La estructura de la razón práctica

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Vol. 14-1 l Junio de 2011 Recibido: 2011 - 01 - 14 Aprobado: 2011 - 05 - 31 23-34 pensam.cult. l ISSN 0123-0999 * Profesor del Departamento de Humanidades de la Universidad Panamericana, México. [email protected] Estructura de la filosofía práctica de Kant Roberto Casales-García* Resumen: Uno de los principales errores al tratar de interpretar la filosofía práctica de Kant radica en no contemplar los elementos en que ésta se divide. El filósofo de Königsberg estructurará la filosofía práctica en tres grandes partes: una primera, constitutiva del sistema crítico o propedéutico de la metafísica de las costumbres, que versa sobre el principio supremo de la moralidad; una segunda parte, la cual contiene el sis- tema de los deberes de la razón pura práctica; y, finalmente, una antropología moral o en sentido pragmático como su parte empírica. Palabras clave: Filosofía práctica, Immanuel Kant, metafísica de las costumbres, razón pura práctica, antropología moral. The Structure of Kant’s Practical Philosophy Abstract: One of the principal errors when trying to interpret Kant’s practical philosophy is the failure to look at the elements into which it is divided. The philosopher of Königsberg structured practical philo- sophy into three main parts. The first constitutes the critical or propedeutic system of the metaphysics of morals, which deals with the supreme principle of morality. The second part contains the set of duties or obligations pertaining to pure practical reason, and the third is a moral anthropology or, in a pragmatic sense, the empirical part of Kant’s practical philosophy. Key words: Practical philosophy, Immanuel Kant, metaphysics of morals, pure practical reason, moral anthropology.

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  • Pensamiento y Cultura l ISSN 0123-0999 Vol. 14-1 l Junio de 201123

    Recibido: 2011 - 01 - 14Aprobado: 2011 - 05 - 31

    23-34pensam.cult. l ISSN 0123-0999

    * Profesor del Departamento de Humanidades de la Universidad Panamericana, Mxico. [email protected]

    Estructura de la filosofa prctica de Kant

    Roberto Casales-Garca*

    Resumen: Uno de los principales errores al tratar de interpretar la filosofa prctica de Kant radica en no contemplar los elementos en que sta se divide. El filsofo de Knigsberg estructurar la filosofa prctica en tres grandes partes: una primera, constitutiva del sistema crtico o propedutico de la metafsica de las costumbres, que versa sobre el principio supremo de la moralidad; una segunda parte, la cual contiene el sis-tema de los deberes de la razn pura prctica; y, finalmente, una antropologa moral o en sentido pragmtico como su parte emprica.

    Palabras clave: Filosofa prctica, Immanuel Kant, metafsica de las costumbres, razn pura prctica, antropologa moral.

    The Structure of Kants Practical Philosophy

    Abstract: One of the principal errors when trying to interpret Kants practical philosophy is the failure to look at the elements into which it is divided. The philosopher of Knigsberg structured practical philo-sophy into three main parts. The first constitutes the critical or propedeutic system of the metaphysics of morals, which deals with the supreme principle of morality. The second part contains the set of duties or obligations pertaining to pure practical reason, and the third is a moral anthropology or, in a pragmatic sense, the empirical part of Kants practical philosophy.

    Key words: Practical philosophy, Immanuel Kant, metaphysics of morals, pure practical reason, moral anthropology.

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    Roberto Casales-Garca

    Structure de la philosophie pratique de Kant

    Rsum: L'une des principales erreurs au moment dinterprter la philosophie de Kant rside dans le fait de ne pas contempler la manire dont celle-ci se divise. Le philosophe Knigsberg structurera la philoso-phie pratique en trois grandes parties : une premire, constitutive du systme critique ou propdeutique de la mtaphysique des moeurs, qui porte sur le principe suprme de la moralit ; une seconde partie qui contient le systme des devoirs de la raison pure pratique ; et, finalement, une anthropologie morale ou dans un sens pragmatique comme sa partie empirique.

    Mots-cls: Philosophie pratique, Emmanuel Kant, mtaphysique des moeurs, raison pure pratique, anthropologie morale.

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    Estructura de la filosofa prctica de Kant

    Introduccin

    La filosofa kantiana dentro de sus propias dificultades interpretativas, ya sea a causa de cierta falta de claridad expositiva en el texto, o sea por la imprecisin de Kant en el uso de cier-tos trminos, entre otras dificultades, exige un anlisis riguroso de carcter crtico. En el caso de la filosofa prctica de nuestro autor, la cual ha sido frecuentemente malinterpretada, es ne-cesario prestar la debida atencin a su estructu-ra. Muchas de las crticas que recurrentemente se le hacen a la propuesta kantiana tienen su origen en las interpretaciones parciales de la misma. Una de las repercusiones ms nocivas de estas interpretaciones es la simplificacin radical de su propuesta a lo expuesto en la Fun-damentacin de la metafsica de las costumbres y, principalmente, en la Crtica de la razn prctica.

    Para poder entender los alcances y las li-mitaciones mismas de la filosofa prctica de nuestro autor, sea en un tema en concreto o en general, es necesario no slo estudiar en profun-didad el contenido de las obras correspondien-tes, sino tambin poder ubicarlas dentro del sistema de la filosofa prctica kantiana1. Pues Kant, a lo largo de sus diversas obras, muestra un gran inters en sistematizar el conocimiento racional, dndole a su doctrina filosfica un es-quema de orden racional que tiene un papel de suma importancia en la comprensin de su filo-sofa. Por la misma razn resulta de vital impor-tancia conocer cul es la estructura interna de la filosofa prctica del filsofo de Knigsberg.

