La Crisis Artística Como Autodestrucción Liberadora
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AGRADECIMIENTOS
El nacimiento, desarrollo y conclusin de esta tesis es el resultado del trabajo y
apoyo incondicional de varias personas, que de alguna manera invirtieron su
tiempo y esfuerzo para que se lograra este proyecto.
A la Dra. Claudia Gmez Haro, por alentarme a terminar este proyecto que
empez hace tres aos y que hoy se corona con el trabajo de tesis.
Al Dr. Roberto Snchez Valencia, amigo invaluable; por la fe que siempre ha
tenido en mi capacidad y el apoyo que me ha brindado.
Agradezco de todo mi corazn a la Mtra. Claudia Caldern Madrigal por su
apoyo incondicional. Cuando la necesit, nunca dud en ayudarme.
Y un agradecimiento muy especial para mi director de tesis, el Mtro. Mariano
Robles Reyes, por su dedicacin e infinita paciencia.
Gracias.
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ii
SINOPSIS
El estudio realizado en este trabajo tiene como tema la crisis del artista, generada
por la afeccin autodestructiva que la enfermedad y la sociedad producen en l,
las cuales emplea como medio de liberacin creativa y potenciadora de su genio
artstico, descubriendo su propia identidad y generando una lucha contra la
enfermedad que vive en s mismo y en la sociedad, a travs de dar testimonio
con su obra artstica.
Para ello, se ha realizado el anlisis interpretativo, a travs de la ejemplificacin
de artistas enfermos mentalmente, y provenientes del mbito del arte moderno y
contemporneo, que sufren de tendencias suicidas y autodestructivas y que, en
lugar de producir daos a otras personas en la sociedad, son capaces de potenciar
su creatividad y su genio artstico por medio de la propia autodestruccin
reflejada en su obra.
El cuerpo de la tesis est compuesto por tres partes; en la primera se trata la
enfermedad y el anhelo de morir como crisis artstica que catapulta al artista
hacia su propia liberacin creativa; en la segunda se ejemplifica esta relacin con
el pintor Vincent van Gogh, quien en primer lugar se muestra como un personaje
lcido de su poca y a la vez consciente de su enfermedad, pero al mismo
tiempo, con una tendencia a la autodestruccin que a la vez le lleva al suicidio y
a reflejar su genio en el arte.
Por ltimo, la parte que hemos dedicado al estudio de David Nebreda, habla de
su enfermedad, de la similitud con otros artistas y de la manifestacin del anhelo
de morir para s mismo y para la sociedad, a travs de la expresin en su obra
artstica.
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iii
ABSTRACT
The current study has as a theme the artist's crisis generated by the self-
destructive condition, the same as the society produces in him, which the artist
employs as the means of creative freedom and power of his artistic genius,
discovering his own identity and generating a fight against the disease that lives
in himself and in the society, through his art works.
For this purpose, the interpretative analysis was used, based on the examples of
mentally ill artists on the field of modern and contemporary art, who are
suffering from self-destructive and suicidal tendencies, instead of causing
damage to others in the society, are able to enhance their creativity and artistic
genius through the self-destruction and reflect this in their work.
This thesis consists of three parts: the first is the disease and the desire to die as
an artistic crisis that catapults the artist into his own creative release; the second
is exemplified by the life and work of Vincent van Gogh, that is presented as a
certain case of his time period, being aware of his illness and a tendency to self-
destruction which leads him to suicide and reflect his genius in art.
Finally, the section about David Nebreda is about his illness, the similarity with
other artists, and the desire to die which he manifests to himself and to the
society through his art.
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iv
NDICE
AGRADECIMIENTOS...... i
SINOPSIS....... ii
ABSTRACT........ iii
INTRODUCCIN... 1
CAPTULO I. LA ENFERMEDAD Y EL ANHELO DE MORIR COMO CRISIS
ARTSTICA................................................................................................................ 15
1.1 LA ENFERMEDAD DEL ARTISTA............ 16
1.2 ANHELO DE MORIR........ 27
CAPTULO II. VINCENT VAN GOGH.. 36
2.1 VINCENT VAN GOGH: LA ENFERMEDAD.. 37
2.2 VINCENT VAN GOGH: AUTOMUTILACIN Y ANHELO DE MORIR..... 48
CAPTULO III. DAVID NEBREDA. 60
3.1 DAVID NEBREDA: LA ENFERMEDAD................ 61
3.2 DAVID NEBREDA: EL ANHELO DE MORIR... 70
CONCLUSIONES. 85
FUENTES CONSULTADAS 97
LISTA DE ILUSTRACIONES.............................. 102
ANEXO: ENTREVISTA A DAVID NEBREDA REALIZADA POR VIRGINIE
LUC EN PARS Y PUBLICADA EN MARZO 2009............... 104
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1
INTRODUCCIN
Claro u oscuro, bueno o malo, justo o injusto, locos o cuerdos, enfermos o
sanos; todos ellos trminos comparativos que fcilmente quedan en la
ambigedad y pueden ser usados como condicin de dominio del ms fuerte
sobre el ms dbil. Qu determina la normalidad en la salud fsica o mental?
Qu hace de las condiciones del arte algo bello o algo monstruoso?
Cuenta la narracin de un filsofo1, la existencia de un loco que apareci en
medio de las calles gritando porque haba extraviado el cadver de dios; la gente
al escucharle se rea de semejante tontera y le insultaba; era absurdo buscar el
cadver de quien es eterno e inmortal. El loco simplemente coment que dios
haba muerto y que entre todos los presentes y pasados, lo haban matado.
El necio que pide que dios siga existiendo cuando ya ha admitido con la ciencia
del siglo XIX, que la materia no se crea ni se destruye y slo se transforma; la
insensatez del que pide que exista creacin y movimiento provocado por una
fuerza superior o Primer Motor, cuando la materia tiene como caracterstica
propia, el movimiento no causado y permanente. La sociedad que recurre a un
dios para pedirle que le ayude a soportar la carga de las dudas existenciales, que
le permita sublimar la pequeez de su naturaleza y la amargura de su existencia.
Quin ha matado a dios: el loco llamado Nietzsche o la sociedad moderna que
ha vuelto innecesaria y estorbosa su presencia, y ha hecho huir su idea, como en 1 Vase Friedrich Nietzsche, La gaya ciencia, Madrid, LIBSA, 2000.
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otro tiempo lo hiciera con los dioses del Olimpo; extirpndolos de la sociedad
ilustrada de Atenas?
Se cuenta que en el Renacimiento los locos vivan confinados en barracas que
eran lanzadas al mar, para separarlos de los ciudadanos cuerdos, quienes gozaban
de salud mental y respetaban las buenas costumbres. Podemos aadir la historia
del loco cervantino2, que montado en un corcel blanco, viejo y seco de carnes,
cobr batallas contra molinos que consideraba eran gigantes, contra caravanas de
cirqueros que confundi con ladrones y que soaba con llegar a ser un caballero
andante que cubierto por una armadura oxidada venciera los daos que la
sociedad haba causado a los desprotegidos; un loco que hizo de un hombre
sencillo e ignorante el gobernador de una nsula; y de una mujer desprotegida y
rechazada, la dama ms amada y ensalzada de la historia; un Quijote loco, que
muri de cordura.
En dnde encontramos la salud y la enfermedad, en la desesperacin del
enfermo o en la desesperacin social por la existencia de aqul? Los artistas que
se tratan en este trabajo de tesis, ya han sido considerados locos desde su propio
tiempo; son enfermos que a travs de su obra viven en la lucidez. De una locura
cuerda, de esa locura que busca escapar de su encierro y hacerse externa; una
locura consciente y cida, pero lcida; incluso una locura comprometida y
envidiablemente solidaria. Manejamos en el transcurrir y discurrir de esta tesis,
una serie de artistas que conviven con su enfermedad y con la sociedad que los 2 Vase Miguel de Cervantes Saavedra, El ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha, Barcelona, Carraggio, 2005.
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excluye, o se autoexcluyen, mas no por odio sino por desilusin; por sentirse
engaados y frustrados; demostrando que la sociedad est enferma de cordura,
hacindole ver que su salud es la peor de las enfermedades. Haciendo a la
sociedad consciente de que la enfermedad que sufren estos artistas, no es
comparable con la enfermedad que padece la sociedad.
Como hemos visto en las referencias previamente mencionadas, en la filosofa y
en la literatura, los personajes que padecen algn tipo de enfermedad fsica o
mental son recurrentes en todas las pocas; sin embargo, en la pintura, en la
fotografa y en el arte en general, existen artistas que han llevado en su vida esta
carga, por lo cual, se ha tendido a pensar que ste, slo puede producir imgenes
y formas que surgen de alucinaciones causadas como efecto de la enfermedad, lo
cual los hace incapacitados interlocutores de la sociedad y son rechazados por la
misma.
En el estado de la cuestin debemos aclarar que existen otros trabajos a lo largo
de la historia contempornea que han tratado parte del tema que aqu nos hemos
propuesto; por ejemplo Foucault en su Historia de la locura en la poca clsica3,
nos ubica en la relacin del hombre considerado loco con el rechazo por parte de
la sociedad, hacindonos ver que ser loco tambin puede ser un estereotipo, que
la razn no admite la diferencia y la deja sin voz. Doria Medina y Lpez de
3 Vase Michel Foucault, Historia de la locura en la poca clsica, vol. II, Mxico D.F., Fondo de Cultura Econmica, 2002.
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4
Gmora, en su Arte y locura4, dejan de lado el tema de nuestra tesis como
elemento liberador del enfermo y se avocan al estudio psicolgico mostrando los
rasgos expresados en la obra de arte, en la magia y en los ritos; incluyendo estos
como fuentes de expresin de arte y locura. Artaud, personaje tan importante en
el arte contemporneo, luego de su vivencia atrapado en las redes de la
enfermedad, ha escrito su obra Van Gogh: el suicidado de la sociedad5; en la
cual, el enfoque del autor es la defensa del genio artstico en el escape a travs de
su obra; sin embargo, para nosotros, este escape es en realidad, un asumirse
como s mismo. En el caso Bataille, en su obra La oscuridad no miente6, trata el
tema de la muerte reflejada por el artista a travs de la obra de arte, con el fin de
prolongar la vida por medio de morir varias veces en vida; haciendo de la
muerte, que naturalmente nos angustia, algo que nos agrada. Literatura,
psicologa, arte, filosofa, sociologa, historia, todas ellas ponen un poco de s en
el acercamiento de temas que son tan importantes para todo ser humano, pero
angustiantes a la vez.
