La patria del criollo resumen
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Transcript of La patria del criollo resumen
UNIVERSIDAD PANAMERICANA DE GUATEMALAFACULTAD DE CIENCIAS DE LA COMUNICACIÓNDOCTORADO EN INVESTIGACIÓN SOCIALCurso: Ética de la InvestigaciónProfesor: Dr. Óscar Peláez Almengor.
RESUMEN LIBRO “LA PATRIA DEL CRIOLLO”(Severo Martínez Peláez)
Marvin R. Miranda S.Carné 0909127Guatemala 18 de enero del 2014
LA PATRIA DEL CRIOLLOCapítulo 1En el año 1651, la ciudad de Santiago de Guatemala fue sacudida por un terremoto.
Estaba asentada en las faldas de un volcán, en medio de otros dos también activos.
Todo esto ocasionó oleadas de personas en la iglesia para confesar sus faltas. Entre la
muchedumbre se encontraba un niño, que años más tarde relataría en un escrito sus
experiencias de la época. Este niño, Francisco Antonio de Fuentes y Guzmán, era un
criollo que, crecido en un ambiente de soltura económica, esta inmerso en las actitudes
que su grupo mantenía hacia los indígenas. En más de una ocasión había escuchado
palabras como que los criollos son una cosa, los indígenas otra muy diferente. Toda
esta experiencia, obviamente, había permeado sus opiniones, ya que él mismo se
consideraba a sí mismo como miembro del grupo criollo, como deja ver en sus escritos.
Fuentes y Guzmán, como descendiente de los conquistadores, tendría en su vida acceso
a posibilidades económicas y de puestos públicos. Ocupo durante treinta y ocho años el
puesto de Regidor, en el Ayuntamiento de Guatemala. Además, ocupó dos alcaldías. Él
tendría lo que se puede llamar herencia biológica, o de sangre, por ser descendiente
directo de españoles y herencia política, por tener los contactos que le facilitarían
acceder a privilegios y puestos públicos. En esta época, estos sentimientos de
superioridad estaban bien enraizados y él es muestra de su grupo. Cabe señalar que
estos criollos no eran más que descendientes de los primeros inmigrantes, personas
aventureras y sin mayor nivel cultural, económico y político.
Criollo es aquel descendiente de españoles, nacidos en América. Estas personas
acentuaban su origen hispánico al remarcar que eran españoles, haciendo a un lado su
lugar de nacimiento. Se aceptaba que esto traía superioridad frente a los mestizos e
indígenas. Es innegable que la población de origen español sí tenía cierta superioridad
en términos de conocimientos, habilidades y destrezas. Este aspecto lo facilitó el
historial de España y la influencia de culturas como la musulmana y romana en los
siglos anteriores. Esto trajo la dominación del más desarrollado sobre los nativos. Por
ello, el atraso entre mestizos e indígenas era evidente en su época. Además, el manejo
del caballo por parte de los conquistadores, el conocimiento del metal y de la pólvora
hizo posible la superioridad bélica. Todo lo anterior, convirtió a España en el siglo
XVI en un país desarrollado, con amplios conocimientos de guerra, ganadería,
agricultura, entre otros. Cualquier español tenía más conocimiento que incluso los
sabios indígenas. En este contexto, la superioridad cultural y tecnológica trajo
superioridad sobre el grupo indígena. Aunado a esto, había mayores recursos
disponibles para hacer frente a la dominación.
¿Qué fue entonces la conquista? Se puede aceptar que este hecho fue tanto dominación
cultural como económica. Por un lado, los indígenas no se tuvieron como conquistados
mientras no se les hubiera quitado sus tierras y sus riquezas. A esto, se debe sumar la
esclavitud, el sometimiento humano que hizo de los americanos seres al servicio de otro
grupo. La lucha armada finalmente fue un medio para finalmente llegar al
sometimiento económico, la dependencia completa de los indígenas hacia los españoles.
La evangelización fue otra fase de la dominación, la ideológica, fase fundamental, al
igual que la militar para llegar a lo dicho, la dominación económica. Esta es la real
dominación, y no el vencimiento de los americanos en las batallas. Esta dominación
llevó a que los indígenas tributaran a la corona española, al despojo de su tierra, la
esclavitud y la servidumbre. Se puede, incluso, delimitar un esquema que ilustre el
proceso de dominación: la inferioridad tecnológica y cultural de los americanos al
momento de la conquista; sometimiento de los indígenas, en el plano económico, y
conversión del indígena en fuente de riqueza para el dominador, lo cual llevó a
servidumbre y esclavitud; esto llevó a inferioridad general permanente, lo cual aseguró
la dominación. Por ello, el factor dominante de la conquista fue la riqueza, el poderío y
el conocimiento tecnológico, no la estirpe española como tal, tenida como falsa
superioridad biológica.
Los criollos no tenían el gobierno de las provincias sometidas. Tampoco tenían todas
las fuentes económicas ni el control completa de los americanos. Compartía el poder
político y económico en un plano de subordinación, hacia la corona española. Esta
corona estimuló la inmigración y control de las descubiertas tierras, concediendo ciertos
privilegios. Esto trajo como consecuencia que los criollos y sus descendientes se
sintieran autosuficientes hacia la Corona, a medida que sus tierras se hacían
productivas, en virtud del trabajo y esclavitud de los indígenas. Se puede pensar que la
culminación de todo esto fue la independencia, pero aún después persistió un
enfrentamiento entre los funcionarios reales y los criollos.
