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LA NARRATIVA DEL SÍ SE PUEDE
Una aproximación a la influencia del relato político de la
PAH en la sociedad española
Trabajo de Final de Máster
Autor: Oriol Valls Clot
Tutor: Ernesto Javier Carrillo Barroso
05/09/2017
Universidad Complutense de Madrid
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Los problemas se construyen socialmente, en lugar de simplemente
presentarse (…)
(Spector y Kitsuse, 1987)
Si la Administración Pública se desentiende, aparecerán nuevos
sujetos políticos que la reemplacen.
(Colau, 2012)
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INDICE
1. Introducción 5
1.1. Resumen ejecutivo 5
1.2. Justificación y planteamiento del tema 5
1.3. Estructura del trabajo 8
1.4. Metodología 8
2. Marco teórico 10
2.1. NPF 10
3. Análisis del caso 16
3.1. Análisis del relato político de la PAH 16
3.1.1. El escenario 17
3.1.2. Los personajes 19
3.1.3. El argumento 23
3.1.4. La moraleja 24
3.2. La difusión de la temática por los medios de comunicación 24
3.3. Aceptación en la opinión pública: CIS y Metroscopia 35
3.3.1. Los datos del CIS 39
3.3.2. Los sondeos de opinión de Metroscopia 46
3.4. Los programas de los partidos políticos 53
3.4.1. Partido Popular 57
3.4.2. PSOE 59
3.4.3. Izquierda Unida/Unidad Popular 62
3.4.4. Podemos y sus confluencias regionales 64
3.4.5. UPyD y Ciudadanos 66
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3.4.6. Partidos regionalistas y/o nacionalistas 66
3.4.7. Algunas consideraciones 69
4. Conclusiones 70
5. Bibliografía 74
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1. INTRODUCCIÓN
1.1. Resumen ejecutivo
El presente documento se sitúa en el análisis del relato político que ha
edificado la Plataforma de Afectados por la Hipoteca a lo largo de su recorrido.
Así pues, el objetivo principal del trabajo es determinar si el discurso y la
narrativa que ha construido el colectivo han sido exitosas, es decir si han tenido
influencia en la sociedad española.
Primeramente, se utiliza la teoría del Narrative Policy Framework (McBeth et al.,
2014) que nos contextualiza en los principales elementos de la narrativa
utilizados por los actores sociales, para luego utilizar tres variables para evaluar
el posible éxito de la Plataforma con su relato. Estas son: La influencia en los
medios de comunicación, el grado de aceptación de su discurso por parte de
los ciudadanos y la permeabilidad de los partidos políticos a sus demandas.
Si bien, por un lado, no se puede afirmar que la Plataforma haya intercedido
con su discurso en los medios, tanto los partidos políticos como los
ciudadanos se vieron, en parte, influenciados por el discurso del colectivo. En
ese sentido, la PAH consiguió proclamarse como un actor legítimo de
producción discursiva, sin duda, una posición clave en los tiempos actuales.
PALABRAS CLAVE: Relato político, vivienda, PAH, opinión pública, agenda
1.2. Justificación y planteamiento del tema
En septiembre de 2008 colapsa la compañía de servicios financieros Lehman
Brothers, ese año será recordado por millones de personas como el inicio de
una crisis económica y social mundial con catastróficas consecuencias. El
estado español vive el inicio de la crisis de una forma cruenta, con el estallido
de una burbuja inmobiliaria que iba creciendo desde hacía años, en ese preciso
momento se empezaba a vislumbrar que la vivienda iba a ser una problemática
social para los españoles.
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El 22 de febrero de 2009 nace la primera Plataforma de Afectados por la
Hipoteca (en adelante, PAH) en Barcelona recogiendo el legado del colectivo V
de Vivienda. Dos años después, en 2011, la PAH iniciaba los trámites oficiales
para el registro de una ILP en el Congreso. En 2013 dicho colectivo recibe el
premio del Ciudadano Europeo y ese mismo año por primera vez un juzgado
deniega el desalojo de un bloque ocupado por la PAH amparándose en la
Constitución Española.
¿Qué ocurrió en todo ese período? ¿Cómo un movimiento social consigue con
tan pocos años de vida tal reconocimiento público? ¿Ha sido la creación de un
relato político la clave del éxito de la PAH?
El presente trabajo de final de máster tiene por objeto de estudio el análisis del
relato político construido por la Plataforma de Afectados por la Hipoteca
después del estadillo de la burbuja inmobiliaria el 2008, en el marco de la crisis
económica y social que ha vivido el estado español. En ese sentido, la
hipótesis central del estudio se sintetiza en: La PAH ha conseguido crear de
manera exitosa un relato político en torno a la problemática de los desahucios.
La labor de este colectivo no ha conseguido trasladar al marco normativo sus
propuestas en torno a la vivienda y en especial a la problemática de los
desahucios 1 , aunque también se tienen que tener en cuenta algunas
excepciones2. Aun así, se puede afirmar que existen numerosos indicios que
apuntan que su discurso ha gozado de cierta aceptación social, sus acciones
de reconocimiento por parte de los ciudadanos, a la vez que los medios de
comunicación han hecho un gran seguimiento mediático de su recorrido y
determinados partidos políticos han terminado por recoger sus propuestas en
sus programas e ideario político.
Dadas las limitaciones de tiempo, espacio y recursos el presente estudio se
corresponde con un estudio de caso. Con el uso de un marco teórico en
1 La PAH consideró que el texto que se aprobó en el Congreso en 2013 no recogía la intención
inicial de la ILP.
2 Catalunya recuperó la ley contra los desahucios que anuló el TC en diciembre de 2016.
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relación al análisis del discurso político se pretende estudiar cómo ha
construido la PAH su propio relato político, y si este relato ha conseguido
convencer a los distintos estratos de la población, así como a los principales
agentes políticos y sociales del país. Aun así, la elección de un caso concreto y
específico nos será de gran ayuda para profundizar en esta temática, y así,
elaborar un argumento explicativo que nos ayude a entender el fenómeno del
relato político de la PAH en todos sus componentes, para después poder
validar o desmentir la hipótesis inicial.
Pero, ¿Por qué es importante centrarnos en el relato político de este colectivo?
Según la teoría del Narrative Policy Framework la narrativa o historia que
apoya una política determina su éxito y duración, ya que es una potente
herramienta que da forma a las emociones y a las realidades de las personas
(McBeth et al., 2014). Los relatos políticos juegan cada vez un papel más
importante en el contexto de sociedad posindustrial, una sociedad que vive en
un mundo de comunicación a tiempo real a través de las redes sociales y las
nuevas aplicaciones tecnológicas. En este escenario el poder de la narrativa es
un factor clave para entender los cambios y avances sociales y constituye un
instrumento poderoso para cualquier grupo o coalición que pretenda conseguir
unos determinados objetivos.
La representación de las personas o colectivos como héroes, villanos, víctimas,
etcétera, juega un papel central en los relatos políticos que son cada vez más
reconocidos en el análisis de políticas (Shanahan y McBeth 2011). En esa
misma línea se postularon Spector y Kitsuse (1987) cuando afirmaron que los
problemas se construían socialmente.
En ese sentido, para explicar las problemáticas sociales determinados grupos,
en nuestro caso un movimiento social, construyen sus propios argumentos con
personajes, escenarios, moralejas y propuestas de mejora. Estas “historias”
buscan despertar las emociones de los ciudadanos y en muchas ocasiones
llegan a convencerlos sin el uso de argumentos racionales.
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Así que el análisis de la construcción del relato político y las principales
estrategias narrativas de la PAH, así como la evaluación del éxito de este
discurso constituyen los principales objetivos de este estudio.
1.3. Estructura del trabajo
Para responder a las cuestiones que se plantean y construir explicaciones en
relación al caso presentado el estudio se desarrolla a través de una estructura
un tanto convencional. Primeramente, se expone una breve introducción para
aterrizar al lector al caso, exponiendo también la hipótesis central del trabajo,
así como sus objetivos y qué tipo de estudio corresponde.
Después se sigue con la explicación de la metodología que se ha usado,
haciendo referencia a las variables que nos permiten determinar el éxito de la
PAH en la construcción de su discurso, y también el porqué de la elección de
las mismas. En tercer lugar, se presenta el marco teórico en el cual se apoya el
estudio, resaltando la literatura sobre la construcción del relato político más
adecuada para el caso presentado. Una vez presentada la teoría, se empieza a
desarrollar el análisis de las variables seleccionadas con sus respectivos
resultados.
Finalmente, se recogen las conclusiones de todo el estudio. A partir de los
resultados que se obtienen de las variables escogidas se deducen unos
supuestos que permiten validar, o desmentir, la hipótesis inicial.
1.4. Metodología
Ahora bien, ¿Cómo se puede medir la construcción exitosa de un relato político
por parte de un movimiento social? La clave de la pregunta reside en cómo
vamos a medir este supuesto éxito. Ya se ha comentado que este relato no se
ha visto traducido en políticas públicas concretas, sin embargo, sí que
afirmamos que ha sido asumido por una parte de la ciudadanía, determinados
partidos políticos y algunos medios de comunicación.
Concretando, para medir la notoriedad de la PAH en la construcción de su
discurso asumimos que el concepto “éxito” se corresponde con la aceptación
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por parte de la población y de determinados actores políticos y sociales de un
relato político, es decir de una historia con actores (buenos y malos), un
escenario, un argumento y una moralidad, y a la vez una prescripción para
mejorar una situación definida como injusta.
Para medir esta aceptación social se van a usar tres variables. La primera se
corresponde con los datos referentes a las encuestas de opinión pública en el
período analizado. Partimos del supuesto que las encuestas sirven para
conocer tendencias temporales o las diferencias de opinión entre grupos de
población. En nuestro caso se utiliza la fuente del Centro de Investigaciones
Sociológicas, en concreto los barómetros establecidos desde el mes de enero
de 2008 hasta el de abril de 2016, también algunas encuestas realizadas por
Metroscopia de 2012 y 2013.
La segunda variable a analizar es la introducción de las formulaciones y/o
propuestas de la PAH en el issue de los desahucios en los programas de los
partidos políticos de los comicios de 2011 y 2015. Aunque no se identifique la
propuesta concreta formulada por la PAH, basada sobre todo en la dación en
pago, también se va a tener en cuenta la introducción de la temática de los
desahucios en los programas. El porqué de la elección de esta variable reside
en un argumento un tanto obvio. Los partidos actúan en muchos casos como
catalizadores de las demandas sociales de los ciudadanos y los movimientos
sociales en sus programas electorales. Si una demanda es compartida por una
gran parte de la población los partidos la asumirán para conseguir su principal
objetivo como organización: ganar elecciones. En este caso, se han escogido
las elecciones de 2012 y 2015 ya que se corresponden con el período el cual
queremos analizar la aceptación del discurso de la PAH. Las elecciones del
2008 son demasiado cercanas al fenómeno de los desahucios y los partidos no
eran permeables aun a estas demandas. También es importante señalar que
solo se analizaran los programas de los partidos que obtuvieron representación
parlamentaria en dichos comicios, ya que son los más representativos de la
opinión de la población en dicho periodo.
La última variable para determinar el éxito de la PAH en su relato es la
publicación del fenómeno de los desahucios por parte de los medios de
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comunicación. En este sentido, cabe reseñar la importancia de los medios de
comunicación en la construcción de un determinado discurso. Aun así, no
vamos a entrar en cómo construyen el problema los medios, sino en la cantidad
de veces que lo divulgan. Su permeabilidad respecto a esta temática nos
permite medir, en parte, que importancia daba la sociedad española a este
fenómeno. A la vez que los medios también influyen con sus noticias a la
opinión de los ciudadanos, en un proceso de retroalimentación. Concretamente,
se va a usar el estudio La influencia de los temas en el proceso de formación
de la agenda pública (Carrillo et al., 2016) donde se recogieron las noticias
sobre desahucios en los siguientes medios: Europa Press, El País, El Mundo,
La Vanguardia y El Periódico. En especial se va analizar el período desde
febrero de 2009 (fecha de la creación de la primera asamblea de la Plataforma)
hasta abril de 2015, abarcando los años con más actividad del colectivo.
El análisis de las tres variables anteriormente descritas y sus resultados son el
punto de partida para establecer las conclusiones del estudio, y los datos
extraídos proporcionan una valiosa información para contrastar la hipótesis del
trabajo.
2. Marco teórico
Para poder analizar de forma coherente el relato político construido por la PAH
durante y después del estallido de la burbuja inmobiliaria en el estado español
es necesario hacer referencia a la literatura académica, en especial a la
referente a la construcción del relato de políticas públicas.
Para ello, este marco teórico se apoya en la contribución a la teoría del
discurso político y de las políticas públicas que hace el libro Theories of Policy
Process editado por Sabatier y Weible en 2014. Haciendo especial referencia al
capítulo siete The Narrative Policy Framework (McBeth et al., 2014).
2.1. The Narrative Policy Framework
La NPF, que podríamos traducir vulgarmente como el Marco de Narrativa de
las Políticas Públicas, se corresponde con una teoría política cuya pregunta
central gira entorno un eje empírico sobre el poder de la narrativa: ¿Juegan las
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narrativas un papel importante en el proceso de las políticas públicas
actualmente?
Hay dos elementos contextuales que responden a esta pregunta de forma
afirmativa. El primero es la existencia de una sociedad posindustrial con su
respectiva protección al consumidor y con el ascendente desarrollo del
marketing. Esta situación ha dado lugar a lo que llamamos “emprendedores de
política” que gastan energías considerables en convertir los debates públicos
en batallas sobre narrativas que compiten (McBeth et al., 2014). El segundo se
corresponde también con el mundo en el que vivimos, un mundo de
comunicación a tiempo real de la política a través de las redes sociales y las
nuevas aplicaciones tecnológicas, donde se da una importancia ascendente al
discurso y como este se construye y comunica.
La etiqueta del NPF comenzó en los años posteriores a la publicación de la
primera edición de Paul Sabatier de Theories of Policy Process. A pesar de las
críticas, los académicos propensos al NPF no veían porque la narrativa, que
había sido estudiada científicamente en muchos campos de las ciencias
sociales, no podía ser extrapolada al campo de la política (Sabatier, 1999). Más
tarde, los académicos adeptos a esta teoría demostraron que varios elementos
del NPF podían ser cuantificados y medidos, por ejemplo, el concepto de
personajes que más adelante será definido (Shanahan et al., 2008).
El NPF abraza una interpretación estructuralista de la narrativa, afirmando que
los relatos políticos han generalizado elementos de narrativa (las cuestiones de
forma) que pueden ser aplicados a través de diferentes contextos, es decir los
elementos centrales de la narrativa son generalizables a través del espacio y el
tiempo (McBeth et al., 2014). Contrariamente a la visión pospositivista que
afirma que todo el contenido de la narrativa es único, el NPF dirige el problema
del relativismo de la narrativa estudiando de forma empírica el contenido en
términos de sistema de creencia y estrategias.
Los cuatro elementos centrales de los relatos políticos, según el NPF, son los
siguientes:
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a. El escenario: Los relatos políticos están intrínsecamente relacionados
con los problemas sociales y son situados en contextos políticos
específicos. El enfoque de un relato se ve condicionado por fenómenos
consiguientes de la política como los parámetros legales y
constitucionales, la geografía, las condiciones económicas, las normas
sociales y otros rasgos los cuales la mayor parte de los actores están de
acuerdo en aceptar en un área política en específico.
b. Los personajes (actores): Es importante señalar que los relatos políticos
deben tener al menos un actor o personaje. Como en cualquier buena
historia pueden haber victimas que son perjudicadas, los malos que
hacen daño, y los héroes que proveen de una solución para el problema
y salvan a las víctimas (Ney, 2006).
c. El argumento: Estableciendo las relaciones entre los personajes y
situándolos en un determinado escenario político, el argumento nos
proporciona un arco de acción, además de dotar a la historia de un
principio, el medio y el final (Abell, 2004).
d. La moraleja: Los relatos políticos también prescriben una solución
política. En términos de narrativa, nos referimos a esta solución como la
moraleja de la historia (Ney y Thompson 2000).
Los estudios más recientes de la NPF declaran que para hablar de relato
político, la construcción de una historia debe tener al menos un personaje y
alguna referencia a una preferencia o una postura política (Shanahan et al.
2013).
