LA NECESARIA ADAPTACION A LOS NUEVOS MEDIOS DE COMUNICACION DE IDEAS *...

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LA NECESARIA ADAPTACION A LOS NUEVOS MEDIOS DE COMUNICACION DE IDEAS * a "Revista Naval" ti~- ne su pri- mera edición en el mes de junio de 1988, como resultado del interés de un grupo de oficiales navales en actividad y asociados al Club Naval, de difundir la temática naval y marí- tima. Habían ya existido anteriores intentos en el mismo sentido, los cuales, por diferentes razones, zozobrarían a las pocas singladuras. Su primer editorial, desde ese entonces identificado como A Nuestros Lectores, y que escribiera quien fuera su primer Editor Responsable, Capitán de Navío (CG) Luis Salvo, establecía los dos objetivos básicos de la publicación y que han sido rectores hasta la fecha. En primer lugar expresaba "brindar la posibilidad de exposición del pensa- miento naval, bajo la forma respetuosa y de libre expresión, de todo aquel que sienta una inquietud humana o profesional y que gene- rosamente quiera hacerla partícipe a los demás" . Continuaba luego: "que esta Revista sea un vehículo útil y adecuado de trabajo, que colabore y complemente a otros facto- res que a lo largo de la vida profesional, con- tribuyen continuamente a nuestra formación". Resulta conveniente rememorar el ambiente histórico de estos años iniciales, con el fin de lograr una mayor comprensión del espíritu que animó a los fundadores de la Revista Naval. Estábamos en el tiempo en que comenzaban a hacerse realidad las predicciones de ciertos visionarios, en cuan- to a la globalización de los conocimientos a través del desarrollo en cierta forma fantástico, de las comunicaciones. Asistíamos por pri- mera vez a una guerra en directo, por la tele- visión y caía el Muro de Berlín, haciéndonos creer que contemplábamos el funeral de las ideologías en el mundo . Las antiguas islas, conocidas como países, comenzaban a ser influenciadas por acontecimientos que ocu- rrían en lugares impensables y hasta des- conocidos. Todo este ambiente fermenta!, crea la inquietud y la necesidad de integrar este movimiento, incentivando la inteligencia y la participación de todos los allegados al mundo marítimo, bajo el entendido que quisiéramos o no, las cosas estaban cam- biando. Desde ese momento, y en un mundo en que la disponibilidad de información empe- zaba a resultar abrumadora para los hombres, se decidió priorizar el pensamiento y la discusión, lo cual, en cierta forma, diferen- ciaría la Revista Naval, de otras publica- ciones que dan lugar en sus páginas a noti- cias o acontecimientos con mero carácter informativo. A su vez, quedaba establecido que las opiniones que se vertieran, corres- · pendían a personas que voluntariamente qui- sieran hacerlo, no constituyendo de mane- ra alguna, la posición oficial, ni de la Armada uruguaya, ni del propio Club Naval. Ponencia de la rep r_ esentación de la A:,mada de Uruguay, co mpuesta por el CN (CG) Sr . Gustavo E. Vanzini Pons y el ce (CG) Sr. ltalo _M. Sorr~nt,, expuesta en_ el Primer Encue ntro Continental de Directores de Revistas de Marina" , desarrollado en Valpara,so los d1as 28, 29 y 30 de Junio de 2000. Revista de Marina 4/2000 367

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  • LA NECESARIA ADAPTACION A LOS NUEVOS MEDIOS

    DE COMUNICACION DE IDEAS *

    a "Revista Naval" ti~-ne su pri-

    mera edición en el mes de junio de 1988, como resultado del interés de un grupo de oficiales navales en actividad y asociados al Club Naval, de difundir la temática naval y marí-

    tima. Habían ya existido anteriores intentos en el mismo sentido, los cuales, por diferentes razones, zozobrarían a las pocas singladuras.

    Su primer editorial, desde ese entonces identificado como A Nuestros Lectores, y que escribiera quien fuera su primer Editor Responsable, Capitán de Navío (CG) Luis Salvo, establecía los dos objetivos básicos de la publicación y que han sido rectores hasta la fecha. En primer lugar expresaba "brindar la posibilidad de exposición del pensa-miento naval, bajo la forma respetuosa y de libre expresión, de todo aquel que sienta una inquietud humana o profesional y que gene-rosamente quiera hacerla partícipe a los demás". Continuaba luego: "que esta Revista sea un vehículo útil y adecuado de trabajo, que colabore y complemente a otros facto-res que a lo largo de la vida profesional, con-tribuyen continuamente a nuestra formación" .

