La ciudadanía como construcción sociocultural (González)
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PROYECTOS
Somos mexicanos todos los que hemos nacido
en Mxico, o en otro pas, siempre y cuando
alguno de nuestros padres sea mexicano. A los
ms de 90 millones de mexicanos nos une una
historia comn, y un idioma, adems de que
compartimos tradiciones, costumbres y un territorio
de casi dos millones de kilmetros cuadrados.
Los mexicanos tenemos tambin un Himno,
un Escudo y una Bandera, smbolos
nacionales que nos identifican a todos.
Libro de texto Historia y geografa,
tercer grado, SEP, Mxico, 1999, p.8.
Detrs de este artculo hay un trabajo de investi-
gacin etnogrfica y documental en torno al tema
de la formacin de la ciudadana.1 El material que
aqu se presenta es resultado parcial del proceso
indagatorio enfocado a conocer la manera en
que la institucin escolar toma parte en el proce-
so de formar ciudadanos. Dentro del toda la
investigacin, la discusin sobre el concepto de
ciudadana y sus implicaciones en el proce-
so formativo cobran particular importancia; por
esta razn aprovecho la oportunidad de este
espacio para presentar de manera resumida una
parte del argumento que orienta a la investiga-
cin.
Abordar el concepto de ciudadana desde la
perspectiva de un proceso formativo en los su-
jetos, que en este caso son los nios en edad de
cursar la primaria. (6 a 13 aos) Me preguntar de
manera especial por los procesos que ocurren
dentro de la escuela pblica, como parte de la
LA CIUDADANA
COMO CONSTRUCCIN
SOCIOCULTURAL
Rosario Gonzlez*
*Profesora titular en el
Departamento de Educa-
cin y Valores del ITESO.
formacin social que oficialmente reciben los
ciudadanos de este pas.
As, la discusin sobre el concepto de ciudada-
na que aqu se desarrolla quedar acotada a la
lgica de un proceso formativo y sus implicacio-
nes prcticas. En este marco, una pregunta cen-
tral es cmo entender la ciudadana como conte-
nido y objetivo de un proceso de formacin. Un
acercamiento a los componentes histricos, so-
ciales y polticos son de utilidad como punto de
partida en la comprensin y delimitacin del
concepto.
Ramrez identifica dos dimensiones de la ciu-
dadana; la sustantiva, que hace referencia al
conjunto de ciudadanos activos o al reconoci-
miento del estatus poltico de los sujetos como
una ciudadanizacin, y la dimensin adjetiva, que
incluye los diversos conceptos relacionados en
ciudadana como la poltica ciudadana, cultura
ciudadana, conciencia ciudadana, prcticas y
movimientos ciudadanos, etctera. Estas dos
dimensiones permiten comprender las diferentes
modalidades y los mbitos en que se ha venido
manifestando y construyendo la ciudadana.2
Sin pretender una revisin histrica exahustiva,
podemos decir que el concepto ciudadano
surge en la Grecia antigua como un trmino para
designar a los responsables de guiar y tomar
decisiones sobre el destino de la ciudad; en esta
fase coinciden el ejercicio poltico y la ciudadana,
es decir, los ciudadanos toman parte en el proce-
so de construccin de la polis, ejerciendo esta
responsabilidad mediante una democracia
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directa. En esta frmula ciudadana no participan
todas las personas que integran la sociedad, entre
los excluidos se encuentran las mujeres, los
comerciantes, los jvenes y los esclavos.
La poca medieval plantea un conflicto entre
el rey y la emergencia de los seores feudales,
que es aprovechado para replantear el espacio de
autonoma para ciertos grupos sociales que
buscan ser incluidos en las decisiones polticas
en torno a la cuidadEstado. Este proceso afect
la prctica de la democracia directa, que se
sustentaba en la identidad poltica del ciudadano.
Hasta el Renacimiento, incluso en la Reforma,
la poltica se mantiene en una dimensin tica
derivada de la concepcin aristotlica, que era la
doctrina de la moral social, esto es, la poltica est
siempre entronizada en su orden natural y tico.3
Para el siglo XVIII, el panorama social y poltico
se tornaba complejo para mantener, en trminos
prcticos, una democracia directa. Los avances
sobre la reorganizacin de la participacin de los
ciudadanos y las demandas de expansin del
concepto para permitir la inclusin de nuevos
sectores sociales en las decisiones polticas, se
concretaron en diversos movimientos sociales
con fondo poltico. El derrocamiento de la
monarqua en la Revolucin francesa simboliza el
surgimiento de los ciudadanos libres, sujetos de
derecho y con responsabilidades frente al Estado
republicano. De manera semejante, en la guerra
de independencia estadounidense se logr
derrocar a la Corona britnica y promulgar una
constitucin que estableci las libertades ciuda-
danas y, de este modo tambin el concepto de
ciudadana, base y fundamento de la legitimidad y
la representacin poltica. Asimismo aparece en
la primera constitucin liberal espaola, en 1812,
y se expande por toda la Amrica hispana, dando
fundamento a los movimientos de liberacin que
desembocaron en la independencia y elabora-
cin de las constituciones liberales en los pases
del nuevo mundo.
Las tensiones del ejercicio de la democracia
directa son resueltas mediante la creacin de un
cuerpo de representantes electos, en quienes se
delega la responsabilidad de ejercer las decisio-
nes de los ciudadanos. Este hecho defini la
orientacin que tendran las futuras formas de
organizacin republicana.
se fue el umbral en el que se reific la
concepcin de ciudadana que ahora equivale
menos a un ejercicio de la responsabilidad
singular y mucho ms a una condicin general
y homognea expresada en una lista de
derechos y deberes. Esto acarre una
despolitizacin de la condicin ciudadana, que
se expres y reforz en la separacin tajante
que impuls la modernidad occidental entre lo
pblico y lo privado: la consagracin de los
derechos, asegurados por el Estado, delimita
un espacio privado (de la subjetividad y lo
particular) desde donde el ciudadano se
asoma, indirectamente al ejercicio poltico a
travs de una regular y regulada accin
electoral.4
Con la emergencia del Estado moderno, la pol-
tica se torna en un proceso artificial orientado a la
bsqueda de soluciones convenidas, desarrolla-
das en una lgica racional, en un sentido de la
razn instrumental que permite calcular los
medios adecuados, para alcanzar fines especfi-
cos. Al incorporar el espritu cientfico, la poltica
se autonomiza de la sociedad volcndose en s
misma para buscar y construir las formar normati-
vas. Como seala Leal, la poltica llega a ser
autorreferencial, constituyndose en una esfera
separada respecto de la sociedad. El pensamien-
to de la modernidad enfrent a la poltica con el
reto de la representabilidad; el bien y la verdad se
ven obligados a buscar una fuente de legitimidad
fuera de la dimensin teolgica y bajo el cobijo
del racionalismo.
La despersonalizacin del poder, la abstraccin
de la maquinaria que conserva el orden y
detiene el monopolio legal de la fuerza y de la
violencia es el nuevo estatuto terico que
permite deliberar y desvincular la construccin
del Estado de cualquier tipo de
condicionamiento jusnaturalista, de cualquier
finalidad comunitaria [...] El derecho moderno
es el verdadero protagonista del proceso de
desteologizacin de la poltica, ya que al
derecho se le asigna la tarea de instituir las
nuevas condiciones de convivencia plural y de
la reductio ab unum de los intereses
conflictuales de la civis.5
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La consolidacin de los Estados trae aparejada la
definicin y formacin de la sociedad civil y con
esta la aparicin de los derechos civiles. En este
proceso, dos acontecimientos sociales
replantean las relaciones entre el estado y la
sociedad: la revolucin industrial en Inglaterra y
la revolucin liberal en Francia (siglo XVIII), estos
dos hechos cuestionan una poltica
estadocntrica, a la cual se le opondr ms
adelante una poltica que finca sus principios y
leyes de funcionamiento en la sociedad; las
formas bsicas de organizacin social: familia,
comunidad local, etctera, reaparecen en la
escena poltica buscando recobrar su estatuto y
legitimidad propia como entidades de represen-
tacin poltica.