    1 Esto no significa que aqu trate de ubicar cada una de las obras sobre moral de Kant, sino que delimitar esto a cuatro de las ms importan-tes: la Fundamentacin de la metafsica de las costumbres, la Crtica de la razn prctica, la Metafsica de las costumbres, y la Antropologa en sentido pragmtico.

    Con la finalidad de profundizar en esta te-mtica y, al mismo tiempo, ver la continuidad entre cada una de sus partes, dividir el presen-te artculo en tres partes. En la primera, diluci-dar el esquema general que sigue Kant en su filosofa prctica2. En la segunda, tratar sobre el papel que cada una de estas partes tiene den-tro de la filosofa prctica de nuestro autor. Y, finalmente, har una breve reflexin en torno a la bidireccionalidad que existe entre cada una de ellas.

    Divisin de la filosofa prctica

    Al inicio de la Fundamentacin de la metaf-sica de las costumbres, Kant menciona que la filo-sofa griega antigua, aludiendo en especfico a los estoicos, se divida en tres ciencias, a saber la Fsica, la tica y la Lgica, divisin de la que dice: es perfectamente adecuada a la natura-leza de la cuestin y no hay en ella nada que mejorar, a no ser, acaso, solamente aadir el principio de la misma (Kant 1999: AKK 387, 2-6)3. De eso precisamente se ocupar en el Pre-facio de la obra, pues al hacer esto ser posi-ble determinar el papel que desempean cada una de sus disciplinas, como veremos en el si-guiente apartado.

    Kant divide todo conocimiento racional (Vernunfterkenntnis) en dos: en material y for-mal4. El primero se caracteriza por considerar

    2 Desafortunadamente sobre esta temtica existe poca bibliografa se-cundaria sobre la cual respaldar nuestras afirmaciones. Dos de los artculos que seguir a lo largo de esta investigacin son: Rovira 1992 y Anales del seminario de Historia de la filosofa, 9, 1992, pp. 79-87; M. J. Gregor Kants Conception of a `Metaphysic of Morals, The Philosophical Quarterly, 10, 40, 1960p. 238-251.

    3 Citada en adelante como GMS.4 En la Primera versin de la introduccin a la Crtica de la facultad de juzgar,

    Kant retomar esta misma distincin: La divisin del sistema slo puede primeramente ser la divisin en su parte formal y en su parte material, de las cuales la primera (la lgica) comprende meramente la

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    algn objeto, el segundo se encarga del entendi-miento y de la razn en su forma y en las reglas universales del pensar sin distinguir ni conside-rar los objetos (GMS 387: 8-11). La filosofa for-mal ser propiamente la Lgica; mientras que la filosofa material se dividir en dos partes, pues dentro de su estudio se ocupa de determinados objetos y, por ende, de las respectivas leyes (Ge-setze) a las que stos se encuentran sometidos. Dichas leyes son o leyes de la naturaleza (Ge-setze der Natur) o leyes de la libertad (Gesetze der Freiheit) (GMS 387: 11-15). La ciencia de la primera -afirma Kant- se llama fsica, la de la segunda es la tica; aquella es denominada tambin doctrina de la naturaleza, sta, doctrina de las costumbres (GMS 387: 15-17).

    Con esto podemos sacar una primera de-finicin de la tica como ciencia que estudia las leyes de la libertad y los objetos que estn sometidos a ellas, que, como veremos, no son otros que las acciones de los seres racionales. Esta definicin concuerda con la definicin que anteriormente Kant nos dio en la Crtica de la Razn pura, donde afirma que prctico es todo lo que es posible mediante libertad (Kant 2006a). Prctico, dicho con otras palabras, es todo aquello que es posible por medio de la causalidad de la voluntad. Si bien la determi-nacin de la voluntad se da por medio de la razn pura, la voluntad misma, en cuanto fa-cultad desiderativa, es causa natural en el mun-do (Kant 2007). Esta causalidad de la voluntad es libre, pues consiste en que el ejercicio de su causalidad no resulta inmediatamente determi-nado por el mecanismo o el instinto, sino que esa determinacin tiene su fundamento en una representacin conceptual (Torralba 2009: 38). Esta primera definicin es de suma importan-cia, ya que en ella se ve reflejada el fundamento de toda tica, a saber, la libertad; pues una tica sin libertad carece de sentido: si bien la liber-

    tad es la ratio essendi de la ley moral, la ley mo-ral es la ratio cognoscendi de la libertad (Kant 2005a: AKK 5)5.

    Siguiendo con este esquema, Kant aade que la Lgica no puede tener parte emprica (GMS 387: 23-25; GMS 387, 18), pues las leyes universales y necesarias del pensar descansan en fundamentos los cuales de ningn modo pueden ser tomados de la experiencia. De lo con-trario la Lgica no podra ser canon vlido para todo pensar del entendimiento. Esto es posible afirmarlo slo desde la epistemologa de la Cr-tica de la razn pura, que no nos detendremos a estudiar a fondo en este trabajo. Por otro lado, tanto la filosofa de la naturaleza como la filo-sofa moral, tienen una parte emprica propia, pues aquella tiene que determinar sus leyes para la naturaleza como un objeto de la expe-riencia, y sta para la voluntad del hombre, en tanto que es afectada por la naturaleza (GMS 387, 23-25).

