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JESUS:

EL VERDADERO ISRAEL

DE DIOS Y EL

CUMPLIMIENTO DE LAS

PROMESAS

ABRAHAMICAS

Por: Caesar Arevalo

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Si nos mantenemos dentro del campo de visin proftica tpica de los profetas de Israel despus

del exilio y cautiverio, y con ellos, miramos hacia el futuro, qu vemos? Los profetas de Israel

anticiparon claramente un momento en que Israel ser restaurado a su antigua grandeza. La

pregunta que tenemos que hacernos es ser que la restauracin de la nacin de Israel a su

antigua gloria reflejara los tiempos de la monarqua? O es que la propia monarqua nos sealara

al monarca?

Tal visin proftica incluye no slo la nacin, pero la tierra de Canan, la ciudad de Jerusaln, el

trono de David, as como el templo de Jerusaln. Dado que la nacin se haba dividido y el

pueblo fueron llevados a la cautividad en Babilonia unos cinco siglos antes de la venida de Jess,

el magnfico templo destruido y el sacerdocio extinguido, tal expectativa proftica en relacin

con el futuro de Israel con toda naturalidad hablan de un cambio de fortuna y la ruina de la

calamidad que haba cado sobre la nacin.

Pero en una retrospectiva apostlica Pedro habla de cmo " Acerca de esta salvacin han

inquirido e investigado diligentemente los profetas que profetizaron de la gracia que fue

destinada para vosotros. 11 Ellos escudriaban para ver qu persona y qu tiempo indicaba el

Espritu de Cristo que estaba en ellos, quien predijo las aflicciones que haban de venir a Cristo

y las glorias despus de ellas. 12 A ellos les fue revelado que, no para s mismos sino para

vosotros,* administraban las cosas que ahora os han sido anunciadas por los que os han

predicado el evangelio por el Espritu Santo enviado del cielo; cosas que hasta los ngeles

anhelan contemplar." (1 Pedro 1:10-12).

En Isaas 41:8-9, el profeta habl de una futura restauracin de Israel en estos trminos:

Pero t, Israel, siervo Mo, Jacob, a quien he escogido, Descendiente de Abraham, Mi amigo.

T, a quien tom de los confines de la tierra, Y desde sus lugares ms remotos te llam, Y te dije:

Mi siervo eres t; Yo te he escogido y no te he rechazado.

La misma promesa se reitera en el siguiente captulo de Isaas (42:1-7), cuando el Seor declara

de su siervo: " Yo soy el Seor, en justicia te he llamado. Te sostendr por la mano y por ti

velar, Y te pondr como pacto para el pueblo, Como luz para las naciones,"(v. 6).

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Isaas contina hablando de este siervo en los captulos 44 Mas ahora escucha, Jacob, siervo

Mo, Israel, a quien Yo he escogido. As dice el Seor que te cre, Que te form desde el seno

materno, y que te ayudar: No temas, Jacob, siervo Mo, Ni t, Jesurn (Israel), a quien he

escogido.(vv. 1-2) y Por amor a Mi siervo Jacob. Y a Israel Mi escogido, Te he llamado por

tu nombre; Te he honrado, Aunque no Me conocas. 45 (v. 4).

Los dispensacionalistas, dada su llamada "hermenutica esquizofrnica literal," estn obligados a

interpretar esos pasajes literalmente, por lo tanto ellos asignan el cumplimiento de estas profecas

de Isaas para un milenio terrenal futuro en el que Israel coexiste con los gentiles bajo el reinado

del rey davdico (ver Walvoord, El Reino del Milenio, pp. 302-304, y Pentecosts, Cosas que

vendrn, pp. 503-508). En efecto, esto equivale a la restauracin de la monarqua mientras Jess

toma su lugar en el trono real de David y gobierna las naciones de este Israel restaurado.

Pero es as como el Nuevo Testamento interpreta estas profecas mesinicas relativas al siervo

del Seor? Quin es este siervo del Seor? Es la nacin de Israel, o se trata de Jess, el Mesas

de Israel?

Para responder a esta pregunta, debemos ver que los escritores de los evangelios interpretaron

estas profecas de Isaas como el cumplimiento de la misin mesinica de Jess. En primer lugar,

vemos en Mateo 12:15-21, por ejemplo, cuando Jess se retir de las multitudes que le haban

seguido, Mateo informa que este evento es el cumplimiento de lo que se haba hablado el profeta

Isaas. Este evento sirve para demostrar que Jess es el verdadero siervo [Israel] del Seor.

