Lahitte- La Contruccion de La Experiencia

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EL OTRO. ANTROPOLOGÍA DEL SUJETO

CAPÍTULO 11

LA CONSTRUCCIÓN DE LA EXPERIENCIA

Introducción

Hacer ciencia es explicar. Una explicación es una re-formulación

de un observable, que da cuenta de por qué es como es, y no de otraforma. y esa re-formulación, se realiza en el interior de un marco con­

ceptual. Es decir: no existe una única experiencia explicativa, y no existen

explicaciones absolutas, que conserven su sentido cuando cambian de

contexto. Una explicación se construye (en cierto sentido, nace) limita­

da (predestinada) por el contexto desde el que se elabora, y por la

subjetividad de quien la lleva a cabo. No es más de lo mismo, pero, si escoherente; es más con lo mismo. Esas explicaciones, a su vez, pasan a

ser parte del marco conceptual de quienes las aceptan, y es desde estenuevo marco (nuevo porque las incluye) que van a ser construidas las

siguientes.

Creemos que aparece un obstáculo, tal vez un problema, cuando

comenzamos a hablar de las explicaciones como cosas en sí mismas,

con independencia de los métodos de pensamiento con que se las cons­

truye, y de quienes las construyen. De pronto, una ley, por ejemplo la

ley de gravead, es tratada como algo descubierto, encontrado, hallado

fuera de quien se refiere a ella. En otras palabras, las hipótesis no caen

del cielo. Perdemos de vista su naturaleza de entidad construida por

alguien, para dar cuenta de algo.

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CAP. 11: LA CONSTRUCCIÓN DE LA EXPERIENCIA

El centro de gravedad de las discusiones que siguen reside en que

toda explicación que no involucre a quien explica, no podría considerar­

se una explicación científica. En ese sentido la epistemología es siem­

pre e inevitablemente personal (Bateson, 1993). ¿Qué es la epistemología?

Trataremos de responder a esta pregunta. Bradford Keeney (1987) en

el prólogo de su obra cita estas palabras de Heinz von Foerster: "una de

las cosas menos comprendidas es la comprensión". A los fines de com­

prender qué es la epistemología, esta frase presenta una doble virtud.

Por un lado, nos alerta sobre cierta falta de reflexión; por otro y como

consecuencia, nos invita a pensar que es necesario "comprender" algomás acerca de lo que entendemos por epistemología. Esta, ciertamen­

te, tiene que ver con la comprensión, el entendimiento y la reflexión. Si

la teoría comanda las actividades prácticas, la epistemología deviene

en la más elemental de las teorías de base, la que sostiene y se sostieneen toda antropología, es decir, en la ciencia del hombre en su totalidad

(Morin, 1983) La epistemología tiene que ver con el conjunto de reglasmediante las cuales cada individuo construye sus experiencias.

Por lo común, en el operar cotidiano de los científicos se habla poco

o nada de epistemología. Algunos investigadores, por exceso de cien­tificidad, suelen vincular la epistemología con la filosofía, o al menos,

con una suerte de metaconocimiento que parece escapar al accionar

de los científicos. Esas ideas emergen cuando se ejerce una fuerte

reducción del alcance del término epistemología, el cual queda circuns­

crito al ámbito exclusivo del pensamiento. Sin embargo, actuar de ese

modo implica olvidar el ámbito de la acción, de las conductas que operan

en y por el pensamiento. Se trata de una reducción empobrecedora,

que cercena el extenso dominio de las experiencias, al quedar descartadas,

de hecho, las acciones y conductas.

¿Puede establecerse una disociación entre pensamiento y acción,

entre conocimiento y conducta? Si se impone la mencionada restric­ción estas esferas podrían disociarse. Pero en rigor, en nuestra expe­

riencia cotidiana, difícilmente podamos separar por un lado el conocimiento

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EL OTRO. ANTROPOLOGÍA DEL SUJETO

que orienta nuestras acciones, y por otro las conductas que generan

ese conocimiento, y así recursivamente. Muchos investigadores no es­

tán dispuestos a ejercer su propio conocimiento en la acción, por una

sobrevaluación del ámbito de la praxis. Esta visión miope olvida que la

práctica no está divorciada de la teoría.

Friedrich Nietzsche (1982), en una crítica a los científicos de su

época, afirmaba: "la libertad de pensamiento de nuestros científicos esuna "broma" para mí; les falta apasionarse por estas cosas, "padecer" a

causa de ellas". En este sentido son también muchos los científicos que

padecen el conocimiento científico. También son muchos los que pa­

decen la disociación entre el pensamiento y la acción. Para estos in­

vestigadores la epistemología tiene otro sentido.

Tradicionalmente se entiende por epistemología a la teoría del cono­

cimiento científico. El significado original de epistemología ha derivado,

claramente, en aquella rama del saber que se ocupa de la normativa y los

métodos de la ciencia. De todos modos, es posible amplificar esta defini­ción sobre la base de dos cuestiones. En un sentido más filosófico, se

trataría del estudio de cómo sabemos aquello que sabemos. En un sen­

tido más científico, trataría acerca de cómo se conoce, cómo se piensa y

cómo se decide(Bateson, 1981) Este último sentido requiere, para el

científico, una especial atención, porque compromete su propio "hacer

ciencia" (ciencia es hacer ciencia según el antropólogo norteameri­cano Leslie White (1964».

Miopías y Reflexiones

La epistemología es, ciertamente, un dominio complejo. Etimológi­camente es el estudio no sólo del dominio del conocimiento sino tam­

bién del de la acción, ya que la palabra proviene del vocablo griego

epistéme que significa conocimiento, inteligencia, saber, y también des-

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CAP. 11: LA CONSTRUCCIÓN DE LA EXPERIENCIA

treza y pericia. Como noción integradora esta idea de epistéme hacereferencia a una cosmovisión, a los "conocimientos guía" que orientan

no sólo los procesos del pensamiento sino también las acciones. La

epistemología es, en ese sentido, paradigmática. Entendiendo el con­

cepto de paradigma, según la definición Edgar Morin (1984) como el

"conjunto de las relaciones de asociación y/o de oposición entre un nú­

mero restringido de ideas rectoras, relaciones que van a mandar y con­

trolar a todos los pensamientos, a todos los discursos, a todas las teorías".

Es decir, estamos ante un concepto genésico, generador.

Según lo anterior una definición de epistemología compleja es la

propuesta por Gregory Bateson (1981) "Rama de las ciencias, combi­nada con una rama de la filosofía. Como ciencia, la epistemología es el

estudio de la manera en que determinados organismos o agregados de

organismos, conocen, piensan y deciden. Como filosofía, es el estudiode los límites necesarios, y otras características, de los procesos del

conocimiento, del pensamiento y la decisión". Bateson reúne dentro deesta noción los sentidos originales del término epistéme. La decisión

está en la frontera entre el pensamiento y la acción. El pensamiento,

entendido como proceso, está en la frontera entre el conocimiento y la

decisión, y, a su vez, como condición y como producto, el conocimiento

alimenta el pensamiento y orienta la decisión. Dirige las acciones que

generan nuevos conocimientos, decisiones, y así recursivamente.

La idea de epistemología de Bateson es compleja, sin ser por ello

complicada. Se podrían tomar otras ideas. Para Mario Bunge, por ejemplo,

la epistemología es un amplio manto de esperanzas incumplidas. En

una entrevista (1985) responde acerca de qué es la epistemología del

siguiente modo: "Para mí la epistemología abarca, primeramente, la ló­gica de las ciencias y de la técnica. Es decir, todo lo que se refiere a lasdefiniciones teorías, etc. Además, la semántica, o sea, aquello que hace

a los contenidos, los significados y la verdad. También incluye la gno­

seología o teoría del conocimiento porque hay que analizar el conoci­

miento típico de las llamadas ciencias básicas, matemáticas, naturales,

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EL OTRO. ANTROPOLOGÍA DEL SUJETO

sociales y también de las tecnologías. Además hay que hacer metodo­

logía tanto de las ciencias como de las técnicas ( ... ) A mi modo de ver,

incluye también la ontología metafísica, porque toda ciencia, y toda técnica,

tiene ideas acerca de la naturaleza de la realidad y de los artefactos.

