Julio Argentino Roca
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Julio Argentino Roca
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Para el vicepresidente de Agustín Pedro Justo, véase Julio Argentino Pascual Roca.
Julio Argentino Roca
Julio A. Roca con la banda presidencial, en su segundo mandato (1898-1904).
Presidente de la Nación Argentina
12 de octubre de 1898 – 12 de octubre de 1904
Vicepresidente Norberto Quirno Costa
Predecesor José Evaristo de Uriburu
Sucesor Manuel Quintana
Senador de la Nación Argentina
por Tucumán
1895 – 1898
1892 – 1893
Ministro del Interior de Argentina
6 de agosto de 1890 – 1891
Presidente Carlos Pellegrini
Predecesor Salustiano Zavalía
Sucesor José Vicente Zapata
Senador de la Nación Argentina
por Capital Federal
3 de noviembre de 1888 – 6 de agosto de 1890
Presidente de la Nación Argentina
12 de octubre de 1880 – 12 de octubre de 1886
Vicepresidente Francisco Bernabé Madero
Predecesor Nicolás Avellaneda
Sucesor Miguel Ángel Juárez Celman
Ministro de Guerra y Marina de Argentina
Enero de 1878 – 9 de octubre de 1879
Presidente Nicolás Avellaneda
Vicepresidente Mariano Acosta
Predecesor Adolfo Alsina
Sucesor Carlos Pellegrini
Datos personales
Nacimiento
17 de julio de 1843
San Miguel de Tucumán,
Confederación Argentina
Fallecimiento 19 de octubre de 1914 (71 años)
Buenos Aires, Argentina
Partido Partido Autonomista Nacional
Apodo El Zorro
Cónyuge Clara Funes
Profesión Militar
Teniente General
Lealtad Argentina
Servicio/rama Ejército Argentino
Mandos Ejército Argentino
Ejército Argentino
Alejo Julio Argentino Roca (San Miguel de Tucumán, 17 de julio de 1843 – Buenos
Aires, 19 de octubre de 1914) fue un político y militar argentino, Presidente de la Nación en
dos ocasiones. Manejó los hilos de la política argentina durante más de 30 años mediante el
Partido Autonomista Nacional, tejiendo complejos sistemas de alianzas con distintas
fuerzas, lo que le valió el mote de "el Zorro".nota 1
Índice
1 Biografía
2 Campaña del Desierto
o 2.1 Consecuencias territoriales
3 Elecciones y revolución
4 Primera presidencia
o 4.1 Economía
o 4.2 Política cultural y enfrentamiento con la Iglesia Católica
o 4.3 Incorporación de los territorios indígenas
o 4.4 Política exterior
o 4.5 Gabinete
5 Entre dos gobiernos
6 Segunda presidencia
o 6.1 Política exterior
o 6.2 Política económica
o 6.3 Reforma política
o 6.4 Gabinete ministerial
7 Últimos años
8 Notas
9 Referencias
10 Bibliografía
11 Véase también
12 Enlaces externos
Biografía
Quinto de ocho hijos (siete varones) del coronel Segundo Roca y Agustina Paz,nota 2
Julio
Argentino Roca (Alejo Julio Argentino Roca según su fe de bautismonota 3
) nació en la
estancia "El Vizcacheral", de propiedad de sus padres, el 17 de julio de 1843. A partir de
1849 y hasta 1855 asistió a la escuela franciscana de San Miguel de Tucumán.
Luego estudió en el Colegio Nacional de Concepción del Uruguay, enviado por su padre
junto con sus hermanos Celedonio y Marcos. A pesar de presentar un alto grado de interés
por la medicina, en 1858 ingresó a la carrera militar, con los despachos de alférez de
artillería, sirviendo en la brigada de artillería "7 de octubre" del Regimiento 1º de Línea de
Entre Ríos. Participó en la guerra entre Buenos Aires y la Confederación Argentina,
producida entre 1859 y 1861.
Participó también en la de la Guerra de la Triple Alianza contra el Paraguay, nombrado
comandante del regimiento de Guardias Nacionales de la provincia de Salta en el año 1865.
En esa guerra murieron su padre y dos de sus hermanos. Regresó a su país —con el rango
de coronel, ganado en la Batalla de Curupaytí— antes del final de la guerra; a fines de 1868
fue enviado a la Puna a repeler el último intento de insurrección del caudillo Felipe Varela,
que fue derrotado por uno de sus subordinados.
Participó en la represión de la rebelión federal de Ricardo López Jordán en Entre Ríos en
1871, siendo su participación crucial en la batalla de Ñaembé. Al finalizar la Revolución de
1874 alcanzó el grado de general, tras vencer al general rebelde José Miguel Arredondo —
quien respondía políticamente a Bartolomé Mitre— en la batalla de Santa Rosa.
Campaña del Desierto
Artículo principal: Conquista del Desierto.
El General Julio A. Roca.
Óleo "Ocupación militar del Río Negro en la expedición al mando del General Julio A.
Roca" de Juan Manuel Blanes.
La Patagonia y la porción occidental de la región pampeana habían estado habitadas
antiguamente por pueblos indígenas de etnia tehuelche, quienes posteriormente fueron
conquistados, mestizados y asimilados por los mapuches, provenientes desde Chile. Desde
mediados del siglo XVIII existió un conflicto continuo entre estos indígenas y la población
blanca de las regiones colindantes, especialmente centrado en el dominio del territorio y de
los recursos ganaderos del mismo. Ante el avance del territorio ocupado por los blancos, los
indígenas reaccionaron lanzando malones sobre las poblaciones blancas y las estancias, de
las cuales saqueaban ganado —principalmente para venderlo en Chile— y secuestraban
mujeres, quienes eran trasladadas a los asentamientos indígenas.1
Hasta después de terminada la Guerra del Paraguay no se pudo tomar iniciativa alguna
contra los indígenas que en la década del 70 lanzaron sus ataques más grandes de su
historia. En 1876, el Ministro de Guerra, Adolfo Alsina lanzó una agresiva campaña para
ocupar el oeste bonaerense, ocupando los principales asentamientos de avanzada de los
indígenas y construyendo una obra defensiva, conocida como la Zanja de Alsina, de 374
km de largo entre el sur de la provincia de Córdoba y las cercanías de Bahía Blanca.2 3 Con
esta ofensiva ocupó los territorios utilizados para mantener alimentados a sus caballos y
engordar los animales arreados por los malones. Esta circunstancia —sumada a la epidemia
de viruela que costó la vida a miles de indígenas— causó una crisis militar y demográfica
que los debilitó enormemente.4
Tras la muerte de Alsina, en diciembre de 1877, Avellaneda nombró en su reemplazo al
general Roca, que había criticado la supuesta actitud defensiva de Alsina. En contraste con
su antecesor, que había intentado incorporar a los indígenas a la civilización occidental,
Roca creía que la única solución contra la amenaza de los indígenas era su sometimiento, su
expulsión o su eliminación:5
Tenemos seis mil soldados armados con los últimos inventos modernos de la guerra, para
oponerlos a dos mil indios que no tienen otra defensa que la dispersión ni otras armas que
la lanza primitiva.
