Investigación sobre feminicidios en Ciudad Juárez y Ecatepec, México
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ÍNDICE
Introducción…………………………………………………………………………… 3
Capítulo 1: ¿Qué es el Feminicidio?
1.1. Antecedentes…………….………………………………………………......... 6
1.2. Definición......……..…..……………………………………………………….. 10
Capítulo 2: Panorama general de los municipios.
2.1 Características de la población de Ecatepec……………………………. 11
2.1.1Localidades urbanas y rurales en Ecatepec…………………..........
2.2 Características de la población de Chimalhuacán………………………
2.2.1 Localidades urbanas y rurales en Chimalhuacán…………………
Capítulo 3: Homicidios de mujeres en el municipio.
3.1 Inicio y desarrollo del problema en Ecatepec……………………………...
3.1.1 Homicidios, muertes violentas..……………....................................
3.2 Inicio y desarrollo del problema en Chimalhuacán………………………
3.2.1 Homicidios, muertes violentas………………………………………
Capítulo 4: Impacto social y organizaciones involucradas.
4.1 Legislación en Ecatepec……………….....................................................
4.1.1Reacciones y mecanismos para erradicar el problema en Ecatepec.
4.2 Legislación en Chimalhuacán……………………………………………....
4.2.1 Reacciones y mecanismos para erradicar el problema en
Chimalhuacán………………………………………………………………..
Conclusiones…………………………………………………………………….......
Fuentes….……………………………………………………………………………
2
Introducción:
El presente trabajo aborda un tema que ha ido en crecimiento en los últimos años,
este es el caso de los feminicidios. Este problema es un ejemplo del poco avance
en materia de derechos humanos e impartición de justicia por parte del Estado
mexicano a grupos vulnerables como las mujeres de Cd. Juárez, Chihuahua.
En cuanto al por qué retomar el tema de los asesinatos de mujeres en el
norte de la república se debe al fenómeno en sí y cómo fue dado a conocer por los
medios, ya que, desde la década de los noventa salió a la luz pública, pero con un
sentido negativo. Las mismas autoridades —y las únicas a las que se les daba
voz— consideraban hasta hace poco, que se trataba de eventos aislados y sin
relevancia, asimismo, que estaban dentro de los «parámetros normales» e incluso
menores a otras ciudades del país.
El fenómeno destacaba más por las declaraciones desafortunadas de
diferentes funcionarios donde la constante era culpar a las víctimas dada su
condición laboral, entre las que destacaban: prostitutas, obreras, etc. o su
vestimenta, y, por lo tanto, minimizar el problema. El hecho de sólo dar cabida a
las afirmaciones de este tipo, repercutió en que la situación no tenga la
preminencia necesaria dentro de la agenda nacional.
Aun cuando se ha querido considerar estos asesinatos en la línea de lo
«normal» en comparación a otras entidades de la república y que atañe sólo a
ciertas mujeres, un informe del Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres) en
agosto de 2003 reveló en una muestra de 89 mujeres asesinadas en Cd. Juárez
que 7 eran amas de casa, otras 7 sexo servidoras, 9 más salieron de un hotel o
bar, 30 obreras y el mismo número de estudiantes1; por lo que justificar así los
asesinatos y desapariciones pierde sustento.
Los datos anteriores ayudan a entender que se trata de un asunto más allá
de qué se dedicaban las víctimas, no hay distinción; no se les mata por su «doble
1 Alejandro Rivero en Estadísticas, Instituto Nacional de las Mujeres. 1 de Agosto de 2003 [En línea] Disponible en: http://www.inmujeres.gob.mx/inmujeres/index.php/biblioteca-digital/estadisticas.
3
vida», sino por su condición de mujer, como indica el reporte de Amnistía
Internacional del año 2003: “muchos casos demuestran características comunes
que indican (...) violencia de género; es decir, el género de la víctima parece haber
sido un factor significativo del crimen, influyendo tanto en el motivo y contexto (...)
como en la forma de violencia”2.
En ese contexto, cabe destacar que durante el sexenio de Vicente Fox
Quesada existió la demanda más constante y culminante, por parte de la sociedad
civil, para dar una verdadera solución al problema: el cese de los feminicidios junto
al castigo de los culpables. Fue por iniciativa de ese gobierno que se tomaron
medidas como la creación de instancias que previnieran la violencia de género y
así revertir a largo plazo esta concepción cultural que pone en desventaja a las
mujeres en muchos aspectos.
Dentro de la política parlamentaria, se destaca que la Comisión Especial
para Conocer y Dar Seguimiento a las Investigaciones Relacionadas con los
Feminicidios en la República Mexicana y a la Procuraduría de Justicia Vinculada,
ha tenido varios objetivos respecto al actuar del problema, a través del
fortalecimiento institucional para la prevención, atención, sanción y erradicación de
la violencia de género contra las mujeres y el feminicidio. Asimismo la
Procuraduría General de la República creó la Fiscalía Especializada de Delitos
Violentos contra las Mujeres, cuyo ámbito de competencia es federal.
Se puede apreciar que las acciones del gobierno foxista, en sus distintos
niveles, fue mucho mayor que en otros, pero dejó de lado el fondo del problema:
concepciones sociales, estereotipos y costumbres que ponen en desventaja a las
mujeres en una cultura donde ellas no tienen derechos ni mucho menos acceso a
la justicia.
Consecuentemente, el aumento de la violencia contra las mujeres y el
feminicidio en específico tuvo su auge durante el gobierno de Felipe Calderón,
debido a la llamada «guerra contra el narcotráfico», sobre todo en la parte norte
2 Amnistía Internacional. México: Muertes Intolerables, 10 años de desapariciones y asesinatos en Ciudad Juárez, EDAI, Madrid, p. 34.
