La Masoneria en La Historia de Venezuela
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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELAMINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACIÓN
UNIVERSITARIAUNIVERSIDAD BOLIVARIANA DE VENEZUELA
FUNDACIÓN MISIÓN SUCREPROGRAMA DE FORMACION DE GRADO DE ESTUDIOS JURÍDICOS
ALDEA UNIVERSITARIA “BORIS BOSSIO VIVASUNIDAD CURRICULAR: HISTORIA CONTEMPORÁNEA DE VENEZUELA
2º SEMESTRE
INFLUENCIA DE LA MASONERÍA EN LA HISTORIA DE VENEZUELA
Autora: Lorena RausseoC.I.V.Nº-4.975.829
Facilitador: Marcos Iguaros
San Antonio de Los Altos, Enero de 2011
ÍNDICE
Pág.
INTRODUCCIÓN 3
Ideales y principios de la masonería 4
La masonería en la historia de Venezuela 6
Francisco de Miranda y su participación en la masonería 9
La Central Masónica 12
La obra masónica 14
Años de oro 16
La construcción del gran templo masónico 17
Decadencia de la masonería 17
CONCLUSIONES 19
BIBLIOGRAFÍA 20
INTRODUCCIÓN
La Francmasonería, o simplemente Masonería, es la más antigua y más
extensa organización fraternal, dedicada a promover la fraternidad universal
que abarca todo el género humano. Aunque la Masonería no constituye una
religión ni ejecuta ritos religiosos, sostiene la existencia de un Ser Supremo a
quien denomina Gran Arquitecto del Universo, para evitar así cualquier
sectarismo, por una parte, y señalando el carácter rector y edificativo de la
Divinidad, por la otra.
La organización de la Francmasonería está basada en Grandes Logias,
cada una de las cuales es soberana dentro de su propio territorio. No existe
una autoridad central que tenga tuición sobre todas las Grandes Logias. Sin
embargo, para que una Gran Logia sea aceptada por las demás, debe
cumplir con ciertas normas, prácticas y tradicionales, aceptadas por la
mayoría como fundamentos indispensables de la Masonería.
La Francmasonería no acepta distinciones de raza, color, religión ni
nacionalidad. Siendo una organización fraternal, la Francmasonería le
proporciona a sus miembros la oportunidad de encontrarse y disfrutar de la
compañía de amigos que comparten los mismos ideales, dentro de un
espíritu de benevolencia y tolerancia, guiados por los principios éticos más
elevados. La Masonería es personal en sus ceremonias privadas. Sus
rituales dan expresión dramática a una filosofía de la vida basada en la más
estricta moral.
En esta investigación se tratarán los siguientes puntos: ideales y
principios de la masonería, la masonería en la historia de Venezuela, la
central masónica, la obra masónica entre otros.
IDEALES Y PRINCIPIOS DE LA MASONERÍA
La Masonería es un movimiento filosófico activo, universalista y
humanitario, en el que caben todas las orientaciones y criterios que tienen
como objeto el mejoramiento material y moral de la humanidad sobre la base
del respeto a la personalidad humana.
La Masonería no es un órgano de ningún partido político. Su propósito es
el estudio y solución de los problemas referentes a la vida humana, para
asegurar la paz, la justicia y la fraternidad entre los hombres y los pueblos,
sin distinción de raza, condición socioeconómica, religión o nacionalidad.
La Masonería reconoce la posibilidad de la superación constante de la
humanidad en torno a un principio omnipotente que denomina “El Gran
Arquitecto del Universo”. Tal reconocimiento de un principio originario y de
una causa primera permite a cada quien interpretarlo y nombrarlo como
mejor le parezca; asimismo deja en libertad a los masones de profesar la fe
que deseen.
La Orden incita a cada uno de sus miembros a la autosuperación
mediante el estudio y la práctica de las virtudes. Las herramientas del masón
operativo, como ser el nivel, el mazo, el cincel, la escuadra y el compás, son
empleados en forma simbólica para enseñar los principios fundamentales del
amor fraternal, la caridad, la justicia, la equidad y la honestidad que los
Masones deben practicar en sus vidas diarias. La fraternidad masónica no
oculta su existencia, propósitos, ideales ni principios. Los Templos
Masónicos ostentan casi siempre el emblema universal de la Masonería, la
escuadra y el compás semiabiertos, entrelazados. También muchos
Hermanos llevan la insignia masónica en la solapa o en un anillo.
