La Teoria Del Conocimiento de Berkeley y Su Influencia en Borges Sin Indice

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441 Martín Orensanz (UNMdP): La teoría del conocimiento de Berkeley y su influencia en el cuento Tlön, Uqbar, Orbis Tertius de Borges I. El nominalismo El nominalismo es una posición preparatoria para abordar la cuestión del inmaterialismo. Berkeley considera que la fuente del error fundamental de creer en la existencia de lo que él denomina “ideas abstractas” se basa en el uso incorrecto del lenguaje. No hay ideas abstractas para Berkeley, ya que es imposible imaginarse (por ejemplo) un triángulo que no sea escaleno, isósceles, o equilátero; es decir, cada vez que intentamos imaginarnos un triángulo, siempre es un triángulo específico, de determinadas dimensiones y de un tipo particular. Como en el caso anterior, todas las demás ideas también son particulares. La generalidad no radica en la abstracción de los rasgos particulares de una idea, sino en las palabras o nombres que designan una multitud de ideas o casos particulares, pero nunca una idea abstracta. Y la principal idea abstracta que Berkeley va a criticar es el concepto filosófico de la materia. II. La crítica al concepto filosófico de la materia En sus Tres Diálogos Entre Hilas y Filonús, Berkeley presenta dos personajes que discuten entre si la cuestión de si la materia existe o no. Cada uno considera que su postura es la que se encuentra más de acuerdo con el sentido común, y califica a la opinión contraria de escéptica. Convienen en definir al escéptico como aquel que niega la realidad de las cosas sensibles. Por cosas sensibles ambos personajes entienden aquellas cosas que son perceptibles mediante los sentidos. Filonús, el personaje que representa la postura de Berkeley, no niega la realidad de estas cosas, sino que niega la existencia de lo que filosóficamente se entiende por “materia”: «Filonús. –De que no existe eso que los filósofos llaman substancia material estoy firmemente persuadido; pero si se me hiciera ver que había algo de absurdo o de escéptico en eso, renunciaría a ello por la misma razón por la que yo creo que en la actualidad tengo que rechazar la opinión contraria.»1 Hilas, quien defiende la tesis materialista, dice que las cualidades llamadas secundarias (temperatura, color, aroma, sabor, etc.) existen en los objetos. Filonús rebate 1BERKELEY, Tres Diálogos Entre Hilas y Filonús, Aguilar, Buenos Aires, 1963, p. 23.

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La Teoria Del Conocimiento de Berkeley y Su Influencia en Borges Sin Indice. Trabajo presentado en las Jornadas de Filosofía Moderna, en Mar del Plata.

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    Martn Orensanz (UNMdP): La teora del conocimiento de Berkeley y su influencia en el cuento Tln, Uqbar, Orbis Tertius de Borges

    I. El nominalismoEl nominalismo es una posicin preparatoria para abordar la cuestin del

    inmaterialismo. Berkeley considera que la fuente del error fundamental de creer en laexistencia de lo que l denomina ideas abstractas se basa en el uso incorrecto dellenguaje. No hay ideas abstractas para Berkeley, ya que es imposible imaginarse (porejemplo) un tringulo que no sea escaleno, issceles, o equiltero; es decir, cada vez queintentamos imaginarnos un tringulo, siempre es un tringulo especfico, dedeterminadas dimensiones y de un tipo particular. Como en el caso anterior, todas lasdems ideas tambin son particulares. La generalidad no radica en la abstraccin de losrasgos particulares de una idea, sino en las palabras o nombres que designan unamultitud de ideas o casos particulares, pero nunca una idea abstracta. Y la principal ideaabstracta que Berkeley va a criticar es el concepto filosfico de la materia.

    II. La crtica al concepto filosfico de la materiaEn sus Tres Dilogos Entre Hilas y Filons, Berkeley presenta dos

    personajes que discuten entre si la cuestin de si la materia existe o no. Cada uno considera que su postura es la que se encuentra ms de acuerdo con el sentido comn, y califica a la opinin contraria de escptica. Convienen en definir al escptico como aquelque niega la realidad de las cosas sensibles.