En segundo lugar, mientras Jess echaba fuera demonios, y san a los enfermos, Mateo vio en

este evento el cumplimiento de las profecas de Isaas sobre el siervo sufriente que tomara sobre

s nuestras enfermedades y llevar nuestras enfermedades (Mateo 8:17 con Isaas 53:4):

Para que se cumpliese lo dicho por el profeta Isaas, cuando dijo: El mismo tom nuestras

enfermedades, y llev nuestras dolencias. (Mat. 8:17)

Ciertamente llev l nuestras enfermedades, y sufri nuestros dolores; y nosotros le tuvimos

por azotado, por herido de Dios y abatido. (Isa. 53:4.)

Claramente vemos que el evangelista Mateo interpreto que Jess es el Siervo del Seor, es decir,

Israel.

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En tercer lugar, en el evangelio de Lucas, Lucas habla tanto de Israel (Lucas 1:54) y David como

el siervo de Dios (Lucas 1:69). Sin embargo, en Hechos, Lucas habla deliberadamente de Jess

como el siervo de Dios (Hechos 3:13). Despus de su crucifixin, Dios resucit a Jess de entre

los muertos para que la gente de todo el mundo sean llamados al arrepentimiento (3:26).

En cuarto lugar, cuando el eunuco etope oye una lectura de Isaas 53:7-8 y pregunta a Felipe

acerca de quin esta profeca se refiere, Lucas nos dice que Felipe inform al etope que este

pasaje se refiere de hecho a Jess (Hechos 8:34-35) y sabemos que ese texto habla de el siervo

del Seor, el cual los Judos interpretaban era Israel.

Pero esto no es todo lo que est aqu revelado. En Oseas 11:1, el profeta predijo un momento en

que "Israel era nio, yo lo am, y de Egipto llam a mi hijo." Pero en Mateo 2:15, el evangelista

nos dice que la profeca de Oseas se cumpli cuando sus padres llevaron a Jess a Egipto para

protegerlo de "masacre de los inocentes" de Herodes (Mateo 2:3-18). Ademas, despus de que

Herodes haba muerto, Dios llam a Jess y su familia a regresar a Nazaret. Mateo tiene un

pasaje de Oseas, que se refiere claramente a Israel, y le dice a sus lectores que este pasaje ahora

se cumple en Jesucristo! l hace esto para demostrar a su pblico, en su mayora judos, que

Jess es el siervo del Seor [Israel], anunciado en todo el Antiguo Testamento (especialmente

Isaas) el verdadero Israel de Dios.

A estas alturas debera estar claro que de acuerdo a muchos escritores del Nuevo Testamento,

Jess es el verdadero siervo, el hijo verdadero y el verdadero Israel de Dios. Recordemos

tambin que Isaas hablaba de Israel y de los descendientes de Abraham como el pueblo de Dios.

Es a travs de la simiente de Abraham las naciones de la tierra seran bendecidas.

Por lo tanto, as como Jess es el verdadero Israel, El es la verdadera simiente de Abraham. Este

es el punto que Pablo est haciendo en Glatas 3:7-8, cuando dice "sabe entonces que los que

son de fe, stos son hijos de Abraham. Y la Escritura, previendo que Dios justificara a los

gentiles por la fe, anunci con antelacin a Abraham, diciendo: En ti sern benditas todas las

naciones."

Las palabras de Pablo aqu, son importantes por varias razones. En primer lugar, Pablo nos dice

que Abraham crey en el mismo evangelio que Pablo predic a los gentiles Glatas. Siempre ha

habido un plan de salvacin y un evangelio, desde el primer momento. Esto, por supuesto,

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plantea muy serias dudas sobre la teora "dispensacional de las diferencias en "los propsitos

redentores de la nacin de Israel y de los gentiles, pues como es evidente cuando Pablo llega a

decir en Glatas 3:29, que "si vosotros sois de Cristo, entonces sois descendencia de Abraham,

herederos segn la promesa ".

En segundo lugar, la promesa del evangelio desde el principio de la historia de la redencin es

que los verdaderos hijos de Abraham, ya sea Judo o gentil, son herederos de la promesa, si

pertenecen a Jesucristo, el cual es la verdadera simiente de Abraham. El hecho es que los

cristianos somos el Israel de Dios, la simiente de Abraham, y los herederos de las promesas , slo

por la fe, estamos unidos a l el nico que es el verdadero Israel, una semilla de Abraham.

Las ramificaciones de esta doctrina Bblica son obvias. Si Jess es el verdadero Israel de Dios, y

si los escritores del Nuevo Testamento aplican a Jess esas profecas del Antiguo Testamento

que se refieren a Israel como hijo o siervo de Dios, entonces lo que queda del caso del

dispensacionalismo es absolutamente nada; pues todas estas profecas que, segn los

dispensacionalistas, deben cumplirse en un futuro milenio se desvanecen en Jess Cristo, quien

los ha cumplido!