La Masonería no persigue utopías, sino ideales realizables en el seno de
la sociedad humana, en la que vive y en la que trabaja, recogiendo los
anhelos e inquietudes y sembrando en ella su pensamiento progresista.
La Francmasonería o Masonería es conocida en la sociedad
contemporánea como una asociación secreta de personas que profesan
principios de fraternidad mutua, usan emblemas y signos especiales y se
agrupan en entidades llamadas logias. La descripción es bastante escueta e
imprecisa. Mucho más interesante es la definición que la Masonería se hace
de sí misma en su Declaración de Principios y que dice lo siguiente:
La Francmasonería es una institución universal, esencialmente ética,
filosófica e iniciática, cuya estructura fundamental la constituye un sistema
educativo, tradicional y simbólico. Se ingresa a ella por medio de la
Iniciación. Fundada en el sentimiento de la Fraternidad, constituye el centro
de unión para los hombres de espíritu libre de todas las razas,
nacionalidades y credos.
Como institución docente tiene por objeto el perfeccionamiento del
hombre en el medio en que vive y convive y de la humanidad. Promueve
entre sus adeptos la búsqueda incesante de la verdad, el conocimiento de sí
mismo y del hombre, para alcanzar la fraternidad universal del género
humano. A través de sus miembros proyecta sobre la sociedad humana la
acción bienhechora de los valores e ideales que sustenta.
No es una secta ni es un partido. Exalta la virtud de la tolerancia y
rechaza toda afirmación dogmática y todo fanatismo. Aleja de sus templos o
talleres las discusiones de política partidista y de todo sectarismo religioso.
Propugna los postulados de Libertad, Igualdad y Fraternidad y, en
consecuencia, promueve la justicia social, combate los privilegios y la
intolerancia.
La Masonería no es una sociedad secreta. Sus dirigentes y sus son de
conocimiento público. Mantiene ciertas reservas como lo hacen muchas otras
instituciones.
Puede ingresar a la Masonería todo hombre libre y de buenas
costumbres. Se puede postular al ingreso sólo a través de un miembro de la
institución, que lo patrocine
LA MASONERÍA EN LA HISTORIA DE VENEZUELA
En abril de 1797, llegó a La Guaira, un grupo de prisioneros políticos
españoles, autores de la célebre conspiración de "Los Cerrillos de San Blas",
dirigida por Juan Bautista Mariano Picornell y Gomilla, ilustre pedagogo
reformista, nacido en Palma de Mallorca en 1759.
Junto con el sabio Picornell y Gomilla, llegaron cargados de grillos, José
Lax, Manuel Cortés Campomanes, Bernardo Garaza, Juan Manzanares,
Juan Pons Izquierdo, Joaquín Villalba y Sebastián Andrés, todos ellos
masones y enemigos declarados de la monarquía española.
Estos prisioneros políticos españoles, eran miembros activos de las logias
regulares "Libertad" y "España", que trabajaban en el templo masónico de la
calle de Basteros, en Madrid.
Influidos por las ideas de la Revolución Francesa, secretamente
organizaron en Madrid una vasta conspiración para establecer la República.
Estaban cansados de la corrupción y de los abusos de la monarquía. Cuando
culminaban los preparativos de la revolución fueron descubiertos por la
policía. Por orden del Rey fueron encarcelados y embarcados rumbo a la
prisión de Cartagena de Indias. Desembarcaron en La Guaira y
temporalmente quedaron encerrados en el Castillo de San Carlos.
Desde la lóbrega mazmorra de La Guaira, estos masones españoles
hicieron contacto con José Marra España, Manuel Gual, Simón Rodríguez,
Ponce y otros. Se sabe que José Marra España por las excelentes relaciones
que tenía en La Guaira, estaba al tanto de la personalidad de los prisioneros
españoles que fueron desembarcados secretamente.
Valiéndose de sus amigos y hasta del soborno, José María España logró
hablar con ellos varias veces. En algunas ocasiones iba al Castillo de San
Carlos acompañado de Manuel Gual. Su amistad con el Jefe de la Guardia y
algunas monedas de oro, le permitieron permanecer en la cárcel largas horas
conversando con los masones españoles. Al parecer en una de esas
entrevistas, José Marra España y Manuel Gual, fueron iniciados formalmente
en la masonería, por los ocho Maestros Masones encarcelados.