Por otro lado, cada debate político existe en un contexto único, en cada
situación los stakeholders son diferentes y el escenario también. El NPF
afirma que la variación del contenido discursivo puede ser estudiada por las
estrategias narrativas y los sistemas de creencias que se invocan.
Si nos referimos a las suposiciones principales, es decir al núcleo duro
sobre el cual se sustenta la teoría que se está analizando, se tiene que
hacer especial mención a estos cinco elementos:
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1. Construcción social: Aunque sea verdadero que existe una realidad
formada por objetos y que esta se procesa independientemente de las
percepciones humanas, es cierto también que los significados de los
objetos y procesos varían en términos de cómo la gente los percibe. La
construcción social en este contexto se refiere a los distintos significados
que los individuos o grupos asignan a los objetos o procesos asociados
con las políticas públicas.
2. Relatividad limitada: Las construcciones sociales de objetos y procesos
relacionados con la política varían para crear diferentes realidades; sin
embargo esta variación es limitada y depende de sistemas de creencias,
ideologías y normas y no es siempre arbitraria.
3. Elementos estructurales generalizables: El NPF toma una postura
estructuralista, en ese sentido afirma que las narrativas comparten
estructuras específicas generalizables, como por ejemplo argumentos o
personajes que pueden ser identificados en múltiples contextos de
narrativa.
4. Operación simultánea a tres niveles: Para realizar un análisis más
coherente, el NPF divide los relatos políticos en tres categorías que
actúan recíprocamente: El micro (nivel individual), el meso (grupo y nivel
de coalición) y el macro (nivel cultural e institucional).
5. “Homo narrans” o modelo de individuo: La narrativa juega un papel
central en como los individuos tratan la información, se comunican e
interpretan la realidad.
Como ya se ha mencionado, el NPF asume que los relatos políticos funcionan
simultáneamente en tres niveles de análisis. Estas demarcaciones son
dibujadas en gran parte por los objetivos para determinar el alcance de un
discurso y para ofrecer la dirección adecuada con las unidades de análisis en
las cuales el investigador está interesado. En el nivel micro el investigador está
interesado en el individuo y como este informa y es informado por las narrativas
políticas. En el nivel de meso, el investigador de modo similar está interesado
en la narrativa, pero estudia los relatos políticos en términos de su despliegue
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por grupos y coaliciones de propugnación en un subsistema de política.
Finalmente, en el nivel macro el investigador está interesado en como las
narrativas políticas se integran en las culturas e instituciones que son
moldeadas, influenciando en la producción de políticas públicas (Mcbeth, Jones
y Shanahan, 2014). El caso que se va a analizar, y su consiguiente relato
político, se corresponde con el nivel meso. En este caso el discurso se
despliega por un grupo y coalición en concreto (la PAH) y un en determinado
subsistema de política (la política de vivienda).
El nivel meso del NPF investiga los enfoques sobre el papel de los relatos
políticos en el debate público, lo que podríamos llamar el “ágora” actual, lugar
donde confluyen narrativas y discursos en pro de un objetivo político. Así,
Mcbeth, Jones y Shanahan (2014) elaboran el concepto de agora narrans
como el reconocimiento meso-nivel de la construcción estratégica y la
comunicación de relatos políticos por coaliciones para alcanzar un determinado
objetivo. A continuación, se exponen los detalles del modelo meso-conceptual,
así como sus principales hipótesis.
Como ya se ha mencionado, la unidad de análisis del nivel meso es el
subsistema de política. Según Von Bertalanffy (1968), los sistemas
comprenden objetos que están organizados y relacionados entre ello y que
están afectados por opiniones externas. Estos objetos constituyen los
componentes principales del sistema y son las variables de interés. En el NPF
estos objetos se corresponden con los relatos políticos. A la vez, existen
objetos adicionales en los sistemas de política que pueden incluir los recursos,
la prominencia de la cuestión o las instituciones entre otros. También es
importante señalar que los objetos de la teoría de sistemas no están
organizados al azar sino más bien en coordinación; en el NPF, los relatos
políticos se organizan a través de las coaliciones que comparten las
preferencias políticas. En resumen, la unidad básica de análisis en el nivel
meso del NPF es el subsistema de política y el NPF operacionaliza los relatos
para comprender las complejidades de la toma de decisiones del sistema
político.
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En el nivel meso, las coaliciones de apoyo (formadas por grupos de interés,
ciudadanos, autoridades electas y medios de comunicación) desarrollan relatos
políticos que reflejan una preferencia política compartida. Estas coaliciones
compiten entre sí y tienen preferencias políticas divergentes, que se expresan
en narrativas políticas. La contribución del nivel meso del NPF se apoya en el
análisis de como las coaliciones y sus miembros compiten utilizando
combinaciones de componentes narrativos (Mcbeth et al., 2014). Del mismo
modo, los medios de comunicación son identificados como miembros que
participan en coaliciones, con creencias políticas concretas y preferencias.
De otro modo, y para finalizar la conceptualización del NPF, los principales
académicos de esta teoría se han centrado en tres estrategias narrativas, no
excluyentes de otras estrategias adicionales en el futuro, que son las siguientes:
el alcance del conflicto, los mecanismos causales y el paso del diablo y el ángel.
El concepto del alcance del conflicto hace referencia a cómo se comportan los
grupos de interés según su posición en el conflicto discursivo. Es decir, cuando
un determinado colectivo percibe que empieza a perder el debate sobre una
temática, desarrolla una estrategia narrativa que tiene por objetivo ampliar el
alcance del conflicto y despliegan un discursivo más agresivo. Por el contrario,
cuando los grupos o coaliciones políticas se perciben como ganadores, se
concentran en difundir los beneficios de su propuesta política, manteniendo el
status quo y conteniendo el espacio de conflicto.
Por otro lado, los mecanismos causales ordenan estratégicamente los
elementos narrativos, asignando la responsabilidad y la culpa sobre la
problemática de la política en debate. Se denomina mecanismos causales en el
NPF a estos vínculos de responsabilidad y culpa que determinados grupos
establecen para conectar eventos y elementos narrativos, y así crear una
realidad política de responsabilidad o culpa. Estas vinculaciones para
denunciar a los culpables tienen causas diversas: intencional, accidental y
accidental mecánico. El mecanismo causal intencional (donde el villano
participa de forma intencional en una acción negativa) se ha percibido como el
más efectivo para convencer a la opinión pública (McBeth et al., 2014).
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Por último, el paso o cambio del diablo y el ángel describe como los actores
exageran los motivos, comportamientos e influencias de los opositores para
evidenciar el conflicto. Según La Piedra (2002), los héroes son clásicamente
entendidos en un relato político como los que identifican el problema, mientras
que los bandidos son instigadores de problema. En otras palabras, las
narrativas políticas que emplean el cambio de diablo procuran culpar y
vilipendiar, no identificar a héroes o aliados que probablemente fijarán
soluciones.
3. Análisis del caso
Una vez establecidas las bases teóricas del discurso y el relato político, según
las aportaciones de académicos de las ciencias políticas, es necesario
empezar a analizar las tres variables que nos van a permitir determinar el éxito
del relato de la PAH. Sin embargo, también es importante hacer una
aproximación a la narrativa construida por este colectivo, comparándola con las
aportaciones teóricas que se han ido haciendo, para determinar en qué medida
se ajusta el discurso político de la PAH a las teorías del Narrative Policy
Framework.
3.1. Análisis del relato político de la PAH
Como ya se ha comentado anteriormente, para analizar el relato político de la
PAH desde la perspectiva del Narrative Policy Framework es necesario adoptar
el enfoque meso, el cual estudia la narrativa política en términos de su
despliegue por grupos y coaliciones dentro de un subsistema de política.
Primero V de Vivienda, y posteriormente la PAH, se constituyeron como
movimientos sociales construyendo un relato de forma colectiva. Su dimensión
política, intencional y su voluntad de transformación social determinan su
condición de movimiento social (Della Porta, 2006). Esta dimensión colectiva es
la que determina el nivel de análisis meso, ya que no existen movimientos
sociales individuales. El relato político que elaboró la PAH iba destinado a
incidir en el debate público (el agora narrans) donde confluyen las narrativas de
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las diferentes organizaciones y coaliciones políticas en pro de un determinado
objetivo.
Del mismo modo, si se comparan los cinco principales elementos del NPF para
la construcción de un relato político con el discurso elaborado por la PAH se
puede afirmar que se encuentran bastantes similitudes. Dicho de otro modo, la
PAH sigue los mismos patrones que recogieron McBeth, Shannan y McBeth
para edificar su narrativa.
3.1.1. El escenario
El primero de los elementos que proponen Mcbeth et al. (2014) es la existencia
de un escenario. Un contexto político especifico en el cual se detecta una
problemática y un correspondiente posicionamiento. Este escenario viene
determinado por las condiciones económicas, las leyes y los fenómenos
políticos los cuales son interpretados según la lógica de nuestro grupo.
En este caso, se puede afirmar que existe un escenario específico que
condiciona la existencia de una problemática que la PAH pretende combatir. A
grandes rasgos se puede resumir este escenario con el fenómeno de la crisis
económica y social que llega al estado español en 2008. No obstante, es
necesario remarcar que este escenario de crisis se ve condicionado y agravado
por el estallido de la burbuja inmobiliaria, hecho que acrecentó la problemática
de los endeudamientos y los desahucios. Es decir, la PAH parte del escenario
de la crisis para elaborar su discurso; sin embargo, se va a centrar
exclusivamente en el issue de la vivienda y en especial en la necesidad de
aprobar legalmente la dación en pago y paralizar los desahucios
En ese sentido, el escenario que la PAH pretende transformar está
condicionado por la subida del precio de la vivienda en un 180% entre 1997 y
2007, pero es que además en el periodo comprendido entre 2006 y 2009,
España construyó más que Alemania, Italia y Francia juntas, y lo que es más
curioso, los precios de la vivienda no dejaron de crecer (Vergés, 2012). A la vez,
la crisis económica aterrizo en el estado español de una forma muy dura, con
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consecuencias claras como el decrecimiento del Producto Nacional Bruto, el
aumento de los precios de consumido y la subida de la prima de riesgo.
Estos hechos produjeron que una parte de la ciudadanía, que se había
endeudado durante el periodo de bonanza para adquirir una vivienda, perdiera
su empleo, generando una tasa de paro que situó en el 20% y llegando a la
cifra de 4,5 millones desempleados (Alonso y Casero, 2016). El desempleo y
las malas condiciones económicas provocaron que muchos ciudadanos
tuvieran serios problemas para seguir pagando sus hipotecas. Según las
estadísticas del Consejo General del Poder Judicial, desde el inicio de la crisis
en 2008 y hasta 2016, se produjeron 598.747 ejecuciones hipotecarias.
La problemática de los desahucios choca con el ordenamiento jurídico del
estado español que, según la Carta Magna, debe garantizar el derecho al
acceso a la vivienda digna por parte de todos los ciudadanos; en concreto el
artículo 47, donde se afirma que los poderes públicos promoverán las
condiciones necesarias para que todos los españoles disfruten de una vivienda
digna y adecuada.
Por otra parte, conviene añadir otra especificidad del ordenamiento jurídico del
país que hizo agravar la situación de emergencia habitacional que se estaba
generando. A diferencia de otros países europeos, la entrega de la vivienda no
es suficiente para saldar la deuda con la entidad bancaria, ya que el préstamo
recae jurídicamente sobre el inmueble y no sobre la persona. Así, cuando se
produce una situación de impago, la vivienda va a subasta, y si ésta queda
desierta, que es lo que ocurre en el 90% de los casos en el contexto de crisis
(Valiño, 2013), las entidades financieras pueden adjudicarse la vivienda por un
60% de su valor. La diferencia de la deuda que no queda cubierta por ese 60%
más los intereses de demora y los gastos judiciales queda como una deuda
viva para la persona expropiada. Además, constituye ésta una deuda que
genera nuevos intereses, lo que hace que, en la práctica, una persona que ha
caído en el desempleo no pueda llegar a saldarla jamás.
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3.1.2. Los personajes
La PAH ha argumentado que el abandono de las instituciones y la falta de
acción de los partidos tradicionales en la temática de los desahucios obligaron
a los movimientos sociales a intervenir de forma directa para proteger a familias,
a niños y a ancianos que se encontraban en una situación de vulnerabilidad. La
construcción de su discurso se ha basado en hacer frente a una problemática,
a la vez que en señalar los culpables de provocarla.
Tal y como señala Ney (2006), cualquier buena historia necesita de víctimas,
héroes y villanos. Según el NPF son los mecanismos causales los que ordenan
los elementos narrativos, asignando la responsabilidad y la culpa sobre la
problemática. Se identifican a través de vínculos causales para conectar los
eventos, creando una realidad política de responsabilidad. A la vez estas
vinculaciones pueden tener causas diversas como intencionales o accidentales,
siendo el intencional el más efectivo para convencer a la opinión pública
(McBeth et al., 2014). A continuación, se presentan los mecanismos causales
construidos por la PAH hacía los dos villanos principales de la historia: El
gobierno y las entidades financieras.
Primeramente, el relato político de la PAH se centra en culpabilizar a las
administraciones públicas y a los distintos niveles de gobierno por su inacción y
su corresponsabilidad en el fenómeno la burbuja y sus consecuencias
posteriores. El colectivo apunta a que los impuestos derivados del negocio
inmobiliario eran una fuente de ingresos y recaptación de enorme
trascendencia para el sector público y los diferentes niveles de gobierno.
Además, argumentan que los poderes públicos temían deshinchar la burbuja y
paralizar la especulación, ya que, de entrada, eso significaba destruir miles de
puestos de trabajo (Alemany y Colau, 2012).
No obstante, la PAH va incluso más lejos. Apunta a que los sucesivos
gobiernos españoles estatales están profundamente condicionados por las 41
empresas más importantes del país (Santander, BBVA, Bankia, Sacyr, La
Caixa, entre otras). Según Colau y Alemany (2012) el poder financiero en el
estado español puede paralizar cualquier decisión que le perjudique. Este
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poder económico y empresarial tiene también una estrecha relación con los
partidos políticos, los gobiernos locales y autonómicos. En una situación de
crisis, los diferentes estamentos públicos tuvieron que recorrer al sector
bancario para financiar los gastos y nominas públicas. De la misma forma, la
PAH señala el problema estructural del financiamiento a los partidos,
condicionado por el fuerte endeudamiento hacia los bancos y cajas, a los
cuales recurren para sufragar las campañas electorales.
Empezamos a vislumbrar los principales villanos de la historia. Los líderes del
colectivo anti desahucios han corresponsabilizado al gobierno por no hacer
frente a las dramáticas situaciones de lanzamientos hipotecarios ni garantizar
los derechos habitacionales de la ciudadanía. Sin embargo, hasta que el
gobierno no rechaza el contenido principal de la ILP en 2013, la batalla
discursiva de la PAH y sus acciones se centran en señalar como verdaderos
villanos a los bancos, las cajas de ahorro, el “banco malo” (SAREB), los fondos
de inversión, y sobre el terreno el director de la oficina bancaria, el funcionario
que administra el lanzamiento o el policía que ejecuta el desahucio (Carrillo et
al., 2016).
Según el militante de la PAH Adrià Alemany (2012) fue la política irresponsable
y expansionista de los bancos y cajas en la concesión indiscriminada de crédito
la que produjo la burbuja inmobiliaria. El gran flujo de crédito que estaba en
circulación tuvo un impacto directo en el precio de la vivienda. El relato
construido sobre los villanos va más allá. Culpabilizan a los bancos de crear
campañas y propagandas publicitarias engañosas, abusando de la confianza
de los ciudadanos y aprovechándose del desconocimiento general en materia
financiera.
