Introducción al Pensamiento Económico - :: DIVISION...
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Alejandro Toledo Patiño
Introducción al
Pensamiento Económico
Notas de Curso
Licenciatura de Economía
Departamento de Economía
División de Ciencias Sociales y Humanidades
Universidad Autónoma Metropolitana Iztapalapa
2011
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ÍNDICE
Presentación: objetivos y contenido 5
Primera Parte
La Economía Política 7
Unidad 1 El surgimiento de la economía: mercantilismo y fisiocracia …………….……..8
1.1 Los inicios del capitalismo y la Economía Política 8 1.2 Mercantilismo: riqueza y comercio exterior 11 1.3 La Fisiocracia y el primer modelo económico 13 Unidad 2 La Economía Política Clásica: Adam Smith …………………………………..17 2.1 Contexto 17 2.2 La “Riqueza de las Naciones” 18 2.3 División del trabajo y productividad 19 2.4 El mercado 20 2.5 Precios y valores 21 2.6 Acumulación y crecimiento 22 Unidad 3 La Economía Política Clásica: David Ricardo ………...………………………24 3.1 Las Corn Laws y los Principios de Ricardo 24 3.2 Teoría del valor 25 3.3 Renta diferencial 25 3.4 Acumulación y distribución a largo plazo 26 3.5 La ventaja comparativa y el comercio internacional 28
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Unidad 4 La crítica marxista de la Economía Política …………………………………..31 4.1 Antecedentes: historia, socialismo y proletariado 31 4.2 Mercancía, trabajo y valor 33 4.3 El plusvalor 34 4.4 Acumulación, salarios y desempleo 36 4.5 Tasa de ganancia y crisis 37 Segunda Parte
La Escuela Neoclásica 41
Unidad 5 El enfoque marginalista ………………………………………………………..42
5.1 La visión microeconómica 42 5.2 La teoría subjetiva del valor 45 5.3 Utilidad marginal 48 5.4 La productividad marginal 50 5.5 Costo de oportunidad 53 Unidad 6 Alfred Marshall y la síntesis neoclásica …………….…………………………55 6.1 Economics 55 6.2 El excedente del consumidor 56 6.3 La “teoría de las Tijera” 56 6.4 La teoría de la Distribución 58 6.5 Elasticidades de la demanda 59 Unidad 7 Institucionalismo y evolucionismo ……………...……………………...………64 7.1 Dos enfoques heterodoxos 64 7.2 La crítica de Veblen 65 7.3 La perspectiva shumpeteriana 67
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Tercera Parte
La Macroeconomía moderna 71
Unidad 8 El Paradigma keynesiano …………………………………...………………….72
8.1 La crisis de 1929 y la “General Theory” 72 8.2 Demanda y Propensión al consumo 74 8.3 La Eficacia Marginal del Capital 76 8.4 Interés y Preferencia por la Liquidez 78 8.5 El multiplicador de la inversión 79 8.6 Empleo, salarios y precios 81 8.7 Políticas anti cíclicas 84 8.8 El modelo IS-LM 85 Unidad 9 La Escuela de Chicago …………………………………..……………………..89 9.1 La crisis de los años setenta y el agotamiento keynesiano 89 9.2 Milton Friedman y el monetarismo 90 9.3 “El dinero importa” 92 9.4 La Curva vertical de Phillips 93 9.5 Lucas y la Nueva Economía Clásica 96 Conclusiones ……………………………………………………………………………100
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Presentación: objetivos y contenido
Estas notas constituyen el material básico de un curso introductorio de economía. Se han
escrito teniendo en mente los programas de las Unidades de Enseñanza Aprendizaje
(UEA´s) de Historia del Pensamiento Económico y de Introducción a la Economía de la
licenciatura de Economía de la Unidad Iztapalapa de la Universidad Autónoma
Metropolitana.
El objetivo de estas notas es ofrecer un conocimiento básico de la terminología, conceptos
y razonamientos de la ciencia económica siguiendo para ello un enfoque histórico. Con tal
propósito se presenta un breve panorama de la trayectoria del pensamiento económico,
buscando mostrar únicamente sus principales escuelas y autores, con sus respectivos
enfoques teóricos y conceptos e ideas más relevantes.
Se ha buscado una forma de exposición y redacción que resulte lo más amigable posible
para el lector principiante y, en consecuencia, se ha pretendido el escribir unas notas
accesibles a todo estudiante – de economía, ciencia política, sociología y en general de
cualquier licenciatura- que quiera contar con una guía inicial de orientación sobre esta
disciplina.
Con la finalidad de que estas notas sean un estímulo para el estudio más a fondo de las
teorías económicas, al final de cada unidad temática se sugieren puntos para reflexionar e
investigar y, asimismo, se recomiendan lecturas que profundizan en los temas y
complementan o matizan las ideas aquí expuestas.
Al escribir estas notas se tuvo en mente brindar una pequeña muestra de la pluralidad de
enfoques de las teorías económicas. En tal sentido es que éstas no son notas de un curso
introductorio convencional, circunscrito a exponer los conceptos y razonamientos básicos
de una sola escuela de pensamiento económico (aun cuando ella sea la más conocida y
aceptada) sino que ofrece una muestra, representativa pero ciertamente aún muy lejana de
ser completa, del amplio e incluso contradictorio abanico de corrientes que conforman
dicho pensamiento.
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Como se podrá apreciar a lo largo de las siguientes páginas, en Economía, como ocurre en
las ciencias sociales y en el pensamiento científico en general, no existen las verdades
absolutas o inmutables. Asimismo, lejos de existir en el pensamiento económico una
evolución lineal y progresivamente ascendente a lo largo de un mismo sendero teórico,
existe una trayectoria marcada periódicamente por rupturas paradigmáticas; por el
surgimiento de visiones epistemológicas, enfoques temáticos y metodológicos distintos y
muchas veces contrapuestos. De ahí la constante controversia y polémica que marcan el
pensamiento económico y que constituye una de sus características vitales. También, como
se intentará mostrar, esas diferentes escuelas y enfoques han estado decisivamente influidos
tanto por los hechos y acontecimientos económicos más relevantes de la época histórica de
que se trate, como en lo que se refiere a un nivel más general, por la atmósfera intelectual
prevaleciente.
Estos apuntes se dividen en tres partes: la primera aborda el surgimiento de la Economía,
comprendiendo la etapa de la Economía Política (siglos XVII-XIX) que va del
mercantilismo al planteamiento marxista, pasando por el liberalismo clásico encabezado
por Smith y Ricardo. La segunda parte comprende el período que va de 1871 a la primera
mitad del siglo XX aproximadamente, que comprende el marginalismo y la síntesis
marshalliana en tanto escuelas principales del pensamiento económico, así como por las
contrapropuestas heterodoxas del institucionalismo y el evolucionismo. La tercera parte de
estas notas aborda la etapa moderna de la economía (siglo XX), dominada
fundamentalmente por el pensamiento Keynesiano y la Escuela de Chicago o monetarista.
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Unidad 1
El surgimiento de la economía: mercantilismo y fisiocracia
1. Los inicios del capitalismo y la Economía Política. 2. El mercantilismo y su idea de
la riqueza. 3. La fisiocracia y el primer modelo económico.
1.1Los inicios del capitalismo y la Economía Política
Es hasta el nacimiento del mundo moderno que da inicio una reflexión teórica sistemática
sobre lo que podríamos llamar el fenómeno económico. De hecho es en esta época que se
concibe por vez primera a la sociedad como un sistema económico, “regido por leyes
propias, de acuerdo con las cuales podrían hacerse cálculos y predicciones delos
acontecimientos”. (Dobb: 1974, 30) Por supuesto que la reflexión sobre cuestiones
económicas había existido en épocas precedentes, por parte de los pensadores de la
antigüedad (Platón, Aristóteles), del mundo árabe y de la Edad Media. Pero se trata de
reflexiones aisladas, que no forman una disciplina o corriente de pensamiento, ni acaban de
delimitar un objeto de estudio propiamente dicho. Dichas reflexiones se hacen sin
diferenciar a la economía de la moral o la política o la ética. La discusión sobre el crédito
(la usura) desde el punto de vista de la Biblia es un ejemplo de ello.
¿Qué ocurría en el naciente mundo moderno que hizo necesario el surgimiento de la
economía como una disciplina específica del pensamiento social y con pretensiones
científicas? ¿Por qué en un inicio la economía llevó el apelativo de “política”?
Para responder estas preguntas hay que considerar importantes procesos económicos,
sociales y políticos que tuvieron lugar en el noroeste de Europa occidental, (Francia,
Holanda, Bélgica, Gran Bretaña) a lo largo de los siglos XVI-XIX. Se trata de cambios
centrales en el largo pasaje del mundo medieval al mundo moderno.
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La primera de estas transformaciones tiene que ver con la expansión de las economías de
mercado ya que en esta época tiene lugar una amplia difusión de la producción mercantil
y de la circulación del dinero, que disuelven el orden económico del feudalismo. En las
palabras de un historiador se expresa el contraste a que da lugar esta expansión al paso de
dos centurias: “en el siglo XV, una gran parte de los habitantes de Europa casi no
manejaban dinero, por ejemplo, un agricultor podía conservar su casa y su granja heredadas
sin pagar renta, con solo trabajar las tierras del señor, podía tener derecho a recoger leña en
los bosques de su señor, solía pagar al molinero que molía su trigo con una parte del grano;
contribuía a la iglesia dándole diezmos de sus productos. Hacia finales del siglo XVII, gran
parte dela población, especialmente la urbana, de Inglaterra, Holanda y Francia vivía
dentro de una economía basada en los ingresos” (Clark, 1963: 182)
El segundo gran cambio se relaciona con la aparición y difusión de relaciones de
producción basadas en la contratación de mano de obra. En la base de esta nueva forma
de producción se encuentra la doble condición del trabajador asalariado: libre de jure y
libre de facto: sin medios para producir y para vender por su propia cuenta. “Libre de
medios propios de vida y libre para contratarse”. A esta doble condición se llegó en Europa
occidental mediante un proceso conocido como la “acumulación originaria” y que consistió
básicamente en llevar a cabo cercamientos de tierras rurales, despojos de comunidades,
venta obligada de fuerza de trabajo, acompañado de leyes punitivas contra el vagabundaje,
etcétera.
El tercer gran cambio de esa época es la conformación de burguesías comerciales al calor
de la conquista de América, Asia y en menor medida África, por parte de las potencias
europeas, con la consiguiente expansión del capital mercantil y la formación de un
mercado mundial bajo patrones colonialistas. Esto es producto, desde el punto de vista de
la técnica, de una seria de mejoras y progresos en los métodos de navegación, que le dan a
Europa una superioridad decisiva frente al mundo árabe y a la postre la llevarán a ejercer
un dominio de los mares del mundo. Surgen poderosas burguesías comerciales en los
principales puertos de lo que llegarían a ser posteriormente Italia, España, Portugal,
Francia, Holanda, Inglaterra. Entre esas burguesías se establece una intensa competencia
por alcanzar el mayor dominio marítimo y el control de los nacientes mercados coloniales.
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El cuarto gran proceso de cambio es de orden político y se trata de la conformación de los
llamados Estados –Nación absolutistas (Portugal, Francia, España, Holanda, Inglaterra).
Se trata de la forma tardía del estado feudal que acompaña ala transformación dela nobleza
terrateniente en una nobleza mercantilizada. Este estado se caracteriza por llevar a cabo
una centralización del poder político (y del excedente) en las protonaciones. Junto con
fenómenos tales como el surgimiento de la deuda pública tiene lugar la nacionalización del
comercio exterior, el proteccionismo comercial, el impulso de flotas mercantes y fuerzas
navales y militares; también tiene lugar el impulso y participación estatal en manufacturas
de bienes de lujo y elaboración de materias primas y armamentos.
