Julio. Agosto de 1935. MEMORIAL EJERCITO DE CHILE memorial/1930-1939/1935/Julio_Agosto_1935.pdf ·...

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Julio. Agosto de 1935. MEMORIAL DEL EJERCITO DE CHILE Publicación bimestral Se publica bajo la Dirección del Estado Mayor del Ejército Oficinas: Moneda 1356— Teléf. Auto 85193 Año XXVIII. 2: Semestre SUMARIO: SECCION EDITORIAL Pág. 1. —El Adicto Militar de Francia. —La Dirección 2. —El Adicto Militar de España. —La Dirección 3. —El Mayor don Oscar Martínez Pérez. —Necrología SECCION GENERAL 4. —Al margen de "Años de decisión". —Por el Comandante Sr. Jorge Carmona 5. —El factor hombre en la guerra. —Por el Coronel Sr. Ramón D í a z . . 6. —Cuál sería la mejor forma de difundir el tiro ciudadano en el país. — Por el Mayor Sr. Víctor Molina 7. —El servicio de amunicionamiento según las doctrinas francesas. — Por el Cdte. Sr. Guillermo Barrios 8. —Ultimas actividades de la guerra del Chaco. —Sección Informaciones del Estado Mayor del Ejército SECCION LITERATURA MILITAR EXTRANJERA 9. —Reflexiones sobre el Jefe. —Traducción del Mayor Sr. Leopoldo Luarte 10. —Abastecimiento de agua en el desierto. —Traducido por el Capitán Sr. Guillermo Le-fort .... 555 557 559 561 571 587 593 635 639 657 (a la vuelta}

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Jul io . Agosto de 1935.

MEMORIALDEL

EJERCITO DE CHILEPublicación bimestral

Se publica bajo la Dirección del Estado Mayor del Ejército

Oficinas: Moneda 1356— Teléf. Auto 85193

Año XXVIII. 2: Semestre

SUMARIO:

SECCION EDITORIAL Pág.

1. —El Adicto Militar de Francia. —La Dirección2. —El Adicto Militar de España. —La Dirección3. —El Mayor don Oscar Martínez Pérez. —Necrología

SECCION GENERAL

4. —Al margen de "Años de decisión". —Por el Comandante Sr. JorgeCarmona

5. —El factor hombre en la guerra. —Por el Coronel Sr. Ramón D í a z . .6. —Cuál sería la mejor forma de difundir el tiro ciudadano en el país. —

Por el Mayor Sr. Víctor Molina7. —El servicio de amunicionamiento según las doctrinas francesas. —

Por el Cdte. Sr. Guillermo Barrios8. —Ultimas actividades de la guerra del Chaco. —Sección Informaciones

del Estado Mayor del Ejército

SECCION LITERATURA MILITAR EXTRANJERA

9. —Reflexiones sobre el Jefe. —Traducción del Mayor Sr. LeopoldoLuarte

10. —Abastecimiento de agua en el desierto. —Traducido por el CapitánSr. Guillermo Le-fort . . . .

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SUMARIO:(de la vuelta) pág-

11. —Infantería muy lenta. —Traducido por el Mayor Carlos Meirelles 67312. —El segundo plan de Schlieffen. —Traducción del Mayor Sr. Julio

Brownell 68313. —El órgano director de la Movilización Industrial. —Tomado del Me-

morial de Artillería de España 68714. —El armamento de los beligerantes en la guerra del Chaco. —Tomado

de la Revista Ejército, Marina y Aviación . * 70115. —Las enseñanzas más interesantes de la Guerra del Chaco. —Del Mi-

litar Wochemblatt 70916. —La sorpresa en la defensa. —Traducido del Schweizerische Militar-

zeitung 71317. —La Reichsluftschutzbund. —Traducción del Capitán Sr. Ernesto Me-

dina P 72518. —La Guerra Criptográfica. —Traducción del Capitán Sr. Guillermo Le-

fort 731

SECCION INFORMATIVA

19. —La instrucción táctica de la infantería en el Ejército ruso 743120. —¿Cómo puede el atacante vencer la resistencia del fuego enemigo? 74921. —Las transformaciones de la infantería 75322. —Bombardeo en picado vertical 75723. —Algo sobre mimetismo 76524. —Experiencia aérea en la revolución griega 77125. —Las diferentes armas en la guerra futura 77326. —Noticias diversas 777

MEMORIAL DEL EJERCITOAVISO

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Interior (por un año) $ 24. 00Interior (por un semestre) 12. 00Para los Alféreces y Suboficiales de Ejército:Por un año 12. 00Número suelto del año 4. 00Número atrasado 5. 00Extranjero 50. 00

El valor puede enviarse en sellos de correo chilenos de $ 0. 20o menores o por giro postal, letra o giro internacional, etc., a laDIRECCION DEL MEMORIAL DEL EJERCITO en el EstadoMayor del Ejército.

Advertencias

El Memorial publicará semestralmente una obra para la bi-blioteca del oficial a la cual tendrán derecho gratuitamente los.suscriptores del Ejército.

No se hace responsable de las ideas emitidas por los autoresbajo su firma.

Se ruega a los colaboradores que envíen sus trabajos antes del20 de cada mes. La publicación se hará, por regla general, según elorden de precedencia en que aquellos lleguen.

No se devuelven originales.. Rogamos se nos avise todo cambio de dirección y pedimos muy

encarecidamente que se nos indique cualquiera falta en la recepcióndel MEMORIAL, para remediarla en el acto.

Se hace presente la conveniencia que habría en remitir con ladebida oportunidad, las suscripciones a la Revista (enero y juniode cada año), - de acuerdo con la Orden Comando en Jefe Sec. I.N. ° 8, de 3. I. 934., (B|O. 2, pág. 62). Se formula esta petición,para saber con qué número de suscriptores se cuenta, y según ello,

hacer el tiraje correspondiente.

Comandante don Enrique Eugenio de Boyve(Adicto Militar de Francia)

Cinco campañas gloriosas, cinco citaciones en la Orden delDía con expresiones tan elogiosas que bastaría una de ellaspara ofrecerlo como un ejemplo de valor, de abnegación y deespíritu de sacrificio. Citaciones que realzan sus cualidadesbrillantes de combatiente y comandante, lo presentan como unJefe de élite en el glorioso Ejército francés.

Dieciseis condecoraciones cubren su pecho generoso. Cin-co veces voluntario para regresar al frente de batalla, ostentauna hoja de servicios admirable, cuya sucesión magnífica deantecedentes militares presenta la vida múltiple de este gransoldado francés.

Creemos que la mejor presentación que podemos hacer deél a nuestros camaradas, es ofrecerles una reproducción de sucitación en la Orden del Día del 10. ° Ejército, de fecha 20de Setiembre de 1916.

«Oficial del más alto mérito, pasado a petición suya delescalafón de Caballería al de Infantería con soberbios servi-cios profesionales (Campaña del Thibet (Misión d'Ollone), Al-geria, Marruecos). Gravemente herido como Oficial de Avia-ción, volvió al servicio en Cazadores a pie a pesar de la opi-nión de los médicos militares y dió pruebas de una bravura yde un coraje que maravillaron a su Batallón en el combate del6 de Setiembre de 1916. Encargado del mando de las ametra-lladoras, las condujo con una sangre fría y una tenacidad quetodos reconocen con admiración. Contribuyó en gran parte aléxito de la jornada».

Tal es la figura del Jefe que representa al Ejército francés.

La Dirección.

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Comandante don Emilio Fernández Martos(Adicto Militar de España)

Ha sido designado Adicto Militar de España en Chile eldistinguido Comandante don Emilio Fernández Martos.

Su carrera, señalada por una serie ininterrumpida de bri-llantes éxitos profesionales, lo coloca entre lo más selecto dela Oficialidad del glorioso Ejército español.

Nacido el 28 de Octubre de 1890, Cadete en la Escuela deInfantería en 1907, llega al grado que actualmente sirve enFebrero de 1930.

Fué profesor en los grados de Teniente y Capitán durante3 años y medio en la Academia General Militar (Escuela Mi-litar). Más tarde profesor durante 6 años y 8 meses en el Ba-tallón de Instrucción de la Escuela para Oficiales de Comple-mento.

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Forma parte del cuadro de Jefes diplomados en la espe-cialidad de carros de asalto.

Hizo la Campaña de Africa durante 1 año y 3 meses enel grado de Teniente.

Ha sido distinguido con las siguientes condecoraciones:Medalla Militar de Marruecos.Cruz Roja del Mérito Militar (por buen comportamiento

en hechos de armas).Cruz Blanca del Mérito Militar (por servicios como Pro-

fesor).Cruz de San Hermenegildo (por 25 años de servicios sin

nota de fealdad).Entusiasta admirador de las Repúblicas sudamericanas,

pertenece al grupo de Oficiales españoles que se interesan vi-vamente por un. acercamiento más efectivo entre España y lospaíses de habla española.

La Oficialidad del Ejército de Chile ofrecerá al nuevoseñor Adicto Militar la misma calurosa y cordial acogida quesiempre ha dispensado a los representantes del Ejército es-pañol.

La Dirección.

Mayor don Oscar Martínez Pérez(Fallecido el 6 de julio en Los Angeles)

Ocurrió en la alborada del 6 de Julio. En el instante mis-mo en que el corneta de guardia de su Regimiento anunciabala diana con la voz vibrante del bronce, el alma del Jefe volabahacia la Eternidad, desde donde el Destino le hacia, el pos-trero y fúnebre llamado.

El Mayor Martínez tenía 24 años de servicios. Cinco deellos como alumno do la vieja Escuela, cinco años plenos derecuerdos, cinco años que le daban todavía la visión de unCadete orgulloso de la alba cimera del casco que luciera enlas horas emocianadas en que la Escuela salía en formación.

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Más tarde, Teniente lleno de entusiasmo, ofrece todos losatributos de su espíritu a la profesión de la cual era ya un ex-ponehte distinguido. Oficial subalterno sin tacha, logra con-quistar el prestigio que le habrá de acompañar durante todasu vida militar.

Capitán en noviembre de 1925, es un profesional cuyasideas y orientaciones hacen escuela. La solidez de sus princi-pios, la amplitud de su preparación, la modalidad serena desu acción educadora, su noble experiencia y su reposada au-toridad, suavizaban todas las asperezas, y el ambiente a sulado era un remanzo de confianza, de afecto y de bondad.

Mayor en noviembre de 1932, revela todas las virtudes delJefe. Sus subalternos lo seguían con fe absoluta en sus condi-ciones de soldado, con la confianza de los que encuentran unapoyo en las vacilaciones del aprendizaje profesional y con lascertidumbres de los que se saben frente a un Maestro.

Sus camaradas encontraron en él un hermano generoso,siempre abierto y noblemente justo.

Su desaparecimiento importa al Ejército una pérdida do-lorosa. La Infantería, el Arma a la cual él ofrendara toda lareciedumbre de su alma de soldado, llora su pérdida porquelo sabía un virtuoso del trabajo y del cumplimiento del Deber.

La Dirección.

Al margen de "Años de decisión"Por el Comandante Sr. Jorge Carmona.

" E l mundo de los Estados de Occidente era, en' el siglo XVIII., un organismo de severo estilo tal' como las creaciones simultáneas de la gran música' y de las matemáticas. Fué forma noble, no sólo' en su manera de actuar, sino también en su men-' talidad. En todo dominaba una tradición antigua' y poderosa. Hubo nobles convenciones para el Go-' bierno, para la oposición, para las relaciones di-' plomáticas y bélicas de los estados entre sí; formas' nobles para aceptar la derrota, hacer exigencias' y concesiones en los tratados de paz. El honor ju-' gaba todavía un papel indiscutido. Todo sucedía' en forma ceremoniosa y cortés como en los due-' los".

Osvaldo Spengler (página 25).

Existe un prejuicio y es considerar a la Europa de antesde la Revolución Francesa, como una sociedad de estados re-gularmente constituida, en donde cada uno de ellos se con-ducía de acuerdo con principios reconocidos para todos, dondeel respeto al derecho establecido regía los arreglos y dictabalos tratados, donde la buena fe dirigía la ejecución y donde elsentimiento de solaridad de las monarquías, aseguraba con elmantenimiento del orden público, la duración de los compro-misos contraídos por los príncipes.

Una Europa en la cual los derechos de cada uno resultarande los deberes de todos, era una cosa tan ajena a los hombres

562 MEMORIAL DEL EJERCITO

de Estado de aquel régimen, que fué necesario una guerra deun cuarto de siglo para imponer esta noción y demostrar sunecesidad.

El Congreso de Viena y los que le siguieron, al tratar dedar a Europa una organización elemental, significaron un pro-greso y no un retroceso hacia el pasado.

Los hechos históricos del siglo XVIII nos dan una medidadel valor relativo de ciertos principios de derecho público acep-tados en ese entonces, como una resultante histórica y tradi-cional.

En ese derecho hay una noción fundamental que dominay rige toda la política y es la del «ESTADO», según el espí-ritu de Roma: Ser colectivo, dueño soberano y absoluto.

Este poder se encarnó en un príncipe o en un dictador aquien se atribuyó la autoridad omnipotente de la República.

El Cristianismo hizo originario de Dios este poder.Bossuet expresó: «Todo el Estado se encuentra en la per-

sona del Príncipe, en él está el poder y la voluntad de todo elpueblo ».

«Todo poder viene de Dios».Esta doctrina no distingue ni la forma ni la manera de

transmitirse el poder.Algunos fueron hereditarios, otros electivos.Entre el poder del Papa, del Emperador de Alemania y

del Rey de Polonia (efectivos), y el poder del Rey de Francia(hereditario) no había diferencia.

Cuando Napoleón, al ceñirse la corona de (Italia, pronun-ció la fórmula, sacramental: «Dios me la ha dado, cuidado dequien la toque», no se expuso a escandalizar a la vieja Europapues hablaba su lenguaje.

De ahí la importancia de velar los orígenes del poder.Todo prescribe en este derecho.El misterio por el cual el hecho se legitima, es de aquellos

que conviene substraer a las miradas.Pascal decía: «Es necesario que no se sienta la verdad de

la usurpación; ella se introdujo en otra época sin razón y hallegado a ser razonable, hay que hacerla mirar como auténtica,eterna y ocultar sus comienzos si no se quiere que acabe» yRetz, escribió.: «El derecho de los pueblos y el de las razasnunca se acuerdan tan bien como en el silencio», y Voltairedeclaraba sin provocar la censura de los cancilleres: «El tiem-po, la ocasión, las costumbres, la prescripción y la fuerza, ha-cen todos los derechos».

Este era el pensamiento de la Europa del siglo XVIII.La soberanía no llegaba a ser legítima para. los otros Es-

tados sino por el reconocimiento que ellos hacían.

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Este reconocimiento no implicaba ninguna condición so-bre el origen del poder.

Se admitía entre los estados la existencia de relacionesindependientes de la forma de Gobierno y do las revolucionesque los hubieren modificado.

En Europa existían todas las formas de gobierno y todoseran considerados igualmente legítimos.

La teocracia en los dominios de la Iglesia, la autocraciaen Rusia, el despotismo puro en Constantinopla, la monarquíaabsoluta en Francia, en España, en los Estados de la Casa doAustria, en Prusia, etc., la monarquía constitucional en Ingla-terra'; un imperio formado de Estados confederados en Ale-mania, repúblicas federales en las provincias unidas y en Sui-za; una república con un rey electivo en Polonia; en Venecia,Génova, Ragusa y las ciudades libres de Alemania, todas lasvariedades de gobierno republicano que había en la Edad Me-dia.

Cada pensador o legislador defendía su sistema; la gen-te de mundo pensaba desde mucho tiempo que lo más razo-nable era estimar aquella en donde se había nacido como la.mejor y someterse a ella.

Montesquieu practicaba esta máxima: «Yo soy un buenciudadano y en cualquier país en que hubiera nacido habríasido lo mismo. Yo soy un buen ciudadano porque amo el go-bierno en que he nacido».

La idea de atribuir. a una constitución dada una supe-rioridad absoluta sobre otras, o que podía existir una consti-tución ideal aplicable a todos los países y hacer de ella unabandera de propaganda, no entraba en los espíritus de loshombres de estado.

La razón de estado era omnipotente, tal como Roma lahabía practicado y enseñado al mundo: «Salus populis supre-ma lex est». •

En el siglo XVIII reina en todos los gobiernos este con-cepto; se le enseña a los jóvenes príncipes y a los futurosministros.

Biefeld, en las «Instituciones Políticas», dice:«En cualquiera situación que pueda encontrarse un estado,

el principio fundamental de la razón de estado permaneceinalterable. Este principio adoptado por todos los pueblos an-tiguos o modernos es que el bienestar del pueblo sea siemprela ley suprema».

El Conde Luis de Cobonzel, embajador de Austria enSan Petersburgo, escribía, en 1791: «Las grandes potenciasno deben conducirse sino de acuerdo con la razón de estado.

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El interés debe primar sobre toda especie de sentimiento, pormuy justo que él sea».

Siendo la razón de estado la regla, el engrandecimientopasa a ser el objeto de la política.

Catalina escribía: «El que no gana, p i e r d e . . . . ».La idea de grandeza del estado está íntimamente ligada

a la idea de extensión del estado.La expoliación, la conquista, son tan antiguas como la co-

dicia y ésta nació con la humanidad.Es esto lo que llevó a decir a Montesquieu: «El espíritu

de la Monarquía es la guerra y el engrandecimiento»,Fijado así el objetivo de la política es fácil deducir las

reglas de conducta.La Bruyére nos muestra un retrato acertado de la polí-

tica de ese tiempo:«El ministro o el plenipotenciario es un camaleón, es un

proteo. Se ayuda del tiempo, del sitio, de las ocasiones, de supoder o de su debilidad, del carácter de las naciones con quie-nes trata, del temperamento y del carácter de las personascon quienes negocia. Todas sus finalidades, todas sus máximasy todos los refinamientos de su política, tienden a un soloobjetivo, que es de no ser engañado y engañar a los demás... ».

Siendo la razón de Estado, la que dirige toda la política,el interés del Estado pasa a constituir toda la seguridad de loscompromisos. Es decir, no hay seguridad.

Federico, al comienzo de sus «Memorias», distingue cua-tro casos de romper las alianzas: la defección del aliado, lanecesidad de prevenirla, la fuerza mayor y la insuficiencia demedios.

En 1741, M. Mandant escribía: «En hechos de política yde intereses no hay ni reconocimiento ni tratados que se man-tengan; es la fuerza o el interés quien hace los tratados y esla fuerza o el interés quien los r o m p e » . ,

D'Argenson decía: «Los sentimientos de los príncipes de-penden de sus intereses».

La guerra de sucesión de Austria es un hecho histórico quemuestra las costumbres políticas de ese tiempo.

A pagar de todas las precauciones tomadas por Carlos• VI para asegurar el trono de María Teresa y del reconocimiento

hecho expresamente por todas, las potencias, al día siguientede su muerte se vió a todos los príncipes que habían renuncia-do a su herencia, romper con su firma, faltar a su palabra yunirse para repartirse los despojos.

Jamás la razón de estado había sido opuesta con mayorimpudicia a las más elementales leyes del honor y la justicia.

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El Conde de Segur dice en 1824: «Lo que dice Favier dela poca solidez de los tratados, y de la mala fe del gabinetede Viena, es muy cierto; pero desgraciadamente la historiaprueba que esta verdad es aplicable a todos los gabinetes deEuropa».

Biefeld dice: «En materia de política hay que desenga-ñarse de las ideas especulativas que el vulgo se forma sobrela justicia, la moderación y las otras virtudes de las nacionesy sus conductores. Todo se reduce finalmente al poderío».

Los cínicos declaran crudamente que el fin justifica losmedios y les prudentes se ven obligados a constatar que, sibien él no los justifica, por lo menos los hace olvidar.

Es así como se entiende hasta el honor.La guerra es el gran instrumento, el agente supremo de la

razón de estado y se la considera justa, desde el instante mismoen que se la juzga necesaria.

Si se tiene por legítimo hacer la guerra, a fin de prevenirun peligro, se juzga necesario precipitar su comienzo, a fin desorprender al enemigo para desbaratar sus planes.

Federico emprendió con audacia y ejecutó con suerte loque sus contemporáneos meditaron sin atreverse, o tentaronsin éxito.

En 1755 los ingleses atacaron en el mar, de improviso ysin declaración de guerra, a los franceses.

Toda la gestación diplomática anterior a la guerra de sieteaños, no es sino una aplicación de las costumbres diplomáti-cas de la época.

Los estados no conocían otro juez que ellos mismos yotras leyes que sus intereses.

Alrededor de este principio se desarrollan finalidades mo-mentáneas de la política que tiende a esta fin y ellas son lasque producen los equilibrios relativos entre las naciones y losgrupos de naciones y los desmembramientos o reparticiones,cuyo ejemplo más cínico es el reparto de Polonia.

Si existe poco escrúpulo en dividir los estados y en des-pojar a los soberanos, no existe más que para cambiar losreinos y desplazar las dinastías.

Nada hay más inestable que el estado de posesión enEuropa durante el siglo XVIII.

El siglo XVIII no presenta sino una serie de príncipes quese disputan sus títulos, se despojan, se expulsan y tratan deaniquilarse. '

Pero el destierro es poca cosa, hay aún extremos peores.Nos sorprendemos de lo poco que significó para Europa la

muerte de Luis XVI y de María Antonieta, de la tibieza, de la

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indignación, de la mediocridad, del duelo, de la rapidez delolvido, de la facilidad del acuerdo que se estableció desde quela revolución se afianzó.

Se vió en 1798 un regicida como embajador en Berlín, unsegundo en Nápoles y otros tres acreditados sucesivamente anteel Santo Imperio.

La sobrina de María Antonieta encontró algunos de losmás famosos agrupados en torno de su trono.

Los casos de María Estuardo y Carlos I fueron antece-dentes históricos ya incorporados a la tradición de los Estados.

En el siglo XVIII, la razón de Estado no tiene la conci-sión del siglo XVII, ella discute, diserta y busca el sofismaelegante.

En 1718, el Zar Pedro hace decapitar a su hijo por crimende Estado.

En 1742, Elizabeht Pretrowna subleva a los soldados ru-sos, marcha a su cabeza, invade el palacio, mata en prisión ala regente y hace encerrar al pequeño Zar de dos años en unafortaleza en donde languidece 23 años hasta morir.

En 1762, una princesa de Alemania, casada con Pedro III.,complota para destronarlo. El Zar es detenido, golpeado y ase-sinado en su prisión.

Los diplomáticos dan cuenta del hecho, como la cosa másnatural; no se escandalizan ni se conmueven y hay algunosque se felicitan; son los que creen sacar partido del cambio.

Los soberanos no se condujeron de diferente manera quelos diplomáticos, ante los atentados contra los soberanos.

Esta conducta es lo que explica la actitud de los gobiernosante los atentados contra la soberanía.

«La revolución en sí, considerada como el trastorno nor-mal de las sociedades, era un concepto tan ajeno a los hom-bres de estado del antiguo régimen, como el de una legitimidaddinástica considerada como el principio inmutable y absolutode la soberanía».

En el siglo XVII todos los gobiernos, cualquiera que fuesesu forma, fomentaron los trastornos y la anarquía en los otrospaíses de la Europa.

Carlos I luchaba por las prerrogativas reales; la monar-quía francesa sostenía en la misma época el mismo combate;sin embargo, en 1637 el Embagador de Luis XIII en Londresescribía: «La situación parece muy favorable para molestaral Rey de Inglaterra». Richelieu lo hizo y Mazarino continuóesa política. Sus agentes en 1644 tenían como instruccionesenredarlo todo y luego después se vió al Rey «muy cristiano»aliado a una república protestante y regicida y se vió a esta,

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república hacer la guerra al único estado del continente quetenía la misma religión y la misma forma de gobierno: LaHolanda.

El siglo XVIII fué análogo.Se hizo muchas revoluciones y entre todas ellas no hubo

ningún lazo como no hubo ninguna relación entre la forma delos gobiernos y la actitud que ellos tuvieron entre sí en estos pe-ríodos de crisis.

Cada uno sólo persiguió su interés inmediato y los pro-cedimientos de la política cambiaron según las circunstancias.

Respecto a Inglaterra, cuyo estado convulsionado era co-nocido de la Europa, M. de Choiseul escribía: «Nosotros noestamos apurados de ver un ministerio sólido en Inglaterra.Espero que la anarquía no termine pronto. Querría que demo-rara un siglo».

En 1762, Luis XV, cuya situación no era muy clara, de-cía a su Embajador: «Todo lo que pueda llevarla al caos ysumergirla en la obscuridad, es ventajoso para mis intereses».

Polonia era una continuación de las costumbres feudalesde la Edad Media y los gobiernos de Berlín, Viena y San Pe-tefsburgo, sólo se preocupaban de fomentar esta anarquía yobstaculizar toda reforma que fortificara el Estado.

En 1764 y en 1769, Catalina y Federico se comprometie-ron a oponerse al restablecimiento de la soberanía en Sueciay, cuando Gustavo III pretendió restablecerla, Francia, quenecesitaba un aliado en el Norte, lo ayudó.

Este príncipe, que restableció el poder real, tuvo que jus-tificarse y excusarse ante los príncipes sus vecinos.

Se vió a Francia, en el espacio de algunos años, sosteneren Suecia y Polonia a la realeza contra la aristocracia, en Ru-sia a la aristocracia contra la realeza y en Génova combatir ála democracia que defendía en América.

En 1787 estallaron trastornos revolucionarios en los PaísesBajos Austríacos y en la República de las Provincias Unidasen Bélgica y Holanda.

En Bélgica, la aristocracia apoyada por el clero católicoreclamaba el mantenimiento de las antiguas franquicias ame-nazadas por el gobierno centralizado de José II.

En Holanda, los demócratas y los patriotas se armabancontra el Statuder que pretendía una especie de dictadura.

En uno y otro país los pueblos defendían sus libertadesnacionales y los príncipes pretendían el poder absoluto.

La Francia sostuvo débilmente en Bélgica y abiertamenteen Holanda el partido de las libertades, es decir, el partido queella había combatido en Suecia.

AL MARGEN DE "AÑOS DE DECISION"

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La Inglaterra, que acababa de combatir en América a sussúbitos rebeldes, favoreció a los belgas insurrectos contra elAustria; pero tomó enérgicamente el partido del Statuder con-tra los patriotas holandeses.

En todo el siglo XVIII sólo se forma una liga entre lascoronas y ésta se forma contra el poder real: La liga de laspotencias del Norte contra la Polonia y la Suecia.

A través de la historia del, siglo XVIII se vé que lo másextraño a sus hábitos y costumbres habría sido una coalición,fundada sobre el derecho público, para la defensa de este de-recho.

«Una Santa Alianza, antes de 1789, es una verdadero pa-radoja histórica».

La diplomacia es la expresión de las costumbres políticas.Los diplomáticos del siglo XVIII forman dentro de la so-

ciedad más brillante de la Europa, un grupo especialmenteesquisito y refinado.

Pero no se trata del sprit, de la forma o del lenguaje;hay que conocer el fondo, o sea, los objetivos y los actos.

Las negociaciones aparecen como una intriga superior. Esel fruto de este acto sutil.

La razón de estado reina; pero las pasiones gobiernan ypor medio de ellas se conduce a los hombres.

La política no vive de otra cosa.La vieja Europa no tiene escrúpulo y no se sonroja por

falta de delicadeza.En la época de Luis XV, María Teresa no vacila en bus-

car a Madame Pompadour, «quien era la depositaría de lossecretos del Rey» cuya alianza se quería obtener.

Algunos años después encargó a la Dubarry de guiar a suhija de 17 años que acababa de casarse con el Delfín.

Así como hay queridas en Versailles, hay favoritos enSan Petersburgo y a ellos se les gana con las mismas bajezas..

Dar una querida al Rey, un amante a la reina, a la em-peratriz o aún a la princesa real, mujer del presunto heredero,es uno de los artificios preferidos de la diplomacia.

Al comenzar la revolución francesa, Thugut, que habíasido internuncio en Constantinopla y que estaba llamado adirigir la política austríaca, percibía desde 1768 una pensióndel Rey de Francia.

En 1763 y 1766, las dietas de Suecia costaron a Francia1. 400. 000, y 1. 800. 000.

En 1773, el ministro ruso Panine propone a sus asociadosde Viena formar una caja para las operaciones comunes.

AL MARGEN DE "AÑOS DE DECISION "

Pero el mercado por excelencia es la dieta electoral delSanto Imperio.

En 1741, cuando se trata de hacer un emperador con unbávaro, Belle Isle, sube las ofertas.

El procedimiento se aplica también a los cónclaves.El rubro de los fondos secretos y de las pensiones ocupa

un lugar permanente e importante en el presupuesto de lascancillerías.

Como si las cábalas de la diplomacia oficial no fuesen su-ficientes y hubiera aún más corrupción e hipocresía que ex-plotar, se dobló esta diplomacia por una diplomacia secreta,que hizo de la historia de las negociaciones de ese siglo unverdadero laberinto.

La Europa estuvo inundada de agentes secretos, actividadque1 llegó a ser un empleo codiciado.

Voltaire, Diderot, Grimm, Dumouriez, etc., la practicaron.«El Gabinete Negro» fué una institución de estado.El robo y la interceptación de las comunicaciones fué

un arte.Las comunicaciones secretas y diplomáticas no tenían nin-

guna seguridad; los correos desaparecían frecuentemente yera indispensable cifrar los despachos.

El siglo XVIII no hizo sino que continuar la tradición ydesarrollar los abusos de la «costumbre.

Federico llegó al extremo del procedimiento de investiga-ciones por «interceptaciones*. Sospechando en 1756 que setramaba un complot en contra de él y que la prueba se en-contraba en Dresde, ocupó esta ciudad sin declaración de gue-rra y se apoderó de los archivos.

En esta época, es la carrera de las armas la única queconserva sus principios da nobleza y que exige del hombre lasmás altas virtudes de que es capaz.

Ella conservó las mismas tradiciones en todos los paísesde la Europa.

Las guerras fueron violentas sin ser conflictos de raza;pero no tuvieron el encarnizamiento de las luchas de naciones.

Se vió un gran número de oficiales pasar del servicio deun Estado al servicio de otro, con toda lealtad y sin encontraren ello lo más mínimo de censurable.

La mayor parte de los refinados del siglo XVIII disertanelegantemente sobre la humanidad; pero son muy pocos los«humanos ».

La sensibilidad es pura moda, en el fondo conservan todala rudeza del siglo precedente; de otra manera no se explica-ría ni el heroísmo ni la violencia de las guerras de la Revo-

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lución y del Imperio. Esta violencia se vió en todos los ejér-citos y el manifiesto del Duque de Brunswick lo demuestra.

Las guerras del siglo. XVII son siniestras, los soldados semuestran brutales y los ejércitos confusos e indisciplinados.

La guerra debe alimentar a la, guerra.Se requisiciona hasta el exceso, se vacían los tesoros, aún

los de las iglesias y a ésto se agrega el pillaje, las violacionesy el incendio. Estos son los medios seguros de activar el pagode los impuestos.

Louvois, el ejecutor implacable de esta forma de guerra,sólo fué su regularizador y aplicó con método las costumbresestablecidas y los procedimientos que sus contemporáneos apli-caban confusamente.

El siglo XVIII sólo siguió las costumbres del siglo XVII.La guerra de siete años sobrepasó en atrocidades a todas

las precedentes.El 16-XII-1788, los rusos dieron el asalto de la ciudad

de Otchakof y, de los 20. 000 turcos que guarnecían la plaza,mataron a 10. 000, la ciudad fué saqueada, el pillaje duró tresdías y fueron masacrados más de 6. 000 habitantes.

Tales fueron las costumbres del siglo XV11I.Dos episodios las resumen: la guerra de Sucesión de Aus-

tria y el reparto de Polonia.La primera muestra el respeto que existía por los com-

promisos entre los Estados y la segunda el que existía por lossoberanos establecidos.

Estos actos inicuos fueron su testamento.El antiguo régimen había llegado a esa situación equívoca

en donde el derecho desnaturalizado degenera en abuso.La razón de Estado como principio y fin, la intriga como

medio y la fuerza como ley, he allí ese siglo.Y es éste el siglo del cual Spengler invoca las nobles con-

venciones para el Gobierno, para la oposición y para las rela-ciones diplomáticas y b é l i c a s . . . . formas nobles para aceptarla derrota. . . .

Es ese siglo XVIII que preparó la, revolución francesa, elsiglo admirable para el autor.

El Factor Hombre en la Guerra

Por el Coronel Sr. Ramón Díaz

Este trabajo, cuyas ideas han sido tomadas de las siguientesobras:

"Estudios sobre el combate", de Ardant du Picq."El Ejército a través de las edades", de Alberto Vandal."Lo que todo jefe debe saber", del Coronel Lucas."La Guerra", del Coronel Ortiz Wormald, tiene por objeto

estudiar al factor primero de la guerra: al hombre, que es el anima-dor y actor principal de ese gran drama que es la guerra, cuya solaenunciación contrista nuestros espíritus; pero que hoy como ayer ycomo mañana, rodará su carro exterminador por sobre el Universo,nó como un sentimiento carnicero, nó como una manifestación de épo-cas de barbarie, sino como una Ley biológica e inmutable en la lu-cha imperecedera de fuerzas e intereses que se chocan.

El general, el jefe, para poder usar este delicadísimo instru-mento que es el hombre, es necesario que lo conozca a fondo, porquede su buen empleo y de su valer dependerá el éxito, A pesar de queel valer militar de cada individuo es diferente, es susceptible de serestudiado en el conjunto, es decir, con respecto a las causas suscepti-bles de hacerlo variar y que son:

I. —(El estado moral del combatiente.II. —Los recursos naturales de la raza a la cual pertenece (cua-

lidades y defectos más sobresalientes del soldado chileno).III . —La educación militar que ha recibido, o sea la influencia

de las instituciones militares.Examinaremos sucesivamente cada uno de estos puntos:

M. del E. 2.

572 MEMORIAL DEL EJERCITO

I. —Estado moral del combatiente.

La tropa es una muchedumbre organizada; es un ser vivo quecomprende: un cerebro, que reside en la voluntad del jefe que re-suelve y dá órdenes, un sistema nervioso, compuesto por los cuadrosque transmiten las órdenes y las hacen ejecutar y por fin los múscu-los, que son los soldados. La tropa es accesible al razonamiento, poseelos sentimientos y cualidades de la. muchedumbre: el sentimiento dela fuerza, entusiasmo, espíritu de sacrificio y de abnegación; peroposee además, otras cualidades que le son propias y que provienende su instrucción y de su educación militar: la disciplina, la solida-ridad y la confianza en sus camaradas y en sus jefes.

Para darse cuenta del estado moral del hombre frente al peli-gro', es necesario tomarlo en su cuadro normal, en medio de sus ca-maradas, formando parte de una tropa y en la acción bajo el fuego,allí donde se muestra tal cual es, con sus grandezas y sus heroís-mos, como en sus momentos de debilidad y de abatimiento.

El aspecto psicológico del combate aparece netamente diseñadocuando se tiene un conocimiento preciso de las reacciones que pro-duce la lucha sobre el organismo humano. Al respecto Ardant duPicq, dice:

" E l combate es el fin que persiguen los ejércitos, el hombre esel instrumento principal del combate; no puede hacerse nada sa-biamente organizado, ni constituido ni ordenado en un ejército, sinel conocimiento exacto del instrumento primero, el hambre, y de suestado moral en ese instante definitivo, el Combate; los términos:constitución, organización, disciplina, táctica, etc., que se enlazany completan como los dedos de una mano, serían palabras huecas ysin sentido, sin el hombre que les da vida y las anima".

"El corazón humano", para emplear la palabra del Mariscalde Saxe", es el punto de partida de todas las cosas en la guerra; paraconocer ésta, hay que estudiar aquél".

Los párrafos anteriores nos muestran cómo buscando por todoslos medios de asegurar la victoria, suprimiendo la casualidad en lalucha, no teniendo otro fin que aniquilar al enemigo, quedamos no-sotros en pie. Ardant du Picq, siguiendo su idea, concluye:

"El hombre tiene horror a la muerte. En las almas escogidasy superiores, un gran deber que ellas solas pueden comprender ycumplir, las ¡hace a veces marchar hacia adelante; pero la masa casisiempre retrocede a la vista del fantasma de la muerte. El comba-tiente es de carne y hueso, es cuerpo y alma, y por muy fuerte queésta sea, casi siempre tendrá que luchar duramente para dominar ala carne que se rebela y al espíritu que se turba ante la destrucción".

"El hombre es un ser nervioso, impresionable, emotivo, etc.,en el cual, el instinto de conservación domina en ciertos momentostodos los sentimientos".

EL FACTOR HOMBRE EN LA GÜERRA 573

El horror a la muerte que siente el soldado frente al peligro,se traduce por el miedo que es propiamente hablando un verda-dero enemigo.

Todos los medios puestos en acción en el combate obran, en efec-to, sobre él por las reacciones morales que provocan los efectos delfuego, la habilidad en las maniobras o movimientos envolventes, lasorpresa, etc. Todas tienden a paralizar sus esfuerzos y a obligarloa confesarse vencido antes que él haya agotado sus medios de acción.

Sigamos, pues, al soldado, en este caso al infante, en las etapassucesivas que se le presentan cuando marcha hacia el combate.

Antes de entrar en acción, cuando ya no es posible dudar que lahora decisiva se acerca, algunos buscan la manera de escapar sinque lo noten; bajo pretextos los más variados abandonan la unidada la cual pertenecen quedándose atrás.

Estos son los cobardes, que ni aún ensayan dominar su apre-hensión o su miedo al peligro. Felizmente están en minoría y una vi-gilancia activa de parte de los jefes los hace continuar en su puesto.

Pasemos ahora al momento en que se producen las primerasmanifestaciones del fuego, cuando la tropa penetra en la zona dondeestallan los primeros proyectiles de artillería, que advierten al sol-dado que está en peligro y sus impresiones se manifiestan por unsilencio profundo. Algunos tratan o intentan detenerse para socorrera un herido o bien tomarle sus cartuchos. Sin embargo, todavía elcombatiente está atento a las órdenes de sus jefes y preocupado deir siempre adelante. Al contrario, en las reservas mantenidas in-móviles bajo el fuego, el abandono de las filas tiende a propagarsemás fácilmente, si no es contrarrestado por una vigilancia estrictay una férrea disciplina.

Por fin, cuando entra realmente en el combate, cuando se en-cuentra bajo una lluvia de balas y de proyectiles de artillería, enmedio de este peligro siente disminuir su ardor; se impresiona porlos vacíos que se producen a su alrededor y por la visión del campode batalla; esa zona muerta que hay que atravesar bajo la impre-sión de los gritos de los heridos y los estertores de los moribundos,el silbido de las balas, el crepitar de, las ametralladoras, el estallidode los obuses, los incendios, etc., etc. Todos estos horrores se los había,imaginado, pero cuan lejos de la realidad estaba; de ahí que no pue-da escaparse a la influencia del miedo. Si no llega a dominarse estáperdido, incapaz de reflexionar y sin saber lo que hace.

En efecto, el miedo produce en el hombre a la vez que una ac-ción moral, una acción física, resultante del ambiente nuevo en elcual penetra.

La acción moral que el miedo engendra en esta lucha interiorentre la voluntad y el instinto, de la cual salen generalmente victo-riosos aquellos hombres de temple superior que sienten un verdaderoculto por la misión sagrada que les ha sido encomendada. Pero hayque dejar constancia que es bien raro que se pueda escapar a estaacción moral del miedo, por lo menos la primera vez que se encuen-tra frente a ella. Respecto a ésto Legouvé dice:

'' La lacheté es de la peur consentie; le courage, de la peur vain-eue". ("La cobardía es por el miedo inducida (consentida), el valorpor el miedo vencido").

La acción física del miedo es muy otra, no alcanza sino que aciertos temperamentos. En esta prueba terrible que es el combatedonde la muerte está en el aire, invisible y ciega, con su hálito pa-voroso que hace doblar la cerviz, donde la batahola, el humo y elpolvo hacen pensar en el infierno, las naturalezas sensibles, impre-sionables, nerviosas, ¡se aturden rápidamente. Si ellas no encuentranen la voluntad del Jefe o en el ejemplo de sus camaradas el sóloremedio a ese mal tan violento, ellas sucumben, por lo menos mo-mentáneamente.

"El miedo, dice el General Daudignac, se manifiesta entoncespor dos grandes series de fenómenos; en unos temblor o agitaciónextremas, en otros anonadamiento completo; éste es el caso más nu-meroso ".

Por otra parte se nota que, bajo la influencia del miedo, elorganismo se contrae, el rostro palidece, los ojos se enturbian, lagarganta se cierra, la respiración se vuelve jadeante, el corazón latecon palpitaciones de tal rapidez que parece que se va a romper, laboca se reseca. Resulta un verdadero sufrimiento físico ocasionadopor la continuidad del esfuerzo que se traduce especialmente poruna gran sed. La sed del campo de batalla es para muchos algo tanatroz que en presencia de ella se borran todos los otros sufrimientos,aún el del hambre.

Pero no todos los hombres sucumben a la acción del miedo y lasguerras nos han demostrado palpablemente que están en mayornúmero los que se sobreponen y lo vencen. No quiere decir que éstosvalientes sean inaccesibles a él, nó; lo que hay es que saben dominarsus nervios y enrielar su voluntad — Turenne decía al respecto ha-blándose a sí mismo, al entrar en acción: "Tiemblas Carcassa, perotemblarías más aún si supieras donde te voy a llevar dentro de unmomento".

Se encuentra comunmente al lado de los miedosos un númeroconsiderable de hombres que conservan su calma, su sangre fría, supresencia de espíritu y cuyo ejemplo ejerce una gran influencia ensus vecinos. Este benéfico ejemplo trae como consecuencia que losmiedosos vuelvan en sí y dan pruebas en algunas ocasiones de unvalor heroico.

574 MEMORIAL DEL EJERCITO

EL FACTOR "HOMBRE EN LA GUERRA 575

En este período del combate «1 soldado no avanza sino que len-tamente, difícilmente; cada vez que puede se tiende no importa don-de; pero allí donde se cree a cubierto aunque sea sólo contra la vista,siente la necesidad de buscar apoyo cerca de sus camaradas, dejuntarse, agruparse, figurándose que mientras más grande es el nú-mero que corre el peligro, más grandes son para cada uno las pro-babilidades de escapar. Existen, pues, dos graves peligros que hayque combatir: 1º '' el de los que se quedan detenidos, adheridos alsuelo, y 2º el de los que se agrupan en masa.

Por último llegamos al momento decisivo del asalto. Los hom-bres que han atravesado por las pruebas precedentes pueden serconsiderados como valientes, resueltos y de buena y firme voluntady dan la impresión que en sus filas se respira la intrepidez y la au-dacia.

Sin embargo, durante este período, el combatiente se da cuen-ta a cada paso de que " la carne atrae al plomo'', el soldado no tienemás que una idea: terminar lo más pronto. Entonces, forzosamente,invenciblemente trata, o bien de escapar o bien de lanzarse haciaadelante.

Entre estas dos cosas no cabe la menor duda, hay que aprove-char ese impulso hacia adelante y sacarle provecho con mucha ra-pidez, pues, por corta que sea la distancia que lo separa del enemigo,existe el instinto que le grita: ¡ no avances! De allí que el impulsode arrojarse hacia adelante lo haga un gran número de combatienteacon prudencia, dejando pasar a los más impulsivos, a los más intré-pidos y el grupo o agrupación de combate es mucho menos compactoa medida que se acerca al enemigo.

En la guerra de movimiento, en campo raso, en el combate deencuentro, cuando las infanterías no tienen tiempo ninguna de lasdos para atrincherarse, el choque y el desórden consecutivo al asaltose produce muy raramente, y es que el hombre no teme al hombre:teme mucho más a la fatalidad.

La presión moral del peligro es demasiado fuerte para esperarlo,de allí que se vaya a su encuentro (un miedo mayor vence a otromenor); el enemigo por su parte experimenta las mismas sensacionesy cuando ve al adversario tan cerca siente también esos dos impul-sos: arrojarse sobre él o huir, vence el más fuerte de éstos y general-mente uno de los adversarios da vuelta la espalda. Ardant du Picqdice al respecto: "entre dos impulsos morales y entre fuerzas dife-rentes jamás se encuentran dos resoluciones iguales cara a cara".

En la guerra de posiciones, al contrario, el asalto lleva fatal-mente al combate cuerpo a cuerpo, porque el defensor está general-mente obligado a sufrirlo, pues se encuentra, o bien imposibilitadopara huir o bien es sorprendido. El empleo intensivo de la fortifi-cación trae por consecuencia que sea el asalto y el combatecuerpo a acuerpo la acción principal y habitual del combate de la

576 MEMORIAL DEL EJERCITO

infantería. Al respecto, dice el Capitán Laffargue, que hizo la úl-tima gran guerra: '' el asalto es asesino, extremadamente asesino; esuna lucha implacable donde es preciso que uno u otro caiga y dondelas armas automáticas no destruidas siegan filas y más filas de pe-,chos descubiertos''.

Tales son en su conjunto y en síntesis las duras pruebas a lascuales está sometido el combatiente que ve el fuego por primera vezy sucede que muchas veces no sale Victorioso. La moral de una tropano aguerrida puede ser quebrantada en los primeros encuentros,pero la segunda o tercera vez es mucho menos sensible a la accióndel miedo, se puede decir con propiedad que se acoraza en contrade él

La vida de trincheras por tal motivo es una excelente escuela,allí el infante aprende a despreciar el peligro y se prepara en ciertamedida para el gran día del ataque. El hábito del peligro lo poneindiferente, fatalista, temerario. Ha escapado tantas veces a la muer-te que no se preocupa ya de ella.

El Comandante Lachevre dice, al hablar de la última gran gue-rra: "La larga duración de la guerra no engendró en nuestro sol-dado ni desaliento ni descontento, sino que una especie de fatalis-mo que, en ciertos caracteres, tomó la forma de una indiferencia,una apatía que fué creciendo con las mil contingencias de la vidacuotidiana. En resumen, lo que pretendía era que se le dejase tran-quilo y que todo le cayera del cielo".

Nuestra reglamentación, tomando en cuenta siempre que nues-tras guerras serán de movimiento dice, al hablar de la persecución,lo siguiente: "Los Comandantes subalternos emprenderán la perse-cución del enemigo batido tan pronto como éste retroceda, sin espe-rar órdenes y sin tomar en cuenta el cansancio de la tropa, etc.,etc. ". Estos principios en realidad son muy sabios por las razonesque vienen a continuación:

1. ' Porque por muy aguerrido que sea el soldado, el combate esuna prueba que casi aniquila al individuo.

2. " Porque la provisión de energía se gasta muy luego y se re-hace muy lentamente.

Luego, hay que aprovechar el primer impulso hacia adelante ymantenerlo a toda costa.

El desgaste que produce el combate es a la vez físico y nervio-so. El desgaste físico se rehace pronto con buena alimentación, conalgunos días de descanso; pero en cuanto al desgaste nervioso, lascélulas nerviosas se rehacen con mucha lentitud; por lo tanto hayque aprovechar ese primer impulso de que hemos hablado, en sugrado máximo, porque después, forzosamente, tendremos que darlodescanso para que se reponga tanto física como moralmente.

Resumiendo esta corta exposición podemos decir con toda pro-piedad, que la guerra moderna exige del combatiente una moral muy

EL FACTOR HOMBRE EN LA GUERRA 577

elevada, y aunque nosotros no hayamos hecho una guerra, nuestraimaginación puesta en juego nos lleva sin quererlo a no poder rete-ner nuestra admiración por el hombre que se lanza al asalto. Si unopiensa que este hombre ha tenido muy a menudo largas horas parareflexionar, para calcular las posibilidades de vida o muerte que sele presentarán, hay que convenir que el que tal hace, tiene una granfuerza de voluntad y denota un valor moral de primer orden.

II. —Cualidades y defectos más sobresalientes del soldado chileno.

Una nación militar y una nación guerrera son dos cosas dife-rentes. El soldado chileno es guerrero por organización, por instinto,y, en cambio, es cada día menos militar.

El primer punto se explica fácilmente, es una cuestión racialy de clima. Racial porque es descendiente de español y de araucano,de aquellos españoles del Siglo de Oro en todo orden de cosas, de lagran España de Carlos V. y de Felipe II., guerreros por excelencia,que vinieron a Chile no tanto por codicia sino que más bien por elafán de aventuras bélicas. Descendientes también de' aquellos arau-canos nunca domados, cantados por Alonso de Ercilla y Pedro deOña, que aún medio siglo después de haber obtenido Chile su inde-pendencia, seguían luchando con los mismos chilenos, hasta que elplomo y el alcohol los diezmó.

De ahí su espíritu guerrero.El 2º punto: que cada día se pone menos militar. Un largo

período de paz, la prédica incesante de teorías comunistas, lo llevaa buscar un bienestar exagerado, una libertad y una igualdad queél querría absolutas, se aleja de día en día de las virtudes destina-das a aumentar su valer militar. Pero ante el imperio de un peligroque amenaza la Patria, se ven reaparecer en él todas las antiguascualidades que le dieron su reputación en Sud-América.

El chileno es, en general, buen soldado, buen tirador, sin fal-tarle cierta malicia e inteligencia; lo que no comprende lo adivina;es astuto y atrevido. Por naturaleza es valiente y fanfarrón. El re-sorte es bueno, se trata sólo de aceitarlo.

A pesar de estas buenas cualidades, debemos confesar que eldesarrollo de la instrucción en Chile, dada por maestros de tenden-cias extremas, la lectura de diarios o periódicos con sus prédicasincendiarias, no le han enseñado la reflexión sino más bien la discu-sión, ya sea en asuntos civiles o en cuestiones militares. Agréguesea ésto los largos años de paz que lo han vuelto más difícil de mane-jar que antaño.

La primera de las cualidades que encontramos en él es la ener-gía tan necesaria en el combatiente, que a mi juicio es la base detodo acto militar, pues ella vivifica las virtudes guerreras, el valor,el espíritu de sacrificio, la solidaridad, etc,

578 MEMORIAL DEL EJERCITO

Es inteligente, ello se nota en que descubre instintivamentelos medios y se adapta al fin.

Es diestro, pues se aprovecha de todas las circunstancias quele son favorables.

Es alegre, espiritual y de buen humor, lo que lo ayuda a soportarlas fatigas y aún las pruebas más difíciles del combate.

Tiene gran amor propio, esta cualidad lo lleva a veces hasta latemeridad (el miedo al ridículo hace de individuos cobardes, héroes),esta cualidad lo impulsa a distinguirse, a hacer algo mejor que losotros, especialmente cuando se siente observado.

El amor propio ejerce a mi juicio en la carrera de las armasun poder inmenso, se puede decir que es el que le da la vida. Unejército compuesto por hombres sin amor propio no valdría nada;si los 'chilenos son buenos soldados es parque están saturados deamor propio.

'Tiene bastante iniciativa; esto se vió en la guerra del 79, enla cual los individuos aprovechaban en forma maravillosa el terreno.

Posee el valor puro y simple y otras vetees el sugerido por eljefe o por la perspectiva de la gloria (nuestra historia militar estárepleta de estos" ejemplos: Combate de Iquique, la Concepción, etc. ).

Abnegación y lealtad hacia el jefe con tal que le sea simpáticoy que se preocupe de sus intereses. Respecto a ésto dice el GeneralMorand lo siguiente, que nos viene muy bien saberlo:

"Feliz el General que sabe comandar, pues puede intentarlotodo y esperarlo todo.. Si su alma es noble y ardiente como la de.sus soldados.; si su corazón y sus sentimientos están de acuerdo conlos de ellos, él puede dispensarse de contar a los que le siguen,puede marchar sin temor hacia el enemigo, por poco numerosa quesea su tropa; su aspecto, su gesto, el sonido de su voz valdrán pormuchos batallones y el entusiasmo que exitará su sóla presencia osu nombre, llevará el desorden a las filas enemigas, seguramentemucho mejor que las baterías mejor servidas".

Es, impetuoso e impulsivo, de ahí que tengamos casos en nuestrahistoria, como el del Comandante León García en Chorrillos to-mándose con sus tropas las posiciones en San Juan, a la bayonetay sin disparar un solo tiro.

Pero el carácter del chileno tiene sus imperfecciones (nada esperfecto en esta vida), le falta el equilibrio, es inclinado a la exa-geración y algunas cualidades llevadas al exceso, se transforman endefectos.

Es desconfiado por naturaleza, se siente engañado a cada paso,de ahí que es mejor decirle la verdad por dura que sea y no" tratarde engañarlo con noticias más o menos favorables.

Su misma alegría lo hace bromear, poner sobrenombres a sus je-fes y puede llegar a ponerlos en ridículo a pesar del respeto quesiente por ellos,

EL FACTOR HOMBRE EN LA GUERRA 579

Su amor propio, sostenido por la presencia de sus camaradasy de sus jefes, puede desaparecer completamente si no se le vigila.

Su espíritu de iniciativa en el combate, especialmente en lapersecución o en la retirada, se transforma en independencia si eljefe lo suelta de la mano.

Su valor no llega al extremo de batirse sólo, siempre tiene ne-cesidad del ejemplo del jefe y del concurso de sus cantaradas. Sehace esta reflexión: sus camaradas no tienen el pellejo más preciosoque el suyo, luego deben marchar con él. Todo debe ser creado oarreglado alrededor de él, de manera que sienta una atmósfera decontinua confianza en los demás, pues siente la necesidad de verque vienen más tropas detrás de él, que no es sólo él el que está su-friendo las consecuencias. Tan pronto como le entra la duda se tien-de y espera.

Respecto al ejemplo del jefe, no tenemos más que tomar lo quedicen nuestros reglamentos:

"La tropa no es otra cosa que el reflejo del jefe. Ella es eljuez más severo, retiene sus menores palabras y observa sus acti-tudes, no pide otra cosa que admirarlos y seguirlos ciegamente".

Cuando fracasa en una acción es muy difícil volverlo al ataque,si retrocede, pronto su retirada se transforma en fuga, luego allí esmás necesaria que nunca la presencia del jefe para contrarrestarestas debilidades.

Si es herido quiere ser prontamente atendido y esta preocupa-ción se transforma en él, casi en una obsesión.

Vemos pues, por lo dicho anteriormente, que el soldado chilenotiene cualidades de primer orden y un cierto número de defectos,imperfecciones y necesidades, las cuales deben tenerse muy en cuen-ta. El rasgo sobresaliente de su carácter es la inestabilidad moral,un temperamento desigual, variable, 'lo que hace difícil su conduc-ción. El jefe debe entonces «encontrar la manera de mandarlo; unamedida o justo término medio de llegar a su alma, para que, cono-ciéndolo, pueda llegar a servirse de él.

Terminamos este capítulo repitiendo una frase que ya emplea-mos y que a nuestro juicio resume exactamente la idea que tenemosde él: "E l resorte es bueno, necesita solamente ser aceitado".

III. —Influencia de las instituciones militares.

El cuadro que acabamos de ver de los caracteres generales dela guerra actual y del estado moral del combatiente, sería incom-pleto si no tomáramos en cuenta el valor que da al soldado la orga-nización y la instrucción militar.

Cualesquiera que sea el estado del armamento, él termina siem-pre por equipararse entre las naciones en guerra. Si sacamos estefactor común entre los dos términos de la comparación, sucede quehoy día como ayer y como mañana, quedamos en presencia de la

580 MEMORIAL DEL EJERCITO

tropa y de sus jefes, cuyas cualidades constituyen la verdadera ga-rantía del éxito.

Los principios reglamentarios dicen: "Es el valor de una tropael que decide en última instancia de la victoria".

Este valor se adquiere:—por una parte, por la organización que asegura el buen espí-

ritu, la disciplina, la confianza, 'la solidaridad;—por otra parte, por la instrucción que desarrolla la aptitud

de maniobra y el valor moral del soldado.

1. —La organización militar.

Se trata, en efecto, que a medida que la potencia de las armasde fuego aumenta, de combatir los efectos de desmoralización porla organización.

La base de toda organización militar se encuentra en la disci-plina. Esta no se crea de la noche a la mañana; es un asunto de ins-titución, de tradición. El fin que con ella se persigue es de hacer elcombate, llevarlo a cabo a pesar de que la gente no lo quiera.

El hombre tiene horror a la muerte y la masa retrocede antesu fantasma. La disciplina debe vencer a este horror, por un horroro un miedo mucho mayor cuales son el miedo a la vergüenza o elmiedo al deshonor.

La disciplina, en efecto, crea reflejos de obediencia y engendratemor. Si no se marcha hacia el fuego es el Consejo de Guerra elque le espera y en esa forma se arriesga tontamente la vida o elhonor.

¿Qué dirá la familia, los parientes? Y como el soldado tieneamor propio, prefiere seguir el camino del deber. De aquí se despren-de que es mejor apelar a su amor propio que a una brusca brutali-dad de medios de represión puramente disciplinarios.

Sea lo que se sea, no es a fuerza de amenazas y de castigos comose llega a hacer combatir al soldado en formaciones más o menosdiluidas, las que le permiten justamente escapar a la dirección yvigilancia de los jefes. La fila o formación cerrada, la fila materialdesaparece en el campo de batalla, es preciso entonces reemplazar-la por la fila moral, resultado de una fuerte organización, que. afalta de disciplina real, cree el sentimiento de ella, el respeto a losjefes, la confianza en ellos mismos' y en sus cantaradas, que hagadesaparecer el temor de que lo abandonan en el peligro, en una pa-labra, que exista la solidaridad, por el conocimiento recíproco de to-dos y haga posible la vigilancia mutua, sacando partido del amorpropio.

