La Cultura Organizacional en La Escuela
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La Cultura Organizacional en la Escuela Secundaria: Un Estudio de Caso
Hugo Alberto Gijón Mitre, Alejandro Hernández Solis
Universidad Pedagógica Nacional Unidad 213 Tehuacán
Dirección: Fraccionamiento el Humilladero S/N, domicilio conocido en el interior del colegio de Bachilleres. Tehuacan PueblaTeléfono de la Universidad: 01-238-38-3-53-05 (03)Teléfono particular: 01-238-38-2-65-67 (Alejandro Hernández Solis) Teléfono celular: 045-238-10-42-903 (Alejandro Hernández Solis)Teléfono particular: 01-238-38-2-52-02 (Hugo Alberto Gijón Mitre) Teléfono celular: 045-238-10-80-989 (Hugo Alberto Gijón Mitre)
Universidad del Valle de Puebla, plantel Tehuacán
Dirección: 5 poniente # 237 col. La Predrera, Tehuacan Puebla Teléfono de la Universidad: 01-238-38-4-82-36 (37)Teléfono particular: 01-238-38-2-65-67 (Alejandro Hernández Solis) Teléfono celular: 045-238-10-42-903 (Alejandro Hernández Solis)
Correos electrónicos: [email protected] (Alejandro Hernández Solis)[email protected] (Hugo Alberto Gijón Mitre)
Mesa de participación: Cultura en las organizaciones Tema: La Cultura Organizacional en la Escuela Secundaria: Un Estudio de CasoMesa: Cultura en las organizaciones
Autores: Gijón Mitre Hugo Alberto, Hernández Solis Alejandro
Colegio de Bachilleres del Estado de Puebla plantel 30 Tlacotepec de Benito Juárez Puebla.Dirección: Carretera a San Marcos Tlacoyalco S/N San José Valsequillo Tlacotepec de Benito Juárez Puebla.Teléfono del Bachillerato: 01-238-37-1-10-68
Universidad Pedagógica Nacional Unidad 213 Tehuacan
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Dirección: Fraccionamiento el Humilladero S/N, domicilio conocido en el interior del colegio de Bachilleres. Teléfono de la Universidad: 01-238-38-3-53-05 (03)
Universidad del Valle de Puebla, plantel TehuacanDirección: 5 poniente # 237 col. La Pedrera, Tehuacan Puebla Teléfono de la Universidad: 01-238-38-4-82-36 (37)
Resumen
El presente trabajo da cuenta de la cultura en la escuela secundaria “Ing. Jorge L. Tamayo”, como la trama de significaciones que van construyendo y recreando desde la cotidianidad los actores de la misma, en el que se muestra desde la vida interior del plantel, la cultura escolar como la obra constructora de los actores que actúan en su interior.
Para poder compartir esta experiencia se opto por el enfoque cualitativo para tener una visión holística y naturalista de la escuela secundaria utilizando el estudio de casos, así pues, el análisis y la interpretación de los distintos datos que arrojaron las técnicas aplicadas a la luz de los referentes teóricos, permitieron comprender la cultura de la escuela secundaria, en este sentido, es posible decir que las instalaciones, creencias, valores, rituales, pautas de conducta y asunciones, que desde el escenario escolar los actores van construyendo, resignificando y transmitiendo, convirtiéndose así en héroes, sacerdotes, murmuradores y narradores que entretejen el rumbo de la institución otorgándole un estilo y una singularidad que la hacen única.
2
Construcción de la Trama
El estudio de la cultura no debe limitarse a investigar tribus y pueblos
exóticos, que corresponde al antropólogo cultural, sino llegar al estudio de la
cultura de las organizaciones como lo son las instituciones escolares.
Este tema ha adquirido fuerza por estar ligado a los cambios sociales,
así como a las preocupaciones de los administradores por buscar que sus
organizaciones tanto empresariales como educativas se vuelvan más
eficientes. En este sentido, el “poco énfasis otorgado a factores de carácter
social y tal vez como resultado de los movimientos postmodernos, el análisis de
la cultura de las instituciones educativas ha surgido recientemente como un
nuevo paradigma dentro de la administración,”1 así, es posible decir que, en la
década de los 90 es cuando empieza a tener auge el estudio de la cultura en
las instituciones educativas, cuando investigadores como Elsie Rockwell,
Etelvina Flores, Maria Bertely Busquets, Julián López Yánez, I. Ángel Pérez
Gómez, Andy Hargreaves, entre otros, dan cuenta de la cultura escolar desde
un enfoque cualitativo, donde vierten opiniones diversas que se generan al
interior de las instituciones educativas, considerándola como un espacio en el
que se crea, se vivencia y se resignifica la cultura de la institución escolar, por
parte de los miembros de la escuela potenciando o bien limitando el rumbo de
la institución.
