La guerra civil de 1891

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COLEGIO REINA DEL DESIERTO ALTO HOSPICIO DEPTO. HISTORIA Y CS. SOCIALES GBSE_2015 LA GUERRA CIVIL DE 1891 Durante el gobierno de Domingo Santa María, las presiones que el Congreso ejercía sobre el Presidente de la República mediante las prácticas parlamentarias (que dilataban la aprobación de las leyes) se dejaron sentir como nunca antes. Sin embargo, Santa María logró contar, por momentos, con un parlamento favorable, e hizo triunfar al abanderado del gobierno en las elecciones de 1886. Pero el nuevo presidente, José Manuel Balmaceda, carecía de la capacidad negociadora de su antecesor, y su forma de actuar provocaba frecuentes confrontaciones en el Congreso. Además, a finales del siglo XIX, y tal como había evolucionado el sistema de gobierno, ya no podía ejercer la presidencia un representante de personalidad tan fuerte como la suya, cuando lo que se buscaba era un presidente sometido a la voluntad del Congreso. Balmaceda estaba convencido de poder realizar un gobierno que dejara huella en el país gracias a un ambicioso plan de obras públicas, aprovechando las riquezas del salitre. Entre ellas destacaba el ferrocarril que uniría Chile y Argentina, el Viaducto del Malleco y la construcción de numerosos edificios públicos. Tenía una visión moderna de su cargo y se dedicó, como nunca antes un presidente había hecho, a recorrer el país. Al acercarse las elecciones de 1891, y como era costumbre, el presidente quiso imponer a su sucesor, pero esto exaltó aún más los ánimos de políticos y congresistas y comenzaron a aflorar actos de violencia política. El Congreso, por su parte, reaccionó con extrema dureza y se negó a aprobar la ley de presupuesto para el año 1891. En ese instante, el quiebre entre los poderes ejecutivo y legislativo era definitivo. Balmaceda decretó la renovación del presupuesto del año anterior, ante lo cual el Congreso firmó un acta de deposición del Presidente, declarando la inconstitucionalidad de su determinación. El quiebre institucional era gravísimo, pero lo fue más aún cuando las Fuerzas Armadas también dividieron sus lealtades. El ejército apoyó al Presidente y la Marina al Congreso; con esto, la guerra civil ya estaba declarada. DESARROLLO DE LA GUERRA Las salitreras al norte, que eran la principal fuente de ingreso del país, fueron ocupadas por los revolucionarios y la escuadra nacional. Se forma la junta de gobierno, con sede en Iquique, integrado por Jorge Montt (presidente), Waldo Silva y Ramón Barros Luco, para organizar sus fuerzas. Diversos enfrentamientos en las pampas salitreras, entre constitucionalistas y presidencialistas Balmaceda al centro y sur del país, aplicaba medidas drásticas, cerro la universidad de Chile, suspendió al poder judicial, clausuro los diarios de los rebeldes, encarcelo a los opositores y ordenó levas.

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LA GUERRA CIVIL DE 1891

Durante el gobierno de Domingo Santa María, las presiones que el Congreso ejercía sobre el Presidente de la República mediante las prácticas parlamentarias (que dilataban la aprobación de las leyes) se dejaron sentir como nunca antes. Sin embargo, Santa María logró contar, por momentos, con un parlamento favorable, e hizo triunfar al abanderado del gobierno en las elecciones de 1886.

Pero el nuevo presidente, José Manuel Balmaceda, carecía de la capacidad negociadora de su antecesor, y su forma de actuar provocaba frecuentes confrontaciones en el Congreso. Además, a finales del siglo XIX, y tal como había evolucionado el sistema de gobierno, ya no podía ejercer la presidencia un representante de personalidad tan fuerte como la suya, cuando lo que se buscaba era un presidente sometido a la voluntad del Congreso.

Balmaceda estaba convencido de poder realizar un gobierno que dejara huella en el país gracias a un ambicioso plan de obras públicas, aprovechando las riquezas del salitre. Entre ellas destacaba el ferrocarril que uniría Chile y Argentina, el Viaducto del Malleco y la construcción de numerosos edificios públicos. Tenía una visión moderna de su cargo y se dedicó, como nunca antes un presidente había hecho, a recorrer el país.

