La próxima elección Presidencial en los Estados Unidos

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LA PROXIMA ELECCION PRESIDENCIAL EN LOS ESTADOS UNIDOS Marco Opazo* COLECCIÓN IDEAS AÑO 5 N° 47 Octubre 2004 *Marco Opazo: Abogado. Master en Derecho Internacional Económico, Master en Derecho Político Norteamericano, American University.

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La próxima elección Presidencial en los Estados Unidos

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LA PROXIMA ELECCION PRESIDENCIAL EN LOS ESTADOS UNIDOS Marco Opazo*

COLECCIÓN IDEAS

AÑO 5 N° 47 Octubre 2004

*Marco Opazo: Abogado. Master en Derecho Internacional Económico, Master en Derecho Político Norteamericano, American University.

LA PROXIMA ELECCION PRESIDENCIAL EN LOS ESTADOS UNIDOS

Marco Opazo

I. El significado de la próxima elección de los Estados Unidos. Tradicionalmente los comentaristas especializados han entendido las elecciones presidenciales de los Estados Unidos como un mero cambio de administración y de énfasis políticos. Sin embargo, a pesar de que esta afirmación tiene o tuvo mucho de razón, no son pocas las voces que en esta ocasión han sostenido una opinión distinta a la tradicional, afirmando que en la próxima elección presidencial se juegan cuestiones mucho más profundas y fundamentales, no sólo para los Estados Unidos, sino también para el mundo. Por ejemplo, el destacado economista y columnista del New York Times Paul Krugman, tomando en consideración las categorías de análisis de la tesis doctoral de Henry Kissinger, afirma en su último libro (The Great Unraveling, 2003) que si uno analiza el fondo y el conjunto de las políticas aplicadas por Bush, es posible concluir que estamos frente a un poder con intensiones de carácter “revolucionario”. Para Krugman las políticas económicas, sociales, de seguridad y de relaciones internacionales de Bush están provocando cambios radicales en las instituciones norteamericanas que van más allá de lo que uno podría pensar si las analiza separadamente. Todo esto con el apoyo de un Congreso dominado por los republicanos y de la Corte Suprema más conservadora de la historia Más allá de la radicalidad de las conclusiones de Krugman, existe hoy un amplio convencimiento de que después de la tragedia del 11 de Septiembre se comenzó a gestar un cambio profundo en la política norteamericana y que en las próximas elecciones se juega la consolidación de un nuevo paradigma político impulsado por el gobierno de Bush o el posible surgimiento de un paradigma alternativo demócrata, y uso la palabra “posible” en este último caso, por las dudas existentes aún acerca de la posición del candidato John Kerry en varios temas. En el curso de este artículo se analizarán algunas de las políticas aplicadas por Bush que son consideradas fundamentales en este proceso de cambio y que constituyen temas fundamentales en la actual contienda electoral. En términos generales, serán analizados tres aspectos de la política implementada por Bush durante estos años y que son señaladas como esenciales para comprender las proyecciones reales del actual gobierno de los Estados Unidos. Estas son: los recortes de impuestos y el déficit fiscal desde una óptica económica; el Patriot Act desde la perspectiva de las políticas de seguridad nacional internas ;y, la política preventiva y unilateral en el ámbito internacional. Posteriormente se hará un análisis de las propuestas de los demócratas y los republicanos contenidas en los programas de gobierno de Kerry y Bush, como una forma de analizar las diferencias entre ambos respecto de los temas considerados

