La Auténtica Comprensión Como Diálogo

10
Universidad nacional Maestría en filosofía Seminario: Hermenéutica Sebastián Domínguez La auténtica comprensión como un diálogo A continuación se hará una presentación general de los apartados “el significado hermenéutico de la distancia en el tiempo” y “el principio de la historia efectual” contenidos en la obra Verdad y Método 1 del filósofo alemán Hans-Georg Gadamer. Se tomará por hilo conductor del trabajo la idea condensada en el título, tomada prestada del mismo Gadamer, aunque en una discusión diferente. Tal discusión versa sobre el verdadero sentido del diálogo, y dice que: el verdadero diálogo es aquel donde quienes se involucran no imponen su postura uno a otro, ni uno resulta triunfante frente a otro, sino que el verdadero diálogo transforma a quienes participan, cambiando lo que pensaban antes de iniciar el diálogo, y dejando en cada uno una postura totalmente nueva, enriquecida con la visión del otro 2 . ¿Cómo puede establecerse una relación entre lo aquí descrito y la auténtica comprensión? El concepto clave para relacionar ambos temas es el de horizonte al que le pertenece por esencia la movilidad. Ingresemos pues a la cuestión. El proceso mediante el cual se lleva a cabo el comprender es lo que nos interesa en primera instancia, pues es sobre este proceso que se construyen las nociones de “distancia en el tiempo” e “historia efectual”, alrededor de las cuales no solo giran los apartados nombrados, sino que son base de la distinción de la 1 Hans-Georg GADAMER, Verdad y método, Editorial sígueme, salamanca, 2012. Pp. 360-377. Las citas que contiene el trabajo son de esta edición, por lo que se citará en adelante “Verdad Y método”, y la página correspondiente. 2 Sobre las discusiones sobre el papel del diálogo en Gadamer ver: “Conversación, diálogo y lenguaje en el pensamiento de Hans-Georg Gadamer”, FRANCISCO FERNÁNDEZ LABASTIDA. Anuario Filosófico, 2006 (39), 55-76. Disponible en web.

description

La comprensión hermenéutica como diálogo

Transcript of La Auténtica Comprensión Como Diálogo

Universidad nacional

Maestra en filosofa

Seminario: Hermenutica

Sebastin Domnguez

La autntica comprensin como un dilogo

A continuacin se har una presentacin general de los apartados el significado hermenutico de la distancia en el tiempo y el principio de la historia efectual contenidos en la obra Verdad y Mtodo[footnoteRef:1] del filsofo alemn Hans-Georg Gadamer. Se tomar por hilo conductor del trabajo la idea condensada en el ttulo, tomada prestada del mismo Gadamer, aunque en una discusin diferente. Tal discusin versa sobre el verdadero sentido del dilogo, y dice que: el verdadero dilogo es aquel donde quienes se involucran no imponen su postura uno a otro, ni uno resulta triunfante frente a otro, sino que el verdadero dilogo transforma a quienes participan, cambiando lo que pensaban antes de iniciar el dilogo, y dejando en cada uno una postura totalmente nueva, enriquecida con la visin del otro[footnoteRef:2]. Cmo puede establecerse una relacin entre lo aqu descrito y la autntica comprensin? El concepto clave para relacionar ambos temas es el de horizonte al que le pertenece por esencia la movilidad. Ingresemos pues a la cuestin. [1: Hans-Georg GADAMER, Verdad y mtodo, Editorial sgueme, salamanca, 2012. Pp. 360-377. Las citas que contiene el trabajo son de esta edicin, por lo que se citar en adelante Verdad Y mtodo, y la pgina correspondiente.] [2: Sobre las discusiones sobre el papel del dilogo en Gadamer ver: Conversacin, dilogo y lenguaje en el pensamiento de Hans-Georg Gadamer, FRANCISCO FERNNDEZ LABASTIDA. Anuario Filosfico, 2006 (39), 55-76. Disponible en web. ]

