La Accion Colectiva de Los Jóvenes y La Construcción de Ciudadanía

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REVISTA ARGENTINA DE SOCIOLOGÍA AÑO 6 Nº11-ISSN 1667-9261(2008) La acción colectiva de los jóvenes y la construcción de ciudadanía 1 Ricardo Delgado Salazar Juan Carlos Arias Herrera Universidad Javeriana, Bogotá, Colombia Abstract Este artículo presenta los resultados de una investigación que tuvo como objetivo comprender los procesos y trayectorias de configuración de la acción colectiva de los jóvenes y establecer sus implicaciones en la construcción de ciudadanía. El estudio se centró en analizar los marcos de interpretación que definen los colectivos de jóvenes, a través de los cuales atribuyen significado a ciertos acontecimientos sobre la problemática social, sustentan sus justificaciones ético-políticas y, asimismo, establecen los marcos estratégicos de agenciamiento encaminados a construir ciudadanía desde la acción colectiva. Palabras clave: Acción colectiva, Jóvenes, Justificaciones ético-políticas, Ciudadanía, Participación. This article presents preliminary results of a research project aimed at understanding the processes and histories of youth collective action and its implications for citizenship-building. The research focused on interpretation frameworks defined by youth collectives, through which they ascribe meaning to specific events regarding social issues, sustain their ethical-political claims, and negotiate strategic agency frameworks aimed at building citizenship from collective action. Keywords: collective action, youth, ethical-political claims, citizenship, Participation 1 Este artículo comparte algunos de los resultados de la investigación «Prácticas juveniles como expresiones ciudadanas», llevada a cabo de manera conjunta por investigadores de la Universidad Javeriana, la Universidad de Manizales y CINDE, la cual contó con el apoyo de Colciencias, en Colombia (2007- 2008) Palabras clave: Acción colectiva, Jóvenes, Justificaciones ético-políticas, Ciudadanía, Participación ,pp.272-296 272

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Este ar tículo presenta los resultados de una investigación que tuvo como objetivocomprender los procesos y trayectorias de configuración de la acción colectiva delos jóvenes y establecer sus implicaciones en la construcción de ciudadanía. Elestudio se centró en analizar los marcos de interpretación que definen los colectivosde jóvenes, a través de los cuales atribuyen significado a ciertos acontecimientossobre la problemática social, sustentan sus justificaciones ético-políticas y, asimismo,establecen los marcos estratégicos de ag enciamiento encaminados a construirciudadanía desde la acción colectiva.

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  • REVISTA ARGENTINA DE SOCIOLOGA AO 6 N11-ISSN 1667-9261(2008)

    La accin colectiva de los jvenes y la

    construccin de ciudadana1

    Ricardo Delgado Salazar Juan Carlos Arias Herrera Universidad Javeriana, Bogot, Colombia

    Abstract

    Este artculo presenta los resultados de una investigacin que tuvo como objetivocomprender los procesos y trayectorias de configuracin de la accin colectiva delos jvenes y establecer sus implicaciones en la construccin de ciudadana. Elestudio se centr en analizar los marcos de interpretacin que definen los colectivosde jvenes, a travs de los cuales atribuyen significado a ciertos acontecimientossobre la problemtica social, sustentan sus justificaciones tico-polticas y, asimismo,establecen los marcos estratgicos de agenciamiento encaminados a construirciudadana desde la accin colectiva.Palabras clave: Accin colectiva, Jvenes, Justificaciones tico-polticas, Ciudadana,Participacin.

    This article presents preliminary results of a research project aimed at understandingthe processes and histories of youth collective action and its implications forcitizenship-building. The research focused on interpretation frameworks definedby youth collectives, through which they ascribe meaning to specific events regardingsocial issues, sustain their ethical-political claims, and negotiate strategic agencyframeworks aimed at building citizenship from collective action.

    Keywords: collective action, youth, ethical-political claims, citizenship, Participation

    1 Este artculo comparte algunos de los resultados de la investigacin Prcticas juveniles como expresionesciudadanas, llevada a cabo de manera conjunta por investigadores de la Universidad Javeriana, laUniversidad de Manizales y CINDE, la cual cont con el apoyo de Colciencias, en Colombia (2007-2008)

    Palabras clave: Accin colectiva, Jvenes, Justificaciones tico-polticas, Ciudadana,Participacin

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    Introduccin

    El estudio sobre la accin colectiva se constituye, en la actualidad, enuno de los campos de indagacin ms significativos para la filosofa moraly poltica y tambin para las ciencias sociales, en especial para la sociologay la psicologa social. Esto, debido al descentramiento poltico, econmicoy cultural que hoy da enfrentan las sociedades insertadas en el contextolatinoamericano, como consecuencia de los siguientes fenmenos: por unaparte, el progresivo desplazamiento de los centros de poder y la emergenciade estructuras sociales como resultado de la globalizacin; por otra parte,la incidencia de las nuevas tecnologas de la informacin y lamodernizacin de la estructura del Estado. Tales situaciones han originadola creacin de nuevos escenarios que definen y preconfiguran la accincolectiva de las organizaciones y los movimientos sociales y su incidenciaen la ampliacin de espacios para el ejercicio de la ciudadana y la poltica. En consecuencia, la pertinencia de abordar, en esta oportunidad, lacategora de Accin Colectiva desde sus diferentes expresiones o formasmovidas, movil izaciones y movimientos sociales 2 apunta a encontrardiversas dimensiones analticas y elementos que permitan ganar una mayorcomprensin sobre las dinmicas colectivas juveniles, en trminos de susimplicaciones para comprender los procesos y trayectorias de configuracinde las prcticas ciudadanas de los y las jvenes en las ciudades de Bogot,Manizales y Pereira, objetivo central de la presente investigacin. Una primera entrada para abordar esta categora son aquellos vnculosque Faletto (1986) esboza entre las expresiones colectivas juveniles y losnuevos movimientos sociales, al trascender la condicin de clase y lasposturas ideolgicas, en tanto los y las jvenes empiezan a afiliarse a distintoscolectivos que convocan un sinnmero de intereses ambientales, culturales,econmicos, religiosos, de diversidad sexual y gnero, etc., as como tambindesde sus vivencias y particulares visiones del mundo, construidas a partirde su condicin generacional, configuran redes de accin y movilizacionesen torno a su propio reconocimiento como actores sociales.

    2 Para aproximarnos al anlisis de la accin colectiva juvenil en sus diversas expresiones acogemos lapropuesta de O. Aguilera (2006: 34-41), quien considera que stas van desde las movidas, para referirnosal conjunto de prcticas cotidianas, de orden relacional, que configuran nuevas formas de estar juntos y deproduccin simblico-cultural; las movilizaciones, que se refieren a las acciones colectivas que visibilizandesde las posturas reivindicativas una situacin conflictiva; hasta los movimientos sociales, cuya accincolectiva se orienta alrededor de unos objetivos y de unas estructuras de movilizacin ms estables ypermanentes.