Lo cierto es que José Marra España y Manuel Gual, después de esas
entrevistas secretas, reorganizaron la Logia irregular que presidían en La
Guaira, otorgando mayor importancia a los rituales. Las célebres
"Ordenanzas Constitucionales", redactadas en fa cárcel por Picornell y
Bonilla, calificadas por todos los historiadores, como la declaración expresa
de una independencia absoluta, mediante la aplicación del sistema
republicano para Venezuela, eran leídas en la Logia, de José Marra España
y después fueron sacadas al exterior para su publicación.
Con la ayuda de José Marra España, Manuel Gual, Simón Rodríguez y
otros masones venezolanos, los masones españoles que estaban en el
Castillo de San Carlos, lograron fugar a la isla francesa de Guadalupe. Al Ir
imprimieron una traducción al castellano de los "Derechos del Hombre y del
Ciudadano". Editaron asimismo, la "Canción Americana" y "Carmañola
Americana", de gran difusión en el Continente.
Margarita, fue la puerta de entrada de los españoles a Venezuela. Fue la
isla de las perlas, visitada constantemente por marinos y aventureros; la
tierra de la libertad, donde florecieron después de la conjura de La Guaira de
1797, las más ardientes ideas a favor de la emancipación. Por eso no es de
extrañar que en Pampatar se fundara la primera logia de América Latina.
La Logia "San Juan de la Margarita", se reorganizó en 1822 y obtuvo
Carta Patente con el número 17. Suspendió sus trabajos en 1825, por las
contingencias del momento histórico que vivía Venezuela. Se reorganizó de
nuevo en 1830. Obtuvo nueva Carta Patente siempre con el número 17, en
1838. Debido a un cisma masónico suspendió definitivamente sus trabajos
en 1840.
La segunda Logia fundada en territorio venezolano, fue también en el
Oriente, en la ciudad de Cumaná, a comienzos de 1810, por un enviado
especial de la Gran Logia de Maryland, Estados Unidos. Este Taller funcionó
con el nombre de "Perfecta Armonía" N° 74. Permaneció bajo la jurisdicción
de ese alto cuerpo masónico norteamericano hasta 1823.
La tercera Logia regular fundada en Venezuela, fue la "Protectora de las
Virtudes" N ° 1, al oriente de Barcelona, Edo. Anzoátegui. Levantó columnas
el 1° de julio de 1812, en un acto solemne que contó con la presencia de los
generales Carlos Soublette, Rafael Urdaneta, José Tadeo Monagas y Juan
Suárez; del Lic. Diego Bautista Urbaneja, Pedro Gual y otros ilustres
masones.
Las Logias Masónicas tuvieron destacado papel en la lucha por la
Independencia, como lo prueba el sacrificio de José MarÍa España, en La
Guaira, en 1799.
Cuenta en su libro "Historia de Carúpano", el escritor B. Tavera Acosta,
que cuando el jefe realista Francisco Tomás Morales llegó a Carúpano a
paso de vencedor, a fines de enero de 1815, "tuvo al Ir conocimiento de la
existencia de la Logia "Patria" y de que además de haber sido los primeros
patriotas de la localidad, pertenecen a ella Salazar Navarro y Guerra y, acto
seguido los hace decapitar. Esta Logia "Patria", fue fundada en Carúpano, el
2 de diciembre de 1814 y bárbaramente destruida en 1815 por el 8rigadier
Morales. Refiere Manuel Salvati en su libro " Anotaciones Históricas",
corroborando lo dicho por B. Tavera Acosta, que en 1814 se instaló en el
puerto de Carúpano una Logia masónica llamada "Patria”.
El fundador de esa Logia fue el norteamericano Charles Mac Turner,
capitán del Bergantín "Patria", venido a Carúpano desde Nueva York, fletado
por Ramón Maneiro, quien era margariteño, establecido en la localidad
desde hacía algunos años. La mencionada Logia levantó columnas,
dependiente del Gran Oriente de Vermont, Estados Unidos. Su Carta Patente
tenía el número 890. Acompañaron a Mac Turner en la instalación, Ramón
Maneiro (margariteño), Manuel Quezada (argentino), Aldo Ferreti (italiano),
Adolphe Melard (francés), Edward Lewis (norteamericano) y José del Lago
(mexicano). Su .composición no podía ser más multinacional, como
testimonio de la esencia universalista de la masonería.