La cultura poltica moderna se resume bien en
esta doble polaridad: estatal de una parte, y
social de otra, con el individuo que aparece
siempre en la bsqueda de un espacio huma-
no, jurdico y poltico sobre el cual fundar los
derechos de libertad y propiedad.6
En los gobiernos republicanos y democrticos la
ciudadana avanza, encarnando los principios de
la racionalidad: unidad, igualdad y democracia
para todos los ciudadanos. En este rgimen, la
ciudadana es la categora que reconoce al
hombre como sujeto de derechos.7 Esta percep-
cin del ciudadano tiene su punto nodal en la
relacin ciudadana-derechos, en torno a la cual
se han ido definiendo las diferentes formas de
relacin entre los sujetos y el poder del Estado-
nacin, y tambin es la arena sobre la cual se ha
venido luchando por ampliar los espacios de
derecho de los ciudadanos. La ciudadana es,
pues, el resultado de un proceso que se desarro-
ll mediante prcticas sociales que han
institucionalizado las relaciones entre la esfera
pblica, la vida asociativa de la comunidad y los
patrones de cultura poltica.
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La ciudadana no fue concedida como un dere-
cho, fue creada por las actividades de los pue-
blos en situaciones particulares que interac-
tuaron con instituciones, ideales y reglas del
poder legal y la participacin gubernamental.8
Teniendo presente que la ciudadana es el resul-
tado de un largo y complejo proceso sociopo-
ltico, es posible referirse a sta como una
construccin sociocultural e histrica; en este
sentido, toda construccin implica un contenido,
que ha sido producido a lo largo del tiempo en
una interaccin social. Este contenido se ha
venido cargando con las resignificaciones que
los diferentes grupos sociales han producido; es
as como la significacin que dio origen al
concepto se ha transformado, desdibujando su
sentido original. Este proceso es fundamental-
mente sociocultural, por ello plantea varias
dificultades para ser comprendido y aprehendido
por quienes se encuentran histricamente
distantes de su construccin, particularmente
para los nios y jvenes, quienes carecen de
espacios sociales en los que puedan concretar
el concepto de ciudadana y poner en discusin
su contenido. Conceptualizar la ciudadana
como una construccin sociocultural, nos
permite reconocer que este concepto implica
entonces un contenido que han de apropirselo
quienes deben hacer uso de l, es decir los
ciudadanos, y un modo por el cual dicho conte-
nido lo trasmiten y asimilan los diferentes sujetos
sociales. En esta lgica toca ahora la siguiente
pregunta: cul es el contenido de la ciudadana?
El contenido de la ciudadana
Con la intencin de elaborar la respuesta, en esta
seccin desarrollar algunas ideas que conside-
ro centrales para apoyar mi argumentacin. De
entrada conviene decir que, por su sentido nor-
mativo, el concepto de ciudadana resulta
particularmente complejo y comprometedor en
su definicin, puesto que involucra la determina-
cin de las formas de organizacin de la vida
cotidiana de la sociedad; por la misma razn, es
un concepto que produce tensiones al interco-
nectar, mediante definiciones y prcticas norma-
tivas, las esferas individual y colectiva, de la vida
cotidiana de un grupo social.
La ciudadana es una categora jurdica que se
asigna a una persona por su nacimiento en un
Estado-nacin. Una persona se convierte en
ciudadano por el solo hecho de nacer dentro de
un territorio, y con ello obtiene una adscripcin
bsica que le reconoce ciertos derechos y res-
ponsabilidades frente al gobierno del pas en que
ha nacido. Lo anterior supone que la ciudadana
contiene primordialmente referentes territoriales y
jurdico polticos, pero la ciudadana consiste
sobre todo en una actitud o posicin [...] la con-
ciencia de pertenencia a una colectividad fundada
sobre el derecho y la situacin de ser miembro
activo de una sociedad poltica independiente.9
Desde esta perspectiva, la ciudadana supone
participacin social e integracin de los ciudada-
nos, cuya funcin es responsabilizarse del
funcionamiento de las instituciones representati-
vas de los derechos.
Como seala Marschall,10 la ciudadana puede
definirse como un estatus que da acceso a ciertos
derechos; en su proceso sociohistrico, la
ciudadana ha avanzado en el reconocimiento de
los diferentes derechos: civiles, polticos y
sociales, que constituyen su contenido poltico.
En el siglo XVIII, los derechos civiles suponen
igualdad ante la ley, libertad de la persona, liber-
tad de palabra, pensamiento y culto, el derecho de
propiedad y de concluir contratos,11 dando lugar a
la ciudadana civil, cuyo contenido poltico se
resume en las libertades de la persona o ciuda-
dano.
En cuanto a los derechos polticos, desarrolla-
dos durante el siglo XIX, se encuentran: el dere-
cho de asociacin y participacin en el ejercicio
del poder poltico como miembro investido con
autoridad poltica (asambleas legislativas, o c-
maras) o, como elector de los miembros de ese
cuerpo;12 el ejercicio de tales derechos constitu-
ye la ciudadana poltica. El contenido de esta
ciudadana integra la normatividad de la interac-
cin individuo-sociedad y su relacin poltica con
el gobierno.
El siglo XX ha sido el tiempo de emergencia de
los derechos sociales, entendidos como el dere-
cho al bienestar econmico y social (vivienda,
educacin, salud, trabajo, etctera), que ha dado
lugar a la ciudadana social. En esta forma de
ciudadana, el contenido se define por la relacin
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del ciudadano y su acceso a los servicios
sociales y bienes econmicos a que tiene
derecho. La definicin de los derechos sociales
ha llevado a cuestionar las contradicciones que
plantea el derecho al bienestar social, en con-
frontacin con la diversidad social que expe-
rimentan la mayora de las sociedades; la crtica
encuentra su punto nodal en la manera en que
este bienestar social puede ser entendido desde
una diversidad cultural y, en la exclusin de
ciertos sectores de la sociedad, para disfrutar de
ciertos de bienes consumo.
La crtica a la definicin y a las vas de acceso
a los derechos sociales ha dado lugar a la
emergencia de una ciudadana cultural que avala
el derecho a la cultura y a la expresin de la
diversidad cultural e individual, y en consecuen-
cia, a las demandas de un bienestar social
apegado a los cdigos de cultura fuera de la
hegemona. Esta forma de ciudadana se define
por el desarrollo de una poltica de reconoci-
miento a la diversidad y heterogeneidad social y
cultural, que permita discutir conceptos y crite-
rios sociopolticos uni-tarios,13 mediante los
cuales se ha definido al ciudadano y sus dere-
chos.
De este modo se hace evidente que la ciuda-
dana supone un conjunto de contenidos con-
ceptuales de carcter poltico, social y cultural,
ade-ms de valores y actitudes que han de ser
conocidos, aprehendidos, practicados y ejerci-
dos por los ciudadanos, a travs de ciertas
habilidades desarrolladas por el sujeto para
desempearse en la vida asociativa y la participa-
cin poltica.
La ciudadana como proceso activo
Es importante sealar que, como una construc-
cin sociocultural, la ciudadana ha evolucionado
impulsada por ciertas tendencias ideolgicas que
Desarrollo de la ciudadana
Liberalismo, siglo XVIII
Republicanismo,siglo XIX
Socialismo,siglo XX
Democracia social:movimientos sociales dereivindicacin de lasminoras. Siglo XX,dcada de los aosochenta en adelante.
Contenido ideolgico
Civiles o individuales: Igualdad ante la ley. Libertad de la persona. Libertad de palabra,
pensamiento y culto. Derecho de propiedad. Derecho de concluir
contratos.