También hay que incluir la ética de la ciencia y la de la técnica que son

muy diferentes ( ... ) En síntesis, mi concepción global abarca práctica­mente toda la filosofía tradicional".

Nótese que esta definición de Bunge, en contraste con la de Bate­

son, es complicada sin ser compleja. Implica una enumeración de disci­

plinas agregadas sin conexiones explícitas. La epistemología bungeana,

por abarcado todo, se convierte en nada. A 10 sumo, se podría conveniren que la epistemología se ubica a la base todo. Pero no por el10 se

puede pretender que supla la totalidad del conocimiento. Si la epistemología,como filosofía de la ciencias, cubre toda la filosofía tradicional, enton­

ces estamos ante un problema de confusión de niveles lógicos: la filo­sofía menos abarcativa (filosofía de las ciencias), incluye otra filosofía

más abarcativa (la filosofía en el sentido más tradicional).

Al hacer referencia explícita al conocimiento, al pensamiento y a la

decisión del científico, la epistemología se .convierte en un ejercicio de

demarcación de los alcances de estos conoci mientos, pensamientos y

decisiones. Según esto, dicha tarea de demarcación no podría ser con­siderada tan sólo como filosofía de la ciencia, una expresión que, como

se ha dicho antes, ahuyenta a muchos investigadores.

La epistemología es, necesariamente, parte de la esfera de incum­bencia del científico, tanto como 10 es su trabajo cotidiano en el campoo en el laboratorio. La esfera de la acción/conducta no está en absoluto

disociada de la esfera del conocimiento/ideas que orienta esa acción.

Darwin fue contundente al respecto cuando señaló que no hay obser­

vación sin teoría (Thuil1ier, 1982) Nótese que, sin embargo, no se ad­

mira a Darwin precisamente por su poder reflexivo, sino porque sus

trabajos se basan en observaciones empíricas cuantitativamente abun-

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CAP. II: LA CONSTRUCCIÓN DE LA EXPERIENCIA

dantes. Parecería que nadie se percata de que las teorías de Darwin no

fueron una creatio ex nihilo: nacieron del conjunto de ideas y pensa­

mientos que orientaron sus observaciones, y de las ideas que estas mis­mas observaciones fueron generando a posteriori.

La epistemología conlleva un ejercicio de reflexión. Muchos cientí­

ficos cree que la reflexión epistemológica acerca de lo que hacen y de

cómo lo hacen es ciertamente filosofía y no ciencia. Pero a las claras

tales ideas obvian, como sostiene Morin (1984) que la reflexión abre

las fronteras de la ciencia con la filosofía en lugar de levantar un murodisyuntivo. La epistemología permite establecer conexiones en vez de

disociaciones. Morin prosigue: "la reflexión no es ni filosófica, ni no

filosófica, es la actitud más rica del pensamiento, el momento en queéste es capaz de autoconsiderarse, de metasistematizarse".

Humberto Maturana sostiene, en la misma línea argumental, que:"Es parte del ser científico admitir el mundo fenoménico en su continuo

cambio; por lo tanto, la reflexión para él no trae riesgos serios: el cien­

tífico no dejará de ser científico; al contrario lo será desde una pers­

pectiva más amplia, y dejará de ser un ser ajeno a su mundo y un

instrumento en manos de otro ( ... ) ¿Hasta dónde debe llegar nuestrareflexión? Esta es una pregunta interesante. Todo ser humano, como

condición de humanidad reflexiona, cualquiera sea su actividad. La pregunta:

¿Hasta dónde debe llegar nuestra reflexión? inquiere sobre cuántos delos fundamentos de nuestro hacer y de nuestro mundo debemos atreve­

mos a enjuiciar en nuestra reflexión. Mi respuesta es: todo" (Matura­

na, 1980) El poeta inglés Percy Bysshe Shelley, en su Defence of

Poetry decía que "la poesía incluye todas las ciencias". Se refería al

significado original y certero del vocablo poesía, que proviene del grie­

go poiesis (palabra recreada en la biología por Maturana) que significa

construcción, fabricación y también creación.

Con esta afirmación señala que el acto creativo en poesía es análo­

go a la hazaña imaginativa en el origen de todo concepto científico(Medawar & Medawar, 1988).

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EL OTRO. ANTROPOLOGíA DEL SUJETO

Hoy día se asume que la actividad científica requiere rigor en susconstrucciones teóricas (modelos, teorías). Pero sabemos también que

toda actividad científica requiere algunas dosis de imaginación en la

generatividad de ideas novedosas. Rigor e imaginación son requisitos

indispensables para el operar científico, como tantas veces alertó Ba­

teson a 10 largo de su obra. Esa imagen cientificista de la ciencia, fría

y rígida, desprovista de creatividad (poiesis), perdura aún hoy en mu­chos contextos académicos.

Comprendemos hoy que esta imagen es tan sólo una imagen empo­brecida. Desde el advenimiento de la termodinámica no lineal de los

procesos irreversibles, de la teoría la comunicación y de la cibernética

denominada de segundo orden para citar campos novedosos y fructíferos,científicos de diversas áreas han necesitado una buena dosis de

imaginación para saltar las barreras disciplinarias que dicotomizan losdistintos territorios científicos, de una manera insospechada. Esto, con

el fin de favorecer las aperturas, los intercambios, las convergencias.

Hecho sólo posible a la luz de la actividad reflexiva y crítica.

El problema de la demarcación entre aquello que es científico y-- ---aquello que no lo es, es un problema epistemológico. La demarcación

puede ser rígida o flexible, precisa o difusa, y puede basarse en dife­

rentes criterios: bases metodológicas, tipos de lenguajes, etc. Pero toda

demarcación depende de la epistemología de base de los científicos y

especialmente del consenso entre los científicos acerca de 10 que quedadentro o fuera de su campo. Es decir, cualquiera sea el criterio de dis­

tinción entre la ciencia y la no ciencia, la demarcación es principalmen­te una cuestión de significado.

Al decir, por ejemplo, que la problemática metafísica no tiene in­cumbencia dentro del ámbito científico, estamos trazando, en princi­

pio, una distinción que, en esencia, involucra la noción de significado.Los científicos que se apartan de la epistemología porque la consideran

filosofía deberían pensar que no tiene sentido (o carece de significado)toda cuestión relacionada a una supuesta realidad exterior, per se, de

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CAP. 11: LA CONSTRUCqÓN DE LA EXPERIENCIA

facto, O como se la quiera l1amar, dentro de la esfera científica, cuando

validan sus argumentos observacionales. Carece de significado por­

que, sea cual fuese el "presupuesto" de base al respecto, el científico

opera con "datos" y estos datos no son parte de la esfera de una reali­

dad metafísica, sino parte del dominio de 1as descripciones del obser­

vador (en relación a la experiencia observacional). Dentro del ámbito

científico tiene significado el cómo y no el qué, en términos de aquel1arealidad mencionada. En el ámbito metafísico, lo que tiene significado

es precisa mente el qué, porque tiene que ver con la naturaleza del Ser.

Centremos la temática de la epistemología en la esfera de lo que desig­namos el cómo, y convengamos una restricción a lo que llamaremosdominio científico.

