Katz y Mair_El Partido Cartel_La Transformación de Los Modelos de Partidos

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    No obstante, esta estrategia conlleva riesgos, y uno de los mas irnportuntes entre ellos es cl de que el partido se haga dependiente del acceso continuo a los rccursos que en principio esuin fuera de su control. En particular, existe el peligro de que un partido que este Iuera del gobierno quede tarnbien al margen del acceso a los recursos. Con los anteriores modelos de partido, ganar 0 perder las elccciones podia ser muy importante con respecto a los objetivos polfticos de un partido. pero era poco determinante para su supervivcncia, ya que los recursos necesarios para la sostenibilidad organizativa del partido provenian de su propia rcserva de apoyos, Con el nuevo modele, por el contrario, ganar 0 perdcr puede rener menos importancia con respecto a los objetivos politicos de un partido, dada la ausencia de grandes batallas polfticas, pero en cambio puede ser deterrninante en su supervivcncia, ya que los recursos para su sostenibilidad proccdcn, cada vez mas, del Estado. No obstante, debe subrayarse que los partidos no necesariarnente compiten por los recursos para la supervivencia de la misma manera en que antes competian por determinar las politicas; ya que, si bien s610 puede implementarse un tipo de politica a la vez, todos los partidos pueden sobrcvivir simultancamcnte. Es en este sentido en el que se dan las condiciones idoneas para la formaci6n de un cartel, cuando todos los partidos comparten recursos y todos ellos subsisten.

    1'1. SlIlH IIMII'NTO 1)1':LOS 1'1\In'lDOS ('AH'I'EI.

    De hecho, Ius dif'ercncias en la posicion material entre ganadores y perdcdores se han reducido dramaticamente, Por un lado, el conjunto de "partidos gobernantes" ya no es tan reducido como antes. Aun a riesgo de generalizar demasiado, casi todos los partidos rclevantes pueden ser considerados partidos con posibilidades de gobernar. Todos ellos pueden acceder al gobierno. No obstante, hay que senalar que sigue habiendo una rninoria de partidos extrernistas que continua al margen del poder, incluyendo a los partidos del Progreso noruego y danes; aun asi, un catalogo exhaustive de tales excepciones serviria tan s610 para cnfatizar que son pocos los partidos que quedan excluidos, incluso cuando se ariaden los partidos regionales 0 subnacionales. Por otro lado, incluso cuando un partido esta excluido del gobierno,

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    o incluso cuando, como en el caso del Partido Laborista britanieo, un partido pcrrnanece por un largo periodo en la oposicion, esto raramente implica la imposibilidad de acceso a la "tarta" del Estado, ni al menos, a una parte de los cargos c1iente

    -t .I~as. Las mas de las veces, el acceso a los medios no esta deter..:: _""'... minado por el acceso al gobierno. Como tam poco 10esta el acce

    , l- so a las subvenciones estatales; de hecho, en algunos sistemas, . como el irlandes y el britanico, los partidos en la oposicion con

    siguen mayores niveles de subvencion precisamente por carecer de los recursos inmediatos con los que cuenta el partido gobernante.

    De ahf que podarnos hablar del surgimiento de un nuevo tipo de partido, el partido cartel, caracterizado po\- la interpenetracion entre el partido y el Estado, y por un patr6n de colusion inter-partidista. En este sentido, seria quiza mas correcto hablar de la emergencia de los partidos cartel, ya que este desarrollo se basa en la colusion y cooperacion entre aparentes rivales, y en los acuerdos que necesariamente requieren del consentimiento y cooperacion de todos, 0 casi todos los participantes relevantes. No obstante, mientras que en un sentido este desarrollo esta relacionado con el sistema de partidos en su conjunto, tiene tambien importantes implicaciones para el perfil organizativo de cada uno de los partidos dentro del cartel, de manera que podemos hablar del partido cartel en singular.

