La república de los atenienses - Pseudo-Jenofonte (trad)

8
A propósito del régimen político de los atenienses, el hecho de que escogieran tal tipo de régimen no lo alabo porque, al escogerlo, eligieron que a la chusma le fuera mejor que a la gente de bien. No, no lo alabo por lo dicho. Pero haré ver lo siguiente: que, una vez que esto les pareció así, preservan bien su régimen y adoptan en su propio i nterés las otras med idas que a lo s restantes grieg os les parecen erradas. (2) Así pues, diré lo siguiente en primer lugar: que es justo que allí los pobres, igual que el pueblo, tengan más peso que la gente noble y rica. Es que el pueblo es el que pone en movimiento los barcos y el que aporta el poder a la ciudad: los timoneles, los cómitres, los contramaestres, los proeles y los carpinteros, éstos son los que le aportan su poder a la ciudad, mucho más que los hoplitas, los nobles y la gente de bien. Pues bien, dado que la situación es tal, parece justo que todos participen en los cargos públicos, tanto en los designados por el actual sistema de sorteo como en los elegidos por votación a mano alzada, y que al ciudadano que quiera le sea permitido hablar. (3) Más aún: cuantas magistraturas comportan la supervivencia de todo el pueblo si están bien desempeñadas, o bien un peligro si no lo están, en estas magistraturas el pueblo no pide en absoluto participar, no creen que deban tener parte por sorteo ni en los cargos de general ni de comandante de la caballería (es que el pueblo sabe que saca más provecho si no está él al frente de estos cargos y deja que los desempeñen los más poderosos); pero, cuantas magistraturas comportan un sueldo y provecho para la casa, el pueblo busca desempeñar éstas. (4) Además está lo que algunos miran con asombro, que en cualquier ocasión son más generosos con la chusma, los pobres y la plebe q ue con la gente de bien: con estas mismas medidas garantizan a las claras la supervivencia de la democracia. Es que, si les va bien a los pobres, a la gente común, a los de peor condición, y aumenta el número d e los tales, dan gran auge a la democracia . En cambio, como les vaya bien a los ricos y a la gente de bien, la plebe está fortaleciendo el elemento contrario a ella. (5) En cualquier tierra la parte mejor es contraria a la democracia, pues entre los mejor es hay un mínimo de indisciplina e injusti cia y un máximo de rectitud en lo que al bien se refiere; entre el pueblo son máximas la ignorancia, la indisciplina y la vileza. Es que la pobreza los conduce ante todo a los actos vergonzosos, y la falta de educación e ignorancia a la que se enfrentan algunos hombres por falta de recursos. (6) Habrá quien diga que sería necesario no dejar que todos hablasen y deliberaran en pie de igualdad, sino sólo los varones más diestros y mejores. Pero ellos también en este punto toman las mejores decisiones cuando permiten que también la chusma hable. Es que, si las gentes de bien hablaran y deliberaran entre ellos, a sus semejantes les iría bien pero no a la plebe; ahora, en cambio, al levantarse para hablar el que quiera, un hombre de la chusma, da con lo que es bueno p ara él y sus semejantes. (7) Habrá quien diga: Un hombre de esta índole, ¿cómo podría saber lo que es bueno para él o para el pueblo?. Ellos saben que la ignorancia, la vileza y el favoritismo de éste les beneficia más que la virtud del hombre de bien, s u sabiduría y su animosidad. (8) Así pues, una ciudad no puede ser la mejor gracias a estas disposiciones, pero la democracia garantiza así su supervivencia de la mejor forma. Es que el pueblo no quiere vivir como siervo mientras la ciudad disfruta de un b uen régimen, sino que quiere ser libre y mandar, y le importa poco la mala marcha de la política. Sucede que, lo que tú consideras que

Transcript of La república de los atenienses - Pseudo-Jenofonte (trad)

Page 1: La república de los atenienses - Pseudo-Jenofonte (trad)

8/8/2019 La república de los atenienses - Pseudo-Jenofonte (trad)

http://slidepdf.com/reader/full/la-republica-de-los-atenienses-pseudo-jenofonte-trad 1/8

A propósito del régimen político de los atenienses, el hecho de queescogieran tal tipo de régimen no lo alabo porque, al escogerlo, eligieron que a lachusma le fuera mejor que a la gente de bien. No, no lo alabo por lo dicho. Pero haréver lo siguiente: que, una vez que esto les pareció así, preservan bien su régimen yadoptan en su propio interés las otras medidas que a lo s restantes griegos lesparecen erradas.