    La filosofa de la naturaleza, por su parte, considera todo tal y como sucede de hecho, en cambio, las leyes de la libertad, consideran todo tal y como debera suceder. Bajo esta distincin entre lo que es y lo que debera ser, la universa-lidad y la necesidad de la moral tendrn un sen-tido diferente al que se expresa en la razn en su uso terico; pues en sta nos llevarn al pla-no mecanicista, mientras que en su uso prctico se manifestarn dentro del esquema de la liber-tad. Se tratar, pues, de una necesidad prctica. El plano de lo que sucede de hecho queda estu-diado dentro de las obras tericas, mientras que el plano de lo que debera suceder es del cual nos ocuparemos en esta investigacin6.

    forma de pensar, en un sistema de reglas, y la segunda (la parte real) somete sistemticamente a consideracin los objetos sobre los cuales se piensa, en la medida en que sea posible un conocimiento racional de los mismos a partir de conceptos (Kant 1991, Citado en adelante como: EE). Tambin en el manuscrito de Dohna sobre las Lecciones de Metafsica de Kant, texto que alude al curso de Metafsica que nuestro filsofo imparti en el semestre de invierno de 1792/93, se retomar esta misma distincin (Kant 2006b, Citado en adelante como: Metha-physik-Dohna).

    5 Citada en adelante como: KpV.6 Este planteamiento nos remite, de hecho, a la tercera antinomia de

    la razn pura, antinomia que se da entre la causalidad natural de la fsica y la causalidad libre de la moral; la primera, esto es, la causali-dad natural, alude al plano de la fsica newtoniana, mientras que la segunda, la causalidad libre, apunta a la moral. De este modo se dan dos tipos de causalidad que parecen contraponerse, pero que pueden coexistir en un mismo objeto; pues, por ejemplo, uno podra explicar el movimiento de mi brazo por causas fsico-qumico-biolgicas, pero tambin podra explicarlo aludiendo a una causalidad libre. La tercera antinomia, dentro de la resolucin del propio Kant, alude a la escisin entre el mundo fenomnico, a lo cual se limita lo terico, y el mundo noumnico, que adems de ser el mbito propio de la moral, es donde reside la libertad, entendida como libertad trascendental. Sobre esta temtica vase Arana 2004: 563-594; y tambin Arana 2005: 105-130.

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    Estructura de la filosofa prctica de Kant

    La filosofa, segn Kant, no slo se puede dividir en material y formal, sino tambin en pura y emprica. De modo que se puede de-nominar emprica a toda filosofa en tanto que se basa en fundamentos de la experiencia, y filosofa pura a la que presenta sus doctrinas exclusivamente a partir de principios a priori (GMS 388, 4-7). Tomando en cuenta ambas di-visiones encontramos, por un lado una lgica formal pura, y, por el otro lado, encontramos tanto una filosofa pura, la cual, al estar restrin-gida a ciertos objetos, se denomina metafsica, como una filosofa material emprica. Con esto obtenemos una metafsica doble, a saber, una metafsica de la naturaleza (Metaphysik der Natur) y una metafsica de las costumbres (Metaphysik der Sitten) (KrV: A 841 / B 869)7. Con lo cual, tanto en la fsica como en la moral se tiene una doble dimensin, por una parte, una metafsica que contiene principalmente la parte pura a priori, y, por otra, una parte emprica. As la fsica ha de constar de una parte emprica a la que bien podramos denominar fsica experimental, pero tambin de una parte racional, es decir, a priori -la cual podemos ubicar principalmente dentro de la Crtica de la razn pura y, en un sentido in-termedio, en los Primeros principios metafsicos de la ciencia natural-; la tica est en el mismo caso, si bien aqu la parte emprica podra lla-marse especialmente antropologa prctica, y la racional, propiamente moral (GMS 388, 13-14).

    Sin embargo, hay que considerar una divi-sin ms, que parte, en principio, de la divisin expuesta en la Crtica de la razn pura, y nos dice que: La filosofa de la razn pura es o bien pro-pedutica (preparacin), que investiga la capaci-dad de la razn respecto de todo conocimiento puro a priori y se llama crtica, o bien el sistema de la razn pura (ciencia), el conocimiento filo-sfico (tanto verdadero como aparente) global, sistemticamente conjuntado, y derivado de la razn pura, y que se denomina metafsica (KrV: A841/B869. Los nfasis son de Kant.). As, en la moral racional tenemos dos ramas. Una prope-dutica, que corresponde al sistema de la crti-ca de la razn prctica y comprende tanto a la

    Fundamentacin de la metafsica de las costumbres como a la Crtica de la razn prctica. A esta parte de la filosofa prctica de Kant le compete in-vestigar las condiciones de posibilidad de los deberes morales (Rovira 1992: 81), a partir de principios que no slo sean a priori, sino tam-bin puros8.

    La otra rama, por su parte, sera propia-mente la metafsica de las costumbres, expuesta en la obra del mismo nombre9. Esta parte de la filosofa prctica de Kant, al igual que la moral pura, consta de juicios a priori, pero sin ser del todo puros, ya que en ellos se considera cier-ta aplicacin al hombre, la cual requiere parte de la experiencia y por tal puede considerarse como un medio entre el sistema de la crtica de la razn prctica y la antropologa.

    He aqu, pues, que la filosofa prctica se halla constituida, al decir de Kant, por tres discipli-nas: una, que se identifica con el todo del siste-ma de la propedutica y que recibe el nombre de o < Funda-mentacin de la metafsica de las costumbres>; las otras dos conforman el sistema de la ciencia y se llaman respectivamente y o < Antropologa moral> (Rovira 1992: 81)10.