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fundamentales en esta elección. Finalmente, se presentará un breve análisis del proceso electoral y sus proyecciones hacia el 2 noviembre, fecha de la elección. II. La políticas fundamentales del actual gobierno de George Bush. 1. Recortes de impuestos y déficit fiscal. Durante el gobierno de Bush se han recortado los impuestos en dos ocasiones. La primera el año 2001 que redujo las tasas de impuestos a la renta de los sectores más ricos de los Estados Unidos y la segunda el año 2003 que recortó los impuestos sobre las ganancias de capital, que benefició también a los sectores más pudientes de la sociedad americana. Según estudios de instituciones especializadas como el Tax Policy Center el 42% de los beneficios del primer recorte tributario beneficiaron al 1% más rico de los Estados Unidos y el 29% del segundo recorte benefició al mismo sector, que electoralmente constituye la base de apoyo financiero y político de Bush. El argumento del gobierno para sostener el primer recorte fue reducir el superávit fiscal proyectado ($100 billones) devolviéndole el dinero a los contribuyentes estimulando así el consumo y la economía en el corto plazo. Ambas cosas finalmente no resultaron, primero porque lo que se produjo fue un déficit fiscal y segundo porque el consumo no reaccionó como se esperaba y la economía tampoco. Todo esto explicado esencialmente por los hechos posteriores al 11 de septiembre. Finalmente, los argumentos del gobierno respecto del segundo recorte fueron crear mejores estímulos a la economía y consolidar un proceso de crecimiento económico y de los niveles de empleo de largo plazo, puntos que aún son discutidos por los especialistas, toda vez que casi todas las proyecciones oficiales anteriores y los argumentos usados por la administración han ido cambiando según las circunstancias y los errores. Uno de los puntos centrales que surgen en esta discusión es que de acuerdo a los estudios disponibles entre el 45% y 50% del déficit esperado para este año ($521 billones, equivalente casi un 5% del PIB de los Estados Unidos y uno de los más altos de su historia) es explicado por las políticas agresivas de Bush en materia de reducción de impuestos (la segunda causa es el aumento de los gastos en materia de seguridad). Y es bajo este escenario, que Bush ha prometido reducir el déficit fiscal a la mitad en los próximos 10 años sin afectar precisamente la política de reducción de impuestos y la nueva política de defensa. De lo anterior, surge naturalmente la pregunta acerca de cómo Bush cumplirá con su meta. Frente a esta pregunta Krugman ensaya una respuesta política nueva (The Tax-Cut Con, 2003), la reducción irá en todos aquellos programas y políticas que los republicanos más conservadores siempre han considerado negativos y que fueron creados desde la era del New Deal (Social Security, Medicare, Medicaid, regulaciones etc.). La novedad política para Krugman radica en que

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todas estas políticas de reducción de impuestos y déficit fiscal han sido diseñadas intencionalmente para tener que disminuir el tamaño y el alcance del Estado a niveles equivalentes a la era pre-New Deal, bajo la doctrina denominada “Starving the beast”, lo que implicaría producir un cambio, si no bien revolucionario, al menos radicalmente profundo en el conjunto del sistema económico y social de los Estados Unidos. 2. Los derechos ciudadanos y el “Patriot Act”. Una de las consecuencias más importantes de la tragedia del 11 de septiembre en el ámbito de la política norteamericana fue la dictación de la llamada Patriot Act cuyo objetivo central fue dotar al Departamento de Justicia y a los organismos de seguridad de mayores facultades en orden a prevenir y combatir la amenaza del terrorismo (sin considerar todas las nuevas facultades del nuevo super ministerio, Homeland Security). El tema central que ha surgido en la discusión política de los Estados Unidos es que bajo el argumento de la seguridad nacional y la lucha contra el terrorismo el Patriot Act ha otorgado enormes poderes al gobierno y sus agencias de seguridad en orden a conocer y reunir información privada de cualquier ciudadano, sin regulación o límites, llegando incluso a poder privar de libertad a los mismos cuando consideren que son peligrosos en el curso de sus investigaciones, sin pasar por el sistema judicial y de garantías procesales. Hoy el gobierno federal tiene el derecho de monitorear todos los web sites que son visitados por cualquier ciudadano, mantener una lista de los emails que haya enviado y de las llamadas telefónicas que haya hecho sin tener causa probable que la justifique y sin obligación de reportar esta labor a un tribunal. También hoy los agentes de seguridad pueden entrar en las casas en forma secreta casi tan sólo con una autorización administrativa y también pueden con la misma flexibilidad monitorear las conversaciones entre los abogados y sus clientes o requerir los registros de las bibliotecas para saber que están leyendo los ciudadanos. Desde otra perspectiva, hoy se están adoptando también importantes políticas en orden a extender la reserva o secreto de los archivos del gobierno limitando las obligaciones de transparencia contenidas en el Freedom of Information Act en el ámbito de la seguridad nacional. Para personajes y líderes como Al Gore, las políticas que están siendo aplicadas en el contexto del Patriot Act están vulnerando las bases del principio básico de “checks and balances” sobre el cual está construido el sistema político y social norteamericano y las bases de la protección a los derechos fundamentales de los ciudadanos, todo en función de la lucha contra el terror y de la seguridad nacional. Pero Al Gore añade que si bien, el debilitamiento transitorio de estos principios no es extraño en la historia de los Estados Unidos si consideramos algunos períodos complejos como las guerras mundiales y Vietnam, si es nuevo en el caso

