos e! producto de un trebajo imáe*sc y r§grxrwsc> qese m&§ §ra §§ev*dq¡ a vaa'ie)* pafse* y que ns§perrnite ahora darle respuesta a mueheas de §as ix'rtenr*gamtes e¡a*e durante astss §:am estae$&

haeiéndose quienes se interesam p&r e§ asur¡to" M* c*r¡**em*s mimgum tnafualo de ñmrrest§ge*

c!ón ufológiaa de mayorentidaet quee§qex*aha¡r¿* §eofree*nm**" Fsrsa.e su*cstc,x*stoxter§*egotami mi¡ghs tr¡e§",&§. §é§e¡ abr* mL¡c\r&§ !nterncgante* que m*s*tras et*'§p*§effi?s* aBrora misrns ainvestlEar.

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