La tarea La tarea escolar, una actividad familiar ... · «Lo rutinario sólo equivale a lo...

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La tareaescolar,una actividadfamiliarcotidiana

La tarea escolar,una actividad familiar

cotidiana.

Rosa María Cervantes Sánchez1

Introducción

La presente investigación forma parte deun trabajo más amplio en el cual se abor-dan las prácticas educativasextraescolares, como la tarea, desde unaperspectiva sociológica. Consideramostres preguntas rectoras: ¿cómo se realizala tarea escolar en la cotidianidad familiarde los niños asistentes a escuelas prima-rias?, ¿la tarea escolar contribuye al de-sarrollo académico de los niños?, y ¿cómoy qué electos están relacionados en formacotidiana en su elaboración?

Para responder a tales preguntasrealizamos trabajo descriptivo de corteetnográfico, sobre 9 familias con un totalde 13 niños asistentes a escuelas urbanaspública, privada y pública rural unidocente,todos los casos pertenecientes al ciclo es-colar 2000-2001. En cada una de ellas setrabajó con tres familias. Se realizaron: 63

1 El presente artículo esuna producción perso-nal surgida de una in-vestigación en equipocuyo título es «La tareaescolar de niños de pri-maria en la cotidianidadfamiliar» realizada portres personas: DanielMontes Ponce, RaquelRamírez y Rosa MaríaCervantes Sánchez, enla Maestría de Investiga-ción Educativa en elCentro de Investigacio-nes Pedagógicas y So-ciales de la Secretaríade Educación Jalisco.

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observaciones directas en casa, cruzadascon audio grabaciones para conformar losregistros de la observación: fotocopia detareas elaboradas durante el tiempo deobservación; una entrevista por familia, yse elaboró una matriz de orden inductivapara el análisis presentado.

En el primer acercamiento que co-rresponde a la escuela urbana pública deobservaron tres familias: Dávila con tresniños; una de quinto, otro de cuarto y unode primero; la familia Novoa, con dos ni-ñas, una de segundo y otra de tercero, y lafamilia Villalobos, con una niña de quintogrado.

En la escuela urbana particular quecorresponde al segundo acercamiento seobservaron las siguientes: familia Ortiz, conun niño que cursó el primer grado, la fami-lia Becerra con una niña de segundo, yfamilia Castellanos, con un niño de cuartogrado.

Y en el tercer acercamiento se ob-servaron niños de una escuela pública ru-ral: la familia Martínez, con una niña dequinto grado, la familia Pérez, con dos ni-ños, una de segundo y otro de tercero y lafamilia Hernández, con un niño de quinto.

El objetivo principal fue describir yanalizar las tareas escolares de niños asis-

2 Cabe precisar que elanálisis se realizó a tra-vés de la construcciónde una matriz de ordeninductiva diseñada paraeste propósito.


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tentes a escuelas primarias, durante surealización al interior de casa, bajo el con-cepto «cotidianidad». Entendiendo comotarea escolar la actividad extraescolar he-cha en casa y asignada por el profesor asus alumnos para entregarla en un tiempoy condiciones determinadas; se aceptacomo una práctica común en las institu-ciones educativas de todos los niveles ysocialmente se considera una actividad queayuda al desarrollo académico de los es-tudiantes.

La tarea como una actividad coti-diana

En este trabajo se presenta la tarea esco-lar de niños que asisten a la escuela pri-maria como un concepto de actividad co-tidiana familiar partiendo de la lectura delos registros de observación directa, en-trevistas a las familias y fotocopias de lastareas realizadas a nueve familias con ni-ños asistentes a escuelas primarias y apo-yado desde la teoría de la vida cotidiana.2

«Lo rutinario sólo equivale a locotidiano en la medida que indique algomás que la repetición. Debe estar provistode una particular modalidad de vivencia»(Canales, 1996: 2) Si se considera a la ac-tividad como una partícula intrínseca del

2 Cabe precisar que elanálisis se realizó a tra-vés de la construcciónde una matriz de ordeninductiva diseñada paraeste propósito.

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hacer humano que permite «ver» la vidadel mismo, se puede acercar al estudio dela vida cotidiana de los seres humanos através de las actividades que ellos llevan acabo y en donde, sin duda, la tarea escolarconforma una de las más ordinarias de losniños que asisten a clases, en donde amenudo se involucra a la familia.

