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LA SUBORDINACIÓN ADVERBIAL EN LA CRONICA DE PEDRO I DEL CANCILLER PEDRO LÓPEZ DE AYALA JOSÉ LUIS MUÑÍO VALVERDE Universidad de Almería RESUMEN En esta comunicación se presenta un conjunto de datos sobre la utili- zación, por parte del Canciller López de Ayala en la Crónica de Pedro I, de los distintos tipos de oraciones adverbiales. Partiendo del estudio de las frecuencias de uso, se describen los nexos y procedimientos de introduc- ción de la subordinada, su colocación en el conjunto oracional, así como la relación de tiempos y modos verbales que entran en juego. Puede ob- servarse un notable predominio de causales y temporales frente a una exi- gua presencia de locativas. Por lo que respecta a los nexos, esta obra pone de manifiesto un sistema muy estable y definido. O. IN'TRODUCCIÓN Desde hace mucho tiempo se insiste en que, en el estudio de la historia de nuestra lengua, el análisis de la sintaxis oracional ha sido una parcela notablemente descuidada. Pero ello es casi lógico si se tiene en cuenta que frente a la fonética o la morfología, cuyos campos están bastante bien de- finidos y sus unidades son relativamente estables, la sintaxis se sit ŭa en el ámbito de lo «construccional»', con unidades que sólo se hacen realidad en el acto de la emisión de un mensaje (oral o escrito), de modo que el propio establecimiento de sus límites genera problemas, a veces de com- pleja solución. De todas formas, esa situación negativa está cambiando sig- nificativamente y son ya abundantes los estudios que han abordado de ma- nera sistemática la cuestión. Pero dentro de esa parcela hay, a su vez, un grupo de oraciones, o un tipo de construcciones, sobre las que los estudio- sos han concentrado sus esfuerzos por las dificultades que plantea incluso ' J. A. de Molina Redondo, «En torno a la oración compuesta en español», Philologka Hispaniensia in Honorem Manuel Alvar, Madrid, Gredos, 1985, II, pág. 519.

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LA SUBORDINACIÓN ADVERBIAL EN LA CRONICA DEPEDRO I DEL CANCILLER PEDRO LÓPEZ DE AYALA

JOSÉ LUIS MUÑÍO VALVERDEUniversidad de Almería

RESUMEN

En esta comunicación se presenta un conjunto de datos sobre la utili-zación, por parte del Canciller López de Ayala en la Crónica de Pedro I, delos distintos tipos de oraciones adverbiales. Partiendo del estudio de lasfrecuencias de uso, se describen los nexos y procedimientos de introduc-ción de la subordinada, su colocación en el conjunto oracional, así comola relación de tiempos y modos verbales que entran en juego. Puede ob-servarse un notable predominio de causales y temporales frente a una exi-gua presencia de locativas. Por lo que respecta a los nexos, esta obra ponede manifiesto un sistema muy estable y definido.

O. IN'TRODUCCIÓN

Desde hace mucho tiempo se insiste en que, en el estudio de la historiade nuestra lengua, el análisis de la sintaxis oracional ha sido una parcelanotablemente descuidada. Pero ello es casi lógico si se tiene en cuenta quefrente a la fonética o la morfología, cuyos campos están bastante bien de-finidos y sus unidades son relativamente estables, la sintaxis se sitŭa en elámbito de lo «construccional»', con unidades que sólo se hacen realidaden el acto de la emisión de un mensaje (oral o escrito), de modo que elpropio establecimiento de sus límites genera problemas, a veces de com-pleja solución. De todas formas, esa situación negativa está cambiando sig-nificativamente y son ya abundantes los estudios que han abordado de ma-nera sistemática la cuestión. Pero dentro de esa parcela hay, a su vez, ungrupo de oraciones, o un tipo de construcciones, sobre las que los estudio-sos han concentrado sus esfuerzos por las dificultades que plantea incluso

' J. A. de Molina Redondo, «En torno a la oración compuesta en español», PhilologkaHispaniensia in Honorem Manuel Alvar, Madrid, Gredos, 1985, II, pág. 519.

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su caracterización. Me refiero a las que tradicionalmente se han llamadosubardinadas adverbiales. Con frecuencia se ha puesto en tela de juicio lahomogeneidad del grupo y, por tanto, lo apropiado del nombre para aco-ger a todas las adverbiales como un conjunto unitario. Además, se insistedesde diversas perspectivas en la dificultad de clasificar como adverbialesalgunas de esas construcciones. No puedo entrar ahora en ese asunto, porlo demás, bastante bien descrito ya en algunos trabajos recientes. Mi inten-ción aquí no es otra que presentar unos datos sobre la ocurrencia y pro-piedades de las oraciones adverbiales, tanto de las consideradas como tales(de tiempo, modo y lugar), cuanto de las denominadas impropias que sesuelen incluir entre las llamadas construcciones bipolares (causales, finales,condicionales, concesivas, consecutivas y comparativas) en la Crónica de Pe-dro I del Canciller Pedro López de Ayala, como punto de partida paratrabajos más específicos que permitan establecer las particularidades de lasestructuras oracionales en la prosa del siglo XIV.

En general, las crónicas del Canciller Ayala han sido poco utilizadas paralos estudios de la lengua espariola del siglo XIV, cuando las característicasde las mismas las hacen muy valiosas para profundizar en el conocimientode muchos aspectos del espariol del ŭltimo tercio de ese siglo y comienzošdel siguiente. La Crónica de Pedro I es la primera de las cuatro que compusoy la más extensa de todas las suyas2 . La prosa de que se sirve el Cancilleres una prosa culta, bien conformada y con una estructuración pausada ygeneralmente lineal, dada la índole de la obra; pero no dejan de ser fre-cuentes rupturas de aquel ordenamiento rectilíneo y monótono más propiode las crónicas del XIII. A ello contribuye en gran medida el hecho de quelos sistemas de subordinación alcanzan una trabazón y complejidad nota-bles, aunque todavía se haga un uso muy frecuente de las coordinaciones(innecesarias muchas veces) mediante la conjunción e.

Una muestra, entre otras muchas, de esa notable complejidad sintácticade la prosa del Canciller Ayala es precisamente la alta frecuencia con quese sirve de la subordinación adverbia13.