En base a esa premisa propuso un proyecto de ley para ocupar todo el territorio indígena
hasta los ríos Negro y Neuquén en dos años. La ley fue sancionada el 4 de octubre de 1878,
acordando 1 700 000 pesos al proyecto, cuando el plan ya estaba en marcha.5 En los
considerandos de la ley se afirmaba que6
...la presencia del indio impide el acceso al inmigrante que quiere trabajar.
El presidente Avellaneda apoyó el proyecto de Roca debido a que temía la ocupación y
conquista de esos territorios por el ejército chileno, ya que el área al sur del río Colorado
estaba en disputa entre las dos naciones.7 En efecto, una vez concluida la Guerra del
Pacífico, Chile se dedicaría de lleno a dominar a los indígenas al sur del río Bío-Bío —
antigua frontera entre el Imperio Español y el pueblo mapuche— a través de la Ocupación
de la Araucanía.8
El 11 de octubre de 1878, mediante la Ley 954, se creó la Gobernación de la Patagonia, con
sede en Mercedes de Patagones, actual Viedma, cuyo primer gobernador fue el coronel
Álvaro Barros; su jurisdicción alcanzaba hasta el cabo de Hornos.9
A lo largo del año 1878 se lanzaron sucesivas ofensivas sobre las posiciones indígenas,
causando centenares de bajas a las fuerzas de Namuncurá y la captura de los temidos
caciques ranqueles Pincén, Catriel y Epumer. Unos 4000 indígenas –en su mayoría mujeres
y niños– fueron capturados en estas campañas.10
En abril de 1879 se lanzó el ataque final: cinco divisiones que sumaban 6000 hombres —
incluyendo 820 indígenas aliados— avanzaron hacia el río Negro, y el ministro Roca
festejó el 25 de mayo en la isla Choele Choel.11
De acuerdo a la Memoria presentada por el
ministro de Guerra, 1313 indios de lanza resultaron muertos y 1271 tomados prisioneros;
cinco caciques principales fueron tomados prisioneros y uno fue muerto; 10 513 indios de
chusma –mujeres y niños– fueron tomados prisioneros, y otros 1049 fueron reducidos.12
De
acuerdo al informe presentado por Roca ante el Congreso, se habían tomado como
prisioneros a 10 539 mujeres y niños y 2 320 guerreros.
Sobre el origen del término Conquista del Desierto hay al menos tres teorías: según una de
ellas, se denominó así debido a las condiciones geográficas de la Patagonia, que presentaba
un clima desértico. Según otra, la denominación deriva más del etnocentrismo del gobierno
argentino: la región estaba completamente deshabitada de gente de raza blanca y
civilización europea. Sólo estaba poblada por indios nómadas, representantes de la barbarie,
por lo tanto, era un "desierto" de civilización.13
Una tercera hipótesis sostiene que el
territorio conquistado, ocupado hasta hacía poco por más de 30 000 indígenas, en el
momento de la campaña sorprendió a los expedicionarios por la escasa población, fruto de
la sobreestimación de su número, de la despoblación en años recientes y de la huida de los
indígenas hacia la Cordillera de los Andes.
Las tribus que sobrevivieron fueron desplazadas a las zonas más periféricas y estériles de la
Patagonia. Unos 10 000 nativos fueron tomados prisioneros y unos 3.000 enviados a
Buenos Aires, donde eran separados por sexo, a fin de evitar que procrearan hijos.nota 4
Las
mujeres fueron dispersas por los diferentes barrios de la ciudad como sirvientas, mientras
una parte de los hombres fueron enviados a la isla Martín García, donde murieron, en su
gran mayoría, a los pocos años de reclusión.
El 21 de enero de 1879, La Nación publicó la siguiente crónica:
Llegan los indios prisioneros con sus familias a los cuales los trajeron caminando en su
mayor parte o en carros, la desesperación, el llanto no cesa, se les quita a las madres sus
hijos para en su presencia regalarlos a pesar de los gritos, los alaridos y las súplicas que con
los brazos al cielo dirigen las mujeres indias. En aquel marco humano los hombres indios se
tapan la cara, otros miran resignadamente al suelo, la madre aprieta contra el seno al hijo de
sus entrañas, el padre indio se cruza por delante para defender a su familia de los avances
de la civilización.
Consecuencias territoriales
Territorio efectivamente incorporado por Argentina antes de la presidencia de Julio
Argentino Roca.
El Informe Oficial de la Comisión Científica que acompañó al Ejército Argentino es
considerablemente específico respecto de los resultados de la guerra, y a la opinión que el
gobierno argentino tenía sobre los indígenas:14
Se trataba de conquistar un área de 15.000 leguas cuadradas ocupadas cuando menos por
unas 15 000 almas, pues pasa de 14 000 el número de muertos y prisioneros que ha
reportado la campaña. Se trataba de conquistarlas en el sentido más lato de la expresión. No
era cuestión de recorrerlas y de dominar con gran aparato, pero transitoriamente, como lo
había hecho la expedición del Gral. Pacheco al Neuquén, el espacio que pisaban los cascos
de los caballos del ejército y el círculo donde alcanzaban las balas de sus fusiles. Era
necesario conquistar real y eficazmente esas 15 000 leguas, limpiarlas de indios de un
modo tan absoluto, tan incuestionable, que la más asustadiza de las asustadizas cosas del
mundo, el capital destinado a vivificar las empresas de ganadería y agricultura, tuviera él
mismo que tributar homenaje a la evidencia, que no experimentase recelo en lanzarse sobre
las huellas del ejército expedicionario y sellar la toma de posesión por el hombre civilizado
de tan dilatadas comarcas.
