La Voz del Padre

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Evangelio y vida Editorial Cuando estaba estudiando en el Semi- nario de Tlaxcala, peregriné en una ocasión a la Basílica de Guadalupe. Recuerdo que fueron tres días de alegre y comunitaria incomodidad: caminába- mos durante cuatro o cinco horas y sólo parábamos para comer y celebrar la Eucaristía. Había que descansar en algún atrio de alguna iglesia y si tenía- mos suerte alcanzábamos a bañarnos en alguna casa. Lo que más recuerdo es que la tranquilidad con la que un ancia- no caminaba, pareciendo no cansarle en absoluto el trayecto. Moreno, con vestimenta de campesino y usando unos huaraches que dejaban ver lo cur- tido de sus pies, me comentó que lleva- ba ya más de cuarenta años peregrinan- do ininterrumpidamente. Había recibi- do ya dos reconocimientos en la Basíli- ca por esa devoción y esa constancia pero él parecía no estar ni orgulloso ni sentir que lo que había hecho era una verdadera proeza de fe y perseverancia humana. Siempre he estado consciente de lo necesario que es caminar para el hom- bre, pero sobre todo de lo simbólico y antropológico que es caminar: caminar fue nuestro primer medio de transporte; el hombre pudo subsistir porque cami- naba recorriendo grandes extensiones, siguiendo las manadas de animales y las estaciones del año. Y su caminar se convirtió en “peregrinar” cuando sintió que la divinidad de alguna manera le había hablado en algún lugar y enton- ces decidió volver ritualmente a ese lugar para sentirse protegido y para dar gracias por todo lo que su dios le daba. Deberíamos caminar físicamente un poco más. Estamos gordos porque no caminamos lo necesario y creo que también hemos de estar así de obesos mentales porque no tenemos mentali- dad de caminar, de avanzar, de dar sen- tido espiritual a nuestro caminar, es decir de peregrinar. Peregrinar es avan- zar con sentido comunitario y espiri- tual. Es la forma como deberíamos hacerlo todo. Dios bendiga a todos los peregrinos. Boletín católico semanal Nuestra Señora de la Asunción. Amecameca Dir. Pbro. Lic. Juan Martínez MedinA Domingo 5 de diciembre de 2010 Segundo Domingo de Adviento. DISTRIBUCIÓN GRATUITA “Sobre él se posará el espíritu del Lectura del santo Evangelio según san Mateo 3,1-12 E n aquel tiempo, comenzó Juan el Bautista a predicar en el desierto de Judea, diciendo: “Arrepiéntanse, porque el Reino de los cielos está cer- ca”. Juan usaba una túnica de pelo de camello, ceñida con un cinturón de cue- ro, y se alimentaba de saltamontes y de miel silvestre. Acudían a oírlo los habi- tantes de Jerusalén, de toda Judea y de toda la región cercana al Jordán; confe- saban sus pecados y él los bautizaba en el río. Al ver que muchos fariseos y saduceos iban a que los bautizara, les dijo: “Raza de víboras, ¿quién les ha dicho que podrán escapar al castigo que les aguar- da? Hagan ver con obras su arrepenti- miento y no se hagan ilusiones pensan- do que tienen por padre a Abraham, porque yo les aseguro que hasta de es- tas piedras puede Dios sacar hijos de Abraham. Ya el hacha está puesta a la raíz de los árboles, y todo árbol que no dé fruto, será cortado y arrojado al fue- go. Yo los bautizo con agua, en señal de que ustedes se han arrepentido; pero el que viene después de mí, es más fuerte que yo, y yo ni siquiera soy digno de quitarle las sandalias. Él los bautizará en el Espíritu Santo y su fuego. Él tiene el bieldo en su mano para separar el trigo de la paja. Guardará el trigo en su granero y quemará la paja en un fuego que no se extingue”. Palabra del Señor. había gestado como pueblo de Dios”. Ahí se habían purificado después de salir inmediatamente de la esclavitud de Egipto y ahí habían recibido las ta- blas de la ley de parte del mismo Dios. Por eso Juan inicia en el desierto su ministerio, porque ahí puede encontrar la soledad y la mortificación necesaria, pero también porque así manifiesta que “el nuevo pueblo de Dios” está por nacer. El Evangelio nos dice que inclu- sive empezó a vestir con la misma auste- ridad con que lo había hecho Elías y otros grandes profetas. Esto nos mues- tra, hermanos, que Juan se conocía per- fectamente y que se sabía el último pro- feta de Dios, al que se había encargado la misión de anunciar al Mesías de Dios. “Acudían a oírlo los habitantes de Jerusalén, de toda Judea y de toda la región cercana al Jordán; confesaban (Continúa en la página 2) En tiempos de Jesús la gente tenía la firme esperanza de que el Mesías estaba por llegar y que cuando llegara lo haría por el desierto. Para los judíos el desierto era casi como “el lugar donde el pueblo de Israel se