1 Nora H. Martínez y Anabella Davilla. “Preguntas y respuestas sobre un espacio vacío de investigación: el estudio de la cultura en instituciones educativas”, en: Revista Mexicana de Investigación Educativa. p. 11.
3
El concepto de cultura organizacional es deudor del concepto más
general de “cultura” analizado y estudiado desde la sociología, la antropología y
la estética, pero aplicado al campo de las instituciones educativas tiene unas
connotaciones peculiares. Así, para Ángel Pérez Gómez es
“El conjunto de significados y comportamientos que genera la escuela como institución social. Las tradiciones, costumbres, rutinas, rituales e inercias que la escuela estimula y se esfuerza en conservar y reproducir, condicionan claramente el tipo de vida que en ella se desarrolla y refuerzan la vigencia de valores, creencias y expectativas ligadas a la vida social de los grupos que constituyen la institución escolar”2.
Aunque hace dos décadas casi no se investigaba ni escribía respecto a
la cultura organizacional en el ámbito educativo, hoy en día parece ser tema de
interés para los investigadores en la educación, mostrando interés al indagar
tópicos relacionados con la cultura organizacional dentro del marco de las
instituciones educativas como lo es el nivel básico.
La escuela secundaria en México ha sufrido importantes
transformaciones a lo largo del siglo XX a partir de los procesos de
modernización, el incremento poblacional, la diversificación y especialización
del sistema educativo, así como las políticas que en materia educativa han
transformado a este nivel, llegando a ser hoy día, obligatoria para todos los
ciudadanos mexicanos en edad escolar. Ello, ha tenido repercusiones en la
forma en que se construye cotidianamente la cultura escolar y el sentido que
los estudios y las experiencias formativas y de convivencia han permeado para
todos los actores de la comunidad escolar. El significado de ser maestro,
2 Á. I. Pérez Gómez. “Encrucijada de culturas”, en: Las Culturas en la Escuela y la Cultura de la Escuela., p. 19
4
alumno o director de una escuela secundaria y la manera en que éstos se
relacionan entre sí han ido cambiando y adecuándose a los distintos contextos
de manera imperceptible y en forma paulatina.
Hoy, la escuela secundaria es un espacio público; es la institución social
que sigue aglutinando y educando a un significativo número de jóvenes en
edad escolar para cursar el nivel medio básico en una secundaria general. En
este sentido, los actores que participan en la escuela secundaria con los
saberes que han aprehendido mediante la práctica cotidiana en los distintos
espacios de la institución escolar, así como fuera de ella, generan una
dinámica cultural que se expresa en las prácticas y relaciones de los actores.
Las circunstancias anteriores han favorecido que la escuela secundaria “Ing.
Jorge L. Tamayo” se le considere un auténtico mosaico sociocultural;
representativo de la sociedad actual de Tehuacán.
Pero no todo es disciplina, trabajo o infraestructura en este marco, la
excelencia académica, que se dice, ha caracterizado desde sus inicios a esta
escuela, provoca que la demanda siempre sea superior a la capacidad de
recepción, este aspecto, lejos de ser negativo se ha convertido en una fuerza
para el plantel, ya que permite seleccionar a los alumnos de nuevo ingreso,
siendo este fenómeno generador de compromisos en cada curso escolar, ya
que los alumnos que llegan tienen interés real de cursar su secundaria en la
institución. La gran mayoría de los alumnos proceden de fraccionamientos y
colonias de la ciudad de Tehuacán, pero también asisten alumnos de las juntas
5
auxiliares e inclusive de otros municipios cercanos. Esa gama multicultural
refleja valores, creencias, ideas, sentimientos y voluntades de la comunidad
institucional que llegan a licuarse para verse traducida en la cultura
organizacional de la secundaria, que sirve como marco de referencia a los
miembros de la institución.