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particular del gobierno de Bush, ya que la guerra que lo justifica es y será una guerra de carácter permanente, “la guerra contra el terror”, lo que podría implicar un debilitamiento también permanente de estos principios. En este contexto, Gore al igual Krugman piensa que detrás de esta política descansa la idea no expresada de revertir la situación a un estado político pre-New Deal, lo que implicaría producir un cambio radicalmente profundo en el conjunto del sistema político de los Estados Unidos. 3. La política de preventiva de defensa y el unilateralismo. Ciertamente, una de las nuevas políticas del Gobierno de Bush que más ha estado sujeta a cuestionamiento ha sido la llamada política preventiva de defensa y el unilateralismo. Recientemente, el propio George Bush resumió las premisas de esta nueva política en una entrevista televisiva expresando que la guerra contra el terror implica cambiar el tradicional status de la política relaciones internacionales y de defensa de Norteamérica, ahora los Estados Unidos no pueden esperar que sus enemigos lancen su ataque y no puede esperar que otros países como Francia o China vean las cosas como Estados Unidos las ve, porque Norteamérica es una nación en guerra. La idea de un Estados Unidos en una guerra permanente contra el terrorismo y el derecho que tiene de actuar ante el mero peligro del terror sin importar si están solos o no constituye uno de los aspectos esenciales donde se puede apreciar el proceso de cambios profundos que ha impulsado la administración Bush después la tragedia del 11 de septiembre. Algunos autores han señalado que la actual política de Bush en esta área es sólo una reiteración explícita de lo que Norteamérica muchas veces hizo. Sin embargo, hay tres hechos fundamentales indican que estamos frente a nueva formulación estratégica. El primero, es el debilitamiento de la relación entre Estados Unidos y los organismos multilaterales como la ONU que él mismo contribuyó a crear como base del nuevo orden post segunda guerra mundial (caso de Iraq). El segundo, es la nueva base moral y épica que sustenta esta estrategia. Para Bush la guerra contra el terrorismo es una guerra global, ideológica y moral en contra aquellos que odian a los Estados Unidos y su misión es enfrentarla y es precisamente esta base moral la que justifica las acciones preventivas y unilaterales como la guerra de Iraq. Finalmente, el tercer hecho es que esta nueva estrategia tiene como telón de fondo el impacto y consecuencias que la tragedia del 11 de septiembre tuvo en los Norteamericanos. Como señala Josepeh S. Nye (The Paradox of American Power, 2002), hoy los norteamericanos sienten una vulnerabilidad que nunca antes sintieron y están buscando las respuestas que le permitan enfrentarla y el gobierno de Bush ya ha elaborado la suya.

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4. Conclusión. El escenario de la campaña electoral. Asumiendo este contexto de cambios profundos en la política norteamericana, la campaña presidencial sin duda está marcada por las estrategias que tanto los republicanos como los demócratas han definido respecto de dos ofertas centrales. La primera será, la oferta de seguridad nacional que hagan los candidatos y la segunda será la oferta de recuperación económica (crecimiento económico, empleo y déficit fiscal). Por parte de los republicanos es posible observar, desde una perspectiva estratégica, un discurso épico y moral de la labor de Bush, donde él y su gobierno son puestos no sólo como los mejores en las materias de seguridad y economía, sino también como la mejor encarnación del espíritu, valores y misión norteamericanos, donde cualquier crítica a Bush es un ataque anti-patriótico contra los Estados Unidos. Por su parte, hasta ahora los demócratas, han construido un discurso dirigido a debilitar la credibilidad de la administración, basados en la premisa de que la administración no ha actuado con la verdad frente a los ciudadanos en los planos económicos y de seguridad. En este contexto, y dependiendo de las respuestas demócratas, la próxima elección presidencial de los Estados Unidos no sólo significará un cambio de administración y de énfasis. En ella se jugará la consolidación de un nuevo paradigma político iniciado por Bush o el probable surgimiento de un paradigma alternativo demócrata, en otras palabras, se definirá qué tipo de país quieren los norteamericanos y con qué tipo de país el mundo se tendrá que relacionar en los tiempos que vienen. ¿Será entonces ésta una elección más en la historia de los Estados Unidos?. III. Los programas de gobierno. 1. El programa de los demócratas.