El estado absolutista es crucial en la formación de los Estados- Nación ya que promueve la
formación de mercados internos (eliminación de las barreras de comercio, unificaciones
monetarias, banca central en Francia) y promueve la conquista de mercados externos. Su
objetivo es en todo momento el de acrecentar la riqueza de la nación.“El estado absolutista
jugó un papel muy importante de la primera etapa de la transición (al capitalismo)
mediante la movilización del excedente económico, el impulso a la economía mercantil, la
producción manufacturera y la conformación de economías y estados nacionales” (Dabat,
1991: )
De hecho el término de Economía Política con el que se bautiza inicialmente la economía
quiere decir economía de las naciones. La estadística aplicada a los censos, mediciones,
registros contables de los jóvenes estados era llamada en ese entonces “aritmética
política”- e incluso la economía en un principio era parte de dicha aritmética. En la
actualidad las llamadas “Cuentas Nacionales” equivalen a una aritmética o estadística
económica de las naciones.
Resumiendo: en esos siglos tiene lugar el surgimiento de nuevas dimensiones (mercantil,
dineraria, salarial, estatal e internacional) de la actividad económica. “El feudalismo con
sus feudos autosuficientes desde el punto de vista económico, social y político estaba
dejando paso a un creciente comercio, al auge de las ciudades…y a la expansión del estado
nación…La producción de bienes para el mercado estaba cobrando más importancia y la
tierra, el trabajo y el capital comenzaban a comprarse y venderse en los mercados.”
(Landreth y Collander, 2006: 43)
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1.2 Mercantilismo: riqueza y comercio exterior
La primera corriente del pensamiento económico moderno es conocida con el término de
mercantilismo. No es una escuela bien definida ni con posturas teóricas unánimes1. Se trata
de una corriente de pensamiento formada a partir de las ideas de hombres de negocios y
políticos que escriben folletos, dictan discursos, redactan artículos en el transcurso del siglo
y medio que va de inicios del XVII a mediados del XVIII. Los más conocidos autores son
Thomas Munn, William Petty, David Hume y Richard Cantillon.. En muchos aspectos su
pensamiento es confuso y contradictorio y por supuesto evoluciona en muchos aspectos en
un lapso tan largo (por ejemplo las posturas opuestas del metalismo y del no metalismo)
Lo más relevante del mercantilismo es su idea acerca de la riqueza. Conciben su origen en
el comercio exterior, específicamente en las exportaciones realizadas por un país. La
riqueza consiste en la obtención de metales preciosos mediante el excedente de
exportación, lo cual se expresa como una balanza comercial positiva. En este sentido es
que la riqueza es igual al oro y la plata. Se dice que el mercantilismo confunde a la riqueza
con su equivalente general, el dinero.
Este enfoque conocido como metalismo plantea no exportar metales preciosos sino exportar
muchas mercancías e importar poco. De aquí se deriva una política proteccionista-
colonialista orientada a acrecentar vía el comercio exterior la riqueza y el poder de la
metrópoli, asegurando la importación de materias primas baratas y la existencia de
mercados cautivos para los bienes manufacturados de exportación.
Acorde con los rasgos del estado absolutista, el mercantilismo postula en el plano
económico la subordinación del individuo al poder y el engrandecimiento del estado:
políticas de salario máximo, de criminalización del vagabundaje, de fomento al crecimiento
de la población a fin de contar con oferta abundante y barata de trabajadores.
1El término de mercantilismo lo formula Adam Smith en La Riqueza de las Naciones
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Un aspecto central estudiado por autores mercantilistas es el relativo al dinero. Con motivo
de la inflación ocurrida en Europa durante el siglo XVI a raíz del ingreso de metales
provenientes de las colonias españolas en América, tienen lugar las primeras reflexiones
respecto del papel de la moneda en la actividad económica y surge la teoría cuantitativa del
dinero y los precios, (cuestión que se retoma en la última unidad de estas notas). Cabe
destacar que es Bodino, un teórico de la ciencia política, quien formula la primera
explicación monetaria de la inflación: la inflación es resultado de la abundancia de metales,
es decir es consecuencia de un exceso de circulante.
Los mercantilistas compararon el dinero con la sangre y lo consideraron un elemento que
impulsaba la actividad económica antes que un factor que elevara los precios. Lo
recomendable incluso era tener niveles de precios altos producto del ingreso de metales
preciosos. También estudiaron los problemas del tipo de cambio. Los antimetalistas
sostuvieron que el alto tipo de cambio no es la causa de la escasez de dinero sino su efecto.
En una primera etapa lo que predominó fue el metalismo y la idea de atesoramiento pero en
el largo plazo se impuso el antimetalismo que enfatizaba la utilidad del dinero para activar
la economía y que en general tenía una visión más amplia de la riqueza, no reducida a los
metales preciosos. Aun cuando en general en el mercantilismo predominó una visión de
suma-cero del comercio internacional, en su etapa final comienza a transitar hacia ideas
liberales en torno al comercio.
El filósofo David Hume es el mejor representante del mercantilismo tardío: no metalista
(“las mercancías no son un medio para obtener metales sino la riqueza en sí”); crítico de la
idea de que un país podría mantener permanentemente una balanza comercial positiva;
exponente de la teoría monetaria de la inflación y de la relación existente entre masa
dineraria, precios, tipo de cambio, exportaciones y reservas internacionales. Este autor en
un interesante problema teórico formulado en 1741 se pregunta lo que sucedería si
Inglaterra perdiera de golpe 4/5 partes de sus metales, sugiriendo que los precios de sus
mercancías bajarían en la misma proporción, se abaratarían frente a la competencia
internacional generándose con ello mayores exportaciones que ingresarían metales
preciosos a la economía inglesa y a la larga ésta volvería a recuperar su riqueza metálica
original.
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En resumen: ¿cuáles son las aportaciones del mercantilismo? Comenzar a ver a la economía
como un “problema” (serie de problemas) a estudiar, comenzar a verla como un sistema en
el que existen cierto tipo de interrelaciones. Asimismo son los pioneros en el estudio del
llamado sector externo y del sector monetario, explorando los principales vínculos entre
ambos: balanza comercial, dinero, inflación y tipo de cambio
1.3 La Fisiocracia y el primer modelo económico
Esta escuela francesa del pensamiento económico destaca especialmente por su noción de
la riqueza y su visión del sistema económico. Contemporánea del movimiento de La
Ilustración, es partidaria del liberalismo económico y su principal contribución sin duda
radica en la elaboración del primer modelo o diagrama de flujo para representar el
funcionamiento interdependiente del sistema económico.
El nombre de fisiocracia significa ¨poder de la tierra” pues el rasgo distintivo de esta
escuela es la idea de que la agricultura constituye la única actividad creadora de riqueza. Se
trata de una visión-observación de claro corte naturalista: la semilla sembrada en la tierra,
la aparición de la planta y luego de su fruto. De acuerdo a ello las demás actividades
únicamente transforman la riqueza surgida de la agricultura: ya sea en alimentos, insumos o
bienes manufacturados.
El contexto en el que se nutre esta escuela francesa es la del capitalismo agrícola en el norte
de Francia y de la agricultura capitalista inglesa, cuya manifiesta superioridad productiva
frente a la agricultura tradicional es motivo de reflexión y propuestas de política económica
por parte de los fisiócratas a fin de promover su difusión en el resto de Francia.
Francois Quesnay, médico de la corte de Luis XIV, estudioso de la circulación corporal
sanguínea y un precursor de la neurología, es el autor más destacado de esta corriente.
Quesnay es quien formula la frase “laissez faire, laissez passer; le monde va lui-
meme”(“dejar hacer, dejar pasar; el mundo va por sí mismo”), sin duda la más distintiva del
liberalismo económico. Escribe los artículos “Le granes” y “Le Fermieres” en la
Enciclopedia, y su principal aportación a la economía es Le Tableau Economique.
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¿Cuál es la importancia de esta obra?
En ella se realiza la primera idea-representación de sistema económico como un organismo
económico-social: primer modelo macroeconómico que agrupa multitud de unidades
económicas en tres grandes sectores. Identifica o iguala a estos sectores con las clases de
los agricultores, los manufactureros y los terratenientes. Muestra la circulación o “los
flujos” del producto social, del dinero y del capital entre estos tres sectores. El modelo
también considera el consumo productivo y el consumo personal, la depreciación y los
adelantos de capital. Igualmente plantea la noción de excedente o produit net. La Tabla
Económica establece una serie de supuestos: reproducción simple, es decir no hay inversión
ni crecimiento del producto, no hay estado y por lo tanto impuestos o gasto público, ni
tampoco existe el comercio exterior con ingresos y egresos de mercancías y metales.
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Figura 1.1
LeTableauEconomique:
(representación circular)
Fuente: Tomado de Newman, Ph. Ch. (1963)
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A
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Puntos para reflexionar y profundizar:
Observar que la problemática de estudio inicial de la economía estriba básicamente
en el concepto de riqueza, su fuente u origen, su distribución entre las clases
sociales, su circulación.
Discutir qué es un “modelo económico”. ¿Una ´metáfora gráfica´? ¿Es una especie
de ´mapa´, o un ´plano´?
Lecturas:
Brue y Grant (2009) Historia del Pensamiento Económico. Cencage Learning.
México, caps. 2 y 3.
Clark (1963) La Europa Moderna, 1450-1720, Cap, VIII, pp. 173-190. FCE
Breviarios No. 169.
Dabat (1991) Capitalismo mundial y capitalismos nacionales. UNAM-FCE. Cap.
III, pp. 79-109
Dobb (1974) Economía política y capitalismo. FCE. Cap. II, pp. 30-43.
Heilbroner (1972) Vida y Doctrina de los Grandes Economistas. T. I, cap. II.
Landreth y Colander (2006) Historia del Pensamiento Económico. Madrid. cap.
3.
Newman, Ph. (1963)Historia de las Doctrinas Económicas. Ed. Juventud.
Barcelona. Cap. 2-4.
Meek, R. (1975) La fisiocracia. Ed. Oikos Tau. Barcelona.
Torres, R. (1975) Teoría del Comercio Internacional. Siglo XXI, Caps. II-IV, pp.
29-58.
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Unidad 2
La Economía Política Clásica: Adam Smith
1. El contexto del pensamiento liberal; 2. “La Riqueza de las Naciones”; 3.División
del trabajo y productividad; 4. La mano invisible del mercado; 5. Valor y precio; 6.
Acumulación y crecimiento económico.
2.1 Contexto
Se considera que el período de la Economía Política Clásica abarca de1776 a 1870: casi un
siglo en cuyo transcurso tiene lugar el inicio de la Revolución Industrial y su propagación
por Europa occidental y Norteamérica. Es también la era que corresponde al capitalismo
de libre competencia, así como a la etapa de ascenso al poder político de las burguesías
estadounidense y francesa, al igual que las de otros países de Europa2.
En el plano intelectual es un período de predominio de la filosofía del liberalismo y la
época de oro del pensamiento de la Ilustración, “un movimiento en cuya base se encuentra
la confianza en la razón humana, una filosofía humanista que se esfuerza y trabaja por el
progreso” (Reale y Antiseri: 1988). De hecho las tres “Ideas-Fuerza” que orientan al
pensamiento de toda esa época son las de la Razón, la Libertad y el Progreso.
La Escuela Clásica proporciona por vez primera una visión teórica completa del sistema
económico analizando en su sentido más amplio los procesos de producción, distribución,
intercambio y consumo de bienes y servicios: desde la cuestión de los precios y el valor de
las mercancías, pasando por la acumulación de capital, el ciclo económico, el empleo, la
tasa de beneficios, el crecimiento económico, el comercio internacional y llegando a
considerar incluso las perspectivas a futuro del capitalismo.
2La Revolución Industrial tiene su cuna en Inglaterra y se asocia con la maquinización de la industria textil, el uso de la máquina de vapor, los ferrocarriles y los canales de navegación. Recordar: la Revolución Americana (1776), la Revolución Francesa (1789) y las Revoluciones Europeas (1848-1850). En el caso Inglés el ascenso de la burguesía al poder tiene lugar durante la GloriusRevolution (1688-1689).
