La cultura científica: un marco conceptual de referencia para la evaluación de la percepción...

22
93 Óscar Montañés Perales E n la actualidad es cada vez mayor el número de países en los que se constata el interés por realizar análisis cuantitativos sobre percepción pública de la ciencia. Los estudios estadouni- denses incluidos en los Science & Engineering Indicators y, en menor medida, los europeos, incluidos en los Eurobarómetros, han sido los grandes referentes que han servido de guía, con alguna excepción, al resto de iniciativas. Ambos comparten una estructura similar en la que se pueden distinguir tres bloques. El primero tiene como objetivo el análisis del interés del público en la ciencia, la evaluación que hace de la información que cree tener sobre ella, y la exploración de las distintas fuentes a las que recurre para informarse –incluyendo su asistencia a centros de divulgación. En el segundo, dedicado a la comprensión pública de la ciencia, se pretende evaluar los conocimientos sobre una serie de términos y conceptos, y sobre los procesos propios de la ciencia. El último bloque se centra en las actitudes hacia diversas cuestiones relacionadas con la ciencia, como la política científica, su financiación, etc. Además de estos tres ejes temáticos, las encuestas suelen incluir apartados sobre temas específicos, como el análisis de determinados grupos sociales, el conocimiento de áreas concretas de la ciencia, actitudes hacia problemas vigentes en un momento dado, etc. En los estudios realizados en nuestro país por la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT), se optó desde un principio por no incluir preguntas vinculadas al segundo bloque, restringiendo la investigación a aspectos relacionados con los otros dos. 1 El diseño actual de los cuestionarios empleados en la mayoría de las encuestas es consecuencia de la 1 De forma excepcional, en el año 2006 se incluyó en el cuestionario una pregunta clásica de evaluación de cono- cimientos en la que se pedía al encuestado que se posicionase ante la veracidad o falsedad de diez afirmaciones. 4 LA CULTURA CIENTÍFICA: UN MARCO CONCEPTUAL DE REFERENCIA PARA LA EVALUACIÓN DE LA PERCEPCIÓN PÚBLICA DE LA CIENCIA Óscar Montañés Perales Instituto de Estudios de la Ciencia y la Tecnología. Universidad de Salamanca

description

En la actualidad existe un amplio consenso entre los especialistas dedicados al estudio de la comprensión y la comunicación pública de la ciencia sobre la ausencia de un marco teórico común que permita abordar los diferentes problemas relacionados con ambas disciplinas. Entendemos que dicha carencia afecta también a los estudios de percepción pública de la ciencia. Los modelos de comprensión, comunicación y percepción propuestos durante las últimas décadas del siglo XX carecen de la fundamentación teórica necesaria para analizar de forma rigurosa los aspectos implicados en la transferencia de conocimiento científico al público lego, y en la apropiación de la ciencia por parte de este último. Nuestra propuesta, centrada en la tercera de las actividades mencionadas –la percepción pública de la ciencia-, consiste en la delineación y aplicación de un marco teórico derivado del análisis epistemológico de la noción de cultura científica y tecnológica (o de forma abreviada cultura científica), tal y como la hemos esbozado en trabajos anteriores. Contrastaremos nuestra aproximación teórica con el análisis de la estructura de los cuestionarios de percepción pública de la ciencia realizados en Estados Unidos (Science Indicators), en Europa (Eurobarómetros), y en España (Fecyt), y con la evaluación de algunos de los principales resultados obtenidos a lo largo de la historia de estos estudios. Trataremos de poner de manifiesto la importancia de diseñar este tipo de estudios tomando como referencia las diferentes dimensiones que configuran la noción de cultura científica. Consideramos que la aplicación de un marco teórico semejante en la fase de diseño de las encuestas y de evaluación de los resultados, ofrecerá una perspectiva más global y precisa de la relaciones que se establecen entre la ciencia y el público en la sociedad actual.- “La cultura científica: un marco conceptual de referencia para la evaluación de la percepción pública de la ciencia”. Percepción social de la ciencia y la tecnología 2010.pp. 93 -14. FECYT, 2011.

Transcript of La cultura científica: un marco conceptual de referencia para la evaluación de la percepción...

  • 93

    scar Montas Perales

    En la actualidad es cada vez mayor el nmero de pases en los que se constata el inters por realizar anlisis cuantitativos sobre percepcin pblica de la ciencia. Los estudios estadouni-denses incluidos en los Science & Engineering Indicators y, en menor medida, los europeos, incluidos en los Eurobarmetros, han sido los grandes referentes que han servido de gua, con alguna excepcin, al resto de iniciativas. Ambos comparten una estructura similar en la que se pueden distinguir tres bloques. El primero tiene como objetivo el anlisis del inters del pblico en la ciencia, la evaluacin que hace de la informacin que cree tener sobre ella, y la exploracin de las distintas fuentes a las que recurre para informarse incluyendo su asistencia a centros de divulgacin. En el segundo, dedicado a la comprensin pblica de la ciencia, se pretende evaluar los conocimientos sobre una serie de trminos y conceptos, y sobre los procesos propios de la ciencia. El ltimo bloque se centra en las actitudes hacia diversas cuestiones relacionadas con la ciencia, como la poltica cientfica, su financiacin, etc. Adems de estos tres ejes temticos, las encuestas suelen incluir apartados sobre temas especficos, como el anlisis de determinados grupos sociales, el conocimiento de reas concretas de la ciencia, actitudes hacia problemas vigentes en un momento dado, etc. En los estudios realizados en nuestro pas por la Fundacin Espaola para la Ciencia y la Tecnologa (FECYT), se opt desde un principio por no incluir preguntas vinculadas al segundo bloque, restringiendo la investigacin a aspectos relacionados con los otros dos.1

    El diseo actual de los cuestionarios empleados en la mayora de las encuestas es consecuencia de la

    1 De forma excepcional, en el ao 2006 se incluy en el cuestionario una pregunta clsica de evaluacin de cono-cimientos en la que se peda al encuestado que se posicionase ante la veracidad o falsedad de diez afirmaciones.

    4

    LA CULTURA CIENTFICA: UN MARCO CONCEPTUAL DE REFERENCIA PARA LA EVALUACIN DE LA PERCEPCIN PBLICA DE LA CIENCIA

    scar Montas PeralesInstituto de Estudios de la Ciencia y la Tecnologa.Universidad de Salamanca

  • 94

    La cultura cientfica: un marco conceptual de referenciapara la evaluacin de la percepcin pblica de la ciencia

    labor llevada a cabo a lo largo de varias dcadas en las que se han ido incluyendo y eliminando tems con la intencin de perfeccionar el resultado de las cuantificaciones. Sin embargo, a pesar de la amplia difusin de los estudios, existen voces crticas que cuestionan la validez de la informacin obtenida mediante este tipo de prcticas. Durante las dos primeras dcadas, los tems dirigidos a evaluar conocimientos fueron ocupando progresivamente un mayor espacio. Posteriormente, una nueva corriente de opinin iniciada en los aos 90 contribuy a poner en duda los presupuestos sobre los que se erigan las mediciones de la alfabetizacin cientfica. El cuestionamiento de los principios de los que parta el modelo del dficit cognitivo de la comprensin y de la comunicacin publica de la ciencia, junto al auge de las ideas defendidas por los partidarios del modelo contextual, sembraron de dudas la validez de las cuantificaciones de la alfabetiza-cin cientfica realizadas hasta ese momento.2

    Mediante la revisin de la evolucin de las encuestas de percepcin pblica de la ciencia de carcter gene-ral y de la interpretacin de algunos de sus resultados, adems de evidenciar la alternancia del protagonis-mo otorgado al anlisis de conocimientos y actitudes, mostraremos las directrices tericas sobre las que se sustentan los estudios, e identificaremos las principales carencias que se les han atribuido. En la segunda parte del artculo propondremos una fundamentacin terica para el diseo de las encuestas basada en una nocin particular de cultura cientfica.

    1. DISEO Y EVOLUCIN DE LOS ESTUDIOS DE PERCEPCIN PBLICA DE LA CIENCIA. LA EVALUACIN DE CONOCIMIENTOS Y ACTITUDESEn 1957 y 1958 la National Association of Science Writers y la New York Universtiy realizaron los anlisis pione-ros en el mbito de la percepcin pblica de la ciencia. Algunos aos despus, a partir de 1972, la National Science Foundation dio inicio a los estudios integrados en un captulo, dedicado a las actitudes pblicas hacia la ciencia y la tecnologa, de los Science & Engineering Indicators, llevados a cabo cada dos aos. En los cuestionarios de 1957, 1958, 1972, 1974 y 1976, se otorgaba una mayor relevancia a la evaluacin de las actitudes. El anlisis del inters por la informacin cientfica recibi una menor atencin, y menor an el de los conocimientos. El examen crtico de estos estudios sirvi para tomar conciencia de ciertos problemas en el diseo de las encuestas. Los cuestionarios de 1957 y de 1958 tan solo incluan cuatro preguntas so-bre contenidos tericos y una sobre el mtodo cientfico. Las primeras hacan referencia a cuestiones muy apegadas a la actualidad del momento, lo que impidi su insercin en cuestionarios posteriores. Como consecuencia, se decidi sustituirlas por una serie de preguntas bsicas sobre conocimientos que fuesen ms representativas de los debates cientficos contemporneos y no perdiesen su vigencia con el paso de los aos. Tambin se introdujeron modificaciones atendiendo a algunas crticas que cuestionaban tanto la metodologa empleada como la fundamentacin terica de los estudios (La Porte y Chisholm, 1980; Pion y

    2 En la literatura sobre el tema es comn presentar estos dos modelos tericos dominantes a modo de contrapo-sicin. La caracterizacin del modelo del dficit cognitivo integra un menor nmero de elementos, lo que se traduce en un amplio consenso en las descripciones que ofrecen diferentes autores. El modelo contextual surgi como una propuesta alternativa a aquel, y se fue enriqueciendo a lo largo del tiempo hasta derivar en diversas iniciativas rela-cionadas con la participacin pblica de la ciencia. El desarrollo gradual de este modelo ha provocado que no todos los autores localicen sus lmites en la misma fase de configuracin, de modo que aquellos que los sitan en estadios tempranos no incluyen los aspectos vinculados a la participacin o, incluso, al conocimiento local del pblico, y optan por agruparlos bajo otras etiquetas. Nosotros preferimos no establecer esta ltima divisin puesto que consideramos que no estamos ante modelos consustancialmente diferentes sino ante interpretaciones o aplicaciones concretas del modelo contextual que comparten las mismas directrices tericas. Por tanto, aunque existen otras propuestas, en este trabajo hemos optado por centrarnos en los dos modelos ms relevantes de la comprensin y la comunicacin pbli-ca de la ciencia, dado que mediante estos se puede dar buena cuenta del resto de subdivisiones (Montas, 2010).

  • 95

    scar Montas Perales

    Lipsey, 1981). El resultado de todos estos cambios fue la elaboracin de un nuevo cuestionario, a partir de 1979, en el que se mantena la relevancia que haba tenido hasta entonces la evaluacin de las actitudes, y se aumentaba la de los conocimientos, tanto de contenidos como del mtodo cientfico. Sin embargo, a pesar de estos primeros pasos, no fue hasta la dcada de 1980 cuando las encuestas comenzaron a consolidar su estructura actual y, con el correr de los aos, el modelo estadounidense se ira difundiendo por otros pases.

