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Universidad del Valle Cesar Andrés Guerrero Cuero – 1325530 Docente: Jorge Zapata – Geografía humana y de la población Reflexión Históricamente Colombia es uno de los primeros países a nivel regional, que aprueba uno de los adelantos más significativos para protección de los derechos de la minorías en materia legislativa, aunque en las normas y en especial la Ley 70 de 1993 que hasta el día de hoy lleva 21 años, se amparan, se protegen y promueven unos derechos de múltiples beneficio que como comunidades negras gozamos hoy, en donde se promulga “inclusión” , en donde se busca garantizar los derechos de las comunidades minoritarias, vemos que el contexto es otra cosa, claro está sin negar que han habido grandes avances, pero la realidad es que cada día estos derechos tan anhelados y necesarios tienden a perder alcance y quedan como ideales inalcanzables Una cosa es la norma escrita y otra es la norma practicada en la vida cotidiana” 1 . Dichas promesas que podrían garantizar plenamente nuestro derechos están lejos de ser cumplidas, debido al histórico conflicto armado regímenes de terror impuestos por grupos paramilitares, guerrilla, el ejército colombiano y al narcotráfico que ha atravesado y permeado nuestra sociedad y por ende nuestro país, además la actuación de manos ambiciosas sobre el territorio, su impacto capitalista hacia la región, las lógicas económicas de un capital plasmados en la expansión de proyectos de agricultura

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Universidad del Valle Cesar Andrés Guerrero Cuero – 1325530 Docente: Jorge Zapata – Geografía humana y de la población

Reflexión

Históricamente Colombia es uno de los primeros países a nivel regional, que aprueba uno

de los adelantos más significativos para protección de los derechos de la minorías en

materia legislativa, aunque en las normas y en especial la Ley 70 de 1993 que hasta el día

de hoy lleva 21 años, se amparan, se protegen y promueven unos derechos de múltiples

beneficio que como comunidades negras gozamos hoy, en donde se promulga “inclusión” ,

en donde se busca garantizar los derechos de las comunidades minoritarias, vemos que el

contexto es otra cosa, claro está sin negar que han habido grandes avances, pero la realidad

es que cada día estos derechos tan anhelados y necesarios tienden a perder alcance y

quedan como ideales inalcanzables “Una cosa es la norma escrita y otra es la norma

practicada en la vida cotidiana”1. Dichas promesas que podrían garantizar plenamente

nuestro derechos están lejos de ser cumplidas, debido al histórico conflicto armado

regímenes de terror impuestos por grupos paramilitares, guerrilla, el ejército colombiano y

al narcotráfico que ha atravesado y permeado nuestra sociedad y por ende nuestro país,

además la actuación de manos ambiciosas sobre el territorio, su impacto capitalista hacia la

región, las lógicas económicas de un capital plasmados en la expansión de proyectos de

agricultura y minería amenazan cada día con lo que hasta el momento se ha podido

conseguir. Los últimos diez años han sido tituladas colectivamente con valiosos niveles de

movilización casi cinco millones de hectáreas, tierras en donde se evidencian procesos

intensos de territorialización por parte de comunidades negras en el Pacífico colombiano.

Por otro lado, procesos de des-territorialización de las comunidades negras, son procesos

completamente opuestos a la territorialización, la fragmentación territorial es resultado del

terror y de la guerra que se desencadena entre grupos insurgentes y el ejército colombiano

ocasionan el desplazamiento masivo a los grandes asentamientos urbanos como; Satinga,

Medellín, Bogotá y en especial a la ciudad de Cali, que cada día van en aumento, De los

más de 2 millones de desplazados internos una tercera parte es de ascendencia Afro en

Colombia, o sea, alrededor de 700.0003, desplazados en condiciones de vida deplorables.

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Estos y otros casos son un claro ejemplo de la ineficiencia la cual califico de negligente o

en su peor de los caso de no interés por parte del estado a nuestras comunidades, Un estado

inestable al compromiso, que ha incumplido en la implementación de leyes, para proteger y

respetar la diversidad cultural.

El estado esa órgano garante de nuestro derechos hoy es el principal culpable de que

aquellas leyes que promulga estén lejos de ser aplicadas, y es uno de las actores decisivos

para acabar con el conflicto que diariamente viven las comunidades negras, en especial el

conflicto armado, que ha acabo con muchas vidas, y más aún en donde todo responde a un

interés de terceros, donde está en medio el capital, la apertura de nuevos medios de

extracción y explotación de la naturaleza, los grandes proyectos de desarrollo de negocios

en el agro como los contratos de la industria maderera y los cultivos de aceite de palma,

han contribuido al deterioro del territorio, sin importar las consecuencias no solo sociales

si no ambientales del territorio que ha pertenecido por miles de años a los ancestros de la

minorías negras. Pero para muchos somos comunidades invisibilizadas en la sociedad, que

nos aferramos a una ley que brinda muchas garantías, que busca proteger una tierra que

goza de innumerables riquezas, pero la cual no se planea desarrollar en pro de las

comunidades y solo queda en pocas manos todos los beneficios que ella ofrece.