Plano Económico. Recientemente John Kerry y John Edwards lanzaron su Plan Económico para los Estados Unidos. Para los demócratas la mala gestión económica de Bush constituye una de sus principales fortalezas electorales. Durante el gobierno de Bush se han perdido 1.6 millones de trabajos, lo que lo convierte en el Presidente que más trabajos ha perdido durante su gestión desde Herbert Hoover. El ingreso promedio de las familias norteamericanas ha disminuido en $1.500 dólares al año. Durante los cuatro años de la administración republicana el número de pobres has crecido en 4.3 millones (total: 36 millones). El número de norteamericanos sin

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seguro social y de salud ha crecido en 5.2 millones (total: 45 millones). La inversión han caído en un 2.2%, esto convierte a Bush en el primer Presidente donde ha disminuido la inversión durante su gestión en los últimos 70 años. Finalmente Bush ostenta el record de dejar uno de los déficit fiscales más altos de la historia. En este contexto, el programa de gobierno de John Kerry se basa en cuatro puntos: i. Creación de nuevos puestos de trabajo. -Eliminación de los incentivos que llevan a las compañías norteamericanas a implementar el políticas de outsourcing, por ejemplo: eliminación de las disposiciones que le permiten a las compañías de los Estados Unidos diferir el pago de impuestos de sus empresas en el extranjero. -Disminuir los impuestos de la corporaciones que producen en los Estados Unidos. -Establecer un crédito tributario a la contratación de mano de obra. -Aplicar políticas que velen por el real cumplimiento de los acuerdos comerciales internacionales. -Incluir cláusulas laborales y medio ambientales fuertes en el tratados comerciales internacionales. -Fortalecimiento de la política de “Buy American”. ii. La disminución de los impuestos que pagan las familias de la clase media y la extensión de la cobertura de la seguridad social y de salud. -Mantener la reducción del impuesto a la renta que hizo Bush sólo a las familias que ganan menos de $200.000 en el año. -Reducir impuestos que deben pagar las personas en relación con su gastos médicos y otros (sólo para familias de clase media y baja). -Elevar progresivamente el salario mínimo hasta llegar a $7 dólares la hora el año 2007. iii. Restauración de la competitividad de la economía de los estados Unidos. -Aumentar el presupuesto en investigación. -trabajar por la independencia energética de los Estados Unidos. (bajar costos y mejorar tecnologías)

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-Profundizar la masificación del uso de la nuevas tecnologías. -Aumentar el presupuesto para la capacitación permanente de los trabajadores. iv. Reducción del déficit fiscal. -Eliminar la reducción de impuestos que hizo Bush a las personas que ganan más $200.000 dólares al año. -Eliminación de algunos subsidios a las empresas -Modernización del Estado. -Restaurar los impuestos a las ganancias de capital sobre cierto margen.

Política internacional. El programa internacional de John Kerry plantea esencialmente la creación de una nueva alianza internacional que sea capas por parte de recuperar aliados que los Estados Unidos que ha perdido durante el gobierno de Bush y de incorporar nuevos aliados. Para Kerry el multilateralismo debe constituir una pieza esencial de la lucha contra el terrorismos y en la construcción de un mundo mucho más seguro. Kerry además plantea la modernización y el fortalecimiento de instancias como la OTAN para afrontar la lucha contra el terrorismo y la proliferación de armas nucleares. Finalmente John Kerry plantea el tema de la independencia energética de los Estados Unidos como un tema esencial para la seguridad internacional.

Seguridad Nacional -Modificar el sistema de inteligencia de los Estados Unidos -Modernizar los sistemas de protección de las fronteras -Mejorar la protección de objetivos estratégicos como la industria química, plantas energéticas etc. -Derogar o reformar radicalmente el Patriot Act. Para Kerry la lucha contra el terrorismo no puede ir desmedro de los derechos civiles y políticos de las personas.

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2. El programa de gobierno de los republicanos. El programa de gobierno de los republicanos esta plasmado en un documento que ellos han denominado “Plan por un mundo más seguro y una América más llena de esperanzas”. Este Plan se basa en 5 puntos: -Creación de nuevas oportunidades para los trabajadores americanos. -Ayudando a las familias americanas en un mundo cambiante. -Promover una era de nuevos propietarios. -Defendiendo la libertad y vida americana. -Apoyando a nuestras honorables comunidades.