(2) Así pues, diré lo siguiente en primer lugar: que es justo que allí los pobres, igualque el pueblo, tengan más peso que la gente noble y rica. Es que el pueblo es el quepone en movimiento los barcos y el que aporta el poder a la ciudad: los timoneles,los cómitres, los contramaestres, los proeles y los carpinteros, éstos son los que leaportan su poder a la ciudad, mucho más que los hoplitas, los nobles y la gente debien. Pues bien, dado que la situación es tal, parece justo que todos participen enlos cargos públicos, tanto en los designados por el actual sistema de sorteo comoen los elegidos por votación a mano alzada, y que al ciudadano que quiera le seapermitido hablar. (3) Más aún: cuantas magistraturas comportan la supervivencia detodo el pueblo si están bien desempeñadas, o bien un peligro si no lo están, en estas

magistraturas el pueblo no pide en absoluto participar, no creen que deban tenerparte por sorteo ni en los cargos de general ni de comandante de la caballería (esque el pueblo sabe que saca más provecho si no está él al frente de estos cargos ydeja que los desempeñen lo s más poderosos); pero, cuantas magistraturascomportan un sueldo y provecho para la casa, el pueblo busca desempeñar éstas.(4) Además está lo que algunos miran con asombro, que en cualquier ocasión sonmás generosos con la chusma, los pobres y la plebe q ue con la gente de bien: conestas mismas medidas garantizan a las claras la supervivencia de la democracia. Esque, si les va bien a los pobres, a la gente común, a los de peor condición, y aumentael número de los tales, dan gran auge a la democracia. En cambio, como les vayabien a los ricos y a la gente de bien, la plebe está fortaleciendo el elemento

contrario a ella. (5) En cualquier tierra la parte mejor es contraria a la democracia,pues entre los mejores hay un mínimo de indisciplina e injusticia y un máximo derectitud en lo que al bien se refiere; entre el pueblo son máximas la ignorancia, laindisciplina y la vileza. Es que la pobreza los conduce ante todo a los actosvergonzosos, y la falta de educación e ignorancia a la que se enfrentan algunoshombres por falta de recursos. (6) Habrá quien diga que sería necesario no dejarque todos hablasen y deliberaran en pie de igualdad, sino sólo los varones másdiestros y mejores. Pero ellos también en este punto toman las mejores decisionescuando permiten que también la chusma hable. Es que, si las gentes de bienhablaran y deliberaran entre ellos, a sus semejantes les iría bien pero no a la plebe;ahora, en cambio, al levantarse para hablar el que quiera, un hombre de la chusma,

da con lo que es bueno p ara él y sus semejantes. (7) Habrá quien diga: Un hombrede esta índole, ¿cómo podría saber lo que es bueno para él o para el pueblo?. Ellossaben que la ignorancia, la vileza y el favoritismo de éste les beneficia más que lavirtud del hombre de bien, s u sabiduría y su animosidad. (8) Así pues, una ciudad nopuede ser la mejor gracias a estas disposiciones, pero la democracia garantiza así susupervivencia de la mejor forma. Es que el pueblo no quiere vivir como siervomientras la ciudad disfruta de un b uen régimen, sino que quiere ser libre y mandar, yle importa poco la mala marcha de la política. Sucede que, lo que tú consideras que

Page 2: La república de los atenienses - Pseudo-Jenofonte (trad)