FRANCISCO DE MIRANDA Y SU PARTICIPACIÓN EN LA MASONERÍA
El padre de la masonería latinoamericana, es sin lugar a dudas el
Precursor Francisco de Miranda. Inspiró la fundación de la benemérita Logia
"Lautaro", que funcionaba en Cádiz, España, donde se iniciaron Simón
Bolívar, José de San Martín, Bernardo O'Higgins y muchos de los más
notables próceres de la independencia suramericana. Inquieto, rebelde, con
extraordinaria cultura, sembró las semillas de la masonería en todos los
países donde le tocó vivir.
Varios historiadores masónicos norteamericanos y franceses, aportan
valiosa información sobre la actividad masónica del caraqueño Francisco de
Miranda, de quien aseguran que se inició en 1783, en una logia de Filadelfia,
muy frecuentada por el famoso general francés Mario José Lafayette.
No hay datos sobre el día y el mes. Por las contingencias derivadas de la
guerra, al parecer se perdieron los archivos de la Logia donde Miranda
recibió la luz masónica. De lo que se sabe es que Lafayette fue su padrino de
iniciación. Existen muchas referencias sobre la asistencia de Miranda a
logias de Nueva York y de sus tertulias con George Washington en locales
masónicos..
Otros investigadores aseguran que Miranda se inició en la masonería en
París, Francia, en 1797, meses antes de su regreso a Londres. Pero esas
teorías se desmoronan solas con las referencias publicadas por diarios
ingleses en 1785, donde hablan de las reuniones masónicas de Miranda con
intelectuales y personajes de la nobleza
Al citar esas evidencias, un historiador británico, llegó a la conclusión de
que Miranda se inició en Filadelfia, Estados Unidos, en 1783; recibió el grado
de compañero en Londres, en 1785; y el grado de Maestro, en París, en
1797. Esa cronología parece la más ajustada a la verdad, ya que guarda
relación con el periplo del Precursor por esos países.
La logia "Gran Reunión Americana", fundó Miranda en Londres a fines de
1798. Esa Logia cuestionada por algunos historiadores masones, porque se
salía de los rituales, para dar preponderancia a los ideales de la causa
republicana, es el principal soporte de los argumentos de quienes ponen en
duda la "identidad masónica de Miranda.
La logia "Gran Reunión Americana", tenía mucho de masónico y algo de
profano. Miranda otorgaba grados de Maestros a los que destacaban por sus
dotes intelectuales y por su amor a la libertad y la causa de la independencia
americana. Les tomaba un juramento especial, que siempre terminaba con
"el repudio a todos los tiranos y las tiranías".
Los trabajos en la "Gran Reunión Americana", no versaban tanto sobre
simbología o el catecismo masónico, como sobre las ideas de la Revolución
Francesa y la necesidad de libertar a las colonias españolas en América.
Eso critican los ortodoxos a Miranda. Afirman que se olvidaba de los
rituales, para hacer foros sobre la importancia del sistema republicano y la
reforma de las estructuras sociales en las colonias que deseaba libertar.
Lo que no dicen los críticos de Miranda, es que todos los próceres de la
independencia americana, daban prioridad en las logias, a discusiones sobre
táctica y estrategia de la lucha que libraban, porque de ello dependía en gran
parte del destino de los países donde actuaban.
El Gran Mariscal de Ayacucho, Antonio José de Sucre, según refiere en
un libro el historiador masón boliviano, Ángel Salas, en la Logia de
Chuquisaca que visitaba, discutía sus planes de gobierno. Por ese motivo,
que se sepa, nadie nunca puso en duda la identidad masónica del
extraordinario cumanés.
Infortunadamente con Miranda, le siguen saliendo detractores hasta
después de su muerte. Parecería que no le perdonan el hecho de que fue
hijo de un canario humilde y que nunca se emparentó con la nobleza, a pesar
de su enorme cultura y de sus méritos militares ganados en campos de
batalla.
El nombre del único latinoamericano, grabado en el Arco del Triunfo, en
París, es el de Francisco de Miranda, como reconocimiento de Francia por
los valiosos servicios que prestó como militar para preservar su libertad y
Soberanía.