A esto debemos que nos hayamos propuesto resarcir esta falta, planteando la
posibilidad de que la locura no sea genialidad, ni la genialidad locura (como en
ocasiones se ha credo de algunos artistas), pero que aun cuando llegara a serlo,
como algunos lo afirman, no borra la conciencia en sus vidas por la enfermedad,
la libertad y la sociedad.
4 Vase Mara Cristina Melgar, Eugenio Lpez de Gomara y Roberto Doria Medina, Arte y locura, Mxico, Lumen, 2000. 5 Vase Antonin Artaud, Van Gogh: el suicidado de la sociedad y para acabar de una vez con el juicio de dios, Madrid, Fundamentos, 1999. 6 Vase Georges Bataille, La oscuridad no miente, Madrid, Taurus, 2002.
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A ello se debe que, varios de los autores mencionados, sern empleados como
parte del marco terico, para sostener nuestro trabajo interpretativo de la relacin
entre la enfermedad y la locura como medio para liberarse y renacer como s
mismo, por parte del artista.
Continuando con las narraciones, otra historia cuenta que hubo una poca en la
que sucedi que, a la ciudad de Orn, lleg la peste y la habit, acompaando a
sus ciudadanos; la ciudad fue convertida en barraca y todos fueron considerados
un peligro para el resto del mundo. La peste7, narrada por Camus, es la historia
de la desproteccin del enfermo y del rechazado, del que se ve condenado a
vrselas consigo mismo, pero a la vez, esto le lleva a descubrirse en su propia
libertad de autodefinirse, es decir, a descubrir su propia identidad. El loco y el
enfermo son criminales sociales, tanto como el asesino, el ladrn o el
secuestrador.
De la misma forma que en la literatura y la filosofa se ha tratado a los locos y
enfermos como condenados a liberarse, en este trabajo de tesis estamos haciendo
un estudio de personajes de la vida real que forman parte de la historia del Arte
Moderno y Contemporneo. Ubicados en la marginacin, los artistas enfermos y
locos, podran ser considerados por la sociedad (y lo han sido), un mal que hay
que extirpar; sus obras han maravillado al mundo, su enfermedad los ha separado
de la sociedad, pues son considerados contra naturaleza, son considerados un
7 Vase Albert Camus, La peste, Bogot, Crculo de Lectores, 1977.
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mal; y sin embargo, por qu negar la posibilidad de que sea real la existencia de
cierta liberacin del artista en el padecimiento de su enfermedad?
El tema de este trabajo se basa en la crisis que el artista vive, producida por su
afeccin en la enfermedad y, por ser para la sociedad un ser enfermo o daino;
un ser que debe esconderse, aunque pueda ser considerado un genio por ser un
loco. Dado que esta crisis le lleva a vivir confinado, el artista se da a la tarea de
descubrir su propia identidad y luchar contra todo aquello que le limita
(enfermedad y sociedad), mostrndolo como un ser liberado por el padecer y
consciente de la enfermedad social; todo ello, a travs de dar testimonio en su
obra artstica.
Para eso y, dado que se basar en un mtodo hermenutico analgico,
requerimos tener claros algunos conceptos que nos permitirn desarrollar el
trabajo en forma delimitada. Sin embargo, es necesario recordar que la
constitucin de la obra artstica no se reduce a sus dimensiones espaciales y que
el artista es conocido principalmente por el discurso que expresa a travs de su
obra.
En la hermenutica analgica la obra de arte es un texto que se desvanece en y a
travs de las diversas lecturas que hacemos de ella, se justifica en sus
interpretaciones, a travs de los discursos que sustentan las mismas, pero, de
suyo, la obra de arte no es un solo texto y ni siquiera una sola imagen. El placer
o el horror que produce en el espectador, requiere de la capacidad interpretativa
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y de la sensibilidad de ste. La riqueza conceptual surge cuando somos capaces
de recrear un discurso en la mezcla de la descripcin factual y su significacin
interpretativa, a travs de la relacin establecida con el artista, su tiempo y su
obra, basados en el lenguaje y la imagen pictrica o fotogrfica (en este caso).
Como marco terico hemos empleado para fundamentar nuestras ideas, la
postura terica que Michel Foucault referente al tema de la locura, mantenida en
el texto antes mencionado; y las teoras filosficas de Friedrich Nietzsche y
Gilles Deleuze8, los cuales nos sirven como medio de sustento filosfico
antropolgico, de psicologa filosfica; y para hacer referencia de los conceptos
de libertad, autonoma y ser s mismo.
Respecto a la teora del arte Antonin Artaud, Pedro Cruz y Georges Bataille,
sirvieron como referencias bsicas para apoyar nuestras posturas desde la crtica
del arte; el primero y el ltimo nos han dirigido para acercarnos a la relacin
entre arte, locura y crisis artstica, as como para llegar a su definicin; mientras
que el segundo, nos ha apoyado en la teora de monstruosidad y del cuerpo en el
arte.
Debemos aclarar que aun cuando hacemos referencia a algunas teoras
psicolgicas, ello no significa que este trabajo pretenda ser un estudio
psicolgico de la locura. Mejor aun, debemos enfatizar que es un estudio
fenomenolgico desde la vivencia de la locura, por lo cual las teoras anteriores 8Vase Gilles Deleuze, Lgica de la sensacin, Madrid, Arena, 2002.
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sern herramientas al servicio de la interpretacin analgica como mtodo a
emplear en el estudio interpretativo de nuestro tema. Nuestro trabajo no pretende
ser un estudio pormenorizado de la enfermedad, ni de la historia de sta en
relacin con el arte, ni ser una historia del arte; sino una interpretacin de la
obra de algunos artistas en su relacin con la enfermedad mental, dentro del
mbito de la historia del arte moderno y contemporneo.
La definicin de nuestro tema consiste en: la crisis existencial que vive el artista
cuando padece alguna enfermedad mental y es rechazado por la sociedad, esta
crisis le lleva a un desarrollo de su genialidad creativa en el arte, lo cual le
permite, en cierto modo, liberar una batalla por ganar su propia identidad. Para
ello usaremos como ejemplo algunas de las obras de dos artistas de la poca
moderna y contempornea: Vincent van Gogh y David Nebreda.
Por ello es necesario tener claro el modo en que trataremos algunos conceptos
recurrentes y fundamentales en la tesis: autodestruccin, crisis, genio artstico,
liberacin, autoconsciencia.
Se dice que construir es ms complejo que destruir; construir es considerado un
bien, mientras que destruir sera visto como un mal. La autodestruccin
contiene dos males, no slo el mal correspondiente a nuestra destruccin sino el
de hacerlo por propia mano. El enfermo mental tratado en esta tesis, es alguien
que de manera metdica o en forma espordica, se produce daos fsicos, e
incluso alguno de ellos, llega al suicidio. Esa forma de flagelar el cuerpo, de
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producir un dao, es causada por la enfermedad mental; lo cual, lleva al artista a
ser rechazado por la sociedad con la que convive. El artista loco posee en su
enfermedad, la tendencia a daarse y a la bsqueda de autoaniquilamiento; sin
embargo, en este trabajo hablaremos del renacer del artista a travs de la
autodestruccin en el dominio de dicha tendencia; no su eliminacin.
En este sentido, afirmar que es liberadora la destruccin, significa que a travs
de ella, el artista es capaz de potenciar su propia forma de expresin, su lenguaje
y, por tanto, liberar a travs de dominar, canalizar o sublimar, su propia
enfermedad, asumindose como quien es; en otros trminos, encontrndose a s
mismo en la aceptacin de su enfermedad.
La crisis se entender como esa situacin irreconciliable entre la sociedad y el
artista o entre el artista y su enfermedad. Cuando no hay posibilidad de un
dilogo armnico pues la enfermedad no puede evitarse y el rechazo tiene que
vivirse; el artista est condenado a vivir en el encierro de su propia enfermedad;
porque la sociedad lo considera loco, enfermo y lo rechaza.
Por ltimo, la grandeza o genialidad artstica, est ubicada en esa capacidad
que tiene el hombre de hacer una obra de arte a travs de su actividad, aun a
pesar de el padecimiento que vive. El genio creativo se potencia a travs de la
liberacin y la canalizacin de los elementos autodestructivos de su enfermedad,
e incluso de la enfermedad social en la que habita; lo cual tambin se entiende
como grandeza de carcter.
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Nuestro planteamiento hipottico supone que, el artista que se ve en una
situacin de enfermedad mental, que le lleva a cruzar situaciones de tendencia a
la autodestruccin y el suicidio, a travs de su genialidad y fuerza de carcter es
capaz de utilizar la enfermedad como herramienta que potencia su creatividad y
visin crtica de la realidad social.
De lo cual se desprende que el objetivo general de este trabajo sea:
Realizar el anlisis interpretativo, a travs de la ejemplificacin de artistas
enfermos mentalmente, y provenientes del mbito del arte moderno y
contemporneo, que sufren de tendencias suicidas y autodestructivas y que, en
lugar de producir daos a otras personas en la sociedad, son capaces de potenciar
su creatividad y su genio artstico por medio de su propia autodestruccin
reflejada en su obra.
Como resultado de dicho objetivo surge la necesidad de plantearse ciertas
preguntas que habrn de ser solucionadas en el transcurso de nuestro trabajo de
interpretacin terico.
A qu nos referiremos con crisis liberadora?
Cul es el vnculo entre la autodestruccin y la crisis liberadora?
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Cmo entendemos el autodominio del artista, a pesar de la enfermedad
que es degenerativa, irreversible y congnita, manifiesto en la obra de
arte?
Cul es el papel que juega la enfermedad en el caso de los artistas
enfermos y qu los hace diferentes de los enfermos en general?
Qu entendemos por anhelo de morir, y cmo ejemplificarlo a travs de
la muerte fsica en el caso de van Gogh y la autodestruccin en Nebreda?
En qu consiste la visin realista del enfermo en ambos casos?
Cmo es que se ejemplifica la bsqueda de identidad a travs de la crisis
y la autodestruccin en ambos casos?
Cmo se da la autoafirmacin a travs del autorretrato en el caso de
Nebreda?
Cmo se entiende la normalidad y la monstruosidad en Nebreda?
Cmo responde el artista ante la situacin que le plantea la sociedad, el
rechazo y la denigracin?
Por todo lo anterior, este trabajo se ve justificado como parte de los estudios
correspondientes a la Maestra en Arte Moderno y Contemporneo, ya que:
a) Tanto van Gogh como Nebreda corresponden al periodo en el que se basan
dichos estudios; mientras que el primero se ubica en medio de ambas
pocas, el segundo forma parte de la poca contempornea.