Ciencia, magia, alquimia

De acuerdo con lo anterior, Maturana (1983) sostiene que la ciencia,

como el ajedrez, la magia o la religión, es un dominio cognoscitivo. Es

decir, un campo de conocimiento, pensamiento y acción acotado por sus

propias reglas de funcionamiento. No es posible jugar al ajedrez con el

reglamento del fútbol y no se puede hace ciencia con las reglas del aje­

drez, o de la religión, o de la ontología. Se trata de reglas de funciona­

miento establecidas en el propio accionar de los científicos 10 que le dasignificado a las conductas dentro de su dominio. Por eso, el dominio

científico, como el ajedrez, o la religión, es un dominio de validación

conductual en el cual sólo serán científicos aquel10s pensamientos, de­

cisiones y acciones que tengan significado científico dentro del con­

texto de definición inmanente al propio dominio científico.

Maturana continúa "los dominios cognoscitivos son cerrados, por­

que están determinados por el criterio de validación de las afirmacio­

nes que les son propias y que especifican el modo de ser dentro de él".

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EL OTRO. ANTROPOLOGÍA DEL SUJETO

Que sea cerrado en su demarcación, no quiere decir que no esté abierto

a intercambios con otros dominios. Lo que se pretende decir según

entendemos, es que, en todo caso, un dominio cognoscitivo tiene clau­

sura operacional, coherencia interior, autoorganización. Esto no quita

que la paradoja de la autoorganización, explicitada por Heinz von Foerster

(1960) a cuenta de los sistemas dinámicos, se pueda aplicar también al

dominio científico: según esta paradoja, para que haya autoorganiza­

ción debe haber conexión y dependencia con el contorno. La autono­

mía necesita dependencia y la dependencia autonomía.

"Hacer ciencia es explicar", como sostiene Maturana. Pero no cual­

quier explicación es una explicación científica. Y, recursivamente, sólo

serán científicas las explicaciones del dominio científico. La explicacióncientífica es el nÚcleo crítico demarcativo del dominio cognoscitivo de

la ciencia. Se podría decir que todos los dominios conductuales (científi­cos y no científicos), tienen un estilo de explicación particular. Por ejem­

plo, la explicación religiosa es un tipo de explicación revelada en la cualDios instruye a los mortales acerca de cómo pensar y cómo actuar. A

partir de la revelación, todos los pensamientos y todas las acciones tie­

nen validez dentro del contexto de esta explicación. Este tipo de explica­

ción es la que confiere significado al dominio cognoscitivo religioso.

A diferencia de la explicación metafísica, la explicación religiosa

atiende al cómo, y es sobre ese punto que tiene que quedar clara su

diferencia respecto del campo de la actividad científica. Una explica­

ción científica no es ciertamente una explicación revelada, porque si lo

fuera sería una explicación religiosa. No hablaremos aquí de las carac­

terísticas de las explicaciones científicas, que es ciertamente tema paraotra discusión. Sí es posible resumir aquí algunos rasgos de las denomi­

nadas explicaciones científicas en correlación a otros dos tipos de ex­

plicaciones que, para numerosos autores, han sido el origen histórico deaquellas. Sin adherir a una concepción historicista, estas dos explica­

ciones, próximas a la ciencia, corresponden al dominio de la magia y al

de la alquimia. En la magia, los resultados obtenidos en las operaciones

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CAP. II: LA CONSTRUCCIÓN DE LA EXPERIENCIA

realizadas son claros, a la luz de la evidencia (por ejemplo, el conejo

sale de la galera), pero los procedimientos utilizados para la obtenciónde esos resultados son decididamente oscuros e inaccesibles para to­

das aque11as personas que no ejecutan el acto de magia (no es posible

saber cómo hizo el mago para extraer el conejo de la galera).

En la alquimia, los procedimientos operacionales son claros, se ha­

llan reglamentados y se siguen recetas específicas (por ejemplo, para

convertir el plomo en oro). Pero, el resultado alquímico es siempre os­

curo, impredecible, aleatorio (nunca sabe si se obtendrá oro, a pesar de

haber seguido una y otra vez la receta al pie de letra). En el dominio dela ciencia, contrariamente, los procedimientos empleados por un lado,

y los resultados obtenidos, por otro, deben plantearse de modo explíci­

to, claro y contundente, para que todos los investigadores tengan acce­so a la reconstrucción de los razonamientos seguidos.

MAGIAALQUIMIACIENCIA

PROCESOS

oscurosclarosclaros

RESULTADOS

clarososcurosclaros

Ese sería el significado de base de la actividad científica. Cabe

preguntarse, reflexivamente, cuántos de los millones de trabajos que

aparecen en los mi110nes de publicaciones que se proclaman científi­

cas, cumplen esos dos requisitos elementales. O bien, replanteando la

pregunta, cuántos son mágicos o alquímicos. Queda para el lector el

reconfortante ejercicio reflexivo acerca de 10 dicho en este punto.

La reflexión es importante, ya que es en el dominio científico donde

las ideas, pensamientos, y decisiones tienen validez científica, o, lo que

es lo mismo, tienen algún significado para la ciencia. Dentro del domi-

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EL OTRO. ANTROPOLOGÍA DEL SUJETO

nio científico, las actitudes mágicas o alquímicas no tienen sentido, aunque,

por supuesto, tales actitudes sí tienen significado dentro del campo de

la magia o de la alquimia, respectivamente.

En otras palabras, los problemas de significado de las acciones y

conductas científicas, en el campo de Sll propia validación con­

dllctllal, son los problemas epistemológicos centrales de toda activi­

dad que se denomine científica. Por eso es absolutamente necesaria lareflexión sobre el significado, sin deslindar campos.

Claroscuros de la cientificidad

Junto a la idea de clausura operacional del dominio científico se

puede introducir otra idea complementaria/antagónica de apertura ope­racional. Son éstos dos conceptos elementales a la hora de definir den­

tro del dominio científico las nociones tan difundidas de interdisciplina

y transdisciplina. La noción de clausura, se vincula, ya se ha comenta­do, con la normativa de coherencia interna, o de auto referencialidad.

La apertura tiene que ver con la posibilidad de intercambios y con el

fluir de ideas entre el campo científico y otros dominios (principalmen­te con el dominio más abarcativo de lo cultural, en donde la actividad

científica se enmarca).

El doble juego de auto referencia (en la clausura de un dominio) e

intercambios (en la apertura de un dominio) actualiza la ya menciona­

da paradoja de la auto-organización Ese esquema es aplicable también

a las parcelas en las que suele segmentar el dominio científico: las

disciplinas científicas. Esos subdominios dentro del dominio científicodeben tener a la vez autorreferencia en su clausura individual por un

lado, e intercambios en sus conexiones con otras disciplinas o dominios

por otro.

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CAP. 11: LA CONSTRUCCIÓN DE LA EXPERIENCIA

El énfasis en el pensamiento parcelario, heredado de una mala

comprensión cartesianismo ha formado con cada parcela científica unmundo en sí mismo. Esto ocurre allí donde la clausura operacional seha entendido como cierre de fronteras aniquilando los intercambios entre

disciplinas. Si las disciplinas particulares son compartimentos estancos,

sus resultados no se asimilan en otros campos y la evolución de tales

parcelas se vuelve paralela en vez de convergente (sería el progreso dela ciencia de acuerdo a la idea más tradicional).

La naturaleza misma del dominio científico en el cual se hermanan

se desnaturaliza en esa compartimentalización extrema. Mal puede un

dominio ser tomado como autorreferencial si sus partes componentes

no abren sus fronteras entre sí. Frente a este panorama de clara vaci­

lación acerca de la necesidad de disciplinas bien formadas, o la aboli­

ción de fronteras disciplinarias, surge como una promesa la idea

interdisciplinariedad. Este concepto es ambivalente. Para muchos es la

única solución a las posturas parcelarias que generan los subdominiosinconexos, dentro de 1 dominio científico.

Para Louis Althusser (1985), a modo de contraejemplo, la expre­

sión intercambio interdisciplinario sería solamente un enunciado

voluntarista: "La noción de interdisciplinariedad indica no ya una solu­

ción, sino una contradicción: la exterioridad relativa de las disciplinas

que se quieren relacionar". Este autor pone como ejemplo de exteriori­

dad, que él mismo suscribe, el empleo de las matemáticas como herra­

mienta. El filósofo dice: "Habría que introducir nuevas distinciones".