Miranda, fue el autor intelectual de la fundación de la Logia "Lautaro", en
Cádiz, España, en 1880. Desde Londres, donde residía, ya que su cabeza
fue puesta a precio por la Corona de España, sugirió para la histórica logia,
el nombre de "Lautaro", en homenaje al caudillo araucano que venció al
conquistador Valdivia en Tucapel, en 1554.
Solamente un masón, como Miranda, habría podido inspirar la fundación
de la logia "Lautaro", que fue clave para el proceso de la independencia
suramericana, ya que en ella se iniciaron masones, muchos de los más
destacados próceres, como Bolívar y San Martín.
LA CENTRAL MASÓNICA
El 2 de diciembre de 1823, cuando el general José Antonio Páez, masón
Grado 33°, proclamó solemnemente que “'ya estaba asegurada la paz y
Libertad de Venezuela”, funcionaban en el país regularmente 18 Logias:
Protectora de las Virtudes (Barcelona).
Perfecta Armonía (Cumaná).
Guaira Unanimidad (La Guaira).
Fraternidad Colombiana (Caracas).
Concordia Venezolana (Angostura).
Unión (Caracas).
Regeneradores (Maracaibo).
Valor y Constancia (Valencia).
Aurora (San Felipe).
Amistad (Barquisimeto).
Hijos de Colón (El Tocuyo).
Libertad (Puerto Cabello).
Unión Filantrópica (Coro).
Concordia (Valencia).
San Juan de la Constancia (Guanare).
Concordia (Caracas).
San Juan de Margarita (Margarita).
Virtud (Carúpano).
Bajo la dirección del licenciado Diego Bautista Urbaneja, estas 18 Logias,
después de algunas reuniones preliminares, decidieron la fundación en
Caracas de la "Gran Logia de la Gran Colombia", como organismo matriz de
la masonería grancolombiana.
El 24 de junio de 1824, aniversario de la Batalla de Carabobo, los
representantes de las 18 Logias citadas, se reunieron en Caracas para
instalar formalmente la "Gran Logia de la Gran Colombia”, presidida por el
Lic. Diego Bautista Urbaneja e integrada por los II:. HH:. José Cordero,
Fernando Peñalver, José Marra Lovera, José Marra Pelgrón, Manuel López
Umérez, José R. Martín y Andrés Narvarte, todos del Grado 33°.
Durante el primer gobierno del general José Antonio Páez, se llevó a cabo
la reorganización de ese alto cuerpo masónico. Infortunadamente, dicha
labor tropezó con la grave dificultad de que muchos de los más
sobresalientes lideres habían muerto en los campos de batalla. Uno de los
pocos sobrevivientes de la larga guerra, el Lic. Diego Bautista Urbaneja, con
la tenacidad que le caracterizaba, trabajó incansablemente para rehacer los
cuadros masónicos y llenar las raleadas columnas de las Logias con nuevas
adquisiciones.
La ardua tarea de reorganización estuvo lista en 1838, durante el
gobierno del general Carlos Soublette. Convocada una asamblea de los
representantes de todas las Logias del país, fue instalada la nueva Central
Masónica Venezolana el 9 de septiembre de 1838, con el nombre de "Gran
Logia de Venezuela".
Desde esa fecha memorable, la Gran Logia de Venezuela, hoy "Gran
logia de la República de Venezuela", ha trabajado ininterrumpidamente, con
luminosas etapas de prosperidad, como durante el gobierno del Serenísimo y
P:. H:. Antonio Guzmán Blanco, Protector de la Masonería ya quien le
correspondió la grata misión de inaugurar oficialmente el Gran Templo
Masónico de Caracas, el 27 de abril de 1876.
LA OBRA MASÓNICA
La escena política en el siglo pasado estuvo dominada por la masonería.
El Pronunciamiento del 19 de abril de 1810, fue obra fundamentalmente de la
masonería. Los principales protagonistas: el Pbro. José Cortés Madariaga y
Juan Germán Roscio, eran masones activos. El gran pivote de esa acción
libertaria: la "Sociedad Patriótica, era un cenáculo de masones. Inclusive los
creadores del "Gloria al Bravo Pueblo", Juan José de Landaeta y Vicente
Salías, eran también masones.
En la firma del Acta de la Independencia, el5 de julio de 1811, fueron los
masones quienes presionaron sobre los timoratos y conservadores, para que
no se retardara la histórica decisión.