No obstante, se tuvo la oportunidad en numerosas ocasiones, durante la
estancia dentro y fuera de la institución como parte de los primeros
acercamientos con el objeto de estudio, escuchar a directores y a maestros de
la zona escolar, comentarios respecto a la Secundaria “Ing. Jorge L. Tamayo”,
algunos favorables y otros no tanto. En cierta ocasión, la entonces directora del
nivel de secundarias generales en el Estado de Puebla, visitó las instalaciones
de la escuela, mencionando los alcances que ha logrado dicha institución y la
trascendencia que ha tenido a nivel estatal, calificándola de una escuela
modelo del estado, lo que generó aún más preguntas e interés por conocer la
vida escolar que entretejen los actores desde la cotidianidad; pero no sólo los
cometarios de autoridades educativas, directores o maestros de la zona
escolar, sino también la conducta de los padres de familia llamaron
particularmente nuestra atención, como un fenómeno que se suscita año con
año, durante el periodo de preinscripción (sacar fichas en febrero) para los
alumnos de nuevo ingreso. Hay quienes se quedan toda la noche para poder
sacar una ficha, otros prefirieron madrugar y llegar desde la 1:00 a. m., también
hay padres de familia que tienen “amistad” con el director y/o con el personal
6
administrativo de la institución escolar y no hacen esa espera y algunos que no
madrugan y no conocen a nadie de la escuela suelen no alcanzan lugar.
Ante esta situación se preguntó de manera informal a algunos padres
de familia por qué tanta insistencia en colocar o inscribir a sus hijos
precisamente en esta institución escolar, haciendo comentarios que apuntaban
a lo siguiente “es una buena escuela“, “aquí los disciplinan”, “tiene buenas
instalaciones “, todo ello llevó a cuestionar y reflexionar un poco mas allá de lo
que palpan las personas en un primer momento, interesándonos aún más por
el objeto de estudio. Así pues era necesario preguntarse ¿Por qué se le
considera como una institución escolar sólida y exitosa? ¿Será por los
docentes, el director, la participación social, la opinión pública o la
infraestructura?, ¿Habrá conflictos dentro de la institución educativa o siempre
es armonía? ¿Qué hay detrás de esa institución escolar que a simple vista no
se puede palpar?, Planteándose el siguiente problema de investigación
¿Cómo es la Cultura organizacional de la Secundaria “Ing. Jorge L. Tamayo
de la ciudad de Tehuacán Puebla?
El escenario
El propósito de este apartado es ubicar al lector en el contexto o medio
ambiente significativo, es decir, en el lugar donde acontece el entramado.
El escenario se llama Escuela Secundaria General Ingeniero Jorge L
Tamayo, ubicada en Tehuacán, segunda ciudad más importante del estado de
7
Puebla y localizada al sureste de la entidad poblana; limita al norte con la
región de Ciudad Serdán, al este con el Estado de Veracruz, al sur con
Oaxaca, al oeste con la región de Izúcar de Matamoros y al noroeste con la
región de Puebla. Tehuacán es cabecera regional integrada por 38 municipios
colindando al norte; con los municipios de Tepanco de López, Chapulco,
Santiago Miahuatlán y Nicolás Bravo; al este, con San Antonio Cañada y
Ajalpan; al sur con Zapotitlán, San Gabriel Chilac y Altepexi, y al oeste con
Atexcal que la hace favorecida por la inmigración, dado que está rodeada de
zonas rurales de las que emanan individuos en busca de mejores
oportunidades, originando en los últimos años, el crecimiento poblacional de la
ciudad y por ende, demandas en cuanto a la prestación de servicios, como el
trazo de calles, creación de colonias, drenaje, luz, agua y por supuesto, la
demanda educativa por parte de los padres, para que sus niños en edad
escolar asistan a la escuela como una alternativa en vías de fortalecer el nivel
de vida familiar.
La escuela Jorge L. Tamayo llegan a solicitar ficha para el examen de
admisión, alumnos que egresan de las 69 instituciones de nivel primaria
(formal e indígena) y a la vez, es fuente de población potencial para los 36
bachilleratos en sus distintas modalidades del municipio y más tarde, para las
10 universidades del municipio. En el escenario antes descrito, los actores (Ver
apéndice A.1, A.2) cotidianamente construyen una cultura escolar como
organización.