4
del país, aunque sin dejar de lado los estados céntricos, donde algunos cárteles
de droga también tienen injerencia. “En 2012 se firmó la Ley General para
Prevenir, Sancionar y Erradicar los Delitos en materia de Trata de Personas y para
la Protección y Asistencia de las Víctimas de estos delitos. Que condenaba con
penas de 40 hasta 60 años a los culpables” 3.
Sin duda, es importante abordar el asunto porque refleja una sociedad que
ve a sus mujeres en un rol de sumisión donde es «normal» agredirlas,
secuestrarlas y matarlas. Por ende, estos asesinatos manifiestan la necesidad de
implementar una política pública que ayude a mitigar el ambiente de terror debido
a la inseguridad acaecida en la zona. Asimismo, se vuelve imprescindible una
sociedad distinta, que sea capaz de identificar y cambiar los patrones sociales en
busca de una cultura de equidad.
Por consiguiente, esta investigación pretende destacar las causas de los
feminicidios en Cd. Juárez Chihuahua, que si bien está dentro de un mismo
espacio geográfico que puede considerarse cercano, así también, las
consecuencias que a su vez originan otros problemas –como la venta y tráfico de
drogas, explotación sexual, entre otros– por lo que hace que el tema se vuelva
aún más importante como se verá más adelante.
Mediante estos descubrimientos se ambiciona destacar los fenómenos que
provocan este ataque a las mujeres, para así, proporcionar una serie de
propuestas que puedan ser tomadas en cuenta para ayudar a frenar y erradicar el
problema, por medio de la prevención, atención y sanción. Ya que al parecer las
cosas no han cambiado en dicho territorio.
3 Redacción. Diario CNN [en línea], Felipe Calderón firma una ley contra la trata de personas y los feminicidios. 13 de junio de 2012. Disponible en: http://mexico.cnn.com/nacional/2012/06/13/felipe-calderon-firma-una-ley-contra-la-trata-de-personas-y-feminicidios
5
Capítulo 1: ¿Qué es el feminicidio?
1.1 Antecedentes
La década de los noventas quedo marcada por grandes acontecimientos, tanto
internos como externos, la entrada en vigor del TLCAN y el levantamiento armado
en Chiapas, aunado a ello se presenta en Ciudad Juárez, Chihuahua el primer
caso de feminicidio, por lo menos que se tenga documentado (1993), casos que a
la postre atraerá la atención de los medios de comunicación, tanto nacionales
como internacionales. Se deja ver por primera vez un fenómeno de violencia
extrema contra la mujer, que no es que antes no existiera, pero al día de hoy se
hace palpable en cada momento.
“La violencia contra las mujeres no es un hecho aislado, es el resultado de
una violencia estructural de género y de patrones socioculturales, que las
discrimina por el simple hecho de ser mujeres. Esto responde a un sistema que
justifica la dominación masculina sobre la femenina, sobre el supuesto de una
inferioridad biológica de las mujeres y que tiene su origen en la familia y se
proyecta en todo el orden social, económico, cultural, religioso y político”4.
Lo anterior, tiene que ver con el «rol» que se ha establecido para la mujer
dentro de la sociedad, como el ama de casa que se debe encargar de cuidar a los
hijos y atender al marido. Aunado a ello, se encuentran los preceptos religiosos
que muchas veces rigen las costumbres dentro de la familia y que terminan
justificando la violencia ejercida en contra de la mujer. Ello incluso, se puede
observar en el entorno comunitario, pues si el marido le pego es porque es una
cualquiera y se merece eso y más.
4 Rompiendo el Silencio: La obligación de erradicar la tortura sexual a mujeres en México, [En línea] Disponible en: http://centroprodh.org.mx/rompiendoelsilencio/?p=218
6
Carmen Luz Méndez5 afirma que la violencia contra la mujer se inicia en lo
que denomina «Parentalización asimétrica»:
Niños y niñas comienzan su proyecto de desarrollo como personas mediante una
definición de sí mismos en el contexto de su relación con una mujer psicológicamente
definida de acuerdo a su género. Es así que la estructura psíquica de la niña se
desarrolla en relación a alguien igual a ella, en cambio el niño construye su identidad
mediante la experiencia de la diferencia(...) La masculinidad se aprende como «no
femineidad»(...) En la medida, entonces, en que la madre y, posteriormente en la
vida, todas las mujeres son los recordatorios de lo que no hay que ser para ser macho,
los hombres mantienen las diferencias genéricas en forma mucho más intensa que las
mujeres y los padres estimulan los estereotipos genéricos mucho más que las
madres.6
Sobre ella se ejerce violencia física y emocional, siendo ésta última la
principal causante del sometimiento, la subyugación y la aceptación de una
supuesta inferioridad natural.
El término feminicidio surge del concepto de genericidio, utilizado por primera
vez por la antropóloga norteamericana Mary Anne Warren en su obra pionera
Gendercide: The Implications of Sex Selection (Genericidio: las implicaciones de la
selección por sexos, 1985), y en la que la autora establece que, estadísticamente,
las mujeres en edad reproductiva tienen mayores probabilidades de ser mutiladas
o asesinadas por hombres que de fallecer por enfermedades, incluidos el cáncer y
las enfermedades infectocontagiosas, accidentes de tránsito y laborales y guerras
todas juntas sumadas.
Según estadísticas de la ONU, casi 3 millones de mujeres mueren cada año
como consecuencia de la violencia de género, entre cuyas manifestaciones más
típicas se encuentran:
5 Psicóloga, ex investigadora equipo multidisciplinario de investigación, Depto de Psicología. Leeds University. U.K., ex Senior Clinical Psychologist "Malborough Teaching Hospital" Londres, U.K., ex miembro de la Sociedad Británica de Psicología. 6 Norberto Flores Castro. La larga historia del femicidio: un trazado de la violencia de género, México, 1999. [En línea] Disponible en: http://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=3291752.