    7 Vase tambin GMS 388: 10-11.

    8 Hemos de sealar que Kant distingue lo puro de lo a priori. As, un juicio propio de la fsica, por ejemplo, es a priori en la medida en la que la conexin entre los conceptos lo es, pero es impuro, pues para formular un juicio particular y concreto del tipo El calor es causa de la evaporacin, se requiere de la experiencia; as, un juicio puede ser sinttico a priori, ms no puro, pues tiene elementos empricos, que en este caso seran los conceptos relacionados aunque la conexin sea universal y necesaria. Para esta distincin nos apoyamos en: KrV, B 3. Donde afirma que: En lo siguiente entenderemos, pues, por conoci-miento a priori el que es absolutamente independiente de toda expe-riencia. A l se opone el conocimiento emprico, el que slo es posible a posteriori, es decir, mediante la experiencia. Entre los conocimientos a priori reciben el nombre de puros aquellos a los que no se ha aadido nada emprico. Por ejemplo, la proposicin es a priori, pero no pura, ya que el cambio slo es un concepto que slo puede extraerse de la experiencia.

    9 Una de las dificultades que Mary J. Gregor encuentra a lo largo de su anlisis del concepto de metafsica de las costumbres radica justo en que Kant usa de forma ambigua esta expresin (Gregor 1960: 239-240). En efecto, en muchas ocasiones el filsofo de Knigsberg utiliza esta expresin para referirse tanto a la parte pura a priori de la moral, como a la metafsica de las costumbres. Con la finalidad de evitar este problema, reservo el trmino slo para la segunda parte de la filosofa prctica de Kant.

    10 Si bien en la divisin general de la filosofa prctica kantiana coincido con la postura de Rovira, he de aclarar que no en todos los puntos coincidimos, lo cual se podr ver en el tercer apartado de este primer captulo.

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    Roberto Casales-Garca

    Una vez dada la divisin de la filosofa prc-tica es necesario proceder a plantearnos el papel que desempea cada una de estas disciplinas dentro de la doctrina misma. Pues hasta aho-ra slo he buscado marcar el lugar que ocupan dentro del sistema, pero sin adentrarme en el rol que cumple especficamente cada una de sus partes, de lo cual nos ocuparemos en este prximo apartado.

    El papel de la moral pura, la metafsica y la antropologa en

    la doctrina moral kantiana

    Regresando al esquema de la Fundamenta-cin de la metafsica de las costumbres, la prime-ra pregunta que se hace Kant en el Prefacio es si la naturaleza de la ciencia no exige separar siempre cuidadosamente la parte emprica de la racional y hacer preceder a la fsica propiamen-te dicha (emprica) una metafsica de la natura-leza, y a la antropologa prctica una metafsica de las costumbres (GMS 388: 33-36). Con esto, Kant distingue entre una antropologa prctica y una filosofa moral racional a priori enten-diendo aqu por metafsica de las costumbres tanto a la parte pura como a la metafsica. Pues slo desde una metafsica de las costumbres se pueden encontrar los fundamentos a priori por los cuales la moral es posible. Una moral que, por el contrario, tomara sus fundamentos me-ramente de la experiencia carecera de toda uni-versalidad y, en consecuencia, se anulara todo precepto moral.

    Sin una moral pura, los principios prcti-cos slo lograran una base en lo contingente, de modo que, sin esta parte pura, la moral se vera degradada, y la evaluacin moral no po-dra justificar de manera correcta qu mximas son moralmente buenas o permisibles, y cules malas y prohibidas. De esta forma, el papel de la moral racional es, por una parte, el de buscar los fundamentos de la ley moral (lo que corres-ponde a una propedutica o moral pura a prio-ri), as como establecer los deberes concretos del ser humano (parte propiamente de una Me-tafsica de las costumbres). La necesidad de una

    filosofa moral pura, esto es, limpia de todo fac-tor emprico perteneciente a la antropologa en su fundamentacin -y con esto tambin incluyo cualquier factor psicolgico-, puede entreverse ya segn nos dice el mismo Kant, desde la idea ordinaria o popular del deber y de la ley moral (GMS 389: 5-11). Y es as como podemos enten-der el siguiente texto:

    Todo mundo tiene que confesar que una ley, si es que ha de valer moralmente, esto es, como fundamento de una obligacin, tiene que llevar consigo necesidad absoluta; que el mandato: no debes mentir, no es que valga meramente para hombres, sin que otros seres racionales tuvie-sen que atenerse a l, y as todas las restantes leyes propiamente morales; que, por tanto, el fundamento de la obligacin tiene que ser bus-cado aqu no en la naturaleza del hombre, o en las circunstancias en el mundo en que est puesto, sino a priori exclusivamente en concep-tos de la razn pura, y que cualquier otra pres-cripcin que se funde en principios de la mera experiencia, e incluso una prescripcin en cier-to aspecto universal, en tanto que se apoye en fundamentos empricos en la ms mnima parte, quiz slo por lo que hace a un motivo, podr llamarse ciertamente una regla prctica, pero nunca una ley moral (GMS 389: 11-24).