    Paulatinamente aument el inters por la evaluacin de conocimientos, aunque los cuestionarios seguan incluyendo un buen nmero de tems dirigidos a analizar actitudes (Durant et al., 1992). Desde los aos 80 los resultados obtenidos mediante los tems de conocimiento ocuparon un papel muy destacado en los tra-bajos de los principales analistas, lo que propici que se identificara a menudo los estudios de percepcin pblica de la ciencia con anlisis de alfabetizacin cientfica. Un reduccionismo debido, en gran medida, a la influencia ejercida por el modelo del dficit cognitivo de la comprensin y de la comunicacin pblica de la ciencia. Este enfoque establece un umbral mnimo de conocimientos necesarios para despertar actitudes favorables hacia la ciencia y la tecnologa, y para legitimar la participacin del pblico en asuntos en los que stas se encuentran involucradas de algn modo.

    La nocin de alfabetizacin cientfica implcita en esta lnea de los estudios de percepcin pblica de la ciencia, es heredera de la segunda de las tres categoras propuestas por S. P. Shen en 1975. Denominada alfabetizacin cientfica cvica, estara orientada a concienciar a los ciudadanos de las implicaciones de la ciencia, y a familiarizarlos con sus problemas con el fin de promover la participacin en procesos de-mocrticos (Shen, 1975).3 En Estados Unidos, los responsables del diseo de las encuestas concibieron el tipo alfabetizacin cientfica que se deba cuantificar como el nivel de conocimiento de principios bsicos de la ciencia y la tecnologa suficiente para leer informacin sobre el tema en la prensa escrita y para en-tender los argumentos involucrados en una controversia (Miller, 2006). Jon D. Miller, el principal artfice de la elaboracin de los estudios incluidos en los Science Indicators entre 1979 y 1999, defini la alfabetizacin cientfica cvica como un constructo formado por tres dimensiones con las que determinar el umbral mnimo que permitira afirmar que un individuo posee la competencia suficiente para poder leer las informaciones sobre poltica cientfica publicadas en los medios de comunicacin: 1) un vocabulario bsico de trminos y conceptos cientficos, 2) la comprensin de los procesos o de las bases empricas de la ciencia, y 3) la conciencia del impacto de la ciencia y la tecnologa sobre los individuos y la sociedad (Miller, 1992:25).4 Se trata de una concepcin funcional de la alfabetizacin, que establece el nivel de comprensin necesario para desenvolverse como ciudadanos en la sociedad industrial moderna.

    En 1988, fruto de la colaboracin de Jon D. Miller con Geoffrey Thomas y John Durant, se introdujeron nue-vas modificaciones en los tems de conocimiento, tanto en los relativos al vocabulario bsico de trminos y conceptos cientficos como a los procesos y mtodos de la investigacin. La presencia de los primeros en los Science Indicators y en los Eurobarmetros ha perdurado hasta la actualidad, sin embargo los se-gundos solo se han incorporado completamente y de formar regular en los cuestionarios estadounidenses (Montas, 2011). La lnea de investigacin planteada por Miller, con la alfabetizacin cientfica cvica como fundamento de la comprensin pblica de la ciencia ha sido la principal referencia de los anlisis esta-dounidenses y, en menor medida, de los europeos. No obstante, tambin se han puesto en prctica otros modelos de encuesta, como la llevada a cabo en 1988 en Gran Bretaa bajo el amparo del Economic and Social Research Council. A pesar de que los mtodos de cuantificacin de conocimientos eran el resultado

    3 Shen distingua otros dos tipos de alfabetizacin cientfica: a) prctica y b) cultural.

    4 Aos despus, cuando se emprendieron estudios de carcter multinacional, se observ que la tercera dimensin variaba de forma significativa de un pas a otro, de manera que se opt por prescindir de ella en esos casos.

  • 96

    La cultura cientfica: un marco conceptual de referenciapara la evaluacin de la percepcin pblica de la ciencia

    de las modificaciones introducidas ese mismo ao por Miller, Thomas, y Durant, el estudio presentaba una justificacin terica y unos presupuestos diferentes. No parta de una idea especfica de alfabetizacin, de modo que no era necesario definir previamente un umbral mnimo, y se optaba por una medida escalar de la comprensin. El propsito era evaluar los niveles de comprensin e identificar las representaciones populares de la ciencia para compararlos entre s. En un principio este enfoque postulaba la necesidad de cuantificar tambin la comprensin de las instituciones sociales de la ciencia, adems de los contenidos tericos y de los mtodos de la investigacin, pero finalmente esa tercera dimensin no se incluy en el estudio (Durant et al., 1989, 1992).

    Por lo que respecta a las principales encuestas europeas, los Eurobarmetros, hasta la fecha ocho de ellas se han dedicado a la percepcin pblica de la ciencia, en 1977, 1978, 1989, 1992, 2001, 2005, 2007 y 2010.5 La primera estaba concebida para tantear las actitudes del pblico, como la imagen que tena de la ciencia y de la utilidad y los objetivos de la investigacin, o su relacin con la informacin cientfica. El estudio de 1978 sondeaba fundamentalmente las actitudes sobre los temores, riesgos, ventajas e inconvenientes de la ciencia y la tecnologa. A partir de 1989 se observa una clara influencia del modelo de los Science Indicators y de las modificaciones introducidas en 1988. Comparados con los Science Indicators, los Eurobarmetros no solo carecen de su periodicidad, sino que adems presentan una menor coherencia interna y una mayor alteracin en la formulacin de los enunciados de un cuestionario a otro (Montas, 2011).

    A juicio de Jon D. Miller, la interpretacin de los resultados acumulados durante los ltimos veinte aos avala la validez del mtodo empleado para cuantificar la alfabetizacin en las encuestas. En este sentido, se han realizado estudios y elaborado indicadores de alfabetizacin que mediante la utilizacin de una serie de tcnicas de medicin estadsticas como el anlisis factorial, los modelos de ecuaciones estructurales, y la Teora de Respuesta al tem (o Teora Pregunta-Respuesta)- muestran que tanto en Europa como en Estados Unidos se da una asociacin positiva entre el nivel de alfabetizacin cientfica y el de atencin a la poltica cientfica y tecnolgica, as como un aumento progresivo del nivel de alfabetizacin. Miller tambin ha iden-tificado una serie de factores que influyen de forma significativa sobre el nivel de alfabetizacin de los en-cuestados, como el nmero de cursos de ciencia de carcter general recibidos en la universidad, el uso de fuentes de aprendizaje no formal, y el nivel de estudios formales (Miller et al., 1998; Miller, 2004, 2006, 2010).

    En el extremo opuesto, los partidarios del modelo contextual sostienen que el tipo de conocimiento evalua-do en las encuestas es tan solo uno de los elementos involucrados en la relacin ciencia-pblico. Reivindi-can la necesidad de tomar en consideracin el contexto social en el que los ciudadanos entran en contacto con la ciencia, en lugar de limitarse a sus contenidos, mtodos y procesos. El conocimiento institucional y la construccin de la identidad social determinara cmo es experimentado, acogido, rechazado, etc., el conocimiento cientfico, as como su integracin en marcos sociales que poseen sus propios conocimien-tos locales (Wynne, 1992). Desde este modelo se propone una metodologa cualitativa y se afirma que los mtodos cuantitativos no ofrecen informacin sobre las formas de contextualizacin del conocimiento, de modo que o bien ofrecen una imagen simplificada o una imagen engaosa de las interacciones entre cien-cia y pblico y de la comprensin de este ltimo (Gross, 1994; Myers, 2003; Wynne, 1991; Sturgis y Allum, 2004; Kallerud y Ramberg, 2002).

    5 Adems de los citados, dedicados a la percepcin pblica de la ciencia en general, se han realizado otros sobre temas especficos (como la biotecnologa, el impacto de las nuevas tecnologas, el medioambiente, las tecnologas de la energa, los desechos radiactivos, la investigacin mdica y biolgica, la seguridad de la energa nuclear, etc.), y frecuentemente se incluyen preguntas sobre ciencia y tecnologa en los Eurobarmetros de carcter general. El estudio de 2007 se centr en la investigacin cientfica en los medios de comunicacin.

  • 97

    scar Montas Perales

    A pesar de su preferencia por la metodologa cualitativa, en ciertas ocasiones se ha tratado de incorporar en los cuestionarios tems orientados a cuantificar alguna de las cuestiones relacionadas con la perspectiva constructivista del modelo contextual. En 1993, Bauer y Schoon propusieron una codificacin multidimen-sional que inclua una opcin dirigida a evaluar la comprensin de la dimensin institucional de la ciencia.6 En 2000, Bauer, Petkova y Boyadjieva presentaron un amplio conjunto de indicadores relacionados con la cuantificacin del conocimiento de la dimensin institucional acompaado de otro sobre las actitudes hacia la naturaleza de la ciencia. Los autores consideraban que el conocimiento institucional poda resultar un indicador adecuado de la confianza en sta. Disearon doce tems que versaban sobre el trabajo en equipo, la revisin por pares, la financiacin, el prestigio, la autonoma, la poltica cientfica, y la competitivi-dad internacional relacionada con la ciencia bsica de un pas (Bauer y Schoon, 1993; Miller, J. 1993; Bauer et al., 2000; Sturgis y Allum, 2004).7 En el ao 2002, Kallerud y Ramberg, partiendo de la suposicin de que las encuestas tradicionales no captan de forma adecuada el inters de los ciudadanos por los aspectos normativos e institucionales de la ciencia, se propusieron comprobar si las encuestas podan proporcionar informacin til, y aplicable a las polticas cientficas, sobre la presencia y funcin de diversas representa-ciones y perspectivas sociales de la ciencia en las percepciones del pblico. Concluyeron que los resul-tados obtenidos al insertar preguntas sobre el carcter sociopoltico de la ciencia, reflejaban la existencia de una fuerte sensibilidad en las percepciones del pblico hacia temas vinculados a la responsabilidad y la receptividad ante la ciencia (Kallerud y Ramberg, 2002). Dos aos despus, Sturgis y Allum plantearon la posibilidad de realizar un estudio cuantitativo de los dos dominios de conocimiento ms relevantes en el modelo contextual, el conocimiento institucional y el conocimiento local aunque finalmente se limitaron al primero.8 En un trabajo posterior, Bauer, Allum, y S. Miller se opusieron a la identificacin que habitualmente se hace entre el modelo del dficit y los mtodos cuantitativos, y entre el modelo contextual y los mtodos cualitativos, al considerar que la crtica legtima del modelo del dficit no implica necesariamente dicha identificacin. Propusieron romper con ella e incorporar los mtodos cuantitativos en la nueva perspectiva de la comprensin pblica de la ciencia, ampliando as el campo de investigacin con cuatro desarrollos: a) la contextualizacin de los distintos resultados obtenidos en las encuestas y otros estudios, mediante la re-formulacin del problema de la relacin conocimientos-actitudes, b) un marco de trabajo de indicadores de ciencia que permita analizar los datos en busca de indicadores culturales, c) la integracin global y el anlisis de bases de datos longitudinales, y d) la comparacin y el anlisis de otros conjuntos de datos como los relacionados con el anlisis de contenido de los medios de comunicacin, u otros de carcter cualitativo- con una perspectiva a largo plazo (Bauer et al., 2007; Sturgis y Allum, 2004).