El proceso mediante el cual se lleva a cabo el comprender es lo que nos interesa en primera instancia, pues es sobre este proceso que se construyen las nociones de distancia en el tiempo e historia efectual, alrededor de las cuales no solo giran los apartados nombrados, sino que son base de la distincin de la hermenutica fenomenolgica de Gadamer frente a la hermenutica moderna, cuyo chivo espiatorio es Scheleiermacher quien en su desarrollo terico consigue dirigir la hermenutica en una objetividad fundada en lo formal, que la salva de los infructferos esfuerzos anteriores por establecer acuerdos entre tradiciones dismiles. La idea central sobre la cual se enraza la discusin es la circularidad como forma en que se lleva a cabo el comprender, y que se expresa en una mxima: se comprende al todo desde la parte y la parte desde el todo. Esta regla de la Hermenutica alcanza una validez tanto en la postura moderna fundada por la Ilustracin, como en la romntica, puesto que describe precisamente un hecho innegable en la tarea de todo comprender. Tambin Gadamer asume su veracidad. La diferencia entre las tres visiones mencionadas es el modo como se interpreta dicha mxima, y por tanto, los parmetros que se exigen al desarrollo de la hermenutica para cumplir a cabalidad su funcin de esclarecedora de sentido.

Comprender el todo desde la parte y la parte desde el todo, no es otra cosa que el reconocimiento de la relacin entre la obra, el autor y el contexto, a la vez que el sealamiento de una circularidad entre estos tres elementos. Para Schleiermacher, dicha relacin circular implica por necesidad abarcar dos aspectos, el subjetivo y el objetivo, dejando de manifiesto que la comprensin llega a su estado de acabada cuando se logra llevar a trmino satisfactorio ambos mbitos de la comprensin. En qu consiste cada uno de estos dos aspectos (al menos en la descripcin que hace Gadamer de los mismos)? Schleiermacher intenta abarcar todas las dimensiones posibles en las que una obra recoge su sentido ms original, esto es, el modo como en ltimas un producto llega a ser tal, aquello que lo sustenta, lo enriquece y lo nutre en cuanto a ideas, posturas, panoramas y pretenciones de verdad. As, por un lado est lo patente, lo puramente objetivo que puede ser corroborado, y que consiste en las cuestiones formales, las relaciones de contenido de los captulos con la obra, de la obra con las dems obras del autor, y de estas con el resto de literatura donde se enmarcan, como a su lugar en la historia, esto es, el elemento de contenido por las afiliaciones en las que participa. Con esto se abarca todas las dimensiones de sentido que pertenecen a la obra por lo que dice en el aspecto manifiesto. Pero no se agotan todas las posibilidades de comprensin, pues en todas esas relaciones subyace la subjetividad creadora, que ofrece un motor esencial en el desarrollo del proceso creativo. Aqu es donde se destaca toda la interioridad del autor, toda esa vorgine de entramados emocionales, vivenciales, y brillos de su genialidad particular (la vida psquica del autor), que fungen como fundamento irreductible del sentido verdadero de la obra. El objetivo es pues llegar a comprender al autor y la obra mejor de lo que l se comprendi a s mismo y a su obra.

Ahora bien, as descrita la cosa, llevar a trmino el acto comprensor resulta toda una tarea pica. No obstante, esta visin de la hermenutica permite poner en juego las dos tareas que se propone Gadamer explicar bajo los ttulos de la distancia en el tiempo y la historia efectual, porque estas dos condiciones son tenidas en cuenta por Schleiermacher aunque desde una perspectiva enteramente negativa. As pues, para Schleiermacher el objetivo de toda comprensin es en ltimas la reproduccin del sentido original, evitando lo que pueda contaminar esta posibilidad, esto es, la subjetividad del interprete, su contexto histrico, etc. Es necesario para conseguir alcanzar el sentido verdadero y original poder reconstruir el horizonte desde el cual se cre la obra, esto es, ese mbito que encierra todo lo que ve o vio el autor y que permanece implcito en la obra misma. La distancia en el tiempo funciona aqu por un lado como una garanta para esta pretendida objetividad, puesto que dicha distancia ofrece la posibilidad de separarse del autor y comprenderlo en sus puras manifestaciones ya dadas y establecidas, al modo de algo terminado que se ofrece para ser examinado y sometido a juicio. Es algo as como que con el tiempo se puede distinguir toda fuente de error y posibles distorsiones de sentido para alcanzar el sentido autntico. Esto es propio del historicismo. Esta es una objetividad que consiste en el aislamiento de la propia situacin histrica del interprete, o lo que es igual, el intento de salvar el abismo que separa los dos momentos (el de creacin y el de comprensin), dejando de lado el presente en pro de reproducir el pasado; de modo que la misma distancia en el tiempo implica un obstculo para la comprensin, al modo de que se rompe la continuidad de horizontes, y se debe ir en pro de la recuperacin del pasado. As el comprender mejor como meta de la hermenutica en Schleiermacher consiste en equiparar el intrprete con el autor original.