    Y justo en este texto comienza a perfilarse de manera ms clara el papel de una Metafsica de las costumbres, que ha sido posibilitada gracias a la parte crtico-propedutica representada por la Fundamentacin de la metafsica de las costum-bres y la Crtica de la razn prctica. Se alcanza a observar tambin la distincin de papeles con su parte emprica, esto es, con la antropologa. Es clave para entender mejor esta distincin la sutil diferencia entre regla prctica y ley moral, que radica principalmente en los fundamentos. La regla prctica se apoya en fundamentos to-mados de la experiencia, e incluso podra llegar a ser convencional aunque esto ltimo Kant no lo menciona-, la ley moral, a diferencia de la anterior, se funda en conceptos a priori y, por ello, alcanza el plano de lo universal y lo nece-sario. As, hay que sealar que la antropologa se encargar de dar una serie de reglas prcti-cas; mientras que la Fundamentacin de la metaf-sica de las costumbres se encarga de la ley, pero la

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    Estructura de la filosofa prctica de Kant

    ley asume en s las reglas, las dirige y autoriza, y ah se puede entrever ya la necesaria relacin bidireccional entre ambas partes de la filosofa prctica de nuestro autor.

    El fundamento del deber no est en la na-turaleza del hombre, ni debe ser buscado en ella, sino en conceptos de la razn pura, esto es, en conceptos a priori. Con esto, sin embargo, Kant no excluye de la moral una antropologa prctica, sino que, al contrario, sta es necesaria. A esta antropologa le debe preceder una me-tafsica de las costumbres, y a sta, una moral propiamente pura o propedutica. Pues si bien ni la moral pura ni la metafsica de lo prctico toman nada prestado de la antropologa para su fundamentacin, s pueden y deben aplicar-se a ella. De este modo, una diferencia esencial entre una moral pura y una antropologa prc-tica reside en sus lmites y alcances. Mientras la primera es vlida para todo ser racional y, por ende, para el hombre, pero slo en la medida en que es un ser racional, la antropologa, por su parte, se limita a ser una disciplina dirigida especialmente al hombre y a lo que l hace de s mismo desde sus peculiaridades.

    Las leyes morales tienen su fundamento a priori, sin embargo, an cuando no toman prestado nada de una antropologa prctica en el orden de la fundamentacin, stas, exigen adems una capacidad de juzgar aguzada por la experiencia, en parte para procurarles acceso en la voluntad del hombre y energa para la eje-cucin, pues ste, afectado l mismo con tantas inclinaciones, es ciertamente capaz de la idea de una razn pura prctica, pero no puede tan fcilmente hacerla eficaz in concreto en su modo de vida (GMS 389: 30-35). La moral, por lo mismo, requiere tanto una parte pura que esta-blezca los alcances de la moral a un nivel plena-mente racional, como una parte impura a priori (Louden 2002) que establezca el sistema de las leyes prcticas y una antropologa que se en-cargue de la aplicacin de la misma al nivel del hombre. As, el fin de todo progreso en el saber, ya sea terico o prctico, no es otro que aplicar dichos conocimientos para, de este modo, em-

    plearlos en el mundo (Kant 2004a: AKK 119)11. Si bien es necesaria una moral propedutica que estudie los fundamentos de la toda filosofa prctica y, a su vez, sea necesaria una metafsi-ca de las costumbres como hilo conductor que gue a las costumbres mismas para un correcto enjuiciamiento de los casos morales; luego tam-bin es fundamental comprender el papel que desarrolla la antropologa para la aplicacin de dichos conocimientos al hombre.

    Como hemos visto al exponer la divisin kantiana de la filosofa prctica, y siguiendo en ese punto a Rogelio Rovira, la parte racional a priori de la filosofa prctica contempla tanto una propedutica como una metafsica, de las cuales la segunda es menos pura, por as de-cirlo, que la primera, pues la metafsica de las costumbres considera algunos rasgos generales del hombre dados en la experiencia (como su mortalidad, sociabilidad, etc.) sin dejar de ser, por eso, a priori. Un caso que ilustra esto a la perfeccin puede verse con mayor claridad en lo que Kant mismo nos dice en la Metafsica de las costumbres sobre el aturdimiento por el uso inmoderado de la bebida o la comida (Kant 2005b: AKK 427-228)12, por mencionar un ejem-plo. As, la primera se encarga de proporcionar los principios de la razn prctica, y por eso puede denominarse propedutica del sistema de la crtica de la razn pura prctica. A esta prope-dutica, tal y como he mencionado, debe seguir una metafsica de las costumbres (MdS: 205) que contenga en s los principios para aplicar el principio supremo de la moral a la experien-cia. Estos principios, sin embargo, si bien son a priori en cuanto que la conexin entre sujeto y predicado es hecha por la razn independien-temente de la experiencia (Gregor 1960: 241), no son totalmente puros, ya que parte de ellos depende de un mnimo de experiencia.

    De esta forma, el papel de la Fundamenta-cin de la metafsica de las costumbres en la moral kantiana no es otro que el de buscar y establecer el principio supremo de la moralidad (GMS

    11 Citada en adelante como: ApH.12 Citado en adelante como: MdS. No me detendr a hablar de esto, pues

    podra conducirnos a otros temas ajenos al que ahora nos ocupa.

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    Roberto Casales-Garca

    392: 4-5). Por lo que la diferencia entre una me-tafsica de las costumbres y una antropologa prctica, puede describirse as:

    La Metafsica de las costumbres expone, en efecto, las leyes absolutamente universales y necesarias del querer y persuade de la parti-cular ndole de los sujetos volentes. La Antro-pologa moral, en cambio, es una aplicacin de esas leyes del querer a la peculiar constitucin de la voluntad humana (Rovira 1992: 86).

