LA ACCIÓN Introducción

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LA ACCIÓN Ensayo de una crítica de la vida y de una ciencia de la práctica INTRODUCCIÓN 1 ¿Tiene la vida humana un sentido y el hombre un destino? Actúo, aún sin saber quién soy, sin haber deseado vivir. 2 Sé lo que debo hacer. Tengo necesidad de ver para saber si hay alguna solidez o no. 3 El problema es inevitable. La solución voluntaria y necesaria. 4 I 4.1 Determinismo universal: la acción es un hecho, una necesidad en mi vida Sacrificio natural: cada decisión suprime una infinidad de actos posibles. 4.2 Compromiso: No me puedo parar ni suspender la decisión, no hay derecho a esper ar. 4.3 Mi pensamiento es finito: no hay total claridad en la práctica, y el puro cono cimiento no basta para ponerme en movimiento. En todo acto hay un acto de fe. 4.4 Desproporción inexplicable: entre lo que sé, lo que quiero, lo que hago. 4.5 En mi libertad veo el peso de la necesidad: es imposible abstenerme o reserv arme, soy incapaz de ser autosuficiente o independiente. 4.6 Hay que justificar la necesidad: mostrar que responde a la más íntima aspiración d el hombre. 4.7 Primera vía: la vía práctica, se impone y puede ser suficiente para todos. 5 II 5.1 Es necesario estar sometido a las exigencias de la vida, antes de discutirla s. 5.2 Yo soy y actúo, incluso a mi pesar. Obligado a ser responsable. El único método de verificación es la docilidad a esa necesidad. 5.3 Es a mí mismo y a todo lo mío lo que pongo en la experiencia. No se puede delegar. 5.4 Todo el hombre que llevo en mí, es el laboratorio viviente, donde se debe form ar la ciencia de la vida. No basta la sola teoría. 5.5 Reproche a la conciencia: exige demasiado. Existe la duda, la oscuridad, la dificultad. Es necesario avanzar. Basta un resplandor. El sabio se adelanta a lo s hechos y así los descubre. La acción no puede ser sustituída por ningún artificio dialéc tico. 5.6 Dedicarse al simple testimonio de la conciencia es preferir la bondad de la vida al orgullo del pensamiento. No se puede experimentarlo todo. La experimenta ción moral debe ser un método de análisis (por el sacrificio) y de síntesis. La obligación de actuar es de otro orden que la necesidad de conocer. 5.7 Método directo y totalmente práctico de verificación: ponerme a disposición de todo lo que la conciencia y la vida exijan de mí. Sólo así se da el acuerdo entre necesidad

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�LA ACCIÓNEnsayo de una crítica de la vida y de una ciencia de la práctica

INTRODUCCIÓN

1 ¿Tiene la vida humana un sentido y el hombre un destino?Actúo, aún sin saber quién soy, sin haber deseado vivir.

2 Sé lo que debo hacer. Tengo necesidad de ver para saber si hay alguna solidez o no.

3 El problema es inevitable. La solución voluntaria y necesaria.

4 I

4.1 Determinismo universal: la acción es un hecho, una necesidad en mi vidaSacrificio natural: cada decisión suprime una infinidad de actos posibles.

4.2 Compromiso: No me puedo parar ni suspender la decisión, no hay derecho a esperar.

4.3 Mi pensamiento es finito: no hay total claridad en la práctica, y el puro conocimiento no basta para ponerme en movimiento. En todo acto hay un acto de fe.

4.4 Desproporción inexplicable: entre lo que sé, lo que quiero, lo que hago.

4.5 En mi libertad veo el peso de la necesidad: es imposible abstenerme o reservarme, soy incapaz de ser autosuficiente o independiente.

4.6 Hay que justificar la necesidad: mostrar que responde a la más íntima aspiración del hombre.

4.7 Primera vía: la vía práctica, se impone y puede ser suficiente para todos.

5 II

5.1 Es necesario estar sometido a las exigencias de la vida, antes de discutirlas.

5.2 Yo soy y actúo, incluso a mi pesar. Obligado a ser responsable. El único método de verificación es la docilidad a esa necesidad.

5.3 Es a mí mismo y a todo lo mío lo que pongo en la experiencia. No se puede delegar.

5.4 Todo el hombre que llevo en mí, es el laboratorio viviente, donde se debe formar la ciencia de la vida. No basta la sola teoría.

5.5 Reproche a la conciencia: exige demasiado. Existe la duda, la oscuridad, la dificultad. Es necesario avanzar. Basta un resplandor. El sabio se adelanta a los hechos y así los descubre. La acción no puede ser sustituída por ningún artificio dialéctico.