¿Cuántos nosotros hemos escuchado, hasta el hartazgo, ese discurso

voluntarista de interdisciplina?

La nueva distinción que se propone aquí es olvidar el voluntarismo

y adecuar esa problemática en la paradoja de la autoorganización: el

doble juego en clausura y apertura no se debe identificar con el cierreo la abolición de fronteras. A cada disciplina corresponde su propio

estilo de validación, en su propio sub-dominio (la explicación biológica

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EL OTRO. ANTROPOLOGÍA DEL SUJETO

es distinta de la química, la sociológica diferente de la psicológica, etc.).

AHí radica su autonomía. A cada disciplina corresponde la regulación

de sus fronteras (incorporación de ideas, modelos y teorías sin pérdida

de su identidad). Allí radica su dependencia, respecto de otras discipli­nas científicas.

Caravantes García (1 980)distingue una situación de pluridiscipli­

nariedad, cuando un número de disciplinas se contactan por sus obje­

tos de estudio, aunque no verifiquen intercambios; una situación de

multidisciplinariedad, cuando ante esos contactos se obtienen bene­

ficios mutuos, pero sin que medien actitudes y trabajos en común para

lograr esos beneficios; interdisciplinariedad, cuando concurren aso­

ciativamente esas condiciones de intercambio, beneficios mutuos y tra­

bajos en dirección a obtener esos beneficios; y, finalmente,

transdisciplinariedad, cuan las disciplinas individuales abren sus fron­

teras, pero pierden individualidad.

Para muchos investigadores la transdisciplinariedad es una situación

ideal. Pero, obviamente, el precio a pagar es la pérdida de identidad. En

rigor, el precio a pagar es la anulación de las disciplinas participantes como

subdominios, dentro del campo científico, según la definición que dimos

anteriormente en la dialógica c1ausura/apertura. Sin embargo, es posible1legar a un acuerdo replanteando el concepto de transdisciplinariedad. Po­

dría re definirse transdisciplinariedad a partir del intercambio entre discipli­nas sin pérdida de autonomía. Muchas veces se indica la pérdida de autonomía

por una imposibilidad de aceptación de la paradoja c1ausura/apertura, la

que violenta algunas concepciones lógicas tradicionales.

Pero si intentamos aceptar la paradoja, se vuelve constitutiva de la

definición de dominio cognoscitivo, entonces esa noción de transdisci­

plinariedad se conserva pagando el precio de la disolución. Cuando nose asume aquella paradoja y el concepto de transdisciplinariedad de­

viene en una dilución disciplinaria, el prefijo trans hace trascendente la

idea ya que trans implica, en esos casos, superación, lo que se puede

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CAP. II: LA CONSTRUCCIÓN DE LA EXPERIENCIA

expresar en la frase: "estamos más allá de las fronteras disciplinarias".

Por el contrario, si la paradoja clausura/ apertura se asume como cons­

titutiva, este prefijo trans no denota ya disociación sino encaje, una

condición inmanente a la reunión de disciplinas autorreferenciales es­

trechamente conectadas y dependientes entre sí.

En otro orden de cosas, muchos autores consideran la transdiscipli­

nariedad como ejercicio fi losófico. Esta postura tiene sentido dentro de

la idea de trascendencia disciplinaria o disolución de disciplinas dentrode la transdisciplinariedad. Aunque el criterio de base para afirmacio­

nes como esa pueda ser discutible, la filosofía podría considerarse tras­cendente en su sentido de metafísica. En cualquier caso, este es un

problema para filósofos y no para científicos. El problema radica en

que la ausencia de reflexión epistemológica de los propios científicos

deviene en errores de apreciación.

Entonces la filosofía es no científica, pero se apela a ella (al presu­

puesto realista) para ejercerla.

En los últimos tiempos, dos fantasmas rondan a la ciencia (y a las

ciencias, si se quiere): el reduccionismo y el holismo. Aquí nuevamente,

como en los alcances del término transdisciplinariedad, la valoración de

estas nociones es una cuestión de encuadre teórico. Para comprender

esas dos nociones normalmente contrapuestas es necesario construir

en la ciencia un dominio con estructura jerárquica.

Es decir, a modo de conjuntos o esferas inclusivas con un ordena­

miento en niveles incumbencia. Para el caso, y a modo de ejemplo, si

se estudia un ser vivo, se asume que un nivel biomolecular (bioquímica)

subyace al nivel biológico (biología), que un nivel químico (química)

subyace al nivel biomolecular, y que un nivel físico (física) subyace al

ni vel químico. En la aceptación de tales jerarquías, se consideran re­

duccionistas todas las explicaciones en las que se trata de reformular

un nivel por el inmediato inferior (explicación del nivel biológico por la

bioquímica, etc.). Es decir, el reduccionismo busca las explicaciones a

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EL OTRO. ANTROPOLOGÍA DEL SUJETO

nivel de elementos de base, en detrimento de la complejidad de la tota­

lidad que está en juego como unidad de estudio.

Por contraposición con esto, el holismo busca la explicación en elnivel de la totalidad sin prestar atención a los componentes de base.

Ante una elección, muchos de los investigadores de diversos campos

optarían por un enfoque holista. Sin embargo, el holismo depende de un

principio tan simplificador como el del reduccionismo. En el reduccio­

nismo, se simplifica el todo por reducción a sus partes. En el holismo,

inversamente, se simplifica el todo por reducción de las partes. Es una

suerte de reduccionismo inverso. En ambos casos la simplificación triunfa

sobre un principio de complejidad necesario.

Aquí se asienta nuevamente otra paradoja: el todo no es la parte,

pero, en 1a definición del todo se requiere la de la parte, y no tiene

sentido hablar de partes sin referencia al todo donde esa parte es pre­

cisamente una parte. Esta paradoja es de la misma naturaleza que la

paradoja que definimos antes como clausura/apertura. En el conceptocomplejo todo/parte es la organización de las partes lo que clausura el

todo, pero esa organización de las partes requiere dependencias, aperturas,

conexiones de las partes entre sí.

Bateson sostiene, con relación al reduccionismo, que: "Todo cientí­fico tiene como tarea encontrar la explicación más simple, más econó­

mica y (por 10 común) más elegante que de cuenta de todos los datosconocidos. Más allá de esto, el reduccionismo se convierte en un vicio

si va acompañado por una excesiva insistencia en que la explicación

más simple es la única posible. Puede ocurrir que los datos deban ser

comprendidos dentro de una gestalt mayor (Bateson, 1981). Muchosinvestigadores confunden la economía en las explicaciones con la sim­

plicidad como condición necesaria de los argumentos científicos.

No es casual que quienes propician el holismo adhieran a la trans­

disciplina como campo trascendental que reúne y ahoga en su seno a

diferentes contextos disciplinarios. Muchos holistas también adhieren a

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la interdisciplina, en el sentido voluntarista que se destacó anteriormen­

te. Esas posturas pueden agruparse bajo el rótulo de paradigma simpli­

ficador según lo define Morin (1990, 1994) aún a riesgo de que esterótulo simplifique.

Quizá también resulte simplificador decir que la mayoría de estas

simplificaciones parcelarias parten de la no aceptación de esa paradoja

constitutiva que define un dominio cognoscitivo. Una actitud parcelariaconduce al reduccionismo, y al fomento de compartimentos disciplina­rios estancos sin intercambios efectivos entre ellos. Su contracara, una

actitud globalizante u holística conduce al reduccionismo inverso y a la

búsqueda de una transdisciplinariedad aniquiladora de disciplinas.