La solidaridad, que nace del conocimiento mutuo entre el quemanda y los que obedecen y entre éstos mismos ante el peligro, traecomo consecuencia lo que se llama la cohesión. Para que una tropasea capaz de abordar al enemigo, es preciso que cada hombre esté

EL FACTOR HOMBRE EN LA GUERRA 581

íntimamente convencido que su vecino marcha a su lado y no loabandona: esta confianza debe ser tal que tanto jefes como cama-radas no tengan que preocuparse de la cara que pone el vecino o ¿elo que hace.

La solidaridad es la primera y suprema fuerza de los ejércitos,si bien es cierto que ella es enseñada y obligada de praticar por lasseveras leyes de la disciplina, no es menos cierto que encuentra sugran fuerza en pasiones poderosas de! individuo, como ser: deseoviolento de independencia, fanatismo de la religión, orgullo nacional,amor a la gloria, deseo de posesión, etc.

La cohesión, tan necesaria en el combate, es tan difícil de ob-tener por el cambio continuo de los oficiales y de los suboficiales.Para que ella sea firme, es necesario que los hombres hayan vividopor lo menos cierto tiempo juntos y que hayan soportado los mismossufrimientos y las mismas miserias, pues, más que nada son éstoslos que crean los verdaderos sentimientos de solidaridad y afeccióny que hacen nacer en el interior de una tropa lazos invisibles másfuertes que toda disciplina, los que sólo son capaces de resistir alegoísmo feroz que nace en el campo de batalla.

Por otra parte, la confianza nace después de las acciones más pe-ligrosas y más rudas y cuando en la acción nadie ha desertado ytanto jefes como camaradas han cumplido con su deber en formaserena y altiva, ésta es la mejor prueba y la que crea la mayor co-hesión..

Llegamos a la conclusión que la base de la solidaridad es lacohesión, de aquí la necesidad casi imperiosa de colocar, siempre quese pueda, los mismos jefes con los mismos soldados con el fin de quede la costumbre de vivir juntos, de obedecer a los mismos jefes y decomandar a los mismos hombres, nazca la confraternidad, launión, el sentimiento y la inteligencia de la solidaridad: deber desometerse, derecho de imponerla, imposibilidad de sustraerse a ella.

El espíritu de solidaridad establecido por la comunidad de su-frimientos, por la igualdad delante de la muerte, por el conocimien-to mutuo, lleva inconscientemente al soldado a ir resueltamente alataque porque todo el mundo va.

En los párrafos anteriores hemos visto aparecer la palabra o elconcepto confianza.

Ella, tal como la solidaridad y la cohesión, no se improvisa,esa confianza entusiasta e irreflexiva de los ejércitos improvisadoses peligrosa y se desvanece con la misma facilidad con que ha na-cido, para dar lugar a sentimientos contrarios: deslealtad, traicio-nes, etc.

La confianza se basa en el conocimiento mutuo, ella resulta deun cierto número de impresiones morales, tales como el prestigio delos jefes, la fe en el éxito, la organización minuciosa de los comba-tes tanto ofensivos como defensivos, Ja potencia de los medios mate-

582 MEMORIAL DEL EJERCITO

ríales puestas a su disposición, las medidas tomadas para cuidar alos heridos, etc., etc. El soldado es generalmente buen observador ysu confianza se basa en realidades y no en teorías.

2. —La instrucción militar.

La organización de un ejército, por sabia y fuerte que sea, nobasta al soldado para armarlo contra el miedo. Se necesita además,una sólida instrucción militar que desarrolle sus cualidades manio-breras y su valor moral.

El combate, con sus formaciones diluidas, exige una instruc-ción técnica a fondo que le permita utilizar su arma, aprovechar,el terreno y de poner en juego toda su iniciativa, pues habrá casos enque tiene que obrar por su propia cuenta y riesgo.

Hoy día sobre todo, en que han salido tantas armas nuevas, lainstrucción juega un rol capital si se quiere obtener de una tropatodo el rendimiento de que ella es capaz.

Casi todas las reglamentaciones modernas en sus instruccionesgenerales dicen: <

"La instrucción con los nuevos armamentos que han aparecido,es más necesaria que nunca. Las armas de gran rendimiento, notienen valor sino que en manos de soldados instruidos, disciplina-dos, valerosos, dirigidos por jefes que posean conocimientos preci-sos sobre el empleo de esas armas".

Ardant du Picq cita esta frase al hacer la enumeración de lascausas de la victoria de los prusianos en 1866:

"Cada uno estaba instruido y sabía encontrar y hacer pronta-mente lo que debía en todas las fases del combate".

No se puede definir mejor y con menos palabras la parte im-portantísima que le corresponde en el combate a la instrucción y ala iniciativa individuales, sin las cuales los progresos realizadospor el armamento no tendrían efecto alguno.

Pero por sobre todo ésto, es necesario colocar la educación moralque prepara el espíritu del soldado, como la instrucción preparalos' brazos y las piernas. Esta educación moral es, sobre todo y porexcelencia, obra del jefe.

Ella reposa o descansa en dos sentimientos que hay que desarro-llar en el más alto grado:

—el culto de la ofensiva—la exaltación del patriotismo.

a) El culto de la ofensiva.

Ella obliga al soldado a atacar resueltamente, a ganar siempreterreno hacia el enemigo y a buscar el ataque cuerpo a cuerpo, finsupremo del combate.

EL FACTOR HOMBRE EN LA GUERRA 583

El culto de la ofensiva se robustece por medio del espíritu decuerpo, inculcado por los jefes, en particular por el Comandantedel cuerpo, apoyándose sobre las cualidades físicas y morales delcontingente, exaltando las tradiciones guerreras o los hechos sobre-salientes llevados a cabo por la Unidad.

El espíritu de cuerpo se traduce por el amor apasionado delsoldado por su Compañía, Batallón y Regimiento, el orgullo de per-tenecer a ellos y la convicción de que son superiores a los demás.En unidades así animadas, se crea un alma colectiva que reemplazaa la individual, una comunión de ideas y sentimientos que asegurala solidaridad, la cohesión y la convergencia de los esfuerzos. Elsoldado adquiere así la convicción de ser un rodaje indispensableen el funcionamiento de la máquina, un elemento vital del organis-mo al cual pertenece. Se siente obligado a poner en juego todas susfacultades para mantener la reputación de su cuerpo de elite (es-cogido). ¡ Nobleza obliga! Así rendirá en «todas las ocasiones el máxi-mum del esfuerzo. Ninguna empresa, ningún sacrificio del cual sesienta capaz, lo hará retroceder.

b) La exaltación del patriotismo.

Lleva en sí el germen de todas las grandes virtudes militares:el valor, la abnegación, la decisión, el espíritu de sacrificio, el sen-timiento del honor y de los deberes militares, etc.

Es al oficial a quien corresponde de no dejar escapar ningunaocasión para tratar de elevar la moral del soldado, de templar sucarácter, mostrándole que la victoria no se obtiene sino que conhombres y que nada puede impedirle de seguir siempre adelante,porque ya de antemano han hecho el juramento de sacrificar susvidas.

'' La victoria debe ser el precio de la sangre'' dice Clausewitz;y (Dragomivoff, "La guerra se hace con gente que sabe hacersematar".

Las operaciones deben prepararse desde el punto de vista mo-ral y desde el punto de vista material.

La preparación moral se obtiene por una firme y al mismotiempo previsora disciplina, por una distribución equitativa y taninmediata como susceptible de recompensas y de sanciones. La pre-paración moral exalta en el combatiente el honor, el patriotismo y,en general, todos los sentimientos propios para elevar su alma, suespíritu y su corazón.

Para lanzarse sobre el enemigo, en los espacios descubiertos,donde una sola ametralladora puede segar a todos los asaltantes, senecesita una exhuberancia tal de energía, que puede hacerlo bien,sólo una tropa que desde largo tiempo haya sabido acumular reser-va de fuerzas morales.

584 MEMORIAL DEL EJERCITO

Para que una tropa ataque a fondo y sin el segundo pensa-miento de su salvación, es necesario que ella sienta verdaderamenteque la acción en la cual se va a empeñar, merece el inmenso sacri-ficio de su vida. Grada hombre, hasta el más humilde, tiene la con-ciencia de que su existencia es de un precio inestimable, que ellarepresenta muchos esfuerzas, muchas penas y muchas afecciones.Y el soldado, especialmente el infante, tiene muchas ocasiones dondemorir, y no se entrega de buen grado sino que en las verdaderasocasiones, en aquellas que valen la pena, y esta abnegación consciente,que irrita muchas veces a los que querrían ver siempre un rebañoa sus órdenes, es de una suprema grandeza.

Los que han hecho la guerra dicen que cuando se ha visto decerca la muerte y el sufrimiento del soldado, se siente por él lasmismas consideraciones que uno tiene para consigo mismo y no sele expone por fantasía, por un sí o por un nó. El soldado se dacuenta muy bien cuando se le dice: "es por la Patria" y entoncesse empeña a fondo y va hasta el sacrificio.

La palabra del jefe tiene una influencia decisiva sobre el sol-dado. Hoy como ayer, la palabra del jefe, segura, razonable, apa-sionada, se imprime con letras imborrables en el corazón del comba-tiente. Por encima del jefe él ve netamente la Patria, cuya volun-tad suprema reclama aún el sacrificio y siente reafirmarse su valor.

En resumen, de lo dicho anteriormente se desprende que parair al combate en buenas condiciones debemos de combatir por todoslos medios y consagrar todos nuestros esfuerzos a hacer desaparecerel miedo del combatiente. Incontestablemente estos medios están anuestro alcance: elevando la moral del individuo, apoyándose enuna sólida instrucción y en una sabia organización. Más poderososaún que el instinto de conservación son el Honor y la Patria, ellosse transforman en bienes preciosos que lo empujan a la acción.

IV. —Conclusión.

Mucho más podría hablarse todavía sobre este asunto tan im-portante, como es el conocimiento del combatiente y la influenciade su moral al comienzo de la lucha.

Todos nuestros reglamentos están de acuerdo en reconocer laimportancia de los factores morales en la guerra. Pero sucede muya menudo que después de hacer esta constatación, se estudia, serazona, se le busca soluciones al gran problema del combate, sintomar en cuenta lo suficiente al que lo va a llevar a cabo, al hombre,con sus grandezas y sus desfallecimientos, con sus virtudes y susdefectos..

Y esto es grave; no se puede hacer abstracción de él, especial-mente en aquella arma en que él lo es el todo: en la infantería. Poreso el conocimiento del infante es indispensable a todo jefe supe-rior llamado a manejar tropas de las diferentes armas.

EL FACTOR HOMBRE EN LA GUERRA 585

Los grandes generales, los que ocupan un lugar prominente enla Historia Militar de las naciones, obtuvieron sus éxitos gracias ala preocupación constante de estudiar el carácter y temperamentode su tropa antes de ponerla a prueba.

¿Qué podríamos decir de ciertos oficiales que conocen mal alsoldado? Tenemos que decir, lógicamente, que su instrucción ha sidoincompleta, que tanto en la Escuela Militar como en las Escuelasde las distintas armas se olvida esta enseñanza. Y sin embargo, enel orden natural de las cosas, lo lógico sería empezar a conocer elinstrumento antes de emplearlo, especialmente en este caso en que setrata del instrumento más perfecto y más. delicado que haya en elmundo. Es preciso por lo tanto dar al oficial y al suboficial conoci-mientos sólidos sobre este asunta, de manera que más tarde no tengasino que completarlos y profundizarlos por medio de estudios y obser-vaciones personales. En esta forma no caeremos en la simpleza decreer al infante un fusil, una. mochila y unas cartucheras, al caba-llero un simple jinete, al artillero un autómata que maneja unapieza y al zapador un obrero.

Los que así piensan, y 'hay algunos, están en este error por fal-ta de conocimiento de las cosas de la guerra.

Lo que distingue al infante de todos los otros combatientes (aexcepción quizás del zapador), es que la mayor parte de sus actosson el resultado de un esfuerzo de su voluntad sobre el instinto, deuna lucha interior entre el espíritu y la materia; y cada vez es pre-ciso que salga vencedor de este combate consigo mismo.

. Este estado de ánimo del combatiente lo describe muy bien yen pocas palabras Alberto Vandal.

Dice: ' "El soldado no tiene que medirse todos los días contrael adversario armado y sin embargo se bate todos los días, se bateconsigo mismo. Le es preciso batallar sin tregua contra las pruebasfísicas y morales, contra las fatigas, los aburrimientos, disgustos,sinsabores, sobresaltos y, en general, contra todas las resistencias y re-beliones en la humana naturaleza. En esta lucha cuotidiana debeponer de por medio su honor y templar cada vez más su fuerza. Essabiendo vencerse cada día a sí mismo, como aprende a vencer alenemigo en esos días que crean o rehacen la grandeza de un país".

Cada soldado, dentro de su esfera de acción, sufre la terribleemoción del combate:

El artillero se distrae con el servicio de la pieza, ejecuta porreflejo 'movimientos casi automáticos; no ve casi nada de la batalla,está agrupado con sus compañeros, estrechamente vigilado por sussuperiores, su moral no sufre tanto los formidables choques queexperimenta su camarada el infante.

El caballero, cuando combate montado, se afirma en los estribosy se lanza hacia adelante, llevado velozmente por su caballo y se tra-ba en una acción de lo más violenta, pero de corta duración.

586 MEMORIAL DEL EJERCITO

El aviador, y en particular el de caza, no tiene sino que dos al-ternativas: la victoria o la muerte; vive horas de intensa emoción,pero su moral se mantiene por la confianza en su fuerza y en suhabilidad, por la atracción del riesgo, por el espejismo de la gloria;por otra parte, sus salidas son siempre de corta duración y separa-das por intervalos en los cuales puede gozar de reposo y comodidadrelativos.

El infante, es desde el comienzo de la batalla el blanco de to-das las armas del enemigo; muchas veces mal comido, falto de sueño,literalmente aplastado por el peso de su mochila, debe marchar,debe progresar, puesto que vencer es avanzar. Su moral es allí so-metida a duras pruebas. Para cumplir su formidable tarea de ani-quilar al enemigo en última instancia con su bayoneta, debe poseerun temple de acero, y una abnegación y un espíritu de sacrificioque raye en lo sublime. El infante no tiene nada que lo distraigade su pensamiento, y si una vez aguerrido parece indiferente al pe-ligro, imprudente y fatalista, es que está cansado de esta lucha moralque exige de él todos los días el sacrificio de su vida.

Terminaremos, diciendo con el Coronel Lucas: "A través de lahistoria, la infantería se ha mostrado siempre a la altura de las mi-siones que le han sido confiadas, a tal punto que se ha hecho admi-rar por sus propios enemigos, toda la sangre que ella ha vertido,todas las virtudes de las cuales ha dado ejemplo y que son la gloriade nuestra raza, muestra que ella es y será siempre, hoy más quenunca, la Reina de las batallas".

Cual sería la mejor forma de difundir el Tiro Ciu-dadano en el País para alcanzar un máximumde desarrollo.

Por el Mayor Sr. Víctor Molina

Ya se ha dicho muchas veces y se ha probado hasta laevidencia que, para nosotros, el fomento del tiro, la organiza-ción de nuevos Clubes y el interés que se despierte en el paíspor este bello y patriótico deporte es decisivo.

Digo entre nosotros, porque si echamos una mirada anuestras reservas militares y analizamos su calidad, llegamosa la conclusión de que son débiles, de escaso valer militar, de-ficientemente instruidas y con un porcentaje alarmante sinninguna instrucción, debido a las restricciones por escasez defondos y porque pasamos varios años sin llamar contingente porla misma razón. De ahí que cuanto se haga por el fomento ydifusión del tiro ciudadano en el país, es patriótico y benéficopara la defensa nacional.

Desde hace poco más de un año a esta parte, la Direcciónde Reclutamiento y Tiro Nacional con una visión clara de suverdadero deber y de la misión que le corresponde dentro delorganismo de la defensa nacional, se ha preocupado preferen-temente de la difusión y práctica del tiro ciudadano a lo largode la República, habiendo conseguido hasta el momento unéxito jamás visto.

Los polígonos se ven muy concurridos en días de fiesta;hay entusiasmo e interés por la práctica del tiro; pero desgra-ciadamente es un entusiasmo pasajero que no está sujeto a undeber nacional, como el servicio militar obligatorio, y que durasólo el tiempo que los directores del tiro mantienen el interéspor los certámenes o premios a los mejores tiradores.

W. del E. 3.

588 MEMORIAL DEL EJERCITO

Ya se encuentra en plena marcha el convoy; la prensa, laradio, los Inspectores de tiro y los propios aficionados al tirose han encargado de impulsarlo y sólo falta ahora la atenciónpreferente del Gobierno y el apoyo patriótico de todos los or-ganismos de la Nación para que sea una realidad el anhelo dela Dirección de Reclutamiento y Tiro Nacional, de formar unanueva conciencia ciudadana, patriota y dispuesta a sacrificarseen bien de la defensa nacional.

Como en todo orden de cosas, para conseguir un éxito de-terminado hay necesidad de aunar las voluntades, encauzarun programa, máxime cuando es de proporciones considera-bles, y obtener de la autoridad suprema y de los organismossubalternos toda la cooperación necesaria en bien del objetivopropuesto.

Si no se cuenta con esta cooperación y los fondos neco-sarios, la labor de todo un organismo es estéril y talvez ne-fasta para las colectividades deportivas, cuando éstas se dancuenta de que están solas y que su entusiasmo y sacrificio noes estimulado y reconocido para los que tienen el deber depreocuparse de tan importante, como decisivo factor de la de-fensa nacional.

Consecuente con las ideas sustentadas al comienzo de estetrabajo, estimo que, mientras no sea obligatorio el tiro ciuda-dano en el país, todos los esfuerzos y sacrificios no rendiránel fruto que se anhela; pués, no existiendo una obligación parael ciudadano y un deber para la autoridad encargada de hacercumplir esa obligación y de dar las facilidades para hacerlamenos incómoda, nadie comprenderá la responsabilidad de tanalto deber.

A mi juicio, el Club de Tiro no sólo debe ser una entidaden que se practica el tiro al blanco, sino que un centro culturalcívico, donde el ciudadano aprenda a formarse un carácter, aconocer la Constitución del Estado, las Leyes Sociales, a amara la Patria conociendo su pasado y conmemorando con religio-so respeto las fechas gloriosas de su historia y respetando lasinstituciones fundamentales de la República.

No sólo debe fomentarse el tiro, sino que también el pa-triotismo, que tanto como aquel, necesita de estímulos paraque se mantenga latente en el espíritu de cada chileno.

Al igual que en Gran Bretaña y otros paises tan impor-tantes como aquél, debería existir una disposición gubernativaque obligara a todas las Broadcastings a finalizar sus trans-misiones con la Canción Nacional.

En apoyo a mi aserción me voy a permitir narrar unhecho que presencié hace algunas noches en mi propio hogar:

CUAL SERÍA LA MEJOR FORMA D E . . . 589

Eran mis huéspedes dos amigos ingleses y a insinuaciónde uno de ellos sintonizamos una Estación londinense, que enese momento transmitía al país algunas resoluciones del Im-perio.

Al finalizar la transmisión, una regia orquesta dejó oir losacordes del «Good save the King». De inmediato, mis huéspe-des se pusieron de pié y con religioso respeto la escucharon.

Terminado este acto, me dijeron que todas las «broadcas-ting», del Imperio tenían la obligación de finalizar con el sa-,ludo al Rey, para mantener siempre latente el respeto y el cari-ño por el Jefe Supremo.

La Dirección de Reclutamiento y Tiro Nacional podríainsinuar por ahora estas actividades, subvencionando en formaespecial a aquellos Clubes que cooperen en esta forma a la pro-paganda patriótica y; a la mayor cultura ciudadana.

Sin duda alguna que la nueva fisonomía cívico-patrióticade estas entidades llevaría a su seno mucho más gente y la prác-tica del tiro se efectuaría con mayor cariño e interés, ya queserían otros los lazos que unirían a todos los asociados.

Otra forma de fomentar el tiro en el país, sería constru-yendo en las cabeceras de provincias buenos polígonos y aten-diendo a su conservación y ornato con fondos que anualmen-te se consultarían en el presupuesto. Asimismo, celebrando unavez al año certámenes internacionales de fusil y pistola con va-liosos premios de equipos e individuales.

Aprovechar la visita de las Delegaciones Sudamericanas ylos equipos nacionales que han debido de tomar parte en elConcurso, para hacerles conocer algunas de las Regiones máshermosas del país. Esto sería como es de suponer, sin grandesembolso para el Estado, una propaganda turística y un ali-ciente poderoso para los tiradores chilenos, que encontraríanuna oportunidad para conocer su país.

La propaganda constante por la prensa y la radio, sonlos medios más eficaces para buscar y atraer la atención delindiferente. Lo estamos palpando, pues a diario nos preguntan:«¿ Qué requisito necesito para hacerme socio de un Club deTiro ? » y esto es el resultado de la propaganda.

Ultimamente, con la fundación de los Clubes de Tiro Re-gimentarios para reservistas escasos de recursos y los certá-menes concertados entre éstos, con premios aunque insigni-ficantes, se ha llevado a los Cuarteles un crecido número deciudadanos, beneficiándose directamente con esto el Ejército,porque ese reservista, en contacto permanente con personal delservicio, no olvidará la instrucción recibida ni los buenos con-sejos de los superiores que lograron formar en él una segundanaturaleza.

590 MEMORIAL DEL EJERCITO

La organización de Clubes femeninos de tiro al blanco,también es un medio muy eficaz para difundir el tiro; cadasocia es una verdadera radio, para ella todo es nuevo y cuantoaprenda y haga en el polígono, lo comentará en su hogar y en-tr© sus amigas. El hombre, indiferente a estas prácticas, sesentirá apocado al ver que una mujer se esmera por conocerel manejo del arma y hacer un buen empleo de ella y luego, poramor propio, se verá obligado a enrolarse en un Club parano hacer el ridículo ante la ciudadana instruida y que dirigela bala donde quiere llevarla.

El estímulo, el interés y los certámenes con valiosos pre-mios individuales, son factores decisivos para llevar a los Clu-bes gran número de ciudadanos.

Si se instituyera para el Día del Tirador un premio na-cional de cien mil pesos en el que tomaran parte ciudadanosde 14 años arriba, estimo que sería el mejor aliciente y el másformidable estímulo para desarrollar en forma efectiva el gus-to y el interés por el tiro ciudadano.

¿Quién no prepararía desde los primeros años a su hijopara que, llegando a los 15 años, pudiera presentarse en la jus-ta que le diera una situación holgada y recursos para conti-nuar sus estudios universitarios?

No debemos de olvidar que el tiro al blanco es un depor-te de entretención que no beneficia en forma muy directa alindividuo, como la gimnasia, el foot-ball, el tenis y los lanza-mientos, sino que beneficia directamente al Ejército y a la de-fensa nacional; luego, se hace acreedor a la atención preferentedel Estado y a que vea en cada Club un baluarte en que seapoya la grandeza y seguridad de la Patria.

Conclusión.

De acuerdo con las ideas esbozadas en el curso de estadisertación, para difundir el tiro ciudadano en el país y al-canzar un máximo de desarrollo se necesita:

1. °. —Una Ley de Tiro cuya práctica constante sea obli-gatoria para todos los chilenos entre los 14 y 45 años, cual-quiera que sea su condición social y económica.

2. °. —Continuar creando Clubes de Tiro al Blanco paraciviles y Reservistas en localidades y centros mineros cuyapoblación no sea inferior a 500 habitantes. A estos últimos, osea a los de reservistas, se les daría el carácter de «SociedadesCulturales Cívicas» y serían las Unidades Militares dentro desu jurisdicción las encargadas de enviar a los pueblos, aldeasy centros mineros, comisiones permanentes de un Oficial o dos

CUAL S E R I A L A M E J O R F O R M A D E . . . 5 9 1

clases con el fin de actuar en dichos centros conforme a unadirectiva emanada de la Dirección de Reclutamiento y TiroNacional.

Diariamente, de 20 a 22 horas, funcionaría una escuelanocturna para analfabetos y semi-analfabetos; y los días sá-bados en la tarde, domingos y festivos se dejaría exclusivamen-te para la instrucción práctica en el terreno.

Se me ocurre que por este medio, y sin mayor costo para elEstado, se podría instruir en los principios fundamentales. dela escuela doctrinal y de combate a todos los ciudadanos ma-yores de 16 años que voluntariamente deseen formar parte detales Centros Culturales Cívicos.

Me asiste la seguridad de que por este sistema y a lavuelta de 5 años, nuestras reservas militares mejorarían ensu coeficiente de valer militar en un 50% y tendríamos unpueblo patriota, consciente de sus deberes y obligaciones, res-petuoso de la autoridad y de las instituciones fundamentalesde la República.

Como una franquicia para estos buenos patriotas, se lespodría excluir del sorteo de la convocatoria anual, siempreque hubieren recibido instrucción en dichos Centros por dosaños consecutivos, lo que a la vez los facultaría para ocuparcualquier puesto público, como si hubieren hecho su serviciomilitar.

3. —Exigir a los Inspectores y a los Presidentes de losClubes Nacionales de Tiro, mayor abnegación y entusiasmo enel fomento del tiro, ampliando el horizonte cívico social de laentidad y encauzándolo hacia el verdadero objetivo que se per-sigue, o sea, el de preparar y hacer más eficientes las reservasmilitares.

4. —Pedir al Ejecutivo que ordene a todos los Ministerios,y en especial al de Defensa Nacional, se preste toda la coope-ración posible a la Dirección de Reclutamiento y Tiro Nacio-nal, a fin de que pueda desarrollar sus actividades sin tropie-zos ni obstáculos, prepare y organice en la paz el elementohombres, en todas las funciones de la defensa nacional.

5. —Destinar, de la suma consultada en el presupuesto parael fomento de la educación física escolar y post-escolar, una par-tida no inferior al 50% para intensificar el desarrollo del tirociudadano en el país, consultando de esta partida un premionacional «República de Chile» de $ 100. 000 al mejor tira-dor de fusil o carabina y otro de $ 20. 000 al mejor tirador depistola, de acuerdo con las bases que en su oportunidad dic-taría el Ministerio de Defensa Nacional.

592 MEMORIAL DEL EJERCITO

6. —Consultar en el presupuesto anual un ítem para laconstrucción de polígonos, ' conforme a un plan que sería pro-puesto por la Dirección de Reclutamiento y Tiro Nacional.

7. —Designar Comisiones permanentes de la Dirección paraque se constituyan en visitas en los Clubes de Tiro y solucio-nen de inmediato las peticiones y necesidades que éstos tengan.

8. —Intensificar la propaganda del tiro por la prensa, laradio, el volante, el certamen con valiosos premios y el estí-mulo al más esforzado y entusiasta de los tiradores de cadaClub.

9. —No retirar el armamento de las Sociedades de Tiro,cualquiera que fuere la situación política interna del país, porcuanto ellas están reconocidas como Instituciones Nacionales,en cuya virtud es de esperar de todos sus componentes el apoyoleal y franco hacia el Supremo Gobierno.

Lo contrario denotaría falta de confianza en los dirigen-tes y los hechos han demostrado que, situaciones como las quese trata de evitar, han contribuido a la desorganización del tiroen el país, a alejar a los miembros de los Clubes y a una pér-dida considerable de armamento y municiones, cuyo paraderoaún hoy en día se trata de descubrir.

10. —Dictar una Orden Ministerial en el sentido de queen las localidades donde existe guarnición militar, la atenciónde los Clubes, en cuanto se refiere a marcadores, instructoresde tiro, cuidado y aseo del material y transporte de las mu-niciones y armamento, se haga por las Unidades, como se haceen la actualidad en Santiago, Iquique y otras ciudades. Alefecto, habría necesidad de nombrar en cada Regimiento Comi-siones de Tiro al Blanco, presidida por un Oficial, la cualatendería el servicio indicado.

Los beneficios de esta orden serían incalculables. Desdeluego, mayor cuidado del armamento, buena instrucción de tiro,mejor atención del Club y mayor afluencia de socios.

Esto es en síntesis lo que a mi juicio faltaría por hacer enpro de la difusión del Tiro Ciudadano en el país para alcanzarun máximo de desarrollo, mayor eficiencia en las reservas mi-litares y una nueva mentalidad cívico-patriótica en la masaciudadana, siempre que el Club de Tiro al Blanco sea un cen-tro cívico social y continuador de la obra constructiva y de-mocrática del Cuartel.

El servicio de amunicionamiento segúnlas doctrinas francesas

Consideraciones generales sobre la evolución de las Ideas sobre empleode la artillería durante la guerra.

Por el Tte. Crnel. Sr. Guillermo Barrios T.

Creo de interés dar a conocer, aunque en forma rápida, laevolución que han tenido las ideas sobre empleo de la artille-ría, por cuanto ellas son el producto de la actual reglamenta-ción y de los métodos de trabajo que se experimentan en losdiversos centros de instrucción.

La instrucción provisoria para el empleo táctico de lasgrandes unidades, al referirse al poder del fuego, dice:

«El fuego es el factor preponderante del combate. El ata-que es el fuego que avanza; la defensa, el fuego que detiene».

«El comando, de! cualquier escalón, tiene el deber cons-tante de hacer producir al fuego el efecto máximo, aseguran-do y controlando su precisión, alimentando su cadencia y, so-bre todo, coordinando los fuegos de la infantería, do la arti-llería y de la aviación».

Gomo puede verse, el fuego mismo no es una novedad dela gran guerra, sino que esta contienda puso en evidencia unhecho hasta entonces desconocido: el poder formidable e indis-cutible del fuego.

Los datos que a continuación se exponen dan una idea cla-ra del poder del fuego y su evolución durante la guerra.

En 1914, el regimiento de infantería francés contaba con6 ametralladoras y fusiles de modelo antiguo. En 1918, estemismo cuenta con 36 ametralladoras de perfecto funcionamien-to; 135 fusiles ametralladoras y fusiles, más algunos auto-máticos. Además algunos cañones 37 y morteros Stocks,

594 MEMORIAL DEL EJERCITO

El General Maistre, en un estudio en que comparaba lasposibilidades de fuego, escribió:

«En 1914, los 850 infantes combatientes del batallón, enun momento de crisis podían lanzar al enemigo en 5' un pesode 1170 Ks. de munición. Con el armamento actual, él pesomáximo que en el mismo tiempo puede ser lanzado por los450 combatientes del batallón puede sobrepasar 4000 kilos,o sea, 7 veces mayor por combatiente efectivo».

Sin embargo, los reglamentos en vigencia pregonan que«la artillería es el arma de fuego por excelencia.

Las guerras anteriores a las del año 1914 demostrabanque el mayor porcentaje de heridos correspondía a los proyec-tiles de fusil y ametralladora y el cuadro siguiente así lodemuestra:

Guerra de Crimea:

Guerra 1870-71: lado francés:

lado alemán:

Guerra ruso-japonesa:lado japonés:

lado ruso:

Guerra 1914-1918:lado francés:

43% por el cañón54% por balas de fusil25% cañón70% fusil9% el cañón

90% el fusil

8, 5% cañón85% el fusil14% el cañón86% el fusil

75% cañón y granada25% el fusil y la ametralladora

Evolución de las ideas en lo que concierne al empleo dela artillería durante la guerra.

En el párrafo anterior se deja constancia del poder del fue-go de la artillería. En consecuencia, será interesante saber lascausas que lo han desarrollado. Según los conferencistas delCentro estas causas pueden ser:

a) Las provenientes de las cualidades propias del mate-rial y municiones.

b) El modo de empleo de estos cañones y municiones y superfeccionamiento durante la guerra.

Las ideas sobre empleo de la artillería evolucionaron du-rante la guerra; evolución motivada:

a) Por la experiencia durante los diferentes períodos dela guerra.

EL SERVICIO DE AMUNICIONAMIENTO... 595

b) Por el aumento de los medios materiales.c) Por el perfeccionamiento de la técnica.d) Por la organización del comando.

1914. Las ideas predominantes antes de la entrada en cam-paña se caracterizaban por el empleo casi exclusivo del cañón75, al que se le hacía trabajar en débil densidad de fuego, porrazones del aprovisionamiento de municiones (1200 a 1300 ti-ros por pieza).

Los cuadros que se reproducen a continuación indican losmedios y elementos con que el ejército francés inició la cam-paña:

Situación de la artillería el 2 de Agosto de 1914.

Efectivos movilizados.

Oficiales Tropa

Estados Mayores 5700Art. de campaña 75 y montaña 8163 289000Art. pesada hipomóvil (155, 195, 120) 827 24000Art. pesada a tractor 14 370Art. a pie 1654 109000

Total 11106 426070

a) 75

Armamento.

930 baterías montadas30 baterías a caballo51 baterías salidas de plazas fuertes

Total: 1011 baterías

b) Artillería pesada.Los 5 regimientos movilizaron:

26 baterías de 155 C. a 4 p i e z a s . . . .11 baterías de 120 baquet. a 4 piezas6 baterías de 95 a 4 piezas4 baterías de 120 a tractor a 4 piezas

20 baterías de 120 L. a 6 p i e z a s . . . .67 baterías

3840 piezas204 "

4044 "

104442416120308

El primer grupo de 105, creado a fines de Ju-lio, no estuvo listo sino en setiembre.

596 MEMORIAL DEL EJERCITO

Los cuadros siguientes muestras la situación (de la arti-llería el 1. ° de noviembre de 1918.

Efectivos de la artillería el 1. a de noviembre de 1918:

Artillería de 75 (incluso artillería acoplada)y de montaña de 65

4 regimientos de trincheraArt. pesada hipomóvil (30 regimientos de C.

E. 30 regimientos. ' de la reserva general deartillería)

Art. pesada a tractores (20 regimientos de laR. G. A. ).

Art. pesada de gran poder (50 grupos de laR. G. A. ).

Art.. a pié6 regimientos anti-aéreosBaterías de refuerzo del EjércitoParques

7251 206892 233724 27243 48

4675 171692 113

1382 41763 121

450 16011 49701 27035 656430 19476 34920 8165 67

1867 68540 41117500 586817 2047

En estas cifras no están comprendidos los artilleros des-tacados en los teatros de operaciones exteriores o centros deinstrucción.

Situación de la artillería el. 1º de noviembre de 1918.

Art. de trinchera

Art. pesadahipomóvil829 baterías

65 de montaña75 de campaña58 T.75|150 T

240 T.105120 L.155 G. Schneider155 C. St. Chamond155 C. M155 L. M

19121877

155 L. M|1877-1914155 L. MJ1914

55 baterías1041 "

724343

17120

3706922991860

Ofs. Tropa Servicios

EL SERVICIO DE AMUNICIONAMIENTO.,. 597

Art. automóvil 75 acoplada584 baterías 120 L.

145 M 1916155 C. M|1912155 L. M155 L. M

18771917

155 L. G. P. P.M. 220M. 220 Tr.M. 8 pulgadasM. 270M. 280

A. L. G. P. 16-220-240-270 de costa293-370

A. L. V. F. 19-200-24O-24-274-285-305-32340. 370. 400-520.

Baterías servidas por marinos (16-19-24)Baterías de posiciónSección de 75 auto-cañonesSecciones de. 75 sobre remolques

342 baterías.15174

359

588

6226

26

44 más 6 de 220 L

5421

2948122

En la primera parte de la campaña de 1914, la infanteríaatacaba sin el apoyo de la artillería. La consecuencia inme-diata fué que sufriera pérdidas inmensas causadas por lasametralladoras que no eran neutralizadas por la artillería, Esteperíodo se caracteriza también por la falta de enlace de lainfantería con la artillería.

El Marne marca una nueva etapa. La artillería comienzaa hacerse sentir causando efectos poderosos, pero en ningunaforma como se deseaba.

A fines de noviembre, las municiones faltan y las grandesoperaciones se interrumpen para pasar a la estabilización enun frente comprendido del mar a los Vosgos.

El comando francés deduce de esta primera parte de lasoperaciones las siguientes conclusiones:

a) El poder considerable del fuego puede desorganizar ydetener a la mejor infantería.

b) El consumo de municiones sobrepasa todas las pre-visiones.

c) Que el cañón de 75 no puede desempeñar todas las fun-ciones y tareas de combate.

d) Que la artillería pesada es indispensable por razonesdel poder, del calibre y alcance, que permiten contrabatir la ar-tillería enemiga.

El alto comando toma medidas en vista de las experien-cias recogidas, las que pueden resumirse en las siguientes':

598 MEMORIAL DEL EJERCITO

a) Aumentar la fabricación de municiones que, de 14000tiros por día pasa sucesivamente a: 40. 000, a 80. 000, 100. 000y 200. 000 por día.

b) Organizar una artillería pesada de circunstancia con.el material de Bange existente en las plazas fuertes.

Las cosas estaban en este orden de consideraciones cuandose pasa a la estabilización. Desde el punto de vista artillería,tiene en este período una gran importancia la ofensiva del dde mayo en Artois.

Para esta operación, el comando dispone de 340 piezasde artillería pesada y un grupo de artillería pesada sobre víaférrea de 6 piezas de 19 cm. El ataque es preparado en todossus detalles. La preparación de artillería dura 6 días y las or-ganizaciones defensivas enemigas son batidas por lentos y bienobservados tiros, de manera que la infantería, el 9 de mayo,se lanza al ataque casi sin pérdidas y avanza 4 Kms. de terrenoen 2 horas; pero este éxito no puede ser explotado a causade que la artillería pesada no era lo suficiente móvil paracambiar de posiciones y seguir en el apoyo de su infantería enforma eficaz, como lo hizo al iniciarse el ataque.

La experiencia adquirida en esta batalla se aplica en lasgrandes ofensivas que siguieron a esta operación, con medioscada vez más eficaces. El cuadro siguiente da una idea clarasobre el particular.

Principales des-pliegues de artillería pesada.

Batallas

Champagne

"WoevreArras

Arras'ChampagneVerdúnSommeSommeAisneFlandesVerdúnMalmaison

Fecha

20 Dic. 1425 Marzo 15

Abril 15.9 de Mayo 1516|VI|1525¡IX|1525|IiX|15

19161. º VII|165VIII 1616|IV|1731|VII|172¡VIII|1723¡X|17

Frentes de ataque

16 Div. de Inf.

15 Div. de Inf.

18 D. I.15 D. I.35 Km.

15 Km.

40 Km.4 "

18 "10 "

Núm. de piezas deart. pesada

95, 105, 120109 piezas de

155 y 220.361 piezas

340 '400 '872 '800 '702 '

1200 '1930 '373 '

1318 '986 '

EL SERVICIO DE AMUNICIONAMIENTO... 599

Soissons 181VII118Montdidier. 81VIII118Champagne 26|IX|18

20 Km.30 "25 "

671 piezas826 "910 "

La necesidad de poseer una artillería de gran alcance setradujo en el programa del 30 de mayo de 1916, el que con-sultó la fabricación de:

Cañones de 105Obuses de 155 C.Cañones de 155 L.Obuses' de 220 T.Obuses de 280 T.

9602160144032080

Total: 4960

Después de cada ataque de la infantería, las exigencias deésta, que avanza detrás de las masas formidables de proyecti-les, aumenta y sus exigencias pueden cristalizarse en las si-guientes:

a) Durante la preparación del ataque, destrucción lo máscompleta que se pueda de las baterías enemigas y de las or-ganizaciones defensivas de la infantería, destrucciones que a ve-ces de. jan el terreno impracticable.

b) Durante la ejecución del ataque, acompañamiento porbarrera de fuego continuo.

c) Entre las diversas fases del ataque barreras defensivasy contra-preparaciones para dejar a la infantería que se ins-tale, organice y repose.

Para conseguir y satisfacer estas exigencias hubo nece-sidad de poner en acción medios considerables. Los datos quese consignan a continuación permiten formarse una idea de lomanifestado.

Despliegues realizados en Somme en 1916.

Ataque del VI EjércitoEl 1 VII. (frente 15 Km. )

Ataque del X EjércitoEl 4|IX (frente 21 Km. )

Artillería de campaña.

111 baterías 444 piezas 159 baterías 636 piezas1 batería por 144 m. de frente 1 batería por 132 m. frente

600 MEMORIAL DEL EJERCITO

Artillería pesada.

228 cañones cortos 344 cañones cortos300 cañones largos 364 cañones largos528 cañones' 708 cañones1 pieza larga por 28 m. de frente 1 pieza larga por 29 m. de frente1 cañón corto por 69 m. de frente 1 cañón corto por 61 m. de frente1 cañón largo por 50 m. de frente 1 cañón largo por 58 m. de frente

Artillería larga de gran poder.

56 morteros61 cañones largos

56 morteros64 cañones largos

Artillería de trinchera.

1 batería de 58 por 300 m. frente1 batería de 240 por 1000 m. frente

1 batería 58 por 300 m.1 batería 240 por 1100 m

Por término medio, las divisiones atacaron apoyadas por6 grupos de 75 y 6 a 8 baterías pesadas cortas. La artillería decuerpo de ejército, por término medio, contó 18 hasta 25 ba-terías,

El empleo de estas masas de artillería trajo por conse-cuencia una mejor organización del comando. Al efecto, sereforzó el personal el estado mayor de la artillería del Cuerpode Ejército y se organizó el comando de la artillería en lasDivisiones. —-

Las batallas de Flandes, Malmaison y Verdún son consi-deradas como verdaderas batallas de artillería y la densidadalcanzada puede juzgarse por los datos siguientes:

Operación

Flandes31|VII¡17Verdún2|VIII|17Malmaison

Frente

4 Km.

partida:llegada:partida:

172310

Km.Km.Km.

Piezas de campaña

240

948

624

(1

(1(1(1(1

por

porporporpor

16, 66 m. )

18, 50)24 m. )16 m. )16, 70)

Pieza:

373

1318

986

(1

(1(1(1(1

5 pesadas

por

porporporpor

10, 70)

13, 25)17, 30)10, 20)10, 50)

Esta es en pocas palabras la evolución que han experi-mentado las ideas sobre el empleo de la artillería, productoneto de las necesidades de las operaciones. Las ideas que na-cieron en los campos de batalla se mantienen y se perfeccionandía a día.

EL SERVICIO DE AMUNICIONAMIENTO... 601

El reaprovisionamiento de municiones.

En la primera parte del presente trabajo se hacen algunasconsideraciones sobre el poder de fuego de la artillería y losprogresos alcanzados por esta arma durante la guerra. Se dandatos oficiales sobre la densidad de artillería que hubo ne-cesidad de alcanzar en diferentes ataques, considerados hoyen día como clásicos para alcanzar los objetivos que el coman-do deseaba. Lo que se hizo en aquel entonces, hoy se estudia afondo y se perfeccionan los medios técnicos y tácticos paraalcanzar en una futura guerra resultados positivos y seguros.

Como se puede comprender y con cierta facilidad, si sedesea obtener resultados con concentraciones de fuego formi-dables, con los múltiples materiales que el ejército dispone,hay necesidad de disponer de municiones y en gran cantidad.

El reaprovisionamiento de municiones no es un problemaúnicamente de artillería, propio de los artilleros, es tambiénun problema de comando.

El reaprovisionamiento de municiones, tal como se preveíaen los reglamentos anteriores a la guerra y tal como funcionóal comienzo de las operaciones, era simple. Se reducía a lasmuniciones de los cañones de 75 y cartuchos de infantería,los que eran avanzados hasta puntos determinados donde lasunidades concurrían a reaprovisionarse. El problema era puray simplemente de transporte y de unas pocas toneladas depeso.

La guerra, poco a poco, modificó la materia hasta conver-tirla en problema de comando.

Desde las primeras operaciones, a raíz de los fuertes con-sumos que el comando no previó y en razones de las penuriasque de esto resultaron, se agrega el reaprovisionamiento de mu-niciones de los diferentes escalones de los ejércitos en campaña,un nuevo factor que toma una importancia capital: la repar-tición de las municiones entre las unidades subordinadas. Esteasunto conservó su importancia capital durante toda la guerra,pues, hasta el final, a pesar de la producción formidable demuniciones a que se llegó, impone la más estricta economía enlos consumos. En consecuencia, es el comando quien debe asig-nar la cantidad de municiones para una operación y él, mejorque nadie, puede hacerlo desde el momento que está impuestoen conjunto de las operaciones y misiones asignadas a susunidades.

602 MEMORIAL DEL EJERCITO

Por otra parte, los plazos necesarios para la reunión de lasenormes cantidades de municiones que exige la batalla moder-na, constituyen uno de los elementos principales de la decisióndel jefe. En el curso de la campaña, materiales de artilleríamás y más numerosos hacen sucesivamente su aparición en elcampo de batalla, y el año 1918 el ejército francés cuenta con74 diversos materiales. Un mismo material dispara varias cla-ses de proyectiles; la mayoría de los materiales necesitanvarios tipos de carga; las (espoletas son de modelos diferentesy el empleo está sometido a reglas complicadas. La clasifica-ción de estas municiones, cargas, etc., se impone de una ma-nera absoluta.

En lo que concierne a la infantería, también el problemacambia, pues, al iniciarse la campaña, sólo necesitaba cartu-chos para fusiles y ametralladoras, después se agregan otrasclases de cartuchos, granadas de tipos múltiples, municionesde las máquinas de acompañamiento, artificios para señales;las nuevas armas que se ponen en servicio necesitan diferen-tes modelos de cargadores.

Además, el asunto transporte de municiones no pierde suimportancia, por el contrario. El tonelaje de municiones quehay necesidad de pasar del interior a la línea de fuego aumen-ta constantemente; los medios hipomóviles de transporte, losúnicos previstos antes de la guerra, se manifiestan insuficien-tes y los medios automóviles se desarrollan con rapidez; laestabilización del frente permite recurrir a la vía férrea de 0, 60m., cuya utilización se estudia para operaciones de movi-miento.

De esta manera, a la luz de la experiencia de la guerra,el reaprovisionamiento de municiones aparece como un pro-blema de orden táctico, técnico y de transporte.

I. Las principales dificultades del problema.

A) Importancia del tonelaje de municiones. Para darsecuenta de la importancia del tonelaje de municiones y de loque ésto significa, creo conveniente citar el ejemplo del IV.ejército francés que, el 26. IX. 1918, atacó en un frente de 32Kms. Sus cuerpos de ejércitos (6) disponían de 1300 piezasde 75; 1000 de artillería mediana (105-120-125) y 200 mor-teros (220-270-280). Además una centena de piezas de arti-llería pesada de gran poder y artillería pesada sobre vía férrea.

El sólo aprovisionamiento inicial, constituido antes de lapreparación de artillería en las proximidades de las 2500piezas mencionadas, representaba un total de 50. 000 tonela-

EL SERVICIO DE AMUNICIONAMIENTO... 603

das. Para mover un tonelaje igual, son necesarios 166 trenesde 300 toneladas cada uno; los 5. 000 vagones necesarios, to-dos acoplados, formarían un tren de 50 Kms.

B) Diversidad de materiales de artillería. La artillería uti-liza un número considerable de calibres; aún más, un mismocalibre comprende materiales de modelos diversos.

El ejército francés, en caso de nuevo conflicto y haciendocaso omiso de la artillería pesada sobre vía férrea, dispondráde los siguientes materiales.

150 de trinchera.240 L. T. largo de trinchera.65 de montaña.75 de campaña.

105 L. Modelo 1913.120 L. Modelo 1877.155 C. Schneider M. 1917.155 L. M. 1877-1877-1914-1918.155 L. Schneider M. 1917.155 L. G. P. F.145-155 L.194 L.220 M.240 L.280 M.220 L.

La munición para los diferentes calibres de 155 no es lamisma. En consecuencia, este material necesitará de 16 seriesde municiones.

C) Diversidad de municiones para un mismo material. Paraun mismo material las municiones son de tipos variados.

Obuses: Hay obuses a bala, obús metralla, el explosivoen acero, obús explosivo en acero fundido, el obús ordinario, y,para una serie de calibres, obús tóxico o fumígeno.

Cargas: Numerosos cañones poseen varias cargas: una pa-ra disparar a las grandes distancias, otra para las distancias cor-tas. El cañón 75 tiene cartuchos a carga normal, otros a cargareducida, etc.. Espoletas: otro tanto puede decirse al respec-to, eso sí que se estudia el medio de reducirlas a un mínimo.

D) Necesidad de un personal de munición idóneo. Paraefectuar un buen reaprovisionamiento, es necesario un perso-nal técnico instruido y numeroso. La experiencia de la guerrademuestra la dificultad de procurarse este personal. La crea-

M. del E. 4.

604 MEMORIAL DEL EJERCITO

ción de unidades especialistas en municiones (compañías odestacamentos de municiones) han tenido por objeto remediaresta dificultad.

E) Recuperación de las vainillas. El reaprovisionamientode municiones no sólo comprende el suministro de municioneslistas para ser disparadas, sino también la recuperación de lasvainillas y municiones deterioradas.

Esta recuperación presenta serias dificultades que es ne-cesario reglamentar en detalle por el jefe del servicio.

II. Unidades de medida empleadas.

Unidad de fuego. Munición de artillería. La experiencia dela guerra hizo resaltar las ventajas que ofrece el valor de losaprovisionamientos y reaprovisionamientos en munición por unaunidad de medida, cuyo valor, expresado en número de tiros,se determina para cada categoría de boca de fuego, en razónde su empleo. La unidad empleada es la unidad de fuego, de-ducida de las estadísticas de la última guerra.

Para los diferentes materiales franceses es el siguiente:

C a l i b r e

150 T. M|1917240 L. T. M|191665 de montaña75

105 L. M|1913120 L. M|1878155 C. M1917155 L. M|77-77|14-18145 M1916155 L. M|17 y G. P . F .194 L.220 M.220 L.240 L...280 M.

Unidad de fuego

por pieza

15 tiros5 "

150 "200 "100 "100 "75 "75 "

100 "100 "50 "60 "50 "10 "10 "

Estas cifras han sido fijadas dé acuerdo con la experienciade la guerra, que demostró que era el máximo que se podía dis-parar en 24 horas, atendiendo a la fatiga que el tiro demandaal material y personal.

EL SERVICIO DE AMUNICIONAMIENTO... 605

Estas cifras fueron en dos ocasiones sobrepasadas por losnorteamericanos durante la guerra, pero con doble número desirvientes.

Munición de infantería. La unidad de fuego también hasido fijada a las municiones para armas portátiles, máquinasde acompañamiento y granadas.

Para los efectos de la simplificación, la unidad de fuegopara las armas de infantería ha sido determinada por divisiones.En cambio, para las máquinas de acompañamiento, la unidadde fuego ha sido establecida por pieza, tal como para los ma-teriales de artillería.

No existe unidad de fuego para los cartuchos especiales(balas perforantes, bala luminosa, munición para revólver, etc. )ni para los artificios de señalización.

La tabla siguiente indica la tasa de unidades de fuego parala infantería.

Tasa de la unidad de fuego de infantería.

Cartuchos)Granadas)Cañón 37Mortero

CartuchosGranadasObuses de 37Mortero

1 unidad de fuego deDivisión, comprende:1 unidad de fuego comprende:

Composición

3450006000900900

345000 cartuchos6000 granadas100 tiros100 "

Tonelaje aproximado,comprendido el embalaje

12 toneladas40, 63, 6

Cantidades de municiones, expresadas en unidades de fuego de División, trans-portadas en vehículos.

Formaciones Cartuchos

Regimiento InfanteríaSec. hipomóvil de munición

de infanteríaDivisión de Infantería

2 unidades

2

Granadas Obús

1 unidad

14

606 MEMORIAL DEL EJERCITO

Partida de munición de 75.

. Se entiende por partida de 75 un conjunto da 6000 car-tuchos (exactamente 5976, o sea 664 cajas de 9 cartuchos),cuyas cargas pertenecen a una misma partida de fabricaciónde pólvora, los obuses de un mismo peso y de un mismo mo-do de carga.

Los cartuchos en esta forma realizan el máximum décomparación posible.

Esta unidad bien definida de «Partida» sólo existe ac-tualmente para las municiones del material de 75.

III. Atribuciones respecto al Comando y Comando de Artilleríaen lo que concierne al reaprovisionamiento.

En los diferentes escalones de un Ejército en campaña(División, Cuerpo de Ejército, Ejército, Cuartel General), elComdte. de la artillería es al mismo tiempo Jefe del Serviciode artillería del escalón considerado.

A) Reaprovisionamiento en munición de artillería.

Según el reglamento básico francés, que regula en formageneral el servicio de municiones, se dice que el reaprovisiona-miento en municion de artillería funciona en cada escalón bajola dirección del comandante de artillería de este escalón.

Las diferentes operaciones que comprende el reaprovisio-namiento pueden agruparse en las siguientes necesidades:

a) Determinación de las necesidades en municiones.b) Petición de munición al escalón superior.c) Recepción, carguío y a veces almacenaje de las muni-

ciones suministradas por el escalón superior.d) Repartición de municiones a los escalones subordinados.e) Transporte de las municiones (medios de transportes,

trabajadores necesarios para su mantenimiento, condiciones deejecución del transporte: horas, itinerarios, reglas de circu-lación, etc. ).

a) Determinación de las necesidades en municiones.

El Comando de las tropas indica el resultado que debo ob-tener la acción de la Artillería en la operación proyectada.

El Comandante de la artillería traduce esta decisión encantidades de munición necesarias para obtener el resultadodeseado por el Comando, resultado que es sometido a la apro-

EL SERVICIO DE A M U N I C I O N A M I E N T O . . . 607

bación del Comando, quien las hace propias si son de su sentir.Si, por el contrario, por razones cualesquiera, el Comando

de las tropas no puede adoptar las proposiciones de su arti-llero, debe reducir sus pretensiones a los resultados a obtenerpor la artillería de acuerdo con las cantidades de municionascon que cuenta.

b) Petición de munición al escalón superior.

Las ¡cantidades de municiones necesarias que han sidoaceptadas por el Comando, el Comandante de Artillería lassolicita al Comandante de la artillería del escalón superior.

El Comando de las tropas fija la cantidad de municionesnecesarias; en la petición, el Comandante de la Artillera pre-cisa la naturaleza de las municiones. Por ejemplo: Decisióndel Comando: 4 unidades de fuego de 75; 3 unidades de fue-go de 155, etc..

Petición del Comandante de la Artillería: 5 lotes a obúsexplosivo de carga normal de 75, etc..

c) Recepción, carguío y almacenaje de las municiones.

Estos asuntos son del dominio propio de Comandante dela artillería.

Sin embargo, los emplazamientos de los depósitos de mu-niciones deben ser fijados por el Comando de las tropas, pre-via proposición del Comandante de la Artillería.

d) Repartición de munición a los escalones subordinados.

La fijación de las cantidades de municiones consentidasa los escalones soburdinados (o bien fijación del consumo) esuna cuestión de Comando.

El Comdte. de la artillería debe considerar:las intenciones del Comando, en cuanto a la maniobra a

realizar;las peticiones de munición hechas por los escalones subal-

ternos;los aprovisionamientos de municiones de que dispone la

gran unidad.En vista de estas consideraciones, establece un proyecto

de repartición de estos aprovisionamientos entre los diferentesescalones subalternos y la reserva a mantener en la mano delJefe,

608 MEMORIAL DEL EJERCITO

El Comandante de las tropas se contenta generalmente confijar las cantidades; la calidad es precisada por el Comandantede la Artillería.

e) Transporte de las municiones.

1) Medios de transporte. Entre los medios de transporteque existen en una gran unidad, algunos pertenecen como pro-piedad al arma o servicio, otros no son especializados y de-penden directamente del Comandante de la gran unidad.

En lo que concierne a los medios de transporte propiosde la artillería, su empleo es reglado por el Comandante dela Artillería sobre la base de satisfacer a las diversas nece-sidades del arma o servicio, en particular el reaprovisiona-miento en municiones. En cambio, los medios no especializadosson suministrados a los diferentes servicios de una gran uni-dad por el Comando de las tropas, a manera de medios ex-cepcionales o suplementarios. La repartición es hecha de acuer-do con las peticiones de los jefes de servicios y el grado de ur-gencia.

Por consiguiente, además de sus propios medios de trans-porte, el Comandante de la Artillería puede disponer para eltransporte de medios no especializados que son solicitados alComando.

2) Trabajadores. Como en el caso anterior, el Comdte. dela Artillería puede disponer de trabajadores no especializadospara la manutención de su munición, previa petición al Co-mandante.

3) Condiciones de ejecución del transporte. El Comandodebe regular la circulación en la red caminera de la gran uni-dad y coordinar los diferentes transportes. (Por ejemplo: fi-jar a cada una de las autoridades subalternas los itinerariospuestos a sus órdenes, sea de una manera completa o bien in-dicando de tal hora a tal otra).

En el cuadro respectivo, el Comdte. de Artillería regulalos movimientos de las columnas de municiones de artillería.

B) Reaprovisionamiento en municiones de Infantería.

En la actualidad, se estudia un Servicio de Infantería, elqué tomará a su cargo el reaprovisionamiento de municionesde Infantería.