El primer hecho que debe destacarse es la significativa diferencia deaparición de cada una de las clases de adverbiales. En ese sentido, hay queserialar el predominio casi absoluto de causales y temporales, hasta el puntode que entre esos dos tipos suman más de la mitad de todas las que apa-recen en la Crónica de Pedro I. Si tenemos en cuenta el carácter históricode 'ese texto, es razonable que así sea. En un texto de tal naturaleza se tratacon frecuencia de enlazar unos hechos con otros, bien en su relación cro-

2 He utilizado la edición de C. L. Wilkins, Madison, 1985, que transcribe el ms. B de laAcademia de la Historia (9-4765); pero también he tenido en cuenta la de C. Rosell, en laBAE, Madrid, 1875-1878, que sigue la edición de E. de Llaguno y Amirola (1779). Éste sesiryió de la versión preparada por G. de Zurita en el siglo XVII, para la que también tomócomo base el ms. 9-4765. Siempre que no se indique lo contrario, los pasajes proceden deWilkins; se cita página, columna y línea.

Hablaré siempre de subordinación adverbial para no tener que distinguir continuamentelos dos tipos que actualmente se consideran.

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nológica, bien en su relación causal, y así, mediante las temporales se dis-pone cada acontecimiento en su sucesividad o en su coexistencia con otros,en tanto que mediante las causales se intenta explicar la razón de los mis-mos, ya la razón real (causales reales), ya las razones invocadas por el autor(causales explicativas). Por el contrario, el Canciller, en esta obra, hace unlimitadísimo uso de las adverbiales de lugar y de las comparativas. En po-sición intermedia, con dispar incidencia, aparecen las demás. La frecuenciaes la siguiente4:

Causales, 1005; Temporales, 936; Finales, 655; Modales, 412; Condicio-nales, 220; Concesivas, 150; Consecutivas, 121; Comparativas, 65; Lugar,44.

1.

Comenzaré la descripción por las adverbiales propias. Entre ellas, des-tacan por su alto índice de frecuencia las que denotan una circunstanciatemporal, pues, como ya he dicho, el autor pretende establecer referenciaspara los acontecimientos que narra, referencias que, de una u otra forma,se aportan para acentuar la credibilidad. Como, por otra parte, se presentageneralmente la descripción de unos hechos en su sucesividad cronológica,el predominio de la expresión de esa contig-ŭidad temporal, en sus diversosmatices o grados, es patente. Ahora bien, en la narración de esa sucesiónde acontecimientos puede pretenderse destacar la anterioridad de unosrespecto de otros o su posterioridad. En la Crémica de Pedro I predominande manera notable las oraciones temporales que expresan hechos anterio-res a los que se describen en la dominante. En efecto, entre ellas, las queexpresan anterioridad superan con claridad a las demás (546 de las 936) ylos medios, nexos o traspositores para expresarla son más variados que losutilizados para la expresión de las otras relaciones de tiempo: desque, con277 apariciones, es el nexo temporal más utilizado en la Crónica; le siguenen frecuencia después que (185), luego que (68), así como, como (13). Básica-mente, estos nexos presentan características muy similares de uso. En pri-mer lugar, es casi absoluto el predominio de la anteposición de la temporal:473 antepuestas, 87%, frente a 70 pospuestas, 13% 5; de manera que hasta

4 En este cómputo no he tenido en cuenta las oraciones de gerundio, que a veces puedenservir para expresar relaciones de tiempo, modo, condición, etc. Véase J.L. Muñío Valverde,El gerundio en el español medieval (siglos Málaga, ed. Ágora, 1995, págs. 91-112. Tam-poco las temporales de anterioridad expresadas mediante participios del tipo «Esto fecho, elrey se fue para el Andalozia» (35a8).

5 Desque, 257 antepuestas, 20 pospuestas; después que, 146 antepuestas, 39 pospuestas; luegoque, 57 antepuestas, 11 pospuestas; asi como, todas antepuestas. En muy pocas ocasiones despuésde + infinitivo, antepuestas.

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la situación de la subordinada en el discurso viene a incidir significativa-mente sobre la intención comunicativa6.

Por lo que a los modos y tiempos verbales se refiere, el Canciller utilizasobre todo el indicativo; casi siempre los dos verbos van en pasado, y elindefinido predomina de manera muy general; así, la secuencia 'e desquellego a el besole las manos es con mucho la más abundante. Pero a veces seestablecen otras relaciones verbales. Especialmente significativas son aqué-llas en que el tiempo de la subordinada es el pretérito anterior 7, que acen-tŭa el sentido de inmediatez.

Desque y después que suelen indicar una anterioridad más o menos in-mediata, pero algo indefinida, imprecisa; por ello, cuando se pretende de-terminar o precisar esa inmediatez, se hace uso de algŭn referente adverbialen la principal que fija o sitŭa el acontecimiento expresado por la temporal.

Luego que y así como serialan con más nitidez la anterioridad inmediatade la temporal o, si se quiere, la posterioridad inmediata de la dominante,pero también se utilizan, en algunas situaciones, referentes temporales paraprecisar el momento de la acción principal.

Para la expresión de la simultaneidad, puntual o durativa, con todos susmatices, el Canciller Ayala utiliza en su Crónica de Pedro I sobre todo ora-ciones introducidas por cuando. A pesar de que es ese el nexo más generalpara marcar la temporalidad en los textos medievales 8 , en la Crémica de PedroI se utiliza en 263 ocasiones, algo menos, pues, que desque. Por otra parte,difiere en algunos aspectos de los nexos cuyó uso acabamos de describir.En primer lugar, la proporción de las secuencias temporales antepuestas,aunque sigue predominando, disminuye: 164 antepuesta:s (62%), frente a99 pospuestas (38%). La posposición ya no responde a esquemas más omenos estables como lo hace en el caso de los nexos desque, después que, ydepende más de factores estilisficos o contextuales 6 . Por lo que respecta a

Así pues, por lo que al orden se refiere, el tipo que predomina de modo casi absolutocon estos nexos es: «E desque llego en Marchena, desposaronlo con vna fija de don PeroPonce que dizian donna Maria Ponce» (18a51). Pero también es bastante habitual una or-denación que sitŭa el sujeto al comienzo de la oración; tras éste, se introduce la proposicióntemporal y, a continuación, el resto de la frase: «El rey, desque lo sopo que leuauan a donNunno, fue en pos ellos por gelo tomar» (25a41).