Ámbito económico

Varios de los puntos anteriormente mencionados contienen medidas económicas. La idea central del programa económico de Bush parte de la base de que las dos reformas que redujeron los impuestos se transformen en reformas legales permanentes (ahora tienen un plazo de vigencia). Para Bush una vez que se concrete lo anterior, el desafío será aumentar la competitividad de la economía de los Estados Unidos a través de la educación, la investigación, la disminución de las cargas regulatorias, la simplificación del pago de impuestos, creación de “zonas de oportunidad” donde las normas regulatorias y tributarias serán aún menores, aumentar los créditos tributarios, abrir Alaska a la explotación definitiva de energía, promover el libre comercio en el mundo y eliminar la burocracia. También plantea la posibilidad de que a partir de créditos tributarios se pueda permitir a más americanos acceder a seguros privados de salud.

Ámbito internacional y seguridad nacional.

En este ámbito el programa de Bush plantea la necesidad de continuar con al política unilateral y preventiva de combate al terrorismo y a la proliferación armas de destrucción masiva. En este contexto, propone fortalecer el sistema de defensa y de inteligencia de los Estados Unidos, así como también perfeccionar el Patriot Act para hacerla más efectiva.

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3. Conclusión. En esencia, las mayores diferencias entre Kerry y Bush pueden ser resumidas: en la visión que hay acerca del multilateralismo v/s el unilateralismo preventivo; en la reforma del Patrior Act que se relaciona con la dicotomía entre derechos civiles y políticos v/s seguridad nacional; y, en la política económica, en relación con la política tributaria y reguladora. Más allá de si estas diferencias implican o no un cambio de paradigma, es posible apreciar que implican diferencias que van más allá de un mero cambio de administración IV. Evolución de la campaña electoral a un mes de la elección. La tendencia de la campaña a un mes de la elección muestra que el eje de la seguridad nacional y el combate al terrorismo, junto al eje de la recuperación económica constituyen los dos temas más importantes de la campaña. Sobre estos dos ejes los ciudadanos de los Estados Unidos juzgarán el 2 de noviembre quien será el mejor candidato a Presidente de los Estados Unidos. Ha este respecto, el cuadro resulta hoy muy complejo ya que todos los estudios de opinión muestran que Bush es percibido por la ciudadanía como el más capaz de cumplir con las tareas de seguridad nacional y de combate al terrorismo, básicamente por tres razones: primero la simplicidad de su mensaje y la segunda, la capacidad de resolución que ha demostrado hasta ahora en momentos críticos y la ambigüedad de Kerry en estas materias (sus votaciones contradictorias en el Congreso). A la inversa, Kerry es mejor evaluado por los ciudadanos respecto de los temas relacionados con la recuperación económica y las políticas sociales. A este respecto, cabe destacar que la diferencias de evaluación ciudadana entre uno y otro candidato son más amplias en el caso de los temas de seguridad y combate al terrorismo que en los temas económicos, es decir, Bush es mucho mejor evaluado que Kerry en temas de seguridad y Kerry es levemente mejor evaluado en temas económicos y sociales. Según una encuesta del New York Times de abril de este año, frente a la pregunta sobre quien da mayor confianza en relación a la protección del país un 43% confiaba en Bush y sólo un 29% en Kerry. Por otra parte, a partir de junio de este año se produce un quiebre en la tendencia de evaluación negativa del Gobierno de Bush. En mayo de este año un 41% de la población aprobaba la gestión republicana y un %52 la reprobaba1. A partir de junio esta tendencia cambio, en septiembre un 50% de la población aprobaba el gobierno de Bush y 42% la reprobaba. Este hecho fue explicado por dos razones: 1 New York Times (www.nytimes.com/packages/html/2004_ELECTIONGUIDE_GRAPHIC)