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    No obstante, si bien la condicin generacional y las transformacionesculturales de las sociedades actuales le imprimen ciertos rasgos particularesa la accin colectiva juvenil, y al mismo tiempo stas tienen una incidenciaen la dinmica cultural, encontramos en las perspectivas tericas sobre laaccin colectiva de los agrupamientos, organizaciones y movimientossociales un conjunto de premisas y dimensiones de anlisis que enriquecenel referente terico para explorar las manifestaciones de los y las jvenesen sus diferentes expresiones, mbitos y lgicas de accin. En estaoportunidad, para el abordaje de las prcticas juveniles como expresionesciudadanas hemos reconocido la pertinencia de fundamentar el estudioen el enfoque de los procesos de enmarcamiento y, de manera ms especfica,en los planteamientos sobre los marcos de accin colectiva. De esta manera, la tesis que orient a la presente investigacin se centraen reconocer, en esta ocasin, que la motivacin y participacin de losjvenes en su ejercicio de ciudadana en procesos de agrupacin,organizacin y movilizacin para la accin colectiva estn directamentevinculadas con la construccin de marcos de interpretacin, a travs delos cuales los integrantes de un colectivo social atribuyen significado aciertos acontecimientos sobre la problemtica social, sustentan susjustif icaciones tico-polt icas y, asimismo, establecen los marcosestratgicos de agenciamiento encaminados a construir ciudadana desdela accin colectiva. Con el nimo de abordar y desarrollar la tesis en cuestin, estedocumento se ha estructurado en 4 apartados que dan cuenta de losiguiente: inicialmente, una breve descripcin de la perspectiva tericaque fundament el estudio de las prcticas colectivas de los jvenes. Unsegundo apartado, donde se presenta el proceso metodolgico que orientel estudio. Un tercer apartado, donde se muestran los resultados y hallazgosms significativos. Por ltimo, se plantean algunas conclusiones para nutrir ladiscusin y comprender la accin colectiva juvenil como expresiones ciudadanas.

    1. Consideraciones tericas

    1.1. La accin colectiva de los jvenes: agencia de significacin con capacidadde producir y difundir significados de la poltica y la ciudadana

    Si bien los estudiosos de la accin colectiva registran la incidencia quetienen tanto las variables que configuran la estructura de oportunidades

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    polticas, las derivadas del anlisis de las estructuras de movilizacin, comofactores potenciales para la accin colectiva, permitiendo comprendercmo y cundo surgen los procesos de agrupamiento y de movilizacinsocial, de igual manera resaltan que quedan an por esclarecer lossealamientos presentados por A. Melucci (1999), quien considera quees perentorio, en aras de comprender de manera ms integral el fenmenode la accin colectiva, centrar tambin el anlisis en por qu los actoresinvolucrados en expresiones de accin colectiva le atribuyen sentido ysignif icado a su vinculacin y part icipacin en agrupamientos,organizaciones y movimientos sociales. Este llamado de atencin planteado por Melucci y compartido porinvestigadores como D. Snow y R. Benford (1992), entre otros, busca situarel proceso de anlisis de la accin colectiva en el contexto de la interaccinsocial. Esto implica reconocer a la accin colectiva como fenmeno socialque apunta al proceso de coordinacin de acciones entre individuos,organizaciones y movimientos sociales, constituyndose en un conceptoextenso que abarca mltiples expresiones, con lo cual se llama la atencinen que no es una cuestin restringida exclusivamente a la esfera de unindividuo aislado, quien responde de manera mecnica a los estmulos delentorno, sino que, al contrario, se requiere comprender que su manifestaciny proyeccin social es una construccin derivada de los intercambios yvnculos suscitados entre los miembros de un colectivo social. De esta manera, el presente estudio se situ en el enfoque denominadoPerspectiva de los procesos enmarcadores, el cual recupera la dimensincultural como un lugar y como un elemento importantes en el estudio dela accin colectiva. De tal enfoque se deriva, entonces, la posibilidad deabordar los colectivos sociales como focos generadores de significadoscolectivos, los cuales desempean, desde su capacidad reflexiva einterpretativa, un papel relevante en la construccin de las sociedades. Esta vertiente de anlisis liderada por Melucci, Benford y Snow, entreotros, pone el nfasis en la capacidad que tienen los actores sociales asociaciones, grupos de inters, organizaciones, movimientos sociales paraconstruir sus propios significados y conceptos compartidos, mediante los cualessus miembros interpretan la realidad, valoran sus situaciones problemticasde manera crtica y elaboran sus justificaciones ticas y polticas de sus acciones. Con el concepto de proceso enmarcador3 se hace referencia a los

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    3 En su esfuerzo por dilucidar los aspectos cognitivos de la accin colectiva, investigadores como Snow,

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    esfuerzos realizados por un grupo de personas vinculadas a un colectivoagrupamiento, organizacin o movimiento social, que propenden porforjar modos compartidos de considerar el mundo y, desde ah, legitimarsus posturas interpretativas de las problemticas y justificar su accincolectiva. Investigadores como Snow (1992) y W. Gamson (1992)adoptaron el concepto enmarcado para referirse a los marcos de accincolectiva, como la serie de significados, creencias y sentimientos orientadosa la accin, que inspiran y legitiman las actividades y campaas delcolectivo, de la asociacin o del movimiento social, haciendo posible elvnculo de los individuos con la organizacin.

    De igual manera, contar con referentes analizadores compartidos facilitaa los integrantes de un colectivo social entender un aspecto bsico en lamovilizacin poltica: la identificacin de las situaciones sociales comoproblemticas. Por ende, se deduce que las situaciones de adversidad queenfrenta una comunidad o grupo no vienen definidas de antemano comojustas o injustas, legtimas o ilegtimas, ya que es la construccin social demarcos interpretativos de la realidad lo que permite que los colectivossociales las ponderen de una u otra manera y, en consecuencia, formulen lajustificacin y legitimidad de sus reivindicaciones o demandas, como tambinla atribucin de responsabilidad a un agente externo, aspecto central paraconstituir motivaciones compartidas que conduzcan a una participacin ymovilizacin transformadoras.

    Esta perspectiva plantea que, sin la posibilidad de establecer un marcointerpretativo, resulta improbable que integrantes de un colectivo social participeny se movilicen aunque cuenten con oportunidades de hacerlo. Es por eso que seresaltan los aspectos cognitivos, afectivos y emocionales presentes en la accincolectiva, en sus reivindicaciones, en sus marcos de justificacin tico-polticosde sus emprendimientos y en las estrategias para su agenciamiento. Enconsecuencia, desde esta vertiente se subraya que la configuracin de los marcosde interpretacin orientadores de la accin colectiva conlleva una construccinsocial que incluye valores, sentimientos, smbolos y conceptos existentes en lasociedad, y que reelaborados por los miembros de un colectivo, a travs de su

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    Benford y Gamson, entre otros, adoptaron el anlisis de los marcos de referencia el enmarcado elaboradoinicialmente por el socilogo Irving Goffman (1974) para ilustrar la forma en que los miembros de losmovimientos confieren sentido a sus mundos sociales. Para estos investigadores, un marco de referencia esun esquema interpretativo que simplifica y condensa el mundo exterior, al sealar y codificarselectivamente los objetos, situaciones, acontecimientos, experiencias y acciones que se han producido enel entorno presente o pasado de cada individuo.

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    permanente interaccin, estimulan y sostienen la integracin y la movilizacinde un grupo.