    Este proceso se encuentra todavia en sus inicios. Adernas, dada la naturaleza de las condiciones que facilitan la emcrgencia de los partidos cartel, sc trata de un proceso irregular, sicndo mas evidente en aquellos parses en los que la ayuda estatal y el apoyo a los partidos estan mas extendidos, y en los que las ocasiones para fenornenos como el clientelismo, louirazione y control partidista son mas frecuentes. Finalmente, es tam bien un proceso que puede desarrollarse en mayor medida en pafses como Austria, Dinamarca, Alemania, Finlandia, Noruega y Suecia, donde la tradicion de cooperacion inter-partidista se cornbina con la amplia presencia de apoyo estatal a los partidos, y con una posicion privilegiada de los partidos en 10 referente a nombramientos 0 puestos c1ientelares. A la inversa, el proceso tiene menos posibilidades de desarrollarse en un pais como Gran Bretafia, donde la tradici6n de polftica confrontacional se combina con un liruitado apoyo estatal a las organizaciones de los parti-

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    dos, y donde las posibilidades de c1ientelismo, aunque al alza, continuan siendo relativamente escasas ',

    "lAcs. .,,~~LAS CARACfERlsTICAS DEL PARTIDO CARTEL Como se ha sefialado anteriormente, la distinci6n mas clara entre los diferentes modelos de partido -el partido de elites a cuadros, el partido de masas, el partido catch-all y, ahara, el partido cartel- esta relacionada can el contexto social y politico concreto en el que cada uno de estos partidos ha surgido, y que por simplificar, puede ser identificado con perfodos hist6ricos concretos (vcasc la labia I, donde sc mucstran las caracterfsticas de los cuatro modelos de partido). Sin embargo, al mismo tiempo, este dista de ser el unico factor influyente en el desarrollo de los partidos, ya que, como hemos visto, con frecuencia los tipos de partido concretos han sobrevivido a las circunstancias que facilitaron su surgimiento en un primer momento. De esta manera, los partidos de masas no desplazaron tout court a los partidos de elites; ambos continuaron coexistiendo incluso con el advenimiento del sufragio universal, de manera muy similar a como continuaron existiendo los partidos de masas incluso cuando se produjo el desarrollo de los partidos catch-all y como, mas recientemente, han continuando existiendo los partidos catch-all a pesar de la emergencia de los partidos cartel. Adernas, los partidos actuales no son necesariamente partidos cartel completamente, ni completamente partidos catch-all. Mas bien, todos estos modelos representan tipos pol ares utiles desde un punto de vista heurfstico, a los que los partidos concretos pueden aproximarse mas 0 menos en un momento dado.

    \ Aunque el enfasis en el partido parlarnentario parecerfa Iacilitar la forma

    cion de un cartel, esto depende de las expectativas de alternancia en el poder. La clara incapacidad de los laboristas para volver al gobierno, y el claro arraigo de los conservadores en el poder, han conducido a un comportamiento anti-cartel. Asf, por ejernplo, ellaborismo esta ahora mas dispuesto Iavorablernente hacia la representacion proporcional, que rornperia el monopolio bipartidista (ahora, tie [acto, un monopolio unipartidista) en el gobierno. mientras que los conservadores son ahora menos favorables a cornpartir nomhramientos y honores con los micmhros del partido laborista (vease Webb, I99.t). '.\

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    Entre las caracterfsticas clave que han ido variando con el tiempo, estan aquellas que tienen que ver con los fines de la politica y la base de la cornpeticion partidista. En el perfodo de dominio del partido de elites, los fines politicos y los conflictos giraban sabre todo en torno a la distribuci6n de privilcgios, y los partidos competfan en base al estatus al que sus apoyos estaban adscritos. Segun fueron desarrollandose los partidos de masas, la contraposici6n clave de la polftica comenz6 a girar en torno a la cuestion de la reforma social (0 alrededor de la oposicion a esta reforma) y los partidos comenzaron a competir en base a su capacidad representativa. Con cl surgimicnto del partido C(/(c"-I/I/. los fines de la polftica continuaron sicndo Iundumcutahucruo intcncionalcs, pcro acabaron ccutrtindosc en las cucstioncs de mejora social y no tanto de reformas integrates, can unos partidos que competlan menos basandose en su capacidad representativa y centrandose mas en su efectividad para implementar polfticas. Finalmente, con el surgimiento de los partidos cartel, sc inicia un perfodo en el que los fines de la polftica, al rnenos por ahora, se hacen mas auto-referenciales, y la polltica deviene una profesi6n en sf misma -una profesi6n cualificada, claro csta, y en la que la competici6n partidista Iimitada que se produce se basa en la lucha por convencer al electorado de que el partido en cuesti6n es la opcion que garantiza mejor una gestion mas efectiva y eficiente.

