Introducción a La Metafísica - Grondin, Jean 329

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como la metafísica pertenece al Dasein mismo (genitivo subjetivo), que la realiza sin cesar, la filosofía, entendida como metafísica, debe tratar del Dasein mismo (genitivo objetivo), para sacar a la luz su estructura metafísica. Por ser el Dasein el ser metafísico por excelencia, esta meta- física del Dasein es de alguna manera equivalente a una «metafísica de la metafísica», recuperando la fórmula de Kant que a Heidegger le gus- tará citar. 18 Pero, una vez más, una metafísica de la metafísica, ¿es tam- bién una metafísica? 19 ¿No estamos mejor en presencia de una meta- metafísica? Aun así, al entregarse a una ontología o a una metafísica del Dasein, Heidegger tenía buenas razones para pensar que era el primero en poner el dedo sobre el origen olvidado de la metafísica (la «trascendencia del ente» que es el Dasein). De ahí la calma y hasta la euforia metafísica de los años 1928-1930. Pero si Heidegger va a renunciar muy pronto al tér- mino «metafísica», es porque se convencerá de que la metafísica lo era todo salvo pensamiento del ser; con su prisa por explicar el ente, la meta- física no habría estado suficientemente atenta al misterio del ser. Para la comprensión del destino de la metafísica en la obra de Hei- degger, juegan un papel de primer plano la célebre lección inaugural «¿Qué es metafísica?», pronunciada el 24 de julio de 1929 en la Univer- sidad de Friburgo, sólo unos meses después de la conferencia «De la esencia del fundamento», y el libro sobre Kant. Heidegger reivindica aquí todavía, aunque sea por última vez, el título de metafísica, al des- arrollar él mismo una pregunta metafísica (su primera sección se presen- ta, efectivamente, como «El despliegue de un preguntar metafísico»), pero la naturaleza misma de su pregunta revela que también se está inte- rrogando sobre la metafísica. Ese preguntar sobre la naturaleza de la me- tafísica le llevará cada vez más a tomar distancia respecto de ella, porque percibe, con claridad cegadora, en ella un régimen de pensar que se pre- gunta, desde una perspectiva de objetivación y de dominación, sobre el ente y sus principios, eludiendo de esta manera el misterio del ser. Introducción a la metafísica 18. M. Heidegger, Kant y el problema de la metafísica (1929), trad. por G. Ibscher Roth, FCE, México [1ª reimpr.] 1986. 19. En las reflexiones de 1938-1939, publicadas después de su muerte (GA, 67, 68), Heidegger no verá ya en la idea de una «metafísica de la metafísica» sino una recaída (Rückfall ) en el pensamiento que se trata de superar si se pretende acercarse al ser. Dirá lo mismo a propósito del concepto de trascendencia en GA, 67, 63: «A pesar de la inter- pretación más originaria del Da-sein, el mantenimiento del concepto de trascendencia es una recaída en la metafísica». 328

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como la metafísica pertenece al Dasein mismo (genitivo subjetivo), quela realiza sin cesar, la filosofía, entendida como metafísica, debe tratardel Dasein mismo (genitivo objetivo), para sacar a la luz su estructurametafísica. Por ser el Dasein el ser metafísico por excelencia, esta meta-física del Dasein es de alguna manera equivalente a una «metafísica de la metafísica», recuperando la fórmula de Kant que a Heidegger le gus-tará citar.18 Pero, una vez más, una metafísica de la metafísica, ¿es tam-bién una metafísica?19 ¿No estamos mejor en presencia de una meta-metafísica?

Aun así, al entregarse a una ontología o a una metafísica del Dasein,Heidegger tenía buenas razones para pensar que era el primero en ponerel dedo sobre el origen olvidado de la metafísica (la «trascendencia delente» que es el Dasein). De ahí la calma y hasta la euforia metafísica delos años 1928-1930. Pero si Heidegger va a renunciar muy pronto al tér-mino «metafísica», es porque se convencerá de que la metafísica lo eratodo salvo pensamiento del ser; con su prisa por explicar el ente, la meta-física no habría estado suficientemente atenta al misterio del ser.

Para la comprensión del destino de la metafísica en la obra de Hei-degger, juegan un papel de primer plano la célebre lección inaugural«¿Qué es metafísica?», pronunciada el 24 de julio de 1929 en la Univer-sidad de Friburgo, sólo unos meses después de la conferencia «De laesencia del fundamento», y el libro sobre Kant. Heidegger reivindicaaquí todavía, aunque sea por última vez, el título de metafísica, al des-arrollar él mismo una pregunta metafísica (su primera sección se presen-ta, efectivamente, como «El despliegue de un preguntar metafísico»),pero la naturaleza misma de su pregunta revela que también se está inte-rrogando sobre la metafísica. Ese preguntar sobre la naturaleza de la me-tafísica le llevará cada vez más a tomar distancia respecto de ella, porquepercibe, con claridad cegadora, en ella un régimen de pensar que se pre-gunta, desde una perspectiva de objetivación y de dominación, sobre elente y sus principios, eludiendo de esta manera el misterio del ser.

Introducción a la metafísica

18. M. Heidegger, Kant y el problema de la metafísica (1929), trad. por G. IbscherRoth, FCE, México [1ª reimpr.] 1986.

19. En las reflexiones de 1938-1939, publicadas después de su muerte (GA, 67,68), Heidegger no verá ya en la idea de una «metafísica de la metafísica» sino una recaída(Rückfall) en el pensamiento que se trata de superar si se pretende acercarse al ser. Dirálo mismo a propósito del concepto de trascendencia en GA, 67, 63: «A pesar de la inter-pretación más originaria del Da-sein, el mantenimiento del concepto de trascendencia esuna recaída en la metafísica».

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