Esos extremos tensionantes, esa falsa dicotomía entre reduccionis­

mos de signo opuesto se actualiza casi constantemente, y obliga a re

replanteos continuados de la demarcación del dominio científico. MarioBunge (1982) ha considerado que el psicoanálisis es una pseudocien­

cia, y que la única psicología científica es la que fundamenta sus refor­

mulaciones en la fisiología del cerebro (por supuesto, la conducta no

puede reducirse a la fisiología cerebral). En la vereda diametralmente

opuesta Paul Feyerabend, considerado como "el peor enemigo de la

ciencia", y "el Salvador Oalí de la filosofía", sugiere ver la "ciencia

como un arte". Afirma que: "la elección de un programa de investiga­

ción es una apuesta. Pero es una apuesta cuyo resultado no puede ser

comprobado" y que: "El mundo que vivimos es demasiado complejo para

ser comprendido por teorías que obedecen a principios (generales) epis­

temológicos" (I-Iargan, 1993) Afirmaciones como estas sublevan a los

cientificistas extremos y una postura realimenta a su antagonista a modo

de feed back positivo: a más críticas de un lado más críticas del otro.

Llegar a un óptimo entre esos extremos tensionantes de rigor y de caoses una tarea cotidiana.

En Patologías de la epistemología, Gregory Bateson propone un

ejercicio en relación a la confusión entre epistemología y ontología o, si

40

Page 18: Lahitte- La Contruccion de La Experiencia

EL OTRO. ANTROPOLOGÍA DEL SUJETO

se quiere, entre la cuestión de la cognición y la de la existencia. En una

conferencia sobre salud mental comenzó su exposición de la siguiente

manera: "En primer lugar, quisiera que me acompañaran en un pequeño

experimento. Se trata de que ustedes levanten la mano cuando yo haga

una pregunta y ustedes la puedan responder afirmativamente. ¿Cuán­tos de ustedes me ven? Veo muchas manos en alto ... por consiguiente,

deduzco que a la insania le gusta estar en compañía. Por supuesto,ustedes no me ven "realmente". Lo que "ven" es un cúmulo de infor­

maciones acerca de mí, que ustedes sintetizan en una imagen pictóricade mí. Ustedes hacen la imagen. ¡Así de sencillo!". (Bateson, 1991)

Las personas que levantaron la mano, llevadas de la nariz por sus

propios supuestos metafisicos realistas (realidad per se) cometieron unerror: confundieron la cuestión de la visión con la cuestión de la exis­

tencia de la cosa vista: Bateson para este ejemplo. Piense el lector si

hubiese levantado o no su mano. Los presupuestos metafísicos relacio­

nados con la existencia ingresan en el campo epistemológico sin ser11amados Quienes levantaron la mano olvidaron así mismo el presu­

puesto del realismo crítico, que sostiene que los datos de los sentidos

no son bajo ningún aspecto la cosa observada. Los científicos no deberíanconfundir el discurso sobre la observación científica, con el otro discur­

so sobre de la existencia del Ser supuestamente observado.

Lo que sí ingresa en el ámbito epistemológico en ese ejemplo es que

los presupuestos que guiaron las acciones (la idea de realidad que obli­

gó a levantar la mano) implican ideas en torno a la percepción y lanaturaleza del conocimiento. Una reflexión sobre esos presupuestos de

base es elemental, atendiendo a la definición de epistemología tratada

anteriormente: los procesos del pensamiento, conocimiento y decisiónen relación a las fronteras entre esas esferas. La metafísica queda

fuera del ámbito científico, pero las cuestiones de la metafísica puedentener influencias decisivas en torno a cómo actuamos y es por eso que

ingresan en el circuito epistemológico de los presupuestos elementalesde la actividad del científico.

41

Page 19: Lahitte- La Contruccion de La Experiencia

CAP. 11: LA CONSTRUCCIÓN DE LA EXPERIENCIA

Disociación, certezas, frustraciones

En las palabras introductorias de su libro Proceso al Azar, Jorge

Wagensberg describe, en estos términos, al operar científico: "La cien­

cia es una forma de conocer el mundo que empieza por separar el

lector de lo escrito, el observador de lo observado, el sujeto del objeto.

Es el primer principio del método científico: si el mundo es objetivo, el

observador observa sin por ello alterar la observación; es la hipótesis

realista. El segundo principio que el científico asume tácitamente para

elaborar ciencia podría llamarse la hipótesis determinista ( .oo ) los su­

cesos del mundo no son independientes entre sí, exhiben ciertas regula­ridades y causas parecidas producen efectos parecidos ( oo. ) Dicho de

otro modo, en virtud del principio determinista, adquiere sentido nada

menos que el concepto de ley de la naturaleza. Porque en la naturaleza

no todo es posible; de todos los sucesos virtual es que podrían ser (sea

el caos) no todos son ( oo. ) Si el conocimiento que buscamos no es de

leyes sino de imágenes del mundo, abandonar el método científico pue­

de ser muy recomendable, incluso puede convenir tomar principios ra­

dicalmente opuestos"(Wagensberg, 1986).

Este comentario de Wagensberg marca una ruptura entre dos mo­dos de ver el mundo. Por un lado, una ciencia determinista, realista,

objetiva, y por otro lado, una ciencia de las imágenes del mundo. Ade­

más de esta disyunción, que suele ser aceptada en todos los ámbitos

académicos, Wagensberg introduce una referencia novedosa: ese se­

gundo modo de ver el mundo (que debe abandonar el método científi­

co), se puede considerar lícito. Al abrir el panorama Wagensberg convieneen que la ciencia es un modo de conocimiento, y en este contexto laxo

cualquier vía es valida.

La ciencia del ideal realista, objetivista, determinista, se basa en el

presupuesto incuestionado de una realidad per se en la que se puedevalidar toda argumentación, en tanto esa realidad se asume como mun­

do verdadero. En tanto presupuestos guía, estas ideas orientan las ac-

42

Page 20: Lahitte- La Contruccion de La Experiencia

EL OTRO. ANTROPOLOGÍA DEL SUJETO

ciones y la visión del mundo (epistemología). En el terreno de las vali­

daciones, si este mundo objetivo/verdadero/real nos dice algo contra­

rio a 10 que suponíamos como verdaderolreal, entonces ingresamos alcontexto de la frustración

¿Es posible una ciencia que no se base en estas disyunciones? Cree­

mos que sí. Creemos que la "ciencia de las imágenes del mundo" que

sostiene Wagensberg no necesita basarse en esta dicotomía. La ima­

gen del mundo no necesariamente se deriva del sujeto que genera la

imagen. Si la imagen es del sujeto se avalaría la disociación encubrien­

do el presupuesto de la realidad independiente del observador. Si nega­

mos la disyunción entre observador y observado podremos partir de

principios radicalmente opuestos pero, al negar la disyunción estare­

mos generando, a la vez, un contexto donde la oposición mundo verda­

dero vs. mundo aparente se diluye Este nuevo contexto implica saltar

a un nivel lógico superior(Lahitte, 1996).

La relación entre el sujeto observador y el objeto referente de 0;;1servación no es, precisamente, lo que los separa, al contrario, es la

pauta de conexión que los reúne en un contexto de significación. Ob­

servador sujeto y objeto referente son partes constitutivas del sistema

observacional. ¿Cómo se puede pensar en disociadas? Si el conoci­

miento supone esta relación observador observado, el estudio del co­

nocimiento (gnoseología, epistemología, ciencias cognitivas) debe pon~en foco esta relación (Lahitte & Hurrell, 1990).