    Las tendencias de la competici6n electoral, en consecuencia, tambien han ido cambiando. Entre los partidos de elites, la competencia era gestionada y controlada de forma efectiva. Esta tendencia fue radical mente socavada con la extension del sufragio y la emergencia de los partidos de masas, que persegufan la victoria electoral mediante la rnovilizacion popular. Este nuevo estilo de competici6n electoral podrfa interpretarse, y asf 10 ha sido, como un intento de los partidos de rnasas de segmentar el electorado en una serie de bases electorales excluyentes, y Lipset yRokkan (1967: 51) se refieren a este Ienorneno como el intento "de estrechar el mercado de apoyos", Con los partidos catch-all, las estrategias electorales se hicieron mas competitivas. Los votantes podfan ser conquistados, y los partidos comenzaron a considerar que merecla la pena conquistarlos, incluso si la competici6n dejaba de estar basada en cuestiones Iundarnentales y comenzaba a basarse en cucstiones de efcctividad en la ges

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    TABLA 1 LOS MODELOS DE PARTIDO Y SL"S CARACTER1STICAS

    Partido catch-all Partido cartel I

    Caracteristicas Partido de elites Partido de masas I

    SigloXIX 188Cl-1960 1945 1970I

    Periodo

    Grado de inclusion SOCIO- Sufragio restrlng'J8 Extension del sufragio y Sufragio universal Sufragio universal politica sulragio universal

    Nlvel de cistrtbucion de Attamente restrmgico Relativamente Menos concentrado Relalivamente cituso los rscursos politicos concentrado relevantes

    Principales obienvos Distribucion ce p~i,,'ilegios Reforma social (u oposi- Mejora social La politica como protesion importantes de ta politica cion a esta)

    Base de la cornpeticion Estatus adscrrto Capacidad represernativa Efectividad polltica Habilidades de gestion, partorsta eficiencia

    Modelo de cornpeticion Gestionado Movilizaci6n Competitive Conlenido electoral

    Naturaleza del trabaio de Irrelevante Intensivo en el factor Intensivo en capital lntsnsivo en capital partido y de ta carnpana trabajo yen trabajo

    Fuente principal Contactos personates Cuotas de miembros Contribuciones provenien- Subvenciones estatales de recursos y contribuciones tes de numerosas fuentes

    Relaciones entre afiliados No haymasmilitantes que Deabajo aarriba (paceMi De arriba abajo: los mili Estratarquia; autonomia y elitedel partido la elite cneis): la elite es responsa tantes son animadores or- mutua

    ble ante losmiembros ganizados de las elites

    .. . , 'cr~ --

    .rCaracter de la militancia Reducida y elltista Amplia y hornoqenea: reo Militancia abierta a tocos No son importantes ni de-

    clutada activamente y en- (heterogenea) e incentiva- rechos ni obligaciones (lacapsulada; la pertenencia da: Ia pertenencia es mar- distinci6n entre miembros al partido es consecuen- ginal en ta identidad del y no miembros se desdi-cia logica de la identidad; individuo buja); enlasis en los entasls en los deberes y miembros como indivi-derecnos duos y no como un grupo

    organizado; los miembros son valorados por su con-tribuci6n al mito legitima-dor

    Canales de comunicaci6n Redes interpersonales EI partido dispone de sus EI partido compite por el EI partido obtiene acceso propios canales de cornu- acceso a los canales no privilegiado a los canales nicacion partidlstas de comunica- de comunicaci6n regula-

    ci6n dos par el Estado

    Posicion del partido entre Frontera imprecise entre EI partido forma parte de Los partidos compiten en EI partido forma parte della socledad civil el Estado y la sociedadc- la sociedad civil, inicial- la intermediaci6n entre Estado y el Estado vii politicamente relevante mente como representan- Estado y sociedad civil

    te de los segmentos de la sociedad civil reciente-mente relevantes polltica-mente