Las municiones de Infantería, las granadas, artificio y ex-plosivos, son almacenados en cada escalón en los mismos de-pósitos de la artillería,

EL SERVICIO DE AMUNICIONAMIENTO... 609

El trasporte y repartición dan margen a órdenes que sondadas directamente por el Comandante de las tropas y ejecu-tadas por los jefes de servicio de la artillaría y los oficialesencargados del transporte.

IV. Organización y funcionamiento del servicio.

La necesidad de disponer, en un tiempo oportuno y en elpunto deseado de las municiones indispensables, constituye unade las principales y constantes preocupaciones del Comando,cualesquiera que sea el escalón de una gran unidad.

Las municiones son uno do los más importantes mediosde acción del Comando; la repartición de las municiones a lasgrandes unidades subalternas es una atribución del Comando.

En todos los escalones, el Comando es responsable de laconservación y repartición de las municiones,.

A) En la zona del interior.

Las municiones fabricadas en la zona del interior, seapor el servicio de artillería o por la industria privada, son reu-nidas en establecimientos llamados «almacenes de reserva ge-neral» que dependen del Ministerio de Guerra.

B) El escalón Gran Cuartel General.

El Ministro pone los aprovisionamientos de los Almacenesde Reserva General a disposición del Comandante en Jefe.

Estos almacenes, como están situados a menudo muy lejosdel frente, el Comandante en Jefe puede ser obligado a crear,cuando la situación lo exija, «parques-almacenes de municio-nes» que le pertenecen propiamente, suficientemente cerca delfrente para que las municiones puedan llegar en algunas ho-ras a los Ejércitos comprometidos.

Los parques-almacenes, son establecidos, en principio, enlas proximidades del límite trasero de la zona de los Ejérci-tos; comprenden un «parque sobre rieles» con municiones car-gadas en vagones y una reserva importante bajo hangares.Estos son alimentados por los Almacenes de la reserva generalpor medio de trenes completos.

El Comando en Jefe recibe las peticiones de los Gruposde Ejército o Ejércitos y les fija las cantidades correspondientes.

Desde el momento que una cantidad de municiones ha sidoasignada a un Ejército, el Comando en Jefe indica al Ejércitoy a su comisario regulador el o los parques-almacenes de mu-niciones que deben dar la cantidad de munición asignada.

610 MEMORIAL DEL EJERCITO

El Comisario regulador organiza, de acuerdo con el Ejér-cito interesado, el transporte de la munición.

Un tren de municiones transporta generalmente de 300 a400 toneladas útiles y comprende más o menos 40 vagones conun largo de 400 m.. Las municiones de artillería ligera y dela pesada no son mezcladas en un mismo tren.

En caso de guerra de movimiento, por razones de difi-cultad de construir cerca del frente depósitos de municionessuficientes e importantes, se prefiere reaprovisionar las uni-dades empeñadas por «trenes tipo», compuesto con antici-pación con los calibres corrientes y dirigidos a las estacionesde reaprovisionamiento.

El Comandante en Jefe dispone para la organización, lagestión y explotación de sus «Parques-Almacenes de Municio-nes, de formaciones llamadas «Parques Almacenes de Municio-nes», las que pertenecen orgánicamente a la 5. a sub-división dela Reserva General de Artillería.

En principio, un «Parque-Almacén de Municiones» com-prende esencialmente:

Un Estado Mayor.6 Compañías de Municiones.6 Destacamentos de Municiones.6 Secciones de parque.Puede ser reforzado por unidades de trabajadores no es-

pecializados.Compañías, destacamentos y secciones de municiones de

parque, pueden ser destacadas del Parque Almacén para re-forzar momentáneamente uno o varios parques de municionesde Ejército.

La Compañía de municiones comprende dos oficiales yuna centena de hombres de tropa, la mayoría especialistas enmuniciones (artificieros).

El destacamento de municiones comprende un oficial y 30hombres de tropa.

La sección de parque comprende 30 carros de parque ata-lajados a 3 caballos, unidades empleadas en los transportes enel interior del Parque-Almacén.

C) Al Escalón de Ejército.

Organización general del servicio. El Ejército se reaprovi-siona en las estaciones de reaprovisionamiento de municionesque le han sido designadas.

Todo tren que llega a una estación de reaprovisionamien-to debe ser inmediatamente descargado para dejar libre el ma-terial rodante,

EL SERVICIO DE AMUNICIONAMIENTO... 611

Esta necesidad es incompatible con la preterición de em-pujar hacia adelante, por simple transbordo, todas las municio-nes recibidas. Esto puede dar márgen a embotellamientos enla estación. Por consiguiente, no debe dejarse la munición enlos lugares de descarga.

Dé aquí resulta la obligación de organizar en las proximi-dades de la estación de reaprovisionamiento una instalacióncapaz de absorver rápidamente las municiones que llegan ala estación y que no son enviadas inmediatamente hacia elfrente. Esta instalación es llamada «depósito de estación» o«stock de estación».

De una manera general, las estaciones y depósitos de es-tación quedan a una distancia tal de las. líneas de combate quesólo los medios automóviles de los Cuerpos de Ejército y uni-dades subordinadas pueden aprovisionarse. Por otra parte, losCuerpos de Ejército y unidades subordinadas sólo disponen dedébiles medios automóviles que no les permiten llegar hastalas estaciones a buscar la totalidad de las municiones que lesson necesarias.

Por consiguiente, es deber del Ejército ayudar a sus Cuer-pos de Ejército y con sus propios medios llevar haciaadelante las municiones hasta los «Centros de Entrega» o sise trata de un frente organizado hasta los «depósitos avanza-dos», accesibles a los medios hipomóviles de las unidadesmás adelantadas.

Los Centros de Entrega son verdaderos depósitos avan-zados y reciben, sin embargo, una denominación diferente paradiferenciarlos en las operaciones mismas.

En resumen, el Ejército reaprovisiona a las unidades delos depósitos de estación o de los centros de entrega o depó-sitos avanzados.

En principio, un depósito de ejército es afectado al rea-provisionamiento de un solo Cuerpo de Ejército.

Desde el momento que las municiones son concedidas alCuerpo de Ejército, éstas pasan a ser propiedad de la unidad,quien las retira en momento oportuno y con los medios detransporte que dispone.

El carguío de los vehículos del Cuerpo de Ejército es ase-gurado en principio por el personal del depósito del Ejército.

Instalaciones necesarias para el reaprovisionamiento enmuniciones.

a) Estaciones de reaprovisionamiento. —Las canteras dereaprovisionamiento deben especializarse, es decir, ser afectadasa un servicio determinado, pues esto facilita el servicio, hace

612 MEMORIAL DEL EJERCITO

posible las organizaciones fijas y se presta automáticamentepara el aumento de rendimiento de cualquier servicio.

La cantera, según los principios franceses, es el conjuntoconstituido por una vía y una plataforma carretera de 15 m.de ancho y al mismo nivel de la vía. Existen 3 categorías decanteras:

La A que permite el descarguío simultáneo de un tren sinfraccionamiento.

La B que permite el descarguío de un tren simultánea-mente, previo fraccionamiento en varias vías.

La. C que permite el descarguío del tren por fraccionessucesivas.

Una cantera tipo A permite en 24 horas el siguiente tra-bajo:

2 trenes de víveres y materiales varios.2 a 3 trenes de municiones.4 a 6 trenes sanitarios.6 a 8 trenes de tropas.

Es por esto que en un Ejército hay canteras de municionesde artillería ligera y de infantería; de artillería pesada, de ví-veres, de material de ingenieros, de evacuaciones sanitarias, etc.

Las canteras necesarias se eligen entre las existentes desdeel tiempo de paz, en las diferentes estaciones de la zona delEjército; si se dispone de tiempo pueden construirse algunassuplementarias, para lo cual es necesario de 4 a 8 días y unacompañía de zapadores ferrocarrileros con 400 a 800 traba-jadores auxiliares.

Debe hacerse notar que por consideraciones de seguridad(amenaza aérea) y de facilidad de la circulación en la red ca-minera que sirve una estación, se hace indispensable evitar dereunir en una misma estación numerosas canteras de reapro-visionainiento.

Por otra parte, el sistema de las estaciones de un Ejércitodebo presentar un cierto escalonamiento en profundidad. A me-nudo esta profundidad resulta de la naturaleza misma de lared férrea.

Se puede admitir que la organización de estas canterasde municiones (una de munición de artillería ligera y de infan-tería y otra de artillería pesada) detrás de cada Cuerpo de Ejér-cito de primera línea es una buena solución; sin embargo,ella no. es siempre posible.

b) Depósitos de Ejército. Su ubicación. Los depósitos deestación deben estar situados a menos de 500 m. de la, líneaférrea principal (peligros de explosión) y, a no más de algunos

EL SERVICIO DE AMUNICIONAMIENTO... 613

kilómetros de la estación. Los medios de transporte decidiránmuchas veces la distancia de emplazamiento de estos depósitos.

Los centros de entrega o depósitos avanzados deben insta-larse:

Suficientemente cerca de las líneas para que los medios hi-pomóviles de adelante puedan venir a reaprovisionarse singran dificultad.

Suficientemente lejos de las líneas para evitar los peligrosde bombardeo por artillería enemiga.

En estas condiciones, parece que los centros de entregaspueden adelantarse hasta 6 Kms. de las primeras líneas, encaso de operaciones ofensivas contra un enemigo que no hatenido tiempo de organizarse seriamente. En los otros casos,es prudente mantener los centros de entrega o depósitos avan-zados a 10 o 12 Kms. del frente.

Además, es útil si no necesario (razones de seguridad deexplotación y de facilidad) que los centros de entrega o depó-sitos avanzados sean accesibles de día, aunque esto exija ale-jarlos del frente.

Desde otro punto de vista, hay que considerar en la elec-ción de la colocación de los diferentes depósitos de Ejér-cito, las facilidades que presenta para llegar a él, sea por loscaminos para los medios automóviles o hipomóviles, o si, lle-gado el caso, por la vía de 0, 60 m.; debe hacerse un amplioempleo del camouflage natural contra las investigaciones delos aviones (bosques, líneas de árboles, etc. ). Por fin, lasinstalaciones deben ser disimuladas a la observación de losglobos enemigos.

En un depósito, el transporte a brazo de las municionessólo puede ser admitido en cortas distancias, so pena de nece-sitar un número enorme de trabajadores.

De lo que resulta que en guerra de movimiento los de-pósitos deben instalarse a lo largo de las buenas carreterasque permiten el cruzamiento de los vehículos para efectuar elcarguío a un costado del camino, pues, en caso contrario, seimpone el sentido único de circulación, por lo menos en el trozode camino donde se ha instalado el depósito.

En guerra de estabilización es posible organizar, ademásde los caminos existentes, pistas de madera o de macadam,para establecer los depósitos.

Su organización: La organización del depósito está regla-mentada por una instrucción especial que clasifica las muni-ciones en 11 tipos:

614 MEMORIAL DEL EJERCITO

1) Obuses explosivos.2) Granadas explosivas.3) Munición para cañón 37.7) Obuses luminosos, cartuchos luminosos de infantería,

artificios y señales luminosas.8) Munición cargada con fósforo.9) Municiones tóxicas.

10) Municiones para armas portátiles.11) Pólvoras.

Las municiones partenecientes a una misma clase debenrepartirse en el terreno por islotes, distantes algunos metrosunos de otros.

El conjunto de estos islotes constituye el parque de la cla-se de munición considerada.

Los parques de las diferentes clases de municiones queexisten en un depósito deben separarse unos de otros por unintervalo mínimo de 100 a 300 m., según la naturaleza de losparques vecinos. Sin embargo, lo dicho no es absoluto, pues sepuede organizar depósitos con todas las clases de municiones.

A manera de dato ilustrativo se puede decir que un kiló-metro de camino permite la organización de un depósito de 6lotes de 75 con 36. 000 proyectiles, o bien, 10. 000 de artille,ría pesada de 105 y 155.

Su capacidad. Durante la última guerra, algunos depósitosde estación alcanzaron las capacidades siguientes:

Artillería ligera: 180. 000 tiros o sea 1. 800 toneladas.Artillería pesada: 60. 000 tiros con un tonelaje de 3. 000.Sin embargo, se reconoce en la actualidad que en caso de

un nuevo conflicto esto sería peligroso repetirlo por la aviación,sobre todo en lo que respecta a la munición de artillería pesada.

La disposición filiforme, preconizada más arriba, permitedisminuir los riesgos de la aviación, en cambio, las dificul-tades de explotación aumentan, lo cual, exige disminuir su ca-pacidad.

Número. Desde el punto de vista seguridad de los aprovi-sionamiento de los escalones subalternos, es evidente que existela ventaja de tener un gran número de depósitos, pero estotiene un límite por los gastos.

Entre las' soluciones que pueden darse al problema, unopodría ser el siguiente sobre la base de un Cuerpo de Ejércitocon dos divisiones en primera línea:

Depósitos de estación. Un depósito de munición de arti-llería ligera y de infantería, y eventualmente de artillería detrinchera.

Un depósito de artillería pesada.

EL SERVICIO DE Á M U N l C I O N A M I E N T O . . . 615

Centros de entrega o depósitos avanzados.

a) Dos centros de entrega, uno por División y a la frac-ción de artillería de C. E. comprometida en el frente de laDivisión.

b) Tres centros de entrega, destinados a las Divisionesy el tercero a la artillería de C. E.

c) Cuatro centros de entrega: dos con munición de arti-llería ligera y de infantería y eventualmente de artillería detrinchera, destinados en principio a las Divisiones; dos conmuniciones de artillería pesada del Cuerpo de Ejército queapoya a las Divisiones.

Como puede verse, cualquiera de estas soluciones puedeadoptarse, la situación decidirá.

Dirección del servicio. —Conforme a lo ya manifestado, elreaprovisionamiento en municiones de artillería funciona bajola dirección del Comandante de la Artillería del Ejército, quien,inspirándose en las directivas y proyectos del Comando:

Establece las peticiones de municiones;Fija la ubicación de los depósitos de Ejército;Toma a su cargo las municiones dadas por el escalón su-

perior;Hace la repartición entre los C E . .Ejecución del servicio. —Comprende esencialmente:La recepción de las municiones en las estaciones de reapro-

visionamiento, la organización, la gestión y explotación de losdiferentes depósitos de municiones de Ejército;

El transporte de las municiones desde las canteras de de-sembarque hasta los depósitos de Ejército y entre los depósi-tos entre sí.

a) Para las operaciones de la primera serie, el Coman-dante de Artillería de Ejército dispone de un Coronel Directordel servicio de municiones.

El Comandante de Artillería tiene además, en su EstadoMayor, un oficial superior como Inspector de Municiones, en-cargado dentro del ejército de controlar hasta el escalón bateríala ejecución de las prescripciones concernientes a la seguridad yconservación de las municiones.

El Parque de Munición de Ejército comprende:Un Estado Mayor.3 Compañías de municiones (misma composición que las

unidades llamadas de Parque-Almacén de Munición).6 Destacamentos de municiones, (idem).3 Secciones de parque.

616 MEMORIAL DEL EJERCITO

Unidades de trabajadores puestas a disposición del parquepara los trabajos necesarios.

b) Transporte de las municiones. En el escalón Ejércitolos medios de transporte no son especializados.

Para asegurar los transportes de toda naturaleza el Ejér-cito dispone:

Del servicio de vías estrechas.Del servicio del tren automóvil.Del servicio del tren hipomóvil.La 4. a oficina (transportes) del Estado Mayor del Ejército,

establece diariamente o por un período de varios días, el plande transportes del Ejército.

En lo que concierne a la utilización de los medios auto-móviles debe hacerse notar que la etapa máxima diaria de unconvoy automóvil varía entre 60 a 80 Kms.. De lo que resultaque en caso de transportes continuos a distancia superior a 30o 40 Kms., los convoyes no pueden volver el mismo día alpunto de partida y el número de camiones necesarios para ase-gurar la continuidad del transporte debe ser doble. Por el con-trario, si los puntos de descarga no están a más de 15 Kms. delos puntos de carga, un mismo camión puede efectuar «dosrotaciones» por período de 24 horas.

D. —En el interior del Cuerpo de Ejército

1) Medios en personal y medios de transporte orgánicamenteafectados al reaprovisionamiento de municiones.

a) Al escalafón Cuerpo Ejército. —Los órganos de ejecucióndel servicio de municiones del material están reunidos en unamisma formación llamada «Parque de Artillería de Cuerpo deEjército». En la misma forma, el escalón División de Infan-tería dispone de un «Parque de artillería divisionario». La Divi-sión de Caballería dispone de Parque de artillería.

El Parque de artillería de CE. comprende:Un Estado Mayor.;Un destacamento de municiones;Una sección automóvil de municiones..Un equipo de reparaciones (servicio del Material);El destacamento de municiones es de composición idén-

tica a la de la unidad llamada «Parque-Almacén de Munición».. La sección de municiones automóvil se divide en dos esca-

lones, que en principio transportan, uno municiones de 105 y elotro de 155. Esto no es reglamentario, pues las columnas pue-

EL SERVICIO DE AMUNICIONAMIENTO... 617

den transportar munición de cualquier material. La naturaleza yproporción de las municiones a cargar en la sección es funciónde las necesidades del momento. (La capacidad de los diferen-tes medios de transporte se da en el anexo L).

b) Al escalón «División Infantería». —El Parque de arti-llería divisionario comprende esencialmente:

Un Estado Mayor;Un destacamento de municiones;Una sección hipomóvil de municiones de infantería.Una sección hipomóvil de municiones de artillería.Una sección automóvil de municiones.Un equipo de reparación divisionario.El destacamento de municiones es de composición idéntica

al del Cuerpo de Ejército.La sección hipomóvil de municiones de infantería com-

prende dos escalones: uno ligero de municiones de vehículosreglamentarios a 2 caballos y el otro pesado con carretonesde parque.

La sección hipomóvil de municiones de artillería se divi-de en tres escalones que transportan en principio:

1 munición de 75 en furgones de artillería o carretones deparque.

2 y 3 municiones de 155 C. en carretones de parque.La sección automóvil de munición tiene la misma compo-

sición que la sección automóvil del Parque de artillería C. E.c) En los cuerpos de tropas. --1) Artillería. —Todos los

medios de transporte de municiones pertenecen orgánicamentea la batería o al grupo.

Algunos medios de. los grupos o baterías son especializadosen el transporte de municiones, los que son llamados «mediosnormales» o medios ordinarios de transporte de municiones.

Otros medios, destinados a transportar normalmente per-sonal, aparejos, bagajes, etc., pueden, en ciertas circunstancias,ser utilizados en el transporte de municiones.

Estos medios son llamados «medios excepcionales».Columnas de reaprovisionamiento. —Todos los grupos de

artillería hipomóvil y automóvil tienen una columna de reapro-visionamiento afecta al escalón de combate del grupo.

El escalón de combate del grupo transporta un aprovisio-namiento de municiones inmediatamente a disposición del co-mandante del grupo.

Baterías. —Las baterías hipomóviles y automóviles poseenmedios de transporte que le permiten tener constantemente unprimer aprovisionamiento.

618 MEMORIAL DEL EJERCITO

Para asegurar el transporte de las municiones hasta laspiezas de las baterías acopladas a camiones, éstas disponen depequeños vehículos a dos ruedas bajas arrastradas por los sir-vientes.

Algunas baterías de tractores disponen de algunos cientosde metros de vía de 0, 40 m. con pequeños carros.

2) Infantería. —Fuera de las municiones llevadas por loshombres, las unidades de infantería disponen de importantesaprovisionamientos de municiones llevadas en vehículos o pe-queños carros.

Escalón compañía: fusileros. —1 carretón a 2 caballosque transporta cartuchos, granadas y artificios.

Compañía de ametralladoras. —16 vehículos de pieza conmuniciones; 8 vehículos de municiones (pequeños); 3 carre-tones de municiones a 4 caballos.

Escalón batallón. —2 vehículos a 2 caballos para muni-ción del fusil-ametrallador.

Escalón regimiento. Sección máquinas de acompañamien-to; 3 vehículos pequeños de munición de cañón 37; 6 vehícu-los pequeños con munición de mortero. (Véase anexo I y II).

2) Escalonamiento de las municiones.

a) Un primer escalón de municiones está constituido. porlas municiones de las unidades de primera línea. En el caso deun C. E. que marcha hacia el enemigo, estas municiones sonllevadas por los hombres y vehículos.

En operaciones de frente -estabilizado, las municiones sonrepartidas en un cierto número de depósitos: las municionesde infantería se escalonan desde los puntos de apoyo de la po-sición de puestos avanzados hasta los depósitos de regimientoo de sub-sector; las municiones de artillería son abrigadas máso menos cerca de las posiciones de batería.

b) Un segundo escalón de municiones está constituido porlas municiones cargadas en las secciones de munición y los de-pósitos que posee el C. E.. . '

Sin embargo, rara vez los C. E. tendrán depósitos de mu-niciones propios, porque el ejército lleva lo más adelante po-sible sus órganos de reaprovisionamiento y porque la explota-ción y gestión de un depósito demanda bastante personal deque no dispone el C. E..

El C. E. se hace representar en los depósitos de ejércitoque deben reaprovisionarlo por un destacamento de municioneso fracción de éste. Este destacamento concurre, bajo la direc-ción del depósito, a la explotación del depósito.

EL SERVICIO DE AMUNICIONAMIENTO... 619

El jefe del destacamento de municiones del C. E. o deDivisión tiene por misión: llevar la contabilidad de los créditosde munición acordados, dirigir y vigilar la ejecución del reapro-visionamiento de las unidades subalternas, de asegurar en parti-cular que las municiones recibidas corresponden bien en can-tidad y calidad, etc..

Excepcionalmente, el Ejército puede encargar al C. E. deequipar los centros de entrega.

3) Dirección del servicio.

> a) Escalón Cuerpo de Ejército. —El servicio funciona bajola dirección del Comandante de la Artillería del C. E. quien esresponsable del servicio de reaprovisionamiento.

De acuerdo con las directivas recibidas, establece las situa-ciones y pedidos de municiones, se hace cargo de las municio-nes dadas por el escalón superior y las reparte entre la artille-ría de Cuerpo de Ejército y las artillerías divisionarias.

El «plan de repartición de municiones», o «plan de rea-provisionamiento» se establece según la situación, ya sea cuo-tidianamente o por un período de varios días, el cual debe serdado a conocer a los interesados.

Este plan debe comprender en esencia: Las municionesasignadas a cada una de las unidades; los depósitos de Ejér-cjto donde serán tomadas esas municiones; la forma en queéstas serán repartidas.

4) Ejecución del servicio.

La ejecución del servicio comporta esencialmente el trans-porte de las municiones consignadas en el «plan de reaprovisio-namiento», desde el punto en que ellas han sido puestas a dis-posición del Cuerpo de Ejército hasta las piezas que deben dis-parar.

a) Medios de transporte utilizados.

Los medios propios de las diferentes formaciones (mediosnormales y excepcionales).

Eventualmente medios de transporte no especializados per-tenecientes al C. E. y División, a saber:

Dos secciones automóviles de transporte de la compañía deltren del Cuerpo de Ejército; cada una de estas secciones repre-senta una capacidad de transporte de 50 toneladas más o menos.

M. del E. 5.

620 MEMORIAL DEL EJERCITO

Dos secciones hipomóviles de transporte del tren del C. E.y dos secciones hipomóviles de transporte de la compañía hipo-nióvil del tren de división de infantería; estas secciones hipomó-viles de transporte son carretones a 2 caballos y vehículos requi-sicionados a 2 caballos, carretones de parque a 3 caballos. Lacapacidad útil aproximada, cuando se trata de municiones, pue-de ser:.

20 toneladas para el conjunto de dos secciones hipomóvi-les del C. E.;

40 toneladas para el conjunto de dos secciones hipomóvi-les de división de infantería.

Eventualmente, medios de transportes puestos temporal-mente por el Ejército a disposición del C. E.. Estos elemen-tos pueden ser:

La vía de 0, 60 m.;Camiones automóviles;Unidades hipomóviles de transporte;Secciones de caterpillars. (La reserva general de artillería

comprende orgánicamente un cierto número de secciones de ca-terpillars destinadas a asegurar el transporte de municiones omaterial, en terrenos impracticables a los otros vehículos. Unasección comprende en principio, 12 aparatos, capaces de arras-trar o llevar cada un5 8 toneladas útiles).

La vía de 0. 60 m. constituye un medio práctico y econó-mico que descongestiona la red caminera.

Los medios automóviles constituyen un buen medio detransporte, sobre todo en los largos recorridos con buenas ca-rreteras.

El caterpillars debe reservarse al transporte en terrenosdifíciles e impracticables a los otros medios. Sin embargo, debeemplearse en cortos recorridos.

Los medios hipomóviles deben destinarse a los pequeñosrecorridos, pueden circular en mediocres carreteras.

b) Esquema de conjunto de los transportes.

El transporte de municiones debe establecerse haciendo unjuicioso estudio de los medios a emplear, tomando en cuenta lasituación táctica y sus características, de manera de reducir lostransbordos y transportes al brazo al mínimum.

Desde todos los puntos de vista es de interés que una muni-ción sea transportada por el mismo vehículo desde el depósito deEjército hasta la posición de batería.

Los puntos donde se efectúa el transbordo se llama «pun-tos de transbordo».

EL SERVICIO DE AMUNICIONAMIENTO... 621

Los anexos III y IV indican en forma esquemática la orga-nización de los transportes efectuados con los medios del C. E.desde los depósitos de Ejército hasta la línea de fuego.

c) Organización de los transportes.

Pertenece al Comandante de la artillería fijar para cadacaso particular las modalidades a adoptar en la organización delos transportes. El reaprovisionamiento, por principio, de unaunidad debe hacerse con sus propios medios, pero si las circuns-tancias no permiten efectuar ese reaprovisionamiento en la formaindicada, el Comandante de la artillería de C. E. debe suminis-trar los medios suplementarios. Los puntos de transbordo debenser previstos y organizados de acuerdo con la situación por elComandante de la Artillería de C. E.

Plan de transporte. —El Comandante de la Artillería del C.E., asistido por el Comandante del Parque de Artillería de C.E., -establece en grandes líneas el plan de transporte según elcual las municiones serán tomadas del depósito de Ejércitohasta dejarlas en la línea de fuego.

Por principio, este plan debe ser diario.El plan de transporte fija los medios de transporte afecta-

dos al reaprovisionamiento respectivo de cada una de las gran-des formaciones de artillería. Regula las condiciones de ejecu-ción de los transportes en el cuadro general trazado por el Co-mandante a quien pertenece coordinar los diferentes transportesdel C- E. (horas, itinerarios, consignas de circulación, puntos devista de transbordos). Oficiales de enlace permanentes debendestacarse por los Comandantes de artillería de C. E. y deDivisión al Parque de artillería de C. E...

Estos oficiales de enlace deben estar al corriente de lasposiciones de las baterías, de las posibilidades de acceso con losdiferentes medios de transporte y capacidades exactas de estosmedios. Reciben de la autoridad que los envía todas las ins-trucciones útiles sobre las reparticiones a efectuar entre los di-ferentes agrupamientos, etc..

El plan se traduce en instrucciones y órdenes que el Co-mandante del Parque da a los agentes de enlace y que puedenresumirse:

Municiones asignadas a la unidad y los depósitos de don-de serán tomadas;

Los medios de transporte puestos a la disposición de launidad.

Los transportes que serán efectuados en provecho de lasformaciones por la vía de 0, 60 m. o por los medios puestos,a. disposición del Parque.

. 622 MEMORIAL, DEL EJERCITO

Los transportes que una formación deberá efectuar en be-neficio de otra.

Las condiciones de ejecución de los transportes: itinerarios,consignas de circulación, puntos de transbordo.

Si hay necesidad, el Comandante del Parque liará jalonarlos itinerarios principales.

De acuerdo con las instrucciones de los comandos, los ofi-ciales de enlace reparten su carga de municiones entre los dife-rentes medios con que cuentan para el transporte y regulan lascondiciones de ejecución del transporte.

Medios de transporte a las órdenes del Comandante del'Parque de Artillería de Cuerpo de Ejército. —Todas las seccio-nes de municiones automóviles y excepcionalmente, las unida-des de transporte automóviles no especializadas.

La orden de operaciones del C. E. fija, para las agrupacio-nes de las secciones de municiones automóviles, uno o variospuntos de primera destinación, a partir de los cuales las seccio-nes son accionadas por el Comandante del parque de acuerdocon las órdenes dadas por el Comandante de la artillería.

El Comandante del parque se pone en enlace con los Co-mandantes de artillería del C. E. y divisiones, y, a medida de lasnecesidades, empuja hacia adelante secciones o fracciones desecciones de municiones.

Los Comandantes de las artillerías de C. E. y de Divisióndirigen esas secciones, ya a puntos de transbordos previstos yorganizados por ellos donde sus propios medios de transpor-te se reaprovisionarán, o bien directamente sobre las posicionesa reaprovisionar.

Una vez vacías, los elementos de las secciones automóvilesse reagrupan en un punto fijado por el Comandante del parquedonde quedan a sus órdenes. Las secciones se completan en losdepósitos de estación o centros de entrega, donde quedan listaspara avanzar.

Cabe señalar que en este caso los enlaces se efectúan deatrás hacia adelante.

Medios de transporte del Comandante de artillería C. E.y Divisiones. —Todos los medios hipomóviles y medios automó-viles de refuerzo.

Artillería divisionaria hipomóvil. —En principio, la secciónde munición hipomóvil transporta las municiones desde los cen-tros de entrega o puntos de transbordos hasta las columnas dereaprovisionamiento de los grupos.

Las circunstancias generalmente permiten a las columnas dereaprovisionamiento de 155 ir a reaprovisionarse a los centros

EL SERVICIO DE AMUNICIONAMIENTO... 623

'de entrega o puntos de transbordos. Según las necesidades, lascolumnas de reaprovisionamientos transportan sus municioneshasta los vehículos de las baterías o piezas mismas.

Artillería hipomóvil de Cuerpo. —Las columnas de reapro-visionamiento transportan las municiones desde los centros deentrega o puntos de transbordo hasta las piezas. Este sistemase impone porque esta artillería no dispone, como la divisiona-ria, de sección de munición hipomóvil.

Artillería automóvil. —El mismo juego indicado para laartillería hipomóvil de Cuerpo; las columnas de reaprovisiona-miento pueden aún ir a reaprovisionarse a los depósitos de laestación.

Recuperación de las municiones dejadas en una posición. —La recuperación debe efectuarse primeramente por el grupo in-teresado; si esto no es posible, por las secciones de municionesy, en último casó, por el Parque de municiones del Ejército.

. . . 5) Municiones de Infantería.

Como ya se ha manifestado, las municiones de artillería queuna unidad lleva consigo, misma no representa sino una débilreserva, apenas suficiente para las primeras operaciones.

La situación que concierne a la infantería es mucho másfavorable.

Según la experiencia de la guerra, el consumo medio ¡deuna división de infantería en municiones varía entre una o dosunidades de fuego.

Independientemente de las municiones que llevan los hom-bres, la división transporta una cierta cantidad de municionesque se indica en el cuadro respectivo. Por consiguiente, unadivisión puede hacer frente a una acción seria durante variosdías con sus sólos recursos.

El transporte de municiones de infantería no tiene mayoresdificultades cuando se trata de transportarlas por vía férreao vehículos. Pero su problema se complica a partir del mo-mentó que es necesario poner esa munición en poder, de loshombres, pues la conducción de una unidad de fuego a la líneade combate representa la necesidad de 1. 000 cargadores.

a) Reaprovisionamiento en período de movimiento. —Antesde comprometerse en una arción que se considera inminente, elComandante de batallón hace alimentar el aprovisionamientonormal llevado por los hombres, por medio de su tren de com-bate,

624 MEMORIAL DEL EJERCITO

Durante la acción, el reaprovisionamiento de la línea dofuego se asegura por medio de los vehículos del tren de combateque avanza lo más cerca posible de los elementos combatientes.Refuerzos o individuos dedicados especialmente para el caso,aseguran el transporte de las municiones desde los puntos dedetención de los vehículos hasta la línea de fuego.

En la tarde, los aprovisionamientos de la sección de muni-ciones se reparten entre los trenes de combate de los regimien-tos, a prorrata, para lo cual los vehículos de la sección de mu-nición van hacia los trenes de combate, para evitar a éstos mo-vimientos retrógrados.

Durante la noche o al día siguiente los vehículos vacíos dela sección de municiones van a llenarse, ya a un centro de en-trega o a un punto de transbordo servido por camiones auto-móviles.

b) Reaprovisionamiento en frente estabilizado. —Los ve-hículos de las secciones de municiones de infantería y los de lasunidades de infantería se emplean simultáneamente en el trans-porte de las municiones desde los depósitos avanzados o pun-tos de transbordo hasta los puntos más próximos de las líneas,donde se constituyen depósitos de regimientos o de sub-sector.Desde aquí, las municiones son conducidas por los hombres yeventualmente por animales de carga.

Algunas cuestiones relativas al reaprovisionamiento en municio-nes en un caso concreto esquemático.

Hipótesis. —Un ejército en el curso de una marcha ofensiva,d í a . 1-1. Sus vanguardias han tomado contacto con elementosenemigos y han podido continuar sin grandes dificultades en unaprofundidad de algunos kilómetros hasta la tarde que han sidodetenidas ante una posición que parece presentar una línea defuego continua.

En la mañana del d í a , T. han querido forzar el dispositivoenemigo sin poder lograrlo.

El Comandante del Ejército decide el d í a , T. en la tardesuspender momentáneamente la ofensiva, la que será reiniciadael día J. más 4 en la mañana, tiempo de detención que seráconsagrado a reunir los medios necesarios para el ataque, enespecial los medios de artillería.

LA cuestión. - ¿Cuánta cantidad de munición será posiblellevar a las posiciones de batería para el d ía , T. más 4 en la ma-ñana ?

EL SERVICIO DE AMUNICIONAMIENTO... 625

Los reconocimientos necesarios para ubicar la artilleríapropia y de refuerzo serán ejecutados durante el día J. más 1,de manera que las municiones podrán comenzar a llegar en lanoche del mismo día de los reconocimientos.

Para los efectos de los cálculos se admitirá:a) Que toda circulación importante es prohibida durante

el día en una profundidad de 10 a 12 kilómetros del frente al-canzado desde el día J. más 1.

b) Depósitos de estación y centros de entrega han sidoabiertos en el día de la toma de contacto, a 30 Km. y 10 yl2Kms., respectivamente.

c) Para el día J. más 1, en la mañana, los vehículos demuniciones de la artillería comprometida, incluso las seccionesmuniciones, han depositado todas sus municiones.

d) Se admitirá que los 3/4 de los medios automóviles estáncapacitados para marchar.

e) Se estudiará la cuestión dentro del cuadro de una Divi-sión que dispone de:

Sus medios orgánicos de artillería (5 grupos han sidocomprometidos desde el d í a , T. );

Una artillería de refuerzo de 2 regimientos de otra Di-visión y 1 regimiento acoplado de 75 (3 grupos).

De los solos medios de transporte que orgánicamente co-rresponde a estas unidades.

f) Las municiones son suministradas por el Ejército, parteen Centros de Entrega y parte en los depósitos de estación. (Me-dios autos en las estaciones).

g) Se admitirá que las posiciones de los grupos acopladosson accesibles a los medios automóviles y pueden, en conse-cuencia, ser directamente reaprovisionados por camiones auto-móviles y que los grupos hipomóviles son accesibles a los me-dios hipomóviles.

h) Dos agrupaciones de artillería a reaprovisionarse.Los grupos automóviles serán, en consecuencia, reaprovi-

sionados por camiones automóviles los que se completarán enla estación,

626 MEMORIAL DEL EJERCITO

Esquema de la organización de los transportes.

3 gruposfuego, igual3 unidades

7572123

sea: 369 igual

72

P. Igual 1 unidadTon Reciben enpor 389 Ton o

•5, 1 unidades defuego.

6 Gr. de 75 hipo (1 unidad de4 Gr. de 155 C hipo fuego igual

1324 T.reciben en 3 unidades igual 535X 3 igual 1. 605 igual 4, 9 unidades

de fuego.324

Posiciones accesibles a losmedios auto

Posiciones accesibles a los

medios automoviles.

4. igual 30 Km.123 T. al dia.

1 rotación

Como la distancia entre las posiciones y el depósito de es-tación es de 30 Km., el convoy sólo podrá ejecutar una sólarotación diaria, (corriente A. ).

Los grupos hipomóviles tomarán sus municiones:a) De los centros de entrega; los medios de transporte po-

drán efectuar una rotación por período de 24 horas (corriente;1). ). Las municiones habrán sido previamente llevadas por elEjército al centro de entrega, lo que da margen a la corrien-

EL SERVICIO DE AMUNICIONAMIENTO... 627

te E. y colmo la distancia es de 18 Kms. los camiones podránefectuar 2 rotaciones diarias.

b) De los puntos de transbordo, colocados lo más cercaposible de las posiciones de baterías para que los medios detransporte puedan ejecutar 2 rotaciones por noche. Esta serála corriente C.

Las municiones habrán sido previamente llevadas, a los 10puntos de transbordo por camiones automóviles de la Divisiónque tomarán sus reaprovisionamientos directamente de los ele-pósitos de estación y que por la distancia a que se encuentran,sólo podrán ejecutar una rotación por período de 24 horas. Co-rriente B.

El cuadro que se expone a continuación da a conocer lascapacidades expresadas en toneladas de los medios de trans-porte de municiones de la artillería divisionaria, bajo la supo-sición que esos medios estén completos teóricamente.

Partiendo de la base de las consideraciones especiales delproblema, la artillería divisionaria dispondrá, en término medio,por período de 24 horas (402£v| 156 X 1/2) igual 480 toneladasdía hipo.

3/4 (272 -\- 81>< 1/2) igual 234 toneladas día nulo.

Total. 714 Toneladas día.

628 MEMORIAL DEL EJERCITO

• Organización de los transportes. —Se obtendrá un rendi-miento máximo de los medios haciéndolos trabajar paralela-mente los unos a los otros, es decir, aplicándolos solamente alas dos corrientes de transportes A y D; pero se llegará a unarepartición de municiones mal equilibrada.

Es necesario repartir los medios entre las cuatro corrientesA, B, C, D. Se puede adoptar por ejemplo: la solución ¡quefigura en el cuadro siguiente, que hace resaltar al mismo tiempolas cantidades de municiones llevadas cada noche a los gruposacoplados por una parte, y a los grupos hipomóviles por otra.

(1) Las 123 T. representan la capacidad de los medios de transporte delos 3 grupos de 75 acoplados igual a 3[4 (124 + 81 x l|2).

En 3 noches:Los grupos acoplados recibirán:

369123 X 3 = 369 toneladas o sea igual 5, 1 unidad de fuego

72Los grupos hipo recibirán:

1605535 X 3 = 1605 toneladas o sea igual 4, 9 unidades de fuego

324

B. —La red de caminos existentes ¿ permite el tráfico men-cionado?

Para los efectos de los cálculos que vienen enseguida soha tomado en consideración;

EL SERVICIO DE AMUNICIONAMIENTO... 629

1) Camino exclusivamente reservado a la circulación au-tomóvil. Un camión corriente de 3 toneladas de munición ocupa50 m. en el camino cuando se encuentra en marcha (10 m.detenido) y marcha 10 en la hora.

Un camino reservado únicamente a la circulación automó-vil gasta, pues, 600 toneladas automóviles a la hora.

2) Otro camino, es decir, camino abierto a todas las cir-culaciones (tropas a pie, columnas hipo y automóviles).

a. —Medios hipomóviles. Un vehículo hipo transporta, tér-mino medio, una tonelada de munición y ocupa 20 m. de ruta ymarcha a 4 Kms. a la hora (vehículos atalajados a 3 parejas).

Un camino gasta o despacha 200 toneladas hipomóviles enuna hora.

b. Medios automóviles. En un camino de gran tránsito, esimposible que las columnas automóviles doblen las columnasa-pie o hipomóviles. Marcha a rapidez comercial de 4 Kms. a lahora y siempre ocupando 50 m. de ruta, por consiguiente 240toneladas a la hora.

Duración del paso de las columnas de municiones. - Paralos efectos de este cálculo se partirá de la hipótesis que fija elAnexo 1. .

1) Ruta exclusivamente reservada a la circulación auto-móvil. Por período de 24 horas pasan por el trecho de caminosegmentado:

123 toneladas de corriente A.111 toneladas de la corriente B.424 toneladas de la corriente E.

658 toneladas. 658Duración del paso: 1 hora 5'

600

2) Camino abierto a todas las circulaciones entre los cen-tros de entrega y atrás. Las mismas 658 toneladas tienen unaduración de 658 2 horas 45'.

240

3) Ruta abierta a todas las circulaciones entre los centrosde entrega y punios de transbordo. 234 toneladas continuansiendo transportadas por medios automóviles; 424 son condu-cidas por medios hipomóviles:

630 MEMORIAL DEL EJERCITO

234 1 hora.

240424 2 horas 5'

200La red caminera existente ¿permite el tránsito?

Las rutas consideradas más arriba son utilizables 24 sobre24 horas, el pasaje de las columnas de municiones que tiene undesarrollo de 1 hora 5' ó 2 45' no presentan dificultades, aúnen el caso que el camino reservado a la circulación automóvilsea llamada a servir varios Cuerpos de Ejército. Por el contra-rio, las rutas no pueden ser utilizadas que de noche más allá delos centros de entregas.

Consideremos un camino que conduce de un centro de en-trega a la región de las baterías ¿ cuál será la cantidad máximade municiones que es susceptible de despachar en una noche?

Sea K. el número de horas de noche; D el largo del ca-mino; A. el punto donde el camino penetra en esa zona.

Las posiciones de batería a ocupar para las operaciones deJ. 4 se encuentran a 3 Km. de la primera línea:

Admitiendo que el camino considerado esté exclusivamen-te reservado al reaprovisionamiento en municiones de artillería,este camino puede, máximum, despachar en una noche una co-lumna que presenta una duración de pasaje de:

D—3 másK — (2 1) horas.

4(2 D—3 más 1) representa el número de horas puesto por

4un vehículo de munición para efectuar el trayecto al punto A.,posición de la batería, una hora para el descargue, vuelta alpunto A.. Si la División dispone de p caminos análogos, podrácada noche lanzar hacia adelante columnas de municiones querepresentarían una duración total de pasajes de:

p (K— (2 D—3 — más 1).

4

En el caso concreto y esquemático que nos ocupa los movi-mientos de municiones previstos serán posibles si la fórmula an-terior es igual:

EL SERVICIO DE AMUNICIONAMIENTO... 631

3 p (K— 2 D—3 más — 1).. 4

Si p es igual a 1 y D igual a 11 Km.,K sería igual a 8 lo que significaría que los transportes

Son posibles si la noche tiene una duración de 8 horas.Si la noche es más corta, será necesario reducir el tonelaje

a transportar cada noche.ANEXO I.

632 MEMORIAL DEL EJERCITO

ANEXO IICantidades de municiones de artillería normalmente

transportadas por las grandes unidades(Expresadas en toneladas y unidades de fuego. )

EL SERVICIO DE AMUNICIONAMIENTO... 633

634 MEMORIAL DEL EJERCITO

Ultimas Actividades en la Guerra del Chaco

Desde fines de mayo a la fecha de la cesación de las hos-tilidades, 14 de junio, hubo en todos los sectores de combategran actividad, debido a que las tropas bolivianas desde el mesde abril se mostraron con gran espíritu ofensivo.

A los paraguayos les sorprendió el cese del fuego, comosiempre, con su gran acometividad y sorprendente movilidad.

, De las informaciones de prensa se dedujo que, los para-guayos, en este último tiempo, dirigieron su ofensiva principalcontra el Sector Norte, Zona Puerto Suárez-Ingaví. En dichazona se encontraba el Tercer Cuerpo de Ejército boliviano for-mado por las Divisiones V y VI.

Los diversos comunicados bolivianos y paraguayos de losdías 30, de junio al 7 de julio nos anunciaron que en el Sectorde Ingaví se combatía encarnizadamente.

Un comunicado boliviano del día 7 nos dice que en lossectores de Quebrada Cuevo y Parapití han rechazado a losparaguayos y tomando varios prisioneros; que la aviación bo-liviana ha bombardeado Capirenda, Carandaití e Irindague,destruyendo camiones, parques de municiones, etc..

Finalmente, el día 8 de julio, un comunicado oficial para-guayo: nos anuncia que sus tropas, han obtenido un efectivotriunfo en el sector de Ingaví al destruir la IV. División boli-viana que defendía dicho sector; que han capturado oficiales,cientos de soldados y un considerable botín de guerra, y que,los restos de esta división, se retiran en dirección a Raveló.

Esta noticia, que fué al día siguiente rectificada por el Co-

M. del E. 6.

636 MEMORIAL DEL EJERCITO

mando boliviano en el sentido de que sólo había sido una ac-ción secundaria por parte del Paraguay, fué posteriormente ra-tificada por comunicados paraguayos.

Mientras continuaba desarrollándose esta acción y se com-batía con gran espíritu ofensivo, por ambos lados, en los de-más sectores, llegó el 12 de junio, fecha en que fué firmadoen Buenos Aires el Protocolo y, finalmente, a las 12 horas deldía 14 cesó el fuego definitivamente en todos los frentes, po-niéndose coa ello fin a los 3 años que duró la cruenta lachaen el infierno verde, como se dió en llamar a los campos debatalla del Chaco.

La Comisión Militar Neutral se dedicó desde la fecha enque cesó el fuego a la demarcación de las líneas de separaciónde ambos ejércitos, la que según comunicados de prensa quedódeterminada, en líneas generales, por los puntos que se indican:

Línea Boliviana. Una línea que partiendo desde el FortínSan Juan pasa por Raveló, Santa Fe, Ururigua, Ñancoraizá,Machareti, Camatindí y termina en Villa Montes.

Línea Paraguaya. La que partiendo del Fortín Galpón pasapor Ingaví, Huirapatindi, Mandeyapecua, Carandaití, Capirenday termina en Santa Teresita.

El croquis, tomado de «El Diario» de La Paz, indica estaslíneas y la zona neutral que ha quedado entre ambas. Cadauna de estas líneas está controlada por tropas del Ejército res-pectivo y la zona neutral vigilada por tropas designadas por laComisión Militar Neutral.

En la actualidad, mientras en Buenos Aires ha iniciado laConferencia de Paz sus sesiones, los Ejércitos de Bolivia yParaguay están empeñados en su desmovilización, la cual debeestar terminada, según acuerdo de la Comisión Militar Neutral,el día 28 de setiembre del presente año.

Reflexiones sobre el Jefe.Por el General Gamelin.

Traducido de la Revue d'Infanterie. —Abril de 1935, por el Mayor Luarte.

El Inspector General del Ejército, Jefe del Estado MayorGeneral y designado Comandante en Jefe, ha querido autorizara la Revista de Infantería para reproducir la conferencia quedictó en la Sorbona, en una asamblea de la "Unión Nacional deOficiales de Reserva" y en presencia del Presidente de la Re-pública.

Confieso que cuando tuve que hablar en este día. me sentíal principio bastante cohibido. No ignoraba que algunos de nues-tros Generales más eminentes me habían precedido en esta ta-rea. Y el tema que os interesa especialmente es el de la misión,hoy día considerable, del Oficial de Reserva en el Ejército y ennuestra actividad general, que me parecía encontrarse agotadopor palabras más autorizadas.

Me ha parecido, pues, que podríamos esta vez abordar undominio diferente, pero que, sin embargo, nos es común, puestoca a la esencia de un ejército, digamos más: a la vida mismadel país.

Estudiar el "Jefe" es examinar uno de los elementos pri-mordiales de todo grupo humano, del clan primitivo a la naciónmoderna.

Decimos: "un General en Jefe", "un Jefe de Estado Ma-yor", "un Ayudante Jefe" y "un Cabo Jefe", lo mismo que

640 MEMORIAL DEL EJERCITO

"un Médico Jefe". Decimos también, "Jefe de Estado", "Jefede Industria", "Ingeniero Jefe", "Jefe de Familia", y em-pleamos los términos "Jefe de Taller o de Equipo", "Jefe deCocina", etc. No os cito otros ejemplos del mismo orden, que noagregarían nada a mi pensamiento.

En una palabra, tomamos como Jefe a quien tiene el dere-cho de dar órdenes y el poder de hacerlas ejecutar por otros.Por eminente que sea un conferencista acostumbrado a hacer usode la palabra en este anfiteatro ilustre, puede considerarse unmaestro sin ser un jefe, a menos de poseer la autoridad parti-cular de un Jefe de Escuela. Es banal tratar de recordar el pa-pel primordial de ciertas individualidades en el curso de la His-toria. En la evolución de la Humanidad no ha habido más quedeterminantes obscuros, la raza y el suelo. Hay en ciertos luga-res "hombres" que tienen una influencia decisiva, los unos por-que dan al mundo ideas, es decir, nuevas fuerzas intelectuales ymorales; los otros porque obran efectivamente sobre los acon-tecimientos.

"No hay grandes acciones continuadas—ha dicho Napoleón—obra del azar y de la fortuna, derivan siempre de la combina-ción y del genio".

Ciertamente, las circunstancias crean el medio en que el ge-nio puede desarrollarse; pero, a su turno, éste reacciona sobre losacontecimientos y, a menudo, los gobierna.

Sin embargo, en el dominio de la acción, no son inevitable-mente los más grandes quienes tienen la más fuerte influencia;pues el éxito depende de contingencias variadas. La Francia exis-tía antes de Napoleón y le ha sobrevivido; a falta de Octavio.Antonio hubiera podido hacer el Imperio Romano; Aníbal no sal-vó Cartago. Pero sin Clovis, ¿habría habido una Francia? No haylímites, fuera de ella misma, es decir, en su propia debilidad,al alcance del pensamiento; pero la acción choca con obstácu-los de toda naturaleza.

La misión del hombre en la guerra—expongamos las co-sas crudamente—es la lucha contra otros hombres: por más en-noblecida que esté por el patriotismo, no deja de presentar uncarácter de violencia inherente a su esencia misma. Para no citarsino un ejemplo moderno: no conozco un ejemplo más adecuadoque el Mariscal Foch; en él se aliaba, en efecto, la grandezamoral en el más alto grado, a la serenidad del pensamiento y esemagnífico instinto de batalla en que el ser combate con todos losrecursos de su naturaleza.

Sería negar la evidencia refutar la misión del Jefe en la guerra,en todos los escalones. Cada uno de nosotros no tiene sino que evo-car sus recuerdos para convencerse. Especialmente en el Ejér-cito Francés, en que el soldado es un individualista de naci-miento y que sólo rinde plenamente cuando se trata de lo que

REFLEXIONES SOBRE EL JEFE 641

ama y de lo que respeta; una Unidad vale, antes que todo, gra-cias al merecimiento de quien la comanda.

Uds. ven que exponiendo la pregunta ¿qué es un Jefe? ymuy en particular, naturalmente: ¿ qué es un Jefe Militar y có-mo se forma? abordo un problema del dominio de la psicología,donde se pueden englobar, tanto vuestras actividades como lasnuestras. Pido excusas, pues, para un Soldado que ha consagradouna vida, ya larga, no solamente a resolver los problemas de unoficio, sino que a esforzarse en reflexionar sobre ellos, al tratar,esta tarde, de filosofar una hora con Uds.

El tema es árido, el hilo conductor depende de él, las repe-ticiones serán, a veces, inevitables. Tendré necesidad de toda vues-tra atención, pero me esforzaré en no abusar de vuestra paciencia.

Tomaremos primero la cuestión desde el punto de vista máselevado. Elegiremos por modelo el Jefe de orden superior, pueses en él donde veremos demostrarse mejor las aptitudes innataso adquiridas, indispensables a todos, lógicamente que en menorgrado. Estudiaremos ligeramente en la segunda parte, las con-diciones en las cuales se pueden adquirir y desarrollar otrasaptitudes.

I. —Las cualidades del Jefe.

¿Cuáles son, pues, las cualidades necesarias al Jefe militar?¿Cómo se pueden adquirir o, al menos, perfeccionar?

Comencemos por reconocer que se necesitan para ello donesnaturales. Todos conocemos hombres de alto valer, de los que sa-bemos perfectamente que no tienen las cualidades indispensablesde vigor y decisión para ser Jefes Militares. Por otra parte, setrata de disciplinas del espíritu y del corazón, a las que es ne-cesario someterse en el curso de toda una vida consagrada ala profesión de las armas.

Los grandes conquistadores que alcanzaron en conjunto lascumbres del arte, un Alejandro, un Bonaparte, o, en un gradomucho menor, un Condé, constituyen la excepción, tanto comopotencia de individualidades como desde el punto de vista de lascondiciones favorables a su nacimiento y desarrollo.

Se pueden estudiar las primeras manifestaciones y la demos-tración de su genio, investigar las influencias que han, obrado so-bre ellos, pero sería vanidad querer encerrar en fórmulas el pro-ceso de su génesis.

Lógicamente, el modelo sería un Turena, que se eleva por eta-pas sucesivas y por la práctica misma de los combates hasta lasmás altas concepciones.

Pero, en nuestros ejércitos modernos ocurre bien a me-nudo que durante los largos períodos de paz y en su silencio la-borioso se forman los conductores de ejércitos, a los cuales in-

642 MEMORIAL DEL, EJERCITO

cumbe en las horas de prueba resolver la suerte de los pueblos;en Sadowa, Moltke tiene 66 años, en Sedan cuenta 70; en elMarne el General Joffre cuenta 62, en 1918 el General Foch tie-ne 66.

Esta observación no está destinada a erigir en modelo la su-premacía de los hombres de edad madura. Pienso sinceramenteque, más jóvenes, si las reglas estrechas—iba a decir las nece-sidades—del ascenso en tiempo de paz en un ejército moderno leshubieran permitido una carrera más rápida, o si las circunstanciasde guerra les hubieran ofrecido la ocasión, estos mismos jefes hu-bieran tenido el mismo dominio. Pero, según toda probabilidad, nolo habrían poseído a los 30 años. Mientras más evolucionamos, enefecto, los "medios" empleados en la guerra llegan a ser más com-plejos y su manejo exige un aprendizaje más largo.

Dos características esenciales diferencian la calidad del hom-bre de guerra de la del escritor, del artista o del sabio. No quie-ro decir que sus cualidades recíprocas se excluyan, pero no sonnecesariamente convergentes.

Los segundos, en efecto, tienen que luchar contra los des-fallecimientos de su propio talento, el carácter precario e in-completo de los procedimientos a su disposición y, de hecho, conlos límites mismos y las debilidades de la inteligencia humana.

El Jefe de Guerra tiene ante sí un "enemigo libre" de susconcepciones y de sus actos. Siempre afirmándose, buscando im-ponerse, cada voluntad está constreñida a tomar en cuenta unafuerza hostil. Del enemigo conocemos, con mucha frecuencia,poca cosa, sobre todo en la guerra de movimiento: el contactoaparente, algunas noticias dudosas sobre el grueso y todavía conel consiguiente atraso; en todo caso, a menos de un azar felizpero excepcional, ignoramos sus intenciones. Sobre el adversarioestamos reducidos a construir hipótesis, que eliminamos progre-sivamente. Pero en el problema que debemos resolver siemprequeda un dato más o menos desconocido y, en todo caso, sin ce-sar, variable. Es esto lo que constantemente olvidan los críti-cos, sobre todo los que no son del oficio y que después del golpe,y conociendo los dos juegos, quieren analizar una campaña. Pa-ra ser imparcial, y aún para sacar una enseñanza provechosa, espreciso colocarse exactamente en el ambiente en que se ha to-mado una decisión. Proceder de otro modo, por ejemplo, parajuzgar los hechos y los hombres de la antigüedad y de la EdadMedia con el criterio de nuestras ideas modernas, sería sin du-da falsear el sentido de la historia. Para apreciar el talento deun General, debemos siempre tomar en cuenta la calidad de suadversario.

Precisamente porque tenemos ante nosotros un antagonista"obrando", el factor "tiempo" toma un valor particular. Si de-

REFLEXIONES SOBRE EL JEFE 643

jamos pasar la ocasión, no solamente se nos escapa, sino que esel otro quien la aprovecha. Con frecuencia vale más, todos losabemos, una decisión mala, tomada en el instante oportuno, queuna solución más lógica, pero que sea dispuesta demasiado tarde.

Según la fórmula del arte poético, una obra puede pulirseuna y otra vez y veinte veces; he aquí lo que no sucede, al menosen la mayoría de los casos, en la guerra. Este es un consejo pro-pio para militares. Pero, es a ellos en particular, que se puedeaplicar el adagio de la sabiduría popular: "lo mejor es a menudoel enemigo de lo bueno". Que se me oiga, sin embargo: tener es-píritu de decisión no quiere decir decidirse a la ligera, ya la pro-fundidad de la inteligencia vale aquí más que su vivacidad.

Hay otro dato esencial que distingue al Jefe Militar delhombre de pensamiento y de ciertas categorías de hombres deacción. Su voluntad sólo tiene valor por intermedio de sus su-bordinados; aún en el mejor de los casos éstos están constante-mente obligados a adaptar la concepción de su superior a situa-ciones a veces imprevistas y constantemente renovadas. Sucedeque Jas modifican según las reacciones de. su temperamento,sin que el Jefe tenga tiempo o posibilidad de cambiar nada allí.Cada uno de nosotros debe, pues, contar con las iniciativas feli-ces o desgraciadas de sus subordinados que, sin cesar, falsean omejoran las maniobras que nosotros concebimos. En todo momen-to tenemos que aceptar "el hecho consumado" y tomarlo comonuevo punto de partida para nuestras combinaciones.