8
El paradigma naturalista: arquetipo para la investigación cultural en las instituciones educativas
Existen dos paradigmas diferentes a la hora de acercase al estudio de la
Cultura Organizacional en las instituciones escolares: el positivista y el
naturalista. De ahí que, para el presente trabajo se ha optado por el paradigma
naturalista, llamado también “paradigma cualitativo, emergente, interpretativo,
alternativo, constructivista”3 centrándose en comprender la realidad desde los
significados de las personas implicadas y estudiar sus creencias, intenciones,
motivaciones y otras características del proceso educativo no observables
directamente ni susceptibles de experimentación.
En esta investigación, la cultura es entendida como metáfora (corriente
interpretativa, que permite analizar la realidad concreta en la que se
desenvuelven los actores) y que es congruente con la visión de distintos
autores como Deal y Kennedy (1982) y Geertz (1987), Pérez Gómez (1992,
1995), Yánez (1995), Hargreaves (1998, 2000), Sandoval (2000), quienes
sustentan que la cultura es entendida como una metáfora porque se genera en
el seno de las organizaciones como resultado de interrelaciones sociales
cotidianas en condiciones materiales, sociales y espirituales que dominan un
espacio y un tiempo, manifestándose a través de significados, valores,
sentimientos, pautas de conducta, leguaje, rituales, costumbres, objetos, tanto
materiales como simbólicos que rodean la vida individual y colectiva de la
comunidad escolar. Los autores antes mencionados consideran a la cultura
3 Esteban Sandin y Mª. Paz. Investigación cualitativa en educación. Fundamentos y tradiciones. p. 30
9
como punto medular en el éxito de las organizaciones, para ellos las
interrelaciones y la serie de significados que se suscitan en su interior, son las
que mueven y orientan el rumbo de tal o cual organización limitándola o bien
potenciándola. Por lo que el paradigma naturalista es el arquetipo para dar
cuenta de la organización escolar.
Congruente con la corriente Interpretativa que exige ser especialmente
cuidadosa y reflexiva para advertir y describir los hechos cotidianos en el
escenario escolar, tratando de identificar el significado de las acciones de esos
acontecimientos desde los diversos puntos de vista de los propios actores; es
necesario apuntar que ésta es la finalidad de la presente investigación,
preocupada por la fidelidad al contexto y las interrelaciones que vivencian
cotidianamente los actores, que por el método se inscribe en un estudio de
caso, así pues “una familia, una escuela, una clase, un claustro de profesores,
son algunos ejemplos de unidades sociales educativas que pueden describirse
a partir de un estudio de caso”4. Sin duda alguna, este método se basa en el
razonamiento inductivo, caracterizándolo por el descubrimiento de nuevas
relaciones y conceptos más que en la verificación o comprobación de una
hipótesis.
Toca aquí describir el proceder metodológico en torno al estudio de caso:
Mientras se observaba la realidad escolar, se diseñó un cuestionario que
desde la investigación naturalista es “un procedimiento de exploración de ideas 4 Gregorio Rodríguez Gómez et al. Metodología de la Investigación Educativa, p. 45.
10
y creencias generales sobre algún aspecto de la realidad, su elaboración parte
de los esquemas de referencia teóricos y experiencias definidas en relación
con el contexto del que son parte”,5 de tal suerte que el cuestionario fue en su
gran mayoría de preguntas abiertas que permitieron obtener respuestas en el
propio lenguaje de los que contestan -los alumnos-, así pues, el cuestionario se
agrupó en preguntas que fueran respondiendo a las categorías universales:
“contenido, orientación y la trama social”6.
Se realizaron entrevistas a seis docentes, dos administrativos, cuatro
padres de familia y un intendente. Es necesario apuntar, que las 13 entrevistas
que se realizaron fueron grabadas previo consentimiento de los informantes,
transcribiéndose después, siendo una de las tareas más laboriosas dentro de
la fase de trabajo de campo, pero al mismo tiempo una oportunidad más para
escuchar nuevamente a los informantes para interpretarlos.
En síntesis, las técnicas de recogida de información fueron: la
observación, el cuestionario y la entrevista; y como ya se dijo, una vez
recopilados todos los datos a través de instrumentos como el cuestionario, la
guía de observación, el diario y las trascripciones escritas, se procedió a la
sistematización de los mismos, considerando la propuesta de Francisco
Covarrubias, quien dice que una forma de hacerlo es mediante la construcción
de categorías.