E desque Ilegaron besaron las manos. E el rey descaualgo del cauallo d,esque le ouieron besadolas manos (41a20,21; pero en BAE, e desque ge la ovieron besado, descavalgo el Rey del caballo,432aX); E contole commo la reyna donna Blanca su muger, desque biniera a Toledo, Ilegaraa la iglesia de Santa Maria de Toledo e non quisiera sallir (56a27); E esse dia luego sabadoen la noche, despues que el rey era ya en la cibdat de Burgos, la reyna donna Maria, madredel rey enbio vn escudero a..(24a28); E el rey enbio mandar a Seuilla que luego qzte su flotaalli Ilegasse se aparejassen veynte galeas bien armadas (107b42); E luego que el sea muerto, yoentiendo partir de aqui para Vizcaya (90a21).

8 Cf. E. Méndez García de Paredes, Las oraciones temporales en castellano medieval, Univer-sidad de Sevilla, 1995, pág. 50.

9 Así pues, en las temporales introducidas por cuando predomina la estructura: «E quandolos moros sopieron que non auia pan en Gibraltar, cercaron la villa» (14b1), aunque es asimismohabitual: «pero ella era muy moça quando con el caso» (26a26). Es también frecuente laanteposición del sujeto de la oración y la interpolación de la temporal.

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los modos y tiempos verbales empleados, se da con las oraciones introdu-cidas por cuando una mayor variedad. Sigue predominando la secuenciaindefinido + indefinido, pero aparecen también otras muchas, sobre todopara intentar precisar los distintos matices, a menudo difíciles de percibiro determinar, que puede presentar la simultaneidad o la coexistencia dedos acciones; por lo que, a veces, la temporal introducida por ese nexomarca incluso una acción inmediatamente anterior a la de la principal; porello, en esos contextos confluye con desque al que acabará desplazando.

En ocasiones, cuando aparece con antecedentes adverbiales o circuns-tanciales del tipo estonle quando (13b25, 31b44); agora quando (150b42);despues quando (155b52); y referentes en la principal del tipo estonle, luego,etc.'°.

Además de cuando en estructuras de imperfecto + imperfecto, para expresarla coexistencia del desarrollo de dos acciones, el Canciller también utilizaen quanto, en tanto que, pero solamente he contabilizado 11 y 3 casos, res-pectivamente. Por otra parte, hay que serialar la total ausencia de mientrasen la Crónica de Pedro I para la expresión de esa relación.

Cuando se pretende indicar, mediante una estructura oracional, unaacción posterior a la del verbo dominante, esto es, que la acción indicadapor este verbo se ha realizado antes que la indicada por la temporal, elCanciller utiliza exclusivamente proposiciones encabezadas por ante(s) que(un caso de en antes que), pero con una incidencia muy limitada. Empleaantes que en 49 ocasiones. Sigue la pauta de la anteposición de la temporal(31) frente a la posposición (18). Como la acción indicada por la temporales todavía no real (futura) en relación con la dominante, el modo verbalde aquélla es siempre el subjuntivo, prácticamente en todos los casos im-perfecto. La combinación casi ŭnica en las antepuestas es imperfecto/indefi-nido, en tanto que en las pospuestas es indefinido/imperfecto y en parecidaproporción pluscuamperfecto de indicativo/impeIfecto".

Para indicar el término que marca el fin, el límite temporal de unaacción, en la Crónica de Pedro I se utiliza regular y exclusivamente la tem-poral introducida por hasta que. Son éstas las ŭnicas oraciones en que serompe de modo absoluto el predominio de la anteposición de la subordi-nada, porque de 67 temporales introducidas por hasta que solamente 3aparecen antepuestas al verbo dominante. Por otra parte, y en comparacióncon el escaso empleo del subjuntivo en las otras (excepción hecha de lasintroducidas por antes que, que lo utilizan siempre), en éstas se utiliza confrecuencia, generalmente en estructuras dependientes de verbos de dic-ción, mandato, etc.; si bien es verdad que predomina la estructura indefi-nidolindefinido. En este sentido, se usa el indicativo cuando la temporal esun hecho real, cumplido respecto al verbo dominante y el subjuntivo cuan-

'° E. Méndez García de Paredes, «Construcciones de cuando con antecedente expreso encastellano medieval», Actas 11 CIHLE, I, Madrid, Pabellón de España, 1992, págs. 665-674.

" E antes que alla Ilegasse torno los casŭllos de... (130b44); e torno otra vez ante que fuessebien asoldada la quebradura (174b45); de lo qual tenia sus cartas e recabdos que le fizieraen Vayona, antes que de alli partiesse (171a40).

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do la temporal marca un hecho futuro a partir de cuyo cumplimiento seefectuará el indicado por la acción dominante. Cuando ésta es negativa,solamente se cumple una vez realizada la que indica la temporal, cuyotérmino se precisa para que a parfir de ahí pueda desarrollarse la domi-nante; en estos casos la temporal describe una acción/proceso anterior ala principal. Si este verbo es positivo se indica que se está realizando entanto que no se cumpla la acción indicada por la temporal".

2.

Menos abundante es la incidencia de las modales, de las que he llegadoa contabilizar 412 sólo teniendo en cuenta que éstas abarcan una serie dematices que sobrepasan el puro modo. ". Porque las que en realidad pre-cisan la manera como se desarrolla el contenido oracional son una partemuy limita.da de esas 412. Predominan de manera absoluta las introducidaspor segŭn (316), de las que más de los 3/4 aparecen como estructurasincidentales o marginales, separadas del resto de la oración por una pausaclara y con absoluta libertad de colocación respecto al verbo dominante;son especialmente abundantes los incisos del tipo segunnd dicho auemos,segunnd contaremos, etc., en posición inicial, media o final de la oración.Parece claro que estas oraciones tienen como objetivo destacar la confor-midad de lo que el narrador cuenta con hechos conocidos, por lo quesirven básicamente como argumento de autoridad y veracidad m y que, enese sentido, se podrían excluir del grupo de las modales.

En muy pocas ocasiones segŭn sirve para introducir modales reales. Lapausa, entonces, desaparece y la subordinada se pospone siempre. A vecesse introduce un antecedente modal, pero ello no determina que se tratede una modal real, pues una simple pausa tras ese referente áteraría eltipo de relación'5.

