La Filosofía Como Necesidad Primaria Del Espíritu Humano

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I.E.D. ALMIRANTE PADILLA FILOSOFÍA LOS FILÓSOFOS PRESOCRÁTICOS (I) La filosofía como necesidad primaria del espíritu humano Pero -se preguntará- ¿por qué sintió el hombre la necesidad de filosofar? Los antiguos respondían diciendo que tal necesidad está radicada estructuralmente en la misma naturaleza del hombre: “todos los hombres -escribe Aristóteles- por naturaleza aspiran al saber". Y también: "El ejercitar la sabiduría y el conocer son deseables para el hombre por sí mismos: en efecto, no es posible vivir como hombre sin estas cosas. Y los hombres tienden al saber porque se sienten llenos de "estupor" o de "asombro”. Dice Aristóteles: "Los hombres comenzaron a filosofar, ahora como al principio, a causa del asombro; mientras que al principio quedaban maravillados ante las dificultades más simples, a continuación, avanzando poco a poco, llegaron a plantearse problemas siempre más grandes, como los problemas relacionados con los fenómenos de la luna, del sol y de los astros y luego los problemas relacionados con el origen del universo entero". Este "asombro", pues, que surge en el hombre que se pone en confrontación con el Todo (el Entero) y se pregunta por el origen y el fundamento del mismo y qué lugar ocupa él mismo en ese universo, es la raíz de la filosofía. Y si es así, entonces la filosofía es ineludible e irrenunciable justamente porque no se puede eliminar el asombro frente al ser, como es irrenunciable la necesidad de satisfacerlo. ¿Por qué existe este todo? ¿De dónde resultó? ¿Cuál es su razón de ser? Estos son problemas que equivalen al siguiente: ¿Por qué el ser y no la nada? Un momento particular de tal problema general es también el siguiente: ¿Por qué existe el hombre? ¿Por qué existo? Como resulta evidente son problemas que el hombre no puede no plantearse o de todos modos, son problemas que, en la medida en que vienen refutados, disminuyen al que los refuta. Son problemas que mantienen su sentido preciso aún después del triunfo de las ciencias particulares modernas, porque ninguna de éstas fue hecha para resolverlos. Las ciencias responden solamente a la pregunta sobre la parte y no a preguntas sobre el sentido del "todo". Por esta razón, pues, podremos repetir con Aristóteles que no sólo al comienzo sino también ahora y siempre, tiene sentido la pregunta sobre el entero y tendrá sentido en tanto el hombre experimente "asombro" ante el ser de las cosas y frente a su propio ser. Tales de Mileto Tales es el pensador con el cual la tradición hace iniciar la filosofía griega. Vivió en Mileto, en la Jonia, probablemente en los últimos decenios del s. VII y en la primera mitad del s. VI a.C. Además de filósofo fue un científico y un político juicioso. No parece haber escrito libro alguno. Conocemos su pensamiento a través de la tradición oral indirecta. Tales fue el iniciador de la filosofía de la Physis en cuanto fue el primero en afirmar que existe un principio original único, causa de todas las cosas que existen, y sostuvo que tal principio es el agua. Esta proposición es importantísima, como se verá inmediatamente, y ha sido calificada, con todo derecho, como "la primera proposición filosófica de la que suele llamarse civilización occidental". La comprensión exacta de esta proposición permitirá captar la gran revolución realizada por Tales, que llevó a la creación de la filosofía. "Principio" (arché) no es término de Tales (quizá quien lo introdujo fue su discípulo Anaximandro), pero es él el que indica, mejor que cualquier otro, el concepto de aquel quid del que proceden todas las cosas. El "principio" (como lo resalta Aristóteles en su exposición del pensamiento de Tales y de los primeros Físicos) es "aquello de lo que proceden originariamente y en el que se resuelven, por último, todos los seres”, es "una realidad que permanece idéntica en el cambio de sus afecciones", es decir, "una realidad que continúa existiendo sin cambio incluso a través del proceso generativo de todas las cosas”. El "principio" es, pues:

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Guía filosofía grado décimo

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I.E.D. ALMIRANTE PADILLA FILOSOFÍA

LOS FILÓSOFOS PRESOCRÁTICOS (I)