El famoso libro de La Recordación Florida, de Fuentes y Guzmán, fue escrito
obedeciendo, en principio, a reales cédulas que pedían escribir amplios informes y
crónicas sobre la situación política y geográfica de las tierras americanas. Nacieron así
las Crónicas de Indias, motivada también por el gusto de convertirse en cronista real.
Esto, siguió a la lectura del escrito de Bernal Díaz del Castillo de la “Historia
Verdadera”, en 1675. Incluso escribe en La Recordación que quiere enmendar los
errores de del Castillo en su escrito. Sin embargo, La Recordación deja ver que la
verdadera motivación fue el amor a la Patria. Su obra fue desestimada por el Consejo
de Indias, así que a qué patria se refiere, faltando más de cien años para la
independencia.
La crónica escrita por Fuentes y Guzmán es un reconocimiento al reino de Guatemala,
una idea de patria que estaba naciendo en el siglo XVII y que es diferente a la madre
patria. Los temas que trata en la Florida incluyen el dominio de la tierra y los indios.
Trata de España como la dominadora que ha arrebatado a los indios lo que les
pertenecía y no permitía a los criollos que disfrutaran completamente de lo poseído. En
este contexto, el criollo está en el medio entre indios y españoles. Aquí el indio era
desplazado y el español quien desplazaba. El criollo acá debía defender lo suyo y es
este sentimiento de amor por su patria y de que era preciso conservar lo suyo, lo que se
plasma en la obra.
Capítulo 2En el tiempo colonial se corrió un proverbio que hacía referencia a los gachupines y
criollos, que en la clase media dejaba ver el desprecio por estos grupos, junto a los
mestizos y mulatos. El criollo creía en dos tipos de españoles: aquellos honorables y de
elevada humanidad; otro tipo de funcionarios e inmigrantes, calculadores y ambiciosos.
¿Qué España era la grata ante los criollos? Se debe dilucidar este tema.
El autor cree que la dominación es un hecho de parte de Dios, providencial; los
conquistadores, instrumentos suyos. Los criollos gozan de elevada posición social y
económica, por los dominadores; de ahí su veneración por ellos. La gratitud de éstos se
enfrenta a las ideas de los peninsulares, que restaban importancia a la conquista y a los
criollos. Por ello, al engrandecer la conquista, se engrandecen los criollos. El hecho de
idealizar la dominación era una necesidad social de éstos; frente a la idea de los venidos
de España de menospreciar la dominación, dado que no se había luchado en igualdad de
condiciones. Aquí radica el orgullo de los peninsulares y su desprecio por la conquista
y el anhelo criollo por los tiempos anteriores.
La idea exaltada de los criollos sobre Pedro de Alvarado, como un personaje con
elevadas virtudes, contrasta con el calificativo de de Las Casas como “malaventurado
tirano”. Fuentes y Guzmán lo califica de razonable, justo y compasivo con los
americanos. Los avisos, embajadas y requerimientos de Alvarado lo ve como un gesto
de no hacer la guerra, cuando fue la justificación legal de la misma, de la violencia y de
la esclavitud. Este autor tuvo documentos de Del Castillo de que Alvarado era malvado,
impulsivo y masacrador. Fue llevado a juicio, incluso, por sus contemporáneos. Fuentes
y Guzmán fue, en realidad, el cronista criollo, a quien le corresponde por beneficio de
su clase social, exaltar la dominación, haciendo así buenos fundamentos para ellos.
La encomienda y el repartimiento fueron los medios de la Corona para controlar las
colonias americanas. El segundo consistía en repartir tierras e indios para trabajarla; se
justificaban diciendo que los indígenas eran entregados para cristianizarlos. La primera
también se relacionaba a la entrega de indios para convertirlos; pero se transformó en
esclavitud y hasta aniquilación, situaciones no legalmente respaldadas. Para dar base
legal a lo anterior, se creó el Requerimiento de Palacios Turcios, supuestamente para
aquellos que se resistían. Este documento se leía a los indígenas para someterse al
soberano español y se daban algunos días para meditarlo. Era en realidad un truco legal
que solapaba violaciones y ruina; una base legal para provocar el rechazo y justificar la
guerra, esclavitud y despojo. El repartimiento y encomienda eran trucos para esclavizar
y apropiarse; el requerimiento era una justificación de la esclavitud.
La orden de Santo Domingo fue la que representó mejor los interes de la Corona, de
Carlos V. Incluso al crearse el Consejo Real y Supremo de las Indias en 1525, fue un
fraile, García de Loaisa, su presidente. La defensa que esta orden hacía de los indígenas
era en realidad defensa de los intereses reales contra la voracidad de los conquistadores.
