la moral, producto de la evolución

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ORIGENES~ Los fenomenos morales se gestaron como una respuesta de la evolucion de la vida cuando una familia zoologica comenzo a comportarse, por diversas causas, haciendo uso de la inteligencia abstracta, necesaria en situaciones versa tiles y que requerfan de una interpretacion social e individual del mundo y de la vida. LA MORAL, UN PRODUCTO DE LA EVOLUCION * D esde el punta de vista del sentido comun -0 sea de los prejuicios compartidos por la mayorfa de la gente que convive en unas relaciones so- ciales determinadas-, suele considerarse la moral como un modo de conducta jus- ta, honesta, debida, buena, etc. Sin em- bargo la historia y la antropologia social han puesto al descubierto que loscriterios sobre la moral cambian de acuerdo con las necesidades sociales; la capacidad pa- ra matar, por ejemplo, se consideraba moralmente deseable en las sociedadeses- clavistas. La economia politica permite com- prenderel caracter de retroalimentaci6n que desempefia la moral dominanteen una formaci6n social (por ejemplo, el afande posesi6n, conveniente alas so- ciedades de consumo). Sin duda resulta importante explicar los fundamentos mo- rales de cualquier sociedad; sin embargo, es fundamental comprender antes ~por Este articulo resume uno de los capitulos de la investigacion que realizo ° el autor. para obtener el grado de licenciado en filosofia en la UNAM; investigacion que 10 hizo merecedor de una mencion° honorifica. Actualmente es catednitico en el plantel sur del Colegio de Cieocias y Humanidadeso

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ORIGENES~

Los fenomenos morales se gestaron como una respuesta de la evolucion de lavida cuando una familia zoologica comenzo a comportarse, por diversas

causas, haciendo uso de la inteligencia abstracta, necesaria en situacionesversa tiles y que requerfan de una interpretacion social e individual del mundo y

de la vida.

LA MORAL, UN PRODUCTODE LA EVOLUCION *

D esde el punta de vista del sentidocomun -0 sea de los prejuicioscompartidos por la mayorfa de la

gente que convive en unas relaciones so-ciales determinadas-, suele considerarsela moral como un modo de conducta jus-ta, honesta, debida, buena, etc. Sin em-bargo la historia y la antropologia socialhan puesto al descubierto que loscriteriossobre la moral cambian de acuerdo conlas necesidades sociales; la capacidad pa-ra matar, por ejemplo, se considerabamoralmente deseable en las sociedadeses-clavistas.

La economia politica permite com-prender el caracter de retroalimentaci6nque desempefia la moral dominante enuna formaci6n social (por ejemplo, elafan de posesi6n, conveniente alas so-ciedades de consumo). Sin duda resultaimportante explicar los fundamentos mo-rales de cualquier sociedad; sin embargo,es fundamental comprender antes ~por

• Este articulo resume uno de loscapitulos de la investigacion que realizo °elautor. para obtener el grado de licenciado enfilosofia en la UNAM; investigacion que 10hizo merecedor de una mencion° honorifica.Actualmente es catednitico en el plantel surdel Colegio de Cieocias y Humanidadeso

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I que ios seres hurnanos, por el hecho deserlo. se comportan moralmente?

A pesar de la relatividad hist6rico-social e, incluso, de la contradicci6nentre diversos sistemas morales, el ser hu-mana puede elegir dentro de ciertos li-mites principios de conducta, pero notiene la posibilidad de no elegirlos. Loanterior se debe a su estructura biopsi-quica, producto de un desarrollo evo-lutivo que propici6 comportamientos ale-jados de respuestas instintivas y caracteri-zados por la reflexi6n y la previsi6n, conbase en la experiencia social e individual.

La formaci6n de esta estructurapuede seguirse, no sin muchas conjetu-ras, a la luz de los procesos de hominiza-ci6n. Cabe destacar las aportaciones queal respecto han arrojado la paleoantro-pologia, la arqueologia, la tafonomia, laantropologia, la etologia, la psicologia fi-siol6gica y evolutiva y la biologia mole-cular, principalmente.