Se propone definir a la tarea esco-lar como una actividad familiar cotidiana apartir de las cualidades que ésta presenta,vista desde una perspectiva de la lecturade Áges Heller (1977), donde se puedenseñalar las connotaciones de lo cotidiano,las cuales se refieren a la repetición gené-rica en-sí y a lo obvio, es decir, a la inme-diatez posible entre lo que es y lo que sepuede esperar, enmarcado en un contextode tiempo y espacio.

La familia concibe la tarea escolarcomo una actividad cotidiana que ocurreal interior del hogar, en donde se involucrancapacidades y sentimientos contenidos entoda capacidad humana; dificultades, gus-tos y disgustos expresados durante los que-haceres rutinarios, proporcionando unavalorización a los mismos; y, por ultimo, laheterogeneidad contenida hasta en la ma-yor homogeneidad de cualquier actividad.


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La tarea y las motivaciones

Se distinguen tres formas de motivaciónque los niños tienen para realizar la tareaescolar: una alta valorización al creer quehacer la tarea ayuda a aprender; la eva-luación de la tarea como una participaciónen el promedio del ciclo escolar, y la pre-sencia y atención de los padres hacia sushijos para la realización de dicha actividad.La constante presencia femenina resultarelevante en estos casos, pues es la mamáquien está presente durante toda la jorna-da de tarea, y si ella está ausente, la susti-tuye la tía o hermana.

En cuanto a la valoración que laspersonas le dan a la tarea como una he-rramienta escolar es alta, las seis familiasde la ciudad le dan mucha importancia adicha actividad, ya que para ellas es unaforma de aprender o reforzar lo visto en laescuela; esta apreciación es compartida porigual entre madres e hijos. Ellos dicen quela tarea es un medio para recordar lo queven en la escuela y así no se les olvide.

Como es el caso de Verónica y Er-nesto, quienes son parte de una familia queasiste a la escuela urbana. Para ellos, latarea es un elemento importante en el apro-vechamiento escolar, pues aceptan queésta ayuda a aprender; sin embargo, Er-nesto insiste en decir que la tarea «es un

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enfado», no obstante, también piensa quees necesario, ya que no concibe una es-cuela sin tareas.

La tarea tiene un valor diferente enlas familias rurales, pues hacer la tarea noparece una actividad muy importante enla familia, ya que otras actividades se rea-lizan con mayor prioridad; por ejemplo, tra-bajar. En el caso de Gilberto, un alumnode 6° grado de una escuela rural, despuésde desayunar se va a trabajar y regresapara comer e irse a la escuela; luego, alsalir de la escuela juega con sus amigos.Sobre esto, su hermana Fabiola comentaque no sabe a qué hora hace la tarea suhermano, refiriéndose al hecho de que nolo ve realizando dicha práctica con fre-cuencia.

Las otras dos familias rurales no ledan mucha importancia a la tarea escolar.La presencia de la mamá sólo en uno delos casos es constante, mientras que enlos otros dos no se hace presente.

Por otra parte, en la mayoría de loscasos, la revisión y calificación que lamaestra le hace a la tarea entregada for-ma parte del promedio del curso y eso losaben los niños y sus madres, por lo queesto es una estimulación para realizarla.

En la escuela de Ernesto (la urba-na) hay juntas mensuales para los padres


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de familia, entre los temas que se tratan,uno de ellos es sobre el cumplimiento de latarea. La hermana de Ernesto, Verónica,dice que desde la primera junta de la es-cuela se les informó a los padres de fami-lia cómo se iba a evaluar a los niños y ellarecuerda que la tarea sería una parte im-portante para la evaluación, pues a travésde ella la maestra puede ver el esfuerzoque el niño realiza por aprender.

En cuanto al rol que juegan los pa-dres, se puede afirmar que realizar la ta-rea escolar es un actividad familiar impor-tante tanto para los niños como para lasmamás, quienes cuidan de que se haga bieny revisan en todo momento lo que losmaestros les dejan de tarea.

Es común que la mamá participeconstantemente en la realización de la ta-rea de sus hijos: guiando, motivando, orde-nando y hasta haciendo la tarea, en formaparcial o total. También proveen de mate-riales como cartulinas, pegamento, lámi-nas, mismos que compra la mamá con elpropósito de ayudarles para que la hagancompleta y bien; les ayuda a buscar res-puestas en otros libros o en diccionarios,les dice cómo buscar en el diccionario, enocasiones les dice las respuestas, les tomalectura y pregunta, saca punta a los lápi-ces, cuida de que no se distraigan, ayudacon los problemas matemáticos, porquesegún dicen ellas, ayudan a hacer la tarea

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con la intención de que los niños no se atra-sen en la escuela.