La filosofía como necesidad primaria del espíritu humano

Pero -se preguntará- ¿por qué sintió el hombre la necesidad de filosofar? Los antiguos respondían diciendo que tal necesidad está radicada estructuralmente en la misma naturaleza del hombre: “todos los hombres -escribe Aristóteles- por naturaleza aspiran al saber". Y también: "El ejercitar la sabiduría y el conocer son deseables para el hombre por sí mismos: en efecto, no es posible vivir como hombre sin estas cosas. Y los hombres tienden al saber porque se sienten llenos de "estupor" o de "asombro”. Dice Aristóteles: "Los hombres comenzaron a filosofar, ahora como al principio, a causa del asombro; mientras que al principio quedaban maravillados ante las dificultades más simples, a continuación, avanzando poco a poco, llegaron a plantearse problemas siempre más grandes, como los problemas relacionados con los fenómenos de la luna, del sol y de los astros y luego los problemas relacionados con el origen del universo entero".

Este "asombro", pues, que surge en el hombre que se pone en confrontación con el Todo (el Entero) y se pregunta por el origen y el fundamento del mismo y qué lugar ocupa él mismo en ese universo, es la raíz de la filosofía. Y si es así, entonces la filosofía es ineludible e irrenunciable justamente porque no se puede eliminar el asombro frente al ser, como es irrenunciable la necesidad de satisfacerlo.

¿Por qué existe este todo? ¿De dónde resultó? ¿Cuál es su razón de ser? Estos son problemas que equivalen al siguiente: ¿Por qué el ser y no la nada? Un momento particular de tal problema general es también el siguiente: ¿Por qué existe el hombre? ¿Por qué existo? Como resulta evidente son problemas que el hombre no puede no plantearse o de todos modos, son problemas que, en la medida en que vienen refutados, disminuyen al que los refuta. Son problemas que mantienen su sentido preciso aún después del triunfo de las ciencias particulares modernas, porque ninguna de éstas fue hecha para resolverlos. Las ciencias responden solamente a la pregunta sobre la parte y no a preguntas sobre el sentido del "todo". Por esta razón, pues, podremos repetir con Aristóteles que no sólo al comienzo sino también ahora y siempre, tiene sentido la pregunta sobre el entero y tendrá sentido en tanto el hombre experimente "asombro" ante el ser de las cosas y frente a su propio ser.

Tales de Mileto

Tales es el pensador con el cual la tradición hace iniciar la filosofía griega. Vivió en Mileto, en la Jonia, probablemente en los últimos decenios del s. VII y en la primera mitad del s. VI a.C. Además de filósofo fue un científico y un político juicioso. No parece haber escrito libro alguno. Conocemos su pensamiento a través de la tradición oral indirecta. Tales fue el iniciador de la filosofía de la Physis en cuanto fue el primero en afirmar que existe un principio original único, causa de todas las cosas que existen, y sostuvo que tal principio es el agua. Esta proposición es importantísima, como se verá inmediatamente, y ha sido calificada, con todo derecho, como "la primera proposición filosófica de la que suele llamarse civilización occidental". La comprensión exacta de esta proposición permitirá captar la gran revolución realizada por Tales, que llevó a la creación de la filosofía.

"Principio" (arché) no es término de Tales (quizá quien lo introdujo fue su discípulo Anaximandro), pero es él el que indica, mejor que cualquier otro, el concepto de aquel quid del que proceden todas las cosas. El "principio" (como lo resalta Aristóteles en su exposición del pensamiento de Tales y de los primeros Físicos) es "aquello de lo que proceden originariamente y en el que se resuelven, por último, todos los seres”, es "una realidad que permanece idéntica en el cambio de sus afecciones", es decir, "una realidad que continúa existiendo sin cambio incluso a través del proceso generativo de todas las cosas”. El "principio" es, pues:

a) la fuente y el origen de todas las cosasb) la desembocadura o el término último de todas las cosas;c) el sostén permanente que rige todas las cosas (la sustancia, se dirá con un término posterior).

Brevemente, el "principio" puede ser definido como aquello de lo cual vienen y aquello a lo cual van a terminar, es decir, aquello por lo cual existen y subsisten todas las cosas. Este principio de los primeros filósofos (si no de Tales) fue denominado Physis que quiere decir naturaleza, no en el sentido moderno de la palabra, sino en el sentido original de realidad primera y fundamental. "Físicos” o “naturistas" fueron pues denominados aquellos filósofos que, a partir de Tales hasta el s. V a.C., indagaron en torno a la Physis. Por lo tanto, sólo retomando la acepción antigua del término y captando adecuadamente la peculiaridad que la diferencia de la acepción moderna, es posible entender el horizonte espiritual de estos primeros pensadores.