7
Aborto de los fetos de niñas basado en una selección deliberada.
Infanticidio en los países en los que se prefiere a niños varones.
Falta de comida y atención médica, que se desvía hacia los miembros
masculinos de la familia.
Los llamados «asesinatos de honor» y las muertes de dote.
Tráfico de mujeres.
Violencia doméstica.7
En ese contexto, el término «feminicidio» en 2001, fue tipificado por la ONU,
entidad que definió este delito como:
«El asesinato de mujeres como resultado extremo de la violencia de género
que ocurre tanto en el ámbito privado como en el espacio público. Comprende
aquellas muertes de mujeres a manos de sus parejas, ex parejas o familiares,
asesinadas por acosadores, agresores sexuales y/o violadores, así como
aquellas que trataron de evitar la muerte de otra mujer y quedaron atrapadas
en la acción del femicida.»8
En México existe un grave problema en cuanto al acceso a la justicia para
las mujeres, ya que frecuentemente la violencia hacia éstas no se sanciona ni
investiga, y al contrario, al intentar acceder el sistema de justicia, son
discriminadas, provocando una re-victimización de las denunciantes.
En relación con las estructuras sociales, las estructuras machistas son
consideradas como la base de la violencia específica de género. El hecho es que
no se trata sólo de lugares comunes y de prejuicios, lo documentan los resultados
de los estudios realizados en 2005 y 2010 por el Consejo Nacional para la
Prevención de la Discriminación (CONAPRED).
El menosprecio y la discriminación contra las mujeres están tan arraigados
en la sociedad que “el 15% de los hombres encuestados consideran que es
legítimo invertir menos en la educación de las hijas. El 22% les concedió a las
7 Ibídem. 8 ONU, Informe sobre feminicidios. 2001 [En línea] Disponible en: http://www.ajbbahia.com/comision-directiva/informe-femicidio/
8
mujeres capacidades menores en el ejercicio de puestos de alta responsabilidad, y
40% estuvieron de acuerdo con la afirmación de que las mujeres deberían realizar
un trabajo apto para su sexo”9.
La discriminación específica de género en México no sólo se refleja en las
desiguales oportunidades educativas, en el mayor desempleo y en la paga más
baja a mujeres adolescentes y adultas. También se muestra en el hecho de que,
en amplios sectores de la sociedad, la violencia contra las mujeres es considerada
normal o, por lo menos, justificada. Aun cuando casi la totalidad de los hombres
encuestados rechazaron verbalmente la violencia física contra las mujeres, casi
una cuarta de ellos opinó que la causa de las violaciones radica en la conducta
provocativa de las víctimas.
Según sondeos del INEGI realizados en 2006, 67% de todas las mujeres
mayores de 15 años ya han sido víctimas de la violencia. Más de la mitad de este
grupo de mujeres de esa edad ya han sufrido violencia por parte de su pareja,
44% de ellas violencia física.
A partir de aquí podemos destacar que “la ciudadanía vive atrapada por el
juego político partidista, y cada uno achaca al adversario, por lo que el no
esclarecimiento de los hechos, es un uso criminal de la política”10. En ese
contexto, “las mujeres sufren dos opresiones: la de clase y la de género. Además,
ambas están estrechamente ligadas, ya que la opresión de clase es condición
necesaria de la opresión de género. Las mujeres desamparadas
educacionalmente y legalmente frente a la violencia son la víctima perfecta de los
crímenes por género”11. Sin embargo, podemos discrepar un poco con aquellos
9 Inmujeres, Primera Encuesta Nacional sobre la Discriminación en México, [En línea] Disponible en: http://www.inmujeres.df.gob.mx/wb/inmujeres/primer_encuesta_nacional_sobre_discriminacion_en_m 10 Patricia Galeana, Historia de un feminicidio: las muertas de Juárez, México, 2001. Disponible en: http://www.juridicas.unam.mx/sisjur/internac/pdf/10-466s.pdf. Consultado el 8 de Noviembre del 2015. 11 Javier Snaidas, El feminicidio en América Latina, Historia y Perspectivas, disponible en: http://webiigg.sociales.uba.ar/iigg/jovenes_investigadores/5jornadasjovenes/EJE6/Conflictos,%20Desarrollo/Ponencia%20Snaidas.pdf. Consultado el 8 de Noviembre del 2015.
9
autores que, siguiendo el curso del pensamiento patriarcal, consideran que es la
violencia la que lleva a la opresión de género.
1.2 Definición
De acuerdo a los antecedentes –antes mencionados- se puede decir que el
feminicidio está conformado por el conjunto de hechos violentos misóginos contra
las mujeres que implican la violación a sus derechos humanos, atentan contra su
seguridad y ponen en riesgo su vida. Culmina con la muerte violenta de algunas
mujeres. Se consuma porque las autoridades omisas, negligentes, o coludidas con
agresores ejercen sobre las mujeres violencia institucional al obstaculizar su
acceso a la justicia y con ello contribuyen a la impunidad.
El feminicidio “conlleva a la ruptura del Estado de derecho ya que el Estado
es incapaz de garantizar la vida de las mujeres, de actuar con legalidad y hacerla
respetar, de procurar justicia, y prevenir y erradicar la violencia que lo ocasiona. El
feminicidio es un crimen de Estado”12.