Es evidente que en una gran parte de las llanuras recién abiertas al trabajo humano, la
naturaleza no lo ha hecho todo, y que el arte y la ciencia deben intervenir en su cultivo,
como han tenido parte en su conquista. Pero se debe considerar, por una parte, que los
esfuerzos que habría que hacer para transformar estos campos en valiosos elementos de
riqueza y de progreso, no están fuera de proporción con las aspiraciones de una raza joven
y emprendedora; por otra parte, que la superioridad intelectual, la actividad y la ilustración,
que ensanchan los horizontes del porvenir y hacen brotar nuevas fuentes de producción
para la humanidad, son los mejores títulos para el dominio de las tierras nuevas.
Precisamente al amparo de estos principios, se han quitado éstas a la raza estéril que las
ocupaba.
Millones de hectáreas se sumaron así a la República Argentina. Estas enormes extensiones
fueron adjudicadas a bajo precio, o directamente regaladas, a terratenientes y políticos
influyentes. Ya antes de la operación militar habían sido asignadas las tierras a los nuevos
propietarios mediante la suscripción de 4000 bonos de 400 pesos, cada uno de los cuales
dio derecho a 2500 hectáreas. Un total de diez millones de hectáreas fueron vendidas por el
estado a comerciantes y estancieros bonaerenses en forma previa a la conquista de las
tierras, mientras que el excedente obtenido, en lotes de a 40 000 hectáreas cada uno, fue
rematado en 1882 en Londres y París. En 1885 se cancelaron con tierras las deudas
acumuladas con los soldados desde 1878; como tanto los oficiales como la milicia
necesitaban efectivo, terminaron malvendiendo sus partes a los mismos que habían sido los
financistas primitivos, de manera tal que toda esa superficie pasó a manos de 344
propietarios, a un promedio de 31 596 hectáreas cada uno.15
nota 5
Elecciones y revolución
A mediados de 1879, Tras la muerte de Alsina el único personaje suficientemente
prestigioso en el Partido Autonomista Nacional era el general Roca, que fue propuesto
como candidato por su cuñado, el gobernador cordobés Miguel Juárez Celman, y en
Buenos Aires por el médico Eduardo Wilde; pronto tuvo el apoyo de la mayor parte de los
gobernadores.16
El 11 de abril se realizaron las elecciones para presidente, de las que surgió
una amplia victoria para los electores de Roca, excepto en Buenos Aires y Corrientes.17
En Buenos Aires se estaba gestando una revolución contra el triunfo de Roca y el proyecto
del presidente Avellaneda de federalizar la ciudad de Buenos Aires. El 13 de junio se
reunió el Colegio Electoral, que eligió presidente al general Roca y vicepresidente a
Francisco Bernabé Madero.18
Cuatro días más tarde comenzaron los combates, que terminaron el 25 de junio con un
acuerdo entre la provincia y la Nación; la revolución de 1880 había costado 3000 muertos.
Poco antes de la asunción presidencial de Roca fue aprobada en el Congreso la
federalización de Buenos Aires.19
Primera presidencia
El presidente Julio A. Roca inaugura el período legislativo del año 1886.
Con la asunción presidencial de Roca el 12 de octubre de 1880 se inició el período que se
denominará República conservadora.
Al momento de asumir Roca contaba con 37 años de edad, lo que lo hace el segundo
presidente más joven de la historia Argentina, precedido sólo por Avellaneda, su antecesor,
que había tenido sólo unos meses menos al asumir su gobierno. Su lema de gobierno fue
"Paz y administración":
Necesito paz duradera, orden estable y libertad permanente; y a este respecto lo declaro
bien alto desde este elevado asiento, para que me oiga la República entera, emplearé todos
los resortes y facultades que la Constitución ha puesto en manos del Poder Ejecutivo para
evitar sofocar y reprimir cualquier tentativa contra la paz pública.
El sistema político que lo había llevado a la presidencia, y que mantuvo una notable
estabilidad hasta mucho después de que la abandonara, reposaba sobre una serie de
acuerdos inestables entre los gobernadores provinciales –que controlaban las elecciones por
medio del fraude electoral y el clientelismo– y el presidente, que disponía del control del
presupuesto nacional a favor o en contra de las provincias y podía deponer a los
gobernadores desafectos por medio de las intervenciones federales. Necesitados
mutuamente, los gobernadores y el presidente llevaban a cabo continuos acuerdos que
permitían a unos y otros avanzar en las políticas deseadas. En todo caso, la estabilidad de
semejante sistema exigía –en la práctica– la inexistencia de cualquier oposición; a ese
objetivo apuntaban también las prácticas políticas fraudulentas.20
21
Durante su gestión se sancionó el Código Penal y el de Minería de la Nación; se organizó el
gobierno municipal de la nueva Capital Federal22
y se fundó la ciudad de La Plata, capital
de la provincia de Buenos Aires.23
La situación sanitaria del país no había mejorado significativamente desde la epidemia de
fiebre amarilla de 1871: entre 1884 y 1887, una serie de epidemias de cólera causaron
centenares de muertos en la capital y el interior.24
Economía
El Hotel de Inmigrantes (actual Retiro), en 1880.