Fray Bartolomé de las Casas y antes de él, Fray Antonio de Montesinos, decían que la
conquista era injusta y que el propio rey se condenaba con los horrores cometidos en su
nombre. En otras circunstancias tales ideas podían costarles la vida. Esta defensa
dominica de los indios corresponde a la de la Corona, que buscaba hacerlos tributar
directamente. Al estar al cuidado de los conquistadores, la Corona no se beneficia, dado
que son fuente de riqueza que no se debe exterminarse. Lo distintivo de De las Casas es
que supo encontrar el punto de unión entre mejorar a los indios, a la vez que ala Corona.
Surgen las Leyes Nuevas, en 1542, que estipulaban que los indios eran vasallos libres,
tributarios del rey. Se les quitarían a quienes no tuvieran título de propiedad, cuando
tenían en demasía, ante mal trato y a todos los que tuviesen puesto de autoridad. Las
encomiendas posteriores a esto serían entonces el derecho de recibir un tributo tasado de
los indios al rey.
El recrudecimiento en la esclavitud y en la venta de indios se dio previo a la
promulgación de leyes para limitar éstos. Los colonos se apresuraron a obtener la
máxima riqueza. No cabe duda que la principal motivación en la conquista americana
fue la de un enriquecimiento rápido, sobre la base de la esclavitud de indígenas. En
1544, en la ciudad de Santiago, por medio de Alfonso López de Cerrato, Presidente de
la Audiencia, se dieron a conocer las leyes que abolían la esclavitud y se apresuraron a
liberar de ésta a los indígenas. Este hecho fue tan radical y efectivo que quedó asentado
en el Memorial de Sololá, siendo de alivio para los indios. Con todo, esto llevó al
incremento de la esclavitud africana. Esto se hizo para asegurar el provecho de los
nativos para la Corona española, a la vez que proporcionaba mano de obra barata para
las empresas de la época, entre ellas, las de minas.
Capítulo 3
En las Leyes Nuevas el rey le cedió su derecho de tributo de los indígenas, a los colonos
fieles a su servicio. Debían hacerse merecedores de tal privilegio. De esta forma, los
colonos hicieron esfuerzos para estipular que la nueva encomienda se heredara. Esto
significó, el tributo de los indígenas a lo colonos, sin dominio directo sobre ellos o su
trabajo; el encomendador no tenía ya derecho sobre los indígenas de su sector; se
prohibió a este personaje habitar en el pueblo a su cargo, para evitar abusos y herencia
del puesto.
La ley establecía que los tributos se harían por Comisionados de la Audiencia y el cobro
lo haría un Corregidor, siendo éste el que más abusó de los indios, dado que eran
criollos. Siendo así, la encomienda se define como una concesión, del rey español, hacia
una persona, conquistador y colonizador con mérito. Consiste en recibir el tributo de
los indígenas de su territorio, tasado por la Audiencia y recaudado por el Corregidor .
El nuevo repartimiento de indígenas consistía en obligar a los nativos a trabajar por
temporadas en las haciendas, para luego retornar a su pueblo y trabajar para su propio
sustento y tributar. Esta situación fue la base económica y social de la época colonial; a
la vez, significó esclavitud perpetua para el nativo, asegurando su explotación social y
económica y su condición inferior.
En 1575 las órdenes religiosas inician una lucha con los encomenderos, al pedirles un
tributo por la cristianización que hacían las órdenes, de los indígenas. Aquellos estaban
obligados a asegurar el adoctrinamiento, pero siempre la habían desatendido. De esta
forma, queda establecido el Sínodo, nombre que se le dio al tributo que pagaban los
encomenderos a las órdenes, por el adoctrinamiento de los nativos.
Existían frailes que se dedicaban a adoctrinar a los indígenas, algunos de los cuales
estaban fijos en un pueblo y otros eran itinerantes. Las Leyes Nuevas impidieron los
núcleos de indios en las haciendas, por lo que estos personajes vinieron a ser aliados de
los hacendados en el tema religioso, a tal punto que muchos hacendados tenían una
opinión favorable hacia la orden de Santo Domingo, otrora defensores de los indios,
quienes ayudaban a mantener integrados a los nativos en torno al hacendado. Antes de
la conquista, los indios vivían dispersos en chozas y caseríos, reuniéndose ciertos días
por motivos comerciales, religiosos. Esta práctica ayudó en organizar a los indígenas
en pueblos que fueran vasallos de la Corona, a la vez que la orden dominica colaboró
para la conducción de los indígenas en el engranaje económico de la época, al
organizarlos para facilitar el cobro de tributos y asegurar la mano de obra de los
terratenientes. Los criollos consideraban a los frailes, de forma indirecta, como
colaboradores de la explotación.
A pesar de que Fuentes se presenté como el portavoz de los descendientes de
conquistadores que han caído en pobreza, en realidad es la voz de toda una clase criolla
terrateniente de su época. Doce capítulos de su Recordación se dedican a demostrar el
supuesto linaje ilustre de 111 familias descendientes de conquistadores, que estaban en
mala situación, quizá “arrimados” con parientes ricos. El autor deja ver como la
burocracia española les resta poder político a los criollos, incluso en la disposición de
indios.