Queda aún por aclarar el sentido de la identificación del "principio" con el "agua" y sus implicaciones. La tradición indirecta dice que Tales asumió esta convicción "de la constatación de que el alimento de todas las cosas es húmedo" y que "las semillas y los gérmenes de todas las cosas tienen naturaleza húmeda" y por lo mismo su total secamiento es la muerte. Puesto que la vida está unida a lo húmedo y lo húmedo presupone el agua, el agua es el origen último de la vida y de todas las cosas. Todo procede del agua, todo sostiene la propia vida con el agua, todo termina en el agua. Por tanto, Tales basa sus aserciones sobre el puro razonamiento, sobre el lógos; presenta una forma de conocimiento motivada con precisas argumentaciones racionales. Por lo demás, a qué nivel de racionalidad hubo llegado Tales, en general como en particular, está demostrado por el hecho de haber indagado los fenómenos del cielo hasta el punto de predecir (ante el estupor de sus conciudadanos) un eclipse (quizá el del585 a. C.). A su nombre está ligado también un célebre teorema de geometría.

Pero no debe pensarse que el agua de Tales sea el agua que bebemos: el agua de Tales es considerada de manera totalizante, es decir, como la physis líquida original del que todo deriva y de la cual el agua que bebemos es sólo una de sus tantas manifestaciones. Tales es un "naturista" en el sentido antiguo del término y no un "materialista" en el sentido moderno y contemporáneo. En efecto, su "agua” coincidía con lo divino. De este modo, se introduce una nueva

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concepción de dios: es una concepción en la que predomina la razón y está destinada, como tal, a eliminar muy pronto todos los dioses del politeísmo fantástico-poético de los Griegos.

Y cuando posteriormente Tales afirmaba que "todo está lleno de dioses”, quería decir que todo está invadido por el principio original. Y como el principio original es vida, todo está vivo y todo tiene un alma (panpsiquismo). El ejemplo del imán que atrae al hierro era usado por él como prueba de la animación universal de las cosas (la fuerza del imán es justamente la manifestación de su alma, de su vida). Con Tales el lógos humano se encaminó con seguridad por el camino de la conquista de la realidad en su entero (el problema del principio de todas las cosas) y en algunas de sus partes (las que constituyen el objeto de las "ciencias particulares" como las llamamos hoy).

Anaximandro de Mileto

Anaximandro fue probablemente discípulo de Tales; nació hacia finales del s. VII a.C. Compuso un tratado Sobre la Naturaleza, del que nos llegó un fragmento. Se trata del primer tratado filosófico de Occidente y el primer escrito en prosa de los Griegos. La nueva forma literaria se había hecho necesaria por el hecho que el lógos debía estar libre del vínculo de la métrica y del verso para responder plenamente a sus propias instancias. En política fue más activo que Tales. Se nos cuenta que "comandó la colonia emigrada de Mileto a Apolonia".

Con Anaximandro se profundizó el problema del principio. Piensa que el agua es ya algo derivado y que el "principio" (arché) es, al contrario, lo infinito, es decir, una naturaleza (physis) in-finita, in-definida, de la que provienen todas las cosas existentes. El término usado por Anaximandro es a-peiron que significa lo que está privado de límites sea externos (es decir, lo que existe espacialmente y por lo tanto cualitativamente infinito) sea internos ( es decir lo que es cualitativamente indeterminado). Justamente porque es cualitativa y cuantitativamente ilimitado, el principio-á-peiron puede dar origen a todas las cosas, de-limitándose de diversos modos. Este principio abraza y rodea, gobierna y rige todo, precisamente porque como de-limitación y de-terminación, todas las cosas se generan de él, con-sisten y existen en él.

En Anaximandro, como en Tales, Dios llega a ser el principio, mientras que los dioses se convierten en los mundos, los cosmos que, como se verá, son numerosos; pero mientras que el principio divinono nace ni muere, los universos divinos, al contrario, nacen y mueren cíclicamente. Tales no se planteó el problema del cómo y el por qué todas las cosas proceden del principio y por qué se corrompen todas las cosas. Anaximandro, al contrario, sí se la plantea y responde que la causa del origen de todas las cosas es una especie de "injusticia", mientras que la causa de la corrupción y de la muerte es una especie de "expiación" de tal injusticia. Probablemente pensaba que el mundo está constituido por una serie de "contrarios" que intentan dominarse uno a otro (caliente y frío, seco y húmedo, etc.) La injusticia consistiría precisamente en esa dominación. Parece innegable en esta concepción (como la han hecho notar muchos estudiosos) una infiltración de concepciones religiosas de sabor órfico. Como vimos. en efecto, en el Orfismo la idea de una culpa original y de la expiación de la misma y por lo tanto de la justicia que equilibra, es central.