Roca inició su mandato en una situación económica favorable, ya que las exportaciones
aumentaban rápidamente en volumen y en valor. El sistema económico se sostenía por el
intercambio de productos primarios —exclusivamente de origen agropecuario, y en gran
medida generados en la región pampeana— por productos manufacturados del exterior,
especialmente de Europa.25
El principal rubro de exportación era, por mucha diferencia, la lana de oveja;
marginalmente se notaba el crecimiento de las exportaciones de granos, pero éstas no serían
importantes hasta la última década de ese siglo. Dos rubros que iban cediendo terreno eran
los cueros y el tasajo, mientras aumentaba la exportación de ganado en pie hacia los países
vecinos. A principios de esa década se inició la exportación de carne congelada, pero no
sería hasta la década siguiente que ésta reemplazó a la lana como principal renglón de las
exportaciones.26
Pero la situación financiera del estado y de los particulares no permitía aprovechar
rápidamente estas circunstancias, de modo que acudió masivamente al crédito,
especialmente a empréstitos extranjeros.27
El estado nacional prácticamente carecía de moneda propia, a lo que el gobierno respondió
con la Ley de Moneda Nacional, que unificaba el sistema monetario argentino y permitía la
emisión de moneda al Banco Nacional.28
Una breve crisis económica estallada a fines de
1884 fue solucionada decretando el curso forzoso del papel moneda y tomando un nuevo
empréstito externo.29
Gran parte de los recursos económicos fueron destinados a obras de infraestructura, tales
como los ferrocarriles –cuya extensión pasó de 2516 a 6161 km durante su mandato–30
y
los edificios públicos. Pero una parte muy importante de los recursos sirvió para construir
edificios fastuosos, cuyo costo estaba muy por encima de su utilidad; por otro lado, es
notable que la enorme mayoría de esa inversión se hizo en Buenos Aires y la nueva capital
bonaerense, La Plata.31
Se inició una política de créditos a los particulares, de los cuales
una proporción alarmante fue a parar a manos de especuladores y hasta de deudores
crónicos, que nunca los cancelarían.32
No obstante, la continuidad de la bonanza económica y del crecimiento de la producción
agrícola –impulsada por esa misma bonanza– permitió llevar adelante su política de
inversiones sin mayores sobresaltos.33
Política cultural y enfrentamiento con la Iglesia Católica
Impulsado por un laicismo exacerbado, el gobierno se esforzó por separar la Iglesia
Católica del Estado: se sancionó la ley de Registro Civil y, tras la celebración del primer
Congreso Pedagógico Nacional, impulsó la Ley 1420 de Educación, iniciativa del ex
presidente Domingo Faustino Sarmiento, por entonces director del Consejo Nacional de
Educación. Dicha Ley establecía la educación primaria obligatoria, gratuita y laica.34
En virtud de esa ley se realizaron grandes progresos en cuanto a la alfabetización de la
población: a su llegada existían 1214 escuelas públicas en todo el país, legando a su sucesor
un total de 1804; las escuelas normales, destinadas a educar maestros, pasaron de 10 a 17,
el total de docentes aumentó de 1915 a 5348, y el número total de alumnos pasó de 86 927
a 180 768.35
El nuncio apostólico, monseñor Luigi Matera, atacaba con un tono exaltado la Ley de
Educación porque prohibía a las escuelas públicas impartir educación religiosa, incluyendo
velados llamados a la desobediencia civil. En respuesta, por orden del presidente Roca, el
ministro Francisco J. Ortiz devolvió sus credenciales al nuncio y ordenó su salida inmediata
del país; las relaciones exteriores con la Santa Sede quedaron interrumpidas durante varios
años.36
Como respuesta se formó una agrupación política católica liderada por José Manuel
Estrada, que pretendió enfrentar la hegemonía liberal y anticlerical del grupo gobernante,
que consideraban atacaba a la religión tradicional.37
Incorporación de los territorios indígenas
Tras la Conquista del Desierto, sucesivas campañas lanzadas contra los últimos grupos
mapuches independientes, como las de 1881 y 1882, permitieron incorporar los actuales
territorios de Neuquén y sur de Río Negro. Otras campañas permitieron ocupar el actual
territorio de Chubut, hasta la rendición final del cacique Sayhueque, el primer día del año
1885.38
En el otro extremo del país, la conquista del Chaco argentino, llevada a cabo durante los
años 1881 a 1889, enfrentó problemas serios de abastecimiento de agua y de sanidad de los
expedicionarios. La campaña más importante, llevada adelante por el Ministro de Guerra
Benjamín Victorica, tuvo lugar en 1884.39
Aunque la conquista del Chaco no puede
considerarse completa hasta los últimos años del siglo XIX, la mayor parte de la misma
tuvo lugar bajo el gobierno del general Roca.39
En 1884 se sancionó la Ley 1.532 de Territorios Nacionales, por la cual se establecieron los
territorios nacionales de Misiones, Formosa y Chaco en el norte, y los de La Pampa,
Neuquén, Río Negro, Chubut, Santa Cruz y Tierra del Fuego en el sur. Se establecía que los
mismos pasarían a ser provincias, en igualdad con las demás ya constituidas, cuando
alcanzaran los 60 000 habitantes.40
En los nuevos territorios hubo continuos conflictos de propiedad entre propietarios que
habían comprado sus títulos en Buenos Aires y pobladores establecidos en el lugar. La
situación de los indígenas era mucho peor, ya que eran reunidos a la fuerza en reducciones
ubicadas en tierras marginales y que -en muchos casos- se mudaban periódicamente de
lugar.41
La única excepción la constituía la colonia galesa del Chubut, organizada social y
culturalmente al margen de la sociedad argentina, pero cuidadosamente controlada por las
autoridades.42
Desde 1884, tuvieron incluso su propio ferrocarril.43
Política exterior
La principal preocupación en política exterior del gobierno de Roca fue fijar los límites con
Chile, que nunca habían sido fijados con precisión. A este fin se firmó en Buenos Aires el
Tratado de Límites con ese país, del año 1881; por el mismo se establecía que "La línea
fronteriza correrá en esa extensión por las cumbres más elevadas de dicha Cordillera que
dividan las aguas y pasará por entre las vertientes que se desprenden a un lado y otro..."
hasta el paralelo 52 Sur; a partir de allí se fijaba que el Estrecho de Magallanes sería
enteramente chileno, que sólo una fracción de la isla Grande de Tierra del Fuego
pertenecería a la Argentina, y que las islas ubicadas al sur del canal de Beagle hasta el cabo
de Hornos pertenecerían a Chile.44
Si bien el tratado resultó un evidente avance, quedaban varios temas sin resolver,
especialmente determinar los límites en las extensas áreas en que las ―cumbres más
elevadas‖ no coincidían con la divisoria de aguas.45
Una expedición, al mando de Augusto Lasserre, visitó Tierra del Fuego en octubre de 1883,
ocasión en que compró al misionero británico Thomas Bridges sus instalaciones sobre el
canal de Beagle, fecha en que quedó fundada la ciudad de Ushuaia.46
La Argentina procuró
también asegurarse la posesión de los valles más ricos de los Andes patagónicos; el
gobernador del Territorio Nacional del Chubut, Luis Jorge Fontana, ocupó el Valle 16 de
Octubre, donde fundó la ciudad de Esquel junto a los colonos galeses, en el mes de octubre
de 1885.47
En cuanto a las relaciones con Europa, el gobierno prácticamente no realizó gestión alguna:
todas las relaciones que se pretendían estrechar eran comerciales o de inmigración.
Respecto a ésta, se firmaron acuerdos con varios países para asegurar la continuidad del
flujo inmigratorio hacia la Argentina.