Al acercarse las elecciones de 1891, y como era costumbre, el presidente quiso imponer a su sucesor, pero esto exaltó aún más los ánimos de políticos y congresistas y comenzaron a aflorar actos de violencia política. El Congreso, por su parte, reaccionó con extrema dureza y se negó a aprobar la ley de presupuesto para el año 1891. En ese instante, el quiebre entre los poderes ejecutivo y legislativo era definitivo. Balmaceda decretó la renovación del presupuesto del año anterior, ante lo cual el Congreso firmó un acta de deposición del Presidente, declarando la inconstitucionalidad de su determinación.

El quiebre institucional era gravísimo, pero lo fue más aún cuando las Fuerzas Armadas también dividieron sus lealtades. El ejército apoyó al Presidente y la Marina al Congreso; con esto, la guerra civil ya estaba declarada.

Interpretaciones de la Guerra Civil de 1891

Las causas de la guerra son múltiples y complejas, por lo cual suscitan variadas interpretaciones en cuanto a la importancia de cada una.

a) Fue un conflicto político, de atribuciones entre dos poderes del Estado. El Parlamento defendía el derecho a fiscalizar las acciones del Ejecutivo y el respeto a la libertad electoral. El Presidente Balmaceda defendía la autoridad del Ejecutivo frente al Parlamento. Para algunos historiadores, Balmaceda habría intentado restaurar un cierto autoritarismo presidencial de estilo portaliano e imponer su voluntad, en contra de la mayoría liberal expresada en el Congreso. Esta postura del Presidente sería la causa única de la guerra civil. El conflicto se daría al interior de la elite dirigente. Los sectores medios emergentes y los sectores populares no participaron en este conflicto, sino que habrían sido meros espectadores. Según este planteamiento, la

DESARROLLO DE LA GUERRA

Las salitreras al norte, que eran la principal fuente de ingreso del país, fueron ocupadas por los revolucionarios y la escuadra nacional.

Se forma la junta de gobierno, con sede en Iquique, integrado por Jorge Montt (presidente), Waldo Silva y Ramón Barros Luco, para organizar sus fuerzas.

Diversos enfrentamientos en las pampas salitreras, entre constitucionalistas y presidencialistas

Balmaceda al centro y sur del país, aplicaba medidas drásticas, cerro la universidad de Chile, suspendió al poder judicial, clausuro los diarios de los rebeldes, encarcelo a los opositores y ordenó levas.

Los enfrentamientos acaban con las batallas de Concón y Placilla, cerca de Valparaíso, donde obtuvieron la victoria los constitucionalistas.

Balmaceda deja su cargo al general Manuel Baquedano y una vez concluido su mandato, se suicida el 19 de septiembre de 1891.

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guerra civil habría sido un conflicto entre una dictadura representada por Balmaceda y una revolución planteada por los sectores liberales del Congreso.

b) Fue un conflicto de intereses económicos y sociales. El Presidente Balmaceda impulsó una política económica y financiera de estilo nacionalista, donde se concebía al Estado como motor de la actividad económica, planteándose, incluso, como partidario de “nacionalizar” la industria del salitre pues, según él, la riqueza del salitre debía estar en manos de capitales chilenos. Esta política generaría conflictos con los intereses de los grandes banqueros, terratenientes, comerciantes y mineros extranjeros. Para algunos historiadores, como Ramírez Necochea y Julio Cesar Jobet, ésta sería la verdadera causa de la guerra civil: la lucha entre los poderes legislativo y ejecutivo representaba sólo un pretexto para el inicio del conflicto. Se habrían enfrentado realmente quienes eran partidarios de un programa de transformaciones en la línea de la revolución democrática burguesa liberal, representada por Balmaceda, y los sectores sociales en ascenso, contra los “contrarrevolucionarios”, representados por grupos financieros y mineros, unidos a los intereses del imperialismo inglés.

c) Fue una lucha al interior de la familia liberal. Al ascender al poder, Balmaceda se habría distanciado de hombres ligados a la aristocracia tradicional y se habría ido rodeando de “siúticos”, lo que era percibido por ellos no como un problema doctrinario o político, sino como una cuestión de clases, como una afrenta a su honra.