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En un primer nivel, de acuerdo a la trascendencia de sus obras, se ubican las ideas de Adam
Smith y David Ricardo. En un segundo nivel se encuentran las de Robert Malthus, Jean
Baptiste Say y John Stuart Mill. Hay un tercer grupo de autores más amplio con
aportaciones puntuales. (O’Brian, 1999: cap. 1). En estas notas nos concentraremos en los
dos primeros autores, si bien haremos señalamientos puntuales de otros.
2.2 La “Riqueza de las Naciones”
“An Inquiry in othe nature and causes of the Wealth of Nations” es el título de la obra
más importante en la historia del pensamiento económico. La “Riqueza de las Naciones”,
como se le conoce de manera abreviada, fue publicada en 1776, constituye la obra
fundacional de la economía, representa el libro por excelencia del liberalismo económico y
su autor, el escocés Adam Smith, es considerado, por las ideas ahí expuestas, el “padre de
la economía”.
Adam Smith era profesor de filosofía en la Universidad de Glasgow. Impartió cursos de
filosofía moral que comprendían, según las notas del curso o Lecciones de Glasgow
tomadas por un alumno, cuatro grandes unidades: 1. Teología natural (abordando temas
como el Ser, Dios, la religión; 2. Ética; 2. Justicia (considerando principalmente cuestiones
en torno a la propiedad privada); 4 Reglamentaciones estatales (políticas comerciales y
financieras).
De la parte 2 de dichas notas surge posteriormente su libro Teoría de los Sentimientos
Morales, publicado en 1759. De la parte cuatro se desprende más tarde La Riqueza de las
Naciones (escrita durante los años de 1770-1776). Un acontecimiento muy importante en
la vida de Adam Smith es un viaje a Francia en 1759, ya que en el país cuna de la
Ilustración entra en contacto con los fisiócratas y la obra de Francois Quesnay.
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La Riqueza de las Naciones está compuesta por los siguientes libros:
I. División del trabajo, valor, dinero y distribución (salarios, ganancia, renta)
II. Capital y moneda
III. Estudio histórico sobre el crecimiento económico
IV. Mercantilismo y Fisiocracia
V. Ingresos del Estado
Para los propósitos de estas notas nos concentraremos en las ideas expuestas en los
capítulos I, II, III del Libro I y capítulo III del Libro II.
2.3 División del trabajo y productividad
Adam Smith no tiene como marco de referencia para su análisis el comercio o la agricultura
sino la manufactura. Se trata de la manufactura previa a la revolución industrial, lo cual
significa que no existe aún la presencia generalizada de la máquina en los procesos
productivos. Estos procesos son intensivos, por el contrario, en el uso del factor trabajo.
Tomando como ejemplo la manufactura de alfileres, Adam Smith afirma que en la división
del trabajo se encuentra la causa de la riqueza de las naciones. Su obra da inicio con el
efecto positivo que tiene en la producción de bienes la división del trabajo: el aumento en la
productividad.
Detengámonos un momento en este concepto clave de la economía: productividad.
Se trata de la relación entre los factores de producción utilizados para elaborar determinado
bien y la cantidad de bienes producidos. Una cierta disposición de factores produce una
determinada cantidad de bienes. Si se mantiene constante aquella dotación y uso en el
tiempo de esos recursos y aun así la cantidad de bienes elaborados aumenta, se dice que la
productividad se incrementó. Si por el contrario, dada esa misma cantidad de factores, su
uso en el mismo lapso arroja una menor cantidad de bienes, se dice que la productividad
descendió.
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En el proceso de elaboración de un bien tan sencillo como lo es un simple alfiler, Adam
Smith observó que la división del trabajo incrementa la productividad: dividiendo entre
los obreros las distintas tareas que implica hacer un alfiler, aquellos producen una mayor
cantidad. En el ejemplo de Smith la producción de 10 obreros pasa de 20 alfileres por
trabajador al día sin división del trabajo a la cifra de 4 800 (¡!) con división de tareas entre
ellos.
Adam Smith distingue tres causas por las cuales aumenta la productividad con la división
del trabajo: 1) se reducen los ´tiempos muertos¨ que implica el pasar de una tarea a otra
distinta; 2) el trabajador se especializa en una tarea adquiriendo así mayores habilidades o
destrezas en la misma y, por último; 3) la especialización y simplificación de las tareas
facilita la introducción de maquinaria y/o el mejoramiento de la misma.
El factor que motiva la existencia de una división del trabajo, según Smith, es “una cierta
propensión de la naturaleza humana a (...) permutar, cambiar y negociar una cosa por otra”
(cap. II)3 . Esta propensión es la causa de la existencia del mercado.
2.4 El mercado
Para Adam Smith el mercado es la “mano invisible” que da equilibrio y armonía al sistema
económico. El mercado es lo que cohesiona al sistema económico articulando los múltiples
actos individuales en un gran agregado social.
Adam Smith radica el origen del mercado en la naturaleza egoísta del ser humano, es decir
en su proclividad a obtener beneficios o ganancias materiales. El interés individual y no el
altruismo o la solidaridad es lo que motiva a los agentes económicos a dedicarse a tal o cual
actividad. El mercado permite conjugar los intereses egoístas de las personas y traducirlos
en un bien común (es como en la fábula de Vicios Privados y Virtudes Públicas o, para
decirlo en la jerga de los economistas: “en el mercado los egos de los agentes económicos
arrojan externalidades positivas”).
3Smith agrega que no discutirá si esta propensión es un “principio innato” del ser humano“o si, como parece más probable, es consecuencia de facultades discursivas y del lenguaje”, cuestión, por cierto, de suma actualidad en las neurociencias.
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Para que ese mecanismo del mercado funcione se requiere a juicio de Smith la existencia de
una libre competencia entre los productores y prestadores de servicios, un sistema
económico que opere sin la intromisión del estado y sin la presencia de monopolios que
dificulten o atrofien el movimiento de esa “mano invisible”.
Únicamente en condiciones de libre competencia entre productores y consumidores los
precios establecidos por el mercado constituyen un mecanismo adecuado para orientar las
decisiones de los productores y consumidores y, consecuentemente, para llevar a cabo
una asignación eficiente de los recursos productivos. El mercado es el mecanismo que da
lugar a una adecuada división social del trabajo.
2.5 Precios y valores
Un aspecto central en la obra de Smith es que plantea los fundamentos, en ocasiones de
manera por cierto contradictoria, de una teoría de los precios y del valor, ambos temas-eje
del pensamiento económico, temas que por su naturaleza esencial han dado lugar a debates
seculares, con aportaciones, refutaciones, argumentos y contra argumentos de una u otra
escuela o corriente teórica.
Destaca de entrada que Smith distingue entre el precio natural de una mercancía y
su(s)precio(s) de mercado. El primero se encuentra establecido por las condiciones de
producción del bien y es el “indicador” en torno al cual oscila no gravitan los precios de
mercado, en constante variación por efecto de las fuerzas de la oferta y la demanda de ese
bien a cada momento. Asimismo, expone una doble teoría de lo que constituye el precio
natural: de una parte lo explica como determinado por los costos de producción y de otra,
lo analiza en función de los ingresos correspondientes a los factores de producción
(trabajo, capital y tierra) involucrados; es decir explica el precio de un bien de acuerdo a la
remuneración total factorial: la suma de los salarios, ganancias y rentas.
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Respecto a la cuestión del valor Smith establece una distinción que resulta primordial: una
cosa es la utilidad específica de un bien (valor en uso) y otra es su valor económico (valor
en cambio o de intercambio). Asociada a esta distinción Smith formula la “paradoja del
valor”: la existencia de bienes con una gran utilidad para los humanos (vitales de hecho)
como por ejemplo el aire y el agua y que al mismo tiempo carecen de valor económico (al
menos en esa época así era con el agua) y la existencia de bienes con poca o escasa utilidad
como los diamantes pero que sin embargo poseen un alto valor.
Smith establece los fundamentos de la llamada teoría del valor trabajo, que se denomina
así pues afirma que en este factor –el trabajo- radica la fuente u origen del valor. Sin
embargo su argumentación ofrece dos versiones aparentemente similares pero de hecho
distintas: a una se le conoce como la teoría del trabajo incorporado y afirma que el valor
de un bien está dado por la cantidad de trabajo que costó producirlo, mientras que a la otra
se le conoce como la teoría del trabajo comandado y sostiene que el valor de un bien está
dado por el trabajo que ese bien permite “ordenar” o adquirir. Al estudiar a David Ricardo
veremos que la primera versión va a ser laque retoma en principio la Economía, mientras
que la segunda es desechada por errónea.
2.6 Acumulación y crecimiento
El crecimiento en el producto y nivel de ingreso de un país depende del crecimiento en la
población ocupada y/o del crecimiento de su productividad, lo cual depende a su vez de la
introducción de maquinaria o de una división del trabajo más eficiente a través de la libre
competencia en el mercado. Tanto el incremento en el empleo productivo como en la
productividad requieren de la acumulación de capital.
23
En Smith el crecimiento es un círculo virtuoso de mercado-división del trabajo-
productividad-eficiencia-acumulación-empleo-mercado-división del trabajo-productividad,
pero al mismo tiempo, está marcado por una dinámica cíclica de crecimiento de los
salarios- descenso en las ganancias-descenso en la acumulación-descenso en la demanda de
empleo-baja en los salarios-aumento de las ganancias-aumento en la acumulación y así, en
un ciclo continuo.
Puntos para reflexionar y profundizar:
Discutir sobre la naturaleza egoísta del ser humano.
¿Está en la naturaleza humana la tendencia a permutar?
¿Qué otras cosas que están en la naturaleza humana tienen que ver con la economía?
Lecturas adicionales:
Brue y Grant (2009) Historia del Pensamiento Económico. CencageLearning.
2009, México. Cap. 5
Dobb (1971) Teorías del Valor y la Distribución desde Adam Smith. Siglo
XXI, México. Cap. II
Heilbroner (1972) Vida y Doctrina de los Grandes Economistas. Ed. Aguilar,
Barcelona. T. I, cap. III.
Landreth y Colander (2006) Historia del Pensamiento Económico. Madrid.
cap. 4.
Murray (2006) Historia del Pensamiento Económico. Vol. I. La Economía
Clásica. Unión Editorial, Madrid. Cap. 4.
O´Brien (1975), The Classical Economists, Oxford Press, Oxford, cap. 7.
Smith, Adam, La Riqueza de las Naciones, Varias Ediciones.
Reale y Antiseri (1988) Historia del Pensamiento Filosófico y Científico.
Herder,Madrid.Tomo II, cap. XVIII
24
Unidad 3
La Economía Política Clásica: David Ricardo
1. Las Leyes del Trigo y los Principios de Economía Política; 2. La teoría del valor-
trabajo; 3. La Renta diferencial de la tierra; 4. Distribución y acumulación de
capital: el estado estacionario; 5. La ventaja comparativa y el comercio
internacional.
3.1 Las Corn Laws y los Principios de Ricardo
El segundo gran exponente de la Escuela Clásica es el hombre de negocios, financiero y
parlamentario inglés (de origen judío-español), David Ricardo. Sus Ensayos sobre las Corn
Laws inglesas (1815) cuestionan los altos aranceles para la importación de trigo dado sus
efectos de incremento en los salarios, reducción de las ganancias y elevación de las rentas
de los terratenientes. La libre importación de grano, en cambio, provocaría la reducción en
el costo de los alimentos, disminuiría la renta de la clase improductiva propietaria de la
tierra y elevaría los beneficios de los empresarios, con lo cual se estimularía la acumulación
de capital y el crecimiento. El conflicto entre los intereses de la burguesía inglesa y los
terratenientes marcará la obra de Ricardo.
Su libro, Principles of Political Economy and Taxation (1817), destaca como una de las
grandes obras de la Economía en razón de su método abstracto de análisis4, especialmente
en el abordaje o enfoque dado a los siguientes cuatro aspectos o temas: la teoría del valor
trabajo (a la que despoja de la ambivalencia y confusión smithiana); la teoría de la renta
diferencial en la agricultura (que constituirá un antecedente para el estudio de los
rendimientos decrecientes en la economía); el modelo de la distribución del producto social
en salario, renta y ganancias conforme avanza la acumulación de capital (conocido como
Corn Model) y, por último; la teoría de las ventajas comparativas como fundamento
explicativo del comercio internacional y de sus ventajas para las economías nacionales.