    Uno de los aspectos ms controvertidos en torno a la propuesta de Miller afecta a su carcter normativo y a los presupuestos tericos que subyacen al mtodo de evaluacin de la percepcin pblica de la ciencia mediante encuestas. Se trata de la identificacin de la adquisicin de conocimiento cientfico por parte del

    6 La propuesta fue duramente criticada por estar enmarcada dentro de un estudio que haba seguido una metodolo-ga cuya aplicacin, a los datos concretos que estaban en juego, fue calificada de errnea por Miller, de manera que la opcin relativa a la dimensin institucional, aun no siendo conceptualmente descartada en s misma, qued invalidada dentro del contexto general del estudio (Miller, 1993, p. 238).

    7 En este caso, una de las dificultades que se present radicaba en la carencia de medios objetivos para verificar si las respuestas dadas a algunos tems estaban basadas en conocimientos reales de los encuestados o no, ya que dichas respuestas podan pertenecer ms al mbito de las actitudes que al de los conocimientos.

    8 Ante la dificultad de disear indicadores satisfactorios para medir este tipo de conocimiento, optaron por recurrir a una estrategia indirecta empleada en el campo de la ciencia poltica. Supusieron que el nivel de conocimiento poltico de los ciudadanos tiene un impacto muy significativo sobre sus preferencias polticas, actitudes, y creencias, de mane-ra que podra ser un indicador del conocimiento de las relaciones polticas e institucionales en las que se desenvuelve la regulacin de la ciencia. Aunque no es una medida directa del conocimiento institucional de sta, los autores crean que poda constituir una buena aproximacin.

  • 98

    La cultura cientfica: un marco conceptual de referenciapara la evaluacin de la percepcin pblica de la ciencia

    pblico con su apoyo a la ciencia.9 Los crticos consideran que la correlacin positiva entre conocimientos y actitudes favorables presupuesta en la definicin de la alfabetizacin cientfica cvica- supone una simpli-ficacin excesiva del conjunto de interacciones complejas entre ambas variables, y apelan a los resultados obtenidos en diferentes estudios. En este sentido, algunos autores han rebatido la suposicin de que los temores irracionales del pblico lego se deban fundamentalmente a una carencia de comprensin cientfi-ca, y han recurrido a explicaciones de carcter sociolgico y cultural vinculadas a determinadas creencias y valores. A pesar de no haberse formulado siempre de forma explcita, la aceptacin de la correlacin positiva entre conocimientos y actitudes ha sido tan amplia que ha servido para justificar iniciativas propuestas por la comunidad cientfica, y para impulsar programas gubernamentales de fomento de la comprensin pblica de la ciencia y la tecnologa. El anlisis de dicha correlacin ha sido juzgado por ciertos expertos como la cuestin fundamental de la investigacin sobre comprensin pblica de la ciencia, y ha suscitado diversas interpretaciones (Bauer et al., 2007; Evans y Durant, 1995; Sturgis y Allum, 2004; Yankelovich, 1982).

    En aquellas posiciones situadas a medio camino entre el modelo del dficit y el modelo contextual, la asuncin de la relacin lineal entre conocimientos, nivel de inters, y actitudes positivas, es menos estricta que en el primero, y aunque algunos autores confirman una correlacin moderadamente positiva, tambin ofrecen una visin compleja y detallada de los elementos que intervienen en ella, mostrando que no se trata de una relacin lineal. En el anlisis realizado por Durant, Evans, y Thomas de la encuesta britnica de 1988 y del Eurobarmetro n.31, de 1989, los autores mostraron su inters por correlacionar la comprensin pblica con una serie de variables demogrficas edad, sexo, clase social, y nivel de estudios- y con otros resultados de la encuesta. En el examen de los datos de 1988 se observ que la variable sociodemogrfica que ms influa en la comprensin de la ciencia era el nivel de estudios, y se hall una fuerte correlacin entre inters y comprensin. En un anlisis posterior de la misma encuesta, Evans y Durant trataron de profundizar en la relacin entre conocimiento y actitudes. Tras comprobar que el conocimiento cientfico estaba relacio-nado moderadamente con el apoyo a la ciencia, se investig el comportamiento de esa conexin teniendo en cuenta la variacin de la formulacin de las preguntas incluidas en la encuesta, y distintas reas de la investigacin cientfica. Los autores encontraron que tomar como referencia los datos sobre las actitudes pblicas hacia la ciencia en general no ofreca una buena orientacin para anticipar cules podan ser las actitudes hacia reas especficas.10 Las actitudes de los encuestados con un alto nivel de conocimientos tendan a ser ms favorables a la ciencia en general y a las reas de investigacin con mayor utilidad o relevancia social. Sin embargo, cuando estaban en juego reas asociadas a temas social o moralmente controvertidos como la ingeniera gentica, o el uso de embriones humanos para la investigacin- o reas que, aun siendo consideradas interesantes, no se caracterizaban por su utilidad social, los encuestados con ms conocimientos manifestaban una mayor oposicin a su financiacin que aquellos con menos conoci-mientos. Las actitudes de quienes posean un menor nivel de comprensin, fluctuaban ms dependiendo de la formulacin de las preguntas, mientras que eran ms estables, que las de los entrevistados con ms conocimientos, en la valoracin de distintas reas de investigacin. En general, los datos mostraban que el nivel de inters resultaba una herramienta ms adecuada que el nivel de comprensin para predecir las posibles actitudes. Por lo tanto, estos resultados cuestionaban la validez de algunos supuestos del modelo del dficit cognitivo, y ponan de manifiesto el error que entraara presentar inequvocamente por parte de

    9 Tambin se ha acusado a los defensores del modelo del dficit de velar principalmente por la salvaguarda de los beneficios para la propia ciencia, bajo el amparo de la incierta promesa de la futura insercin del pblico en los deba-tes y en los procesos de decisin relacionados con la ciencia, una vez alcanzado el umbral mnimo de conocimientos requerido.

    10 Evans y Durant definen las actitudes hacia la ciencia en general como aquellas que afectan a la ciencia cuando es entendida como un conjunto de principios, como una manera de comprender el mundo, o como una profesin. Se trata de actitudes cuya influencia puede tener poca relevancia a la hora de emitir juicios sobre temas concretos de po-ltica cientfica, a diferencia de las actitudes relacionadas con consideraciones prcticas, y con valores no vinculados a la ciencia misma (Evans y Durant, 1995, p. 59).

  • 99

    scar Montas Perales

    las instituciones cientficas o polticas, de la comunidad cientfica, etc.- el fomento de la comprensin pblica de la ciencia como una estrategia para obtener el apoyo incondicional hacia cualquier tipo de investigacin (Evans y Durant, 1995).11

    Posteriormente, el anlisis realizado por Bauer, Durant y Evans de los resultados obtenidos en el Euroba-rmetro n 31, confirmaba la tendencia encontrada en la encuesta britnica de 1988. Los individuos con un mayor nivel de conocimientos cientficos tendan a mostrar actitudes ms favorables hacia la ciencia en general. Adems, tambin corrobor que no siempre se poda identificar un alto nivel de conocimiento cientfico con un mayor inters y con actitudes ms favorables. De modo que se afianzaba la idea de que la relacin entre conocimiento, inters, y actitudes era ms compleja que la propuesta lineal, y se apuntaba a una polarizacin y diferenciacin de las actitudes en correspondencia con altos niveles de conocimiento (Bauer et al., 1994).12

    En un estudio ms reciente se analizaron los resultados de 193 encuestas, realizadas desde 1989 en 40 pases, con el propsito de investigar la correlacin entre conocimiento y actitudes de una manera amplia y exhaustiva. Sus responsables se propusieron corroborar o refutar una serie de conclusiones extradas de trabajos anteriores: a) la identificacin de un mayor nivel de alfabetizacin cientfica con actitudes positivas hacia la ciencia en general, y b) la dificultad de identificar de forma generalizada un mayor nivel de alfabe-tizacin con actitudes positivas hacia aplicaciones tecnolgicas especficas, o hacia determinadas reas de la investigacin cientfica. En un principio, el examen de los datos correspondientes a conocimientos y actitudes en general, confirm que la correlacin global es pequea pero positiva y estable; sin embargo, un anlisis ms detallado de los resultados, en el que se tenan en cuenta tipos particulares de conocimientos y actitudes relacionadas con determinados temas, mostraba una variacin significativa del grado de corre-lacin dependiendo del tipo de conocimiento y de actitud que se considera en cada caso. Por tanto, seran los conocimientos concretos los que pueden resultar ms relevantes para comprender cmo se generan las opiniones entre el pblico (Allum et al., 2008).13 Los autores no profundizaban en las posibles causas que pudieran explicar la asociacin entre conocimiento y actitudes, y se limitaban a sealar la existencia de un vnculo entre ambas dimensiones que sigue requiriendo una explicacin. A su juicio, la insistencia de algunos sectores en que la alfabetizacin cientfica no proporciona un marco completo para comprender las repuestas del pblico a la ciencia y la tecnologa, ha contribuido a que se pase por alto la necesidad de explicar de forma satisfactoria cmo el conocimiento de la ciencia est relacionado con las preferencias sobre su puesta en prctica en la sociedad, y sugieren la posibilidad de indagar en los mecanismos socia-les y psicolgicos que generan las asociaciones puestas de manifiesto en su estudio (Allum et al., 2008).

    11 Al mismo tiempo estos resultados implicaban el cuestionamiento indirecto de las crticas que identificaban cual-quier tentativa de promocionar la comprensin pblica de la ciencia, con un intento de buscar nicamente su adhesin y respaldo.

    12 En el marco de anlisis de los Science Indicators no se comenz a investigar las correlaciones basadas en el nivel de alfabetizacin del pblico hasta finales de la dcada de 1990. Hasta entonces se prim el anlisis de la co-rrelacin entre tres tipos de pblico atento, interesado, y residual-, una serie de variables sociodemogrficas, y las respuestas dadas a diversas preguntas, encontrndose que, por lo general, el pblico atento manifestaba actitudes ms positivas hacia la ciencia y la tecnologa. La distincin entre los tres pblicos no obedece a una evaluacin de conocimientos, sino a la autoevaluacin del nivel de inters y de informacin declarada por los propios encuestados.

    13 Los autores encontraron que los tems de conocimiento de las 193 encuestas analizadas podan clasificarse en dos escalas de conocimiento distintas, una sobre conocimiento de carcter general en la que se incluiran las preguntas sobre conceptos y conocimientos de hecho, propias de los Science Indicators y de los Eurobarmetros-, y otra ms especfica sobre conocimientos de biologa y gentica. Los cuestionarios tambin recogan un buen nmero de tems relacionados con el medioambiente, pero no los suficientes como para crear una tercera escala de conoci-mientos que se ajustara a las exigencias metodolgicas del estudio. En cuanto a los tems sobre actitudes, podan diferenciarse cinco reas: 1) ciencia en general, 2) energa nuclear, 3) medicina gentica, 4) alimentos modificados genticamente, y 5) ciencia medioambiental (Allum et al., 2008, p. 43).

