La Ley

1
El hombre, llamado a la bienaventuranza, pero herido por el pecado, necesita la salvación por parte de Dios. La ayuda divina de viene de Cristo por la ley que lo dirige y en la gracia que lo sostiene (cf. Flp 2, 12-13). La libertad del hombre y la ley de Dios se encuentran y están llamadas, a complementarse entre sí en el sentido de libre obediencia del hombre a Dios y de la gratuita benevolencia de Dios al hombre. La persona confirma, desarrolla y consolida en sí misma la semejanza con Dios realizando actos moralmente buenos. La razón encuentra su verdad y su autoridad en la ley eterna, que no es otra cosa que la misma sabiduría divina, y que san Agustín define como «la razón o la voluntad de Dios que manda conservar el orden natural y prohíbe perturbarlo», y que santo Tomás de Aquino identifica como «la razón de la sabiduría divina que todo lo mueve hacia su debido fin»

description

La Ley

Transcript of La Ley

El hombre, llamado a la bienaventuranza, pero herido por el pecado, necesita la salvacin por parte de Dios. La ayuda divina de viene de Cristo por la ley que lo dirige y en la gracia que lo sostiene (cf. lp !, "!#"$%.La libertad del hombre y la ley de Dios se encuentran y est&n llamadas, a complementarse entre s' en el sentido de libre obediencia del hombre a Dios y de la gratuita benevolencia de Dios al hombre.La persona confrma, desarrolla y consolida en s misma la semejanza con Dios realizando actos moralmente buenos. La razn encuentra su verdad y su autoridad en la ley eterna, que no es otra cosa que la misma sabidura divina, y que san Agustn defne como la razn o la voluntad de Dios que manda conservar el orden natural y prohbe perturbarlo, y que santo Toms de Aquino identifca como la razn de la sabidura divina que todo lo mueve hacia su debido fn