Subjetivismo vs. objetivismo, realismo vs. idealismo, racionalismo

vs. empirismo, se han convertido en nociones opuestas que ofician deinstrumentos de disociación (las ideas rectoras del paradigma de la

disyunción). Quienes sostienen la tesis del mundo verdadero otorgan el

poder de la verdad y de la objetividad a los objetos (reales o ideales) deese mundo.(Lahitte et al, 1989: Lahitte et al, 1993)

La subjetividad del sujeto cognoscente resulta, la mayoría de las

veces, un impedimento para lograr aquella verdad. Negando esta diso-

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Page 21: Lahitte- La Contruccion de La Experiencia

CAP. II: LA CONSTRUCCIÓN DE LA EXPERIENCIA

ciación, debemos reconocer que el sujeto conoce siempre subjetividad

mediante. La objetividad no puede convertirse en la justificación de la

subjetividad del hipócrita. Subjetividad y objetividad requieren, antes

que una eliminación completa, una reformulación clara y precisa de susalcances.

El paradigma de la disociación ha percolado hacia capas discursi­

vas profundas poniendo en tela de juicio el edificio argumental cons­truido sobre ellas en algunas teorías aparentemente novedosas. En eldominio de la teoría de la comunicación Paul Watzlawick (1986)plan­

teó la existencia de dos realidades. Una realidad de primer orden,

referida a lo denotado, esto es, aquello a lo cual todos los humanos

tenemos acceso a través de la experiencia, y una realidad de segun­

do orden, referida a 10 connotado, vinculada a la interpretación que

cada sujeto hace de la realidad. El mismo autor dice que creer que la

propia idea de realidad es la realidad misma "es una peligrosa ilu­

sión". La realidad de segundo orden de este autor se incluye la esfe­

ra de lo personal, de lo subjetivo.

La realidad de primer orden, en sus términos, se aproxima a larealidad científico realista. Dentro de este contexto, Albert Einstein

(1985) comentaba que: "Tenemos la costumbre de considerar como reales

las percepciones sensoriales que son comunes a diferentes individuos y

que tienen, por lo tanto, en cierta medida, un carácter impersonal" En

este sentido, aún disociando al sujeto de la realidad, la objetividad de la

realidad de primer orden parecería sustentarse en cierta intersubjeti­vidad consensual.

Suponiendo acertada la tesis de Watzlawick sobre la co existencia

de realidades (que disocia aún más la ya instalada disyunción entre el

observador y observado), numerosos autores, dentro del contexto del

realismo, han afirmado repetidas veces que ninguna delimitación entre

ambas realidades podría ser clara, precisa y contundente. Watzlawick

mismo, en otro texto, parece haber cambiado de opinión acerca de su

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Page 22: Lahitte- La Contruccion de La Experiencia

EL OTRO. ANTROPOLOGíA DEL SUJETO

tesis anterior de las dos realidades. Dice: "¿Cómo creemos que cree­

mos saber? Esta pregunta aparentemente tan sencilla corresponde a

órbitas de problemas que han ocupado el pensamiento humano durante

milenios: qué sabemos se refiere en genera] a los resultados de nuestra

indagación de realidad. El sano entendimiento humano supone que esa

realidad puede ser encontrada. De manera que e] título de este libro

es absurdo: una realidad inventada nunca puede -precisamente por

ser inventada ser la realidad verdadera"( Watzlawick, 1988). Hasta

aquí, la tesis de la disociación realidad real (verdadera) vs. visión sub­

jetiva de la realidad parece mantenerse

Más adelante e] autor continúa: "E] cómo sabemos es ya un pro­

b]ema mucho más difícil Para penetrarIo, el conocimiento debe, por

así decirlo, salirse de sí mismo y observar cómo trabaja. Aquí ya no

se trata pues de hechos positivos que existen independientemente denosotros en e] mundo exterior; nos encontramos frente a procesosmentales de cuyo funcionamiento no tenemos seguridad ( ... ) nuestra

imagen de la realidad no depende de lo que es exterior a nosotros,

sino que inevitablemente depende también de cómo concebimos ese

qué ( ... ) la realidad supuestamente hallada es una realidad inven­

tada y su inventor no tiene conciencia del acto de su invención, sino

que cree que esa realidad es algo independiente de él que puede ser

descubierta; por]o tanto, a partir de esa invención, percibe el mundo

y actúa en él".

Con esas palabras, Watzlawick cambia de tesis dado que admite

una realidad inventada. Esta realidad construida es la realidad que no­

sotros creemos que nos es exterior pero, en rigor, es un producto de

nuestras propias construcciones. El autor parece basarse en la existen­

cia de dos realidades para sostener la tesis de que la realidad real no es

más que un producto de nuestra invención. No compartimos esta opi­

nión porque parte de un principio disociante. La supuesta realidad real,

de primer orden, o cómo se llame, se mantiene, aunque velada, como

un principio de posterioridad ajeno al sujeto.

45

Page 23: Lahitte- La Contruccion de La Experiencia

CAP. II: LA CONSTRUCCIÓN DE LA EXPERIENCIA

La ciencia aspira a ser un modo de percepción y en ese sentido nosólo interesa la cuestión del conocimiento sino también la de la acción.

Por ello la ciencia de la relación se sustenta en una epistemología de la

relación. Esta doble cuestión del conocimiento/acción está regida tanto

por las intenciones como por los deseos de saber qué es la calidad de

fenómenos a explicar en el dominio de su reformulación. Desde el nú­

cleo deseo/intención se reformula la pregunta sobre el fenómeno, so­

bre el saber qué es y se pueden seguir, desde allí, dos vías: la vía de la

confirmación de los supuestos (es como sé que es) y la vía de refuta­

ción de los supuestos (no es como sé que es). Al aproximar esta se­

gunda vía al núcleo de base deseo/intención surge la frustración. Una

ciencia basada en la disociación, donde los valores son ajenos al ob­

servador, porque se le requiere una supuesta objetividad (en la vía de

acceso a la presupuesta realidad exterior), favorece la frustración. Pocas

veces confirmamos nuestros presupuestos, salvo que burlemos ese prin­

cipio de objetividad. Aquí, cambiando de contexto, esa idea de valor,

como validación de argumentos, debe re formularse en el sentido de

que el observador valida sus argumentos no ya contra un referenteexterior, sino contra su experiencia observacional.

En la vía más tradicional, el hecho de observación excluye al obser­

vador (objetivo) quien plantea sus hipótesis sobre la base de sus presu­

puestos teóricos. Se considera que esa hipótesis debe ser contrastada

o refutada (es decir, validada) contra referente. Esta es una breve des­

cripción de la vía hipotético deductiva, a la cual estamos bastante acos­

tumbrados. Si hemos de cambiar de contexto argumental, debemos partir

de la premisa relacional de que todas las ideas surgen de la relación

observador observado por lo cual el hecho de observación incluye al

observador. Los datos que surgen como reformulaciones de la expe­

riencia observacional permiten construir modelos sobre la base del marcoteórico de referencia del observador. Es contra ese marco de referen­

cia que la validación tendrá sentido y no contra un referente exterior,ya que, en este planteo, no hay tal referente exterior.

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Page 24: Lahitte- La Contruccion de La Experiencia

EL OTRO. ANTROPOLOGÍA DEL SUJETO

Los productos de la observación (mensajes, datos, ideas) se re crean

en el seno del marco conceptual del observador, y por un juego de

pinzas, se obtiene una argumentación cuya validación ya no depende

del hecho de experiencia observacional vivido, al cual no se puede re­

tornar (ya que es irrepetible), sino que depende de los criterios básicos

aceptados en la producción de las argumentaciones. Asi, la argumenta­ción no es forzada sino consecuente con la teoría de base. Partir del

hecho de observación donde observador y observado constituyen una

totalidad debido, precisamente, a la relación que los conecta, implica

subsumir las argumentaciones en un metanivel contextual.

El cambio de perspectiva es notorio ya que el científico deja de

tomar al método como una receta rígida y homogeneizante, a la cual

todos deben adherir. E] método depende ahora de la flexibilidad de los

criterios en juego dentro del marco teórico de referencia del investiga­dor, siempre inmerso en los hechos de experiencia de los cuales parti­

cipa. En el plano de la experiencia vivida, el observador nunca podránegar que es él quien observa.