    Estilo de representaci6n Tutoria Delegaci6n Empresarial Agente del Estado

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    lion de las polfticas, No obstante, puede decirse que ese patron estrien cuesti6n,ya que, con el surgimiento de los partidos cartel, la competici6n queda una vez mas contenida y manejada. Ciertamente, los partidos siguen compitiendo, pero 10 hacen a sabiendas de que comparten con sus contendientes el interes corruin de la supervivencia organizativa colectiva, y en algunos casos, incluso el incentivo Iimitado asociado a la competici6n se ha visto reern \plazado por un incentivo positivo ligado a la no competici6n. Ouiza sea el caso italiano el que mejor ejemplifica esto, en el que los principales partidos, incluyendo a los comunistas, comparten la gestion c1ientelar mientras supuestamente estan en la oposicion. Otros cjcrnplos claros incluyen cI reparto de cscafios y la rotacion tic la prcsidcncia del Consejo Federal Suizo par parte de los cuatro partidos principales, el reparto de las alcaldlas en Holando y, en Norteamerica, el blindaje electoral fraudulento en muchas decisioncs de reforma de distritos a nivel estatal.

    Esle nuevo estilo de cornpeticion ha tenido consecuencias sobre, aunque tarnbien en parte se debe a, los cambios en las fuentes de recursos de los partidos, en el tipo de trabajo dentro del partido y de carnpana que es necesario desarrollar. Los partidos de elites, como ya se ha seftalado, obtenfan muchos de SUs recursos, financieros y otros, a traves de contactos personales y consideraban poco necesarias las carnpafias. Los partidos demasas, por otro lado, constituyeron organizaciones muy intensivas en el factor trabajo, finandando sus actividades mediante las cuotas de los militantes y la recogida de fondos, y desarrollando sus propios canales de comunicaci6n independientes. En el caso de los partidos catch-all, estos factores han sido menos importantes, y aunque continuaban apoyandose fuertemente en los militantes para la obtenci6n de recursos financieros y para el trabajo de campafia, comenzaron tambien a conseguir contribuciones de otras fuentes, y empezaron a decantarse por una estrategia de carnpafia mas intensiva en capital. Estos nuevos partidos tam bien dejaron de enfatizar los canales propios de' comunicaci6n y comenzaron a dedicar sus esfuerzos a competir por el acceso a los canales de comunicaci6n no partidistas, destinando cada vez mas recursos al empleo de publicistas profesionalcs y expertos de los medios (Panebianco, 1988: esp. cap. 12). Esta ultima tendencia ha sido ultimamente lIevada mas alia por parte de los partidos cartel, cuyas campafias son ya casi exclusivamcnte intensivas en capital,

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    profcsionalizadas y ccntralizadas, y se apoyan, cadu vez mas, en la obtenci6n de recursos provenientes del Estado, como subvcnciones y otras ayudas.

    Todo esto tiene consecucncias sobre cl cariz de la militancia y Ins relaciones entre los militantes y los lidcrcs del partido. Pam el partido de elites, los Ifderes constituyen, cla ro csta, los unicos miembros del partido, de manera que no surge esle tipo de cues

    ~ tiones. En el partido de rnasas, por contra, existe una gran y ho

    " mogenea militancia que se atribuye el dcrccho a controlar a la elite del partido, que a su vez actua en nornbre de In militancia. Sin embargo, si bien los micrnbros, rcclutados activarncntc, dis

    \ frulan de dcrcchos y privilcgios en cl partido, la militancia eOI1[leva tambicn importnntcs obligucioncs y debercs. EI partido catch-all tambicn cnfatiza la militancia y concede a sus micrubros derechos dentro de la organizacion, peru abrc sus posiciones a un abanico mayor de apoyos y no rcquicre ya el misrno grado de compromiso, Los lfdercs ya no ticncn que rcndir cucntas solo anle sus militantes, sino ante un elcctorado mas amplio. En este sentido los militantes son mas bien anirnadores, y cI esquema de autoridad es de arriba a abajo y no de abajo a arriba. Por ultimo, aunque los militantcs del partido cartel pueden llegan a tener mas derechos que los del partido catch-all, su posicion es con frecuencia menos privilcgiada. La distincion entre militantes y no militantcs se desdibuja, al invitar los partidos a todos sus simpatizantes, tanto si cstan Ior malmente inscritos como si no, a participar en las actividades y dccisiones del partido. Mas importanle aun, cuando los militantcs ejerccn sus dercchos, tienden a hacerlo de mancra individual y no tanto a travcs de sus delegados, practica esta que qucda cjcrnplificada en In scleccion de candidatos y Ifderes a travcs de votacioncs por cor reo, en lugar de en reuniones de selcccion 0 eongresos. Esta concepcion atornizada de la rnilitancia queda intensificada al permitirse la afiliaci6n de la gente directamente a travcs de la scdc central del partido, obviando asf la necesidad de Ins organizacioncs locales, y tambien, por tanto, la de los organizadores locales. Cabe incluso la posibilidad de imaginar un partido que gestione sus asuntos desdc su sede central, y que simplemente sulxlivida sus listas de correo par circunscripcioncs, rcgioncs 0 ciudadcs, cuando tenga que elegirse un conjunto de candidates 0 cuando lengan que aprobarsc un conjunto de polfticas suhnacionalcs.