Cuando por alguna razón los niñosno hacen la tarea, la mamá los regaña oles quita algunos privilegios, como el he-cho de no darles dinero, no los lleva a pa-sear o no les deja ver los programas detelevisión que les gustan. Y si por el con-trario, si la hacen bien, los felicita, les com-pra cosas o los lleva a pasear.

Los papás tienen una participaciónnula, por lo general se encuentran granparte del día fuera de casa y cuando lle-gan por la noche, los niños y sus madresya terminaron la tarea. Se observó en for-ma aislada una participación ocasional delos padres.

La presencia de la mamá en las fa-milias Dávila y Novoa es constante durantela elaboración de la tarea; apoyan con loque saben, leen cuando los niños no en-tienden, les explican los textos, hacen pre-guntas que les pueden ayudar a sacar suspropias respuestas, o simplemente dicenlas respuestas correctas que necesitan paracompletar la tarea.

La tarea es todo un momento fami-liar, en las familias Dávila y Novoa los ni-ños van al centro de la sala ya con su ropacómoda, traen sus útiles, y la mamá losmotiva para que empiecen la tarea esco-


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lar; en el caso de la familia Novoa, lamamá les pregunta «si entendieron bien latarea que les dejaron». Y las niñas le res-ponden «sí». Se acomodan sobre los ban-quillos, escriben sobre la mesa de la sala,y no vuelven a comunicarse ni a dirigirsepalabra alguna hasta pasados unos veinteminutos. Luego, le preguntan a la mamá siestá bien, vuelven a sus tareas muy con-centradas en ellas. La mamá allí, pendien-te de lo que pasa, lee, ve revistas, escribe,hace operaciones, pero allí, y las niñas es-criben; ellas también consideran que esimportante hacer la tarea porque de lo con-trario no van a sacar buena calificación,ya que las tareas llevan calificación ycuenta para sus puntos, y si no, les rebajancalificación o las castigan.

No sucede así en la familiaVillalobos, pues es muy común que Cristianrealice su tarea escolar solo; la mamá enocasiones le ayuda, pero ella más bien juegaun papel motivador ya que participa en laelaboración de la tarea de Cristian de unaforma intermitente, es decir, no está todoel tiempo con él, va sólo en momentos y ledice palabras como: «¿cómo vas?», «¿yaterminaste?», «¿le entiendes?» , «fíjatebien», «hazla con calma», etcétera. Lamamá está al pendiente del desarrollo dela tarea y a diario la revisa, pero por loregular hasta el día siguiente para ver quéle puso la maestra y ocasionalmente le pone

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tareas extras para corregir el error o for-talecer alguna debilidad del niño.

La señora María, mamá de Ernes-to, revisa sus cuadernos con regularidad ycuando ella considera que ha descuidadola caligrafía u ortografía, lo castiga pidien-do a Verónica que lo ponga a leer diaria-mente, hasta que ella indique que lo sus-penda; en ese caso, Ernesto hace la tareaque le asigna la maestra y cuando termi-na, realiza una lectura de su elección convoz alta, a petición de Verónica, Tal lectu-ra la puede repetir hasta tres o cuatro ve-ces.

Se observa que la mamá de la fami-lia Becerra les brinda todo su apoyo, condinero y libros; les compra lo que le piden,y les da todo el tiempo para ellas; les dicepalabritas como: «mi amor», «mi´ja», a laniña menor le acaricia el cabello, y la dejaque le dirija palabras de iguales, dice quequiere que se preparen y tengan una pro-fesión.

La señora Guadalupe no se enteraqué tarea tiene Fabiola y si la hace com-pleta o tiene alguna dificultad. Por su par-te, el maestro de Fabiola no les deja tarearegularmente y muchas veces depende deque el niño la solicite y tampoco la revisiónde ésta sucede con regularidad.


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La forma en que participa la mamáde Sergio en la elaboración de su tareaescolar es obligándolo a que empiece ahacerla, porque si por él fuera nunca lainiciaba; también dice: «casi nunca nosdejan tarea o nos dejan bien poquita». Lamamá mantiene una relación directa conel maestro debido a que está inconformecon el rendimiento de éste por la poca onula atención que les dedica a los grupos.Entonces la mamá se entrevista a menudocon el maestro para preguntar sobre la ta-rea, y si no le dejó, ella le dice que le dejealgo; ellos viven enfrente de la escuela.