En 1839, la segunda presidencia del general José Antonio Páez,
considerada por todos los historiadores como su mejor gobierno, estuvo bajo
el signo de la masonería, porque en el Gabinete Ministerial estaban varias de
las más destacadas figuras de la Orden.
El 24 de marzo de 1854, otro presidente masón, José Gregorio Monagas,
puso en práctica las enseñanzas de la masonería, aboliendo la esclavitud.
Cabe señalar que los tres hermanos Monagas, fueron masones activos de
altos grados.
La Guerra Federal que cambió políticamente al país, sentando las bases
para la modernización que después produjo el general Antonio Guzmán
Blanco, fue obra del pensamiento liberal masónico. El movimiento que estalló
el 20 de febrero de 1859, estuvo dirigido por Ezequiel Zamora, un conspicuo
dirigente masón, quien en su célebre proclama: "No habrá ni pobres ni ricos,
ni esclavos ni dueños, ni poderosos ni desdeñados, sino hermanos que, sin
descender la frente, se traten de vis a vis, de quien a quien", estaba
repitiendo la prédica masónica de que "todos somos Iguales, sin dlstlnclón de
razas, ni clases sociales, y que lo "único que nos distingue son las virtudes
morales".
En la masonería los títulos y las riquezas, quedan fuera de las cámaras
masónicas. Dentro de las Logias todos son simplemente "queridos
hermanos"' es decir hombres libres e iguales para dialogar inteligentemente y
ejercitar la fraternidad.
Durante la Guerra Federal, mientras Ezequiel Zamora, con su coraje y
habilidad hacía correr adversarios, otro masón, Juan Crisóstomo Falcón,
conseguía armas en Las Antillas. Falcón, desembarcó en Palmasola en julio
de 1859, lanzando su primera proclama al país. Avanzó hacia Yaracuy,
engrosando su ejército popular con nuevos voluntarios.
Los dos masones y amigos, Falcón y Zamora, triunfalmente se dirigieron al
Centro, pero Ezequiel Zamora murió el 10 de enero de 1860, cuando sitiaba
la ciudad de San Carlos. La obra que emprendió fue completada por Falcón,
quien recibió el titulo de Mariscal y asumió la presidencia de la República
constitucionalmente el 7 de junio de 1865.
Falcón fue Soberano Gran Comendador del Supremo Consejo Confederado
del Grado 33° para la República de Venezuela, entre 1864 y 1865. Durante
su mandato la masonería logró robustecerse, pero como carecía de una
política definida, capaz de influir sobre los dirigentes políticos de filiación
masónica, dentro del liberalismo triunfador de la Guerra Federal, se
produjeron fricciones, que originaron enfrentamientos como el encabezado
por Monagas, otro masón prominente.
AÑOS DE ORO
La masonería llegó a su cenit en Venezuela durante la presidencia de
Antonio Guzmán Blanco, Serenísimo Grado 33°, constructor del Gran
Templo Masónico de Caracas y protector del pensamiento y la cultura liberal.
Antonio Guzmán Blanco, dominó toda una época desde 1870 hasta 1888.
Sus enemigos lo acusaron de autócrata, pero lo que no pudieron negar es de
que fue el gran civilizador de Venezuela. El estadista que hizo avanzar al
país, dictando leyes audaces de mucha proyección social, realizando
ambiciosas obras públicas, mejorando las finanzas públicas e impulsando la
educación pública.
Cuando Guzmán Blanco llegó al gobierno en 1870 no había virtualmente
escuelas, colegios, ni universidades del Estado, donde se impartiera a los
niños y jóvenes una instrucción laica gratuita, acorde con los progresos
científicos y tecnológicos de la época. Los pocos planteles de instrucción que
funcionaban estaban en manos del clero. En 1876, ya habían 1.200 escuelas
y colegios del Estado, con más de 50.000 alumnos.
Para darse idea del impulso que dio Guzmán Blanco a la cultura,
conviene indicar que en 1870 en toda Venezuela sólo había un diario que
salía en Caracas. En 1878, funcionaban en todo el país 62 periódicos de
diferentes tendencias. Dotó a la República de los Códigos Civil, Criminal y
Militar, además de un Código de Procedimientos. Instituyó el matrimonio civil
y el Registro Civil, que antes estaba en manos del clero.