Polticos: Derecho de asociacin. Derecho a la participacin
y al ejercicio poltico. Derechos de eleccin de
representantes.
Sociales: Derecho al bienestar
social. Derecho a la educacin. Derecho a la vivienda.
Culturales: Derecho civil a la diferen-
cia (a la individualidad, alo distintivo, cultural, tni-co, etctera).
Ciudadana civil
Ciudadana poltica
Ciudadana social
Ciudadana cultural
Las convicciones liberales enfatizan los aspectospersonales o individuales de la ciudadana. Se enfoca-ron en los derechos del individuo frente al Estadoabsolutista y otras formas de vinculacin social, comogremios y mayorazgos. Defendieron las garantasindividuales, tolerancia y respeto al orden jurdico; sumeta es limitar la accin del gobierno. Impulsado porla Revolucin francesa.
La tradicin republicana y democrtica del siglo XIX,se enfoc en la defensa de la participacin poltica,particularmente del sufragio. Plantea la participacin,la justicia y el autogobierno como formas de expresinde la democracia. Se fund en la soberana popular yse desarroll durante el siglo XIX.
Se fundamenta en la necesidad de un sentido comuni-tario y de bienestar social.
Surge como una crtica al igualitarismo, ste derivadode derechos y deberes ciudadanos que al entrar encontacto con las desigualdades sociales e individualesproduce desigualdad y exclusin de ciertos sectores ygrupo sociales. La democracia social busca afirmar loconstitutivo y diferenciante, salvaguardar y reconocerlos derechos de las minoras.
Tendencia ideolgica Derechos conquistados Modelo de ciudadana
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han servido de base a la lucha social por la con-
quista de espacios y posiciones que han deriva-
do en derechos ciudadanos, es decir, como una
lucha por la necesidad de reconocimiento del
sujeto. La presencia histrica de estas posiciones
ideolgicas nos permite comprender la manera
en que el contenido de la ciudadana se ha ido
expandiendo hasta llegar a alcanzar cuatro di-
mensiones que componen su contenido actual y
a la vez identificar los diferentes modelos de
ciudadana que pueden estar presentes en los
conceptos y las prcticas de los diferentes
grupos sociales. El siguiente esquema, elabora-
do con el apoyo de los textos de Ramrez y Leal,
muestra grficamente el proceso de construc-
cin de la ciudadana al que me he referido, las
tendencia ideolgicas que han contribuido a este
desarrollo y los elementos que definen el conte-
nido de cada modelo de ciudadana.
Este esquema permite reconocer que el
desarrollo y las conquistas de la ciudadana son
el resultado de movimientos de lucha social y
poltica sustentada en los valores de libertad,
participacin y bienestar para el ciudadano; es
decir, la ciudadana, como proceso social y
poltico, se apoya en la participacin activa del
sujeto orientada tanto a la conquista de los
derechos como al ejercicio de los mismos.
La ciudadana ha sido interpretada desde dos
perspectivas ideolgicas, que le confieren
diferente significacin como espacio de expre-
sin y participacin del sujeto poltico (el ciuda-
dano).14 Desde la concepcin liberal, la ciudada-
na significa una condicin jurdica que deriva en
la adjudicacin de derechos, lo cual supone un
estilo de ciudadana pasiva, en la que se goza de
los derechos por definicin; se trata de una ciu-
dadana privada y pasiva , en tanto otorga al
sujeto un conjunto de derechos individuales y no
lo obliga a una participacin pblica en la vida
poltica. Por otra parte, desde la perspectiva co-
munitarista, la ciudadana es considerada como
actividad deseable, en la que el ciudadano es un
sujeto comprometido con la participacin poltica
activa.
La perspectiva comunitarista surge como una
crtica a la teora poltica liberal, que sita al
estado benefactor, como responsable del
debilitamiento de la vida pblica, que ha dado
lugar a una comunidad desmembrada e
individualista y ciudadanos pasivos dependien-
tes del estado.15
Desde esta perspectiva, la sociedad podra lograr
un mejor funcionamiento si la ciudadana fuese
autnoma, actuando por s misma, dejando de
lado su dependencia del Estado, puesto que a la
luz del comunitarismo la ciudadana no es me-
ramente la adquisicin de un ttulo o un estatus
sino la prctica de la misma.
De acuerdo con Corona y De la Peza, las
perspectivas liberal y comunitarista de la ciudada-
na plantean posiciones extremas. Por una parte,
los liberales suponen que el control total de los
asuntos pblicos queda en manos del Estado, as
como la salvaguardia de la vida privada y la liber-
tad individual. En el otro extremo, la perspectiva
comunitarista plantea la reduccin de la participa-
cin del Estado, con el fin de abrir espacios a la
participacin de los grupos sociales en los asun-
tos pblicos. Como posiciones extremas ponen
en conflicto y limitan el desarrollo de la ciudada-
na, por lo que,
Una tercera postura que sostienen los tericos
del republicanismo cvico intenta resolver la
contradiccin entre la libertad individual de los
ciudadanos y los requerimientos del bien
comn. Desde esta perspectiva se considera
que mediante la deliberacin pblica se alcan-
zan los consensos bsicos sobre aquellos asun-
tos que son de inters comn [...] El ciudadano
activo participa en el debate pblico, de modo
que no vive las leyes y las polticas del Estado
como una mera imposicin desde fuera, sino
como el resultado de la deliberacin y del
acuerdo razonable en el que ha tomado parte.16
Esta perspectiva de accin poltica ciudadana ha
dado lugar a la emergencia de nuevas dimensio-
nes de la ciudadana, como la ciudadana local y
la ciudadana mundial, a la vez que cuestiona el
modelo formativo del ciudadano, en tanto supone
un sujeto polticamente activo, como sugiere
Ramrez:: el ciudadano ideal es el que interviene
en la vida pblica y est dispuesto a someter su
inters privado al inters general de la socie-
dad.17
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Ser o hacer ciudadano
Los ciudadanos son la esencia de la democracia
al asumir la responsabilidad de participar social y
polticamente; no existe gobierno democrtico ni
es posible la solucin democrtica de los
asuntos pblicos sin la presencia activa de los
ciudadanos, ya que la democracia es el producto
de la voluntad activa de stos. La categora de
ciudadano lleva implcitas dos dimensiones,
una de identidad y pertenencia el ser ciudadano ,
que puede calificarse como pasiva, pues es
independiente de la voluntad del sujeto; se es
ciudadano por nacionalidad y mayora de edad,
condiciones que otorgan una serie de derechos
y obligaciones. La segunda dimensin, el hacer
ciudadano, es una marco de accin que da
identidad al ciudadano, es una condicin dinmi-
ca e implica el compromiso, la responsabilidad y
la intencin de ejercer los derechos que el ser
ciudadano otorga. Estas dimensiones pueden
estar presentes en los sujetos y grupos sociales
de manera independiente, sin embargo al estar
separadas operan limitadamente, por lo que es
necesario un vnculo entre ellas para potenciar
una verdadera praxis ciudadana. De esta manera,
podemos vislumbrar la democracia como una
condicin necesaria para enlazar ambas dimen-
siones, ser y hacer ciudadano, para dar lugar a
una verdadera ciudadana.
La democracia existe como concepto inde-
pendiente de los ciudadanos; sin embargo, como
calificativo de un gobierno, la democracia
describe una forma de accin individual y/o
social y una actitud frente al poder poltico. As,
existe un gobierno democrtico en tanto el sujeto
participa activamente de las decisiones polticas
que lo afectan. Paradjicamente, esta accin
participativa es voluntaria, de ningn modo puede
ser obligatoria, ya que esto rompera con su
principio original de respetar las decisiones de
los sujetos. La responsabilidad de la participacin
en la democracia es la parte medular de la
ciudadana; esta condicin participativa nos lleva
entonces a considerar que el sujeto se construye
como ciudadano, en la medida en que desarrolla
una prctica en la democracia.