    Resulta conveniente rememorar el ambiente histórico de estos años iniciales, con el fin de lograr una mayor comprensión del espíritu que animó a los fundadores de

    la Revista Naval. Estábamos en el tiempo en que comenzaban a hacerse realidad las predicciones de ciertos visionarios, en cuan-to a la globalización de los conocimientos a través del desarrollo en cierta forma fantástico, de las comunicaciones. Asistíamos por pri-mera vez a una guerra en directo, por la tele-visión y caía el Muro de Berlín, haciéndonos creer que contemplábamos el funeral de las ideologías en el mundo. Las antiguas islas, conocidas como países, comenzaban a ser influenciadas por acontecimientos que ocu-rrían en lugares impensables y hasta des-conocidos.

    Todo este ambiente fermenta!, crea la inquietud y la necesidad de integrar este movimiento, incentivando la inteligencia y la participación de todos los allegados al mundo marítimo, bajo el entendido que quisiéramos o no, las cosas estaban cam-biando.

    Desde ese momento, y en un mundo en que la disponibilidad de información empe-zaba a resultar abrumadora para los hombres, se decidió priorizar el pensamiento y la discusión, lo cual, en cierta forma, diferen-ciaría la Revista Naval, de otras publica-ciones que dan lugar en sus páginas a noti-cias o acontecimientos con mero carácter informativo. A su vez, quedaba establecido que las opiniones que se vertieran, corres- · pendían a personas que voluntariamente qui-sieran hacerlo, no constituyendo de mane-ra alguna, la posición oficial, ni de la Armada uruguaya, ni del propio Club Naval.

    Ponencia de la repr_esentación de la A:,mada de Uruguay, compuesta por el CN (CG) Sr. Gustavo E. Vanzini Pons y el ce (CG) Sr. ltalo _M . Sorr~nt,, expuesta en_ el Primer Encuentro Continental de Directores de Revistas de Marina", desarrollado en Valpara,so los d1as 28, 29 y 30 de Junio de 2000.

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    La búsqueda de esta independencia editorial, obligó a intentar un autosustento económico, imprescindible para el mante-nimiento de los principios rectores. Lo ante-rior fue logrado a través de la figura del sus-criptor, el cual se compromete a recibir su Revista, desde ese momento de carácter cua-trimestral, mediante un pago por descuen-to automático de sus haberes para quienes estaban en actividad o jubilaciones para los retirados. Por otro lado y en cantidades menores, la revista es vendida por canales habituales de distribución editorial. Otra fuente de financiación resulta de la acepta-ción de publicidad pagada, proveniente de empresas básicamente dedicadas a negocios marítimos.

    Una Comisión Editorial, presidida por un Redactor Responsable, tiene a cargo la con-ducción y la administración de la publicación. Sus tareas son aquellas referidas a la selec-ción de los artículos que le son propuestos, buscando coherencia y equilibrio temático, como así también amenidad y buen uso del idioma. A su vez, y dentro de lo que ha sido una constante a lo largo de los años, se exige que todas las opiniones se presenten firmemente argumentadas, llevando, si así se plantea, a la confrontación entre las ideas, dentro de un ámbito de respeto y corrección . En este camino, es frecuente el uso del derecho a repuesta, entre autores con diferentes puntos de vista dentro de una

    misma temática. En ocasiones, y ante nece-sidades editoriales específicas, la Comisión Editorial incentiva la presentación de algún artículo, de parte de quien se considere experto en el tema.

    Todos quienes trabajan y colaboran en la confección de los artículos, en su edi-ción y en la contabilidad, lo hacen en forma honoraria, teniéndose un secretario rentado para el manejo de la correspondencia y la dis-tribución.

    La Revista Naval es una publicación registrada y de libre circulación nacional, por lo cual se encuentra comprendida en las leyes nacionales de prensa, asumiendo la res-ponsabilidad editorial su Redactor Responsable. No obstante lo anterior, se indi-ca en forma explícita, la responsabilidad personal de los autores sobre sus artículos.