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b) La interpretacin que se lleva a cabo no es un estudio histrico ni
psicolgico de la obra de arte ni del artista, sino de la relacin existente
entre el artista, su obra, su contexto y, el observador o estudioso del arte.
c) La tesis de maestra pretende dar una aportacin en el campo de la
interpretacin artstica contempornea, que enriquezca las perspectivas de
comprensin de la obra sin apartarla del mundo en el que habita la misma;
es decir, reuniendo la creacin artstica con su significacin, como
producto de la historia y medio de generacin de conciencia social.
Para concluir esta introduccin hemos de explicar brevemente la lgica
argumentativa en que estar ordenada y las temticas que tratar nuestro trabajo
de tesis. En lo correspondiente a la primera, es de suponer que partiremos por
plantear un acercamiento al tema de la enfermedad y el anhelo de morir,
posteriormente, intentaremos ejemplificar esto, a travs de la seleccin de
elementos de la vida, la obra y las fuentes, referentes a van Gogh y Nebreda,
explicando cmo se manifiestan estos supuestos en sus obras.
En el primer captulo, La enfermedad y el anhelo de morir como crisis
artstica, habremos de tratar la enfermedad en dos grupos, los enfermos
mentales y los enfermos fsicos. En ambos grupos, se da una relacin con el arte,
pues el artista que se encuentra enfermo hace uso del padecimiento como un
elemento que le enriquece o le da motivos de creacin artstica. Para ello,
requiere asumir su enfermedad como parte de un destino (por tanto
irrenunciable); ello le motivar a forjar su propia identidad a travs de la
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generacin de productos artsticos que reflejen su propia vivencia individual y
socialmente.
Lo mismo ocurre cuando hablamos del anhelo de morir. Esta idea tendr dos
vertientes: una consiste en que la muerte forma parte de todo ser humano y, por
tanto, los artistas tambin son conscientes de ella; la segunda, la necesidad que se
tiene de suavizar la relacin o generar una relacin personal (es decir, libre) con
la misma.
Ambos elementos habrn de participar en la generacin de la identidad del
artista, por medio de restar importancia al sentido de condena y aumentar la
consciencia de que se es libre en la relacin con ambas.
En el segundo captulo, ejemplificaremos esta relacin con el artista van Gogh,
quien trataremos de mostrar que jams dej de ser un personaje lcido de su
poca y, a la vez, permaneci consciente de su enfermedad.
El pintor, en el momento en que se ve dominado por la misma, cambia el sentido
de su arte hacia el intento del canalizar la enfermedad en su creacin artstica,
transformando el padecimiento en algo positivo. Sin embargo, un suceso
conocido por todos cambi radicalmente su vida; por ello se ve impedido para
sublimar su padecer a travs del arte, alejndose de la produccin
temporalmente. La autodestruccin surge como un elemento que cambia el
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sentido de su arte; a la vez que le potencia en su creacin, le condena a la
prdida. Por ello, si bien podemos hablar de una liberacin del genio creativo en
la autodestruccin, tambin vemos que hay una lucha interna entre la vida
artstica y la muerte a la cual la sociedad le condena en su exilio.
Por ltimo, en el captulo tercero, el ejemplo de Nebreda nos servir para
desarrollar estas ideas en la vida y obra del artista. Nebreda y la vivencia de su
enfermedad como potenciadora de su arte fotogrfico, y a su vez, la canalizacin
del anhelo de autodestruccin que manifiesta su bsqueda de morir y renacer en
la obra. La muerte social a la que se condena por propia decisin, es un ejemplo
ms de lo que Nebreda habr de entender como el renacimiento propio del artista
y su inconformidad contra el rechazo por parte de la sociedad contempornea, a
travs de creaciones que, al mismo tiempo de ser monstruosas son, tambin,
obras de un genio en el arte fotogrfico.
Para concluir esta introduccin despertamos en nuestra consciencia la necesidad
subjetiva de cuestionarnos, que buscan estos artistas: anhelo de morir para vivir
eternamente? o autodestruccin como construccin del ser del artista?
Ciudad de Mxico, septiembre de 2011.
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CAPTULO I: LA ENFERMEDAD Y EL ANHELO DE MORIR COMO
CRISIS ARTSTICA
Sean cuales fueren sus mritos, quien tiene
buena salud siempre defrauda. Resulta
imposible dar el menor crdito a sus
afirmaciones, ver en ellas otra cosa que
pretextos o acrobacias.
E.M. Cioran, La Cada en el tiempo, 1966.
En el amplio panorama artstico de la cultura moderna y contempornea, aparece
en escena un conjunto de artistas, cuya forma de abordar y crear sus respectivas
obras, llaman la atencin por la relacin existente entre sus experiencias lmite y
su propia identidad. Experiencias que marcan su existencia y son irrenunciables,
podramos considerarlas un destino que los lleva al extremo del padecer y el
sufrimiento, en definitiva, un viaje al final de lo posible; pero en ello, tambin, el
artista es capaz de formarse una identidad personal.
El artista no es solamente su destino, ni como consecuencia de la sociedad en la
que existe, ni como resultado de una enfermedad; es tambin, el constructor de
un camino que responde a este descubrimiento de lo que le ha sido dado con lo
que ha elegido.
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La enfermedad y la muerte no son por lo general una eleccin, son por as
decirlo, un padecimiento de la naturaleza humana condenada a su finitud; y sin
embargo, en este captulo, mostraremos que los artistas que se encuentran en la
situacin de estar enfermos fsica o psicolgicamente y que se saben conscientes
de su finitud en la presencia constante de la muerte, son capaces de asumir
ambos elementos como formas de liberacin de su genialidad, a travs de sus
creaciones y convertirlas con fuerza de carcter, en sellos que les dan identidad.
1.1 LA ENFERMEDAD DEL ARTISTA
Apoyo la mano izquierda en el cuaderno y
me asesto un buen navajazo en la palma. ()
Cuatro lneas en una hoja blanca, una
mancha de sangre: es un hermoso recuerdo.
Tendr que escribir encima: Ese da renunci
a escribir un libro sobre el marqus de
Rollebn.
Jean-Paul Sartre, La nusea, 1995.
Algunas obras de arte pueden ser consideras extremas, pues son producto de
artistas que viven en estado lmite, a consecuencia de algn tipo de enfermedad o
accidente sufrido, sin embargo, hay artistas que viven esta situacin, que no han
visto mermadas sus fuerzas y han continuado con su produccin como si tal
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estado los redimiese de alguna manera. Ejemplo de estos casos son Vincent van
Gogh, Frida Kahlo, Paul Klee, Antonin Artaud, Nicolas Ray, Bob Flanagan,
David Nebreda. Casos paradigmticos que podramos clasificar, con el fin de
comentar en forma ordenada, dividindolos entre aquellos que sufrieron una
enfermedad mental (Vincent van Gogh, Antonin Artaud) y siguen sufrindola
(David Nebreda), y el grupo de aquellos que padecieron afecciones orgnicas
(Paul Klee, Frida Kahlo, Nicolas Ray, Bob Flanagan).
Mucho se ha hablado, sobre todo durante el Romanticismo, de la enfermedad
como medio para llegar a una sntesis ms elevada, capaz de dotar al individuo
de una sensibilidad exacerbada a punto de transformarse en un poder superior,
cuasi divino. No obstante, hoy en da, el enfermo que enalteca Baudelaire9,
contina siendo considerado casi como una inmundicia carnal debido al papel
preponderante que ocupa la higiene en la sociedad; es por ello que la
enfermedad, junto con la negacin de la muerte, son consideradas an hoy en da
parte de los principales tabes sociales, como ya lo mencionaba Foucault en su
obra antes referida. De ah el motivo de disputas y el valor transgresor de estos
artistas, que no dudan ni dudaron en mostrarse aquejados por la enfermedad,
dndonos lecciones de vida, al ser capaces de permanecer en lo trgico de su
existencia en forma absolutamente positiva. En todos ellos, la creacin parece ser
el frmaco ms eficiente en sus vidas; para todos ellos, la creacin es la clave, la
cura y la salida de la enfermedad.
9Vase Charles Baudelaire, Las flores del mal, Madrid, Nrdica, 2007.
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Artaud, como seala Grard Durozoi: vive su enfermedad, ante todo, como un
destino excepcional, pero es para generalizar acto seguido su rareza, invirtiendo
su signo, y para admitir que tal rareza, simplemente enmascarada, alienada por
las conveniencias sociales, es una realidad en todos y cada uno10. La rareza se
convierte as en una marca de identidad. l se encargar nuevamente de
considerar al enajenado, a l mismo, como portador de la verdad: la creencia que
seala Michel Foucault en su libro Historia de la locura en la poca clsica11,
asumiendo el riesgo de rechazar el pensamiento medio para lanzarse a explorar
posibilidades radicales, mostrando su caso como aquel que vivi Vincent van
Gogh.
De manera que en la misma lnea que el pintor suicidado por la sociedad,
forzado por su sensibilidad, Artaud destruir o transformar las formas
convencionales, denunciando a la sociedad que pronuncia la palabra locura sin
piedad. Como seala Philippe Sollers:
() lo que se llama locura, sin duda nunca es otra cosa que aquello a lo que la razn rehsa enfrentarse y que ella misma suscita en la necesidad de transformarse. En este sentido, la razn es cruel, y Artaud la vivi en l como tal, como la aventura misma de la razn.12
10 Grard Durozoi, Artaud. Enajenacin y locura, Madrid, Guadarrama, 1975, p. 10. 11 Vase Michel Foucault, Historia de la locura en la poca clsica, vol. II, Mxico D.F., Fondo de Cultura Econmica, 2002, pp. 328-372.12 Philippe Sollers, La escritura y la experiencia de los lmites, Valencia, Pre-textos, 1978, p. 104.
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La situacin experimentada por Artaud es parecida a lo que vive David Nebreda
[Fig.1], quien desde los diecinueve aos fue diagnosticado como esquizofrnico
paranoide. Nebreda ha asumido la imagen de su trastorno en el doble de su
cuerpo flagelado por l mismo, que le proporciona el tema para el acto
fotogrfico. Un trabajo que como el propio artista declara:
Ha tenido que ser interrumpido dos veces. La primera, en 1990, a causa de una situacin psquica insostenible: una vuelta atrs mental que ha durado siete aos. La segunda, en 1997, para evitar un vrtigo ya conocido y que se saba peligroso. Se ha aprendido que antes o despus, este vrtigo se producira de nuevo. Se ha aceptado un sentimiento de dolor o de vergenza por lo inevitable, se ha instaurado una familiaridad tambin con todas las soluciones mentales de supervivencia y, sobre todo, con lo ms importante: el doble fotogrfico13.
Fig. 1. David Nebreda, Primer certificado, 1984. Fotografa, s/m. Coleccin privada, Madrid.
13 David Nebreda, Sur la schizophrnie, le masochisme et la photographie en Autoportraits, Pars, ditions Lo Scheer, 2000, p. 183. (Traduccin de la autora).