4 Mark Blaug habla de que “su atractivo intelectual reside en un notable talento para la realización de colosales abstracciones”.
25
3.2 Teoría del valor
A Ricardo le interesa explicar el comportamiento de los precios naturales (valores) de las
mercancías a lo largo del tiempo y no el de los precios de mercado en el corto plazo.
Ricardo opta por la teoría del valor trabajo incorporado y desecha la del trabajo
comandado: “El valor de una mercancía, o sea, la cantidad de cualquier otra mercancía por
la que se intercambie, depende de la cantidad relativa de trabajo necesaria para su
producción y no de la mayor o menor remuneración que se pague por ese trabajo.” Esta
definición del valor de cambio es válida para todas aquellas mercancías que se producen
bajo condiciones de competencia estándar y no para aquellas como los libros, las obras de
arte, las monedas, los objetos de colección, etcétera, bienes cuyo valor depende de las
preferencias e ingresos de los consumidores.
3.3 Renta Diferencial
La teoría de la renta agraria es una de las piezas fundamentales en el sistema teórico
ricardiano. Ella postula que, dada la diferencia o heterogeneidad natural de las tierras
dedicadas al cultivo, en la agricultura los precios de las mercancías no se forman a partir de
las condiciones medias de productividad, como sucede en la industria, sino por las
condiciones de producción más atrasadas, es decir las de la tierra de menor rendimiento.
Cuadro 4.1
Ejemplo de Renta Diferencial
Tierra Rendimiento: ton.
x Ha.
Costo total Costo unitario Renta
A 8 ton 50 6.3 50
B 7 62.5 8.7 37.5
C 6 75 11.9 25
D 5 87.5 13.5 12.5
E 4 100 25 ----
26
Si el cuadro de la página anterior se refiriera a una industria constituida por 5 empresas, el
costo de producción estaría fijado por las condiciones medias, es decir, por la empresa C,
dada la capacidad de las empresas de salvar las diferencias de la productividad que no
obedecen, en este caso, a razones de orden natural como ocurre en la agricultura y demás
actividades primarias. Obsérvese también que a medida que se incorporaran las tierras E,
F, G,…; cada una de menor calidad respecto a la anterior, la renta de las tierras A-E se irían
incrementando progresivamente.
Como veremos a continuación con base en esta teoría se fundamenta la teoría ricardiana de
la distribución y la propia visión de Ricardo sobre el futuro del capitalismo.
3.4 Acumulación y distribución a largo plazo
Mientras que en Adam Smith prevalece una visión armónica, optimista y dinámica del
capitalismo, en David Ricardo existe una visión en la que se destaca el conflicto o pugna de
intereses en el plano distributivo y, además, se augura un futuro pesimista y estático para el
sistema económico basado en la acumulación de capital
La acumulación de capital conlleva el aumento de la demanda de alimentos para una
creciente población que se emplea en actividades manufactureras, comerciales, etcétera.
Esto implica la apertura de nuevas tierras al cultivo, las cuales Ricardo supone serán
siempre tierras de menor fertilidad y rendimiento que las ya cultivadas. Esto eleva la renta
apropiada por los terratenientes y al tener lugar una producción agrícola con rendimientos
decrecientes, se genera un aumento en el costo de los bienes agrícolas y por ende un
elevamiento de los costos salariales (destinados a la adquisición de alimentos).
27
Veamos con mayor detalle el conjunto de supuestos del llamado Corn Model: se trata de
una economía de monoproducción cerealera, en este caso trigo, y en la que la producción
agrícola arroja rendimientos decrecientes disminuyendo en el tiempo tanto el producto
medio como el producto marginal. Esto supone que la tierra no está sujeta a mejoras en su
rendimiento (uso de fertilizantes, nuevas técnicas, semillas mejoradas, etcétera). Se supone
también que la demanda de cereal está en función directa del crecimiento de la población y
que dicha demanda no varía al elevarse el precio del cereal (es decir, como se verá en la
Unidad 6, con una “elasticidad-precio” igual a 0). Se supone también que el salario se
destina por entero a la compra de alimentos y es de subsistencia, es decir únicamente
suficiente para cubrir las necesidades más indispensables del trabajador y su familia.
En el largo plazo, dado que los precios de los bienes agrícolas son fijados por los costos de
producción de las tierras de peor calidad, la acumulación de capital elevará en términos
reales los ingresos de los propietarios de la tierra, elevará los costos de la mano de obra en
la medida que los alimentos serán cada vez más caros y disminuirá los beneficios de los
capitalistas. Las ganancias de estos últimos se verán mermadas y “comprimidas” tanto por
la renta como por los salarios, ambos en crecimiento a costa de la primera. En esta lógica la
relación ganancia/salario, o tasa de beneficio de acuerdo a Ricardo, va disminuyendo
inexorablemente con lo cual desaparece poco a poco el incentivo de la acumulación hasta
arribarse a lo que se denomina un estado económico estacionario, es decir con acumulación
cero y sin crecimiento.
.
28
3.5 La ventaja comparativa y el comercio internacional
El modelo ricardiano de productividad del trabajo y ventajas comparativas es punto de
partida obligado en el estudio del comercio internacional y sus repercusiones en el
desarrollo económico de los países. Dicho modelo se fundamenta sobre los principios del
valor- trabajo y establece un vínculo entre la productividad (relativa) del trabajo y las
ventajas (comparativas) de las economías en el comercio internacional. Independientemente
de su validez explicativa, la teoría ricardiana del comercio internacional ofrece un ejemplo
aplicado y simple de la división del trabajo y la asignación eficiente del recurso trabajo.
Este modelo teórico tiene como supuestos básicos los siguientes: a) la existencia de dos
economías que cuentan con solo dos sectores productivos que producen solo dos bienes; b)
en ambas economías existe únicamente solo un factor productivo, el trabajo; c) la
productividad de dicho factor se equipara con el nivel de tecnología, ; d) dicha
productividad se mide de acuerdo a los requerimientos unitarios de trabajo, y; e) no
existe movilidad internacional de los factores, particularmente el capital.
En el ejemplo utilizado por Ricardo se trata de Portugal e Inglaterra y de la producción y
comercio de ropa y vino. Los requerimientos del factor trabajo se miden por hombres
ocupados al año; las cifras para el caso de Inglaterra son de 100 hombres para la producción
de ropa y 120 para la producción de vino. En Portugal, en cambio, los requerimientos
anuales de trabajadores son 90 y 80, respectivamente. Portugal es por tanto más productivo
en ambas actividades, es decir tiene ventaja absoluta frente a Inglaterra en la producción de
ambos bienes, pero de ahí no se deriva que únicamente Portugal se dedique a producir tales
bienes, como lo supondría la teoría smithiana del comercio internacional asentada en la
noción de las ventajas absolutas.
29
De acuerdo a Ricardo lo que rige en el intercambio comercial entre los países es el
principio de la ventaja comparativa. A Portugal le conviene especializarse en la producción
de vino donde su ventaja es mayor en relación con la ventaja que guarda en la producción
de ropa frente a Inglaterra (80/120 frente a 90/100 o ¾ vs 9/10). A Inglaterra, por su parte
le conviene especializarse en la elaboración de ropa, donde posee ventaja comparativa (es
decir menor desventaja absoluta) frente a Portugal.
Esa división del trabajo sería la más eficiente para ambas economías. Obsérvese que estaría
en el interés de Portugal importar ropa a cambio de vino incluso aunque pudiera producir
ropa con menos requerimientos laborales que Inglaterra. ¿Por qué? Porque al hacerlo
obtendría a cambio de la producción de vino que le costó 80 hombres al año, la misma
cantidad de ropa que tendría utilizando al año 90 hombres produciéndola internamente. A
Inglaterra, a su vez, le conviene obtener la misma cantidad de vino que obtendría
dedicando 120 hombres al año, mediante el intercambio de ropa que solo le costó 100
hombres al año.
En este planteamiento sobre el comercio internacional existe el supuesto de que el trabajo
es un recurso limitado para cada economía (y para ambas en conjunto) y que su aplicación
en un sector, para producir determinado bien, “X”, implica un trade-off, es decir tiene un
costo de oportunidad en relación a su aplicación en otro sector con miras a producir un bien
“Y”. (Krugman y Obstfeld, 1996:15).
De acuerdo a esta teoría los “países exportarán los bienes que su trabajo produce de forma
relativamente más eficiente e importaran los bienes que su trabajo produce de forma
relativamente más ineficiente.” Así, al intercambiar bienes en los que tienen costos
relativos más bajos, las economías están intercambiando trabajo y se especializan en la
producción del bien en el que son más eficientes y lo cambian por el bien en el que lo son
menos. De este modo el comercio presenta un método indirecto (y más eficiente) de
producción que viene a abaratar el precio de los bienes intercambiados y amplía las
posibilidades de consumo (Krugman y Obstfeld, 1996: 20-22)
30
Puntos para reflexionar y profundizar:
Discutir las críticas básicas a la teoría del valor trabajo: ¿cómo medir éste
último? ¿Cómo promediar distintas cualificaciones laborales?
Investigar el vínculo de Ricardo con la teoría malthusiana de la población.
Observar a la teoría de las ventajas comparativas como ejemplo de asignación
eficiente del recurso trabajo. Hacer ejercicios.
Comparar esquemáticamente visiones de Smith y Ricardo sobre la acumulación
y la distribución.
Lecturasadicionales:
Brue y Grant (2009) Historia del Pensamiento Económico.
CencageLearning.México, caps. 10.
David Ricardo (1976) Principios de Economía Política y Tributación. FCE,
México.
Dobb, M. (1971) Teorías del Valor y la Distribución desde Adam Smith. Siglo
XXI, México. Cap. 3.
Dobb, M. (1973) Salarios. FCE, México, cap. IV.
Heilbroner (1972) Vida y doctrina de los grandes economistas. T. I. Aguilar.
Barcelona, cap. IV.
Landreth y Colander (2006) Historia del Pensamiento Económico. Madrid. cap. 7
Napoleoni (1978) El Futuro del Capitalismo. Siglo XXI. México. pp. 65-80
Krugman y Obstfeld ( )
O´Brien (1975), The Classical Economists, Oxford Press, Oxford, cap. 7.
31
Unidad 4
La crítica marxista de la Economía Política
1. Dialéctica histórica, socialismo y clase obrera; 2. Teoría del valor y análisis de la
mercancía; 3. Teoría del plusvalor; 4. Acumulación y empleo; 5. Tasa de ganancia y
crisis.
4.1 Antecedentes: historia, socialismo y proletariado
Karl Marx, filósofo y revolucionario de origen alemán, es autor de Das Kapital (T. I: 1867;
T. II: 1885, y T. III: 1894) obra que lleva como subtítulo “Crítica de la Economía Política”.
La exposición de las ideas contenidas en este libro requiere de una presentación previa de
las ideas filosóficas y políticas que acompañan o subyacen al enfoque económico de este
autor. Nos referimos a tres cuestiones claves del pensamiento marxista: su concepción de la
historia, su visión política sobre la sociedad burguesa y su idea sobre la misión social de la
clase obrera. Karl Marx, a diferencia de los economistas previos, no comparte la visión
empresarial-burguesa del mundo, ni tampoco hace suyos los postulados enarbolados por el
liberalismo económico y político, lo cual va a significar una ruptura radical en la manera de
abordar el estudio de la economía.
En el pensamiento filosófico alemán la vertiente de la filosofía de la historia ocupa un lugar
central durante el siglo XVIII e inicios del XIX. ¿Qué es la historia? ¿Únicamente una
sucesión de hechos y acontecimientos sin conexión y dirección alguna? ¿Cuál es el sentido
de la historia de la humanidad? ¿Qué fuerzas o factores “mueven las ruedas” de la historia?