Las relaciones con Gran Bretaña, excelentes durante toda su presidencia, alentaron a Roca a
reiniciar los reclamos argentinos por la soberanía sobre las islas Malvinas,48
que habían
sido iniciadas en la época de Juan Manuel de Rosas, pero no habían sido formalmente
reclamadas por ningún gobierno de la época de la Organización Nacional.49
Por orden del
presidente Roca, el ministro Ortiz informó al representante del Reino Unido en Buenos
Aires que su gobierno intentaba recurrir a un laudo internacional para zanjar el asunto. Pese
a que ese mecanismo había sido fomentado por Gran Bretaña en distintos conflictos entre
naciones sudamericanas, el intento fue rechazado de modo rotundo.50
A fines de su mandato, el apoyo dado por su gobierno a José Miguel Arredondo durante la
Revolución de Quebracho generó un breve incidente con el Uruguay, que se solucionó con
la promesa —que nunca se cumpliría— de castigar a los responsables de esa ayuda.51
Gabinete
Ministerios del Primer Gobierno de
Julio Argentino Roca
Cartera Titular Período
Ministerio del Interior
Antonio del Viso Bernardo de
Irigoyen
Benjamín Paz
Isaac Chavarría
12 de octubre de 1880 — 11 de febrero de 1882
12 de febrero de 1882 — 30 de
mayo de 1885 30 de mayo de 1885 — 9 de
febrero de 1886
10 de abril de 1886 — 12 de
octubre de 1886
Ministerio de
Relaciones
Exteriores y Culto
Bernardo de Irigoyen
Victorino de La
Plaza Francisco J. Ortiz
12 de octubre de 1880 — 11 de
febrero de 1882
11 de febrero de 1882 — 25 de octubre de 1883
25 de octubre de 1883 — 12 de
octubre de 1886
Ministerio de Guerra y
Marina
Benjamín Victorica
Carlos Pellegrini
12 de octubre de 1880 — 1885
1885 — 12 de octubre de 1886
Ministerio de Hacienda
Santiago Cortínez
Juan José
Romero Victorino De La
Plaza
Wenceslao
Pacheco
12 de octubre de 1880 — 1881
1881 — 12 de octubre de 1883
25 de octubre de 1883 — 9 de marzo de 1885
9 de marzo de 1885 — 12 de
octubre de 1886
Ministerio de Justicia
e Instrucción Pública
Manuel D. Pizarro
Eduardo Wilde
12 de octubre de 1880 — 13 de
febrero de 1882
14 de febrero de 1882 — 12 de octubre de 1886
Entre dos gobiernos
Monumento a Julio A. Roca sobre la avenida que lleva su nombre, en Buenos Aires
(estatua ecuestre de José Luis Zorrilla de San Martín).
Fue sucedido por su concuñado, Miguel Juárez Celman, aunque los resortes de la política
nacional siguieron en buena medida en manos de Roca. El esfuerzo de Juárez Celman por
apropiarse de la estructura del PAN llevó a la concentración de todo el poder en manos del
presidente, lo que se llamó el Unicato. El nombre provenía de su intención ser reconocido
como Jefe Único de la Nación.52
En su mensaje al Congreso del año 1889, Juárez Celman
afirmó que53
No existe otro partido que el Partido Autonomista Nacional, al cual pertenecen las mayorías
parlamentarias y todos los gobiernos de la nación y sus estados.
Hacia 1890 hizo eclosión una grave crisis económica, que sumada a la corrupción y la
oposición generalizada a las pretensiones hegemónicas de Juárez Celman, crearon el ámbito
propicio para la Revolución del Parque, estallada el 26 de julio de 1890: los rebeldes
controlaron gran parte de la ciudad de Buenos Aires durante tres días, aunque fueron
finalmente derrotados.54
Pero Juárez Celman no contaba ya con apoyo alguno: el ex
presidente Roca se había enemistado profundamente con él, y el vicepresidente Carlos
Pellegrini le negó su apoyo, por lo que el presidente terminó por renunciar.54
Durante la presidencia de Pellegrini, Roca se mostró como su principal aliado político; con
su apoyo, el nuevo presidente logró revertir la crisis por medio de un programa de
austeridad, la renegociación de la deuda pública y la reformulación del sistema bancario en
base al Banco de la Nación Argentina, fundado en 1891.55
La continua expansión del área
sembrada, especialmente de trigo, junto al alza de los precios de éste y de la carne ayudaron
significativamente a superar la crisis; el ciclo de la lana daba paso al ciclo de los granos y la
carne.56
En 1891 se inició la búsqueda de un sucesor en la presidencia: la principal candidatura
parecía ser la de Roque Sáenz Peña, líder del Partido Modernista, seguida por la del ex
presidente Bartolomé Mitre, candidato de la Unión Cívica, que había liderado la revolución
del 90. Roca comenzó a maniobrar para destruir ambas amenazas: primeramente ofreció a
Mitre la candidatura presidencial por el PAN, a cambio de que uniera las listas de
candidatos del partido oficialista y de la UC.57
La mayoría de la Unión Cívica rechazó el
acuerdo, por lo que los seguidores de Mitre se separaron de la misma, fundando la Unión
Cívica Nacional, que durante diez años continuaría con la política del acuerdo.58
Por su
parte, los seguidores de Alem fundaron la la Unión Cívica Radical, dirigida por Leandro N.
Alem.59
Entonces Roca convenció a Mitre de que ambos debían mostrarse prescindentes, y a
continuación convenció al padre de Roque Sáenz Peña, Luis Sáenz Peña –un jurista con
muy escasa vocación política– de ser el candidato oficialista a la presidencia. El hijo
renunció a su candidatura presidencial para no enfrentar al padre.60
Por último, convenció a Pellegrini de arrestar a Alem y los principales dirigentes radicales,
acusándolos de haber planeado una sangrienta revolución. Preso el candidato presidencial
de la UCR, las elecciones se hicieron sin otra lista que la oficialista: Luis Sáenz Peña y José
Evaristo de Uriburu fueron elegidos presidente y vice por unanimidad del Colegio
Electoral.61
Durante la presidencia de Sáenz Peña tuvo lugar una nueva revolución radical, la cual —
sumada a la evidente incapacidad del presidente para llevar adelante una gestión política—
llevó a su renuncia en 1895. Tras una frustrada participación en elecciones provinciales, la
UCR se encerró en una abstención electoral absoluta.62
El sucesor de Roca fue José Evaristo Uriburu, un político capaz pero sin ambiciones
personales; bajo su gobierno, Roca se presentó como el único candidato capaz de reunir los
apoyos necesarios —tanto a nivel del gobierno nacional como en las provincias— para
sostener una candidatura presidencial exitosa. En base a acuerdos entre cúpulas y
elecciones fraudulentas, Roca volvió a ser elegido presidente en 1898.63
Segunda presidencia
Artículo principal: Elecciones presidenciales de Argentina de 1898.
Al asumir su segunda presidencia, Roca parecía prematuramente anciano.