Mientras más nos elevamos en jerarquía, nuestra voluntadcorre más peligro de ser deformada por intermediarios más nu-merosos; cuando se necesita más tiempo para realizar nuestrasórdenes, mayor lugar hay, por consiguiente, para las interven-ciones imprevistas o nó del enemigo, como para los golpes ine-vitables del azar.

He aquí por lo cual el mayor mérito es saber perseguir unaidea de conjunto, adaptando sin cesar una realización progresi-va del estado de los medios puestos en acción, a las caracterís-ticas del terreno, a las condiciones climatéricas y a la acción deladversario.

La estrategia procede por articulaciones sucesivas que res-pondan «al objetivo deseado, a los terrenos encontrados, a las in-formaciones recibidas, para converger al dispositivo concebido,en vista de la batalla. Lo mismo la táctica va de objetivo en ob-jetivo. No ser ni versátil ni testarudo, ver constantemente lo quees prácticamente realizable, saber y poder realizarlo, he aquí lodifícil. Ganar una partida de cartas teniendo en mano todoslos ases, es un juego sin espinas. Batir al enemigo es cosa fácilcuando el espionaje o la suerte nos han entregado los secretosde sus proyectos, cuando sus tropas están desmoralizadas o sonde calidad y armamento inferiores, cuando el comando adverso

644 MEMORIAL DEL EJERCITO

se muestra pusilánime o incompetente. Pero triunfar de un ejér-cito del mismo valor moral intelectual, numérico y material, noes tarea tan sencilla como parecen creerlo los que jamás han"puesto las manos en la masa".

Por estos diversos aspectos, las cualidades del Jefe de Gue-rra se parecen a las del hombre de Estado o a las del gran hom-bre de negocios. Encontramos entre los unos y los otros, sin em-bargo, algunas diferencias esenciales.

Observemos primeramente éstas. El hombre de negocios no po-ne en juego más que su reputación, su fortuna o la de los que sehan confiado voluntariamente a él, en cambio tanto el hombre de Es-tado como el hombre de guerra son responsables de los intere-ses nacionales. Sería una injuria gratuita suponer que, llevandoesta responsabilidad sin ser aplastados por ella, no comprendan,sin embargo, su gravedad y no sientan su peso. Al contrario,dispone de toda la ley y de los poderes públicos.

Para un General, en el desarrollo de una campaña, la partedesconocida de que os hablaba hace poco, en lo que concierne alas intenciones y a la verdadera situación del enemigo, es mayoraún que la incertidumbre de un jefe de gobierno sobre el fin quequieren alcanzar sus adversarios de política interior o exterior.Sé bien que, al contrario, los ministros de la mayoría de nues-tras democracias modernas están obligados a explicar diaria-míente sus intenciones ante los parlamentos y la opinión pública.Pierden la ventaja del secreto que parte de la sorpresa, que es entantas circunstancias factor de buen éxito.

En el manejo de los negocios públicos, las condiciones de tiemposon excepcionalmente tan tiránicas como en las crisis decisivas deuna campaña. Ciertamente, es indispensable al político el espíritude la pronta y viva réplica y de las concepciones rápidas, que esútil, sin ser indispensable, al militar. Pero, el político mismo ¿nodebe desconfiar de las decisiones tomadas apresuradamente, a me-nudo bajo el aguijón de rivales a cuyo juego interesa no someterse?

Por regla general, tanto el hombre de Estado como el hom-bre de negocios elige sus colaboradores entre los que compartensus ideas. Pero el militar puesto al mando de una tropa no pue-de, salvo excepciones, sino en forma restringida y, a la lar-ga, tranformar el cuadro de sus subordinados y, en la batalla,le es raramente posible reparar sus errores. De ahí la necesidadprimordial, para un cuerpo de Oficiales, de una comunidad deformación y de doctrina.

Todos conocemos directores de grandes compañías industria-les que no son ingenieros. Se han visto, antaño y en nuestrosdías, grandes ministros de guerra que no eran militares, minis-tros de marina que no eran marinos, hábiles negociadores queno eran diplomáticos de carrera.

REFLEXIONES SOBRE EL JEFE 645

En una palabra, se puede ser hombre de Estado sin ser es-pecialista. Pero ¿se concibe un General sin una alianza estre-cha del dominio de su oficio con las cualidades intelectuales ymorales indispensables 1

Esto no es motivo para pretender que un General deba seruniversal, aún en el dominio de las cuestiones estrictamente mi-litares.

Tan poco lo pensamos que lo acompañamos de un EstadoMayor y de Asesores Técnicos. Todos sabemos que en 1815, unBerthier, bien que no fuera más que un agente de gran suerte,hizo falta a Napoleón; que un Blücher, hombre de acción másque de pensamiento, fuera felizmente completado por Gneisenau,aún cuando se estima comunmente lo inverso. De hecho, hemosvisto a veces, en el curso de la historia, militares que han llega-do a ser diplomáticos, hombres de Estado y aún Jefes de Estado.Tero cuando un gobierno ha querido arrogarse el derecho quele corresponde, la dirección de la guerra, y ha querido entro-meterse en la conducción de las operaciones, no sé que el resul-tado obtenido haya sido favorable.

En fin, el hombre de Estado de hoy o el hombre de nego-cios, se forman en la libre discusión de la tribuna, de la prensa,de los comitées o de los consejos. Llega al poder con un pro-grama aceptado por la mayoría que lo apoya; tal es la condiciónmisma de su elevación. El militar se forma en las reglas estrechasde una carrera jerarquizada, que corre el riesgo, excepción hechaen la guerra, bien comprendido de adormecer las energías y deatenuar las personalidades. El impedimento de las cualidades par-ticulares que se debe exigir de él, se encuentra precisamente enla disciplina. Intelectualmente no desconocemos ni las debili-dades ni los inconvenientes de una regla tan estricta. ¡ Qué se-guridad, sin embargo, qué fuerza para un Jefe saber que encuanto manda, está seguro de ser comprendido y obedecido¡ Qué poder frente a sí mismo y a los otros de saber que se orde-na. en el nombre de la Patria! Me parece inútil continuar esteparalelo. Sólo he aludido a estas diferencias para mejor encua-drar y precisar mi pensamiento. Lo que importa establecer es que,si la perfección no es de este mundo, tenemos menos probabili-dad de acercarnos a ella en el dominio de la acción que en cual-quier otro. A. las dificultades que nacen de las cosas se agreganlos procedentes de los hombres y de sus intereses opuestos. Cuan-do tomamos una decisión, muy especialmente en el campo de ba-talla, sabemos muy bien que no es perfecta, pero pensamos quereúne el mayor número de ventajas y de probabilidades de triunfo.Las maniobras mejor preparadas no siempre tienen éxito, y sucedetambién que conducen a resultados contundentes bajo una formaque no habíamos previsto. Una de las más notables concepciones es-tratégicas, la de 1806, como la doble victoria de Jena y de Auersta-

646 MEMORIAL DEL EJERCITO

edt son, a este respecto, ejemplos claros. Entre los grandes Genera-les, raros son los que no conocieron los reveses: aún Alejandro,muerto en plena juventud; César, salvo cuando luchó contraPompeyo que tuvo siempre una incontestable superioridad domedios. En fin, el mérito de Moltke se ha atenuado grandementepor la suerte de haber tenido siempre ante él adversarios clara-mente inferiores en valor y en número. "Napoleón fué batido,acostumbraba decir el Mariscal Foch, sirva ello de ejemplo paravolver modestos a los otros".

La conducción de las operaciones de guerra, como la de lospueblos es, según una palabra puesta de moda y que podríamos,además, aplicar al universo mismo en que vivimos, "una crea-ción continua". Nada de reposo, ningún resultado definitivo.Al día siguiente de una victoria, hay que preparar una nuevamaniobra. Apenas sancionadas por un tratado, las consecuenciasde una campaña feliz son puestas en juicio.

¿Es ésta una razón para proclamar la derrota de la estrate-gia y de la táctica como también la del arte de gobernar los hom-bres? Porque diariamente nuestros esfuerzos no son coronadospor el éxito ¿debemos renunciar? Porque el pensamiento humanose revela impotente para penetrar el enigma del universo, ¿ debe-mos desesperar? Al contrario, por doquier nos grita la naturalezaque la lucha es la ley de la vida, que la vida misma es una victoria,que, finalmente, el éxito es la conquista de los que están mejorarmados, en el sentido más amplio de la palabra, y que mejorsaben servirse de sus armas.

En el fondo, niguna evidencia es más reconfortante y cons-tituye un mejor aliciente de energías.

Por lo tanto, en el fondo: la inteligencia necesaria al éxitode todas las empresas humanas; un mínimum de cualidades físi-cas indispensables a la profesión militar; el valor, en el cual sefunden, ante el peligro, las más brillantes actitudes. Tales sonlas cualidades necesarias, pero no suficientes.

No es preciso agregar:El saber: los conocimientos generales que nos permiten si-

tuar en la nación nuestra actividad propia; conocimientos pro-fesionales que nos garanticen emplear juiciosamente los mediosde que disponemos y encontrar, en toda circunstancia, no digo lamejor solución, sino una solución racional. Desde el punto devista intelectual, como desde el punto de vista moral, el peligroestá en lo desconocido. ¡ Qué justa confianza en nosotros, cuan-do abordando el campo de batalla, sobre todo por primera vez,sabemos qué dificultades vamos a encontrar allí! ¡Y qué conse-cuencias desde el punto de vista del desarrollo de nuestra auto-ridad sobre nuestros inferiores! Un Jefe de valor es el orgullode su tropa ¡ qué no podemos emprender con un cuerpo de Ofi-ciales y de soldados que no dudan de nuestra capacidad profe-.

REFLEXIONES SOBRE EL JEFE 647

nuestros subordinados nos juzgan mejor, sin duda, que nosotrosmismos los juzgamos.

No basta solamente, bien entendido, conocer el material, si-no que conocer el hombre: tanto al individuo como a la masa ypoder sacar de ellos el mejor partido.

Sin conciencia profesional no hay ejército sólido, porque sinella no hay confianza recíproca. El cumplimiento del deber nosoporta el "casi". Sé bien que se dice: "el deber es lo que seexige de los otros". Sin embargo, para nosotros, el deber es sinduda lo que debemos exigir de los otros; pero, ante todo, es loque debemos exigir de nosotros mismos. No hay disciplina si nohay subordinación constante del individuo a la colectividad.

El saber y la conciencia conducen al dominio de sí, que per-mite no dejarse abatir por los acontecimientos, y no mostrar alos que nos rodean las vacilaciones mismas de nuestro espírituo de nuestro corazón. En las horas decisivas, la menor palabrade duda de parte del Jefe puede matar la fe en el éxito de lossubordinados.

Me ha sido dado vivir en períodos angustiosos o triunfantes,cerca de algunos de nuestros Jefes de la última guerra y particular-mente de los Mariscales Joffre y Foch. Créaseme, la cualidad esen-cial que los vuelve sin par, es la firmeza de alma. La guerra es la vi-da en miniatura; los golpes de la suerte, a menudo inmerecidos, seacumulan allí sobre nuestras cabezas y es inútil recriminar contrasus decisiones. Hay que ser buen jugador y tener espíritu realista.Si acabamos de perder una partida, tendamos todos los resortes denuestra inteligencia y de nuestra energía para ganar la si-guiiente, no nos dejemos quebrantar por la mala fortuna; pe-ro no nos dejemos marear por la buena suerte. Por nuestra vo-luntad perseverante de acción, sepamos colocar constantementea nuestro adversario frente a los resultados adquiridos. El hom-bre es un ser psíquico y no se separan las almas como lo son loscuerpos. De aquel que llega a ser el dueño de su propia natura-leza, emana una fuerza que exteriorizan los gestos, la palabra,la mirada, el pensamiento, los actos: se destaca rápidamente comoel guía designado de los que no tienen el mismo poder.

Al dominio superior de sí mismo se debe agregar lo que po-dríamos llamar el "poder creador". No quiero hablar únicamen-te de la imaginación. Esta juega, en la guerra, un papel con-siderable, así no sea sino para asegurar la sorpresa del lugar,de la hora, del número, de la importancia o de, la novedad de losmedios, como de sus métodos de empleo. Pero esta imaginacióndebe ser corregida por un sentido agudo de las posibilidades. Porejemplo: a un General que fuera un realizador se debería dar unJefe de Estado Mayor que fuera un imaginativo. La obra esen-cial de un Jefe es hacer suya una idea para imponerla después.Para no dejarse sorprender ni detener por las objeciones, los obs-

648 MEMORIAL DEL EJERCITO

táculos o las consecuencias, es preciso haberlos previsto; por lotanto, haberlos madurado reflexivamente. Es entonces cuandoemana de una voluntad segura de sí misma esa verdadera radia-ción de que os hablaba hace un momento, casi hipnotismo, quegalvaniza y conduce a los ejecutantes. Y, créanme, en ciertashoras, se tiene la impresión de una fuerza que efectivamente vio-lentaría y manejaría la fortuna y, según la expresión consagrada,"dominaría los acontecimientos".

La mejor garantía de éxito en toda función, es consagrarsea ella de todo corazón. No se puede reprochar a un hombre deEstado que busque el poder, bajo la reserva de que quiera el bie-nestar del país, ni a un militar que ame el mando.

En campaña no se puede rehusar a un General el derecho de am-bicionar una gloria legítima, si se mantiene en el cuadro estric-to que. le trazan la legalidad y el deber y si la desea menos paraél que para sus tropas. A este respecto, el Ejército de nuestraRepública ha dado los más nobles ejemplos de la historia.

En un verdadero Jefe, nada debe haber de vulgar, jamás,Todas sus aspiraciones lo levantan a las cumbres. Ama con una"pasión de fuego", hubiera dicho Pascal, el áspero sabor de lalucha, porque, como observaba uno de nuestros novelistas mo-dernos, "la vida tumultuosa es agradable a los grandes espí-ritus".

Toda esta discusión no ha tenido por fin demostrar la su-premacía de los militares. Lejos de nosotros esta concepción sa-crilega. Aquel que recibe los honores del tiempo no es más gran-de que el sabio, el escritor o el artista que crean obras inmortales;pero relegarlo al segundo plano sería un error, pues, ¿ dónde en-contrar la común medida? Los unos sirven más inmediatamentea su Patria, los otros a la Humanidad: todos, si no han hechomal uso de su genio, son hombres que hacen honor al HOMBRE,pero de maneras diferentes. Sería vano discutir si es más útilesparcir en el mundo gérmenes nuevos de belleza o luchar contra lamiseria y el dolor, es decir, contribuir al desarrollo de nuestracivilización y a salvarla.

II. —Como adquirir las cualidades de un Jefe.

Descendamos ahora de las alturas a que habíamos intentadoelevarnos y tomemos el problema que interesa a todos los Ofi-ciales, activos y de reserva. ¿Cómo se concibe que puedan for-marse la inteligencia y el alma de aquel que debe desempeñarla misión de Jefe? ¿Qué pueden aportar la escuela y la prácticadel mundo, la enseñanza y el ejemplo, de una parte, y el esfuer-zo personal de la otra?

Primero: —La escuela o, más bien, las escuelas, en su formamás variada. Notemos, ante todo, que no se trata solamente de

REFLEXIONES SOBRE EL JEFE 649

la primera formación, que tanto los Oficiales de reserva comolos Oficiales en actividad adquieren según diversos sistemas, yque permite estrenarse en la vida. Más tarde, la escuela de per-feccionamiento para Uds., como las escuelas o centros de instruc-ción para los activos y, en grado superior, la Escuela de Guerray el Centro de Altos Estudios, procuran una correcta colocaciónde los conocimientos adquiridos y de nuestro método de saber;confirman en la posesión de la doctrina, incluso en nuestros re-glamentos; nos permiten seguir las evoluciones de los procedi-mientos de combate, corolario de las transformaciones del mate-rial. La escuela es también un medio en que los hombres se vuel-ven a encontrar, venidos de diversos puntos del horizonte, dondeconfrontan sus conocimientos con los de sus vecinos, su experien-cia, sus opiniones.

Es que toda instrucción sólo vale por el esfuerzo personal, alcual ningún sistema de enseñanza, por más perfecto que sea, pue-de suplir. Es al esfuerzo personal frecuentemente repetido, guia-do y corregido por el maestro, al que se le hace un llamado parala resolución de casos concretos. Tal es el método, ya usado porSócrates que consiste en "adormecer" los espíritus y que sólopermite enseñar táctica y estrategia.

El Mariscal Foch, cuando era profesor en la Escuela de Gue-rra, había inscrito como lema de su curso: "Aprendamos pri-mero a pensar", es decir, a hacer trabajar nuestro cerebro, ra-zonar un asunto, después poner en juego la memoria y la ima-ginación creadora, nutridas con ejemplos, para hacer surgir lasolución, primeramente encarada en los límites del razonamiento.

Paralelamente, en el dominio de la voluntad, el maestro po-ne al discípulo en presencia de la necesidad de tomar una solu-ción, y le pide aportar a todos sus esfuerzos la más absoluta con-ciencia".

Uds. van a verme así encontrar uno a uno todos los datosque expuse en la primera parte de esta conferencia.

Pero las adquisiciones de la escuela están lejos de ser lasúnicas que puedan dar la medida del valor y del rendimientodel individuo. Las cualidades escolares serían vanas si no fue-ran probadas por una práctica viviente. Ya sea por la perma-nencia en los Estados Mayores o por los tiempos de Comandoque cumple el oficial en actividad en el curso de su carrera, yasea por la participación en las convocaciones de reservistas, opor los llamados temporales a la actividad, los cuales satisface.legal o benévolamente el oficial de reserva, está fuera de discu-sión que esta práctica debe constituir el complemento ineludiblee indispensable de nuestra educación profesional.

Yo no hablo de la guerra; fué, para los que la han hecho, elverdadero crisol de su formación, y conservaremos su huella du-rante toda la vida.

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La permanencia en los estados mayores pone en contactocon el Alto Comando y, para los que saben observar, es una oca-sión de enseñanza muy fecunda. Conduciendo a los oficiales a¡¡bordar los problemas más variados, extiende su dominio. Peroahí se debe encontrar, sobre todo, un "metodo y hábitos sanosde trabajo".

Saber estudiar un asunto, buscar la documentación, expo-ner y discutir los diversos puntos de vista, presentar conclusio-nes lógicas jes el mejor ejercicio del espíritu? En fin, la supre-ma lección del Estado Mayor es la "probidad", en el sentidomás elevado de este término. El Jefe no puede concretarse a ve-rificar todos los trabajos, es preciso, pues, que puedan confiarseenteramente a los elementos que le son proporcionados, que noencuentre allí ni error ni opinión preconcebida ni tendenciasinteresadas. Ocultarle una dificultad, un desacuerdo, tanto co-mo adularlo sería traicionarlo. Una vez que se haya tomado unadecisión, aún cuando sea contraria a ciertas opiniones persona-les, todos deben identificarse con ella. Confianza recíproca, te-niendo por base únicamente la conciencia.

En cuanto al arte de comandar, no puede aprenderse, a finde cuentas, como el arte de gobernar, más que por la prácticamisma..

El tiempo de comando de los oficiales en actividad, el ejer-cicio de comando de los oficiales de reserva convocados por unperíodo, a los cuales los unos y los otros están sujetos en cadagrado son, para juzgarlos, la piedra de toque de su valer y, paralos interesados, el período en que verdaderamente pueden, segúnuna expresión que se (ha repetido demasiado, "vivir su vida",y poner en acción los poderes adquiridos por el trabajo y la per-fección.

De hecho, y Uds. ven que es mi tema principal, el desarro-llo de las cualidades necesarias es, en toda circunstancia, y don-de se ejerza nuestra actividad, materia de esfuerzos personales,sin cesar renovados. En los diversos medios porque pasa el Ofi-cial, sus Jefes deben ayudarlo, guiándolo como dándole el ejem-plo, pero el resultado esencial sólo puede venir de él mismo.

También intentaría, para terminar este rápido bosquejo, re-sumir algunos consejos que he dado a menudo a los jóvenes ca-maradas, y Uds. verificarán que la mayoría de ellos se aplicantanto al oficial de reserva como al oficial en actividad. Tam-bién se pueden relacionar a la vida diaria, y aún a los placeresque nos damos.

Para lo que es del "saber", cultivarse leyendo, pero leercon la pluma o el lápiz en la mano; deteniéndose para pensaro discutir consigo mismo las opiniones emitidas; en resumen,encontrar en nuestras lecturas, no solamente materias con quéalimentar nuestra imaginación, sino que también motivos de re-flexión.

REFLEXIONES SOBRE EL JEFE 651

Buscar, además, toda ocasión de perfeccionarse por la ac-ción misma; al Asumir un Comando, por ejemplo, llevar a cabouna función importante, no tatito con la ambición de brillarcomo por la voluntad de someterse a la prueba. Después de laacción hacer su "examen de conciencia", buscar sus debilida-des o sus imperfecciones, los medios de terminarlas o de reme-diarlas. Tener bastante confianza en sus superiores para provo-car sus críticas o sus consejos; haciendo esto, no se peligra enempequeñecerse a sus ojos, sino que al contrario.

Desde el punto de vista moral, tener gusto al esfuerzo y, me atre-vo a decir, a medida de lo razonable, al peligro. "El que es valienteante la vida lo es también ante la muerte" (del Presidente Doumer,en"El Libro de mis Hijos"). Para un alma noble, el peligro presen-ta un atractivo indiscutible. Experimentamos, al triunfar de él, unavoluptuosidad muy santa. De haber sabido afrontar la muerte,nos sentimos engrandecidos frente a nosotros mismos y frentea los demás. Para convencerse basta oír al día siguiente de unasunto muy discutido, las conversaciones de los que han toma-do parte en él. El aspecto verdaderamente penoso de la últimaguerra fué la duración de los períodos durante los cuales elcombatiente estaba sometido a peligros de toda clase y sin. ce-sar renovados; de ahí resultaba, a la larga, una tensión nervio-sa a la que pocas naturalezas resisten. Pero bastaba una deten-ción, a menudo muy corta, para normalizar las almas y los cuer-pos.

Asimismo, experimentamos una satisfacción que sentimos le-gítima al triunfar de una dificultad, ya sea física, intelectual omoral.

El aviador, como el marino, encuentran muy naturalmente,en el ejercicio cuotidiano de sus funciones, una lección de ener-gía. El de caballería sabe encontrar, si verdaderamente ama suarma, ocasiones análogas de peligro y de perfeccionamiento. Losdeportes están al alcance de todos. La alta montaña es una escue-la de primer valor que, junto al espíritu de cuerpo, explica la bri-llante actitud de las tropas alpinas desde los primeros contac-tos con el enemigo. Las colonias, no sólo en campaña, sino queen las necesidades de la vida cuotidiana y las responsabilida-des que ella supone, son unos de los mejores medios de forma-ción. La soledad, para un hombre en plena juventud, es unagran educadora. Ella nos enseña a saber decidirnos por nosotrosmismos, nos fuerza a vivir con nuestro propio fondo, en pre-sencia de la inteligencia y del corazón, sin intervenciones ex-trañas que turben su coloquio.

Los viajes, si sabemos observar, tienen un alto valor edu-cativo. Permanecer en el extranjero nos impele a replegarnos

M. del E. 7.

652 MEMORIAL DEL EJERCITO

en nosotros mismos, a comparar los espectáculos que nos rodeancon los que nos son queridos. Sentimos que se tienen los ojospuestos en nosotros y que de alguna manera somos un porta-estan-darte.

En resumen, en toda ocasión, tratemos de preparar las ac-titudes necesarias a aquel sobre el cual reposará un día la suer-te de los que nos rodean, midamos el valor de nuestras palabrasy el precio del silencio.

Que haya peligro, que haya dificultades, que haya sufri-miento, que haya simple contrariedad, habituarse no solamentea no quejarse, sino que a no dejarlo aparecer ante sus superio-res. La receta es renovada desde los Espartanos; pero apartede las exageraciones de que, dicen, adoleció en las riberas delEurotas, no pienso que ella fuera tan mala.

No dejemos jamás caer en el ridículo la autoridad que noses dada. No tenemos el derecho de tolerar, no solamente que senos desobedezca, sino que se nos falte. Es la máxima real deSan Luis: "nadie puede gobernar su tierra si no sabe rehusartan bien como acordar". Ciertamente, para mostrar carácter noes necesario tenerlo desagradable y, sobre todo, guardémosnosde hacerlo aparecer desigual. El amor propio, es particularmen-te en los franceses, una fuerza y una palanca poderosa: sirvá-mosnos de él, pero no lo ofendamos. No hay método más peli-groso de comando que el gusto de hacer bromas (prueba im-puesta a los nuevos camaradas por los antiguos), que toma laapariencia de la arbitrariedad; se requiere un gran prestigiopersonal para permitirse "bromas pesadas" o nuestra autori-dad tiene más que perder que ganar.

Nuestros inferiores deben persuadirse que únicamente lesdemandamos esfuerzos útiles. Seamos todos eminentemente jus-tos y buenos; pero no vacilemos en hacer observaciones, y ten-gamos siempre el coraje de colocar a nuestros subordinados ensu justo valor. Bien a menudo he oído repetir al Mariscal Joffre,y nadie mejor que él conocía a los hombres: "al leer las notasdadas a los oficiales, juzgo tanto al que pone las notas como alque las recibe". Sin duda alguna es más fácil alabar que re-prender; pero seríamos indignos de comandar si no sabemos ha-cer lo uno ni lo otro. Es más tentador ver alrededor de nosotroslos rostros sonrientes de los que acaban de ser felicitados quelas caras ceñudas de los que han sufrido reproches. Pero el pues-to de Jefe no supone sólo ocupaciones placenteras. "No preten-das gobernar sin que se os ofenda": la frase es de una mujer,pero mezclada muy de cerca a los asuntos de Estado; aquella queLuis XIV llamaba "Su solidez".

No aconsejo decir siempre " todo" lo que pensamos: no hayque desanimarse ni obstinarse. No se dice a alguien que susfacultades intelectuales son limitadas, ya que es un mal del

REFLEXIONES SOBRE EL JEFE 653

que no se puede corregir. La regla que debe dominar nuestraconducta es la de ser "seguro" en nuestras relaciones. Que ja-más se nos pueda acusar, no digo de traición o falsedad, la pala-bra sería demasiado gruesa y excedería mi pensamiento, sinoque de disimulo; es así como podemos adquirir y mantener laconfianza. No tenemos, además, ninguna, necesidad de invocarnuestra franqueza más de lo que una mujer honrada habla desu virtud; es por nuestros actos que se nos juzga.

Habituémosnos a definir exactamente nuestra voluntad, peroescuchemos las observaciones cuando son presentadas respetuo-samente. El secreto de las decisiones rápidas e irrevocables, esel haber reflexionado largamente en ellas y, si es necesario, ha-berlas discutido con consejeros bien escogidos. Se dice a menudo,y cor. justa razón, que ' 'mandar" es "prever"; anticipémosnos,pues, siempre con ideas a la actuación de los ejecutantes. Quie-ro decir: dando una orden y vigilando siempre su ejecución,pensemos inmediatamente en las consecuencias posibles y en laconducta que, según el caso, debemos seguir. En el campo debatalla, el Jefe, cualquiera que sea su esfera de acción, es uncerebro en trabajo.

Las materias técnicas, en la guerra moderna, son demasia-do numerosas para que las poseamos todas; pero no olvidemos quesi los técnicos son excelentes servidores, pueden llegar a ser ma-los maestros. Tenemos que recurrir a ellos constantemente; sinellos no podemos nada; pero en todas las ramas de la actividadmilitar que nos interesan, tengamos datos suficientes para nodejarnos dominar y para guiar sus esfuerzos.

Habituémosnos desde el tiempo de paz a aceptar las ini-ciativas de nuestros subordinados. Y, precisamente, en la vidacuotidiana no hay ningún peligro en dejarles una parte de res-ponsabilidad tan grande como sea posible. Sepamos, pues, ad-mitir una solución que no es exactamente la nuestra; eso cons-tituiría una excelente escuela para nuestro inferior y para noso-tros. No tratemos de hacer todo por nosotros mismos, pues asísólo llegaríamos a entrabar todo. En una palabra, engrandez-camos a todos a nuestro alrededor, tal es el mejor medio de en-grandecernos a nosotros mismos.

Es en este sentido que es permitido decir que si el Jefe de-be "saber" y, en cierta medida, saber hacer todo, en todo casodebe "saber ordenar hacer"; que si el "saber hacer" es confrecuencia una realidad preciosa, en muchos casos le es preci-so, y a veces lo más difícil, "no saber hacer nada".

En una palabra, no hay "comando" como no hay gobiernosin autoridad, y son los Jefes más firmes, como los hombres deEstado más fuertes, los que sólo pueden, sin riesgos, a ciertashoras y en las circunstancias escogidas, pagarse el lujo de la in-dulgencia y de la alegría sana del perdón. Pues, según estos doshermosos versos de un contemporáneo:

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Todo se inclina ante esta maravilla:Un deber obstinado que corrige y que vigila.

Un oficial tiene, ciertamente, interés en leer la abundanteliteratura que trata de la psicología de las multitudes y, en par-ticular, de la masa armada. Habiendo yo mismo flirteado con lafilosofía, por largo tiempo me he complacido en ella. Y he co-metido, respecto a este punto, pecados de juventud. No despre-cio mis antiguos amores; pero, confesaría yo que he vuelto algoa ellos, al menos desde el punto de vista de los conocimientosprácticos? Más aún que la táctica, el comando es un arte, antetodo de ejecución. A la lectura de los gruesos volúmenes didác-ticos debemos preferir con más frecuencia, el estudio razonadode los hechos de la historia. Lo mismo, más aún que la teoría delos psicólogos, nos será útil meditar en los ejemplos y observa-ciones de los que, efectivamente, han sido conductores de hom-bres.

Y evidenciaremos que su gran secreto es precisamente susuperioridad, no digo en todos los dominios, sino que en aquelen que ejercen más particularmente su actividad. Ellos, cierta-mente, no desdeñan exteriorizar esta superioridad. Sabemos queNapoleón no dejaba de emplear estos procedimientos, a vecescasi teatrales, que sacuden los espíritus simplistas. Nuestro gus-to francés nos guarda de ser comediantes y nuestro instinto de-mocrático exige una verdadera sencillez. Pero el Jefe vive ex-puesto a la ardiente curiosidad de los que su carrera, y a vecesla vida, están unidas a sus decisiones. Le es preciso, pues, vigi-lar sus actitudes, sus gestos y sus palabras. No le es prohibido co-nocerse bastante para saber rectificar, en caso de necesidad, susilueta: es una coquetería legítima.

Es precioso, no digo ser orador, sino que hablar con faci-lidad. Por lo tanto, este don no es indispensable para imponerse:conocemos, a lo menos, una prueba convincente.

En todo caso, no tratemos de forzar nuestro talento. La afec-tación será rápidamente desenmascarada. A los que son cons-cientes de su valor, la dignidad del porte les es natural.

Conclusión.

La suprema ley de los militares debe ser: la acción. No esa ellos a quienes puede aplicarse la chanza del humorista: "Esuna fuerza muy grande no haber hecho nada". Es cierto queRivarol agregaba: "Pero no hay que abusar".

Sin embargo, obrar no es agitarse. Más vale quedarse encasa que comprometerse en callejones sin salida. También la am-bición es una fuerza, pero la prosecución de la elevación en gra-do, es una debilidad.

REFLEXIONES SOBRE EL JEFE 655

Hay allí dos premisas contrarias, difíciles de conciliar. Pe-ro es más bello ser "alguien" que ser "cualquiera". Las casasmás sólidas no son las que se edifican en un día, ni las fortu-nas más resplandecientes las que arden como paja.

Se objetará: todo vuestro sistema es "místico". En ciertosentido no lo desdigo. Es la fe la que vivifica la obra. Pero hayque explicarse: aquí la fe se llama: Patria, Honor. No nos co-loquemos fuera de todo punto de vista religioso o político. To-das las formas de gobierno han proporcionado grandes milita-res, y éstos han pertenecido a las concepciones filosóficas másvariadas. Y no sé que los generales ilustres, como los hombresde estado célebres, se recluten obligatoriamente entre los mu-chachitos muy sabios. Enrique IV y Richelieu, de quienes es unabanalidad escribir que fueron el más grande dé nuestros reyesy el más grande de nuestros ministros, no fueron modelos de vir-tudes burguesas o eclesiásticas. El buen sentido popular tiene cui-dado de no equivocarse a este respecto, y no exige las mismas cua-lidades de una comediante, de una madre de familia o de unahermana de la caridad y la fortuna nos preserva, como conduc-tores de pueblos o de ejércitos, de esos hombres personalmentesimpáticos y de intenciones excelentes, pero que asisten impo-tentes a las peores catástrofes.

Donde quiera que llevemos nuestros esfuerzos, sólo hay ver-dadera grandeza sino allí donde están animados por la chispa deun ideal.

Se hacen matar por ideas muchos más hombres que por in-tereses, y cuando ellas quieren echar los pueblos unos contraotros, las ambiciones se envuelven en el manto deslumbrantede los sentimientos. Aquellos hombres que nosotros levantamospara confiarles un día, en un campo de batalla, tanto los desti-nos nacionales como la vida de nuestros hijos, deben adquirirlas cualidades particulares, en que el "carácter" completa el va-lor intelectual. Y el primero de estos dos factores es aún másgrande que el segundo.

Abastecimiento de agua en el desierto.(Trabajo ganador del premio Cooper's Hill Warr Memorial)

De "The Royal Engineers Journal", Junio de 1935.

Traducido por el Capitán Sr. Guillermo Le-Fort.

Tema.

1. —Discutir los problemas del abastecimiento de agua quese le presentarán a una pequeña fuerza motorizada operando enel desierto y dar algunas ideas sobre la organización y equipo delas unidades de ingenieros que deberán acompañar a semejantefuerza.

Situación.

La fuerza es de todas las armas, enteramente mecanizaday motorizada, y consiste en 4. 000 hombres y 700 vehículoscon máquinas enfriadoras de agua. La fuerza debe ser concen-trada en el Puerto «A» y su misión es socorrer, tan rápidamentecomo sea posible, a una fuerza situada en el pueblo «B», a 400millas de distancia.

Existen fajas de terreno con pozos de agua alrededor de«A» y de «13», separadas por 300 millas de desierto. Ademásexiste agua en los oasis «X» o «Y», separados por 100 millasde desierto.

Se sabe que cada uno de estos oasis es capaz de abastecera una agrupación de 1. 000 indígenas con sus ganados. El oasis

658 MEMORIAL DEL EJERCITO

«X» consiste en una serie de pozos poco profundos, cuyos fon-dos están alrededor de cinco pies bajo el nivel del suelo. Eloasis «Y» consiste en unos pocos pozos profundos cuyos fondosestán a 100 piés bajo el nivel del suelo.

No se espera de los indígenas que están sitiados en «B»,una seria resistencia, hasta que sea alcanzada la fértil área al-rededor de ese pueblo.

1. —Introducción.

El advenimiento de la motorización en el ejército ha sim-plificado muchos de los problemas de una tropa en movimiento.Uno de los que ha sido más favorecido es aquel que se refiere alabastecimiento de agua. Particularmente, cuando una tropa estáoperando en el desierto, la. cuestión del abastecimiento de aguaes de suprema importancia, y los planes del Comando estándependiendo enteramente de su habilidad para obtener suficien-te agua para sus hombres, animales y vehículos en relativa-mente cortos espacios de tiempo.

El reemplazo de animales por vehículos ha reducido elconsumo de agua en un gran porcentaje, y los aparatos mecáni-cos han reducido considerablemente el tiempo requerido para lapreparación y expedición del agua. Más importante es aún elhecho de que la rapidez de una tropa en marcha ha reducido eltiempo necesario para viajar entre dos aguadas existentes en1/4 más o menos del empleado anteriormente. La importanciadel problema del abastecimiento de agua, sin embargo, no hadisminuido de ninguna manera, a pesar de que la solución seha simplificado.

En cualquiera operación en el desierto existen varios fac-toies que influenciarán su ejecución. La naturaleza de la regiónregulará la forma del movimiento; la época del año y la tempe-ratura tendrán influencia en la cantidad de agua por abastecer.Las aguadas y cantidad de agua disponible, la composición delas fuerzas, los tipos y capacidad de los vehículos, el equipodisponible para abastecer de agua, todos ellos juegan su papelmodificando el curso de la operación.

Algunos de los factores serán conocidos por el Comandoantes de dejar su base; pero algunos serán totalmente, o enparte, desconocidos, debiendo dejarse un margen para aconteci-mientos imprevistos, que de una u otra manera pueden obsta-culizar el éxito de la operación.

En este ensayo se ha tenido que hacer suposiciones con res-pecto a la composición de las tropas y a las intenciones de suComandante. Otras suposiciones necesarias, tales como la natu-

ABASTECIMIENTO DE AGUA EN EL DESIERTO 659

raleza de la región, condiciones climatéricas, forma de avancey calidad del agua, han sido hachas basadas en las condicionestérmino medio obtenidas de la experiencia que el autor tiene enlos desiertos del noreste de Africa y en el suroeste de Asia,en varias estaciones del año. En los casos en que el Comandode las tropas no puede prever las condiciones que encontrará,se han hecho concesiones, la mayoría de las veces, señalando laspeores eventualidades posibles.

La cuestión del equipo no está enteramente resuelta, yaque el ejército en la actualidad se encuentra en un período detransición, e indecisa la motorización completa.

Por consiguiente, dos situaciones han sido contempladas.En la primera se ha incluido los vehículos y el equipo, talcomo se encuentran en la actualidad en las dotaciones de gue-rra, como pertenecientes a las unidades. En el segundo, algu-nos vehículos y planta abastecedora de agua, que por ahora es-tán en un período de experimentación, han sido introducidosen la escena, tal como llegarán a ser con toda probabilidaden una fecha futura, un equipo standard.

Los factores que influencian el problema de abastecimien-to de agua de una tropa que opera en el desierto están estre-chamente dependiendo unos de otros; en los párrafos siguienteshan sido tratados hasta donde es posible, en una lógica conse-cuencia.

2. —Naturaleza de la región.

Uno de los rasgos del desierto es su infinita variedad. Aun-que si bien es cierto que existen algunos pocos tipos de desiertoque en la actualidad pondrán obstáculos a estos modernos ve-hículos equipados a propósito, la velocidad de avance de talesvehículos será afectada materialmente, como fue manifestada porel Convoy Experimental del Ministerio de Guerra en 193; ), cuyorecorrido en el Desierto de Libia varió entre grandes límites,tales como 14 a 144 millas por día. Las extensas llanuras ¡areno-sas del Irac, permitieron a los vehículos M. T. viajar a veloci-dades superiores a 50 millas por hora, en todas las épocas delaño; la ondulación arenosa y las fangosas llanuras del Transjor-dán, son fácilmente pasables en tiempo seco, pero después deuna lluvia son intransitables por dos o tres días; la arena blan-da o costrosa del Desierto de Libia es a menudo más com-pacta y fácil de atravesar después de la lluvia; las piedras are-niscas o calizas que so encuentran comunmente a flor de tierraen la mayoría de los desiertos, obligan a hacer rodeos con laconsiguiente pérdida de tiempo; blandas dunas de arena, tales

660 MEMORIAL DEL EJERCITO

como las que se encuentran en Africa del Norte, y fajas degrandes rodados de basalto, tales como la faja de lava cerca deKasr el Azrak en. Transjordania, no son normalmente transita-bles por los vehículos M. T. y no serán considerados; dondeel desierto está cubierto de montes bajos, montecillo de arena,el cual rodea el monte, reduce la velocidad de los vehículos enporcentajes variables, pero tales regiones son excepcionalmen-te impasables. Se puede suponer que en 300 millas de viajespor el desierto, por lo menos tres regiones de este tipo seránencontradas, y que un convoy de 700 vehículos no hará normal-mente como término medio más de 60 a 70 millas por día; ma-nejar en la noche probablemente no es posible. En el caso queanalizamos existe una faja de pozos de agua en una distanciade 50 millas alrededor de «A», luego 100 millas de desiertohasta el oasis «X» de donde deberá obtenerse el agua siguiente.Enseguida hay 100 millas de desierto sin agua hasta el oasis«Y» y luego 100 millas más antes de encontrar la zona deaguadas que se extienden a 50 millas alrededor de «B».

Para que las fuerzas de relevo puedan moverse 100 mi-llas en un día, desde su base de agua hasta el oasis «X», se hasupuesto que están establecidas en el borde de la zona cultiva-da alrededor de «A»; pero, por cada una de las siguientes 100millas de desierto sin agua se necesitarán dos días.

3. —Efecto de la temperatura.

La época del año en que la operación va a efectuarse in-fluirá en la cantidad de agua requerida. Tropas británicas pue-den ser enseñadas en arreglárselas con dos pintas de agua pordía en la estación fresca, mientras que para tropas no entrena-das, en el calor del verano, con un galón por día es sencilla-mente suficiente siempre por cortos períodos. Los vehículos,asimismo, necesitarán más agua en tiempo caluroso, aunque losmodernos vehículos provistos del aparato W. D. refrigerantepara los trópicos, pierden poca, si es que la pierden por ebu-llición, y sólo alrededor de una pinta por día debido a la fil-tración. Pérdidas por ebullición en los vehículos que no estánequipados con este aparato, pueden ser considerables en el ve-rano en regiones difíciles. También debe tenerse en cuenta queesta pérdida subirá cuándo también corre un viento con unavelocidad de más o menos 20 millas por hora que neutralizalas corrientes de aire a través del radiador que produce el mo-vimiento de los vehículos. En tales circunstancias, un convoy

ABASTECIMIENTO DE AGUA EN EL DESIERTO 661

de vehículos puede quedar temporalmente inmovilizado, porcausa de una ebullición excesiva.

Suponiendo condiciones término medio, una razonable por-ción de agua para una tropa en marcha podría ser un galónpor hombre y por día y un galón por vehículo por cada 100millas. Esta escala permitiría las excesivas mermas en pro-porción a los vehículos. Para los destacamentos que permane-cen en las bases de agua (véase párrafo 6) puede fijarse unadotación de dos galones por hombre y por día.

4. —Fuentes de abastecimiento de agua

a) Puerto «A».

La distancia desde el puerto «A» hasta el oasis «X» esde 150 millas, de las cuales las primeras 50 quedan a travésde una región bien regada, que, con toda probabilidad, será unatierra cultivada e interceptada por una red de canales, cuyoscaminos fangosos correrán por sus orillas. Se ha supuesto quelas fuerzas de relevo podrán reunirse en un- punto de partidacerca del borde de esta superficie cultivada, teniendo toda elagua que quieran en este punto y dejando sólo 100 millas paraatravesar hasta el oasis «X» cuya etapa es de esperar sea com-pletada en un día. Por consiguiente, un punto de entrega deagua deberá establecerse en el extremo del área cultivada, amenos que uno haya sido previamente preparado por la guar-nición del Puerto «A». Fuentes de agua clara pueden y nopueden aprovecharse, pero las fuentes de abastecimiento usuales en tales localidades son los canales de irrigación. Los ca-nales de agua generalmente contienen materias en suspensióny son usados también por hombres y animales para bañarse.Por tanto será necesaria la sedimentación y cloración previaa fin de que el agua esté apta para el consumo humano. Elagua para los vehículos necesitará sedimentación, pero no clo-ración.

b) Oasis «X».

Este consiste en una serie de pozos bajos que abastecen a1. 000 indígenas y sus ganados. Su rendimiento, por lo tanto,podría ser suficiente para las necesidades de las tropas de re-levo. La calidad del agua de estos pozos bajos varía considera-blemente. En el oasis de Selima, en el desierto de Libia, es dul-ce, clara y pura. -En El Sheb, 80 millas más allá, es sucia yalgo salobre. En los pozos a lo largo del litoral del Mar Rojo,

662 MEMORIAL DEL EJERCITO

es a menudo salada o altamente purgativa. Se puede suponer ique, si los indígenas pueden beber de esta agua, será potable,aunque posiblemente no muy agradable. Debido a la posibilidadde que se encuentre impura por los ganados el agua deberá serclorinada para fines de bebida; pero no será necesaria la se-dimentación.

c) Oasis «Y».

Aquí hay unos pocos pozos profundos, cuyo nivel inferiorse encuentra a. 100 pies bajo el nivel del suelo. Aquí, de nue-vo, la calidad es variable. Por ejemplo: en Maatul, en Sudan,los árabes bebían el agua solamente de dos, en un grupo de trespozos profundos. En general, el agua de pozos profundos norequiere; sedimentación, pero la cloración será probablemen-te necesaria. Como en el oasis «X» la cantidad disponiblesería suficiente para las necesidades de la tropa..

(I) Area cultivada, alrededor de «B».

Después de 100 millas de desierto desde el oasis «Y», hayuna región bien regada en las últimas 50 millas hasta el pue-blo «B». Aquí se espera que haya resistencia y probablementeserá necesario establecer un punto de entrega de agua en el bor-de de esta área cultivada, cuyas condiciones serán similares aaquellas de la región alrededor del Puerto «A». La cloracióny sedimentación serán necesarias. En el pueblo «B» debe exis-iir abastecimiento de agua, aunque su porcentaje de pureza serádudoso.

5. —Composición de las fuerzas de relevo.

La fuerza, que está enteramente mecanizada y motorizada,consiste en 4. 000 hombres y 700 vehículos. Sin detallar lacomposición de las diversas unidades., en varias de las cuales elorden de transporte es simplemente por conjetura, se suponeque la fuerza se compone de las siguientes unidades:

Una Brigada de Infantería, menos un Batallón.Un Regimiento de carros blindados de caballería.Una Batería de campaña de la Artillería Real.Una Batería ligera de la. Artillería Real.Una Compañía de campaña de los Ingenieros Reales.Una Sección de la Brigada de Señales.Una proporción de columnas divisionarias de amuniciona-

miento.Una Sección de la. Compañía de Bagajes Divisionaria,

ABASTEClMlENTO DE AGUA EN EL DESIERTO 663

Una sección de la Compañía de Abastecimientos Divi-sionaria.

Una Ambulancia de campaña.Una Maestranza Divisionaria.El Comandante de la Brigada de Infantería comandará la

fuerza.

6. —Cuadro de marcha probable.

Se ha supuesto que el puerto «A» está ya guarnecido yque todas las fuerzas de relevo son por eso aprovechablespara marchar hacia «B» y que las instalaciones de riego dePuerto A. serán capaces de abastecer las necesidades de lasfuerzas de relevo hasta el punto N. ° 1 en el borde del área cul-tivada alrededor de «A».

Los puntos de entrega de agua, que deben establecerse enlos oasis «X» e «Y», necesitarán protección desde las par-tes vulnerables, y se ha hecho la suposición que el Coman •do de la fuerza dejará una compañía de infantería en cada unode esos puntos, junto con un destacamento de agua de los Inge-genieros Reales, y posiblemente partes pequeñas del bagaje,servicio sanitario y maestranza. Estos destacamentos deben que-dar reducidos al mínimum, ya que las fuerzas atacante; debenser tan fuertes como sea posible;. Serán inevitables pequeña,;variaciones en la fuerza de los destacamentos dejados en losdiversos puntos de agua, de modo que supondremos las ci-fras término medio de 50 hombres y 10 vehículos en el puntode entrega de agua N. ° 1. y de 250 hombres y 25 vehículosen los puntos de entrega de agua N. ° 2 y 3.

El papel de las fuerzas de relevo al arribar a «B» no hasido claramente indicado, ¿Es toda o parte de las fuerzas derelevo que debe permanecer en «B y mantener el pueblo, odebe ser evacuada totalmente la localidad? ¿Si es así, cuáles la fuerza de las tropas sitiadas que deben regresar con lastropas de relevo, y son éstas motorizadas? Debe suponerseel caso más difícil, es decir, que el pueblo «B» debe ser eva-cuado completamente y que las fuerzas sitiadas, consistentes en1. 000 hombres y 150 vehículos, pueden ser motorizadas en-teramente.

El cuadro de marcha probable sería el que se indica:

Z menos 1 día El punto de entrega de agua N. º1 debe quedar establecido en el

borde del área cultivada alrededorde " A " . Las fuerzas de relevodeben quedar concentradas estatarde en el punto de agua N º 1.

664 MEMORIAL DEL EJERCITO

Día Z Las tropas, menos 50 hombresy 10 vehículos, marcharán al oasis" X " . El punto de entrega deagua N. º 2 será instalado en eloasis esta tarde.

Z más 1 día Las tropas, menos 250 hombresZ más 2 días y 25 vehículos, que quedarán en

el punto de entrega de agua Nº2, marcharán al oasis "Y" . Elpunto de entrega de agua N. ° 3se instalará en el oasis " Y " enla tarde de Z más 2 días.

Z más 3 días Las tropas, menos 250 hombresZ más 4 días y 25 vehículos dejados en el pun-

to de entrega de agua Nº 3, mar-charán hasta el borde del áreacultivada alrededor de " B " . Elpunto de entrega de agua N. º 4 de-berá establecerse en este punto enla tarde de Z más 4 días. Es po-sible que se encuentre resistenciaen este punto y que el punto deentrega de agua N. º 4 no puedainstalarse hasta el día siguiente,y aunque tenga que retirarse aloasis "Y" , las reservas del día yla ración de fierro serán aprove-chables.

Z más 5 días Las operaciones comenzarán pa-ra el relevo de " B " . La duraciónde estas operaciones es descono-cida, y las fuerzas de relevo sebasarán probablemente en el pun-to de agua N. 9 4 durante este pe-ríodo. Se supondrá que la eva-cuación comenzará en ZZ días.

Noche ZZ menos 1|ZZ El punto de entrega de aguaN. '-' 4 se tapará y se desmantela-rá.

ZZ más 1 día Las fuerzas de relevo y las si-tiadas se moverán al oasis "Y".

ABASTECIMIENTO DE AGUA EN EL DESIERTO 665

666 MEMORIAL DEL EJERCITO

Cada punto de entrega de agua debería producir un exce-dente de más o menos 20% de las necesidades previstas paraigualar las mermas durante la entrega a las unidades y hacerfrente a los pedidos imprevistos de agua.

El cuadro siguiente muestra las necesidades diarias de aguade cada punto de entrega de agua. Acontecimientos subsi-guientes pueden causar alguna alteración, en las actuales canti-dades requeridas, pero la escala de equipo sugerida (véase pá-rrafo 9) permitirá la producción total de todos los punios deentrega de agua, para ser aumentados, si fuera necesario.

8. —Equipos utilizables.

Pruebas y experimentos han demostrado que para pro-pósitos generales de transportes a campo traviesa, el camiónpesado de 6 ruedas es el tipo más apropiado para el acarreo decargas de 1. 500 Kgs., aunque los camiones de 4 ruedas pue-den llevar cargas de 1. 500 Kgs., en la mayoría de los casos,también allí en donde el camión de 6 ruedas puede pasar. Peropara cargas de 1 tonelada o menos, un camión liviano o pesa-do de 4 ruedas, no solamente es también servicial, sino queconsiderablemente más barato en el costo inicial y en el costode recorridos. Las huellas, por supuesto, tienen su influencia,pero quedan fuera de la materia de este trabajo.

Actualmente, los vehículos motorizados de transportes delas unidades consisten en:

Camiones de 3. toneladas y de 6 ruedas para el acarreode víveres y de equipo.

Camiones de l 1/2 toneladas y de 6 ruedas para el trans-porte de personal y de equipo.

Coches de turismo de 4 asientos para los Comandos deunidades.

Coches de turismo de 2 asientos para tareas de reconoci-miento.

Vehículos remolcados como ser cocinas de campaña, es-tanques de agua, equipos compresores de aire, etc..

Estos vehículos, que son muy difíciles de manejar en unterreno áspero, tienen la desventaja de limitar el funcionamien-to de los camiones que los remolcan, especialmente en lasvueltas.

Experiencias recientes hacen probable que los camiones de1 tonelada y de 4 ruedas sean introducidos a cono plazo en elequipo militar. Este vehículo no reemplaza, sino que suple-menla. al camión de 6 rueda; y será utilizable para muchosfines. Probablemente reemplazará a los remolques actuales en

ABASTECIMIENTO DE AGUA EN EL DESIERTO 667

uso, excepto para algunas cargas, y también serán usadospara el acarreo de personal. Un camión podrá acarrear ana co-cina de campaña o un estanque de 200 galones de agua consu planta purificadora, o bien 8 hombres con su equipo y ar-mamento. Con respecto a esto último, será inferior al camiónde 6 ruedas de 1. 500 Kgs. que puede transportar 14 hombrescon su ¡equipo y armamento; pero el funcionamiento de ambosen el camino y a campo traviesa será comparable con el de 6ruedas, a menos de la mitad de costo.

Si la operación discutida se supone que tenga lugar en laactualidad, es probable que el personal sea transportado en ca-miones livianos de 6 ruedas. El agua para los vehículos seráacarreada en cada vehículo en envases de lata de 2 galones, loqué permite llevar juntos un galón por vehículo para una jor-nada, de 100 millas entre dos puntos de entrega de agua y ungalón de agua de reserva. El agua para la bebida será llevadaen parte en los remolques con estanques de agua de 180 galo-nes, de los que están provistos ahora las unidades y, en parte,en vehículos de agua especiales. Esto último puede consistir encamiones que transporten estanques de 12 galones o que ten-gan estanques apropiados montados especialmente, o posible-mente serían estanques de 600 galones, tipo estanques de pe-tróleo de los que se podrían obtener unos cuantos en Siria yPalestina. Un camión mediano de 6. ruedas puede llevar a cam-po traviesa una carga de 500 galones de agua en envases, yuno liviano de 6 ruedas, más o menos 250 galones.

Si los camiones de 1 tonelada a 4 ruedas, mencionados an-teriormente, son eventualmente incluidos en el equipo de lasunidades, es muy probable que serán usados para el trans-

' porte de personal y de agua, y en este último caso, se equiparánespecialmente con estanques especiales de 200 galones y com-pletados con aparatos de purificación. Estos camiones de agua«standard» tendrán que ser suplementados con vehículos deagua improvisados, en atención a que hay que proveer el abas-tecimiento de agua para tres días, ya que las tropas llevanal comienzo para cada dos días de marcha.

Otro acontecimiento muy importante es el uso de vehículos-máquinas como fuente de energía para herramientas y máqui-nas. Un nuevo impulso probablemente eliminará la necesidadde separar la fuente de energía para estas herramientas y má-quinas, las que pueden entonces ser manejadas desde cualquiervehículo equipado con un arranque desde la caja de velocidad.Esto será aplicado igualmente tanto a los coches de 2 asientoscomo a los camiones de 3 toneladas de 6 ruedas.

M. del E. 8.

668 MEMORIAL DEL EJERCITO

b) Equipo de Abastecimiento de agua.

Actualmente una compañía motorizada de campaña lleva elsiguiente equipo para el abastecimiento de agua.

Una bomba centrífuga N. ° 1, con un rendimiento de 3. 700:galones por hora, y hasta 100 piés.

Un elevador de agua N. ° 1, con 250 piés de cadena, quepuede rendir 3. 000 galones por hora.

Un estanque de lona para agua, portátil, con capacidad de1. 500 galones.

Seis bombas aspirantes-impelentes, marca V.Todo esto es transportado en un camión liviano de 6

ruedas.

9. —Organización y Composición de las unidades de Ingenieros.

a) Los trabajos de las unidades de ingenieros en la marchadesde el Puerto «A» hasta el pueblo «B» consistirán casi siem-pre en el abastecimiento de agua. Pero a la llegada al terrenocultivado alrededor de «B», muchos otros problemas surgirán;probablemente construcciones de puentes, demoliciones, destruc-,dones de caminos, etc.. Por esta razón se ha supuesto que senecesita una compañía de campaña. El tema de este trabajo esel abastecimeinto de agua; por esto la composición del equipode puentes, etc., que deberá llevarse, no será tratado aquí.

b) No es deseable que otra sección de la compañía decampaña sea destacada para el servicio de abastecimiento deagua, sería preferible destacar personal de las diferentes sec-ciones para cada uno de de los 4 puntos de entrega de agua. LaSección N. ° 1 sería destacada para instalar el punto de entre-ga de agua N. ° 1. El Comandante de la Sección podría utili-zar su Sección para instalar el punto de entrega de agua y pro-veer el acopio necesario de agua en la tarde de Z menos 1 día.Podría dejar una fracción de 1 suboficial y 3 zapadores paramantener el punto de entrega de agua hasta el regreso de lastropas, y él, con la mayor parte de su Sección N. ° 2, sería res-ponsable del punto de entrega de agua N. ° 2, con el resultadode que el Comandante de la Compañía de Campaña, a la llega-da al terreno cultivado alrededor de «B», tendría en su podercasi cuatro secciones, utilizables para el trabajo.

c) El número de estanques y bombas requeridas en cadapunto de entrega de agua para los diferentes días, está indica-do en la tabla en el párrafo 7. Llegando a estas cifras se hasupuesto que los puntos de entrega de agua N. ° 1 y 4 necesita-rán sedimentación y que en los cuatro puntos de entrega deagua se necesitará clorinación. En la marcha de ida, cuando no

ABASTECIMIENTO DE AGUA EN EL DESIERTO 669

ha sido posible preparar con anterioridad a la llegada de lastropas los puntos de entrega de agua, el número de los estan-ques de sedimentación será el mismo de los estanques del alma-cenaje, así como también la purificación puede ser reducida al

mínimum. En la marcha de regreso, cuando se tiene disponiblebastante tiempo para la purificación del agua que necesitaránlas tropas, el número de estanques puede, hasta cierto punto,ser reducido. Se ha supuesto que para la sedimentación se

necesitarán 8 horas, media hora para la cloración y que cadabomba será capaz de rendir 3. 000 galones por hora.