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    EI rcsultado cs un lidcruzgo que puede lcgitimar su posicion tanto dcntro como Iucra del partido haciendo referencia a una militancia numcrosa a la que formalmente se le ha otorgado el poder. Al mismo tiernpo, como resultado del debilitamiento de la posicion de los activistas locales como intermediaries necesarios y de que una militancia atomizada es menos capaz de convertirse en un desafio, se acentua su autonornia de los Hderes. Por supuesto, los partidos sigueu necesitando, y queriendo, que existun agrupaciones/secciones locales, y estas pueden lIegar a rcpresentar un problema para la cupula central del partido si apoyan politicas 0 estrategias que van en contra de aquellas deteudidas por el liderazgo del partido a nivel nacional. Hecha esta .;

    rsalvedud, los lidcres locales tendran desincentivos para intervenir en los asuntos nacionales al ser conscientes de que los lfderes nacionales, si se sicnten desafiudos, pueden comunicarse directamente y sin interrnediacion con los militantes individuates. Por otro lado, en 10 que se refiere a los asuntos locales, ambas partes tienen interes en impulsar la autonomia local. Desde el punto de vista de los lideres locales, disfrutar de autonornia es siempre deseable, rnicntras que para la sede central un partido local autonomo tiene una mayor iendencia a impulsar el compromiso y la participaciou, y cs mas capaz de presentar un partido atractivo ante los miernbros y simpatizantcs potenciales. Ambas partes, por tanto, iicncn un intcres en tratarse con manga ancha. EI resultado de esto cs la cstratarquia.

    LA IlI'I-H)('I{/\C1A Y LOS I'AI{TII)OS (',\lrlTL

    Del mismo modo en que los modelos de organizacion de partido que 10 precedieron (partido de elites, partido de masas, partido catch-all) estaban asociadas a un cierio modele de democracia, el surgimiento del modelo de partido cartel como fenomeno ernpirico esta asociado a una revision del modelo norrnativo de democracia, En este modele revisado, la esencia de la democracia yace en la posibilidad de que los votantes puedan elegir entre un menu fijo de partidos politicos. Los partidos son grupos de lideres que compiten por la posibilidad de oeupar puestos guhernamentales y por scr, en las siguicntes elecciones, responsables de la actuacion del gohierno. En un cierto sen lido, esta es sirnplemente una ver-

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    sion extrema del modelo de democracia del partido catch-all 0 del liberal-elitista, y el elemento definitorio es justo el que esta ausen- . te en esta Iormulacion. La democracia reside en que las elites satisfagan las preferencias del publico, y no en la implicacion publica en el proceso de Iorrnulacion de las politicas. Los votantes deben interesarse por los resultados mas que por las polfticas, que son del dominio de los profesionales. Los partidos son asociacio

    t nes de profesionales y no asociaciones de, 0 para, los votantes. ~. En otros sentidos, sin embargo, el modelo de democracia del -{ partido cartel es fundamentalmente distinto. En los modelos an