  • 100

    La cultura cientfica: un marco conceptual de referenciapara la evaluacin de la percepcin pblica de la ciencia

    La relacin entre las actitudes pblicas hacia la ciencia y el nivel de industrializacin o desarrollo de la so-ciedad, constituye, como una extensin del anterior, otro de los temas destacados en la literatura sobre per-cepcin pblica de la ciencia. El anlisis de Durant, Evans, y Thomas de los resultados del Eurobarmetro n 31, fue pionero en el diseo de indicadores creados para comparar la percepcin pblica de la ciencia de distintos pases, mediante el estudio de las relaciones entre una serie de variables socioeconmicas nivel de industrializacin, producto interior bruto, gasto del Gobierno en I+D- y el conocimiento, el inters, y las actitudes hacia la ciencia. Los responsables del estudio observaron que los ciudadanos de pases con un mayor desarrollo industrial y cientfico, tendan a tener mayores niveles de inters y de conocimiento, y a mostrar un mayor apoyo a la ciencia en general. Entre los ciudadanos de los pases con un menor desarro-llo, tenda a haber una mayor variacin en la distribucin del conocimiento cientfico que en los ms desa-rrollados. Pero si los pases con un mayor nivel de conocimientos puntuaban ms alto en inters, tambin se apreci que ste no segua una progresin constante, existiendo entre ellos una amplia variacin de sus niveles de inters. La comparacin entre el nivel de industrializacin y el de inters revelaba que los pases que ocupaban los extremos en la escala que meda el grado de industrializacin eran los que alcanzaban cotas de menor inters, un resultado que llev a los artfices del estudio a concluir la existencia de dos tipos de desinters, uno consecuencia de la ignorancia y otro del conocimiento.

    Un trabajo posterior en el que se analizaban los datos del Eurobarmetro n 38.1, de 1992, sigui esta misma lnea y propuso un modelo para explicar la comprensin pblica de la ciencia basado en el nivel de desarrollo industrial de cada pas. El modelo parta de una serie de hiptesis sobre la distribucin del cono-cimiento cientfico, el inters, y las actitudes hacia la ciencia, en base al grado de industrializacin. Despus analizaba dichos presupuestos con la informacin obtenida en la encuesta. Una de las conclusiones a las que se lleg fue la constatacin de que los presupuestos del modelo del dficit se adaptaban mejor a aquellos Estados miembros de la Unin Europea con menor grado de desarrollo industrial, mientras que en los pases con mayor nivel de desarrollo, la relacin entre conocimiento y actitudes resultaba ms compleja (Durant et al.,1992; Durant et al., 1989; Bauer et al., 1994; Durant, Bauer et al., 2000). En 2002, Kallerud y Ramberg abundaron en estas conclusiones y ofrecieron datos que parecan oponerse a la correlacin lineal entre conocimiento y actitudes positivas defendida por el modelo del dficit, y reforzaban notablemente las conclusiones alcanzadas en estudios anteriores en los que dicha correlacin se analizaba en pases con un alto nivel de desarrollo industrial (Kallerud y Ramberg, 2002; Durant et al., 2000).

    Los artfices de la investigacin en la que se analizaron los resultados obtenidos en 193 encuestas con-cluan que las grandes diferencias en la relacin conocimientos-actitudes en distintos pases, atribuida por estudios anteriores a las disparidades culturales tales como el grado de desarrollo econmico local, ten-dran otra explicacin. De esta forma, gran parte de lo que se ha interpretado como diferencias culturales se puede explicar principalmente por la desigualdad en la proporcin relativa de individuos que poseen determinadas caractersticas en los pases, ms que por la cultura en s misma (Allum et al., 2008, p. 51).14 En 2004, Pardo y Calvo llevaron a cabo un anlisis metodolgico pormenorizado de la primera de las dimen-siones de la alfabetizacin cientfica vocabulario bsico de trminos y conceptos cientficos -, tomando como referencia el Eurobarmetro n 38.1. Aunque admitan que las encuestas de percepcin pblica de la ciencia han contribuido a aclarar diversos aspectos de la dimensin cognitiva y son tiles para establecer distinciones generales en los niveles de alfabetizacin, tambin reconocan que padecen serios dficits de carcter mtrico y conceptual, y recomendaban una serie de cambios en la medicin y anlisis de conoci-

    14 Se estim que solo un 10% de las diferencias totales era consecuencia de las peculiaridades de los pases, y se propusieron tres posibles causas para explicar esta variacin: a) el porcentaje de la poblacin matriculada en la edu-cacin superior, b) el producto interior bruto per cpita, y c) el nmero de conexiones a Internet por cada mil habitantes. La nica de las tres que poda explicar la variacin observada era la primera, puesto que tena un pequeo efecto positivo sobre la relacin conocimientos-actitudes; sin embargo, los autores advierten que se trata de un resultado provisional que es necesario corroborar con futuros estudios.

  • 101

    scar Montas Perales

    mientos. Las crticas dirigidas a la nocin de alfabetizacin cientfica implcita en las encuestas, sumadas a los resultados obtenidos en algunos de los estudios que han tratado la relacin entre conocimientos y acti-tudes, explicaran, segn ellos, el cuestionamiento actual de la cuantificacin de la dimensin cognitiva. Los autores constatan que la fiabilidad de los valores del test de conocimiento es ms alta cuanto menor es el nivel de educacin y el nivel de desarrollo. A su vez, cuestionan la explicacin ms comn de este dato, se-gn la cual la alta especializacin cognitiva y la gran variedad de intereses de los ciudadanos pertenecientes a sociedades postindustriales se traducira en una mayor combinacin de ignorancia y conocimiento, lo que provocara la disminucin de la fiabilidad para el conjunto de la muestra en estas sociedades. Por otro lado, la mayor consistencia hallada en la sociedades menos avanzadas sera fruto de la mayor ignorancia de un nmero amplio de ciudadanos sobre gran parte de las cuestiones cientficas. A su juicio, esta hiptesis no explica las diferencias observadas en la fiabilidad del test de conocimiento en ambos tipos de sociedades, sino que su razn de ser radicara en la estructura del test mismo, y en su escasa capacidad para discriminar entre los individuos de las sociedades ms avanzadas y de los grupos con mayor nivel de educacin, dada la mayor homogeneidad de sus respuestas (Pardo y Calvo, 2004, p. 216, 223). En un trabajo publicado dos aos antes, estos autores llevaron a cabo un anlisis metodolgico y estadstico de los tems y escalas dirigidos a evaluar actitudes. En este caso tambin sealaron importantes imperfecciones formales y con-ceptuales que ponan en cuestin la veracidad de los resultados obtenidos. Sus recomendaciones instaban a revisar y refinar los presupuestos tericos y las pautas metodolgicas de las cuantificaciones. Proponan analizar las actitudes de una forma ms compleja, teniendo en cuenta aspectos cualitativos y las diversas interacciones que pueden existir en la relacin del pblico con la ciencia (Pardo y Calvo, 2002).

    2. LA NOCIN DE CULTURA CIENTFICA COMO FUNDAMENTO TERICO DE LOS ESTUDIOS DE PERCEPCIN PBLICA DE LA CIENCIALos estudios de percepcin pblica de la ciencia puestos en marcha por la FECYT en 2002 son en gran medida herederos del trabajo realizado durante ms de tres dcadas en el marco de los Science Indica-tors y los Eurobarmetros. Pese a ello, un rasgo distintivo de las encuestas espaolas es el desinters por cuantificar la alfabetizacin cientfica por medio de tems de conocimiento. Aunque en la introduccin de los 4 informes publicados por la FECYT no se detallan las razones que justifican esta decisin, las interpreta-ciones de los analistas de los estudios confirman que es una consecuencia del descrdito de la nocin de alfabetizacin cientfica y del modelo del dficit implcito en las encuestas, as como del cuestionamiento de la relacin lineal entre conocimientos y actitudes. Sin embargo, como hemos podido comprobar, el debate sobre la pertinencia o no de cuantificar la alfabetizacin cientfica no est cerrado, y en los ltimos aos ha aumentado el consenso sobre la existencia de conexiones relevantes entre el nivel de conocimientos y las actitudes hacia la ciencia.

    Las crticas dirigidas al modo tradicional de cuantificar la alfabetizacin cientfica encuentran su razn de ser cuando se evidencia la necesidad de evaluar la comprensin pblica de la ciencia dando cabida a otro tipo de conocimiento y de informacin que tambin interviene en la relacin cotidiana que se establece entre el pblico y la ciencia. No obstante, si atendemos a los estudios llevados a cabo por Jon D. Miller sobre la alfabetizacin en Estados Unidos, no podemos negar el valor de la informacin acumulada durante las tres ltimas dcadas como indicador general de la evolucin del nivel de un tipo de conocimiento. A su vez, investigaciones como las de Pardo y Calvo ponen de manifiesto algunas de las debilidades que merman la utilidad de dichas cuantificaciones, y hacen patente la necesidad de introducir modificaciones. Ni las crticas al modelo del dficit, ni la dificultad de explicitar con precisin la naturaleza del vnculo constatado entre conocimientos y actitudes, ni las deficiencias identificadas en el diseo de los tems, justifican la ausencia

  • 102

    La cultura cientfica: un marco conceptual de referenciapara la evaluacin de la percepcin pblica de la ciencia

    de la evaluacin de la alfabetizacin en los cuestionarios sobre percepcin pblica de la ciencia, sino que confirman la perentoriedad de desarrollar nuevas herramientas que faciliten informacin ms precisa. El principal reto que hay que afrontar en este sentido es el diseo de preguntas e indicadores que permitan dilucidar de forma ms precisa la naturaleza de esa conexin, lo que implica una nueva forma de concebir la cuantificacin de conocimientos y actitudes. A nuestro juicio, la nocin de cultura cientfica puede servir de elemento articulador de una tarea semejante.

    Aunque de un tiempo a esta parte dicha nocin se encuentra muy presente en la literatura sobre el tema, por lo general su uso se ha caracterizado por una indefinicin carente de fundamentacin terica. La carac-terizacin de la cultura cientfica que proponemos se presenta como una herramienta conceptual orientada a estructurar una base terica aplicable a los estudios de percepcin pblica de la ciencia, y a evaluar las estrategias de carcter prctico puestas en marcha para sondear la percepcin del pblico. En trabajos precedentes hemos caracterizado la cultura cientfica como principio vertebrador de la comprensin y de la comunicacin pblica de la ciencia, con el propsito de que sirviese de fundamento y elemento integrador de ambas actividades. Adems de acotar la clase de informacin que est en juego en una y otra, posibilita la planificacin y la evaluacin de las iniciativas vinculadas a ellas (Montas, 2010). La equiparacin de la cultura cientfica con la alfabetizacin cientfica, circunscrita sta al tipo de conocimientos evaluados en las encuestas o ampliada con conocimientos como los reivindicados por el modelo contextual de carcter institucional, social, o local-, conlleva una visin reducida de la cultura cientfica que deja fuera rasgos cons-tituyentes esenciales. Ciertamente, a pesar de esta carencia, los tems que forman parte de las encuestas cuantifican algunos de los rasgos propios de la cultura cientfica, pero su utilidad para evaluar la percepcin pblica de la ciencia se ve mermada por la falta de una estructura organizada en torno a un ncleo terico.