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Respecto al segundo grupo caracterizado por afecciones orgnicas, constituido
por aquellos artistas afectados por una enfermedad sin posibilidad de
recuperacin. En ellos, cabe destacar cmo la enfermedad, al igual que en los
artistas del grupo anterior, les singulariza, confirindoles una distincin, en cierto
modo inusual, que aprovechan para remarcar un nuevo concepto: la enfermedad
como elemento emblemtico de identidad, puesto que tal estado les lleva a
autorrepresentarse mostrando sus fatdicas peculiaridades. A este respecto, los
autorretratos de Paul Klee descubren la degradacin que se iba apoderando de l
conforme pasaba el tiempo, causada por la esclerodermia14 que padeca.
La piel de su rostro se iba endureciendo de manera considerable, perdiendo
flexibilidad y ganando espesor, confirindole un aspecto de mscara, que el
pintor suizo no vacil en reflejar,
intensificando su produccin artstica
autorreferencial. Una produccin que se
articul en torno a la irona, la comicidad, la
caricatura, el autoestmulo, pero tambin en
torno al escepticismo, la melancola y la
tristeza, como ratifican los ttulos de sus
autorretratos: Will dabei sein (Prefiere
quedarse) y Trennt sich schwer (Se va a su
pesar), Durchhalten! (Persevera!) [Fig.2]. Fig. 2. Paul Klee, Durchhalten, 1940. Dibujo al pastel, s/m.
14 Esclerodermia es una enfermedad consistente en un endurecimiento de un rgano o de un tejido a causa de una hiperproduccin de colgeno. http://salud.glosario.net/terminos-medicos-de-enfermedades/esclerosis-2862.html. Fecha de consulta: 1 de agosto de 2011.
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De Frida Kahlo conocemos cmo despreciando toda autocomplacencia, no
repar en dar cuenta de su tragedia, desnudando su alma, a travs de plasmar en
imagen su sufrimiento; con el cors de escayola y el cuerpo repleto de clavos y
cicatrices que goteaban sangre sin privarse de ensalzarlas. De ningn modo dud
en retratar a quien se le antojase, a pesar de sus dificultades y su definitiva
postracin en cama.
Fig. 3. Frida Kahlo, La columna rota, Autorretrato, 1944.
leo sobre lienzo, montado sobre masonite, 43 x33 cm.
Coleccin de Dolores Olmedo Patio, Ciudad de Mxico.
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Tampoco Flanagan15 se priva de expulsar sus flemas ni de mostrar su raqutico
cuerpo enfermo a causa de la fibrosis qustica16 que padeca (enfermedad que
asimismo, anecdticamente, sufra El hombre Elefante (1980) del film de David
Lynch).
En los mencionados creadores, se vislumbra que la enfermedad potencia sus
respectivos intereses mostrndose frente al mundo por medio de la
autorrepresentacin y autoexposicin, como si tal acto, de alguna forma los
liberase de su situacin, de lo que se desprende asimismo una nueva concepcin
en la manera de entender la enfermedad. En este sentido, Flanagan, durante
Visiting hours, acostado en una cama de hospital, responde a las preguntas
formuladas por el pblico, adoptando a la vez el papel de sacerdote-confesor; ya
que ciertos visitantes del museo se acercaban para compartir con l sus
experiencias con el cncer, la leucemia y otras enfermedades.
Si bien, no a todo el pblico le ha parecido aceptable su trabajo (por la aparente
manera frvola con que trata un tema tan serio), hay que resaltar el enorme cario
que obtuvo de los nios del campamento estival de fibrosis qustica, con los que
15 Bob Flanagan fue un artista, performer, msico, poeta. http://juanjoserojas.wordpress.com/2007/08/05/bob-flanagan. Fecha de consulta: 1 de agosto de 2011. 16 La fibrosis qustica es una enfermedad hereditaria, tambin llamada mucoviscidosis, que provoca la acumulacin de moco espeso y pegajoso en los pulmones y el tubo digestivo. Es el tipo de enfermedad pulmonar crnica ms comn en nios y adultos jvenes, y puede ocasionar la muerte prematura. http://definiciones.indicemedico.info/fibrosis-quistica.html. Fecha de consulta: 1 de agosto de 2011.
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23
comparta desgraciadamente tal dolencia. As, su obra, al igual que la de otros
artistas sealados en este apartado, a pesar de ser extremadamente abrumadora,
en ocasiones resulta sin embargo insultantemente positiva.
Esta forma de hacerse presente en el mundo, resulta ser negada por la sociedad,
que no logra comprender la manera en que los artistas muestran la cara
catalogada como: no higinica. De cualquier forma, en general, hay que admitir
que, en los creadores aludidos, la autoconciencia del dolor crnico producido por
la enfermedad, materializada tanto en accin como en objeto de arte, se convierte
en una especie de inmolacin o purgacin, para s mismos.
La autoconciencia del dolor resulta indicativa de un proceso de
autoconocimiento personal, a travs del cual, estos artistas se presentan ante la
sociedad hacindole evidente, demandndole y reprochndole ser considerados
producto maltrecho de la misma. Pero, a su vez, descubrindose como individuos
excepcionalmente positivos y nicos, basndose en el valor que adquiere la
caracterstica de su cuerpo daado y herido, la cual los identifica.
As, estos artistas representan y exponen sin cerrar los ojos, el puritanismo de la
sociedad en la que habitan, exiliados por su sello de unicidad. La enfermedad,
entonces, viene a ser otra forma de autorreafirmacin del sujeto empeado en
autodefinirse y dejarse ver por el mundo, tal y como es, por difcil y aparatosa
que sea su condicin.
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Es por ello que, tales testimonios salen de lo ordinario y lo comn, llevando
nuestro pensamiento a preguntar acerca de la banalidad de nuestra vida y la
discapacidad que padecemos para aceptar al que existe como alguien diferente;
es en este sentido que se enmarca el comentario de Vincent van Gogh:
No estoy enfermo, pero hubiera llegado a estarlo, de no haber recurrido a algunos alimentos muy nutritivos y de no haber dejado de pintar durante algunos das. Una vez ms me veo reducido casi a un estado de locura como el de Hugo van der Goes en el cuadro de Emile Wauters. Y si no fuera porque tengo una doble personalidad y soy al mismo tiempo una especie de monje y de pintor, hace ya tiempo que estara reducido totalmente a la misma condicin. Pero aun as, no creo que mi locura pudiera transformarse en una mana persecutoria, ya que en los estados de sobreexcitacin mis sentimientos se inclinan ms bien hacia cuestiones relacionadas con la eternidad y con la vida eterna. De todos modos debo prestar atencin a mis nervios17
Y prosigue, poco ms adelante con la reflexin de este tema:
Creo que he hecho bien en venir aqu, sobre todo porque al ver la realidad de la vida de los distintos locos y desequilibrados de esta casa de fieras estoy perdiendo ese vago temor, el miedo a la cosa, y poco a poco puede que llegue a considerar la locura como una enfermedad ms18
17 Vincent van Gogh a su hermano Theo, Arls, mediados de octubre de 1988, carta No. 556, en Vincent van Gogh, Verzamelde Brieven van Gogh, vol. III, 1952, pp. 350-351. 18 Vincent van Gogh a su hermano Theo y cuada, Saint-Rmy, 10 de septiembre de 1989, carta No.605, en Ibdem, pp. 420-421.
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Tambin estoy agradecido por otra cosa: he observado que tambin adems, durante sus ataques, oyen sonidos y voces extraos, como yo, y que tambin ante sus ojos las cosas parecen cambiantes. Y esto disminuye el horror que me qued del primer ataque Cuando uno sabe que eso forma parte de la enfermedad, lo toma como algo corriente Creo que una vez que uno tiene conciencia de su estado y sabe que pueden sobrevenirle ataques, uno puede prepararse para no sentirse sorprendido por sensaciones de angustia o de miedo El choque que sufr fue tan grande que incluso me abstuve de todo movimiento, y en ese momento hubiera deseado con todas mis fuerzas volver a despertar. En el presente este horror de la vida es ya menos pronunciado y la melancola menos aguda (). Slo durante estos ltimos das se ha modificado de una manera algo radical mi repulsin por la vida19
Recordemos al respecto las palabras de Paul Klee: Pinto para no llorar.20 Las
anteriores citas, sumadas a los comentarios de tantos otros artistas enfermos
como ellos, ubicados en cualquiera de las dos categoras que hemos mencionado
con anterioridad, nos colocan frente a la indigencia que viven por el rechazo, as
como la grandeza de carcter que muestran por su negacin a la resignacin; a
ellos puede sumarse el caso de Frida Kahlo [Fig.3], quien en 1951 deca:
He estado enferma un ao. Siete operaciones en la columna vertebral. El Dr. Farill me salv. Me volvi a dar alegra de vivir. Todava estoy
19 Vincent van Gogh a su hermano Theo, Saint-Rmy, 25 de mayo de 1989, carta No. 592, en Ibdem, pp. 422-425. 20 Paul Klee en Philip Sandblom, Enfermedad y Creacin. Cmo influye la enfermedad en la literatura, la pintura y la msica. Mxico D.F., Fondo de Cultura Econmica, 1995, p. 167.
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en la silla de ruedas, y no s si pronto volver a andar. Tengo el cors de yeso que a pesar de ser una lata pavorosa, me ayuda a sentirme mejor de la espina. No tengo dolores.21
Y ante la inseguridad que le produce la certeza de que le ser amputada una
pierna, y la incertidumbre que esto le ocasiona por la falta de elementos que le
permitan sentir que sigue siendo duea de su propia forma de estar en el mundo e
incluso de su relacin con Diego, comenta: Estoy preocupada, mucho, pero a la
vez siento que ser una liberacin () Ojal pueda ya caminando dar todo el
esfuerzo que me queda para Diego. Todo para Diego.22
Para terminar este apartado, Antonin Artaud nos recuerda que la sociedad ha
hecho de los locos y los enfermos sus vctimas, sus rechazados y perseguidos por
ser diferentes en su individualidad, la cual es propia de todo hombre; as, el
artista que descubre en s mismo esta situacin, encuentra en su obra el modo de
exteriorizar el reclamo que surge desde su propia interioridad, dirigido a la
sociedad por quererles apartar; y en su escrito sobre van Gogh asegura que en
todo demente hay un genio incomprendido, del que caus parar la idea que
despuntaba en su mente, y que slo en el delirio pudo encontrar un escape a las
opresiones que la vida le haba preparado23.
21 Frida Kahlo en Philip Sandblom, bid, p. 252. 22 Frida Kahlo en Ibdem, p. 255. 23 Antonin Artaud, van Gogh: El suicidado de la sociedad y para acabar de una vez con el juicio de dios, Madrid, Fundamentos, 1999, p. 31.