Si la historia de la humanidad tiene un principio, ¿tiene también un final? ¿Hacia dónde va
la historia? En Herder, Kant y Hegel existe una explicación idealista a estas interrogantes y,
en el caso particular de Hegel, una visión dialéctica, que remarca la contradicción y el
antagonismo como el factor que impulsa el movimiento histórico a lo largo de una serie de
etapas de evolución
32
Marx retoma esta tradición filosófica al tiempo que le imprime un giro materialista. La
historia no está determinada por la voluntad o la acción de ninguna providencia, espíritu
absoluto o ente metafísico, sino por las condiciones materiales y sociales de existencia de
los hombres. El materialismo marxista afirma que esas condiciones dependen del desarrollo
de las fuerzas productivas y de las relaciones de producción vigentes. Se distinguen en tal
perspectiva una serie de modos de producción a lo largo de la historia de la humanidad:
comunismo primitivo, esclavismo, feudalismo, capitalismo y otros como el llamado “modo
asiático de producción”. Con excepción del comunismo primitivo en el que no existía la
propiedad ni la diferenciación de clases sociales, en los restantes modos de producción está
presente la contradicción entre clases sociales. La lucha entre amos y esclavos, señores y
siervos, capitalistas y obreros, es el motor que impulsa la dinámica histórica. Para Marx la
contradicción entre los intereses de la burguesía y del proletariado conducirá a un nuevo
tipo de sociedad comunista, con un alto grado de desarrollo de las capacidades productivas
y una abundante riqueza material (“el reino de la libertad”)
Esta concepción filosófica de Marx se vincula con el auge de las ideas y proyectos
socialistas acontecido durante la primera mitad del siglo XIX y que es representado, entre
otros pensadores y reformadores sociales, por Saint Simon, Charles Fourier y Robert Owen.
Al mismo tiempo la visión de Marx se retroalimenta de las extremas condiciones de miseria
y explotación en las que vive la naciente clase obrera durante los inicios del capitalismo. Al
llamado socialismo utópico de la época, Marx –y su colega, coautor y amigo Engels- le dan
un sustento filosófico dialéctico-materialista. La obra económica de Marx tendrá como
objetivo central el demostrar las contradicciones del sistema capitalista y fundamentar sus
límites, así como su final a manos del proletariado.
33
4.2 Mercancía, trabajo y valor
El punto de partida del análisis económico marxista es la mercancía, forma básica de la
riqueza en una economía capitalista (“célula” de la sociedad moderna).El trabajo humano
que produce ´X´ mercancía reviste un doble carácter. Por una parte es trabajo concreto,
específico, con ciertas habilidades, destrezas, calificaciones, que se lleva a cabo con
determinadas herramientas y máquinas. Ese trabajo se concreta en el valor de uso de la
mercancía, es decir en lo que es su utilidad (“para lo que sirve”) de acuerdo a sus
propiedades físico-químicas. En cuanto que son bienes útiles las mercancías y los servicios
constituyen la riqueza “material” de la sociedad.
Por otra parte, independientemente del desempeño físico específico requerido, el trabajo
ejercido para producir esa ´X´ mercancía es gasto de energía humana, desgaste físico-
neuronal del organismo. Este trabajo abstracto es la sustancia del valor que posee una
mercancía y su magnitud se mide por el tiempo de trabajo socialmente promedio requerido
para elaborarla (“tiempo de trabajo socialmente necesario”). En su calidad de portadoras de
un cierto valor las mercancías son riqueza social, es decir riqueza socialmente reconocida.
El valor expresa una relación social por lo que el monto de valor de la mercancía ´X´ no
está dado por la cantidad de trabajo abstracto contenido en ella en lo individual, sino por la
cantidad promedio de trabajo que cuesta producirla mercancía ´X´. En otras palabras: la
magnitud del valor de una mercancía está determinada por las condiciones medias, sociales,
de su producción y no por sus condiciones particulares.
El valor de la mercancía ´X´ se expresa en muchos valores de cambio, es decir muchos
precios, tantos como el número de mercancías con las que se puede comparar; es decir, el
valor de una camisa es igual a 100 pesos, igual a 8 dólares, igual a6 euros; también se
podría decir que el valor de cambio-precio- de una camisa es igual a un reloj cassio de
pulsera o igual a 10 coca colas de un litro, etcétera. El precio es la denominación
cuantitativa de la riqueza valuada socialmente.
34
En el análisis de Marx el mercado es el espacio en el que “desaparece” la división de los
trabajos particulares y se reconoce la naturaleza social del trabajo. La concurrencia de
vendedores y compradores valida o reconoce ya sea como socialmente útil o ya sea como
socialmente innecesario el trabajo incorporado en tal o cual mercancía. Esta validación se
lleva a cabo mediante el mecanismo de los precios y significa que la producción a nivel
social no se planifica con anticipación(ex ante), sino que se regula con posterioridad (post
festum) a través de las altas y bajas de precios en los mercados. Marx considera al mercado
como un mecanismo social que muestra el sometimiento (alienación) de los individuos a
fuerzas externas a su propia voluntad, pero que han sido creadas por ellos. En este sentido
el fetichismo de la mercancía consiste en otorgarle al mercado poderes y atributos que se
imponen a la sociedad misma. Volveremos sobre esta última idea al abordar la cuestión de
las crisis.
4.3 El plusvalor
La teoría del valor-trabajo conduce, en Marx, a una teoría del excedente capitalista o
plusvalor. Esta se asienta en la consideración de que la fuerza de trabajo es una mercancía
que posee valor y utilidad (valor de uso). El primero corresponde al valor total de los
medios de subsistencia del trabajador (y que hoy podríamos identificar como “canasta
salarial”) y varía de acuerdo a condiciones históricas, políticas, sindicales, etcétera. La
segunda corresponde a su cualidad de crear valor.
En una jornada de trabajo Marx distingue dos períodos de tiempo. El primero, al que llama
tiempo de trabajo necesario, corresponde al lapso de la jornada laboral durante el cual el
trabajador crea una magnitud de valor (agrega una cantidad de trabajo) equivalente al
salario que recibe. Al capital destinado al pago de los trabajadores Marx lo denomina
capital variable (v), en tanto que el invertido en maquinaria, equipo, instalaciones, etc…lo
clasifica como capital constante (c).
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36
A la primera forma de excedente Marx lo denomina plusvalor absoluto y a la segunda
plusvalor relativo. Al cociente Pv/v lo denomina tasa de plusvalor o tasa de explotación.
4.4 Acumulación, salarios y desempleo
El movimiento que sigue el capital puede representarse con la siguiente fórmula-esquema:
D- M (Mp y Ft)…..P….M´-D´.
El inversionista compra medios de producción (maquinaria, herramientas, materias primas)
y en el mercado laboral contrata trabajadores. En el proceso productivo los reúne para
llevar a cabo un proceso de elaboración de determinado bien, el cual, si suponemos que
todo el capital constante se deprecia, posee un valor superior al del valor de las mercancías
compradas por el capitalista (M´ es mayor que M). Esta mercancía al venderse le retorna al
inversionista una cantidad de dinero superior a la cantidad inicial (D´ es mayor que D).
Marx considera que la creación de la riqueza se encuentra en el acto productivo, mientras
que los actos de compra (D-M) y (M´-D´) constituyen cambios de forma de la riqueza, de
dinero a mercancías y de mercancías a dinero. No obstante, el acto de compra-venta que se
realiza entre el propietario del capital y el trabajador, y la retribución que lo media, el
salario, son decisivos en la dinámica del sistema.
El salario es para Marx un concepto engañoso. En apariencia es el pago realizado por un
trabajo ´X´ a lo largo de un tiempo Ý´, con lo que pareciera que todo el trabajo realizado
por el trabajador es retribuido por el propietario del capital. Pero si así fuera no habría
excedente que el capitalista pudiera apropiarse. En realidad el salario retribuye solo una
parte del trabajo realizado, aquella que corresponde al valor de los llamados bienes salario.
37
En Smith la acumulación era un proceso de progreso relativamente armónico entre las
clases. En Ricardo era un proceso marcado por el conflicto entre capitalistas y
terratenientes que llevaría a un estado de evolución económica sin alicientes para invertir.
En Marx la acumulación conduce a una creciente explotación y miseria del trabajador. La
acumulación de capital con cambio tecnológico (“aumento de la composición del capital”
o c/v dado un crecimiento de c mayor que el crecimiento de v) es fuente de un desempleo
que limita el crecimiento de los salarios al que, en principio, impulsa la propia
acumulación; crea asimismo en el largo plazo una reserva de desempleados (“ejército
industrial de reserva”) que se encuentra lista y dispuesta a ser ocupada durante los
períodos de expansión y auge de la actividad económica.
Además de provocar una pauperización de las condiciones de vida de los trabajadores, la
acumulación conlleva a procesos de concentración y centralización de la riqueza en cada
vez menor número de propietarios, con lo cual, vaticina Marx, el antagonismo social entre
burguesía y proletariado tenderá a exacerbarse y conducir a un período de revolución social
en el que los capitalistas serán expropiados de los medios de producción.
4.5 Tasa de ganancia y crisis
En la teoría de Ricardo sobre la acumulación la tasa de ganancia (definida como la relación
ganancia/salarios) tenderá a descender de manera inevitable como efecto de los
rendimientos agrícolas que elevan los precios de los alimentos. En Marx la tasa de ganancia
(definida como la relación plusvalor/capital (c+v)) tiende a descender por efecto del
crecimiento de la composición orgánica del capital (c/v) asociada a la acumulación de
capital. En Ricardo los límites finales al capitalismo los pone la naturaleza. En Marx los
pone el propio avance del sistema.
38
La acumulación con cambio tecnológico mina las condiciones de rentabilidad del propio
capitalismo. Si suponemos una tasa de plusvalor (Pv/v) constante y un crecimiento en la
relación c/v, resulta claro que la relación Pv/c+v= tasa de ganancia, disminuirá. Pero la
acumulación también pone en juego factores que impulsan al alza dicha tasa, especialmente
el aumento de la tasa de plusvalor y la disminución del valor de insumos, equipos y
herramientas debido a incrementos de la productividad en su elaboración.
El juego de tendencias e interrelaciones entre el aumento o disminución de la composición
orgánica del capital, el incremento o decremento de la tasa de plusvalor, así como el alza o
la baja del valor de insumos y maquinaria, constituye, debido a su incidencia sobre la tasa
de ganancia, un aspecto determinante del ciclo económico marcado recurrentemente por
ascensos y descensos en el ritmo de la acumulación y por el estallido periódico de crisis. En
este punto Marx insiste en la presencia de múltiples factores de tensión y desequilibrio en el
sistema, tales como la brecha entre producción y consumo dada la poca capacidad de
compra del proletariado, y las desproporcionalidades y ritmos de crecimiento diferenciados
de los sectores industriales.
Marx cuestiona enfáticamente la “Ley de Say” defendida por Ricardo, y que constituye un
postulado que sostiene la existencia de un equilibrio entre oferta y demanda a nivel
agrega doy niega en consecuencia que las crisis –sobreproducción de mercancías- puedan
ocurrir en una economía de mercado, ya que ésta corrige los desajustes temporales y
sectoriales que puedan surgir. Marx, por el contrario, concibe a las crisis como expresión
de las contradicciones del capitalismo e inherentes al sistema. Las crisis mismas, resultado
de la caída en la tasa de beneficio, operan cíclicamente como un mecanismo que
contrarresta las causas de dicha caída y promueve su alza mediante la depreciación de
maquinaria, equipo e inventarios, la baja en los salarios, el aumento de la tasa de plusvalor,
así como el elevamiento de la productividad.
Retomando aquí la cuestión de la alienación de los individuos, para Marx las crisis
constituyen una expresión concentrada de fuerzas económico-sociales que escapan al
propio control de sus creadores.
39
Puntos para reflexionar y profundizar:
Discutir la concepción de la historia de Marx.
Investigar sobre las condiciones de vida del proletariado en los inicios de la
revolución industrial.
