Mujer española Baldwin está casado en

segundas nupcias con la mallorquina Hilaria

Thomas . En la imagen, ambos en

el estreno de «Torrente 5»

Con la promesa de que aprenderá es-pañol la próxima vez que se ponga a las órdenes de Santiago Segura, el actor norteamericano Alec Baldwin, protagonista de «Torrente 5» junto a Jesulín de Ubrique y Carlos Areces –y con la aparición de María José Campanario, entre otros muchos–, se fue de España agotado de la promoción y la fiesta poste-rior al estreno de la pelícu-la, que fue sonada. El que fuera marido de Kim Bas-singer y padre de su hija Ireland –por la que man-tuvieron su particular con-tencioso ante la Justicia por su custodia cuando era menor– se fue de Madrid dejando una mues-tra de su mal genio y protagonizan-do una escena de lo más surrealista, que los testigos de la misma, trabaja-dores de Iberia y otros pasajeros que se disponían a facturar en el aeropuer-to de Barajas, no podrán olvidar fá-cilmente. Nada que ver con el Bald-win más divertido y simpático, el que ha hecho buenos amigos en Madrid.

Cuentan y no paran sobre lo adorable y generoso que ha sido, dejando propinas de 50

euros cuando salía a cenar (lo hizo en el restaurante Oh Bla Bla, donde se puso morado de sushi) y en el hotel en el que estuvo alojado.

Pero ahí van los hechos. El viernes 3 de octubre, Baldwin, junto con su mujer, Hilaria, y otros acompañan-tes, llegó al mostrador de Iberia de la T4 para facturar su equipaje en el vue-lo que salía a Londres a las 16.00 ho-ras. El actor iba a pasar dos semanas en la capital británica junto a Tom Cruise, ya que se suma al elenco de la nueva entrega de «Misión Imposi-ble» en el papel de malvado. El perso-nal de Iberia le comunicó que su equi-paje excedía tres kilos lo permitido (en primera se puede llevar hasta 32 kilos y él portaba 35). Como suelen hacer en su país, intentó solventar el problema

pagando la diferencia, pero aluci-nó al enterarse de que aquí no

se permite, en el mismo bul-to, exceder el peso. Y esta-lló víctima de un arrebato de ira: «Cogió la maleta en un ataque de nervios, la

abrió delante de todo el mun-do y se puso a lanzar la ropa

por el aire. Fue un momento muy tenso. Perdió los nervios», cuentan los testigos. Lo cierto es que la trabajado-ra de Iberia que estaba en el mostra-dor no sabía qué hacer al respecto. Al final, su esposa y sus amigos pudieron tranquilizarlo, cogieron otra maleta, se distribuyó el peso y se facturó. Ló-gicamente, todo el mundo que estaba en la cola se quedó de una pieza con el numerazo, que alguien pudo grabar

con su teléfono móvil. Que a na-die extrañe si esas imágenes acaban en algún medio.

Alec Baldwin pierde los nervios en BarajasEl actor tuvo un ataque de ira en el mostrador de facturación y tiró su ropa por los aires

EN SU PUNTO

BEATRIZ CORTÁZAR

PROPINAS

En los restaurantes y el

hotel donde se alojó en Madrid

dejó propinas de 50 euros

GTRES

JOSÉ RAMÓN LADRA El artista, ayer, en la rueda de prensa celebrada en Madrid

JULIO BRAVO MADRID

«De amor y desamor» se titula el nue-vo disco de Raphael (71 años), publica-do por Universal. El cantante presentó ayer en Madrid el álbum, aprovechan-do un paréntesis de la gira por España. En los próximos meses pasará por Cá-diz, Málaga, Sevilla, Granada, Santan-der, San Sebastián, Bilbao y Murcia. Después recalará en la capital (teatro Compac Gran Vía), donde estará desde el 26 de noviembre al 21 de diciembre. En el disco recupera un puñado de sus grandes canciones –«En carne viva», «Qué sabe nadie», «Detenedla ya», «No puedo arrancarte de mí» o «Dile que vuelva», escritas por Manuel Alejan-dro y José Luis Perales– y las presen-ta con un tratamiento sinfónico.