Se verá en el cuadro que en el día Z menos 1 se necesita-rán 24 estanques y 4 bombas en el punto de agua, N. ° 1 y nomás de 6 estanques y 1 bomba se necesitarán hasta ZZ más 5,cuando toda la fuerza esté de regreso. La situación de todos losotros puntos de agua es similar. En consecuencia, a fin de evitarexcesivamente grandes acopios de equipo, algunos de ellos de-berán ser usados a lo más como un punto de entrega de agua.Por ejemplo, cuando las tropas dejen el punto de entrega de aguaN. ° 1 el día Z, 12 de los 18 estanques de agua y 3 de las 4bombas en. uso en el punto de entrega de agua N. ° 1, pueden serllevadas con las tropas. El Comandante de la Compañía deCampaña decidirá en cual arreglará esta reunión de equipo. Laescala indicada en el sub-párrafo (d), a continuación, es sufi-ciente para satisfacer las necesidades de esta operación en cual-quier período y además permite para uno u otro tener como re-serva en cada punto de agua una pequeña bomba sumergible yuna bomba aspirante-impelente.

d) Una adecuada escala de equipo de abastecimiento deagua que debe llevar la Compañía de Campaña, es la siguiente:

1. —«Equipo en uso existente».

Secc. Secc. Secc. Secc.P. M. N. º 1 N. º 2 N. ° 3 N. º 4 Total

Equipo de bombas centrífugasN. ° 1, completa, con 100 piés demanguera 1 1 1 1 1 5

Bombas aspirantes impelentes,marea V 2 1 1 1 1 6

Cajas de ensayos de agua. Ho-rrock 1 1 1 1 1 5

Elevadores de agua N. º 1, con 250piés de cadena . 2 — — — — 2

Estanques de lona para agua, p o r - ,tátiles 6 6 6 6 6 30

Vehículo liviano de 6 ruedas, re-molcado por el camión g r ú a . . . 1 1 1 1 1 5

670 MEMORIAL DEL EJERCITO

Notas:

(i) Los dos elevadores de agua serán asignados para estaoperación a la Sección N. ° 3.

(ii) En la marcha de ida, los equipos de bombas y los es-tanques portátiles tendrán que ser reunidos en alguna forma, encada punto de entrega de agua, como préviamente se haya pro-yectado. . :

(iii) Una vez llegados al terreno cultivado alrededor de«B»., el equipo de la P. M. puede ser usado para instalar unquinto punto de entrega de agua si se quiere.

2. —«Equipo en uso que probablemente sea utilizado en elfuturo»:

Secc. Secc. Secc. Secc.P. M. N. º 1 N. º 2 N. º 3 N º 4 Total

Bombas sumergibles N. º 1, (3, 500galones por hora) 1 1 1 1 1 5

Bombas sumergibles N. º 2, (1, 000galones por hora) 1 1 1 1 1 5

Manguera, metros 150 150 150 300 150 900Estanques de lona para agua, por-

tátiles 6 6 6 6 6 30Cajas de ensayo de aguas, Ho-

rrock 1 1 1 1 1 5Coche de 2 asientos con arranque

de fuerza, agregado al coche delComandante de S e c c i ó n . . . . 1 1 1 1 1 5

Camión de agua de 1 tonelada, de4 ruedas, con arranque de fuer-za • 1 1 1 1 1 5

Notas:

Lo indicado en las (ii) y (iii) de la lista anterior, se aplica por igual aesta lista.

3. —Generalidades.

No se ha hecho mención alguna de artículos tales comoalumbre, cloruro de cal, repuestos para bombas, vigas, sacosde arena, etc.. La cantidad de éstos debe decidirla el Comandan-te de la Compañía de Campaña.

ABASTECIMIENTO DE AGUA EN EL DESIERTO 671

10. —Conclusiones.

El autor ha supuesto en este trabajo el probable curso de«esta operación bajo las condiciones término medio que es de es-perar sean encontradas. Eventualidades imprevistas encontrarácon toda seguridad, las que harán alterar su curso, pero se con-sidera que con la organización y el equipo indicado, el Coman-dante de la Compañía está capacitado para hacer frente a laseventualidades que puedan presentarse.

En cuanto a la organización, el punto más importante esque cada sección pueda destacar una fracción completa coa suequipo y medios die-transporte, de manera que, al llegar al obje-tivo final, habrán, sin embargo, cuatro secciones de la Compa-ñía de Campaña utilizables en los trabajos.

Los nuevos vehículos y equipo, están en el período expe-rimental y sus posibilidades necesitarían ser investigadas antesde ser incluidas en las tropas, en una misión similar a la indi-cada en este análisis.

La cantidad de equipo que se ha señalado, está considera-blemente excedida de la que normalmente lleva una compañíade campaña; pero, si el éxito de la operación depende de unadecuado abastecimiento de agua, es preferible tener una reser-va de agua y bombas en cada punto de entrega de agua, quecorrer el riesgo de un fracaso como resultado final.

La Infantería muy lenta.(De la Revue d'Infanterie)

Traducido por el Mayor Sr. Carlos Meirelles.

El espectáculo de las maniobras y ejercicios de combate alos cuales hemos asistido nos deja, desde hace varios años, unaimpresión muy poco estimulante:

1. °. —En el curso de la aproximación que precede a latoma de contacto, la progresión de nuestra infantería ha llega-do a efectuarse con una lentitud peligrosa.

2. °. —La actitud de nuestros órganos de reconocimientoes de una timidez exagerada.

Los ejemplos que podríamos citar al respecto son numero-sos. Hace algunos años ocurrió el caso de la vanguardia de unadivisión que empleó 6 horas en cubrir una distancia dé 4 kiló-metros en su marcha contra el enemigo, también en movimiento,sin que existiera con éste el menor contacto. Más reciente-mente, una división de infantería, encargada de una misión cla-ramente ofensiva, empleó 6 horas en recorrer 6 kilómetros consus vanguardias y sin que hubiese recibido siquiera un disparode fusil. Más todavía, un regimiento de infantería ejecutó anuestra vista, en 1931, una marcha de aproximación de va-rias horas sin encontrar enemigo, con un dispositivo preconce-bido de ataque y con un lujo de precauciones que le impidióllegar, en el curso de una progresión retardada de 8 horas, atomar contacto con una flancoguardia enemiga situada a 15kilómetros de distancia. Por último, en el curso de numerososejercicios de combate de pequeñas unidades, los órganos de re-conocimiento se detenían al menor disparo hecho a gran distan-

674 MEMORIAL DEL EJERCITO

cia o se inmovilizaban en lugar de maniobrar por infiltración(1). También era penoso ver el espectáculo de patrullas inde-cisas, aferradas al terreno del primer contacto y exploradorescuya educación toda parecía haber sido dirigida por un espí-ritu hecho sólo de prudencia.

Las causas de esta lentitud y de estas vacilaciones ¡nosparece que fueran las siguientes:

—Pura la lentitud de la marcha de aproximación hastala toma de contacto exclusive:

1. °. —El dispositivo para las marchas de aproximación ysus corolarios es muy rígido.

a) Abandono demasiado precipitado de los caminos demarcha.

b) La dislocación de la infantería para su avance en unazona limitada por líneas por alcanzar y sectores prohibidos.

c) Empleo abusivo de las bases de fuego.2. °. —La práctica nefasta del Jefe que, en todos los esca-

lones del mando, no busca decididamente la acción.3. °. —La búsqueda de la invisibilidad y la utilización del

terreno hasta la exageración por parte de los elementos de re-conocimiento de las vanguardias.

4. °. —La preocupación demasiado exclusiva del factor fue-go en detrimento del factor movimiento.

En lo que concierne más particularmente a las vacilacio-nes de los elementos de reconocimiento, se puede decir quehay una falta de audacia característica.

1. —Dispositivo demasiado rígido para las marchas deaproximación.

En las marchas de aproximación que vemos ejecutar des-pués de la guerra, el dispositivo de ataque no sólo está en ger-men en la ramificación sino que, cualquiera que sea la distanciadel enemigo, ha tomado prematuramente su forma definitiva.En lugar de una marcha «en guardia flexible» que se adapteespecialmente a la red de caminos cuya utilización es, en mu-chos casos, posible, hemos tenido a nuestra vista la progresiónlenta y acompasada de un dispositivo preconcebido de ataque,prisionero de las preocupaciones referentes al enlace y a losfuegos.

(1) En el curso de un reciente ejercicio de toma de contacto, un comandantede grupo de combate, llegado a una pasarela en donde había hecho tomar po-

sición a su F. A., respondió así a nuestras preguntas: ¿Porqué no envió unexplorador a reconocer ese bosquecillo situado a 150 metros más allá del agua?"El enemigo habría podido disparar sobre ellos".

LA INFANTERIA MUY LENTA 675

Abandono demasiado precipitado de los caminos de marcha.

A nuestro juicio, la noción del momento de la posibletoma de contacto de las vanguardias es la que determina, antesque la noción del peligro del fuego lejano de artillería, cuándo ydónde hay necesidad de marchar a campo traviesa.

Para substraerse a estos últimos, basta que las vanguar-dias se escalonen en ancho y en profundidad en una. forma cuyaductilidad permita tomar rápidamente la formación que corres-ponda a la marcha de aproximación.

El Comandante de la división, determina, en el primer mo-mento, según las informaciones que obran en su poder, la líneahasta la cual piensa llevar sus vanguardias utilizando la redde caminos.

La formación para la aproximación será tomada segúnorden del Comandante de la División o por iniciativa de loscomandantes de vanguardia, atendiendo a las informaciones ob-tenidas en el curso de la marcha, a objeto de obtener que lasvanguardias estén en situación de constituir oportunamente un.frente de combate en. la zona que corresponda a la división deinfantería.

A este respecto es necesario tener presente que, en el por-venir, serán los destacamentos de seguridad motorizados losque deban contribuir a aumentar la seguridad de las vanguar-dias y a permitirles la continuación de su progresión duranteun mayor tiempo en formación de marcha.

La dislocación de la infantería para su avance en una zona li-\mitada por líneas por alcanzar y sectores prohibidos.

La utilidad de la limitación de la progresión por el empleode líneas por alcanzar es incontestable si se quiere llegar orde-nadamente al combate (1).

Es un cuadro destinado a fijar la acción de cada elementoen el sentido de la voluntad del Jefe y a jalonar en todo mo-mento la intervención eventual de la artillería. Pero, mientrasno haya sido tomado el contacto por las vanguardias, la pro-gresión debe desarrollarse con elasticidad dentro de este marco,con la velocidad normal de marcha y permitiendo el libre juegode todas las iniciativas. Nada de detenciones inútiles en los sal-tos fijados, nada de alineación de los batallones; suprimir losdestacamentos de enlace cuando su inutilidad es manifiesta.

(1) Especialmente en los comienzos de una campaña y con tropas no ague_rridas, se impondrá la necesidad de orden y de método.

676 MEMORIAL DEL EJERCITO

El enlace entre los batallones debe consistir en comunicara su vecino después de cada salto: «Yo he llegado a tal líneapor alcanzar y continuaré el avance», y no ¿Ha alcanzado Ud.la línea ordenada? ¿Puedo continuar?

El Jefe, por su parte, debe evitar dar órdenes tales como:«No se iniciará el movimiento hasta el momento en que yoordene», o, «Las vanguardias' no sobrepasarán tal línea antesque el grueso haya alcanzado tal otra línea».

Semejantes prescripciones son, en efecto, una causa deeste retardo cierto y peligroso, en razón de todos los reflejosque ellas engendran en el cerebro de los ejecutantes.

Cuando el contacto de las vanguardias está próximo, laprudencia, la necesidad que tiene el Jefe de mantener en susmanos, en todos los momentos, un dispositivo coherente, obli-gan a detenciones en determinadas líneas por alcanzar, al enla-ce permanente entre los batallones; en una palabra, precaucio-nes y numerosas restricciones a fin de asegurar una perfectacoordinación de los esfuerzos.

El empleo abusivo de las bases de fuego en el curso de lamarcha de aproximación.

Este empleo abusivo tiene naturalmente su origen en lapráctica de la organización de un dispositivo de ataque, listopara accionar en cualquier momento, exagerado todavía por laverdadera mística de la «base de fuego» que, desde 1928, haconquistado los cerebros de nuestra infantería.

Se han formado en ella, desde esta fecha, hábitos exce-lentes en el combate (1), pero superfluos en el curso de lasmarchas de aproximación, en los cuales la base de fuego noresponde a una necesidad inmediata y no hace sino aumentarla lentitud de la marcha.

En el curso de éstas, la infantería debe contentarse con,una base de fuego en potencia, que le asegure el apoyo even-tual de la artillería y, la entrada rápida en acción de ciertas-armas de infantería, colocadas adelante en el dispositivo deaproximación.

(1) El Reglamento de Infantería en su art. 150, define la misión de la basede fuego en el comienzo del ataque. Su empleo no se ha considerado sino en elcombate y su extensión abusiva en el curso de las aproximaciones se debe al dis-positivo preconcebido de ataque que se ha generalizado en nuestros ejerciciosde aproximación.

LA INFANTERIA MUY LENTA 677

2. —La práctica nefasta del Jefe que, en todos los escalones delmando, no busca decisivamente la acción.

Este hábito deplorable se ha acentuado más en nuestra in-fantería de post-guerra que en la de antes de 1914. Aquí tam-bién, como en muchos otros aspectos, la guerra de estabiliza-ción ha dejado las trazas de una inercia de la cual nos esta-mos curando con mucha dificultad. Las ventajas del Jefe deacción son conocidas por todos: ver su terreno, estar máscerca de las informaciones, poder tomar oportunamente unadecisión y, por consiguiente, ganar tiempo y con él, velocidad.Hay algo más aún: la presencia del jefe adelante obra comoun verdadero estimulante en todos los subordinados, en el sen-tido del impulso, de la actividad en todas sus formas, etc..

3. —La búsqueda de la invisibilidad y la utilización exageradadel terreno por parte de los elementos de reconocimiento de

las vanguardias.

La voluntad de escapar a la observación aérea, a la de losobservadores terrestres y, a veces, a la de los jefes superiores,ha conducido a considerar que una maniobra bien hecha es, una maniobra de la cual no se vé nada.

Esta manera de pensar no debe ser absoluta y aplicarseindistintamente a toda clase de maniobra.

Cuando una tropa, por ejemplo, debe avanzar detrás deun frente ocupado, un desplazamiento, que sólo tiene por objetotrasladarse de una zona A. a una zona B., será bien ejecutadosi se hace una buena utilización del terreno y de sus cubiertasa fin de escapar completamente a las investigaciones aéreas oterrestres.

Si consideramos, por el contrario, la marcha de aproxima-ción de las vanguardias al encuentro del enemigo, ellas habránprocedido incorrectamente, si por disimular completamente sumarcha, ésta se hace con una lentitud perjudicial a la misión.La obligación de crear en todo momento una atmósfera de segu-ridad suficientemente profunda a los gruesos, les impone buscarla rapidez (1) en la progresión (2).

(1) Por rapidez entendemos una marcha sin indecisiones ni detenciones inú-tiles. La velocidad de marcha del infante es, sea lo que ocurra, la que le permitesu conformación física y la carga que lleva. Pero su cerebro y especialmenteel de su Jefe, puede y debe concebir y poner en acción, en todo momento, másrápidamente que el adversario.

(2) Art. 228 del Reglamento de Infantería.

678 MEMORIAL DEL EJERCITO

Si los escalones de combate y las reservas de las vanguar-dias, que no están empleadas como los órganos de reconoci-miento en el estudio de una zona, pueden buscar mejor queéstas la invisibilidad en una parte de esta zona que le sea másfavorable, no por esto deben dejar de esforzarse por no hacermás lenta la progresión de estos últimos y de colocarse, en situa-ción de sostenerlos o de recogerlos en cualquier momento.

Los elementos de los escalones de reconocimiento debentener como preocupación primordial ir directamente de puntode observación en punto de observación, buscando las informa-ciones que el jefe tiene urgencia en conocer.

¿Es ésto lo que nosotros vemos más a menudo? ¿O es unpoco de juego «a la escondida» con el enemigo, que se traducepor una búsqueda de «caminos torcidos» a través del terreno,por detenciones repetidas y por un miedo instintivo de abando-nar las cubiertas en donde se corre el peligro de amontonarsey de perder la dirección? (1).

4. —La preocupación demasiado exclusiva del factor fuego endetrimento del factor movimiento.

Nuestros cuadros han comprendido toda la importanciadel factor fuego, pero tienen una tendencia muy acentuada a per-der de vista la importancia del factor movimiento.

En el curso de la toma de contacto, la preocupación de ase-gurar un buen apoyo de fuego a los elementos que deben progre-sar, absorve a menudo su actividad hasta el extremo que lasmedidas para asegurar una progresión lo más rápida posible,conservar el contacto con un enemigo que parece haber desapa-recido, y utilizar sin retardo las posibilidades de infiltración, pa-san a. ¡segundo término, si es que no han sido totalmente descui-dadas.

El movimiento es una de las armas de la. infantería. Deella debe sacar tanto partido como de las otras armas.

La importancia de los problemas do tiro no debe hacerperder de vista la de los problemas de movimiento. Unabuena infantería es a la vez una infantería que sólo utiliza sufuego para hacer avanzar sus vecinos y avanzar ella mismasin cesar, aprovechando el fuego de estos vecinos.

El fuego no nos dará el buen éxito si no va unido a unagudo sentido de la infiltración y del movimiento hacia adelante.

(1) De estas dos nociones de dirección y de diseminación debe deducirsela de invisibilidad cuando se trata de la marcha de las vanguardias.

LA INFANTERIA MUY LENTA 679

La falta característica de audacia de todos los elementos de re-conocimiento.

Esta falta de audacia la hemos evidenciado desde hace algu-nos años en el curso de numerosas maniobras.

Se manifiesta por la indecisión, un verdadero miedo deavanzar que demuestran nuestros elementos de reconocimien-to, aún cuando no estén bajo la acción del fuego enemigo. Encontacto con el enemigo, este mismo temor se refleja por de-Jejiciones y la estagnación de estos elementos delante de algu-nos disparos aislados.

En el curso de una maniobra reciente, el enemigo habíaproducido el vacío ante un ataque adversario con carros deasalto que debía realizarse al amanecer. En esta ocasión hemosasistido, durante una hora y media, a los tanteos efectuadospor los órganos de reconocimiento lanzados adelante en buscadel contacto perdido. Vimos una patrulla que avanzó llena deindecisión hasta 300 metros delante de su compañía y regresósin haber llegado hasta una cresta situada a 300 metros máslejos, en donde el día anterior habían estado las posiciones ene-migas. Vimos también más tarde una sección, adelantada porotro batallón, que alcanzó, no sin una serie de indecisiones, lacresta indicada, detenerse en ella y no adelantar exploradoreshacia un terreno cubierto situado un poco más allá. Cuandoesta sección se decidió a recuperar el contacto con el enemigo,por haber intervenido los árbitros en este sentido, presenciamosuna vez más la indecisión de los exploradores.

En el contacto con el enemigo, la falta de audacia de nues-tros elementos de reconocimiento detiene toda infiltración y,consecuentemente, toda posibilidad de proporcionar al Jefe lasinformaciones que permite el contacto, sobre la base de las cua-les éste puede fundamentar su decisión.

Muchas veces hemos visto ataques montados en el vacíoque caían sobre las líneas delanteras de un enemigo, cuyas re-sistencias dispersas habrían caído delante de una infiltraciónaudaz de los escalones de reconocimiento.

Esta falta de audacia no es sino la consecuencia del extre-mo espíritu de prudencia adquirido en el rudo contacto delfuego durante 4 años y medio de lucha.

Si en 1914 nosotros teníamos la tendencia de despreciarel fuego, en 1934 tenemos la del temor al fuego.

Una y otra tendencia son muy peligrosas por sus resulta-dos sobre la educación de una infantería.

No es el temor al fuego, sino la clara noción del valor delfuego lo que deben tener nuestros cuadros.

680 MEMORIAL DEL EJERCITO

Ella es la condición necesaria del espíritu de prudencia conel cual un jefe, audaz en la concepción, debe dirigir la ejecución.Según nuestra manera de pensar, esta prudencia de los cuadrosen la ejecución es la que debe constituir para el soldado la ga-rantía de una marcha sin vacilaciones y siempre osada, pueses a él, al modesto ejecutante, a quien hay que educar con unespíritu de audacia (1).

¿Hasta dónde debe llegar el espíritu de prudencia en nues-tros cuadros para evitar caer en la timidez, la vacilación y lapusilanimidad?

Si en el ataque, acto brutal de fases claramente definidas,nos parece que el espíritu de prudencia debe dominar en la pre-paración y que la audacia debe prevalecer a partir de la horaH, no ocurre lo misino en la marcha de aproximación o en latoma de contacto, actos menos diferentes y de límites mal de-finidos.

Creemos, sin embargo, poder caracterizar de modo siguienteel espíritu de prudencia en estos dos dominios:

En la aproximación cerca del enemigo, la parte de la pru-dencia está, en las correctas medidas de seguridad, en la disemi-nación de, las unidades por la utilización extrema de la red ca-minera, el escalonamiento en profundidad y en una observaciónbien practicada. Esta parte de prudencia es sobrepasada si lamarcha se organiza, como lo hemos visto a menudo desde hace -varios años, con un lujo de precauciones, de recomendacionestal, que resulta una verdadera marcha «marcando el paso», porparte de las vanguardias.

En la toma de contacto, la prudencia reclama las mismasprecauciones de seguridad y de diseminación, de líneas por al-canzar y una observación atenta; pero también, habrá sido so-brepasada si la misión de los escalones de reconocimiento de-saparece delante de la preocupación única de la búsqueda de lainvisibilidad y el reflejo que las hace detenerse al menor dis-paro.

(1) Se ha pretendido en algunas ocasiones que una educación en el sentidode la prudencia compensaría el impulso ardoroso de nuestra raza. Pero somosde opinión, por el contrario, que este natural ardiente es uno de los más bellosrasgos de nuestro espíritu, una virtud que es necesario cultivar en vez de de-bilitar. No creemos que en ningún período de la historia ni en ningún pueblo sehaya tratado de hacer del soldado un ser timorato, falto de impulso y de au-dacia, que piensa más en los golpes que va a recibir que en los que va a dar alenemigo.

LA INFANTERIA MUY LENTA 681

Terminaremos estas observaciones diciendo:Ante todo, es necesario volver a dar a nuestra infantería,

costa del sentido del fuego, el sentido del movimiento.Es un problema de justo término medio; luego un problema

delicado y difícil.Sin descuidar el fuego, es necesario cultivar, más de lo que

hemos visto hacer desde hace años, el sentido de la infiltra-ción, la habilidad para. utilizar el terreno y las zonas libres defuego.

Para esto es necesario que salgamos más a menudo de losejercicios de combate en un encuadramiento demasiado estrechoque nos han apegado a una única manera de Comandar y dehacer, acompasada, rígida y sin proporcionar ocasiones sufi-cientes para practicar, con los cuadros, la iniciativa; con la tro-pa, la infiltración y la maniobra.

La práctica de los ejercicios de marchas de aproximaciónsobre largos recorridos, sin contacto con el enemigo y utilizandoal máximum la red caminera, y la de los ejercicios de toma, decontacto en los cuales las resistencias enemigas escalonadas enuna gran profundidad no hayan sido multiplicadas hasta el ex-tremo de impedir toda infiltración y toda maniobra, como lobemos visto a menudo, son, a nuestro juicio, hechos que con-curren al fin que nos proponemos: volver a dar a nuestras uni-dades el sentido del movimiento hacia adelante y, por lo tanto,mayor rapidez.

Además de esto, todo lo que contribuya a dar flexibilidada nuestros cuadros y a nuestras unidades concurrirá indirecta-mente al mismo objetivo (1) : ejercicios de pequeños destaca-mentos en los cuales intervengan incidentes inesperados; prác-tica en terrenos muy variados, particularmente en los ejerciciosde cuadros, en los cuales el caballo y la bicicleta permiten ale-jarse cómodamente de los terrenos habituales que rodean lasguarniciones; práctica frecuente de acciones en anchos frentesen reemplazo del «codo a codo» y de las distancias restringi-das de nuestros campos de ejercicios.

Para llegar al resultado buscado será necesario, por último,de parte de los cuadros:

1. °. —Suprimir en las órdenes escritas todo aquello quepueda constituir un motivo de retardo, de todo lo que entrabe

(1) Tengamos presente que en el porvenir, con los ingenios mecanizados, serámucho más necesario que la infantería sea vigilante y maniobrera.

682 MEMORIAL DEL EJERCITO

inútilmente, de todo lo que limite las iniciativas (órdenes muylargas, ingerencia en la acción de los subalternos respecto a losmedios a emplear para el cumplimiento de la misión, aplica-ción lejos del enemigo de aquellas exigencias que solamenteson necesarias una vez tomado el contacto).

2. °. —Traducir en acción el deseo constante de informarsedurante la marcha de aproximación y, para esto, buscar resuelta-mente el contacto.

3. °. —Adelantarse siempre al enemigo mediante una acti-vidad y ductilidad cerebral que son, en último análisis, la me-jor garantía de la rapidez de la maniobra.

4. °. —Educar al soldado en el sentido de la audacia, mos-trándole las ventajas de ésta, en el marco de las precaucionesadoptadas por la prudencia del Jefe.

* * *

Sólo en estas condiciones nuestra infantería, actualmentebuena infantería de fuego, podrá volver a ser una buena infante-ría de movimiento.

A medida que el transcurso del tiempo nos aleja de la gue-rra, el mayor escollo será evitar lanzarse ciegamente en el mo-vimiento, olvidando la gran lección del fuego de 1914-1918. Setrata actualmente de obtener que la infantería vuelva a ser duc-til, rápida, maniobrera y ardiente, sin olvidar por esto las reali-dades del fuego.

Sólo se construye sólidamente sobre realidades capaces deproteger contra las abstracciones de la teoría y las exageracio-nes de la imaginación.

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bisrieden.Manual para instaladores electricistas.Protección contra gases II. Parte.Equitación.Deportes Ecuestres.Equitación para las armas montadas (Juego de Polo).Instrucción de conductores montados de todas las armas.Instrucción para las unidades de acarreo.Tiro Nacional.Disciplina.Instrucciones para la Dirección de los viajes de estudio, Juegos

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Un segundo plan de Schlieffen.(De la Revista "The Army Quarterly")

Traducido por el Mayor Sr. Julio Brownel.

La verdad acerca del plan de campaña alemán so ha fil-trado muy lentamente. Durante veinte años el público alemánha estado en el convencimiento de que si Moltke, el joven, nohubiera diluido el plan Schlieffen de 1905, la guerra habríasido ganada en setiembre de 1914. Recientemente se ha di-

vulgado que Schilieffen, habiéndose dado cuenta que las cir-cunstancias habían variado, cambió su plan de 1905, legán-dole otro a su sucesor en 1912.

Esta revelación se debe al Capitán Jürgen von Grove, unode los pocos oficiales de su grado condecorado con la «Ordenal Mérito», a quien se le haya permitido el acceso a los pa-

lpeles de Moltke (ver sus libros «La Batalla del Mame»).Moltke, al hacerse cargo de su puesto, aparentemente no es-taba del todo satisfecho con el Plan I. de Schlieffen. Un pa-pel, manuscrito de su puño y letra, fué encontrado y al cual.se le atribuye la fecha de 1905. Empieza así:

«En el Oeste, una frontera de 120 millas que proteger; enel Este, una de 480 millas totalmente abierta. Debemos efec-

tuar una fuerte defensa en el Oeste, sólo podemos protegernuestra frontera Oriental por medio de la ofensiva».

En el Este, cada paso dado hacia atrás significa abando-nar viejo territorio Prusiano; en el Oeste sólo se pierde te-rreno cuyos habitantes no son alemanes.

El Ejército ruso, reducido a la impotencia al terminarsela guerra de Manchuria, quedó completamente reorganizado

. M. del E. 9.

684 MEMORIAL DEL EJERCITO

en 1912; el espíritu ofensivo de los franceses había crecido yse había aumentado al saberse la mayor eficiencia y la seguridadde la cooperación del ejército ruso.

Ya no quedaba esperanza que los franceses optaran porla defensiva; era seguro de que ellos harían un ataque seriocontra los ejércitos alemanes durante la ejecución de conver-sión de Schlieffeu; tal operación entre Metz y el Rhin era con-siderada como el mayor peligro. Estaba visto que bajo talescambios en las condiciones, el Plan 1. de Schlieffen habíaperdido su valor. En 1912, Moltke y su ayudante Ludendorff,entonces jefe de la Sección Operaciones, se entregaron portanto a una total renovación del Plan Schlieffen—el viejoMoltke había revisado su plan prácticamente cada año.

Era, pues, indispensable reforzar el ala izquierda; de locontrario, el territorio renano sería invadido. Sin duda Schlie-ffen supo de los cambios propuestos.

En el plan que dejó escrito a finos de 1912, poco antes desu muerte, se dice que él dejó establecido que:

«Estima que él debe desechar ahora la marcha rápida através de Bélgica al iniciarse la campaña. Consideraba que yano podría estar seguro de que los ejércitos alemanes llegaríanai espacio entre Namur y Amberes antes que el enemigo y po-siblemente ni siquiera alcanzarían a pasar el Mosa. Eso, sinembargo, en el antiguo plan, constituía el paso preliminar delas operaciones de la derecha. Por lo tanto, al iniciarse las ope-raciones en el Oeste, era necesaria una acción ofensiva con-tra todo el frente enemigo hasta la misma frontera con Suiza.También era necesario efectuar un rompimiento en gran es-cala en el punto más débil, el cual. debía ser, a la vez, elpunto que ofreciese las mayores ventajas estratégicas. Estesería Bélgica. Después del rompimiento del frente belga, de-berá seguirse la operación con un movimiento envolvente deacuerdo con lo dispuesto en el antiguo plan a través del Nortede Francia en dirección a París».

Este nuevo plan demandaba una gran fuerza de tropas, ySchlieffen propuso una solución. Esta era de aumentar el nú-mero de Divisiones (la unidad táctica alemana; que eran 39,activas y de reserva, organizándose en su lugar 51 formacio-nes que se llamarían «Grandes Divisiones», en las cuales secombinaban divisiones activas y de reserva.

Moltke no aceptó este plan debido a que la reorganizacióndel ejército y el estudio del nuevo despliegue demoraría algunosaños, mientras tanto el tiempo apremiaba.. Sin embargo, unacosa queda en claro:

UN SEGUNDO PLAN DE SCHLIEFFEN 685

Schlieffen demostró personalmente que su Plan 1. no po-día mantenerse en su forma original.

Lo que hizo Moltke, siguiendo el Plan II. de Schliéffen,fué reforzar ambas alas, pero retener la conversión por Bél-gica. Si los franceses no hubieran descuidado el frente nortey hubieran avanzado hacia los brazos envolventes que les es-

Jaban preparados y tratado de romper el centro débil, la con-versión del ala derecha apenas habría tenido lugar; esto eralo que Schlieffen temía.

Las últimas palabras de Schlieffen: «Reforzad el ala de-recha», son interpretadas por el autor como que, al hacerseel ataque general en todo el frente, el ala derecha debía sermás fuerte. En el plan de Moltke, que fué el que se llevó acabo, «el ala derecha era de la misma fuerza total como lo ha-bía dispuesto el Conde Schlieffen. El debilitamiento posteriorde dicha ala, por el translado de divisiones a, otro frente escosa completamente aparte».

El Capitán von Grove continúa demostrando que, a conse-cuencia de los partes enviados por los Comandantes en Jefede los Ejércitos alemanes, que anunciaban victorias, Mollkeconcibió que sería posible llevar a cabo totalmente la doctri-na del «Caimas» de Schlieffen. En lugar de transportar divi-siones de la izquierda a Ja derecha y para las cuales se en-contraban listos los convoyes ferroviarios, él ordenó que ambasalas avanzaran. En la Lorena, el Príncipe Rupprecht debíaatacar hacia el Este mientras el ala derecha barria a los fran-ceses hacia él. El ala izquierda no hizo progresos y aún fuérechazada, por la contra, ofensiva de Dubail, y, «lo que sucedióo no sucedió en Lorena fué vengado en el Marne».

Puede admitirse que el Plan II. de Schlieffen constituíauna valiosa modificación del primero y no tenía el error deéste que estimaba en menos al enemigo. Dejemos a la ima-ginación apreciar lo que habría sucedido si, después de Le Ca-teau y las batallas fronterizas, el General von Kluck hubierahecho una conversión inmediata hacia el sur-este en lugar de

para barrer la línea aliada.Aparentemente parecía que el primer pensamiento de

Moltke al hacerse cargo de su puesto, el de atacar a Rusia,defendiéndose en el Oeste, podía ser el procedimiento más sa-no; posiblemente su resultado habría sido que los franceses,siguiendo su doctrina ofensiva, se habrían despedazado frentea las trincheras alemanas y, no habiéndose violado el territo-rio Belga por los alemanes, el Imperio Británico no habríaentrado a la guerra en agosto de 1914.

El órgano director de la movilización industrial.Por el Comandante de Artillería Joaquín Planell.

(Del "Memorial de Artillería" de España).

En un artículo titulado «La Movilización Industrial», quese publicó en el número extraordinario, decíamos que en todoplan de movilización industrial conviene considerar dos con-ceptos esencialmente diferentes: el que se refiere a los princi-pios fundamentales y métodos operativos, y el relativo a losorganismos encargados de su preparación y ejecución, y noslimitábamos a exponer los rasgos más salientes de los princi-pios y métodos adoptados de un modo casi universal.

Como continuación de aquel artículo, desearnos exponerahora las líneas generales de un proyecto de organización,donde se reflejan nuestros modestos puntos de vista sobre loque pudieran ser la constitución y funcionamiento interno delórgano director de la movilización industrial, cuya organiza-ción debe inspirarse, a nuestro juicio, en los cuatro principiossiguientes:

1. °. —Las actividades concernientes al proyecto, fabrica-ción, compra, experimentación técnica y movilización indus-trial de cualquier clase de material, están íntimamente rela-cionadas entre sí, y no pueden desarrollarse debidamente sino se prestan mutuamente un auxilio constante y eficaz. - Laalta dirección de dichas actividades debe estar, por consiguien-te, concentrada en un solo organismo, cuyo jefe dependa di-rectamente del Ministerio de la Guerra.

2. º. —La constitución interna del órgano en cuestión alque designaremos en lo sucesivo con el nombre de Dirección

688 MEMORIAL DEL EJERCITO

General—debe responder a un criterio de especialización. Loscometidos técnicos que se derivan de las actividades antes di-chas, deben ser dirigidos—dentro de la Dirección General—por diferentes entidades, o compartimientos burocráticos, co-rrespondientes a las diferentes clases de material. Los Jetes yOficiales que los constituyan deben estar, a su vez, especiali-zados y ser cuidadosamente seleccionados. La movilización in-dustrial constituye un problema de carácter esencialmente téc-nico-industrial y sus actividades deben distribuirse en variosescalones, por orden creciente de especialización. Ciertos co-metidos técnicos de la misma índole correspondientes a dife-rentes actividades, —compras, fabricación, movilización indus-trial—deben ser desempeñados, o dirigidos, por las mismaspersonas, en cada clase de material.

3. ". —En tiempo de guerra, la organización de la DirecciónGeneral debe ser idéntica a la de tiempo de paz, salvo en loreferente a sus plantillas de personal.

4. °. —El fin último—pero el más importante—de los Esta-blecimientos de Industria Militar, debe ser la preparación dela movilización industrial. Dichos organismos son, y debensiempre ser, dependencias del Estado de carácter genuinamentemilitar. En su alta dirección, administración y régimen interior,no pueden ni deben seguirse las mismas normas que prevale-cen en las empresas industriales privadas, pero deben gozaren el grado de autonomía suficiente para su buen desenvolvi-miento industrial.

La Dirección General a que aludimos, que constituiría unadependencia del Ministerio de la Guerra, tendría a su cargo:

1. °. —Todas las actividades relacionadas con las misionesde proyectar, Experimentar técnicamente, adquirir y fabricaren los Establecimientos de Industria Militar, todo el armamen-to, equipo, municiones y material de todas clases con destinoa las fuerzas del Ejército, el armamento y. municiones para laAeronáutica militar y el material de guerra con destino a otrosDepartamentos Ministeriales, cuya fabricación o adquisición lesean encomendadas por el Gobierno.

2. °. —Preparar, en tiempo de paz, y poner en práctica, enel de guerra, los planes necesarios para movilizar la industrianacional, con el objeto de abastecer al Ejército de los suminis-Iros militares que este requiera, según los planes de campañapreparados por el Estado Mayor Central.

3. °. —Preparar los planes necesarios para abastecer a laindustria, en tiempo de guerra, de las primeras materias, ma-

EL ORGANO DIRECTOR DE LA MOVILIZACION... . 689

no de obra, máquinas, herramientas, energía, medios de trans-porte, instalaciones industriales y demás servicios que aquellasnecesiten para poner en práctica, en el plazo de tiempo que se

haya previsto, los planes de movilización industrial a que sepeñere el epígrafe anterior. En tiempo de guerra, la Dirección

General se encargaría de poner en práctica aquella parte delos planes a que se refiere el presente epígrafe, que fueseencomendado por el Gobierno.

El General Director sería el representante del Ministerio dela Guerra en el Consejo de la Economía Nacional y en losórganos interministeriales que se creasen para preparar la mo-vilización industrial.

De la Dirección General dependerían las Fábricas y Labo-ratorios Militares, las Comisiones Regionales de MovilizaciónIndustrial, el Banco de Pruebas del Eibar y los Centros de ex-perimentación técnica del Ejército.

Constaría de una Oficina General y de las cuatro Jefatu-ras siguientes:

Jefatura del Material de Artillería, armamento y municio-nes.

Jefatura del Material de Ingenieros militares.Jefatura del Material de Intendencia.Jefatura del Material de Sanidad militar (véase gráfico de

organización).

Oficina General.

Constaría de una Secretaría y de las siguientes Secciones:Asesoría jurídica.Administración y control de adquisiciones.Movilización Industrial.Secretaría. —Con los siguientes cometidos:—Auxiliar al General Director en su misión de coordinar

y dirigir las actividades de la Oficina General y de las cuatroJefaturas.

—Controlar y coordinar los enlaces—no técnicos—que es-tablezca la Dirección General con los demás organismos delMinisterio de la Guerra y con los demás Ministerios.

—Revisar y publicar toda la literatura oficial de la Di-rección, ya sea redactada en la misma Secretaría o en las de-más dependencias de aquella.

—Tener a su cargo todo el servicio de oficinas de la Di-rección incluyendo la distribución de locales, abastecimiento dematerial y efectos, entretenimiento y reparaciones.

EL ORGANO DIRECTOR DE LA MOVILIZACION. 691

—Llevar los registros de entrada y salida, la correspon-dencia y el archivo.

—Preparar los planes de movilización de la Dirección enla parte que le sea encomendada.

—Llevar la gestión de todos los asuntos relacionados conel personal, tanto civil como militar, de la Dirección.Asesoría jurídica. —Tendría los siguientes cometidos:

—Auxiliar o asesorar al General Director y los Jefes deMaterial, en asuntos legales.

—Dar forma y redacción definitiva a todos los contratospara la adquisición o venta de material de guerra celebradospor la Dirección. Las negociaciones y trámites que conduzcana dichos contratos y la confección de los pliegos de condicio-nes técnicas, serían llevados a cabo por aquella Jefatura aquien corresponda, según la índole del material contratado.

—Recibir, examinar y archivar las copias de todos loscontratos que celebren los Establecimientos de Industria, Mili-tar y demás organismos que dependan de la Dirección.

—Mantener enlace, para asuntos legislativos y jurídicos,con la Intervención General Militar y demás organismos delMinisterio de la Guerra y otros Ministerios.

—Gestionar y tramitar los asuntos relacionados con pa-tentes, en su aspecto jurídico.

Sección de Administración y Control de adquisiciones.—Cometidos:

—Dar forma y redacción, definitiva a los presupuestoscombinados de la Dirección General y de todos los organismosy establecimientos que de la misma dependen.

—Distribuir los créditos que sean asignados a la Direc-ción, entre las dependencias de éstas.

— Controlar y coordinar la gestión de las adquisiciones queefectúen las jefaturas de material, en su aspecto administrativo,exceptuando las que se refieran a primeras materias para lafabricación en los Establecimientos de industria Militar.

—Mantener enlace con todas las dependencias del Ministe-rio de la Guerra, y con los otros Ministerios, para todo lo re-lativo a contabilidad y adquisiciones, en su aspecto adminislra-tivo.

—Llevar la contabilidad general de los créditos consigna-dos a la Dirección, e informar al General Director, con la fre-cuencia que éste disponga, sobre el estado en que se encuentrela inversión de aquellos.

—Preparar los planes de movilización de la Dirección enla parte en que le sea encomendada.

Sección de Movilización Industrial. —Cometidos:

692 MEMORIAL DEL EJERCITO

—Asesorar técnicamente al General Director en asuntos re-lativos a Movilización Industrial, proporcionar las normas gene-rales que deben seguirse en la preparación de los planes demovilización.

—Auxiliar al General Director en el control de coordina-ción de los trabajos sobre Movilización Industrial, realizadospor la Jefatura de Material.

—Recopilar y mantener al día datos básicos sobre las ne-cesidades del Ejército en suministros militares de todas clases,que se deriven de los planes de movilización militar prepara-dos por el Estado Mayor Central.

—Llevar la estadística de las reservas de material de gue-rra existentes y del deficit que acusen en relación con las ne-cesarias, según los planes de movilización.

—Informar las solicitudes que presenten las Jefaturas deMaterial, para que les sean asignados los Establecimientos In-dustriales civiles de que deseen aquellas disponer para susrespectivos planes de movilización industrial.

—Controlar las distribuciones que hagan las Jefaturas deMaterial, entre los Establecimientos civiles a aquellas adscri-tos, de las futuras órdenes de tramitación para caso de gue-rra, atendiendo para ello a la capacidad productiva en cadaestablecimiento, a las características económicas-industriales dela región en que estén situados y a las probables necesidades dela población civil a que dichos establecimientos habrán de sa-tisfacer.

—Centralizar los datos esenciales de los planes de movili-zación industrial que preparen las Jefaturas de Material.

Preparar por sí misma, o en colaboración con la Jefaturade Material, los planes de movilización industrial relativos alos materiales y servicios que no constituyan suministros mi-litares propiamente dichos, tales como: materias primas, má-quinas y herramientas, plantillas, energía, mano de obra, me-dios de transporte y recursos financieros, en las cantidades ycalidades que sean necesarios para llevar a la práctica, en casode guerra, los planes de adquisición y fabricación de suminis-tros militares que preparen las Jefaturas de Material.

—Preparar los planes para la movilización integral de losrecursos nacionales, en la parte que le sea encomendada a laDirección por el Gobierno.

—Mantener enlace con el Estado Mayor Central y con losorganismos de los demás Ministerios u organismos interminis-teriales, cuyas actividades se relacionen con la movilizaciónindustrial.

EL ORGANO DIRECTOR DE LA MOVILIZACION. 693

—Presentar al General Director, antes del día 1. ° de mar-zo de cada año, una Memoria en. que se describa el estado enque se encuentren los planas de movilización industrial, losprogresos realizados durante el año anterior y las iniciativasque considero; pertinentes para fomentar los trabajos sobremovilización industrial.

—Preparar el plan de movilización de sí misma para casode guerra.

Jefatura del Material de Artillería, Armamento y Munición.

Bajo la alta dirección del General Director, tendría a sucargo el desempeño de aquellas funciones de la Dirección Ge-neral que se refieren al Material de Artillería, Armamentos yMuniciones, con todos sus accesorios, y de su Jefe dependeríandirectamente las Fábricas de Trubia, Oviedo, La Marañosa,Toledo, Granada, Murcia, Fábrica de Artillería de Sevilla, Pi-rotécnica Militar de Sevilla, el Laboratorio, Taller de Precisióny Centro Electrotécnico de Artillería, el Banco de Pruebas deEibar y la Comisión de Experiencias.

Constaría de una Oficina Central, una Oficina Técnica deArmamentos y una Oficina Técnica de Proyectos y Fabricación.

Oficina Central. —Constituida por una Secretaría, un Ne-gociado de Contabilidad y un Negociado de Movilización In-dustrial.

Secretaría. —Auxiliaría al Jefe en la coordinación de lasactividades de las dependencias de la Jefatura, desempeñandolas funciones propias de toda la Secretaría, y se encargaría dela clasificación, reproducción y conservación de todos los pla-nos del material que corresponde a la Jefatura, suministrandocopias autorizadas de los mismos a las dependencias de la Je-fatura que los soliciten.

—Negociados de Contabilidad. —Cometidos:—Distribuir las consignaciones entre las dependencias de

la Jefatura.—Centralizar y dar forma definitiva a los presupuestos

parciales que formulen las dependencias de la Jefatura, remi-tiéndolos, una vez aprobados, a la Oficina Central.

—Auxiliar al Jefe en la fiscalización y coordinación de losmétodos administrativos y contables seguidos en todas las de-pendencias de Ja Jefatura.

—Auxiliar al Jefe en la gestión de las adquisiciones dematerial de guerra y llevar la contabilidad de los créditos con-signados para las mismas.

694 MEMORIAL DEL EJERCITO

—Llevar la contabilidad general centralizada de todos losestablecimientos que dependen de la Jefatura, presentando pe-riódicamente. al Jefe los balances y estados de situación quepermitan a éste adquirir una idea exacta de la marcha admi-nistrativa de dichos establecimientos.

Mantener enlace con la Sección de Administración de laOficina General, a la que habría de rendir, con la frecuencia ne-cesaria, los extractos de cuentas y balances que disponga lasuperioridad.

Negociado de Movilización Industrial. — Dependerían direc-tamente de este Negociado las Comisiones Regionales de Mo-vilización Industrial para Material de Artillería, Armamento yMuniciones (1) y sus cometidos específicos serían los siguientes:

—Auxiliar al Jefe en la dirección y coordinación de todoslos trabajos sobre movilización industrial que realicen las de-pendencias de la Jefatura.

—Dirigir la gestión de las Comisiones 'Regionales de Mo-vilización, suministrándoles los elementos necesarios para quepuedan llevar a cabo eficazmente su cometido y auxiliándolasen la resolución de las dificultades que se presenten al pre-parar los planes de movilización.

—Centralizar los planes y trabajos de movilización in-dustrial realizados por las Comisiones Regionales de Movili-zación y por las demás dependencias de la Jefatura y prepararlos planes de conjunto para la fabricación y adquisición dematerial de guerra, en caso de conflicto.

—Racopilar y mantener al día datos básicos para el cóm-puto de necesidades de material de guerra en caso de movili-zación, y realizar el cómputo detallado de dichas necesidades.

—Determinar las cantidades y calidades de primeras ma-terias, mano de obra, máquinas y herramientas, plantillas, ener-gía, medios de transporte y nuevas instalaciones industrialesque se habrán de requerir para llevar a cabo los planes de mo-vilización industrial, suministrando los datos correspondientesa la Sección de Movilización Industrial de la Oficina Central.

—Mantener enlace con esta última.—Controlar y auxiliar a la Oficina Técnica de Proyectos

y Fabricación y a las Fábricas Militares, en sus trabajostécnicos sobre movilización industrial.

—Controlar y coodinar los estudios que se realicen para lanacionalización de primeras materias e investigaciones de sus-titutivos.

(1) A nuestro juicio, debieran existir diferentes C. R. M. I. para saber lasdiferentes clases de materia.

EL ORGANO DIRECTOR DE LA MOVILIZACION... . 695

—Controlar y auxiliar a las dependencias de la Jefaturaen los planes que preparen para movilizarse a sí mismas encaso de guerra.

Oficina Técnica de Armamentos.

Las funciones generales de esta Oficina serían las deasesorar técnicamente al Jefe del Material de Artillería, Arma-mento y Municiones, dirigir y realizar experiencias técnicas conmaterial de guerra, establecer enlace técnico con otros orga-nismos y distribuir información técnica. Su personal estaríaconstituido con Jefes y Oficiales especializados en Balísticateórica y experimental y en el cálculo de material de guerra.De esta Oficina dependería directamente la Comisión de Expe-riencias, y el Jefe de aquella sería Presidente de la Junta deArmamento que luego se menciona.

Los cometidos específicos de esta Oficina, serían los si-guientes:

—Mantener constantemente informada de las tendencias yprogresos del material de guerra en España y en el extranjero.

—Recomendar al Jefe del Material de Artillería, Arma-mento y Municiones, modelos nuevos o experimentales de ma-terial de guerra y sus anteproyectos, los cuales, una vez apro-bados por la superioridad, serían proyectados y desarrolladospor la Oficina Técnica de Proyectos y Fabricación.

—En nombre del Jefe, revisar y aprobar los proyectos,pliegos de condiciones de funcionamiento, fabricación y recep-ción, planos de conjunto y detalle, estudios relativos a mate-rial nuevo o experimental y proyectos de reformas de materialen servicio, o anticuado, que afecten, a sus características mi-litares.

—Llevar a cabo todos los trabajos de «tipificación» delmaterial de guerra, y llevar un libro registro de modelos re-glamentarios.

—Confeccionar por sí misma o aprobar, según los casos, losprogramas de experiencias o ensayos con material experimental,excepto esayos de taller, pruebas de fuego en las FábricasMilitares y pruebas preliminares de carreteo. Siempre que seaposible, el personal de la Oficina Técnica asistirá a las ex-periencias importantes con material de guerra que tengan lu-gar en España y en el extranjero.

—Investigar las causas de todas las imperfecciones queacuse el material de guerra, tanto en servicio como en Parque,y de los accidentes que se produzcan, proponiendo lo necesa-rio para remediar los defectos. Para esta labor, la Oficina so-

696 MEMORIAL DEL EJERCITO

licitaría de la Jefatura toda la cooperación que se precise porparte de la Oficina Técnica de Proyectos y Fabricación.

—Mantener enlace técnico con todos los organismos delGobierno, con organizaciones científicas y de ingeniería y—por intermedio del Estado Mayor Central—con los agregadosmilitares en el extranjero, con objeto de recoger, clasificar yarchivar datos técnicos interesantes, distribuyéndolos a las de-pendencias de la Jefatura a quienes puedan interesar.

Llevar a cabo trabajos de investigación sobre Balística yteoría del material de guerra.

—Redactar o aprobar los programas y presupuestos de lasexperiencias que se emprendan para mejorar el material exis-tente.

Aprobar y unificar todos los pliegos de condiciones técnicasque se preparen en la Jefatura o en sus dependencias y se refie-ran a características del material de guerra, llevando un libroregistro de aquellos.

—Preparar tablas de tiro y de datos balísticos y distribuirinformes técnicos derivados del análisis de tiros y experien-cias realizados en la Jefatura o fuera de ella.

—Preparar los presupuestos de gastos de la Oficina y lle-var la contabilidad indispensable para justificarlos.

—Administrar la Biblioteca técnica de la Jefatura y auto-rizar la compra de libros y suscripciones a Revistas técnicas,tanto para dicha Biblioteca, como para todas las dependenciasde la Jefatura.

—Preparar los planes para movilizar la Oficina en casode guerra. Organización.

Para llevar a cabo los cometidos antedichos, la Oficinahabría de constar de los cuatro Negociados siguientes, cadauno de los cuales tendría a su cargo las funciones correspon-dientes al material que tiene asignado, bajo la dirección delJefe de la Oficina, que coordinaría las actividades de los cua-tro Negociados.

a) Municiones. —Tendría a su cargo los cometidos antesespecificados que se refieren a:

Munición de todas clases, de calibres superior a 13 mm.bombas de aviación y de mortero, granadas de mano y fusil;artificios de fuego, etcétera, como sus accesorios.

b) Artillería. —Se ocuparía en todo lo relativo a:Bocas de fuego, montajes, frenos y recuperadores, carros

y armones.Carros de combate, auto-ametralladoras-cañón, automóvi-

les blindados, tractores automóviles y camiones.

E L O R G A N O D I R E C T O R D E L A M O V I L I Z A C I O N . . . . 697

Aparatos de puntería y de dirección de tiro y aparatostopográficos.

Equipo auxiliar y accesorios relativos a los materialesanteriores.

c) Armas portátiles. —Se ocuparía en todo lo relativo a:Armas blancas.Pistolas y revólvers.Proyectos pirotécnicos.Fusiles, mosquetones y ametralladoras.Municiones de todas clases, de calibre inferior a 13 mm.Equipo auxiliar y accesorios relativos a los materiales an-

teriores.d) Pólvoras, explosivos y gases.Pólvoras y explosivos.Productos químicos de guerra.Artificios y material especial de guerra química.Aparatos para la protección individual y colectiva.

Junta de Armamento.

Presidida por el Jefe de la Oficina Técnica de Armamen-tos, tendría por misión asesorar a éste, desde el punto de vis-ta táctico-técnico, sobre nuevos modelos, modelos experimen-tales o reformas en el material de guerra existente. Serían vo-cales de esta Junta: dos Jefes u Oficiales de la Jefatura delMaterial de Artillería, Armamento y Municiones; un Jefe uOficial del Estado Mayor Central, y otro por cada una de lasArmas de Infantería, Caballería, Artillería y Aviación Militar.La Junta tendría solamente carácter consultivo, pero se levan-

taría acta de sus sesiones y sería convocada por iniciativa delPresidente o a petición de cualquiera de sus vocales.

Oficina Técnica de Proyectos y Fabricación.

Las funciones generales de esta Oficina serían las de pro-yectar el material de guerra, según las directrices o ante-pro-yectos que emanen de la oficina técnica de armamentos, rea-lizar los trabajos de carácter técnico especializado relacionadoscon las adquisiciones de material y con la movilización indus-trial, auxiliar al Jefe en la alta Dirección de las Fábricas Mili-tares y controlar técnicamente a estas últimas mediante la ins-pección de la fabricación y de las pruebas de recepción del ma-terial fabricado en aquellas. Del Jefe de esta Oficina, depende-ría directamente el Laboratorio, Taller de Precisión y. CentroElectrotécnico de Artillería. El personal de esta Oficina estaría

698 MEMORIAL DEL EJERCITO

constituido por Jefes y Oficiales especializados en el proyectoy fabricación del material de guerra.

Esta oficina constaría de cuatro Negociados que so desig-narían como los especificados para la Oficina Técnica de Ar-mamentos, más un quinto Negociado titulado: Plantillas y apa-ratos de reconocimientos.

Esta Oficina, por medio de su Negociado en los asuntoscorrespondientes a la clase de material que tiene cada unoasignado, llevaría a cabo las siguientes funciones específicas:

—En colaboración con la Oficina Técnica de Armamentos,preparar los proyectos y pliegos de condiciones para nuevosmodelos o modelos experimentales del material de guerra yperfeccionar dichos modelos hasta que sean adaptados comoreglamentarios o definitivamente rechazados. Para esta labor,la Oficina solicitaría de la Jefatura toda la cooperación que seprecise por parte de las Fábricas Militares (1).

—En colaboración con la Oficina Técnica de Armamentos,proyectar modificaciones en el material existentes y en suspliegos de condiciones, perfeccionando unos y otros hasta quesean adaptados como reglamentarios o definitivamente recha-zados.

—Revisar y someter a la Oficina Técnica de Armamentos,para su aprobación definitiva, todos los proyectos, pliegos decondiciones, planos de conjunto y detalle, estudio sobre nuevosmodelos o modelos experimentales y aquellos proyectos de mo-dificaciones en el material de guerra existentes que afecten asu funcionamiento.

—En colaboración con la Oficina Técnica de Armamentos,realizar trabajos de investigación y comprobación con «el ma-terial de guerra, haciendo uso de todos los elementos de tra-bajo y ensayo que existen en las Fábricas Militares y Labo-ratorios de Artillería.

—Preparar o aprobar los" pliegos de condiciones técnicaspara la fabricación y recepción del material de guerra, ase-gurándose para ello la cooperación que se precise por partede las Fábricas Militares.

—Auxiliar al Jefe del Material de Artillería, Armamento yMuniciones en la confección de los planes de labores anualesde las Fábricas Militares.

—Revisar y aprobar los pliegos de condiciones técnicasque redacten las Fábricas Militares para la adquisición de pri-meras materias, procurando unificarlos en lo posible.

(1) Cuando conviniese, las Fábricas podrían asumir la función de proyectar,total o parcialmente.

EL ORGANO DIRECTOR DE LA MOVILIZACION.. 699

—En colaboración con los Laboratorios de Artillería y conlas Fábricas Militares, tipificar y establecer los métodos de en. -sayo y reconocimientos que deban emplearse en la inspecciónde la fabricación en la recepción del material de Guerra.