    teriores la idea de la alternancia en el poder era central -no solo quedaba clara la distinci6n entre los partidos que estaban "dentro" y los que estaban "fuera't-e-, sino que ademas el temor de, 'ser expulsado del cargo por los votantes era considerado el mayor incentivo de los politicos para ser receptivos ante la ciudadania. En el modelo cartel, en cambio, ninguno de los principales partidos esta totalmente "fuera". Como resultado, existe crecientemente la percepcion de que la democracia electoral debe ser vista como el procedimiento por el cuallos gobernantes controlan a los gobernados, y no al contrario. En la medida en que los programas electorales se asemejan cada vez mas entre sf, y en que las carnpafias tratan, en cualquier caso, sobre fines compartidos por todos, y no sobre medics controvertidos, se produce una limitacion del grado en que los resultados electorales puede deterrninar las acciones del gobierno. Ademas, a medida que se desdibuja la distincion entre los partidos en el gobierno y uqucllos Iueru de lSI, se reduce el grado ell que los votantes pueden castigar a los partidos, incluso en el caso de una insatisfacci6n generalizada. AI mismo tiempo, la participacion en el proceso electoral implica al votante, y al considerarse las elecciones como el canal legitime de la actividad politica, se deslegitiman relativamente otros canales potencialmente mas efectivos. La democracia se convierte en una manera de alcanzar la estabilidad social y no tanto el cambio social, y las elecciones se convierten en "solernnes" procedimientos constitucionales.

    Dicho de otro modo, la democracia deja de ser vista como un proceso por el cualla sociedad civil impone lirnites 0 controles al Estado, y pasa a ser un servicio que el Estado proporciona a la sociedad civil. EI Iiderazgo politico necesita ser renovado y las elecciones constituyen un ritual pacffico para conseguirlo.

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    Los gobernantes, para poder actuar de una manera satisfactoria para la mayorla, necesitan informacion par parte de los gobernados, y las elecciones competitivas, que indican la satisfacci6n (0 insatisfacci6n) con las pollticas y los resultados, proporcionan esta informacion. Por eso el Estado organiza elecciones competitivas. Y dado que las elecciones dernocraticas, al menos tal y como las conocemos, requieren partidos politicos, el Estado tambien proporciona (0 garantiza la existencia de) partidos pollticos. AI final, claro esta, son los partidos en el poder los que conforman el Estado y dan este servicio, y por tanto es su propia existencia la que se esta garantizando.

    EI reconocimiento de la poHtica de partido como una profesion a ticrnpo complete implica accptar, e incluso inccntivar, varias tendencias consideradas indeseables por anteriores concepciones de la democracia. Aunque existe una relacion directa entre estas y Ia idea de un partido cartel, bien como precondiciones 0 como consecuencias probables, el resultado es una reorientacion hacia los partidos y las elecciones. Mas importante aun es el hecho de que los politicos sienten una creciente necesidad de reducir los costes de la derrota electoral. Esto, por supuesto, es un deseo universal que ha lIevado con frecuencia a la suspension total de las elecciones en algunos pafses sin normas electorales 'clararnente establecidas. En los pafses occidentales, en los que, evidentemente, esta no es una opcion viable, la alternativa es la de proporcionar subvenciones y ayudas a todos, permitiendo que diferentes coaliciones ocupen el gobierno en distintos niveles 0 en distintos lugares. Esto lIeva consigo una lirnitacion de la competicion, Adernas, como los polfticos tienen carreras de larga duracion, acaban pOT considerar a sus oponentes politicos como colegas profesionales, enfrentados a las rnismas presiones, con simi lares deseos de seguridad laboral, y con los que habra que compartir asuntos a largo plaza. La estabilidad se convierte en algo mas importante que el triunfo; la polltica pasa a ser un trabajo y no una vocacion.

    LOS DESAFfos AL PARTIDO CARTEL

    Aunque los partidos cartel son capaces de limitar la competici6n entre ellos, se muestran no obstante incapaces de eliminar la