    2. Mtodo

    Diseo : La presente invest ig ac in se implement desde unaperspectiva metodolgica mixta de carcter cualitativo, en la que secombinan y se articulan estrategias de aproximacin etnogrfica a lasacciones colectivas de los jvenes participantes y el anlisis de susproducciones narrativas. Participantes: Los participantes lo conforman 18 colectivos juvenilesque emprenden sus acciones en contextos urbano-comunitarios yuniversitarios en las ciudades de Bogot, Manizales y Pereira. stos fueronseleccionados de manera intencional de bases de datos de organizacionesy observatorios juveniles de las ciudades respectivas, y por medio delprocedimiento de seleccin por cuotas de carcter no probabilstico conel que se buscaba lograr heterogeneidad en la muestra se identificaroniniciativas juveniles que se caracterizan por su trayectoria yemprendimientos que expresan una proyeccin colectiva en diversosmbitos derechos humanos y la no violencia, produccin cultural, trabajoy empleo, equidad de gnero, diversidad sexual, defensa de las minorastnicas, comunicacin alternativa, educacin, escultismo, voluntariadosocial y deportivo a los cuales se los convoc a participar activamente enel proceso investigativo. Procedimiento: La produccin y recoleccin de la informacin se realizmediante jornadas de observacin de diversas acciones emprendidas porlos grupos de jvenes. De manera complementaria, se realiz un conjuntode entrevistas a nivel individual y grupal, en profundidad, con algunosintegrantes de los colectivos de jvenes. Tambin se adelant una revisindocumental a una serie de fuentes secundarias muy relevantes aportadaspor los mismos jvenes, as como tambin se acudi al registro flmico yfotogrfico de sus expresiones y emprendimientos. Una vez que se contcon la informacin se procedi a su codificacin y categorizacin y seadelantaron los procedimientos propios del anlisis discursivo y narrativo.Finalmente, se cre un espacio de devolucin, val idacin yretroalimentacin de la produccin analtico-interpretativa con los jvenesparticipantes en el estudio.

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    3. Resultados

    En esta parte se presentan, de manera sinttica, los hallazgos mssignificativos respecto de los elementos constitutivos de los marcos deaccin colectiva de los jvenes, destacando la manera como explicitan einterpretan las problemticas y los conflictos sociales de sus contextos,los marcos de justificacin tico-poltica que construyen y los marcosestratgicos de agenciamiento que definen como potencial poltico yciudadano.

    3.1. Marcos de explicitacin de problemticas y conflictos sociales

    Las trayectorias construidas por los colectivos de jvenes en diversoscontextos: urbano-comunitario, universitario, laboral-sindical, artstico-cultural, entre otros, les han permitido identificar y comprender desdesus acciones un conjunto de problemticas y conflictos sociales que sehacen presentes en la sociedad colombiana y que afectan la integralidadpersonal y social de los jvenes. Los propsitos que orientan y dan sentidoa sus acciones colectivas expresan un marco de comprensin de dichosfenmenos socio-polticos y culturales, reconociendo en stos los factoreshistricos desencadenantes de la progresiva desigualdad social y econmicaque han generado condiciones de injusticia, exclusin y marginalidad delos jvenes y de un amplio sector de la poblacin en el pas. Acogindonos al anlisis sobre las intenciones y los horizontes desentido de las prcticas de los jvenes podramos afirmar que los marcosde interpretacin de sus problemticas develan un conjunto de principios,valores y emociones compartidos que no son exclusivos del protagonismode los jvenes, sino que se hacen presentes tambin en las demandas queenarbolan otros actores sociales, las cuales se encuentran ligadas a lahistoria y a la memoria construidas por los movimientos sociales en susluchas, como es el caso de los movimientos feministas, las organizacionessociales de trabajadores y los defensores de los derechos humanos, quienesdesde sus trayectorias han logrado constituir, en palabras de S. Tarrow(1997), repertorios 4 que los jvenes apropian y resignifican en sus esquemas

    4 El concepto de repertorios y rutinas de accin colectiva es introducido en el estudio de los movimientossociales y la accin colectiva por Tilly, y desarrollado posteriormente por Tarrow, para referirse al conjunto denociones, valores y emociones colectivos que se decantan en el devenir histrico de las luchas sociales y quedefinen las formas y los mtodos concretos de accin colectiva de los cuales dispone un grupo para plantear

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    de interpretacin y de accin. Es de notar que estos elementos compartidosque se hacen presentes en las narraciones de las y los jvenespaulatinamente se convierten en sus referentes de fundamentacin queorientan y definen el horizonte y la justificacin de sus acciones, comotambin sustentan la celebracin de alianzas y acuerdos entre diferentesgrupos, organizaciones y movimientos sociales con quienes establecenpropsitos comunes. El anlisis de las prcticas y las producciones narrativas de los jvenespermiti reconocer la explicitacin de un conjunto amplio de problemasque motivan el emprendimiento de sus acciones.

    3.1.1. Tipificacin de los problemas y los conflictos sociales

    Un primer ncleo de problemas gira en torno a lo econmico-laboral 5 Losjvenes asocian muchas de sus problemticas, como el desempleo, alsurgimiento y a la actual consolidacin de un nuevo modelo laboral, elcual se corresponde con la dinmica actual de globalizacin de la economay la cultura, los avances tecnolgicos, el auge de las comunicaciones, lamodernizacin del Estado y los tratados de libre comercio. Tales aspectoshan originado justamente que el mbito laboral haya sufrido grandestransformaciones, entre las cuales se cuenta la flexibilidad del trabajo.Este modelo trae consigo nuevas formas de vinculacin laboral, nuevosespacios y territorios, nuevas formas de organizacin y produccin, cambiosen la temporalidad dentro de su desempeo que han ido en desmedro dela estabilidad, de los propios salarios y de ciertas garantas laboralesfavorables para los jvenes y para el movimiento social de trabajadores,en general. Un segundo grupo de conflictos sociales y polticos que explicitan esdenominado militarizacin de la vida social y criminalizacin de los jvene6,

    para referirse a la tendencia a enfrentar los conflictos sociales y polticos

    exigencias de distinto tipo a diferentes instancias, individuos o grupos y que expresan un sentido deconfrontacin. Para Tarrow, el repertorio es, a la vez, un concepto estructural que establece vnculos con lasoportunidades polticas que presenta el contexto en un determinado momento. Tambin es un conceptocultural vinculado a la capacidad de produccin simblica y de significaciones que producen las organizacionesy movimientos sociales para incidir y crear oportunidades polticas en el entorno y afectar la cultura poltica. 5 En este ncleo problemtico y/o conflicto se ubican las demandas de colectivos como: Jvenes de laConfederacin Nacional del Trabajo-CGT, la Red Confederada de Estudiantes Universitarios en la ciudadde Bogot. 6 Este ncleo de problemas y conflictos son relevantes en colectivos como: Subaccin, jvenes utpicos,en la ciudad de Bogot; Corporacin Millenium,