8/8/2019 La república de los atenienses - Pseudo-Jenofonte (trad)

http://slidepdf.com/reader/full/la-republica-de-los-atenienses-pseudo-jenofonte-trad 2/8

no es un buen régimen, de ello mismo saca su fuerza el pueblo y se torna libre. (9) Ysi buscas un buen régimen político, en primer lugar verás a los más diestrosdictándoles las leyes; luego la gente de bien castigará a la chusma, deliberaránacerca de la ciudad y no consentirán que hombres alocados deliberen ni hablen niparticipen en la asamblea. Sí, gracias a estas buena s medidas el pueblo caeríarápidamente en la servidumbre.

(10) Por otra parte, en Atenas hay una indisciplina enorme entre los esclavos ymetecos, y allí ni es posible golpearlos ni el esclavo te cederá el paso. Yo explicarépor qué existe esta costumbre local. Si fuera legal que golpease el hombre libre alsiervo, al meteco o al liberto, a menudo uno, creyendo que el ateniense era unsiervo, le daría un golpe; es que, por su vestido, el pueblo no aventaja allí en nada alos esclavo y metecos, y su aspecto no es en absoluto mejor. (11) Y si alguno seadmira también de esto, de que permitan que los esclavos vivan allí a sus anchas, yque algunos se den la gran vida, también esto se vería a las claras que lo hacen conintención. Ocurre que, donde hay un poder marino, por fuerza prestan su serviciolos galeotes a cambio de dinero, de manera que su amo recibe las aportaciones de

lo que trabajan y los libera. Y, donde hay esclavos ricos, allí ya no trae cuenta que misiervo te tenga miedo. Pero en Lacedemonia mi siervo te teme. Y, en el caso de quetu siervo me tema, posiblemente pagará de su propio dinero con tal de no correrpeligro en su persona. (12) Así pues, por esto les dimos también libertad de palabraa los siervos frente a los libres; y a los metecos fre nte a los ciudadanos porque laciudad precisa de ellos tanto por la gran variedad de labores artesanas como por laflota. Por esto, pues, les concedimos también con lógica la libertad de palabra a losmetecos.

(13) Allí el pueblo ha hundido a quienes se e jercitan en la educación gimnástica ypractican las actividades musicales, pues piensa que esto no es bueno ya que sabe

que no es capaz de ejercerlas. Por otra parte, en lo tocante a las coregías, laorganización de certámenes gimnásticos y de trierarquías , saben que los ricos sonquienes desempeñan la coregía mientras que el pueblo es quien se beneficia de ella,y que los ricos organizan los certámenes gimnásticos y las trierarquías a la vez quees el pueblo quien saca provecho de las trierarquías y los ce rtámenes. Por tanto, elpueblo juzga justo pedir dinero por cantar, correr, bailar y bogar en los barcos, paraque él tenga y los ricos, al tiempo, se vuelvan más pobres. Y en los tribunales no lesimportancia más la justicia que lo que sea conveniente par a ellos.

(14) Por lo que se refiere a los aliados sucede lo siguiente: cuando los ateniensesefectúan sus viajes delatan, según parece, y vuelven odiosa a la gente de bien, pues

saben que, por fuerza, el que gobierna es odiado por el gobernado, y que, si losricos y poderosos cobran fuerzas en sus ciudades, el mando del pueblo en Atenasdurará poquísimo tiempo; así pues, por esto deshonran a la gente de bien, lesarrebatan sus riquezas, los expulsan y los matan, mientras que exaltan a la chusma.Los atenienses de calidad prestan socorro a la gente de bien en las ciudades aliadas,pues saben que siempre es bueno para ellos socorrer en las ciudades a los mejores.(15) Alguno podría decir que esto supone fuerza para los atenienses, si los aliadosson capaces de aportar riquezas. Pero a la gente del pueblo le parece que es un bien

Page 3: La república de los atenienses - Pseudo-Jenofonte (trad)

8/8/2019 La república de los atenienses - Pseudo-Jenofonte (trad)

http://slidepdf.com/reader/full/la-republica-de-los-atenienses-pseudo-jenofonte-trad 3/8

mayor que las riquezas de los aliados las guarde cada ateniense por su cuenta, y queaquéllos tengan lo necesario para vivir y que trabajen sin ser capaces de conspirar.