La ciudadana implica una responsabilidad
frente a la democracia, mediante su participacin
los ciudadanos construyen, desarrollan o inhiben
sta slo mediante dicha prctica la democracia
adquiere su dimensin social y da sentido a las
relaciones polticas de la sociedad. Tanto demo-
cracia como ciudadana son entonces catego-
ras polticas que poseen una dimensin activa,
ambas existen por y para los ciudadanos, e im-
plican ciertos valores polticos y sociales que
inducen y orientan la prctica participativa.
Segn hemos visto, la ciudadana no puede
quedar reducida a la decisin electoral o a la
representacin poltica de las instituciones de
gobierno, la ciudadana demanda una actitud
hacia las necesidades colectivas que se convier-
ten en asuntos pblicos, y tambin una bsqueda
del ejercicio de los derechos y atribuciones que
el ser ciudadano reconoce en los sujetos. En
este sentido, la ciudadana aparece como una
accin cotidiana que se concreta social, temporal
y espacialmente. Concretar un espacio para el
ejercicio de la ciudadana permite separarla de su
marco formal para posibilitar su existencia con-
creta, lo que a su vez permite la existencia de
ciudadanos concretos.
Es necesario sealar que la expresin de la
voluntad ciudadana y la posibilidad de que sta
se refleje en los rganos de gobierno se ven con-
dicionadas a una serie de recursos, instituciones
e instrumentos polticos que han sido dispuestos
para dar forma a la representacin poltica; tales
medios pueden ser considerados como las
distancias entre los ciudadanos y los poderes
federales. Estas distancias condicionan el ejer-
cicio cotidiano de la ciudadana, la democracia y,
en particular, el ejercicio de los derechos ciuda-
danos. Entendida como praxis cotidiana, la
democracia desplegara su dimensin filosfica,
para permear las acciones del ciudadano en los
espacios inmediatos, incluyendo los asuntos
pblicos y aquellos que siendo privados tienen
una expresin en la esfera pblica (la localidad, el
barrio, la colonia, la escuela, las agencias de
servicios, el lugar de trabajo, etctera). Una praxis
y una filosofa democrtica pueden desembocar
en una cultura poltica si los ciudadanos cuentan
con una serie de insumos que les permitan cum-
plir la responsabilidad ciudadana; entre estos
insumos se encuentran: la identificacin de sus
atribuciones, conocimiento de la estructura del
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marco normativo del pas, las diferentes dimen-
siones en que se concreta esta estructura, la
promocin del ejercicio de esta prctica, la re-
ceptividad de las instancias de representacin
poltica, entre otros. Como puede verse, todos
estos insumos para el hacer ciudadano tienen
en alguna medida una dimensin congnitiva que
es materia de conocimiento que puede ser
apropiado, significado y utilizado por los ciudada-
nos. En el caso que particularmente nos ocupa,
cabe preguntarnos en dnde, cundo y cmo
puede el ciudadano comn y corriente hacerse
de todos estos insumos necesarios para desem-
pearse activamente como ciudadano, en qu
espacios y situaciones puede poner a prueba y
desarrollar las habilidades necesarias para el
hacer ciudadano.
Hasta ahora, la concepcin liberal de la ciu-
dadana prevalece socialmente en nuestro pas;
como en muchos otros, esta perspectiva ha
enfatizado el discurso de los derechos del
ciudadano, en detrimento de la conciencia sobre
las responsabilidades polticas. Esto ha dado
lugar a una lectura limitada de la ciudadana, que
la restringe al derecho al voto, lo cual significa
que es el voto el que hace al ciudadano y que su
poder democrtico se limita a esta prctica
concreta.
Desde su otra faceta, la ciudadana como
responsabilidad despliega una amplia gama de
espacios y prcticas polticas que van ms all de
la accin electoral, para situarse en la cultura
democrtica. Si consideramos entonces que el
voto hace la democracia pero no la agota ya
que votar involucra el proceso de gobernar, y
corresponde al ciudadano la participacin
vigilante de este proceso entonces votar hace
al ciudadano pero no lo termina, ya que ste tiene
adicionalmente las atribuciones de asociarse,
informarse, participar en los asuntos pblicos,
expresar sus opiniones, etctera. As pues, votar
es slo una responsabilidad del ciudadano entre
el conjunto de sus atribuciones polticas, no
obstante que stas no son expresadas por las
leyes como obligatorias. En estos trminos, el
hacer ciudadano se remite a las diversas esferas
en que el ciudadano puede ejercer sus atribucio-
nes espacial y temporalmente a lo largo de la
estructura poltica del pas.
Sin la praxis no es posible que la democracia
evolucione, se desarrolle, se expanda y madure
como actitud y ejercicio de la ciudadana.
El crculo de la democracia requiere completo
al crculo de las atribuciones ciudadanas; la
democracia es un sistema integral en donde
cada uno de sus elementos requiere al otro para
existir y no terminar en figuras fragmentadas o
nominales de la poltica.18
En este sentido podemos afirmar que el ciuda-
dano es quien conoce y acta en consecuencia
para acceder a sus derechos, quien participa en
los procesos de opinin y eleccin de las
decisiones que sus representantes toman, en
nombre del bienestar de la mayora.
Ciudadana y sistema educativo
La discusin del concepto de ciudadana en el
marco de un proceso formativo, muestra un
conjunto de interrogantes en torno a las agencias,
a los procesos y las metas que se ven involucra-
dos en la formacin del ciudadano, de este sujeto
participativo, informado, habilitado, competente
para llevar a cabo una accin poltica congruente
con las demandas y los discursos democrticos
de los tiempos posmodernos. Una respuesta
medular, pero parcial la encontramos en la insti-
tucin escolar, que es considerada el espacio por
excelencia del ensear y aprender, entre otras
cosas, del ser y hacer ciudadano.
La escuela progresista, como la llama Giraux,
es la escuela que de manera genrica sobrevive
hasta ahora mayoritariamente en todos los pases
del mundo19, es esta escuela caracterizada por su
funcin reproduccionista, del orden sociopoltico
y de la desigualdad social; esta escuela que sur-
gi como una estructura paralela a los Estados-
nacin modernos, o Estados unitarios, que ini-
cian su desarrollo en el siglo XIX y se organizan
bajo la lgica de unidad nacional equivalente a:
una cultura, una lengua, una patria y una nacin.
Las instituciones educativas inventadas por este
orden y expandidas a lo largo del mundo como
frmula global para soportar el crecimiento
socioeconmico de la produccin y el consumo
en serie, tienen adems la funcin de desarrollar
y dar soporte a la idea de comunidad imaginaria, a
la imagen de la nacin, a la identidad nacional y,
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por ende, al desarrollo de vnculos afectivos con
los smbolos que la representan.
En este marco, los estados republicanos
depositan en la institucin escolar la responsabili-
dad de la reproduccin social y, en particular, la
formacin de ciudadanos, de acuerdo con las
caractersticas del proyecto de nacin que
desean impulsar. De este modo, es pertinente
buscar en la escuela las respuestas concretas
que se dan a la consecucin de esta meta. De
antemano sabemos que la bsqueda de respues-
tas a las interrogantes sobre la formacin de los
ciudadanos en la escuela, requiere necesaria-
mente de una base emprica que de cuenta
cualitativa y sustancialmente de este proceso. No
podemos perder de vista que la escuela como
institucin social se mueve en los espacios y con
los guiones que el sistema poltico le marca, por
esta razn, y sin perder de vista el anlisis empri-
co que tambin se est realizando como parte de
esta investigacin, nos abocamos aqu, en
principio, a discutir algunos de los espacios
formales en que se define la formacin del
ciudadano.