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    oposicion polftica de forma general. Esto es particularmente cierto cuando los partidos, tanto individualmente como en grupo, estan cada vez mas ligados al Estado, y cuando los canales de cornunicacion entre la sociedad civil y el Estado dejan de ser efectivos. En lugar de ser los partidos los que trasladan demandas al Estado en nombre de grupos concretos dentro de la sociedad civil, estos grupos se ven constreiiidos a Iormular sus demandas ante el partido/Estado. De manera crecientc, por tanto, la articulaci6n de las demandas pas a a ser cornpetencia de los grupos de interes, En algunos casas, claro esta, y sabre todo en el caso de los grupos de interes mas amplios y mcjor cstablccidos (par cjcmplo, los sindicatos y la patronal), sc han cntublado rclacioncs con el Estado similarcs a las dcsarrolladas por los partides. Este fen6meno ha sido denorninado "neocorporatismo" y, entre otras cosas, implica la concesion a algunos grupos de una posicion privilegiada y asegurada a cambio de un "buen comportamiento". Pero, precisamente por eI hecho de que estos grupos han sido cooptados por el sistema, se muestran reticentes 0 incapaces para formular algunas demandas, y esto, a su vez, puede lIevar al surgimiento de organizaciones alternativas, que sue len durar poco y caracterizarse por la fuerte protesta,

    Como todo esto sugiere, los mecanismos de auto-proteccion generados por los partidos cartel tienen sus propias contradicciones internas. En 1a medida en que los partidos cartel limitan la posibilidad de desacuerdos intra-organizativos, rninimizan las consecuencias de la competici6n dentro del cartel y se protegcn de las consecuencias de la insatisfacci6n electoral, estan irnpidiendo que las elecciones sirvan para cumplir incluso la fuucion mfnima de feedback que el nuevo rnodelo de dcrnocracia Ie atribuye. Esta situacion se haec mas evidente cuando los mayores grupos de interes se alinean bajo cl paraguas protector de los acuerdos neocorporatistas. AI mismo ticmpo, esto no evita que surjan desaffos desde fuera del cartel, incluso cuando pueden ponerse obstaculos en el camino de nuevos partidos hacia la entrada en el sistema, como por ejemplo, lacondicionalidad de Ins subvenciones estatales basada en resultados clectorales previos o la restriccion de acccso a la papeleta. Adernas, los intcntos de exclusion pueden lIegar a ser contraproducentcs, proporcionando a los ne6fitos excluidos un arma can la que movilizar el apoyo de los dcsafectos. De igual forma que los partidos de elites

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    mente atraycnte, al. que recurren .Jl1uchos de los nuev~s.partidos ,t

    crearon las condiciones sociales y politicas para el surgimiento y consolidacion de los partidos de masas, y los partidos de masas, a su vez, crearon las condiciones para el surgimiento y consolidaci6n de los partidos catch-all, y los partidos catch-all propiciaron las condiciones de surgimiento de los partidos cartel, el mas reciente auge de los partidos cartel genera, inevitablernente, su propia oposicion.

    Es evidentc que los nuevos partidos en espera de irrumpir dentro del sistema pueden hacer carnpafia basandose en una gran variedad de reclamos idcologicos. Sin embargo, y de manera crcciente, la cxpericncia sugiere que un reclamo particular

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    y que parece cspecialmeute efectivo a la hora de movilizar apox>, yos (vease, pOI' ejernplo, la experiencia reciente de Ross PerO't . en la campana esiadounidense y la campana del partido reformista canadiense), es la consigna de "romper el molde" de la poUtica tradicional (veanse, pOI' ejemplo, Poguntke 1994; Scarrow 1994). En m uchos casos, est a consigna es sobre todo retorica y sus protagonist as, sobre todo aquellos que buscan el apoyo de las nuevas c1ases medias -partidos que van desde los Democrats 66 en Holauda a los Liberal Democrats en Gran Bretafia y los Progressive Democrats en Irlanda- a menudo demuestran estar mucho mils dispuestos a engrosar las filas del establishment de 10 que inicialmente declaran. Incluso, como de hecho ocurre con muchos de los partidos verdes, en casos en los que la oposicion ticne raices mas profundus. csras dcmandas acahan demos-t nindosc susccptihlcs de SCI' acumodndas y cooptadas.