(16) El pueblo de Atenas también parece que toma una mala decisión en esto, en lode que obligan a los aliados a navegar hasta Atenas para participar en los juicios.Pero ellos replican cuántos bienes aporta ello al pueblo de los atenienses. Primero,el recibir durante todo el año el sueldo que se saca de las costas. Después,administran las ciudades aliadas sentados en casa, sin sacar a la mar los barcos, y alos del pueblo los protegen mientras que a sus rivales los destruyen en lostribunales. Pero, si cada cual celebrara los juicios en su casa, hundirían a aquéllos desus ciudadanos que fueran más afectos al pueblo de los atenienses por estarirritados con ellos. (17) Además de esto, el pueblo ateniense saca el siguienteprovecho de que los aliados celebren sus juici os en Atenas. Primero, la centésimadel Pireo que recibe la ciudad se incrementa; (18) después, si uno tiene una casa dehuéspedes, le va mejor; luego, si uno tiene una yunta o un esclavo, le aportan unalquiler; además, los heraldos sacan ventaja de las e stancias de los aliados. Junto aesto ocurre que, si los aliados no acudieran a los juicios, sólo honrarían a los

atenienses que hicieran la travesía: estrategos, trierarcas y embajadores. Ahora, encambio, cada uno de los aliados está en la obligación de adular al pueblo de losatenienses, pues sabe que es preciso que, llegado a Atenas, rinda y reciba cuentasno entre ningunas otras personas sino entre el pueblo, según es, en efecto, ley enAtenas; y se ve obligado a suplicar en los tribunales y, cuando en tra alguno, aecharle mano. Por esto, pues, los aliados se han convertido más bien en siervos delpueblo de los atenienses.

(19) Además de ello, a causa de las posesiones de ultramar y las magistraturasrelativas a esos territorios, han aprendido sin dars e cuenta a manejar el remo, tantoellos como sus acompañantes. Es que es necesario que un hombre que navega a

menudo empuñe el remo, lo mismo él que su criado, y que aprenda los términos dela marinería. (20) Y se convierten en buenos timoneles merced a la experiencia delas travesías y la práctica. Los unos hicieron sus prácticas tripulando un barcosencillo, otros una nave de carga y, algunos, pasaron de aquí a bordo de lastrirremes. La mayoría son capaces de ponerse manos a la obra nada más embarcaren las naves, pues han adquirido la práctica durante toda su vida.

II

La infantería pesada, lo que parece funcionar con menos propiedad en Atenas, lahan configurado de la manera siguiente. Consideran que ellos son inferiores y

menos numerosos que los enemigos; pero, por tierra, son también más poderososque los aliados que aportan el tributo, y piensan que su infantería les basta así, contal que sean más poderosos que los aliados. (2) Además, por azar, les ha ocurridoalgo del siguiente tipo. Quienes están sojuzgados por un poder terrestre puedenformar una agrupación de pequeñas ciudades y luchar juntos; pero, quienes estánsojuzgados por mar, cuantos habitan en islas, no pueden agrupar las ciudadesreuniéndolas, pues el mar está en medio y, quienes los do minan, controlan el mar; y,si los isleños pueden reunirse sin que se note en una sola isla, se morirán de hambre.

