JOSUÉ - De Siervo A Líder

La apasionante historia de Josué, siervo de Moisés. Descubra cuáles son las cualidades que le dieron gracia ante los ojos de DIOS para llegar a ser el líder escogido que guió a su pueblo hacia la conquista de la Tierra Prometida.

DE SIERVO A LÍDER – La Historia de Josué

Verdad Central: Todo triunfo o meta alcanzada implica siempreuna cuota de esfuerzo y sacrificio personal.

A. INTRODUCCIÓN.

1. Ningún logro en la vida se obtiene sin antes haber pagado un precio por ello.

2. Josué es un buen ejemplo en la Biblia de cómo el esfuerzo, la fe y la perseverancia pueden llevar al siervo cristiano hacia un liderazgo victorioso y también nos confirma la enseñanza de Cristo: “Aquel que es fiel en lo poco, luego será levantado a una posición de mayor autoridad.”

3. Todo aquel que empieza en un nivel menor de servicio, puede y debe anhelar crecer hasta alcanzar posiciones mayores de servicio a Dios.

I Timoteo 3:1 – Pablo dijo: “EL QUE ANHELA (Gr. Orégomai = Aspirar, anhelar, estar deseoso) OBISPADO, BUENA (Gr. Kalou = Bueno, correcto, conveniente; mejor; honesto; fino, hermoso, precioso) OBRA (Gr. Érgou = Obra, trabajo; tarea, misión, función) DESEA.”

4. Dios se alegra cuando encuentra siervos dispuestos a aceptar sus grandes desafíos, decidiendo caminar con Él en una aventura de fe y victoria.

5. Veamos un repaso de la vida de Josué, quien fue preparado por Dios para llegar a ser el líder que condujo al pueblo de Israel a la conquista de la Tierra Prometida. Veamos qué características tuvo Josué que hicieron de él un gran hombre de Dios.

B. JOSUÉ ERA UN SOLDADO QUE APRENDIÓ A GANAR SUS PROPIAS BATALLAS.

“Entonces vino Amalec y peleó contra Israel en Refidim. Y dijo Moisés a Josué: Escógenos varones, y sal a pelear contra Amalec; mañana yo estaré sobre la cumbre del collado, y la vara de DIOS en mi mano.” – Ex. 17:8-10.

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Antes de ganar las batallas de DIOS, el líder debe aprender a ganar sus batallas personales. Nadie puede ser un buen líder si no ha aprendido a ganar sus propias batallas.

“Pelea la buena batalla de la fe” – I Ti. 6:12.

C. JOSUÉ EMPEZÓ COMO UN SERVIDOR. Ex. 24:13.

No buscó alcanzar figuración personal, sino que se dedicó a apoyar el ministerio de aquel que había sido puesto por DIOS como líder y autoridad, esperando pacientemente el tiempo en que el SEÑOR lo levantaría a él (aunque ya tenía 45 años).

D. JOSUÉ ESTABA ATENTO A TODO LO QUE SUCEDÍA EN MEDIO DEL CAMPAMENTO. Ex. 32:17.



Este servidor no era indiferente ante los problemas, sino que se preocupaba por la condición del pueblo. Aunque al principio le faltaba discernimiento (vv. 18), luego fue mejorando y desarrollando sus dones.

E. JOSUÉ AMABA PASAR TIEMPO EN LA PRESENCIA DE DIOS. Ex. 33:11.

Este fue el verdadero ‘secreto’ de su éxito. No hay forma de lograr triunfos en la vida y el ministerio si no es con la bendición de DIOS. Sal. 127:1.

Josué prefería pasar tiempo en la presencia de DIOS antes que el descanso y la diversión. Así debe ser el líder, para él no es un sacrificio abstenerse de las fiestas y las diversiones, sino que es un deleite pasar tiempo en la presencia de DIOS.

F. OSEAS = Salvación RECIBIÓ UN NOMBRE NUEVO: Josué = Jehová es Salvación. Nm. 13:16.

Esto influyó decisivamente en su forma de ver la vida y el propósito de DIOS para él. Comprendió que DIOS tenía planes más grandes para su vida y no debía conformarse con poco.

También nosotros recibimos un nombre nuevo. Is. 56:5; 62:2,4.



G. JOSUÉ ERA UNA PERSONA CONFIABLE. Nm. 13:17-18.

A él le fue encomendada una misión altamente peligrosa y reservada, la cual sólo podía darse a personas dignas de toda confianza.

Implica una obediencia completa del servidor a las instrucciones y no hacerlas como a uno le parece mejor.

A DIOS le agrada aquel que sabe oír con la disposición de obedecer y se mantiene fiel en toda circunstancia. Sal. 101:6.