Han colaborado con él, entre otros, su hijo Manuel; Jacobo, el hijo del le-gendario Juan Carlos Calderón; Fernando Velázquez, autor de bandas sonoras como «Lo imposible» o «Hér-cules»; y las orquestas sinfónicas de RTVE y de la Radio Nacional de Bratislava. «No hay nada de nostalgia en este trabajo –dice Raphael-; mi idea, que estoy llevando a cabo desde hace algún tiem-po, porque creo que las canciones lo merecen,

es dárselas a conocer a los jóvenes de veinte años que no las conocen; sí co-nocen aquellas canciones que han tras-pasado fronteras y etapas, pero no mi catálogo –como tampoco el de Frank Sinatra…–. Me he empeñado en que toda esa juventud que me sigue y viene a mis conciertos no tenga que ir al baúl de los recuerdos de la abuela para sacar el dis-co del año de la pera, con un sonido an-tiguo, ni tenga que tragarse cada Navi-dad un disco mío antiguo remasteriza-do. No. Como la voz sigue aquí, que no se ha ido, voy a seguir grabando, para que la gente joven tenga estas cancio-nes históricas de primera mano».

Rodeado en este trabajo de jóvenes, asegura Raphael que «tienen mucha razón en muchas cosas, y escucharles me facilitan muchas veces mi trabajo. Me entiendo y me llevo muy bien con la gente joven. Para mi próximo disco están escribiendo Bunbury, que ya no es tan joven (ríe); Pablo Alborán… No tengo ningún complejo».

Un negocio que sufre No concibe Raphael una vida sin mú-sica. «Por mucha tecnología que nos rodee –y que nos ayude, yo no estoy en

contra–, la música es un medio de comuni-cación entre los seres humanos, y no se pue-de perder… No se debe perder. La música –el negocio de la música– está sufriendo un gran revés, y está lu-chando por conseguir su sitio. Pero lo va a lograr, como siempre lo ha hecho. Una vida sin música provoca-ría un mundo sordo… Horroroso».

Raphael «Una vida sin música provocaría un mundo sordo»En un paréntesis de su gira por España, el cantante de Linares presentó su nuevo disco

√Jóvenes

«Me llevo muy bien con la gente joven. Pablo Alborán está escribiendo para mí. No tengo ningún complejo»

abc.es/estilo60 GENTESTILO MARTES, 7 DE OCTUBRE DE 2014 ABCSECCIÓN:

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7 Octubre, 2014

21 de noviembre de 2014 / abc.es

«Los juegos del hambre: Sinsajo parte 1»

Jennifer Lawrence, rebelde con causa

ABC OCIOdel

Raphael«Por ser yo

Veinte días en Madrid con la gira «De amor & desamor»

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no voy a pensar que lo hago todo bien»

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21 Noviembre, 2014

JULIO BRAVO

Es imposible escribir una historia de la música es-pañola reciente sin dedi-carle un capítulo a Raphael, uno de sus pro-tagonistas desde hace

más de medio siglo. Pero ese capítulo todavía no se puede cerrar, porque el artista de Linares contradice sus pro-pias palabras –«no soy un adicto al tra-bajo»– y está actualmente embarcado en la gira «De amor y desamor», fruto del disco del mismo título que publi-có en octubre. El día 26 llega al teatro Compac Gran Vía de Madrid, donde permanecerá hasta el 21 de diciembre. Después, vacaciones de Navidad, y en enero vuelta al trabajo con la graba-ción de un nuevo disco. Y eso que la música está en crisis. «La industria está sufriendo un gran revés –dice–, y la música está luchando por encon-trar su sitio. Pero lo va a conseguir, como lo ha hecho toda la vida. Un mun-do sin música sería un mundo sordo, horroroso». –En este disco vuelve a un puñado de sus antiguas canciones. ¿Es por nos-talgia? –¡No! Hay mucha gente joven que me sigue, que viene a mis conciertos y no conoce la mayoría de estas canciones.

Conocen, sí, las que han traspasado fronteras y épocas, pero el catálogo de fondo no lo conocen, como no cono-cen el de Sinatra o el de otros cantan-tes... Y yo me he empeñado en que esa juventud no tenga que ir al baúl de los recuerdos de la abuela para sacar un disco del año de la pera, ni que se ten-ga que tragar cada Navidad un disco mío antiguo remasterizado… No. Como la voz está aquí, que no se ha ido (por-que esto sin la voz no se puede hacer), mientras siga ahí yo voy a seguir re-grabando estas canciones históricas para que la gente las conozca de pri-mera mano. Pero yo entiendo que ten-go que grabar cosas nuevas también... Me he puesto en manos de gente joven para que me escriba nuevas cancio-nes, a ver cómo me ven ellos, y eso tam-bién lo voy a grabar.