Es importante distinguir el feminicidio de la violencia contra las mujeres,
aunque están estrechamente ligadas, incluso puede considerarse feminicidio
cuando una mujer comete suicidio después de haber sido víctima por algún tiempo
de este tipo de violencia. Para ello que establecida la siguiente definición:
Es la violencia misógina contra las mujeres por ser mujeres ubicadas en
desigualdad de género: opresión, exclusión, subordinación, discriminación,
explotación y marginación. Las mujeres son víctimas de amenazas, agresiones,
maltrato, lesiones y daños misóginos. Las modalidades de violencia de género son:
familiar, en la comunidad, institucional y feminicida.13
Las teóricas del feminismo Diana Rusell y Jill Radford desarrollaron la
categoría de feminicidio en su texto «Feminicide / The politics of woman killing»
12 Cámara de Diputados del H. Congreso de la Unión – LIX Legislatura Comisión Especial para Conocer y Dar Seguimiento a las Investigaciones Relacionadas con los Feminicidios en la República Mexicana y a la Procuraduría de Justicia Vinculada. Violencia Feminicida en el Estado de México. Distrito Federal, México, 2006., pp. 36 13 Ídem.
10
este término es el que se tomará en cuenta en este trabajo, porque en español, el
feminicidio suele considerarse como el simple asesinato de mujeres, y en el
diccionario de la Real Academia Española, aún no está contemplado como un
término válido.
Capítulo 2: Panorama general de Cd. Juárez, Chihuahua.
2.1 Características de la población de Chihuahua.
Este segundo capítulo aborda la situación de las mujeres en el estado de
Chihuahua. La información se centra en los municipios de Chihuahua y Juárez por
ser éstos donde se han registrado los más altos índices de homicidios de mujeres
en la entidad.
Así entonces, debe tenerse conciencia que Chihuahua es una de las
entidades más grandes del país. “En el año 2000 la población del estado era de 3
millones 52 mil 907 habitantes; el 52.2 por cierto eran mujeres. Se estima que en
el 2004 la población de Chihuahua ascendía a 3 millones 373 mil 391 de
habitantes (49% eran mujeres y 50.6% eran hombres). […] El municipio de Juárez
se concentra un millón 218 mil 817 habitantes, (el 39% de la población) con 49.7
por ciento de mujeres y 50.3 por ciento de hombres.”14.
Si nos referimos al entorno socioeconómico, el estado de Chihuahua, es
una entidad que se encuentra en los niveles intermedios del país: en 2002
ocupaba el lugar octavo en el Índice de Desarrollo Humano (IDH) y el séptimo en
el Índice de Desarrollo Relativo al Género (IDG). Este nivel de desarrollo humano
se va mermando cuando se incorporan otras variables relativas al género por lo
que el Índice de Potenciación de Género (IPG) coloca a la entidad en la posición
23 en el conjunto de entidades federativas en el país.
2.2 Las localidades urbanas y rurales de Chihuahua.
14 INEGI, Xll Censo de Población y Vivienda. 2000. Tabulados Básicos. Disponible en: http://www.inegi.org.mx/prod_serv/contenidos/espanol/bvinegi/productos/censos/poblacion/2000/panora_socio/chih/Panorama_Chih.pdf. Consultado el 10 de noviembre de 2015.
11
Los municipios de Chihuahua y Juárez son las zonas más urbanizadas, y aunque
en el primero la concentración urbana es menor, la modernización ha sido notoria,
sobre todo en los últimos diez años. Tanto en Chihuahua como en Juárez se
registra casi la misma proporción de mujeres y hombres en zonas urbanas y
rurales, lo cual permite suponer que no se observan, como en otras entidades,
pueblos donde predominan mujeres debido a la migración de los hombres hacia
los Estados Unidos, aunque sabemos que las características de este fenómeno
migratorio están cambiando.
En general, se puede destacar que uno de cada cinco hogares en
Chihuahua tiene jefatura femenina, la mayor concentración de jefas se ubica en
las edades entre los 35 y los 44 años. Un comportamiento similar se aprecia en
Ciudad Juárez. Por otro lado, “la distribución porcentual de hogares según el sexo
del jefe de hogar no ha tenido una variación significativa en los últimos 10 años en
el estado. En 1990 había un 83 por ciento de hogares con jefatura masculina, y en
el 2000 se registró un ligero descenso, mientras que la jefatura femenina pasó de
17.0 por ciento en 1990 a 20.6 por ciento en el 2000, cifra idéntica a la del total
nacional. El cambio más notable se observa en el municipio de Juárez: en el año
2000, 77.8 por ciento eran hogares encabezados por hombres y 22.2 por ciento
por mujeres”.15
Ahora bien, he dado hasta aquí -de manera muy somera- la situación
sociodemográfica de las mujeres de Chihuahua así que sin más preámbulos, en el
siguiente capítulo daré a conocer las posibles causas que originaron y poco a
poco han ido desarrollando el problema.
Capítulo 3: Homicidios de mujeres en el estado.
3.1 Inicio y desarrollo del problema:
De acuerdo con los resultados de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las
Relaciones en los Hogares (2003) en el estado de Chihuahua de 635 mil 875
15 INEGI, “Chihuahua”. Perfil sociodemográfico. Censo General de Población y Vivienda, 2000. Edición 2002, p. 130.
12
mujeres de 15 años y más que fueron entrevistadas, 294 mil 314 sufrieron por lo
menos algún incidente de violencia por parte de la pareja en los últimos 12 meses;
es decir, 46.28 por ciento de las mujeres entrevistadas. De acuerdo con los
resultados de la encuesta, 38.9% de las mujeres manifestó haber sido víctima de
violencia emocional; 28.2% de violencia económica; 8.3% de violencia física, y
7.8% de violencia sexual.