H. JOSUÉ ERA UN HOMBRE DE FE Y ACCIÓN. Nm. 14:6-9.

No sólo le creyó a DIOS sino que se dispuso a enfrentar personalmente el problema. Josué no dijo: “DIOS los va a sacar”, sino “Nosotros los comeremos como a pan”.

Como líderes de DIOS, no debemos rehuir los problemas o desafíos que tenemos delante, sino enfrentarlo enérgicamente confiando en la poderosa ayuda de DIOS.



I. EN MEDIO DEL PROBLEMA, DIOS MISMO DIO TESTIMONIO DE JOSUÉ. Nm.14:30.

Cuando el pueblo se levantó contra Josué, DIOS mismo lo defendió personalmente en medio de toda la congregación y ‘sacó la cara por él’.

La Biblia enseña que DIOS conoce todas nuestras obras. Ap. 2:2.

¿Qué testimonio da DIOS de ti? ¿Eres uno de los que apoyan y animan a la congregación o eres de los que murmuran?

J. LA INTEGRIDAD DE JOSUÉ LO SALVÓ DEL JUICIO Y DEL CASTIGO. Nm. 14:36-38.

Todo el grupo de los 12 fue escogido por sus cualidades de liderazgo, pero también porque fueron considerados confiables para esta misión. Sin embargo, 10 de ellos no guardaron la dignidad de su servicio.

En el caso de Josué, gracias a su integridad y obediencia, fue librado del juicio.

¿Quién dice que DIOS no castiga? Prov. 3:11-12; He. 12:5-8; I Pe. 4:17.

K. JOSUÉ ES PROMOVIDO POR DIOS A CAUSA DE SU FIDELIDAD Y OBEDIENCIA. Nm. 27:18-23.

Aquí debemos observar que Josué no fue promovido por el Pastor Moisés, sino por DIOS mismo.

Josué es un excelente ejemplo de un servidor que ha aprendido a perseverar en su servicio hasta que el SEÑOR mismo sea quien lo promueva en su debido tiempo y no la mano del hombre.

L. JOSUÉ MANTUVO SU HUMILDAD Y PERMITIÓ SER MINISTRADO. Dt. 3:28.

DIOS siempre usa personas para fortalecernos y animarnos en el ministerio. Debemos recibir de ellos y no ser orgullosos pensando que ya no necesitamos de nadie para ser ministrados.



Josué conservó su espíritu humilde aun cuando fue exaltado por el mismo DIOS. Necesitamos líderes con el carácter de Josué que tengan la suficiente humildad y nobleza, antes y después de ser promovidos por el SEÑOR.

Estas son las personas que DIOS los promueve a su selecto grupo de escogidos, los que saben mantenerse humildemente y no permiten que los aplausos, méritos y reconocimientos los lleven a la soberbia y a olvidar que todo lo que somos y todo lo que tenemos es sólo por Su Gracia. I Co. 15:10.

M. JOSUÉ ES PRESENTADO DELANTE DE LA CONGREGACIÓN Y ASUME LA RESPONSABILIDAD DEL MINISTERIO. Dt. 31:7-8.

Cuando Josué acepta ser presentado ante el pueblo, también está aceptando conscientemente la comisión que DIOS le ponía delante de él.

Así debemos pensar bien antes de aceptar servir al SEÑOR, pues una vez que lo hacemos, debes saber que el SEÑOR no acepta renuncias. Lc. 9:62; He. 10:38.

N. JOSUÉ ES UNGIDO PARA EL MINISTERIO. Dt. 34:9.

La obra de DIOS debe hacerse en el Poder de DIOS, no en fuerza ni sabiduría humana. Zac. 4:6.



La gente reconocerá cuando la unción de DIOS está sobre el hombre o mujer de DIOS y se sujetarán voluntariamente bajo su ministerio.

O. DIOS HABLA DIRECTAMENTE A JOSUÉ Y LE DA INSTRUCCIONES SOBRE SU MISIÓN. Jos. 1:1-9.

En un tiempo anterior DIOS hablaba a Josué por medio de Moisés; mas ahora le habla directamente, mostrándole el camino en que debe andar.

De igual manera, el líder debe anhelar ver llegar el tiempo en que DIOS le hable directamente al corazón, y así conocer Su Voluntad específica para su vida. Sal. 32:8.

P. EL PUEBLO SE SUJETA AL LIDERAZGO DE JOSUÉ. Jos. 1:16-18.

Cuando la gente vea que la presencia de DIOS está sobre el líder, ellos se sujetarán y estarán dispuestos a apoyarles en todo.

Pastor, Líder: “¡¡No permitas que la presencia de DIOS se aleje de tu vida!!” “No te muevas a ningún lado si no estás seguro que el SEÑOR estará contigo”.

El ministro y líder cristiano debe aprender a decir como Moisés: “Si tu presencia no va conmigo ¡¡No nos muevas de aquí!!” – Ex. 33:15.



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