Pero dentro de toda esta pureza que se erige alrededor de la comprensin se deja de lado la atencin al fenmeno mismo de la comprensin, esto es, se pierde aquello que funge como fundamento ontolgico de la comprensin que y por tanto es ineludible. Si se quiere se puede dilapidar todo esfuerzo anterior mediante una frase que condensa toda la postura gadameriana frente a este problema. La distancia histrica entre el autor original y el intrprete es insuperable. Pero ms que esto, es la condicin para el autntico comprender mejor, que en el caso de Gadamer es el comprender diferente[footnoteRef:3]. Es precisamente esta nocin, la de comprender diferente, sobre la cual se reconcilia a la hermenutica con aquello que es base de todo comprender, y que adems es por tanto ineludible. [3: Cfr. Verdad Y mtodo, p. 366]

Ahora bien, es preciso que reconstruyamos la posibilidad de tal comprender diferente, para lo cual es necesario partir de una revisin de lo que tiene por propio el desenvolvimiento del comprender en relacin a la historia. Cada poca tiene su perspectiva basada en unos prejuicios ms o menos comunes que se fundan en el modo como la tradicin se ha desenvuelto. Hay que ser claros, quizs esto no aplica de un modo tan general, pero dentro de una situacin hermenutica donde se lleva a cabo una interpretacin, siempre est en juego los prejuicios propios de la poca, esto es, los modos de ver propios del desenvolvimiento de la cultura que nos determinan mucho ms de lo que podramos llegar a pensar; as como tambin los prejuicios del interprete que ya fundan su bsqueda, su intento comprensor, en ellos. Son estos prejuicios mismos aquello que funciona como causa de toda bsqueda, o al menos siempre sern la razn por la cual es posible establecer tal bsqueda. Esto hace consonancia con los requerimientos del preguntar que propone Heidegger en el pargrafo primero de la introduccin a Ser y Tiempo, donde es necesario siempre saber qu buscamos antes de iniciar tal bsqueda. Y precisamente este saber previo, al que llama Gadamer la precomprensin, y Heidegger la comprensin de trmino medio, es la base desde la cual abrimos el mundo que, a pesar de todo, ya nos precede y con el que ya tenemos cierta familiaridad. As pues, el sentido de una interpretacin est siempre determinado por la situacin histrica del intrprete, en consecuencia por el todo del proceso histrico. Qu resulta de todo esto? Que es imposible alcanzar esa comprensin pura donde se recupera un sentido originario. Y lo es por varias razones. Una es esta que acabamos de mencionar, y que termina en el hecho de que en realidad comprender no es nunca un reproducir sino siempre un producir.

Comprender no es reproducir sino producir. He aqu una frase que en el sentido tradicional de la hermenutica no puede resultar menos que escandalosa, ms cuando dicha hermenutica ha gastado innumerables esfuerzos en reconstruir el sentido original de cuanto se propone comprender. Comprender es siempre producir en el mismo modo en que comprender es siempre comprender de modo diferente. Expliquemos este fenmeno de fondo de la mano de Gadamer. El sentido de un texto est ms all de las dimensiones y perspectivas del autor, porque ste siempre es apropiado por un intrprete que lleva su mundo consigo, esto es, que lleva sus propios prejuicios, su propia situacin histrica, su propio modo de apropiacin, sus propias expectativas de verdad. Este es uno de los fundamentos que sostienen el comprender diferente, a saber, la movilidad del horizonte a partir del cual se interpreta y comprende, y lo que refleja es que todo comprender va ms all de las posibilidades iniciales del autor original, porque se integra con las posibilidades nuevas del intrprete. As, comprender es siempre posible por una suerte de milagro, se atreve a decir Gadamer, un milagro de la comprensin, y que es precisamente la posibilidad de participar en un sentido comunitario del sentido[footnoteRef:4].Y ese milagro es precisamente el hecho de que nosotros ya estamos en medio del asunto mismo del que nos ocupamos por comprender. [4: Cfr. Verdad Y mtodo, p. 362]