Discutir sobre la evolución Smith-Marx de la teoría del valor.
Discutir sobre la tradición, el mercado y la planificación como formas de conducir
la economía.
¿Cómo era el excedente en economías no capitalistas?
Discutir sobre los determinantes del valor de la fuerza de trabajo.
Considerar las implicaciones económicas y sociales del plusvalor relativo.
Considerar las implicaciones económicas y sociales del pago a la fuerza de trabajo
por debajo de su valor.
Lecturas adicionales:
Brue y Grant (2009) Historia del Pensamiento Económico. Cencage
Learning. México, caps. 10.
Dobb, M. (1971) Teorías del Valor y la Distribución desde Adam Smith. Siglo
XXI, México. Cap. 6.
Dobb, M. (1973) Salarios. FCE, México, cap. IV.
Heilbroner (1972) Vida y doctrina de los grandes economistas. T. I. Aguilar.
Barcelona, cap. VI.
Landreth y Colander (2006) Historia del Pensamiento Económico. Madrid. cap.
7
Lenin, Tres fuentes y tres partes integrantes del marxismo.
Marx, C. El Capital
Marx, C. Introducción del ´57
Murray, N.R. (2000) Historia del Pensamiento Económico, Vol. II, caps. IX-XIII.
40
Rosdolsky (1978) Estructura y Génesis de El Capital de Marx. Siglo XXI.
Rubin (1979) Ensayos sobre la teoría marxista del valor. PyP. No.53, Siglo
XXI. México.
41
Segunda Parte
La Escuela Neoclásica:
El enfoque marginalista
La síntesis marshalliana
Las contrapropuestas heterodoxas
42
Unidad 5
El Enfoque marginalista
1. La visión micro; 2. La teoría subjetiva del valor; 3. Utilidad marginal cardinal y
ordinal; 4. La productividad marginal y la distribución; 5. Costo de oportunidad.
5.1 La visión microeconómica
En la primera mitad de la década de los años setenta del siglo XIX (1871-1874) tres autores
replantearon, de raíz, cada quien por su cuenta, la manera de abordar el estudio de la
economía: el inglés William S. Jevons (Theory of PoliticalEconomy: 1871), el austríaco
Karl Menger (Principles of Economics: 1871) y el suizo Léon Walras
(ElementsD´economie Pure: 1874). Sus postulados e ideas constituyen los fundamentos del
marginalismo y dan inicio a lo que se denominará escuela neoclásica.
El marginalismo tiene sus precursores durante las décadas de los treinta, cuarenta y
cincuenta de ese siglo (Longfield, W. F. Lloyd, Dupuit, H. H. Gossen, R. Jennings y A.
Cornout. Gossen es el más importante). Entre Jevons, Menger y Walras existen múltiples
diferencias en cuanto a metodologías, lenguajes y en general contribuciones a la teoría
económica, lo cual no impide resaltar el hecho de que, de manera independiente, los tres
emprendieran un camino en la misma dirección teórica. Menger es fundador de la llamada
Escuela Austríaca a la que pertenecen Frederich v. Wieser y Eugene v. Bohm-Bawerk
En vez de un enfoque macroeconómico el marginalismo lleva a cabo un análisis
microeconómico, para nada orientado al estudio de los grandes agregados y variables
asociados a la visión del estado-nación, sino enfocado en los procesos económicos
singulares y menores de los individuos, las familias y las empresas. Al desaparecer los
grandes agregados macroeconómicos, en este enfoque desparecen también las clases
sociales y el ente social se diluye en individuos atomizados. En cuanto a sus fundamentos
epistemológicos, la economía no se asentará en una teoría del valor-trabajo sino en una
teoría de la utilidad como fuente y medición del valor de los bienes.
43
En línea de continuidad con el liberalismo económico, esta nueva escuela posee una visión
positiva sobre las ventajas de las economías de mercado, la propiedad privada y la vigencia
de la igualdad oferta-demanda postulada por la “Ley de Say”; de manera similar enfatiza la
necesidad de un “estado mínimo” que no altere el funcionamiento de los mercados. En su
visión del homo economicus comparte también la idea de individuos egoístas y que actúan
interesados en su beneficio personal, pero considera además que en los agentes económicos
existe un comportamiento basado en la toma de decisiones racionales y motivadas siempre
por un comportamiento hedonista (que busca el placer y la felicidad y evita el dolor o
sufrimiento5).
Sin embargo, en ruptura con la tradición de la Economía Política, esta visión mantendrá
visiones radicalmente alternativas en lo que se refiere al valor y los precios, así como a la
distribución y la producción. En la figura 5.1 se diseña una representación dualista de los
respectivos paradigmas.
5 Inspirada en la filosofía utilitarista del inglés Jeremías Bentham. Karl. Menger es la excepción en este punto.
44
Figura 5.1
Economía Política/Marginalismo
Economía Política Marginalismo
Macroeconomía Microeconomía
Sistema económico Individuo
Teoría objetiva del valor Teoría subjetiva del valor
Producción Consumo
Trabajo Escasez-Necesidad
Costo Utilidad
Histórica Ahistórica
Clases Unidades económicas
Dinámico Estático
Crecimiento Equilibrio
Lenguaje teórico Lenguaje gráfico-matemático
Largo plazo Corto plazo
Durante las tres últimas décadas del siglo XIX esta escuela fue ganando aceptación
mientras que los postulados fundamentales de la Economía Política perderán influencia
teórica. En esto último incidieron varios factores: la realidad económica europea mostraba
que el análisis ricardiano de la distribución- teoría de la caída de la tasa de ganancia, basada
en los rendimientos decrecientes de la agricultura y la teoría malthusiana de la población
eran del todo erróneas; asimismo, las tendencias en el alza de los salarios de los
trabajadores durante la segunda mitad del siglo, mostraban que la tesis de que aquellos se
mantenían al nivel de subsistencia era igualmente equivocada.
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47
Figura 5.4
Tabla de Menger
Clases de bienes
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DM 6 5 4 3 2 1 0 AA 5 4 3 2 1 0 DR 4 3 2 1 0 G 3 2 1 0 I 2 1 0 N 1 0 A 0 L
Lautilidad total es la suma de las utilidades de las dosis individuales; utilidad marginal o
final es la que proporcionaría la última dosis del bien.“Cada porción de riqueza está en
conexión con una porción correspondiente de felicidad”. Dividiendo la utilidad de un bien
entre su precio obtenemos la utilidad ponderada. Por supuesto que el dinero tiene también
su curva de utilidad. Las utilidades marginales se nivelan con los precios. El último peso
gastado en carne debe tener la misma utilidad que el último peso gastado en pasta. La
Segunda Ley de Gossen lo formularía así: el consumidor gasta de tal forma que el último
peso gastado en cualquier bien final tiene la misma utilidad marginal que el peso gastado en
cualquier otro. Los cocientes de estas utilidades marginales y los precios serán iguales a la
utilidad marginal del dinero y por tanto revelarán el valor de ésta. La utilidad marginal del
dinero es la utilidad generada por el último peso de renta. La utilidad marginal de un bien
es igual a su precio multiplicado por la utilidad marginal del dinero:
UMa= Pa-UMm
48
En el caso de la paradoja, mientras la utilidad total del agua es mayor que la utilidad total
de los diamantes, el grado final de utilidad de los diamantes es mucho mayor que el del
agua.
Ahora bien, si la utilidad es el placer o felicidad o bienestar esperado ¿es posible medir la
utilidad? ¿Con qué patrón se puede medir una variable psicológica?
5.3 Utilidad marginal
Los partidarios de la utilidad cardinal dicen que sí se puede medir esa felicidad o bienestar
mediante una unidad de medida, en este caso “útiles” (grados de utilidad) que se asignan a
cada mercancía. (Ejemplo: naranja= 5 útiles; manzana= 6 útiles). Los partidarios de la
utilidad ordinal (W. Pareto) afirman que no se pude medir pero que si se pueden ordenar
jerárquicamente la utilidades provenientes de diferentes bienes (Ejemplo: saber si la
utilidad de una naranja es menor que, igual que, o mayor que la utilidad de una manzana).
La utilidad total para n unidades de mercancías es la satisfacción total que se deriva de ´n´
unidades y la utilidades marginal de la unidad ´n es la utilidad adicional que se obtiene de
consumir la unidad ´n´.
Figura 5.5
Utilidad total y marginal
Número de manzanas Utilidad total Utilidad marginal 0 0 1 20 20 2 35 15 3 45 10 4 50 5 5 53 3 6 55 2 7 56 1 8 56 0 9 55 -1 10 53 -2
49
Conforme se consumen más manzanas aumenta la utilidad total pero disminuye al mismo
tiempo la utilidad marginal. Hasta el consumo de la manzana 7, el individuo queda saciado
de manzanas, comer una más ya no le reportará alguna utilidad marginal, incluso esta
última es negativa después de cierto límite en el consumo de manzanas. La 1ra. Ley de
Gossen afirma que “cada acto sucesivo de consumir produce un placer cada vez menor
hasta llegar a la saciedad”.
Figura 5. 6
20
35
45
5053
5556 56 55
53
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0‐1
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20
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40
50
60
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
Unidad
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Utilidad total y utilidad marginal decreciente
Utilidad total Utilidad marginal
50
¿Qué implicaciones teóricas tiene el planteamiento de la utilidad marginal?
Jevons formula una teoría del intercambio a partir de la maximización de la utilidad
(Ejemplo del maíz y la carne) y define a la economía como el estudio de las relaciones de
intercambio mediante las cuales individuos racionales maximizan su utilidad al llevar a
cabo la asignación de un stock de bienes entre diferentes usos, en el intercambio con otros
individuos, así como en la producción de bienes. En un sentido similar Menger considera
que la base del intercambio es la diferencia de las valuaciones subjetivas respecto a los
bienes.
Jevons también intentó formular una teoría del salario basada en la idea de la utilidad
marginal: la oferta de trabajo concebida como un intercambio entre utilidad/no utilidad
(placer/displacer o ganancia/dolor).6
5.4 La productividad marginal
Una de las aplicaciones más importantes del principio marginalista se encuentra en la teoría
de la productividad marginal que formulan inicialmente Jevons y Menger y que será
desarrollada por la segunda generación de marginalistas (Wieser, Wicksteed, Clark).
Jevons y Menger habían invertido la relación causal entre los precios de los factores de
producción y los precios de los bienes finales, afirmando que aquellos no son los
determinantes de éstos sino determinados por éstos; es decir, los precios de los factores de
producción dependen de la utilidad marginal de los bienes finales que ayudan a producir.
Su precio es resultado de una imputación.
El punto de partida de la productividad marginal es la idea de los rendimientos decrecientes
que se expone en la siguiente
6Jevons, astrónomo y químico, estudia también temas como las apuestas y la toma de decisiones no racionales. Llama la atención su intento de establecer una relación entre las crisis económicas y los ciclos de actividad solar. También formula el planteamiento de que a nivel agregado una mayor racionalidad energética no implica un menor consumo total sino uno mayor, cuestión de suma actualidad para la economía ambiental.
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51
52
La teoría de la productividad marginal desarrollada por los marginalistas de segunda
generación, postula que el precio de un factor de producción es igual a su productividad
marginal en dinero, bajo condiciones de competencia perfecta y suponiendo una función de
producción donde uno de los factores es fijo y el otro variable. La teoría de la distribución
basada en la productividad marginal postula la competencia perfecta como mecanismo
óptimo de asignación de recursos: lo único que impide que cada factor sea retribuido de
acuerdo a su productividad marginal son los monopolios y otras limitaciones a la
competencia, como sería la injerencia del estado y la acción sindical.
De acuerdo a Wicksteed la teoría de la productividad marginal constituye una respuesta
unificadora alas interrogantes sobre los determinantes de las retribuciones a los factores de
producción. Cada factor (capital, trabajo y tierra) recibe lo que aporta al producto social.
