La Universidad Que Nos Dejó La Dictadura

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  • La universidad que nos dej la dictaduraLa Transformacion neoliberal de la educacin superior en Chile

    Rodrigo Ruiz E.

    Sabida es en Amrica Latina, la situacin por la que pasan en la actualidad Augusto Pinochet y otros activos generales de su crculo. Las violaciones a losderechos humanos que sobrevinieron al 11 de septiembre y la suspensin de los derechos polticos son parte de lo ms conocido y cuestionado de la dictadura de Pinochet. Menos conocida es la profunda refundacin de nuestrasociedad que constituy el contenido principal del gobierno pinochetista. El Golpe de Estado de 1973 dio origen a una dictadura que en 17 aos de gobierno autoritario, impuls con el imperio puro y simple de la fuerza la transformacin neoliberal de la sociedad chilena.Una lectura sobre la situacin actual de la educacin superior en Chile debe partir de reconocer dicha transformacin y de las consecuencias que acarre para el sistema universitario. Partir de ello implica reconocer adems, que 10 aos de transicin democrtica no han cambiado el carcter que la transformacin neoliberal le sign a la universidad chilena. Ese es un segundo punto de partida.Prcticamente desde que se inaugur en 1989 la transicin a la democracia los estudiantes universitarios chilenos han estado protagonizando movilizaciones. En este mismo momento, poco antes de comenzar el ao lectivo 2001, se discute en el movimiento estudiantil la forma de enfrentar nuevas alzas de aranceles decretadas y el intento del gobierno por introducir el viejo sistema de crditos estatales para la educacin en la maquinaria del mercado. Matices ms, matices menos, la democracia chilena ha sostenido por ya una dcada el desastroso sistema de educacin superior que hered de la dictadura. Ms an, lo ha perfeccionado, llevndolo ms all de la condicin en que lo recibi.Pero ese no es un rasgo particular de la educacin superior. El pacto sobre el que se fund la llamada transicin a la democracia parta del acuerdo de las fuerzas polticas de la Concertacin de Partidos por la Democracia con el Pinochetismo sobre la mantencin del modelo neoliberal. As, los dos gobiernos democratacristianos y el actual gobierno socialdemocrata de la Concertacin, han sido fieles continuadores del rgimen neoliberal, perfeccionando en muchos casos debilidades polticas que la dictadura no supo enfrentar ms que por la va represiva.La promulgacin de la Ley Orgnica Constitucional de Educacin en 1981 consum la destruccin de la antigua universidad pblica. Aquella eficiente revolucin silenciosa que removi a fondo las bases de la sociedad en plenadictadura, consumaba tempranamente la transformacin neoliberal de la educacin superior chilena. Hoy los estragos estn a la vista.De modo que la situacin de la educacin superior comenzando el 2001, responde tanto al rol fundacional de la dictadura militar en la direccin a la destruccin de la universidad nacional y pblica y la implantacin de un

  • modelo privatizador y fragmentador; como al rol continuador y profundizador de un rgimen democrtico de clara inspiracin neoliberal.

    La universidad despus de la dictadura neoliberalLa transformacin neoliberal comenzada en 1981 signific, en primer lugar, la destruccin de antiguo modelo nacional y pblico de universidad. Salvo en el caso de la Pontificia Universidad Catlica -dados sus altsimos resguardos-, ello se consum en la reduccin y fragmentacin de las principales instituciones, la completa eliminacin de la universidad nacional, y la brusca introduccin de una lgica de mercado a la educacin superior con mnimos niveles de regulacin, lo que signific la proliferacin de instituciones privadas de diversa calidad, algunas de las cuales han debido ir cerrando sus puertas con el tiempo ante la clara constatacin de sus deficiencias. La dictadura impuls la descentralizacin del antiguo sistema universitario, reorganizndolo en unidades menores. Se buscaba eliminar la universidad nacional que desde los aos 60s vena presentando serios problemas de gobernabilidad a los regmenes polticos, constituyndose en espacios de construccin de una reflexin bastante independiente del poder central, permitiendo la conformacin de amplios sujetos sociales con sentido critico. Para el esquema conservador que la dictadura impulsaba urga desmontar aquella institucin y sustituirla por un sistema fragmentado. Surgi entonces un sistema de universidades pequeas, autnomas entre si, muchas de las cuales pasaron a control privado, convirtindose directamente en empresas.Segn cifras del Ministerio de Educacin, de un total de 66 universidades existentes en el pas en 1998, slo 16 son estatales. De las restantes, slo 9 cuentan con aportes financieros estatales (dado en atencin a su supuesto carcter pblico).Junto a la desconcentracin de conflictos que el nuevo sistema impuso, se avanz en un proceso de elitizacin del acceso a la educacin superior, cerrando casi totalmente estos espacios de formacin y desarrollo del pensamiento a las clases populares y en medida importante tambin, a importantes franjas de las capas medias. Hoy, la universidad pblica casi no se diferencia en cuanto al valor de los aranceles de las universidades privadas. La impresionante caresta de los estudios universitarios en Chile constituye elaspecto ms debatido en los 90, tanto por las organizaciones estudiantiles como por las autoridades de las diferentes universidades. El propio rector de la Universidad de Chile, Luis Riveros, declaraba hace poco a un diario santiaguino: Si yo hubiese tenido que estudiar con este sistema no habra podido, porque mis padres no habran podido pagarme.Como parte de esta transformacin, se impone una creciente mercantilizacin de la produccin del conocimiento, negando el acceso a sectores imposibilitados de pagarlo. Bajo una poltica de autofinanciamiento que invade cada vez ms las reas universitarias destinadas a la investigacin, las temticas y el carcter de la investigacin quedan cada vez ms sujetos a la demanda establecida principalmente la gran empresa. De este modo, la poltica de investigacin realmente resultante -y ms all de los discursos sobre la independencia del intelectual tan manoseados para intentar justificar una separacin entre la construccin de conocimientos y la poltica-, est dictada en medida creciente por las