Ciertamente, el elevado endeudamiento del sector privado y financiero ha
constreñido la capacidad de reacción de la economía española. No obstante, la
PAH no solo ha apuntado a los bancos y cajas de ser responsables, en parte,
del endeudamiento y la crisis económica. El colectivo ha señalado directamente
a las entidades financieras como las culpables de las ejecuciones bancarias,
llevando las tramitaciones de impago a los juzgados y en muchos casos sin
aceptar pactos extrajudiciales. Así, observamos cómo se construye la figura de
21
villano, asignándole la culpa de la crisis y empeorando la precaria situación
habitacional de los ciudadanos. Este relato se puede ejemplificar perfectamente
en la campaña Este banco estafa, engaña y echa a la gente de su casa llevada
a cabo por la PAH en 2011.3
Por último, también es importante resaltar el énfasis en la presión que se ejerce
a partir del 2013 al gobierno español. Si en un primer momento el villano
principal eran bancos y cajas (con una clara corresponsabilidad por parte del
gobierno) después del fracaso de la ILP presentada por la PAH y otros
colectivos al Congreso de los Diputados se observa como también se redobla
la culpabilidad al gobierno, y en especial al Partido Popular. El relato en ese
momento apuntaba a que la negativa del Partido Popular a aceptar las
principales propuestas de la ILP perpetuaba la situación precariedad
habitacional, dejando en una situación gravísima a centenares de familias. A la
vez se acusaba al partido de gobierno de proteger los privilegios de la banca.
Así es como empieza la campaña de los escraches a los principales líderes del
PP (y en menor medida a otros partidos políticos que tampoco aceptaron el
contenido de la ILP) con el fin de presionarlos para que cambiaran su posición
al respecto.
Los escraches tuvieron su punto más álgido en la campaña de las elecciones
europeas de 2014, en lo que según la teoría del NPF se encontrarían dos
fenómenos: el cambio del demonio y el alcance del conflicto. El primero
describe como los actores engrandecen los motivos y comportamientos de los
opositores para evidenciar el conflicto, empleando una narrativa política basada
en vilipendiar y culpabilizar. El segundo hace referencia al momento en que un
determinado colectivo empieza a perder el debate sobre una temática y
desarrolla una estrategia para ampliar el alcance del conflicto y despliega un
discurso más agresivo.
3 Pérez-Lanzac, C. (14 de julio de 2011). Que se sepa: este banco engaña, estafa y echa gente
de su casa. El País. Versión digital
22
La narrativa de la PAH también identifica claramente a los héroes y a las
víctimas del relato, unos héroes que proveen de solución al problema y salvan
a las víctimas vulnerables. Sin embargo, en nuestro caso de estudio se podría
equiparar y homogenizar estos dos personajes de la historia: los héroes y
víctimas.
Este fenómeno se puede ejemplarizar en el proceso de empoderamiento que la
PAH ha llevado a cabo con las familias afectadas. En palabras mismas del
colectivo, se afirmó que era la ciudadanía la única que había aportado
soluciones al problema, defendiendo los derechos de los estafados. Según
Colau (2012), el primero objetivo era crear un espacio de confianza y
comunidad por medio de las reuniones presenciales a los afectados, una
oportunidad para que se expresaran y compartiesen sus experiencias. Las
personas se preocupan por la situación de los otros, en la medida en que
perciben que los otros se preocupan, de manera recíproca, de su propio caso
(Larrinaga, 2016).
La PAH se construye entonces como un espacio de soporte mutuo y
solidaridad que antepone el bien colectivo al interés individual. Uno de los
lemas más usados por la Plataforma nos dibuja perfectamente el discurso de
empoderamiento que se pretendía propagar: «No te preguntes qué puede
hacer la PAH por ti; pregúntate qué puedes hacer tú por la PAH». El colectivo
quería traducir el malestar de las familias en una palanca de transformación y
necesitaba constituirse como sujeto político con consciencia colectiva para
hacerlo.
Con este proceso se pretende reconvertir una víctima en un héroe, en términos
del NPF. Dar los recursos necesarios a los desfavorecidos para que se unan y
combatan su propia su situación. También es necesario remarcar que muchos
activistas de la Plataforma no han sido víctimas de situaciones de desahucio ni
endeudamiento. Aun así, esta situación no revierte en la lógica de etiquetación
de héroes y victimas construida por la PAH, sino que refuerza la narrativa del
colectivo basada en la solidaridad y el soporte mutuo.
23
Los activistas que paralizan los desahucios, los vecinos indignados y las
familias afectadas son los héroes del relato y, por supuesto, los movimientos
sociales de base que canalizan sus demandas ante las instituciones (Carrillo, et
al., 2016). La construcción del personaje del héroe queda definida por la
amalgama constituida por los activistas, las familias y el movimiento social que
quiere revertir el escenario descrito: La PAH.
3.1.3. El argumento
Según el NPF estableciendo las relaciones entre los personajes y situándolos
en un determinado escenario se obtiene el argumento de la narrativa, es decir
el marco de acción explicativo de la historia. Ya se ha hecho referencia a los
principales actores y en qué escenario operan, sin embargo es necesario
remarcar algunos conceptos clave del argumento.
La PAH encuadra el problema articulando una narrativa sólida que presenta el
problema desde una perspectiva sencilla: la vivienda como un derecho social
indiscutible que las instituciones tienen que garantizar. El endeudamiento y los
desahucios forman parte de una política de vivienda errónea que se ha
despreocupado de los derechos de los ciudadanos, amparados en la
constitución, que promueve la especulación del suelo, que socializa las
perdidas rescatando a las cajas de ahorro, y además no crea la legislación
necesaria para terminar con la dación en pago. El colectivo anti-desahucios
reivindica la vivienda como un derecho social indiscutible, y resalta de forma
contundente su valor de uso frente al valor de cambio (Carrillo, et al. 2016)
El termino estafa es comúnmente utilizado en los eslóganes y los comunicados
de la Plataforma, también por parte del movimiento 15-M (Esto no es una crisis,
es una estafa). Esta estafa, donde han participado tanto la administración como
los bancos y las cajas de ahorro, ordena todo el escenario argumentativo. Los
bancos engañando a las familias prometiendo inversiones seguras y obviando
información sobre las consecuencias del sobreendeudamiento, la
administración que no hizo ningún esfuerzo para garantizar el derecho a la
vivienda.
24
En frente de una ciudadanía estafada se sitúa la PAH. Colectivo que propone
hacer frente a los problemas de forma colectiva generando una red de soporte
mutuo. La Plataforma presiona a la administración, influye a los medios de
comunicación y señala a los culpables.
3.1.4. La moraleja
Un elemento substancial de los relatos de políticas públicas es la prescripción
de una solución política. En términos del NPF, se hace referencia a esta
solución como la moraleja de la historia (Ney y Thompson, 2000). En ese
sentido, el colectivo estructuró unas demandas y soluciones muy claras y
concisas. Cuando se funda la PAH sus objetivos mínimos son tres: conseguir
una ley que establezca la dación en pago, una moratoria de los desahucios y la
creación de un parque público de viviendas de alquiler social (Domingo, 2012;
Colau y Alemany, 2012). La moraleja que propone la Plataforma se resume de
forma sintética y ha permanecido cuasi intacta durante su existencia.
Aun así, se puede apreciar una cierta evolución en el discurso. Por un lado, la
dación en pago pasó a ser “retroactiva”, presumiblemente al ir acumulando
miles de casos de personas que, de no serlo, quedarían endeudadas. Por otro,
en los principios fundacionales del colectivo, se hacía referencia a la propuesta
de la auditoría social, para investigar las responsabilidades de la burbuja
inmobiliaria. Esta propuesta quedó diluida por una crítica más amplia hacia al
sistema que, aunque sin entrar en una crítica abierta y profunda al “capitalismo”,
sí deja entrever una evolución hacía posiciones más radicales. Este tipo de
discurso va creciendo a medida que se agrava la crisis económica y política,
pero también a medida que el movimiento va fortaleciéndose y ganando
presencia pública (Mangot, 2013).
3.2. La difusión de la temática por los medios de comunicación
Una de las variables escogidas para determinar el alcance y aceptación del
discurso de la PAH en el conjunto de la ciudadanía, y en los principales actores
de la sociedad española, es la divulgación de la temática de los desahucios en
los medios de comunicación. En este caso se pretende contrastar si el aumento
25
en la divulgación del fenómeno de los desahucios es fruto del activismo y la
difusión del relato político de la Plataforma. Cabe resaltar que no se pretende
afirmar que la narrativa de la PAH fuera asumida de forma total por los medios,
sino que se busca poder determinar qué grado de permeabilidad han tenido los
medios con dicha temática.
La teoría de la movilización cognitiva (Dalton, 1996) señala cómo en las
sociedades más desarrolladas la opinión pública cada vez es más sofisticada
debido a los mayores niveles de información de la población proporcionados
por los medios de comunicación y por la propia experiencia de los ciudadanos,
y también por la mayor capacidad de la ciudadanía para procesar esa
información gracias al aumento del nivel de instrucción. Así, se observa como
en las sociedades más avanzadas la opinión pública se sofistica gracias al
aumento de los niveles educativos, y como la información proporcionada por
los medios alcanza una influencia considerable en la opinión pública. Más aun,
cuando se refieren a problemáticas que los ciudadanos no conocen a través de
su propia experiencia, como por ejemplo en el caso de los desahucios donde la
inmensa mayoría de la población no se ha visto directamente afectada (Carrillo,
et., 2016).
La posición central de los medios en la construcción del discurso, les concede
un papel altamente relevante en nuestras sociedades (Silverstone, 2007).
Además, se encargan de gestionar la visibilidad pública de los acontecimientos
sociales (Thompson, 1995) y, con ello, condicionan la atención del público,
dando forma a como se entiende la realidad. Así, los medios consiguen crear
opinión pública mediante dos procesos: El establecimiento de la agenda y
fijando el encuadre o frame (McCombs, 2004).
El primero es fruto de la selección informativa que determina qué
acontecimientos, de los muchos posibles, se incorporan en los espacios
mediáticos logrando así, una notable visibilidad social. Es innegable que, al
realizar este proceso, los medios atraen la atención de la ciudadanía hacia
unos determinados temas en detrimento de otros. La consecuencia es clara. Se
condicionan las preocupaciones, opiniones y prioridades de los ciudadanos y
se condiciona, en parte, la agenda pública.
26
El segundo proceso, el encuadre o frame, se refiere a bajo que óptica tratan los
medios una determinada noticia o suceso. No solo es relevante el qué, sino
también el cómo. La construcción discursiva de un tema resaltando
determinados atributivos y minimizando otros otorga un sentido y un significado
social un fenómeno. Por consiguiente, los criterios bajo los cuales operan los
medios en el trato de noticias van a condicionar también el marco interpretativo
de los lectores (López-Rabadán, 2010).
No obstante, dadas las limitaciones temporales de este estudio, no se va
analizar el encuadre de las noticias cuantificadas, observando la construcción
discursiva de la temática de los lanzamientos hipotecarios. Simplemente se
hace referencia al número de noticias sobre desahucios de los medios: Europa
Press, El País, El Mundo, La Vanguardia y El Periódico recogidos en La
influencia de los temas en el proceso de formación de la agenda pública
(Carrillo et al, 2016). El análisis de datos abarca desde febrero de 2009,
cuando se crea la primera asamblea de la Plataforma en Barcelona, hasta abril
de 2015, en el periodo que se podría denominar como más activo del colectivo.
Como ya se ha comentado, el proceso que se pretende analizar, la influencia
del discurso de la PAH en los medios de comunicación mediante la
cuantificación y visibilidad de las noticias de los desahucios, conlleva también
un impacto en la opinión de la ciudadanía. La influencia de los medios de
comunicación en la opinión ciudadana es un fenómeno de sobra conocido por
los movimientos sociales. Por consiguiente, lograr el acceso a la agenda
mediática para situar un tema o issue en el foco de la atención pública se
convierte en algo primordial para estos.
La centralidad que juegan los medios provoca una elevada competitividad, ya
que son muchos los actores sociales que pugnan por influir en el discurso
mediático (Alonso y Casero, 2016). Sin embargo, y pese al potencial de
posibilidades que poseen en muchos casos, los movimientos sociales tienen
que competir con los relatos de los actores políticos convencionales, ligados a
la esfera institucional y oficial, como los gobiernos y los partidos que juegan un
papel primordial en la configuración de la agenda. Estos se sitúan normalmente
como definidores primarios (Hall et al., 1978) aprovechando su posición en la
27
estructura de poder e influyendo de forma clara en la presentación y definición
de la realidad. La élite política y económica posee una gran capacidad para
establecer temas y sus encuadres o frames, hecho que provoca en muchos
casos la postergación de discursos de otros sectores sociales (Bennett, 1990).
Esta situación deja en una posición marginal a los sujetos vinculados al cambio
social, como los movimientos sociales y la PAH en nuestro caso, provocando
notables dificultades para obtener atención mediática para así influir en el
debate público. Además, otros autores (Gitlin, 1980; McLeod y Hertog, 1992)
han observado también como los agentes vinculados al cambio social sufren
muchas veces de estigmas, que se traducen en coberturas informativas
desfavorables. Un patrón periodístico que presenta desde una óptica negativa,
asociando al conflicto y la violencia, las protestas y que provoca que la
ciudadanía perciba el cambio como algo peligroso y amenazante.
No obstante, la literatura señala que la incidencia en del debate público, y en
los contenidos mediáticos, por parte de los movimientos sociales esta
intrínsecamente relacionada con el que se denomina Estructuras de
Oportunidades Políticas (EOP) mediante el aprovechamiento de un
determinado contexto político y/o social (Tarrow, 2012).
Los principales autores de la EOP afirman que la movilización ciudadana se
produce cuando se da un contexto estructural, condicionado por oportunidades
políticas, al contrario de la creencia que presupone que la movilización se da
cuando la población sufre un mayor malestar o existe un crecimiento del
conflicto entre grupos contendientes. Es decir, la teoría de la EOP presupone
que la acción colectiva para la transformación social se produce más bien
cuando se tiene la percepción de que dicha actuación tendrá éxito.
Tarrow (2012) reconoce algunos factores determinantes, que en general, abren
nuevas oportunidades políticas, por ejemplo: la mejora del acceso y la
participación de nuevos actores; la evidencia de una reconfiguración de la
organización política; la disponibilidad de aliados potenciales; y finalmente, la
aparición de fisuras o conflictos entre las élites.
28
En este caso se puede afirmar que el proceso de movilizaciones del 15M se
produce en una situación en las que surgían nuevas oportunidades, y que con
el tiempo han provocado la irrupción y participación de nuevos actores políticos
en el sistema (el efecto Podemos). El ambiente de malestar social, provocado
por la crisis económica, y las percepciones de que las movilizaciones podrían
ser exitosas desembocó en uno de los fenómenos de acción colectiva más
importantes de las últimas décadas (Mangot, 2013).
Además, también se puede afirmar que a partir del 2011 el estado español vive
una cierta situación de reconfiguración en el terreno político, condicionada por
una ola de participación y movilización que no tenía precedentes en los últimos
años y por la deslegitimación hacia el partido de gobierno, el PSOE, así como
la posterior obtención de la mayoría absoluta por parte del PP.
La alianza con el 15M y otros colectivos similares, como Democracia Real Ya,
aumentó las oportunidades políticas de la Plataforma acrecentando la
capacidad de movilización y difusión del relato político. La existencia de una
narrativa común con estos colectivos, como la denuncia del rescate público de
la banca y los recortes sociales que impuso la Troika, ayudó a socializar el
mensaje entre la ciudadanía. Así, en el lema “No somos mercancía en manos
de políticos y banqueros” confluyen la PAH con los diferentes sectores que dan
lugar al 15M. El movimiento de los indignados, a la vez que aprovecha las
oportunidades políticas abiertas con la crisis económica y política, contribuye a
abrirlas todavía más con sus movilizaciones, de lo cual se beneficia la PAH
(Mangot, 2013).
Por otro lado, es necesario recordar que se asistió a un ciclo de protestas de
ámbito global en el cual aparecieron nuevos aliados potenciales en juego que
activaban la percepción de que la movilización podía resultar exitosa desde el
punto de vista de las reivindicaciones de los activistas. En ese sentido, no hay
que perder de vista que las movilizaciones ocurridas anteriormente en países
como Túnez y Egipto, pero también en Islandia, hicieron caer gobiernos,
algunos incluso dictatoriales como es el caso de los países árabes (Castells,
2012).
La aparición de fisuras entre las élites sería uno de los factores menos
determinantes en este caso. Sin duda la PAH ha podido maniobrar
29
políticamente y crear algunas tensiones políticas; cabe recordar la existencia
de jueces que han cuestionado e incluso desobedecido la ley hipotecaria o la
sentencia del Tribunal Europeo de Estrasburgo que definió dicha ley como
abusiva e injusta. Sin embargo, las fisuras no han sido tan profundas. La ley
hipotecaria sigue vigente hoy día, con sus respectivas modificaciones que no
afectan realmente a la dación en pago, y además no se puede afirmar que el
relato político del colectivo deslegitimara la élite política y económica por
completo.