En el apartado siguiente nos abocamos a
discutir la imagen del ciudadano que se genera a
partir del discurso contenido en el libro de texto,
teniendo como marco de referencia el anlisis de
la ciudadana como un proceso de construccin
sociocultural y sus implicaciones como proceso
formativo. Para llevar a cabo este ejercicio, nos
apoyamos en el anlisis diacrnico que han
realizado Corona y De la Peza sobre los libros de
texto de educacin primaria,20 donde se ha
plasmado la imagen del ciudadano que de una u
otra manera se difunde en la escuela.
Reinventando al ciudadano
Si entendemos la ciudadana como una categora
sociopoltica, resultado de un proceso de cons-
truccin sociocultural, podemos pensar en el
ciudadano como una invencin social emanada
de un rgimen poltico, que surgi teniendo
como imaginario el ideal de un sujeto social y
poltico que embona con un orden social republi-
cano y democrtico; es por este proceso que la
imagen del ciudadano es discutida, negociada y
reinventada, en la medida en que este rgimen
sociopoltico se transforma.
La imagen del ciudadano se ha reinventado a
la luz de los proyectos de nacin que cada go-
bierno impulsa; el perfil de ciudadano al que se
aspira en cada caso, se plasma en el discurso
oficial y se concreta en la poltica social que lle-
van a cabo las diferentes instituciones sociales,
entre ellas la institucin escolar, que mediante
sus planes, programas, recursos y prcticas da
forma a dicha imagen y la concreta en los nios y
jvenes que pasan por sus aulas.21
Los interesantes trabajos de Villa Lever y los
de Corona y De la Peza centrados en explorar la
imagen y los valores del ciudadano que los libros
de texto proyectan en diferentes momentos his-
tricos del pas, han aportado informacin muy
rica para interpretar el proceso de reinvencin
del ciudadano.22 Particularmente uno de los tra-
bajos de Corona y De la Peza, contiene un inte-
resante anlisis sobre el tipo de sujeto poltico
que puede construirse a partir de los contenidos
que componen los libros de texto de historia y
civismo.23 En este sentido, compartimos la opi-
nin de las autoras al considerar que el libro de
texto representa una herramienta fundamental
del sistema educativo y expresin fehaciente de
las estrategias de enseanza-aprendizaje utiliza-
das en los distintos momentos de la historia del
pas para la formacin de los futuros ciudada-
nos.24 Por esta razn, me apoyo en el anlisis
que realizaron las autoras, en el que identificaron
los perfiles de ciudadano que se han impulsado
en los diferentes periodos presidenciales; esta
informacin nos permite reconocer cmo el
ciudadano ha sido imaginado por el gobierno e
interpretado por la institucin educativa.
En el siguiente cuadro resumo los resultados
del estudio de Corona y De la Peza,25 que a mi
juicio resultan ms significativos para compren-
der el proceso de reinvencin del ciudadano en
nuestro pas. Adems, traduzco en trminos de
conocimientos y habilidades el perfil del ciudada-
no que se proyecta en cada caso, y correlaciono
cada modelo de ciudadano con los estilos de
ciudadana activa o pasiva que pudieran estarse
propiciando mediante los proyectos educativos
que han impulsado los diferentes gobiernos. El
esquema logrado tiene como objetivo apreciar
las conceptualizaciones sobre el ciudadano y la
estrategia formativa del perfil que se han produci-
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Sinctica 18
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Proceso de construccin del ciudadano
1920-1924lvaro Obregn
1924-1928Plutarco Elas Calles
1928-1934El maximato
1934-1940Lzaro Crdenas
1940-1946Manuel vila Camacho
1946-1952Miguel Alemn Valdz
Concepto ciudadanoPeriodo Conocimientos/Habilidades Concepto de ciudadana
En esta etapa, el futuro ciudadano seeduca en la literatura y practica elarte, no hace historia ni practica lapoltica.
Los ciudadanos son personas cas-tellanizadas, campesinos trabajado-res y nios que obedecen las leyes.El ciudadano de la accin es aqu eltrabajador, que no se ocupa delgobierno.
Ser ciudadano significa ser capacita-do en habilidades tcnicas para eltrabajo.
Un ciudadano solidario, colectivo,perteneciente a sindicatos, cooperati-vas y comunidades agrarias.
El futuro ciudadano alimenta suespritu con arte, piensa y medita enlas obras de los hroes del pasado.
El ciudadano ama la patria, que esAmrica; aprende a amar y a respe-tar a todos los grandes hombres delcontinente. El respeto a lo espiritual ylo humano que todos tenemos encomn, subroga la accin poltica.
Conocer las leyes a que debensujetarse las personas. Las obliga-ciones de unos con otros y de todoscon la nacin.
Ensear a loa nios y nias a serbuenos mexicanos. Para lo cual de-ben comprometerse a seguir las 11leyes: del dominio de s mismo, dela buena salud, de la bondad, deldeporte, de la confianza en s mis-mo, de la veracidad, del trabajoejecutado, de la cooperacin y de lalealtad.
Conocer declogos de limpieza,mximas memorizables que exaltanal campesino y al indio. Glorificar eltrabajo, las mquinas, las fbricas yel amor patrio.
Los declogos morales: se honra aquien mejor sirve; ayuda a tu prjimocomo a ti mismo; quien bien hace,bien merece. Combatir el fanatismoy los prejuicios, y dar un conceptoracional y exacto del universo. Laenseanza cvica se bas en los quy no propuso los cmo.
La escuela del amor fomenta la uni-dad nacional, forman la nacionali-dad y rechazan cualquier ideologa.En contra de los ideales de la escue-la socialista. La escuela homogneacontribuye a desaparecer las dife-rencias sociales pero no las des-igualdades. El nacionalismo y elamor patrio se materializan en lageografa estatal, los himnos esco-lares, biografas de hroes y defen-sores de la patria, con la abiertainvitacin a imitarlos, aunque no sedice cmo.
Educacin para el manejo de lasmquinas: aprender haciendo. Elobjetivo de la escuela se defina co-mo el lugar donde se aprende a serfeliz. Surge una intencin panameri-canista, Amrica es la patria. Se en-fatiza el aprendizaje de la ortografa,la gramtica y las habilidadestcnicas.
Pasiva. Supone un ciudadano culto,
apoltico. Conoce las leyes como dato. No implica habilidades.
Pasiva. El ciudadano es un sujeto
mestizo, trabajador, apoltico. Sucompromiso es la observanciade leyes centradas en la salud, eldeporte, el trabajo y la lealtad.
Ciudadano apoltico. No implica habilidades.
Pasiva. Ciudadano apoltico, trabajador
tcnico, patriota. No implica participacin
poltica.
Supone la posibilidad deasociacin y representacin.
Ciudadano moral, servicial.Obrero o campesino. Inserto enuna colectividad para producir ypara agremiarse.
Participacin poltica pocodefinida.
Pasiva. Ciudadano culto, patriota,
viviendo del pasado histrico. Un ideal imaginario, proyectado
en figuras cuyos comportamien-tos son inalcanzables.
Apoltico.
Pasiva. Ciudadano apoltico. Patriota continental. Trabajador tcnico. Sin conflictos. Vaca de accin poltica.
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Proceso de construccin del ciudadano (continuacin)
1952-1958Adolfo Ruiz Cortnes
1958-1964Adolfo Lpez Mateos,1964-1970Gustavo Daz Ordaz
1970-1976Luis Echeverra lvarez1976-1982Jos Lpez Portillo1982-1988Miguel de la Madrid
1988-1994Carlos Salinas de Gortari
Concepto ciudadanoPeriodo Conocimientos/Habilidades Concepto de ciudadana
Se invita a todos como iguales (cam-pesinos, obreros, ricos, etctera) aparticipar de una doctrina educativade autntica mexicanidad que nodesprecia los valores universales sinoque trata de incorporarlos a la propiatierra mexicana en un feliz equilibriode lo universal y lo nacional. El ciu-dadano ideal se imagina participan-do en conmemoraciones patriticas,con gran fervor cvico, entonandohimnos a la patria.