Se deja ver que viejas familias criollas iban perdiendo poder político, aunque nuevas
generaciones de criollos lograron retener cierto poder. Familias entraban y salían de la
“aristocracia” e inmigrantes españoles presionaban a los criollos nativos. Se dio,
entonces, la renovación de la clase criolla con elementos venidos de España, los que al
convertirse en terratenientes se integraron a la clase existente. Éstos venían con títulos y
tendían a mirar a los criollos nativos con desprecio. El fraile Tomás Gage habla de los
españoles como advenedizos y hace ver que éstos desprecian a los criollos, como éstos
a los indios. Los peninsulares decían que tanto tiempo de vivir en América hacía perder
la supuesta superioridad de sangre. Fuentes no soportaba a los advenedizos, aunque
atisba a reconocer que les temían y había cierto sentimiento de inferioridad, dado que
consideraban todo lo español como superior y los peninsulares lo sabían.
La superioridad de los peninsulares radicaba en que venían con privilegios; además,
los criollos nunca habían trabajado, por lo que eran tenidos por haraganes,
explotadores y faltos de carácter, lo que ayudó a los peninsulares dado que ellos venían
de una clase social más desarrollada, mercantilista. Estando España en la etapa inicial
del capitalismo, los peninsulares venían con deseos de engrandecerse. En su mayoría
éstos eran marginales de la nobleza, hombres jóvenes, trabajadores, explotados que
venían a explotar. Fuentes los acusa de maliciosos. Su énfasis mercantilista no
encontró eco en la sociedad criolla (compra, venta, hipotecas), que prefiere lo feudal,
por lo que terminaron convirtiéndose en hacendados. Por ello, Guatemala no prospero
en el plano mercantil. Se rehizo la clase criolla con los advenedizos y los nativos
llegaron a ser de segundo y tercer orden. Fuentes tenía una idea reaccionaria de
patria; no una visión de desarrollo sino temor a la amenaza española, nostalgia y
pesadumbre. Rechazan lo indígena, no quieren lo español, por lo que prefirieron lo
europeo.
Capítulo 4
La Recordación Florida es una crónica que combina geografía, etnografía, historia y
paisaje. Combina objetividad con elementos subjetivos, que ligan al autor a su país,
siendo una obra única histórica que presenta un paisaje de Guatemala, desde la
perspectiva de un criollo, terrateniente. Siendo la tierra su interés, relata las intrigas,
litigios, trámites y sistemas de cultivo, legislación, normas de trabajo. La obra presenta
una “interacción subjetiva”, que combina diversidad de elementos en un mismo relato,
por ejemplo el relato del viaje de Alvarado a España. Luego, hace un relato del Volcán
de Agua, que destruyó la ciudad de Santiago en el Valle de Almolonga, haciéndolo ver
como monumental y fuente de vida, para la naturaleza y para el criollo terrateniente.
El problema clave de la tierra en Guatemala es que la mayoría de ésta se encuentra en
pocas manos. Aún más, poca de esta tierra se trabaja y la gente no tiene donde cultivar.
Los principios de la política agraria colonial se resumen así: primero, la tierra es
propiedad de la Corona, por el señorío que ésta ejerce en América. Esta es la expresión
legal y significó la apropiación de la tierra conquistada, aboliéndose el derecho de los
americanos. El rey, único propietario de la tierra, la repartía entre los conquistadores y
éstos entre sus soldados, confirmando este punto el rey. Segundo, la tierra se usó como
aliciente, para motivar las expediciones a América, estando la Corona imposibilitada
para sufragar tales empresas. El territorio conquistado estaba sujeto a la Corona y ésta
premiaba con tierra y nativos. Tercero, ya con una generación de conquistadores
asentados en América, con tierras, ciudades, familia y descendientes, la Corona aplicó el
principio de “composición de la tierra”, el cual significó que tierras usurpadas por los
criollos se cedían pagando éstos un valor monetario por ellas. Esto era fuente de
ingresos para España. Este principio se convirtió en un procedimiento común para
hacerse de tierras y propició ingresos para la Real Hacienda todo el período colonial.
Esto favoreció a los terratenientes, quienes se hicieron de más tierras. Cuarto, la
monarquía expresa su interés en que los indios, y sus pueblos, tengan suficientes tierras
para sus siembras. Ninguna tierra usurpada a indígenas se admite a composición.
Quinto, no era una ley, pero sí una práctica, la del bloqueo agrario contra los mestizos,
siendo éstos un grupo grande, diferenciado y carente de recursos y tierras. Esta práctica
favoreció el crecimiento de los latifundios.
Aparece en este punto el tema de las tierras de los indios que, en la colonia, eran de
diversos tipos. En principio, los ejidos que eran tierras comunes cerca de los pueblos,
útiles para extraer madera, pasto, y debían ser suficientes para el pueblo. Segundo, las
tierras comunes administradas por el Ayuntamiento, útiles para siembra. Aquí aparecen
facciones de indios ricos, afines a la autoridad, explotadores de otros indios, no
sirvientes. Éstos, junto a algunos ladinos, poseían algunas tierras, pero no en la
proporción de los latifundios y de los terratenientes y era poco común este hecho.
Finalmente, debe reconocerse que el problema agrario de Guatemala es el de propiedad
de tierras, concentrada en grandes cantidades y pocos propietarios.