La discriminación, que implanta el gobierno colombiano consiste en elaborar sanciones

destinadas a prevenir todo tipo actos segregativos, mientras tanto continúan de manera

innegable, sus formas van desde aquellas que son evidentes y descaradas en los

estereotipos raciales que cada día vemos en los medios de comunicación colombianos, a

otra discriminación más sutil, a veces casi invisible. Los problemas de discriminación racial

van más allá de casos individuales de maltrato basado en la raza. La discriminación en

contra de los afrocolombianos está en que se nos trata como pobres y marginalizados. Una

discriminación que no constituyen sólo violaciones de nuestros derechos, sino que también

aseguran muchos de los obstáculos persistentes para el desarrollo de nuestras vidas diarias

como la solicitud de empleo, realidades como estas persistentes junto con la

marginalización, pobreza e iniquidades organizadas, que son percibidas por las

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comunidades afrocolombianas y que cada vez son más marcadas pero con nuevos medios

que en ocasiones pasan por desapercibidos.

Además de proveer derechos de tierra comunales y regulaciones medioambientales, se

necesita implementar de manera equitativa las leyes existentes, Para que no se vulneren los

derechos del territorio. También se hace necesario hacer valer la importancia de nuestra

identidad y cultura afrocolombiana. La Ley 70, de igual manera, prohíbe explícitamente

todos los actos de intimidación, segregación, discriminación y racismo en contra de las

comunidades afrocolombianas, en el sector público, los medios masivos y en la educación,

también se estipulan derechos a la salud, a los servicios sociales y al desarrollo profesional.

Pero ¿qué hace el estado frente a la vulneración de estos casos?, que son demasiado

evidentes, ¿qué hace cuando aparecen denuncias sobre estos casos?, pues absolutamente

nada, en el mayor de los casos se toman medidas arbitrarias que no solución nada y los

esfuerzos que hacen las minorías negras a favor de este fin no han coincidido con la

voluntad institucional y política para que solo mente no se implementen estos derechos, si

no que garanticen y se protejan

Una ley que promete pero que no cumple, que exige la colaboración estatal, que crea

mecanismos para la participación, pero en realidad hace que los procesos de Mecanismos

de participación queden cortos, sean lentos y no tengan gran alcance en todos los niveles y

tipos de proyectos de desarrollo. Territorios olvidados con índices de violencias

demasiados altos, Unas minorías que reclaman a gritos ser escuchadas, que quieren impedir

a toda costa que su territorio, que consideran propio no se desangre, que sus riquezas no

sean explotadas, comunidades con alto sentido de pertenencia de su territorio, que utilizan

un sistema de aprovechamiento en el cual se sustentan todos y buscan usar una especie y

sostenerla, que buscan estar en armonía con el territorio que los rodea.

Encontramos una lucha viva que rechaza y persisten mostrando su arraigo al territorio, se

evidencia formas de resistencia local de las comunidades negras de la región del Pacífico

colombiano frente a la guerra que se ha desencadenado en los últimos años en esta región..

Frente a procesos como estos, no se trata de construir una lucha «anti-globalización», sino

que se busca crear la globalización de resistencia, globalización de solidaridades, de

justicia, y de paz. Como señala Oslender, quien además propone que las resistencias sean

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globales y locales contra la guerra que están viendo un cambio en su énfasis y lógica

dominante desde lo geopolítico hacia lo geo-económico, que desafíen las representaciones

dominantes del espacio, el interés de los conflictos caracterizados por una lógica geo-

económica, se pueden dar frecuentemente entre actores no-estatales y son sobre el acceso a

recursos económicos y su explotación.

En otras palabras, Oslender nos invita a globalizar la resistencia y de ver lo global como

oportunidad recomiendo, aconseja que el uso del Internet es crucial en estas formas de

acción y movilización, que se trata de construir redes y alianzas en contra de la guerra en

las cuales se descubren además las confluencias que existan con las luchas de otros

pueblos, grupos y comunidades, tenemos que crear un espacio de convergencia para

organizaciones de base y activistas de todo el mundo en que se articulan prácticas de

resistencia contra el nuevo orden mundial neoliberal. Las luchas que emergen de lugares

concretos como en el caso del pacifico colombiano, deben de estar conectadas a través de

estas alianzas y colaboraciones más allá de las diferenciaciones de género, clase, y

etnicidad. Termino con la consigna que las minoría proclamamos “el territorio es de la

gente y para la gente”

BIBLIOGRAFÍA

1. V. S. EDWIN (2013) La igualdad de oportunidades más allá de las leyes Revista semana http://www.semana.com/opinion/articulo/la-igualdad-oportunidades-mas-alla-leyes/355485-3 Especialista para el Desarrollo Master en Democracias, Federalismo y Multiculturalidad.  

2. Promesas incumplidas y obstáculos persistentes para la realización de los derechos de los afrocolombianos . Un reporte sobre el desarrollo de la Ley 70 de 1993. Presentado a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos .Julio 18, 2007 (versión revisada) (Traducción del Original en Inglés). http://www.utexas.edu/law/centers/humanrights/projects_and_publications/afro-descendant%20reports/colombia-esp.pdf

3. O. ULRICH (2004). CONSTRUYENDO CONTRAPODERES A LAS NUEVASGUERRAS GEO-ECONÓMICAS: caminos hacia una globalización de la resistencia. http://www.revistatabularasa.org/numero-2/oslender.pdf

4. https://www.youtube.com/watch?v=vw35Xn5fNIw