Page 4: La república de los atenienses - Pseudo-Jenofonte (trad)

8/8/2019 La república de los atenienses - Pseudo-Jenofonte (trad)

http://slidepdf.com/reader/full/la-republica-de-los-atenienses-pseudo-jenofonte-trad 4/8

Page 5: La república de los atenienses - Pseudo-Jenofonte (trad)

8/8/2019 La república de los atenienses - Pseudo-Jenofonte (trad)

http://slidepdf.com/reader/full/la-republica-de-los-atenienses-pseudo-jenofonte-trad 5/8

de esto, no permitirán que lleven las mercancías a otros que sean rivales nuestros, olo harán sin transportarlas por mar. Y yo, sin producir nada en mi tierra, tengo todoesto gracias al mar mientras que ninguna otra ciudad posee dos d e estos productos,y la misma ciudad no posee madera y lino sino que, donde hay lino en gran cantidad,el país es llano y sin árboles. Tampoco salen el cobre y el hierro de la misma ciudadni, por lo que se refiere a lo demás, hay dos o tres productos que los posea una solaciudad sino que lo uno lo tiene y lo otro no.

(13) Y aún se añade a ello que a lo largo de todo el litoral hay o un cabo que destacao una isla situada enfrente o algún estrecho, de modo que a quienes controlan elmar les es posible fondear allí y acosar a quienes habitan la costa. (14) Pero una solacosa les falta: es que, si los atenienses fueran señores del mar viviendo en una isla,podrían obrar los males que quisieran sin padecer nada mientras controlaran el mar,ni que su tierra fuera asolada ni que tuvieran que esperar la llegada de los enemigos.Ahora, en cambio, los campesinos y los atenienses ricos tienden a complacer a losenemigos mientras que el pueblo vive despreocupado y sin adularlos porque sabebien que no incendiarán ni arrasarán nada de lo suyo. (15) Más todavía, si habitaran

una isla se verían libres de otro temor, el de que la ciudad no fuera entregada nuncaa traición por la minoría ni se abrieran las puertas ni cayeran al asalto los enemigos:pues, ¿cómo sucedería esto, habitando una isla? Tampoco tendrían el temor de quehubiera ninguna rebelión contra el pueblo si habitaran una isla. Pues ahora, si serebelaran, se rebelarían puesta su confianza en los enemigos, en la idea de atraerlosen su ayuda por tierra. Pero, si habitaran una isla, también carecerían de este temor.(16) Así pues, dado que, por principio, no les tocó la suerte de habitar una isla, ahorahacen lo siguiente: depositan su fortuna en las islas, fiados en el control que ejercensobre el mar, y ven con indiferencia que sea devastada la tierra del Ática, pues sabenque, si sienten lástima de ella, se verán privados de otros bienes mayores.

(17) Además, las ciudades con un régimen oligárquico tienen por fuerza que cumplirlas alianzas y juramentos. Y, en el caso de que no se atengan a los acuerdos, o sirecibes una injusticia por parte de alguien [...] nombres de la elite que estableció elacuerdo. Pero, cuanto acuerda el pueblo, éste puede, atribuyéndole laresponsabilidad a uno solo, el que habla y el que lo somete a votación, negársela alos demás porque No estaba presente y no me agrada, en referencia a acuerdosque averiguan que se han establecido en presencia de todo el pueblo y, si esto no lepareciera bien, descubre excusas infinitas para no hac er cuanto no quieren. Y, en elcaso de que derive algo malo de las decisiones que tomó el pueblo, éste le echa laculpa a que unos pocos hombres, obrando en su contra, lo echaron a perder; pero,si es algo bueno, se atribuyen la responsabilidad.

(18) Por otra parte, no permiten que se ridiculice al pueblo ni que se hable mal de élpor no oír habladurías sobre ellos mismos. Pero, tratándose de particulares,exhortan a ello si alguien quiere hacerlo con alguien, pues saben bien que, en lamayoría de los casos, el ridiculizado no es del pueblo ni del montón sino un rico, unnoble o un poderoso, y que se ridiculiza a pocos pobres o demócratas, y tampoco aéstos si no es por su entrometimiento y porque buscan tener algo más que elpueblo, de manera que tampoco se irritan cuando se ridiculiza a tales personas. (19)

Page 6: La república de los atenienses - Pseudo-Jenofonte (trad)