  • necesidades y consideraciones del gran capital. Muchas problemticas de inters nacional quedan entonces excluidas de la investigacin universitaria. Va desapareciendo as la universidad que construa conocimientos, que permita fundar opinin, pensamiento independiente y crtico sobre los problemas del pas, sobre el desarrollo social, econmico, de la infraestructura nacional, del manejo del medio ambiente, de la cultura y otrosmbitos.Dicha expropiacin de la capacidad critica de la universidad se origina adems en el desplazamiento de esos roles hacia instituciones privadas generalmente controladas por sectores de la clase poltica, grupos empresariales o incluso las propias fuerzas armadas. Es as como un importante rango de estudios y propuestas acerca de los problemas nacionales que, desde diversos campos cientficos se producan tradicionalmente en las universidades, hoy se concentran en ONG, institutos privados, fundaciones polticas, empresas consultoras, etc. Es ms, cuando una reparticin de gobierno lo requiere, abre concursos para la adjudicacin de estudios en los que compiten sin privilegios las entidades de servicios que han debido ido construyendo las universidades pblicas para generar financiamiento con las instituciones privadas.Pero adems del mencionado proceso de disgregacin de los espacios universitarios y la expropiacin de muchos de sus roles tradicionales, la transformacin neoliberal de la educacin superior se expres polticamente con la forma de una violenta reestructuracin en direccin a establecer un modelo de decisin autoritario. En los aos 80, en plena dictadura de Pinochet, la universidad era gobernada directamente por oficiales de las fuerzas armadas o por civiles designados por ellos. Luego, bajo la democracia, sin bien cambian los personajes y las banderas, tales modelos son mantenidos intactos, permitiendo el enquistamiento de nuevos grupos depoder que toman el lugar dejado por los pinochetistas. La lgica es la misma. La democracia, despus de 11 aos de una transicin que no termina, no ha llegado a la universidad. Los nuevos grupos de poder, ahora de signo concertacionista, hacen la vista gorda al carcter autoritario de la estructura de gobierno universitario heredada. En muchos casos, fueron movilizaciones estudiantiles a principios de los 90 las que les permitieron catapultarse a rectoras y decanaturas. El estudiantado de esos aos cumpla la tarea de expulsar de la universidad pblica las autoridades designadas por la dictadura que an persistan en suscargos. Puestos en su nuevo rol gobernante, los grupos de poder instalados buscaron una gobernabilidad basada en la habilidad y la manipulacin poltica. Ahora elmovimiento estudiantil no enfrentaba al enemigo dictatorial y los primeros aos de la democracia fueron para la comunidad universitaria, como para el resto del pas, tiempos de confianza en el nuevo gobierno, tiempos en los queno se vean con claridad an el carcter antipopular de la democracia que llegaba. Aquello favoreci su instalacin y contribuy a despolitizar un movimiento estudiantil que haba sido especialmente activo en la lucha contra la dictadura. El discurso democrtico que permeaba todo cubra con falsos velos la mantencin de la estructura autoritaria de los espacios de decisin universitarios. Y aunque hoy ello es ms visible, la transformacin poltica de

  • la universidad implantada por la fuerza por la dictadura militar prevalece sin correr mayores riesgos.Ideolgicamente, la mantencin del autoritarismo poltico ha trado junto el conservadurismo acadmico. La transicin chilena no tuvo destape, lo que no sera muy preocupante sino indicara una clara voluntad de las clases en elpoder por dejar intactos muchos de los cimientos conservadores que en 17 aos asent la dictadura en la cultura, en la poltica, y en toda la actividad intelectual. As, el que crey que con la llegada de la democracia se abriran amplios espacios de librepensamiento, se reabriran las viejas ctedras clausuradas, se encontraran espacios para el estudio y el cultivo de las perspectivas prohibidas se llev una gran decepcin. Ahora no es la bota militar la que prohbe, no se queman libros en las calles, sencillamente se argumentan razones de oferta y demanda, de recursos y contratos, o incluso nuevas modas intelectuales de Estados Unidos o Europa que habran descubierto, siempre por caminos intrincados e inaccesibles, la inviabilidad de toda bsqueda de igualdad y libertad. En la universidad pblica se mantienen, matices ms matices menos, similares niveles de oscurantismo acadmico.