No existen explicaciones diversas y propias a cada factor al estilo de las respuestas
ofrecidas por la escuela clásica. Tampoco hay explotación del trabajador ni apropiación
inequitativa de la riqueza, como lo afirman los postulados marxistas y ricardianos.
Llevado el enfoque de la productividad marginal al campo del funcionamiento del mercado
laboral y los ingresos del trabajo, se postula no existe razón para suponer que la
productividad marginal del trabajo, o sea el salario, deba ser igual al nivel de subsistencia
como lo hacía la escuela clásica. Al mismo tiempo, el desempleo deja de ser resultado de la
acumulación y el ciclo general de los negocios, para ser resultado del hecho de que los
salarios están ubicados en un nivel general por encima de su aportación al producto
marginal. A fin de que el desempleo vuelva a sus niveles friccionales (tasa natural de
desempleo) se requiere que los salarios desciendan hasta encontrar el punto de equilibrio
con su productividad marginal.
53
5.5 Costo de oportunidad
Para concluir con esta revisión del enfoque marginalista, nos referiremos al concepto de
costo de oportunidad, formulado por Wieser, también austríaco y primero por cierto en usar
el concepto de utilidad marginal.
En economía existe una relación fundamental entre escasez y necesidad. Dada la existencia
de recursos escasos, la producción o el consumo de ´X´ bien implica sacrificar la
producción o el consumo de otros bienes. “en una economía con recursos escasos, el
verdadero sacrificio que entraña la producción (consumo) de algo lo constituyen las otras
cosas que podrían haberse producido (consumido); … si todos los factores de producción
(bienes) son escasos en la oferta respecto a la demanda de ellos, el coste de utilizar una
unidad cualquiera de factores (bienes) en la producción (consumo) de una mercancía, la
utilidad marginal de las otras mercancías que se dejan de producir (consumir) es su coste de
oportunidad” (Zurita, )
El coste de producción se convierte en un mero coste de oportunidad: el coste representado
por el sacrificio de la utilidad de aquellos otros bienes que se podrían haber obtenido con
los recursos utilizados para producir el bien en cuestión. Imputación y coste de oportunidad
son los pilares sobre los que se monta la teoría de la producción y dado que aquello que
para los empresarios representa un coste es un ingreso para los propietarios de los factores
de producción, la teoría de la distribución se deducirá como una mera extensión del
principio marginalista.
Digamos por último que a nivel microeconómico la teoría de la productividad marginal
tiene implicaciones y aplicaciones fundamentales para la teoría de la empresa y el uso
óptimo de los factores de producción
54
Puntos para reflexionar y profundizar:
Considerar el enfoque marginalista como un ejemplo de las rupturas paradigmáticas
en la ciencia.
Discutir la noción de homo economicus como un ente racional, hedonista e
informado.
Discutir: ¿son compatibles las sensaciones o expectativas de utilidad entre las
personas –llamadas comparaciones interpersonales de utilidad? Asimismo, una
misma persona ¿es capaz de comparar las utilidades marginales que estima le
proporcionarán distintos bienes?
Observar como a partir de Jevons y Walras el análisis matemático expande las
fronteras de la teoría económica
Lecturas adicionales:
Brue y Grant (2009) Historia del Pensamiento Económico. Cencage
Learning.México, caps. 13.
Ferguson (1971) Teoría Económica. FCE, México.
Landreth y Colander (2006) Historia del Pensamiento Económico. Madrid. cap.
8.
Nicholson, W. (1997) Teoría microeconómica. Principios básicos y aplicaciones. McGraw-Hill. Madrid
55
Unidad 6
Alfred Marshall y la síntesis neoclásica
1. Economics; 2. El Excedente del Consumidor; 3. La teoría de “las tijeras”; 4. La
teoría de la Distribución; 5. Elasticidad precio de la demanda; 5. Equilibrio parcial y
general.
6.1 Economics
Es el título de la obra principal del inglés Alfred Marshall, publicada por vez primera en
1890, y considerada la más importante y completa de la escuela neoclásica y una de las tres
más destacadas en la historia del pensamiento económico. Marshall, exponente número uno
del neoclasicismo, retoma la herramienta básica del análisis marginal, pero la incorpora en
un método más amplio que reconoce la complejidad de la realidad a estudiar
(interdependencia de variables), que enfatiza la necesidad de abordar el estudio de esta
realidad “paso a paso”, mediante supuestos de variables que permanecen constantes
(Ceteris Paribus), y que incorpora también en la formulación teórica, por vez primera y de
manera por demás fructífera, la dimensión temporal.
En la teoría del valor y la distribución la obra de Marshall combina la tradición clásica de
poner énfasis en la oferta y la producción, con la postura marginalista a favor de privilegiar
la demanda y el consumo. Las páginas de Economics también destacan por el estudio de la
demanda y de sus diferentes variaciones al variar los precios de las mercancías y los
ingresos de las personas. También destaca por establecer algunos de los fundamentos de la
llamada economía industrial y es ampliamente reconocido por su modelo parcial de
equilibrio.
56
6.2 El excedente del consumidor
Una aplicación del principio marginalista por parte de Marshall es el concepto de excedente
del consumidor. La idea general se puede expresar del siguiente modo: el precio que una
persona paga por un bien nunca es mayor, y pocas veces es igual, al precio que esa persona
estaría dispuesta a pagar por dicho bien, en vez de prescindir de él. Si el precio de un bien
mide la última porción de utilidad del bien, eso significa que las porciones precedentes le
cuestan al consumidor menos dinero del que hubiera estado dispuesto a pagar. Ejemplo: al
precio de $20 un consumidor solo demanda una unidad del bien, al de 15 dos unidades, al
de 10 tres unidades, al de $5 cuatro unidades y al de $ 2.50 ocho unidades en un momento
dado el precio del bien es de $ 2.50y en consumidor compra 4 unidades del bien. La
utilidad total es de $52.50 – 10 = $42.50.
El excedente del consumidor es un concepto clave para el desarrollo de la llamada
economía del bienestar (escuela que por cierto no consideramos en estas notas).
6.3 La “Teoría de las Tijeras”
En relación al debate en torno al valor económico de los bienes Marshall adopta una
postura en apariencia ecléctica. Frente a los respectivos enfoques unilaterales de clásicos y
marginalistas, los primeros centrados en la oferta y considerando como dada a la demanda,
los segundos enfocados en la demanda y considerando como dada a la oferta, Marshall
considera que no es sólo el costo de producción lo que determina el precio o valor de un
bien, ni tampoco exclusivamente su utilidad para el consumidor. El precio es resultado de
una combinación variable de ambos factores: el precio es resultado del corte de ambas
hojas de las tijeras. Del lado de la demanda es la utilidad marginal. Del lado de la oferta son
el esfuerzo y sacrificio marginales.
57
La manera como oferta y demanda determinan vis a vis el valor de los bienes está en
conexión con la dimensión tiempo. El precio es fijado tanto por las condiciones de
producción como por las necesidades individuales de satisfactores, pero las diferentes
escalas de tiempo determinan la ponderación de unas y otras en la determinación del precio.
Cuando se considera el juego de la oferta y demanda en el lapso más breve, llamado
tiempo de mercado, el precio se fija por las variaciones en la demanda dado que no puede
haber, en dicho lapso, variaciones en la oferta por la incapacidad de las empresas de ajustar
sus niveles de producción. Esta es fija, inelástica, debido a la restricción del tiempo.
Gráficamente la curva de oferta se representa como una recta vertical.
En el tiempo llamado de corto plazo la oferta ya puede reaccionar ante las condiciones del
mercado. En este período los costos primarios o variables de las empresas se modifican
(insumos y salarios) mientras que los costos fijos (sueldos, depreciación) se mantienen
constantes. La curva de la oferta adquiere elasticidad frente a las variaciones de precios y se
representa gráficamente con pendiente positiva. En este caso tanto oferta como demanda
determinan el precio.
Por último está el tiempo de largo plazo, en el que la empresa puede modificar sus costos
fijos como variables (de hecho todos son variables) con lo cual la oferta es perfectamente
elástica, representándose gráficamente como una recta horizontal (ver Figs. 6.1 y 6.2 para
los casos primero y último). En este caso el único determinante del precio son los costos de
producción.
En resumen: mientras más breve sea el lapso de referencia mayor será la influencia de la
demanda sobre el precio, y mientras más largo sea el tiempo considerado, mayor será la
influencia de la oferta. En el tiempo de mercado la postura de Marshall coincide con la de
los marginalistas, en el largo plazo coincide con la de los clásicos y en el corto plazo afirma
que ambos tendrían razón.
58
6.4 La teoría de la Distribución
De manera bastante similar encara Marshall la cuestión de la relación causal entre precios
de los factores y distribución de los ingresos. Recordemos que la Economía Política
afirmaba que el costo de los factores de producción determinaba los precios, mientras que
los marginalistas afirmaban que los precios determinan el pago a los factores de
producción. Marshall considera que dado que el tiempo influye considerablemente en la
elasticidad de la oferta de los factores tierra, capital y trabajo, la relación va del costo de los
factores al precio de los bienes conforme es mayor el tiempo. Por el contrario entre menor
es el lapso considerado, lo determinante es el precio y lo determinado son los costos.
Veamos el caso de la renta del suelo. Cuando David Ricardo analizó el tema consideró que
la oferta de tierra era perfectamente inelástica. La renta está determinada por el costo del
factor. Un costo alto –precio alto del trigo- determina un ingreso alto para el terrateniente.
En Marshall la cuestión es más compleja ya que distingue en principio la visión individual
y la agregada: desde el punto de vista individual la renta es un coste de producción y es
determinante del precio, pero desde la perspectiva del conjunto de la economía, la renta está
determinada por el precio y no constituye ningún costo. Incluso en algunas circunstancias la
renta es determinante del precio a nivel agregado, como ocurre cuando en procesos de
colonización tiene lugar un incremento del precio de la tierra. Tal apreciación de un bien
cuya oferta está en expansión, obedece al precio de oferta que conlleva una remuneración a
fin de estimular a las personas a llevar a cabo las difíciles tareas de colonizar. En este caso
los precios crecientes de las tierras, iguales al valor capitalizado de las crecientes rentas es
un coste social. La renta determina al precio. Pero cuando la frontera agrícola no se puede
expandir más, la curva de oferta de la tierra es perfectamente inelástica y por tanto la renta
está determinada por el precio.
Veamos el caso de los salarios. Al ser inelástica la oferta de trabajo en el muy corto y corto
plazos, los salarios están determinados por el precio. Pero al ir ganando elasticidad en el
largo plazo los salarios son determinantes del precio. Lo mismo ocurre para el caso de los
59
beneficios. En el corto plazo están determinados por el precio. En el largo plazo determinan
al precio.
“Si la oferta de factores de producción es fija, el rendimiento de cualquiera factor es una
cuasi renta y los precios de los factores son determinados por el precio. El rendimiento de
los factores depende considerablemente del nivel de demanda. A largo plazo, la oferta de
factores no es fija y los precios de equilibrios a largo plazo de los bienes finales deben ser
suficientes para pagar todos los costos socialmente necesarios en los que se incurre en la
producción. Los pagos a los factores…son determinantes del precio y el análisis de los
precios finales debe prestar atención al papel de la oferta” (Brue y Grant, 2009: 296).
6.5 Elasticidades de la demanda
Marshall estudia la elasticidad ingreso y la elasticidad precio de la demanda, es decir
analiza las variaciones ocurridas en esta última, de acuerdo a: 1) las modificaciones en el
ingreso del consumidor (elasticidad ingreso de la demanda)2) en el precio del bien
demandado (elasticidad precio de la demanda), así como 3) en el precio de bienes sustitutos
y complementarios(elasticidad cruzada de dos bienes).
Las fórmulas correspondientes son: (1) Eid=Var.%Q/Var%I ; (2) Epd= Var.%Q/Var%P;
(3) Ecd= Var%Q2/Var%P1. (Coeficiente de elasticidad de demanda= ΔQ/Q/ΔP/P)
Cuando la elasticidad es mayor que uno se dice que el bien es elástico. Cuando la
elasticidad es menor que uno, el bien se denomina inelástico. Cuando la elasticidad es igual
a uno la elasticidad se denomina unitaria.