Concepcin de una ciudadanatotalitaria. Para alcanzar la ciudada-na basta tener la edad necesaria.Se enfatizan los actos que acarrean laprdida de la ciudadana. Losciudadanos acatan y repiten lasleyes.
Un ciudadano informado, situado anivel mundial, preocupado por losrecursos naturales y la contamina-cin. Valora los recursos que se handado. La invitacin a Si todosparticipamos en la vida poltica delpas, la democracia establecida pornuestras leyes ser una realidad.
Al futuro ciudadano se le ensea aconservar pasivamente la herenciade sus antepasados y a amar a lapatria, para lo cual slo tiene queconocer sus hroes y tomar parte enlas prcticas cvicas.
Honestidad como equilibrio ytolerancia; el civismo como partici-pacin en los actos conmemorativos.La tolerancia sera la base de launificacin nacional. Conocer lasleyes para saber lo que cada quintiene que hacer. Obedecer en lafamilia, en la escuela y las leyes.
Fomentar los mitos patrios, venerar alos hroes rgidos, identificar patria ygobierno. Se busca inducir la obe-diencia al sistema poltico social. Ladidctica consiste en repetir la infor-macin, copiar dibujos, pegarestampas, iluminar y resumir.Conocer la Constitucin equivale adarse cuenta (informarse) de laorganizacin del pas, de los dere-chos y obligaciones, principalmente.
Contextualizar a Mxico en elpanorama mundial Se destacan losmovimientos de liberacin, guerras,revoluciones, la dependenciacultural del tercer mundo. La accindel ciudadano se reduce al voto. Lainformacin se presenta de maneradiacrnica, descontextualizada.
Propicia el mito de la patria como unpacto sagrado entre hermanos igua-les, reunidos todos en torno a lamadre; es la voluntad comociudadanos. El eje cvico no es laeducacin ciudadana sino una con-dicin innata que se expresa en losrituales y los mitos en torno a loscuales se ha construido la memoriacolectiva y la identidad nacional.La historia de Mxico se presentacomo un proceso lineal continuo, enel cual los buenos mexicanos han idopreservando los principios comoherencia en los que se encuentrafundada la legitimidad de la iden-tidad nacional.
Pasiva. Ciudadano con valores de
igualdad, de unidad nacional,obediente de las instituciones yleyes.
Partcipe de las celebracionescvicas.
Patriota, sin conflictos.
Pasiva. Ciudadano por definicin. Supone informarse pero no
actuar. Obediente al sistemapoltico.
Pasiva, reducida al sufragio.Invita a la participacin poltica,proporciona herramientas.
Ciudadano informado delmundo.
Desalentadora de la accin y laopinin fomenta la apata.
No supone habilidades polticas.
Pasiva. Mtica, conservadora de la
tradicin. Basada en unahermandad patritica.
Ciudadano apoltico. No supone habilidades polticas,
slo la actitud de celebracincvica.
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do en cada periodo histrico para alcanzar esta
meta.
Los datos concentrados en el esquema ante-
rior y ledos desde una perspectiva de la ciudada-
na como construccin sociocultural y como pro-
ceso formativo, muestran lo siguiente:
De los 13 sexenios analizados, el concepto
de ciudadano refleja un sujeto predominante-
mente apoltico, que desarrolla su vida en un
mundo congruente y sin conflicto.
En todos los casos, los nios quedan exclui-
dos de la ciudadana, ya que la definicin de
ciudadano es de corte liberal.
Otro segmento excluido, salvo en uno de los
perodos, es el indgena, que no aparece
citado ni referido en estos conceptos.
Las clases medias y muchos otros segmen-
tos de la poblacin quedan tambin
desdibujados en el panorama ciudadano.
En todos los casos, la ciudadana es de corte
pasivo, por lo que no implica o supone el
desarrollo de habilidades para la competen-
cia en la participacin poltica.
En ms de la mitad de los periodos, la
ciudadana queda directamente asociada a
un patriotismo construido en torno a los
hroes y al amor a la patria, expresados
ambos en actitudes de celebracin cvica,
dejando de lado la relacin ciudadana
derechos-democracia.
La ciudadana queda reducida a la tradicin
liberal sustentada en el discurso de igualdad
poltica entre los ciudadanos, y al derecho o
compromiso del sufragio, que en todo caso
prescribe el comportamiento pero no
impulsa la participacin poltica.
Es posible sealar una discontinuidad en el
proceso del ser y hacer ciudadano, es decir, no
hay evidencias de prcticas o discursos que
induzcan una interconexin progresiva entre el
momento en que un sujeto es ciudadano y el
momento en que ha de ejercer dicha ciudadana
de manera activa.
Como resultado del anlisis de los datos
anteriores, parece obvia la contradiccin entre
una concepcin de ciudadana activa, sustentada
en la expectativa de la participacin de los
ciudadanos en la esfera pblica y en sus distintos
foros de discusin y deliberacin, y la concep-
cin y los recursos educativos con los que se
encara la educacin cvica de los ciudadanos. En
otros trminos, el ciudadano contina siendo un
imaginario, creado en el rejuego de un discurso
poltico que se legitima a s mismo en el ideal
democrtico.
Los mediadores
Si bien la revisin y el anlisis de los libros de
texto permiten reconocer los elementos propo-
sitivos de la imagen de un ideal ciudadano, no
podemos perder de vista que la traduccin y
concrecin de esta propuesta adquieren sus
dimensiones reales en la puesta en escena del
guin oficial, que implica la interpretacin, la
organizacin y la ejecucin de las acciones
dirigidas a la formacin del ciudadano. Es oportu-
no comentar los puntos de vista de los docentes,
desde la perspectiva de su funcin como media-
dores en el proceso de aprendizaje y formacin
de los alumnos como ciudadanos. Las maneras
como ellos interpretan y significan tanto los
conceptos como los procesos formativos, y la
manera en que asumen y se posicionan frente a
esta tarea, nos proporcionan elementos como
primeros intentos de discutir el papel de la
escuela en el proceso formativo de los ciudada-
nos.
A continuacin se presentan algunos de los
segmentos textuales que corresponden a la
opiniones de los docentes entrevistados en las
escuelas que participan en la investigacin que
se ha referido.26
En primer trmino, la conceptualizacin que
los docentes tienen sobre la ciudadana y la
posicin que ellos asumen frente a la tarea
formativa, nos ayudan a completar una perspecti-
va sociocultural de la construccin de la ciudada-
na y crear un marco ms adecuado para discutir
la formacin de los ciudadanos que por
cuestiones de espacio no tratar en este artculo.
Sobre la manera como los docentes interpre-
tan el concepto de ciudadana, es posible decir
que para los profesores entrevistados se trata de
un trmino poco comn, ambiguo y polismico.
Ello muestra la confusin y el poco consenso
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que existe en el bagaje conceptual de los
docentes en torno al tema. Entre las respuestas
que proporcionaron los profesores sobre el
concepto de cuidadana, se identificaron tres
categoras:
La idea de pertenencia: pertenecer o ser
parte de.
Una forma de ciudadana sustantiva o civil:
haber nacido en un pas y/o tener ciertos
derechos y obligaciones por nacimiento.
Una forma bsica de ciudadana poltica: se
refiere a los derechos y obligaciones, y a
quien cumple las leyes.
A partir de las respuestas de los docentes se
evidencia que el concepto de ciudadana se
limita a las formas y los niveles ms elementales
contenidos en el proceso de construccin y
desarrollo sociocultural de la ciudadana que, de
acuerdo con la cronologa que se ha presentado
en la primera parte de este artculo, correspon-
den a los siglos XVIII, XIX y primeras dcadas del
XX. Por otra parte, el modelo de ciudadana
contenido en estas fases supone que ejercer la
condicin ciudadana es sinnimo de un proceso
pasivo receptivo que no requiere de una praxis
participativa, ni de cierta conciencia poltica por
parte del sujeto.