En ese sentido, no todo han sido oportunidades políticas para la PAH. Algunas
de sus acciones, y en especial la campaña de los escraches, movilizó una
parte de la élite política y los actores mediáticos que lanzaron una campaña de
deslegitimación hacía el colectivo. La que fue la secretaria general del PP
María Dolores de Cospedal tildó los escraches de “nazismo puro” y reflejo de
“un espíritu totalitario y sectario” propio de los años treinta4. Medios como La
Razón o el ABC propugnaron en el momento más álgido del debate un frame
totalmente negativo hacía la Plataforma, publicando diversos artículos muy
críticos en referencia al activismo que realizaba la Plataforma.
Esta estructura de oportunidades también está influenciada por las
capacidades y oportunidades discursivas del colectivo en concreto. Los
principales aspectos y estructura de un relato político determinan sus
posibilidades de difusión en la esfera pública (Koopmans y Olzak, 2004). En
ese sentido, algunos autores han puesto de manifiesto la existencia también de
una estructura de oportunidades mediática. Esta provoca que en determinadas
circunstancias las opciones de acceso de los movimientos sociales a los
medios para transmitir sus mensajes y lograr influencia sobre las percepciones
ciudadanas se incrementen (Cammaerts, 2012). Haciendo una primera
aproximación a los datos recogidos en los diferentes medios analizados se
puede afirmar que las noticias sobre desahucios han gozado de cierta
visibilidad. Especialmente en el período del 2012 donde se llegan a picos
realmente altos en la publicación de noticias alrededor de esta temática.
4 Maneto, F. (13 de abril de 2013). Cospedal tilda los escraches de “nazismo puro” propio de
antes de la Guerra Civil. El País. Versión digital.
30
1. Evolución del número de noticias publicadas desahucios en los medios de comunicación
(De feb-09 hasta feb-15)
Fuente: La influencia de los temas en el proceso de formación de la agenda pública. (Carillo, et
al., 2016)
Analizando de forma más exhaustiva las cifras de noticias publicadas desde
febrero de 2009 hasta febrero de 2015 se pueden distinguir cinco etapas
bastante delimitadas.
Tal y como se puede observar en el Gráfico 1, la primera etapa se corresponde
desde febrero de 2009 hasta el noviembre de 2010. En este año y medio los
principales periódicos y agencias de noticias hacen un seguimiento bastante
bajo de las noticias de los desahucios. Se podría afirmar que el problema existe
aún de forma bastante embrionaria, la crisis económica llega al estado español
a mediados de 2008, pero los ciudadanos no empiezan a sentir sus
consecuencias de forma más cruenta hasta mediados de 2010. Es a partir del
tercer trimestre de 2010 cuando las ejecuciones hipotecarias empiezan a
crecer de forma exponencial, llegando en ese período hasta los 93.636 casos
(según datos del Consejo General del Poder Judicial). Además, siguiendo la
0
10
20
30
40
50
60
70
80
Europa Press El País El Mundo La Vanguardia El Periódico
31
lógica de los medios de comunicación aún no eran una temática
suficientemente vistosa como para resaltarla ampliamente.
La segunda fase empieza en febrero de 2011 y llega hasta agosto de 2012.
Aquí la publicación de noticias empieza a crecer, aunque de forma discontinua
según los meses analizados, y en algunos se llega hasta las 15 crónicas
mensuales, cuando en la etapa anterior no se llegaban ni a las 5. Esta es la
primera fase de crecimiento en la visibilidad del problema que acabará por
estallar en el siguiente periodo. También es importante remarcar que la
publicación de noticias varía mucho según el medio analizado, así Europa
Press y El País destacan por realizar una cobertura mucho más elevada que El
Mundo o La Vanguardia. Sin embargo, esta cobertura no guarda relación con el
decrecimiento del número las ejecuciones que en el tercer trimestre de 2012
llega a los 91.622 casos (según fuentes oficiales del CGJP).
En la tercera fase, que empieza en agosto de 2012 y termina en noviembre de
2013, se observa claramente como la publicación de noticias se dispara de una
forma espectacular, llegando a las cifras más elevadas en el conjunto de todo
el periodo analizado. Así, las noticias de Europa Press, El Periódico, El País y
La Vanguardia superan en agosto de 2015 las 50 noticias publicadas alrededor
de esta temática. Por su parte El Mundo llega hasta las 20 en ese mes.
También cabe resaltar otros dos picos en febrero y mayo de 2013, en los
cuales aunque se observa un seguimiento bastante desigual, Europa Press
recoge 30 y 40 noticias respectivamente.
Toda esta cobertura mediática tan fuerte decae en febrero de 2014, en la que
ya sería la cuarta etapa que llega hasta febrero de 2015. Este período es
bastante similar a la primera etapa que ya se ha analizado, casi no se llega a
las 10 noticias mensuales por periódico, a excepción de noviembre de 2014 y
febrero de 2015 en los cuales Europa Press llega hasta las 20 noticias. Este
proceso de caída de cobertura mediática podría tener relación con el
decrecimiento del número de desahucios, que a partir del primer trimestre de
2014 empiezan a decaer.
Pero lo que realmente es necesario analizar en estas cuatro etapas
identificadas es si el aumento de la cobertura mediática de los desahucios ha
sido producido por el éxito en la difusión del relato político de la PAH. Sin
32
embargo, esta relación es un tanto difícil de examinar. Básicamente porque
aunque se pueda afirmar que la cobertura mediática ha aumentado en los
periodos donde la Plataforma ha tenido más actividad, no hay forma de
demostrarlo empíricamente.
En este caso, es importante señalar que sí que se observa una cierta relación
en ese sentido en la tercera etapa en los datos que se han tratado. Esta etapa
abarca desde agosto de 2012 hasta noviembre de 2013 y coincide con la etapa
de más actividad y en la que la PAH ejerció más presión al gobierno español.
2013 fue el año en que la Plataforma presentó la Iniciativa Legislativa Popular
al Congreso de los Diputados, que desembocó en la aprobación de una ley
hipotecaria por el Partido Popular en abril de ese año, la cual fue rechazada por
la Plataforma que acusó al gobierno de desvirtuar el contenido original de la
ILP.
Sin embargo, las noticias que se han examinado corresponden con el
fenómeno de los desahucios en concreto, no con las actividades de la PAH en
relación con la dación en pago. En este caso no se puede afirmar que exista
una relación con ambos fenómenos, es decir que la publicación de noticias
sobre desahucios aumente en 2012 y 2013 no significa que este provocado por
la campaña que realizó la PAH entorno la ILP. Ni tampoco que la producción de
un relato político potente y coherente en relación con la dación en pago
produjese un crecimiento de la cobertura mediática de los desahucios.
En ese sentido, si se analiza al detalle la tercera fase del periodo estudiado se
puede observar como el principal pico en la publicación de desahucios se
corresponde con noviembre de 2012, como se puede observar en el Gráfico 2.
Pero, ¿Por qué las publicaciones sobre desahucios alcanzan su máximo en
noviembre de 2012?
33
2. Evolución del número de noticias publicadas desahucios en los medios de comunicación
(De ago-12 hasta nov-13)
Fuente: La influencia de los temas en el proceso de formación de la agenda pública. (Carillo, et
al., 2016)
La respuesta la apuntan Carrillo et al. (2016) en La influencia de los temas en
el proceso de formación de la agenda pública. Las ejecuciones hipotecarias
alcanzan su punto más alto en el primer trimestre de 2010, por su parte los
lanzamientos alcanzan su pico en el segundo trimestre de 2012. Sin embargo,
los medios de comunicación, en particular los diarios El País y El Periódico,
comenzaron a destacar este tema en el primer trimestre de 2011, un año
después de que las ejecuciones hipotecarias alcanzaran el máximo; pero no
sería hasta el tercer trimestre de 2012 cuando la atención dedicada por los
medios a este tema lograra su pico. Este aumento en la cobertura mediática es
provocado por una serie de tristes sucesos, básicamente los casos de suicidios
de personas afectadas por desahucios que incrementaron la atención de los
medios de comunicación. Solo en noviembre de 2012 se registraron hasta 3
casos de suicidio por impago de hipoteca o alquiler. En diciembre se
registraron 2 casos más.
Estos hechos conmocionaron a la opinión pública, reflejándose en la
composición de la agenda. No obstante, la atención de los medios hacía esta
temática descendió provocando su salida de la agenda, como se puede
0
10
20
30
40
50
60
70
80
ago.-12 oct.-12 dic.-12 feb.-13 abr.-13 jun.-13 ago.-13 oct.-13
Europa Press El País El Mundo La Vanguardia El Periódico
34
observar en el Gráfico 1 concretamente a partir de febrero de 2014. Cabe
resaltar que aunque el problema no había desaparecido totalmente (los
lanzamientos y las ejecuciones siguieron produciéndose) la atención de los
medios decreció de forma continuada hasta finales de 2013.
Así que de entrada se podría afirmar que los desahucios sí que han gozado de
cierta atención mediática, lo que provocó su entrada en la agenda pública por
unos meses. No obstante, no se puede demostrar que este seguimiento haya
estado provocado por la creación de un relato político exitoso por parte de la
PAH. Más aún, los datos nos llevan hacía otra hipótesis. La misma hipótesis
que se apunta en La influencia de los temas en el proceso de formación de la
agenda pública la cual apunta a que el incremento de la cobertura en los
desahucios fue producido la sucesión de suicidios de sus víctimas.
Hasta que un evento de gran impacto social, un acontecimiento capaz de
movilizar la opinión pública, no sucede, los medios de comunicación no
movilizan sus recursos para difundir una temática. Este fenómeno se enmarca
dentro de la teoría la ventana de oportunidades (Kingdon, 1995), la cual
reflexiona acerca de por qué en determinados contextos se presta más
atención a determinadas problemáticas, buscando una solución política.
Muchas veces esta ventana se abre porque un nuevo problema emerge con tal
fuerza que captura la atención de los actores relevantes: un accidente, un
hecho inesperado o un evento de la naturaleza, por ejemplo, deja al
descubierto un problema no abordado y ello cambia las predisposiciones y
percepciones de urgencia de los actores con influencia, lo que los lleva a tener
una disposición favorable a resolver el problema emergente (Olavarría, 2007).
En este caso los suicidios se corresponden con esta situación inesperada y de
gran envergadura que facilitan la creación de oportunidades para promover una
alternativa política.
Así pues, la variable referente a la cobertura de los desahucios por parte de los
medios de comunicación no se relaciona con la construcción exitosa del relato
político de la PAH. El aumento en la atención mediática a los desahucios es
fruto de la sucesión de eventos dramáticos que propiciaron la abertura de la
ventana de oportunidades, aunque después se cerrara por varios motivos.
35
No obstante, es necesario remarcar el seguimiento mediático que se realizó
tanto a los desahucios como a las actividades y campañas de la Plataforma.
Como ya se ha comentado, dicho movimiento social gozó de la oportunidad
política, en términos de Tarrow, aprovechando un contexto social y político que
le era ventajoso.
Esta oportunidad se tradujo no tanto en el establecimiento de la agenda, sino
en lo referente al encuadre o frame. Es decir, el relato político de la PAH se
encontraba presente de forma implícita en las noticias relacionadas con los
desahucios y sobre el colectivo en sí que publicaban los principales medios de
comunicación, sobre todo los de tendencia más progresista como El País o El
Periódico.
En ese sentido, recogiendo el estudio La influencia del discurso sobre cambio
social en agenda de los medios. El caso de la Plataforma de Afectados por la
Hipoteca (Alonso y Casero, 2016) se puede demostrar que la PAH logró
imponer su marco discursivo mediante un relato político locuaz y potente. El
estudio examina como los principales ejes discursivos del movimiento social se
encuentran íntegramente presentes en el contenido de las noticias publicadas
por los principales periódicos, como por ejemplo la situación de emergencia
habitacional o la responsabilidad del Gobierno y los bancos.
Concluyendo este apartado se podrían apuntar dos ideas principales. La
primera es que la irrupción de la problemática de los desahucios en la agenda
mediática no es un fenómeno provocado por la Plataforma ni por su discurso.
Aun así, y aquí llega la segunda idea, la PAH sí que logró condicionar el frame
de estas noticias y crónicas. Y esta influencia en el tratamiento de los sucesos
está condicionada por la creación su relato político. Un relato, que como se ha
mencionado, se estructura y se proyecta de una forma muy convincente, tan
convincente que logró integrarse en el discurso de buena parte de los medios
de comunicación de este país.
36
3.3. Aceptación en la opinión pública: CIS y Metroscopia
En este segundo apartado se pretende analizar si la construcción del relato
político de la Plataforma consiguió impactar en la opinión pública española. Es
decir, si la PAH logró a través de la difusión de su narrativa convencer a los
ciudadanos españoles de la necesidad de sus reivindicaciones y demandas.
Este análisis parte de los datos cuantitativos extraídos de dos fuentes
principales y va a ser un paso más para verificar la hipótesis presentada.
La primera fuente de investigación es la serie sobre los tres problemas más
importantes que elabora el Centro de Estudios Sociológicos (en adelante, CIS)
de forma mensual en base a las respuestas ofrecidas a la pregunta de “¿Cuál
es, a su juicio, el principal problema que existe actualmente en España? ¿Y el
segundo? ¿Y el tercero?”. El carácter de esta pregunta es claramente
sociotrópico, se interpela en relación a los problemas colectivos dejando de
lado a los egocéntricos. El motivo radica en que la mayoría de ciudadanos de
este país no han vivido una ejecución hipotecaria o un lanzamiento, y lo que
nos interesa saber es si estos ciudadanos, que no han experimentado la
problemática en sus propias carnes, se han sumado al relato político de la PAH
gracias a la potencialidad de su discurso.
La pregunta sociotrópica permite conocer la lista de temas que integran la
agenda pública, así como las prioridades que los ciudadanos otorgan a cada
una de ellas. Por consiguiente, se van a tomar los porcentajes de respuestas
relativas a desahucios, bancos e hipotecas, que son los temas que más se
ajustan a las problemáticas que identifica el relato de la Plataforma. Esta
triangulación permite también medir con más exactitud la importancia que
daban los españoles a todo lo relacionado con la problemática de las hipotecas
y la emergencia habitacional. Por último, el análisis de los datos de la fuente
del CIS abarca desde enero de 2012 hasta abril de 2016, ya que la
problemática bancos se incluye en el cuestionario del CIS a principios de 2012.
Por su parte, las respuestas desahucios e hipotecas aparecen a partir de
noviembre de 2012 y febrero de 2013 respectivamente.
37
La segunda fuente de investigación la constituyen diversas encuestas
realizadas por Metroscopia dentro de los Barómetros de clima social que
realizó la entidad entre 2012 y 2013. Las preguntas lanzadas en estos sondeos
de opinión se pueden dividir en cuatro tipologías. La primera se enmarca en la
aceptación de las demandas principales de la Plataforma y se traduce en tres
afirmaciones las cuales los encuestados tenían que posicionarse en respuesta
binaria (De acuerdo o desacuerdo). Estas se expresan en: “Al menos mientras
dure la crisis actual, los jueces deberían poder aplazar o suspender el
desahucio de quienes no pueden seguir pagando su hipoteca por estar sin
trabajo”, “La normas legales que regulan las hipotecas protegen en conjunto,
más los intereses del banco que concede el préstamo que los del cliente que lo
solicita” y “Debe ser posible cancelar totalmente una hipoteca con la entrega al
banco o caja de la casa hipotecada”.
La segunda tipología hace referencia a la confianza que tenían los encuestados
hacia la PAH. Esta se traduce en tres preguntas, la primera se encuadra en el
Premio Ciudadano Europeo 2013 recibido por la PAH por parte del Parlamento
Europeo: “¿Está usted de acuerdo con que se le haya concedido a la PAH este
premio?”. La siguiente es bastante más explícita: ¿En quién confiaría para la
defensa eficaz de sus intereses si se encontrara en riesgo de desahucio por no
poder seguir pagando la hipoteca de su casa? La última consulta sobre la
campaña de los escraches: “¿Está usted de acuerdo con que se lleve a cabo
este tipo de campañas, siempre que sean pacíficas, para que los políticos
voten según sus propios valores personales?”
