Centro de Estudios del MaestrazgoBoletín n' 66, Julio-Diciembre 2001

L'ABRIC DE 5ANT PERE DE LA MOLA DE,

LA GARUMBA (MORELLA, CA5TELLON)NORBERTO MESADO, XIMO ANDRÉS BOSCH y ERNEST BARREDA

La comarca de Els Ports vie ne siendopródiga en estos últ imos años en el hallaz­go de covachos con Arte Rupestre, y si en1988 se encontraron las dos balmas de lCingle de Palanques, en 1995 se registra­ba la del cingle del "Mas de Barberá" entérmino del municipio de Forcall , dándoseen 1996 con la que hoyes noticia (fig . 1, 1).Estas dos últimas fueron encontradas poruno de nosotros (E.B.) al realizar la seña­lización de los "senderos de largo recorri­do" de la comarca de "Els Ports", a cargodel Centro Espeleológico y Excursionista ­"ESPEMO"- de Morella.

"L 'Abric de Sant Pere", se ubica en elextremo SO de la prolongada "Mola de laGarumba" (o "Bal umba"). espinazo queconforma el propio sinclinal de la Mola,cuyo eje NO-SO rebasa los 3600 m. Susbuzadas pendientes van a pertenecer: laseptentrional, a la cuenca del Bergantes(afluente de l Guadalope/Ebro) , haciéndolola opuesta a la del Caldes. Ambos ríosdelim itan y constriñen el propio piedemontede la Mola, la cual, sobre tales álveos,alcanza una cota que rebasará los 300 m.,uniéndose luego en su extremo NO de la"Mola", en las proximidades de Forcall , co nel río de Cantavieja, configurando una ser­penteada vega (la del Bergantes),con arras­tres neógenos y cuate rna rios, sumamentepinto resca. En tal cuña orográfica, con unacota de 980 m.s.n.m., se eleva la "Roca deMigdía", lugar en el que se rastrean frag­mentos ce rámicos del bronce, ibéricos,

romanos y medievales; mientras en el fren­te opuesto de esta platafo rma, con trinche­ras de la guerra civi l, vuelven a rastrea rserodadas cerámicas a mano. El paisaje quedesde la carena de la Mola se ofrece essencillamente espectacular al dominargranparte de esta singular y elevada comarcade Els Ports, tectónicamente pertenecien­te a la zona central subtabular de Ares de lMaestre.

Es en este extremo más oriental donde,al iniciarse el cincle por el O y sólo tras unrecorrido de 75 rn., daremos co n un abrigoorientado hacia el SSO, el cual comportarestos de pintura "levantina".

En tan dilatado paisaje de temperatu rasextremas, y desde la propi a balma de "SantPere de La Mola" (denominación que obe­dece a un "peír ó" dedicada a S. Pedro),advertiremos como hitos más destacados:a 140º la cima de la "Serra del Muixacre" y"l 'Argilagar" , un concreto punto junto a laVega de l Moll (fig. 1, "D") en el cual hemosexcavado los primeros dólmenes detecta­dos en la Comunidad Valenciana; a 180º la"Mola" (1318 m.) yel "Coll dAres"; entre los160 y 200' La Mola del Solanet (fig, 1, "C"),extenso yacimiento lítico de superficie,semejante al "deis planells" de La Valltorta;a los 203º la cumbre de "Penyagolosa" co nsus 1813 m, de altitud; a los 210º lasmasías y ermitorio de S. Pere del Moll ; a los230º el pueblo de Cintorres; y a los 280· elermitorio de San Cristáfol de la Todolella,encumbrando la muela de Saranyana, en

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Fig. 1.- Zona topográficacon la seña lizaciónde losyacimientoscitados en eltexto: 1,Pinturasrupestresde "1'AbricdeSaruPere de la Mola de La Garumba'' (Morella); 2.- Pinturasde " Morella la Ve lla" ; 3. Pinturas del "Mas de Barbera de Sanl Cristcfol de Saranyana" (Forcall); B. "Casrcll de Morel1a"; e, Yacimiento lítico -Neo/ Enelúico- de "La Mola deSolanet'' (Morella); D. Necrópolis megalítica de "1'Argilagar del Mas de Garcfa' (Morella ).

cuyo cingle figura la balma con pinturas delMas de Barbera (fig. 1, 3). Queda a susespaldas, oculto por la propia carena delcerro, el paisaje del sector nororiental, do­minado, al E, por la bella topografía de lapropia ciudad de Morella (fig. 1, "B"); haciael NNE son visi bles los covac hos con arterupestre de Morella la Vella (fig. 1, 2); Yhacia el NNO la gran roca desplazada queen el extremo de poniente del "cingle" de"La Mola d 'En Camarás" configura el abri­go de "La Cava de la Roca Roja de la Molade Cosme" (fig. 1, "A"), en la que hemosrecogido cerámicas tanto Neollticas comode la Edad del Bronce.