    Mantiene intercambio con revistas y publicaciones de su mismo estilo, inte-grando el catálogo de la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos de América.

    La temática abordada durante más de 12 años de continuada edición, abarca un amplio abanico que tiene como eje lo naval y lo marítimo. Los autores de los artículos edi-tados van desde Presidentes de la República hasta jóvenes oficiales navales. Periodistas de nota, políticos, operadores en negocios marítimos, influyentes autoridades ecle-siásticas, historiadores e investigadores sociales, narradores y cronistas, han expre-

    Exposición del representante de Uruguay CN (CG) Sr. Gustavo E. Vanzini en el Primer Encuentro Continental de Directores de Revistas de Marina.

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  • sado sus pensamientos y compartido sus experiencias, a través de las páginas de la Revista Naval, constituyendo, a lo largo del t iempo, un referente único y valioso para todo aquel que quiera conocer y enten-der como vemos al mar los uruguayos.

    La Comisión Editorial selecciona, bajo especiales circunstancias, artículos publicados en medios extranjeros y que puedan refor-zar el contenido argumental de determina-do número.

    Gran interés despertó en este sentido el artículo, del Vicealmirante de la Armada de Chile Horacio Justiniano Aguirre, sobre "El Control del Mar en Aguas Restringidas", como así también el del Capitán de Fragata Francisco Muñoz, acerca del fenómeno meteorológico de "La Corriente del Niño" .

    De igual forma han tenido cabida auto-res de Argentina, Brasil, España, Estados Unidos de Norteamérica e Italia entre otros, lo cual nos ha permitido acercar a nuestros lectores, lo más destacado del pensamien -to naval y marítimo mundial.

    En el mes de julio de 1993, y en ocasión del 5° Aniversario, se publica una edición especial, en la cual se requirió a los prota-gonistas más destacados en las diferentes áreas navales y marítimas, sobre la situación actual de estos temas en nuestro país y en especial su visión hacia el futuro de los mismos. La Armada Nacional, la Marina Mercante, el Transporte Marítimo, la Industria Naval , los Deportes Náuticos, el Derecho Marítimo fueron, entre otros temas, tratados con profundidad, constituyendo una edi-ción de especial valor para el presente y que sin duda también lo será para los investi-gadores del futuro.

    Previo a las Elecciones Nacionales de 1994, y en una experiencia inédita, la Revista Naval publicó las repuestas dadas por los 14 candidatos que pugnaban por la Presidencia de la República, a un cuestionario que se les hiciera llegar sobre una amplia temática que reflejaba las inquietudes de nuestros lec-tores. Esta edición obtuvo un gran impacto por ser el único medio nacional en difundir sobre un asunto que rara vez constituye, por lo menos en nuestro país, tema destacado en las contiendas electorales. El mismo proceso,

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    se repitió previo a las elecciones nacionales de 1999, con creciente aceptación .

    Con la Edición Nº 25, el tema central lo constituyó "La ética en el conflicto y la ética en la reconciliación ", un asunto de can-dente interés en los países de esta parte del mundo. En el mismo, y a través de la visión de un sacerdote católico, se p lantea la vigencia de la esperanza y la caridad, tanto en la guerra como en la paz.

    A los 10 años, en julio de 1998, se rea-liza una selección de los artículos más des-tacados, publicados hasta esa fecha, como homenaje y reconocimiento a los 220 cola-boradores que en forma honoraria publicaron en nuestra revista sus trabajos, y que han mantenido encendida la llama espiritual a lo largo de todo este tiempo.

    La independencia editorial y la adhesión permanente a los principios fundaciona-les, han hecho de la Revista Naval, un medio de comunicación de ideas respetuoso y respetado a nivel nacional. Esto no sólo ha contribuido a su prestigio, sino que lo que es más importante, ha animado a importantes personas en todos los campos de la activi -dad política, marítima y naval, a expresar sus pensamientos y opiniones en forma clara y argumentada .