En 1,810 se redactó un documento que aportaba datos sobre la economía y agricultura
en Guatemala. Es el punto de vista de los comerciantes, no dueños de la mayoría de
tierra, quienes señalan que la economía sufría una contracción y que era necesario
elevar la capacidad de compra de indios y ladinos, explotados y que enriquecían a los
criollos. Sugieren facilitar la tierra a indios y ladinos pobres, mientras la clase criolla se
oponía; ve que el problema agrario en el país es por los terratenientes. Creen que la
tierra ociosa debiera ser vendida a precio razonable y proponen instalar el trabajo libre
asalariado, no explotación.
Capítulo 5
En la Recordación Florida surgen imágenes de una tierra amena, fértil y benévola con
el hombre, con un paisaje exuberante. Aquí reluce la imagen de los conquistadores,
admirados por los criollos; a la vez, surge la imagen del aventurero, advenedizo en
busca de fortuna y cierto temor criollo por no creer dominar a todos los indios. Se ve la
imagen de familias acaudaladas, otras menos y de último, la idea del indio como ser
humillado a quien se le tiene como desconfiado, receloso y holgazán, aunque en todo el
documento se le ve trabajando incansablemente. A la vez, en este escrito se realza la
cultura indígena preconquista y se les ve como inteligentes, artífices y con mucha
cultura. Lo interesante es que Fuentes cree que la decadencia de la cultura india es
“por la mudanza de las cosas”, sin una explicación razonable. Otro tema es la
combinación de las creencias y rituales indígenas con las católicas, viéndose que los
amotinamientos de los indios eran más en lugares poco cristianizados. Los indios no
adoptaron como única la religión católica, el paganismo supervivió.
Fuentes tiene la tendencia de desvalorizar al indio; a veces comenta su fuerza física, el
hecho de que han soportado trabajo forzado y que su vestimenta consistía en calzoncillo
y una camisa, la cual usaban en todo tiempo. Los criollos hacen ver a los indios como
que viven bien en la pobreza y que se les debe obligar a trabajar arduamente y que son
viciosos. Los indígenas hicieron ver que en algunos pueblos se había abolido el trabajo
forzado y pidieron esto para todo el reino; a la vez, pidieron el trabajo voluntario y
asalariado. Los criollos abogaban por el repartimiento y arguían que el trabajo
asalariado encarecería la mano de obra y que los indios pedirían mucho dinero. Por ello,
perpetuaron el prejuicio de que el indio es holgazán. Es probable de que la supuesta
haraganería nativa fuera el resultado de su resistencia a trabajar forzadamente, para
producir para el hacendado, a la vez que debía trabajar para dar tributo al rey, además de
su trabajo para subsistir. Para ello, cultivaban maíz, cacao, chile y hacían artesanías de
manta, lana y petates. Los esclavos negros y los mestizos estaban libres del tributo, por
lo que el indio no tenía motivación para producir para todos. El indio sólo podía
trabajar en tierras comunales, asignadas para su sustento, y por ello prefería trabajar con
quien pagaba; esto evidencia su esfuerzo laboral. De ahí la “dejadez” del indígena, que
no sentía ningún deseo de trabajar y no recibir nada a cambio.
Otros prejuicios “menores” fueron que el indio es desconfiado, malicioso, rechaza los
avances de la civilización y que es abusivo, cuando se le da confianza. Se relata el caso
de Fray Francisco Bravo, que fingió amistad con los indios para conocer un yacimiento
de oro. Finalmente, cuando la población no quiso hablar, fue atacada de maliciosa y
desconfiada, fruto de un potencial abuso de poder de los criollos. Fuentes aparece a
veces como defensor de los indígenas, en ciertas situaciones, a pesar de que en su
documenta se narran expresiones adversas y de desprecio hacia ellos. Pero ante todo, su
Recordación es fruto de la mente de un criollo, terrateniente. Se duele de las pestes de
viruela y sarampión que mataron muchos indios, pero por la reducción del número de
estos y la potencial pérdida de encomiendas, que eran necesarias para sostener el estilo
de vida colonial. El encomendador aparece como defensor de las tierras comunales de
los nativos, pero sólo porque éstas producían el tributo que se daba a la Corona. Se
funde así, diversas opiniones, pero todo desde la perspectiva criollista, latifundista. De
los indios, entonces, se hace referencia a que practican un sincretismo religioso y que
esto se debe a su resistencia a la plena cristianización. Además que se resistían al trabajo
forzado y gratuito, y que se les podía contratar por salario bajo y a destajo; además que
debía trabajar para producir para todos: hacendados, frailes, encomendados, rey.
Capítulo 6
Los primeros mestizos nacieron justo luego de la conquista, producto del rapto y
violación de las mujeres. Éstas, junto a sus hijos, servían al hombre, mientras éste
esperaba que llegaran mujeres de España, lo cual se dio cercana la mitad del siglo XVI.
La ley española promovía el matrimonio entre ellos y los indios, pero esto no se dio,
dándose el mestizaje al margen del matrimonio, para luego incrementarse el número.