Por último, la tercera tipología recoge las opiniones sobre la ILP liderada por la
PAH, una de las acciones más mediáticas del colectivo y que recogía la
mayoría de sus demandas para su traducción legal. Sin embargo, la pregunta
se centra exclusivamente en la medida estrella de la ILP, la dación en pago en
caso de vivienda habitual y única. Esta se formula en: “¿Está de acuerdo o en
desacuerdo con las siguiente posible nueva medida referida a las hipotecas?
Antes de pasar al análisis cuantitativo de los datos, primero es necesario hacer
una aproximación académica al concepto de opinión pública. El uso de este
término ha sido y es muy controvertido, pues su definición y clasificación ha
38
ido evolucionando a lo largo del tiempo, además de ser analizado de distinta
forma según la escuela teórica.
No existe una definición ampliamente aceptada del concepto, sin embargo se
podría apuntar que opinión pública es una organización, un producto común de
la comunicación y la influencia mutuas, una tendencia o preferencia, real o
estimulada de una sociedad o de un individuo hacía hechos sociales que le
reporten interés (Ochoa, 2011).
Habermas (1962/1989) desarrolló una lectura marxista de gran influencia sobre
la opinión pública. El filósofo alemán concibió esta como un debate público en
el que se delibera sobre las críticas y propuestas de diferentes personas,
grupos y clases sociales. Después de su desarrollo en el siglo XVIII, el espacio
público, donde es posible la opinión pública, se verá expuesto a la
manipulación al servicio de intereses privados, ya que el territorio de la vida
social, en principio accesible por todos los ciudadanos, está dominado por la
burguesía.
Sin embargo, también existen modelos más cercanos al utilitarismo que
definirían la opinión pública como la reunión de intereses de los hombres libres
de una comunidad (Minar, 1960). Otros contrastan la tesis de Habermas (Farge,
1992) afirmando que no solo de la burguesía o la élites sociales cultivadas
emerge la opinión pública, sino también de la gran masa de población.
En esta misma línea se postula Sartori (2007) según el cual existen tres
modalidades de procesos de formación de la opinión pública: a) un descenso
en cascada desde las élites hacia abajo; b) una agitación desde la base hacía
arriba; o c) una identificación de grupos de referencia.
La expansión de los medios de comunicación de masas y la nueva
referencialidad de las redes sociales ensanchan un público cada vez más
heterogéneo y sofisticado, donde la proliferación y el libre intercambio de
información es una realidad. Sin embargo, este público es cada vez más
influenciado y condicionado por la información, muchas veces subjetiva y
parcial, que recibe por parte del mass media.
39
No obstante, en lo referente a la divulgación académica es al aproximarse el
siglo XX cuando se produce un cambio de enfoque y método en el análisis de
la opinión pública. Si antes se basaba en un enfoque más normativo y filosófico,
se evolucionó a un análisis de conducta política colectiva, basado en la
psicología social y la investigación sobre los medios de comunicación (Price,
1992).
Aquí es donde entran de forma implícita las encuestas y sondeos de opinión.
La investigación sociológica, durante el siglo XX, ha desarrollado diversos
métodos para conocer las opiniones y actitudes del público, financiados
frecuentemente por los gobiernos que querían saber las preferencias de los
ciudadanos. Empero algunos autores han apuntado que la opinión pública no
existe, ya que no es garantía de imparcialidad (Bordieu, 1972) pues al ser un
análisis social no hay neutralidad valorativa en la formulación de los protocolos
y cuestionarios. Los medios de comunicación, además de tomar postura,
difunden las opiniones que desean.
Otras críticas residen en los elementos técnicos como el grado de error
muestral, el tamaño de la muestra o la representatividad de la población. Sin
embargo, actualmente los sondeos reciben un alto grado de confianza social,
básicamente por la importancia que le otorgan los medios de comunicación.
3.3.1. Los datos del CIS
Primeramente, vale la pena comentar la evolución de la respuesta vivienda en
las preguntas sociotrópicas del CIS, aunque esta respuesta no se haya incluido
en análisis. Es necesario aclarar que la respuesta vivienda no concuerda con la
variable que se pretende examinar, por esa razón no se ha incluido en el
análisis.
Es decir, cuando los encuestados contestan vivienda a la pregunta del principal
problema que afecta el país no están pensando en hipotecas ni en desahucios.
La respuesta vivienda está relacionada básicamente con el aumento del precio
de la vivienda en propiedad y en alquiler. Por lo tanto, no es de extrañar que en
términos de porcentaje esta descienda de forma continua a partir a principios
de 2008. En enero de ese año la cifra se situaba en 29,1%, pero a partir de ese
40
mes decrece de forma abrupta hasta febrero de 2011 donde llega al 4%.
Después se observa un pequeño repunte, donde se alcanzan los 7,2 en junio
de 2011. No obstante, la tendencia a partir de este punto ya será de descenso
y a mediados de 2016 se sitúa en un 2. De este modo, se observa claramente
que esta respuesta se descontextualiza de la temática central de la PAH y
obedece a la cuestión de los precios de propiedad, los cuales a partir de 2008
empiezan a caer repetidamente.
Sin embargo, si uno se fija en la evolución de las respuestas referentes a
desahucios, como problemática para el conjunto de los españoles, las cifras
son bastante distintas. Primero de todo, el CIS no recoge esta problemática
hasta finales de 2012. Es en noviembre de ese año cuando se incorpora este
tema a la agenda. Algunos autores apuntan que la aparición de la temática de
los desahucios guarda relación con las reacciones que provocaron en la
opinión pública las cuantiosas ayudas recibidas por las cajas de ahorro tras el
rescate. De este modo, aunque el problema de los desahucios era anterior al
de la banca, solo aparece en la agenda unos meses después de la ayuda a las
entidades financieras (Carrillo et al., 2016).
Fuente: Elaboración propia a partir de los datos del CIS
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3. ¿Cuál es, a su juicio, el principal problema que existe actualmente en España? ¿Y el segundo? ¿Y
el tercero?
Desahucios
41
En el Gráfico 3 se puede observar esta tendencia de forma clara. El problema
no aparece hasta noviembre de 2012, donde entra con fuerza en la agenda con
un 6,3%, la cifra más elevada en todo el período analizado. Sigue un descenso
continuado hasta febrero de 2013 llegando al 3,9, aunque a partir de este punto
vuelve a ascender hacía el 5,7 dos meses después. A partir de este momento
las cifras decrecen ininterrumpidamente salvo alguna excepción como en
verano de 2014 cuando volverá a subir ligeramente para situarse cerca del 2%.
Después se observa una serie de altibajos tampoco demasiado abruptos desde
diciembre de 2014 hasta el mismo mes de 2015, oscilando entre el 1 y el 2%,
para finalmente seguir bajando hasta abril de 2016 en un 0,6%.
¿Cómo se pueden interpretar estos datos? La respuesta radica, por una parte,
en la hipótesis ya comentada sobre el estallido de la burbuja inmobiliaria y la
indignación de los ciudadanos en relación con las copiosas ayudas a las cajas
de ahorro (Carrillo et al., 2016). El fenómeno de los desahucios, aunque menor,
ya existía antes del inicio de la crisis económica e inmobiliaria, sin embargo los
ciudadanos no lo percibían como un problema importante para el conjunto de la
población. Es el descredito y el rechazo hacía una praxis bancaria, que se
consideró abusiva, lo que seguramente hico crecer la respuesta desahucios.
Además, se suma el fenómeno que, aunque las cajas de ahorro habían
recibido ayudas públicas, estas mismas entidades ejecutaban lanzamientos
muchas veces a personas en situación de vulnerabilidad.
La situación de excepcionalidad económica no convenció a una gran parte de
los españoles, que no vieron con buenos ojos la política económica de un
gobierno que salvaba unos bancos sin criterios sociales. Este discurso político
fue abanderado por el 15M plasmado de forma clara en el lema: Esto no es una
crisis, es una estafa. También forma parte de manera intrínseca del relato
político que ha construido la Plataforma y en ese sentido se podría afirmar que
sí que caló de alguna forma en algunas capas de la población española.
Los principales villanos de la historia de la PAH son los bancos y cajas de
ahorro, entidades que han sido culpabilizadas por el colectivo de engañar a los
clientes abusando de su confianza y además de tramitar ejecuciones
hipotecarias provocando situaciones de precariedad y exclusión social. Este
42
mecanismo causal, hablando en términos del NPF, se ejemplifica en la
campaña de la Plataforma lanzada a mediados de 2009 Este banco engaña,
estafa y echa a la gente de su casa” dirigida para señalar a las entidades
financieras como responsables de la situación.
La evolución del problema desahucios como respuesta entra en la agenda con
fuerza en 2012 por los motivos ya expuestos. Sin embargo, su importancia
decrecerá hasta marzo y abril de 2013 donde experimenta un crecimiento
repentino. Este aumento podría reflejar una preocupación latente en la opinión
pública española. Y es que en febrero de 2013 se presentan públicamente casi
1 millón y medio de firmas de apoyo a la ILP y el Congreso de los Diputados
somete a votación la aceptación a trámite de la propuesta, gracias a que el
grupo parlamentario mayoritario del PP cambia su finalmente su posición.
Estos hechos se siguen al inicio de la campaña de escraches Hay vidas en
juego, una campaña de presión y señalamiento público “de los culpables del
genocidio financiero”. La práctica de los escraches aumentó la agresividad del
discurso de la PAH y provocó un debate público entorno a la legitimidad de
esas acciones. Pero es que, además, en marzo de 2013 el Tribunal de Justicia
de la Unión Europea confirma la ilegalidad del procedimiento español de
ejecución hipotecaria y concluye que, desde hace veinte años, se vulneran de
forma clara los derechos fundamentales de las personas afectadas y
concretamente el derecho a la defensa.
Se podría afirmar pues que el aumento de la preocupación entorno la temática
desahucios en los meses de febrero y marzo es provocado, en parte, por el
redoble de actividad que realiza la PAH en sus campañas y acciones, y
además por una serie de fenómenos que legitiman al colectivo, como la
sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea.
No obstante, el interés por el problema vuelve a bajar, y aunque crezca
ligeramente en verano de 2015 la tendencia será de descenso continuado. La
atención a este asunto es la típica de las crisis y las reacciones ante políticas
gubernamentales, de modo que una vez que la crisis estalla o se pone en
marcha la política, la opinión pública reacciona manifestando su preocupación
por el problema y luego, poco a poco, el tema va bajando en prioridad.
43
Por otro lado, si se observan las respuestas referidas a bancos se refuerza la
hipótesis ya presentada. La contestación bancos a la pregunta del principal
problema del país del CIS sigue una tendencia un tanto similar a la evolución
de la respuesta desahucios. Esta evolución se ejemplifica en el Gráfico 4.
Fuente: Elaboración propia a partir de los datos del CIS
El Gráfico muestra como la respuesta bancos surge antes que desahucios,
concretamente en junio de 2012. En junio de ese año entra con 8,2%, subiendo
en un mes hasta 8,6. La evolución dibuja una tendencia muy similar a la
respuesta anterior, después de decrecer vuelve a subir en noviembre
coincidiendo con la entrada en la agenda de desahucios con un 8,4. Más
adelante, la línea será de descenso y en abril tendrá un leve pico con un 5,4%,
generado seguramente por la situación de debate y controversia alrededor de
la ILP que también afectó a la respuesta desahucios. No obstante, a partir de
abril la tendencia es de descenso continuado, aunque se encuentre algún leve
repunte (como en octubre de 2014 y julio 2015) y en abril de 2016 se termina
situando con un discreto 0,6%.
Así pues, el desarrollo de las dos respuestas analizadas es semejante en
algunos aspectos, aunque cabe resaltar algunas diferencias. Primeramente,
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4.¿Cuál es, a su juicio, el principal problema que existe actualmente en España? ¿Y el segundo? ¿Y
el tercero?
Bancos
44
bancos entra antes en la agenda pública y con mucha más fuerza que
desahucios superándola casi en un 2% más. Los porcentajes de esta
problemática son superiores al principio, excepto en marzo y abril de 2013 que
será desbancada por desahucios, y hasta diciembre de 2014 donde el
problema de los lanzamientos ya superará al de las entidades bancarias hasta
el final de este análisis.
Cabe resaltar la importancia que dieron los españoles al problema de los
bancos, en especial en 2012, momento en el cual se produjo el rescate. En
junio España pedirá el rescate y es entonces, cuando el problema entra en la
agenda. También durante el momento más álgido en el debate público de la
ILP. Se podrían apuntar dos factores a las tendencias a la alza de esta
temática. La primera entroncaría con el fenómeno de la indignación ciudadana
hacía un sistema bancario sin escrúpulos, culpable de la crisis económica, que
desahucia y además es rescatado con dinero público. La segunda sería la
inquietud y preocupación en relación a la solvencia de los bancos como pilares
de la economía y garantes de los ahorros de los ciudadanos.
No obstante, y al igual que desahucios, la problemática bancos acabará por
descender hasta cifras poco relevantes. Tendencia fruto también de la teoría
del ciclo de atención de los temas, según la cual “de repente surge un
problema, sobresale, llama la atención durante un breve período y luego –
muchas veces sin haber encontrado solución– desaparece paulatinamente del
centro de la atención pública.
En otra instancia, hipotecas se desmarca por completo de la pauta seguida por
las contestaciones anteriores. Esta tendencia se puede observar en el Gráfico
5. La respuesta hipotecas accede aún más tarde que desahucios en la agenda
pública y no llega a porcentajes significativos en todo el período analizado.
45
Fuente: Elaboración propia a partir de los datos del CIS
Tal y como se percibe en Gráfico 5 hipotecas aparece en febrero de 2013, y si
al principio se mantendrá estable, e incluso aumentará (en junio de ese año
llega al 0,6%), se mantendrá en cifras muy humildes como problemática real
para los ciudadanos. Salvo un pequeño repunte en junio de 2014 (0,4%) la
tendencia será a la baja, hasta el punto de desaparecer en mayo de 2015.
Finalmente, terminará por estancarse en el 0 en marzo y abril de 2016.
Por lo tanto, el problema de las hipotecas no responde a la misma lógica que
los demás temas presentados. Aparece en la agenda, pero discretamente y
aunque aguanta casi dos años acaba por desinflarse si obtener ninguna
respuesta en 2016. Se podría afirmar pues, que lo que se percibió como una
problemática más profunda eran los lanzamientos y la conducta realizada por
los bancos, en contraposición al pago de las hipotecas. No obstante, también
es necesario remarcar la inclusión de esta problemática en la agenda, la cual
no había estado presente antes el CIS. En ese sentido, la PAH jugó un papel
importante creando un clima de preocupación en relación al pago de las
hipotecas, aunque no sea el único factor a tener cuenta.
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5.¿Cuál es, a su juicio, el principal problema que existe actualmente en España? ¿Y el segundo? ¿Y
el tercero?
Hipotecas
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En conclusión, y como se puede observar en el Gráfico 6, las tres respuestas
analizadas apuntan a que la Plataforma incidió, en parte, en la agenda pública
de los ciudadanos. Aunque la respuesta hipotecas obtiene cifras bastante
discretas, tanto desahucios como bancos reflejan que la preocupación de los
ciudadanos en relación a estas problemáticas fue considerable en dos períodos,
octubre de 2012 y abril de 2013, aunque luego descendiera hasta cifras sin
relevancia. En ese sentido, la PAH pudo influir con su relato político durante un
tiempo determinado, consiguiendo que el problema llamara la atención durante
un período, para luego ir desapareciendo paulatinamente, como pasa con la
mayoría de temas de la agenda.
Fuente: Elaboración propia a partir de los datos del CIS
3.3.2. Los sondeos de opinión de Metroscopia
La segunda fuente de datos se corresponde con las encuestas realizadas por
Metroscopia en 2012 y 2013 dentro de los Barómetros de clima social. A
continuación se van a analizar las cuatro tipologías presentadas, la aceptación
de las demandas de la Plataforma, la confianza de los encuestados en
referencia al colectivo y la posición que guardaban respecto a la ILP.
Empezando por la aceptación de las demandas y reivindicaciones de la PAH se
podría considerar que el impacto del colectivo en la opinión pública es bastante
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abr.