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1.2 ANHELO DE MORIR
Morir es un arte, como todo.
Yo lo hago excepcionalmente bien.
Tan bien que es una barbaridad.
Tan bien que parece real.
Se dira, supongo, que tengo el don.
Sylvia Plath, Poemas, 2000.
En el panorama artstico, la muerte parece acariciar ms cerca que nunca los
cuerpos de los artistas. Muchas de las prcticas cruentas que han colmado la
historia de la humanidad con imgenes de cuerpos clebres, de cuerpos
hostigados y ultrajados, de cuerpos manipulados brutalmente (prolficas en la
iconografa religiosa), se presentan ahora como performances. Una actividad
artstica que ha motivado un cambio sedicioso en al interior del asfixiante
lenguaje del arte, acentuando la cisura histrica entre el placer pblico y el hacer
privado, o el cuerpo como material artstico.
En estas prcticas la carne y la sangre adquieren una importancia singular, pues
de hecho, aunque repugnan, esta repugnancia slo es aparente: ahora, ms que
nunca, la imagen provoca emocin, tanto ms cuanto es viva, desgarradora y
agresiva a los ojos del espectador. No requerimos ms que ver los peridicos y
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28
noticieros para darnos cuenta de la intromisin social de este tipo de iconografa
truculenta y, sin embargo, buscada para satisfacer los deseos del pblico.
Algunos de los artistas a los que nos referimos, influidos por las lecturas de
Friedrich Nietzsche, Sigmund Freud, Carl Jung, Herbert Marcuse, Michel
Foucault, y asimismo por buena parte de las performances dad y futuristas, o
por los planteamientos de los movimientos de los sesenta, como Fluxus o las
ceremonias de artistas como Yves Klein o Piero Manzoni (como tambin en el
Body Art, donde el cuerpo se emplea como medio artstico), adoptando actitudes
cuasi criminales, que los llevan explorar un nuevo territorio en el que, como
verdugos de ellos mismos, atentan contra su integridad: Me golpeo, doy
patadas, me abofeteo la cara, me azoto, muerdo, mojo el cuerpo.24
Sangre y carne, heridas y cicatrices, rganos internos y cadveres. Esta nueva
transformacin de la percepcin, responde a la necesidad del arte de transgredir
los tabes sociales sujetos a modelos fsicos instituidos, en torno a los cuales la
identidad es culturalmente concebida, como seala Francesca Alfano Miglietti:
el cuerpo deviene lenguaje absoluto, el medio a travs del cual el artista se
transforma, transforma la propia imagen y la propia identidad25.
Al mismo tiempo ante la muerte nos encontramos con lo arcano, con lo
misterioso. No hay opcin posible distinta para nuestra vida. Nuestra experiencia
24 Piedad Solns, Accionismo Viens, Hondarribia, Arte hoy, Nerea, 2000, p. 13. 25 Francesca Alfano Miglietti, Identida mutanti, Milano, Costa, 1997, p. 25.
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de ella es siempre observar la muerte desde fuera, a travs de la muerte del otro;
trasladando hasta nosotros la impresin de asombro y rebasamiento que sta nos
produce.
La relacin con nuestra muerte consiste en no saber sobre el hecho de morir;
nicamente ser testigos de la muerte ajena. Vivir como extraos ante el hecho
que es inevitable, es decir, experimentamos la muerte ajena desde la propia vida
y, sin embargo, sabemos que no ser ajena siempre, pues con ella no hay del
todo una ausencia de relacin26.
Quiz, precisamente por su inaccesibilidad nos resulta atrayente, deseamos
seguir sus lejanos pasos, y nos empuja a fantasear sobre los posibles modos de
acercarnos a ella. Pues quin no ha imaginado alguna vez las circunstancias que
podran rodear su muerte? Su forma de morir? Quin no ha pensado en la
persona que podra asistir a su entierro?
Incluso podemos hacer referencia a la gente que ha simulado su fallecimiento
para darse una respuesta aproximada a todas estas preguntas inevitables que
como seres humanos formulamos desde nuestro interior.
La relacin con la muerte es desde la perspectiva de la duda y el deseo de
resolverla, a sabiendas de que no habr respuesta posible; en palabras de 26 Cfr. Emmanuel Levinas, Dios, la muerte y el tiempo, Madrid, Ctedra, 1998, pp. 55-57.
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Bataille, el hombre necesita darse una perspectiva del no-saber bajo la forma de
la muerte27. Una forma visualmente real que pueden proporcionrsela los
distintos modos creativos, como dejan constancia algunos de los artistas a los
que nos hemos referido, los cuales parecen compartir con Sylvia Plath, el don de
morir, aun sabiendo que tal representacin/exposicin acerca de uno mismo,
entraa un misterio no develable, pues slo desde la vida, desde la exterioridad y
desde el slo saber por las experiencias ajenas; as como desde la condicin de
vivir, es posible saber algo de ella y volverla medianamente accesible.
Acaso es tan primordial la necesidad del hombre, el nico ser vivo capaz de
tener como inters y hasta como incentivo, el apropiarse e incluso el disfrutar de
la imagen de su muerte?
Como hemos advertido, no faltan ejemplos en los que el ser humano, dentro del
terreno artstico, por medio de la autorrepresentacin, intenta aprehender algo del
intrigante e inevitable misterio que todos sufrimos dada nuestra condicin
mortal; el trance hacia la propia muerte, pues como afirma Levinas: tener que
ser, es tener que morir28.
El artista Arnulf Rainer lo describe de esta manera:
27 Georges Bataille, La oscuridad no miente, Madrid, Taurus, 2002, p. 91. 28 Emmanuel Levinas, op.cit., p. 57.
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31
Como persona yo quiero acercarme a este secreto (la muerte); como asombrado, no quiero dejar de lado el problema; como hombre, como cualquier otro hombre, es tambin para m la gran confrontacin; como creyente de todo y de nada, yo quiero comprender la religin. Como artista, tomar; como configurador, presentar directamente y sin tab29
Tras lo dicho, se subraya la voluntad de aceptacin libre como seres mortales,
por parte de estos creadores; los cuales intentan, como dira Freud, darle un lugar
a la muerte en la realidad y en nuestro pensamiento, que continuamente
suprimimos con tanto cuidado.30 Bien para exorcizar este final humano o bien
para rerse de l y as restarle importancia, pero lo cierto es que, asumir la
mortalidad, saber que la muerte nos acompaa y siempre est cerca, en palabras
de Cioran, es, en realidad, morir dos veces o, mejor dicho, todas las veces que
sabemos que debemos morir.31
Por ello pensamos que, en el caso de estos artistas-creadores, existe la
autoafirmacin que representan y presentan de su fin, y que incluso algunos
extienden hasta la imagen personificada de su cadver transformado en
esqueleto, como vemos en James Ensor u Otto Dix a travs de la pintura, el
grabado o la serigrafa.
29 Brbara Catoir, Negrura, detrs un cielo estrallado, en Arnulf Rainer, Campus Stellae. Santiago de Compostela, Centro Gallego de Arte Contempornea, p. 32. 30 Cfr. Sigmund Freud, Thoughts for the Times on War and Death, 1915, Collected Papers, vol.4, Nueva York, Basic Book, 1959, p. 316. 31 Emil Michell Cioran, La cada en el tiempo, Barcelona, Tusquets, 2003, p. 166.
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32
Fig. 4. James Ensor, Mon portrait en 1960 (Mi retrato en 1960), 1888.
Aguafuerte, 64 x114 mm. Banco KBC de Blgica.
Ensor pretende revelarnos los rastros todava visibles de su persona [Fig.4], que
supuestamente se hallaran dentro del fretro que porta su nombre y, constituye
junto a su cortejo, la imagen que conforma su irnica tarjeta de visita.
Otro ejemplo que podemos tomar en cuenta, es el proyecto The Viewing32, de
Bob Flanagan; el cual sabemos que fue imposible llevar a cabo, por lo
complicado de su realizacin y por el coste que supona. Para tal proyecto, el
artista pretenda que, tras su muerte, se introdujese una cmara en el interior de 32 Performance es un espectculo representado en directo ante un pblico, en el que se combinan diferentes formas de expresin, como la danza, el teatro, la msica, el cine y las artes plsticas; se realiza con espontaneidad e improvisacin, y lo que pretende es provocar al pblico. http://es.thefreedictionary.com/performance. Fecha de consulta: 3 de marzo de 2011.
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33
su atad para transmitir la descomposicin de su cuerpo por cable. ste fue su
ofrecimiento, que concluy tras las risas y los aplausos del pblico al que se
dirigi explicando su proyecto, como si todo el horror presentable purgara su
condicin terminal.
Tras estas afirmaciones, podramos comentar parafraseando a Bataille33 que,
desde el cadver que simula comenzar a descomponerse en Le Noy, el sueo del
protagonista de Vampyr (1932), que nos arrastra dentro del atad donde lo vemos
de cuerpo presente, hasta las imgenes ms contemporneas que acabamos de
sealar, las imgenes de la corrupcin y el aniquilamiento corporal nos fascinan;
al tiempo que nos daan, nos transgreden y nos arrebatan. Digamos que estos
creadores nos ensean, en cierta manera, el arte de convertir la angustia y el
temor en una delicia.34
Por otra parte, es evidente que la novedad de dichos artistas no consiste en tener
en sus manos la libertad de elegir sobre su propio fin, o al menos de
preconcebirlo; esto lo tendran en comn con toda la humanidad. En este sentido,
todos podemos jugar con nosotros mismos y, aun ms, cuando en el punto
extremo de lo posible tendemos con tanta fuerza hacia lo que nos derribar: que
la idea de la muerte nos agrada35.
33 Cfr. George Bataille, op.cit., p.85. 34 Cfr. George Bataille, La experiencia interior, Madrid, Taurus, 1973, p. 47. 35 Cfr. Ibdem, p. 229.
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34
La novedad de estos artistas se encuentra en la forma de suavizar con sus
creaciones la conciencia de la muerte e intentar aplazar su advenimiento, a travs
de enfrentarse por anticipado con aquello que la conciencia les dicta como su
lmite y su negacin.
Digamos que en los ejemplos que hemos manejado, con el fin de exorcizar la
realidad de la muerte, el artista no experimenta ese extrao retraimiento del que
habla Pere Salabert, por el cual o se centra en s mismo mediante recreaciones
de antiguos rituales de penalidades y una mortificacin que anticipa mediante
incisiones, heridas, mutilaciones, etc., o se lanza a un universo de oscuridad en el
que se hace apenas perceptible36, sino que una vez ms, nos muestran que el ser
humano es capaz de lanzarse a la arena del circo, pero controlando con mayor o
menor medida, el riesgo en el cmo quiere exponerse a cambio de cierta
inmortalidad.