En mucha menor proporción se utiliza como (82). Con este relativo ad-verbial se introducen fundamentalmente modales reales, con las que seexpresa el modo' o manera' como se desarrolla el contenido oracional.En este caso la modal tiene menor libertad de posición, hasta el extremo

12 respondio el rey don Pedro que a esto de presente non dizia mas, fcrsta que viesse quedebdas fincauan por pagar (172b13); E estudo alli fasta que tomo el dicho castillo de Aragon(130b36); e prometieron de lo non enterrar fasta que aca,bassen la demanda que auian co-mençado (60a28); E estudo quedo fasta que alcaron el cuerpo de Dios e despues sallio de laiglesia (37b3); e estudo alli fasta que sano (38b35); e le firieron de muchas feridas fasta que morio(24b49).

13 C. Hernández Alonso, Gramática funcional del español, Madrid, Gredos, 1986, pág. 96.14 Despues que el rey don Pedro partio de Toro, segunnd auemos oydo, e se fue para

Segouia, finco su chançelleria en Toro (67b2); E muchas otras buenas -dichas ouieron sienprelos suyos en el su tienpo, segunnd lo fallaredes en la coronica que fabla deste rey don Alfonso(13b8).

15 ca non le uenian las cosas segunnd pensaua (130a52); E don Aluar Perez de Castrofizolo assi segunnd Aluar Rodriguez le conssejo (46a46).

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de que siempre aparece pospuesta al verbo dominante. Pero en muchoscasos no es fácil determinar dónde está el límite entre las puramente in-cidentales y las más integradas, incluso con antecedentes modales 16. Hayunos cuantos (15), sin embargo, en que como introduce oraciones inciden-tales que, al igual que las introducidas por segŭn, se separan del resto dela oración por pausas claras y tienen total libertad de posición 17. Sólo enunas pocas ocasiones se utiliza preposición +

3.

Las adverbiales menos habituales en la Crónica de Pedro /son las de lugar,de las que he contabilizado 44, la mayoría de ellas introducidas por do y,en unas pocas ocasiones (5), por donde. Este adverbio relativo está algunasveces acompariado de preposición, sobre todo a, pero también pory en unaocasión para y contra; otras, un adverbio de lugar actŭa como antecedente.Estas adverbiales suelen depender de verbos de movimiento, venir, llegar,tornar-se, entrar, y siempre aparecen pospuestas19.

4.

Como ya he anticipado, las causales son las más abundantes en la obraque estoy analizando. El primer hecho que hay que serialar es sin duda elnotable predominio de las introducidas por ca, que suman casi la mitad detodas ellas (458). Se suele admitir que ese nexo introduce sobre todo cau-sales explicativas. En la Crónica de Pedro I es verdad que muchas de ellaspertenecen a ese grupo, con todos los matices que se quieran describir;pero no es menos cierto que el Canciller se sirve muy a menudo de laconjunción ca para introducir causales reales, que exponen el motivo, larazón por la que es posible o necesaria la acción o proceso descrito en laotra oración". Las causales explicativas se suelen configurar como margi-

16 E en todas las otras cosas el rey les mando que seruiessen al maestre commo deuianseruir a su maestre e a su sennor (22b5); Assi pasaron estas cosas commo auedes oydo(173a50). Cf. R. Cano Aguilar, Sintaxis histórica de la comparaciim en español. La historia decomo,Universidad de Sevilla, 1995, pág. 39.

E pues ellos son, commo dezides, grannd gente e mucha... (176b20).18 E non seria vuestro servicio partirvos asi sin les decir ninguna cosa nin les fablar (BAE

433bX1I; en Wilkins no aparece el adverbio asz); e venian a mas andar contra ellos (58b44).19 E desque Ilegaron do estaua el conde e [...] fablaron con ellos aparte (59a7); e venieron

a do estaua el maestre de Calatraua (107a5); E partiosse dende e fuesse para do era el rey deAragon (85b43); e fue sin sentido alguno contra do estaua Juan Ferrandez de Henestrosa(93a4); e mando luego quemar al clerigo alli dande estauan sus tiendas (114a52; en BAE, do,504aIX).

" «E otros ayudauan a Ferrand Aluarez de Toledo, ca le ayudo Gutier Ferrandez deToledo e otros caualleros asaz» (60b40), esto es, yo puedo afirmar que a tal señor alguienle ayudó porque sé que le ayudaron tal y tal'; causal explicativa. «luego otro dia se tornopara Caruajales e dende fuesse para Portogal ca se non seguro de estar alli por miedo delrey ca ya las cosas se dannauan mas de cada dia» (46b54, 55); la razón real', el motivo porel que Juan Alfonso de Alburquerque se marcha a Portugal es porque no se siente seguro; yno se siente seguro porque las cosas con el rey van cada día peor; causa reál.

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nales, incluso prescindibles y, generalmente, una pausa clara las separa delresto de la oración; esto deberia permitir, en principio, su libre situaciónen el conjunto oracional y, sin embargo, las introducidas por ca siempre seposponen al verbo de la causada'21.

Pero lo que en relación con los análisis de las causales en la Edad Mediallama más la atención es la notable ocurrencia de las que presentan porcuanto como nexo en la Crónica de Pedro I (219), pues parece que su fre-cuencia es notoriamente superior a la de otras obras del siglo XIV 22 . Lasintroducidas por este nexo se colocan casi siempre tras el verbo dominante,aunque hay 45 antepuestas; generalmente hacen referencia a la causa realpor la que se aduce la principal, aunque también hay algunas explicativas;en determinados contextos se presentan coordinadas con porque, pues, por+ infinitivo, ca, que, e incluso con circunstanciales de causa23.

La conjunción porque es menos habitual que las anteriores (132). Elsentido de las oraciones que introduce ese nexo suele ser el de la causareal, y aquéllas aparecen generalmente pospuestas, (sólo en 20 ocasionesse • presentan antepuestas) 24.

Con una incidencia algo menor (98) aparecen las encabezadas por pues,cuya caracteristica básica es su anteposición (62), en contra de la tendenciageneral de las demás causales a la posposición. Indica generalmente causaconocida, de modo que la otra proposición, sobre todo cuando va pos-puesta, aparece como una consecuencia previsible o predecible de la cau-sa125.

También se sirve el Canciller para la expresión de la causa en 30 oca-siones de por + infinitivo. En estos casos la causal aparece casi siemprepospuesta (24). Y en algunas situaciones se acerca claramente a las finales26.

Hay un hecho interesante que habría que estudiar detenidamente. En general, lasversiones de BAE y Wilkins de la Cranica de Pedro I coinciden con bastante regularidad, puesutilizan como base el mismo manuscrito. Sin embargo, en el caso de la partícula ca haydiferencias apreciables. Las más abundantes son los cambios ca/e.