    Nuestro planteamiento parte de la definicin genrica de cultura propuesta por Jess Mostern, segn la cual cultura es la informacin transmitida (entre animales de la misma especie) por aprendizaje social (Mostern, 1993:32). Esta informacin puede ser de tres tipos: representacional o descriptiva, prctica u operacional, y valorativa. La informacin representacional puede ser verdadera o falsa y es informacin sobre las caractersticas y propiedades del mundo, e incluye representaciones, creencias, opiniones, im-genes, smbolos, y conocimientos de carcter individual o colectivo- acerca del mundo natural o social. La informacin prctica puede ser eficaz o ineficaz y es informacin acerca de cmo hay que actuar, e incluye reglas o normas de comportamiento y accin que se pueden materializar en diversas clases de habilidades, hbitos y pautas efectivas de actuacin. La informacin valorativa es informacin acerca de qu estados de cosas son preferibles, convenientes, o valiosos. Dicho de otra forma, informacin que configura sistemas de preferencias individuales o sociales, que incluyen fines objetos o estados de cosas que se consideran dignos de ser conseguidos, y valores criterios en virtud de los cuales se justifican los fines (Mostern, 1993; Quintanilla, 2005).

    La cultura cientfica es una modalidad de cultura en la que los tres tipos de informacin mencionados se refieren a rasgos culturales representaciones, conocimientos, creencias, prcticas, normas, pautas de comportamiento, reglas, sistemas de preferencias, valores, criterios de valoracin, etc.- cuyos contenidos estn relacionados con la ciencia. Pero no se restringe nicamente a aquellos de estos rasgos que forman parte de la cultura profesional de los cientficos y que resultan necesarios para que el grueso de la comu-nidad cientfica realice su trabajo (segn las convenciones establecidas o segn las reglas del juego que se ha dado a s misma)-, sino que tambin incluye aquellos que, teniendo que ver con la actividad y el conoci-miento cientficos, constituyen la cultura de cualquier individuo o grupo de individuos, y, junto a los primeros, conforman la imagen pblica de la ciencia y la relacin que los individuos y la sociedad establecen con ella. Es en este sentido en el que trasladando al terreno de la ciencia la distincin introducida por Miguel ngel Quintanilla en el mbito de la tecnologa, entre cultura tcnica incorporada y cultura tcnica no incorporada-

  • 103

    scar Montas Perales

    diferenciamos dos niveles de cultura cientfica: intrnseca o interna, y extrnseca o externa (Quintanilla 1998, p. 55; Quintanilla 2011; Montas, 2005, p. 309).

    Culturacientficaintrnseca:Eslaculturaqueformapartedelasactividadescientficaspropiamen-te dichas. En este caso la informacin descriptiva o representacional consiste en los conocimientos cientficos pertenecientes a cada una de las reas y campos de investigacin, desde los simples datos hasta las teoras sometidas a debate entre los cientficos, as como los hechos observados y descubiertos por stos, las interpretaciones y explicaciones cientficas de los fenmenos natu-rales o sociales, etc. La informacin prctica vendra dada por las reglas que subyacen a distintas habilidades y tcnicas propias de la ciencia matemticas, estadstica, etc.-, la capacidad para manejar una notacin o un lenguaje, las normas del mtodo cientfico, las reglas de actuacin en la investigacin emprica y en la comunicacin cientfica de los resultados de la investigacin, recom-pensas y sanciones, prcticas sociales o comunitarias, prescripciones y proscripciones, etc. Y la informacin valorativa incluye los valores y los criterios de valoracin que se supone deben guiar la investigacin y la actividad cientfica en general: objetividad, imparcialidad, coherencia, rigor, preci-sin, honestidad intelectual, bsqueda de la verdad, autonoma, consistencia, validez, capacidad predictiva y explicativa, actitud crtica, universalidad, comunicabilidad, libertad de pensamiento, de crtica, y de investigacin, etc.

    Culturacientficaextrnseca:Comprendetodosaquelloscomponentesrepresentacionales,prc-ticos, y valorativos que se refieren a actividades, instituciones y personas cientficas pero que no son parte de la cultura cientfica intrnseca. La imagen pblica, a nivel individual o social, de la ciencia (ya sea concebida como expresin mxima de la racionalidad humana, como instrumento de poder o de dominacin, como una especie de brujera moderna, como el principal garante del bienestar de la humanidad, como la mayor amenaza para la vida en la Tierra, etc.). Representaciones como las ofrecidas por materias como la filosofa, la historia, la sociologa, la tica, la poltica, la econo-ma, la religin etc. La regulacin jurdica y poltica de las instituciones cientficas, y de la aplicacin del conocimiento y de los desarrollos tecnolgicos obtenidos mediante la prctica cientfica. Las pautas que guan los diferentes usos que los individuos hacen de la informacin y de la prctica cientfica incluidas tambin aquellas actividades que forman parte de iniciativas relacionadas con la percepcin, la comprensin, la comunicacin pblica de la ciencia, as como con la promocin de la participacin ciudadana en actividades vinculadas a la ciencia. Las valoraciones de la ciencia desde el punto de vista cultural, moral, poltico, religioso, econmico, etc.

    El anlisis de la percepcin pblica de la ciencia mantiene un nexo muy estrecho con los estudios teri-cos y con la prctica de la comunicacin pblica de la ciencia. Podemos concebirlas como dos esferas que se retroalimentan, puesto que la actividad comunicadora constituye uno de los medios decisivos para transformar la percepcin del pblico, y los estudios cuantitativos pueden orientar las actividades de co-municacin. Consideramos que el objetivo de la comunicacin pblica de la ciencia es situar al pblico ante las distintas cuestiones relacionadas con la ciencia y dotarlo del aparataje conceptual adecuado para lograr que su actitud no se sustente nicamente en una nocin dbil de confianza o desconfianza hacia la ciencia y los cientficos. En muchas ocasiones la actividad comunicadora y sus resultados son juzgados de forma errnea como si su objetivo fuera formar miniexpertos con el mismo tipo de conocimientos que poseen los cientficos, pero diluidos en cierto grado. La concepcin de alfabetizacin cientfica asociada al enfoque que presentamos tiene como referencia el universo cognitivo formado por la diversidad de rasgos que constituyen la cultura cientfica, de modo que la alfabetizacin de un individuo estar configurada por un subconjunto de esos rasgos. De este modo, la comunicacin y la comprensin pblica de la ciencia conllevan transmisin y adquisicin tanto de conocimientos como de otras aptitudes asociadas a ciertos

  • 104

    La cultura cientfica: un marco conceptual de referenciapara la evaluacin de la percepcin pblica de la ciencia

    rasgos culturales. A esta labor del comunicador se suma la de hacer consciente al receptor de la existencia del conglomerado de rasgos culturales y de la naturaleza de las conexiones que existen entre ellos. Se trata de comprender la realidad de la ciencia teniendo en cuenta las diversas perspectivas que la integran, atendiendo a aspectos concretos pero sin perder de vista el conjunto en su totalidad. Dado que la cultura cientfica no se reduce a los conocimientos necesarios para formar profesionales, sino que est constituida por el conjunto de representaciones, prcticas, y valores vinculados a la ciencia, el comunicador tiene que seleccionar e incorporar en su discurso aquellos componentes de dicho conjunto que le permitan adap-tndose a las circunstancias comunicativas en cada caso- no solo transmitir determinados contenidos cientficos, sino tambin enriquecer, en la medida de lo posible, la imagen global que el pblico tiene del mismo, con el fin de mejorar su capacidad para desenvolverse en esa realidad cientfica (Montas, 2002 y 2010). En este marco, la funcin de las encuestas de percepcin pblica de la ciencia consiste en analizar la cultura cientfica del pblico o, dicho de otra forma, en identificar aquellos rasgos culturales que determi-nan su imagen de la ciencia.

    La distincin entre los rasgos de la cultura cientfica intrnseca y de la extrnseca, proporciona un marco de observacin de los vnculos e interrelaciones que se establecen entre ellos al configurar la representacin de la cultura cientfica y, por ende, de la ciencia, que posee cada individuo. Adems, posibilita el avance hacia la superacin de los obstculos resultantes de la adscripcin a los modelos de comprensin pblica de la ciencia en los que se priman unos rasgos sobre otros y que estn en la base de las distintas aproximacio-nes a la percepcin pblica de la ciencia. Por lo tanto, entre otras cosas, permite conjugar aquellos rasgos que privilegian los principales modelos, y analizar la influencia de unos sobre otros. Facilita la integracin de la evaluacin de elementos cognitivos -asociada al modelo del dficit-, de elementos institucionales y de la perspectiva propia del ciudadano -reivindicados por el modelo contextual-, quedando esta ltima reforzada por la necesaria contrastacin con los rasgos propios de la cultura cientfica intrnseca.15 La identificacin y delimitacin de rasgos culturales y la contrastacin entre ellos constituye un instrumento que da acceso a informacin ms precisa y detallada que la comparacin tradicional entre conocimientos y actitudes en general.

    Los estudios de percepcin pblica de la ciencia y los anlisis de contenido, de carcter cuantitativo, as como otros estudios cualitativos como los anlisis de casos, no solo servirn para identificar los rasgos cul-turales asimilados por individuos particulares, sino tambin aquellos que se encuentran presentes en distin-

    15 Otros autores han planteado propuestas que involucran, en mayor o en menor medida, la nocin de cultura cientfica. En 2003, T.W. Burns, D.J. OConnor, y S.M. Stocklmayer, presentaron una definicin de la comunicacin de la ciencia en la que se caracterizaba la cultura cientfica como una especie de actitud social favorable: un entorno que afecta a toda la sociedad, en el que se aprecia y apoya a la ciencia y a la alfabetizacin cientfica. Posee importantes aspectos sociales y estticos (afectivos). Tres aos antes, Benoit Godin e Yves Gingras propusieron una nocin ms compleja y elaborada de cultura cientfica y tecnolgica (C&T), constituida por dos dimensiones, una individual y otra social. Definida como la expresin de todos los modos a travs de los cuales, los individuos y la sociedad se apropian de la ciencia y de la tecnologa. Lpez Cerezo y Montaa Cmara, en sus anlisis de los estudios de la FECYT, conciben la cultura cientfica como un atributo personal que habilita al individuo para tomar decisiones sobre cuestiones de carcter cientfico. Se trata de una cultura significativa que trasciende la alfabetizacin cientfica tradicional y supone que el individuo debe poseer tambin conocimientos de carcter metacientfico con un valor para la vida del ciudadano, relacionados con cuestiones ticas, polticas o informacin sobre riesgos asociados a la ciencia. La adquisicin significativa de cultura cientfica supone la modificacin de los sistemas de creencias de los individuos y sus pautas de comportamiento, en un proceso en el que la generacin de inters y de confianza juegan un papel relevante. La comprensin pblica de la ciencia es entendida como el acomodo de dos culturas: la de los cientficos y la de los profanos (Burns et al., 2003:190; Godin y Gingras, 2000:44; Lpez Cerezo y Cmara, 2005:31; Lpez Cerezo y Cmara, 2007: 39).

  • 105

    scar Montas Perales

    tos discursos referidos a la ciencia: medios de comunicacin, actividades popularizadoras, poltica, religin, ideologas, libros de texto de educacin primaria y secundaria, etc. La puesta en prctica de las posibilida-des que ofrecen estas herramientas facilitar el estudio de la interrelacin que se da entre la cultura cientfica intrnseca y la extrnseca, mediante el anlisis de la influencia de unos rasgos sobre otros, pero no solo en el sentido intrnsecos extrnsecos como sucede en los numerosos trabajos realizados sobre la correlacin entre conocimientos y actitudes hacia la ciencia-, sino tambin en sentido contrario. De este modo, adems de analizar, por ejemplo, en qu medida la falta de comprensin de la cultura intrnseca contribuye a generar una cultura extrnseca ms proclive a la supersticin, o a generar escepticismo y temor respecto a cuestio-nes concretas o generales de la ciencia, etc., es posible analizar tambin cmo afecta la cultura extrnseca de un individuo a su asimilacin de informacin intrnseca. Adems, se estudiar la interaccin de los rasgos extrnsecos entre s, como el efecto de las iniciativas de participacin del pblico en actividades relaciona-das con la ciencia (informacin prctica extrnseca) sobre las representaciones y valores individuales, lo que nos dar una idea de la influencia ejercida por algunos rasgos extrnsecos sobre otros.