–A usted no hay quien le jubile, pero ¿no tiene ya ganas de parar? –¡Pero si yo paro! Lo que pasa es que esas cosas no se saben. Pero tengo mis días y me voy con mi mujer a tal sitio, a tal otro... Lo hacemos bastante; si no ella me habría dicho hace tiempo: «Hasta aquí hemos llegado». Lo que no hacemos es viajar lejos, pero da-mos vueltas por Europa constante-mente. Se nos puede ver en cualquier ciudad en cualquier momento. –Mantener ese equilibrio no debe de ser fácil... –Se va haciendo solo. Si hay buena vo-luntad entre los dos, esas cosas se van haciendo. Como no falto nunca a una cena importante en mi casa...; y mis amigos se siguen sintiendo bien aten-didos, porque sigo invitándoles a mi casa como hacía antes. Lo único es que

El cantante de Linares llega el miércoles al teatro Compac

Gran Vía dentro de su gira de conciertos «De amor y

desamor»

hay que buscar la fecha, pero se hace. Lo hago, pero eso no se sabe. Ni tiene por qué saberse. –Pero mucho tiempo para la impro-visación no tiene... –¡Sí! ¡Que se puede! Porque no es cues-tión de cantidad, sino de calidad. Se puede hacer... –¿Suele mirar hacia atrás? –No. Bueno, si echo la vista atrás lo re-cuerdo todo perfectamente y le pue-do contar mi vida entera. Pero si se re-fiere a tener nostalgia, no. Yo no ha-blo del pasado. El pasado pasó, y no hay nada que lamentar. Y no es por-que no me haya ido bien en el pasado, que me ha ido muy bien. –Pero sabe que hay artistas que vi-ven del recuerdo. –Eso es muy malo, porque nada va a volver a ser como era. Estamos en otros años, en otra época, y no se puede ob-viar el paso del tiempo. Lo que hay que hacer es adherirse. –De usted se suele decir que está constantemente reinventándose, pero ¿es consciente? –No, no, en absoluto. Pero yo, si hay algo que me va, me adhiero. O lo hago mío, le pongo mi sello. Si hay una can-ción que no han escrito para mí pero me gusta, la canto a mi manera. No me importa que sea de otra persona.

E n portada

Raphael«No soy un adicto

al trabajo»

abc.es VIERNES, 21 DE NOVIEMBRE DE 2014 ABC88 ABCdelOCIO SECCIÓN:

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21 Noviembre, 2014

–¿No le resultaría más cómodo vivir de su repertorio de siempre? –Eso sería lo fácil. Cantar las cancio-nes de siempre, ir a los programas del recuerdo... ¡Quite, quite... Menuda de-presión! –Su hijo es el productor del disco, ¿qué tal resulta trabajar con él? –Pues mire: muy bien. Nunca he sido partidario de que la familia entre den-tro del trabajo, pero con Manuel ha

sido fantástico. Es un chico que te dice lo que piensa sin herir, sin ofender... Está muy bien educado. Tiene razón en muchas cosas y me facilita mucho mi trabajo. –También trabaja con Jacobo, el hijo de Juan Carlos Calderón. ¿Cómo se ve con las nuevas generaciones? -Con Jacobo me llevo de maravilla, fun-cionamos y nos entendemos muy bien. Los arreglos que hace son fantásticos,

y tengo un proyecto para él, que aún no conoce. Con todos estos chavales –que algunos ya no son tan jóvenes...– me llevo muy bien. Para este nuevo disco están escribiendo Enrique Bun-bury, Pablo Alborán... Yo, en eso, no tengo ningún complejo. Les digo: «Yo no soy compositor, ¿me quieres hacer una canción?» –¿Nunca ha tenido la tentación de componer o de escribir canciones? –Le voy a decir una cosa, que segura-mente sea lo más pedante que ha es-cuchado en la vida. Yo, como compo-sitor, no le llego a la altura del zapato a Raphael. Así que, ¿para qué voy a fas-tidiarlo? Por ser yo, no voy a pensar que todo lo hago bien, Yo no soy un buen compositor. He tenido la tenta-

√ Escribir

«Yo, como compositor, no le llego a la altura del zapato a Raphael. Así que, ¿para qué voy a fastidiarlo?»