5 Ibid. p. 186.6 Las categorías de contenido, orientación y la trama social son abordadas por diversos autores como Deal y Kennedy (1982), Geertz (1987), Pérez Gómez (1992, 1995), Yánez (1995), Hargreaves (1998, 2000), Sandoval (2000)
11
Es necesario apuntar que las categorías universales o constructos
sustentados por autores que cumplieron la función de ordenar y orientar el
pensamiento en la búsqueda del conocimiento cotidiano nunca se perdieron de
vista y fueron aterrizadas de manera empírica mediante la triangulación de
técnicas, donde fue posible construir categorías procesuales, subrayando
después los conceptos y la representación que de ellos hacían los actores (se
ha mencionado ya que todas las entrevistas se transcribieron). Una vez hecho
este ejercicio, se procedió a la argumentación, ya que en “los estudios de caso
[como lo es éste], tienen que utilizarse las herramientas teóricas preexistentes
y su capacidad explicativa del comportamiento específico en los procesos
particulares que se están analizando”7.
Lo que interesa es comprender el comportamiento de los actores de la
comunidad escolar y recrear la cultura desde la inspiración del día a día.
Recreando la cultura
Así pues, el análisis y la interpretación de los distintos datos que
arrojaron las técnicas aplicadas a la luz de los referentes teóricos, permitieron
comprender la cultura de la escuela secundaria “Ing. Jorge L. Tamayo”.
7 Francisco Cobarrubias Villa. “La construcción de categorías lógicas, ontológicas y sustantivas”, en: El modo científico de apropiación de lo real, p. 33.
12
Por tanto, la cultura organizacional, la hace diferente de las demás
desde la apariencia física, existe una total penetración de este punto, ya que
todos los actores coinciden en que sus instalaciones son bonitas, agradables,
que generan confianza, comodidad y seguridad a los estudiantes, facilitando el
proceso de enseñaza porque cuentan con el material necesario y sobretodo
porque la estructura física está bien distribuida para cada una de las
actividades que pretenda realizar la comunidad escolar.
El reglamento implícito es base de la cultura en la institución educativa
ya que, aunque no sea visible ni está escrita, cruza de forma sutil el quehacer
cotidiano de la escuela secundaria orientando y moldeando tanto la forma de
pensar como el comportamiento de los actores. Este resultado de significados
que se crean, seleccionan, intercambian y propagan en la comunidad educativa
enmarcan su actuación en el escenario de “símbolos construidos” y en torno a
los cuales puede haber mayor o menor identificación por parte de los actores.
En fin, hablar del reglamento implícito es desenterrar el mundo oculto que rige
la vida de la institución educativa, delineando el rumbo de la cultura, mediante
las pautas de conducta, el lenguaje, los valores y las asunciones, que los
actores recrean cotidianamente los espacios de la institución escolar.
Sin duda el éxito de la institución se debe más al trabajo individual o de
pequeños grupos que al colectivo escolar, de tal suerte que la individualidad,
es el punto de partida que va consolidando la escuela secundaria; entre los
elementos que hacen todavía más posible y que favorecen la individualidad
están la diversidad de materias que se imparten, exigiendo con ello una amplia
13
gama de personal especializado, generando con ello la formación de
subgrupos entre el equipo docente con base en dicha profesionalización, pero
también por afinidad y por cuestiones políticas, y si a esto le aunamos las
difíciles condiciones de trabajo, así como la ausencia de espacios colectivos de
interlocución profesional, el resultado es la individualidad donde el modelo de
un profesor, su asignatura, su curso en un aula durante un año, conduce a vivir
la profesión como un ejercicio de intervención donde el éxito es individual. Por
tanto no existe una consideración del éxito colectivo aunque así se asuma
como comunidad escolar y así lo exprese la sociedad, lo que en realidad está
sucediendo es una gestión individual (Sacristán 1992), donde cada quien
cumple con sus obligaciones laborales de asistencia a la institución, de trabajo
frente a grupo que desempeña, de la entrega de calificaciones, ellos
consideran que su función principal es ser buenos maestros y enseñar bien a
los alumnos, ya que el aula es el espacio donde construye y desarrolla un
estilo de trabajo, donde se generan estrategias propias para la enseñanza,
donde se adaptan los programas, se interactúa con los alumnos; en fin, el
resultado de esta individualidad no es un proyecto colectivo, sino la suma de
múltiples proyectos individuales lo que caracteriza a la escuela secundaria “Ing.