d) Fue un conflicto entre la personalidad de Balmaceda y las características de la oligarquía. Para algunos historiadores, la guerra aparece como un conflicto entre la personalidad del Presidente y la Oligarquía como grupo social, unida a la de Thomas North, Rey del Salitre, empresario inglés dueño de la mayoría de los capitales extranjeros en el norte. Francisco Antonio Encina describe a Balmaceda como un “desequilibrado”; Julio Heise como un personaje “inflexible y testarudo”, cuya “obstinación habría sido en gran medida la causa de la guerra civil”

El Régimen Parlamentario Chileno

Una vez finalizada la guerra civil de 1891, el nuevo gobierno, encabezado por el almirante Jorge Montt, se encargó de fortalecer el sistema parlamentario introduciendo reformas a la Constitución de 1833. Así, fueron formalizadas las prácticas parlamentarias sobre la aprobación de leyes que venían dándose de hecho en la política chilena desde 1870.

Este régimen funcionó sobre la base de que el presidente gobernaba de acuerdo con la mayoría del congreso. Y como esa mayoría no se elegía ahora por obra de la intervención electoral, el ejecutivo resultó sometido al legislativo. A la omnipotencia presidencial de antes de 1891, sucedió ahora la omnipotencia del congreso, a cuya voluntad debía someterse el presidente.

Pero como aquellas mayorías eran inestables, los ministerios sólo se mantenían 2 ó 3 meses, cayendo derribados por los votos de censura de alguna nueva mayoría. Como los ministros eran solidarios, bastaba censurar a uno de ellos para que renunciara el gabinete entero.

De aquí una rotativa ministerial que imposibilitaba toda labor continuada y perturbaba la administración, y que dio un término medio de 15 ministerios a cada presidente. Los ministros debieron ocupar la mayor parte de su tiempo en defenderse ante las cámaras de interpelaciones parlamentarias destinadas a derribarlos. Como no existía la clausura de los debates, bastaban 2 ó 3 diputados para obstruir y hasta impedir el despacho de cualquier ley, lo que esterilizaba la labor del parlamento.

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Análisis. La guerra civil de 1891.Los problemas y enfrentamientos entre los poderes ejecutivo y legislativo fueron en aumento en 1890. Para

evitar una acusación constitucional, Balmaceda disolvió el Congreso y buscó apoyo en el ejército, que le era leal.

El 1º de enero de 1891, Balmaceda, a falta de Congreso, hizo publicar un decreto declarando vigentes para 1891 los presupuestos del año anterior.

Ante esta situación, los opositores a Balmaceda inician la guerra civil con la sublevación de la escuadra al mando de Jorge Montt, quien establece una especie de gobierno en Iquique y formó un ejército que derrotó a las tropas balmacedistas en Concón y Placilla.

Balmaceda terminado su mandato se suicidad y los seguidores del Congreso instauran en Chile un régimen parlamentario.

- La guerra civil y sus causas (análisis historiográfico).

Sigue existiendo una polémica entre historiadores y politólogos, acerca de las causas de la guerra civil de 1891: causas político-constitucionales o económicas-sociales. 

Para muchos, la lucha entre Balmaceda y el Congreso fue una contienda por altos principios políticos, conflicto en el cual ambos bandos actuaron guiados por genuinas convicciones políticas, aunque en él, también fueron importantes causales sociales.

Para aproximarse al tema, hay que pasar revista a los planteamientos de los contemporáneos de los sucesos de 1891, para los cuales, la causa política- constitucional fue la fundamental. 

Para los congresistas del período, postura representada por Pedro Montt, el conflicto se explica en gran parte por el hecho que para la adopción de leyes esenciales de la nación, era necesario el acuerdo del Congreso.  

Montt plantea que ningún ministro de Estado podía ejercer funciones sino contaba con la confianza total del presidente de la república o del Congreso, y que muchos principios constitucionales fueron rotos por Balmaceda al preparar la elección de un sucesor ya escogido, cuando era el Congreso quien tenía todo el poder para remover al presidente de la república (por enfermedad, ausencia u otra causa).

Sin embargo, lo más grave se produjo, según la postura congresista, cuando Balmaceda actúa abiertamente inconstitucionalmente al decidir hacer ley de la república los proyectos de contribuciones, presupuestos y fuerzas armadas en 1891, leyes que el Congreso se había negado a aprobar en 1890. 