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6. ¿Cuál es, a su juicio, el principal problema que existe actualmente en España? ¿Y el segundo? ¿Y
el tercero?
Desahucios
Hipotecas
Bancos
47
fuerte, como se puede percibir en el Gráfico 6. Y si separamos las opiniones
respecto a desahucios o regulación hipotecaria por partidos políticos, la
diferencia no es substancial.
Fuente: Elaboración propia a partir de los datos de Metroscopia año 2012
Por consiguiente, a la afirmación de “Al menos mientras dure la crisis actual,
los jueces deberían poder aplazar o suspender el desahucio de quienes no
pueden seguir pagando su hipoteca por estar sin trabajo” los encuestados
responden ampliamente que están de acuerdo superando de media el 96%.
Las respuestas no difieren demasiado en relación a la simpatía por el partido,
PP o PSOE, empero los votantes socialistas superan a los populares en un 6%
de apoyo en suspender los desahucios a desempleados.
El Gráfico 7 recoge la información referente a la afirmación: “La normas legales
que regulan las hipotecas protegen en conjunto, más los intereses del banco
que concede el préstamo que los del cliente que lo solicita”. La pauta es muy
similar al gráfico anterior, sin embargo las cifras de aceptación son levemente
más bajas. Se obtuvieron un 86% de respuestas afirmativas, y los votantes
socialistas vuelven a ser más proclives al discurso de la Plataforma
separándose en 5 puntos de distancia en la respuesta De acuerdo.
0 20 40 60 80 100 120
PP
PSOE
7.Los jueces deberían suspender o aplazar los deshaucios a los desempleados
De acuerdo
En desacuerdo
48
Fuente: Elaboración propia a partir de los datos de Metroscopia año 2012
Fuente: Elaboración propia a partir de los datos de Metroscopia año 2012
El Gráfico 8 se asemeja a los dos anteriores. A la afirmación “Debe ser posible
cancelar totalmente una hipoteca con la entrega al banco o caja de la casa
hipotecada” los encuestados votantes de ambos partidos se manifiestan de
forma positiva en más de un 80%. La respuesta En desacuerdo es la más alta
en relación a los gráficos anteriores ya que se sitúa en 12% tanto en los
votantes del PSOE como los del PP.
0 20 40 60 80 100
PP
PSOE
8. La regulación hipotecaria protege más los intereses de los bancos que los clientes
De acuerdo
En desacuerdo
0 20 40 60 80 100
PP
PSOE
9. Debe ser posible cancelar la hipoteca con la entrega al banco de la casa hipotecada
De acuerdo
En desacuerdo
49
Las 3 gráficas son muy reveladoras. Primeramente, nos descubren que la
inmensa mayoría de votantes tanto del PSOE como del PP, los dos partidos
mayoritarios en el estado en ese momento, se postulaban claramente a favor
de suspender los desahucios a personas desempleadas, y también a cancelar
la hipoteca con la entrega de la casa. Las dos demandas han sido, y son,
pilares de la propaganda realizada por la Plataforma, y aquí se observa que
son compartidas de manera amplia por los ciudadanos. Pero lo más relevante
es que los encuestados comulgan con la opinión de que la ley hipotecaria
beneficia más a los banqueros que a los clientes. Una afirmación que ha
sustentado todo el relato político dibujado por la PAH y que es intrínseca a su
discurso, como se puede observar en el lema Este banco engaña, estafa y
echa gente de su casa.
A continuación, se analizan las respuestas relativas a la confianza de los
ciudadanos con el colectivo. La Gráfica número 9, pregunta a los encuestados
“¿En quién confiaría para la defensa eficaz de sus intereses si se encontrara en
riesgo de desahucio por no poder seguir pagando la hipoteca de su casa?” Las
respuestas en la encuesta original estaban filtradas por tipología de votantes
(PP y PSOE como en las gráficas anteriores), sin embargo para este estudio
se ha considerado más conveniente publicar solo la media entre las dos
categorías para simplificar las respuestas a analizar.
50
Fuente: Elaboración propia a partir de los datos de Metroscopia año 2013
Los resultados en este campo son verdaderamente significativos. La respuesta
afirmativa que obtiene un porcentaje más alto es, sin duda, la correspondiente
a la Plataforma superando el 80%, además el colectivo logra los resultados
más bajos del No, con un 13%. Es relevante también la confianza que prestan
los encuestados a las ONGs, y como es lógico a sus abogados, con un 76 y 75%
respectivamente. Por el contrario, los ciudadanos suspenden ampliamente a
los partidos del Congreso, el partido de la oposición y al Gobierno los cuales no
superan el 30% de respuestas afirmativas. Los jueces y fiscales también salen
perjudicados en la encuesta, aunque no tanto como los partidos y el gobierno,
con un 47 de respuestas afirmativas y un 46% de negativas.
El Gráfico 10 pregunta a los encuestados “¿Está usted de acuerdo con que se
le haya concedido a la PAH este premio?”, haciendo referencia al Premio
Ciudadano Europeo otorgado por el Parlamento Europeo en 2013. Aquí las
respuestas sí que están filtradas por tipología de votantes porque difieren
considerablemente
0 20 40 60 80 100
En la Plataforma de Afectados por la Hipoteca
En las ONGs de defensa de los desfavorecidos
En su abogado
En los jueces y fiscales
En otros partidos políticos con representación en el Congreso
En el actual Gobierno
En el principal partido de la oposición
10.¿En quién confiaría para la defensa eficaz de sus intereses si se encontrara en riesgo de desahucio por no poder seguir
pagando la hipoteca de su casa?
Sí
No
51
Fuente: Elaboración propia a partir de los datos de Metroscopia año 2013
Los votantes del PSOE responden de forma holgada a favor de la adjudicación
del premio con un 86%. Se observan más votantes populares favorables a la
concesión del premio que desfavorables, aunque los márgenes aquí son
mucho más estrechos (54% con el Sí y 31% con el No). Este fenómeno puede
ser producido por la controversia en torno a la campaña de los escraches que
se realizó en 2013 y que pudo provocar la animadversión de muchos votantes
populares hacía la Plataforma.
Las cifras relativas a la confianza de los ciudadanos en relación a la PAH
apuntan a un planteamiento sugestivo. En primer lugar, los encuestados
confían muchísimo más en la Plataforma, que en el Gobierno o los partidos
políticos. Este hecho refuerza la idea de que el colectivo ganó una legitimidad
que iba in crescendo a sus acciones y a la propagación de su relato político. Y
en segundo lugar, cuando un organismo de tal reputación como el Parlamento
Europeo premia a la PAH por sus actividades los encuestados refuerzan esta
condecoración, declarando una vez más su simpatía con el movimiento social.
El último Gráfico que se va analizar es el número 11 y se corresponde con la
aceptación de los ciudadanos hacía la ILP. La pregunta se formula en: ¿Está
0 20 40 60 80 100
PP
PSOE
11.¿Está usted de acuerdo con que se le haya concedido a la PAH este premio? (Premio Ciudadano Europeo 2013)
Sí
No
52
de acuerdo o en desacuerdo con la siguiente posible nueva medida referida a
la dación en pago?
Fuente: Elaboración propia a partir de los datos de Metroscopia año 2013
La gran mayoría contestaron a favor de aprobar la medida de dación en pago,
una de las medidas estrella de la ILP de 2013 y la gran reclamación de la
Plataforma. Concretamente un 90% se postula en el Sí, frente un 8% que opta
por el No. Unas cifras que, a priori, apuntan que la mayor parte de la población
del estado se alineaba con el planteamiento más demandado por la PAH.
En conclusión, los datos analizados nos permiten obtener algunos indicios
sobre si la construcción del relato político de la Plataforma fue exitoso. En
primer lugar, gracias a los datos del CIS, se constata como las problemáticas
desahucios y bancos fueron durante un determinado período temas
relativamente importantes en la agenda pública de los ciudadanos. La entrada
en la agenda de estas problemáticas obedecería, en parte, a la difusión del
discurso y las acciones realizadas por la PAH. La indignación de los
ciudadanos en relación a las ayudas económicas a las entidades financieras,
fenómeno que hizo entrar en la agenda ambas problemáticas, era un discurso
empleado por el colectivo anti-desahucios y también por el 15M. En ese sentido,
estos movimientos sociales ayudaron a socializar un discurso que penetró en el
ideario de los ciudadanos. Pero es que además, uno de los momentos más
90%
8%
12. ¿Está de acuerdo o en desacuerdo con la siguiente posible nueva medida referida a la dación
en pago?
De acuerdo En desacuerdo
53
álgidos de los problemas desahucios y bancos se produce en abril de 2013
cuando la Plataforma está inmersa en la lucha por la ILP y se produce un
debate público de bastante alcance para la aprobación de la dación en pago.
Así, se podría afirmar que el aumento de estos temas en la agenda fue, en
parte, por la propaganda y las acciones de la PAH.
Por otro lado, los datos de Metroscopia refuerzan estas afirmaciones. La gran
mayoría de encuestados se postulan a favor, no solo de las principales
demandas del colectivo (paralización de desahucios o dación en pago), sino
que también se alinean en consonancia con su relato político, afirmando que en
la regulación hipotecaria protegía más a los bancos que a los clientes. Además,
otorgan una holgada confianza a la Plataforma, legitimándola mucho más que
al gobierno o los partidos del Congreso. Así pues, este apartado sí que se
concluye en dirección a la hipótesis presentada.
3.4. Los programas de los partidos políticos
La segunda variable escogida para determinar el éxito del relato político de la
PAH es la permeabilidad que tuvieron los partidos políticos españoles en
referencia a los principales ejes discursivos del colectivo, así como de sus
demandas fundamentales. Para poder discernir esta posible influencia se va a
proceder a analizar los programas electorales de los partidos que obtuvieron
representación en el Congreso de los Diputados en los comicios de 2011 y
2015.
Se han escogido las elecciones de 2011 y 2015 porque se corresponden con
los períodos de más actividad de la Plataforma, los comicios de 2008 se
presentan en un contexto muy precoz en la problemática de los desahucios y
las celebradas en junio de 2016 se podrían asimilar bastante a las del 2015 en
cuestiones programáticas, es decir los programas electorales no se alteraron
sustancialmente.
Primeramente, y para poner en contexto la variable programa electoral, se va
hacer una breve referencia a la literatura académica acerca los partidos
políticos y su relación con los movimientos sociales. En ese sentido, la elección
54
de esta variable nace del supuesto que los partidos políticos actúan en muchos
casos como catalizadores de las demandas de los ciudadanos, en nuestro caso
de los movimientos sociales. Por tanto, se parte de la hipótesis que gracias al
activísimo, el relato político de la Plataforma fue proyectado hacía el ideario de
los partidos.
Siguiendo a Downs (1957) se partirá de la base que la principal función de los
partidos políticos es maximizar su parcela votos, para así ganar elecciones. Es
decir, en la línea de este aforismo, los partidos no ganan elecciones para
desarrollar políticas públicas, sino que implementan políticas para así poder
ganar elecciones. Así que, los partidos españoles pudieron ser más
susceptibles al discurso y demandas de la Plataforma si percibían que estas
eran compartidas por el conjunto de los ciudadanos, un hecho que les
permitiría ganar más votos.
Resiguiendo a los principales autores en la temática de los partidos se pueden
identificar 6 grandes funciones que estos actores han desarrollado en las
últimas décadas. La primera se corresponde con la función de socialización, un
proceso mediante el cual los ciudadanos adquieren ciertos patrones y valores
de comportamiento político, reforzando los ya existentes o iniciando un cambio
en su cultura política. La segunda hace referencia a la función de movilización,
la cual enfatiza en el proceso por el que un grupo pasa de ser un conjunto
pasivo de individuos a un activo participante de la vida pública y al proceso
político (Abreu at al., 2003).
La tercera es la función de participación, que se puede dividir en dos
dimensiones. Una relacionada con una participación de carácter instrumental
como la selección de líderes y la actividad partidista propiamente dicha. La otra
se refiere a la participación pasiva que supone la obediencia y la disciplina
fiscal (Milbrath, 1965). La siguiente función se corresponde con la legitimación
referida a la articulación del apoyo y de la confianza de la gente en las reglas
del sistema político. Esta función da sentido a las anteriores, incluso se puede
afirmar que todas las ya enumeradas son funciones legitimadoras. Así, los
partidos se erigen como las principales avalistas de los regímenes
democráticos actuales a través de la socialización y la participación.
55
La función de representación es la cuarta de la lista. La realización de esta
función se basa en el desarrollo del sistema democrático a lo largo del siglo XX.
El sistema de democracia participativa vive y se apoya en los partidos, los
cuales compiten entre sí para obtener el mayor número de cargos políticos. Por
último, existe la función de la operatividad, es decir su capacidad para producir
políticas, tarea fundamental de las instituciones políticas. (Abreu et al., 2003).
Pero, ¿Por qué se enumeran aquí las funciones principales de los partidos
políticos? Pues porque la academia viene señalando desde hace tiempo la
existencia de una crisis en sus funciones tradicionales. Esta crisis motivada por
factores de cambio económico, social y tecnológico ha permitido que en las
últimas décadas emerjan nuevos actores sociales capaces de substituir a los
partidos en algunas de las funciones que antes desempeñaban, básicamente
en los funciones de socialización y movilización.
Aquí es donde entran en juego los movimientos sociales que, ya desde la
década de los 70s, han ganado capacidad movilizadora y socializadora en
detrimento de los partidos impulsando nuevas formas de participación política y
eclipsando el contacto directo entre los políticos y los ciudadanos. Estos
movimientos sociales han sido actores clave como instrumentos de formación
de consciencia e identidad colectiva y han forzado en muchas ocasiones
transformaciones sociales y políticas a lo largo del siglo pasado y el actual.
La PAH se corresponde claramente con el arquetipo de movimiento social que
ha gestionado de forma notoria su capacidad de movilización y socialización,
sustituyendo en la temática de la vivienda (en especial la emergencia
habitacional) la posible referencialidad de los partidos. Su función socializadora
a través de un relato político estructurado y potente influyó de forma
considerable en la opinión pública como se ha podido observar en el apartado
anterior.
Así pues, la búsqueda de su relato y demandas principales en los programas
de los partidos españoles ayudará a poder determinar si la narrativa y
propuestas de la Plataforma fueron asumidas, y de esta forma poder validar si
el relato político que se construyó fue exitoso en ese sentido.
56
Una vez apuntadas algunas consideraciones teóricas es necesario comenzar
con el análisis. El método para valorar la permeabilidad del partido en cuestión
al relato político y demandas de la Plataforma se plasma en la inclusión en el
programa electoral de los principales supuestos discursivos de la PAH en
relación con la vivienda y de las propuestas y demandas del colectivo.
Los dos ejes discursivos fundamentales de la Plataforma y que se van a
examinar en los programas son:
- El tratamiento de la vivienda como una temática concreta,
reconociéndola como un derecho social fundamental e inserto en la
Constitución
- La identificación de una política de vivienda errónea en los últimos años,
basada en la propiedad, la especulación y el endeudamiento de unos
ciudadanos desprotegidos delante los bancos y las inmobiliarias.
En cuanto a las propuestas y demandas:
1. Modificación de la legislación vigente para introducir la dación en pago
con carácter retroactivo como una forma de liquidación de la deuda.
- Eliminación de cláusulas abusivas y compensación económica por las
mismas.
- Derogación de la responsabilidad ilimitada de los deudores hipotecarios.
2. Promoción de un alquiler estable y sostenible
- Ampliación a un mínimo de 5 años y/o fórmulas en las cuales el
contrato solo se pueda rescindir en casos concretos de urgencia.
- Establecer un marco de regulación de los precios que corresponda a los
ingresos de la población.
3. Paralización de los desahucios
- Moratoria sobre desahucios de primera y única vivienda.
- Obligación de bancos y grandes tenedores de vivienda de ofrecer el
alquiler social a las familias afectadas antes de ejecutar un desahucio.
57
4. Apuesta pública por la vivienda social
- Movilización de vivienda vacía mediante la cesión obligatoria.
- Incrementar el parque público de vivienda.
- Alquileres Sociales no superiores al 30% de los ingresos de la unidad
familiar.
Los ejes discursivos que se van a examinar forman parte de forma intrínseca
del relato político de la PAH, se podría afirmar que están en el ADN de su
narrativa. Las 4 demandas que se han presentado son las principales
propuestas que la Plataforma ha estado defendiendo los últimos años, las
cuales también se integraban en la ILP de 2013 y que se pueden encontrar
fácilmente en su página web.