    Por cosas sensibles ambos personajes entienden aquellas cosas que sonperceptibles mediante los sentidos. Filons, el personaje que representa la postura deBerkeley, no niega la realidad de estas cosas, sino que niega la existencia de lo que filosficamente se entiende por materia:

    Filons. De que no existe eso que los filsofos llaman substancia materialestoy firmemente persuadido; pero si se me hiciera ver que haba algo de

    absurdo o de escptico en eso, renunciara a ello por la misma razn por la que yo creo que en la actualidad tengo que rechazar la opinin contraria.1

    Hilas, quien defiende la tesis materialista, dice que las cualidades llamadassecundarias (temperatura, color, aroma, sabor, etc.) existen en los objetos. Filons rebate 1BERKELEY, Tres Dilogos Entre Hilas y Filons, Aguilar, Buenos Aires, 1963, p. 23.

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    esto mediante un ejemplo: si una de nuestras manos est fra, y la otra caliente, y ambasse sumergen en un recipiente lleno de agua, el agua parecer fra a una mano y caliente a la otra. Si consideramos que la temperatura es una cualidad del objeto, deberemosconcluir que el agua del ejemplo es fra y clida al mismo tiempo, lo cual escontradictorio e inconcebible.

    Hilas concede que la temperatura no es algo que se encuentre en el objeto,sino que es una sensacin del sujeto. Mediante otros ejemplos, Filons muestra queninguna de las cualidades llamadas secundarias existe independientemente de una menteque las perciba. Hilas admite esto, pero introduce la consideracin de que las llamadascualidades primarias (extensin, forma, solidez, gravedad, movimiento, reposo, etc.) sexisten en el objeto.

    Filons refuta lo anterior mediante otro ejemplo: la hoja de un rbol leparece pequea un hombre, mientras que a un insecto le parece enorme. Como en el caso del ejemplo del agua, si consideramos que el tamao es una cualidad del objeto, esto nosconduce a una contradiccin, ya que la hoja ser pequea y enorme al mismo tiempo.

    Hilas accede a lo anterior, y nuevamente introduce una salvedad; que lasideas que percibimos sensorialmente no son las cosas reales sino apariencias de las cosasque realmente existen. Tras algunas preguntas de Filons, Hilas declara que las ideaspercibidas son sensibles, mientras que sus arquetipos reales no lo son. Filons preguntacmo puede concebirse que algo insensible genere algo sensible, cmo algo invisiblepueda ser la causa de un color, que algo inaudible sea la causa del sonido, y assucesivamente.

    Como los personajes en cuestin haban convenido en definir al escpticocomo aquel que niega la realidad de las cosas, Filons le dice a Hilas que l ha resultadoser un escptico, porque niega que las ideas que se perciban sean reales, ya que no sonsino apariencias de unos supuestos arquetipos.

    III. Las ideasEn la filosofa de Berkeley, la palabra idea equivale a sensacin, con la

    salvedad que se la llama idea para resaltar su rasgo tpico, el de que no existeindependientemente de una mente que la perciba. Hay ideas para cada uno de los cinco sentidos:

    Por medio de la vista tengo las ideas de la luz y de los colores, con susdiversos grados y variaciones. Por el tacto percibo, por ejemplo, lo duro y lo

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    blando, el calor y el fro, el movimiento y la resistencia y de todos stos su diferencia en ms y menos, ya sea en cantidad o grado. El olfato me

    proporciona los olores; el paladar los gustos, y el odo transmite los sonidosa la mente con todas sus variedades de tono y composicin.2

    Estas ideas, que se perciben por los sentidos, son reales porque sonpercibidas. En esto consiste su ser. Pero hay dos clases de ideas: aquellas que se imponena nuestros sentidos, y aquellas que podemos generar a voluntad.

    Respecto de las ideas que podemos formar a voluntad, dice Berkeley:

    Advierto que puedo provocar a placer ideas en mi mente, y variar y substituir el panorama tan a menudo como lo crea conveniente. No tengo

    ms que desear e inmediatamente esta o aquella idea surge en mi fantasa.3

    Puedo imaginarme (como dice Berkeley en otra parte) el torso de un hombre sin brazos y sin cabeza, puedo imaginarme un ser que sea mitad hombre y mitadtoro. Slo tengo que desear inmediatamente tal idea y as aparecer en mi fantasa.