    El movimiento estudiantilEl estudiante universitario chileno ha sido, desde temprano en la historia social del siglo XX, protagonista impulsor de transformaciones en nuestra sociedad. Fue desde el balcn de la sede de la Federacin de Estudiantes de la Universidad de Chile (FECH) que Salvador Allende se dirigi al pueblo cuando gan la contienda presidencial de 1970. Ese hecho simboliza el peso histrico del movimiento estudiantil.Los aos de la dictadura no fueron excepcin. Las universidades fueron espacios para la fragua de un espritu y una prctica antidictatorial que permiti sostener en pie de lucha al movimiento estudiantil casi toda la dcada del 80. Se luchaba por la democracia, por expulsar a Pinochet, se luchaba contra los rectores designados y las polticas neoliberales en la universidad. No se logr, obviamente, ninguna transformacin importante de la institucionalidad universitaria, pero aquel movimiento contribuy en medida importantsima a las luchas antidictatoriales del pueblo chileno.En los 90, los estudiantes universitarios tempranamente se desilusionan de lademocracia que haba llegado. Sus expectativas eran claramente muy superiores. Es as como las iniciales victorias de dirigentes afines al gobierno,principalmente socialistas, dieron paso a un perodo de slida conduccin de las federaciones estudiantiles por una tendencia mayoritaria de izquierda opositora la gobierno, articulada principalmente en torno a los dirigentes del Partido Comunista, que se mantuvo fuerte hasta finales de la dcada.Aquel movimiento estudiantil supo enfrentar con temprana claridad la mantencin del esquema mercantil de financiamiento universitario, elevando principalmente la demanda de la baja en los aranceles y otros beneficios de carcter econmico. As, tras las primeras luchas por expulsar a las autoridades designadas, luchas con sentido poltico de contenido democrtico, el movimiento estudiantil pasa a una nueva fase, de gran masividad ciertamente, centrada como se ha dicho en reivindicaciones econmicas. Ello marca los 90.

  • Esas conducciones del movimiento estudiantil no logran sin embargo articularuna concepcin alternativa de universidad que enfrente globalmente la transformacin neoliberal de la educacin superior, no consigue elaborar una poltica universitaria ms all de lo econmico que se asiente en el estudiantado, no logra, en definitiva, impulsar una lucha por la verdadera democratizacin de la universidad. Esa es su debilidad principal y es, con seguridad, la mayor urgencia en la actualidad para todo sector -no slo estudiantil- interesado en recuperar una universidad verdadera ms all del negocio de la produccin de profesionales. Hay hoy fuerzas estudiantiles que avanzan en esa perspectiva, colocando un cuestionamiento al carcter antipopular de la institucin universitaria, convocando a luchas de poder desde la base, levantando ,de acuerdo a las realidades heterogneas de un sistema universitario fragmentado, demandascuya forma puede ser distinta pero que estn articuladas en torno a la vocacin de construir un real movimiento estudiantil masivo y politizado que tome en sus manos el esfuerzo por democratizar la universidad, por abrir los espacios de toma de decisiones a todos los estamentos como era la realidad hasta el Golpe de 1973. Dicha corriente avanza, pero an no se logra articular como una alternativa para el conjunto de los estudiantes.Pero el modelo permanece intacto. La transformacin de la institucionalidad, el esquema autoritario implantado, la expropiacin de buena parte del sentido de la universidad producen un sujeto social despolitizado, de conciencia fragmentaria, de escasa claridad de la potencia creativa y critica que la vida universitaria tuvo y es necesario que vuelva a tener. Hoy, hay alumnos, pero cada vez menos estudiantes. Hay profesores apresurados impartiendo horas dispersas y mal pagadas en varias universidades. Hay trabajadores y funcionarios mal organizados. Hay autoridades con las puertascerradas.As, la transformacin neoliberal de la universidad no es un mero artilugio burocrtico de conveniencias mercantiles, es tambin una estrategia poltica de dominacin, es el esfuerzo por impedir que la universidad sea un espacio donde se gesten vocaciones democrticas, de pensamiento crtico y libertad creativa. Es ello lo que la educacin superior de nuestro pas demuestra.