LA RAIZ DEL FRAUDE ELECTORAL EN MXICO

La raz del fraude electoral no se expresa en la pluralidad de mecanismos y tcnicas que el poder ha utilizado y de los cuales ya se ha escrito en demasa,denominndolas como mapachera electoral, mirar los efectos no implica interpretar la causa.

El fraude al mas viejo estilo prista ahora modernizado con el impacto de la ciberntica y la televisin, tiene de fondo una raz que entreteje y cruza todas las capas de la sociedad mexicana.Esta raz es, desde luego, la cultura poltica que el PRI forj durante 73 aos de autoritarismo; cultura poltica a la que el PAN no aport nada, pues esta derecha ultraconservadora y pragmtica pronto comprendi el horizonte de grandes negocios ilcitos y patrimoniales que da tener el poder institucional en Mxico.

El PRI fue durante muchas dcadas el totem poltico al calor del cual se forj la cultura poltica de la violencia, miedo y domesticacin de las personas. El PRI sigue siendo para muchos la imagen del Patriarca. Dicha imagen despierta obediencia ciega e irracional que solo es comprensible desde el horizonte filosfico del desamparo.El desamparo es un sentimiento propio de nuestra cultura y que ha venido conformndose a travs de nuestra historia.

Octavio Paz confundi soledad con desamparo.El solitario tiene la ventaja de vivirse en un monlogo permanente que le da cuenta de su condicin humana; Sin embargo, el desamparado no tiene esa posibilidad, pues se sabe la criatura y pervive en l un sentimiento de deuda con su creador.

La soledad nos proyecta sobre el horizonte de la propia valoracin.Misma que suele expresarse en nuestra primera expresin cartesiana-existencial: Quien soy?, Que hago aqui?. Este balbuceo sobre uno mismo es ya una campanada que nos mantiene en vigilia y al cuidado de nosotros mismos.

El desamparado impedido de pensarse en correlacin con su creador se siente reflejo, sombra y criatura de un SER superior al cual requiere enaltecer y obedecer pues en esos actos va el sentido de su condicin humana.En esa obediencia encuentra recompensa y valoracin al ser tomado en cuenta.El solitario engendra un espritu libre; el desamparado solo puede ser engendro de un AMO.

La disercin filosfica anterior la plasmo con la intencin de sealar que quienes recibieron despensas, dinero y favores del PRI se sintieron valorados desde la perspectiva de su desamparo. Esto contrasta con las expresiones de rebeldia cuya expresin visible son los integrantes del movimiento #YOSOY132 que son la imagen de la soledad -desde la perspectiva como la he tratado en este escrito-, lo cual nos habla de que en la sociedad mexicana se est viviendo una ruptura cultural inevitable pero todava poco prometedora pues ese espritu libertario est todava muy ideologizado y es en mucho an reactivo y frgil.

Ariesgando un poco mas en esta reflexin podra considerarse que la ruptura cultural esta generando un sismo en el gran edificio de representaciones que a manera de discursos y practicas politicas han sido el vnculo entre el Pratiarca y los desamparados. Un vnculo por dems enfermiso pues se basa en el auntoengao y desemboca en la simulacin y la complicidad.

Ese vinculo se est quebrando, lo cual da paso a un horizonte de cambio en donde solo lo novedoso puede parir una dinmica de profunda trasformacin del pas.

Publicado en la web: wwwradionuevarepublica.org