Lo cotidiano

Algunas características se refierencomo necesarias para considerar a la ta-rea escolar como una actividad cotidiana,Ágnes Heller (1977) señala: la repetibilidady lo obvio. La repetibilidad remite a la cir-cunstancia en que un evento ocurre conreiteración de la acción genérica en-sí, esdecir, cuando esta repetición refiere a sufunción concreta determinada insistente-mente igual en el sentido que la acción tie-ne, es entonces cuando se identifica comouna costumbre.

Cuando cierta actividad se repitesiempre con el mismo sentido, significa quecontiene -también siempre- los mismoscontenidos, es entonces cuando el sentido

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se convierte en la esencia de la actividadexpresando la razón de su existencia. Espor esto que cuando escuchamos la pala-bra «tarea escolar» o «la tarea de la es-cuela», «todos» entendemos lo mismo, almenos hasta el punto de no necesitar unaexplicación de su significado, es decir, unadescripción de dicha actividad. Igual paraotras expresiones, por ejemplo: «tengomucha tarea», «me dejaron esta tarea»,«hoy no tengo tarea» o «no traje la ta-rea». No necesitamos una explicaciónsobre su significado debido al reiteradosentido que le damos a esta palabra exte-riorizada y objetivada en una cierta activi-dad y producto.

La connotación de obviedad que ledamos a ciertas actividades es otra cuali-dad de lo que denominamos «cotidiano».Lo obvio lo podemos distinguir identifican-do la inmediatez existente entre las carac-terísticas esperadas y las que se dan du-rante la realización de un hecho concretoy en cualquiera de sus repeticiones. Amayor posibilidad de la variedad, menorcerteza en la expectativa, por lo que aquí,no resulta tan obvio lo esperado; y por elcontrario, a menor variedad en la posibili-dad de las características, mayor será lacerteza en lo esperado, es decir, que re-sulta obvio. Canales señala que: «Lo ob-vio es correspondiente a todo evento quese caracteriza por la inmediatez entre loque es y lo que puede ser» (1996: 2), des-


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de donde se presentan ciertas caracterís-ticas que conforman una norma de lo es-perado. Desde la obviedad esperada esque se observan los eventos con naturali-dad, por tal es que suceden casi sin serpercibidos o reflexionados ante losejecutantes y/o espectadores, pues no re-quieren de una atención especial para serrecibidos, al menos que éstos no ocurrancomo generalmente los vivimos.

Canales comenta que: «Lo que ca-racteriza al evento cotidiano es que es vi-vido o significado desde un particular modode observación del sujeto. Es una vivenciaen que la subjetividad se inscribe en el or-den de lo obvio. Lo cotidiano resulta de unmodo de ver la realidad, o lo que es lo mis-mo, de un modo en que la subjetividad par-ticipa de las representaciones sociales»(ídem)

La repetibilidad del sentido que elsujeto le da a cierta actividad y en conse-cuencia la naturalidad con la que ésta esvivida o esperada, implica que la expecta-tiva del mismo contiene una inmediatez conlo que sucede; y estos elementos intrínse-cos que permiten denominar a cierta acti-vidad, como es el caso de la tarea escolar,como una actividad cotidiana.

La tarea escolar, como otras activi-dades, está suscrita en el diario de los su-jetos, entre otras cosas porque está orga-

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nizada en el espacio y el tiempo de la vidade los mismos. Es así como, en un sentidocontextual, se encuentran el tiempo y elespacio en donde sucede el evento. En lasactividades cotidianas, el primero tambiénes un elemento intrínseco que conformaun marco de la actividad, desde donde po-demos distinguir dos aspectos: la hora enla cual sucede el evento y la duración delmismo.

Cuando la hora y la duración delevento son reconocidos con naturalidad porlos particulares ejecutantes o espectado-res familiarizados, podemos decir que estaactividad tiene una connotación de tiempocotidiana.

