LA PEDRADA.

Fue en la hacienda San JacintoLa gran victoria esperada,Donde ocurrió el hecho sucintoDe la histórica pedrada.

Creyendo fácil empresaNo pensando en la derrota,El invasor con fiereza,Asaltó el puesto patriota.

Sorprendido y desarmado,Con coraje ante la alarma,En el corral un soldado

Corría buscando un arma.

Cuando fue en ver el primeroCon ardor y ceño duro,Que el más feroz bucaneroEstaba escalando el muro.

Medió el peligro del soldado,Y en movimiento atrevidoEsquivo el ataque airado;

Se lanzó contra el bandido,Y muy puesto, cual si fueraUn nuevo David con su honda,De una pedrada certeraLe abrió la cabeza blanda.

Toma esta acción de modeloDesde tu niñez floridaSe defiende con tal celoLa patria, la honra y la vida

Oponle pecho bizarroAl ataque y a la ofensa,Que nunca falta guijarroPara una justa defensa.