La explicación científica que proponemos aquí pretende reformu]ar

el fenómeno a explicar en su conjunto, en su total integridad, tomando

la relación como punto partida. Las ideas son el producto de esa expe­

riencia vivida, y el productor de nuevas experiencias en un bucle recur­si va necesariamente morfogenético. Este es nuestro ser en el mundo.

Epistemología, cultura, cognición

Actualmente en diversos laboratorios, se desarrollan corrientes epis­

temo lógicas identificadas bajo rótulos diversos, como epistemología

experimental (Kenney, 1986), biología del conocimiento (Maturana

y Varela, 1985), epistemología práctica(Gardin, 1991) '. etc. Esta plu-

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Page 25: Lahitte- La Contruccion de La Experiencia

CAP. II: LA CONSTRUCCIÓN DE LA EXPERIENCIA

ralidad de vías indica que la epistemología es una necesidad, 10 cual

queda expuesto a través de la constitución del campo de observación

de las disciplinas cognitivas (psicología y antropología cognitivas, et­

nociencias, etc.) (Varela, 1990) cuyo objeto de estudio radica en los

mecanismos puestos en juego en la generación del conocimiento.

Las ciencias llamadas del hombre, a través del desarrollo de las

ciencias de la cognición habían instalado el debate académico en torno

a la epistemología, lo cual derivó en las facetas experimentales de los

laboratorios de inteligencia artificial y sistemas expertos. Los sociólo­

gos comenzaron a hablar de epistemología cuando, a la luz de la defini­

ción de Bateson (modos en los cuales los organismos o agregados de

organismos conocen, piensan y deciden), pueden considerarla cornoforma de estudio de las realidades sociales, modos de construcción so­

cial de la realidad, etc. En psicología, en especial en terapia familiar,

hoy se habla también de epistemología clínica, la cual da cuenta de

cómo el terapeuta reflexiona sobre cómo el paciente construye su ex­

periencia familiar y terapéutica (Shazer, 1987)

Esta multiplicidad de enfoques justifica hablar de epistemologías y,

asimismo, de epistemologías alternativas. Pero, entendemos, la mul­

tiplicidad de entidades puede ser innecesaria si el carácter diverso nose halla subsumido en el marco contextual de significación de una

epistemología generalizada. Esto evitaría la pluralidad discursiva di­sociante El carácter alternativo o diverso debe entenderse como mati­

ces peculiares para campos distintos de aplicación. No estamos justificando

una actitud parcelaria ni distintos modos de hacer espistemologías dife­

rentes. Por el contrario, creemos en la posibilidad de unificación de

criterios, de diagonalización de conocimiento, transferencia de ideas,

modelos de corte abductivo, etc. La epistemología debe ser (en el buen

sentido) transdisciplinar

¿Que pautas permiten integrar las diversas epistemologías en boga

en una epistemología generalizada? La respuesta la han dado, indirec-

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Page 26: Lahitte- La Contruccion de La Experiencia

EL OTRO. ANTROPOLOGÍA DEL SUJETO

tamente, los biólogos. Como señalaba McCulloch (1965), la epistemo­

logía experimental trata de mantener los sistemas de relaciones que,

por decido de alguna manera, corporizan la mente. Desde luego debe­mos tener en cuenta aquí que la definición de mente adecuada al plan­teo de epistemología generalizada escapa a la idea tradiciona1.

La mente, en términos de Bateson (1981) no es un fenómen;;l

interior al organismo, los límites del sistema ecomental para este

autor sobrepasan los límites biológicos del organismo ("la mente no

está en la cabeza", diría Maturana, 1992). El valor de la obra de .yBateson reside en sacar la mente de sus envolturas corpóreas, para h'fcorporizarla en los múltiples canales de comunicación interorganís- ~\

micos. La mente constituye un sistema de comunicación cuyo con­

texto está delimitado por su propio operar, por su funcionamiento, a

través de vías y circuitos en los cuales es posible generar informa- i.~

ción a partir de la experiencia.

Esa información emerge de la extracción de diferencias, de los acl

tos de distinción del organismo sujeto inmerso en el sistema ecomen­

ral. El sujeto de la acción "corporiza" la mente a través de sus productos,

las ideas que eme'gen de la ,elación como ,egistms de la expeneneia,lvivida (mensajes, datos, esquemas de acción). La idea de mente bate­

soniana incluye a la unidad organismo y a la unidad entorno. La unidad ~

de mente se corresponde así con la unidad ecológica elemental. Es

imperioso, porque está en juego nuestra existencia, que se hagan explí-

citas y se comprendan las bases epistemológicas que subyacen a todas

nuestras pautas de conducta, nuestras acciones, nuestras percepciones

y nuestras reflexiones y conceptualizaciones acerca de Ias experien-

cias. Esta es la única vía meta reflexiva para comprender las porciones

no comprendidas de la experiencia. Esto es, cómo se construye. La

epistemología generalizada (reflexiva), en ese sentido, ha sido defini-

da como epistemología cibernética (Bateson, 1970), epistemología

ecológica (Auerswald, 1973) ecosistemología (Wilden, 1979), episte~mología compleja (Morin, 1988), etc ..

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Page 27: Lahitte- La Contruccion de La Experiencia

CAP. 11: LA CONSTRUCCIÓN DE LA EXPERIENCIA

La explicación cibernética, basada en el principio de recursividad,

se opone a las explicaciones lineal deterministas. La recursividad operasobre una mecanismo estocástico de restricción/refuerzo, que permite

puntuar el contexto de la mente en su sentido autorreferencial, y per­

mite así mismo la posibilidad de que los observadores retornen las vías

de sus mecanismos de observación, en tanto el observador organismo,

y su referente de observación entorno, forman parte del sistema comu­

nicacional de observación. No sería posible hablar de recursividad sin

esta posibilidad reflexiva del observador.

El observador es una parte constitutiva del sistema observacional.

. R Heinz von. Foerst~r .denomina cibernética de ~egundo orde~ a esta~,,~'postura eplstemologlca donde el observador se 1l1cluye reflexlvamen­

~ te en la observación. Esta cibernética, cuyo nombres, en rigor, surgió~} de la denominación cibernética de la cibernética propuesto por Mar­

\~ garet Mead, se contrapone a una cibernética de primer orden, o

~ cibernética de los sistemas observados, donde se excluye al observa­dor. La denominación de "primer" o de "segundo" orden hace men-ción, en este esquema, a la posición del observador. No se refiere a latradicional distinción entre Primera Cibernética (la cibernética ori­

ginal de Wiener, basada en circuitos de retroalimentación negativa

como mecanismo recursivo de control de la desviación) y Segunda

Cibernética (la cibernética de Maruyama, basada en circuitos de

retroalimentación positivos, que escapan al control y amplifican lasdesviaciones).

La recursividad no es condición necesaria y suficiente para que se

exprese la constitutividad del observador en la observación. La llama­

da cibernética de primer orden trata de sistemas observados o siste­

mas con el observador excluido, pudiendo corresponder sus modelos a

la Primera Cibernética o a la Segunda Cibernética (que se refieren al

proceso recursivo pero no al observador). La cibernética de segundo

orden incluye al observador y los modelos a emplear pueden remitirse

tanto a la Primera como a la Segunda Cibernética. Las epistemologías

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Page 28: Lahitte- La Contruccion de La Experiencia

EL OTRO. ANTROPOLOGÍA DEL SUJETO

determinísticas son denominadas de orden cero, en el sentido de quela recursividad se halla ausente.