    Respecto de las ideas que se imponen a nuestra percepcin, Berkeley noscomunica lo siguiente:

    Pero cualquiera sea el poder que tenga sobre mis propios pensamientos, advierto que las ideas actualmente percibidas por los sentidos no dependen, como las otras, de mi voluntad. Cuando abro los ojos en pleno da no est en mi poder elegir si ver o no, o determinar qu objeto particular se presentar

    a mi vista; y de la misma manera nos podemos referir al odo o a los otrossentidos, pues las ideas impresas en ellos no son creaciones de mi

    voluntad.4

    El ser de las ideas, su existencia, consiste en que sean percibidas. Yaquello que las percibe es lo que Berkeley denomina espritu, que se distingue de las ideasy respecto del cual no tenemos una idea sensible, pero s una nocin, ya que conocemossu significado. 2BERKELEY, Tratado Sobre Los Principios del Conocimiento Humano, Losada, Buenos Aires, 1968, pp. 104-105.3 BERKELEY, Tratado Sobre Los Principios del Conocimiento Humano, pp. 128-129.4 BERKELEY, Op. cit., p. 129.

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    IV. Los espritusComo el ser de toda idea consiste en que sta sea percibida, se sigue que debe

    haber algo que las perciba; y como se ha demostrado que la materia no existe, este algodebe ser un espritu.

    El conocimiento que tenemos de nosotros mismos lo tenemos por reflexin. Percibo las ideas por medio de mis sentidos, y tambin puedo generar otras a voluntad.Tras reflexionar, descubro que soy yo quien percibe y quien imagina, respectivamente.

    Respecto del conocimiento de otros espritus, dice Berkeley:

    De lo dicho se desprende que no podemos conocer la existencia de otrosespritus ms que por sus operaciones, o por las ideas que ellos provocan en nosotros. Percibo ciertos movimientos, cambios y combinaciones de ideas

    que me informan que hay ciertos agentes particulares, semejantes a m, que las acompaan y concurren a su produccin.5

    De manera que conocemos a los otros espritus mediante las ideas que nos informan de su existencia. Es por ello que el conocimiento de los otros espritus no esinmediato como en el caso de las ideas, sino mediato, porque los conocemos a travs deaquellas:

    Por lo tanto, el conocimiento que tengo de los otros espritus no esinmediato, como lo es el conocimiento de mis ideas, sino que depende de laintervencin de ideas que refiero, como efectos o signos concomitantes, a

    otros agentes o espritus distintos al propio.6

    Estas consideraciones nos llevan al ltimo aspecto principal de la filosofa deBerkeley, su concepcin de Dios.

    V. DiosBerkeley elabora un argumento sumamente original para no caer en el

    solipsismo. La existencia de una idea no depende de que yo la perciba, sino de que laperciba alguien. Lo que evita que las cosas se aniquilen cuando dejan de ser percibidaspor alguien es el hecho de que en todo momento son percibidas por Dios. Berkeley llegaa esta nocin de Dios por deduccin, que expone en las siguientes palabras de Filons: 5BERKELEY, Tratado Sobre Los Principios del Conocimiento Humano, p. 218.6 BERKELEY, Op. cit., p. 218.

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    Escucha, en resumen, mi opinin. Es evidente que las cosas que percibo son mis propias ideas y que no puede existir ninguna idea como no sea en una mente. Y no es menos evidente que estas ideas o cosas por m percibidas, o ellas mismas o sus arquetipos, existen independientemente de mi mente,

    pues s que no soy su autor, ya que est fuera de mi poder, determinar a mi arbitrio qu ideas particulares me afectarn al abrir mis ojos u odos. Tienen que existir, por tanto, en otra mente cuya voluntad es que se me muestren.7

    Al igual que no tenemos una idea del espritu, tampoco tenemos una ideade Dios, pero s una nocin del l. Llegamos al conocimiento de Dios mediante lareflexin sobre nuestra propia alma, suprimiendo sus defectos y amplificando susbondades.

    El orden y regularidad que observamos en la naturaleza es para Berkeleyuna prueba de la divina sabidura y perfeccin de Dios, quien no obstante, puede alterarlas leyes de la naturaleza de acuerdo a su voluntad. Cuando esto sucede, decimos que haocurrido un milagro.