Roca asumió su segunda presidencia el 12 de octubre de 1898. Todas las provincias le
respondían, excepto una: la provincia de Buenos Aires, donde el control por parte de la
prensa impidió el fraude y la presión sobre los electores, triunfó el radical Bernardo de
Irigoyen. Pero aún esta oposición le era útil a Roca, ya esta candidatura había dividido a los
radicales entre el ala que prefirió participar en las elecciones, y el ala revolucionaria
dirigida por Hipólito Yrigoyen, que se aferró firmemente a la abstención. Pese a que ambos
grupos compartían la sigla partidaria, desde entonces se separaron progresivamente, ya que
el anciano gobernador entró en sucesivos acuerdos políticos con el roquismo.64
Su Ministro de Instrucción Pública, Osvaldo Magnasco, proyectó crear gran cantidad de
escuelas técnicas y agrotécnicas, de las que hasta entonces existían muy pocas. El intento
fue rechazado por el Congreso, y Magnasco debió renunciar después de haber creado
apenas unas decenas de escuelas técnicas.65
El primer Ministro de Guerra de Roca, Luis María Campos, fundó la Escuela Superior de
Guerra, para lograr un formación constante y renovada del pensamiento militar argentino,
así como la investigación ininterrumpida en materia de defensa nacional, estrategia e
historia militar.66
Su segundo Ministro de Guerra, Pablo Riccheri, estableció el servicio
militar obligatorio por la Ley 4031.67
También se inició una acelerada modernización del Ejército, y se adquirieron nuevas bases
militares, como Campo de Mayo, con la intención de evitar que los cuarteles dentro de la
Capital fueran instrumento para revoluciones militares. Se refundó el Regimiento de
Granaderos a Caballo que había creado el general José de San Martín, para funcionar como
escolta del presidente de la Nación.68
Durante sus presidencias continuó el desarrollo de la telegrafía argentina. En 1905 se
finalizó el enlace telegráfico que unía Cabo Vírgenes en el Estrecho de Magallanes con la
red nacional, que para entonces contaba con 50 000 km de recorrido, que en relación a una
población de 8 millones la convertía en una de las más importantes del mundo. También
sería uno de los principales propulsores del uso militar de dicha tecnología.
Política exterior
Los presidentes Roca y Errázuriz en el Estrecho de Magallanes.
Roca recorre Buenos Aires junto al Presidente de Brasil, Campos Salles, en 1900. (Archivo
AGN)
A menos de tres meses de iniciado su gobierno, Roca emprende un viaje al sur del país; el
primer paso fue una breve visita a la colonia galesa del Chubut. Siguió su navegación hasta
Ushuaia y desde allí prosiguió su viaje por el Canal Beagle hacia el oeste, continuando
luego por el Estrecho de Magallanes hasta Punta Arenas, donde se entrevistó con el
presidente Errázuriz,69
en un gesto que sirvió para acelerar la resolución del litigio de la
Puna de Atacama, la cual se resolvió con un laudo arbitral del presidente norteamericano
James Buchanan, que éste saldó el 24 de marzo de 1999.70
Como consecuencia del mismo,
en el año 1900 se creó el nuevo Territorio Nacional de los Andes.71
A continuación visitó el Uruguay y el Brasil, visitas que fueron correspondidas por los
presidentes de esos países, en un intercambio sin mayores consecuencias.72
En 1901, por iniciativa presidencial, el gobierno reinició las relaciones diplomáticas con la
Santa Sede; en los años siguientes hizo varios gestos de acercamiento con la jerarquía
católica.73
El 28 de mayo de 1902, su representante en Chile firmó con ese país los llamados Pactos de
Mayo, que limitaban la carrera armamentista con ese país, y acordaba someter al arbitraje
de la corona británica los diferendos limítrofes que ya se habían suscitado y los que se
suscitaran en el futuro.74
En diciembre de 1902, el Canciller Luis María Drago inició una amplia campaña para
repudiar el ataque militar por parte del Reino Unido y el Imperio alemán a las costas de
Venezuela en reclamo del pago de deudas, estableciendo la Doctrina Drago, principio de
aceptación universal desde entonces, que prohíbe que la deuda pública pueda dar lugar a
una intervención armada.75
En 1902, el alférez José María Sobral participó en la expedición de Otto Nordenskjöld, que
a su vez fue rescatada al año siguiente -tras la pérdida del buque en que viajaban, por el
teniente Julián Irízar. En 1904, la Argentina inició la ocupación del primer establecimiento
permanente en territorio antártico, al establecer una base en las islas Orcadas del Sur.76
Política económica
La economía argentina había sufrido importantes cambios en la década anterior, dejando de
girar en torno a la exportación de la lana para pasar a depender de las exportaciones de
carnes vacunas —primeramente congeladas y luego enfriadas— y de granos,
principalmente trigo, maíz y lino.77
El Ministro de Obras Públicas Emilio Civit inició una moderada reforma en la política de
concesiones ferroviarias, frenando la expansión de las empresas privadas, aumentando la
extensión de las líneas estatales y ejerciendo con algún rigor el control de las tarifas de las
empresas británicas, que estaban conscientemente diseñadas para perjudicar las
producciones locales que pudieran competir con las británicas.78
La economía seguía creciendo, movida por un constante aumento de los precios
agropecuarios, que se mantenía desde los años de Uriburu.79
De modo que el presidente
quiso aprovechar la ocasión para reorganizar la situación financiera y unificar las deudas
externas. Pero la situación económica se complicó cuando se inició una rápida baja del
valor del papel moneda en relación con el oro. En términos actuales, se había producido un
proceso de inflación acelerada en términos de papel moneda. Sólo quienes tenían sus
ingresos asegurados en pesos oro estaban libres de la misma. En respuesta, el senador
Pellegrini presentó y defendió la Ley de Conversión, que era un primer paso para el regreso
a la libre convertibilidad.80
Dos años más tarde, el mismo Pellegrini fue encargado por el presidente de iniciar
gestiones en Europa para unificar la deuda externa del país: debía canjear una deuda de
392 millones de pesos oro a distintas tasas por otra de 435 millones al 4 %. Según
Pellegrini, eso significaría un ahorro neto de 10 millones, pero la opinión pública entendió
que se aumentaba el monto total en 43 millones.81
Cuando el proyecto fue presentado en el Senado, fue aprobado por una escasa diferencia de
los senadores presentes, porque la mayor parte de sus opositores se había ausentado. Y en
la discusión en la Cámara de Diputados, Pellegrini mismo debió confesar al diputado José
Antonio Terry que el país se comprometía a girar diariamente a una cuenta especial en el
Banco de la Nación el 8 % de los ingresos diarios de la Aduana. La opinión pública estalló
de indignación y una gran cantidad de estudiantes salió a la calle –en Buenos Aires, Rosario
y La Plata– para protestar contra el proyecto y también contra la ausencia de una
democracia real. Fue la manifestación opositora más grande que se hubiera visto hasta
entonces en el país, y concluyó con incidentes de violencia.82
El gobierno respondió pidiendo al Congreso la declaración del estado de sitio, y enseguida
el presidente retiró el proyecto de unificación de la deuda, asignándole la autoría del mismo
a Pellegrini.83
En los primeros años del siglo XX se multiplicaron las protestas gremiales y sociales;
surgió la Federación Obrera Regional Argentina (F.O.R.A.) y tuvieron lugar las primeras
huelgas violentas de trabajadores. Los patronos las enfrentaron con rompehuelgas,
apoyados por la policía, con la que se produjeron enfrentamientos armados; especialmente
notorios fueron los enfrentamientos de noviembre de 1902 en la ciudad de Buenos Aires y
en las provincias de Buenos Aires y Santa Fe. La única respuesta del gobierno a la
conflictiva situación social fue el proyecto de Código de Trabajo impulsado por el Ministro
del Interior Joaquín V. González, que no llegó a obtener sanción parlamentaria.