Destaca el hecho que, en la entidad, las mujeres que han vivido al menos
un incidente de violencia ha sido mayoritariamente en el campo de la violencia
emocional y de la violencia económica. Cuando se analiza esta información en los
ámbitos rural y urbano, se encuentra que la proporción de mujeres que ha sufrido
al menos un incidente de violencia sexual y física es más alta en el ámbito rural,
mientras que el porcentaje de mujeres que reportaron haber sufrido algún tipo de
violencia económica y emocional es más alto en el ámbito urbano.16
De lo anterior, podemos resaltar que “la forma extrema de violencia es la
que representa el feminicidio, sin embargo, no amenaza por igual a todos los
estratos sociales […] la probabilidad de ser víctima de un feminicidio es
particularmente alta en determinados contextos sociales, como pobreza,
marginación y exclusión de las oportunidades educativas”17. Por ende, “las
mujeres asesinadas son predominantemente jóvenes de entre 20 y 40 años, que
16 Entiéndase por violencia económica a toda conducta activa que esté dirigida a ocasionar un daño a los bienes muebles o inmuebles en menoscabo del patrimonio de las mujeres víctimas de violencia o a los bienes comunes, así como las limitaciones económicas encaminadas a controlar sus ingresos; o la privación de los medios económicos indispensables para vivir. Violencia emocional: Es toda conducta activa ejercida en deshonra, descrédito o menosprecio al valor o dignidad personal, tratos humillantes y vejatorios, vigilancia constante, aislamiento, marginalización, negligencia, abandono, celotipia, comparaciones destructivas, amenazas y actos que conllevan a las mujeres víctimas de violencia a disminuir su autoestima, a perjudicar o perturbar su sano desarrollo, a la depresión e incluso al suicidio. Violencia física: Es toda acción que directa o indirectamente está dirigida a ocasionar un daño o sufrimiento físico a la mujer, tales como: lesiones internas o externas, heridas, hematomas, quemaduras, empujones o cualquier otro maltrato que afecte su integridad física. Violencia sexual: Es toda conducta que amenace o vulnere el derecho de la mujer a decidir voluntaria y libremente su sexualidad, comprendiendo ésta no sólo el acto sexual, sino toda forma de contacto o acceso sexual, genital o no genital, tales como actos lascivos, actos lascivos violentos, acceso carnal violento o la violación propiamente dicha. 17 Inmujeres. Feminicidio en México, aproximación, tendencias y cambios, 1985-2009. Algunos elementos para un diagnóstico del feminicidio en Chihuahua. Un análisis de las defunciones femeninas con presunción de homicidio en las entidades federativas, [En línea] Disponible en: http://www.inmujeres.gob.mx/inmujeres/images/stories/noticias/feminicidio/15feminicmxmex.pdf
13
en su mayoría realizan trabajos con salarios bajos en empresas maquiladoras,
como en Ciudad Juárez, trabajan en la economía informal”18. Casos esclarecidos
muestran que los asesinos tienen un lugar de residencia y un perfil
socioeconómico similares al de sus víctimas.
Nelson Arteaga Botello y Jimena Valdés Figueroa dudan, tomando en
cuenta los indicadores socioeconómicos, que los feminicidios puedan ser remitidos
de manera general a las estructuras del machismo. Ellos sostienen la tesis de que
la violencia extrema contra las mujeres se debe ubicar en el contexto social de los
cambios de la sexualidad femenina, así como de la creciente actividad laboral de
las mujeres, en cuyo marco se disuelve la división clásica de géneros.
Así pues, de acuerdo con esta interpretación, “los feminicidios pueden
considerarse como reacción de un «machismo ofendido», que quiere evitar
determinadas formas de subjetivación de las mujeres y, en su lugar, conservar los
patrones tradicionales de valores ellas relaciones de género”19.
Desde 1995 las causas externas de mortalidad en el estado, en donde se
incluyen los homicidios, ocurren entre la población femenina de entre los 10 y 19
años, manteniéndose en el 2000 y 2003 en el grupo de 15 a 19 años. Esto
coincide con el período en el cual se registra un incremento de los homicidios de
mujeres, de 1994 al 2003.
En el caso de la población masculina, “las tasas de mortalidad por estas
causas son más altas entre los 20 y 29 años, durante las edades consideradas
productivas. En ambos casos, tanto de mujeres como de hombres, los riesgos de
morir por causas externas (homicidios y accidentes, entre otros), ocurren en
edades productivas y reproductivas, sin distinción de sexo pero sí de su condición
de género”20. La diferencia está en que la mayoría de los homicidios perpetrados
contra las mujeres son ejecutados por hombres.
18 Ibídem. 19 Ibídem. 20 Andrea Garduño. “La categoría de género en la explicación de los perfiles por enfermedades y muertes de varones y mujeres”, en Salud Problema, núm. 25, Primavera 94, p. 22.
14
En ese contexto, las cifras de muertes violentas y/o accidentadas en el
2004 fueron altas en Ciudad Juárez. Según el Instituto Municipal de Investigación
y Planeación, ocupan el primer lugar de los homicidios los cuales casi alcanzan la
mitad de las muertes violentas; le siguen los accidentes viales, el suicidio y la
sobredosis, entre otras. Todas estas causas de muertes violentas forman parte
estructural de la vida en la frontera Norte del país, donde hay un tráfico ilegal de
autos, armas, drogas y sexo.
Esta información es de crucial importancia, por lo que obliga a la urgencia
de diseñar políticas sociales dirigidas a eliminar la violencia y homicidios contra las
mujeres; al mismo tiempo, se requiere de programas de prevención de la violencia
que fomenten el respeto a la vida y libertad de las mujeres.
3.2 Homicidios, muertes violentas.
Los datos de homicidios cometidos contra mujeres y hombres son elevados en el
estado Chihuahua, principalmente a partir de 1994, como se reporta en la base de
datos de mortalidad del INEGI. Esto coincide con el periodo en el que se agudizan
los crímenes definidos como <<seriales de mujeres>>21; al mismo tiempo que se
exacerban las actividades del narcotráfico, y se produce una serie de cambios
políticos y económicos a nivel local. También hubo una crisis en el año 2000 en la
industria maquiladora de exportación.