    Todo ello requiere el diseo de nuevas bateras de indicadores que complementen y mejoren los ya exis-tentes. Aunque las cuantificaciones tradicionales de los cuestionarios no se han limitado a la medicin de la alfabetizacin cientfica, sino que han incluido una gran variedad de preguntas que van ms all de dicha nocin como las que forman parte del primer y tercer bloque de los Science Indicators-, lo cierto es que no han prestado atencin a una serie de componentes de la cultura cientfica que consideramos imprescindi-bles para evaluar la percepcin pblica de la ciencia.

    Si el objetivo de los estudios de percepcin pblica de la ciencia de carcter general es analizar la ima-gen de la realidad cientfica que posee el pblico, creemos necesario que los rasgos culturales de la informacin representacional intrnseca que se pretende evaluar mediante preguntas sobre conocimien-to-, mantengan una conexin significativa, y susceptible de cuantificacin, con otros rasgos de la cultura cientfica escrutados en el cuestionario. El modo habitual de examinar los conocimientos sobre contenidos cientficos constructos o conceptos-, ha sido mediante la formulacin de preguntas referidas a cuestiones que por lo general se encuentran alejadas del da a da de los encuestados. Este hecho ha suscitado no pocas crticas, y como alternativa se ha propuesto volver a introducir preguntas ms cercanas al quehacer cotidiano, asociadas a cuestiones relevantes para el pblico.16 Se trata de una reclamacin legtima que refleja una carencia de los cuestionarios. Entendemos que ambos tipos de preguntas deben tener cabida en las encuestas, dado que cumplen funciones diferentes y complementarias. Las preguntas clsicas nos ofrecen una idea general de la evolucin del nivel de conocimiento que examinan, cuando se contrastan los resultados con los abundantes datos acumulados. A su vez, las preguntas ligadas a la actualidad y a la realidad prxima a los ciudadanos, pueden ser un indicador no solo de conocimientos, sino tambin del seguimiento pblico de la informacin ofrecida por los medios de comunicacin, as como de la eficiencia de stos en el desempeo de su labor. Con frecuencia saltan a la palestra temas relacionados con la cien-cia que reciben una amplia cobertura por parte de los medios, ya sean noticias sobre grandes avances y descubrimientos, riesgos, controversias, accidentes etc.17 Sin embargo, no es comn que las encuestas

    16 Como ya hemos sealado, las encuestas de 1957 y 1958 incluan preguntas de conocimiento relacionadas con la actualidad, pero en los aos 70 los responsables del diseo de los cuestionarios optaron por sustituirlas por preguntas sobre conocimientos bsicos que no perdiesen vigencia de un estudio a otro y que hiciesen posible la contrastacin de los resultados obtenidos a lo largo de los aos.

    17 Recordemos que la informacin representacional de la cultura intrnseca incluye tambin aquellas teoras que estn siendo sometidas a debate en el seno de la comunidad cientfica y sobre las que todava no existe un acuerdo generalizado.

  • 106

    La cultura cientfica: un marco conceptual de referenciapara la evaluacin de la percepcin pblica de la ciencia

    de percepcin pblica de la ciencia de carcter general incorporen preguntas sobre estos temas.18 Los estudios muestran que el nivel educativo de los encuestados tiene una clara influencia sobre el ndice de aciertos relativo a las preguntas clsicas, y todo parece indicar que tambin la tenga en el caso de las preguntas de actualidad. Sin embargo, cabe suponer que estas ltimas tienen un mayor poder de discri-minacin tanto en sociedades industriales como postindustriales- puesto que los aciertos no sern tan altamente dependientes del nivel educativo sino que tambin dependern del inters, del contexto social del pblico y de su seguimiento de la informacin a travs de los medios de comunicacin.19 Por ello, con-trastar los resultados obtenidos en ambos grupos de preguntas con otros rasgos culturales, puede arrojar luz sobre la influencia relativa que tienen tanto la educacin formal como los medios de comunicacin en la aprehensin de estos ltimos. Es prctica habitual en los estudios de percepcin pblica de la ciencia so-licitar a los encuestados una autoevaluacin de su inters en la ciencia y de su consumo de medios de co-municacin, de forma que los datos obtenidos dependen en gran medida de la imagen que el entrevistado considera apropiado proyectar de s mismo. De manera que introducir preguntas del segundo tipo puede ofrecer informacin ms fiable al respecto. As pues, la inclusin de estas preguntas facilitara el anlisis de los mecanismos de asociacin que existen entre los rasgos culturales de la informacin representacional intrnseca y otros rasgos de la cultura cientfica.

    La evaluacin de conocimientos sobre los procesos de la ciencia presenta ms dificultades. A los proble-mas de medir la comprensin de la naturaleza de la investigacin cientfica hay que aadir los derivados de una aplicacin bastante confusa del mtodo propuesto en los estudios (Montas, 2011). Los propios responsables del diseo de los tems concebidos para este fin reconocieron desde un principio la mayor dificultad de cuantificar estos conocimientos, y advirtieron de la necesidad de ir mejorando el sistema de evaluacin. En el marco de nuestro planteamiento, este tipo de conocimiento forma parte de lo que hemos denominado informacin prctica de la cultura cientfica intrnseca. Las directrices del mtodo de evalua-cin empleado mayoritariamente en las encuestas se fraguaron en 1988 con el diseo propuesto por Miller, Thomas y Durant. Se recurri a una pregunta cerrada sobre el concepto de probabilidad aplicado a un caso concreto, y a una abierta sobre el significado de la nocin de estudio cientfico. Posteriormente, en 1992, se aadi una pregunta cerrada dirigida a evaluar la comprensin de la naturaleza de un experimento cientfico, y ese mismo ao se introdujo un indicador de la comprensin de la investigacin, que baremaba los resultados de los tres tems anteriores.20 A los encuestados se les presentan tres situaciones dirigidas a valorar si entienden correctamente lo que est en juego cuando se habla de probabilidad, experimento y estudio cientfico, con la idea de que estas nociones se encuentran estrechamente relacionadas con la comprensin de la investigacin cientfica.

    18 Las encuestas de percepcin sobre temas especficos pueden incluir alguna pregunta de este tipo, aunque generalmente estn orientadas a la evaluacin de actitudes y no de conocimientos.

    19 Es cierto que las encuestas muestran que un mayor nivel educativo no solo se identifica con un mayor nivel de conocimientos, sino tambin con un mayor grado de inters y uso de los medios de comunicacin. Aun as, considera-mos que las preguntas sobre temas de actualidad y sobre cuestiones ms cercanas a la realidad de los encuestados tienen un valor aadido y pueden aportar informacin ms refinada a la hora de analizar los rasgos que conforman la cultura cientfica del pblico.

    20 El criterio seguido en los Science Indicators para pertenecer al grupo de los que comprendan mnimamente la naturaleza de la investigacin o del mtodo cientfico exiga satisfacer dos requisitos. En primer lugar, haber respondi-do correctamente a las preguntas sobre probabilidad y, en segundo lugar, haber demostrado tener una comprensin adecuada de lo que significa estudiar algo cientficamente, o interpretar correctamente el procedimiento experimental. Por lo que respecta a los Eurobarmetros, no ofrecen informacin significativa sobre esta cuestin. A pesar de que en los aos 1989, 1992, 2001 y 2005, las encuestas incluyeron ocasionalmente preguntas relacionadas con la com-prensin de las nociones de experimento y de estudio cientfico, se introdujeron variaciones en los enunciados, lo que dificulta la comparacin de los resultados obtenidos. Tan solo la pregunta vinculada a la nocin de probabilidad mantuvo cierta estabilidad (Montas, 2011).

  • 107

    scar Montas Perales

    Las dudas sobre la pertinencia del planteamiento de las preguntas elegidas estn ms que justificadas. Hacen referencia a nociones un tanto abstractas que, al estar concebidas para sondear la comprensin de la base emprica de la investigacin cientfica, no profundizan lo suficiente en la comprensin de los as-pectos ms tangibles de la prctica cientfica que hacen de ella un mtodo de obtencin de conocimiento fiable, sometido a controles rigurosos y a la evaluacin crtica de la comunidad cientfica. A nuestro juicio, la inclusin de preguntas sobre los mtodos y procesos mediante los cuales la comunidad cientfica valida u otorga legitimidad al conocimiento cientfico no restringidas a la prctica emprica o a las habilidades cognitivas de carcter prctico que poseen los cientficos-, supondra una estrategia ms adecuada, que permitira analizar en qu medida se comprenden los rasgos bsicos que otorgan a ese conocimiento una preeminencia epistemolgica de la que carecen otros discursos.

    La pretensin de evaluar la comprensin de la naturaleza de la investigacin cientfica, se enfrenta a serios obstculos por la dificultad misma de acotar la propia nocin de investigacin cientfica dentro de los estudios de percepcin pblica de la ciencia, dada la complejidad y diversidad de elementos que la integran. La formu-lacin clsica de las tres preguntas sobre probabilidad, experimento y estudio cientfico tal y como se plantean en los cuestionarios, no puede sino ofrecer una idea muy vaga de la comprensin de las bases empricas de la investigacin cientfica. Por ello consideramos que resultara ms til centrar el foco de anlisis en aquellos procedimientos mediante los cuales la comunidad cientfica legitima el conocimiento que produce, y disear una batera de preguntas dirigidas a sondear la comprensin de aquellos aspectos de la prctica cientfica que contribuyen a salvaguardar el peculiar estatus epistemolgico del conocimiento cientfico.

    Son escasas la preguntas incluidas en los cuestionarios que se amoldan a esta idea, pero podemos ci-tar dos excepciones. La primera de ellas est relacionada de forma indirecta con el conocimiento de los procesos de la ciencia. Se pide a los encuestados que se pronuncien sobre el carcter cientfico de una serie de disciplinas.21 Es una pregunta que, sin escrutar las razones que conducen a juzgar una disciplina como cientfica, nos orienta y nos ofrece informacin sobre la capacidad del pblico para atribuirle carcter cientfico, lo que podra asociarse a su comprensin de los requisitos que hacen de ciertas prcticas o procesos algo propio de la ciencia. La segunda pregunta, incluida en el informe estadounidense de 2008, puede servir de complemento a la anterior, puesto que menciona algunos de los atributos que definen a la prctica cientfica.22 Presenta una serie de afirmaciones relacionadas con los procesos o los procedimientos cientficos, con las credenciales cientficas, y con la validacin externa, y se solicita al pblico que valore su importancia a la hora de considerar algo como cientfico en cada caso.23

    21 Tiene su origen en una pregunta presente el los Science Indicators desde 1979, pero restringida a la astrologa. En el informe de 2008 se incluy otra pregunta independiente de aquella y referida a diversas disciplinas de carcter acadmico. En los estudios europeos se formul la pregunta sobre astrologa en 1989, y se ampli con disciplinas acadmicas en 1992. En 2001 y 2005 se repiti la versin ampliada. Curiosamente en los Science Indicators la pre-gunta sobre astrologa aparece en el apartado dedicado a la evaluacin de conocimientos, mientras que la referida a las otras disciplinas se present en el apartado de actitudes. En los estudios europeos siempre ha pertenecido a la seccin de conocimientos. Las encuestas de la FECYT de 2003 y 2004 incluyeron esta pregunta solo la segunda haca referencia a la astrologa (Montas, 2011; FECYT, 2003, 2005).