Con base en los estudios antropoge-neticos, es posible enunciar hip6tesisacerca de los condicionamientos que, demodo diverso, dieron lugar a la emergen-cia de la conducta que llamamos moral.Los estudios de f6siles no ofrecen muchainformaci6n acerca de la evoluci6n de laconducta social y la inteligencia. No obs-tante, suelen auxiliar para esto los estu-dios comparativos con animales vivos. Esfactible sostener que las condiciones devida a que se vieron sometidos los prima-tes hominidos, originaron al camplejofuncional sobre el que se basa la conductahumana y, por tanto, la moral.

Leis restos hominidos mas antiguosque se conocen pertenecen al ramapithe-CUS, esparcido por Asia y Africa hace 14millones de anos. Su desplazamiento eracompletamente erecto y tenia, en conse-cuencia, libres sus extremidades ante-riores. Se presume que poseia la facultadcognoscitiva para el analisis y la manipu-laci6n del medio. Entre el ramapithecusy losaustralopitecidos median, por 10me-nos, diez millones de anos, periodo delcual no se han descubierto f6siles dehominido.

Los restos de australopitecidos per-miten inferir que estoshominidos poseiancaracteristicas psiquicas que resultan fun-damentales para comprender la posibleemergencia del fen6meno moral. Su ex-pansi6n cerebral de 756 centimetros cubi-cos -un poco mayor que la mayoria delos gorilas, tomando en cuenta que casitenian la mitad de su tamano-, indicanque la adaptaci6n consciente al medio es-taba en marcha. Los restos de cultura os-teodontoqueratica nos habla de una he-rencia social altamente desarrollada. Co-mo hominidos culturales, debieron su so-bre~vencia a la capacidad de coordinar-se socialmente; el evitar situacionesconflictivas se habra hecho preciso en el

seno de susgrupos. Las actividades de ca-za debieron afinar las facultades-psiqui-cas (observaci6n, previsi6n, comunica-·ci6n, etcetera). Las necesidades biol6gi-cas de subsistencia, por otro lado, segura-mente dieron lugar a una divisi6n naturaldel trabajo, segun edad y sexo. La coope-raci6n y ayuda mutua marcarian enton-ces el desarrollo de la vida en sociedad.Compatir los alimentos signific6 toda unarevoluci6n; el cuidado de las crias (coninfancia prolongada), los enfermos y losancianos, debi6 crear un acercamientoentre los in.dividuos, completamente des-conocido entonces en el reino animal.Podria decirse que la "generosidad" apa-reci6 asi en la evoluci6n de la conducta.

La relaci6n monogamica pudo ha-berse presentado Como una ventaja parala eCIOnomiade caza; la convivencia se-xual con relativa permanencia debi6 sur-gir como una obligaci6n social y, por 10mismo, se habrra establecido la paterni-dad social (companero de la madre biol6-gica), EI cuidado alimentario y la protec-ci6n de mas de una hembra y su prole, se-guramente representaba una carga dificilde soportar. El origen del parentesco en-conh6 probablemente su origen en orde-namientos sociales que regulaban las re-laciones sexuales. En el momenta en quela se~ualidad qued6 supeditada a las ne-cesidades econ6micas del grupo, hubo desatisP~cersedentro de prescripciones com-prendidas y compartidas por todos los in-teresados.

El desarrollo y complejidad de la or-ganizaci6n social posibilit6 y exigi6 larepresi6n de los impulsos animales.Mucmoinfluy6 el grado de progreso eco-n6mico para que el alirnento no se ingi-riera jerarquicamente (machos dominan-tes, machos debiles, etcetera), sino demodo compartido. Podria acaso emplear-se el termino "altruismo" para designaresta conducta. La represi6n del egoismose presenta como una de las bases esen-ciales del fen6meno moral, como un re-quisito que permite la convivencia dentrode una esfera que rebase 10animal. La li-mitaci6n de los impulsos sexualesy las re-laciones de parentesco deben haber favo-recido la gestaci6n de vinculos de solida-ridad y cooperaci6n. Si el escaso des-arrollo econ6mico alcanzado obstaculiz6una vida sedentaria, no impidi6 que estosgrupos de hominidos llevaran consigo susinstrumentos y experiencia social. El esta-do de dominaci6n con base en la fuerzafisica debi6 ceder ante la sujeci6n a lasnecesida-desbiol6gicas, satisfechas social-mente, dando lugar al nacimiento denuevas necesidades psiquicas (inhibici6nde impulsos)y sociales (normas culturalesde convivencia).