En cuanto a estos panfletos contemporáneos, no se vislumbran como causas del conflicto cuestiones de origen económico o social. Incluso, al revisar las actas de sesiones del Congreso de 1890, tampoco aparecen signos de colisión de poderes por cuestiones de tipo económico o social. Tampoco aparecen en el edicto que leyó a la nación Balmaceda en 1891, ni en su testamento político, redactado en septiembre de 1891.

En verdad, en todos los documentos contemporáneos queda latente que los acontecimientos involucraron cuestiones de orden político- constitucional, en las cuales, Balmaceda y sus seguidores recurrieron a la constitución escrita, y los congresistas a las prácticas constitucionales. Por otra parte, la literatura que se ha ocupado sobre las causas del conflicto es bastante extensa, destacándose tres bloques que se centran sobre el particular:

1. Bloque político-constitucional: que culpa indistintamente a Balmaceda o al Congreso por los hechos verificados en 1891.

2. Bloque económico-social: que culpa al imperialismo inglés de los acontecimientos de 1891.

3. Bloque moderno: en el cual sus representantes toman prestados fenómenos de orden político- constitucional y económico-social para explicar los acontecimientos de 1891.

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1. Bloque político-constitucional: representado por Bañados Espinoza, Tabuco, R. Salas Edwards, J. Rodríguez, J. M. Irarrázabal, F. Encina y A. Edwards.

- Bañados: en su obra “Balmaceda, su gobierno y la revolución de 1891”, plantea que las causas de la revolución fueron la ambición política y el interés de los miembros del Parlamento. Señalando que antes de 1891 se había trabado una lucha entre los hombres que perseguían lograr dominio en el gobierno y asegurar el triunfo en las elecciones de 1891. Finalmente destaca que los alegatos del Congreso (que Balmaceda negaba los derechos parlamentarios y las libertades individuales), fueron las causas de la revolución, refutando el hecho de que Balmaceda haya torcido la constitución.

- Joaquín Nabuco: en su obra “Balmaceda”, culpa directamente de la crisis al presidente, al que tilda de ambicioso, tirano, corrompido por el poder y la revolución. Por pretender imponer el sistema popular representativo, en oposición al régimen parlamentario (el cual Nabuco señala como el mejor para Chile).

- En tercer lugar tenemos a R. Salas y su obra “Balmaceda y el parlamentarismo en Chile”. Este autor justifica al Congreso, y reivindica a Balmaceda; señalando que ninguna de las dos partes incluidas en el conflicto fue culpable; argumentando que la heterogeneidad de la oposición congresista no luchó por imponer un caudillo, y Balmaceda no deseaba perpetuarse en el poder.

- Joaquín Rodríguez: “Balmaceda y el conflicto entre el Congreso y el ejecutivo”. Aquí presenta este autor la guerra civil como el fracaso de Balmaceda en apreciar la fuerza y el sentimiento del Congreso, organismo que quería alterar la naturaleza aristocrática de ese gobierno.

- J. M. Irarrázabal: “El presidente Balmaceda”, obra en la que plantea que los congresistas (entre los cuales había personajes íntegros y otros oportunistas y desdichados) se unieron para poner fin a la injerencia tradicional del Presidente de la República en las elecciones.

- Francisco Encina en su “Historia de Chile”, señala que los orígenes del conflicto se encuentran muy atrás en el pasado de Chile. Planteando que la causa inmediata del conflicto residió sólo en el carácter de Balmaceda.

- A Edwards en su “Fronda aristocrática”, plantea que la revolución fue puramente aristocrática y reaccionaria, puesto que, la constitución de 1833 confiaba el poder en la aristocracia, sector que era independiente del poder y tenía un espíritu de orgullo rebelde. En buenas cuentas, la aristocracia es frondista, puesto que reaccionó ante un gobierno opuesto a las características inherentes a esta clase social.

2) Bloque Económico – Social: esta tendencia está representada por los siguientes autores:

- Joaquín Villarino: plantea que la revolución se produce por un conjunto de órdenes económicos y sociales, en donde tejen siniestros augurios los salitreros, quienes compraron abogados chilenos.