Acerca de lo que significa para los docentes
ser ciudadano, las entrevistas mostraron que los
docentes en general conceptualizan al ciudadano
en trminos de la pertenencia a una colectividad,
es decir, ser ciudadano es, sentirse parte de un
grupo en el que uno va a interactuar.
Aun cuando el concepto ciudadano resulta
ms familiar para los docentes y en sus respues-
tas puede reconocerse que incorporan ms
elementos orientados hacia una definicin en
trminos polticos y civiles, las ideas son limita-
das, y poco explcitas en cuanto a los derechos,
obligaciones prcticas ciudadanas que esta
categora supone: una persona con derechos y
obligaciones que esto implica , una persona
que tiene derechos y obligaciones [...] tiene
derecho a ser educado, salud, vivienda.
Las respuestas de los docentes, conservan la
perspectiva pasivo-receptiva de la condicin de
ciudadano. Slo uno de los nueve docentes
entrevistados se refiri a una actitud o comporta-
miento que debe observar el sujeto, es decir, el
ciudadano es Quien cumple las leyes, no slo
porque vive o ha nacido en Mxico.
Otro de los docentes se refiri al concepto de
ciudadano, desde la idea unitaria de ciudadana,
que de acuerdo con la teora se deriva del
surgimiento del Estado-nacin, ser parte de una
sociedad, y tener los mismos reglamentos,
obligaciones, leyes, idioma, la misma nacin e
intereses.
Los conceptos que los maestros expresaron
respecto de ser ciudadano, son, en la mayora de
los casos nominaciones pasivas, que no deman-
dan de las personas ningn tipo de compromiso
activo o participacin dirigidos a alcanzar el
estatus de ciudadanos; se trata de una categora
pasiva y esttica, en la que se es o no ciudadano,
y una vez que se es ciudadano no hay situacio-
nes o posibilidades de dejar de serlo.
Por otra parte, en todos los conceptos expli-
citados por los docentes se pueden reconocer
contenidos cognitivos suceptibles de traducirse
en operaciones conceptuales y habilidades por
desarrollarse con los alumnos si se pretendiera
formarlos o instruirlos en este sentido. No
obstante, los docentes no se reconocen como
participantes en el proceso de formacin de los
ciudadanos.
En la entrevista que se realiz con los profeso-
res se les pregunt. cmo y en dnde se forma
un ciudadano? Su respuesta mostr, en primer
trmino, sorpresa ante el tema; en todos los
casos se not un esfuerzo por encontrar y
elaborar una respuesta, adems de sus comenta-
rios fueran escuetos.
Una creencia dominante entre los sujetos
entrevistados seis de siete es que la familia es la
encargada de la formacin de los ciudadanos, y
tambin consideran que hay otras instancias y
espacios en que este proceso tiene lugar, entre
ellos aparece la escuela, que aun cuando se le
cita con frecuencia, no ocupa una posicin
relevante en este proceso; en palabras de una de
las profesoras:
El ciudadano se forma principalmente en la
casa, en la escuela, en la calle , todo eso. En su
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casa por los valores que se le van inculcando.
En la escuela se les trata de dar algunos valores
para que se conduzcan con armona entre las
dems personas: Respeto, honestidad.
Las repuestas de los docentes se centran en citar
las instituciones y los lugares en donde suponen
que se forma el ciudadano, sugiriendo un listado
en el que ocurren tambin mucho otros proce-
sos formativos, por ejemplo:
Los ciudadanos se forman en las urbes, en la
familia, con los conceptos en escuelas; en la
calle equivocadamente porque forma malos
ciudadanos.
Respecto de cmo se forma el ciudadano, los
profesoras expresaron ideas muy vagas y genera-
les, como: Los ciudadanos se forman en la
interaccin social, mediante proceso de aprendi-
zaje social.
La generalidad con que se expresan los
docentes sobre el proceso formativo del ciudada-
no, evidencia tambin una comprensin de este
proceso como un hecho espontaneo e informal,
en el que la escuela tiene una participacin
reducida al fomentar algunos valores de convi-
vencia social. Ninguno de los docentes entrevis-
tados se refiri a algn tipo de contenidos espec-
ficos o prcticas formales que pudieran trabajarse
sistemticamente en la escuela, incluso para
algunos la inexistencia de un libro de texto ratifica
la espontaneidad de este proceso: un ciudadano
se forma desde que nace, en su casa, despus
en la sociedad, la escuela; los ciudadanos se
forman ms en la familia [...] valorar la patria, a
querer su familia. En la escuela, con conocimien-
tos, las acciones, la vida, la sociedad nos hacen
ciudadanos. Los medios son una influencia que
nos frena por ejemplo con lo de las drogas. Yo
creo que estamos invitados a ser buenos ciuda-
danos.
Como podemos ver, la formacin ciudadana
carece de un contenido preciso; para algunos
docentes, supone valores morales o sociales, en
tanto que para otros se trata de actitudes hacia la
convivencia. Solo uno de los profesores entrevis-
tados hizo una referencias a lo que podra llamar-
se un contenido social y cierta orientacin
poltica, sin que estas referencias llegaran a ser
puntualizadas en ellas o conceptos concretos,
identificados por el maestro como parte del
proceso de formacin del ciudadano.
El ciudadano se forma mediante el conocimien-
to que se tenga acerca de su entorno, de lo que
es Mxico, su pas. En el lugar o comunidad o
[...] en el lugar social donde viven, su pas,
Mxico. No hay un libro especfico, yo me guo
en la Constitucin, que la misma SEP hizo, en la
biblioteca y otros libros de secundara.
Con una intencin ms directa se pregunt a los
docentes Cmo contribuye la escuela a la
formacin ciudadana? Sus respuestas dejaron
ver y ratificaron una vez ms, que el concepto de
ciudadana es ambiguo para ellos y que la idea
general que manejan, se asocia con valores y
hbitos que cuando se definen bien no van ms
all de valores para la convivencia y hbitos
asociados al patriotismo; algunos ejemplos:
La manera en que la escuela ayuda es, primero,
formando hbitos, con actividades escolares
repetitivas. Hay esferas del conocimiento, del
saber hacer cosas de manera adecuada.
Responsabilidades de sus actos, una parte de la
responsabilidad humana.
Uno [como maestro] no nada ms los instruye
en la escuela, sino rescata esos valores que se
estn perdiendo responsabilidad, respeto,
amistad.
La escuela ayuda a formar buenos hbitos,
amor a la patria, responsabilidad con la familia,
los reglamentos de la escuela; ayuda a ser un
buen ciudadano en un cuarenta por ciento,
digamos; formarse totalmente, eso es despus.
En estas entrevistas slo una maestra se refiri a
lo que podemos llamar la funcin informativa de
la escuela, en su opinin, la manera en que la
escuela participa en la formacin ciudadana es:
dando la informacin de sus derechos y debe-
res.
Desde esta perspectiva, podemos pensar que
la formacin poltica del ciudadano que acude a
estas escuelas primarias, se limita a cierta
informacin relacionada con derechos y deberes,
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quedando pendientes los aspectos formativos
referentes a los procesos de ser y hacer ciuda-
dano. En trminos del proceso cognitivo, pode-
mos suponer que la contribucin que realiza la
escuela a la formacin ciudadana se hace en una
dimensin pasivo receptiva que, de acuerdo con
las teoras cognitivas, no garantiza la apropiacin
del conocimiento ni el desarrollo de habilidades
para un uso eficiente del mismo.