Reforma política
En respuesta al desaire en el tema de la deuda pública, Pellegrini rompió con Roca y
comenzó a formar el Partido Autonomista, en que comenzaron a militar varios dirigentes
que habían sido seguidores de Juárez Celman y los miembros de un efímero Partido
Demócrata, y al que se unió también Roque Sáenz Peña. Por su parte, los seguidores de
Mitre habían abandonado la Unión Cívica Nacional para formar un nuevo partido, el
Partido Republicano. A pesar de la importancia que la prensa les asignaba, en las elecciones
de 1902 –en que aún no se había aprobado el sistema uninominal– ambos partidos
obtuvieron pobres resultados.84
En la provincia de Buenos Aires, Marcelino Ugarte derrotó al candidato de Roca y del
gobernador Irigoyen, con lo que accedió al gobierno; enseguida reforzó su estructura
caudillista, extendió las redes de sus contactos, y negoció su incorporación al Partido
Nacional.85
Si bien animado por la misma concepción de "progreso" —creación de infraestructura,
fomento de la inmigración, definición de un perfil agroexportador— que el grupo de Roca,
Carlos Pellegrini y otros políticos del autonomismo como Roque Sáenz Peña se plantearon
la necesidad de abandonar el caudillismo en la política y el fraude electoral como
mecanismo de acceso al poder, buscando abrir aunque fuera un poco los canales de
participación y aumentar el número de votantes.
El alejamiento de Pellegrini provocó una crisis de gabinete y obligó a Roca a reorganizar el
PAN. Durante el resto de su mandato debió cambiar de ministros varias veces.86
Por su parte, sorprendido por las protestas de julio de 1901, Roca decidió distraer a la
opinión pública proponiendo y logrando la sanción de una Ley que establecía una reforma
política ideado por el Ministro del Interior, Joaquín V. González: en busca de aumentar la
representatividad de los diputados, se reemplazaba el sistema de elecciones por lista
completa por una división del país en circunscripciones, en cada una de las cuales se
elegiría un diputado.87
Roca decidió controlar la elección de su sucesor, para lo que convocó a una Convención de
Notables, que discutió varias alternativas. Tras el fracaso de la casi segura candidatura de
Felipe Yofre, ésta eligió a un antiguo mitrista, Manuel Quintana, y al ex gobernador
cordobés José Figueroa Alcorta para vicepresidente.88
La ley de circunscripciones uninominales se aplicó solamente a la elección de diputados
nacionales y electores de presidente en el año 1904; no tuvo efectos notables en la
distribución de cargos políticos, con la sola excepción de la elección de Alfredo Palacios,
primer diputado del Partido Socialista, que había sido fundado en 1896.89
Por su parte,
Quintana fue elegido por aplastante mayoría, en unas elecciones en que el número de votos
sólo aumentó significativamente en Buenos Aires y la Capital.90
Gabinete ministerial
Ministerios del Segundo Gobierno de
Julio Argentino Roca
Cartera Titular Período
Ministerio del
Interior
Felipe Yofre Joaquín V.
González
12 de octubre de 1898 – 26 de
agosto de 1901
9 de septiembre de 1901 – 12 de
octubre de 1904
Ministerio de
Relaciones
Exteriores y Culto
Amancio Alcorta
Felipe Yofre
Luis María Drago
12 de octubre de 1898 – 21 de
enero de 1899
21 de enero de 1899 – 7 de
José A. Terry mayo de 1902
9 de mayo de 1902 – 18 de julio
de 1903
20 de julio de 1903 – 12 de octubre de 1904
Ministerio de
Hacienda
José María Rosa Enrique Berduc
Marco Avellaneda
José A. Terry
12 de octubre de 1898 – 7 de
abril de 1900 7 de abril de 1900 – 5 de julio de
1901
11 de julio de 1901 – 1902 1902 - 12 de octubre de 1904
Ministerio de Justicia
e Instrucción Pública
Osvaldo Magnasco
Juan E. Serú
Joaquín V. González
Juan Nicanor
Fernández
12 de octubre de 1898 – 1 de
julio de 1901
11 de julio de 1901 – 15 de enero de 1902
15 de enero de 1902 – 22 de
abril de 1902 22 de abril de 1902 – 12 de
octubre de 1904
Ministerio de
Agricultura
Emilio Frers
Martín García Merou
Ezequiel Ramos
Mexía Wenceslao
Escalante
Emilio Civit
12 de octubre de 1898 – ?
? – 1901 1901 – septiembre de 1901
septiembre de 1901 – 1904
1904 – 12 de octubre de 1904
Ministerio de Obras
Públicas
Emilio Civit
Wenceslao
Escalante
12 de octubre de 1898 – ?
1904 – 12 de octubre de 1904
Ministerio de Guerra
Luis María Campos
Rosendo Fraga
Pablo Ricchieri
12 de octubre de 1898 – 1899
1899 – 1900 1900 – 12 de octubre de 1904
Ministerio de Marina
Martín Rivadavia
Onofre Betbeder
12 de octubre de 1898 – 23 de
febrero de 1901
23 de febrero de 1901 – 12 de
octubre de 1904
Últimos años
Monumento fúnebre de Julio Argentino Roca, Cementerio de la Recoleta, Buenos Aires.