Jorge L. Tamayo”, y es que los actores se involucran desde sus trincheras,
desde su posibilidades, comprometiéndose con la tarea educativa según
convenga a ellos, para ello es necesario diferenciar el individualismo de la
individualidad (Lukes y Andy Hargreaves: 1998), el primero supone una
anarquía y una atomización social, es decir, el aislamiento y la soledad del
docente de secundaria que no favorece a la institución educativa y la segunda
14
(la individualidad) es una condición del ser humano que permite la creatividad,
la imaginación, la iniciativa y el compromiso personal de dar más de si mismo
y que ha sido estratégico en el éxito institucional ya que la forma que utilizan
los profesores para construir y crear activamente sus pautas individuales de
trabajo como respuesta a las contingencias cotidianas de su ambiente laboral,
ha beneficiado y potenciado el prestigio colectivo.
Así, la cultura institucional de la Tamayo como una organización viviente
la define el reglamento implícito que ha sido transmitido históricamente, y que
incluyen las pautas de conducta, el lenguaje, los valores, las creencias, las
ceremonias y los rituales comprendidos y quizás en distinto grado, por los
actores de la comunidad escolar.
No obstante la institución se propone impartir una mejor educación con
dos finalidades, preparar a sus alumnos para la vida y para la carrera
profesional, todo ello en un buen ambiente de trabajo, de tal manera que ésta
es la asunción básica que expresan los actores de la institución. Así pues,
explícitamente dan por hecho los actores que es la mejor institución, esto se
debe a la disciplina, responsabilidad y el trabajo, que se ve traducido en los
desfiles, actividades extraescolares y en concursos académicos, generándoles
orgullo y satisfacción tanto a docentes, alumnos y padres de familia. Muestra
de ellos son los valores que se comparten y que la escuela ha logrado
consolidarlos a lo largo del tiempo. Por tanto es posible hablar de cinco valores
que se comparten y que la escuela ha logrado configurar a través de estos
15
treinta años. La responsabilidad que se asume desde el momento que
cualquier actor ingresa a la institución educativa, derivada de los comentarios
que la misma sociedad hace. La disciplina como valor que caracteriza a la
institución ya que desde su creación fue planeada con una estricta formación
disciplinaria, que se ve traducida en la forma de vestir, pero también de
constancia al estudio, del sentido de responsabilidad, de puntualidad y
asistencia, el hábito a la lectura y valores como el respeto y la tolerancia. La
identidad a través de símbolos como el himno de la institución educativa, el
lema de la institución y en algunos docentes en las estrategias didácticas,
mismos que le han valido ser reconocida por la sociedad, además de
proporcionarle un sentido claro de identidad y peculiaridad. La puntualidad que
se ve reflejada en la hora de entrada, por parte de todos los actores de la
institución educativa, en la entrega oportuna de documentos y las tareas. Estos
cuatro valores expresados han contribuido al prestigio social adquirido.
Si los valores son el punto medular que hace diferente a la institución
educativa, la trama social desempeña un papel fundamental en la transmisión
de esos valores y creencias institucionales, porque la que mejor personifica a
un héroe como tal es la fundadora quien con su espíritu de trabajo, la visión
como líder nato que poseía, el estilo disciplinario que le impuso permitió
consolidar a la institución educativa como una secundaria de renombre y
prestigio de la sociedad de Tehuacán. Asimismo quienes mejor simbolizan a
los sacerdotes en la institución educativa son algunos docentes, quienes
permanentemente aconsejan a los alumnos, algunos velando por los intereses
16
de su grupo asesorado, así como la resolución de problemas que pudieran
presentarse dentro del aula. Por otra parte, los mejores narradores son los
padres de familia, así como los maestros, sin olvidar a los exalumnos. Todos
ellos cuentan historias, leyendas, anécdotas en torno de la escuela, de los
docentes, de la maestra María Antonieta, fundadora de la escuela. Los más
murmuradores son los alumnos, ya que la información que está en constante
circulación la recrean en las aulas, el receso, las horas libres, donde confluyen
distintas percepciones, entorno a un mismo tema, transformando el contenido
inicial de un salón a otro, igual que de un actor a otro.