En los años siguientes hubo un periodo anual de poco más de 70
homicidios femeninos; disminuyendo en 1999 a 45; 2000 que volvió a repuntar con
59, y 2003 con 66. Estos homicidios fueron asesinatos cometidos contra mujeres
por sus condiciones de género, vulnerabilidad, pobreza, marginación, edad, y de
mujeres solas. Esta categoría implica también el vinculo de un patrón de
criminalidad feminicida (secuestro, tortura, violación, asesinato y mutilación) en un
contexto de delincuencia generalizada.
Algo aquí es importante señalar que, la principal diferencia entre los
homicidios masculinos y los homicidios de mujeres en el estado, radica en la
21 Varios fueron los casos que ilustran esta categoría de crímenes que tienen características similares.
15
violencia sexual que se ejerce contra éstas, cuyos asesinatos serían evitables si
no estuviera tan arraigada la cultura patriarcal, que se refleja a través de la
misoginia, la discriminación de género y la violencia sexual, como lo demuestran
diversos estudios e investigaciones, en los cuales se reporta una marcada
exclusión social, no sólo respecto a las oportunidades económicas, sino a las
educativas y culturales que viven las mujeres, limitando con ello su acceso a los
beneficios que supuestamente ofrece el desarrollo de la sociedad.
Otra diferencia que es importante mencionar es que existen rasgos notables
entre los homicidios ocurridos en el ámbito rural y urbano. En el urbano hay más
asesinatos, tanto de hombres como de mujeres, aunque las diferencias para los
hombres en los dos ámbitos no es tan grande, esto indica que el modelo
hegemónico de masculinidad violenta permea en todos los ámbitos.
Información emitida por la Procuraduría General del Estado de Chihuahua,
fue proporcionada la Comisión Especial con datos precisos de los homicidios de
mujeres en Ciudad Juárez, de 1993 a mayo del 2005. El total de crímenes de
mujeres que se cometieron en esos casi 12 años fue de 364; las cifras más altas
se registraron en la misma proporción en los años 1996 y 2001(37 homicidios para
cada año), y las más bajas en 1993 y 1999 (18 homicidios para cada año)
seguidos con 19 homicidios cada año en 1994 y 2004.
Este descenso gradual de homicidios de mujeres podría atribuirse a la
presión social ejercida por ciertos sectores de la sociedad para frenar, esclarecer y
prevenir la violencia contra las mujeres, particularmente en Ciudad Juárez.
Resultado de esta presión social se crearon organismos no gubernamentales e
instancias de gobierno dedicadas a atender esta problemática.
Bajo esa lógica, el siguiente capítulo está dedicado a presentar cuál ha sido
el impacto social así también lo relacionado con el sistema de impartición de
justicia, cuyos cambios legislativos se iniciaron en 1995 -luego de una intensa
denuncia social sobre los asesinatos de niñas y mujeres en la entidad-, y para
16
2001, hubo modificaciones importantes a la ley, entre ellas el incremento de la
penalidad, así como el reordenamiento de los supuestos de violación22.
Capítulo 4: Impacto social y organizaciones involucradas.
4.1 Legislación:
En Chihuahua, la legislación vigente contempla y regula situaciones en las cuales
las mujeres se consideran como sujetos vulnerables. Tal es el caso del derecho
penal que tipifica y sanciona conductas que afectan a las mujeres en los delitos
de: estupro, rapto, violación, abuso sexual, violencia familiar, hostigamiento
sexual, incesto y homicidio, que desde hace algunos años se reconoce en los
medios académicos y políticos como feminicidio, aunque aún no se le reconoce en
el ámbito jurídico.
El derecho civil también contempla una serie de reglamentaciones
tendientes a proteger a las mujeres y a sus descendientes en el ámbito familiar y
conyugal, particularmente en situaciones de divorcio, obligaciones alimenticias,
patria potestad, bienes, y reconocimiento del trabajo en el hogar y matrimonio. En
tal situación, las mujeres han reforzado su participación en la creación de leyes
tendientes a preservar sus derechos, así como la exigencia de cumplimento y
ejercicio de las mismas23.
Es posible decir que si bien se ha legislado en materia civil y penal teniendo
como propósito brindar protección a las mujeres, dicha legislación no ha sido
efectiva en la mayoría de las ocasiones. Sabemos que una mayor penalidad no
trae aparejada necesariamente una disminución de la criminalidad (aunque de
todos modos es importante legislar en esta materia), pues su efecto no trae una
real injerencia en la sociedad sino se acompaña de medidas administrativas que
deben crear el marco preciso para lograr su cometido.
22 Cabe señalar que la violación se castiga, desde entonces, con prisión de seis a veinte años y una multa de ochenta a doscientos salarios mínimos. 23 Como dato histórico, el grupo feminista 8 de marzo fue una de las organizaciones pioneras en diseñar y presentar proyectos legislativos. Ravelo, P; S. Sánchez y L. Carrillo, Mujeres con historias. Diez años de feminismo en Chihuahua, 2003.
17
Fue a partir de 1996, luego de tres años de movilizaciones sociales, los
distintos niveles de gobierno respondieron con el anuncio y puesta en marcha de
acciones. Los gobiernos municipal, estatal y federal, obligados por las
recomendaciones internacionales, la presión social y la demanda organizada,
iniciaron políticas gubernamentales focalizadas para atender y prevenir la violencia
feminicida. Es así que en estos últimos apartados, presentaré a grandes rasgos
las principales instituciones surgidas a partir de esta problemática como también
cuáles han sido los resultados.