La realización de la tarea escolar, almenos en los casos observados, ocurre enun horario poco variable y recurrente alinterior de las familias. En el caso de losniños de las escuelas urbanas, durante latarde, temprano, alrededor de las tres ocuatro, y en el caso de los niños de la es-cuela rural que tienen turno vespertino,durante la mañana, en donde sólo en uncaso se realiza durante la tarde despuésde las clases. Cualquiera que sea el caso,el horario que una u otra familia empleapara hacer la tarea es repetidamente elmismo durante casi todos los días en losque se realiza. Incluso para el caso de losniños de la escuela rural en donde no escomún que se haga la tarea, cuando se


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realiza esta actividad sucede dentro de unmismo horario.

En cambio, el tiempo que la familiadedica a la tarea no tiene una repeticióntan constante como en el caso del horario,pues éste depende más de la cantidad ydificultad que tiene la familia, más las dis-tracciones que rodean su ejecución. Lacantidad y dificultad presentada en la ta-rea mantiene una relación con el grado deestudio y la escuela. El tiempo que los ni-ños invierten en realizar la tarea es muydiferente en el área urbana y en la rural.Dicha diferencia depende de la cantidad ygrado de dificultad mostrada.

Se puede decir que los niños de lasescuelas urbanas tardan alrededor de doshoras en realizar la tarea, mientras que losniños de la escuela rural invierten quinceminutos en promedio. Sin bien es cierto quela distracción observada también es ma-yor en las escuelas urbanas, esto no es tansignificativo como la diferencia en la can-tidad de tarea que les es asignada. Y den-tro de las escuelas urbanas, fue la privadala que presentó una carga mayor de tarea.Nutriendo así el imaginario social de que«a mayor tarea, mejor profesor y mejorescuela».

La repetibilidad de un horario hacerelacionar una actividad cotidiana con otraque, para el caso de la tarea escolar, le da

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una connotación no sólo de cotidiano sinode una actividad familiar cotidiana en don-de ella forma parte de otras actividadesfamiliares o por lo menos, de participaciónfamiliar. Es así como la tarea escolar seencuentra dentro de la gama de activida-des que una familia realiza ordinariamen-te, desde donde se diferencian las que ocu-rren antes y las que suceden después dehacer la tarea.

El orden da la presentación de lasactividades mantiene una constante, puesla característica es que generalmente an-tes como después de la tarea se repitenlas mismas actividades, dicha cualidad derutina y el tipo de actividades que rodeana la realización de la tarea son muy simila-res. Es común encontrar a niños haciendola tarea en un mismo horario cada día, se-guida de una misma actividad y precedidade otra específica que en general se repitea diario. Aun cuando estas actividadesvaríen de familia en familia.

Generalmente las actividades queanteceden a la tarea hacen un tipo de pre-paración para la misma: como es el casode quitarse el uniforme y comer; activida-des que suceden al interior de la familia dela mayoría de los niños que asisten a laescuela por la mañana. Los niños de laescuela rural con turno vespertino realiza-ban su tarea al concluir su desayuno.


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Las actividades que ocurren poste-riormente a la tarea se relacionan con: vertelevisión, jugar, salir a jugar con amigos oir a practicar algún deporte. Estas activi-dades suceden repetidamente y con la mis-ma frecuencia que las que anteceden a latarea, y la familia las realiza sin tomar untiempo para reflexionar sobre lo que sehará, pues parecen dar por sentado la ac-tividad que seguirá sin la necesidad de po-nerse de acuerdo.

Sumado a esto y desde el punto devista de Heller (1977), una actividad coti-diana también tiene un referente contextualde espacio, que, para el caso de la elabo-ración de la tarea, involucra a los sujetoscon uno de los lugares más importantes desu vida, es decir, su casa, sitio denominadopor ella como punto fijo, y descrito comoun espacio en donde los individuos encuen-tran familiaridad y seguridad.

Piña (1998) retoma a Heller y diceque la vivienda es un espacio importantede los seres humanos porque es ahí dondese despliega la vida cotidiana de los mis-mos, ya que es al interior de ésta en dondese constituye la gran parte de la vida so-cial de los sujetos, aceptando que no seagota en ella (56-57).