Nostalgia

«Es absurdo vivir del pasado porque nada va a volver a ser como era. Estamos en otros años, en otra época, y no se puede obviar el paso del tiempo. Lo que hay que hacer es adherirse»

ción, sí, pero nada más... Igual que con la pintura. ¿Por qué no expones?, me preguntan. Porque no, mis cuadros son para mí o mis amigos. Hay que sa-ber dónde se está. –¿Ese puede ser uno de los secretos del éxito de Raphael? –Sí. Hay que saber dónde estás y quién eres. No te puedes engañar. Un ejemplo: tomar la decisión de regra-bar mis canciones históricas no es cosa de un día. Se viene madurando desde hace mucho tiempo, porque había que saber si esta (la garganta) iba a responder. –¿Y esta responde porque ha apren-dido de errores pasados? –No lo sé. Eso nunca se va a saber. Cada ser humano es diferente. Pero yo, cuan-do voy a emprender un proyecto lar-go –y más cuando el dinero no es mío, soy incapaz de que un empresario in-vierta si no le puedo dar garantías–, hago que los médicos me vean de arri-ba abajo, para ver si yo puedo respon-der. Eso es ser decente con uno mis-mo. Si los médicos me dicen que ade-lante, me comprometo. Porque esto no es solamente salir un día y cantar, estás firmando una temporada larga, y tienes que saber que estás bien. Que eso no quiere decir que luego vayas por la calle y no te pille un coche. Pero tú vas con la conciencia tranquila. –Deduzco entonces que ahora está bien de salud. –Sí, estoy muy bien, y cada vez mejor, porque el cuerpo ha ido trabajando poco a poco, y lo noto mejor. –Y está lleno de proyectos. –Sí... Pero no soy adicto al trabajo. Me gusta mucho y estoy muy bien. Soy in-capaz de parar por parar. ¿Por qué ten-go que dejar este regalo de Dios? Yo sería una persona insoportable si es-tuviera ocioso porque sí, sin un moti-vo. Ahora, el día en que ya no pueda seguir como hasta ahora, yo no voy a hacer el ridículo. Antes de que ocu-rra mi conciencia me avisará de que esto no marcha. Yo no quiero hacer una gira de despedida ni más para-fernalia. No se enterará nadie. Bue-no, se enterarán porque ya no estaré. Pero es algo que no me preocupa. Lo que sí me preocupa es saber tomar la decisión de dejarlo cuando llegue el momento.

Navidad con Raphael

Desde hace muchos años, Raphael está ligado a la Navidad de muchos españo-les, gracias sobre todo a los programas especiales que ha protagonizado en Televisión Española. Este año también está uno de ellos en proyecto, que se grabaría en el Teatro Real con una orquesta sinfónica. Pero para él también son unas fechas sagradas, y cuando se le piden cuatro navidades para el recuerdo, contesta: «Una, la primera, con mi familia, en mi casa de Madrid; las primeras después de mi trasplante en 2003. En México, varias veces entre los años setenta y ochenta, por su particular forma de celebrarlas y sus famosas Posadas. En Miami, por el hecho de pasarlas con calor y viendo a los míos bañándose en el mar. Y otras en París, siempre en familia, en los años noventa. Disfruta-mos mucho».

ÁNGEL DE ANTONIO

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ABC VIERNES, 21 DE NOVIEMBRE DE 2014ABCdelOCIO 89abc.es

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21 Noviembre, 2014

EL PAÍS, jueves 27 de noviembre de 2014 76 EL PAÍS, jueves 27 de noviembre de 2014

MADRID

Hay artistas que no tienen fanssino fieles. Que no cuentan conadmiradores, sino con creyentes.Que no arrastran a seguidores,sino a devotos. Una pequeña yvariopinta multitud de adeptosse congregó anoche como un so-lo discípulo para asistir a la pri-mera de las 21 apariciones quesu deidad, Rafael Martos, Ra-phael para el siglo XX y lo que vade XXI, tiene apalabradas—y ven-didas— de miércoles a sábado enel Teatro Compac Gran Vía.