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Boletín católico semanal de la Parroquia Nuestra Señora de la Asunción. Amecameca

Transcript of La Voz del Padre

Evangelio y vida Editorial Cuando estaba estudiando en el Semi-

nario de Tlaxcala, peregriné en una

ocasión a la Basílica de Guadalupe.

Recuerdo que fueron tres días de alegre

y comunitaria incomodidad: caminába-

mos durante cuatro o cinco horas y sólo

parábamos para comer y celebrar la

Eucaristía. Había que descansar en

algún atrio de alguna iglesia y si tenía-

mos suerte alcanzábamos a bañarnos en

alguna casa. Lo que más recuerdo es

que la tranquilidad con la que un ancia-

no caminaba, pareciendo no cansarle

en absoluto el trayecto. Moreno, con

vestimenta de campesino y usando

unos huaraches que dejaban ver lo cur-

tido de sus pies, me comentó que lleva-

ba ya más de cuarenta años peregrinan-

do ininterrumpidamente. Había recibi-

do ya dos reconocimientos en la Basíli-

ca por esa devoción y esa constancia

pero él parecía no estar ni orgulloso ni

sentir que lo que había hecho era una

verdadera proeza de fe y perseverancia

humana.

Siempre he estado consciente de lo

necesario que es caminar para el hom-

bre, pero sobre todo de lo simbólico y

antropológico que es caminar: caminar

fue nuestro primer medio de transporte;

el hombre pudo subsistir porque cami-

naba recorriendo grandes extensiones,

siguiendo las manadas de animales y

las estaciones del año. Y su caminar se

convirtió en “peregrinar” cuando sintió

que la divinidad de alguna manera le

había hablado en algún lugar y enton-

ces decidió volver ritualmente a ese

lugar para sentirse protegido y para dar

gracias por todo lo que su dios le daba.

Deberíamos caminar físicamente un

poco más. Estamos gordos porque no

caminamos lo necesario y creo que

también hemos de estar así de obesos

mentales porque no tenemos mentali-

dad de caminar, de avanzar, de dar sen-

tido espiritual a nuestro caminar, es

decir de peregrinar. Peregrinar es avan-

zar con sentido comunitario y espiri-

tual. Es la forma como deberíamos

hacerlo todo.

Dios bendiga a todos los peregrinos.

Boletín católico semanal Nuestra Señora de la Asunción. Amecameca

Dir. Pbro. Lic. Juan Martínez MedinA

Domingo 5 de diciembre de 2010

Segundo Domingo de Adviento. DISTRIBUCIÓN GRATUITA

“Sobre él se posará el espíritu del

Lectura del santo Evangelio según san Mateo

3,1-12

E n aquel tiempo, comenzó Juan el

Bautista a predicar en el desierto

de Judea, diciendo: “Arrepiéntanse,

porque el Reino de los cielos está cer-

ca”. Juan usaba una túnica de pelo de

camello, ceñida con un cinturón de cue-

ro, y se alimentaba de saltamontes y de

miel silvestre. Acudían a oírlo los habi-

tantes de Jerusalén, de toda Judea y de

toda la región cercana al Jordán; confe-

saban sus pecados y él los bautizaba en

el río.

Al ver que muchos fariseos y saduceos

iban a que los bautizara, les dijo: “Raza

de víboras, ¿quién les ha dicho que

podrán escapar al castigo que les aguar-

da? Hagan ver con obras su arrepenti-

miento y no se hagan ilusiones pensan-

do que tienen por padre a Abraham,

porque yo les aseguro que hasta de es-

tas piedras puede Dios sacar hijos de

Abraham. Ya el hacha está puesta a la

raíz de los árboles, y todo árbol que no

dé fruto, será cortado y arrojado al fue-

go.

Yo los bautizo con agua, en señal de

que ustedes se han arrepentido; pero el

que viene después de mí, es más fuerte

que yo, y yo ni siquiera soy digno de

quitarle las sandalias. Él los bautizará

en el Espíritu Santo y su fuego. Él tiene

el bieldo en su mano para separar el

trigo de la paja. Guardará el trigo en su

granero y quemará la paja en un fuego

que no se extingue”.