Si desde Morella queremos acercarnosa este nuevo hallazgo con restos de arteparietal, deberemos hacerlo por la Carrete­ra Nacional nº 242, tomando el desvío aCintorres-Forcall (CS- 850) y tras un reco­rrido de tres kilómetros y medio, a manoderecha, advertiremos -y cogeremos- uncamino carretero denominado "El Cam i deles Moreres". A los 1400 m. abandonare­mos este vial para ascender por un sende­ro que nos llevará a una tejería abandona­da ("La Teuleria de Sequreta'') , y trasseg uir la zig-zagueada señalización de"senderismo" (marcas blancas y amarillas)que discurre por una antigua vereda , al­canzamos el propio canti l o "cingle" de laMola de La Garumba, quedando ante lapropia balma. Dicho ascenso, en su terciosuperior, se hace entre una vegetación decarrascal y un talud de coluviones productode un pertinaz proceso de disgregación,causado, mayormente, por la gelivacióninvernal y los procesos kársticos, los cua­les han precipitado grandes bloquesAptienses con abundantes fósiles marinosque habremos advertido sueltos en todo elascenso,en particular moluscos:equinidosy bivalvos, mayormente "rudistas", hace­dores de los arrecifes del Cretácico.

L -Abric de San! Pere dela Mola de La Garumba.

Su génesis es la propia de los abrigos apie de riscales -"cingles"- de muelas escol­tadas por cursos de agua del prelitoralMediterráneo: cárcavas de erosión produ­cidas tanto durante la juventud de los ríosal actuar horizontalmente sobre las pare ­des meandro, como de los propios lamidoserosivos del agua-lluvia y el viento, conjun­tamente con una acción quimicofísica dedisolución cal iza aumentada por ser ban­cos testeros encumbrados que van a so­portar fuertes ventiscas de nieve y eleva­das temperaturas estivales; no habiendoque olvidar los procesos biológicos y decontaminación ambiental reciente.

Centrando el techo de la propia balm a,advertiremos la canal de drenaje de lameseta de la muela, a cuya acción deberámayorm ente su modelado (l árn, 1). Talesactuaciones, al chocar con estratos másdébiles, han moldeado, y siguen haciéndo­lo, las paredes de estos singulares co­vachas con un arte único, consti tuyendo"auténticos museos del pasado", cuyaspinturas, tras cada descubrimiento, que­dan abandonadas en sus inhóspitos para­jes, porcuanto es hoy la acción antrópica elenemigo más dañino al actuar, muchasveces violentamente, sobre unas delica­das obras cuya pérd ida está siendo irrepa­rable para el Patrimonio de la Humanidad.Pero este "nuevo" abrigo morellano es uncaso si ngular de la degradación noantr óplca, puesto que la práctica totalidadde la vieja pared se ha perdido por laexfoliación superficial de la cali za, causadapor un proceso crioclástico o de gelivaciónacumulada. Tanto es así que hoy, en sucentro, apenas si quedan 70 cm2 de arterupestre, siendo imposible que un magnifi­co abrigo con un eje horizontal de 8 m. yuna altura de 2,80 m., contuviera solo dosmedianos cérvidos.

La situación topográfica de tales pintu­ras es de 180 cm. del extremo izquierdo, y

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Lám. I V¡~t3 fron.ta l de "l 'Abric de Sant Pere de la Mol a de La Garumba"

Lñm. 111 Abr¡c de 5 <111 t Pere. Restos de sus dos ciervos

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120 cm. sobre la base. Sólo en este puntodel covacho, perdura la pátina anaranjadadel viejo cortex de la caliza, blanquinoso ensu interior. El resto del paramento se en­cuentra totalmente exfoliado, y minúsculasplacas laminares están a punto de des­prenderse. Es el caso de buena porción dela que comporta los restos de los ciervos,de una pigmentación castaño-vinosa po­tente, plaqueta que bascula con una ligerapre sión (Iám. 111).

A la derecha del espectador advertire­mos la rama delantera de la cornamenta deun ciervo (Iám. 11), de cuya asta principal ,perdida ya su zona basal o pediculo, restala luchadera superior, así como los candi­les. El resto del animal, desapareció conlas plaquetas caídas. Enfrente, y apenas a4 mm. de la palma del asta precedente ,advertiremos, mirando a la izquierda y porello al animal macho, los restos de unabella cierva, ígualmente atacada por losroídos y exfoliados de la roca, los cualesafectan al morro y perfil del cuello, habien­do desaparecido gran parte del cuerpo delanimal. En su cabeza levantada advertire­mos el perfilado de la oreja izquierda,ligerameñte incurvada, por lo que va apresentar, sin pintar, su pabellón interno.Su opuesta, más alzada, sigue atacada porla descomposición del soporte (fig. 2).