4.2 Reacciones y mecanismos para erradicar el problema.
Al principio del trabajo se mencionó que dentro de la política parlamentaria, se
destaca que durante el gobierno del entonces presidente Vicente Fox Quesada, se
creó la Comisión Especial para Conocer y Dar Seguimiento a las Investigaciones
Relacionadas con los Feminicidios en la República Mexicana y a la Procuraduría
de Justicia Vinculada. Asimismo, la Procuraduría General de la República creó la
Fiscalía Especializada de Delitos Violentos contra las Mujeres, cuyo ámbito de
competencia es federal.
Del caso emblemático de Ciudad Juárez que ha dado la vuelta al mundo,
vemos que se trata de asesinatos de mujeres cuya determinación fundamental
está en su condición de género. Es por ello que, mediante esta comisión, se
buscaba una coordinación entre las distintas entidades federativas para llegar a
soluciones óptimas que erradicaran este problema.
Se calcula que únicamente en 2002 fueron asesinadas más de 5000
mujeres en la República Mexicana. Y día con día la Comisión Especial del
Feminicidio de la Cámara de Diputados trata de averiguar sobre el esclarecimiento
de dichos asesinatos y el acceso a la justicia por parte de los familiares de las
víctimas.
La Relatora de las Naciones Unidas sobre Violencia Contra las Mujeres,
Sra. Yakin Ertük, al presentar una declaración preliminar ante la Comisión de
Derechos Humanos de la ONU reunida en Ginebra en abril de 2005, señaló: “En
18
México no son vigentes los derechos humanos de las mujeres [...] Los asesinatos
de mujeres no pueden considerarse hechos aislados o de carácter interno, las
mujeres no son sólo víctimas de violencia criminal, en algunos casos, se trata de
bandas delictivas de diverso tipo y de traficantes de seres humanos. De manera
generalizada, las mujeres son víctimas de graves abusos en la esfera doméstica
que culminan en el asesinato de un importante número de ellas”.24
Esta fue la comisión más importante sobre este tema, sin embargo,
existieron otras a las que no se les dio tanta importancia como a la primera, una
de ellas que sí llegó a instalarse fue la Comisión Especial para Conocer y Dar
Seguimiento Puntual y Exhaustivo a las Acciones que han Emprendido las
Autoridades Competentes en relación a los Feminicidios registrados en México.25
Esto porque la diputada Guadalupe Flores Salazar consideró que las acciones
emprendidas hasta entonces, no habían arrojado buenos resultados.
Declara que tan solo en de 2001 a 2010, la violencia contra las mujeres
aumentó 400% y esto debía de atenderse de manera urgente.
Actualmente las comisiones han sobrevivido a estos problemas y, sin
embargo, los problemas no se han atendido de manera puntual. Según datos
arrojados por la ONG llamada: “‘Nuestras hijas de regreso a casa’, en México
actualmente muere una mujer por feminicidio cada 3 horas”.26 Parece que el
problema se ha naturalizado, provocando que las personas vean esto normal, sin
tomar en cuenta que son seres humanos que sufren. Pareciera que, en nuestro
país, estos problemas son los que menos importan.
24 Cámara de Diputados del H. Congreso de la Unión – LIX Legislatura Comisión Especial para Conocer y Dar Seguimiento a las Investigaciones Relacionadas con los Feminicidios en la República Mexicana y a la Procuraduría de Justicia Vinculada. 1er informe preliminar de resultados. Distrito Federal, México, 14 de abril de 2004 a 14 de abril de 2005., p. 8 25 Redacción, Diario Red Política. 2013 [En línea] Disponible en: http://www.redpolitica.mx/congreso/diputados-instalan-comision-especial-sobre-feminicidios 26 Redacción, Diario Sin Embargo Mx 2015. [En línea] Disponible en: http://www.sinembargo.mx/13-10-2015/1517190
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Conclusiones:
En conclusión, y a manera de reflexión, este es un tema poco tratado y, sin
embargo, fundamental para que sea investigado y arreglado con urgencia ya que
cada día las mismas mujeres muestran mayor inconformidad y apatía con los
gobernantes de dicho estado. Es por ello que se considera muy necesario -con la
ayuda de una política pública-, que el tema sea llevado a agenda de gobierno para
que posteriormente sea atendido.
Así también, es necesaria la creación de una infraestructura que permita la
aplicación correcta de dichas medidas, además de capacitar con un enfoque de
género a los servidores que se encargan de aplicar la ley. Incluso es necesario
proponer una especie de carrera civil a todos los niveles para la atención a
mujeres y otras personas que han tenido incidentes de violencia sexual, física,
emocional y económica, por mencionar las más documentadas, así como a las
madres y familias que han sufrido el ver asesinadas y desaparecidas a sus hijas,
para brindarles una procuración, impartición y administración de justicia desde otra
perspectiva, donde todos los mecanismos estructurales de exclusión y de
impunidad (misoginia, xenofobia, discriminación sexual, clasista, racismo y
homofobia, por mencionar las más frecuentes), estén ausentes.
En ese sentido, se debe partir de la idea de que una política pública debe
emanar de la sociedad misma y no desde el gobierno propiamente, convirtiéndose
en una política gubernamental, en palabras de Raymundo Domínguez: “considero
que no hay mejores conocedores que los directamente involucrados en los
problemas públicos y que es necesario que sea reconocido como problema
20
público para ingresar a la agenda de gobierno, así como reconocer la importancia
que puede o pueda tener en el presente o el futuro”27.
Una observación interesante, con respecto a lo anterior, es que la cultura de
la denuncia parece inexistente en este lugar, pues, los habitantes determinan que
estas acciones no sirven de nada, ya que acusan a los policías y demás
elementos de seguridad de estar coludidos con los delincuentes.28
Así entonces, el funcionamiento eficiente y eficaz de las instituciones del
Estado y el ejercicio ético en la Administración Pública, así como el fortalecimiento
de los valores que dan sustento a la democracia para alcanzar el pleno respeto de
las diferencias de cualquier índole y del derecho de cada quién a decidir sobre su
forma de vida, resultan pilares fundamentales para la consolidación de un sistema
democrático y eficiente.