Los mestizos no eran siervos, como los indios, pertenecían a la capa media que debía
buscar trabajo. Con la introducción de las Leyes Nuevas y esclavos africanos, se dio
otro tipo de mestizaje: el mulato (español/negra) y el zambo (negro/india), coexistieron
con criollos, mestizos, negros. Los mestizos no constituyeron una clase social
específica y se mantuvo la separación criollos y otros grupos (castas). Los mestizos
formaron capas, y no clases, dado que no tenían intereses económicos comunes, ni una
función específica en el engranaje económico ni solidaridad común.
La situación de los esclavos negros era difícil como la de los indios esclavos. No fueron
traídos muchos, dada la disponibilidad de nativos. Cuando éstos entraron a servidumbre
y,o trabajo asalariado, el número de negros disminuyó. A la vez, muchos de ellos se
convirtieron en esclavos de confianza, mandones sobre los otros y con el mestizaje
perdieron las características que los convertían en una clase definida.
La población mestiza se incrementó grandemente. Esto acorde a la Recordación que
deja ver que a finales del siglo XVIII son un grupo importante social y
económicamente; los negros no lo son. A la vez, deja ver que una capa rural de
trabajadores pobres son ya el 50% de la población. En las ciudades se habla de tres
capas medias: plebe, artesanos y media alta. La plebe era pobre igual que los ladinos
rurales, económicamente importante, agresiva contra sí misma. La capa artesanal
cumplía la función de suplir los artículos que los criollos necesitaban, dado que ellos
vivían en ciudades sin trabajar. Los artesanos no eran violentos y los maestros
enseñaban, sin pagar, a sus aprendices, respondiendo a la imposición española de
formar personas para producir mercancía. Al surgir el trabajo asalariado entre ellos, sus
mayores aspirantes eran los mestizos, a quienes se les vedaba la oportunidad, por la
formación de gremios. No se les tiene como capa social, aunque tenían puestos
(maestro, oficial, aprendiz).
La capa social media urbana alta no se describe muy claramente; es un resultado del
coloniaje, apareciendo en las décadas de independencia. Aquí surge la idea de libertad
de forma violenta, aunque fue difícil porque el ejército y la iglesia, afines a España,
estaban compuestos en su mayoría por criollos y otros grupos, como artesanos, criollos
sin fortuna y de mediana fortuna, se unían a ellos. El empobrecimiento criollo resultó en
un grupo de mediana fortuna o pobre, que abogaba por independencia; estos eran la
capa social media alta. La clase terrateniente local se oponía, para entonces, a la alta
burocracia española, en el tema de independencia. En medio de éstas se encuentran las
capas medias; a la vez que los esclavistas perdían su dotación de indios. En medio de
esto, ya ocurría el mestizaje inicial, resultado de la desigualdad de la mujer, aunque
también es una unión biológica. El mestizaje secundario fue la combinación de mestizos
entre sí, y otros grupos, lo cual vino a complicar más la situación mestiza.
La disgregación de los ladinos llamó la atención de Pedro Cortéz y Larraz y de
Francisco García Peláez, que resaltaron el no cumplimiento de las leyes que dictaban
darles tierras. El esfuerzo en adquirir tierras y la cesión de las mismas dio resultado las
villas. La mayoría de ladinos vivía alrededor de las haciendas (rancherías). Dado el
poco número de villas, los ladinos vivían dispersos, sin formar pueblos, algunas veces
en medio de un pueblo de indios; aunque éstos sí tendían a formar pueblos. A fines del
siglo XVIII los ladinos eran considerados intrusos por los indígenas, quienes se
negaban a venderles propiedades; lo cual, según Antonio García Redondo ayudaría en la
economía del país. Un procedimiento utilizado por los ladinos para adquirir tierra era
usurpar, alquilar y desmontar cerca de los pueblos. Esto lo hicieron para no caer en la
miseria, yéndose también a las haciendas y rancherías. Según Cortez y Larraz la llegada
de ladinos al pueblo de indios lo arruinaba. La consolidación del grupo ladino como
clase fue lenta y varios de ellos se convirtieron en explotadores de indígenas. Llegada
la liberación para adquirir tierras, los ladinos rurales llegaron a formar un grupo medio
rural alto, formándose de ladinos de todo tipo.
La ciudad de Santiago de Guatemala se construyó según la perspectiva y necesidades
españolas. Cerca de la ciudad se hallaban los pueblos que le servían, y señoreaba el
criollo sobre la tierra y los nativos. La opresión se daba hacia éstos y entre diversos
grupos, mientras la plebe hacía amotinamientos en la forma de interceptar los caminos.
Los mestizos, casi inexistentes en el siglo XVIII, se nutrían de criollos empobrecidos,
negros liberados e indios ricos; siendo algunos de aquellos dados a robar en las
haciendas, las cuales se nutrían de trabajadores (gañanes) cuando no había suficientes
indios de repartimiento. Los criollos empobrecidos se ubican en puestos que requerían
personas con educación.