22 Así se desprende de las páginas que J. A. Bartol dedica a este nexo en su estudio Lasoraciones causales en la Edad Media, Madrid, Paraninfo, 1988, págs. 159-169, en que parecesostener el escaso uso de par quanto en el XIV.

23 El rey don Pedro parŭo de Seuilla e fue para Castilla por quanto auia de fazer cortes,las quales eran concordadas que se fiziessen en Valladolid (22a48); E por quanto eran muypocos non pudieron luenga mente anpararse e fizieron su pleytesia con los moros en estamanera (29b32); E delante vn notario publico dizia que se desnaturaua del rey don Pedrode Castilla e de Leon por que, sin lo merescer lo quisiera matar en vn tomeo. Otrossi porquanto desonrrara a donna Juana de Castro su hermana (55a9,1 1).

24 E dizen que esto fazia don Alfonso Ferrandez por que non queria tener cargo de ladicha donna Leonor (15b55); Enpero el rey por el afincamiento que le fazia el cardenal, epor que era assi hordenado de Dios, dexolos de seguir e estudo quedo en Logronno (115a34).

25 E dixo al cauallero que, pues el fecho era a esto llegado, que le plazia (168b40); e quepara seer seguro Gomez Carrillo de tales dezires que era mejor que dexasse de estar en lafrontera de Aragon pu,es sus parientes estauan cerca de la otra parte con el conde donEnrrique (117b32).

25 ..de lo qual sabia Dios que el papa tomaua grannd pesar: lo vno par auer g-uerra econtienda entre reyes Christianos otrossi por quanto por esta guerra cesaua la guerra delos moros (97b46); E el rey, por esperar a don Tello para lo matar con los otros quatro queestauan con el, por esto non mato a los otros que tenia acordado de matar (82a11).

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Considerada la partícula que en algunos aspectos como una especie de`comodín o conjunción universal, el Canciller Ayala hace uso de ella parapresentar relaciones de causalidad (68). Al igual que ca, suele introducir,aunque no de modo exclusivo, oraciones explicativas. Como ca, aparecesiempre pospuesta en la obra que comento 27 ; y es la que más dudas planteaa la hora de decidir si nos encontramos ante causales de una clase u otrao ante otros tipos de relación29.

Prácticamente no utiliza otros recursos para introducir oraciones cau-sales, pues sólo he encontrado dos encabezadas por ya que (pospuestas) yotras dos claras con como (antepuestas)29.

Sea cual fuere la conjunción que las introduce y su posición respectoal verbo de la otra proposición, en las causales se utiliza con regularidadel modo indicativo.

5.

Muy próximas a las causales, las oraciones finales" son abundantes enla Crónica de Pedro I (655). La mayor parte de ellas se introduce mediantela combinación de una partícula y un verbo en infinitivo o subjuntivo. Eneste grupo, el Canciller emplea, sobre todo, para + infinitivo (220) y por +infinitivo (160); en menor proporción recurre a porque + subjuntivo (61) ypara que + subjuntivo (23). Las propiedades principales de estas oraciones

e non lo querian enterrar fasta que ouiesse fin esta demanda que començaron, que assilo mandara don Iohan Alfonso en su testamento (61b38); Leuauan consigo el cuerpo de susennor don Juan Alfonso, que lo non auian avn enterrado, ca assi lo mandara el dicho donJuan Alfonso (64a13); pero la jtideria mayor non la pudieron tomar, que estaua çercada emucha gente dentro (71b42); ..pero que se partian de la su corte por que el dexara la reynadonna Blanca su muger [...]; otrossy por quanto los privados suyos [...] non tenian buenregimiento en el regno [...]; e de mas que se regelauan e temian de sus vidas (58a51).

Por ello, al igual que ocurría con ca, la distinta lectura en los dos textos que he ma-nejado es frecuente y significativa, como se muestra entre otros, en los siguientes pasajes: «eouo grant porfia que dizian los de Toledo que lo non deuian pagar» (30a14; en BAE, «porquedecian» (422aXVIII); «e que esto non lo deuian tener ellos por marauilla que sienpre fueraen el mundo los reyes e los prirnipes de auer privados a aquellos que...» (62b35; en BAE,«ca sienpre» (455aXXXII).

29 E los moros llegaron al rio de Guadiana do era el paso, e fallaron y los christianos, equisieron defender el rio ya que viyan que non podian pasar (124a 11); e commo fallo lasgaleas sin gentes que las pudiessen gouernar, dio el viento al traues con las galeas a la costa..(94a21); (en los dos pasajes anteriores podrían existir matices temporales); E que los vizcay-nos, commo son omnes a su voluntad, tomassen con ella alguna ymaginacion por que..(155b43).

" Son especialmente próximas las introducidas con por + infinitivo, «que le cunplia partirde Castilla e tornarse para su tierra, lo vno por le non Jazer costa al rey don Pedro, nin [...],otrossy por que auia nueuas que los franleses començauan fazer guerra» (171a46); «Otrossique bien sabia el rey don Pedro que commo quier que con el venieran tantas buenas con-pannas, non venieran por aquellas pag-as que les fizo el, saluo par el grannd afincamiento etrabajo que el principe pusiera en los fazer contentos e pagados e por seer algunos amigosdel, e otros vasallos del rey de Inglaterra, su padre, e par le fazer plazer» (172a23).

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son, en primer lugar, su posposición en la mayor parte de las ocasiones3'y, por otra parte, que cuando el verbo está en forma personal siempreadopta el modo subjuntivo, dado que la final se considera futura, y portanto irreal, respecto al verbo dominante32.

Hay otro grupo numeroso (115) en que aparece la secuencia verbo per-sonal + a + infinitivo, con claro matiz final, si bien es cierto que algunasveces puede pensarse en perífrasis con ese sentido. En algunos casos (27),desaparece la preposición a, pero el sentido final permanece33.

En 49 ocasiones se utiliza la secuencia verbo + que + subjuntivo, aunquehay contextos en que es difícil determinar si nos hallamos ante una final,una relativa o una sustantiva de complemento directo. Sólo en alg ŭn casono muy claro se hace uso de expresiones del tipo en tal que + subjuntivo,en manera que + subjuntivom.

6.