El espacio como el tiempo son ele-mentos contextuales de toda actividad y la

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repetibilidad del sentido de ésta le da unaconnotación de cotidiana. La ocupación decierto espacio dentro de la casa es un ele-mento recurrente al interior de la familiadurante la realización de la tarea escolar.Cada familia tiene asignado, por el hábito,un lugar para que el niño haga su tarea yél parece reconocer o preferir cierto asien-to, silla o rincón de la casa para realizarla.Sólo en uno de los casos observados el niñohacía la tarea en diferentes espacios de lacasa, pero incluso esto era una constante,pues rara vez repitió el lugar; por el con-trario, durante las observaciones se hizoun recorrido en la casa. La utilización delespacio para la ejecución de la tarea sepresenta como una norma interiorizada porcada familia, incluso en el caso en dondecambiar de espacio constantemente pare-ce ser la norma.

La heterogéneidad de lo cotidiano

La tarea escolar, como otras accio-nes de los sujetos, va conformando nor-mas en su ejecución y se va normandodentro de toda la gama de actividades dela vida ordinaria. Sin embargo, «la vidacotidiana es heterogénea en los sentidos yaspectos más diversos, y ésta es la razónpor la que su centro puede ser el particu-lar» (Heller, 1977: 93). Así, la tarea comouna expresión concreta de la vida cotidia-


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na de los que asisten a la escuela no esca-pa a esta diversidad expresada en diferen-tes materias escolares, tipos de tarea ycantidad, sumado a las singularidades decada familia. Sin embargo, conteniendoesta diversidad está un principio de homo-geneidad que permite una referencia yobjetivación de una actividad cotidiana.

La homogeneidad en la heteroge-neidad de lo cotidiano

La vida cotidiana de los sujetos que asis-ten a la escuela puede objetivarse a travésde una de las actividades concretas máscomunes entre los estudiantes como es latarea escolar, ya que ésta se reconocecomo una actividad cotidiana en tanto pre-senta un proceso de exteriorizaciónconcretizado en un trabajo como productoy un proceso de reproducción del particu-lar como alumno. «Cuanto más objetiva-mente genérica es una objetivación, tantomás es homogénea. Incluso la relación conla objetivación genérica más homogéneapuede formar parte de una vida cotidianaampliamente heterogénea, cuando el par-ticular entre en relación con ella en su ac-tividad cotidiana» (Heller, 1977: 116)

Para Héller «la vida cotidiana esun objetivarse en doble sentido. Por unaparte (...) es el proceso de continua exte-riorización del sujeto (como en el caso de

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la tarea como un producto terminado quees presentado al maestro); por otra es tam-bién(..) el proceso de reproducción delparticular (estudiante, cuando y en todoslo momentos del día que dedica a hacer latarea)» (ibíd: 96), así es como estas acti-vidades se repiten cotidianamente del mis-mo modo, casi o sin reflexión intermedia,es decir, suceden «siempre igual», el niñoy la familia participante también se repro-duce siempre en el mismo nivel.

En la reproducción de los particu-lares y los grupos sociales a través de «in-significantes» y repetidas actividades comoel hecho de realizar la tarea escolar, y otrasmás, también homogéneas, expresan suheterogeneidad desde el momento en queentran en contacto directo con los particu-lares, en este caso con los niños y sus fa-milias, incluso en relación con las escue-las, ya que dicha actividad es abordadadesde diferente visión a pesar de que laconcepción sobre ella sea básicamenteigual, es decir, homogénea.

Así, a pesar de que para cada fa-milia la realización de la tarea escolar seaun evento relativamente heterogéneo, enel sentido de que en cada caso ocurre deforma diferente debido a las capacidades,habilidades o pasiones de los particulares,ésta mantiene su característica homogé-nea cuando «...un individuo «se sumerge»


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en una sola esfera u objetivación homogé-nea (Heller, ibíd: 116). Por lo que la ac-ción humana que surge en el proceso dehomogeneización es siempre actividad (nosólo psicológica, sino también cognoscitivay moral), es decir, «un producir y reprodu-cir caso».

En conclusión, la realización de latarea en la vida de los niños y sus familiases una actividad heterogénea que repro-duce una vida cotidiana a través de laobjetivación genérica que es reproducibleen el proceso de homogeneización.

La tarea escolar puede contribuir aldesarrollo académico, cuando se asignadacon atención a la capacidad intelectual yfísica de los niños y con contenidos cerca-nos a él, cabe reflexionar al respecto yaque éstas características no son comunesen las tareas más frecuentes de primaria

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Bibliografía

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PIÑA Osorio, Juan Manuel. (1999).La interpretación de la vida cotidianaescolar. Tradiciones y prácticas acadé-micas. México; Centro de Estudios sobrela Universidad / Plaza y Valdés, S.A. deC.V.

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