Es posible decir que la orientación de la cultura tiene elementos
retrospectivos como prospectivos, ya que entorno al primer sentido es posible
afirmar que sigue haciéndose extensiva toda la filosofía de la maestra María
Antonieta y que aún sigue prevaleciendo como modelo para los nuevos actores
de la institución educativa; también los distintos actores visualizan a la escuela
mucho más moderna y no sólo en el aspecto tecnológico o entorno a las
instalaciones, sino también con respecto a que se tengan sólo a los mejores
profesores, así mismo los actores destacan la necesidad de directivos con
capacidad de liderazgo.
Por tanto, es necesario reconocer que la institución educativa está llena
de elementos tan complejos como los valores, la filosofía de la institución, las
pautas de comportamiento donde está implícito el lenguaje que utilizan para
comunicar su cultura. Las pautas de comportamiento transmiten los valores de
17
la institución y estos a su vez, configuran las creencias de la cultura
institucional.
Así pues, la cultura es fuerte y sólida por dos motivos principales, el
primero, por la visión que tuvo la directora fundadora y segundo, por su
condición socio-histórica construida por los directivos, docentes, administrativos
e intendentes, alumnos y padres de familia.
Recapitulando, es posible decir que, la escuela secundaria Ing. Jorge L.
Tamayo”, va construyendo su propia cultura, dotándola de un sentido y una
singularidad que la hacen única, expresándolo mediante el conjunto de
significados y comportamientos, donde los rituales e inercias que crean los
actores condicionan claramente el tipo de vida que en ella se desarrolla y
refuerzan la vigencia de valores, expectativas y creencias ligadas a la vida
cotidiana como miembros de la institución escolar. La cultura escolar que
recrean los actores de la institución educativa proporciona una identidad a los
miembros de ella, diferenciándola de las demás aún cuando sean grandes las
semejanzas entre las secundarias, permitiendo con ello hablar de una
idiosincrasia escolar y una peculiaridad que se ve reflejada en las instalaciones,
sus asunciones y los valores que han generado los distintos actores como
organización.
La escuela es entendida como un espacio; donde las vivencias
cotidianas que se sistematizaron a través de las categorías como el contenido,
18
la orientación y la trama social, dotan de conocimientos formales e informales a
un significativo número de alumnos, que les hace sentirse identificados como
parte de una escuela exitosa en Tehuacán.
La reflexión va en torno a que es necesario transitar de la individualidad
a la colaboración, pasar de la suma de individualidades a compartir metas
exitosas comunes, que permitan construir una cultura colaborativa, una escuela
con valores orientados a la participación de la decisión, que se centra en las
necesidades de los alumnos, respecto a las oportunidades de aprendizaje.
Para terminar reflexionando
Si bien es cierto que la individualidad utilizada por los profesores para
construir y crear activamente pautas de trabajo como respuesta a las
contingencias cotidianas de su ambiente laboral y que hasta la actualidad es lo
que ha sostenido a la institución educativa, hoy en día, parece que “las reglas
cambian” ante un mundo cada vez más globalizado, donde la educación y las
escuelas en todos sus niveles se vuelven el centro de atención del proceso
educativo y el despegue de un país.
Es necesario preguntarse si las pautas de individualidad responderán al
nuevo orden mundial o bien, se necesitan nuevas formas de organización. Por
lo que el reto de la escuela secundaria general “Ing. Jorge L. Tamayo”, es
transitar hacia una cultura de colaboración, como principio articulador e
19
integrador de la acción, la planificación, el desarrollo, la organización y la
investigación, aprovechando el potencial de las dos subculturas que se están
gestando por iniciativa propia y el compromiso que de manera individual han
asumido la mayoría de los actores, orientando sus intereses a la mejora de sus
haceres cotidianos.
Así, la colegialidad como alternativa, incluye varios elementos desde la
concepción de Hargreaves que permiten un mayor desarrollo del trabajo en
equipo hacia la consecución de los objetivos institucionales en un ambiente de
armonía. Por tanto, si se enfatiza en la colaboración como punto de partida
hacia el éxito organizacional, es posible hablar de un apoyo moral, en donde la
colaboración refuerza la resolución, permitiendo que los aspectos vulnerables
se pongan en común y salgan a la luz y ayuda a que las personas superen las
limitantes que acompañan los cambios en su primera etapa que, en otro
caso, las sofocarían e impedirían. Además se logra el aumento de la eficiencia,
ya que la colaboración elimina las duplicaciones y la redundancia entre
profesores y asignaturas, directivos y prefectos, dado que las actividades se
coordinan y las responsabilidades se comparten. Mejora de la eficacia al elevar
la calidad de la enseñanza de los profesores.