Capítulo 7
La colonia se basaba en el trabajo de los indígenas y en los pueblos cercanos a la
ciudad. La abolición de la esclavitud contó con la resistencia de conquistadores y
colonos que veían cómo los indios ya no les tributaban sino sólo la mitad. Con las
Leyes Nuevas el panorama se afianzó para los indios, luego de una explotación sin
medida, ya que ahora se debía pagar por el trabajo realizado, la llamada paga que
luego se llamó salario. Los defensores (jueces) supervisaban que todo se hiciera y los
indios se hicieron conscientes de los campos positivos para ellos. Se inició la fundación
de pueblos de nativos con materiales sencillos, y se debieron abandonar las amplias
áreas de tierra, ya que ahora eran del rey. El cambio de leyes permitió ahora un tipo de
explotación para beneficio del rey, aunque se mantuvo en menor grado la de los
terratenientes, que podían tener no más de 10 indios a servicio, una forma de trabajo
forzado para las haciendas por períodos establecidos. La existencia de los pueblos de
indios (concentrados) sirvió para este efecto, para tener familias nativas a disposición,
las cuales debían trabajar sin paga, o por una muy mala. Esta fue una forma legal de
explotación colonial. Aparte de producir artesanías, frutos y tejidos, los indígenas
podían vender su fuerza de trabajo, pero después de cumplir con el repartimiento .
Siendo así el trabajo o era forzoso, o semi forzoso o de mala paga. La idea era tener
pueblos concentrados, libres de la injerencia de ladinos. Éste fue el régimen de pueblos.
Fue así que la idea de cambiar a los indígenas a “vasallos libres” fracasó. A la vez, la
situación precaria de los indios se debió a que España no facilitaba “tecnología” a sus
colonias, ya que podían dejar de serlo, por lo que los indígenas sólo podían manejar
azadones, machetes, siendo sus ganancias insignificantes e impidiendo la consolidación
de la colonización. El trabajo forzado era en haciendas, minas, talleres. Varios países
abolieron el repartimiento como México (1633) y se dio la autorización para retener a
los indígenas en rancherías y haciendas por medio de deudas. En Guatemala el inicio
del repartimiento tuvo varias formas como la coerción, para favorecer las necesidades
de criollos; la rotación, que establecía “turnos” semanales y el pago forzado, que iba de
4 reales/semana a 1/día. En el siglo XVIII se consagró definitivamente el repartimiento
por Cédula Real. Al ser revisada la libertad indígena se vio como mito, pero lo legal
establecía que sólo se podía retener a los indios por un tiempo y luego devolverlos a
sus pueblos; se les debía pagar en moneda y sólo los varones debían prestar servicio y
no se podían retirar antes de la semana. Al parecer los religiosos franciscanos fueron
los únicos que hablaron en contra de esta situación, precaria para los nativos y que era
validada por los Jueces Repartidores, que eran como capataces.
Esta explotación indígena era el medio de producir diversos bienes y los hacendados
optaron por pagar en especie a los nativos, reteniendo de su paga lo que debían ellos
pagarle a la Corona por el repartimiento; además de que se descontaba el premio de
quien los enviaba obligados a la hacienda, a donde iban a trabajar en condiciones
precarias y,o peligrosas. Una variable de este tema es el indígena jornalero, que vendía
su trabajo por 1 o 1.5 de real, lo que le permitía mejorar sus ingresos . Fuentes y
Guzmán escribe que a veces había pocos habitantes en los pueblos para suplir a las
haciendas, por lo que se daban indios y ladinos asalariados. El repartimiento llegó
incluso hasta la parte final del siglo XVIII, época en que Cortéz y Larraz escribe sobre
que esta práctica se daba con plena independencia y con violencia para el indígena,
aunque los hacendados lo creen necesario para que la tierra produzca. Luego de esto se
dio el cambio a las rancherías y en épocas de poca actividad agrícola se daba como
forma de pago a los indígenas, tierras en usufructo. Esta situación sólo cambio con la
llegada de los Liberales, que promovieron la adquisición de tierras para producción,
sobre todo cafetalera. En fin, el repartimiento fue un régimen de terror para los
indígenas, a los que se sometía y controlaba y está en estrecha relación al grado de
desarrollo político que éstos tuvieron durante la colonia.
El terror hacia el indígena para someterlo adoptó varias formas, entre ellas la de cerrar
posibilidades de superación, castigando toda muestra de rebelión con muchos azotes;
uso de indígenas en posición líder para explotar a sus congéneres y tolerar el ultraje a
los indígenas, respondiendo todas estas situaciones a mantener dominado al indígena.
El castigo podía venir no sólo de los hacendados, sino de variedad de personas que
actuaban con impunidad, siendo el Corregidor el más emblemático, los cuales vigilaban,
dirigían los pueblos y cobraban los tributos. A la vez, obligaban a los indios a comprar
mercancías que no necesitaban, por ejemplo, los hilos e hilazas a las mujeres indígenas.
Es de señalar que este régimen de sometimiento debía ser cruel, si querían lograr su
objetivo de someter a un grupo que era numéricamente mayor y persistió durante toda la
colonia. La patria del criollo es entonces una región que fabricaron a su imagen y
semejanza un pequeño grupo, dueño de los medios de comunicación. La idea de
identidad surge en la colonia como una reacción a identificarse con Europa y rechazar lo
indígena. Se enaltece el componente blanco y empieza un grupo que sustituye a los
criollos. Esta idea de identidad la plasma Sarmiento en Facundo, en donde minimiza a
los indígenas, colocándolos entre hombre y bestia; civilización es para él lo blanco,
europeo, la barbarie los indígenas y mestizos. Su idea es exterminar lo no blanco y
repoblar con europeos.