No obstante que lospaleoantrop610gosno se hayan puesto de acuerdo (nipuedanhacerlo) en el origen inmediato de unas

especies hominidas con respeeto a otras(debido a la falta de f6siles intermediosy al estado actual de la biologia mo-lecular), es posible rastrear la evolu-ci6n de la conducta que desemboc6 en elfen6meno moral. EI hominido conocidocomo Homo habilis, extinto hace aproxi-madamente dos millones de anos, subsis-ti6 gracias al empleo de utensilios. Poseiauna capacidad craneana media de 700cm3 y, por 10 tanto, una mayor capaci-dad de memoria y asociaci6n espacio-temporal que los australopitecidos. Sus"manos" podian presionar con fuerza, se-guridad y precisi6n (por ejemplo, afila-ban huesosde metacarpo de antllope has-ta.sacarles punta). •

Los descubrimientos del HamadoHomo erectus indican que tenia una ca-pacidad craneana media de 870 cm3. Esverdad que una expansi6n cerebral noimplica necesariamente un desarrollopsiquico, pero tambi€m10es que una con-ducta inteligente precisa de un elevadonumero de neuronas. Los avances teeni-cos de caza y el empleo del fuego de-muestran la afirmaci6n anterior. Elfuego les permiti6 protegerse de animalesy conservar la carne, creando asi, por vezprimera, reservas alimenticias ricas enproteinas. NaCi6 entonces un relativotiempo libre, un espacio para el ocio. Elaumento de la poblaci6n exigi6 un incre-mento de la producci6n y el empleo de unlenguaje que, por elemental que fuese,pudiera mantener la organizaci6n social.

. La concepci6n de instrumentos y el ma-nejo de conceptos, por elemental que sea,resulta imposible sin su designaci6n. Porotra parte, el proceso. de formaci6n dellenguaje se estaba asegurando por la afi-naci6n de la mandibula inferior, el retro-ceso de la barbilla y un aumento de lospuntos 6seosdonde se insertan los mUscu-los de la lengua. La fabricaci6n de instru-mentos requiere del talento de la previ-si6n, de la intenci6n. Las funcionespsiquicas que exigen la creaci6n de ins-trumentos tan complejos como el peder-nal, suponen operaciones como el analisisy la abstracci6n. El sistema motor no evo-lucion6 significativamente; en cambio,las proporciones del cerebro aumentaronen un 40 por ciento. Este equipo cerebralgener6 y reforz610s mecanismos inhibito-rios encargados de dominar las tenden-cias e impulsos animales, asi como de eli-minar la excitaci6n excesiva de los secto-res motoresdel cerebro. La integraci6n so-cial durante este estadio implic6 una ma-yor conciencia de la solidaridad grupal, ala vez que una conciencia (por difusa que'fuera) de los deberes individuales frente ala comunidad.

Gracias a las evidencias f6siles, se sa-be que las formas mas antiguas del Homosapiens derivan inmediatamente del Ho-mo erectus. Parece verosimil considerar

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La costumbre de enterror a los muertos. en el Homo sapiens neandertha-lensis. muestra la magnitud del valor que otorgaba a la vida humana.