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la primera fue que el discurso de Kerry básicamente se enfocó a los temas económicos internos y dejó de lado los temas internacionales y de seguridad; y, la segunda fue que la gente percibió como ambiguo el discurso de Kerry en esta última materia. Sin embargo, después del debate del día jueves 30 de octubre este escenario cambio. Este primer debate fue sobre los temas de Iraq y de seguridad nacional. Contra todos los pronósticos, después de este debate Kerry logró remontar su regular evaluación en este tema. Una encuentra de la Cadena ABC dio por ganador del debate a Kerry con un 45% y perdedor a Bush con un $36. Por su parte, la CNN y el U.S. Today publicó un estudio donde un 53% de los entrevistados pensaron que Kerry planteó mejor el debate en contra de un 27% de Bush. Hoy las percepciones acerca de la confianza en el manejo de la política internacional y de la seguridad nacional están casi empatadas y las intenciones de votos se han estrechado. La última encuesta Gallup les da ambos candidatos un 49% de intención de votos. Otras encuestas concluyen que Bush sigue arriba pero por un estrecho margen. La encuesta de la empresa Zogby muestra que fue tiene un 46% de intención de voto y Kerry %45. Finalmente la Cadena ABC y el Washington Post publicaron otro estudio donde Bush sigue adelante con un 51% de intención de voto, frente a un 47% de Kerry. Un elemento que se debe considerar es que el próximo debate del día viernes 8 de octubre en Saint Luis será sobre los temas económicos, donde Kerry es más fuerte y en donde Bush sólo puede mostrar números negativos. Si Kerry gana ese debate y logra traspasar ese triunfo a las intenciones voto, hará que las próximas elecciones sean completamente inciertas. Finalmente, este escenario de completa incertidumbre levantará nuevamente el tema del sistema electoral de los Estados Unidos, que fue el factor determinante en la elección de George W. Bush. El sistema electoral de EE.UU permite, como fue le caso de George W. Bush, que el candidato que obtiene menos votos a nivel nacional gane finalmente la elección por la combinación de los Estados y sus electores. En este sentido, un elemento que debe ser analizado muy de cerca es la relación entre los Estados donde tradicionalmente han ganado los republicanos, los Estados donde tradicionalmente han ganado los demócratas y los llamados “swing states” que históricamente han variado su inclinación por el candidato de uno u otro lado. Los Estados demócratas por tradición son: California que tiene 55 electores, New York que tiene 31 electores, Conneticut que tiene 7, Massachusetts que tiene 12, Rohde Island que tiene 4, Vermont que tiene 3, Delaware 3, Maryland que tiene 10, Michigan que tiene 17, Illinois que tiene 21,Washington que tiene 11, Hawai que tiene 4 y el Distrito de Columbia que tiene 3. Esto representa un total de 181 electores.

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Los Estados considerados tradicionalmente republicanos son: Arizona que tiene 10 electores, Nevada que tiene 5 electores, Idaho que tiene 4, Utah que tiene 5, Texas que tiene 34, Colorado que tiene 9, Wyoming que tiene 3, Montana que tiene 3, North Dakota que tiene 3, South Dakota que tiene 3, Nebraska que tiene 5, Kansas que tiene 6, Oklahoma que tiene 7, Louisiana 9, Arkansas que tiene 6, Missouri 11, Mississipi que tiene 6, Tennessee que tiene 11, Kentucky 8, Indiana que tiene 11, Ohio que tiene 20, Alabama 9, Georgia 15, South Carolina 8, North Carolina 15, Virginia 13, West Virginia 5, Wisconsin 10 y Alaska que tiene 3. Esto representa un total de 257 electores. Finalmente los Estados considerados “swing states”, es decir, que pueden inclinarse en favor de uno u otro son: Oregon que tiene 7 electores, New Mexico que tiene 5, Minnesota que tiene 10, Iowa que tiene 7, Florida que tiene 27, Pennsylvania que tiene 21, New Jersey 15, New Hampshire 4 y Maine que tiene 4. Esto representa un total de 100 electores. Dada esta compleja relación entre el peso electoral entre uno y otro Estado, se puede dar el escenario, como fue en las últimas elecciones donde triunfó George W. Bush, de que el candidato ganador no sea el que más votos obtuvo a nivel nacional. El candidato triunfador por lo menos debe obtener 270 electores. Finalmente, cabe señalar que esta clasificación esta hecha sobre bases históricas, las que no son completamente lineales. De todo lo anterior se pueden concluir dos hechos esenciales. El primero, se refiere a la real relevancia política de la próxima elección, lo cual explica la polarización de la misma en los Estados Unidos y el gran interés internacional por la misma. Y el segundo, es la complejidad del proceso electoral, que hace prácticamente imposible predecir el resultado con un nivel de certeza razonable.

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