Precisamente es ese estar en medio del asunto lo que para Gadamer es el trabajo mismo de la hermenutica, lo que llama la precomprensin. Dice Gadamer: la primera de todas las condiciones hermenuticas es la precomprensin que surge del tener que ver con el asunto mismo[footnoteRef:5], y aadimos nosotros: solo despus de eso, de su partir de una precomprensin basada en la tradicin, sucede el destacar la perspectiva del otro que es l frente al asunto que comprende, y que es precisamente su contribucin en la construccin del tema, frente a la tradicin que le es propia, de donde obtiene el fundamento de su postura final. As es como podemos decir con Gadamer que comprender es siempre posible por una suerte de milagro, un milagro de la comprensin, y que consiste precisamente la posibilidad de participar en un sentido comunitario del sentido[footnoteRef:6]. Comprender es siempre parte de la tradicin, todo cuanto funciona como previo y est referido al tema especfico. Esto es lo que llama Gadamer la familiaridad. Bien deca Heidegger en Ser y Tiempo que es precisamente la familiaridad lo que sirve de base de todo comprender, y todo ser nosotros en el mundo, en el modo de que todo ir al mundo es siempre un volver. Aplicado aqu a la hermenutica propiamente, dicha familiaridad con el asunto del que se ocupa el intrprete es lo que sirve de puente hacia lo nuevo por comprender, al modo de que es la tradicin la que de forma clara o no hace hablar lo transmitido. Esta relacin de ir venir entre tradicin e intrprete es lo que describe el crculo de la comprensin. Dice Gadamer: El crculo no es, pues, de naturaleza formal; no es subjetivo ni objetivo, sino que describe la comprensin como como la interpretacin del movimiento cambiante de la tradicin y del movimiento del intrprete[footnoteRef:7]. [5: Verdad Y mtodo, p. 364] [6: Cfr. Verdad Y mtodo, p. 362] [7: Verdad Y mtodo, p. 363]

Estamos as metidos en el meollo del asunto, donde la hermenutica tiene labor por hacer. Ese movimiento es de lo que debe ocuparse la hermenutica, punto en el que hay un paso de la extraeza a la familiaridad, justo cuando se tiende un puente entre la familiaridad con la pertenencia a la tradicin y la objetividad de la distancia histrica. De este modo, el centro de actividad de la hermenutica es hacer patentes aquellos prejuicios que se arrastran a la hora de tender el puente mencionado, que son precisamente las condiciones bajo las cuales se asegura una comprensin. Esto porque tales contenidos no son manifiestos para el intrprete, por cuanto son el fundamento de lo que l es, y cuanto que determinan a ese nivel no se hacen patentes en modo alguno. Haceros juicios y evaluarlos es el summum de la tarea hermenutica, pues solo de este modo se asegura un correcto ingresar en la tradicin desde la tradicin misma, y un comprender.

Ahora bien, este comprender que es sin duda histrico no debe caer en la trampa que del romanticismo y del propio Scheleiermacher. La base de este comprender debe ser la renuncia a una concepcin romntica de la genialidad creadora donde el autor expresa su visin nica del mundo, la que parte a su vez de su condicin irreductible de genio. Qu es entonces lo que queda, si renunciamos a la consideracin de la interioridad del autor, y dejamos al texto hablando solo? Asumir entonces el texto desde su verdad, que por tanto es desde cierta perspectiva atemporal, esto es, no que no pertenece a un horizonte histrico cargado de su propia tradicin, sino que su contenido de verdad no es un mero resultado histrico, por lo que trasciende esas condiciones y nos dice algo que tiene validez para nosotros en nuestro tiempo y bajo nuestras propias condiciones. Schleiermacher hace una desacreditacin de esta postura precisamente con la formulacin de la conciencia histrica como un impedimento a la trascendencia de la pretensin de verdad del texto, de modo que cuando se comprende el texto se debe comprender tanto las condiciones histricas como la interioridad del autor[footnoteRef:8], segn vimos ms arriba. As pues hablamos tanto de la situacin histrica como fundamento de la comprensin, pero no salvamos el sentido a ser interpretado del lmite que sera considerarlo como una mera manifestacin epocal que se cierra en su momento y agota su verdad en la falta de actualidad de las afirmaciones contiene. As pues el tiempo deja de ser un abismo necesario de ser salvado, sino que precisamente tal distancia en el tiempo es lo que sustenta el acontecer presente, es aquello donde tiene sus races. [8: Cfr. Verdad Y mtodo, p. 367]