Terminado su mandato, Roca se alejó de la vida pública, residiendo la mayor parte del
tiempo en su estancia "La Paz", cerca de Ascochinga, Córdoba. Aunque el autonomismo
siguió controlando el gobierno por una década más, la falta de su conducción permitió a un
sector del mismo desafiar a los amigos de Roca. Durante la presidencia de José Figueroa
Alcorta se dedicaron a obstruir todas sus iniciativas en el Congreso. En enero de 1908, el
Congreso se negaba todavía a tratar el Presupuesto Nacional para el año que ya había
empezado. Figueroa Alcorta retiró el proyecto, decretó que regía el presupuesto del año
anterior y clausuró el Congreso con la policía.91
A continuación intervino activamente en la política de las provincias, declaró la
intervención federal de dos de ellas, se alió con antiguos colaboradores de Juárez Celman y
amigos de Pellegrini; con el PAN completamente renovado derrotó a los amigos de Roca en
marzo de 1908, logrando mayoría parlamentaria y unificando los gobiernos provinciales
bajo su dirección. El esquema político de Roca estaba liquidado.92
El general Roca falleció el 19 de octubre de 1914 en Buenos Aires.
Roca es, sin duda, una de las figuras más polémicas de la historia argentina. Mientras la
historiografía "clásica" u "oficial" lo considera el arquitecto del moderno estado argentino,
historiadores como Osvaldo Bayer y Felipe Pigna —recordando el aniquilamiento de miles
de indígenas en la Patagonia— no dudan en calificarlo de genocida.93
94
95
96
Notas
1. ↑ Algunas fuentes destacan que el mote de "zorro" o "zorrito" le venía de sus
travesuras de infancia.
2. ↑ Agustina era hermana del futuro vicepresidente Marcos Paz.
3. ↑ La fe de bautismo se conserva en la Iglesia Matriz de San Miguel de Tucumán.
Véase Garrido, M.F. et al., op. cit en la sección Bibliografía, p. 6.
4. ↑ Osvaldo Bayer diría que ―Roca fue implementando la esclavitud en el frente, lo
que aquella brillante Asamblea del año XIII había eliminado cuando declaró la
libertad de vientres, en todos los diarios de Buenos Aires, en 1879, se pueden ver
los avisos donde dice reparto de indios, recorran los diarios."
5. ↑ Osvaldo Bayer sostuvo que ―es increíble la forma como se repartió la tierra
después de la campaña del desierto, fíjense en el resultado que sacamos del Boletín
de la Sociedad Rural Argentina fundada en 1868, fíjense que entre 1876 y 1903, en
27 años, se otorgaron 41 787 000 hectáreas a 1843 terratenientes, vinculados
estrechamente por lazos económicos y familiares a los diferentes gobiernos que se
sucedieron en aquel período, principalmente a la familia Roca‖. Los documentos
que menciona dicen que ―sesenta y siete propietarios pasaron a ser dueños de seis
millones de hectáreas, entre ellos se destacaban veinticuatro de las familias llamadas
patricias, que recibieron entre 200 000 hectáreas (la familia Luro) y 2 500 000
obtenidas por la familia Martínez de Hoz, bisabuelo del que iba a ser ministro de
economía de los presidentes de facto José María Guido y Jorge Videla.
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94. ↑ «Cambian nombre de escuela "Julio Roca" acusado de genocida, por el de un
asesino». El Intransigente (28 de abril de 2011).
95. ↑ «El escritor Osvaldo Bayer dijo que "Julio Argentino Roca fue un genocida"».
Occidentes.
96. ↑ «Llega Osvaldo Bayer a desmonumentar a Julio Argentino Roca».
Barilochense.com: plataforma de comunicación colectiva (20 de mayo de
2010). «"Con Roca comenzó el dominio del latifundio, luego de que después del
exterminio de los pueblos del sur se repartieron 41 millones de hectáreas a 1843
terratenientes", comentó uno de los organizadores.».
Bibliografía
Garrido, Marcela F. et al. Julio Argentino Roca. Biografía visual 1843-1914.
Buenos Aires: Museo Roca - Instituto de Investigaciones Históricas, 2005. Texto
disponible en línea: http://www.museoroca.gov.ar/articulos/biogravi.pdf
Halperín Donghi, Tulio (ed.) Proyecto y construcción de una nación. Argentina
1846-1880. Caracas: Ed. Ayacucho, 1980.
Luna, Félix. Soy Roca. Buenos Aires: Sudamericana, 1994. ISBN 950-07-2628-9
Luna, Félix. La Época de Roca. Buenos Aires: Planeta, 1998.
Ramos, Jorge Abelardo. Del patriciado a la oligarquía - 1862-1904. BuenosAires:
Ed. Plus Ultra, 1971.
AA.VV. Roca 1843-1914. Buenos Aires: Academia Nacional de Historia. Serie
"Iconografías Argentinas". ISBN 987-21737-0-2
Gallo, Ezequiel y Cortés Conde, Roberto. "ARGENTINA. La república
conservadora" Buenos aires; EDITORIAL PAIDOS. COLECCIÓN DE HISTORIA
ARGENTINA: Dirigida por Tulio Halperin Donghi.
Véase también
Conquista del desierto, la operación militar en la actual Patagonia argentina.
Pacificación de la Araucanía, la operación militar en la actual Patagonia chilena.
Enlaces externos
Wikimedia Commons alberga contenido multimedia sobre Julio Argentino
Roca.
Wikiquote alberga frases célebres de o sobre Julio Argentino Roca.
Wikisource contiene obras originales de o sobre Julio Argentino Roca.
"Nicolás Avellaneda", biography por Felipe Pigna
"Consecuencias económicas de la Conquista del Desierto" - Universidad del CEMA
"Ocupación efectiva de la Región Patagónica por el gobierno argentino" -
Universidad del CEMA
"Campaña del Desierto" Olimpíadas Nacionales de Contenidos Educativos en
Internet
"La Guerra del Desierto", diferentes vistas por Juan José Cresto, Osvaldo Bayer et
al. - ElOrtiba.org
Entrevista a Diana Lenton y Walter Del Río
Soy Roca, por Félix Luna
Biografía de Roca por Felipe Pigna.
Primera y *segunda presidencias de Roca.
http://elortiba.org/guedes.html "La Guerra del Desierto", diferentes vistas por Juan
José Cresto, Osvaldo Bayer et al. -
http://www.museoroca.gov.ar Museo Nacional "Julio Argentino Roca"
Primera presidencia de Roca 1880-1886