Es importante resaltar que algunas de las propuestas presentadas son un tanto
concretas, y seguramente no se encuentren como tal en los programas. Por
consiguiente se va proceder a examinar la existencia de los 2 ejes discursivos y
la presencia, en mayor o menor medida, de las 4 propuestas principales de la
Plataforma.
3.4.1. Partido Popular
El Partido Popular se presentó a las elecciones generales de noviembre de
2011 como claro favorito. El programa Lo que España necesita se centraba
casi exclusivamente en la recuperación económica y a la generación de empleo,
apostando por transmitir valores como la estabilidad, la seguridad económica y
la solvencia.
Dentro del apartado Estabilidad y reformas para el empleo se encuentra el
punto 1.11. Política de vivienda para el crecimiento y la cohesión dedicado
exclusivamente a la temática de la vivienda. El diagnostico que elabora el
Partido Popular describe un mercado inmobiliario demasiado rígido,
condicionado por una fiscalidad inadecuada y la escasez en el crédito. También
percibe un mercado de vivienda en alquiler disfuncional y sin seguridad jurídica.
No se encuentra en ningún caso la identificación de la vivienda como un
derecho social fundamental, ni tampoco una crítica a las políticas realizadas en
58
los últimos años. Más bien, el ideario identifica la vivienda con el sector de la
construcción, un motor económico en crisis que genera paro y retrasa la
recuperación.
Tampoco encontramos ninguna de las demandas 4 principales de la Plataforma.
Si bien es cierto que el PP identifica la problemática de los desahucios: “El paro
masivo y la incertidumbre asociada a las rentas familiares han deteriorado los
niveles de accesibilidad a la vivienda en propiedad y han provocado un fuerte
aumento de las ejecuciones hipotecarias.” Simplemente proponían “una mayor
transparencia e información en el mercado hipotecario, mayor independencia
en las tasaciones inmobiliarias y una revisión de la legislación concursal para
reforzar los mecanismos de quiebra personal como solución equilibrada y
eficiente para los problemas e sobreendeudamiento y de ejecución hipotecaria”.
Y aunque no se identifiquen las demandas de la PAH, los populares
introdujeron algunas medidas referidas al sobreendeudamientos y los alquileres.
En ese sentido, pretendían acelerar la introducción de subastas judiciales
electrónicas para ampliar el número de licitadores, o en ausencia de estos,
aumentar el porcentaje del valor de tasación. En relación al alquiler proponían
promover planes de vivienda para aquellos con mayores dificultades,
centrándose en alquileres subvencionados. Por último, querían impulsar
acuerdos de colaboración público-privada para la para la movilización del stock
de viviendas vacías a precios asequibles
Por otro lado, en las elecciones de 2015 el Partido Popular se presentaba como
un partido ya degastado por los 4 años de gobierno. La aprobación de medidas
antipopulares, sumado a los múltiples casos de corrupción que salpicaban el
partido ponían seriamente en juego la reedición de su mayoría. Sin embargo,
las encuestas vuelven a señalarlo como favorito.
Por este motivo, el partido conservador enfoca todo su programa a defender la
gestión que ha realizado en la última legislatura, dándole continuidad a las
políticas principales del gobierno. No obstante, en este programa la vivienda ya
no tiene apartado propio, la agrupan en Infraestructuras, transporte y vivienda
al servicio del ciudadano. Y por contradictorio que pueda parecer ya no se halla
59
ningún diagnóstico del mercado inmobiliario, ni se trata la vivienda como un
derecho social, ni tampoco se encuentran ninguna de las medidas propuestas
por la PAH. Ni tan siquiera se hace referencia a la problemática de las
ejecuciones.
Lo único relevante, es la voluntad de “seguir fomentando medidas en materia
de vivienda”. Que se traduce en un nuevo Plan de Vivienda 2017-2020, donde
“se sigan impulsando las políticas de alquiler para las familias más
desfavorecidas, se continúen potenciando las ayudas a la rehabilitación de
edificios y se consoliden actuaciones de regeneración y renovación urbanas.
3.4.2. PSOE
El partido socialista acudía a los comicios de 2011 con el apoyo ciudadano
seriamente diezmado por mala gestión de la crisis, y también por los medidas
antipopulares que aprobaron en la última legislatura. Como es obvio, el PSOE
presenta un programa centrado en defender su gestión y en ofrecer
posibilidades de mejora económica para el país.
El PSOE dedica un punto entero a la vivienda llamado Vivienda: un sector más
equilibrado, unos ciudadanos más protegidos, donde se vislumbra ya un
discurso más cercano al de la Plataforma. Aun así, no identifican políticas
erróneas en los últimos años, evitando la autocrítica, ni tampoco articulan la
vivienda como un derecho social indiscutible sino que pretenden potenciarla
como actividad económica: “El nuevo contexto exige enfocar la política de
vivienda no sólo como un derecho a un bien de primera necesidad, sino
también desde el punto de vista de una actividad económica que hay que
transformar para que se convierta en un sector de mayor valor añadido”.
En cuanto a los lanzamientos, los socialistas los identificaron como una
problemática grave, que pretendían combatir a través del obligado
asesoramiento, más información y transparencia, a los clientes bancarios y
eliminar las cláusulas abusivas, como “Limitar, para las hipotecas sobre la
vivienda habitual familiar, el tipo máximo a aplicar en los intereses de demora y
su aplicación en exclusiva al principal de la deuda”. Además, pretendían
modificar la legislación hipotecaria para incluir procedimientos que facilitaran
60
acuerdos entre el deudor y el acreedor como: “Favorecer la dación en pago
pactada equilibradamente entre deudores hipotecarios y entidades financieras”.
Para ello, pretendían obligar a las entidades financieras a ofrecer productos
hipotecarios en los que la garantía fuera el límite del bien hipotecado. Además,
se incluye la extensión de plazos para acudir a la ejecución si el hipotecado se
encuentra en situación de desempleo.
También “se ambiciona fomentar el mercado del alquiler y movilizar el stock de
viviendas existentes”. Para ello, se propone: “La potenciación de la oferta en
alquiler por medio de la mejora de los instrumentos de inversión colectiva en
inmuebles (Fondos de Inversión Inmobiliaria, Sociedades de Inversión
Inmobiliaria y Sociedades Cotizadas de Inversión en el Mercado Inmobiliario,
etc.), otorgándoles un tratamiento similar al de otros países de nuestro entorno”.
Y también: “La actualización de la fiscalidad de la vivienda para impulsar la
salida del stockaje existente, potenciando su venta y el alquiler y beneficiar a
las rentas más bajas, actualizando la vigente deducción por compra de vivienda
para familias de rentas de 24.000 a 30.000 euros”.
Por consiguiente, en el programa de 2011 se localizan algunas de las medidas
propuestas por la PAH. Primero, la implantación de la dación en pago (aunque
no retroactiva), en segundo lugar también la promoción del alquiler aunque las
reformas propuestas no asemejan demasiado a las medidas de la Plataforma.
Por último, se propone la paralización de los desahucios a las personas en
situación de desempleo, una medida que la Plataforma hacía extensiva a todos
los casos en situación de vulnerabilidad. Se observa, entonces, la inclusión de
algunas demandas por parte de los socialistas.
Las elecciones de 2015 se presentaron muy diferentes para socialistas.
Después de 4 años en la oposición, presentaban a Pedro Sánchez como nuevo
candidato, haciendo frente al posible sorpasso de Podemos y a un partido
divido a nivel interno.
En el programa electoral de esos comicios los socialistas presentaron el issue
de la vivienda en el apartado: Vivienda y desarrollo urbanístico. En él, se
61
postulaba un diagnóstico del estallido de la burbuja inmobiliaria mucho más
crítico que en las elecciones pasadas. Se recoge pues, un discurso más
cercano a la Plataforma con afirmaciones como: “El estallido de la burbuja
inmobiliaria a partir de 2008 no ha afectado a todos por igual: mientras han
surgido nuevas formas de negocio mediante una nueva especulación de un
bien indispensable como es la vivienda (…),existen miles de familias se
enfrentan a un sobreendeudamiento sobrevenido y no doloso que, con
demasiada frecuencia, concluye con desalojos y desahucios y el arrastre de
deudas que les impiden rehacer su vida”.
Si bien no equiparan la vivienda como un derecho social indiscutible,
propusieron su redefinición en la Constitución para garantizarlo de forma
efectiva. Además, se empezó a compartir parte del relato de la especulación y
la culpabilidad de los bancos frente unos ciudadanos desprotegidos.
También se prometía eliminar las cláusulas abusivas de las entidades
financieras, procurar paralizar los desahucios de “los que están sufriendo más
esta crisis económica”, reformar la ley de segunda oportunidad, permitiendo a
los jueces paralizar los desahucios en caso de insolvencia o situación de
vulnerabilidad, y si no fuera posible, acordar la dación en pago, poniendo
muchas más facilidades para saldar la deuda solo la cesión del inmueble.
Además, también proponían: “Poner a disposición de la familia que haya
aplicado la dación en pago una vivienda en régimen de alquiler social”.
En lo referente a la vivienda social, se cita literalmente una de las demandas de
la Plataforma, basada en que el esfuerzo económico de la vivienda nunca sea
superior a la tercera parte de los ingresos familiares, desarrollado en un nuevo
modelo de vivienda protegida, con precio tasado objetivamente, bajo control
público.
También se contempla crear parques municipales de gestión pública de
viviendas procedentes del stock de inmuebles desahuciados o participados por
la Sareb (previa negociación con el propietario). En lo referente al alquiler se
propone una medida cuasi similar a la Plataforma, “Ampliar el plazo de
duración del alquiler como mínimo hasta 4 años a petición del arrendatario”.
62
Los programas analizados del PSOE reflejan una aproximación cada vez más
acentuada con el relato de la Plataforma. Si en un primer momento solo se
contemplaba la dación en pago, en 2015 se profundiza en el discurso de los
culpables del estallido de la burbuja y se citan literalmente medidas referidas al
alquiler que hizo la PAH, como la ampliación de los contratos de alquiler.
3.4.3. Izquierda Unida/Unidad Popular
Izquierda Unida llegó a las elecciones generales de 2011 en el contexto de la
llamada Refundación de la Izquierda, un proceso de convergencia política y
social para aglutinar toda la izquierda alternativa y transformadora en su
candidatura.
El programa del partido en estos comicios ya incorporaba gran parte del
discurso y las medidas de la Plataforma. El punto 6 Propuestas para que la
vivienda sea un derecho plantea de entrada la necesidad de que la vivienda
sea un derecho social indiscutible, desarrollado a través del artículo 47 de la
Constitución. El programa no identifica una política de vivienda errónea en los
últimos años; esto es básicamente porque es un programa con poco
diagnostico y más enfocado a las propuestas, se intuye claramente que de
forma implícita este discurso es compartido. Aun así, se citan los números
desahucios desde 2007 (afectaron a 140.000 viviendas y 180.000 familias) y se
afirma que se han puesto por delante de los derechos de los ciudadanos los
beneficios de las entidades financieras.
Por otro lado, pretendían suspender las ejecuciones a desempleados, a la vez
que ofrecerles en caso de impago una moratoria. IU también exigía una
moratoria general a todos los desahucios, y la medida estrella de la PAH, la
dación en pago con carácter retroactivo.
En el apartado 9, Garantizar el derecho constitucional a la vivienda, el partido
propuso la creación de un parque público de viviendas en alquiler moderado
con los stocks de la banca, adquirido por la Administración a precio de coste y
expropiando las desocupadas. Sin embargo, no se encuentran medidas más
concretas referidas al alquiler social, el texto solo alude a que el alquiler social
63
es el principal camino para la satisfacción del derecho constitucional a la
vivienda.
En las elecciones de 2015 Izquierda Unida se presenta bajo la candidatura
denominada Unidad Popular. En estos comicios el partido profundizó mucho
más en el relato de la Plataforma. En ese sentido, se ahondó mucho más en la
crítica a las políticas neoliberales y las controvertidas acciones de los bancos,
como por ejemplo se cita: El estallido de la burbuja inmobiliaria y financiera de
2008 continúa generando en los pueblos del sur de Europa, consecuencias
atroces para las personas y el territorio. La estafa hipotecaria producida por
decenios de políticas neoliberales en España y Europa, está generando una
vulneración sistemática de Derechos Fundamentales, con su cara más
dramática en los desahucios masivos y en el sobreendeudamiento de las
familias. Por otro lado, IU también estableció la vivienda como un derecho
fundamental que debe ser garantizado y protegido por las administraciones
públicas.
El partido de izquierdas volvió a incluir la propuesta de la dación en pago
retroactiva y la condonación de la deuda hipotecaria en las elecciones de 2015.
Además de la prohibición de que las administraciones públicas desahuciasen
de sus parques de vivienda y la eliminación de las clausulas declaradas
abusivas por el Tribunal Superior de Justicia de la Unión Europea. También se
prohibía la ejecución de la primera y única vivienda o se ofrecía una alternativa
habitacional con un alquiler social, a la vez que incluían no poder realizar
desalojos a personas en situación de vulnerabilidad.
En materia de vivienda social se vuelve a incorporar la demanda de la PAH de
crear un parque público de vivienda adquiriendo los pisos vacíos en manos de
entidades financieras y fondos buitres, pero también se incluye: Regular la
expropiación del uso de viviendas vacías a las entidades financieras que
desahucien a familias en riesgo de exclusión social. En referencia al alquiler
social se estipuló que el precio no debía superar el 30% de los ingresos de la
familia, a la vez que pretendían introducir mecanismos de seguridad en la
tenencia de alquiler como alargar el plazo mínimo de duración del contrato a 5
años.
64
Se observa pues, como IU fue permeable des del 2011 a las demandas de la
Plataforma y en 2015 ya incluye casi la totalidad de las exigencias y el discurso
de la PAH en su programa. Cabe decir que tanto la ideología del partido, como
su estrecha relación con los movimientos sociales son factores que
contribuyeron al acercamiento hacía estas posiciones.
3.4.4. Podemos y sus confluencias regionales
El partido morado nació en 2014 así que concurrió por primera vez en unas
elecciones generales en diciembre de 2015. Después de unos meses de
imparable auge en las encuestas, Podemos se presentaba así mismo como
una alternativa de gobierno plausible al PP y como la fuerza hegemónica de la
izquierda española, esperando el famoso sorpasso al PSOE. Tanto en
Catalunya, como Galicia y el País Valenciano se presentó en coalición con
otras formaciones políticas, así que también se analizaran los programas
electorales de estas coaliciones regionales.
Para los comicios de 2015 Podemos trazó un programa con la vivienda como
tema concreto, denominado Vivienda y suministros. No encontramos el
principal eje discursivo de la Plataforma (crítica a las políticas de vivienda y a
los bancos). Básicamente porque en este programa electoral no se incluyen
diagnósticos de contexto. Sin embargo, tal y como se plantean las propuestas
del partido, se podría afirmar que estos discursivos son intrínsecos a sus
planteamientos. Por otro lado, si que se encuentra la equiparación de la
vivienda como un derecho social indiscutible, por lo que proponían modificar el
artículo 53 de la Constitución para equipararla como un derecho civil y político.
El partido propuso el derecho a la dación en pago con carácter retroactivo y la
limitación de la responsabilidad del deudor hipotecario al bien hipotecado, el fin
de los desahucios y la despenalización del uso de viviendas vacías y
abandonadas (en un claro guiño a la Plataforma), a la vez que pretendían
impulsar la prohibición de los desahucios forzosos sin alternativa habitacional.
En materia de alquiler planteaban un arrendamiento más estable y asequible,
alargando el plazo mínimo de contrato hasta los cinco años, tal y como
65
demandaba la PAH. Igualmente, sugerían regular por ley el concepto de
alquiler social, el cual no podría superar el 30% de la renta familiar.
Por otra parte, también se postularon a favor de la creación de un parque
público de vivienda en alquiler social con los pisos vacios en propiedad de los
grandes tenedores de vivienda (entidades financieras, filiales inmobiliarias y
fondos buitre) para alojar a todas aquellas familias que perdieron por ejecución
hipotecaria su vivienda única y habitual. Por último, el partido morado, en
consonancia con las propuestas anteriores, promete cumplir las sentencias del
Tribunal Europeo de Justicia de la UE para cesar con las clausulas abusivas en
los contratos con los consumidores.