—Llevar a cabo la. inspección de la fabricación y las prue-bas de recepción del material fabricado en las Fábricas Mili-

tares y en la industria privada.Llevar a cabo las gestiones y trámites relacionados con

patentes de invención, y en su aspecto técnico,—Informar los proyectos y presupuestos que propongan las

Fábricas Militares para la ampliación o manejo de sus instala-ciones, y los contratos que celebren aquellas para la adquisi-ción de maquinarias.

—Revisar e informar los presupuestos que presenten" lasFábricas Militares y las Particulares, para la fabricación delmaterial de guerra.

—Registar el progreso de la fabricación, de los pedidos dematerial de guerra asignados a las Fábricas Militares y a la

: industria particular sometiendo periódicamente a la superiori-dad los informes y gráficos que esta disponga y que le permi-tan adquirir un conocimiento exacto de la marcha de la pro-ducción.

—Registrar los precios de costo del material fabricado enlas Fábricas Militares y en las industrias particulares.

—Preparar los textos oficiales descriptivos del material deguerra y los de las construcciones para su conservación y re-paraciones.

—Dirigir y controlar la reparación, por las Fábricas Mili-tares, de Memorias descriptivas de los procesos de fabricaciónde los diversos elementos del material de guerra, con todo eldetalle que sea necesario, a los fines de la movilización in-dustrial, y procurando adaptar dichos procesos a los mediosmenos especializados con que cuenta, en general, la industriaparticular.

En colaboración con las Fábricas Militares, investigary proponer a la Superioridad aquellas modificaciones en losmodelos reglamentarios del material d.; guerra y en sus pro-cesos de fabricación, que tiendan a facilitar su producción engran escala por la industria particular, en tiempo de guerra,con primeras materias nacionales, siempre que dichas modifi-caciones no representen una excesiva disminución en su efi-cacia militar.

—Dirigir la preparación, por las fábricas militares, de losproyectos de nuevas instalaciones industriales que, según los

M. del E. 10.

700 MEMORIAL DEL EJERCITO

planes de movilización, sea indispensable establecer en casode conflicto.

—Auxiliar técnicamente al Negociado de Movilización in-dustrial de la Jefatura y a la Sección del mismo nombre de laOficina, General, suministrándoles cuantos datos técnicos soli-citen y no. constituyan secretos de fabricación y estudiando yresolviendo cuantas dificultades de orden técnico se presentenal tratar de adaptar las fábricas particulares a la producciónde material de guerra. Para esta labor, solicitaría la Oficinatoda la cooperación que se precise por parte de las FábricasMilitares.

Colaborar en los estudios para la nacionalización de pri-meras materias e investigación de sustitutivos, coordinando ycontrolando los que se realicen en las Fábricas Militares y La-boratorios de Artillería.

—Preparar su propia movilización, para caso de guerra,y la de las Fábricas Militares, proponiendo la cuantía y clasede las fabricaciones que deban asignarse a las mismas en di-cho caso.

Jefaturas del Material de Ingenieros, Material de Intendencia yMaterial de Sanidad Militar.

Constaría cada una de ellas de una Oficina Central y unaOficina, Técnica de material correspondiente. De dichas Ofici-nas dependerían los Laboratorios, Centros Técnicos y Comi-siones de Movilización Industrial de Ingenieros, Intendencia ySanidad Militar.

La. Oficina Central de cada Jefatura constaría de Secreta-ría, Negociado de Contabilidad y Negociado de MovilizaciónIndustrial, cuyas funciones serían análogas a las que se espe-cificaron para los Negociados de los mismos nombres de la Je-fatura de Material de Artillería, Armamento y Municiones.

La Oficina Técnica de Material de Ingenieros (de Inten-dencia de Sanidad), concentraría en una sola Oficina los co-metidos que le sean aplicables de los especificados para lasdos Oficinas Técnicas de la Jefatura del Material de Artillería,Armamento y Municiones.

El armamento de los beligerantes en la guerrachaqueña.

(De la Revista "Ejército, Marina y Aviación" N. '-> 3. Año II. 1935).

NOTA. —El artículo que a continuación se reproduce, apareció, hace poco,en "Militar-Wochenblatt". Como el asunto, tema de por sí muyinteresante, se halla tratado con competencia e imparcialidad, nosha parecido conveniente traducirlo.

La guerra en el Chaco, es, ante todo, una lucha de la infan-tería. El bosque denso y las dificultades del transporte de mu-nición, etc., restringen el empleo de la artillería de campaña.Artillería pesada, en el verdadero sentido de la palabra, no exis-te ni de parte de los bolivianos ni de los paraguayos. En cam-bio, se han empleado aviones modernos y tanques (carros deasalto).

La infantería boliviana está dotada, en su mayor parte, deun fusil Máuser corto, de procedencia checoeslovaca. Este fusilcorto es muy manejable tanto en el bosque como en las trin-cheras. Además, se emplea cierta cantidad de fusiles Máuserlargos de procedencia alemana, construidos antes de la guerray que se caracterizan por su material superior y muy resisten -te. Se ha empleado también cierta cantidad de anteojos depuntería para fusiles. Los paraguayos usan fusiles Máuser para-guayos y argentinos, construidos en España, Bélgica y Alema-nia. El mejor de todos los modelos es el fusil corto, modelo 32,construido con excelentes materiales. Los bolivianos lo tienenen grande estima, porque es más liviano que el modelo checo-eslovaco y de mejor calidad. Cuando logran obtenerlo como bo-tín quedan muy contentos. Es una curiosidad de la guerra delChaco el que ambos contendores usen el mismo cartucho de 7, 65

702 MEMORIAL DEL EJERCITO

mm., de manera, que el botín que en fusiles y cartuchos puedaobtenerse, resulta sin más, utilizable. Es en la gran guerra delChaco donde se han usado por primera vez en cantidades con-siderables las pistolas ametralladoras. (*). Mientras el Para-guay sólo dispone, de unas pocas propias y de otra cantidadno mucho mayor conquistada al enemigo, Bolivia ha dotado acada grupo de una pistola ametralladora y de un fusil ametra-llador. Además, muchos oficiales y estafetas llevaban 'pisto-las ametralladoras. Se usaban las del modelo Bergmann, fabri-cadas por Schmeisser y Vollmer respectivamente. La pistolaametralladora Schmeisser tenía menos interrupciones; la deVollmer un tiro más seguro, porque está dotada de un apoyo.Bolivia usaba almacenes de 32 tiros solamente; Paraguay, tam-bien de 50. El de 32, es, con mucho, preferible por ser másmanejable y más difícil de doblarse. Además es más fácilevitar el derroche de cartuchos mediante el uso de un mayornúmero de almacenes pequeños.

La eficacia de estas armas era extraordinariamente gran-de. El hecho de estar en todo momento listas para disparary de requerir un sólo hombre para el servicio del arma escosa de la mayor importancia en los combates y para las pa-trullas en los bosques. En terreno descubierto, el tiro eficaz essólo de 100 m. a pesar de que el alza máxima es de l000m. La eficacia a esta distancia reducida bastaba, sin embargo,para hacer fracasar cualquier asalto dirigido contra un defen-sor provisto de pistolas ametralladoras.

Los fusiles ametralladoras han podido confirmar la im-portancia ganada en la guerra mundial. Bolivia usaba los delmodelo Madsen, Vickers-Berthier y Brno (Checoeslovaquia). Losparaguayos empleaban Madsen únicamente. La ametrallador»Madsen, con refrigeración por aire, es un arma buena pero pe-sada. La Vickers-Berthier y la Brno, son de un sistema a pre-sión de gas, muy parecido uno al otro. La diferencia estriba enel material y en la calidad de la fabricación. Y así, mientrasla Vickers es, prácticamente inservible, la Brno es inmejorable

No había interrupciones ni aún en el caso de que el arma ylos cartuchos estuvieran llenos de tierra. El cambio de cañón seefectúa en pocos segundos, lo que, tratándose de armas con refrigeración por aire, tiene la mayor importancia. La ametra-lladora Brno, era, sin disputa, el mejor de los modelos empleadosen esta guerra. Sorprendente era la escasa dotación de cartuchos

* Pistolas con cañón largo que pueden disparar hasta 50 tiros seguidos. Re-frigeración por aire.

EL ARMAMENTO DE LOS BELIGERANTES.. . . 703

estimaba suficiente una cantidad de 300 a 500 por ; arma ensus almacenes llenos. Efectivamente era así, porque en. el com-bate moderno se presentan pocos blancos y los momentos deci-

sivos son cortos. En las pausas siempre resulta, posible cargarde nuevo los almacenes. Por eso basta con dos hombres para eltransporte, no sólo del fusil ametrallador mismo sino tambiénde los almacenes y un cañón de repuesto.

Durante el transcurso de la guerra se emplearon, por partede los bolivianos, diferentes clases de granadas de mano. Gra-nadas inglesas, provistas de una palanca que se desprende en elmomento del lanzamiento dejando libre un percusor, no dieronresultado. Aparentemente, tenían defectos de construcción o es-taban anticuadas. En el 20o/o de los casos, liarían explosión enlas manos del lanzador. Hubo que lamentar varias desgraciaspersonales. Se sobreentiende que nadie quería usar tales gra-nadas. En cambio, una granada fabricada en Bolivia, del siste-ma de la granada de mano alemana., dió buenos resultados. Efi-cacia y seguridad, buenas. No se registraron desgracias perso-nales, pero sí, en cambio, muchas fallas. Los paraguayos usabanuna gran granada de forma oval de fabricación propia. La gra-nada se accionaba mediante un procedimiento de frotación enuna superficie como las de caja de fósforos. Se dice que se pro-ducían muchas desgracias.

La importancia de las ametralladoras pesadas estaba limi-tada por la clase de terreno. Pero cada vez que un terreno des-eubierto permitía su empleo, el efecto era muy grande. EN Bo-livia. había una pequeña cantidad de ametralladoras «Maxim»con trípode fabricadas en Alemania antes de la guerra mundial,que, a pesar de su antigüedad, se desempeñaron excelentemen-te. La ametralladora Vickers, introducida más tarde, tenía mu-chas interrupciones y era excesivamente pesada, lo que la bacía,especialmente sensible para el soldado boliviano de talla pe-queña. En cambio, la ametralladora Colt dió resultados satisfac-torios a causa de su seguridad y de su peso reducido. Le falta-ba un dispositivo para tiro antiaéreo. Paraguay disponía deametralladoras propias y argentinas sistema «Maxim» construi-das en Alemania. En parte eran armas del último decenio delsiglo pasado, provistas de cubierta refrigeradora, distribuidory asa de bronce. No se emplearon escudos, pero se usaba, para,protegerse contra el fuego, la madera de la selva, dura, cómo elhierro. Anteojos de puntería y dispositivos para el tiro indirectono había.

Gran importancia adquirió el lanzabombas. Tanto Boliviacomo Paraguay disponían de lanzabombas modelo «Stokes» de81 mm. de diámetro. La eficacia del proyectil es comparable al

704 MEMORIAL DEL EJERCITO

de una granada del cañón de campaña. El lanzabombas tienesobre éste la ventaja de dejarse desmontar en tres cargas de20 Kgs. cada una. La selva presenta serias dificultades para elemplazamiento de cañones. El lanzabombas, en cambio, resul-taba, siempre útil. Después de cierto trabajo preparatorio podíahacer fuego en todas partes, hasta desde la primera línea, soncasi tan manejables como una ametralladora pesada, de maneraque se podía transportarlos en las picadas y a través del bosque.El disparo y el vuelo de la mina son apenas perceptibles aloído, lo que, en comparación con la artillería, lo hace más recomendable aún. Fuera de los «Stokes» los paraguayos usaronlanzaminas improvisados, construidos con vainas de cartucho.de 75 mm., montados en un soporte de madera. Como pro-yectiles se emplearon granadas de mano y, como cargas, las sa-cadas de los cartuchos de artillería. Estos lanzabombas gene-ralmente no dieron en el blanco, pero tenían efecto moral.

Cañones.

Al iniciarse las hostilidades, Bolivia no tenía en el Chaconada digno de llamarse artillería. A lo que venía a añadirseque la munición que, con tantos esfuerzos, era llevada a Bo-querón resultaba demasiado vieja y no servía. Los cañonesque más tarde se llevaron al frente eran muy diferentes: los ha-bía de montaña y de campaña Schneider, ambos de 75 mmEl material más moderno, procedente de Vickers, lo componíancañones de acompañamiento de 65 mm.; de montaña de 75mm.; de campaña de 75, y obuses de campaña de 105 mm.; unmuestrario harto variado. Los viejos cañones Schneider eran,en cuanto a su construcción, mejores y más de fiar que losVickers. Los cañones de campaña y de montaña se emplearonpara, los mismos fines. A causa del terreno montañoso de laregión fronteriza con Chile y con el Perú, Bolivia había adqui-rido en los tiempos de paz una, cierta cantidad de artillería demontaña que, a falta de material más adecuado, fué enviadaal Chaco. Como fue motorizada toda la artillería, el empleo déla de montaña era. sólo un medio de emergencia.

No hay diferencia respecto a la movilidad y al empleo enterreno desfavorable entre el cañón de campaña y el de mon-taña, una vez que ambos están motorizados. Pero en cuanto aalcance y eficacia el cañón de campaña es superior. La mismarelación puede observarse, y aún más acentuadamente, entrelos cañones de campaña y los obuses.

La eficacia de los cañones de campaña no basta real nimoralmente. Los obuses de campaña livianos, en cambio, die-ron muy buenos resultados.

EL ARMAMENTO DE LOS B E L I G E R A N T E S . . . . 705

Para el cañón de acompañamiento de 65 mm. del cual ha-bía sólo un cierto número en el Chaco, faltaba casi siempre laposibilidad de empleo. La selva fué, en verdad, atravesada porlos lanzabombas, más no por los cañones de acompañamientomucho más pesados. Además, la eficacia del lanzabombas eramayor. En terreno descubierto, era difícil encontrar posicio-nes para el tiro directo sin presentarse a la vista del adversario.Paraguay carecía de carros blindados. Para la defensa contraéstos el cañón de 65 mm. resultaba menos adecuado que uncañón de calibre más pequeño. Pero si se trata de cañones de65 mm. motorizados que se emplean para el tiro indirecto, comoera el caso en el Chaco con la mayor frecuencia, entonces eramás conveniente emplear cañones de campaña o aún mejor,obuses de campaña.

En todo caso, el cañón de acompañamiento de 65 mm. noha probado en el Chaco de manera alguna su razón de existir.El Paraguay ha empleado también cañones de 65 a 105 mm.,de los cuales sólo estos últimos adquieren mayor importancia.Hasta qué punto han sido empleados cañones de la armadafluvial paraguaya montados en cureñas sobre ruedas, es cosaque hasta este momento se ignora. En todo caso, cañones de másde 105 mm. no se han llevado al. frente.

Al comienzo de la guerra, se emplearon como municiónde artillería las existencias de shrapuells de tiempos de paz.En lo sucesivo sólo se emplearon granadas.

Debe mencionarse también el uso de los cañones antiaéreos.Bolivia disponía de un gran número de cañones gemelos anti-aéreos, modelo Oerlikon de 2 cms. Tienen un afuste muy mo-derno con un campo de tiro horizontal de 360° y vertical de180°. Un hombre marca, en el aparato de puntería, altura, ra-pidez y dirección del avión. El apuntador apunta con un anteo-jo de puntería; con dos manivelas se da altura y dirección. Sehace fuego con una palanca de pié. Otros sirvientes cambianlos almacenes. Los cañones eran nuevecitos, flamantes, sólo quenunca han acertado a un aviador enemigo. Pero eso no era culpade los cañones, sino más bien del hecho que los aviadores para-guayos, volando a gran altura, eran visibles sólo raras veces.

Sobre defensa antiaérea paraguaya no se tienen noticias.

Otras armas.

Gran importancia ha tenido durante las operaciones laaviación. La densa selva hacía imposible la exploración de ca-ballería. Además los caballos perecieron pronto por la falta deagua y de forraje. Patrullas de infantería dieron resultados in-suficientes, por lo que las tareas de exploración quedaron

706 MEMORIAL DEL EJERCITO

casi por entero entregadas a los aviones. Es cierto que en elbosque las tropas frecuentemente podían sustraerse al recono-cimiento aéreo, pero casi siempre se encontraron las huellas delos camiones necesarios para el reaprovisionamiento. En algunasocasiones los aviadores lograron aún localizar senderos y pa-trullas.

La aviación paraguaya se reveló desde el comienzo sensi-blemente inferior, lo que, naturalmente, no imposibilitaba vue-los de reconocimiento y de bombardeo ocasionales de parte delos paraguayos.

Sin embargo, el sentimiento de inferioridad fué tan acen-tuado que los aviones paraguayos permanecieron el menor tiem-po posible encima de las posiciones bolivianas. Los paraguayosno realizaron vuelos de reconocimiento sino en aquellas zonasdonde tenían la intención de atacar, por lo que más de una vezfueron sus proyectos reconocidos del adversario. La costumbrede realizar los vuelos de reconocimiento muy a la ligera teníacomo consecuencia que los movimientos bolivianos para, elenvolvimiento preparatorio de la batalla de Cañada Strougestno fueron reconocidos por los paraguayos. Por consiguiente, losbolivianos podían adjudicarse un triunfo por sorpresa a pesarde que los paraguayos habían mandado aviones de exploracióna la región respectiva.

El ataque con bombas lanzadas desde aviones contra co-lumnas de marcha y contra posiciones de retaguardia fué prac-ticado por los bolivianos con la mayor frecuencia. Sin embargo,no se emplearon máquinas especiales de bombardeo, limitán-dose a dotar a algunas máquinas de. observación con bombas.Hasta las famosas máquinas de caza «Hawk» fueron dotadasde un dispositivo de lanzamiento.

Bolivia tenía, máquinas Curtiss; Paraguay, Fiat. Resultadifícil precisar hasta qué punto la superioridad de los bolivia-nos es imputable a la superioridad del material o del factor hu-mano. En todo caso, queda en pié el hecho de que frente a 4aviones derribados por los bolivianos no cuenta uno sólo departe de los paraguayos.

Se lanzaron bombas hasta de 50 kg.. Las bombas incendia-rias no lograron probar su eficacia, acaso porque en los peque-ños puntos de apoyo detrás del frente había muy pocos materia-les inflamables o porque las casas quedaban bastante distan-tes las unas de las otras. Los paraguayos empleaban tambiénbombas de fierro fundido de propia fabricación. Pero resultaevidente que el fierro fundido en razón de su peso es muy pocoapropiado para la construcción de estas bombas. Durante todala guerra los bolivianos casi no tenían pérdidas provocadaspor bombardeos -aéreos.

El, ARMAMENTO DE LOS BELIGERANTES.. . . 707

En el servicio de aprovisionamiento empleaban los boli-vianos máquinas Junker de tráfico. Especialmente los gigan-tescos trimotores transportaban, en vuelos regulares, armas ytoda clase de material bélico hasta el frente. A la vuelta llevabanenfermos y heridos. Calculado en toneladas kilométricas el rendi-miento de un avión trimotor equivale más o menos a 5 ca-miones de 3 toneladas. La importancia del abastecimiento porvía aérea era muy grande.

Paraguay disponía tras las líneas del frente de un aviónsanitario. De aviones de tráfico no disponía.

Los bolivianos hicieron. uso de los tanques del modelo Car-den-Lloyd, además, de los tanques Vickers de 7 toneladas. Lospequeños tanques no daban resultados; finalmente,, fueron reti-rados del frente. por inútiles. Los tanques Vickers hicieron unabuena impresión, pero se les había probado poco y presentaronmil pequeñas fallas. Lo peor de todo fué que los motores conrefrigeración por aire fallaron completamente. Cada empleo delos tanques significaba un juego de azar. A pesar de estas fallasy de su escaso número pusieron los tanques en evidencia suutilidad. Los tanques de 7 toneladas, después de sometidos aalgunas mejoras pueden ser empleados como tanques medianos.El tanque Carden-Lloyd, tipo pequeño, es, en cambio, absoluta-mente inadecuado. Se necesita someterlo a transformacionessustanciales.

No se empleó el gas en el Chaco. En realidad ambos beli-gerantes lo sabían emplear, pero carecían de los recursos paraprotegerse.

Bolivia puso en acción los lanzallamas en la batalla deNanawa. Fue un fracaso completo. Los aparatos de que se hizouso, tenían poco alcance y consumían su líquido con simia ra-pidez. Además, el enemigo, al comienzo del ataque no estabalo suficiente aplastado. Por consiguiente, casi todos los solda-dos del lanzallamas cayeron muertos bajo el fuego de lasametralladoras.

Finalmente, diremos algunas palabras de las armas de fue-go de puño. Se prefirió, muchas veces, el revólver a la pistola,porque no es tan delicado y porque, si falla un tiro, queda elarma mecánicamente dispuesta a accionar. Entre las pistolasautomáticas, se prefirió a las pistolas con gatillo a las que care-cen de él, porque él gatillo no paraliza. Armas automáticas exi-gen una limpieza continua. No basta guardarlas en un estuchede cuero, sino que dentro del estuche hay que envolverlas enun trapo, lo que constituye la única garantía contra el barro ylas fallas.

COMENTARIOS AL ARTICULO PRECEDENTE

(Tomado de la Revista Militar de Colombia, Abril de 1935).

Por el Mayor, Profesor en la Escuela Militar Sr. Berwig.

Del articulo anterior y en consideración de nuestra situaciónparticular económica, racial y topográfica, podernos sacar las si-guientes experiencias sobre armamento y equipo.

1) La pistola ametralladora ha alcanzado una importancia con.siderable; la facilidad para que un solo hombre coloque casi sor-presivaimente en lugar determinado una densidad, de fuego muy(¡preciable, aún cuando ello sea por pocos momentos, le ha conquis-tado a esta arma un puesto importante en el combate. Parece muyacertada la medida de dotar a cada escuadra con una pistola ame-tralladora; en esta forma aumentaría la capacidad de fuego de laescuadra; y si esta dotación correspondiera al suboficial comandan-te, la fuerza de choque de la cuadrilla de fusileros tendría más apo-yo de fuego en los combates en la selva y especialmente en el mo-fnento crítico para esa cuadrilla, en el asalto, cuando se callan losfusiles ametralladoras, las Ametralladoras pesadas, los lanzaminasy los cañones de acompañamiento, para que la fuerza de choque ani-quíle las últimas resistencias y resista sola los contraasaltos y contra-ataques del adversario para rechazar la irrupción. El comandantede escuadra, presente en este momento difícil, con un machete comoarma blanca y con una pistola ametralladora, daría a sus fusilerosun apoyo de fuego muy valioso, mientras su cuadrilla de fusil ame-tralladora llega a la brecha para intervenir en la lucha por la con-servación de la posición alcanzada. La determinación de dotar al co-mandante con fusil, para que disponga de la bayoneta en el asalto,equivale a restar la movilidad que él debe tener como, conductor dela escuadra y como director del fuego de su unidad de mando.

2) Es innegable que el revólver tiene un índice de seguridaden su funcionamiento muy apreciable, si se compara con la pistolaordinaria. Aún cuando falle un cartucho, aún cuando sus condicio-nes de aseo no satisfagan, circunstancia que debe tenerse muy encuenta en nuestros climas tropicales, sin embargo el revólver está

en condiciones de trabajo, y se mantiene alejado de las trabas. Denada vale disponer de un arma con facilidades para su alimentación,si en el momento dado, definitivo y difícil, se traba y no correspondea las necesidades. Sin embargo sería de desear que todas las armasde tiro a corta distancia, revólveres, pistolas y pistolas ametrallado-ras, usaran cartuchos del mismo tipo y del mismo calibre, para fa-cilitar su municionamiento.

3) En el campo profesional domina hoy la tendencia por unfusil más corto, ¡más liviano, más manejable, que aún cuando no dis.ponga de grandes alcances, facilite los movimientos en la selva, enla montaña y en la trinchera. Por principio, las cuadrillas de fusi-leros rompen su fuego tan tarde como sea posible, y esta circuns-tanda se presenta siempre dentro de las distancias medias e inme-diatas. Es inútil entonces que el fusil tenga un alcance francamentesuperior, con perjuicio, de la movilidad que debe distinguir al fu-silero. Por otra parte, con este modelo de fusil se deberían suprimirlos manejos rígidos al hombro, que tanto tiempo absorven de las po-cas semanas en que, al fin y al cabo, es necesario perfeccionar lainstrucción, y se ganaría tiempo para la instrucción del combatiente.

4) En razón de nuestra topografía, de las pocas vías carreteablesde que disponemos, los cañones y obuses de campaña tienen entre no-sotros un empleo estrictamente restringido, a pesar de su alcance,de su potencialidad de fuego y de su efecto moral

5) A diferencia de lo que pueda suceder en otros países, dondeapenas si se conoce este elemento, el machete se va abriendo francopaso en las dotaciones de material de guerra. El labriego lo reconocecon cariño como su arma y su herramienta; y el soldado también loaprovecha en campaña como su herramienta y su arma blanca. Aúncuando no se haya construido especialmente para el ejército, condimensiones y formas determinadas, el machete en casos necesariospuede reemplazar la pala, el hacha, las tijeras y aún la pica. Y comoarma blanca es capaz de dar un rendimiento por lo menos igual alde la bayoneta, ocupando en esta forma el lugar que en el asaltocorrespondió a la pala, en la guerra europea.

6) La dotación de herramienta para la escuadra bien pudieradosificarse así: tres palas, unas tijeras cortaalambre, dos zapapicos yel resto de machetes.

7) El sistema de alimentación es de importancia capital. Lascocinas de campaña no tienen entre nosotros empleo práctico por lasdificultades del transporte; y el sistema ole cocinar en ollas grandestampoco es ventajoso cuando se trata de movimientos de las tropas,porque dependerían en extremo del servicio de rancho. Las marmitasprestan un servicio indiscutible cuando se trata de casos aislados,pero no es un sistema para aprovechar en la vida ordinaria de lacampaña, porque la tropa no puede descansar de las fatigas de lamarcha o de la acción, en la cocina, al pie de sus marmitas. Y en lapráctica de su/ministrar los alimentos frios no es aconsejada por lahigiene; el motor de sangre humana se aniquila y se desgasta si nose le suministra combustibles a una temperatura dada

El problema podría resolverlo la adopción de termos-cocinascon una capacidad apropiada para que das mulas pudieran llevaralimentos preparados para una compañía. En estos mismos termosse pueden cocinar los alimentos y como deben tener dispositivos es-peciales para cerrarse hermeticamente, en casos necesarios puedenponerse a lomo, en cualquier grado de ¿acción, o temperatura, sinque los líquidos se viertan o se desperdicien.

8) El equipo debe ser liviano y comodo la mochila alemana escómoda y coserva los elementos en buenas condiciones, pero es untanto pesada. Habría que consultar si la mochila inglesa de lona, porejemplo, reúne mejores condiciones. Especialmente práctica parecela funda grande y liviana, que rellena con hojas o con paja sirve decama al soldado. Es verdad que el petate puede aislar de la hume-dad de la tierra lo mismo que esta funda henchida, pero es más pe-sado que ella y menos blando; y como el soldado no puede llevarloconsigo, se recargan ios bagajes innecesariamente.

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LAS ENSEÑANZAS MAS INTERESANTES DE LA GUERRADEL CHACO.

(Militar Wochenblatt)

La, guerra del Chaco se desarrolla en una comarca tropical,cubierta de bosque primitivo, en la mayor parte del año casi secarece de agua. Las grandes distancias, así como la situación delos beligerantes, han impedido el empleo de grandes masas deArtillería, así como el de Artillería pesada. La guerra se ha re-ducido substancialmente a combates a pie. También la Caballe-ría, a causa del clima desfavorable y la falta de piensos, perdiópronto sus caballos y combatió a pie. La espesura del bosquehizo, además, imposible la exploración a caballo, y como mediode transporte, el automóvil substituyó a éste. La exploraciónquedó, pues, a cargo de la Aviación, que aún en la espesura delbosque dió noticia de casi todos los grandes movimientos detropa. ' . : ;

Como en la guerra de los boers y en la del S. O. africano,en ésta se obtienen enseñanzas interesantes.

La pregunta: ¿Pequeño ejército profesional o ejército demasas? aparece suficientemente contestada a favor del último.

El Ejército boliviano de tiempo de paz, que era uno de losmejores de Hispanoamérica, tras sus primeros éxitos en los ata-ques del principio de la guerra, se gastó y hubo de ceder y fuébatido, finalmente, por el de masas paraguayo.

Bolivia entró en la guerra con un número suficiente de tro-pas técnicas. Las tropas de Zapadores y Comunicaciones esta-ban en número pequeño, así como las de Automóviles, Sanidad

710 MEMORIAL DEL EJERCITO

y tropas de Ingenieros; además, a causa de la falta de efectivos,de combate, hubieron de sor empleados como Infantería sinocuparse de su misión especial. La consecuencia fué que la redde caminos a retaguardia era demasiado pobre, y, asimismo,absoluta la falta de posiciones preparadas a retaguardia.

El automovilismo, a causa de la gran distancia del terrenode combate a los puntos finales de la red férrea (unos 1. 000km ) tenía gran, importancia. Para el servicio de las tropas deautomovilismo hubo necesidad de echar mano de ingenieros ytécnicos no instruidos, que fueron asimilados a suboficial u ofi-cial. A éstos se debe agradecer que el aprovisionamiento se hi-ciese rápidamente, obteniéndose un gran rendimiento. Para eltransporte do tropas, la capacidad de carga fué completamenteutilizada. No se pusieron bancos y, a pesar de ello, los soldadoshicieron viajes de un día de duración sin experimentar moles-lias. En la guerra hay que utilizar los camiones sin atenerse alas comodidades de tiempo de paz. De aquí se deduce que a unatropa se le debe asignar solamente el número do camiones quesean necesarios, según la capacidad de carga, aunque transito-riamente no se respete la unidad orgánica de los camiones. Deotra manera faltarán los autocamiones.

Para utilizarse en los malos caminos que habrá que em-plear es preferible la camioneta de una y media toneladas alcamión pesado. En los transportes de tropas no se atascan enla arena ni el barro, pues los quince ocupantes, empujando, loponen de nuevo en marcha. La rapidez es mayor, y en maloscaminos pueden hacer de 150 a 200 kms. y hasta a veces más.Una o dos camionetas por cada batallón basta, para el aprovi-sionamiento y municionamiento en la guerra de posiciones.Cuando se trata de grandes movimientos, en los que es precisotransportar ametralladoras y lanzaminas ocurren con frecuenciaaverías.

Para el combate próximo ha adquirido la pistola, ametra-lladora extraordinaria importancia. En unión de la ametralla-dora, y teniendo en cuenta el escaso efecto de la Artillería ligeray lanzaminas, la potencia de fuego de estas armas ha obtenidounos resultados irresistibles. En toda la guerra no se ha llegadoa obtener éxito en ningún ataque frontal. Las posiciones esta-ban ocupadas débilmente y carecían de escalonamiento en pro-fundidad y reserva y, a pesar de todo, fracasaron todos los ata-ques ante el fuego de las armas automáticas.

Los agujeros para abrigo de hombre echado protegían bien,y si la granada o la mina no acertaba a estallar en el mismoagujero, volaban los fragmentos del proyectil, sin producir efec-

LAS ENSEÑANZAS MAS INTERESANTES.. 711

to. Los emplazamientos de los puestos avanzados de combatehacen que la Artillería enemiga no supiera bastante de la líneaprincipal de combate, con lo cual la preparación artillera quedasin efecto.

La guerra de posiciones obligó a los mandos de ambosEjércitos a utilizar movimientos envolventes.

Una tropa relativamente débil puede interceptar a la espaldalas vías de aprovisionamiento con éxito.

La guerra de posiciones y la larga duración de las operaciones degeneró en una duradera defensa de fuertes sitiados quedestroza las guarniciones.

La sorpresa y, en contrario, la exploración terrestre y aé-rea han demostrado su gran importancia.

En cuanto a armas nuevas, han adquirido excepcional im-portancia las pistolas ametralladoras y el nuevo lanzaminas Sto-kes-Braudt de 81 mm. El efecto es casi igual al del cañón decampaña; el alcance es de 3. 000 m. y tres hombres llevan elarma. Los pequeños lanzaminas de 47 t. 65 mm. no han da-do resultado, pues su efecto es muy pequeño.

También la Artillería de campaña, de calibre inferior a10, 5, resulta de escaso efecto. Cuando, como ocurría en el Chaco,la Artillería de todos los calibres estaba motorizada, se ve quecuesta lo mismo un tractor para piezas de 10, 5 cm. que paralas de 7, 5 o 6, 5. Entre las piezas de defensa anticarro y el cali-bre 10, 5 cm. no son necesarios tamaños intermedios cuando laArtillería está motorizada. El cañón Oerlikón, defendido vi-vamente desde hace algún tiempo, no ha dado buen resultado.Durante el tiro explotaron en dos piezas los dispositivos de re-petición, matando a los sirvientes, y desde entonces no hanvuelto a ser empleadas las sensibles granadas. Utilizando la balatrazadora, la ametralladora resulta superior a la pieza ametra-lladora, pues aquella tiene una velocidad de tiro mucho mayor.A pesar de emplear los aparatos de dirección más modernos, noha logrado el Oerlikón derribar ni un sólo avión.

Los pequeños carros Vickers hubieron de ser retirados delfrente como inutilizables. Por el contrario, el carro ligero Vickers32 dió resultados. En las marchas fueron transportados por ca-miones, con éxito, los carros. La torre giratoria con 360° de giropermitió utilizar los carros en la defensa del terreno invisible.

En la defensiva pueden asimismo prestar buenos servicioscarros sueltos, y en el ataque solamente grandes masas.

Como faltaban cartas de terreno, la fotografía y fotogra-metría aéreas adquirieron gran importancia. A pesar de todosiguieron faltando durante toda la guerra, ya que eran defectuo-

712 MEMORIAL DEL EJERCITO

sas, y se emplearon fotografías. Para las direcciones de marchay ataque fué utilizada la brújula.

La guerra química no se ha empleado. Tanto bolivianoscomo paraguayos habrían tenido la posibilidad de lanzar gasescon Artillería o utilizando aviones. Los posibles éxitos no ha-brían compensado los perjuicios. El empleo de los gases, poruna parte, habrían ocasionado asimismo la. utilización por eladversario. La tropa hubiese debido ser equipada e instruidaen los medios de protección. La máscara solamente puede sersoportada por breve tiempo bajo el clima tropical, y, además,hubiese sido muy difícil instruir a los soldados indios en la de-fensa antigás.

Como en todas las guerras, decide, en definitiva, el hombre.Las fuerzas morales y físicas del soldado, su instinto guerrero,inteligencia, amor a la Patria, aumenta el valor de su instruc-ción, número y armamento.

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La sorpresa en la defensa.(Traducido por el Mayor Sr. Carlos Meirelles)

(Explicada con ejemplos de la Guerra Mundial)

Por el Capitán M. Waibel. Tomado del "Allgemeine Schweis-zerische Militarzeitung». Abril 1935.

. "El atacante tiene sólo la ventaja de la verdadera"sorpresa, es decir, del todo con el todo; en tanto"que el defensor está en condiciones de renovar in-"cesantemente la forma y la fuerza de sus sorpre-s a s en el curso del combate".

Introducción

La significación de la sorpresa como elemento del buen éxi-to en el ataque es del dominio corriente en el estudio de la con-ducción del combate. No ocurre lo mismo con respecto al valor delempleo de la sorpresa por parte de la defensa, pues hasta ahora hasido un factor poco considerado como base de las decisiones delComando. Cierto es que la iniciativa y la libre disposición delas fuerzas están de parte del atacante, especialmente al comien-zo de una acción; pero esta circunstancia no debe ser conside-rada por el defensor como una ventaja invariable del atacante.Por el contrario, mientras más eficaz, multiforme y móvil seael empleo de los medios del atacante, menos debe limitarse eldefensor a detenerlo en la realización de sus intenciones, que aa buscar su destrucción por la acción inesperada de enérgicasmedidas de rechazo. La actividad del defensor debo caracteri-

714 MEMORIAL DEL EJERCITO

zarse por su movilidad, no en el sentido de ceder o retirarse,sino que por el empleo 'de ataques sorpresivos, especialmenteenérgicos durante el combate de rechazo allí donde el adversa-rio busca la decisión.

Las medidas que toma el atacante para la realización de lasorpresa adquiere su mayor significación en la iniciación del ata-que. El defensor puede dar forma a sus sorpresas sólo duranteel combate de rechazo; pero no por esto son menos eficaces ni me-nos importantes.

¿En dónde ofrece el combate de rechazo ]a posibilidad de sor-presas ? Yo creo que en los cuatro períodos siguientes:

1. —Sorpresas en el combate delante del frente.

El combate delante del frente (puestos avanzados de com-bate, fuego de entorpecimiento) tiene tres objetivos:

a) Reconocer el ataque tan oportunamente como sea posible,entorpecer su ejecución e impedir que el enemigo se organicedelante de nuestro frente. En dos palabras, prepararlo pararecibir el fuego de rechazo.

b) Engañar al enemigo acerca del curso de nuestro frentedefensivo e impedirle reconocer dónde es más fuerte la defensa.

c) Reconocer oportunamente dónde el enemigo se emplea más,a fondo para ser allí más fuerte. En otras palabras, permitir alComando la necesaria claridad acerca de la dirección y el dis-positivo del ataque a fin de maniobrar oportunamente detrásdel frente defensivo antes que el adversario logre entrar en con-tacto de combate.

Este último objetivo del combate delante del frente es amenudo desatendido. Me parece que, para nuestras circunstan-cias, es especialmente importante. Con el fraccionamiento obli-gado de nuestros medios sólo seremos fuertes, especialmente fren-,te a un enemigo superior, cuando hayamos logrado una suficiente ¡reunión de fuerzas donde el atacante busca la decisión. Para esto.es condición previa la movilidad.

Otra condición indispensable es no emplear todas las armasen la zona delantera de los diferentes sectores. Las ametrallado-ras disponibles constituyen el mejor y más rápido medio conel cual el comando subalterno puede intervenir si la situacióntoma otro desarrollo que el previsto.

El pequeño número de ametralladoras de nuestras unida-des y, también, razones de instrucción, contribuyen a que for-zosamente sea empleada delante hasta la última ametrallado-ra de la defensa. Pero a este respecto debemos considerar cla-ramente que es este un procedimiento circunstancial que deberádesaparecer con el aumento de la dotación de ametralladoras.Poder disponer posteriormente de las armas ya empeñadas es

LA SORPRESA EN LA DEFENSA 715

posible sólo raras veces, pues, la pérdida de armas a consecuen-cia del enemigo conducirá luego a improvisaciones en la recons-titución del frente defensivo.

La pérdida de armas se toma poco en cuenta, pues nos faltala experiencia de guerra y en los ejercicios de combate del tiem-po de paz el efecto enemigo no se hace sentir lo suficiente. Peronosotros debemos formarnos el firme concepto de que, aún enel caso de la más cuidadosa distribución de las armas de un "Plan

'de fuego sin vacíos", se producen, a consecuencia del efecto del" fuego enemigo, considerables claros por los cuales el atacantepuede penetrar.

Aún cuando el combate de los puestos avanzados haya per-mitido conocer la dirección y las proporciones del ataque, ellosdeben muchas veces combatir obstinadamente. Para esto necesi-tarán el apoyo de fuego desde los puntos de apoyo. Además, lospuestos avanzados deben estar constituidos en tal forma que seaseguren un apoyo recíproco de fuego. No deben estar amarradosa una estrecha zona de terreno, pues así reciben el efecto delfuego enemigo desde el comienzo del combate y son sacrificadosinútilmente.

Los puestos avanzados de combate deben tener la posibili-dad de eludir este fuego dentro de un sector determinado y ama-rrar al enemigo allí donde la situación lo permita. Si la nieblao el humo reducen el campo de vista y de tiro, aumenta la impor-tancia de los puestos avanzados de combate. Ellos sorprendenal enemigo con sus fuegos inesperados a corta distancia y desa-parecen después bajo la protección de la niebla.

¿Cuántas veces bastan una o, a lo sumo, dos patrullas, porlo general sin ametralladoras, delante del frente defensivo paraobtener resultados semejantes? Si puestos avanzados como éstosson empleados sistemáticamente, apenas incomodarán a las patru-lias enemigas y no lograrán jamás entorpecer los movimientosdel atacante delante del frente. Estas tareas de los puestos avan-zados de combate pueden ser cumplidas eficazmente por ametra-lladoras livianas bien anidadas y pequeños equipos de granade-ros que actúan detrás de las primeras patrullas.

Nos acercamos talvez a lo que antes se llamó "terreno in-mediato delante del frente": una zona delante de nuestro fren-te defensivo en la cual el atacante está obligado a combatir. Elcombate de los puestos avanzados es siempre una lucha contrauna gran superioridad, cuyo término es a menudo la destrucciónde las fracciones empleadas en esta misión. Pero su sacrificio noes estéril si se logra mantener el encubrimiento del frente derechazo. Mientras mayor es el campo de tiro a cuyos beneficiosdebe renunciar un frente defensivo, tanto más grande es la im-portancia del combate de los puestos avanzados.

M. del E. 11.

716 MEMORIAL DEL EJERCITO

La circunstancia de tener que ocultar durante el mayor tiem-po posible el curso de nuestro dispositivo defensivo, impone unavez más la necesidad de un combate obstinado de los puestosavanzados. Las patrullas no pueden ocultar un frente defensivo.Una gran profundidad, aumentada por una ocupación fuerte delos puestos avanzados, es indispensable.

El ejemplo siguiente muestra cómo una sola ametralladoradesempeñó misión de puesto avanzado de combate.

"El 7 de Octubre de 1915, el XXII Cuerpo de reserva ale-man atravesó el río Save cerca de la zona S. O. de Belgrado;La exploración había evidenciado, entre otras cosas, que dos is-las que se encontraban en el sector de paso estaban libres de ene-migos. Una ametralladora fué considerada como posición simu-lada en la isla más pequeña. Los servios se habían organizadopara la defensa en las alturas de la ribera B. del río. Cuando la88ª brigada de reserva inició el paso, empezó a disparar la ame-tralladora cuya posición se creía simulada. De 24 pontones, tomó23 bajo el fuego y de 8 embarcaciones de madera, estuvieron 7bajo su acción sorpresiva. La instalación simulada se había de-senmascarado y se conducía hábilmente como puesto avanzado".

Como principio para determinar la fuerza de las puestosavanzados debe considerarse el siguiente: Los puestos avanza-dos de combate deben ser tan fuertes que puedan rechazar, consus propios medios, el choque de los órganos enemigos de reco-nocimiento.

El ataque francés del 20. VIII. 917, en Verdún, muestra laineficacia de los puestos avanzados demasiado débiles delante delfrente.

"Delante de la línea principa] de resistencia alemana en laslomas de Caine y de Talou se había constituido una débil zonade puestos avanzados de combate de 500 a 2. 500 metros. de pro-fundidad. Durante la preparación de artillería, patrullas fran-cesas penetraron en el terreno inmediato delante de la posiciónsin poder ser rechazadas por los alemanes. De esta manera losfranceses lograron observar la posición principal alemana y pre-parar sobre esta base su ataque del 20 de Agosto que fué unacompleta sorpresa para los alemanes".

2. —La sorpresa por medio del fuego de rechazo.

El fuego de rechazo es el medio principal de la defensa. Desu eficacia depende finalmente la victoria o el aniquilamiento deldefensor. Cuanto hagamos, nunca será demasiado para darlemayor eficacia. A la eficacia pertenece, desde luego, la sorpresade su acción sobre el enemigo. Se trata sencillamente de cubrir,tomar al enemigo bajo el fuego de rechazo allí donde menos loespera y no pueda evitarlo. Esto corresponde muy especialmen-

LA SORPRESA EN LA DEFENSA 717

te al fuego de rechazo en puntería directa de las ametralladoras.El fuego de rechazo de las armas de tiro indirecto es más fácilde desencadenar sorpresivamente; pero encierra el peligro de unadisminución de su efecto por la demora de su preparación.

"El Comandante Delmas, como Jefe del II Batallón del Re-gimiento de Infantería N. º 79 informaba lo siguiente en el mesde Julio de 1918: "Al iniciarse el ataque de la infantería ale-mana, el fuego de barrera de la artillería se retardó. Las seña-les del batallón, pidiéndolo, no fueron visibles a consecuenciade la espesa y alta. nube de humo de los explosivos del fuego debarrera defensiva de los alemanes. El batallón permaneció largotiempo reducido únicamente al fuego de rechazo de sus propios ele-mentos".

La gran importancia de las armas automáticas reside en suaparición repentina en una posición de fuego y en la gran efi-cacia de su acción en cortos momentos. El reducido número desus movimientos para su manejo y desplazamiento favorece susposibilidades de empleo sorpresivo. Otra razón que obliga a lasorpresa de fuego reside en la absoluta precisión de las armasmodernas. Toda arma cuya posición es reconocida, es destruidaen corto tiempo por el enemigo. Esto debe ser tomado en espe-cial consideración por el personal que atiende el servicio de lasametralladoras y de los cañones de infantería.

Actualmente no se trata de mantener un largo combate defuego con armas de tiro directo. La ocupación de la posición,la apertura del fuego y la acción sobre el objetivo deben resul-tar casi simultáneamente en el tiempo; de lo contrario, cada tiroen puntería directa terminará luego con la destrucción del ar-ma. A este respecto, nunca se insistirá demasiado en la importan-cia que tienen las posiciones que cambio.

El consumo de la munición y su reemplazo en el combate,son factores que obligan también el empleo de la sorpresa de fuego.

Según la posición del haz de trayectorias dé este fuego derechazo se dispone la ubicación de los puntos de apoyo. Sólo en-tonces se satisfacen las dos exigencias del reglamento para elmando y combate que preconiza la situación de los puntos deapoyo decisivos en partes del terreno en donde no sea posiblela sorpresa y que los pequeños puntos de apoyo y los nidos deresistencia se instalen allí donde el enemigo pueda quedar has-ta el último momento en la incertidumbre o hasta que el fuegolos delate cuando se desencadene sobre el atacante que pase fren-te a ellos. Desgraciadamente estos principios eran hasta hace pocodesconocidos.

Los carros de combate, los aviones y la superioridad de laartillería enemiga obligan siempre a llevar el curso del frentedefensivo a través de un bosque. Frente a todas las desventajasque supone la defensa en un bosque, no debe olvidarse que el

718 MEMORIAL DEL EJERCITO

bosque ofrece al defensor las mejores oportunidades para gran-des sorpresas. En el combate en los bosques, según lo afirma elReglamento alemán para la Conducción y el Combate, la supe.rioridad numérica pasa a segundo término frente al valor delhombre aislado en el combate a corta distancia.

"El ejemplo de la actitud obstinada de un defensor inferioren número en un combate en bosque, lo señala la lucha del XIIICuerpo de Ejército Würtemburgués en los Argonas en Setiembrede 1914.

Los franceses, que estaban atrincherados detrás de Verhauen,con parte de sus hombres con piezas de ametralladoras instala.das sobre árboles, dejaron avanzar al atacante hasta las más cor.tas distancias a fin de tomarlo bajo la acción aniquiladora delfuego de rechazo cercano. El atacante, siempre en la incertidum-bre acerca del momento de la ruptura de la masa del fuego dela defensa y sus organizaciones, sufrió también profundos que-brantos morales".

Esta incertidumbre respecto al repentino desencadenamien-to del fuego de rechazo, este verdadero ¡alto! que pronunció eldefensor, debe ser una aspiración en la preparación de los fue.gos de la defensa.

3. —La sorpresa en el contra-asalto y el contra-ataque.

Un Comandante de División alemán escribía lo siguiente enAbril de 191. 6, al terminar un informe acerca de los combatesde la batalla del Somme:

"La mejor preparación para obtener positivo éxito en elrechazo de un ataque, reside en el cuidado y la permanente con-servación de un sano y activo espíritu ofensivo de la tropa".

. . . . No se trata solamente en este caso de rechazar al ene-migo, nó; el objetivo debe ser destruirlo. El contra-asalto y elcontra-ataque son las manifestaciones de esta voluntad. Ellosofrecen al defensor las mejores posibilidades de sorpresa y lepermiten ganar la iniciativa en las actividades parciales del com-bate.

Mientras más eficaces y móviles son las armas del ataquetanto mayores son las perspectivas que tiene el atacante paradestruír a su adversario allí donde busca la decisión. En esta po-sición, el atacante siempre alcanzará un buen éxito inicial. Conesto crece la importancia de los contra-asaltos y de los contra-ataques en el marco de las medidas de la defensa.

"En la guerra de posiciones constituía una excepción cuan.do el atacante no lograba un buen éxito inicial. De cuando encuando solía encontrarse a pocos pasos delante del objetivo per.seguido sin que reconociera cuál era su situación en el momento(Ataque de Febrero de 1916 en Verdún, ataque inglés de Arrasen 1917, ataque de tanques de Cambrai en 1917)".

LA SORPRESA EN LA DEFENSA 719

A pesar de todas las violencias que entraña un ataque y apesar de la superioridad moral del atacante, éste es más sensibley reacciona fuertemente ante las sorpresas que le reserva el defen-sor. El tiempo que precede inmediatamente a la iniciación delataque, al asalto y a las actividades de combate que de ellos sederivan, no tiene otro carácter que el de una serie de embesti-das que exponen los nervios a las más grandes exigencias. El ata-cante sabe que en el primer asalto ha jugado su mejor carta;pero no conoce todavía las cartas de la defensa. Al sentimientoliberador que experimenta después de pasar al asalto, y de adqui-rir confianza en la victoria después de la irrupción en el enemigo,sigue pronto una difícil prueba para los nervios. El atacante cho-ca con lo incierto. A cada momento puede ser contra-atacado porel defensor. Junto con la irrupción empiezan las dificultades pa-ra el infante.

La gran superioridad moral y material del atacante obra conmayor intensidad en la iniciación del combate; pero un buen éxi-to inicial suyo no significa de ninguna manera un descalabropara la defensa. Esta, en un combate favorable, experimentaráal comienzo de la acción sus mayores pérdidas. El atacante em-pieza a sangrarse recién después de su primera irrupción.

Este será siempre el caso cuando el defensor está conven-cido de que la fuerza de una posición reside en su organización.La abnegación de la tropa y el efecto de las armas cumplen sólosu objetivo, cuando los hombres y las armas han sido bien ins-talados. Si el esquema no se concilia con el ataque, menos com-patible es todavía con la defensa.

Nuestras disposiciones para la defensa se limitan a menudoal empleo de todas las armas disponibles sobre la base de un "Plande Fuego". Pero a veces falta un plan de combate del cual eldefensor no puede prescindir si no quiere renunciar a sorpren-der al enemigo y evitar convertirse en un juguete del atacante.Palta también la convicción o el conocimiento de que los contra-ataques y los contra-asaltos son tan necesarios en el combate derechazo como lo es el mecanismo del fuego de defensa. Así selogrará batir al enemigo con el fuego concentrado de todos losmedios defensivos. Si en este fuego se producen vacíos por laacción enemiga, circunstancia que puede permitirle su penetra-ción, corresponde al contra-ataque o al contra-asalto la rectifi-cación de la situación.

El plan de combate debe considerar especialmente el puntoen donde puede asaltar el enemigo después de haber atravesadoel frente de rechazo, y cómo puede evitarse esta posibilidad. Tam-bién se debe tener muy en cuenta el combate hacia los flancos(aún cuando estén apoyados). Esta atención debe ser tambiénmuy especial hacia retaguardia. El defensor no debe obstinarseen mantener su observación únicamente hacia el frente. Lo que

720 MEMORIAL DEL EJERCITO

tuvo su origen en los últimos combates de la Gran Guerra puedeocurrir perfectamente en los conflictos armados del futuro.

"Durante el contra-ataque de los ejércitos aliados de Juliode 1918, se ensayó por primera vez el empleo en gran escala delos carros de combate y las ametralladoras pesadas en la retó-guardia del defensor.

Los carros condujeron ametralladoras pesadas y su perso-nal de sirvientes a la zona de retaguardia enemiga a través delas líneas, repitiendo varias veces esta operación sin temor ysin consideración. El efecto de este procedimiento sobre la defen-sa alemana fué extraordinario y persistente".

No se debe dejar de considerar el hecho de que, actualmen-te, el empleo de las reservas puede ser considerablemente idfluenciado por la acción del enemigo. Los aviones, los carros decombate y la artillería pueden desorganizar o neutraliza1!" lasreservas antes de que sean empleadas. Por lo demás, la gran mo.vilidad de los más eficaces medios de fuego, sobre todo de lasametralladoras livianas, da muchas posibilidades de buen éxitoa los contra-ataques y contra-asaltos. El empleo sorpresivo dealgunas ametralladoras en terreno conocido, obliga también a unenemigo superior a buscar su protección en el terreno mientrasel apoyo de sus elementos de fuego le permite su progresión.

El atacante, gracias también a estas armas livianas, puedeorganizarse rápidamente en el terreno conquistado.

"En los combates de Flandes en 1917, los ingleses atacaronel 20 de setiembre a ambos lados del camino Langemark-Poelkapelle, y se apoderaron de una parte de las posiciones alemanas.El contra-asalto alemán de dos compañías de apresto del Regímiento de Granaderos N. º 5 fué lanzado inmediatamente por me-dio de señales luminosas. A pesar de la cuidadosa preparaciónde este enérgico contra-asalto, los ingleses, que habían logradoanidarse en el terreno, lograron rechazarlo completamente consus ametralladoras. "

El ejemplo constituye talvez una excepción, pero muestracómo puede ser a veces rechazado sorpresivamente un contra.asalto. Un Comandante de Ejército alemán había dado como nor.ma la orden de que todo contra-asalto cuya ejecución fuere con-sultada por algún comandante a la autoridad inmediatamente su-perior debiera ser prohibido.

En el contra-asalto es mucho más importante la acción au-daz y atrevida que medidas circunstanciales. Existe difícilmenteotra forma de combate en la cual el número de combatientestenga menor importancia para el buen éxito.

El Comandante debe tener siempre en sus manos una reser-va. En la sección y en la compañía puede bastar con un peque-ño núcleo.

LA SORPRESA EN LA DEFENSA 721

La contra-acción del defensor debe intervenir enérgicamen-te y con toda rapidez allí donde el enemigo ha hecho irrupción.Si con el contra-asalto no se logra rechazar al atacante, se debe,por lo menos, impedir que el enemigo logre organizar un nuevoesfuerzo en el sector de irrupción que ha alcanzado. De lo con-trario, se puede repetir lo que el enemigo ha logrado ya en elfrente de rechazo; desde ahí puede batir los puntos de apoyo demás atrás.

"Ya en la primera época del empleo de los carros de asalto,los ingleses exigían a sus tanques, como la tarea más importan-te, la protección de la organización del ataque desde la segundaposición. ''

Las posibilidades de sorpresa del contra-ataque se orientansegún los principios que rigen para la sorpresa en el ataque. Suejecución no debe realizarse prematuramente pues es fácil quese produzcan malentendidos. Además existe el peligro de quelas tropas empeñadas prematuramente en el contra-ataque seanneutralizadas por la acción del fuego de artillería del atacante.

¿Cuánto tiempo se debe esperar para lanzar el contra-ataque?"Después de una penetración inglesa en Cambrai, los alemanes

esperaron nueve días en la metódica preparación de un contra-ataque. Esta operación tuvo el mejor éxito y la situación fuétotalmente restablecida. "

Un ejemplo tomado de los combates de la guerra de movi-miento del año 1918 muestra que, en ciertas circunstancias, elcontra-ataque puede seguir rápidamente al contra-asalto cuan-do es preparado con circunspección y realizado por una tropaenérgica y tenaz.

"El 25 de Octubre de 1918 los franceses se habían apodera-do de Souché y preparaban un avance posterior hacia Vesles.La historia del Regimiento de Granaderos N. º 119 dice al respec-t o : . . . Mientras el I Batallón se preparaba para el contra-asal-to a ambos lados y detrás del Caumont Fe, y se informaba al Co-mando Superior, a la artillería y tropas vecinas, a las cuales ocu-rría algo parecido, el Ayudante del Regimiento organizó con losartilleros de las baterías, mensajeros, material de comunicación,etc., una nueva zona de resistencia. Las baterías alemanas, cuyadotación de munición era sólo de algunos tiros por pieza—algu-nas los habían disparado—debieron permanecer en silencio largotiempo.

El contra-asalto del I Batallón empezó a las 11. 30 horas.A consecuencia del enérgico fuego de las ametralladoras ene-

migas, la 1ª y 2ª Compañía no alcanzaron la antigua línea prin-cipal de resistencia. A pesar del aislamiento en que quedó la 12ªCompañía, esta situación, realmente desesperada, se modificóen favor nuestro gracias a la intervención de todo el Regimiento121 (Reserva del Ejército) el cual, con la 12ª compañía, inició

722 MEMORIAL DEL EJERCITO

a las 17 horas un contra-ataque arrollador, en el curso del cualel enemigo fué expulsado de toda la línea principal de resisten-cia con excepción de algunas partes. Así terminó ese día en elcual los franceses habían empleado contra nuestras débiles com-pañías siete batallones con todas sus dotaciones de guerra. "

4. —Cambio del dispositivo de rechazo.