Palabra del Señor.

“Comenzó Juan el Bautista a predicar en el desierto”

había gestado como pueblo de Dios”. Ahí se habían purificado después de salir inmediatamente de la esclavitud de Egipto y ahí habían recibido las ta-blas de la ley de parte del mismo Dios. Por eso Juan inicia en el desierto su ministerio, porque ahí puede encontrar la soledad y la mortificación necesaria, pero también porque así manifiesta que “el nuevo pueblo de Dios” está por nacer. El Evangelio nos dice que inclu-sive empezó a vestir con la misma auste-ridad con que lo había hecho Elías y otros grandes profetas. Esto nos mues-tra, hermanos, que Juan se conocía per-fectamente y que se sabía el último pro-feta de Dios, al que se había encargado la misión de anunciar al Mesías de Dios.

“Acudían a oírlo los habitantes de Jerusalén, de toda Judea y de toda la región cercana al Jordán; confesaban

(Continúa en la página 2)

En tiempos de Jesús la gente tenía la firme esperanza de

que el Mesías estaba por llegar y que cuando llegara lo haría por el desierto. Para los judíos el desierto era casi como “el lugar donde el pueblo de Israel se

sus pecados y él los bautizaba en el río”. Hay tres cosas que nos dice el Evangelio que hacía San Juan: Pre-dicar la conversión, bautizar e invi-tar a que todos se reconocieran pe-cadores. Aunque los judíos conoc-ían algunos ritos de purificación en la que se utilizaba agua, sin duda que el bautismo de Juan fue totalmente diferente a todo porque además de que se hacía por inmersión (meter al agua todo el cuer-po) tenía un sentido que nunca ningún otro rito había tenido: era un rito de preparación directa para la espera fervorosa del Mesías e implicaba que uno se arrepentía de todos sus pecados y que en adelante cambiaría de vi-da. El mismo Juan Bautista aclaró que su bautismo sólo era de preparación: “Yo los bautizo con agua, en señal de que ustedes se han arrepentido”; y declaró entonces que “el que venía después de él” era tan grande que él sí bautizaría “con el Espíritu Santo y con fuego”.

¡Santísimo y paradójico ejemplo de humildad que hoy nos da San Juan!, porque precisamente cuando más se declara inferior (“esclavo”) a su Señor Jesús, más pode-mos apreciar su grandeza y santidad. El mismo Jesús dirá más adelante que “de entre los nacidos de mujer, no hay na-die más grande que Juan”.

Fue tan grande la santidad de San Juan Bautista, que muchos quedaron prendados de él y llegaron inclusive a pensar que sí no él precisamente era el Mesías. Pero el mismo Juan los sacó de dudas: “el que viene después de mí, es más fuerte que yo, y yo ni siquiera soy digno de quitarle las sandalias”. Ante estas palabras no puedo sino detenerme y hacer una oración: “¡Oh, San Juan Bautista! Danos la gracia de hacer nuestros trabajos y nuestras encomien-das, de manera tan perfecta que muchos puedan ver en nosotros al mismo Cristo; y que nosotros seamos lo sufi-cientemente humildes para poder reconocer quiénes so-mos: simples hombres, simples siervos del Señor, a los que se les ha dado la encomienda de anunciar tu venida. Padre Santo: A nosotros los sacerdotes danos la gracia de así bautizar, de así predicar, de así anunciar tu venida.

“Raza de víboras, ¿quién les ha dicho que podrán esca-par al castigo que les aguarda?”. De repente, estas pala-bras nos permiten asomarnos al carácter firme, fuerte, “profético” del gran santo que fue Juan Bautista. Cuan-do yo medito estas palabras siempre me digo: “Sólo los santos que son profetas pueden hablar así”, porque se necesita vestir como el profeta, comer como el profeta, vivir en donde el profeta, predicar como el profeta Juan,

(Viene de la página 1)

(Continúa en la página 4)

Página 2 La voz del Padre / Ntra. Sra. de la Asunción

FESTIVIDADES

EN HONOR A

NUESTRA MADRE

SANTÍSIMA DE

GUADALUPE

ONCENARIO:

— & —

La llegada de la imagen a los cruceros será a las 17.00

hrs., y la Eucaristía a las 19.00 hrs.