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    por medio de la fuerza y la guerra. Esta situacin ha incrementado elreclutamiento militar, que est llevando a muchos jvenes a vincularse aun conflicto que desconoce sus derechos y restringe su autonoma paradecidir libremente sobre sus proyectos de vida y su participacin en laconstruccin de una sociedad ms democrtica, por lo cual han acogidoen sus marcos de accin colectiva principios de la objecin de conciencia yla no violencia, estableciendo alianzas con este movimiento nacional einternacional. Se destaca, tambin, la criminalizacin y la violencia deque son objeto el movimiento estudiantil y muchos lderes y jvenesvinculados a organizaciones sindicales, comunitarias, a barras deportivas,y la inoperancia del sistema de justicia, que se expresa en la impunidad yel olvido de las vctimas del conflicto. En tercer lugar se encuentran problemas vinculados con lo educativo 7,donde destacan el limitado acceso de la poblacin joven a la educacinsuperior. Llaman la atencin sobre la prdida de la autonoma universitariadebido a la intervencin del Estado en los procesos de acreditacin y enla privatizacin de ciertos servicios educativos. Cuestionan las reformasde la ley de transferencias de recursos a los municipios y la falta de espaciospara discutir y crit icar estas iniciativas en escenarios sociales yuniversitarios. Alrededor de estos problemas, diversos colectivos de jvenesuniversitarios han establecido redes confederadas de accin conjunta.Otros colectivos destacan la necesidad de programas de educacin socialpara la prevencin y proteccin de la poblacin joven, ante factores dealto riesgo asociados con la salud, la delincuencia, el maltrato intrafamiliar,la drogadiccin. Finalmente, se destaca como un hecho social que l imita elreconocimiento jurdico, poltico y social de los jvenes, las prcticas deexclusin y estigmatizacin 8 de que son objeto. De ah que varios colectivosdentro de sus marcos de fundamentacin de sus acciones eleven demandaspor el reconocimiento y el respeto de los derechos de los jvenes, de lacomunidad LGBT, de las mujeres y de la poblacin afro-colombiana. Como podemos apreciar, los marcos de explicitacin de las problemticas

    7 Este ncleo de problemas y conflictos son relevantes en colectivos como: Comit Autnomo, RedConfederada de Estudiantes Universitarios, Casitas Bblicas, en la ciudad de Bogot; AIESEC, Scout IVPirsas, Vrtigo, Recreando, en la ciudad de Manizales. 8 Los problemas asociados con la exclusin, la marginalidad y la invisibilizacin de los jvenes est presenteen las denuncias y acciones emprendidas en colectivos como: el Crculo LGBT Uniandinos, ColectivoEstudiantil Afrojaverianos, Colectivo de Mujeres Jvenes, Horda Esea, en Bogot, y la CorporacinDjalo Ser, en la ciudad de Pereira.

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    y de los conflictos elaborados por los distintos colectivos de jvenes nosreafirman en asumir la accin colectiva como una construccin social, entanto los miembros de un colectivo de jvenes actan de manera conjuntapara elaborar su marco de accin, con miras a construir esquemas deinterpretacin, de lectura y de entendimiento compartido acerca de losacontecimientos de su realidad ms inmediata y de s mismos. Lo queconlleva a reconocer una capacidad de reflexividad para configurar unconjunto de significados compartidos, por medio de los cuales se tiende adefinir un conjunto de situaciones problema como injusticias que, comolo enuncian los diversos colectivos de jvenes, tienen que ver con laexclusin, la marginalidad, el desprecio social, la invisibilizacin y laviolacin permanente de los derechos fundamentales de los jvenes ydems miembros de la sociedad. De ah se deriva, siguiendo a Gamson (1992), un concepto clave: losmarcos de injusticia, como un factor constitutivo de las justificaciones tico-polticas que orientan y fundamentan la accin colectiva de los jvenes,como lo hemos podido apreciar. Puede afirmarse, en relacin con laconstruccin de marcos de accin de los colectivos de los jvenes, que ladefinicin de criterios de injusticia parte del siguiente supuesto, y es quelos problemas sociales no constituyen en s mismos hechos objetivos. Deacuerdo con esto, muchas situaciones que podran definirse comosocialmente problemticas nunca llegan a ser percibidas de esta manerapor las y los jvenes o personas que las sufren. Por este motivo, podemosdecir que las narraciones de los jvenes ponen de presente que elsurgimiento de la conciencia y el sentimiento de pertenecer a un colectivode personas afectadas requiere que stas transiten de la situacinproblemtica hacia la configuracin de un marco de injusticia. Que, deconformidad con los planteamientos de A. Ruiz (2007), es indispensableque se traduzca tanto en el discurso como en la prctica social de losjvenes, en un afirmativo relato de inclusin que, si bien nunca se alcanzadel todo, permite paulatinamente ir corriendo las fronteras para instaurarformas ms emancipadas de civilidad, que hagan posible en nuestroscontextos el ejercicio de una ciudadana incluyente. En resumidas cuentas, podemos decir que los marcos de injusticia,constr uidos por los colectivos de jvenes para interpretar losacontecimientos de su realidad y hacer proyecciones de la sociedad,sustentan la construccin de sus demandas de inclusin, de defensa de losderechos humanos, de reconocimiento, operando como elementos

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    relevantes y significativos para propiciar la cohesin de sus integrantes ypromover los vnculos que establecen con otros actores sociales, pues alfundamentar el sentido y significado de su participacin y movilizacinen proyectos colectivos, le imprimen a su accin mayores niveles deproyeccin poltica.

    3.2. Marcos de justificacin tico-poltica de la accin colectiva de los jvenes

    Conviene subrayar que el presente estudio pone en evidencia que laaccin colectiva agenciada por los jvenes no slo refleja un juiciointelectual y cognitivo sobre lo que es equitativo o no, sino que tambinencierra una alta carga emotiva y afectiva relacionada con la indignacin,el resentimiento, el desprecio social, el abandono y la solidaridad comofactores motivacionales presentes en sus procesos de organizacin,participacin y movilizacin social. Por esto, queremos resaltar los marcosde justificacin tico-poltica que se hacen presentes en las diversasnarraciones y testimonios de los jvenes, destacando, en esta oportunidad,tres grandes referentes de fundamentacin existentes en sus justificaciones:los sentimientos morales, los derechos humanos y el reconocimientorecproco.

    3.2.1. Los sentimientos morales como fundamento de la accin

    colectiva de los jvenes

    Las situaciones de exclusin, de marginalidad, de violencia y dedesprecio social que denuncian los colectivos de jvenes por medio de susobjetivos y lneas de accin, desencadenan un conjunto de actitudesreactivas que, en palabras de P. T. Strawson (1995), aluden a sentimientosmorales como el resentimiento, la ira, la indignacin, la vergenza y lasolidaridad, entre otros. En esta oportunidad, el estudio permiti constatarcmo, en las narraciones de los jvenes, se hacen presentes justificacionesque sustentan sus acciones y definen su horizonte de actuacin. Dichasjustificaciones tico-polticas refieren a sentimientos morales que operancomo fundamento de su accin colectiva. La indignacin que sientenalgunos de los jvenes por los actos de barbarie, violencia y desplazamientoque han vivido algunos de sus familiares o lderes populares, demandauna responsabilidad moral por parte de las autoridades y de la Justicia,ante la creciente impunidad y olvido a que se han visto sometidas las