En este escenario, la participación de los ciudadanos, la información, la
transparencia, así como la profesionalización e imparcialidad de los funcionarios
públicos son elementos fundamentales de una Administración Pública preocupada
por el bienestar de los ciudadanos y, por tanto, tales elementos han de
desarrollarse de acuerdo a una ética pública que impida la corrupción,
incertidumbre, impunidad, ilegalidad e ilegitimidad dentro de las instituciones y
organizaciones gubernamentales.
Frente a esto, requerimos encontrar puntos de encuentro entre desarrollo
con libertad y una democracia con derechos para que se retroalimenten
positivamente y consoliden una mejor sociedad.
En ese orden de ideas, dado que la sociedad se encuentra en constante
cambio, la ética debe jugar un importante papel en la medida que se vuelve parte
de su desenvolvimiento, de aquí que ésta deba ser entendida en forma particular,
es decir, en relación a la sociedad en que se desarrolle, ya que irá en función de 27 Raymundo Domínguez López, Políticas Públicas l, apuntes retomados en clase el día 25 de marzo de 2015. 28 Acusan colusión de policías y autoridades con delincuentes en en Cd. Juárez., Redacción, La Jornada en línea, consultado el 5 de abril de 2015, disponible en: [http://www.jornada.unam.mx/ultimas/2014/12/18/acusan-colusion-de-policias-y-autoridades-con-delincuentes-en-Cd. Juárez-8543.html]
21
los requerimientos sociales actualizados, vinculándola con las condiciones
ideológicas, sociales, políticas y económicas que prevalecen en la sociedad.
Por consiguiente, el desafío por una sociedad democrática es un reto que
debemos asumir todos, esto es, no sólo desde la tribuna y el protagonismo
político, sino desde cada lugar en el que nos encontremos como ciudadanos. El
reto implica un cambio de mentalidad y un plan bien cimentado que nos conduzca
y ayude en primer lugar a reconocer si hemos sido intolerantes, impositivos e
incongruentes como ciudadanos para posteriormente, modificar actitudes.
En este sentido, retomando al doctor Raymundo Domínguez López:
“Es necesario que las autoridades se muestren abiertas al disenso para posteriormente pasar al
consenso, haciéndole ver a la ciudadanía que mediante la correlación de responsabilidades, por una
parte la denuncia y por otra la responsabilidad de actuar, se pueden generar soluciones realmente
efectivas en relación con el problema que aqueja”.
También es importante destacar que “la ciudadanía tiene la obligación de
hacer uso de la participación, no sólo como un simple votante, en este sentido el
ciudadano se convertiría en el jugador que establece las reglas y no solamente en
un observador de la toma de decisiones”.29
En suma, debe hacerse patente que ante el funcionamiento activo de las
instituciones del estado y el ejercicio ético de los funcionarios públicos; así como el
fortalecimiento de los valores que dan sustento a la democracia para alcanzar el
pleno respeto de las diferencias de cualquier índole y el derecho de cada quién a
decidir sobre su forma de vida, resultan pilares primordiales para la consolidación
de un sistema político democrático, eficiente y transparente.
Por ende, un problema que hay que resolver antes de llegar a estas
medidas es la poca, por no decir nula participación ciudadana. Es claro que ante
una sociedad que no se muestra interesada en hacer uso de sus derechos a
29 Raymundo Domínguez López. Las políticas públicas en el contexto social. Revista IAPEM, Núm 64, Mayo-Agosto, 2006., pp. 27
22
demandar al gobierno mejores condiciones de vida, es difícil que éste actúe por el
bien de ésta.
Por ello es pertinente una política que, mediante la acción del gobierno
federal, ya no municipal ni estatal, se ponga orden, posteriormente que se
capacite a los policías mediante verdadera ética profesional, para dar pie a
construir una mejor sociedad, que no sea realmente dirigida por el crimen
organizado. Al mismo tiempo se debe establecer un programa de participación
ciudadana donde las personas (en particular las mujeres, dado que son los grupos
afectados principalmente), conozcan sus derechos, se informen* y estén mejor
dotadas en conocimiento sobre lo que pueden lograr mediante la denuncia
ciudadana y la unión entre ellas/os.
Por último, es indispensable reflexionar constantemente sobre el mundo en
que vivimos, actividad muy necesaria en una sociedad cómoda y adormecida
como la nuestra.
Fuentes de información:
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Andrea Garduño. “La categoría de género en la explicación de los perfiles por enfermedades y muertes de varones y mujeres”, en Salud Problema, núm. 25, Primavera 94, pp. 17-26.
Amnistía Internacional. México: Muertes Intolerables, 10 años de desapariciones y asesinatos en Ciudad Juárez, EDAI, Madrid, 2000. Cámara de Diputados del H. Congreso de la Unión – LIX Legislatura Comisión Especial para Conocer y Dar Seguimiento a las Investigaciones Relacionadas con los Feminicidios en la República Mexicana y a la Procuraduría de Justicia Vinculada. 1er informe preliminar de resultados. Distrito Federal, México, 14 de abril de 2004 a 14 de abril de 2005., p. 8 Cámara de Diputados del H. Congreso de la Unión – LIX Legislatura Comisión Especial para Conocer y Dar Seguimiento a las Investigaciones Relacionadas con
23
los Feminicidios en la República Mexicana y a la Procuraduría de Justicia Vinculada. Violencia Feminicida en el Estado de México. Distrito Federal, México, 2006. Domínguez López, Raymundo. Las políticas públicas en el contexto social. Revista IAPEM, Núm 64, México, Mayo-Agosto, 2006. Domínguez López, Raymundo. Políticas Públicas l, apuntes retomados en clase el día 25 de marzo de 2015.
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