- J. M. Valdés: en “La condenación del ministro Vicuña”, en la cual argumenta que North y otros capitalistas gastaron grandes sumas de dinero para sobornar a hombres públicos para defender los intereses extranjeros en control del Estado chileno.

- A. B. Williams: en “José M. Balmaceda”, asegura que el conflicto de 1891 se produjo por la terca oposición adoptada por los políticos chilenos, quienes no quisieron aceptar los lineamientos de la política Balmacedista respecto del salitre, pues obtenían ostentosos beneficios de las compañías extranjeras.

- Osgood Hardy: “Salitre británico y la revolución contra Balmaceda”, se plantea que el interés británico en el salitre jugó un papel importante en la conspiración congresista contra Balmaceda. Señala que North y otros inversionistas fomentaron la revolución.

- Hernán Ramírez Necochea: “La guerra civil de 1891”, argumenta que la guerra civil fue una violenta reacción contra las políticas llevadas a cabo por el presidente, y plantea que entre las causas del conflicto figura el enfrentamiento entre una burguesía industrial y los sectores más tradicionales, donde ocupa un lugar destacado John North y el imperialismo inglés.

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- Julio Jobet: “El nacionalismo, creación de Balmaceda”, se ensalza a Balmaceda como héroe nacional, un prócer derrotado por una combinación de chilenos poco patriotas y capitalistas extranjeros (ingleses que se sentían dolidos con el Presidente).

3) Bloque moderno: esta postura es representada por Vergara y Barros en “La guerra civil de 1891 y el establecimiento del parlamentarismo”, plantea que después de la Guerra del Pacífico, se crea una enorme fuente de riquezas gracias al enclave salitrero del norte, cosa que atenta contra las funciones del gobierno. 

Serán los gobiernos como representantes del Estado chileno los que se vinculan al enclave, hecho que va a cuestionar la conveniencia por parte de la oligarquía en delegar el poder, surgiendo la alternativa natural a sustituir al gobierno. Esto lo expresa la oligarquía hacia 1891 para poder controlar una nueva fuente de riquezas por medio del elemento estatal.

Una revisión a las causas económicas y sociales relacionadas con la Guerra Civil de 1891.

En relación a las fuentes más importantes que inclinarían la balanza hacia el bloque económico- social, se han explorado frecuentemente dos fuentes de información:

1. Qué en marzo de 1991, el ministro norteamericano acreditado en Chile, Patrick Egan, informó a su gobierno que sólo John North habría contribuido con más de 100.000 libras esterlinas a la causa revolucionaria en Chile.

2. Maurice Harvey, del Times de Londres, informó en 1891 que los instigadores, intrigantes y sostenedores de la revolución fueron los ingleses o anglo chilenos, propietarios de vastos territorios salitreros en Tarapacá. Sin embargo, de la mejor información se puede inferir que Egan fue un testigo parcial, y que sus declaraciones sobre la complicidad de North provenían de fuentes antibritánicas (Harvey se identificó con la causa de Balmaceda, y eso influyó en su postura).

Por último, debemos mencionar qué en círculos historiográficos, se ha dicho que Balmaceda en un famoso discurso habría pretendido nacionalizar la industria del salitre. Lo que es falso, puesto que Balmaceda rechazó la nacionalización y su política fue en contra de un monopolio industrial del Estado del salitre.

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Participación política ciudadanaEn este apunte estudiaremos diferentes formas de participación ciudadana: aquellas que se derivan de los derechos políticos que explícitamente reconoce la Constitución para los ciudadanos y aquellas que se relacionancon participación en movimientos sociales u organizaciones sectoriales.

La representación política en un régimen democráticoComo ya sabes, nuestro régimen político es democrático. Pero, en teoría, existen diferentes tipos de democracia.

Si bien la democracia representativa es la predominante en Occidente actualmente, no son pocos los ejemplos de democracia indirecta o semidirecta. En este modelo existen representantes que son electos para tomar las decisiones de gobierno y de Estado en representación de la nación; pero, los ciudadanos pueden participar directamente en numerosas instancias de decisión, para las que son convocados: plebiscitos, referéndum, revocación de autoridades de gobierno, entre otras.

Lee el texto adjunto y realiza las siguientes tareas:

1. Identifica el documento: autor, título o tema central, tipo de fuente.2. ¿Por qué para Dahl, la democracia directa es inaplicable actualmente en el mundo?