Lo que es base autntica de la comprensin es la movilidad que proporciona la distancia en el tiempo, movilidad que consiste en la aparicin de factores que llevan a la generacin de relaciones de sentido que no hubieran sido posibles en las condiciones originales. Lo que de ningn modo anula la verdad del texto, sino que antes bien la enriquece dndole matices nuevos. No hay verdadero sentido de algo al modo de que est cerrado y sea definitivo. El movimiento es la base de toda autntica comprensin. De este modo, la distancia en el tiempo nos aparece como un hilo, una continuidad velada de procedencia, donde se une el horizonte originario con el horizonte desde el cual se abre el sentido del texto, como dos momentos diferentes de una misma tradicin. Dice Gadamer: Cuando intentamos comprender un fenmeno histrico desde la distancia histrica que determina nuestra situacin hermenutica en general, nos hallamos siempre bajo los efectos de esta historia efectual[footnoteRef:9]. As las cosas, la situacin hermenutica es el lmite dentro del cual nos encontramos en todo comprender, y es lo que fija la relacin que se establece con la tradicin, y con la cuestin misma de que se ocupa. El horizonte es aquel lmite mismo, que se expresa en el modo de las posibilidades de visin, esto es, el que tan lejos vamos a ver respecto de un problema especfico, y cunto es aquello que la tradicin nos tiene garantizado como puente para la realizacin de la comprensin. El asunto claramente est dado en que para poder comprender algo frente a lo cual tenemos una distancia en el tiempo, nos parece necesario conseguir hacer propio el horizonte ajeno, en este caso, el horizonte de un pasado distante, siempre que sigamos encerrados dentro de las pretensiones de objetividad. El asunto aqu est en que no porque quien interpreta parta siempre de su historia efectual, aquello que se comprende debe ser asumido desde su horizonte original. Esto porque precisamente concebir un texto desde su carcter histrico es negarle la posibilidad de decir una verdad legtima y vlida para nuestro tiempo. Y es este precisamente el planteamiento que nos llevar a una de las ideas fundamentales que bien sealbamos arriba y que es precisamente con lo que comenzbamos nuestra exposicin, a saber, la movilidad de los horizontes. La distancia en el tiempo no es un abismo, sino un puente, que adems no une dos cosas distintas y desligadas entre s radicalmente, sino dos momentos de un nico horizonte. Todos los horizontes hacen parte de uno nico. Dice Gadamer: todos ellos juntos forman ese gran horizonte que se mueve por s mismo y que rodea la profundidad histrica de nuestra autoconciencia ms all de las fronteras del presente[footnoteRef:10]. [9: Verdad Y mtodo, p. 371] [10: Verdad Y mtodo, p. 375]

Nuestro horizonte de presente est determinado por los propios prejuicios, por lo que su movilidad, propia de su condicin de horizonte, consiste en la ampliacin de sentido dependiente de la construccin de la situacin hermenutica, es decir, del aseguramiento de los prejuicios, ponindolos en evidencia y construyendo con ellos horizontes ms amplios que nos permitan ver ms y ms lejos. Ganar un horizonte es aprender a ver ms all de lo cercano, verlo mejor integrndolo. Este enriquecer y hacer mvil el propio horizonte, este ganar horizontes es en s mismo la movilidad el horizonte pasado, en la medida en que este nos dice cosas nuevas y distintas. El horizonte del pasado es mvil como el horizonte del presente, precisamente porque se mueven a la par, de modo que dicho horizonte est en constante movimiento en la medida en que se aclaran prejuicios y se logra construir una visin del pasado que se transforma en el tiempo. De modo que el pasado no es siempre el mismo, porque siempre es tambin cambiante la comprensin que tenemos de ste.

Volvemos a la idea del dilogo que no poda ser ms que un mero adorno del texto. Todo comprender es un dilogo reza el ttulo, en la medida en que en l nos vemos involucrados, dentro de los lmites que tracemos segn nuestra situacin hermenutica. Segn decamos, todo dilogo autntico consiste en la transformacin de los interlocutores, de modo que ambos terminan cambiando la postura inicial. Comprender una unidad de sentido pensada desde la movilidad que expone nuestro filsofo es estar inmerso en esa movilidad que significa un constante cambio tanto para el sentido que tiene el pasado, como para los horizontes desde los que vemos en el presente. Y tal movilidad sucede en la interaccin continua, en esa circularidad de la comprensin que nos sume constantemente en un ir y venir, en un comprender ms y de modos diferentes, constantemente enriquecido por la capacidad de ver, por la tradicin que enriquece ese punto de partida, por la asimilacin de los prejuicios propios. Solo en este sentido restringido cabe pensar el comprender como dilogo, y quizs, como el dilogo ms autntico.