    22 A pesar de que no formaba parte del apartado de conocimientos, sino del de actitudes hacia la ciencia, conside-ramos que su inclusin en el primero est ms que justificada y es ms apropiada.

    23 Las afirmaciones eran las siguientes: Sobre los procesos, 1.Las conclusiones estn basadas en evidencias contrastadas, 2.Los investigadores examinan cuidadosamente diferentes interpretaciones de los resultados, incluso aquellos con los que no estn de acuerdo, 3.Otros cientficos repiten el experimento, y encuentran resultados simila-res. Sobre las credenciales, 1.La gente que lo lleva a cabo posee una cualificacin superior en su rea, 2.Lo llevan a cabo cientficos que trabajan en la universidad, 3.La investigacin tiene lugar en un laboratorio. Y sobre la valida-cin externa, 1.Los resultados de la investigacin concuerdan con el sentido comn, 2.Los resultados de las creen-cias concuerdan con creencias religiosas (Science & Engineering Indicators. Appendix table 7-25, 2008, p. A7-30).

  • 108

    La cultura cientfica: un marco conceptual de referenciapara la evaluacin de la percepcin pblica de la ciencia

    Los resultados de las encuestas indican que el nivel educativo es un factor que tiene gran influencia sobre la comprensin de los procedimientos cientficos tal y como se evalan en las mismas. Adems, los encues-tados con ms aciertos en las preguntas sobre conocimientos de manual o clsicas, tambin alcanzan un nivel de aciertos significativamente mayor en las que ataen a los procesos. En general, la popularizacin cientfica llevada a cabo en los medios de comunicacin suele pasar por alto la informacin relativa a los mtodos de legitimacin del conocimiento, lo que entraa un serio obstculo para su comprensin por una gran parte de la poblacin cuyo contacto con la ciencia, ms all de sus aplicaciones prcticas, se limita al periodismo o la divulgacin.24

    El tercero de los componentes de la cultura cientfica intrnseca, la informacin valorativa, apenas ha tenido cabida en los cuestionarios de percepcin pblica de la ciencia, de forma que la evaluacin de la compren-sin pblica de la idiosincrasia que caracteriza a la comunidad cientfica en su bsqueda de conocimiento y en su quehacer profesional, es todava una tarea pendiente. La axiologa de la ciencia ha sido interpre-tada de mltiples formas desde diversas concepciones. En algunas de ellas ha prevalecido en exclusiva la identificacin de valores cognitivos, mientras que otras han apelado tambin a valores no epistmicos que determinan la praxis cientfica en diferentes contextos.25 De este modo, los valores o los criterios de valoracin estn estrechamente vinculados a la prctica de la ciencia y al conocimiento cientfico. Por ello la comunicacin, la comprensin, y la evaluacin de la percepcin de los valores ms destacados en la empresa cientfica a modo de un ncleo axiolgico- constituira un instrumento adecuado para mejorar la imagen de la realidad cientfica que posee el pblico.

    El anlisis de los rasgos que configuran la informacin perteneciente a la cultura cientfica extrnseca, se circunscribe a los contenidos de los bloques primero y tercero de la estructura tradicional de las encuestas de percepcin pblica de la ciencia. En ellos se evala el inters del pblico, las fuentes de informacin a las que recurre, y sus actitudes. En buena parte de los tems relacionados con la evaluacin de estas ltimas se maneja una nocin imprecisa de las mismas, que impide discernir con claridad si lo que est en juego es informacin representacional, prctica o valorativa. Esta indefinicin estructural dificulta el examen de los vnculos que se dan entre los rasgos culturales que componen estos tres tipos de informacin, y entre ellos y los de la cultura intrnseca. Todo ello hace aconsejable la revisin de los enunciados con el fin obtener formulaciones que proporcionen informacin ms detallada. La evaluacin de los rasgos culturales de la informacin prctica tiene una presencia irregular en los cuestionarios, con la salvedad de los tems que sondean las pautas de consumo de medios de comunicacin y de asistencia a centros de popularizacin, y de aquellas relacionadas con la financiacin de la ciencia y la tecnologa. Adems de stas, los cues-tionarios de la FECYT han incluido otra pregunta que, con alguna modificacin en la formulacin y en las

    24 Una excepcin a esta tendencia es la labor realizada por algunos popularizadores y miembros de crculos es-cpticos cuando al argumentar en contra de las pseudociencias ponen de manifiesto las diferencias en el modo de proceder entre estas actividades y la prctica cientfica.

    25 Javier Echeverra, concibiendo la actividad cientfica no solo como bsqueda de conocimiento, distingue cuatro contextos de accin educacin, innovacin, evaluacin, y aplicacin-, cada uno de ellos regido por una serie de valores (Echeverra, 1995).

  • 109

    scar Montas Perales

    opciones de respuesta, se ha mantenido estable desde el estudio de 2004.26 El cuestionario de ese mismo ao incorpor dos preguntas vinculadas al tema de la salud y relacionadas tambin con la informacin prctica extrnseca. La ltima de ellas aparece de nuevo en los cuestionarios de 2008 y 2010.27 En general, la informacin valorativa es la que mayor atencin recibe en los cuestionarios, con un buen nmero de tems en los que se pide una valoracin de la ciencia o de los cientficos.

    Es posible que entre los rasgos culturales extrnsecos que posee un individuo se encuentren representacio-nes errneas y practicas ineficaces que, pese a serlo, tambin forman parte de su cultura cientfica. Quien las sustenta puede creer que se corresponden con alguno de los componentes de la cultura intrnseca, sin que sea as realmente y no se d la posibilidad de que lo sea por no existir controversia al respecto en el seno de la comunidad cientfica-, sino que se trata de una equivocacin debida a distintas causas, como una interpretacin sesgada, mtica, o carente de fundamento cientfico, etc. En estos casos los estudios de percepcin pblica de la ciencia estn llamados desempear una doble funcin, puesto que su tarea no se debe limitar a identificar en qu medida el pblico posee representaciones extrnsecas correctas de la ciencia, sino tambin a mostrar cmo estn conectadas sus representaciones incorrectas y sus prcticas ineficaces con el resto de rasgos de su cultura cientfica, de modo que este conocimiento oriente a los diferentes agentes encargados de la promocin de la comunicacin pblica de la ciencia en el diseo de estrategias de popularizacin. En este sentido las encuestas deben arrojar luz sobre la distribucin de este tipo de representaciones y prcticas, con el propsito de mostrar cmo afectan a la imagen pblica de la ciencia. En consecuencia, es preciso disear preguntas que sondeen representaciones, prcticas, y valo-res que pueden conducir a la defensa de posiciones sustentadas en la ignorancia, en supersticiones, o en interpretaciones maledicentes, interesadas, y opuestas a la ciencia.

    El anlisis de la cultura intrnseca mediante encuestas de percepcin pblica de la ciencia, proporciona un marco de referencia respecto al que valorar algunos de los componentes de la cultura extrnseca. Como se deduce de lo expuesto hasta ahora, los rasgos culturales de esta ltima, adems de tener un estatus epis-temolgico distinto del que poseen los de la primera, no gozan todos del mismo grado de legitimidad. Por

    26 El enunciado de la pregunta es el siguiente: A continuacin voy a leerle otra serie de frases. Me gustara que me dijera hasta qu punto est Ud. de acuerdo o en desacuerdo con cada una de ellas; 1) Quienes financian la investiga-cin han de orientar la actividad de los cientficos, 2) Los investigadores han de decidir la orientacin de sus investi-gaciones, con independencia de la opinin de quienes financian su trabajo, 3) Es errneo imponer restricciones a las nuevas tecnologas hasta que se demuestre cientficamente que pueden causar daos graves a los seres humanos y al medio ambiente, 4) Mientras se desconozcan las consecuencias de una nueva tecnologa, se debera actuar con cautela y controlar su uso para proteger la salud y el medio ambiente, 5) Los conocimientos cientficos son la mejor base para elaborar leyes y regulaciones, 6) En la elaboracin de leyes y regulaciones, los valores y las actitudes son tan importantes como los conocimientos cientficos, 7) Las decisiones sobre la ciencia y la tecnologa es mejor dejarlas en manos de los expertos, 8) Los ciudadanos deberan desempear un papel ms importante en las decisiones sobre ciencia y tecnologa (FECYT, 2009).

    27 Las dos preguntas en cuestin formaban parte de un grupo de un total de cinco, concebido para evaluar la apro-piacin social de la ciencia. Sus enunciados eran los siguientes: 1. Supongamos que, debido a una enfermedad grave, ud. o alguno de los suyos debe someterse a una operacin arriesgada. Si tuviera que tomar una decisin importante relativa a dicha operacin, qu tipo de informacin tendra en cuenta principalmente? Alguna ms?; a) Solamente la de los mdicos y especialistas, b) Tendra en cuenta la opinin mdica, pero no sera determinante, c) Actuara bsica-mente por intuicin/estado de nimo, d) Tratara de hacerme una carta astral o consultar el tarot, e) Tendra en cuenta la opinin de personas conocidas y familiares, f) Intentara encontrar remedio en tratamientos alternativos, g) Informarme por mi cuenta (libros, revistas, Internet, etc.), h) No sabe, i) No contesta. 2. A continuacin voy a leerle frases que des-criben comportamientos que las personas pueden adoptar en su vida diaria. Para cada una de ellas, dgame, por favor, si describe o no algo que ud. suele hacer en dichas ocasiones; a) Lee los prospectos de los medicamentos antes de hacer uso de los mismos, b) Lee las etiquetas de los alimentos, c) Presta atencin a las especificaciones tcnicas de los electrodomsticos o de los manuales de aparatos, d) Tiene en cuenta la opinin mdica al seguir una dieta, e) Trata de mantenerse informado ante una alarma sanitaria (como la legionela o el mal de las ). En 2008 y 2010 a esta ltima pregunta se le ha aadido el siguiente tem: f) Consulta el diccionario cuando no comprende una palabra o trmino (Lpez Cerezo y Cmara, 2005, p. 44; FECYT, 2005, 2009, 2011).

  • 110

    La cultura cientfica: un marco conceptual de referenciapara la evaluacin de la percepcin pblica de la ciencia

    tanto, resulta necesario identificar aquellos rasgos errneos que mayor presencia tienen entre la poblacin, con vistas a minimizar su presencia en dilogos que alienten una participacin pblica productiva. De ah la importancia de no restringir las encuestas a la evaluacin de la cultura extrnseca, con la exclusin de la intrnseca, ya que es preciso contrastar los rasgos de una y otra para identificar los dficits que propician la presencia de rasgos errneos en la percepcin pblica. Cuando los cuestionarios omiten la cuantificacin de la cultura cientfica intrnseca se produce la prdida del marco de referencia que proporciona.