Para la expresión de la condicionalidad, el Canciller Ayala se sirve demanera sistemática en esta Crónica de la oración introducida por si: entrelas 220 de ese tipo que he visto, 210 se presentan con esta conjunción. Lagran mayoría de ellas aparece en posición anterior (166), en tanto quepospuestas solamente se encuentran 39. Hay algunas en posición interna35,entre dos elementos oracionales y separadas, a modo de paréntesis, porpausas claras.

31 Para + infinitivo, 212 pospuestas; por + infinitivo, 141 pospuestas; porque + subjuntivo,56 pospuestas; para que + subjuntivo, todas pospuestas. Esto es, entre 464, 432 pospuestas (el90%).

32 e pasaron los moros la puente para pelear con los Christianos (125a47); e para encargarmas al dicho rey de Portogal por que ayuda le fiziesse, enbiaua dezir que... (151b40); que estauaen Espanna par poner paz entre los reyes de Castilla e Aragon (121a20); e por se mantenerfazian guerra en aquella tierra de Prouincia (131a13); Dios por su merced ouo piedad detodos los de estos regnos por que non fuesse este mal cada dia a mas (163b49); E por que elfuesse derto de sus voluntades quales eran, cada uno dellos le enbiaua vn su escudero que...(169a9); e dende enbio sus mensageros a las conpannias para que le viniessen luego a ayudar(146b19).

33 auia enbiado a ellos sus mensageros a les rogar que le viniessen ayudar (131a16); e nonse atreuio a venir a pelear con el rey de Castilla (106b22); Otros dizian que era bien de yr elrey pelear con aquella flota de Aragon (106b5); e todos le conseiaron que se viniesse poner enla tu merçed (127a44); e don Ferrando vino cercar otro cauallero de Gallizia (155a15); Etornosse don Ferrando luego a cercar a Monte Rey (155a29).

34 «Pidio merced al rey que le diesse licencia que la pudiesse yeer» (22b24); «E IohanFerrandez de Henesuosa dio la dbdad de Taracona que la touiesse a vn cauallero de Castillasu pariente» (87b28). Hay algŭn caso en que parece haberse producido una mezcla de finaly relativa, «E mando el rey a vn omne [...] que diesse yeruas a la reyna para con que muriesse»(122a13). «e que el rey de Aragon queria fazer todo lo que el infante quisiesse en tal que senon partiesse del regno de Aragon» (137b53); «e desque viniesse, el lo oyiia e faria justiçiadel, en manera que el rey de Castilla se touiesse por contento» (84a9).

35 E dixo el cardenal que a el parenia, si el rey por bien touiesse en estas cosas, que secatasse algunnd buen remedio (101a49).

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LA SUBORDINACIÓN ADVERBIAL EN LA CRONICA DE PEDRO I DEL CANCII I FR P LÓPEZ DE AYALA 641

Por lo que a la relación de tiempos y modos se refiere, en las condicio-nales antepuestas predomina la secuencia imperfecto de subjuntivo (-se)/ poten-cial, con 51 casos; le sigue a cierta distancia la combinación impelfecto desubjuntivo/ imperfecto de subjuntivo, en 23 ocasiones. Se dan también otrascomo presente de indicativo/ presente de indicativo (16) y futuro de subjuntivo (-re)/ presente de indicativo (9), estas dos ŭltimas casi todas en textos que trans-criben parlamentos orales o cartas36.

Entre las condicionales pospuestas introducidas por si predomina la se-cuencia potencial/ imperfecto de subjuntivo (-se), que aparece en 10 ocasiones.En transcripción de parlamentos orales es más normal la serie presente deindicativo/ presente de indicativo (4) 37 .

Hay unas pocas condicionales introducidas mediante otros nexos, con-junciones o traspositores, en caso que, a menos que, con que, como, do, saluo,en tal que, pero no en más de alguna ocasión por cada uno de ellos38.

7.

De mayor variedad de conjunciones hace uso el Canciller para la ex-presión de la concesividad. Pero entre todas ellas la más usada con dife-rencia es commo quier que, de la que he contabilizado 85 apariciones. Demodo mayoritario las concesivas introducidas por ese nexo se anteponenal otro verbo (53), en tanto que aparecen en 18 ocasiones pospuestas y en14 en combinaciones algo confusas en las que a veces es difícil determinarel verbo de la otra proposición.

Por lo que a este nexo se refiere, es preciso indicar que en 45 ocasionesen que commo quier que presenta una concesiva antepuesta, la otra oraciónse muestra como una réplica introducida por pero, empera", de modo quesi se suprimiera la partícula concesiva, las dos oraciones aparecerían en

" e que relelauan que si todos entrassen en la libdad que aurW roydo (24a4); e que donlohan Alfonso si su voluntad fuesse de estar en Portogal que lo ftziesse assi (45a31); E si a losquarenta dias non les acorriesse, que ellos Ilana mente entregassen la dicha villa (132a22); E sialguno o algunos dizen que el fizo contra vuestro seruilio alguna cosa, el esta presto para sesaluar (44a4); E apercibo vos de tanto que sy lo non fazedes que vos estades en peligro devuestra persona (79b12); e si fallaren que yo tome de sus tesoros o rentas o dineros cosa quenon deuiera tomar, yo lo quiero pechar luego commo fuere razon (51a24); e si al quisiere fazeryo lo dexo todo en el poder, e hordenança, e justilia de Dios (101a15).

37 e que era omne muy fuerte e podria pasar mal si non lofiziessecommo el queria (130b8);e este es mi consseio sy san los fechos assi commo suenan (177a13).

" mas do vos con tantas gentes e con tantas buenas conpannas non vos atreuedes a ladefender, fflue queredes que nos fagamos? (149a10); luego le enbiaron dezir que todos ellosestauan prestos para se obligar en la quan ŭa que el quisiesse por su rendicion, en tal quefuesse delibre de la prision (169a4); pero en caso que el non los pudiesse tan ayna acorrer,que les mandaua que antes se diessen.. (188b36).

E commo quier que todo esto dizia don lohan Alfonso conssejando al rey bien emperoplaziale de lo arredrar de donna Maria de Padilla (39a2); e canzmo quier que auia en ellagrandes caualleros e fijos dalgo pero los que tenian la carga de la libdad eran estos: (185b22);E comnw quier que el mossen Beltran dubdo de fazer esto, pero por la acucia de algunosparientes suyos fizolo asi (197b13).

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relación adversativa, lo que nos revela la proximidad entre ambos tipos deoraciones".