— & —

Orden del día 11 de diciembre:

— & —

Día 12 de diciembre:

La voz del Padre / Ntra. Sra. de la Asunción

Día 1 Caracol y 2ª de Panohaya

Día 2 San Francisco y Victoria

Día 3 Morelos e Ixtlaxihuatl

Día 4 Abasolo y La Paz

Día 5 Silvestre López e Independencia

Día 6 Capilla de Cruz Verde

Día 7 Chapultepec y 5 de febrero

Día 8 Libertad y Juárez

Día 9 San Francisco y Río Panohaya

Día 10 Nuevo México y Reforma

Día 11 Capilla de San Miguel

16.00 hrs. Llegada de la imagen a la Capilla de San Miguel

16.30 hrs. Procesión por las calles del barrio de Panohaya: Insur-gentes , Juárez, Caracol, 2ª de panohaya, San francis-co, Libertad, Juárez, Insurgentes y Capilla de San Miguel (Se pide adornar con color azul).

19.00 hrs. Misa en la Capilla de San Miguel

21.00 hrs. Velación de la Santísima Virgen por todos los Mayor-domos.

23. hrs. Mañanitas a la Santísima Virgen de Guadalupe.

6.00 hrs. Mañanitas en la Capilla de San Miguel con la Banda orquesta Tepe

6.30 hrs. Mañanitas y Salva en la Parroquia de la Asunción.

12.30 hrs. Misa Solemne y llegada de la Imagen de la Virgen de Guadalupe

19.30 hrs. Misa y entrega a la nueva Mayordomía del Sector Rosa-rio.

20.30 hrs. Quema de fuegos pirotécnicos.

Página 3 La voz del Padre / Ntra. Sra. de la Asunción

San Ambrosio, Obispo de Milán

(7 de diciembre)

P ocos hombres han podido conjugar con tanta belleza,

ciencia y mística, razón y conoci-miento de Dios. San Ambrosio es uno de esos pocos.

Ambrosio nació en la actual Ale-mania en el 334, y desde joven estudió a los clásicos griegos y latinos. En el año 372 es nombrado gobernador de las provincias de Liguria y Emilia con capital en Milán. Tras la muerte del Obis-po Auxencio, casi por elección popular, es elegido San Ambrosio como su sucesor.

A San Ambrosio tocó un tiempo de lo más difícil, en que las revueltas políticas y las herejías eran el pan de cada día. Pero Ambrosio, con paciencia, ciencia y con-ciencia no sólo unificó a la Iglesia sino que instruyó a los emperadores y limitó sus excesos para con el pue-blo. Destacó sobre todo en la predicación, y aunque era un verdadero maestro de la palabra culta, normalmente catequizaba con sencillez. A él se debe nada menos que la conversión de San Agustín. Porque, en efecto, fue San Ambrosio el que ante la tozuda insistencia de San-ta Mónica –madre de San Agustín-, que suplicaba con lágrimas e insistencia que hablara con su hijo, le con-testó a la pobre mujer: “Déjame ya, y que Dios te asista. No es posible que se pierda el hijo de tantas lágrimas”.

Que por intercesión de san Ambrosio, nuestras lágri-mas conviertan a los que más amamos.

San Juan Diego (9 de diciembre)

En el hermano de raza Juan Diego tenemos un verdadero mode-

lo de santidad y humildad.

En Juan Diego tenemos la répli-ca de la situación y la santidad de María: hombre humilde y política y socialmente domina-do, pero con un corazón lleno de amor y de fe, abierto siempre a la voluntad de Dios.

¿Qué habrá visto en este hombre, Dios y la Virgen

María como para escogerle y hacerlo su emisario? Lo

cierto es que gracias a él tenemos conciencia de la ma-

nifestación más grande que María ha hecho en el mun-

do. Él nos ha dejado las hermosas palabras que María

ha dejado a la humanidad: ¿No estoy yo aquí que soy tu

madre? ¿Por ventura no estás en mi regazo?

Fue tan grande el acontecimiento guadalupano, que la figura “del profeta de los indios”, Juan Diego, quedó en la penumbra casi para todos. Si bien es verdad que no esca-sean los documentos en los que se habla y venera a Juan Diego, a la Iglesia le faltó enriquecerse más con la santi-dad de este hombre elegido por Dios para evangelizar a sus hermanos.

Esto provocó que recientemente, algunos negaran la

existencia de Juan Diego e inclusive la combatieran.

Pero la grandeza de su espíritu se impuso y la Iglesia al

reconocer de manera oficial su santidad, no ha hecho

sino dejarse llevar por la santidad de este indio que tie-

ne tanto que dar y decir a este mundo tan falto de

humildad y ternura.