5.6 Dedicarse al simple testimonio de la conciencia es preferir la bondad de la vida al orgullo del pensamiento. No se puede experimentarlo todo. La experimentación moral debe ser un método de análisis (por el sacrificio) y de síntesis. La obligación de actuar es de otro orden que la necesidad de conocer.

5.7 Método directo y totalmente práctico de verificación: ponerme a disposición de todo lo que la conciencia y la vida exijan de mí. Sólo así se da el acuerdo entre necesidad

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que fuerza a actuar y el movimiento de la propia voluntad.

5.8 Si no se comprende y no se aplica el método de la experiencia directa, no es posible un juicio válido, no hay derecho a quejarse de la vida.

6 III

6.1 A pesar de la suficiencia de la práctica, otro método ilumina y justifica al primero.

6.2 Apología: esfuerzo de la especulación para demostrar la supremacía de la acción. Muestra el por qué de la sumisión. Si bien nadie está obligado a discutir con su conciencia.

6.3 Vía indirecta: la reflexión como luz necesaria para encontrar la ruta perdida por la presencia del mal en la conciencia más sencilla.

6.4 Peligro: gobernarse en la práctica por ideas incompletas. La acción no puede ser parcial; el conocimiento sí. Como todos tenemos nuestras ideas sobre la vida, hemos de cuidar que la especulación no arrebate la autoridad a la acción.

6.5 Lo que hay que construir es una ciencia de la acción total, que determine para todos una solución única y excluya cualquier otra.

6.6 La experimentación moral son válidas únicamente para el que las suscita en sí mismo, son personales e incomunicables. Pero es capaz de justificar lo más posible las razones de su conducta y así transmitir y demostrar a todos la solución para todos.

6.7 Hay legitimidad y necesidad de plantear el problema especulativo de la práctica.

7 IV

7.1 Método científico: por la vía indirecta elimina sistemáticamente toda posibilidad de error y deja una única salida que se impone en la demostración.

7.2 Para la ciencia de la acción sin investigación completa no hay demostración concluyente y obligatoria.

7.3 No admitir el valor de ninguna solución práctica. Negarse a ratificar en el orden del pensamiento lo que en el orden de la acción se está dispuesto a practicar.

7.4 En el plano de la acción: completa y absoluta sumisión a los dictados de la conciencia y docilidad inmediata. En el plano científico, completa y absoluta independencia.

7.5 Se debe investigar si no hay un movimiento inicial que persiste siempre, que se ama y se quiere incluso cuando se le olvida o cuando se abusa de él.

7.6 No hay nada que se puede dar por bueno, ni en los hechos, no en los principios, ni en los deberes. Alejar cualquier apoyo provisional construído. Es necesario acoger a todos los prejuicios y que ellos mismos sean sus propios árbritos.

7.7 No se debe aceptar ningún postulado moral ni dato alguno intelectual. Nada de hacer hipótesis. Solo basta dejar que la voluntad de la acción se despliegue en cada uno, de modo que se revele la más íntima orientación.

8 V

8.1 El verdadero motor de la investigación es el nudo común entre la ciencia, la mor

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al, y la metafísica. Entre ellas no hay contradicción. Sólo hay fenómenos heterogéneos y solidarios. Se debe buscar en la totalidad del hombre (no sólo en su pensamiento). "Es en la acción donde va a ser necesario poner el centro de la filosofía, porque en ella es donde se encuentra el centro de la vida".

8.2 Si no soy lo que quiero ser (tanto en el deseo como en los hechos) entonces no soy: en el fondo de mi ser, o hay un amor y un querer del ser, o no hay nada. La necesidad que se me parecía despótica manifiesta la acción profunda de mi voluntad, si no me destruiría. La naturaleza de las cosas y la cadena de necesidades que pesan sobre mi vida, no son más que la serie de medios que debo querer, que yo quiero efectivamente para cumplir mi destino. Así, el pesimismo es detenerse pronto.

8.3 A pesar de la desproporción aparente ente lo que sé, los que quiero y lo que hago, para ser y para existir es necesario quererlo. Nada tengo que no haya recibido, y al mismo tiempo es necesario que todo surja de mí. Aquí está la voluntad más íntima y libre, la que equipara los movimientos reflejos y espontáneos de mi querer.

8.4 En la acción se define esa relación de equivalencia o discordancia. Manifiesta la doble voluntad del hombre. Explica su historia y construye su destino.

8.5 El arte hace que los hombres hagan lo que quieren y hace conocer lo que saben. Si existe una salvación, sólo puede existir si se brinda claramente a todos. Hay una verdad universal que vive en el secreto de toda conciencia y de la que ningún hombre se desprende jamás (aún en lo ilusorio, lo falso).

8.6 Es necesario abandonar cualquier prejuicio, incluso el partir de que 'no hay nada', porque seguiría siendo un dato exterior y arbritario.