En cuanto al modo verbal de la concesiva, éste aparece generalmenteen indicativo (73); el subjuntivo (9) solamente se utiliza en posición ante-rior. Hay otras combinaciones verbales, pero no constantes. En alguna oca-sión, incluso, aquélla no necesita verbo porque es el mismo de la domi-nante41.

En 29 concesivas se sirve de la conjunción maguer(a). Entre ellas, 17 enposición anterior y 12 posterior. Utiliza generalmente el indicativo en lasdos oraciones. Solamente hay algŭn caso de subjuntivo en la concesiva pos-puesta y tampoco es frecuente que se introduzca la no concesiva con em-per042

Menos habituales son los nexos aunque (16) y puesto que (12). En rela-ción con aunque, hay que destacar que, frente a las demás partículas, conésta abundan las concesivas pospuestas; predomina la secuencia indicativo/indicativo, que aparece en nueve pasajes; en cinco la concesiva emplea elsubjuntivo y la otra el indicativo43 . Se debe hacer constar, además, respectoal uso de aunque, que hay notables diferencias, en muchos casos, entre lasediciones de la BAE y Wilkins44.

40 En otros textos este hecho se da también en construcciones con aunque. Cf. C. Sara-legui, «Construcciones que acumulan aunque...pero en el espariol clásico», en Actas del I CIH-LE, I, págs. 813-822.

41 E el rey Enrrique, commo quier que sopo commo el dicho mossen Hugo partia del, e lepudiera el rey fazer algund enojo, non lo quiso fazer (160a22); ..11ego a Monte Agudo que,commo quier que Monte Agudo fuesse de Castilla, estaua alçado contra el rey por que era dedon Tello (94b44); E el rey non auia voluntad de pelear con el conde por quanto ya nonamaua tanto a don Iohan Alfonso de Alburquerque commo solia commo quier que lo nonentendian assi todos (40a31); E fizieronlo assi los freyres de Alcantara, commo quier que nonde buena voluntad (76a21).

42 que maguer llego grannd mannana çerca la çibdad, era mas de ora nona quando llegoa su palado (154a15); E el rey Bermeio, que tenia ya apoderado el regno, fizo su tregua conel rey don Pedro, maguer al dicho rey don Pedro non le plugo dello (128b6); en lo qual yoseria muy agradable, maguer en mis juyzios fincase contrario e non verdadero (194a36);Otrossi las gentes dellos de cada dia menguauan ca maguera en la villa auia mucha vianda,pero non la osauan tomar por no perder la voluntad de los de la villa (77b30).

43 E avn que don Simuel al entendia, non osaua dezir al (43a54); [vais a llevar a tal estadovuestro reino] que mi sennor e mi padre, el rey de Inglaterra, nin yo avn que quisiessemos,non vos podriamos valer (170a45); los reyes [...] quando fazen armadas, toman los nauiosque fallan por sueldo, avn que sean de amigos. E por esto, tomaron las siete galeas e del reyaquella carraca de veneçianos, avn que eran amigos del rey. (104a48, 50).

44 En BAE, 426aIII, «é non le falló aunque estovo grand tiempo allá»; en Wilkins 34a24,«e non lo fallo e estudo grannd tienpo alla». Pero es más frecuente que alg ŭn aunque deBAE aparezca como pero que en Wilkins: «E el cardenal dixo que el trabajaria en ello, ellegaria a Almaçan do el rey de Castilla estaua, e lo veria con el, pero que bien pensaua quenon se podria fazer » (102b4; en BAE igual pero sustituye el pero que por aunque). Lo propioocurre en otros pasajes: «e otro dia fizo los matar el rey en Valladolid por quanto ouosospecha que eran en fabla con don Pero Nunnez por vnas cartas que fallo que se enbiauan,pero que ellos se desculpauan» (113a4; BAE, 502bV, aunque). E incluso en alguna ocasióndonde BAE pone aunque, Wilkins prefiere otro tipo de construcción como en el caso siguien-te, en que introduce una oración de gerundio con valor concesivo: «E asi eran los fechos

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LA SUBORDINACIÓN ADVERBIAL EN LA CRONICA DE PEDRO 1 DEL CANCILLER P. LÓPEZ DE AYALA 643

Con relación a puesto que, quiero destacar fundamentalmente un hecho:ocho de esas doce oraciones se encuentran en párrafos que transcribenuna especie de lengua oral: parlamentos de alg ŭn personaje o cartas; sietede esas doce oraciones se encuentran en una misma carta. Seis de éstasaparecen antepuestas y dos pospuestas. El verbo de la concesiva es siempresubjuntivo y el de la otra oración es imperativo en siete45.

Hay alguna otra expresión para introducir oraciones concesivas pero ennŭmero muy limitado. Tal es el caso de sintagmas como por + SN + sub-juntivo, algŭn que y pero que ya comentados en nota 4446•

8.

Las oraciones consecutivas no son muy empleadas por el Canciller Ló-pez de Ayala, sobre todo, las consideradas por la Real Academia del segundotipo o incluidas entre las bipolares en estudios recientes, esto es, aquéllas queexpresan «la consecuencia de una acción, circunstancia o cualidad indicadaen la oración principal a la que se unen por medio de la conjunción que,la cual se refiere a los antecedentes tanto, tan, tal, de modo, de manera, así,generalmente expresos en la principal» 47 . De este modo, la consecutivaviene exigida por ese elemento, y de no expresarse la oración quedaríaincompleta.

Así, de las 121 oraciones consecutivas que he localizado, solamente 45pertenecen a este segundo tipo, en tanto que las 76 restantes deben en-cajarse en las comŭnmente consideradas coordinadas y en cuya primeraproposición no aparece ningŭn elemento al que referirse la conjunción olocución que introduce la consecutiva. Entre estas conjunciones o locucio-nes predomina claramente en guisa que, pero también se utilizan, en unaspocas ocasiones, otras como en manera que, por tanto, asi que y, algunas veces,

tan dañados, que aunque estaba el Cardenal con el rey, la guerra non cesaba en aquellosdias, antes era más crua» (BAE, 468bX1X), que Wilkins pone «..tan dannados e, estando elcardenal don Guillen con el rey, etc.» (77b8).