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    vctimas. De ah que emerja como una de sus iniciativas la construccin deuna memoria colectiva9 , en contra de la impunidad y la violencia, que nutray fortalezca una tica pblica. Otros colectivos10 sustentan sus justificaciones tico-polticas de susacciones en sentimientos de resentimiento e indignacin generados porprcticas culturales que, arraigadas en la tradicin, excluyen, discriminany desprecian a jvenes y a personas en general, por razones de raza, gneroe identidad sexual. Sentimientos como el amor, la benevolencia y lasolidaridad tambin se hacen presentes en los relatos de algunoscolectivos11, en la medida en que operan como referentes de comprensin,discernimiento, reconocimiento del otro y como horizonte de significacinde sus decisiones prcticas. El valor que tienen los sentimientos morales como marcos dejustificacin y fundamentacin de la accin y del derecho ha sidoreconocido por Nussbaum (2006) y Elster (2002), quienes reconocen enstos estados intencionales que contienen en s mismos una estimacin ouna evaluacin de su objeto, es decir, no son impulsos afectivos sin sentidosino respuestas inteligentes, con contenidos proposicionales que estn ensintona tanto con los acontecimientos como con los valores y las metasimportantes para las personas. Por todo esto, el presente estudio nosmuestra las estrechas relaciones que se establecen entre los sentimientosmorales, la accin individual y colectiva y las normas sociales. Acogiendo los sealamientos de Arango (2007), destacamos en estaocasin la relevancia que adquieren los sentimientos morales comoreferentes que guan y sustentan los juicios prcticos y las acciones de loscolectivos de jvenes, al sealarles los lmites de lo tolerable, de loadmisible, frente a las decisiones y prcticas polticas de los diversos actoressociales. Por consiguiente, afirmamos que es relevante destacar en el

    9 La construccin de una memoria colectiva en contra de la impunidad y la violencia y a favor de larestauracin de los derechos y del reconocimiento digno de las vctimas es una accin relevante en colectivoscomo Subaccin y Jvenes Utpicos, en Bogot; tambin se encuentran posturas que promueven la noviolencia y las iniciativas pacifistas, como es el caso de Hera Esea, en Bogot; la Corporacin Millenium,en la ciudad de Pereira, e Hinchas del Once Caldas, en Manizales.10 Es el caso de las demandas y justificaciones que se sustentan en sentimientos colectivos generados porla exclusin y la falta de reconocimiento, que se hacen presentes en colectivos como: el Crculo LGBTUniandinos, Colectivo Estudiantil Afrojaverianos, Colectivo de Mujeres Jvenes, en Bogot, y laCorporacin Djalo Ser, en la ciudad de Pereira.11 Los sentimientos de solidaridad, fraternidad y alteridad soportan las justificaciones tico-polticas decolectivos como: Casitas Bblicas, en Bogot; AIESEC, Scout IV Pirsas, Vrtigo, Recreando, en la ciudadde Manizales.

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    anlisis de la accin colectiva de los jvenes las relaciones que se establecenentre los sentimientos morales y la eleccin racional, llamando la atencinen el papel que juegan dichos sentimientos en la toma de decisionesprcticas. De ah que las justificaciones tico-polticas de los jvenes,sustentadas en estos sentimientos morales, establezcan lmites a lasacciones estratgicas presentes en las luchas y disputas polticas y, enconsecuencia, se constituyan en el fundamento de los derechos humanosy de su exigibilidad.

    3.2.2. Los derechos humanos como plataforma y lmite para el ejercicio

    poltico y ciudadano

    El anlisis de los marcos de justificacin tico-polticas elaborados porlos colectivos de jvenes muestran la estrecha vinculacin entre lossentimientos morales que expresan situaciones que atentan contra ladignidad de las personas y la exigibilidad de los derechos humanos, comoconvenciones o posiciones normativas surgidas como reaccin frente asituaciones de injusticia, que ofende la sensibilidad moral y rebasa loslmites establecidos en un Estado social de derecho. En consecuencia, podramos afirmar que la demanda y la defensa de losderechos humanos que se hacen presentes en las narraciones de los jvenes,surgen de manera pragmtica a partir de la sensibilidad moral, es decir, enla capacidad de solidaridad con otros que viven situaciones de discriminacin,humillacin y desprecio social, en contextos y relaciones sociales concretas.Como son las prcticas homofbicas de exclusin que enfrenta la poblacinLGBT o la discriminacin y subordinacin a que son sometidas las mujeresy la poblacin afro-colombiana, y las situaciones de violencia y represinque han padecido las vctimas del conflicto armado y que estn relacionadascon las huellas del sufrimiento, el olvido y la impunidad. Esto nos permite comprender el significado que adquieren, para loscolectivos juveniles, las expresiones de denuncia y la educacin en derechoshumanos, con el propsito de transformar estereotipos arraigados en lasprcticas culturales, as como tambin las acciones orientadas a construiruna memoria colectiva en contra del olvido, la exclusin y la violencia.De ah se desprende que una de las justificaciones tico-polticas de suactuar colectivo sea generar espacios y acontecimientos donde el recuerdo,como lo refiere Serna (2007: 237), sea tramitado en la memoria del cuerpopoltico, es decir, que las sociedades fundadas en la exclusin, la

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    subordinacin y la eliminacin del extrao, admitan estas situaciones comorequisito para que el duelo se constituya en el reconocimiento del otro enla memoria. Esta perspectiva pragmatista de defensa y promocin de los derechos,que se fundamenta en los sentimientos morales y se encuentra en lasposturas de los colectivos de los jvenes, se acerca a los planteamientosde Rorty (1998) cuando desafa la idea de verdad y la supuesta objetividadde los derechos desde una fundamentacin ontolgico-trascendental ynos invita a instaurar una concepcin pragmtica del derecho. Su propuestabusca reemplazar el concepto de razn epistmico por el ideal moral queconlleva la solidaridad como motor del progreso moral. De lo que setrata, segn este autor, es de ampliar y extender las relaciones desolidaridad, como la capacidad imaginativa12 de captar el sufrimiento deotros, diferentes a nosotros. En consecuencia, podramos afirmar que la relevancia que adquiere elsentimiento de solidaridad en las acciones colectivas de los jvenes seconstituye en una de las motivaciones centrales para demandar elcumplimiento y el respeto de los derechos humanos como justificacintico-poltica de sus acciones.

    3.2.3. El reconocimiento recproco como fundamento tico-poltico de la accin

    colectiva de los jvenes

    Si bien el reconocimiento jurdico en relacin con la demanda de unadistribucin justa de los derechos fundamentales es una premisa fuerteen las justificaciones tico-polticas de los colectivos de jvenes, tambinse hace presente en sus discursos la demanda y la lucha por sureconocimiento en otras esferas de la vida social y comunitaria. Estereconocimiento tiene que ver con la participacin activa que los jvenesemprenden para vincularse creativamente en la construccin de suscomunidades, de la ciudad y de la sociedad en general. Si bien los jvenescomprenden que los espacios de participacin, reconocimiento y visibilidadse construyen y se luchan desde los contextos micro-sociales por medio

    12 Concepto que R. Rorty retoma de D. Hume, para quien la imaginacin es la fuerza suave que torna losemejante idntico y por esa potencia de ficcin experimentamos y nos hacemos partcipes de lossentimientos de los dems de su felicidad o de su miseria y en esa dinmica se van acercando a ser unode nosotros, a los cuales, paulatinamente y espontneamente no por obligacin, vamos reconociendocon gusto y facilidad (tomado de . Calvo, 1998: 103-104).