    Ha sido ésta una presentación resumida de la Revista Naval y de su trayectoria a lo largo de 12 años . Corresponde intentar abordar lo que ha sido el tema central que nos ha convocado a este Encuentro Continental, compartiendo nuestra experiencia, y como decía Platón, "lo que digo no lo digo como hombre sabedor, sino buscando junto a voso-tros" .

    En nuestro país se enseña a los alum-nos escolares que "la Patria se hizo acaba-llo", lo cual sin duda es una gran verdad com-probada a la luz de la historia. Ante esto, la gente de mar agregamos "no olvidemos que primero los caballos llegaron en barco". Esta anécdota refleja en algo la idiosincrasia de nuestra gente, habitantes de un país que no sólo nació desde el mar, creció por el mar y que además tiene depositadas sus mayores esperanzas de desarrollo con el mar como protagonista. Y sin embargo, las

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    cosas del mar no son conocidas ni forman parte del ser cotidiano de nuestra nación. Todo intento de difusión sobre estos temas, sin duda constituirá un aporte fundamental para la formación de una conciencia marítima en concordancia con los altos intereses nacionales.

    Nuestra Revista Naval ha hecho desde su creación, un verdadero apostolado de esta misión de difusión. Todas nuestras edicio-nes incluyen en su contratapa, una frase de quien fuera uno de nuestros primeros pen-sadores navales, Capitán de Navío Francisco Miranda, que así reza: "Cuando para ninguno de nuestros compatriotas el mar sea una incógnita o un simple camino sin polvo y sin barro para salir del país o volver a él, cuan-do una selecta juventud se eduque en el mar y para el mar, cuando éste sea de todos cono-cido, entonces no se pondrá por cierto en duda la necesidad de una Marina Militar, entonces todos comprenderán que debi-do a la falta de algunos buques hemos limi-tado nuestra -soberanía al pedazo de tierra firme que ocupamos".

    Cien años han pasado desde que fueran dichas estas palabras, y tengan la total seguridad que su vigencia permanece intacta.

    La publicación de una revista de difusión del pensamiento naval, resulta para nuestro

    país, de capital importancia. Artículos en ella escritos han constituido un aporte funda-mental en la toma de decisiones en el ámbi-to de la política naval y marítima. Obras de trascendente importancia y de carácter internacional, como los Canales de Martín García, el Puente de Colonia Buenos Aires, la Hidrovía Puerto Cáceres-Puerto Nueva Palmira, la Hidrovía del Río Uruguay, el Puerto Atlántico de Aguas Profundas, entre otras, han sido motivo de argumentadas y muchas veces, encendidas polémicas, que han tenido nuestras páginas como canal de expresión. A su vez, luego de publicadas, estas opiniones aparecerían reflejadas en otros medios de difusión nacional como así tam-bién en los debates parlamentarios. También en cuestiones de Marina de Guerra, la opinión de articulistas tanto civiles como militares, ha permitido mostrar visiones novedosas sobre problemas que aparecían atascados, en la estrategia, la táctica, la logística y la ense-ñanza.

    Otra área en que nuestra Revista ha teni-do un decisivo aporte, ha sido en lo referido a la Historia Naval Nacional. Convencidos que el espíritu de un País y de una Armada se nutre y se fortalece a través de sus raíces históricas, se le ha dado importancia e incentivo a todos aquellos investigadores y analistas de hechos navales y marítimos del

    Visita al Museo Naval y Marítimo.

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  • pasado, con resultados altamente gratifi-cantes .

    La crónica y la narrativa han tenido también su lugar destacado en nuestras pági-nas, en el entendido que la formación de una tradición naval pasa muchas veces por cuentos y anécdotas, que por mezclar lo ver-dadero con lo fantástico, no integran la his-toria formal.

    Nuestro accionar ha escapado de lo meramente editorial, llegando a Concursos de Pintura Marítima, iniciados en nuestra Revista Naval con creciente éxito, a tal punto que su organización ha sobrepasado nuestra capacidad y hemos transferido la misma a una subcomisión dentro del Club Naval. Se han organizado también, Ciclos de Conferencias, con la participación de des-tacados panelistas y renovado interés en sus asistentes.

    Nuestra experiencia nos indica, que la influencia de un medio de difusión espe-cializado en temas navales y marítimos, es y seguirá siendo importante y necesaria en países con intereses marítimos. Y esto, cre-emos que no tiene discusión posible.