Como el principio es infinito, también los mundos son infinitos, como ya se hizo alusión, sea en el sentido que nuestro mundo no es más que uno de los innumerables mundos semejantes en todo a aquellos que lo precedieron y que lo seguirán (dado que cada mundo tiene un nacimiento y una muerte), sea en el sentido que nuestro mundo coexiste contemporáneamente con una serie infinita de otros mundos (y todos ellos naces y mueren de manera análoga).

El origen del mundo se explica de este modo. De un movimiento eterno se generan los dos primeros contrarios fundamentales: el frío y el calor. El frío, originalmente de naturaleza líquida, habría sido transformado en parte por el fuego-caliente que formaba la esfera periférica, en el aire. La esfera del fuego se habría despedazado en tres, dando origen a la esfera del sol, a la de la luna y a la de los astros. El elemento líquido se habría recogido en la cavidad de la tierra y constituido los mares. La tierra, que es imaginada de forma cilíndrica, "permanece suspendida sin ser sostenida por nada, pero permanece firme por la distancia igual de todas las partes" es decir, por una especie de equilibrio de fuerzas. Del elemento líquido, por influencia del sol, debieron nacer los primeros animales, de estructura elemental, de los cuales, poco a poco, se habrían desarrollado los animales más complejos.

El lector superficial se equivocará si sonríe considerando pueriles estas visiones, ya que, como lo han recalcado desde hace tiempo los estudiosos, ellas son poderosamente anticipadoras. Piénsese, por ejemplo, en la osadía de la representación de la tierra que no tienen necesidad de un apoyo material (para Tales todavía ella flotaba sobre el agua) y que se rige por un equilibrio de fuerzas. Préstese atención también a la "modernidad" de la idea de que el origen de la vida provenga de animales acuáticos y al subsiguiente origen (aunque sea de manera primitiva en extremo) de la idea de la evolución de la especie de los vivientes. Esto es suficiente para hacer entender qué largo camino ha recorrido el lógos más allá del mito.

Actividades

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Anaxímenes de MiletoSiempre en Mileto, floreció Anaxímenes, discípulo de Anaximandro, en el s. VI a.C. decuyo escrito Sobre la naturaleza nos han llegado tres fragmentos, en sobria prosa jónica,además de testimonios indirectos.Anaxímenes piensa sí que el principio deba ser infinito pero que éste debe ser pensadocomo aire infinito, una sustancia aérea ilimitada. Escribe: "Exactamente como nuestra propiaalma (es decir, el principio que da la vida). que es aire, nos sostiene y gobierna, asi elsoplo y el aire abarcan el cosmos entero". Por qué motivo para Anaxímenes el aire fueraconcebido como "lo divino" resulta ya claro con base en cuanto ya hemos dicho a propósitode los dos precedentes filósofos de Mileto.Al contrario, queda por esclarecer por qué razón Anaxímenes escogió el aire como"principio". Es evidente que él sentía la necesidad de introducir una realidad original quepermitiera sacar de ella todas las cosas, de modo más lógico y más racional de cuanto lo habíahecho Anaximandro. En efecto, por su naturaleza extremamente móvil. ella se prestabien (bastante más que el infinito de Anaximandro), para ser concebida como en perennemovimiento. Además, mejor que cualquier otro elemento, el aire se presta para lasvariaciones y transformaciones necesarias para hacer nacer las diversas cosas. Al condensarse,se enfría y se vuelve agua y luego tierra; aflojándose (es decir, rarrlaciéndose) y dilatándosese calienta y se hace fuego.

La variación de las tensiones de la realidad original da, pues, origen a todas las cosas .En cierto sentido, Anaxímenes representa la expresión más lógica y rigurosa de la Escuelade Mileto porque con el proceso de "condensación" y ·rarefacción" introduce la causadinámica de la que no habló Tales y que Anaximandro había determinado pero inspirándoseen concepciones órficas. Anaxímenes proporciona, pues, una causa en perfectaarmonía con el "principio".Se entiende, pues. por qué los sucesivos pensadores se refieran a Anaximenes comola expresión paradigmática y el modelo del pensador jónico.