    VI. La influencia de Berkeley en el cuento de BorgesBorges menciona explcitamente a Berkeley en dos oportunidades. La

    primera de ellas presenta el nombre de Berkeley para ligar su doctrina a la cosmovisin que rige el mundo imaginario de Tln:

    Hume not para siempre que los argumentos de Berkeley no admiten lamenor rplica y no causan la menor conviccin. Ese dictamen es del todo

    verdico en su aplicacin a la Tierra; del todo falso en Tln. Las naciones de ese planeta son congnitamente- idealistas. Su lenguaje y las derivaciones

    de su lenguaje la religin, las letras, la metafsica- presuponen el idealismo.8

    La segunda mencin de Berkeley en el texto tiene por funcin elucidar elorigen misterioso de la enciclopedia acerca de Tln:

    7BERKELEY, Tres Dilogos Entre Hilas y Filons, p. 89.8BORGES, Ficciones, Alianza Editorial, Madrid, 2000, p.22

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    A principios del siglo XVII, en una noche de Lucerna o de Londres, empez la esplndida historia. Una sociedad secreta y benvola (que entre sus

    afiliados tuvo a Dalgarno y despus a George Berkeley) surgi para inventarun pas.9

    En cuanto al lenguaje, ste tiene una importancia considerable tanto en lafilosofa de Berkeley como en el mundo fantstico de Tln. Al analizar el lenguaje, diceRisieri Frondizi, Berkeley distingue entre definicin e idea. Tambin en Tln existe esta diferencia. Una de las regiones de Tln define a las cosas en base a verbos, mientras queotra regin lo hace en base a adjetivos. Esta cuestin se ejemplifica de manera precisa enlas definiciones que cada regin utiliza para referirse a la luna.

    Llegados a este punto, cabe mencionar el escndalo que produce en Tln una doctrina como el materialismo. De manera poco clara y bastante paradjica, entrelas diversas doctrinas filosficas de Tln tambin encontramos una vertiente materialista. Pero debido a la cosmovisin idealista de aquel planeta, y a las dificultadeslingsticas para expresar los conceptos filosficos del materialismo (ya que una de lasregiones de Tln utiliza adjetivos en vez de sustantivos, y otra regin suple estosltimos por verbos) esta doctrina fue rechazada.

    Luego podemos mencionar la famosa concepcin de Berkeley de que ser es serpercibido. Esto quiere decir que el ser de las ideas consiste en ser percibidas. Ilustraesta concepcin el siguiente pasaje:

    Las cosas se duplican en Tln; propenden asimismo a borrarse y a perderlos detalles cuando los olvida la gente. Es clsico el ejemplo de un umbral que perdur mientras lo visitaba un mendigo y que se perdi de vista a su

    muerte. A veces unos pjaros, un caballo, han salvado las ruinas de un anfiteatro.10

    En el mundo de Tln, constatamos que existen ciertos objetos llamados hrnir, pero resultan ms interesantes los ur, que son mencionados una sola vez en el texto deBorges, pero que ejemplifican perfectamente la nocin berkeleyiana de ideas generadas a voluntad:

    9 BORGES, Op cit., p. 34.10 BORGES, op. cit., p. 33.

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    Ms extrao y ms puro que todo hrn es a veces el ur: la cosa producida por sugestin, el objeto educido por la esperanza. La gran mscara de oro

    que he mencionado es un ilustre ejemplo.11

    El ltimo aspecto de la filosofa de Berkeley que tuvo influencia en el cuento deBorges es la cuestin del tesmo. Para Berkeley, el orden en la naturaleza es una pruebade la sabidura y de la perfeccin de Dios. Esta concepcin se encuentra plasmada en elsiguiente pasaje:

    Hace diez aos bastaba cualquier simetra con apariencia de orden el materialismo dialctico, el antisemitismo, el nazismo- para embelesar a los

    hombres. Cmo no someterse a Tln, a la minuciosa y vasta evidencia de un planeta ordenado? Intil responder que la realidad tambin est ordenada.

    Quizs lo est, pero de acuerdo a leyes divinas traduzco: a leyes inhumanas-que no acabamos nunca de percibir.12

    Esta concepcin de que el orden de la realidad quizs est ordenado segn leyesdivinas, inhumanas, es una muestra de la influencia del tesmo de Berkeley.

    Con esto he sealado los principales aspectos de la teora de Berkeley que, a mijuicio, Borges plasm en su cuento.

    BibliografaBERKELEY, Tres Dilogos Entre Hilas y Filons, Aguilar, Buenos Aires, 1963.BERKELEY, Tratado Sobre Los Principios del Conocimiento Humano, Losada, Buenos Aires, 1968.BERKELEY, Ensayo de una Nueva Teora de la Visin, Aguilar, Buenos Aires, 1965.BORGES, Ficciones, Alianza Editorial, Madrid, 2000.

    11 Ibid.12 BORGES, op. cit., p. 39.