    Los problemas a solucionar en los pró-ximos años serán de diferente índole y exi-girán de todos quienes hoy asistimos a este encuentro y de los que nos sucedan, rom-per con determinados moldes intelectuales, aceptar el cambio como una condición constante y adaptarnos a él mismo en la mejor defensa de nuestros ideales.

    Todos somos partícipes y conocedores del tremendo esfuerzo que implica editar cada número de nuestras respectivas revistas. Debo confesar, que al final de todos los trabajos, no puedo evitar preguntarme cuántos real-mente leerán lo publicado, si el camino que une al escritor con el lector será recorrido, y si al final el objetivo de comunicación será completado. El ser parte de una Marina pequeña y de publicar una revista de 1200 ejemplares, nos permite realizar un segui-miento informal buscando respuesta a las cuestiones planteadas. Los resultados no son muy alentadores y nos permiten definir

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    algunos de los problemas futuros. En primer lugar, debemos aceptar

    que el placer puro de la lectura, que fuera un pilar en la educación y la formación de nues-tras generaciones, ha perdido fuerza y acep-tación, sobre todo en los jóvenes. A su vez, la competencia que tiene hoy el libro en su presentación tradicional, es cada vez mayor y cada vez más agresiva. Esto no es sólo un problema de los que editamos revistas navales, sino que es compartido por el mundo editorial en general. Los hombres dis-ponemos hoy de mayor información que en cualquier otra época a tal punto que no sólo somos incapaces de procesarla, sino que en muchos casos no llegamos siquiera a conocer su existencia.

    Otro hecho comprobado en nuestro acercamiento con los lectores ha sido que, a pesar de que nuestra revista no es leída como un todo, los artículos de su contenido son utilizados de manera particular como información, como parte de una investiga-ción relacionada o por mero interés. Y esto sucede, en muchas ocasiones, pasado cier-to tiempo de la publicación. En otras pala-bras, los subscriptores reciben la Revista, toman un conocimiento general de su con-tenido, guardándola para su consulta llegado el momento necesario.

    Estos nuevos hábitos de lectura, han lle-vado a que la redacción de la Revista, inten-te dar satisfacción a las necesidades de los lectores. Uno de los caminos ha sido la publicación de índices temáticos y por autor. En los primeros tiempos, se confeccionaban esta especie de catálogos, por los medios tra-dicionales, adjuntándolos en forma de pan-fleto, en períodos bienales, a las ediciones nor-mal es. A partir de finales de 1999, la confección de los índices, comienza a ser rea-lizada por medios informáticos, en un diskette de entrega gratuita y anual. El programa, por el cual ha sido realizado, permite un cierto sis-tema de búsqueda, siendo la intención con-tinuar facilitando su manejo.

    La creación de una página web, en la red de Internet, ha permitido entrar en un cami-

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    no de comunicación internacional. En una primera etapa, se realiza una presentación institucional de la Revista, los índices y un artículo destacado. Los próximos pasos, y al finalizar el trabajo de traducción al lengua-je informático, de todas las Revistas publi-cadas, permitirán a un navegante de Internet, buscar y encontrar un tema de su interés en los índices y obtener una copia del mismo.

    El tránsito por todos estos caminos complementarios, no pretende la sustitución de la forma tradicional de edición de la Revista Naval. Por el contrar io, la inten-ción es fortalecer su vigencia, facilitando la labor de un nuevo lector, cuyos hábitos son diferentes, pero que aún depende y disfruta de la palabra escrita.

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    En definitiva, es ésta la experiencia que la Revista Naval de Uruguay desea compartir con sus colegas de este encuen-tro . En primer lugar, la importancia y la necesidad de un medio que actúe como foro de difusión y discusión de la temática naval y marítima, especialmente en los paí-ses con intereses en el mar. Otro tópico, la vigencia de la ed ición por métodos tradi -cionales, considerando sus ventajas intrín-secas. Y por último, la necesidad de adap-tarnos a una nueva generación de lectores, con menos tiempo disponible, abrumados por un cúmulo de información pero con necesidades intelectuales y de informa-ción , que es nuestro deber satisfacer.

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