Elabora una opinión fundamentada respecto del planteamiento de Dahl.3. ¿Qué diferencias plantea el autor entre la cultura política de los atenienses y la cultura

política moderna, actual?

“Robert Dahl advierte sobre los obstáculos del tiempo y el número de personas para el funcionamiento de la democracia directa. Hace un ensayo: parte de que diez minutos es el mínimo razonable para intervenir en una asamblea. Si la asambleaes de diez personas y hablan todos diez minutos se consumirá una hora cuarenta minutos, tiempo razonable. Si la asamblea es de cien y todos intervienen diez minutos cada uno, se emplearían dos días de ocho horas. Si participan diez mil y hablan diez minutos cada uno, se necesitarían más de doscientos días de ocho horas. Si se les concede media hora, tendríamos reuniones permanentes de casi dos años… [Además…] Es conveniente aclarar que el concepto de libertad de los antiguos griegos tiene un carácter positivo, el cual consistía en hacer una distribución del poder entre todos los ciudadanos, ejercitado en forma directa en asambleas. Es una libertad fundamentalmente política, pero el ciudadano griego estaba sometido a la supremacía del cuerpo social más que el individuo moderno… [En Grecia antigua]hay que acatar la ley y la sentencia aunque sean injustas para evitar la subversión de la polis. No se acepta la anarquía…Por el contrario, la libertad del modernismo liberal es negativa y consiste en disfrutar los derechos y libertades garantizados por el poder público".

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4. ¿Qué significa, para cada caso, que la libertad tenga un carácter positivo y negativo? Establece un ejemplo

5. de la política chilena actual que exprese el carácter negativo de la libertad expresado en el texto.

La participación ciudadana en la democracia chilenaLa democracia chilena es esencialmente representativa. En su concepción clásica, heredera del liberalismo del siglo XIX, el modelo de democracia representativa reconocía seis condiciones básicas y fundamentales para suexistencia y desarrollo.

Lee el siguiente texto y realiza las siguientes actividades relacionadas con su análisis

La democracia representativa liberal vivió una crisis profunda a comienzos del siglo XX. Entre los factores que provocaron esta crisis se deben considerar las siguientes:

a. Los principios de igualdad y libertad no son más que declaraciones formales, frente a las profundas desigualdadeseconómicas y sociales que imperan en la sociedad.

b. Desprestigio de la clase política por su desmoralización, apego a sus intereses personales o de grupos económicos de poder, convirtiéndose en gestores de las grandes empresas…

c. Una asamblea o Parlamento desvinculado del pueblo que lo eligió, lento, inoportuno, sujeto a grandes grupos de poder…

d. El establecimiento en un principio del voto censitario y la negativa de concederle derechos a la mujer…

e. Partidos políticos cerrados, sin apertura democrática para su libre acceso…f. El surgimiento de las ideas sociales y el dominio por el comunismo de una buena

cantidad de Estados, opuestos rotundamente a los ideales y valores democráticos, hasta su caída.

Fuente: adaptado de Escobar, I. El sistema representativo y la democracia semidirecta, obra citada.

En primer lugar, realiza una identificación del documento y un análisis general de él

1. Luego, en un análisis más específico, responde las siguientes preguntas:

La soberanía popular

Recuerda que en el artículo 5 de la Constitución chilena se señala que “la soberanía reside esencialmente en la nación. Su ejercicio se realiza por el pueblo a través del plebiscito y de elecciones periódicas, y también, por las

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a. En tu opinión, ¿cuáles fueron los tres aspectos principales de la crisis de la democracia representativa liberal a comienzos del siglo XX? Para establecer esos tres aspectos, deberás evaluar y jerarquizar el orden de importancia de los factores que se mencionan en el texto.

b. ¿Crees que algunos de estos factores se mantienen todavía en las democracias actuales? En el caso de Chile, ¿qué factores persisten en nuestra democracia? Justifica tu respuesta.

La soberanía popular

Recuerda que en el artículo 5 de la Constitución chilena se señala que “la soberanía reside esencialmente en la nación. Su ejercicio se realiza por el pueblo a través del plebiscito y de elecciones periódicas, y también, por las