Se podra concluir este apartado con palabras de Rainer Mara Rilke, quien dice
que La obra de arte es el resultado de haber estado en peligro, del hecho de
haber ido hasta el extremo de una experiencia que ningn hombre puede
sobrepasar37.
Partiendo de lo que hemos expuesto en este captulo y siguiendo con el tema en
curso, en el segundo y tercer captulo se ejemplifican estos problemas a travs de
36 Pere Salabert, Pintura anmica, cuerpo suculento, Barcelona, Laertes, 2003, p. 292. 37 Rainer Maria Rilke, Cartas sobre Czanne, Barcelona, Paids, 1992, p. 23.
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35
las respuestas subjetivas y profundas de dos artistas que ya han sido
anteriormente mencionados. El primero de ellos ser Vincent van Gogh y el
segundo, David Nebreda.
Ambos forman el testimonio sustancial y artstico, que remarca nuestra postura
acerca del modo en que el enfermo se autorrepresenta a travs del arte,
canalizando el sufrimiento por el padecimiento que les acoge, y la denuncia ante
la sociedad por tratar de hacer de ellos extranjeros de la misma.
Con esto, nuestro propsito es presentar otros puntos de vista a travs de los
cuales se pueda contemplar este vasto paisaje marginal, sin clausurar y dando
continuidad tericamente, al camino ya trazado en este primer captulo.
Es por ello que, el tema ser las cuestiones que afirman la transgresin principal
llevada a cabo por estos dos artistas, donde el sujeto se afirma en la
representacin y presentacin de s mismo, por medio de la designacin, entre
comillas, de los no valores.
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36
CAPITULO II: VAN GOGH
El genial pintor Vincent van Gogh dio el
ltimo pincelazo a El campo de trigo y se
suicid con una pistola () [Fig.5]
Patricia Huesca 38
El genio del artista incomprendido, la enfermedad del hombre llevada como una
carga imposible de abandonar, el anhelo de morir como forma de su arte. Quiz
podramos reducir el planteamiento de este captulo, a este intento por llevar a
cabo una sntesis entre el hombre, el artista, el genio, el enfermo, el rechazado y
el que anhelaba la muerte.
Fig. 5. Vincent van Gogh, El campo de trigo,1890.
leo sobre lienzo, 50,5 x 103 cm. Museo Nacional van Gogh, Amsterdam.
38 Patricia Huesca, http://www.cronica.com.mx/nota.php?id_nota=262468, en peridico La crnica de hoy, Seccin salud, 22 de septiembre de 2006. La primera parte de este apartado tomar como referencia este artculo por ser muy valioso para nuestra tesis.
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37
Esa enfermedad y ese temor pero a la vez, esa lucha por hacer ms aceptable la
muerte sin ser deseada, la vemos reflejada en la obra de van Gogh. Podemos
incluso pensar que en el arte de van Gogh, hay un intento de reconciliar el
mundo interior con el exterior, y sin embargo el segundo se lo impide
tcitamente; con el Otro, evidentemente no hay posibilidad de dilogo, slo de
denuncia.
Es por ello que nuestro estudio se centrar en hacer explcita la manera en que se
reflejan estos elementos en el arte de van Gogh, y cmo el artista desarrolla un
lenguaje propio y una identidad, a travs de los cuales pudo presentarse ante la
sociedad a pesar de su marcada diferencia.
2.1 VINCENT VAN GOGH: LA ENFERMEDAD
Desde mi juventud siempre me conmovi la
idea de que en cada generacin hay dos o
tres que se sacrifican por los otros,
descubriendo entre horribles dolores lo que
favorece a los otros; y con la tristeza
descubr la clave de mi propio ser, descubr
que ese era mi destino.
Vincent van Gogh, Cartas a Theo, 1889.
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38
Durante el siglo XX y el presente siglo, la medicina psiquitrica ha
experimentado grandes avances en el conocimiento de las enfermedades de la
mente; cientficos del Instituto Babraham, en Cambridge, Gran Bretaa, han
descubierto en los ltimos aos que la esquizofrenia provoca oscilaciones desde
psicosis o locura, hasta patrones de respuesta en el pensamiento inusualmente
claros, rpidos y creativos.
Personajes de la talla de Len Tolstoi, Virginia Wolf, Abraham Lincoln y Edgar
Allan Poe, los cuales sobresalieron por su nivel de creatividad y prolfico
ingenio, se cree que estaban enfermos de lo que en la actualidad se denomina
trastorno afectivo bipolar (pasando por estados de esquizofrenia), pero que es lo
mismo que en su momento padeci Vincent van Gogh, enfermedad que para su
poca era conocida como maniaco-depresin39.
Las coincidencias que parecen existir entre grandes personajes de la historia
como los anteriores, han hecho que los cientficos busquen la relacin que existe
entre la causa de este mal, con la creatividad y la esquizofrenia; algunos de ellos
han llegado a asegurar que ambas proceden de genes involucrados en el origen
de la melanina; sustancia que protege el cerebro, asla y promueve el envo de
pulsaciones elctricas por todo el sistema nervioso.40 Por eso, muchos de ellos
tenan en comn algunos de los sntomas como los cambios de estado que van
39 Cfr. Luis Mnguez Martn, et al., Suicidio, el ltimo verso de un poeta en revista Norte de salud mental, vol. VIII, pp. 143-152. Fecha de consulta: 30 de agosto de 2010. http://www.ome-aen.org/NORTE/36/14.%20Art%20&%20Psi%20(2)%20Norte36.pdf 40 Cfr. Patricia Huesca, dem.
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39
desde gran energa y actividad, alegra o euforia, a etapas de pasividad,
desinters y tristeza, como explican los especialistas del Hospital Psiquitrico de
Madrid o el Dr. Jos M. Caive, quien sostiene sin duda alguna que existe
estrechamente esa relacin entre la creatividad y la enfermedad mental. Segn
estos especialistas, la esquizofrenia puede llevar al enfermo hasta el punto de la
discapacidad absoluta a largo plazo, a dems de ir pasando por una serie de
sntomas diversos que pueden ser de diversos niveles de agresividad del mal en
el enfermo41.
En Humano demasiado humano, Nietzsche expres con claridad que el cerebro
condiciona todas nuestras representaciones42. El cerebro produce visiones
neuronales proyectadas, imgenes mentales objetivadas en el exterior; no
realidades que tengan existencia fsica y preverbal. El cerebro asocia lo que
realmente existe en la exterioridad con el lenguaje, haciendo a un lado aquello
que no es posible ser referenciado al lenguaje y generando un mundo alternativo.
As a pesar de lo brillante que puede ser la persona, hay un enorme deterioro de
la personalidad.
El estudio de tal vnculo nos ha llevado comprender de otra manera la especfica
actitud vital en cuanto a la relacin arte-vida/autodestruccin-afirmacin de
Vincent van Gogh, quiz el gran maestro del esfuerzo contra uno mismo. Todo
lo investigado por parte de la medicina, tan avanzada en nuestros das, nos lleva
41 Cfr. Luis Mnguez Martn, et al., op. cit. 42 Friedrich Nietzsche, Humano demasiado humano, Mxico D.F., Editorial poca, 2004, p. 72.
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40
a sentir ms admiracin por el genio de van Gogh, por la fortaleza que tuvo este
gran artista a seguir adelante y dejarnos algunas de las obras ms grandes de la
historia de la humanidad.
En las siguientes pginas intentaremos liberar la pintura de van Gogh del lugar
comn, segn el cual sera modelo ejemplar de una alucinacin genial;
quisiramos restituirlo a su poca y a su entorno histrico-social para devolverlo
a su lugar en el consultorio de un mdico, en el jardn de los nios o en vestbulo
vecino.
Su vida fue un continuo infortunio. Fracas en todo lo que la sociedad de su
poca consideraba importante: fue incapaz de fundar una familia, incapaz de
ganarse la vida, e incluso, incapaz de entrar en contacto con sus semejantes. Pero
como pintor encontr un sistema para introducir un orden, el suyo propio, frente
al caos de la realidad.
Su arte fue el instrumento regulador de un mundo, contra el mundo, en el que
evidentemente no encajaba. A la nebulosidad de su ambiente opuso, basndolo
incluso en una teora, el despiadado rigor del artista; a su carcter annimo
respondi con un patetismo finamente calculado; a su continua corriente se
enfrent con la vitalidad del individualista. No es que quisiera escapar de la
realidad, ni tampoco sufrirla en silencio, sino hacerla comprensible, tangible. A
travs del arte tena que hacer suyo ese mundo que le era hostil.
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41
Fig. 6. Vincent van Gogh, Un par de zapatos, 1886.
leo sobre lienzo, 37,5 x 45 cm. Museo Nacional Van Gogh, Amsterdam
Todo ser humano se encuentra, por el hecho de existir en el tiempo o en la
finitud, con la posibilidad siempre presente de la experiencia del fracaso, el
dolor, la muerte, la incertidumbre, la tentacin del suicidio, la angustia y otras
situaciones existenciales extremas [Fig.6]. Como ya decamos en el primer
captulo, afrontar el miedo a la muerte o a la extincin, constituyen sin duda el
reto ms febril para el individuo: la superacin de los dems terrores. El
sentimiento de ser un individuo que ha cado al abismo, por lo que se produce el
enfrentamiento y la no aceptacin, despierta la angustia dormida, cuyo hlito,
segn Martn Heidegger palpita sin cesar a travs de la existencia43. Ser
consciente de ese sentimiento, ser consciente de la muerte, no son nociones
idnticas? La voluntad de aniquilacin parece ser paralela a la voluntad de
autocreacin y de identidad, desde la perspectiva de la autorrepresentacin de
ciertos artistas. En el caso de Vincent van Gogh es tan evidente como
43 Martin Heidegger, Ms All del Nihilismo, Murcia, Universidad de Murcia, 1993, p. 29.
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42
redundante. Todos conocemos su drama, donde la voluntad de autodestruccin y
la necesidad de autorrepresentacin se hayan ntimamente ligadas. De modo que
me voy a referir a los dos autorretratos que el pintor realiz tras aquella noche
fatal del 23 de diciembre (la fecha que se acepta tradicionalmente como del
nacimiento de Cristo, con diferencia de un da, lo cual nos lleva pensar en la
identificacin simblica y sacrificial del pintor con Jesucristo), en la que se cort
la oreja; y al ltimo autorretrato antes de su muerte.
Tambin me gustara considerar su pintura La noche estrellada, 19 de junio de
1889 [Fig.7], ya que ha sido el cuadro descrito ms a menudo como una obra
alucinatoria o producto de visiones44.