Ya se sabe que la fe muevemontañas y que en las divinida-des se cree, o no se cree, y ahí nohay ciencia que valga. Aún así,saltaba a la vista hasta del másprofano que los feligreses salie-ron en estado de gracia de la co-munión con su ídolo. A fe que fueUna gran noche, como reza unode los himnos de la secta. A fin decuentas, el Escándalo y la Provo-cación estaban fuera del templo,con la dimisión de unaministra yla inminente entrada en prisiónde un expresidente de Dipu-tación como últimas, que no úni-cas, parábolas del infame saqueode los mercaderes de lo público.

Raphael entró en escena co-mo entra él en los sitios. Epatan-do a los burgueses, al pueblo lla-no y a los hipsters, que ya es epa-tar hoy en día. Entró Raphael enel Compac Gran Vía como entróen 1960, a los 16 añitos, en el tea-tro donde Antonio el Bailarín yAugusto Algueró le dieron el car-né de artista sin dejarle abrir laboca: “¿Cómo entraría, hija mía,queme aprobaron sin ni siquieraoírme?”, tiene dicho él en algunaentrevista. Acto seguido, el sumosacerdote encaró al respetable ycantó 40 canciones como 40 sal-mos coreados versículo a versícu-

lo por la feligresía. Unos de ale-grías. Otros, de penas. Todos, derompe y rasga. Seleccionados en-tre los 300 temas que forman elrepertorio de sus 55 años de ca-rrera. Muchos, cortados y cosi-dos a su medida por Manuel Ale-jandro, su compositor de cabece-ra y, últimamente, casi su “bió-grafo”, según confesó a la parro-quia antes de proclamar que, aestas alturas, después de verleslas orejas a tantos lobos, su can-

ción fetiche es Gracias a la vida.Que le ha dado tanto, le faltó

decir. Aunque, viendo las fotogra-fías que le sirvieron de fondo pa-ra cantar Yo sigo siendo aquél, ca-be certificar que los años le hanrespetado el grueso del chorro devoz, lo más vistoso del pelazo sal-picado ahora de nubes y claros, y,sobre todo, el tipín marcado porun pantalón, una camisita y uncinturón de tachuelas al alcancede muy pocos setentones de 1,68metros de estatura. Un hombre,Raphael, de talla discreta al ladodel gigante en que se convierteen escena. Dueño y señor, toda-vía, del poder de hacer que losvellos del prójimo, de tenerlos,dada la moda de la depilación in-discriminada, se vengan irreme-diablemente arriba aún en con-

tra de la voluntad del más agnós-tico de la platea. Provocador deeso que llaman emoción, que nise compra ni se vende y cuya lla-ve, digan lo que digan, se tiene ono se tiene.

En la bancada, adorando al exNiño de Linares la habitual mix-tura de las noches de estreno. In-vitados de campanillas, fanáticosreligiosamente pasados por cajay, curiosamente, muchos presen-tadores estrella de televisión co-moMaría Casado, conductora deLos Desayunos de Televisión Es-pañola, que se enteraban de ladimisión de Ana Mato en plenooficio. Ninguno hizo ademán deperderse la misa por semejanteanatema. Para un raphaelita, Ra-phael es lo primero. Mañana se-rá otro día.

El Partido Popular y la oposi-ción protagonizaron ayer enel Ayuntamiento de Madridun duro debate en el que unaconcejala de IU tildó de fascis-ta a un miembro del Gobier-no municipal. El motivo fuela propuesta del PSOE de de-nominar como Brigadas In-ternacionales a una plaza sinnombre del distrito de Vicál-varo. La proposición delPSOE fue apoyada por IU yUPyD, aunque fue finalmenterechazada con los votos de lamayoría absoluta del PP.

El delegado de Las Artes,Deportes y Turismo, PedroCorral, aseguró que “el PPama y defiende la libertad” yque la Guerra Civil fue una“tragedia nacional” en la que“todos los españoles se vie-ron obligados a escoger entredos bandos”.

La concejala de IU Mila-grosHernández recordó a Do-lores Ibárruri, Pasionaria, ensus palabras de despedida alos brigadistas y replicó al de-legado que “va a pasar a lahistoria como Pedro Corral elfascista”.

Como Hernández, la auto-ra de la proposición, la socia-lista Ana García D’Atri, criti-có al PP por no aprobar elnombre de la plaza cuandoestá “incumpliendo la Ley deMemoria Histórica” al “ava-lar” un callejero en el que si-guen existiendo las plazas delCaudillo y de Arriba España yla avenida de la Victoria.