La colaboración estimula la asunción de riesgos, una mayor diversidad
de estrategias docentes y una sensación de mayor eficacia entre los
profesores, dado que los estímulos positivos y la retroalimentación sobre las
consecuencias de las acciones fortalecen la confianza en si mismos, de tal
forma que se reduce el exceso de trabajo, atenuando las cargas y presiones
20
que se derivan de unas demandas de trabajo intensificadas y del cambio
acelerado, a través del diálogo y la acción, así como de una fuente de
retroalimentación y de comparación que incita a los profesores a reflexionar
sobre su propia práctica, que permite una capacidad de respuesta de la
organización reuniendo los conocimientos, pericias y capacidades del
profesorado, directivos, prefectos y administrativos.
La colegialidad trae como consecuencia el perfeccionamiento continuo,
que estimula a los profesores a no contemplar el cambio como una tarea que
termina, sino como un proceso sin fin de perfeccionamiento en una búsqueda
asintótica, de la máxima excelencia, por una parte, y de nuevas soluciones a
los problemas que surgen con mayor rapidez. Por otra, promoviendo la
reflexión compartida, el aprendizaje profesional y el intercambio de saberes y
destrezas, la colaboración constituye una premisa fundamental del aprendizaje
en la institución educativa.
Finalmente es importante el papel del directivo en la construcción de la
cultura institucional ya que, si bien es cierto que los procesos de mejora
continua no son patrimonio exclusivo del director y subdirectores, sí son los
responsables de su diseño. Por tanto un director que actúa con cuidado y con
preocupación por los demás, siendo sensible a la diversidad, a la dinámica y a
la naturalidad de la vida escolar, se verá traducido en el cambio efectivo en la
cultura escolar. Para ello, se requiere de:
21
La profesionalización de la función directiva, con una visión
multirreferencial, que permitan orientar el trabajo y las acciones
cotidianas de cada uno de los actores hacia la consecución de los
objetivos institucionales.
El compromiso de los actores educativos, donde el actual director tiene
que evolucionar en el conocimiento de la organización escolar,
proponiendo continuidad en el trabajo de manera creativa e innovadora.
Unos docentes que comprometidos con la tarea educativa, trabajen
colegiadamente en el mejoramiento del proceso enseñanza aprendizaje
y que en espacios de reflexión, contribuyan en la toma de decisiones
en aras de seguir transformando centro escolar.
Unos administrativos y personal de apoyo (prefectos e intendentes) que
se articulen con los tiempos académicos, desde su lugar con la tarea
educativa.
Una escuela donde todos lo actores conocen el proyecto escolar.
Un modelo de gestión que transite de la individualidad a la colegialidad.
BIBLIOGRAFÍA
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APENDICE A.1Datos de personal que labora en la institución.
Total de Personal de Ambos Turnos
Directivos 4% 3
26
Docentes 58% 47Personal de Apoyo 38% 30
Total de personal 80
Planta Docente de Ambos Turnos
Mujeres 51% 24Hombres 49% 23
Total de personal 47
Personal docente de Ambos Turnos
Edad Promedio 44 Años
Tiempo en el magisterio 19 Años
Planta Docente de Ambos Turnos
Tiempo Completo 14 30%
27
Tres Cuartos de Tiempo 11 23%
Medio Tiempo 18 38%
Horas 4 9%
Planta Docente de Ambos Turnos
T.M. 13% 6
T.V. 21% 10
Ambos Turnos 66% 31
Planta Docente de Ambos Turnos
Imparten una materia 66% 31
Más de una materia 34% 16
28
Planta Docente de Ambos Turnos
Bachillerato Terminado 4% 2Carrera Técnica 4% 2INBA 4% 2Pasantes de Normal Superior 30% 14Titulados de Normal Superior 30% 14Pasantes de Licenciatura 4% 2Titulados de Licenciatura 4% 2Médico cirujano 2% 1Pasantes de Ingeniería 4% 2 Pasantes de Maestría 13% 6
APENDICE A.2Datos de alumnos
Total Alumnos Ambos Turnos
T.M. 50% (49.6 %) 954
T.V. 50% (50.4 %) 971
Total Alumnos 1925
Alumnos Ambos Turnos
Hombres 46% 882
Mujeres 54% 1043
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