Uno de los profesores se refiri a la contribu-
cin de la escuela desde una perspectiva cvica
que abarca: valores comunitarios, los smbolos
patrios como condicin legal y a las leyes y
derechos. En esta opinin podemos encontrar
una perspectiva ms amplia sobre el contenido
que puede tener la formacin ciudadana; en
palabras del profesor, la escuela contribuye:
Primero en los valores sobre la comunidad, los
smbolos patrios, porque dentro de las leyes
estn los smbolos patrios, las leyes, los
derechos y todo lo dems; es lo que esta
haciendo la escuela en parte, por medio del
civismo.
De acuerdo con este profesor, la formacin
ciudadana tiene lugar dentro de la escuela en al
rea de civismo. Esta respuesta deja una interro-
gante y evidencia un vaco en el sentido de lo
intencionado que puede ser el proceso de for-
macin de los ciudadanos pues sabemos que la
materia de civismo como tal ha desaparecido
formalmente del programa de educacin primaria
desde hace por lo menos tres aos y es opcin
de cada maestro trabajar o no en dichos conteni-
dos con sus alumnos. Ms all de los aspectos
de contenido citados por el profesor, el nivel en
el que estos contenidos son manejados por la
escuela es impreciso; es decir, no sabemos si
estos contenidos son tratados slo como infor-
macin que se ofrece a los alumnos o como
aspectos orientados a desarrollar en ellos algn
tipo de habilidades.
La idea del papel complementario de la es-
cuela dentro de este proceso formativo es tam-
bin una creencia de la mayora de los docentes
entrevistados, como lo refiri una de las maes-
tras:
Pienso que [el papel de la escuela] es funda-
mental puesto que afirma o da lo que la familia
no da; de diez aos para ac la escuela dej a
un lado los principios basados en el civismo,
deslig la formacin integral del nio. Pienso
que son intereses de unos cuantos que no se
preocupan [por la educacin].
La participacin de la escuela es considerada
como complementaria de la formacin que la
familia proporciona a los nios, especficamente
en los aspectos cvicos, que de acuerdo con la
profesora tambin han sido descuidados por la
escuela en los ltimos aos.
Sumario
He pretendido dejar planteados algunos elemen-
tos que considero centrales para una primera
aproximacin orientada a discutir el proceso de
formacin de la ciudadana desde un marco
educativo institucional. Me he referido primero a
la importancia de comprender a la ciudadana
como un proceso sociocultural a partir del cual
puede situarse la formacin poltica de los
sujetos. En consecuencia, me he referido a las
implicaciones que esto tendra en la prctica.
Despus abordo la importancia que ha tenido
la invencin del sujeto poltico como un marco
que ha sustentado la expectativa ideal de formar
al ciudadano, proceso que a la vez deja al
descubierto las tensiones y contradicciones
implicadas en la formacin poltica de los sujetos.
Por ltimo coment la importancia de los
instrumentos y sujetos que participan en la
mediacin del proceso formativo en la institucin
escolar, concretamente los libros de texto y los
docentes, pues mediante sus discursos y
significaciones contribuyen a perfilar y concretar,
por medio de la accin educativa, las posibilida-
des de emergencia de un ciudadano real, que
existe y se desempea social y polticamente en
escenarios concretos.
De ningn modo podemos considerar que
este texto agota el tema, y tampoco es posible
anticipar conclusiones a un asunto de por s
complejo; por el contrario, los puntos aqu
tratados abren una serie de interrogantes que
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demandan un estudio cuidadoso e interdisci-
plinario. Algunas de estas interrogantes son
abordadas por la investigacin que est en
proceso, y otras se quedan sobre la mesa como
invitacin al dilogo.
Notas
1. El presente artculo se deriva de una investigacin
etnogrfica, que se realiza en dos escuelas primarias
pblicas, localizadas en la periferia de Guadalajara.
La investigacin pretende dar cuenta de los proce-
sos que inducen la formacin ciudadana en el
contexto escolar; la informacin emprica proviene
de la documentacin de las practicas en el aula y de
las entrevistas realizadas con maestros y alumnos de
6. El trabajo de campo se realiz en el ciclo escolar
1999 - 2000 y, la investigacin como totalidad est en
proceso; el enfoque del estudio es antropolgico y
conjunta en su marco analtico los puntos de vista
del constructivismo, la antropologa interpretativa y la
sociologa del poder.
2. Ramrez Juan Manuel. Las dimensiones de la ciuda-
dana, en Espiral, nm.2, Universidad de Guadalaja-
ra, Guadalajara, 1995, pp.1-95.
3. Leal, Antonio. Poltica en el fin de siglo: Democra-
cia y derechos de ciudadana, en La piragua,
Revista latinoamericana de educacin y poltica,
nm.10, 1er. semestre de 1995, CEAL. Santiago de
Chile, p.46.
4. Ibidem, p.47.
5. Ibid., p.47.
6. Ibid.
7. Ramrez, op cit., p.1.
8. Somers, citado por Ramrez, ibid., p.92.
9. Touraine, citado por Ramrez, ibid. p.90.
10. Citado por Ramrez, ibid., op. cit., p.92.
11. Ibidem.
12. Ibid.
13. El trmino unitario se aplica como derivado de los
Estados unitarios desarrollados alrededor del siglo
XIX, caracterizados por inducir la idea de naciones
unificadas mediante una lengua, una cultura, un
smbolo, una patria.
14. Corona, Sarah y Carmen de la Peza. La educacin
ciudadana a travs de los libros de texto, en
Sinectica, nm.16, enerojunio de 2000, ITESO,
Guadalajara.
15. Ibidem.
16. Ibid., p. 18.
17. Ramrez, op cit., p. 90.
18. IFE. Los eslabones de la democracia, Direccin
Ejecutiva de Capacitacin Electoral y Educacin
Cvica, 2000, Mxico.
19. Giraux, Henrry. La escuela y la lucha por la ciudada-
na.. 2. Ed. 1998. Siglo XXI. Mxico.
20. Corona y de la Peza, op cit.
21. En este sentido, es importante sealar las aportacio-
nes que han hecho los trabajos desde la
historiografa, que se han centrado en el anlisis de
los contenidos histricos que se incluyen en los
libros de texto; estos trabajos se han enfocando
principalmente en: cules contenidos se incluyen y
cules se omiten, la calidad de la informacin
histrica que se presenta a los escolares, otros ms
en la metodologa y aspectos didcticos que apoyan
la calidad de los contenidos; algunos que adems se
han ocupado, de analizar los valores implcitos en
dichos contenidos. Todos ellos aportan de por s,
una valiosa informacin en la lnea de, cmo la
informacin histrica abona hacia la significacin de
la identidad nacional, desarrollando una idea de
origen socio histrico en los alumnos. Sin embargo,
la mayora de estos trabajos carece de la dimensin
emprica que de cuenta de cmo estos contenidos
son negociados en el proceso de aprendizaje en el
aula y, son poco explcitos tambin de la manera en
que los contenidos histricos y cvicos se entretejen
con la dimensin emocional de la identidad del
sujeto.
22. Villa Lever, Lorenza. Los libros de texto, Universidad
de Guadalajara, Mxico, 1988; y Corona y De la Peza,
obras citadas.
23. Desde un enfoque de la comunicacin como
produccin de significados, las autoras realizan un
anlisis discursivo del corpus de los textos de
historia y civismo para la educacin primaria,
considerando las publicaciones que han circulado
de 1923 a 1988 (edicin vigente).
24. Corona y de Peza. La educacin ciudadana..., p. 16.
25. Ibid., pp. 16-30.
26. Se realizaron 9 entrevistas con docentes de educa-
cin primaria, en escuelas pblicas, sobre los temas
de ciudadana y enseanza de la historia. El instru-
mento se compone de 18 preguntas abiertas,
aplicado en el ciclo escolar 1999 - 2000.
Otra bibliografa
Anderson, Benedict. Las comunidades imaginadas,
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Brcena, Fernando. El oficio de la ciudadana. Introduc-
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Nolasco, Margarita. Educacin bilinge: la experiencia
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Vsquez, Zoraida Josefina. Nacionalismo y educacin
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