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La evoluci6n del Homo y el aumento de la pobiaci6n, desemboc:aron. segura·mente. en la regulaci6;" cada vez mas diferenciada de las actividades debi·das u obligadas. (Fotos: Leakey. Richard E .. EI origen del hombre, CO·NACYT, 1981.)

dentro del genero Homo tanto al erectuscomo al sapiens, que comprende; a suvez, a otras especies, entre las cuales po-demos citar: Homo sapiens nean-derthalensis, Homo sapiens jossilisis yHomo sapiens sapiens u hombre actual.El Homo sapiens neanderthalensis poseiauna capacidad craneana media de mil 450cm3; de esta especie se tienen mas conoci-mientos debido a que sus restos no termina-ban desmembrados, triturados, disemina-dos 0 devorados, pues enterraban a susmuertos. Esta actividad manifiesta la im-portancia que se concedia a los semejante'!.La consideraci6n por los fallecidos revel a lamagnitud del valor que otorgaban a la vidahumana, asi como a la riqueza de su vidaafectiva. Las inhumaciones indican la im-portancia concedida a los semejantes, aquienes se trataba ya completamente com0individuos. Esta conciencia del valor da-do a la vida humana se manifest6 en esteestadio de hominizaci6n no s6lo con res-pecto a los muertos, sino tambien a los vi-vos, especialmente los ancianos y los im-pedidos. A modo de evidencia, mencione-mos 10s restos hallados en La Chapelleaux-Saints, los cuales estaban afectadospor artritis y dentadura inadecuada paraingerir alimentos; sin embargo, es unhecho que el individuo subsisti6, a pesarde los males que agravaban su sa1ud. Sha-

nidar cita el caso de un individuo, deunos 40 arios, que presenta posible atrofiacongenita de un brazo y horn bra, pese a10cual subsisti6 hasta tan avanzada edadpara un neanderthal. Los ejemplos ante-riores muestran que su grado de des-arrollo neurobio16gico (que se tradujo enuna mejor organizaci6n social), permiti6la manifestaci6n de actitudes interindivi-duales que caen indudablemente dentrode la esfera de la moral, pues rebasan ladel instinto.

Como antecesor inmediato de los ac-tuales seres humanos se encuentran lospertenecientes a la subespecie Homo sa-piens jossilisis (era Magnon, Grimaldi,Chancelade, etcetera). Su aparici6n secaracteriz6 por un progreso en las tecni-cas de praducci6n de herramientas, laelaboraci6n del simbolo y, por tanto, deuna cultura avanzada. La percepci6n delmundo sufri6 una revoluci6n a raiz de laacumulaci6n. y transmisi6n de conoci-mientos. Los grupos podian contar conrecursos alimenticios para varios dias, nos610 de vegetales sino tam bien de carne(helada, ahumada 0 curada al sol). Deeste modo, al tener satisfechas sus necesi-dades materiales, el tiempo libre del quecomenzaron a gozar les dio la oportuni-dad de enriquecer y humanizar su vidamental y emotiva. Si la creencia en otra

tipo de vida despues de la muerte ya sehabia manifestado explicitamente entreel Homo neanderthalensis (hip6tesis quese desprende de sus ofrendas funerarias dealimental, esta convicci6n debe habersetornado mas compleja entre los hombresde Cro Magnon, a juzgar por el aderezofunerario encontrado en Monte Carmelo.El creciente aumento de la poblaci6n y laproximidad entre los grupos desemboc6,seguramente, en la regulaci6n cad a vezmas diferenciada de sus actividades e in-terrelaciones, al tiempo que acentuaba lanecesidad de identidad social. Con segu-ridad, tambien las costumbres debidas uobligadas estuvieron delimitadas por lafuerza de la necesidad social, aseguradaspor la tradici6n e igualmente por los ritosque fijaban la interpretaci6n del mundo yde la vida. Resulta imposible comprenderla moral del Paleolitico fuera del ambitomagico-animista que animaba la concep-ci6n de la realidad.

En suma, puede decirse que los fen6-menos de la moral se gestaron como unarespuesta de la evoluci6n de la vida cuan-do una familia zoo16gica comenz6 a com-portarse, por diversas causas, haciendouso de la inteligencia abstracta, necesariaen situaciones versa tiles y que requeriande una interpretaci6n social e individualdel mundo y de la vida. 0