Fig. 7. Vincent van Gogh, La noche estrellada, 1889. leo sobre lienzo, 73,7 x 92,1 cm.
The Museum of Modern Art (MOMA), Nueva York.
44Vase Ingo F. Walter, Vincent van Gogh, Mxico D.F., Editorial Ocano, 2005.
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43
Qu vemos en ella? En primer lugar, la bveda celeste palpitante de estrellas: la
luna menguante con su halo, el titilar de estrellas coloreadas de blanco, amarillo,
naranja o azul, el remolino de energa csmica y la banda en espiral, paralela al
horizonte, que gira sobre s misma. Bajo ese cielo vivo por sobre todo, vemos las
casas de un pequeo pueblo, rodeado de trigales y de olivares, limitado a la
derecha por montaas, cuyas ondulaciones se repiten en el cielo con suaves
rayas. En el centro del pueblo hay una iglesia y la aguja de su torre traspasa
apenas la lnea del horizonte, mientras que hacia la izquierda de toda la
composicin un sobresaliente ciprs parece desenredarse a s mismo en el
firmamento viviente45. Se eleva como un faro verde oscuro que echa llamaradas
contra el cielo y hace aparecer al pueblo ms pequeo an, abajo en el valle. El
rbol conduce la mirada del observador hacia el agitado cielo, donde parecen
encontrarse innumerables seres centelleantes y arremolinados. As el ciprs une
la tierra y el cielo espacialmente y en cuanto al contenido.
Intentemos atravesar las barreras convencionales de la familiaridad. Por ejemplo,
la posicin de la luna y la direccin a la que apuntan sus cuernos nos permiten
reconocer que estamos frente a la parte oriental del cielo, poco antes del
amanecer, cerca de las cuatro de la maana. El hecho de que el cuadro contenga
puntos de referencia tan exactos como para que los astrnomos puedan
determinar la localizacin del pueblo, la hora, nos libera de prejuicios
precedentes. Comenzamos a ver al pintor bajo una nueva luz, como un realista
y no como un loco que ha plasmado y sosegado su locura en el caballete.
45 Vase Ibdem.
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44
La noche estrellada sirvi siempre como el ejemplo ms extremo del llamado
expresionismo loco de van Gogh. Alfred Barr, Jr, la describi como una
creacin sencillamente, como una visin nica y avasallante de un mstico, que
se rene extticamente con los poderes celestiales46.
Recientemente la obra ha sido interpretada como una alegora de la angustia de
la muerte de Cristo en el Monte de los Olivos o como demostrativa de una
combinacin de diferentes mundos47. Una mirada minuciosa al intercambio
epistolar de van Gogh contradice dichas interpretaciones, con las que slo se
intenta incorporar al pintor a la tradicin de los viejos maestros y dejar de lado su
situacin histrica. Van Gogh odiaba la santurronera, especialmente cuando
llegaba a un misticismo irrefrenable. Reprochaba en sus cartas a las comunidades
de creyentes por hacer de la sociedad una horda de enfermos mentales, un
mundo vuelto de cabeza; sin embargo, aun cuando se consideraba enemigo del
cristianismo de su poca, no lo era del propio Cristo, a quien lo catalogaba como
sublime y excelso.
La concepcin del mundo, el modo en el que lo perciba, se muestra claramente
en su conciencia frente a la realidad, en la cual, abogaba claramente por un arte
realista, por un realismo poseedor de carcter. Una caracterstica ms en su
personalidad, se mostr en el desprecio que senta por la obra de Edgar Allan
Poe pues consideraba que careca de fidelidad a la realidad. Y estaba convencido
46 Alfred Barr Jr., Masters of Modern Art, Nueva York, 1954, Nueva York: The Museum of Modern Art New York. (Traduccin de la autora). 47 Vase Laura Garca Snchez, Van Gogh, Madrid, Susaeta, 2000.
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45
de que uno piensa ms claro y ms sano cuando el pensamiento se origina en el
contacto directo con las cosas, y no cuando uno se propone encontrar en ellas
esto o aquello.
Van Gogh se concibe como realista y su trabajo fue determinado por la
impresin visual que su vida cotidiana le ofreca. En este sentido, haba
ocasiones que senta que exageraba en el realismo plasmado sobre el motivo,
pero jams era por mentir o falsear la realidad; sino que, despus de plasmar el
objeto, simplemente trataba de sacarlo de la naturaleza. Carol Donnell-Kotroso
ha aludido a las races de van Gogh en el realismo holands. Los comentarios del
pintor acerca de Los comedores de papas de 1885 [Fig.8], se interpretan tambin
en la misma direccin. Giran alrededor de la situacin social y poltica. En esa
obra, van Gogh se esfuerza por manifestar la relacin existente entre quienes
comen las papas y quienes han trabajado la tierra, el medio de expresin son las
manos, que del mismo modo que se estiran para asir el alimento, anteriormente
lo han hecho para trabajar la tierra honestamente.
Fig. 8. Vincent van Gogh, Los comedores de patatas, 1885. leo sobre lienzo,
81,5 x 114,5 cm. Rijksmuseum Vincent van Gogh, Fundacin van Gogh, Amsterdam
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46
As como sealbamos en el epgrafe inicial, la imaginacin y la compasin
caracterizan a van Gogh; ms tambin, es propia de l la reproduccin de la
naturaleza sin ningn elemento que la embellezca; para l, sera absurdo que un
campo oliera a ciudad y tuviera aromas bellos, un cuadro del campo debe oler a
humo y a papas, a grano y a estircol; una campesina debe ser campesina y no
una citadina disfrazada.
La fuerza expresiva de van Gogh es el resultado de contemplar la realidad en
forma directa. En sus composiciones motivadas por la naturaleza tambin
incluy el cielo nocturno. La intencin de pintar La Noche Estrellada surgi en
relacin con la pintura de un campo arado, terminada haca poco tiempo. l
deseaba estar en una de las siguientes noches en el mismo campo descuidado
donde relucan las estrellas.
Si la obra mencionada con anterioridad es testigo de la intencin de plasmar la
realidad, lo cual suponemos gua el trabajo de van Gogh; de manera explcita
encontramos dicha conexin entre una visin sobria de la realidad y el cielo
nocturno en sus propias palabras, expresadas en dos cartas que dirige a su
hermano Theo apenas un ao antes de pintar La noche estrellada:
() cuando uno es sano se puede vivir de una pieza de pan, con eso trabajar todo el da e incluso tener fuerza para fumar y tomar su copita, el ser humano lo necesita en esas circunstancias. Tambin con eso se pueden sentir las estrellas y el infinito all arriba. La vida es, a pesar
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de todo, casi maravillosa. Oh, el que aqu no cree en el sol, es un ateo.48
En otra carta a su hermano escribe:
Siento que tengo que trabajar hasta la destruccin psquica y el vaco corporal Todos los das tomo el remedio que el incomparable Charles Dickens aconseja contra el suicidio. Consiste en un vaso de vino, un poco de pan y queso y una pipa. Podrs decir que no parece demasiado complicado, y puede que no creas que la melancola me pone muchas veces al borde de ello, sin embargo, hay momentos buenos ()49
Vincent van Gogh es el prototipo de artista que hace de su vida un desafo a s
mismo y a la sociedad, sometindose a su propia voluntad, tras haber
experimentado y elegido su lmite individual, se atreve a desechar aquel que le
ha sido impuesto por la sociedad. Este ser el resultado de relacionar el apartado
actual y el tema de la muerte, presentes en nuestro genio creativo.
48 Vincent van Gogh, Complete Letters, www.vggallery.com/letters/to_theo_mail.htm. Carta 375. Fecha de consulta: 31 de julio de 2007. 49 Vincent van Gogh, Complete Letters, www.vggallery.com/letters/to_theo_mail.htm. Carta 378. Fecha de consulta: 31 de julio de 2007.
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48
2.2 VINCENT VAN GOGH: AUTOMUTILACIN Y ANHELO DE MORIR
Ni miedo ni esperanza
acompaan al animal que muere;
el hombre aguarda su final
temiendo y esperando todo;
muchas veces ha muerto,
muchas volvi a alzarse.
Frente a los asesinos
El hombre grande, en su orgullo,
Arroja su desprecio
A la abolicin del aliento;
Conoce la muerte hasta el hueso:
La muerte es creacin del hombre.
William Butler Yeats, La muerte, 1895.
En diciembre de 1888, como hemos mencionado arriba, todos los sueos de van
Gogh se vinieron abajo, sintiendo desvanecerse para siempre la utopa de la
comunidad de artistas que haba querido formar con Gauguin.
Sin intentar detenernos excesivamente en los hechos que le llevaron a la
determinacin de automutilarse, es necesario recordar someramente el contexto
en el que se produjo tal infortunio. As pues, segn la narracin basada en los
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49
recuerdos de Paul Gauguin, tras la comunicacin por parte de ste a van Gogh,
de su marcha de Arls, el comportamiento de van Gogh devino mucho ms
agitado y violento: Lleg a decirme: vas a irte, y cuando dije s, cort una
frase que haba en un peridico y me la puso en la mano: El asesino se haba
dado a la fuga.50
Cul fue el asesinato que Gauguin haba cometido? Asesino quiz de las
esperanzas y del optimismo del pintor holands? Asesino de la realidad que se
perfilaba en los sueos del artista?
Van Gogh, presa de sus paranoias y segn cuentan algunos historiadores,
recordando las palabras de una prostituta de la calle de las Recoletas, quien sola
decirle: Dame tu orejita linda, mi loquito pelirrojo51, se cort su oreja
izquierda con la navaja de afeitar. La hemorragia fue tremenda. Tras lograr
contenerla con un improvisado vendaje, se cubri con una boina, lav la oreja
seccionada y se dirigi al burdel.
Lo que sucedi all fue narrado posteriormente en un peridico de Arls bajo el
ttulo Noticias locales:
50 Paul Gauguin en John Rewald, El Postimpresionismo, Madrid, Alianza Forma, 1982, p. 206. 51 Laura Garca Snchez, op.cit., p. 41.
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50
El domingo pasado por la noche, a las 11 y media, un pintor llamado Vincent van Gogh, natural de Holanda, apareci en la maison de tolrance nm.1, pregunt por una tal Rachel y le entreg una oreja con estas palabras: Guarde este objeto cuidadosamente. Luego desapareci. La polica, informaba de estos hechos slo atribuidos a un pobre loco, busc al da siguiente a este individuo en su casa, donde le encontr acostado en su cama y sin dar apenas seales de vida52.