La edil de UPyD PatriciaGarcía se pronunció a favorde la iniciativa porque le pare-ce “de justicia”.

Raphael, en un momento del concierto. / carlos rosillo

Las ‘raphaelitas’ toman la Gran VíaEl cantante se encierra 21 noches en un teatro con sus incondicionales

El PP rechazanombrar unaplaza BrigadasInternacionales

EFE, Madrid

LUZ SÁNCHEZ MELLADOMadrid

Los años le hanrespetado el chorrode voz, el pelazo y,sobre todo, el tipín

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Un volumen recoge imágenes de la ciudad a través de ocho décadas

Son los grandes maestros. Los de ayer y los de hoy. Ahí están Robert Capa, Cartier-Bresson, David Seymour o Koudelka. El fotógrafo Harry Gruyaert presentó en Madrid un libro que resume la historia reciente de la ciudad del Sena a través de las imágenes tomadas por los artistas de la famosa agencia francesa. CULTURA / 48-49

Magnumdispara en París

Gueorgui Pinkhassov

tomó en 1996 esta

instantánea en un

café de París

&másLA RAZÓN Raphael dio ayer el

primer recital de los veinte que tiene programados en Madrid

CULTURA / 51LIBROS / 52

Un volumen reúne la correspondencia que cruzaron a lo largo de su vida Stefan Zweig y Joseph Roth

Alfonso Díez abandona su refugio en Dueñas por primera vez tras la muerte de la Duquesa GENTE / 56

47LA RAZÓN • Jueves. 27 de noviembre de 2014

Impreso por Francisco Rincón Durán. Prohibida su reproducción.

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27 Noviembre, 2014

Cultura

Raphael, días de éxtasis

Gira «De amor y desamor»

Teatro Compac Gran Vía de Madrid. 26-XI-2014.

Sería ingenuo afi rmar que Raphael llega a cada uno de sus conciertos como si fuera la primera vez. El catálogo de gestos apren-didos, la complicidad, las miradas al tendi-do y las pequeñas historias con que adorna su ina-gotable colección de éxitos hacen que no pueda ser así. Es el paso del tiempo, en suma. Pero a la vez se mantiene una frescura que no por conocida deja de sor-prender, alimentada una y otra vez por el entusiasmo al otro lado del escenario, con un público tan diverso como la propia personalidad de un artista capaz de man-tenerse en lo más alto desde hace más de cincuenta años al tiempo que es reivindi-cado por las nuevas generaciones, hasta el punto de convertirse en cabeza de cartel de un festival «indie», como ocurrió este vera-no en Sonorama.

Con carga dramáticaCumpliendo con su cita anual en Madrid, una de sus plazas más queridas, el de Li-nares abrió ayer la primera de las veinte noches programadas en la Gran Vía, hasta acabar el 21 de diciembre en vísperas de la Lotería de Navidad. Y ojo, que Raphael no se conforma con la pedrea: siempre busca el gordo, en esta ocasión con un programa que se recrea en el amor y el desamor, tema más que recurrente en su dilatada carrera. El inicio, por aquello de no acomodarse, fue atípico, con la vibran-te «Si ha de ser así», aunque pronto ganó

carga dramática con «La noche». Fueron tres horas de melodrama musical, con excepciones puntuales para reivindicarse –como si hiciera falta a estas alturas– como «el Raphael de siempre» («Yo sigo siendo aquel»). Desde «Se fue» a «Ámame», y desde «Por una tontería» a «Dile que vuel-va», fue un carrusel de enamoramientos, desengaños, rupturas, reencuentros, nos-talgias, locuras, dolor de corazón, lágrimas rodando por las mejillas y todo el arsenal romántico disponible para hacer buena la velada. Besos furtivos, como los de «Provo-cación», y otros descarada-mente apasionados; las dos caras del arte de amar desple-gado en la noche madrileña.

En este recorrido arrinconó algunas de esas joyas de la corona de las que el propio Raphael suele hablar, espe-cialmente las que tienen un tono más festivo, aunque tam-bién hubo tiempo para el arrebato. Tan personaje como intérprete, haciendo el paseíllo de lado a lado, apo-yando la mano en la cadera, dejando caer la chaqueta y mirando a su público con una sonrisa agradecida. «Mi gran noche», en el primer tramo del concierto, dio cuenta de esa manera de hacer tan suya, bordeando el exceso, para luego atacar «Despertar al amor», haciéndonos creer que sigue siendo casi un adolescente, cuando su biografía certifi ca que el pasa-do mayo cumplió ya 71 años. Incluso en

los momentos que a priori se alejaban del romántico guión subrayó las palabras claves: «La gente tiene fe y se enamora», canta en «Digan lo que digan», haciendo que sea una verdad incontestable.