    A su vez, el estudio de ciertos rasgos culturales extrnsecos como los relacionados con la dimensin institu-cional, la percepcin de la ciencia en contextos locales, los procesos de participacin, los distintos usos o prcticas que vinculan al pblico con la ciencia etc., servir para determinar cmo este tipo de informacin facilita la comprensin de la informacin representacional, prctica y valorativa de la cultura intrnseca. La inclusin de las conexiones institucionales que caracterizan a la ciencia, y de los contextos particulares culturales y sociales con los que sta entra en contacto, dentro de los aspectos cuantificables de la cultura extrnseca supone tener en cuenta cmo afecta la ciencia a la vida cotidiana de los individuos, bajo la asun-cin de que el conocimiento cientfico no es recibido y asimilado por el pblico de forma impersonal, sino dentro de un contexto determinado por diversas representaciones, prcticas y valores.

    Desde esta perspectiva, el grado de alfabetizacin cientfica de un miembro del pblico en general es el resultado del subconjunto de rasgos culturales que comparte con el conjunto de los que constituyen la cultura cientfica, as como de las conexiones que establece entre los mismos. Atendiendo a su proceso de asimilacin, diferenciamos dos tipos de rasgos: los que pasan a formar parte del bagaje de un individuo mediante un proceso de comprensin, instruccin o aprendizaje especfico ya sea formal o no formal- re-lacionado con la ciencia, (a los que denominamos tipo 1); y aquellos otros cuya incorporacin no supone necesariamente un proceso semejante (tipo 2).

    Los rasgos culturales relativos a la informacin intrnseca son de tipo 1, al igual que algunos de la cultura extrnseca, como pueden ser las representaciones que forman parte de disciplinas cuyo objeto de estudio es la ciencia. Pero otros rasgos culturales extrnsecos son de tipo 2. En este caso su asimilacin por parte de un individuo no exige ineludiblemente un ejercicio de comprensin, sino que depende de una serie de factores que configuran la situacin de partida en la que se halla, como los rasgos tipo 1 y tipo 2 incor-porados previamente a su bagaje cultural, o los rasgos culturales relativos a informacin que no pertenece a la cultura cientfica. La incorporacin, que no la comprensin, de rasgos tipo 1 tambin puede verse afectada por los rasgos tipo 2 asumidos por el individuo. A las funciones de los estudios de percepcin pblica de la ciencia se aade, entonces, la identificacin de estas relaciones y la clarificacin de su natu-raleza, sin olvidar el anlisis de la influencia del contexto econmico, social, o poltico sobre la asimilacin de ambos tipos de rasgos.

    As pues, la alfabetizacin cientfica de un ciudadano no se reduce a la comprensin de rasgos tipo 1 de la cultura intrnseca y extrnseca, sino que engloba tambin rasgos tipo 2 que contribuyen a definir su percepcin pblica de la ciencia, es decir la imagen de la ciencia asociada a un determinado grado de alfabetizacin. Por ello, la alfabetizacin cientfica de dos personas ser distinta aunque tengan niveles semejantes de comprensin de rasgos tipo 1 intrnsecos-, si los componentes tipo 1 y tipo 2 de la cultura extrnseca que conforman su percepcin de la ciencia difieren lo suficiente.

    En consecuencia, la inclusin en los estudios de percepcin pblica de la ciencia del anlisis de rasgos culturales intrnsecos no est orientada a la mera evaluacin de aquellos conocimientos que facultan para comprender la ciencia, y debe ir acompaada del examen del entramado que forman dichos conocimien-tos con un conjunto ms amplio de representaciones, prcticas y valores. Las encuestas de percepcin

  • 111

    scar Montas Perales

    pblica de la ciencia deben tratar de afinar al mximo la evaluacin de los diferentes rasgos culturales con el fin de analizar la influencia de cada uno de ellos sobre la comprensin del resto, sobre la percepcin de la ciencia en general y sobre algunas cuestiones cientficas en particular. En definitiva, el tratamiento global y comparativo de los rasgos que integran los dos niveles de la cultura cientfica encuentra su justificacin en la pretensin de identificar los principales elementos constituyentes que definen la imagen pblica de la ciencia que posee un individuo.

    3. ANEXO3.1. ANLISIS DE LOS RASGOS CULTURALES DOMINAN-TES EN EL CUESTIONARIO DE LA FECYT DE 2010.

    En este apartado presentamos un sucinto anlisis de los rasgos culturales dominantes que subyacen a las preguntas del cuestionario de 2010. El hecho de hablar de rasgos dominantes se debe a la posibilidad de que una misma pregunta involucre ms de un tipo de informacin representacional, prctica, o valorati-va- correspondiente a la cultura cientfica intrnseca o extrnseca. La presencia de ms de un tipo de rasgo cultural en la misma pregunta puede ser resultado de una formulacin ambigua o de la propia estructura de la pregunta si est compuesta por varios tems. En el primer caso hemos optado por destacar el rasgo que a nuestro juicio ejerce una mayor influencia sobre la respuesta del pblico. Nuestra pretensin aqu no es realizar un estudio en profundidad de la cultura cientfica presente en las preguntas que configuran el cuestionario, sino ejemplificar una aplicacin general del modelo de cultura cientfica que hemos propuesto anteriormente. Se trata de un anlisis que se limita a la identificacin de rasgos culturales, sin entrar a valorar la pertinencia de las preguntas formuladas para la evaluacin de los mismos.

    Tras analizar las veintiocho preguntas principales de la encuesta (P.1-P.28), encontramos la siguiente distri-bucin de los rasgos culturales dominantes en cada una de ellas:28

    Representacional Prctica Valorativa

    Cultura Cientfica Intrnseca P.18

    Cultura Cientfica Extrnseca P.11 P.14 P.19P.2 P.5 P.8 P.9 P.7 P.13

    P.17 P.20 P.26 P.27 P.28

    P.1 P.3 P.6 P.12 P.16 P.22 P.23 P.4 P.10 P.15 P.21 P.24

    P.25 P.28

    Dicha distribucin pone de manifiesto la ausencia casi total de la evaluacin de la cultura cientfica intrn-seca, con la excepcin de P.18, en la que se hace referencia a algunos de los valores que pueden guiar la actividad del investigador.

    Por lo que respecta a la cultura cientfica extrnseca, se observa un mayor predominio de las preguntas cuyo rasgo cultural dominante es valorativo. Adems, cabe sealar la presencia de un componente valorativo en otras preguntas cuyo rasgo dominante no es de ese tipo (P.7, P.17, P.20).

    A lo largo del artculo hemos enfatizado la relevancia de establecer conexiones entre diferentes tipos de rasgos culturales, con el propsito de analizar la influencia que ejercen unos sobre otros en la configuracin de la cultura cientfica de un individuo. En este sentido, consideramos importante destacar un conjunto de

    28 Las preguntas que hemos sealado con un color distinto salvo el negro- comparten una serie de caractersticas entre s, tal y como exponemos en la explicacin posterior.

  • 112

    La cultura cientfica: un marco conceptual de referenciapara la evaluacin de la percepcin pblica de la ciencia

    preguntas sobre la financiacin de la ciencia y la tecnologa (P.7, P.11, P.12, P.13, P.14) que suponen un buen ejemplo de interrelacin de diferentes rasgos culturales.

    Ms de la mitad de las preguntas cuyo rasgo cultural dominante se encuadra dentro de la cultura cientfica extrnseca prctica estn vinculadas a las pautas de consumo de informacin cientfica y a la financiacin de la ciencia y la tecnologa (P.2, P.5, P.7, P.8, P.9 y P.13).

    Algunos enunciados pueden resultar ambiguos a la hora de identificar el tipo de rasgo cultural dominante. El grupo formado por P.4, P.10, P.15, P.21, P.24 y P.25 podra incluirse dentro de la cultura cientfica extrnseca representacional, sin embargo consideramos que en todas, la carga valorativa es mayor que la represen-tacional y hemos optado por agruparlas dentro de la cultura cientfica extrnseca valorativa. Todas ellas son un buen ejemplo de la conveniencia de disear preguntas en las que se disocien con precisin los com-ponentes representacionales de los valorativos. La tendencia a introducir estos ltimos en los enunciados puede ser una de las razones que expliquen la escasa presencia de preguntas dirigidas a evaluar rasgos de la cultura cientfica extrnseca representacional.

    Por ltimo, hemos incluido P.28 en el marco de la cultura cientfica extrnseca tanto prctica como valorativa debido a que en algunas de las opciones de respuesta que se ofrecen predomina el componente prctico, mientras que en otras lo hace el valorativo.

    BIBLIOGRAFA

    Allum, N., Sturgis, P., Tabourazi, D., y Brunton-Smith, I. (2008): Science knowledge and attitudes across cultures: a meta-analysis, Public Understanding of Science, 17 (1), pp. 35-54.

    Bauer, M., Allum, N., y Miller, S. (2007): What can we learn from 25 years of PUS survey research? Libera-ting and expanding the agenda, Public Understanding of Science, 16 (1), pp. 79-95.

    Bauer, M., Petkova, K., y Boyadjieva, P. (2000): Public knowledge of and attitudes to science: Alternative measures that may end the Science War, Science, Technology, & Human Values, 25 (1), pp. 30-51.

    Bauer, M., Durant, J., y Evans, G. (1994): European public perceptions of science, International Journal of Public Opinion Research, 6 (2), pp. 163-186.

    Bauer, M. y Schoon, I. (1993): Mapping variety in public understanding of science, Public Understanding of Science, 2 (2), pp. 141-155.

    Burns, T.W., OConnor, D.J. y Stocklmayer, S.M. (2003): Science communication: A contemporary defini-tion, Public Understanding of Science, 12 (2), pp. 183-202.

    Durant, J., Bauer, M., Gaskell, G., Midden, C., Liakopoulos, M., y Scholten, L. (2000), Two cultures of public understanding of science and technology in Europe. En: Dierkes, M. y von Grote, C. (eds.) Between understanding and trust: The public, science and technology, Amsterdam, Harwood, pp. 131-156.

    Durant, J., Geoffrey Evans, G. y Thomas, G. (1992): Public understanding of science in Britain: the role of medicine in the popular representation of science, Public Understanding of Science, 1 (2), pp. 161-182.

    Durant, J., Evans, G., y Thomas, G. (1989): The public understanding of science, Nature, 340, pp. 11-14.Echeverra, J. (1995): El pluralismo axiolgico de la ciencia, Isegora, 12, pp. 44-79.Evans, G. y Durant, J. (1995): The relationship between knowledge and attitudes in the public understan-

    ding of science in Britain, Public Understanding of Science, 4 (1), pp. 57-74.Fundacin Espaola para la Ciencia y la Tecnologa (2009), Percepcin social de la ciencia y la tecnologa

    en Espaa 2008, Madrid, FECYT.

  • 113

    scar Montas Perales

    Fundacin Espaola para la Ciencia y la Tecnologa (2007), Percepcin social de la ciencia y la tecnologa en Espaa 2006, Madrid, FECYT.

    Fundacin Espaola para la Ciencia y la Tecnologa (2005), Percepcin social de la ciencia y la tecnologa en Espaa 2004, Madrid, FECYT.

    Fundacin Espaola para la Ciencia y la Tecnologa (2003), Percepcin social de la ciencia y la tecnologa en Espaa 2002, Madrid, FECYT.

    Godin, B., e Gingras, Y. (2000): What is scientific and technological culture and how is it measured? A multidimensiona