Van Gogh estuvo ingresado en el hospital con pronstico grave, permaneciendo
inconsciente durante tres das. Dos semanas despus le dieron de alta. Fue
entonces cuando pint en la casa amarilla de Arls el resultado de la tragedia:
Autorretrato con la oreja vendada y Autorretrato con la oreja vendada y pipa
(ambos en enero de 1889). Pero, por qu esta necesidad de autorrepresentarse
en tal estado? Podra entenderse como una forma de liberacin? De restarle
importancia a tal siniestro? Quiz la puesta en juego de la posibilidad de lograr la
construccin de una segunda creacin a travs del autorretrato, como seala
Georges Steiner, fuera la causa de estas representaciones, a travs de las cuales
van Gogh, detenido ante su reflejo que muestra la laceracin producida por su
propia mano, comparte con el espectador el aliento de la forma por la que la
pintura muestra ese ms all de la persona, el adentro del sujeto.53
Evidentemente, todo ello dentro de una perspectiva metafsica, o lo que es lo
mismo, una aproximacin reflexiva e interpretativa como apunta Pedro A. Cruz,
basada en la creencia de que es en el objeto, en la persona, en la idea o en el
mundo real en donde reside la verdadera plasmacin de un significado que el
52 Ingo F. Walter, op.cit., p. 29. 53 Georges Steiner, Presencias Reales. Barcelona, Destino, 1998, p. 249.
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51
lenguaje tan slo puede reflejar.54 La sensibilidad terrible que posea, queda
manifiesta al presentarse con el ancho vendaje (smbolo de su mutilacin) que le
rodea la cabeza y que cubre su oreja izquierda [Fig.9]. El gorro violeta y negro,
sumado al aparatoso abrigo verde que porta en ambos autorretratos, parecen
querer protegerle de un ambiente hostil; suponemos que, van Gogh buscaba una
salida a sus sufrimientos autorrepresentndose de esta manera.
Fig. 9. Vincent van Gogh, Autorretrato con la oreja vendada, 1889.
leo sobre lienzo, 60 x 49 cm. Courtauld Instituto de Arte, Londres.
54 Pedro A. Cruz, La vigilia del cuerpo. Arte y experiencia corporal en la contemporaneidad, Murcia, Tabularium, 2004, p. 31.
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52
En el segundo cuadro [Fig.10], su rostro desestructurado contrasta con el intenso
naranja y rojo del fondo. Rojo sangre? Rojo como smbolo de la hemorragia
que haba sufrido? Su mirada triste y penetrante, junto al hecho de representarse
adems fumando pipa objeto que le acompaaba siempre -, nos revela el
angustioso estado en el que sin lugar a dudas se encontraba.
Fig. 10. Vincent van Gogh, Autorretrato con oreja vendada y pipa, 1889.
leo sobre lienzo, 50 x 45 cm. Coleccin privada, Chicago.
Con su mutilacin, van Gogh, rompe la homogeneidad del yo e introduce la
heterogeneidad en la vida social, haciendo eco del sacrificio humano; el cual,
manifiesta el desequilibrio en una sociedad dominada por los valores de cambio
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53
materialistas. No obstante, el pintor quera hacer creer que aquello haba sido un
accidente pasajero y sin mayores consecuencias; restando importancia a las
ulteriores consecuencias.
La ayuda de Theo fue fundamental para que el artista continuara su obra,
encontrando en tal acto la nica forma de superar sus dolencias y sus continuas
recadas; como si la pintura le diera lo que la vida le negaba. Yo me aferro a mi
trabajo, dice van Gogh, precisamente porque s que la oportunidad de pintar no
se repite. Sobre todo en mi caso, en el que un violento ataque puede destruir para
siempre mi capacidad de trabajar.55
Pero van Gogh ya no era el mismo, o ms explcitamente, no era el mismo para
la gente que le rodeaba, y por esta razn acab siendo vctima de su existencia.
Los vecinos de Arls no ayudaron al artista en su tan necesitada recuperacin,
por el temor que sentan hacia l (tal vez exagerado) cuando abusaba del alcohol,
lo cual los llev a firmar un documento en el que pedan que el pintor se
marchara de all por no estar en pleno uso de sus facultades mentales y constituir
un peligro pblico para los residentes del sector, en especial para las mujeres y
los nios56.
Todos parecieron ponerse de acuerdo para determinar su estado de enajenacin
mental: el propietario de la finca en la que viva, una mujer que venda frutas, un
55 Vincent van Gogh, Complete Letters, op.cit., Carta 520. 56 Vase Ingo F. Walter, op.cit.
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54
estanquero, una costurera, el dueo de un caf Consiguientemente, el
funcionario de polica, tras la incipiente alarma del vecindario, dictamin que
sera conveniente encerrarlo en un manicomio por el peligro que significaba para
la estabilidad de la comunidad. A pesar de ello, van Gogh tena esperanzas de
que todo cambiase, como escribi a su hermano Theo:
Aunque en la actualidad todos sienten temor de m, esto puede desaparecer con el correr del tiempo. Todos somos mortales y estamos expuestos a todo tipo de enfermedades. Es culpa nuestra cuando no son precisamente agradables? Lo mejor es tratar de volver a ponerse bien57.
Lo que tambin se hizo evidente, fue que sus obras pasaron a ser como fuegos
incendiarios, como bombas atmicas que posean un ngulo de visin propio,
comparado con el de todos los cuadros que hacan furor en la poca. Por ello, la
sociedad mand estrangularle en sus manicomios, con el fin de desembarazarse
o defenderse de l, como de tantos otros que haban rechazado convertirse en
cmplices de sus fechoras costumbristas.
Y as, el pintor, en la bsqueda de su yo ms ntimo, prefiri asumir su propia
identidad y volverse loco, en el sentido socialmente admitido, antes de prevaricar
contra determinada idea superior del honor humano. Al respecto, estas fueron sus
57 Vincent van Gogh, Complete Letters, op.cit., Carta 543.
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55
palabras: Pienso aceptar mi oficio de loco con la misma indiferencia que Degas
el de notario. Pero no me siento con fuerza necesaria para aceptar ese papel. 58
Es verdad como se narra en sus cartas que sufra acusados trastornos psquicos.
Tras el internamiento en el hospital de Arls, fue trasladado al manicomio vecino
de Saint-Rmy:
Voy a ir a un asilo en Saint-Rmy, no lejos de aqu, durante al menos tres meses. Despus de todo, he tenido cuatro ataques importantes durante los cuales no tena idea de lo que deca, lo que quera o lo que haca, sin mencionar las tres veces anteriores cuando tuve desmayos convulsivos por razones inexplicables, siendo prcticamente incapaz de recordar lo que senta en esos momentos.59
Durante la estancia en este lugar continuaron sucedindole repetidos ataques
acompaados de intentos de suicidios (beba petrleo, se tragaba el color de sus
tubos o se tumbaba sobre el carbn) y horrorosas alucinaciones que le llevaron a
una gran depresin. Posterior a ello, relativamente recuperado, realiz adems de
otras obras, su ltimo Autorretrato (septiembre, 1989). En l [Fig.11], van Gogh
intenta hacer una sntesis de enfermedad y salud. Se representa sobre un fondo
de lneas ondulantes de casi trazo continuo en tonos fros, que parecen estar en
constante movimiento [Fig.11]. De medio cuerpo, casi de frente, pero girado
hacia su izquierda, oculta su mutilacin. A diferencia de sus restantes
58 dem.59 Vincent van Gogh, Complete Letters, op. cit., Carta 404.
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56
autorretratos va vestido con traje, cuyos colores son de la misma gama cromtica
que dicho fondo; una vestimenta muy similar a la de los campesinos con los que
se identificaba. En contraste, destaca su barba de tonalidades naranjas y rojizas, y
la tensin de las facciones de su rostro como de carnicero, elaborado por un
complicado entretejido de lneas agudas y quebrantes, trazados a rayas. El pintor
capt el momento en que la pupila va a volcarse en el vaco, en que esa mirada
lanzada hacia nosotros como el proyectil de un meteoro, toma el color
inexpresivo del vaco y de lo inerte que lo llena.60, declara Artaud, aadiendo
que, as van Gogh capt mejor su enfermedad de lo que lo hubiera logrado el
mejor de los psiquiatra. Nada hay en l que no se entienda desde su particular
concepcin del color o su osada desestabilizacin de la forma. Una forma
violenta que se deforma hasta lmites extremos donde nos asalta el vrtigo.
Fig. 11. Vincent van Gogh, Autorretrato, 1889. leo sobre lienzo,
65 x 54 cm. Muse dOrsay, Pars.
60 Antonin Artaud, Van Gogh: el suicidado de la sociedad, Buenos Aires, Ed. Argonauta, 1994, p. 78.
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Desde entonces, nuestro artista, ya no hizo otra cosa fuera de pintar, hasta que le
llegara o hiciese llagar la ltima hora: cuando se decide a romper con todo61
(como manifiesta Rilke); cuando sobreviene la tragedia definitiva y muere al
mundo, pero sobrevive y se libera a travs de su obra. Como narra en su carta
Emile Bernand:
Nuestro amigo Vincent muri hace cuatro das. Supongo que ya habr adivinado que se mat. El domingo por la tarde sali a los campos de Auvers, coloc el caballete contra un almiar y a continuacin se peg un tiro con un revlver detrs del castillo62
La narracin de su muerte nos dice que el artista quera que todo acabara,
incluso, parece que fueron sus ltimas palabras. Estaba decidido, deseaba morir;
de no haber sido as, como el propio artista pensaba, la tristeza hubiese durado
para siempre. Una decisin que nos recuerda a aquella que escribi Alejandra
Pizarnik en su diario, ochenta aos ms tarde: Quiero morir. Lo quiero con
seriedad, con vocacin ntegra.63 Van Gogh no encontr otro modo de vivir
para el infinito. Como en otros artistas, en l, la unidad del arte y de la vida
celebra su mximo triunfo en el trgico mensaje final que ha transmitido a la
posteridad su drama.
Matarse para ser Dios? Quiz sea la clave para entender la voluntad
autodestructiva inherente en la personalidad del artista. Van Gogh lleva al lienzo 61 Rainer Maria Rilke, op.cit., p. 24.62 Rainer Metzger y Ingo F. Walter, Vincent van Gogh, Mxico D.F., Taschen, 2003, p. 98. 63 Alejandra Pizarnik, Diarios, Barcelona, Lumen, 1984, p. 502.
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su propia voluntad de re-nacer: el arte est en perfecta relacin con un
interminable ante-nacimiento, con la desposesin y la exclusin, con una pro-
creacin de l mismo que le conduce, en su caso, a la locura. En palabras de
Albert Camus: es dar un sentido a esa divinidad trada de nuevo a la tierra64
que segn entendemos parece seguir los pasos del Ecce Homo, una figura que da
la impresin de causar ms que piedad, cierta pasin entre e