El programa de En Comú Podem, candidatura presentada en Catalunya, no
difiere demasiado del de Podemos en materia de vivienda. Se encuentran las
principales apuestas como la dación en pago, la paralización de los desahucios
a los más vulnerables o la creación de un parque público de viviendas para el
alquiler social. Sin embargo, la candidatura catalana acentuó mucho más la
necesidad de considerar a la vivienda como un derecho básico garantido
delante de la administración, citando textualmente: “El conjunto de actividades
vinculadas al proveimiento de viviendas destinadas a políticas sociales se
declararan servicios de interés general y todos los ciudadanos y ciudadanas
que lo necesiten podrán ejercer acciones administrativas y judiciales para exigir
el cumplimento”.
En lo que respecta la candidatura de Compromís-Podemos y de En Marea
tampoco se encuentran diferencias substanciales. Además de seguir los
mismos patrones que el programa electoral de Podemos en la temática de
vivienda, profundizaron en algunas demandas concretas como las medidas de
alquiler social o la adopción de una política estatal de vivienda integral y
coordinada.
66
3.4.5. UPyD y Ciudadanos
UPyD y Ciudadanos se presentaron, respectivamente, a las elecciones de 2011
y 2015, ocupando el espacio político del centro-derecha y disputando los
electores del Partido Popular.
que hacía tiempo que había quedado desierto en el sistema político español, el
centro-derecha.
En el caso de UPyD, en referencia a los comicios de 2011, se presentaron con
un programa electoral que contenía un apartado específico entorno a la
vivienda, denominado Infraestructura y vivienda. No obstante, y aunque se
postulan de forma un tanto ambigua afirmando que quieren proteger la vivienda,
no la reconocen como un derecho social e indiscutible inserto en la
Constitución. Tampoco elaboran un discurso identificando una política de
vivienda errónea en los últimos años.
El partido propuso orientar la inversión pública hacía la vivienda protegida,
empleando el stock de viviendas sin vender para crear un parque de vivienda
pública. Una medida que propuso la PAH. También apoyaban la dación en
pago de la vivienda. Sin embargo, no se encuentran más propuestas
destinadas al alquiler a los afectados por las hipotecas y los impagos.
En cuanto a C’s en el programa electoral que presentaron en 2015 no ofrecían
un apartado concreto hablando sobre vivienda, más bien ofrecían algunas
propuestas desorganizadas. La primera se refiere a incluir la vivienda en una
nueva sección de derechos sociales en la Constitución, para garantizar el
máximo grado de protección en ese ámbito. Sin embargo, no se encuentran
medidas más concretas, excepto “Reconoceremos los derechos de las
personas afectadas por el desahucio”, donde prometían facilitar de forma
temporal una vivienda en régimen de alquiler social a los afectados.
3.4.6. Partidos regionalistas y/o nacionalistas
En el ámbito de los partidos regionalistas y nacionalistas la oferta electoral en
temática de vivienda es muy variada.
67
EAJ-PNB no elaboró ninguna propuesta concreta en la temática de la vivienda,
ni en las elecciones de 2011 y 2015, simplemente ofreció un programa electoral
centrado en defender los intereses de Euskadi.
Convergencia i Unió, en cambio, sí que elaboró propuestas en ese sentido. En
el programa electoral de 2011 propuso un conjunto de políticas de bienestar
para reforzar la cohesión y la igualdad para hacer frente a la crisis. Aunque no
encontramos ni el discurso de la PAH en referencia al derecho de la vivienda ni
la crítica a la política estatal. El partido nacionalista proponía favorecer la
dación en pago mediante medidas fiscales y alquileres substitutivos. También
evitar las ejecuciones inmediatas en situaciones de vulnerabilidad, fomentando
la mediación entre las partes. Por último, el partido catalán también prometía,
como tantos otros, la creación de un parque de vivienda de alquiler a precio
asequible a través de la colaboración público-privada.
En cuanto a las elecciones de 2015, Convergencia se presentó de la mano de
Reagrupament y Democràtes de Catalunya en la coalición Democràcia i
Llibertat. El programa electoral se centra en proyectar una Catalunya
independiente, en cual se pretenden “mejorar las políticas de vivienda respecto
a los últimos años”. La coalición identificó los desahucios como un problema
fundamental a combatir, además de elaborar un discurso bastante consonante
con el de la PAH (valor de uso de la vivienda, intervención pública, promoción
del alquiler). Por otro lado, las medidas propuestas no cambiaron demasiado
respecto 2011, como la creación de un parque público de alquiler o la dación
en pago.
Coalición Canaria en los comicios de 2011 presentaba un apartado dedicado a
Bienestar social y vivienda, en el cual se formulaban algunas propuestas en
esta materia. Como por ejemplo, fomentar la construcción de viviendas
protegidas o movilizar el parque de viviendas vacías para incrementar la oferta
de acceso a primera vivienda. No obstante, no elaboraron un discurso integral
en ese ámbito ni más propuestas destinadas a solventar los problemas de
desahucios. En las elecciones de 2015 la tónica no cambió demasiado,
introdujeron algunas medidas nuevas como incrementar las ayudas al fomento
del alquiler de viviendas deshabitadas.
68
El Foro de Ciudadanos (FAC), partido regionalista de Asturias, obtuvo un
escaño en las elecciones generales de 2011. En ellas se presentó con un
programa electoral con un apartado específico en materia de vivienda pero no
muy desarrollado. Se encuentran algunas propuestas como aumentar los
recursos públicos dirigidos al alquiler protegido, y también modificar la ley
hipotecaria para introducir la dación en pago. Pero no prometieron medidas
más específicas ni elaboraron un discurso similar al de la PAH.
En contraste, Esquerra Republicana de Catalunya presenta en 2011 un
programa electoral con mucho discurso y propuestas en relación a la vivienda.
Primeramente, comparten casi íntegramente el discurso de la Plataforma en el
campo de la vivienda como derecho y en el análisis de la burbuja inmobiliaria.
El partido proponía un cambio de paradigma en el sector inmobiliario, basado
en el valor de uso. El partido independentista también se postulaba a favor de
la dación en pago, la cancelación de los desahucios a las familias con niños, la
creación de un fondo de rescate para familias con sobreendeudamiento y la
obligación para las entidades financieras, que reciben ayudas públicas, de
poner en alquiler el 40% de sus viviendas. En 2015 la tónica es muy similar.
ERC construyó unas propuestas y un discurso totalmente compatibles con el
relato político de la Plataforma.
El Bloque Nacionalista Gallego obtuvo en las elecciones de 2011 dos diputados
para su formación. En su programa electoral solo se encuentra una medida
referente a la vivienda, esta es reformar la legislación hipotecaria para admitir
la dación en pago. Por otra parte, el programa electoral que presentó la
izquierda abertzale, Amaiur, en esas mismas elecciones es un programa
bastante reducido y sin propuestas muy definidas, no se encuentra ninguna
división por temáticas y menos ninguna referencia a la vivienda y al problema
de las hipotecas. La izquierda abertzale se volvió a presentar en 2015 bajo la
denominación Euskal Herria Bildu con un programa mucho más elaborado, sin
embargo tampoco se presentaba ninguna medida referente a la vivienda.
Por otra parte, la candidatura navarra Geroa Bai se presentó a las elecciones
generales de 2011 con un programa electoral con discurso y propuestas
definidas en materia de vivienda. Primeramente, se comparte de manera
69
íntegra los dos ejes discursivos de la Plataforma (la vivienda como derecho
indiscutible y la política errónea en los últimos años). Luego también se
comparten algunas propuestas como la promoción de la cultura del alquiler o
sacar en stock las viviendas vacías. Por último, la coalición valenciana
Compromís presentó en 2011 un programa no muy desarrollado, pero sí que
contenía algunas propuestas, como por ejemplo la derogación de la ley
hipotecaria, la grabación de los pisos vacios y la aumentar la oferta pública de
vivienda protegida.
3.4.7. Algunas consideraciones
Analizando de forma transversal el discurso y las propuestas en materia de
vivienda de los partidos políticos españoles en las elecciones de 2011 y 2015
se pueden extraer diversas consideraciones.
La primera, y esta es un tanto obvia, es que los partidos que se autodenominan
como progresistas o de izquierdas fueron mucho más permeables a las
demandas de la Plataforma. En especial Izquierda Unida, Podemos y Esquerra
Republicana recogieron casi la totalidad de la narrativa y las demandas de la
PAH en sus programas. Esto es básicamente porque su ideología es mucho
más propensa al colectivo anti-desahucios, y porque son partidos que
tradicionalmente ha tenido y tienen más contacto con los movimientos sociales.
La segunda es que se palpa un acercamiento gradual a las demandas de la
Plataforma entre los comicios de 2011 y 2015. Esto es, si en 2011 algunos
partidos de izquierdas, como el PSOE, ya incorporaban algunas medidas, en
2015 esta tendencia aumenta e integran muchas más demandas y gran parte
del discurso crítico que generó la PAH. El aumento de la popularidad y la
legitimidad que ganó el colectivo a partir de la ILP presentada en 2013 son
factores que reforzaron esta tendencia.
Es necesario remarcar que también encontramos partidos de ideologías más
conservadoras que interiorizaron las exigencias de la PAH, a excepción claro
del PP. Formaciones como UPyD, Convergéncia i Unió y Ciudadanos
mostraron en sus programas un cierto acercamiento a los postulados de la
70
PAH sin tampoco compartir el discurso crítico sobre el sistema bancario. Por
otro lado, partidos regionalistas como el PNV se centran casi exclusivamente
en defender los intereses de su territorio y casi no elaboran propuestas sobre
vivienda de forma general.
Así que se puede apuntar que una gran parte de los partidos españoles
incorporaron las demandas de la PAH en su programa electoral, en especial en
los comicios de 2015 donde la problemática de los desahucios ya estaba
mucho más mediatizada. Pero más allá de las demandas más famosas de la
PAH (como la dación en pago o la creación de un parque público de vivienda
con los stocks vacíos), lo que es más relevante es que determinados partidos
políticos (como PSOE, IU, PODEMOS y ERC) hayan incorporado el relato
político de la Plataforma. Su narrativa, su moraleja, sus mecanismos causales.
Y aunque es cierto que un programa electoral muchas veces no es más que
retórica, en determinadas ocasiones es el primer eslabón para convertir una
demanda en una solución.
5. Conclusiones
Una vez comparado el marco teórico de la NPF con el relato político de la PAH,
y tras haber analizado las tres variables presentadas en este estudio ya es
pertinente empezar a hacer algunas reflexiones.
La teoría del Narrative Policy Framework presentada en este estudio perfila
unos patrones estructurales y narrativos que se asemejan bastante al relato
político usado por la Plataforma. Es decir, los principales supuestos que
idearon McBeth, Jones y Shanahan en 2014 para la construcción de un
discurso desde el nivel meso se encuentran de forma implícita en la
propaganda y el relato que ha promulgado la PAH desde su creación.
Elementos como los héroes, la victimas, los villanos o la moraleja de la historia
son solo algunas de las piezas que cuadran en la edificación de su discurso.
Pero es que además, estrategias como el alcance del conflicto y el paso del
71
diablo y el ángel (descritas en este estudio) se corresponden con herramientas
usadas por el colectivo en diferentes momentos de su existencia.
Estas afirmaciones conducen a declarar, una vez más, que el relato político
que se ha analizado se estructura de forma coherente y solida. Que se
proyecta de una forma simple pero convincente, y que esa misma simplicidad
podría ser la clave de su éxito. Asimismo es un relato que apela a las
emociones y sentimientos, que pretende combatir con una situación que se
afirma como injusta. Un relato que simpatiza con los vulnerables (los
desahuciados) y señala los culpables (los bancos y el gobierno). Así pues,
según la teoría de la comunicación política es un relato político capaz de ser
exitoso.
Pero aunque sea una narrativa bien edificada para convencer, ¿Qué resultado
dan los análisis de las variables seleccionadas? En primer lugar, la variable
destinada a recoger las noticias de los desahucios en la prensa ofrece un
resultado negativo en cuanto a la hipótesis. Como ya se ha mencionado, el
aumento de las noticias publicadas sobre desahucios por los principales
medios del país no es fruto del relato político de la Plataforma ni sus acciones.
La atención mediática a este tema concuerda más con los casos de suicidios
ligados al impago de las hipotecas y a su posterior lanzamiento.
Así, se observa una vez más como los medios dirigen el foco sobre
determinados temas cuando estos se conectan a sucesos espectaculares o
dramáticos. Este hecho se apuntala aún más cuando se observa que en los
meses que más se publicó sobre este tema, las estadísticas sobre desahucios
disminuían. Sin embargo, sí que se podría sugerir que la PAH logró de cierta
forma influir en el marco discursivo de los medios españoles, tal y como apunta
el estudio de Alonso y Casero (2016) citado en este trabajo. La proyección de
un relato locuaz y potente por parte del colectivo logró de algún modo
impregnar las noticias publicadas. La situación de emergencia habitacional que
declaraba la PAH o la responsabilidad de los bancos y el Gobierno con los
desahucios fueron presentes en las publicaciones de bastantes medios del país.
72
Por otro lado, la variable referente a la opinión pública ofrece un resultado más
cercano con la hipótesis presentada. Tanto los datos del CIS como las
encuestas realizadas por Metroscopia determinan que una gran parte de la
sociedad española apoyaba las demandas de la PAH y su discurso. Centrando
la atención en los datos del CIS, estos nos muestran como las respuestas
bancos y desahucios aparecieron en la agenda sociotrópica entre 2012 y 2016,
y fueron especialmente relevantes en 2013. Y aunque el rescate bancario
pueda influir en la respuesta bancos, la contestación desahucios ofrece cifras
remarcables, siendo conscientes de que antes de 2012 no existía.
Las encuestas de Metroscopia invitan a reflexionar acerca del alcance del
discurso de la PAH. Todas las respuestas bridan resultados positivos para el
colectivo, tanto a sus demandas, como en legitimidad e incluso en confianza
para solventar los problemas de los ciudadanos. Así que, en ese sentido, si que
se podría observar que el relato político de la Plataforma llega a ciudadanos,
estos lo conocen y además, gracias a unos argumentos bien estructurados y
que apelan a las emociones, se lo hacen suyo.
Por último, se encuentra la permeabilidad de los partidos políticos a las
demandas y el discurso de dicho colectivo. Como ya se ha señalado, se
percibe un acercamiento de postulados entre los comicios de 2011 y 2015 de
forma general (excepto el Partido Popular), aunque en 2011 algunos partidos
ya incorporaban sus demandas. También se observa como los partidos de
izquierdas y/o progresistas tienen mucha más predisposición a compartir los
argumentos y la narrativa analizada.
Pero lo que es realmente relevante es que algunas formaciones incorporaron
literalmente exigencias de la Plataforma, medidas como la dación en pago
retroactiva o la movilización de los stocks bancarios para viviendas sociales
son algunos de los ejemplos. Esto conduce a pensar que la influencia en los
partidos ha sido bastante notoria. Que el discurso de la PAH influyó de forma
considerable en las formaciones políticas, y estas decidieron adoptarlo.
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En conclusión, se podría apuntar que la hipótesis presentada en el presente
estudio no se rechaza, sino que se refuerza en algunos sentidos. Primeramente,
la influencia de los trágicos suicidios a casos de desahuciados influyó de forma
evidente, tanto en los medios como en la opinión pública, que se vio
conmocionada. Este es un factor de sesgo, pues puede impedir discernir hasta
qué punto el relato de la PAH ha sido influyente y por lo tanto exitoso. Pero por
otro lado, es evidente que los resultados favorables en las encuestas y
barómetros y la incorporación de su narrativa por parte de los partidos políticos
son hechos palpables. Son factores que pueden demostrar, que en parte, el
relato político de la Plataforma ha influido en la sociedad española gracias a su
potencialidad, y que la propagación de su discurso lo hace acercarse al éxito.
A día de hoy, el discurso es un elemento clave en la construcción de la
realidad social y la formación de la opinión pública. Y en ese sentido, la PAH
consiguió en su momento erigirse como un actor legítimo de producción
discursiva, un actor que propagó un relato que pareció convincente a la
sociedad española.
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