Mientras que la sorpresa en el cambio de procedimiento deataque y sobre todo en su iniciación constituye el factor decisivodel triunfo, la actitud de la defensa está subordinada conside-rablemente a los métodos que emplea el atacante.

En la guerra de posiciones el problema de la preparaciónde la sorpresa en el ataque es sencillo: ¿Qué situación tiene elenemigo después de nuestro fuego de preparación?

La sorpresa resulta cuando el defensor logra substraerse ala acción de la preparación de fuego. del ataque enemigo, me-diante conveniente fraccionamiento de tropas' y armas y las empleaen una forma y en un momento en donde el enemigo no' lo espera.No es precisamente otro el procedimiento del aprovechamientohábil del terreno; pero sus resultados lo señalan como de la ma-yor eficacia. Adelantar posiciones y emplear contra-asaltos ines-perados sorprenden al atacante.

El abandono de la lucha tenaz en las trincheras de la zonadelantera y la defensa en la profundidad es un procedimiento de-fensivo que permanece invariable en sus líneas generales. Du-rante la Gran Guerra la tropa abandonó sin mayores escrúpulosel procedimiento de la defensa de las zanjas delanteras del sis-tema defensivo; y fué siempre muy escéptica en lo que se re-fiere a otros cambios de los procedimientos de la defensa.

Otra causa de los insignificantes cambios observados en elprocedimiento de la defensa es que la guerra no produjo nin-guna arma típicamente defensiva que pudiera haber provocadoel empleo de nuevos métodos o de nuevas formas en la accióndefensiva, tal como la aparición de los carros de combate logróinfluir en los procedimientos del ataque.

Sólo merecen ser mencionados los obstáculos cargados conelectricidad cuya aplicación se llevó a efecto en sectores aislados.La sorpresa que se logró con esto sólo pudo producirse una vez.Igual cosa ocurrió con el gaseo de partes del terreno, la cons-titución de barreras de minas, etc. Todas las medidas conducen-tes al aumento de la protección de la propia tropa, tarde o tem-prano llegaron a ser conocidas por el enemigo.

Las posiciones simuladas son mencionadas muy a menudo,pero la experiencia demuestra que no siempre lograron su ob-jeto, pues la fotografía moderna restringe mucho el valor de suempleo. La sorpresa será tanto más penosa para el enemigo, mien.

LA SORPRESA EN LA DEFENSA 723

tras más repentinamente se encuentre bajo la acción de armascuya resistencia se revela allí donde aparentemente nada hay o don-de sólo se supone puedan estar en posición. Más importante que laconstrucción de posiciones simuladas es siempre el mimetismo delas medidas efectivas de la defensa. Armas en silencio que sólodisparan a muy corta distancia, obstáculos que sólo son reco-nocidos por el enemigo en el momento en que ejecuta el asalto,tienen decisiva eficacia.

A mi juicio, el Comandante en la defensa no debe radicarúnicamente la totalidad de sus esperanzas de buen éxito en laeficacia de su fuego de rechazo. Es muchas veces preferible apro-vechar todas las posibilidades que ofrece la defensa para sor-prender al enemigo y reservarle siempre una acción inesperadade los fuegos.

Para el rechazo victorioso del ataque es condición indispen-sable el espíritu ofensivo de la tropa.

Esto debe inducir al Comandante a acciones rápidas y mó-viles que puedan permitirle recuperar la iniciativa. Sólo así lo-grará hacer pesar el espíritu de la tropa en la obtención de lavictoria.

La Reichsluftschutzbund.Traducción del Capitán Sr. Humberto Medina P.

En el cruce de Unter den Linden y de la Friedrichstrasse,do Berlín, la Luftschutzbund—el organismo para la defensaantiaérea—había colocado una bomba aparente, de una alturade 2, m. Debajo de la bomba, acompañada de impresionantePropaganda en favor de la instrucción para la defensa anti-aérea, una fábrica de cigarrillos—con ese sentido práctico de losalemanes—había pegado un cartel de publicidad.

La Reichsluftschutzbund, dirigida por el Dr. ingeniero Knif-fer, es una sección del Ministerio del Aire del Sr. Goering: elEstado la subvenciona con unos 200 millones de marcos al añoy cuenta con 3 millones de miembros. La propaganda de la Ligapara la defensa antiaérea ha pedido a los habitantes de las ciu-dades alemanas que retiren de las buhardillas todos los trastosviejos, fácilmente incendiables por las bombas de los aeroplanosfranceses, y ha concedido subvenciones a los propietarios paraque protejan los tejados con cemento armado. Si los parisiensestienen miedo a un bombardeo de la ciudad con los gases asfi-xiantes, la Liga para la defensa aérea del Reich asegura que losaviones franceses habrían incendiado Berlín volando con unapequeña carga de bombas de un kilo cada una. Estas bombas,descubiertas en Inglaterra, provocan un incendio que es impo-sible apagar. Por otra parte, el General Altrock había expuestoen publicaciones el terrible efecto de las bombas de 500 y 1. 000Kg., que los grandes aviones de bombardeo franceses puedentransportar.

A la hora «H», cuando el Gran Estado Mayor proclame lamovilización general, la Reichsluftschutzbund, en la cual hom-bres, mujeres, jovencitos, han sido ejercitados durante las ma-

726 MEMORIAL DEL EJERCITO

niobras de defensa, asistencia a heridos, vigilancia antiaérea yen las baterías de defensa, moviliza a los que no tienen una pla-za en el Ejército.

La transformación de Alemania en un potente organismobélico será más rápida que la de Francia. Durante la paz, lasorganizaciones políticas del partido nacional alemán y nacionalsocialista han preparado la movilización con este espíritu me-ticuloso alemán que cuida todos los detalles y particularidadesy está siempre dispuesto a organizarse en formaciones disciplina-das por tener sus ciudadanos natural tendencia a toda organi-zación militar o de tipo militar. La Reichwehr ha constituidola cédula central alrededor de la cual se han ido desarrollandolas otras formaciones. La Schutzpolizei, dividida antes de la im-plantación del servicio militar obligatorio en nueve divisiones,comprendía, además de los 100. 000 policías, otros 100. 000hombres que eran militares de carrera; cuadros selectos para laformación rápida de un Ejército, como los de la Reichswehr.De 1933 a 1935 se formaron militarmente, con comandantesgenerales la Sturmabteilungen—la milicia parda—y las Schut-zstaffeln—tropas de protección. La primera estaba formada pordos millones y medio de hombres que recibían una instrucciónmilitar; las segundas, de 100. 000 acuartelados instruidos mi-litarmente, y que podían dar al Ejército oficiales, suboficialesy tropa de choque, y de otros 200. 000 hombres no acuartela-dos, constituían los núcleos centrales para el caso de una even-tual y rápida movilización. La cuarta formación militar era elArbeitsdienst, organización de trabajo con algunos centenaresde millares de jóvenes, que constituían el contingente de reclu-tas. Antes de la denuncia de la parte V. del Tratado de Versa-lles, el Reich disponía, pues, de una organización perfectaque le permitía movilizar rápidamente tropas bien adiestradaspara cubrir la primera línea de choque. La implantación delservicio militar obligatorio ha concentrado todos estos organis-mos en 36 divisiones, divididas en 12 cuerpos de ejército, ycon una fuerza superior a la que tenía el Imperio en 1914. Sepuede decir que la implantación del servicio militar obligatorioha sido decidida cuando todas las organizaciones militares, ha-bían llegado a un grado de perfecto funcionamiento. Pero la obli-gatoriedad del servicio bajo el régimen del Tercer Reich existíaya como existía también la aviación de guerra cuando el Gene-ral y Ministro Goering anunció su creación para el mes deAbril del presente año. La movilización general es, por tanto,más fácil en Alemania, porque el número de los militares decarrera, profesionales y de los organismos militares alrededor delos cuales se forman las reservas, es más grande que en los otros

LA BEICHSLUFTSCHUTZBUND 727

países. Las limitaciones que impuso Napoleón a Alemania crea-ron en ésta los grandes ejércitos con el servicio militar obli-gatorio; las limitaciones impuestas por el Tratado de Versa-lles han creado un formidable núcleo de militares profesionales,que han formado rápidamente un ejército detrás de las organiza-ciones de partido, del trabajo y de la Policía. Es un ejércitoque se halla preparado para la acción rápida y defensiva. Lagran máquina de la transformación de la nación en un organis-mo bélico no ha parado un instante desde 1930 en Alemania:el Estado «Totalitario» puede empezar su «movilización ge-neral» mucho antes de la declaración oficial.

El «Wehr-Sport» ha preparado militarmente a un millón dejóvenes de quince a diecinueve años. El «Hitler Junge» estabaobligado a presentarse todos los Sábados por la tarde ante lasorganizaciones juveniles del nacional socialismo con saco deInfantería a la espalda y un morral de víveres con los útilesnecesarios. Estos jóvenes, reunidos en secciones de asalto y almando de un sub-oficial emprendían marchas nocturnas de 7a 17 Kms.. Una vez en los campos, las formaciones juvenileshacían ejercicios de ocupación de trincheras de asalto con lan-zamiento de granadas de mano y aprendían el uso de las armas;no sólo del fusil, sino ametralladoras, lanzabombas y cañonci-tos de trinchera.

En las pequeñas ciudades, la autoridad más potente era el«fetwebel», el suboficial instructor encargado de la instrucciónde la «Hitlerjugend», la juventud de Hitler; es decir de todaAlemania.

Si la gran máquina se pusiese en movimiento en Ale-mania...

A la hora «H» establecida por el Gran Estado Mayor noqueda ni un civil en las ciudades del Reich. Ni las «horizonta-les» que el Landesbeschaeftigungs-Ats-oficina de la coloca-ción para los trabajadores de la tierra—recoge y envía a lasfincas para que ocupen el lugar de los hombres movilizados.Los campos de los «voluntarios del trabajo» cambian totalmentede aspecto.

El comandante del campo se transforma en menos de 24horas en un oficial que tiene a sus órdenes una sección de los«voluntarios del trabajo» ya formada con sus uniformes, armasy depósitos de munición.

La «Hitlerjugend» entra en acción, con su uniforme militar.La guerra de von Seeck es la guerra ofensiva, rápida, gracias ala cual se podrá herir el corazón del adversario, rompiendo suresistencia, paralizándolo. Dos elementos son. pues, necesarios:la libre disposición de un Ejército de maniobra invasor, que

728 MEMORIAL DEL EJERCITO

pueda ocupar los centros vitales del enemigo, cuya moral sehabrá encargado de quebrantar la acción de los aviones. Espreciso que el Ejército se encuentre en plena eficiencia, exentode obstáculos y ocupaciones ajenas a su profesión; la «Hitler-jugend» asegurará la unidad en los repartos militares, los ser-vicios de segunda línea, la custodia de los depósitos y el trans-porte de las municiones, de manera que la masa íntegra de lastropas de choque pueda ejercitar la presión suprema para rom-per la línea del adversario y derrotarlo antes de que baya po-dido efectuar completamente su movilización. ¿Intentarán pa-sar a través del Luxemburgo y Bélgica, como en 1914, o a tra-ves de Suiza para dejar las defensas del Rhin y de Belfort a laespalda ? ¡ Silencio! El soldado alemán no sabe nada y confíaen los planes de su Estado Mayor. Sabe sólo que toda Alema-nia marcha a paso de parada y eso le basta.

Para transformar en fábrica de cañones, de gas, de mate-rial bélico (prohibido a Alemania por el «dicktat» de Versa-lles) las industrias, eran necesarios 3 meses. Hoy día se trans-forman las fábricas en unas cuantas horas. La acumulación delos «stocks» de abono, azoes y amoniacos sintéticos se trans-forma en pólvora; las fábricas de colorantes suministran ma-teriales para los gases; con el cloro se hace el gas «perita»y, con fósgeno, un gas más mortífero que el «vomitingas» decloro.

De los campos de trabajo voluntario, de los depósitos, sa-len cañones, tanques ametralladoras, y soldados, soldados y sol-dados. Toda una nación en uniforme. Hasta las mujeres se ha-llan movilizadas, no sólo en los servicios de sanidad, sino enpropios servicios de guerra.

Del Rhin, surcado por barcos ventrudos, desaparece todoelemento de vida pacífica y comercial. Estas casas, estos edifi-cios construidos en tiempo de paz, casi siempre frente a la líneade fortificaciones francesas, parecen abandonados por los habi-tantes, pero éstos visten uniforme y se ocultan en los subterrá-neos que en la zona «desmilitarizada» de la orilla izquierda delRhin han sido construidos con un silencio tenaz y una actividadinfatigable. Allí están los soldados con sus cañones pesados,que apuntan su boca negra hacia la otra orilla del río.

Llega al aeródromo de Berlín un gran avión de pasajerosprocedente de Polonia. En el aeródromo están todavía los car-teles de publicidad que invitan al turista a visitar al mundo rá-pidamente en los confortables aviones de las líneas comercia-les alemanas: pero el campo ya está ocupado por soldados ymecánicos militares. Baja con precisión el avión de Varsovia;sólo dos pasajeros descienden de la cabina de lujo, adornada

LA REICHSLUFTSCHUTZBUND 729

lie tapices y alfombras, elegantes como un saloncito moderno.Un automóvil lleva rápidamente a los dos al Ministerio de Gue-

y ambos pasan a las misteriosas oficinas del «III b. West»,el centro del espionaje de guerra, mientras el avión comerciales rápidamente transformado; de la lujosa cabina no quedasino el esqueleto; bajo el hangar, el avión cambia rápido deaspecto; a sus flancos son puestas bombas blancas y rojasenormes. Dos toneladas de explosivos puede llevar el avión co-mercial moderno, provisto de todo el confort para un turista...¡Cuántos centenares de aviones comerciales podrían cambiar deaspecto desde que la hora «H» elegida por el Gran EstadoMayor, ha decidido la movilización general! ¿Y cuántos pací-ficos buques surtos en el canal de Kiel se han transformado enbuques de guerra auxiliares ?

Todo se mueve según el orden establecido, todo marcha apaso militar, todo el mundo lleva uniforme o un distintivomilitar; lo mismo los jóvenes de quince años que los viejos desesenta; lo mismo las estudiantes que las campesinas y ex-entretenidas.

Todos no, hay algunos que no tienen uniforme ni distinti-vos, es el joven elegante. Acaba de salir de la oficina del «IIIb. West», donde entró hace un rato al llegar el avión de Var-sovia. Ella es magnífica, con un rostro rosa de ingenua, esterostro que ha hecho delirar a los públicos del cinema.

Los dos van a la estación, donde el «wagón-lit» del trenque sale para Suiza los espera. Van a intensificar la acción delos agentes secretos: la guerra en la sombra, los atentadoscontra los depósitos de municiones, los torpedeos de buques, to-das las acciones de la «guerra por todos los medios», cuyo fines herir al enemigo en el corazón y dejarlo paralizado.

La rubia «star» y el elegante caballero salen para Suiza,acaso a Ginebra, donde desde el año 1920 la Sociedad de lasNaciones ha registrado 3. 428 Tratados, compromisos y proyec-tos internacionales de no agresión, de arbitraje de conciliación,de arreglo pacífico de los conflictos, reunido todo ello en 142volúmenes, cada uno de los cuales tiene 450 páginas.

(Próximo artículo «Movilización Francesa»),

La Guerra Criptográfica.

(De la "Revue des Deux Mondes")

Traducción del Capitán Sr. Gmo. Le-fort.

La Gran Guerra no sólo tuvo por teatro los campos debatalla, sino que también se desarrolló entre bastidores, don-de los dos adversarios trataban de descubrir y frustrar sus pla-nes recíprocos, ya sea por el medio tradicional del espionaje opor el empleo de una nueva arma que el progreso de la cienciapuso a su disposición: el desciframiento de los mensajes enclave trasmitidos por telegrafía inalámbrica desde las líneasenemigas y captados por los puestos da escucha. Los esfuer-zos tentados, de un lado para penetrar el secreto y del otro paraguardarlo, dió lugar a una guerra criptográfica, con peripeciasdramáticas, un poco análoga a aquella que, en fortificación, hapuesto frente a frente, la coraza y el cañón. Mientras la oscu-ridad en que estaba envuelta intencionalmente comenzaba adisiparse, el tiempo registraba los acontecimientos, perfilabalas figuras principales y señalaba los sucesos fortuitos.

Los resultados.

Los resultados no han dejado de ejercer su influencia enlos acontecimientos posteriores. Para ello nos bastará mostrarlos ejemplos más típicos.

Comenzaremos por el frente de Polonia. Al comienzo de lacampaña y con una «inconcebible ligereza» los rusos enviaronsus mensajes por telegrafía inalámbrica en idioma corriente.Posteriormente, después del desastre de Tannenberg, los envia-ron cifrados, pero con tanto descuido que su lectura era unasimple entretención para sus adversarios. Trascribimos unacuriosa anécdota contada por un oficial de las tropas en la que

M. del E. 12.

732 MEMORIAL DEL EJERCITO

puede apreciarse el perjuicio que les ocasionaba ésto para elsecreto de sus movimientos. Este oficial se encontraba en elcurso del primer invierno a las orillas del Bzura, separandosólo unos cuantos metros su trinchera de la trinchera alemanaal frente. Una hermosa mañana vió con gran estupor que dela trinchera alemana asomaba un gran letrero que decia: «sa-ludos y felicitaciones a nuestros camaradas del 5. ° y 22. ° Cuer-po ruso, porque mañana van a dejar este sucio sector por otromás agradable». Y esa misma tarde, en efecto, llegaba del GranCuartel General, la orden que el enemigo había anunciado.

Esto significaba para los rusos una constante inferioridad,pero de la cual tomaron una gran revancha en el mar. El des-,ciframiento de un radiograma interceptado, los llevó, a partirdel 1. ° de agosto de 1914, a sembrar de minas el golfo deRiga, sobre las cuales vino a chocar y a hundirse, un mesmás tarde, el 26, el crucero alemán «Magdeburg». Más ade-lante veremos cómo este acontecimiento tuvo por resultado elhacer caer en manos de los rusos, un código ultra-secreto,;cuya posesión aseguró a los aliados una inmensa superioridadde informaciones sobre sus adversarios. En la batalla de DoggerBank (24 de febrero de 1915) el éxito de la flota británica fuéfacilitado porque conocía con anticipación, por sus puestos delescucha, el número de buques salidos de Heligoland y la fechay hora exacta de su partida. Igual cosa ocurrió al año siguien-te, en el combate naval de Jutlandia (31 de mayo de 1916),que si hubiera sido una sorpresa habría resultado una catás-trofe para los ingleses. Por ese entonces los alemanes se dieroncuenta de la pérdida del código secreto de marina y procedie-ron a reemplazarlo por otros que se cambiaban cada 24 ho-ras. Sin embargo, la experiencia establece que resultan. inúti-les todas estas precauciones cuando se tiene descifrado el pri-mero.

El comienzo del año 1917 fué marcado para los aliadospor el éxito «del golpe de red más bello de la guerra». Seadivina que se trata del llamado «telegrama Zimmermann».Cuando ésto ocurrió, el presidente Wilson esperaba como ine-vitable la intervención de su país en la lucha; pero para deci-dirse y reunir opiniones, faltaba aún un motivo grave y tangi-ble, para poder invocar en contra de los alemanes. Sin em-bargo, ellos mismos se encargaron de darlo. En la mañana del19 dé enero los criptólogos del Almirantazgo encontraron so-bre sus escritorios, entre un montón de mensajes intercepta-dos, un criptograma que llamaba la atención como provenientedé Berlín y dirigido a Méjico y cifrado según un nuevo sitema. Intrigados por este misterio se pusieron a trabajar para

LA GUERRA CRIPTOGRAFICA 733

descubrirlo, llegando después de algunos tanteos, a descifrar lafrase siguiente: «Nos proponemos comenzar el 1. ° de febrerola guerra submarina sin restricciones». La alarma cundió de-bido a la gravedad de esta revelación inesperada. En una at-mósfera de febril curiosidad redoblaron sus esfuerzos paraarrancar su secreto al resto del mensaje. Después de dos asal-tos sucesivos llegaron por fin a reconstituir el texto íntegro:Alemania propone a Méjico una alianza contra los Estados Uni-dos y a la cual será invitado el Japón a unirse, ofreciendocomo premio, en caso de una victoria, una importante anexión

¡ territorial.La claridad comprometedora de este mensaje no deja nada

que desear. Por un último escrúpulo del presidente Wilson, aquien se le comunicó inmediatamente, ordenó simplemente ha-cer verificar la traducción. Hecho ésto, no vaciló en entregarlaal público. No fué necesario más, para promover en todo elpaís una ola de indignación, suficientemente fuerte como parabarrer con la última resistencia de los mantenedores de laneutralidad y decidir la ruptura de relaciones con Alemania(3 de febrero). La dedicación de algunos especialistas incli-nados sobre una página cubierta de cifras, en el fondo de unacámara secreta del almirantazgo, había contribuido tanto comolos esfuerzos de la diplomacia a provocar uno de los aconte-cimientos más decisivo:; de la gran guerra.

Si la importancia de la criptografía se pone de relieve poreste brillante golpe, todavía en la ejecución de los planes con-cebidos por los Cuarteles Generales debe distinguirse más.Sobre el frente occidental los norteamericanos experimenta-ron su influencia en el momento del ataque que montaron con-tra la saliente de San Miguel al final de la guerra (13-IX-1918). Por no haberse asegurado el secreto de los telegramaspor los cuales habían preparado este ataque, permitieron aladversario prevenir sus efectos por una anticipada evacuacionescapando así de una derrota probable. Sobre el frente orien-tal los rusos habían creído de su deber, después de las peno-sas experiencias al comienzo de la guerra, multiplicar los Có-digos y las cifras (no tenían menos de 16 en servicio en unmomento dado) en la esperanza de impedir la divulgación de

. sus proyectos. La imposibilidad de detener a sus adversariosla atribuían a traición; llegaron a contraer en este sentido unaverdadera fobia, que los arrastraron a efectuar crueles ejecu-ciones. Los italianos, que entraron en la lucha después, cre-yeron satisfacer a todas las exigencias de la seguridad, abste-niéndose, de usar, como los rusos, la telegrafía inalámbricapara sus órdenes de operaciones; sin embargo, no dudaron

734 MEMORIAL DEL EJERCITO

un instante en recurrir a ella para ordenar las cuestiones deefectivos y de concentraciones de tropa, bastando estas simplesindicaciones para dar a conocer a sus enemigos la base de par-tida y el eje de todas las ofensivas en preparación.

Los homhres

Tal como la Aviación en sus comienzos, la criptografíaha tenido sus «ases» en la que la acción personal a contri-buido poderosamente a su progreso. Sus fisonomías presentanen los diversos países en lucha diferencias bastantes notorias,por lo que no perece inútil fijar sus razgos más característicos.

«A tout seigneur tout honneur». Conviene comezar estarevista por Rusia, que por viejas tradiciones que se remon-tan hasta el antiguo régimen, habían hecho establecer en elMinisterio de Relaciones Exteriores, un servicio encargado deindagar disimuladamente el contenido de la correspondenciadiplomática. En 1914 este servicio se resumía en dos hombresllamados Vaterleiu y Serafimow. El primero de éstos estabadotado de un instinto de adivinación que alcanzaba, a veces,el genio. «Era para nosotros un verdadero enigma, ha escritouno de sus colaboradores*.... Le era suficiente encerrarse unamedia hora con los geroglíficos cifrados, escritos en cualquieridioma, para reaparecer al cabo de este corto espacio de tiem-po con la traducción en claro, que era llevada inmediatamenteal Ministro Sazonov». Puede ser que haya en estos elogios al-guna exageración, pero parece que el fondo responde a la rea-lidad. Para darse cuenta basta recorrer «los libros negros»publicados por los soviets y encontrar fielmente reproducida(fuera de algunos errores de detalle, no todos fortuitos) lostextos de los telegramas enviados a sus gobiernos por los re-presentantes en Petrogrado de Francia y del Japón. Se debe aVaterlein el mérito de haber podido anunciar en julio de 1914,al Almirantazgo ruso, el raid del «Magdebirg» en el Báltico, yen mayo de 1916 al Almirantazgo inglés la salida de la flotaalemana de alta mar del Mar del Norte.

Es preciso pasar a Inglaterra para encontrar un émulo cu-yos méritos puedan sobrepasar los de aquél: el señor AlfredoEwing, que tenía antecedentes diferentes. En el momento de laguerra no era un funcionario dedicado exclusivamente a éstaespecialidad, sino un simple profesor de griego, que de la cues-tión criptográfica había hecho el «hobby» de su vida. Su reputa-ción de aficionado era bastante conocida de manera que elAlmirantazgo inglés pensó en él cuando, después de la rupturade los cables submarinos, se trató de controlar las relacionesradiotelegráficas de Alemania con el resto del mundo.

LA GUERRA CRIPTOGRAFICA 735

De acuerdo con el retrato que de él hace uno de sus cola-boradores, era un hombre pequeño, de cabeza enorme, de ce-jas abundantes y de mirada extraordinariamente penetrante.Recibió carta blanca para cumplir la misión confiada a su es-pecialidad; reclutó un personal de expertos formados a suimagen y pasó toda la guerra en su escritorio (designado conel nombre convencional de cámara 40. O. B. ). Con la con-vicción de que cumpliría su misión aún cuando los alemanescambiaran de Código todos los días. En efecto, en esta luchadiaria contra lo desconocido, sus colegas y él tuvieron la for-tuna de no conocer jamás una derrota absoluta. Un día obtuvoun testimonio bastante agradable de su superioridad. En cir-cunstancias que acababa de decifrar, sin muchas dificultades,un nuevo Código enemigo, más perfecto que los precedentes,interceptaron mensajes alocados de Patrulleros alemanes, quese quejaban de no comprender nada debido a sus complicacionese imploraban una traducción en claro.

En Alemania y en Francia se han mostrado más avaros deconfidencias que en Inglaterra sobre el funcionamiento de losservicios secretos durante la guerra. Uno de los oficiales queen el frente de Polonia fueron encargados de este trabajo, elTeniente Bauermneister nos ha contado una curiosa aventuraen la cual fué el héroe y que tiende a demostrar que el oficiode criptólogo no es sólo burocrático. De ordinario no tardaba élmás de tres a cuatro horas para decifrar los Códigos secretosrenovados mensualmente por los rusos. Solamente una vez, endiciembre de 1914, durante la batalla de Lodz, su trabajo fuémás árduo que de ordinario. Después de 5 horas en un trabajo,que aún no lo había terminado, recibió del Gran Cuartel Ge-ral en Posen la orden de trasladarse rápidamente a dar a co-nocer los resultados. Inmediatamente se embarcó en un carri-coche en el cual pasó todo el día, con los dedos tiesos por unviento glacial, los ojos fijos sobre una tabla colocada en sus rodi-llas a manera de pupitre y a la cual la loca carrera del co-che imprimia brincos desordenados. Sin embargo, cuando a lasdiez de la noche llegó a su destino ya estaba bastante fami-liarizado. con la nueva clave para poder traducir todo un pa-quete de telegramas llegados al Estado Mayor durante su viajey cuyo conocimiento no fué inútil para el resultado de la ba-talla.

En Francia, los conocimientos que poseemos sobre el ser-vicio de criptografía durante la guerra, se resumen en el nom-bre de su director, el Teniente Coronel Cartier, y en el de suprincipal colaborador, el Capitán Jorge Paivin. Este nos esrepresentado como «un genio analítico de primera magnitud.

736 MEMORIAL DEL EJERCITO

un verdadero mago de la criptografía, el más hábil de todoslos países aliados». Esta halagadora apreciación, que paramuchos en Francia será una revelación tiene tanto más mérito,cuanto que se encuentra bajo la pluma de un extranjero, tam-bien un eminente especialista en 'la materia. Es el norteamerí-cano Herbert 0. Yardley, cuya historia es bastante curiosa ytiene méritos para ser referida.

En 1913, siendo empleado en el departamento telegráficodel Ministerio de Relaciones Exteriores de Estados Unidos, fuéencargado de organizar un servicio (La Cámara Negra) desti-nado a descifrar los mensajes enviados a sus gobiernos por losdiplomáticos extranjeros acreditados en Washington. No tardóen adquirir para la realización de este trabajo una capacidadque le permitió hacer maravillas en los acontecimientos de lagran guerra, como también en el período de intensa actividadinternacional que la siguió Pero en 1929, después de 16 añosde fecunda actividad, su puesto fué bruscamente suprimido porun Secretario de Estado timorato, cuyos escrúpulo se alarma-ban con ésta actividad. Liberado en estas forma de sus obliga-ciones de discreción profesional, consagró los beneficios de suprematura jubilación, a redactar los recuerdos de su carrera enun libro que se distingue de todos los tratados de criptografíaordinarios en que todas las demostraciones teóricas se apoyanen ejemplos prácticos y vividos (Le Cabinet Noir Américain)Por consiguiente, no podría encontrarse un mejor guía paraefectuar una, incursión en los métodos de una ciencia que apa-recia hasta aquí como impenetrable al grueso público.

Los métodos.

La primera impresión que se desprende de su confesión,es que el arte del criptólogo no se reduce a la observación dealgunas reglas; para destacarse es preciso, como condición ne-cesaria, una vocación natural; se podría decir, casi una pre-destinación, a la cual no pueden reemplazar ni la ciencia niel método. Ya un colaborador del señor Arturo Ewing, obser-vaba que el cumplimiento de su misión exigía más que deuna práctica constante, «un olfato privilegiado». Condición deéxito que parece más escencial todavía al señor Yardley: «Eltrabajo del criptólogo, declara él, no se parece absolutamente aningún otro. Para lograr éxito, no se precisa solamente de mu-chos años de experiencia, sino también de una gran originali-dad y de una imaginación de característica especial. Es lo quellamaríamos un «cerebro de cifras» por falta de una definiciónmás apropiada».

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Estas aptitudes particulares no eran suficientes al éxito delcriptólogo, si éste no les daba todo su valor por la aplicaciónde un riguroso método de investigación. Parece que, en gene-ral, sus investigaciones pasaban por dos fases. Desde luego éltrataba de adivinar, después de ciertas indicaciones exterioreso de algunos recortes, el sentido general del texto desconocidosometido a su sagacidad. La empresa parece quimérica, a pri-mera vista, pero a menudo es facilitada por las circunstancias.Como lo cuenta el mismo señor Yardley, cuando al día si-guiente de una larga entrevista con el Secretario del Estado,los enviados extranjeros en Washington, dirigían un despachocifrado a sus gobiernos, no era difícil darse cuenta de su con-tenido, pues su interlucotor tenía el hábito de ir redactando unarelación, y bastaba comparar estos dos documentos para lle-gar rápidamente a traducir uno por intermedio del otro. A fal-ta de este recurso, los criptólogos puestos en presencia de unnuevo Código, sacan gran partido. para ponerlo en claro, debi-do al conocimiento que tienen del anterior. En efecto, estabanfamiliarizados con los tratos de estilo, expresiones favoritas,fórmulas iniciales y finales, las que estaban seguros de encon-tar en todos ellos.

Podía suceder así, —y el hecho bastante raro en tiempo depaz, se produjo a menudo en tiempo de guerra, —de que loscriptólogos tuvieran que tratar un criptograma aislado, delcual no tenían antecedentes, pues ignoraban su origen, su des-tino, el autor y el idioma. ¿ No bastaba esto para descorazonary reducir a la impotencia a los más hábiles? Y no obstante élllegaba, en tales circunstancias a obtener la recompensa de unfeliz éxito. El señor Yardley nos da sobre esto un curioso ejem-plo, con todos los detalles necesarios. En enero de 1917 reci-bió de los puestos de escucha norteamericanos el texto de dostelegramas captados, provenientes de Berlín, pero sin direcciónni firma, y comprendiendo 279 grupos de cinco cifras cadauno. Por una serie de recortes sucesivos, llegó a establecer queestos mensajes iban dirigidos a Méjico, redactados en ingléspor medio de un léxico difundido en el comercio, y que encada grupo las tres primeras cifras designaban la página y lasdos últimas la línea en la página de cada palabra. Obtenidaesta actitud, le bastó un poco de paciencia para traducir en-teramente un telegrama donde se trataba de un préstamo queAlemania estaba dispuesta a consentir a Méjico si rehusabaaliarse con Estados Unidos contra ella, como se temía en esosmomentos. Este resultado fué adquirido, según él autor, a costade una serie de razonamientos y aproximaciones sucesivas,cuya demostración es muy técnica para reproducirla aquí. Bas-

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tará con indicar el principio que era, como en todos los méto-dos de desciframiento, la observación de la frecuencia con queaparecían algunas letras en el texto desconocido; la estadís-tica da lugar a aproximaciones sugestivas con la repetición dealgunas letras o de algunas palabras en las frases del idiomacorriente. De ahí esta conclusión práctica, sacada por el señorYardley de su experiencia, y que es al mismo tiempo una ex-plicación: «la única cifra indescifrable es aquella que no seencuentra repetida».

Los azares favorables.

A parte de la participación que tenga la ciencia o la ins-piración, personal, la guerra criptográfica acarrea azares fa-vorables lo mismo que en la guerra a campo raso. Fácil es ci-tar varios ejemplos, siendo el más característico que nos ofrecela historia el llamado caso del «Magdeburg». Cuando esta navefué destruida por una mina, una lancha rusa enviada al lugardel naufragio, recogió de la superficie del mar, el cadaver deun suboficial que estrechaba con sus brazos, crispados ya, ungrueso volumen. Este libro era, junto con una lista de señales,un código cifrado ultra-secreto, recientemente puesto en uso enla marina alemana. Impuestos de la importancia del botín fuéofrecido inmediatamente a Londres (6 de setiembre) de dondeel Almirantazgo envió un navio especial a buscarlo a Peters-burgo. Este les permitió leer, como en un libro abierto, lasinstrucciones confidenciales recibidas por las naves enemigas.Cuando los alemanes, por fin, se apercibieron de este extra-vío,, se decidieron a cambiar su código, pero con el conocimien-to del antiguo, sus adversarios pudieron descifrar el nuevo.

Al lado de los azares la corrupción no puede dejar de ju-gar su papel en la divulgación de secretos que, según su im-portancia, tienen un valor mercantil a veces muy elevado. A,este respecto, los hechos de traición interesada han sido, o handebido ser, más frecuentes de lo que se cree, sobre todo enAustria y en Rusia en el período anterior a la guerra. Perodurante largo tiempo los hombres que fueron los autores y losgobiernos que fueron las víctimas tuvieron el mismo deseo de;no divulgar el secreto. Uno de los más curiosos de estos, esaquel que tuvo por teatro a Bruselas y por héroes a un jóveningeniero austríaco que había sorprendido la instantaneidadde la invasión alemana. Fué a ofrecer sus servicios a las au-toridades del Ejército de ocupación siendo aceptado en razónde su nacionalidad y de su competencia radiotelegráfica, ins-pirando por sus capacidades una confianza tan grande, que se

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le confió el desciframiento de los mensajes más confidenciales.Pero él era hijo de una inglesa quien lo hizo entrar en rela-,dones con el Servicio de Inteligencia, el cual le ofreció unafuerte suma—una pequeña fortuna—para enviar a Londres,no el original del Código Secreto, para evitar que su desapa-rición fuera notada, sino una copia auténtica. Pasó las nochesvenideras, enteras, trabajando en esta copia y después de dar-le término se aprovechó de una licencia para llevarla a través dela frontera holandesa. Lo que añade todavía interés a este pe-queño drama de la guerra secreta es el misterio que envolvióal epílogo. No solamente el hombre que había sido el princi-pal actor no regresó a su puesto en Bruselas, sino que a par-tir de ese momento no se habló más de él, ignorándose si laexplicación de su súbita y completa desaparición deba buscar-se en su deseo de hacerse olvidar.

Se llega por fin a algunos casos en que la seguridad dela clave ha sido comprometida por la imprudencia de sus mis-mos poseedores. Si el hecho parece increíble, a lo menos sehan podido constatar dos en las mismas condiciones: de partede los rusos en octubre de 1914 y de los alemanes en marzode 1918. En víspera de su última ofensiva, estos últimos ha-bían puesto en servicio, el 11 de marzo, un Código completa-mente nuevo y ultra perfeccionado. A los dos días después losnorteamericanos de un puesto de escucha tuvieron la doble sor-presa de captar primero un mensaje incomprensible y pocorato después la respuesta en claro que era la siguiente: «nohemos recibido aún los nuevos Códigos; haga el favor de re-petir su mensaje con el antiguo». Y el puesto de escucha ale-mán accedió a esta invitación sin apercibirse que entregaba asus vecinos del frente dos versiones de un mismo texto. Tresdías después la comparación estaba terminada y los serviciosaliados leían los mensajes alemanes tan fácilmente como losmismos destinatarios.

La correspondencia secreta.

Quedaría, para terminar este vistazo al tema, indicar cómoes posible reemplazar la escritura criptográfica cuando pareceprohibida por imperiosos motivos de prudencia: el caso espe-cial de los agentes destacados en países enemigos. Para evitarlos rigores del control postal estos agentes se valían muy a me-nudo de la tinta simpática, cuyo empleo les permitía insertarinvisibles comunicaciones confidenciales entre las banales lí-neas de un mensaje comercial dirigido a país neutral. Estaforma de correspondencia, usada a menudo en el curso de la

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gran guerra, puede presentar, según las circunstancias, el mí-nimum o el máximum de riesgos. Es seguro, por que el hecho:de confiscar una carta en el Correo no bastaba a identificaral autor. Puede ser muy compromitente, porque si este últimoha dado lugar, de antemano, a una suposición, la menor pes-quisa efectuada en sus equipajes hará descubrir un materialcuya presencia bastará para establecer su culpabilidad. Tam-bién, en el curso de la gran guerra, toda la ingeniosidad de losmaestros del espionaje se había agotado sobra todo en Alema-nia, tratando de disimular bajo apariencias inofensivas la ver-dadera naturaleza de las tintas secretas necesarias para elejercicio de su profesión.

Al principio usaban principalmente el jugo de limón o laleche, como antiguamente. Como les era difícil, en caso dealarma, explicar la presencia de ellos entre sus efectos per-sonales, los químicos pusieron a su disposición líquidos inco-loros que podían figurar en sus estuches de toilette como aguasdentífricas y junto a esta apariencia, la ventaja de poder sertragados sin peligro, en caso de necesidad. El subterfugio fuérápidamente descubierto y los obligó a recurrir a otras formasde camouflage; así llegaron a preparar pastillas contra la tos,obleas medicinales lo mismo que cordones de zapatos, que bas-taban con hacerlos disolver un instante en agua, para obtenerel líquido deseado. Y nadie podrá decir que en el porvenir nose pueda hacer mejor. «Todo lo que acabo de decir, ha es-crito el oficial alemán, a quien debemos la revelación de al-gunos de estos procedimientos, permiten prever que las tintassimpáticas serán, durante la próxima guerra, una de las ar-mas más peligrosas de los servicios secretos».

Para obtener un empleo más seguro, se ha ideado poder-se servir, no de las letras manuscritas, sino de las impresas,sometidas a un control infinitamente menos severo. A mediadosde la guerra, el, correo de Francfort, terminó por sorprendersede la regularidad con la cual, un doctor de la ciudad, enviabaa un colega suizo, siempre el mismo, una profusión de perió-dicos médicos. Los tiempos no se prestaban en ninguna formaa una tal actividad de correspondencia técnica. Para cercio-rarse de la verdad, se decidió a todo trance, hacer tratar quí-micamente uno de los periódicos y se vió aparecr sobre el mar-gen los caracteres rojizos de inscripciones que constituían uncaso de traición comprobada. Y como su autor era médico, ha-bía tenido cuidado de numerar sus envíos. Era el 71°. ¡Ha-bría bastado mucho menos para hacerlo digno del pelotón deejecución al cual fué enviado! Uno de sus émulos, trabajandopara Alemania, había encontrado un medio mucho más senci-llo para burlar la vigilancia de! la censura, Por testimonio de

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un alto funcionario de Scotland Yard: «uno de los mensajes'más inteligentes redactados de toda la guerra, fué escrito continta simpática, sobre el dorso de una vieja hoja de papel ca-

hié que servía de envoltura a un paquete enviado a Copen-hague, y que contenía dos novelas recientemente publicadas».

A aquellos a los cuales, finalmente, les parecían todavíainsuficeinte las precauciones de este género, les quedó el re-

' curso de los anuncios en idioma convencional en la cuartapágina de los diarios. Esto suponía un riguroso convenio pre-liminar, presentaba pocos peligros y quedó largo tiempo sindespertar suposiciones. Al leer en efecto, en un diario aus-tríaco las siguientes líneas: «Suiza, 35 años al corriente delos libros y de la correspondencia, muchos años jefe de servi-cio en Viena, referencias de primer orden», ¿de qué manerasuponer que esta inocente demanda de empleo significaría

"para los iniciados: «35a . división partió de Viena para el frentede Italia» ? Los chécos refugiados en Suiza, y parece, así mis-mo, que los alemanes escondidos en París, se servían con suspaíses de origen por correspondencia de boletines meteoroló-gicos o de reclames comerciales publicados por la prensa. Fi-nalmente uno de los jefes de servicio de informaciones alemándeclaró haber sacado las más valiosas indicaciones del exa-men metódico de la «Vie parisienne». Allí encontró anuncios

, en los cuales los soldados en busca de madrinas de guerra,daban a la vez, sin pensar mal, el número de su unidad y elde su sector. La simple reunión de éstos era suficiente paraestablecer la repartición completa de las tropas disponiblespara la defensa del frente enemigo.

Sin duda se encontrarán en el pasado, antecendentes delempleo de medios de información de esta naturaleza, comotambién sobre correspondencias cifradas. Lo que puede, eneste orden de ideas ser señalado como la innovación caracte-rística de la última guerra, es la amplia aplicación que lacriptografía ha tenido debido a los progresos de la telegrafíainalámbrica. Antiguamente su práctica estaba limitada a losmensajes escritos trasmitidos por correo o por mensajeros.Desde que ella empezó a emplearse a través del espacio, hatomado la importancia de una nueva arma, uniéndose, como laaviación, a las que forman los elementos constitutivos de unejército en campaña. Ha contribuido, y sin duda contribuirátodavía, más, a modificar «algunas condiciones de las luchas di-plomáticas o militares entre los Estados. De aquí que resultanmuchas perspectivas de desarrollo en su futuro, que sería te-merario querer precisar desde luego, pero cuyo punto de par-tida no deja de tener interés en fijar.

Instrucción Táctica de la Infanteríaen el Ejército Ruso

(De la Revista Ejército-Marina-Aviación).

El 4-V-935 fué publicado por la Inspección de Infanteríadel ejército soviético un reglamento denominado «Método deinstrucción táctica de la infantería» que fué alabado por lasrevistas militares rusas como una innovación profunda y deimportancia apreciable. El reglamento parece haber confirmadoen general su bondad, puesto que la nueva edición de 1934sólo contiene algunas modificaciones sin importancia. La sub-división del reglamento es la siguiente: Observaciones generales,I. Instrucción del combatiente aislado, II. Instrucción del gru-po, III. Instrucción dé la sección, IV. Instrucción de la compa-ñía, V. Instrucción del batallón. Los principios fundamentalesde la instrucción se hallan contenidos en las Observaciones ge-nerales, dado que todos los demás capítulos no son más queun conjunto de temas aislados. La esencia del nuevo método sededuce de los números I y II y de las «Observaciones genera-les ».

A. —Observaciones generales.

I. Misiones de la Instrucción táctica. La introducción aellas se encuentra representada por la frase siguiente: «La so-lución de misiones tácticas por la infantería exige que ésta

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posea un acopio de conocimientos y habilidades, las cuales seconsiguen colocándola ya en la instrucción, ante misiones quecorrespondan al caso real». Partiendo de este punto de vista,plantea el reglamento 7 temas de ejercitación, cuyo dominioha de capacitar al combatiente aislado y a las unidades a re-solver todas las misiones de combate que puedan presentarseen caso real. Los referidos temas son: 1 Marcha y seguridadde marcha; 2, defensa; 3, ataque bajo el fuego enemigo; 4,asalto y explotación del éxito en la zona de defensa adversa-ria; 5, reconocimientos, (organización y ejecución); 6, des-canso y seguridad; 7, interrupción del combate. Estos temasconstituyen la base del programa de instrucción, desde el hom-bre aislado hasta el batallón. Cada uno de los capítulos si-guientes (I-V) contiene así 7 temas de ejercicio iguales parael combatiente aislado, grupo, sección, compañía y batallón.

II. —Sucesión para la solución de los temas tácticos. Lostemas de instrucción se gubdividen en temas de prueba, res-pectivamente de inspección, y «temas preparatorios». Todoslos temas deben ser practicados en el orden prescrito (el re-glamento funda detalladamente por qué fija ese orden). Parael estudio de cada uno de los temas se prescribe el siguientemétodo: a) Instrucción sobre el tema de conjunto, a base deejemplos, modelos y fotografías; b) descomposición de cadatema de conjunto en sus elementos aislados, en forma de «te-mas preparatorios»; c) reunión de estos elementos para eltema de conjunto. Queda prohibido terminantemente pasar altema siguiente sin haber dominado previamente los anteriores,lo mismo que el pasaje precipitado por los temas de pruebasin haber realizado antes los temas preparatorias.

La marcha de la instrucción dentro de una unidad de tro-pas (batallón, compañía) es la siguiente: Mientras los tira-dores aislados practican, p. ej., el tema 1 (con los temas pre-paratorios), se instruyen los jefes de grupo en ejercicios decuadros a base del mismo tema 1 de grupo. El procedimiento serepite hasta el batallón inclusive. Dentro de una unidad detropas, p. ej., de un batallón, se practica en cada período deinstrucción solamente un mismo tema, p. ej., el tema 2-de-fensa. Para el aprendizaje de cada uno de estos temas se fi-jan tiempos mínimos a cada unidad de instrucción. Igualmentese encuentran prescritos los tiempos para cada uno de los te-mas de prueba. Ellos importan término medio para cada tira-dor hasta 1/2 hora (es decir, si después de la instrucción indi-vidual se requieren inspeccionar 8 tiradores, se necesitarán4 horas), para cada compañía 3-4 horas y para cada bata-llón 4-5 horas.

INSTRUCCION TACTICA DE LA INFANTERIA.. . . 745

La ejercitación de cada tema debe ser precedida de unaorientación sobre los números correspondientes de los regla~mentos y libros de instrucción, en forma de preparación per-sonal del tirador, secundada por el director y una explicaciónde 3-5 minutos antes de comenzar el ejercicio. Se recalca ex-presamente que esta preparación no debe llevar a un aprendi-zaje de memoria y textual del reglamento sino al de su espí-ritu. Cada tema de prueba debe ser terminado con una brevecrítica, en la cual ha de manifestarse un juicio sobre la activi-dad desarrollada por el jefe o unidad y hombres aislados quese examinan. El centro de. gravedad de la instrucción debe sercolocado en la instrucción en el terreno.

III. —Forma de juzgar los progresos y apreciación de losresultados de la preparación táctica. Este capítulo contiene lasnormas—típicas en Rusia—según las cuales deben juzgarse elestado de instrucción de las distintas unidades en los temas deprueba.

Un juicio de esa naturaleza debe componerse de: a) jui-cio sobre la instrucción personal del jefe; b) juicio sobre lainstrucción del tirador aislado; c) juicio sobre la unidad totalexaminada; las normas según las cuales deben emitirse estosjuicios se encuentran fijadas en cada tema. En caso de no sercumplidas las exigencias mínimas contenidas en las citadasnormas, hace el examinante una «observación». El número detales observaciones sirve para determinar la clasificación deprueba», que llega a darse al finalizar el tema de prueba («ex-celente», «bien», «suficiente» o «insuficiente»). Paralelamentese examinan los conocimientos de los jefes. Cuando un jefe(p. ej. de sección) recibe durante la prueba un mayor númerode «observaciones» que las permitidas por las mencionadasnormas, recibe toda la unidad (p. ej. la sección) la clasifica-ción de «insuficiente» y el ejercicio debe ser repetido. La ins-trucción de un batallón se considera «insuficiente» cuando eljefe o su plana mayor o aunque sea una sola compañía hayasido clasificada como «insuficiente». Es típica la tendencia defijar el grado de instrucción numéricamente en «por ciento»,p. ej., un tirador que recibe la clasificación de «sobresalien-te», ha cumplido las exigencias en un 150o/o. Una compañíaque en la instrucción política, instrucción de tiro e instruccióntáctica ha cumplido las exigencias en un 12O°/o es designadacomo «compañía de choque», y recibe un distintivo especialpor su instrucción sobresaliente.

Los capítulos siguientes de las «Observaciones generales»contienen entre una serie de verdades comunes la exigencia:«de que la instrucción no debe ser fomentada por un sistemade papeles sino por la «dirección personal del instructor».

746 MEMORIAL DEL EJERCITO

B. —Los temas de ejercitación.

Los temas (Cap. II-V. del reglamento) se encuentran sub-divididos del siguiente modo: 1) tema (p. ej. exploración);2) indicación de los correspondientes capítulos de los regla-mentos cuyo conocimiento es condición previa para el ejerci-cio; 3) tema de prueba. Indicación del objeto de la prueba,es decir, en el tema 2—defensa—debe examinarse: a) elec-ción de observatorios; b) elección del campo de tiro; c) cons-trucción de trincheras; d) enmascaramiento, etc.. Sucesión yforma de ejecución. Juicio: p. ej., «excelente»—ejecución sinfaltas; «bien»—no más de dos observaciones; —«suficiente»no más de 3 observaciones; 4) temas preparatorios. Estos ocu-pan el mayor espacio. En ellos se descompone en «elementosaislados» todo lo que fundamenta el tema de prueba, p. ej.,en el mismo tema de «defensa» (como tema para tirador ais-lado) en a) orientación en el terreno; b) ocupación de cu-biertas contra la vista; c) enmascaramiento; d) elección depuntos con buen campo de tiro; e) determinación de gasespor el olfato; f) habilidad para reconocer un ataque de gasenemigo por las características exteriores del mismo; g) prác-tica en contener la respiración. En estos temas preparatoriosse fijan exactamente las distintas actividades del tirador, etc..También aquí se imparten nuevamente normas para calificar eldesempeño de los tiradores, p. ej., corresponde «excelente»cuando el mismo tirador representa durante el fuego un blan-co menor que un blanco de cabeza; corresponde «bien» cuan-do no representan más de un blanco de cabeza; corresponde«suficiente» cuando no es mayor que un blanco de busto. En to-dos los temas figuran prescripciones destinadas a examinar elcomportamiento del tirador (grupo, sección, etc. ) en la luchade gases, contra aviones y tanques.

C. —Juicio crítico.

El nuevo reglamento ofrece la seguridad de que dentro deun año de instrucción se practican metódicamente las misionesde combate más importantes que han de presentarse a la infan-tería en caso real. Los temas de prueba y de preparación]elaborados minuciosamente hasta en sus menores detalles, pro-porcionan a cada instructor una guía excelente, que le permitededucir los detalles a cuidar especialmente. Con ello puedeconseguirse un trabajo correcto y adecuado. El conjunto de los7 temas—en tanto se trate de la instrucción táctica de las uni-dades (grupo hasta batallón)—ha sido bien meditado y res-

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pondé a su finalidad. Empero, os un inconveniente que la ins-trucción individual se halle comprimida también en el esquemarígido de estos temas. Ello tiene que conducir a situacionesreales cuando la instrucción individual se encuentra recargadaya con cuestiones tácticas importantes, por ej. el procedimientodel tirador en la defensa, en el ataque, etc.. El tirador reciberecien una impresión exacta de estos conceptos cuando trabajadentro de la unidad (grupo a batallón). La forma natural dela instruccióción individual es, a pesar de todo, aquella en lacual el hombre adquiere en primer término todas las habilida-

necesarias (familiarización en cierto modo con el arma)para moverse en el campo de combate y saber utilizar su ar-ma, en toda situación. Tal procedimiento no sólo lleva a unasubdivisión de las materias de instrucción según los conceptostácticos, p. ej., defensa, ataque, sino también según las dis-tintas habilidades a adquirir, p. ej., orientación en el terreno,aprovechamiento del terreno en caso de observarlo el enemigo,ocupación de cubiertas contra la vista y fuego enemigo, etc..

Prescindiendo de esta comprensión innatural de la instruc-ción individual en un esquema de temas tácticos, contienenlas prescripciones referidas una serie de principios fundamen-tales, como p. ej., la preparación previa del jefe en la instruc-ción de pequeños ejercicios de cuadros antes de trabajar conla unidad respectiva; ejercitación de cada tema primero conel grupo y después sucesivamente hasta el batallón. Igual-mente hacen resaltar dichas prescripciones el ejemplo perso-nal del instructor, que debe estar en condiciones en todo mo-mento de mostrar a sus hombres la ejecución correcta del ejer-cicio, como también encontrarse en contacto estrecho y per-manente con ellos, para vigilar sus progresos y defectos.

Finalmente, se recalca en ellas especialmente, que no ese trabajo sobre el papel sino la dirección personal inmediatala que tiene una gran importancia, aunque el referido trabajosobre el papel es provocado forzosamente por el mismo regla-mento. Por otra parte, las normas prescritas para la califica-ción, con sus sistemas minuciosos de porcentajes y puntos,tienen que hacer problemático el resultado de la instrucciónque, por lo demás, es adecuada. Esas prescripciones que tra-tan de fijar en cifras el rendimiento de una tropa en el combate,a los fines de una comparación imparcial, tienen que impediruna instrucción vivaz y real. Ellas conducen ya sea a un juegoinútil de cifras o—cuando son tomadas en serio, lo cual suce-derá en la realidad—al traslado del centro de gravedad de lainstrucción hacia una carrera desenfrenada para conseguir pun-

M. del E. 13.

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tos de calificación, en lugar de dedicarse a un trabajo amolda-do minuciosamente a cada caso particular.

Tales prescripciones que por lo demás se hallan en lodoslos reglamentos rusos caracterizan la reducida confianza quese tiene allí en el juicio personal del jefe. No se admite quea. liase de sus observaciones personales pueda efectuar con sumejor voluntad y a conciencia un juicio exacto e imparcial sobreel grado de instrucción de una unidad, imponiéndose en cam-bio un esquema con el cual ha de calcular dicho grado de ins-trucción.

¿Cómo puede vencer el atacante la resistenciadel fuego enemigo?

Por el Mayor Félix von Frantzius.

La ejecución de un ataque depende de un modo decisivode si el atacante llega, a vencer la eficacia o sea la resistenciadel fuego enemigo. La guerra mundial nos ha enseñado queno se puede contar con su paralización absoluta. ¿Cuántas ve-ces algunas fuentes de fuego que se hicieron sentir inesperada-mente en el último momento, han hecho fracasar un ataqueque ya parecía tener éxito? Por esta razón el atacante debedirigir su atención primordial e ininterrumpida al vencimientode la resistencia ejecutada por el fuego enemigo. En lo siguien-te voy a dar algunos puntos de vista a este respecto.

Primero vamos a ocuparnos de la protección pasiva con-tra el fuego enemigo o sea., de las medidas que toma el ata-cante para disminuir o suprimir la eficacia del fuego del de-fensor. Lo esencial del ataque es el movimiento hacia adelan-te en dirección al enemigo; este movimiento no puede ejecu-tarse por regla general sin ostentar blancos al enemigo, porquesólo en algunas partes del terreno y por pocos momentos, se-rá posible sustraer el movimiento a las vistas del enemigo. Porel más hábil aprovechamiento del terreno, por un enmascara-miento concienzudo, y por el uso de los útiles de zapa, elatacante debe tratar de disminuir su visibilidad y su vulnera-bilidad al mínimo. Por el desdoblamiento de la tropa en uni-dades muy pequeñas debe desparramar el fuego enemigo; y,finalmente, se sustraerá al fuego apuntando del enemigo apro-vechando la obscuridad y la niebla natural o artificial o nubesde humo y de tierra.

750 MEMORIAL DEL EJERClTO

Fuera de esta protección pasiva contra el fuego se nece-sita el combate activo contra las fuentes del fuego enemigo. Sesobreentiende que el fin más importante es la destrucción delas armas de fuego enemigas, porque en tal caso están elimi-nadas del combate ulterior. Pero esta ventaja se puede obtenersólo en casos excepcionales. Por regla general el atacante de-berá estar contento, si llega a aplastar y paralizar las fuentesdel fuego enemigas, es decir, si las obliga a interrumpir pe-riódicamente su fuego (para cubrirse o cambiar de posición)y a apuntar mal (por la eficacia moral, por pérdidas, por lasmáscaras contra gas puestas, etc. ).

Esta forma de combatir la resistencia del fuego enemigoserá relativamente fácil, donde se ha reconocido la posiciónenemiga, siempre que se usen armas apropiadas, provistas dela suficiente cantidad de munición. Pero precisamente «en estesentido la acción del atacante encontrará dificultades especia-les, porque la mayor parte de las armas de fuego enemigastirarán desde posiciones bien cubiertas y enmascaradas. Estefuego misterioso, bien sensible, cuyas fuentes no pueden loca-lizarse, es el adversrio más peligroso de todo ataque.