En la colonia los indios vivían alrededor de las ciudades, en campos comunales, para
que estuvieran disponibles para las haciendas. Había indios ricos que servían en
recolectar los tributos de los nativos para darlos al Corregidor. Este es el nuevo
repartimiento. Estos indios ricos ocupaban a veces las alcaldías, las cuales se
convertían en focos de corrupción y explotación, en contubernio con el Corregidor.
Una de las funciones del alcalde era facilitar nativos para diversidad de tareas y la
explotación que sufrían los nativos fue motivo de amotinamientos, ya que debían
tributar en especia, trabajo, cosecha, herramienta. El no cumplir con el tributo
ocasionaba severos castigos aunque dependiendo de la condición económica del reo.
Todo esto ocasionaba que muchos nativos huyeran, para evitar el castigo de los criollos
y de los indios ricos, formando comunidades, “pajuides”, en lugares aislados,
prefiriendo una vida miserable sin explotación; ejemplos, San Mateo, Cunen, Cotzal,
Chapul. El Corregidor así lograba una posición social y económica de relevancia entre
los criollos, a base de explotación. Estos hechos los hicieron ver los criollos como “el
problema del indio”, que decían era por su naturaleza, ignorando la explotación que
sufrían. En realidad el problema es la explotación de siglos y la represión, negándole al
nativo oportunidades de desarrollo físico, intelectual y social, ya que ha estado en
estados de siervo, esclavo, trabajador mal pagado; además del hambre, fatiga,
enfermedades.
Capítulo 8
¿Hasta qué punto se ha superado el esquema social colonial? Aún no, y para ello basta
ver que la mitad de los guatemaltecos son indígenas y que subsisten los terratenientes,
latifundistas, a la vez que la explotación en muchos órdenes. Con la Reforma en
Guatemala sólo se consolidaron legalmente los medios para retener a los indios en las
fincas, ya que debían acudir forzosamente cuando se les requería; a la vez, se eliminó la
paga. Si no cumplían con cierto número de jornales se les tenía por reos de vagancia,
siendo obligados a trabajar. Esto persistió hasta 1945, cuando se abolió el trabajo
forzoso. Con todo, persistió los bajísimos salarios al indígena, fruto de más de 400 años
de servidumbre forzada, lo cual perpetúa las condiciones de miseria en las que muchos
se encuentran. Esto hace de Guatemala un país subdesarrollado. Esto, también por la
perpetuación del dominio criollo y la acción del imperialismo, que obtiene beneficios
del subdesarrollo.
Se ha dicho que la opresión ha hecho al indio; podría ser cierto, pues un análisis de la
cultura indígena actual no toma en cuenta cómo era antes de la colonia. La población
nativa prehispánica se convirtió en “indios”, homogéneos, pero esto no era así antes, ya
que existían señoríos y una estructura de líderes, nobleza, jefes, esclavismo que se cayó
con la conquista. Con todo, el indígena fue transformado en indio, servil y esclavo y
esto aún hoy ha hecho que formen parte del semi y proletariado, con mentalidad de
siervo colonial. Siendo así, la explotación colonial no sólo formo la mente indígena,
sino también la del explotador, de tal modo que la explicación de la cultura indígena se
hace a partir del entendimiento de todo lo que la conquista le quitó y,o lo obligó a
asumir. Un ejemplo de lo que el indio ha retenido como suyo es el lenguaje, el cual aún
conserva y que los mismos frailes doctrineros no les quitaron, al contrario, estudiaron
sus idiomas. Las lenguas indígenas les fueron “permitidas” lo que convirtió a los
nativos en políglotas, pero a la vez, ayudó a los propósitos de los conquistadores, pues
no favorecía el desplazamiento de los indios de un pueblo a otro, dado que cada grupo
tenía diferente idioma. A la vez, conservar su lengua fue una evidencia de resistencia
del indio en la época colonial. Así, la evidencia de la opresión son todo lo que se ha
dicho, pues conformaron al siervo y su cultura. A esto debe sumarse la vestimenta, que
no era autóctona, sino con rasgos europeos, como las chaquetas, sombreros, camisas.
Todo lo anterior deja ver que el régimen colonial era feudal, aunque incluyó todos los
tipos de explotación (esclavista, feudal, capitalista). El nativo tenía todas las
características del siervo feudal, aunque se trata de maquillar. Es de anotar, también,
que los inmigrantes españoles eran a la vez personas explotadas por la burguesía de su
país. No vinieron nobles a poblar América, sino personas desplazadas, pobres y
desempleadas. Por ello, se reconoce que las capas y clases sociales empezaron en la
época colonial y han perdurado, usando a la cultura como un elemento dominador y no
de “regalo” para los aborígenes. Así, este libro que nos fue facilitado por el criollo
Francisco Antonio Fuentes y Guzmán nos deja ver la trama colonial y social de
Guatemala en el siglo XVII. Su escrito facilitó comprender todos los elementos que
ayudaron a comprender la realidad de aquel entonces y algunos elementos de la actual.