Es innegable que se trata de una parejade cérvidos en que el animal macho pudie­ra estar acostado puesto que su corna­menta apenas rebasa la altura de la cierva.Animales que no acusarían movimiento yque, por sus restos (ya muy escasos) , noparecen flechados. El eje máximo de lo queperdura de la cierva alcanza los 9 cm., porcuanto pudo tener, recomponiendo el res­to, una longitud de unos 15 cm ., pudiendohaber estado acompañados ambos ani­males por cazadores cestosomáticos simi­lares a los que tenemos en el "Abrigo Alto"de Palanques.

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Por el estilo de ambos ciervos, plena­mente naturalistas, dentro de la Comarcadeis Ports, tendrían paralelos con los del"Abrigo Bajo" de Palanques, a once kiló­metros y medio en línea recta, puesto quelas cercanas pinturas de Morella la Vella,aalgo más de tres kilómetros, son de ten­dencia esquemática, apareciendo en suregistro un solo ciervo, de ínfima calidadpictórica, en el "Abric del Roure"; existien­do ya fauna -Abric del Barranquet- del máspuro arte esquemático. También el artecontenido en el corto friso del "Mas deBarbera", (aunque de un gran interés porsu novedosa temática), tiene poco que vercon ei de La Mola de La Garumba.

Poco más puede decirse de este abrigo,a no ser que la degradación natural nossirva para reflexionar sobre otros abrigos,hoy "vírgenes", que pudieron comportarpinturas parietales. Y algo que ya adverti­mos en otra ocasión si de veras queremossalvar pinturas extrapoladas de los gran­des conjuntos hoy debidamente custodia­dos: es muy urgente el traslado de losrestos pictóricos de "1'Abric de Sant Perede la Mola de la Garumba"; y algo quepudiera ser sorpresivo: la realización deexcavaciones en el propio abrigo, puestoque las plaquetas desprendidas no hanpodidosalirde su propio lecho dado que untenue declive hacia el paramento del abri­go tiene que haberlas conservado, pudien­do tener, incluso, su propio manto arqueo­lógico puesto que es de los pocos yaci­mientos que conocemos con arte rupestreque no presenta (de momento) denudadao alterada su base, por lo que parece queexista una potencia estimable. Urge, pues,su excavación y el lavado de cuantasplaquetas calizas contenga, con el objetode encontrar el resto de las pinturas que,con seguridad, contuvo: el hallazgo de unasola figura, por diminuta que fuese, seríatodo un éxito.

NOTASl. MESADO. N.YHORNERO. A.: "Las pin ruras rupes­

tres del "Abrigo A" del cigle de Palanques (Castellón).8 .S.C C.. LLXVI . Casrell én. j ulio-septiembrc, 1990. pág.498.

M ESADO. N.: "Las pinturas rupestres natu ralistas del•Abrigo A" de l Cincle de Planques (Els Pors, Castell ón)".Diputación de Castellón. 1995.

2. MESADO, N; BARRDA, E. ANDRÉS. L "La,pinturas rupestres del Mas de Barbera (Porcal l. Castell ón)".A. P. L. vol XXII. Valencia. 1997.

3. MESADO. N Y ANDRÉS -BOSe. J.: "La oecro­polis megalítica de l'Argilagar del Mas de García(Morella. Catell ón)" A.P. L.. vol. XXlIl , págs. 851156.Valenc ia, 1999.

4. - ANDRÉS, J.: •Aportaciones a la arqueolog ía de BisPom oHallazgos y yacimientos arqueológicos inéd itos delt érmino municipal de Morclla". A. P. L. Vol. XXI, págs.155/1 86. Valencia. 1994.

5. Op. eh nota 4. pág. 169.

6. R. VIÑAS et a1li: "l,a Valltorta, Arte Rupestre delLevante Español". Ediciones Casrell, 1982, pág. t82 .

7. MESADO, N.: Op. cit. nota 1, r.• •

8. HERNANDEZ-PACHECO, E.: "Estudi os de ArtePrehistórico . i Prospección de las pinturas rupestres deMorella de La v ella". Comisió n de Inve stigacionesPaleontol ógicas yPrehist óricas.Note N". 16. Madrid, 19 18.

9 . MESADO, N.: Op. cit. nota 1, 2", pág . 17/ 19.

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