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    de las redes de accin que van configurando a travs de lo que ellosdenominan un poder popular local, tambin comprenden que dichoreconocimiento social y poltico constitutivo para conformar susidentidades individuales y colectivas requiere, por parte del Estado, quese garanticen y promuevan espacios efectivos de participacin, donde losjvenes puedan expresar sus iniciativas y sean reconocidos comointegrantes activos de una comunidad poltica en construccin, es decir,poder ejercer y desplegar su ciudadana. En consecuencia, las situaciones de exclusin, marginalidad einvisibilidad que enfrentan muchos de nuestros jvenes se convierten enbarreras que restringen y limitan lo que Honneth (1997) denomina lasesferas de comunicacin social 13 , en las cuales los individuos y los colectivospueden obtener su reconocimiento como miembros que participan en laconstruccin de una comunidad poltica. En este orden de ideas, podramossealar que la demanda por un reconocimiento recproco como unajustificacin tico-poltica de las acciones colectivas de los jvenes seaproxima a la concepcin de justicia de Honneth (1997), quien consideraque el reconocimiento de la persona y de los colectivos sociales dependeno solamente de que obtengan una distribucin justa de los derechos y delos recursos como miembros de una comunidad de derecho, sino tambindel aseguramiento de las condiciones sociales que conlleven un tratoafectuoso y cuidadoso, en el mbito de sus relaciones tanto familiares, deamistad, como comunitarias, y de que consiga un reconocimiento de suscapacidades en los contextos laborales. Por consiguiente, podemos decirque por medio de estas formas de reconocimiento que demandan losjvenes se promueven principios de justicia decisivos para garantizar lascondiciones de su integralidad personal y social, como los son la atencinafectiva y solidaria, la igualdad jurdica y la estimacin social.

    3.3. Marcos estratgicos de agenciamiento de los jvenes

    El anterior anlisis de los marcos de interpretacin de la realidad y de

    13 Se refiere a las esferas donde es posible producir la experiencia del reconocimiento y definir las condicionesbajo las cuales un sujeto puede asegurar su autonoma individual y lograr, por tanto, conformar su identidad.Estas esferas de reconocimiento recproco son, para Honneth, el reconocimiento de la esfera del derecho,el reconocimiento afectuoso y de cuidado de la esfera de la familia y el reconocimiento de las capacidadesen la esfera del trabajo. Respectivamente, introduce sus principios de justicia para el aseguramiento de lospresupuestos sociales del reconocimiento recproco, que son: la igualdad, el amor y el merecimiento.

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    las justificaciones tico-polticas de las prcticas pone en evidencia lacentralidad de la nocin de accin dentro de las motivaciones, los discursosy las experiencias de los jvenes. Este tercer apartado se dedicar, ms quea describir en detalle las acciones concretas por ellos emprendidas, a analizarde qu manera los colectivos juveniles han compuesto estratgicamentedicha comprensin de la accin, relacionndola con mbitos concretos dela vida cotidiana, as como con otras nociones que forman parte de surepertorio vital. No intentamos describir las estrategias particulares de lasacciones emprendidas, sino dar cuenta de la manera como los jvenes seagencian como sujetos de accin, partiendo de una lectura crtica de lo realy de ciertos marcos de justificacin de sus mismas acciones.

    3.3.1. La centralidad de la accin

    El primer aspecto que nos interesa resaltar es que entre los marcos deinterpretacin y justificacin y la accin efectiva no existe un ordencronolgico establecido, es decir, la accin no es comprendida por losjvenes como una etapa posterior a una lectura crtica de la realidad y alas nociones tico-polticas que la justifican. La accin no es algo queviene despus; no exige, de uno u otro modo, requisitos tericos previos.Lo que hemos denominado hasta aqu marcos de interpretacin yjustificacin son nociones que se construyen en la accin misma, en lasdinmicas sociales en las que los jvenes se configuran como agentes detransformacin de lo real. Este hecho es resaltado por distintos gruposde diversa naturaleza al afirmar la necesidad de la participacin directacomo condicin de la crtica. De esta manera, a pesar de que parezca redundante, el eje de articulacinde los jvenes como sujetos de accin es la accin misma. Hay que resaltarque no toda configuracin de subjetividad se produce desde las accionesmismas del sujeto producido, tal como se dedic a mostrar Michel Foucaulten muchos de sus textos. El concepto de poblacin, por ejemplo,desarrollado en los cursos de 1977 y 1978, hace referencia al modo como,en las sociedades contemporneas, se produce un tipo particular desubjetividad colectiva a partir de tcnicas de previsin y estadstica basadasen el discurso de la seguridad. Lo que nos interesa resaltar es que a travsde conceptos como ste Foucault seala los diversos dispositivos y tcnicaspor medio de los cuales se ha producido subjetividad a lo largo de lahistoria de Occidente. Llmese el loco, el negro, el homosexual, etc., se

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    trata siempre de configuraciones de subjetividad que se desprenden dediscursos y tcnicas de poder, ms que de las acciones de los sujetos mismosproducidos por ellas. Es esta distincin la que nos interesa. Indudablemente, existe una subjetividad de los jvenes producida pordiscursos y prcticas exteriores a los jvenes mismos: las polticas dejuventud, la publicidad y los medios, el arte, etc., han construido unacomprensin particular de lo que es ser joven y, en consecuencia, de loque define sus prcticas y acciones posibles. Ahora bien, lo que aqusostenemos es que los colectivos juveniles se han configurado como sujetosde accin ms all de estas construcciones sociales. No decimos por fuerade o en contra de dichas construcciones, sino ms all de ellas, con elfin de enfatizar que dichos discursos y prcticas no son suficientes y, enocasiones, no determinantes para que los jvenes emprendan acciones detransformacin social. Los jvenes no se agencian como sujetos de accindesde prcticas y discursos exteriores, aunque puedan partir de ellos. Elsujeto de accin se produce desde sus mismas prcticas, aunque stas estnmediadas por marcos de interpretacin y justificacin que comparten conotros agentes sociales, tal como lo sealamos anteriormente. Podramosparafrasear al mismo Foucault (1998: 7), en el segundo volumen de laHistoria de la sexualidad, para describir esta dinmica: La prctica ha idoconformando una experiencia por la que los individuos van reconocindosecomo sujetos de una accin juvenil . As, podemos afirmar que la motivacin a la prctica, presente desde uninicio en todos los colectivos, no atraviesa una etapa de detencin tericaen la que se fijan objetivos, rutas estratgicas, justificaciones ticas para,posteriormente, emprender acciones concretas14. La accin se constituyecomo su misma gua, tal como se evidencia en el hecho de que la mayorade los colectivos hayan comenzado a realizar acciones pblicas sin haberdefinido con total claridad los objetivos y finalidades del grupo. La accinadquiere consistencia desde una motivacin compartida y, a su vez, solidificaobjetivos posteriores que se replican en nuevas acciones. As, la accin, lasprcticas colectivas, configuran al joven como sujeto activo. Ahora bien,cabe preguntarse qu caracteriza dicha subjetividad activa juvenil.3.3.2. Lo juvenil como potencia

    14 Los casos en los que esto ocurre muestran que dicha detencin se produce por la necesidad deinstitucionalizar las prcticas del colectivo, por exigencias que podramos denominar externas con respectoa la accin misma del grupo.