Ello nos hace pensar, en contra de lo que opina J.L. Rivarola (Las conjunciones conce.sivasen español medieval y clásico, Max Niemeyer, Tŭbiugen, 1976, pág..89), que no debe conside-rarse que el Canciller Ayala muestre cierta preferencia por esta conjunción, dado que laemplea prácticamente en un contexto muy definido y solamente en 12 ocasiones. Véansealgunos pasajes, «e dad los oficios a los que los pertenescen, puesto que los non queradesbien. E non los dedes a los que non son pertenescientes a ello, puesto que los bien querades»(175a6,8); «E rescibid sienpre los desculpamientos de los vuestros, puesto que sepades que sonmentirosos» (175a32); «e puesto que vos non temades de sus juramentos, deuedes vos temerde sus maldiciones» (175b4).

46 por muchas protestaciones que fiziera (53a26); por menester que aya (182b49); porpequenno que sea (193b24).

47 Esbozo de una nueva granzálica de la lengua española, Madrid, Espasa-Calpe, 1973, pág.553.

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que". Pero si bien es cierto que en estos casos la consecutiva no vieneexigida por ningŭn antecedente de la otra oración, no deja de ser frecuenteque en ésta haya algŭn elemento ponderativo que parece actuar como losantecedentes tan, tal, tanto del otro tipo de consecutivas49.

Por lo que a las consideradas bipolares se refiere, la partícula que act ŭacomo antecedente del que introductor de la consecutiva de más frecuenteaparición es tan, tal; también alguna vez tanto y en tal manera50.

Dadas sus características, estas oraciones cumplen siempre dos premisas:la consecutiva se pospone a la otra oración; además, se utiliza el modoindicativo, puesto que la consecuencia es un hecho real, ya cumplido. Hay,sin embargo, unos pocos casos en que el verbo adopta el subjuntivo, y enellos nos encontramos ante un sentido claramente final, pero no deja depercibirse, también con claridad, la relación de consecuencia que le con-fiere a la oración la correlación de las partículas en juego51.

9.

Del mismo modo hace el Canciller un uso muy limitado de las com-parativas (en 65 ocasiones). Las correlaciones más frecuentes son tan/tanto-como, mas-que, assi-commo, tal-commo, tanto-quanto, que, salvo mas-que, expresanuna relación de igualdad52.

e luego le tiro otro dardo, en guisa qu,e el Arias Vazquez con las feridas del cauallo salliodel canpo (122b42); e eran ya menguadas muchas de las gentes, de guisa que estauan en laçibdad muy pocos (194b54); E los de la auanguarda del principe retrayeronse vn poco quantovna pasada, en manera que los de la auanguarda del rei don Enrrique cuydaron que vencian(164b19); e fazian dende mucha guerra a toda la tierra. E por tanto fizo el rey su pleytesiacon estos caualleros [...] que non fiziessen g-uerra (73b16); e fue comer a Lerma que es asiete leguas de Burgos, e fue a dormir a Gumiel de Gan otras linco leguas; assi que andudoaquel dia doze leguas (149a40); e fizo matar todas las conpannas que fallo de las dichascinco galeas que non escapo ning-uno (144a8).

49 e avn pasaran juramentos mui grandes entre ellos en manera que el rey don Pedro setouo por asegurado ende (197b20); E este anno ouo en Seuilla muy grandes crelimientos delrio Guadalquiuir en guisa que cerraron e calafatearon las puertas de la libdat (47b30).

5° pero la libdad es tan fuerte que pocos omnes la defenderian (194b55); ca en tal oraesto que non deuo dezir si non verdat (117a53); Enpero el rey tanto se afirmo en ello quegelas dieron (178a19); E el rey amaua mucho a la dicha donna Maria de Padilla, tanto quenon auia voluntad de casar con la dicha donna Blanca de Borbon (38a55); E en tal guisa sehordenauan los ingleses que los de cauallo non los podian desbaratar en -ninguna manera(162b4); E guisosse en tal manera que ouieron de pelear lerca de Moncayo (108a47).

51 Antes mando a lohan Ferrandez de Henestrosa [...] que fuesse luego alla e pusiessetal recabdo commo ella non pudiesse por ninguna manera partir de alli del alcaçar (72b53);fizo cercar el dicho logar enderredor en guisa que omne del mundo non pudiesse sallir(131b24); e mandaua a ellos que fablassen con el por tal manera que la batalla non se fizie,sse(1611344); e fablaria en tal manera por que ellos fincassen suyos e de su parte (170a3), en esteŭltimo pasaje hay una combinación de final consecutiva y relativa de notable interés.

52 E el rey non auia voluntad de pelear con el conde por quanto ya non amaua tanto adon Iohan Alfonso de Alburquerque commo solia (40a29); e ningunos de los de la otra partenon tenian tan buen cabdillo commo ellos tenian con el (106b8); e non deuia fallener a losque tal caso commo el auian auido (180b5); nin seria en su conpannia de ninguno que mayor

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10. CONCLUSIONES

Del análisis de los datos que acabo de presentar se puede concluir queel Canciller Ayala recurre a la subordinación adverbial con profusión, sobretodo a la causal y a la temporal, en secuencias que configuran unas estruc-turas bien definidas y poco variadas, incluso podríamos decir que limitadas.Porque si comparamos los diversos nexos y medios que se han descrito parala expresión, en la lengua medieval, de las relaciones que he estudiado53,podemos observar una utilización restringida y muy constante, por partedel Canciller, de sólo unos cuantos de aquellos medios. Pero esto, lejos deconstituir una deficiencia, viene a mostrar una creciente seguridad, unafirmeza en el uso de la lengua, que es, a la larga, lo que confiere relativaestabilidad a los sistemas

fuesse que el (111a43); e el partio assi con los estranjeros que con el venian commo con lossuyos (154a20); e non ouo ninguno que mas arredrado fuesse de este pecado que el fue enel tienpo que el fue parescido en carne (176a22); E es menester el sosiego mas que el fervor,e tener pagados a los vuestros mcjor que a los estrannos (177a45).

53 Cf., entre otros, J.L. Rivarola, Las ccmjunciones concesivas, cit.; A. Narbona, Las proposi-ciones consecutivas en español medieval, Universidad de Granada, 1978; J.A. Bartol, Las oracionescausales, cit.; R. Eberenz, «Las conjunciones temporales del español: esbozo del sistema actualy de la trayectoria histórica en la norma peninsular», BRAE, LXII, 1982, págs. 289-384; G.Rojo y E. Montero, La evolución de los esquemas condkionales (potenciales e irreales) desde el Poemadel Cid hasta 1400, Universidad de San ŭago de Compostela, 1983; E. Méndez García, Lcisoraciones temporales, cit.