San Dámaso, Papa (11 de diciembre)

D ámaso nació en Roma en el año 305. Tuvo

una gran educación. Su tiempo fue muy difícil, lleno de sectas de todo tipo. Tuvo Dámaso que hacer un gran trabajo para lograr que la doctrina verdadera se aceptara plenamente.

San Dámaso tomó a San Jerónimo como secretario y le animó a hacer la traducción de la Biblia del hebreo y del griego al latín. Ésta es la importantísima traducción a la que se le dio el nombre de Vulgata, porque “vulgarizó” las Escrituras, es decir: hizo a la Biblia po-pular y asequible para la mayoría.

Tuvo un gran amor y respeto a las catacumbas y a los mártires, por lo que intentó estudiar y dar a conocer la vida de ellos. Fue el primero que sustituyó el griego por el latín en la liturgia y el primero también que aplicó el nombre de “Sede Apostólica” a Roma.

Murió el 11 de diciembre del año 384, ya contando con más de ochenta años.

Los obispos tienen que emitir un juicio

moral sobre el or-den político: Bene-

dicto XVI

(29 de noviembre). Al recibir a un grupo de Obispos de Filipinas al final de su visita "ad limina", el Papa Benedicto XVI reiteró, como dijera el pasado 28 de octubre a un gru-po de prelados de Brasil, que los obispos tienen el de-ber de "emitir un juicio moral también sobre cosas que afectan al orden político, cuando lo exijan los de-rechos humanos fundamentales de la persona o la sal-vación de las almas".

En su discurso en inglés, el Santo Padre explicó que "la Iglesia siempre debe tratar de encontrar su voz propia, porque es la proclamación la que hace que el Evange-lio dé frutos que cambian la vida. Gracias a la clara presentación del Evangelio de la verdad sobre Dios y el hombre, generaciones de filipinos, religiosos y laicos, han promovido un orden social cada vez más justo".

A veces, continuó el Papa, "esa misión de proclama-ción atañe también a cuestiones pertinentes a la esfe-ra política. No es motivo de sorpresa, ya que la comu-nidad política y la Iglesia, si bien justamente separadas, están al servicio del desarrollo integral de cada ser humano y de la sociedad en su conjunto".

"Al mismo tiempo, el deber profético de la Iglesia re-quiere que sea libre de predicar la fe, enseñar su doc-trina social y emitir un juicio moral también sobre cosas que afectan al orden político, cuando lo exijan los derechos humanos fundamentales de la persona o la salvación de las almas", añadió

Página 4 La voz del Padre / Ntra. Sra. de la Asunción

para poder con toda justicia, firmeza y santidad amonestar así a los miserables hipócritas. A los demás, a los que a veces no tocamos nada de lo que era Juan “ni con la pun-ta del dedo”, sólo nos queda por nada del mundo perte-necer a “la raza de víboras” y llevar una vida de verdadera coherencia y sencillez. Que corrija con la misma fuerza que Juan quien sea como Juan.

Queridos, el espacio se me acaba y quiero decir más cosas. Tengo que limitarme sólo a una: El Mes-ías está cerca, arrepiéntete, reconoce y confiesa tus pecados y vive como lo que eres: un bautizado con el fuego del Espíri-tu de Dios.

Si haces así, te juro que reconocerás al Mesías.

(Viene de la página 2)

¡¡ BENDITA SEA TU PUREZA !!

Los Socios de la Inmacula-da Concepción invitan con gran alegría a todos a las festividades del día 8 de diciembre:

6.45 a.m.: M a ñ a -nitas

7.00 a.m.: Eucaristía

10.00 a.m.: Primeras Comuniones

12.00 a.m.: Llegada de la Imagen pere-grina y Misa solemne.

19.00 p.m.: Santa Misa y despedida de la Imagen.

MAYORDOMÍA DE NUESTRA SEÑORA DE GUADALUPE

A todos los hermanos del Sector Rosario se les hace una cordial invi-tación a pertenecer a la Mayordomía de Nuestra Señora de Guadalupe. Este año que viene nuestro sector tendrá la gracia de tener durante el año nuestra Santa Imagen. Ojalá todos participemos con fervor.

KERMESSE EN BENEFICIO DE LA CAPILLA DEL SEÑOR DE LA MISE-

RICORDIA

Invitamos a todos para que en este día partici-pen en la Kermesse que se está llevando a ca-bo a beneficio de nuestra Capilla de Caltenco.

Agradecemos a todos de antemano por su colaboración.

Dios los bendiga