Dentro del planteo de la cibernética de segundo orden es necesa---- ------------_._----~--rio tener en cueñt~ que todo observador orienta su observación a par-

~_ •.• n .. ' ', _~. __ . .. ." , ~_ .. __ . ._,_- • _

tir de su marco teórico de referencia, según la sentencia la idea

;rieñta las accio'les.--por ejemplo, en lo~ térmi~os que venimos mane­

jando, un observador que oriente su observación en términos lineales,

generará modelos lineales. Un observador que oriente sus observa­

ciones en términos recursivos, generará modelos cibernéticos, mor=--¡fostáticos (feed back) o morfogenéticos (feed-forward). Magoroh

Maruyama (1980) postuló en este sentido, la correspondencia entre

"tipo epistemológico" y "modelo científico", lo que permite establecer

una estrategia cognitiva de base, en el campo epistemológico ..• 1

Este autor concluye, luego de una serie de estudios sobre cogni­

ción, planificación, conceptualización, toma de decisiones, etc., que "se

hizo cada vez más evidente que la elección de un tipo de modelo cau­

sal, en una investigación, depende del tipo epistemológico del investiga­

dor, el cual está relacionado con sus características personales y su

bagaje cultural".

Maruyama denomina estilos cognitivos, paradigmas, epistemologías,mindscapes (paisajes de la mente) a los tipos epistemológicos, los cuales

pueden cambiar de persona a persona, de profesión a profesión, de gru­

po social a grupo social, de cultura a cultura, etc. Especifica cuatro tiposbásicos, a modo de cuadro ordenador de 1as múltiples variables en jue­

go. Estos tipos puros no son lo corriente, sino, más bien se darían dife­

rentes matices de mezcla entre esas cuatro categorías consideradas.

Estos cuatro mindscapes de base, denominados con las letras H, 1, S

Y G, corresponden con modelos muy generales: modelos causales linea­les (en términos del autor no recíprocos), modelos de eventos indepen­

dientes (aleatorios), modelos recursivos morfostáticos (primera cibernética)

y modelos recursivos morfogenéticos (segunda cibernética).

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Page 29: Lahitte- La Contruccion de La Experiencia

CAP. II: LA CONSTRUCCIÓN DE LA EXPERIENCIA

La representación de los cuatro tipos y sus diferentes grados de

mezcla responden a la imagen de una pirámide triangular, un tetraedro.

Las cuatro esquinas, tres en la base, una en la cúspide, son equidistan­

tes en el esquema de Maruyama. Cada esquina representa uno de los

tipos "puros". Los cuatro tipos no se alinean en línea recta, S y G no

están ubicados entre H e 1. De hecho, ninguno de los cuatro está entre

ninguno de los otros. La línea que conecta S y G es perpendicular a la

que conecta H e 1. Estas líneas no son paralelas. El lado opuesto a la

esquina H se considera un plano H "cero", por ser el más distante a H.

Cualquier grado de mezcla se evidencia en esta figura, considerado un

punto en el interior de la pirámide, correspondiendo el grado de mezclaa la distancia de los planos.

Maruyama comenta además que: "desde el punto de vista cuantita­

tivo la representación es demasiado precisa, es decir, tiene una preci­

sión irreal. Matemáticamente, para un punto dado de la pirámide la

suma de las distancias de los cuatro planos siempre iguala a la altura de

la pirámide. En otras palabras, los cuatro componentes siempre sumanexactamente 100%. Pero debemos enfatizar que en realidad las mez­

clas son cualitativas y no cuantitativas. Los componentes no puedensepararse en volúmenes, los que sumados darían 100%. Las mezclas

no son sumativas. Para utilizar una metáfora, las mezclas son más quí­

micas que físicas. O, en otra metáfora, es como mezclar colores distin­

tos. Debo advertir al lector sobre la elegancia cuantitativa de larepresentación" .

Este último, es un lIamado de atención para quienes se dejan arras­

trar por 10 cuantificable. También en este sentido, Maruyama dice que

"es interesante observar cómo una persona pondría el tetraedro sobre

una mesa. Los pensadores del tipo H, pondría indudablemente el vérti­

ce H en la cúspide, y los otros tipos harían lo mismo". Las principales

características de estos cuatro mindscapes (Maruyama, 1991).

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Page 30: Lahitte- La Contruccion de La Experiencia

EL OTRO. ANTROPOLOGÍA DEL SUJETO

Tipo H: Componentes homogenísticos con conexiones jerarquizantes.Procesos clasifactoriales.

Tendencias universalizantes.

Similitud y repetición de formas en series deterministicas.

Especialización atomística.Definiciones por extensión.

Identidad por oposición.

Tensión, permanencia, competitividad.

Una única verdad objetiva.

Tipo 1: Componentes heterogenísticos con conexiones individualistas.Procesos aislacionistas.

Tendencias personalizantes.Series aleatorias, sin orden, eventos independientes.

Especialización atomística.Definiciones por capricho.

Identidad por disociación.

Indiferencia, temporalidad, separación.

Subjetividad personal, individua1.

Tipo S: Componentes heterogenísticos con conexiones mutualistas.Procesos interactivos.

Tendencias morfostáticas homeostáticas.

Series con simultaneidad contextua1.

Beneficios mutuos por la estabilidad.Entramado estable de relaciones, convertibilidad, trabajode tiporotativo.

Cooperatividad, continuidad, mantenimiento.

Definiciones por estabilidad de formas.

Multiobjetividad poliocular.

Tipo G: Componentes heterogenísticos con conexiones mutualizantes.Procesos interactivos.

Tendencias morfogenéticas, desviantes.Series con simultaneidad contextua1.

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Page 31: Lahitte- La Contruccion de La Experiencia

CAP. 11: LA CONSTRUCCiÓN DE LA EXPERIENCIA

Beneficios por la diversidad.

Relación con apertura al cambio.

Convertibilidad, trabajo rotativo.

Definición por desarrollo.

Flujos, creación, co generatividad.

Multiobjetividad poliocular.

Contrariamente a la creencia generalizada de que los modos cultu­rales de construcción de una realidad son satisfactorios en sí mismos

como cosmovisión, Maruyama(l992) ha destacado los aspectos dis­

funcionales de algunas epistemologías en una cultura, organización so­

cial e incluso en individuos. Tales aspectos comprenden:

1. Falta de funcionamiento (dysfunction)

2. Funcionamiento erróneo (misfunction)

3. Performance en niveles bajos de funcionamiento (underfunction)

4. Funcionamiento en uno u otro de esos dos sentidos (malfunction)

5. En algunos casos, funcionamientos perjudiciaíes (toxifunction).

Por ejemplo, una política educativa que favorece la transmisión verbal

de mensajes categorizados, en una secuencia preestablecida se co­

rresponde con una tendencia de tipo H. En los tipos S y G la educación

se basa en un aprendizaje experimental, en contexto real de una situa­

ción, en donde muchas cosas pueden ocurrir simultáneamente.

Según Maruyama, muchas escuelas en el mundo, incluidas las ja­

ponesas, tienen una política de enseñanza donde el tipo dominanteoficial es el H. Los individuos con otros mindscapes están en des­

ventaja porque tal modelo de aprendizaje les resulta inoportuno, lo

cual significa que es disfuncional para una proporción no especificade la población de cualquier país (Lahitte & Hurrell, 1995,GarciaCarrasco, 1993).

En el plano de la actividad científica, si domina el tipo H en la cien­

cia oficial, investigadores con otros mindscapes (la epistemología ci-

54

Page 32: Lahitte- La Contruccion de La Experiencia

EL OTRO. ANTROPOLOGÍA DEL SUJETO

bernética corresponde a los tipos S y G) se hallan en una clara desven­

taja, y llegan a verse en situaciones disfuncionales. Sobreviene enton­

ces, para estos investigadores desencajados, una visión displacentera,

una epistemología de la frustración que puede derivar en una condi­ción toxifuncional.

Una educación y una ciencia tóxicas, en este sentido, orientarán

acciones en todas las esferas culturales que se desprenden de ellas.

Quizás, gracias a estas alteraciones toxzfuncionales, al menos algu­

nos investigadores puedan alertar sobre la disfuncionalidad o la afun­cionalidad del paradigma disociante en el contexto de las ciencias

cognitivas.

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