    De la misma forma, una Fundamentacin de la metafsica de las costumbres, a diferencia de la antropologa, tiene la tarea de investigar la idea y los principios de una voluntad pura po-sible, y no las acciones y condiciones del que-rer humano en general, las cuales en su mayor parte se extraen de la psicologa (GMS 390: 33/ 391: 1). No es necesario aclarar que en la poca de Kant la Psicologa como ciencia inde-pendiente an no exista. Sin embargo, donde propiamente se ve reflejado un estudio de este tipo es en la Antropologa en sentido pragmtico -aunque la psicologa de esta obra es ms una especie de psicologa moral que una psicologa tal como se entiende hoy en da, como afirma Da-vid Ross (Ross 1954: 1)13. Es evidente que el pa-pel de una Fundamentacin de la metafsica de las costumbres y de una Metafsica de las costumbres es crucial, no obstante, a stas debe seguir una Antropologa en sentido pragmtico14.

    La antropologa prctica, por su parte, es-tudia al hombre como ciudadano del mundo. Este conocimiento, sin embargo, no debe ser confundido con una antropologa fisiolgica, la cual trata de investigar lo que la naturaleza hace del hombre (ApH: 119). Una antropolo-ga prctica o en sentido pragmtico, slo ser aquella que estudia lo que l mismo, como ser que obra libremente, hace, o puede y deber ha-cer, de s mismo (ApH: 19. Los nfasis son del texto). Para poder entender ms la diferencia

    entre una antropologa en sentido fisiolgico y una en sentido pragmtico, es til comprender la distincin que hace Kant entre las expresio-nes conocer el mundo y tener mundo.

    Conocer el mundo, por su parte, alude a la idea de comprender el juego que se presencia, esto es, lo que se conoce fenomnicamente de l; mientras que la segunda alude al papel fun-damental que alguien desarrolla cuando entra en juego con el mundo (ApH: 120). Conocer el mundo en su aplicacin a un estudio del hom-bre pertenece propiamente a una antropologa fisiolgica, e incluso podra ser denominada como anatoma-fisiologa, poniendo de relieve que en tiempos de Kant dicha ciencia an no estaba tan desarrollada como hoy en da. Se tra-tara, pues, de una ciencia terica. Tener mundo, por su parte, al referirse al juego que desarro-lla uno con el mundo, alude a lo que uno como ciudadano del mundo hace o debera hacer de s mismo, lo cual nos lleva a una antropologa en sentido pragmtico, y a una disciplina prc-tica, afianzada adems en la perspectiva de la primera persona. Una antropologa entendida en sentido pragmtico tiene as una funcin clave dentro del sistema moral kantiano, papel que resume Kant con las siguientes palabras de la Metafsica de las costumbres:

    As como en una metafsica de la naturaleza debe haber adems principios de la aplicacin de los supremos principios universales a los objetos de la experiencia, as tambin ha de tenerlos una metafsica de las costumbres; por tanto, tendremos que tomar a menudo como objeto de la singular naturaleza del hombre, que slo se conoce por experiencia, para mos-trar en ella las consecuencias que se derivan de los principios morales universales, pero sin

    13 La traduccin de este texto es ma.14 Algunos autores como Claudia Smith (Schmidt 2005: 166), Holy Wil-

    son (Wilson 1997: 88, n.4) y el mismo Rovira (Rovira 1992: 85) sos-tienen, por una parte, que la Antropologa en sentido pragmtico y la antropologa prctica no versan sobre lo mismo, y que la segunda est contenida en la Metafsica de las costumbres bajo el nombre de antropo-

    noma. Dos de las razones para sostener que la Antropologa en sentido pragmtico, contiene una antropologa prctica y, por ende, tiene un papel fundamental dentro de la moral kantiana, son: en primer lugar, que los preceptos de la antroponoma, si bien tienen una parte emprica, su origen es enteramente a priori, lo cual garantiza su universalidad en este sentido, la antroponoma forma parte de la metafsica de las costumbres y no tanto de la antropologa prctica, que, como mencio-namos ya, es la parte emprica de la tica; y, en segundo lugar, que la Antropologa en sentido pragmtico nos ofrece conceptos que son de vital importancia para la filosofa prctica de Kant. Dentro de estos concep-tos, el ms importante es concepto de carcter, en especfico el relativo a la persona en su ndole moral, sin el cual el imperativo categrico sera un principio carente de toda aplicacin moral (Munzel 1999: 2).

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    que por ello se merme en nada la pureza de estos ltimos, ni se ponga en duda por ello su origen a priori. Esto vale tanto como decir que una metafsica de las costumbres no puede fundarse en la antropologa, pero puede apli-carse a ella (Kant 2005b: AKK 216-217)15.

    La filosofa moral kantiana, si bien pre-senta su filosofa prctica pura propedutica en la Fundamentacin de la metafsica de las cos-tumbres y en la Crtica de la razn prctica, y su parte metafsica en la Metafsica de las costumbres -en cuanto que en esta obra se encarga del siste-ma de los deberes morales-, en su Antropologa presenta su aplicacin al hombre desde ciertas particularidades, es decir, su parte pragmtica. Con esto queremos sostener que su aplicacin fctica depende de ciertas condiciones y facto-res empricos, que marcan una pauta de gran relevancia no slo para la moral kantiana, sino para toda moral, pues una moral que no consi-dera las condiciones bajo las cuales es posible su aplicacin tiende a perderse en el plano es-peculativo, y as, a hacerse inviable como mo-ral16. Con esto, es claro que para poder entender la moral kantiana de forma correcta, son nece-sarios los puentes que unen su parte pura, su metafsica y su parte emprica.