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    Si es cierto, como lo afirmamos anteriormente, que los jvenesconstruyen su subjetividad ms all de los discursos y prcticas quetradicionalmente han definido lo juvenil, tendramos que preguntarnosqu es lo que ellos mismos entienden por juventud y cmo la relacionancon la accin. Al examinar las motivaciones y horizontes de sentido de las prcticas delos colectivos se hace evidente que, en primer lugar, la juventud no escomprendida como un rango de edad preestablecido: El joven no es hastalos veintisis aos; si hay una persona de ochenta aos que se cree joven,para nosotros es joven. Para la percepcin de la organizacin es preferibleser un joven de ochenta aos y no un anciano de quince15 . Al contrario deesta nocin de juventud comnmente difundida, los colectivos relacionandirectamente lo juvenil con el deseo y la posibilidad de transformacin.Segn ellos mismos, cuando se es joven se tienen sueos, se tienen proyectospor realizar; se tiene todo por hacer. En contraste, cuando se es adulto loque se busca es estabilidad; se es capaz de juzgar desde un sitio seguro y decalificar al joven como aquel al que le falta experiencia. De esta manera, la juventud se percibe como posibilidad y potencia detransformacin, opuesta a la adultez como estado de estabilidad, certezasy seguridades. Este es el punto que nos interesa resaltar: la juventud no esvivida o definida como un estado fijo, pero tampoco como una etapa asuperar, en miras a la adultez. El joven an no est definido por lasdeterminaciones rgidas del adulto; es, en cambio, pura indeterminacin16.

    Esta no debe ser vista, sin embargo, en trminos negativos, sino comouna multiplicidad productiva, como una potencia de transformacin. Potencia no debe entenderse aqu, en trminos aristotlicos, como loopuesto al acto, como lo que an no ha llegado a ser. La juventud, encuanto potencia, no se refiere a una simple promesa por realizar en unaetapa posterior. Lo que entendemos por potencia est ms cercano a laconcepcin spinozista, que sostiene que la potencia es ella mismaproduccin de un efecto17. Tal como lo afirma Deleuze (1999: 86): Lapotencia es siempre acto o, al menos, en acto. Desde esta perspectiva, al

    15 De esta manera se refieren los integrantes del Colectivo Jvenes Utpicos. 16 Integrantes del Colectivo Casitas Bblicas se refieren as: Ser joven implica guardar muchas cosas; serjoven implica tener muchas imgenes para la sociedad; ser jvenes es la etapa donde ni se es esto, ni se esesto, ni se es esto. 17 Aunque no exista como tal una definicin de potencia en Spinoza, se sigue de sus afirmaciones que si la

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    definir lo juvenil como potencia no se refiere a algo que puede llegar a sersino que es, efectivamente. El joven es agente de transformacin, esmultiplicidad dinmica, apertura en acto. Se comprende, de esta manera, que la juventud no es un proyecto porrealizar. Funciona, ms bien, como una especie de promesa retrica, lacual, por el slo hecho de ser enunciada, produce ya efectos sobre lo real.El mejor ejemplo al respecto lo brinda, quizs, Alain Badiou (2005: 167-185): La promesa amorosa, el te amar para siempre, no funciona comoun contrato a realizar; no vale por su estricto cumplimiento o su cruelinfraccin. La promesa amorosa funciona como una invencin retricade un porvenir, que protege las potencias activas presentes de la relacinde pareja. Podramos afirmar que algo similar ocurre con la nocin de lojuvenil, que aqu exponemos. Los jvenes mismos se definen como potenciade transformacin, como promesa de cambio que produce, en tantopromesa, efectos reales. Los jvenes, tal como los colectivos mismosafirman, estn directamente relacionados con la utopa.

    3.3.3. La accin como utopa

    De acuerdo con lo anterior podramos afirmar, hasta aqu, que laconfiguracin de los jvenes como sujetos de accin implica el hecho mismode reconocerse, de construirse como jvenes, como potencia de produccin.Este reconocimiento est estrechamente ligado con la posibilidad deenunciar proyectos y sueos. La accin juvenil es siempre una accinproyectada que no se agota en s misma, sino que encuentra su finalidad ymotivacin en algo por venir. As, la utopa ocupa un lugar fundamental enla comprensin de la accin juvenil. Los colectivos lo resaltan al afirmarque la utopa, segn su comprensin comn, se refiere a algo imposible; sinembargo, para ellos se trata de algo que se puede lograr, de un motor detransformacin; los jvenes intentan mostrar que el que no suea no puedeesperar nada, pues del sueo mismo se desprende la realidad. Contrariamente a la nocin comn de utopa a travs de la cual sedesigna una proyeccin ideal hacia el futuro en muchos casos irrealizable,los jvenes construyen una nocin de utopa ntimamente ligada con laaccin. La utopa no designa el futuro ideal de las acciones en el presente,

    potencia de Dios es su misma esencia y el hombre es una parte de la potencia infinita de Dios, lo humanoes, de modo inmanente, potencia de produccin.

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    no nombra un sueo abstracto o un porvenir incier to, sino unatransformacin efectiva de la realidad. Quizs acudiendo a una de las utopas ms famosas del pensamientooccidental podamos comprender este carcter activo de la utopa queocupa un lugar fundamental en la construccin de la accin juvenil. Apesar de que la palabra como tal no exista en la Grecia antigua, diversosautores reconocen La Repblica, de Platn, como uno de los primerosintentos por construir una utopa de la ciudad. A lo largo de sus diezlibros Platn, siempre a manera de dilogo, construye una imagen decmo debe ser y funcionar la polis ideal. Ahora bien, esta construccin nodebe verse como un proyecto poltico concreto, como muchos lo hanquerido leer18. La construccin de la polis ideal tiene una utilidad particularen el discurso, pues slo ella hace posible pensar la justicia en s. Slo pormedio de esta investigacin sobre la justicia se puede asumir unaperspectiva crtica frente a la ciudad presente. A travs de la utopa el sujetose hace acreedor de una competencia tica, se dispone a s mismo comosujeto de actos justos. La utopa funciona, de esta manera, como condicin de produccin deuna cierta realidad. Del sueo se desprende la realidad, afirmaba unode los jvenes citados anteriormente, intentando mostrar la eficacia activade la utopa. No se trata simplemente de formular proyectos, de enunciarfuturos imposibles; lo central est en que en la generacin de una utopase construye una subjetividad particular que abre un espacio de accionesposibles. La utopa no funciona solamente como la motivacin inicial y,en lt imas, como la f inal idad de la accin; es aquel ter reno deexperimentacin libre a travs del cual los jvenes construyen una miradacrtica frente a lo real y se configuran a s mismos como sujetos detransformacin de esa misma realidad.

    4. Conclusiones

    Teniendo como referencia las consideraciones planteadas respecto de laconstruccin de los marcos de accin colectiva de los jvenes y susimplicaciones en la produccin y difusin de renovados significados del

    18 De hecho, si se quisiera ubicar en el tiempo la polis construida por Platn tendra que localizarse en elpasado ms que en un futuro posible. Con respecto a ese pasado ideal, el presente no sera ms que error ydecadencia. As lo hacen pensar ciudades invisibles de Platn, como la Atenas remota del Timeo y elCritias o la Magnesia de las Leyes.