Entre canción y canción, tardó casi me-dia hora en dirigirse al público, para asegu-rar de nuevo que es «maravilloso estar en casa». Y a renglón seguido añadir lo que sus fi eles estaban esperando: «Un año más y todos los que vengan detrás». Porque el

tiempo pasa, es obvio, pero la sensación de que a Ra-phael le queda cuerda para rato es la de siempre. Media-da su actuación, sorprendió con una contenida versión de «Gracias a la vida», a la que siguió «Cuando llora mi gui-tarra», poco habitual en sus conciertos, manejando un repertorio que se reinventa de forma constante, aunque los minutos más celebrados fueran los de «Hablemos del

amor», «Maravilloso corazón» o «En carne viva». También los de interpretación más desgarrada, hasta desembocar en un fi n de fi esta que incluyó «Escándalo», «Qué sabe nadie» o, en clave navideña, «El tamborile-ro», aunque a la postre fue «Cómo yo te amo», el tema que remató una actuación en la que Raphael escribió de nuevo su relato preferido. Una historia de entrega, éxito y, sobre todo, amor.

Enrique PEÑAS

«MANTIENE UNA

frescura que, no

por conocida, deja

de sorprender,

alimentada por el

entusiasmo del

público»

El cantante acabó con un fi n de fi esta que incluyó «Escándalo», «Qué sabe nadie» y «El tamborilero»

Cri

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Cristina Bejarano

Fernando SANS REVIÈRE

Un regalo para los sentidos musicalesEscenas de «Giulio Cesare» de Händel

Con Natalie Dessay (soprano), Christophe

Dumaux (contratenor). Directora musical:

Emmanuelle Haïm. Le Concert d’Astrée.

Barcelona, Gran Teatro del Liceo 22-XI-2014.

El debut de la gran directora musical francesa Emmanuelle Haïm, especializada en música barroca, no podía presentar un programa más emblemático junto a su formación Le Concert d’Astrée que un programa dedicado a Händel y más concretamente a su ópera «Giulio Cesare», que han interpretado con gran éxito en la Ópera de París con la propia Dessay como protagonista ya en 2011. Ahora, ofrecen una selección de Arias de los dos protagonista Giulio César y Cleopatra, acompañados por el excelente contratenor francés Christophe Dumaux, en una gira que ha recalado en Montecarlo y París o Nueva York con gran éxito. Hay que destacar la calidad de todos ellos empezando por Natalie Dessay muy querida y apreciada en el Liceo donde ha obtenido grandes éxitos en el pasado y donde fue recibida efusivamente por el público. Su Cleopatra estuvo muy inspirada, expresiva y derrochando musicalidad, fraseo exquisito y un «fi ato» de gran calidad. El debut del contratenor francés fue toda una sorpresa por la naturalidad de su emisión de bello color de soprano, excelente proyección canora y brillantez en todo el registro con especial excelencia para las agilidades y ornamentaciones canoras. Su Giulio Cesare convenció de gran manera a un público bastante numeroso del Liceo. Finalmente destacar la excelente calidad de Le Concert d’Astrée con instrumentos de época y con especial mención del primer violín David Plantier, el fl autista Sébastien Marq, y la lautista Laura Mónica Pustilnik. Todos ellos dirigidos con destacada tensión musical y excelente coordinación y musicalidad por la prestigiosa directora francesa Emmanuelle Haïm, que acabaron ofreciendo hasta dos propinas del mítico compositor de Halle, una de ellas el dúo de César y Cleopatra que cerraba el concierto «Caro! Bella» del tercer acto de dicha ópera, que fue todo un regalo por la excelente musicalidad, belleza en la interpretación y calidad de las ornamentaciones vocales por ambos solistas.

CRÍTICA DE ÓPERA

51LA RAZÓN • Jueves. 27 de noviembre de 2014

Impreso por Francisco Rincón Durán. Prohibida su reproducción.

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27 Noviembre, 2014