    De la moral pura a la antropologa, y a la inversa

    Una de las cuestiones fundamentales que surgen al momento de estudiar la estructura de la filosofa prctica en Kant es, sin lugar a dudas, qu tipo de relacin mantienen entre s. Si bien es cierto que cada una de ellas exige un estudio por separado, tal y como hace el fil-sofo de Knigsberg17, una filosofa prctica que

    ofreciera una estructura tripartita, pero que ca-reciera de un vnculo especfico entre ellas, hara estril la divisin. La filosofa prctica de Kant muestra no slo temticas comunes como la de la buena voluntad, las inclinaciones, el concep-to de deber, la libertad, etc., sino tambin un hilo conductor (Leitfaden) que les da sentido18. Este hilo conductor, no pudiendo ser otro que la concepcin misma de una facultad de juzgar libre, nos indica el carcter sistemtico de la filo-sofa prctica de nuestro autor.

    Para Kant la filosofa manifiesta un carc-ter sistemtico y arquitectnico, donde entiende por filosofa la ciencia de la relacin de todo co-nocimiento y de todo uso de la razn con el fin final de la razn humana, al cual, como el supre-

    15 Citado en adelante como: MdS.16 En opinin de Mary J. Gregor, la antropologa es la parte emprica

    de la filosofa prctica de Kant que, asumiendo cules son nuestros deberes, estudia las condiciones subjetivas que ayudan u obstaculi-zan el desarrollo moral de la persona (sobre este respecto vase MdS: 217). La antropologa prctica, ms que prescribir deberes o principios morales, es una suerte de psicologa emprica que estudia las causas naturales que contribuyen al desarrollo de disposiciones morales y hacen ms fcil y efectivo el cumplimiento del deber (Gregor 1960: 244). Sobre esto mismo vase Kant 2004b: 99.

    17 Esto mismo puede verse desde el Prefacio a la Fundamentacin , donde el mismo Kant nos dice: Todos los oficios, gremios y artes han gana-do con la divisin del trabajo, pues en ellos uno no lo hace todo, sino

    que cada uno se restringe a cierto trabajo, que se distingue notable-mente de otros en el modo de su realizacin, para llevarlo a cabo con la mayor perfeccin y con ms facilidad Si bien sera por s mismo un objeto no indigno de consideracin preguntar si la filosofa pura no reclama en todas sus partes su especialista, y si no sera mejor para el conjunto del oficio erudito si se advirtiese a quienes estn acostum-brados, en conformidad con el gusto del pblico, a vender lo emprico mezclado con lo racional segn todo tipo de proposiciones descono-cidas para ellos mismos, a quienes se denominan a s mismos pensa-dores independientes, y elucubradores a otros que preparan la parte meramente racional, que no cultiven a la vez dos quehaceres que son absolutamente distintos en la manera de tratarlos, para cada uno de los cuales se exige quiz un talento especial y cuya unin en una persona produce slo chapuceros, con todo eso, aqu pregunto sin embargo slo si la naturaleza de la ciencia no exige separar siempre cuidadosamente la parte emprica de la racional (GMS 388: 15-34).

    18 En la Crtica de la razn pura, Kant usa esta expresin para hablar sobre el hilo conductor (Leitfaden) para descubrir todos los conceptos puros del entendimiento (Cfr. KrV, A 66 / B 91-A 84 / B 116). Este trmino, al mismo tiempo que seala la necesidad de una clara distincin de los conceptos puros del entendimiento, reclama una cierta unidad sistemtica. Esta unidad sistemtica de los conceptos puros del en-tendimiento es dada por la facultad de juzgar, ya que En cada juicio hay un concepto que vale por muchos, y bajo este muchos comprende tambin una representacin dada, la cual, ltima, es referida entonces inmediatamente al objeto Todos los juicios son, segn esto, funciones de la unidad entre nuestras representaciones, pues en ellos, el conoci-miento del objeto, se emplea, en lugar de una representacin inmedia-ta, una ms elevada que comprende bajo s a aquella y otras muchas; y en virtud de eso, muchos conocimientos posibles son recogidos en uno (KrV, A 68 / B 93-A 69 / B 94). Mas no me detendr a ahondar ms en esta temtica, sino que buscar una aplicacin de este trmino a la filosofa prctica.

    En esta aplicacin del trmino Leitfaden a la filosofa prctica de Kant, descubrimos la necesidad de un hilo conductor que unifique de forma sistemtica las tres partes que la conforman. As, al igual que la filoso-fa terica exige un hilo conductor que d unidad y estructura al saber terico, la filosofa prctica de Kant demandar un hilo conductor que medie entre sus tres elementos constitutivos. Este hilo conductor no podra ser otro que la facultad de juzgar, pero bajo el matiz de que es una facultad de juzgar libre. Este Leitfaden brinda una unidad sis-temtica a nociones como las de buena voluntad, bueno irrestric-to, ley moral, deber, imperativo categrico, virtud, deber, antroponoma, carcter, por mencionar algunos de los conceptos clave de la filosofa prctica de nuestro autor. De esta manera, las dis-tintas partes que conforman la filosofa prctica de Kant no slo man-tienen una relacin, sino que sta debe darse de forma sistemtica.