    No obstante, en algunos casos, la protesta se sirve de una desafeccion mas radical. Este es clararncnte el caso de la mayoria de los nuevos partidos de extrema derecha, como el Vlaams Blok en Belgica, el Frente Nacional en Francia, la Acci6n Nacional en Suiza, e incluso posiblcrueute la Nueva Democracia sueca, que intentarian seguir el camino de los Partidos del Progreso en las veciuas Dinamarca y Noruega. Este es tambieu el caso del ya establecido, pero cada vez mas ruidoso y excluido, Partido de la Libert ad en Austria, Todos estos partidos parccen mostrar una oposici6n profundamente antidemocratica, con frecuencia xenotoba, al conscnso establecido en la mayoria de las democracias curopeas, siendo esta, c1aramente, una de las principales bases de Sll exito. Pcro, 10 que probablcrnente sea mas chocante,

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    '.

    es que muchos de estos partidos tambien parecen estar logrando sacar partido de su supuesta capacidad de romper con 10 que a menudo sefialan como acuerdos "de amigos" entre las alternativas politicas establecidas, En efecto, por tanto, operando como un cartel, intentando asegurar que no haya claros ganadores ni perdedores entre las alternativas establecidas y explotando el control del Estado para general' recursos a repartir entre ellos, los partidos cartel proveen, sin querer, las municiones de las que los nuevos activistas de la derecha se sirven en sus guerras. Estos nuevos actores no representan un desafio a los partidos en sf; su protesta esta, en cualquier caso, organizada a traves de un partido. Pero sf creen representar un desaffo a los partidos cartel, un desaffo que puede estar alimentado por las propias acciones de los partidos cartel' y que, alargo plazo, pueden pOI' tanto Iegitimar su protesta.

    Tal y como sefialarnos al comienzo de este articulo, gran parte de la Iiteratura conternporanea se centra en el declive 0 el fracaso de los partidos, enfasis este que, desde nuestra perspectiva, es equivocado. En realidad hay poca evidencia que demuestre que la era de los partidos ha terminado. AI contrario, aunque en algunos aspectos los partidos tienen menos poder que antes ~ontando, en general, con lealtades partidistas menos intensas, menores porcentajes de simpatizantes, identidades politicas menos diferenciadas-s-, en otros aspectos su posicion se ha visto Iortalecida, en parte como resultado del aumento de los recursos que el Estado (los partidos en cI Estado) pone a Sll disposicion. Parece claro que si se toma como rcfcrcncia cI ruodclo de partido de masas, como gran parte de la literatura hace, los partidos convencionales aparecen como menos fuertes que antes. Pero esta, como hernos explicado, es una referencia equivocada, ya que no tiene en cuenta las formulas que los partidos pueden adoptar para asegurar su supervivencia, y es tambien una referencia que soslaya los puntos fuertes que los partidos pueden desarrollar para compensar las debilidades que se han puesto de manifiesto. En resumen, se trata de partidos distintos. Hablar de los desaffos a los que se enfrentan los partidos, en lugar de hablar de declive 0 fracaso, supone quizas hablar sobre bases mas seguras, aunque tarnbien algo inexactas. Esto es aSI debido a que 10 que se observa en las dernocracias occidentales no es tanto un desaffo a los partidos en general como, inevitablemente, un desaffo a los partidos cartel.

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    zPartidos de cuadros, catch-all 0 cartel?

    EI concepto de partido cartel

    Ruud Koole .. ,l:

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    ELCONCEPTO DE PARTIDO CARTEL

    La investigaci6n sobre purtidos se ha visto recicntemente rea vivada por un nuevo tipo (ideal) de partido politico rnoderuo, el partido cartel, iutroducido por Katz y Mair (1995). EI partido cartel ha sido caractcrizado como propio de la cuarta fuse de desarrollo partidista. Despues del partido de "elite" de la primera Iasc (siglo XIX), cI partido de "masas" de la seguuda (18801960) y el partido catch-all de la tercera (despues de 1945), el partido "cartel" (despues de 1970) se distingue de los anteriores tipos por la interpenetracion entre el partido y el Estado y por la existencia de practicas colusivas interpartidistas, EI surgirniento de estos partidos tiene implicaciones tanto para el sistema de partidos en su conjunto, en el que un cartel de partidos dependiente en gran medida de los recursos del Estado dificulta la lIe

    "Cadre, Catch-all or Cartel? A Comment on the Notion of the Cartel Party", Party Politics, 1996, vol. 2: 509-525. Tradueei6n de Maria Jimenez Buedo.

    EI autor desea agradeeer los comentarios a una version anterior de este artfculo a David Farrell, Kenneth Janda, Gerald Pomper y dos evaluadores anonimos.

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