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    ejercicio de la ciudadana, podemos derivar, a manera de conclusin, lossiguientes planteamientos:

    4.1. La accin colectiva juvenil: capacidad de reflexividad, de sensibilidad

    moral y de utopa

    La construccin de marcos de accin colectiva donde se exponen loshorizontes de sentido y las intenciones de las prcticas de los jvenespermite vislumbrar, como uno de sus elementos constitutivos, laexplicitacin de los problemas y los conflictos sociales relevantes para losjvenes. Esto nos muestra su capacidad de reflexividad y de sensibilidadmoral para producir controversia respecto de situaciones que los afectan,cuya legitimidad y sentido normativo se daban por hechos y muchas vecesno se cuestionaban. Se quiere destacar con esto los procesos de crtica yautocrtica permanente en que desarrollan su accionar los colectivosjuveniles; tal capacidad de reflexividad se expresa en la definicin deesquemas de lectura para interpretar los acontecimientos que agravian ladignidad de los jvenes y las personas, no simplemente como una desgraciasino que pasa a ser vista como una injusticia, estableciendo paulatinamenteposturas de interpretacin compartidas desde las cuales justifican ylegitiman sus acciones colectivas. Otro aspecto a resaltar es que esta capacidad para establecer juicios yorientar sus decisiones prcticas para promover cambios sociales en suscontextos ms inmediatos proviene del potencial que encierran lossentimientos morales que sustentan la celebracin de vnculos desolidaridad, desde los cuales construyen un sentido del nosotros comointegrantes de una comunidad tica y poltica a la cual los jvenes sevinculan para su construccin a partir de sus iniciativas que demandaninclusin, igualdad jurdica y reconocimiento recproco, entre otrosaspectos. De ah se deriva el inters por destacar el papel de la sensibilidadmoral en la accin colectiva de los jvenes, en la medida en que los habilitapara ampliar la capacidad imaginativa que conlleva la solidaridad y asproponer formas renovadas de actuacin colectiva que enriquezcan ydesplieguen el ejercicio de la ciudadana. Lo anterior conduce a que susacciones adquieran una dimensin poltica, que se sustenta en asumir unapostura crtica, de denuncia y muchas veces de resistencia, permitiendoestablecer formas subalternas de ciudadana que cuestionan aquella visin

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    restringida de la ciudadana deficitaria sobre la cual se afirman y se legitimanlas democracias delegativas y representativas en nuestros Estados nacionales. Por consiguiente, podemos afirmar que la accin colectiva de los jvenespuede ser vista como un proceso social y poltico donde tiene lugar laconstruccin y negociacin de significados, es decir, es fuente generadorade discursos que le permite al colectivo de jvenes proyectarse como agentesocial y producir efectos sociales y polticos significativos. Esto, en lamedida en que esta accin tiene que ver con las luchas por los significadosy representaciones presentes en la pugna por los marcos interpretativosdesde los cuales se debaten y se confrontan concepciones diferentes sobrela sociedad, la poltica y la ciudadana, entre otros aspectos. De confor midad con lo anter ior, podemos sea lar que lasimplicaciones simblicas que tienen los marcos de accin colectiva enla construccin de una cultura poltica radican en la configuracin derelatos interpretativos alternativos que, a la vez que expresan diferentessignificados y propician prcticas sociales, buscan muchas veces incidiry trasformar las represtaciones hegemnicas que unvocamente legitimanel poder social. Es por esto que cuando los colectivos de jvenesdespliegan conceptos alternativos de: raza, juventud, mujer, naturaleza,democracia, ciudadana, justicia, que interpelan y confrontan significadosculturales dominantes, estn poniendo en curso una poltica cultural 19 apartir de los marcos de accin colectiva y de los discursos que de ella sederivan, los cuales se orientan a nutrir los diversos espacios de lopoltico-pblico. De esta manera, podemos concluir que las acciones colectivas de losjvenes participantes en este estudio estn aportando, desde sustrayectorias, testimonios de estar siendo en el mundo, que, como lo sugiereFreire (1997), es una forma profundamente poltica; de ah que estasexpresiones de ciudadanizacin de los colectivos de jvenes estnnutriendo, desde la coyuntura de la vida cotidiana y el nivel micro-social,la configuracin de renovados significados de la ciudadana y la poltica,

    19 A. Escobar y E. Dagnino (2001: 25) introducen el concepto de poltica cultural para referirse a lasluchas por el poder interpretativo que se desatan cuando entran en conflicto distintos universos simblicossobre lo poltico. Por consiguiente, el concepto de poltica cultural es importante para evaluar el alcance delas luchas de los colectivos sociales por la democratizacin de la sociedad y para resaltar las implicacionesmenos visibles de dichas acciones en la renovacin del sentido de la ciudadana. De igual manera, estosinvestigadores sostienen que los cuestionamientos culturales no son meros subproductos de las luchassociales, sino ms bien elementos constitutivos de los esfuerzos orientados hacia nuevas definiciones delsignificado y de los lmites del propio sistema poltico por parte de los movimientos sociales.

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    cuyo rasgo distintivo apunta hacia la extensin y profundizacin de lademocracia. As es que el significado que encierra el llegar a ser ciudadanova mucho ms all de la adquisicin legal y formal de un conjunto dederechos y, por lo tanto, se proyecta a incidir en las prcticas culturalescotidianas donde se arraigan las relaciones sociales de exclusin ydesigualdad, haciendo de la poltica y del ejercicio de la ciudadana unproyecto de nueva sociabilidad, sumndose as a los esfuerzos compartidoscon otros actores sociales. De ah que la proyeccin poltica y la ciudadanizacin de sus accionesestn ntimamente l igadas a su potencial de transformacin, desealamiento, de apertura. Un graffiti, una feria de barrio, un cine-foro,no son acciones polticas en un sentido tradicional y, en el caso de loscolectivos que las realizan, no han buscado serlo a travs de contenidosideolgicos. Si estas acciones son polticas es en la medida en que ledan la voz, no slo a individuos excluidos sino a un mbito de lo realcotidiano que no tena voz dentro de la poltica de gobierno. Esa es supotencia de transformacin; no en la generacin de un cambio de lasociedad en general por medio de la modificacin de la ley, sino en lageneracin de nuevas dinmicas de convivencia y relacin a travs de laintervencin de lo micro. Precisamente aqu radica, para nosotros, surenovada dimensin ciudadana. No en una simple condicin, sino en una prctica de intervencin ytransformacin de lo real, desde mltiples perspectivas posibles.

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    [email protected]

    Ricardo Delgado Salazar. Profesor Asociado, Facultad de Educacin, UniversidadJaveriana, Bogot, Colombia. Doctor en Ciencias Sociales, Niez y Juventud de laUniversidad de Manizales CINDE.

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    RECIBIDO : 18 de Agosto de 2008ACEPTADO :05 de Septiembre de 2008

    Ricardo Delgado Salazar y Juan Carlos Arias Herrera

    [email protected] Carlos Arias Herrera. Profesor, Facultad de Comunicacin y Artes, Universidad Javeriana,Bogot, Colombia. Magster en Historia, teora del arte y la arquitectura de la UniversidadNacional.

    ,pp.272-296296