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    mo, todos los dems fines estn subordinados y en el cual tienen que unirse para adquirir uni-dad (Kant 2010: AKK 24). Bajo esta definicin de la filosofa es claro que su parte prctica, igual que la terica, demanda un cierto tipo de relacin entre sus distintas partes. Esta relacin, sin embargo, puede ser entendida de dos formas distintas: la primera como unidireccionalidad, la segunda como bidireccional. Tal y como lo indica el trmino, la primera sostiene una relacin lineal que va de la moral pura a la antropologa, mas no contempla el camino de la antropologa a la moral pura. En cambio, la segunda apostar no slo por la primera va, en cuanto que la meta-fsica y la antropologa se fundan en la moral pura, sino tambin en la segunda, alegando que sta es necesaria para su aplicacin.

    Una comprensin unidireccional de esta relacin, corre distintos peligros. Dos de los ms inmediatos son, por una parte, la imposi-bilidad para tener principios para la aplicacin del imperativo categrico a la especificidad del hombre y, por otra, no sera posible determinar qu deber concreto corresponde para cada si-tuacin o caso. En efecto, si la filosofa prctica de Kant fuese slo de la moral pura a la antro-pologa, los imperativos propios de la moral no podran tener principios para su aplicacin, ya que estos toman frecuentemente como objeto la naturaleza peculiar del hombre, cognoscible slo por la experiencia (MdS: 217). En una concepcin unidireccional, toda observacin emprica y antropolgica no servira de nada a la moral pura y, en consecuencia, no sera po-sible deducir de ellas ningn principio para la aplicacin del principio supremo de la morali-dad, lo cual equivale a decir que una metafsi-ca de la costumbres, como una moral impura a priori, sera imposible.

    Si la relacin entre las partes de la filosofa prctica de Kant fuese unidireccional, por otra parte, no habra forma alguna para determinar qu deberes nos corresponden efectuar en cada caso19. Existen reglas respecto de las cuales,

    de hecho, hay que hacer excepciones para que en determinados casos alcancen su finalidad (Kant 2004c: reflexin 7214), excepciones que slo pueden ser determinadas desde la parti-cularidad de cada caso. Esto hara de toda la casustica algo ajeno al sistema, reduciendo la funcin del imperativo categrico a la deri-vacin apodctica, y rechazara toda funcin reflexionante20 como la deliberacin, la evalua-cin, la formacin de nuevos conceptos mora-les y la creatividad moral.

    Una concepcin bidireccional, a diferencia de la unidireccional, sostiene que la moral kantia-na no est en el plano utpico e irrealizable, y al mismo tiempo evita que caigamos en una inter-pretacin utilitarista o consecuencialista de Kant, mismas que considero errneas. Dentro esta rela-cin bidireccional no slo se va de la moral pura a la antropologa en el orden de su fundamenta-cin, sino que tambin va reflexivamente de lo emprico a lo puro a priori para su aplicacin. Es decir, no slo va de la pureza de la ley moral a lo emprico, sino que tambin va de lo fctico a lo universal, lo cual es necesario para la correcta delimitacin de nuestros deberes21.

    En este sentido, la filosofa prctica de Kant no slo va de una moral pura a una an-tropologa, sino tambin de una antropologa a una moral pura. Si bien uno es el camino de la fundamentacin (de lo puro a lo emprico), el otro es el de la aplicacin (reflexivamente de lo

    19 Esto puede verse con mayor claridad en lo que dice Kant respecto a la relacin entre la parte racional de la filosofa prctica -tanto la moral

    pura como la metafsica de las costumbres-, y la antropologa: estas dos ciencias estn cercanamente relacionadas, y la moral no puede existir sin la antropologa, pues uno primero debe conocer del agente si est en una posicin para alcanzar lo que es requerido que deba hacer (Kant 2001: AKK 244).

    20 En la Primera Introduccin a la Crtica de la facultad de juzgar Kant dis-tingue dos tipos de juicios, los determinantes como aquellos que van de lo universal a lo particular-, y los reflexionantes que van de lo particular en busca de su universal (EE: 1).

    21 Sobre este punto es importante recordar que en la filosofa prctica de Kant no existe propiamente conflicto entre deberes, lo cual se ve de forma clara en lo que nos dice el filsofo de Knigsberg en la Metaf-sica de las costumbres, a saber: Un conflicto de deberes (collisio officiorum s. obligationum) consistira en una relacin entre ellos, en virtud de la cual uno de ellos anulara al otro (total o parcialmente). Pero, dado que deber y obligacin en general son conceptos , que expresan la necesidad objetiva prctica de determinadas acciones, y puesto que dos reglas opuestas entre s no pueden ser a la vez necesarias, sino que cuando es deber obrar atendiendo a una, obrar siguiendo la otra no slo no es deber, sino incluso contrario al deber (MdS: 224). En este sentido, es fundamental la delimitacin de nuestros deberes y el conocimiento de los diversos factores empricos que rodean a toda deliberacin.

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    emprico a lo puro). As, la moral no slo ad-quiere un fundamento slido al ir de la moral pura a la antropologa, sino que, por un lado, nos da aquellos datos que es necesario conside-rar para poder aplicar la ley moral presentada por el imperativo categrico al peculiar caso de cada hombre y, por otro lado, estos datos nos ayudan a formular las mximas y a juzgar su pertinencia en una determinada situacin. Esta bidireccionalidad de la filosofa prctica de Kant, como dijimos arriba, se finca en un hilo conductor. No obstante, el anlisis de sta que-da pendiente para una futura investigacin.n

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