8/8/2019 La república de los atenienses - Pseudo-Jenofonte (trad)

http://slidepdf.com/reader/full/la-republica-de-los-atenienses-pseudo-jenofonte-trad 6/8

Así pues, yo afirmo que el pueblo de Atenas sabe qué ciudadanos son gente de bieny cuáles son viles; y, sabiéndolo, estiman a los que les son afectos y de utilidad,aunque sean ruines, mientras que a l a gente de bien más bien la odian, pues nopiensan que la virtud de éstos se dé naturalmente para su propio bien sino querepresenta un mal. Y, contrariamente a esto, algunos, siendo en realidad del pueblo,no son demócratas por naturaleza. (20) Yo comprendo el interés del propio pueblopor la democracia, pues todos sienten comprensión por el hacerse bien a unomismo. Pero, el que sin ser del pueblo eligió vivir en una ciudad con régimendemocrático antes que en una oligarquía, se dispuso a obrar injustamen te pues sedio cuenta de que, al que es malvado, le resulta más fácil pasar desapercibido enuna ciudad con régimen democrático que en una oligarquía.

III

Y, a propósito del régimen político de los atenienses, el sistema no lo alabo. Pero,dado que les pareció bien ser una democracia, me parece que la preservan bienusando este tipo de régimen que he expuesto.

Más aún, también veo que algunos censuran a los atenienses lo siguiente, que allí aveces no le es posible al consejo ni al pueblo resolver el asu nto de un hombre que sequede esperando durante un año. Y esto ocurre en Atenas no por otro motivo sinoporque, a causa de la cantidad de las causas, no son capaces de despachar a todoscon sus asuntos resueltos. (2) Pues también, ¿cómo podrían si, primero , debencelebrar tantas fiestas como ninguna de las ciudades griegas (durante éstas esescasamente posible resolver algunos asuntos públicos), después han de juzgarcausas privadas, causas públicas y rendiciones de cuentas en un número tal comono las juzgan todos los hombres juntos, y el consejo debe celebrar muchasdeliberaciones bien acerca de la guerra, bien acerca del ingreso de riquezas y el

establecimiento de leyes, y muchas acerca de los acontecimientos que se dansiempre en una ciudad, muchas que a fectan a los aliados, y recibir el tributo yocuparse de los muelles y los templos? ¿Es algo sorprendente si, al haber tantascausas, no son capaces de resolver los asuntos de todos las personas? Algunosdicen: (3) Si uno se presenta ante el consejo o el pueblo con dinero, se resolverá sucaso. Yo estaría de acuerdo con éstos en que muchos asuntos se resuelven enAtenas pagando, y en que todavía se resolverían en mayor número si aún más gentediera dinero. Pero sé bien esto otro, que la ciudad no es capaz de resolverles susasuntos a la totalidad de los que presentan peticiones, ni aunque les dieran lacantidad que fuese de oro y plata. (4) Y también es preciso someter a juicio casoscomo los siguientes, si uno no repara una nave o construye en terreno púb lico, y

dictar sentencia todos los años en lo que se refiere a los coregos que han de costearlas Dionisias, las Targelias, las Panateneas, las Prometeas y las Hefestias; y cada añose nombra a cuatrocientos trierarcas, y hay que dictar sentencia todos los años enrelación con los que quieren de éstos; además es preciso someter a prueba eldesempeño de las magistraturas y dictar sentencia sobre ellas, y someter a prueba alos huérfanos y designar a los guardias de los presos. (5) Así pues, lo anterior hayque hacerlo todos los años. Y, de tiempo en tiempo, se deben juzgar las desercionesy cualquier otro delito que se presente de manera imprevista, sea que se comete un

Page 7: La república de los atenienses - Pseudo-Jenofonte (trad)