Atrajo inmigración selecta, construyó una amplia red vial y modernizó a
Caracas. El 11 de junio de 1883, mediante un contrato con la Intercontinental
Telephone Company de los Estados Unidos, ordenó "establecer líneas
telefónicas en el interior de las ciudades, y entre ras principales ciudades y
pueblos de la República que se juzguen necesarias". De ese modo
Venezuela tuvo teléfonos, apenas siete años después de que Alexander
Graham Bell, patentara en Massachusett, el 7 de marzo de 1876, el teléfono
inventado por él.
El general Antonio Guzmán Blanco, fue miembro activo de la Logia
"Esperanza" N° 7, de Caracas. Desempeñó los cargos de Guarda Templo
Interior, Orador Fiscal y Venerable Maestro. En el escocismo ascendió al
Grado 33°, recibiendo el título de "Serenísimo Gran Maestro".
LA CONSTRUCCION DEL GRAN TEMPLO MASÓNICO
El Gran Templo Masónico de Caracas, inaugurado por el Presidente
Antonio Guzmán Blanco el 27 de abril de 1876, fue en realidad obra de la
Resp:. Log:. "Esperanza" N° 7, porque no sólo partió de su seno ese
laudable proyecto, sino que además fue gente de ese Taller la que impulsó
los trabajos iniciales, como la adquisición del terreno y la construcción de las
estructuras básicas; y, si a todo ello pudiera agregarse el hecho de que el
"Ilustre Americano" era miembro activo de la "Esperanza" N ° 7, quedaría
corroborada la afirmación de que el Gran Templo es fruto del esfuerzo de
esa Resp:. Logia, que contó con la fraternal colaboración de otras tres Logias
de la jurisdicción.
DECADENCIA DE LA MASONERÍA
La masonería comenzó a declinar durante el gobierno de Francisco
Linares Alcántara, quien cometió el error de permitir forcejeos con Joaquín
Crespo, Modesto Urbaneja, Nicanor Bolet Peraza y otros dirigentes
masones, los cuales aprovechando la ausencia del país de Antonio Guzmán
Blanco, comenzaron a deslizar ataques contra la obra del "Ilustre
Americano".
En 1883, el general Joaquín Crespo llegó de Maracay a Caracas llamado
por Guzmán Blanco, quien hábilmente preparaba la sucesión presidencial.
Con el ascenso de Joaquín Crespo a la presidencia de la República en 1884,
mejoró un poco la situación de la masonería, pues Crespo era fervoroso
masón y llevó al Gabinete Ministerial a conocidas figuras de las Logias
caraqueñas.
Pero el gobierno de Joaquín Crespo afrontó muchos problemas. El
hambre en los campos, la malaria y la pobreza del erario público,
complotaban contra sus buenas intenciones. Por otra parte, dentro de un
sector del liberalismo y la masonería comenzó a sentirse cansancio de la
influencia de Guzmán Blanco, "cuyas genialidades, aciertos e
impertinencias", como diría después el historiador Ramón J. Velásquez,
soportaba el país desde 1863.
CONCLUSIONES
La historia de la masonería Venezolana, es importante señalar que la Orden en el país perdió progresivamente influencia en la vida nacional, ninguna de sus credenciales históricas fueron suficientes para llamar la atención de los gobernantes de turno en el siglo pasado lo que va de este. La equivocada política de aislamiento sistemático, la margino de los grandes movimientos de opinión, donde una institución benemérita, como es la masonería, con dirigentes hábiles habría podido obtener resonante prestigio poder.
Para la Masonería el trabajo es un deber y un derecho del ser humano y
lo exige a sus adeptos como contribución indispensable al mejoramiento de
la colectividad. Defiende los principios de libertad, igualdad y fraternidad y
combate la explotación del hombre por el hombre. La Masonería sostiene
que es posible alcanzar la paz entre los hombres y entre las naciones
evitando la violencia y utilizando el diálogo y la razón. Los masones deben
contribuir a lograr la paz asumiendo un compromiso inteligente y ético.
El futuro de la Masonería Venezolana puede ser promisorio, en la medida en que se imponga el espíritu de grandeza, el ejercicio de la docencia en todos los niveles se practique la fraternidad real, no la de complicidad automática, para hacer de las logias verdaderos talleres de pensamiento generadores de la perfectibilidad personal social.
BIBLIOGRAFÍA
http://venciclopedia.com/index
www.gluv.org/Historia