En primer término el atacante deberá tentar de desen-mascarar a este enemigo, es decir, de reconocer el mayor nú-mero posible de sus posiciones de fuego. El reconocimientopor los aviadores y por las secciones de medición óptica yacústica podrá desempeñar para este efecto un papel muy im-portante. Pero ante todo, cada unidad en su faja de ataque,debe tratar, con todos los medios, de formarse el cuadro máscompleto posible de las formaciones de fuego del enemigo porsu propia observación en cuanto a espacio batido, duración ydirección del fuego y clase de éste. El resultado debe ser co-municado, eventualmente, a otras unidades vecinas, a la arti-llería, etc.. Para ellas, estos partes pueden ser de gran impor-tancia para el complemento, la comprobación o corrección delas observaciones hechas por ellas mismas.

Un medio que tiene el. atacante contra las posiciones defuego enemigas que no puede localizar exactamente, es el tiropor zonas. En este caso se baten—eventualmente por granadasde gas—zonas enteras en que se supone la existencia de posi-,ciones enemigas. Sin el enorme gasto de munición que requiereeste procedimiento de tiro, generalmente no será posible llevara cabo un ataque contra un enemigo moderno. El atacante nopuede confiar en tener la suerte de reconocer exactamente lasposiciones de la zona principal de resistencia. Las maniobrasy los ejercicios de tiro ejecutados en tiempo de paz nos enga-ñan fácilmente en este sentido.

¿COMO PUEDE VENCER EL ATACANTE.. . . 751

Ciertamente un atacante, provisto de los medios modernosde combate, dispone de armas de fuego acorazadas muy mo-vibles, de aviones y de tanques que están en condiciones deinfiltrarse en la profundidad de la zona enemiga de resistenciapara reconocer y combatir las fuentes de fuego. Pero si se qui-siera encomendar a éstos — para evitar el tiro costoso por zo-nas—la paralización de todas las fuentes de fuego que la arti-llería y la infantería no pueden reconocer, se necesitaría ma-sas inimaginables de aviones y tanques. Hay que tener enMienta que, al infiltrarse estos últimos en el sistema de defen-sa, se hará sentir la eficacia de las piezas de artillería y ame-tralladoras enemigas, hasta ese momento mudas que, en talcaso, también deben ser batidas por los mismos tanques o unaparte de ellos. Por esto soy de opinión que tanques y avionesdeben dirigirse sólo contra los blancos que, a pesar de todo elpropio fuego, sea apuntado, sea por zonas, aparezcan inespe-radamente en el momento del asalto. Sirven, pues, para densi-ficar la red de fuego que el atacante sobrepone al dispositivodel defensor y para llenar los vacíos que eventualmente sepresenten en ella. Tomando en cuenta las grandes dificultadesen cuanto al reconocimiento de las posiciones enemigas, el em-pleo de estas armas es no sólo necesario sino de importanciadecisiva; no existen otras armas que estén en condiciones deromper la última y decisiva resistencia de fuego del defensor.

Como ya he dado a entender más arriba, el tiro del ata-cante no puede tener otro fin que el de aplastar el fuego ene-migo. Los momentos durante los cuales se lo consigue deberánser aprovechados para el movimiento, es decir para el avanceenérgico de las fuerzas vivas. Puesto que, por otra parte, casinunca se puede contar con la paralización simultánea de todaslas fuentes de fuego enemigas—por la simple razón que qui-zás una que otra todavía no esté reconocida o aparezca ines-peradamente—el movimiento debe ser apoyado por la protec-ción pasiva. Sólo coordinando y armonizando de esta manerala protección pasiva y activa, el movimiento y el fuego, sepuede llegar a vencer la resistencia del defensor y se puedeesperar la victoria con pérdidas tolerables.

Las Transformaciones de la Infantería

(De la Revista de Infantería francesa)

Traducido por el Mayor Sr. Carlos Meirelles G.

Casi todos los Ejércitos europeos han permanecido fieles a.la organización de las pequeñas Unidades que existía a fines de1918. Las modificaciones introducidas al armamento, a pesar dehaber sido muy considerables, desde esta época no han produci-do todavía transformaciones importantes en esta organización.Sin embargo, parece que el momento de hacerlo hubiera llegado.Las discusiones y los estudios que se han efectuado desde 1919,han provocado una evolución en las ideas. La discusión se dirigemás particularmente a la organización del Batallón, unidad tác-tica por excelencia de la infantería.

La "Revue d ' Infanter ie" ha expuesto ya en sus crónicas al-gunas de las tendencias que dominan actualmente en el extran-jero. Estas se agrupan en dos partidos principales que seoponen.

1º Aquel que considera qué la infantería contemporánea esmuy pesada porque sus ametralladoras han sido asignadas a ladotación del batallón. Los que así piensan estiman, en efecto,que el combate de esta unidad táctica reviste un carácter, dema-siado metódico y demasiado acompasado, que entraba el libreejercicio de la iniciativa de los cuadros subordinados y de los eje-cutantes, impidiéndoles explotar las ocasiones que ofrece el cam-po de batalla. El gran reproche que se hace a nuestra infanteríaen el extranjero es el de que sacrifica demasiado la maniobra enbeneficio del fuego. (1).

2. " El partido que estima que el combate de infantería exigeuna potencia de fuego considerable y que, por consiguiente, pidela asignación al batallón de todos los medios necesarios para que

(1) El reproche es merecido: pero el defecto se debe más a los hombresque a la organización. Hasta con haber asistido a algunos de los ejercicios decombate de nuestras unidades de infantería en los campos de instrucción para

754 MEMORIAL DEL EJERCITO

pueda mantener la acción de extremo a extremo. Estos son, sise quiere, los tradicionalistas, los que razonan según las expe-riencias de la última guerra. (2).

El Ejército inglés, que cuenta con un buen número de in-vestigadores y de espíritus originales, se ha lanzado a fondo enel estudio de las transformaciones de la infantería.

Todos conocen la forma en que nuestros vecinos han estu-diado el problema de la motorización, cuestión que nuestras re-vistas militares han seguido muy. de cerca. Su finalidad consis-te, antes que nada, en la búsqueda de la movilidad en vista dela maniobra. Esta idea se encuentra igualmente en las experien-cias actualmente en curso a fin de establecer la organizacióndefinitiva de la infantería.

Los periódicos ingleses de estos últimos meses dan a conocerinformaciones muy interesantes relativas a esta transformación.

(1) La tendencia actual tiene por objeto la disminución delos efectivos de la división de infantería, compensada, por supues-to, por un aumento de las armas automáticas, a fin de lograr tam-bién una mayor movilidad.

Las' piezas de artillería liviana deberán ceder su puesto a losmorteros de infantería. La motorización de la División permitiráuna disminución de los efectivos en cerca de 1. 000 hombres, com-pensada por un apoyo de los carros de asalto y por un aumento enel número de las armas automáticas.

darse cuenta de la lentitud desesperante de la progresión. Algunos disparosaislados de fusil son suficientes para detener todo propósito poco decidido deavanzar y para hacer desplegar el sistema de fuego completo del batallón. Seimpone una reacción seria de parte nuestra. Nuestros cuadro deben persua-dirse que una lentitud excesiva en la progresión será a menudo de consecuenciasdesastrosas. En el combate de encuentro, en particular, tendrá como resul-tado la posesión, por parte de un adversario más enérgico, de todas las zonasde los observatorios.

A este respecto es muy interesante leer el estudio publicado por el Te-niente-Coronel Hurst en la Revue d'Infanterie, de mayo de 1935, con el títulode "L'Infanterie au ralentie", cuya traducción aparece en el presente número"El Memorial".

(2) Existe, además, un tercer partido (del cual somos nosotros), cuyatesis es la siguiente: El combate defensivo y el combate ofensivo exigen unarmamento substancialmente diferente: armas de trayectoria rasante para ladefensa y de trayectoria curva para el ataque. "En consecuencia, el Batallónde Infantería debería estar dotado de ese doble armamento, del cual una partesolamente sería empleado según las circunstancias, en tanto que la otra seríadejada atrás.

LAS TRANSFORMACIONES DE LA INFANTERIA 755

Las experiencias están en curso, dicen nuestros colegas bri-tánicos, (2) acerca de los puntos siguientes: apoyo de la infan-tería por las armas automáticas, morteros y elementos blindados.

Si los resultados de estas experiencias fuesen decisivos, lanueva brigada inglesa estaría constituida, según nuestros au-tores, por lo siguiente: 3 batallones de fusileros (con fusiles ame-tralladoras y morteros), 1 batallón de apoyo (ametralladoras yarmas contra blindajes). Los bagajes serían motorizados.

Los batallones de fusileros estarían constituidos por cincocompañías de fusileros y 1 de morteros y de D. C. A. (defensacontra aeronaves). Cada compañía constaría de 4 secciones a 3grupos. El batallón de apoyo se compondría de 3 compañías deametralladoras y 1 compañía de armas contra blindajes.

Las experiencias efectuadas han sido de una duración de-masiado breve todavía para que se pueda obtener de ellas con-clusiones definitivas. Es probable que estas brigadas participenen las importantes maniobras que se efectúan en Inglaterra ca-da año y que el comando inglés esté en situación, se nos dice,de quedar informado en otoño de 1935 acerca del valor del nue-vo sistema.

Sin embargo, es posible formarse una idea a priori acercade las ventajas y de las debilidades de esta organización.

La asignación de 4 morteros al batallón aumentaría las po-sibilidades ofensivas de esta Unidad. Pero esta cantidad es to-davía insuficiente, en especial en la guerra de movimiento quees cuando el batallón operará con frentes bastante extensos (1).

Si la ametralladora liviana inglesa no es superior a nuestroP. A. en lo que se refiere a estabilidad, parece peligroso privaral batallón de unidades que tienen orgánicamente armas auto-máticas. (2). La asignación de las ametralladoras al escalónbrigada (3) junto con los elementos de acción contra blindajes,

Otros criterios van más lejos (Siddell Hart, por ejemplo; ver la Revued'Infanterie de noviembre de 1933) y admiten la existencia de dos tipos deinfantería especializadas, una en la ofensiva y la otra en la defensiva. Estatendencia se encuentra en ciertos escritores militares, en Francia y otrospaíses.

(1) Ver, por ejemplo, el London Times del 16. XI. 934.(2) Army, Navy and Air Force Gazette, etc.(1) Es necesario reconocer, sin embargo, que la rapidez del tiro de los

morteros y su calentamiento poco rápido permiten utilizarlos por piezas ais-ladas y emplear la sección sobre varios objetivos a la vez.

(2) El Coronel Halvor Jessen, del ejército danés, que tiene un conceptoanálogo de la organización del batallón, preconiza el F. A. sobre ajuste, con locual, dice, posee la estabilidad de la ametralladora. Preconiza igualmente unlanza-granadas perfeccionado cuyo alcance es de más de 650 metros.

(3) La brigada corresponde más o menos a nuestro regimiento.

756 MEMORIAL DEL EJERCITO

parece una fórmula muy feliz. Esta organización tendría toda-vía como consecuencia, evidentemente, un escalonamiento en pro-fundidad del dispositivo de la brigada, lo cual es un beneficioconsiderable. Pero es de temer que, empeñada la brigada en fren.tes extensos, lo que ocurriría sin duda en las operaciones ini-ciales de una campaña, este procedimiento puede provocar unadispersión tal, que el comando de estas unidades resultaría casiimposible.. Se puede temer también que este poderoso arma-mento quede a menudo, en parte, inutilizado en el ataque.

La última fase de la guerra de 1918, en Francia, las ope-raciones en regiones montañosas y las campañas coloniales. deestos últimos años, prueban claramente que el batallón de infan-tería es siempre la verdadera unidad de combate y que el Co-mandante de batallón es el verdadero Jefe en la guerra. A nues-tro juicio, es en este escalón en el cual debe realizarse la com-binación de las fuerzas, lo que no excluye la busca de maniobray de la movilidad.

La fórmula del batallón o, al menos, la que nosotros hemospreconizado ya en la Revue d'Infanterie del mes de setiembrede 1933, parece ser la del batallón a 5 compañías: 4 de fusilerosy 1 de apoyo constituida por 8 morteros y 8 ametralladoras, máslas armas contra blindajes. La D. C. A. podría ser devuelta conventaja a la unidad superior.

La fórmula inglesa se acerca mucho a ésta. Se puede esti-mar, en efecto, que el Comandante de la brigada se verá obligadoa repartir una parte de sus ametralladoras entre los batallonesde fusileros. En este caso, nadie duda que ellas puedan ser pues-tas a las órdenes de los Comandantes de Compañía de apoyo deestos batallones.

Se objetará talvez que el batallón así organizado es una uni-dad pesada y difícil de manejar. No lo es más que nuestro ba-tallón actual si cada compañía de fusileros es a tres secciones,lo que da al Comandante de Compañía suficiente posibilidad demaniobrar. El batallón a 4 compañías de fusileros ofrece, porel contrario, grandes posibilidades en la guerra de movimientoen la cual es necesario disponer de fuertes reservas. Se podríaadmitir que el dispositivo habitual del batallón sería el "bata-llón cuadrado" (dislocación en cuadro) que permitiría dejardos compañías de fusileros a disposición del Comandante del Ba-tallón para maniobrar.

En lo que respecta al Ejército inglés, no olvidemos que elencuadramiento del batallón es muy superior al del batallónfrancés y que el Teniente-Coronel Comandante de batallón dis.pone de abundantes medios de comando y de transmisiones.

Tic Coronel (Jüzeillcs,

Bombardeo en Picado Vertical(De la Revista de Aeronáutica Española).

Sobre este tema se ha publicado en la revista sueca Ftyg-ning (I-35) un interesante artículo basado en los resultados delos ejercicios realizados por la Aviación militar del país y delcual extractamos lo siguiente: «En las experiencias verificadasen Suecia durante los pasados verano y otoño, tomaron partetres aviadores, el teniente Bjuggren, el alférez Selander v elsargento Olsson. Durante el período de ensayo se realizaronunos 700 descensos en picado vertical de una longitud de 900metros como mínimo. En el mes de Agosto, cada piloto realizóen. diez y nueve días de vuelo un promedio diario fie 10 des-censos en picado vertical desde una. altura de 1. 000 metros; alcabo de seis semanas un piloto realizó en un día 12 descensosen picado vertical, volando todavía ocho veces más como ob-servador.

Otro piloto realizó también en un día siete ataques desde4. 000 metros de altura. Mucho se han exagerado las dificulta-des del bombardeo en picado vertical, dificultades que se resu-men en los tres puntos siguientes: el esfuerzo material y psí-quico de los tripulantes, la solidez de los aviones empleados y,construcción del visor.

R e s p e c t o a l e s f u e r z o q u e h a n de r e a l i z a r e l p i l o t o y e l o b -servador no es mucho mayor que el necesario para algunas fi-guras de acrobacia. En los viudos realizados en Suecia no he-mos notado sintonía alguno de malestar, aún en el caso de ob-servadores relativamente poco entrenados y que por ocupar elasiento posterior tenían que sufrir más las rudas condicionesdel vuelo.

758 MEMORIAL DEL EJERCITO

Todo piloto de caza puede acostumbrarse al vuelo de bom-bardeo en picado vertical por medio de un entrenamiento ade-cuado, no existiendo dificultad alguna para formar un númerosuficiente de pilotos aptos.

La práctica con los aviones Hawker «Hart» ha demostra-do que el material satisface los requisitos de la maniobra, apesar de la carga nónuple que tiene que soportar a la salida delpicado vertical. Los ejercicios fueron realizados con visoresmuy sencillos. Factores técnicos que influyen en la maniobrason, entre otros, el ángulo de picado del avión, la longitud deldescenso en picado vertical y la altura a la cual se realiza ellanzamiento.

Cuanto más vertical sea el picado tanto menos se desvía labomba. La construcción de los aviones y las leyes del lanza-miento no permiten utilizar un ángulo superior a 80 ó 85 gra-dos. En nuestros «ejercicios el ángulo utilizado fué siempre de70 a 80 grados.

La longitud del descenso en picado vertical estará deter-minada, de una parte, por la necesidad de que la bomba en elmomento del lanzamiento lleve la máxima velocidad inicial, yde otra parte, por la limitación impuesta al avión de no man-tener por mucho tiempo la misma velocidad y el mismo curso,pues esto facilitaría el tiro de la antiaeronáutica enemiga. Engeneral, la longitud del descenso en picado vertical ha de man-tenerse inferior a los 1. 000 metros que corresponden a un tiem-po de descenso acelerado de anos diez segundos. La velocidadfinal es de unos 400 a 500 kilómetros por hora que correspon-den a 115 ó 150 metros por segundo. En Inglaterra, con avio-nes del servicio se ha llegado a velocidades de 650 kilóme-tros por hora.

El empleo táctico del bombardeo en picado vertical estarádeterminado en primer lugar por el estado meteorológico. Contiempo despejado el avión ataca cayendo rápidamente en tra-yectoria acrobática—para disminuir las probabilidades de laantiaronáutica—hasta la posición final de ataque (véase lafig. 1).

Con tiempo parcialmente cubierto (véase la fig. 2) el aviónutiliza las capas de nubes para hacerse invisible y escapar altiroteo. El avión realiza del mejor modo el ataque, descendien-do por el borde de una nube o por un claro entre las nubes. Siel tiempo está totalmente cubierto, entonces el piloto determinala ruta y la sigue en vuelo instrumental, ya sobre la capa nubosaya en el interior de la misma, hasta llegar al punto donde ha decomenzar el ataque (véase fig. 3). En caso que sea necesario elavión puede descender debajo de la capa nubosa para compro-

BOMBARDEO EN PICADO VERTICAL 759

bar o rectificar su ruta. Si el ataque se realiza por una agru-pación de aviones, el vuelo de aproximación se realiza esencial -

e del mismo modo que en el caso de un avión aislado. An-1 ataque propiamente dicho la agrupación se reune de modo

adecuado alrededor del objetivo (véase fig. 4). Una vez conse-guido esto, los aviones realizan individualmente el ataque concierto intervalo entre uno y otro.

La velocidad inicial de la bomba es mayor en el bombardeoen picado vertical que en el bombardeo horizontal. En el bom-bardeo en picado vertical con bombas de tipo ordinario se pue-de contar con la perforación de una coraza de 41 milímetrosde acero al cromo-níquel por una bomba de 150 kilógramoslanzada desde 1. 300 metros de altura.. Una bomba de 300 kiló-gramos lanzada de 3. 000 metros, perfora una coraza de 84 milí-metros.

La acción de la artillería antiaérea y de las ametralladorasse basa en que el avión atacante conserve durante un determi-nado período la misma ruta, la misma altura y la misma ve-locidad. Eso es de la mayor importancia en el momento del tiro.El avión se dirige al lugar del ataque, modificando inesperada-mente ruta, velocidad y altura y aprovechando la ocultación en-tre las nubes. El ataque propiamente dicho se realiza del modomás directo sobre el objetivo y dura relativamente muy pocotiempo. Ya sea por los movimientos del objetivo, ya para co-rregir la deriva del viento, la dirección del descenso del aviónha de ser modificada, pero, al llegar a los últimos 300 ó 400metros, ha de conservarla, por el contrario, con exactitud paraque la bomba, al ser lanzada, no sufra una desviación lateral.Durante el descenso en picado vertical el avión ofrece un blan-co relativamente pequeño. Las posibilidades de la artilleríaantiaérea contra el avión atacante son mucho más pequeñasque en el caso del bombardeo horizontal.

Una agrupación que realiza un bombardeo en picado ver-tical ataca al objetivo de un modo concéntrico de modo quedescentra y desorienta el fuego de la antiaeronáutica. La mayorseguridad de conseguir impactos y la menor vulnerabilidad parala artillería antiaérea hacen que, para alcanzar una acción de-cisiva sobre el enemigo, sean necesarios menos aviones que enel caso de un bombardeo horizontal en serie.

En muchos países se han realizado numerosos ejercicios debombardeo en picado vertical; pero donde más se ha progresa-do en este sentido es en Norteamérica, pues allí ya se hancreado dos agrupaciones de bombardeo en picado vertical queestán destinadas a bordo de porta-aviones. Los aviones son bi-plazas y pueden portar 450 kilógramos de bombas. Su alcance

760 MEMORIAL DEL EJERCITO

máximo es de 850 kilómetros y su radio de acción prácticode 300 kilómetros. Las características del bombardeo en picadovertical son, pues: gran seguridad de hacer blanco sobre ob-jetivos pequeños, gran capacidad de perforación de la bomba,gracias a su elevada velocidad inicial y pocas probabilidadesde pérdida de avión por fuego de artillería o ametralladorasantiaéreas».

BOMBARDEO EN PICADO VERTICAL 761.

762 MEMORIAL DEL EJERCITO

BOMBARDEO EN PICADO VERTICAL 763

M. del E. 14.

Algo sobre mimetismo(De la Revue d'Artillerie, Francia, Marzo 1935).

Traducido por el Mayor Sr. Carlos Meirelles.

«Ocultar los movimientos al enemigo, saber enmascararel personal, el material, las instalaciones de retaguardia y los tra-bajos en ejecución, ha llegado a ser una condición esencial delbuen éxito en la ofensiva y una necesidad diaria en la defen-siva.

Ocultarse es, pues, ahora un arle, arte tanto más difícilcuanto mayor es la perfección constante de los medios de ob-servación. Es necesario reconocer, desde luego, que nuestraeducación militar no había sido desarrollada en este sentidoantes de los acontecimientos actuales, toda vez que la idea mis-ma de disimularse repugnaba a nuestro carácter.

Este arte ha dado, margen a una ciencia nueva, el mimetis-mo, actividad que ha tomado una importancia tal en la guerramoderna, que sus principios esenciales deben ser conocidospor todos los combatientes».

Así comenzaba la, instrucción sobre mimetismo publicadapor el Ministerio de Guerra francés el 2 de Abril de 1918.

El mimetismo, que es, en suma, una, especie de ardid deguerra, como se dijera en otros tiempos, tiene un origen muyantiguo. Mimetismo era el «tarnkappe» de las viejas leyendasescandinavas, manto que hacía invisibles a los que lo llevaban;el Caballo de Troya; los vellones de lana de cordero gracias alos cuales el astuto Ulises y sus compañeros se fugaron de la(averna del Cyclope; los vestidos de leñadores y los haces deleña que permitieron a Duguesclin y a sus hombres de armasapoderarse de cierto castillo fuerte; el bosque que anda de que

766 MEMORIAL DEL EJERCITO

habla Shakespeare. En un artículo de la revista Rumana de Ar-tillería (Revista Artilleriei Noviembre-Diciembre 1934, el Te-niente Coronel N. T. Grama cita otros ejemplos de mimetismoen el siglo XVII, durante uno de los sitios de Bensancon; tam-bién durante las guerras napoleónicas y en. la guerra ruso-japo-nesa.

De esta suerte se encontrarían todavía una serie de casos,en la historia de todos los países, tantos, que si se diera a la ex-presión el sentido más amplio posible se podría, considerar comomaniobra, mimetizada a todo procedimiento táctico, a todo arti-ficio destinado a engañar al adversario.

Sin embargo, hasta una época reciente, el mimetismo, quedesde el punto de vista de su nombre no se había hecho exten-sivo para, calificar las actividades humanas en el sentido querealmente significa, era un procedimiento frecuente, pero acci-dentalmente empleado. En la actualidad constituye una preocu-pación constante del Comando en todos los escalones de lajerarquía y se toma en consideración en la preparación y ejer-cución de todas las operaciones, especialmente de la artille-ría. En 1914 no había una preocupación especial para enmas-carar las posiciones y bastaba con asegurar a las baterías unrelativo desenfilamiento con respecto a los observatorios te-rrestres del enemigo. Los rápidos progresos de, la aviación y dela, fotografía aérea exigieron rápidamente otras precauciones,no sólo dentro de los ejércitos, sino que también en el interiordel país en donde el mimetismo es uno de los medios ordinariosde la defensa pasiva.

Sin embargo, desde antes de la guerra, los diferentes ejér-citos habían buscado uniformes de campaña poco visibles (ex-periencia de la tenida resedá en Francia) y casi todos habíanadoptado el color kaki o gris. A este respecto, el Mayor Ale-mán Ammon ha formulado una protesta en la Revista Technikund Wehrmacht, números 5-6 de 1921. En ella sostenía quese seguía una orientación errada al adoptar tintes neutros yuniformes. En un paisaje, explicaba, no son los objetos unifor-memente coloreados los menos visibles en la lejanía; tampocolos que presentan manchas irregulares; son aquellos objetoscuyos colores están repartidos en una forma tal que puedencontrabalancear los efectos de la iluminación, disminuyendo elcontraste de las sombras propias y de las sombras proyecta-das. Al aire libre, la iluminación viene desde arriba; por lo tanto, el uniforme será menos visible si es obscuro en su parte superior y claro en su parte inferior. El Mayor Ammon llamabaen su auxilio a la naturaleza que aplica esta regla tanto al pe-laje de los animales como a la caparazón de los insectos cuya

ALGO SOBRE MIMETISMO 767

villa está, permanentemente amenazada, y da como ejemplo elpelaje de la liebre (véase la Revue d'Artillerie N. ° 88, pág.508). No somos competentes para decir si la teoría del MayorAmmón era buena; en todo caso parece que ningún Comandoné convencido en este sentido y, si ciertos Ejércitos como elBritánico, procuran mejorar sus uniformes de campaña, es me-nos desde el punto de vista del color y del mimetismo que del

la comodidad para los movimientos y de la protección con-tra la intemperie.

La cuestión, del uniforme no preocupa hoy día en lo que serefiere a mimetismo. Es el mimetismo el que está a la ordendel día y la publicación simultánea de dos artículos sobre lamateria en dos grandes Revistas de Artillería extranjeras es,

este respecto, muy significativa. En efecto, además del estudiodel Teniente Coronel (¡rama, indicado precedentemente, un ofi-cial de Ingenieros italiano, el Teniente César Contadini, hapublicado en la Revista d'Artigleria e Genio, de diciembre de1934, un artículo intitulado: «Ocultamiento y Mascheramiento».

El 'Teniente C. Contadini insiste, para comenzar, acercade la importancia actual del mimetismo. Con los medios deataque modernos, escribe, debe llegarse a la conclusión de queludo lo que es visible corre el riesgo de ser destruido. El mi-metismo hará perder al fuego enemigo parte de su potencia,presentándole objetivos inciertos o mal definidos; permitirá la,mejor utilización del factor tiempo, substituyendo, al menosparcialmente, los trabajos de tierra; permitirá sorprender alasaltante ocultando el valor de los medios de la, defensa; dis-minuirá las pérdidas en hombres y material. Pero si su em-pleo es importante en la defensiva, no lo es menos en la ofen -viva: Permitirá, en efecto, conservar el secreto de las inten-ciones del Comando, disimulando los preparativos y reducirála eficacia de la, contra-preparación del adversario, substra-yendo a su investigación los elementos activos y ofreciendo asus tiros objetivos simulados. Para que el mimetismo cumplacon los fines de su empleo es condición indispensable que suorganización sea coordinada, tal cual se hace con los otrosmedios de lucha, hacia un objetivo táctico determinado y den-.tro de un metódico plan de conjunto.

Después de haber expuesto estas ideas generales, el autorpasa a la parte técnica y artística, del mimetismo. El hace dis-tinción entre el Ocultamiento, que es la adaptación del objetoa la naturaleza ambiente, mimetismo), y el Enmascaramiento,que es la transformación de los elementos característicos delobjeto a fin de hacerlo invisible o inconocible a la observa-

768 MEMORIAL DEL EJERCITO

ción enemiga. El autor examina enseguida las condiciones delempleo de los distintos materiales, naturales y artificiales ja-mas, redes, etc. ) en los diferentes casos. Según su estimación]para mimetizar una pieza de 7, 5 mm. será necesario un tra-bajo de veinte a treinta minutos con un equipo de una docenade hombres que dispusieran de material apropiado con un pesototal de 12Ü a 150 Kgs. (carpas, soportes, herramientas, etc. )

La parte técnica del mimetismo no puede ser descuidadaAlgunas planchas fotográficas anexas a la Instrucción del 2 deAbril de 1918 a que se hace referencia al comienzo de este co-mentario, permiten darse cuenta que, un mimetismo mal ejecu-tado puede ser peor, a veces, que la ausencia total de este me-dio de ocultación. Demuestran también que la yuxtaposición deelementos semejantes, unos mimetizados y los otros no, es per-judicial. Por otra parte no producirá ningún beneficio mime-tizar una instalación si las pistas reveladoras que conducen aella no han sido mimetizadas.

El mimetismo exige, pues, una verdadera disciplina del cam-po dé batalla a fin de mantener su acción no sólo sobre las ins-jalaciones, sino también sobre las vías de comunicación y losmovimientos de las tropas y de los vehículos.

Es este el punto de vista general en el cual se sitúa el Tte.Corl. Grama en su estudio de la. Revista de Artilleriei. Des-pués de haber recordado los procedimientos usuales del mime-tismo, tomando esta expresión en su sentido más amplio, estu-dia los medios de disimular la artillería en los diversos aspec-tos de las operaciones ofensivas y defensivas: marcha lejosdel enemigo, alojamientos, marchas de aproximación, desplie-gues (reconocimientos, ocupación de posiciones), ataque. Estu-dia igualmente, con mayor minuciosidad, el mimestismo de lasposiciones de tiro, de los escalones, observatorios, organismosde transmisiones, etc Termina indicando ¡a necesidad de unainstrucción cuidadosa de los cuadros y de la «tropa en lo quese refiere a esta nueva rama de la actividad militar.

Pero la impresión que se desprende de la Lectura de estosartículos, por lo demás muy bien presentados, es que, si los me-dios de investigación y de destrucción han hacho desde la granguerra progresos apreciables, no ha ocurrido lo mismo con losque se han realizado en el arte de ocultarse. En efecto, se hanllevado a cabo interesantes experimentos y se han obtenidaciertas realizaciones para, hacer desaparecer o atenuar el res-plandor y ¡el sonido del disparo de las armas de fuego, así comotambién para lograr la formación de cortinas de humo o de ne-blina artificial. En estos casos no se trata del mimetismo pro-

ALGO SOBRE MIMETISMO 769

píamente dicho y parece que, en cierto modo, éste ha quedadoestagnado en los procedimientos y fórmulas que datan desde lagran guerra.

¿ Será que el problema no ha tentado a los investigadoreso que el mimetismo ha alcanzado de un golpe un estado rela-tivo de perfección, en espera del día en que un investigadorencuentre el medio de hacer invisible el personal y el material?

Experiencia aérea en la revolución griega.

(De la "Revista de Aeronáutica" española. Marzo de 1935).

Respecto a la experiencia aérea, en la revolución griega,escribe el almirante inglés Mark Kerr en el periódico londi-ense The Times ( 2 3 - 4 - 3 ) : «Hoy he recibido dos cartas dericiales de alta graduación de la Marina y Aviación griegasque muestran claramente la razón del limitado daño. causado

los barcos por los aviones en la última rebelión. Según es-is cartas las limitaciones en la actuación de los aviones fue-m debidas: 1. ° a la mala calidad del material disponible yrazones de orden económico que impidieron durante varios

ños la realización de ejercicios de bombardeo sobre blancosmóviles; 2. ° falta de bombas y visores así romo de instrumen-

tos adecuados; 3. ° la gran velocidad del viento, las bajas nu-es y el extremado frío reinantes, a los cuales no están acos-umbrados los pilotos, Pues bien; a pesar de todo esto, lospilotos cumplieron inmejorablemente. Los hidroaviones Faireyrealizaron buenas misiones de reconocimiento con muy mala,visibilidad y los Horsley hicieron varios raids a Creta sin másque un aterrizaje forzoso a pesar de la respetable edad de es-os aviones y la más respetable todavía de sus motores. Los

daños causados al navio Helio fueron pequeños; el Averoffsufrió tres bajas a consecuencia de la explosión de una bom-ba. Esto ha hecho pensar en Grecia en la urgente necesidadde poseer una Aviación moderna. Con todo, fué realmente unexito que la Aviación permaneciese leal, pues en otro caso lascosas hubieran ido por otro derrotero.

772 MEMORIAL DEL EJERCITO

«En definitiva, la utilidad de la Aviación en el mar esevidente para todos los que la han comprobado en la guerra,a despecho de las disquisiciones de los críticos inexpertos. Losgriegos tienen la suficiente sensibilidad para percibir el peli-gro de poseer una Aviación anticuada, máxime cuando a la lec-ción que acaban de recibir se suma el proceder de otras nacionesque vienen practicando con éxito, el bombardeo en picado so-bre blancos móviles y que en el torpedeo hecho sobre barcospor aviones ocultos tras cortinas de humo han conseguido un41 por 100 de impactos.

Las Diferentes Armas en la Guerra Futura.

(De la Revue Militaire Francaise, Junio 1935).

Es la preocupación en Alemania, como en todos, los países,poder determinar que consecuencias podrá tener sobre la fiso-nomía de las operaciones del porvenir y en la organizaciónmisma de las fuerzas armadas, la evolución del armamentopropiamente dicho y, de una manera más general, la de todoslos medios que la técnica moderna pone a disposición de losejércitos.

A este respecto, un escritor militar de allende el Rhin de-sarrolla algunas interesantes ideas en una publicación (1) re-ciento, cuyo resumen sería más o menos el siguiente:

«La evolución del armamento, cuyo comienzo está seña-lado en la última gruerra y cuyo desarrollo se mantiene enplena actividad, debe conducir lógicamente a una nueva reor-ganización de las fuerzas militares terrestres, sobre la base deuna revisión en la proporcionalidad de infantería, caballería,artillería, etc..

La infantería tiende cada día a una mayor independenciay busca procurarse una mayor variedad de armamento (fusi-les, ametralladoras diversas, piezas contra ingenios blindados,armas de tiro curvo) que pueda libertarla de su estrecha de-pendencia respecto a las otras armas.

El desarrollo de los medios de transmisión, ha modificadoen alto grado las modalidades del combate de la infantería. Enel pasado, esta arma podía, en efecto, ejecutar fácilmente ma-niobras sobre los flancos o sobre las espaldas del enemigo y

(1) Militar Wochenblatt, Marzo de 1935.

774 MEMORIAL DEL EJERCITO

existía siempre la posibilidad de sorpresa táctica y de sorpre-sa estratégica. Actualmente no ocurre lo mismo; pero se buscala solución de este problema mediante el acrecimiento de lamovilidad de ciertas unidades de infantería que son transpor-tadas en camiones. Pero parece poco lógico dejar a esta in-fantería transportada únicamente el armamento que comprena l « i n f a n t e a p i e » .

La artillería ha aumentado, por su parte, el alcancé de suspiezas al extremo de que la observación terrestre del tiro hallegado a ser casi imposible. Los carros de asalto y la avia-ción pueden accionar con sus fuegos sobre las tropas enemigas,con lo cual parece que la utilidad de la artillería pudiesepuesta en duda.

De esta, suerte se puede llegar a imaginar una nueva re-partición de las fuerzas en el campo de batalla:

1. °. —Tropas para el ataque y la ruptura:

Agrupadas en divisiones de carros, dotadas de vehículoscuyas cualidades reposarán en su blindaje, dotadas con armasde tiro curvo de todos los calibres y capaces de transitar entodo terreno.

2. °. —Tropas céleres o tropa para la maniobra envolvente.

Agrupadas en divisiones blindadas, que comprenden tropassobre vehículos rápidos, más o menos capaces para todo tenno. Entre ellas se contarían regimientos de ametralladoras yartillería liviana célere.

Esta arma nueva sería especialmente apta para el combatedilatorio (hinhaltender Kampf) y la persecución.

3. °. —Tropas de defensa.

Las antiguas divisiones de infantería: tropas a pie ar-madas de fusil y regimientos de ametralladoras, unidades debarrera (Sperrverbände), fuerte artillería de largo alcance. Es-tas unidades englobarían la masa de los reclutas del servicioobligatorio.

4. º. - Junto a estas grandes agrupaciones subsistirían lassiguientes armas auxiliares: tropas de reconocimiento, zapa-dores, unidades de barrera y tropas de comunicaciones.

Esta especialización permitiría, parece, una disminuciónde los efectivos del ejército de primera línea. La conservacióndel material provoca en efecto, como consecuencia, un escalo-

LAS DIFERENTES ARMAS EN LA GUERRA. 775

namiento hacia atrás del personal necesario a su servicio. (Pa-conservar y amunicionar, un arma automática, se necesitan

de. 7 a 8 hombres; para, un carro liviano cuya tripulación secompone de dos hombres, se emplean 46 hombres que no estánen la línea de fuego; [tara un avión es preciso disponer entierra de más o menos 60 hombres).

El ejército de paz podría estar constituido por las leonasde ataque y las destinadas a la maniobra envolvente, las di-visiones de carros de asalto y las divisiones blindadas en lascuales los conscriptos liarían su servicio militar activo y queestarían en permanente pie de guerra. Como reservistas, estoshombres así instruidos serían destinados a las tropas de de-fensa. En caso de movilización bastaría con organizar las divi-siones (le infantería cuyo material sería preparado en tiempode paz.

Noticias diversas.

Enseñanzas de las Ultimas Maniobras Francesas e Inglesassobre Protección contra Aeronaves.

Según publica un aviador militar francés en la revistaParís Midi», las enseñanzas obtenidas son las siguientes:

Contra los ataques aéreos hay dos métodos, el activo y el pa-sivo. El primero consiste en el empleo simultáneo de aparatoso caza, proyectores y artillería antiaérea. Los proyectores soneficaces solamente en noches y con la ayuda de numerososaparatos escuchas; cuando el ciclo está cubierto de nubes oel tiempo es nebuloso se necesitaría un incalculable número deproyectores para proteger todos los puntos importantes deFrancia; además, la actuación de los aparatos de escucha.queda muy limitada cuando los aviones se elevan a grandesalturas. Por otra parte, aún cuando los proyectores hayan lo-grado introducir al avión en su cono de luz, el efecto de laartillería contra aeronaves es poco eficaz. No hay que olvidarque los actuales aviones se orientan con radiogoniómetros,vuelan a 300 Kms, por hora, y en caso necesario ios avionesde bombardeo se elevan a 6. 000 metros de altura. La defensacompletamente pasiva consiste en series de globos con redespendientes de ellos y enmascaramiento; ahora bien, la des-trucción de las redes no es difícil, como ha demostrado elejemplo de Dunquerque en la guerra, mundial, y el enmasca-ramiento por humos tiene aún muchos defectos.

La defensa contra los actuales aparatos ligeros de bom-bardeo es casi ineficaz, tal es el resultado obtenido por igualen "los ejercicios de Francia y América.

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Para proteger un objetivo son necesarios diez avionescontra uno enemigo. El atacante lleva la ventaja sobre el de-fensor por tres conceptos: la elección del día y hora, de laaltura de vuelo y del blanco. La victoria se obtiene asestandoal enemigo los golpes más duros y rápidos desde distanciasmuy lejanas.

La defensa pasiva contra los ataques aéreos.

La «France Militaire» da cuenta de la reciente inaugura-ción en el Museo de Higiene de la Municipalidad de París, dela «Sección permanente de la defensa pasiva».

En ella se exponen, utilizando varias salas, los procedi-mientos más variados, conocidos hasta el día, para proteger lasmujeres, los niños, la multitud de no-combatientes contra unpeligro que se desencadenará de repente.

Es de alabar la previsora conducta de la Municipalidadde París divulgando esta clase de conocimientos en tiempo depaz. pues, como seguramente las guerras futuras darán comien-zo por ataques aéreos que tendrán por objetivo principal re-trasar la movilización del Ejército o destruir los centros vita-les del país enemigo, será muy difícil en esos primeros mo-mentos improvisar de manera eficaz la, defensa pasiva contralos ataques aéreos.

Fuerzas aéreas independientes en E. E. U. U.

Norteamérica se ha visto obligada a crear. sus fuerzasaéreas independientes al tratar de organizar la defensa nacional:aún cuando lo ha hecho con cierta, timidez, justificada en parte,por el enorme peso de la tradición. Acerca de este punto lee-mos en un editorial de la revista inglesa Army, Navy and AirForce Gazette (2-5-35) lo siguiente: «Siguiendo la trayecto-ria iniciada el pasado año con la creación de la General llead-quarters Air Force (Fuerzas aéreas del Gran Cuartel General)como consecuencia de la propuesta del Comité presidido porNewton D. Baker, ex-ministro de Guerra, la Federal AviationCommission recomienda en su memoria que el empleo de lasfuerzas aéreas como una entidad independiente debe ser objetode constante estudio en el Ejército como en la Marina y debeser ensayado hasta el máximo grado tanto por maniobras tác-ticas como por la adquisición de material adecuado a, las ope-raciones autónomas. El Comité Baker estaba nombrado por elMinistro de Guerra. Sus propuestas han sido confirmadas aho-ra por el estudio hecho sobre una base más amplia por la Fe-deral Commission presidida por Clark Howell. Esta comisión

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ha decidido que la Aviación ya ha pasado con mucho de suposición inicial de útil auxiliar y en el futuro ha de ser con-siderada y empleada como un importante instrumento del man-do supremo; hace constar que las propuestas del Comité Ba-ker son un paso hacia una mayor autonomía y hacia la forma-ción de una Armada Aérea en un futuro no lejano. Mientrastanto, las recién creadas fuerzas Aéreas del Gran Cuartel Ge-neral han sido revistadas por primera vez en Langley Field(Virginia). La nueva Fuerza ha sido calificada por el Ministrode Guerra como la medida más importante y evolucionaría to-mada después de la Guerra Mundial para la modernización delas fuerzas militares norteamericanas. Su mando está encomen-dado al General de Brigada Frank M. Andrews, que ha sidoascendido el pasado diciembre desde el empleo de TenienteCoronel. Se trata de un excelente piloto con gran experienciaen el mando de organizaciones tácticas en el U. S. Army AirCorps. Aún cuando nominalmente la Air Force constituye toda-vía una parte del Ejército, se está liberando actualmente delas viejas armas y de los impedimentos y rémoras de la ma-raña que alrededor de ellas se ha tejido a lo largo de muchasgeneraciones. En vez de que la Air Force haya de ser moldea-da conforme a las ideas de las viejas armas, han de ser éstaslas que han de adaptarse a las necesidades prácticas y a lasexigencias del empleo de la Aviación en la guerra. Una alu-sión muy clara a esto fué hecha por el mismo Ministro de Gue-rra con ocasión del nombramiento del General Andrews en di-ciembre, haciendo constatar en un comunicado oficial que losprincipios que esta medida implica son transcendentales en sutotal contenido, y han de influir sin duda en el desarrollo deotras armas del mismo modo que en el Air Corps; sus efectosrepercutirán en el conjunto de la organización militar. En con-secuencia, hemos de seguir con gran atención estos cambios enel punto de vista norteamericano. No han sido realizados im-premeditadamente y aprisa, sino después de un extenso estu-dio de todos los factores, no sólo de los referentes a la Avia-ción sino al Ejército y a la Defensa Nacional.

Según informe del Estado Mayor inglés se proyecta latransformación provisioria del 3. er Regimiento de Húsares Rea-les en tropa motorizada durante el año en curso. La nuevaunidad se organizará con un escuadrón de plana mayor, mástres escuadrones de combate.

M. del E. 15.

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El ex-Jefe del Estado Mayor holandés ha hecho una crí-tica extraordinariamente severa sobre las fuerzas armadas desu país. Explicó que los Países Bajos se encuentran en unasituación especial no sólo en el continente europeo sino tam-bién en ¡el Pacífico y que, en la garantía de paz de parte dela Liga dé las Naciones poco se podía confiar. La fuerza mili-tar holandesa debía ser lo suficiente fuerte para poder desem-peñar sus actividades inmediatamente al presentarse el peli-gro. Para ésto se precisa, en primer lugar, un ejército bienequipado y listo para defender en cualquier momento las fron-teras del país. El ejército holandés no corresponde a estasexigencias. Ni en el país mismo ni en el extranjero se denotaconfianza alguna en. la fuerza combativa de Holanda. Paraafirmarlo se puede citar muchos ejemplos. Hasta ahora se hatratado de disculpar los defectos del ejército holandés con mo-tivos financieros, pero ya no se debería aceptar argumentosde esa clase. Los medios financieros para las fuerzas combati-vas deberían ser reunidos a todo trance, tratándose de los in-tereses fundamentales de la Nación.

El General añadió que la artillería del ejército holandésse componía en su mayor parte de cañones anticuados y gas-tados.

Las declaraciones sensacionales del General han producidoen todo el país una resonancia extraordinaria.

El comandante del distrito militar de Bergen (Noruega)ha pronunciado, con motivo de un desfile, un discurso sobre elproblema, de la defensa del país que ha llamado mucho laatención. El comandante declaró, entre otras cosas, que No-ruega no estaba en condición de defenderse en un caso de seratacada por sorpresa. En cambio, existen todos los medios na-turales para una defensa eficaz. Lo que falta es mucha volun-tad de adaptarse a éstos y de hacer sacrificios para la defen-sa del país. La situación actual se caracteriza por el hecho deque las tropas se componen en su mayoría de gente inexperta.La escuadra por su parte, se encuentra en un estado de inca-pacidad combativa. Respecto a la aviación hay que constatarque es igualmente insuficiente para la defensa de un territoriotan extenso. Por fin, declaró el comandante, que la defensa deNoruega era la más débil entre todos los demás países europeos.

NOTICIAS DIVERSAS

La agencia Havas informa de Londres, que el presupuestodel Ejército inglés, que fué presentado al Parlamento, demues-tra, en comparación con el año anterior, un aumento de 39, 6millones de libras.

Entre Alemania e Inglaterra se realiza, actualmente, unintercambio de oficiales. Tres oficiales de infantería, artilleríay caballería ingleses se han incorporado, por algún tiempo, aunidades alemanas. En cambio, tres oficialas alemanes de lasmismas armas se fueron a Inglaterra.

Según el periódico inglés «Daily Telegraph» los italianossiguen realizando los preparativos para una guerra contra Abi-sinia. En Eritrea ya han sido desembarcados 60. 000 hombresy 1. 000 aviones italianos, además de una cantidad de auto-móviles, mulas y otros medios de transporte. Se están constru-yendo caminos. Dice el citado periódico que los italianos proba-blemente esperarán hasta que, en el mes de octubre, despuésde la época de las lluvias, el tiempo sea favorable para ini-ciar la campaña.

El diario «China Times» publicó un artículo sobre el in-cremento de la industria química japonesa. De acuerdo con

memorándum del Ministerio de Guerra japonés sobre la mo-rilización de la industria japonesa en caso de guerra, se ha-

La 6. a brigada de infantería inglesa, que se formará den-tro de poco, no utilizará caballos; los de tiro serán reemplaza-

por tractores livianos, automóviles y camiones, los caba-llos de montar por automóviles livianos de dos asientos. Para

combatir los tanques, la brigada será dotada de cañones au-tomáticos de 2 cm. cuyos proyectiles perforan, a 500 m. dedistancia, una plancha de acero de 25 mm. La brigada se com-

rá de una plana mayor, de un batallón ametralladores conametralladoras pesadas y 16 cañones anti-tanques, además

de 3 batallones de infantería, cada uno con 4 morteros de 75cm. y 52 ametralladoras livianas.

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brían invertido, en el año 1933, una suma de 190 millones deyen en la industria química, de los cuales habrían sido cubier-tos 103 millones por los bancos japoneses, con el fin de in-dependizar la industria química del extranjero.

El diario declara además que, últimamente, las autorida-des militares y financieras japonesas han tomado medidas paracrear, en Corea, una fuerte industria química para fines mi-litares. También ha sido proyectada la organización de unasociedad cuya misión será la de aprovisionar al ejército conproductos químicos. En 1935, así dice el diario, se encontrarála industria química japonesa en condición de aprovisionar conproductos químicos no sólo al propio ejército sino también a losextranjeros.

El gobierno siamésico ha resuelto enviar en adelante suscadetes al Japón para que disfruten de la instrucción militarjaponesa. El primer grupo de 10 cadetes ha llegado, bajo di-rección de un Teniente Coronel, al Japón.

En los astilleros de Río Santiago (Rep. Argentina) seempezó la construcción de 2 botes buscaminas para la flotaargentina. Tendrán un desplazamiento de 500 t. cada uno. Se-rán provistos de motores Diessel. Se trata de las primerasembarcaciones de guerra que la República Argentina hace cons-truir en astilleros del país.

La «Liga polaca de defensa contra ataques aéreos y degas» ha publicado una proclama que ha sido distribuida ¡enprimer lugar en las escuelas superiores de Polonia. Esta pro-clama invita a los jóvenes que no han llegado todavía a laedad del servicio militar obligatorio, a inscribirse en los gru-pos de dicha Liga, donde serán preparados para aviadores mi-litares sin costo alguno. Los cursos durarán 10 semanas, máso menos. El primero de los cursos comienza el 1. ° de abril de1935. En el 2. ° curso pueden participar únicamente bachi-lleres.

NOTICIAS DIVERSAS 783

Las fuerzas aéreas japonesas dispondrán dentro dé pocores nuevos tipos de aviones dotados de una velocidad de20 Kms. por hora.Uno de los tipos representa un avión liviano de bombar-

deo de 700 H. P. con capacidad para una carga en bombas dehasta una tonelada. Otro constituye un tipo de avión univer-sal utilizable tanto de día como de noche sea como avión debombardeo, de combate o de exploración. Está provisto de dosmotores de 450 H. P. cada uno. El tercer tipo es un avión debombardeo de dos motores con un total de 1400 H. P. Puedetransportar a largas distancias varias toneladas de bombas. Lostipos antiguos serán, probablemente, dados de baja.

Según informaciones del diario japonés «Tokio NitschiNitschi» se comenzará cuanto antes con la realización de unamplio plan de defensa contra ataques de sorpresa por avio-nes enemigos. El plan tiene su origen en la afirmación del Mi-nistro de Guerra, Hayashi, que una guerra futura no sería de-clarada con anticipación, sino que se iniciaría por sorpresa pormedio de ataques de bombardeo contra los puntos militarmentemás importantes y contra los centros industriales. De acuerdoton esto debería organizarse la defensa contra dichos ataquesaéreos. El plan, que divide todo el Imperio en 5 regiones deseguridad contra ataques aéreos, será presentado en forma deley al Parlamento, y comprende un cambio fundamental de loscuales planes de urbanización, la construcción de abrigos queofrezcan seguridad a la población civil contra las bombas y elfas, una repetición continua de ejercicios de defensa, a los queparticipará la población civil y otras medidas más de impor-tancia.

A fines de junio tuvo lugar en Tokio un ejercicio de de-fensa contra ataques aéreos de enorme extensión, en el cualparticiparán más de 200. 000 hombres. Estuvo bajo la direc-ción de las autoridades del Ejército y de la Marina. Actual-mente se trabaja en un programa que planea la realización deejercicios de esta clase en todo el Imperio.

Después de haber dado a una escuadra de caza el nombredel más grande y heróico aviador alemán, capitán von Rich-thofen, ha decidido el Ministerio de Aviación denominar «Es-cuadra Immelmann» y «Escuadra Boelcke» a las de Mecklen-burg y Baja Sajorna respectivamente. Immelmann y Boelckecayeron durante la guerra.

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El gobierno uruguayo presentó a la Cámara un plan deorganización de las fuerzas aéreas. Se ha proyectado gastar631. 000 pesos para la compra de 6 aviones de combate, otros6 de transporte, armamento de aviones, armas antiaéreas yparacaídas.

La cámara francesa ha aprobado, con 451 contra 11 vo-tos, la ley sobre la organización de la defensa pasiva antiaéreasegún la cual cargará el Gobierno con un 99 o/o de los gastospara la construcción de abrigos contra ataques de bombardeoy de gas, mientras que l % se distribuirá a cargo de las Admi-nistraciones.

Francia y el Africa del Norte.

En una conferencia que dió en febrero de 1934 en el Ins-tituto de Derecho Comparado, el Sr. René Maunier, profesorde la Facultad de Derecho de la Universidad de París, definióla colonización francesa diciendo que era una «empresa y unahuella, una legislación y una educación al mismo tiempo». Yello reviste un carácter especialmente verdadero cuando se con-sidera la obra de civilización francesa en Africa del Norte.Una tradición ya antigua exige que toda colonización sea unacivilización. Otra teoría preconiza que la colonización sea másque nada la valorización de las cosas, es decir una «explota-ción»; en tanto que Francia considera que realiza obra de ci-vilización, es decir de asociación.

Es evidente la parte de idealismo que contiene esta doc-trina, pero no hay que deducir que confine con la utopía: elalcance moral y social de la colonización así comprendida nodisminuye en modo alguno el valor material de la obra per-seguida. Más bien puede decirse que ésta se halla facilitadaporque interviene la buena voluntad de los indígenas estimu-lados por los procedimientos más humanos. Desde el momentoen que la colonización es un contacto entre grupos humanosconstituye forzosamente un conflicto entre concepciones y tra-diciones que se combaten. Por espacio de un siglo ha pene-trado en Africa del Norte la civilización francesa, y es de in-terés observar que en el mismo período la civilización nor-aíricana ha ejercido influencia en los franceses establecidos enel país. El valor de este intercambio merece ser señalado.

Cuando se observan los progresos realizados en Africa delNorte, -especialmente en Argelia, se advierte que Francia se haesforzado por llevar la felicidad y en todo caso ha introducidoel confort: confort material, es decir la seguridad y la pros-peridad, y confort espiritual, si cabe calificar de tal forma elacceso de los indígenas a mayor dignidad, mayor libertad ymayor humanidad.

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Se ha recordado en numerosas ocasiones el esfuerzo te-naz y a menudo implacable que necesitó la conquista de Ar-gelia. Este hecho puede engañar a un observador superficial;;pero mirando las cosas de cerca se advierte que Francia creóallí la seguridad. Aún no hace todavía cien años los colonosno podían cultivar sus tierras sino empuñando constantementeun fusil, y sin remontarnos tan atrás, diremos que los riesgosque se corrían en Marruecos hace unos veinte años eran de lamisma índole. No hace mucho sólo había seguridad en lospuertos: el Banco de Marruecos asumía funciones de policíay mantenía un efectivo de 2. 500 hombres. Hoy, la seguridades completa; seguridad de hecho y también seguridad de de-recho porque únicamente merced a la ocupación francesa hanadquirido realidad los derechos de los indígenas. Si se evocala época, todavía cercana, en que las tribus vivían bajo el ré-gimen de la lucha incesante, se convendrá en que lo que sellama justamente «la paz francesa» no es una locución vana.Se ha obtenido la pacificación de las tribus estableciendo yfacilitando las relaciones entre ellas, especialmente mediante laconstrucción de carreteras y caminos. Se requiere una acciónpaciente para generalizar estos resultados a través de un es-fuerzo metódico que presenta considerables dificultades, sobretodo a medida que se avanza hacia el sur. El legislador y eljuez completan y estabilizan la obra del conquistador. Franciaha creado la fijeza y la claridad, y estos elementos no dejanquizás de constituir una obra revolucionaria cuando se piensaen la vida que llevaban precedentemente los indígenas.

Estos se ven obligados a reconocer que la prosperidad hanacido de la seguridad. El colono francés ha querido que selasegure que el trabajo había de ser productivo; el fin con-sistía en garantizar la propiedad y en enriquecer a los hombres.Primeramente penetraron en el país los productos franceses ycircularon por todas las regiones, luego nacieron las explota-ciones y la valorización de los recursos locales. Es preciso ha-cer justicia a la labor llevada a cabo por los negociantes: sinsu concurso no se hubiera intensificado el cultivo del suelo, nitampoco se hubiese acometido la investigación de los yacimien-tos y su valorización. Todo ha contribuido a la solidez de laarmadura económica, y la política de obras públicas que haproducido allí resultados maravillosos no ha sido sino el dignoremate de una acción coherente y voluntariosa.

La actividad de los países nor-africanos se ha extendidomás allá de toda previsión, y los habitantes convertidos enproductores se han convertido al mismo tiempo en importantesconsumidores, indicio cierto de una innegable prosperidad.

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Las condiciones materiales se han transformado; pero parael francés, esta transformación es insuficiente si no se procuraa los pueblos que se coloniza los beneficios morales que abar-ca el término un poco vago de «humanidad». Al proporcionara los indígenas consciencia de esta especie de libertad que seles ha ofrecido, es preciso que la educación tienda a desarro-llar el sentido de la dignidad y de la moralidad. Decir que elesfuerzo del colonizador ha hecho nacer el sentimiento del ho-nor sería desconocer la verdad; existía ya en Africa del Norte,sobre todo, un honor colectivo, orgullo de la localidad un or-gullo de tribu o incluso orgullo de grupo familiar y de su jefe.Este sentimiento ha podido completarse con el honor indivi-dual. Semejante acción moral ha facilitado sin duda la colabo-ración. En el fondo ésta colaboración del indígena y del fran-cés constituye el fin que hay que lograr y que es lo que pre-cisamente caracteriza el espíritu de la colonización francesa.

Estados Unidos

Construcción de aviones de transporte.

Para la construcción de aviones nuevos de transporte seexige en las condiciones que puedan servir, no sólo para aque-llos fines, sino como aviones de bombardeo.

Se adopta el tipo «Coskeed Electra» para el transporte dediez personas, provisto de dos motores con un total de 840 ca-ballos.

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Ponemos en conocimiento de los Sub-Oficiales y Tropa de las FuerzasArmadas que de acuerdo con las reformas introducidas en los Estatutos, todoeste personal ha sido incluido para formar parte como socios de nuestra Insti-tución.

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