8/8/2019 La república de los atenienses - Pseudo-Jenofonte (trad)

http://slidepdf.com/reader/full/la-republica-de-los-atenienses-pseudo-jenofonte-trad 7/8

abuso que se sale de lo habitual, sea que se incurre en impiedades. Aún me dejomuchas cosas, pero lo más importante queda dicho, menos lo de la fijación deltributo; esto ocurre, de manera usual, cada cinco años. Venga, a ver, ¿no hay quecreer que es necesario dictar sentencia sobre todas estas cosas? (6) Pues que digaalguno qué no sería necesario que se juzgara allí. Pero, por otra parte, si es precisoreconocer que se han de ser juzgar todos los casos, es imprescindible que se haga alo largo del año, pues ni ahora, celebrando juicios durante todo el año, tienen lacapacidad de acabar con los delincuentes por la cantidad de las personas. (7) Venga,pero habrá quien diga que es necesario juzgar, pero que juzguen menos.Ciertamente, a no ser que se hagan pocos tribunales, por necesidad habrá pocos encada tribunal, de forma que, ante pocos jue ces, será más fácil llegar a un acuerdocon ellos y sobornarlos para que juzguen de forma mucho menos justa. (8) Ademásde esto se ha de saber que los atenienses también tienen necesidad de celebrarfiestas durante las cuales no se puede juzgar. ¡Y celebra n el doble de fiestas que losdemás! Pero yo las estimo iguales a las de la ciudad que las celebrara en el menornúmero.

En efecto, al ser tal la situación, afirmo que no es posible que las cosas marchen enAtenas de forma distinta a como ahora van, a no ser que, poco a poco, quepaeliminar alguna disposición e introducir otra. Pero no es posible cambiar mucho sineliminar algo de la democracia. (9) Es que se pueden adoptar muchas medidas a finde que el régimen político marche mejor; pero no es fácil hace rlo de forma tal que laciudad siga siendo una democracia y, a la par, se dé con lo que baste para que segobiernen mejor, a no ser, como decía hace un momento, introduciendo algunadisposición y eliminando otra.

(10) Y me parece que tampoco es correcta e sta otra decisión de los atenienses, lo depreferir a la gente más ruin en las ciudades que se levantan. Aunque ellos hacen

esto a sabiendas. Es que, si prefirieran a la gente de más calidad, preferirían a losque no piensan lo mismo que ellos, pues en nin guna ciudad tiene el favor del pueblola clase mejor sino que en cada ciudad lo tiene la peor, pues cada grupo sienteafecto por sus semejantes. Así pues, por esto prefieren los atenienses lo que secorresponde con ellos. (11) Y cuantas veces intentaron el egir a la gente mejor, no lesresultó provechoso [...] sino que el pueblo beocio cayó en la esclavitud en pocotiempo; y esto mismo pasó cuando eligieron a los mejores entre los milesios, enpoco tiempo se apartaron del pueblo y lo sojuzgaron; y lo mismo c uando prefirierona los lacedemonios en lugar de a los mesenios, al poco tiempo los lacedemonioshabían sometido a los mesenios y hacían la guerra con los atenienses.

(12) Se podría argüir que nadie ha sido privado de sus derechos como ciudadano demanera injusta en Atenas. Pero yo afirmo que hay quienes han sido privados de susderechos cívicos de manera injusta, si bien son pocos. (13) Ahora bien, no basta conunos pocos para atacar a la democracia de Atenas, dado que se da la situación deque la gente no piensa en absoluto en los que han sido privados de sus derechosjustamente sino en los que lo han sido de manera injusta. ¿Cómo, pues, creería unoque se ha privado injustamente de sus derechos a la mayoría en Atenas, donde elpueblo es el que desempeña las magistraturas? Porque no se gobierna según justicia

Page 8: La república de los atenienses - Pseudo-Jenofonte (trad)

8/8/2019 La república de los atenienses - Pseudo-Jenofonte (trad)

http://slidepdf.com/reader/full/la-republica-de-los-atenienses-pseudo-jenofonte-trad 8/8

ni se dice ni hace lo justo es por lo que hay gente privada de sus derechos enAtenas. Es necesario reflexionar sobre ello y no pensar que representen algúnriesgo los privados de sus derechos en Aten as.