En cuanto al comportamiento de la demanda con respecto al ingreso de las
personas/familias7, Marshall parte del principio general de que conforme éste aumenta, se
incrementa también su demanda pero no de todos los bienes por igual (Ley de Engel). Los
bienes de elasticidad-ingreso menor a uno, es decir cuya demanda crece proporcionalmente
menos que el ingreso, se denominan bienes inferiores o normales. Es el caso de la
alimentación y la habitación, por ejemplo. Los bienes con elasticidad mayor que uno son
7 También es válida para países.
llamad
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Una cu
ejerce
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63
Puntos para reflexionar y profundizar:
Discutir noción de “soberanía del consumidor”
Realizar ejercicios de elasticidades precio-demanda
Realizar ejercicios de bienes sustitutos y complementarios
Lecturas adicionales
Brue y Grant (2009) Historia del Pensamiento Económico.
CencageLearning.México, cap. 15.
Ferguson (1971)Teoría Microeconómica. FCE, México.
Landreth y Colander (2006) Historia del Pensamiento Económico.
Madrid. cap. 10.
Nicholson, W. (1997) Teoría microeconómica. Principios básicos y aplicaciones. McGraw-Hill. Madrid
Roll, E. (1942)Historia de las Doctrinas Económicas. FCE, México.
64
Unidad 7
Institucionalismo y Evolucionismo
1. Dos enfoques heterodoxos; 2. Veblen y su noción de institución; 3. Schumpeter y su
visión del cambio tecnológico
7.1 Dos enfoques heterodoxos
A fines del siglo XIX e inicios del XX, justamente durante el lapso en el que el enfoque
marginalista-marshalliano se convierte en la corriente dominante del pensamiento
económico, surgen, en abierta contraposición a sus postulados, fundamentos y
metodologías,dos planteamientos alternativos: el institucionalismo y el evolucionismo
tecnológico. El primero es formulado por Thorstein Veblen y el segundo por Joseph A.
Schumpeter. Ambas propuestas son parte del llamado pensamiento económico heterodoxo8.
Al respecto cabe resaltar que la ciencia económica evoluciona no sólo a partir de los
consensos paradigmáticos sino a partir de la crítica, la polémica, los disensos y las rupturas.
Las heterodoxias tienen el mérito de señalar los puntos débiles y las fallas de la teoría
dominante y permiten por tanto apreciar y aprehender la realidad de manera distinta,
descubriendo aspectos y hechos que los enfoques previos no permiten destacar o siquiera
vislumbrar. En la historia del pensamiento económico las corrientes teóricas no apegadas al
mainstreamde la época, han jugado un papel muy importante en el propio avance del
cuerpo central de la ciencia económica (Landreth y Collander, 2009: ).
Tanto institucionalismo como evolucionismo han cobrado una creciente importancia en las
últimas décadas, enriqueciéndose con nuevos conceptos y formulaciones teóricas. Sin
embargo, en estas notas nos limitaremos a exponer solamente los planteamientos y
conceptos fundacionales de ambas escuelas.
8 Categoría amplia en la que también entran el marxismo (en el ala izquierda) y la escuela austríaca que surge de Menger (en el ala derecha).
65
7.2 La crítica de Veblen
Veblen, estadounidense de origen noruego, es quien, con intención mordaz, califica al
pensamiento marginalista-marshalliano de “neoclásico”. Sus dos principales obras son
Theory of Leisure Class (1899) y The Theory of Business Enterprise
(1904).Resumiremos las ideas centrales de este autor considerando en conjunto, y no por
separado, el contenido de estos dos libros.
Pero antes hagamos explícito que el planteamiento de Veblen abreva de la escuela histórica
alemana (List, Gerschenkron), la cual en su momento había discrepado de los
planteamientos del liberalismo económico por considerar que ellos en modo alguno
correspondían a la realidad histórica alemana.
Veblen cuestiona a fondo la visión del homo economicus propia de clásicos y neoclásicos y
que está fundada en el utilitarismo de Bentham. El considera a partir de una visión
socio/antropológica que la naturaleza humana es impulsada por cuatro instintos: el
paternalismo, la curiosidad, la laboriosidad y la ambición. Rechaza asimismo el
racionalismo como fundamento del comportamiento de los agentes económicos y afirma
que la actuación en particular de los empresarios más bien corresponde a la de “salvajes
civilizados” que, en su irracionalidad, llegan a amenazar incluso al propio sistema
capitalista.
Veblen pone en duda la validez científica de elaborar modelos económicos abstractos
desapegados de la realidad. Rechaza por tanto la validez de modelos basados en la
competencia perfecta y crítica en general la metodología fundamentalmente deductiva (que
va de la teoría a la realidad) que subyace al neoclasicismo; defiende, en contraposición, el
método de investigación inductivo (que va de los datos reales a la elaboración teórica)
como el método científico. En este sentido rechaza la visión de armonía económica y social
a partir de la operación de las leyes del mercado y afirma la existencia de clases y grupos
sociales en conflicto permanente.
66
Veblen tiene una perspectiva holística de la realidad, que pretende el estudio de la
economía como parte de un estudio sobre la sociedad buscando establecer los principios de
una ciencia social unificada9. Su visión es interdisciplinaria pues combina la historia, la
antropología, la sociología y lo que hoy denominamos psicología social. Su concepto clave
de institución es, en este sentido, una noción de espectro amplio pues no se limita a hacer
referencia a la importancia económica de las instituciones gubernamentales, sino a los
hábitos, las prácticas sociales, la cultura, la religión.
El enfoque institucionalista de T. Veblen es de inspiración evolucionista-darwiniana y en
lo que a la economía se refiere tal cosa implica un rechazo tajante a la noción de equilibrio
de variables y flujos a partir de la cual se estructura el enfoque neoclásico. Cuestiona
también la idea de la soberanía del consumidor propia del neoclasicismo y enfatiza que éste
se encuentra sometido a los valores y aspiraciones sociales propias de la clase dirigente
(ociosa), lo cual impregna sus decisiones como consumidor. De hecho las clases
trabajadores, según Veblen, lejos de buscar la transformación revolucionaria del sistema, al
modo en que lo idealizaba Marx, aspiran a convertirse en clase ociosa. Este es sin duda un
poderoso factor de estabilidad social.
Por otra parte Veblen observa que ciertos estratos de consumidores incurren en un consumo
conspicuo de ciertos bienes, el cual viola el principio lógico de que a mayor precio menor
demanda; por el contrario entre más alto es el precio ocurre que su demanda es mayor
(“Bienes Veblen”).
Wesley Clair Mitchell y J. R. Commons, ambos estadounidenses, son los dos principales
discípulos de Veblen.
9 Esta era una inquietud intelectual muy en boga en esa época. Por cierto que Marshall no se oponía a este desafío unificador pero prefería el “método de Jack”, es decir, investigar “por partes”. Talcott Parsons, discípulo de Weber (su estudio sobre el papel del protestantismo en el surgimiento del capitalismo es de inspiración institucionalista), intentó crear desde el Departamento de Política Comparada en Harvard, una ciencia social integrada por la economía, la sociología, la ciencia política y la antropología.
67
El primero destaca por el hecho de que, consecuente con la metodología inductiva,
propugna por la creación de registros estadísticos que permitan estudiar la economía y
funda el National Bureau of Statistics Research (NBER) en los Estados Unidos. Asimismo,
da continuidad al estudio del ciclo de negocios, considerándolo inherente a la economía,
dada la interdependencia industrial-comercial-financiera y la existencia de formas
desarrolladas de dinero. Frente al comportamiento económico de los “salvajes civilizados”,
Mitchell argumenta a favor de la planeación social.
Commons, en un sentido semejante aboga por la acción colectiva a fin de controlar la
acción individual. Estudia asimismo los diferentes tipos de transacciones económicas y la
dinámica del acuerdo entre los agentes económicos. Examinó también el papel de los
derechos de propiedad, las leyes y las organizaciones y su impacto en la evolución de la
economía.
7. 3 La perspectiva schumpeteriana
El austriaco Joseph Alais Schumpeter, discípulo disidente de la escuela austríaca, se
distingue por otorgar una centralidad en el análisis económico y social a los procesos de
innovación y cambio técnico, considerándolos aspectos inherentes al proceso evolutivo y al
desempeño cíclico que distinguen al sistema capitalista. Sus obras principales son The
Theory of Economic Development (1911), Capitalism, Socialism and Democracy (1946)
y History of Economic Analysis (1954).En las líneas que siguen resumimos las ideas
fundamentales de las dos primeras obras mencionadas.
Schumpeter, haciendo caso omiso del interés neoclásico por la noción de equilibrio
económico, abordó sus aspectos dinámicos de transformación y cambio, enfocándose en el
papel del empresario que actúa como agente innovador de productos, técnicas, mercados y
procesos (entepreneur). Para ello, rebasó los límites economicistas de la ortodoxia
neoclásica a fin de incursionar, con fructíferos resultados para la ciencia económica, en los
ámbitos de otras disciplinas como la Historia, la Ciencia Política y la Sociología (Landreth
y Colander, 2006).
68
De acuerdo a Schumpeter, un elemento clave del sistema capitalista es su dinamismo
fundado en la competencia que las empresas establecen, no en el terreno de los precios
como lo postula la teoría tradicional, sino en el campo de la innovación de productos,
procesos y mercados. La innovación es para este autor la invención aplicada con fines
económicos, está condicionada por un marco institucional-social y el empresario innovador
es el agente responsable del dinamismo económico del sistema y de su vitalidad a largo
plazo. Existen entornos institucionales, culturales y sociales que alientan la innovación,
mientras que otros en cambio la inhiben.
Las innovaciones empresariales generan nuevos métodos de producción, de comunicación
y de transporte, nuevas formas de organización industrial, así como novedosas
infraestructuras para el transporte, las comunicaciones y las actividades productivas en
general. Ellas están asociadas al crecimiento y desarrollo económicos (Schumpeter, 1942).
Una característica de las innovaciones es que se presentan con una relativa regularidad y lo
hacen “en grupo”, en forma de “racimo”, dando lugar a ondas largas de actividad
económica, las cuales reconfiguran la estructura técnica y el tejido productivo, amplían la
extensión y la profundidad de los mercados, así como las condiciones de vida y los gustos
de los consumidores. El movimiento cíclico del sistema dentro de tales ondas de
crecimiento a largo plazo (recuperación, auge, crisis, recesión, recuperación) se
encuentra determinado en gran medida por las fases de expansión y de agotamiento de las
condiciones de productividad y rentabilidad asociadas a la introducción, despliegue y
agotamiento de las innovaciones tecnológicas.
Es ampliamente reconocido que en el análisis schumpeteriano las crisis económicas
constituyen un rasgo esencial en la evolución y la transformación interna del sistema. En
particular las crisis de naturaleza estructural propician amplios procesos de “destrucción
creativa” ya que cuestionan las estructuras productivas, técnicas y de configuración de
industrias y mercados vigentes, a la vez que estimulan la introducción de las innovaciones
de bienes, servicios y procesos que poco a poco reemplazan a las formas precedentes de
elaborar y consumir.
69
Las crisis en este sentido son benéficas para el sistema. El crecimiento económico está
ligado a la fase de prosperidad del ciclo pues representa el resultado final de la introducción
de nuevos productos y tecnologías. Este proceso corre acompañado de excesos de inversión
así como crediticios. Las recesiones en el ciclo sacuden a las economías eliminando a las
empresas menos eficientes y crean el terreno para la expansión sobre la base de empresas
más sanas, mejor gestionadas y más eficientes.
Schumpeter describió al capitalismo como un sistema económico basado en la propiedad
privada y la motivación del lucro en el que las innovaciones son llevadas a cabo por
empresarios que toman dinero prestado para tal fin. Se establece una relación entre el
capital productivo representado por los agentes económicos que crean riqueza produciendo
bienes y servicios, y el capital financiero personificado por los agentes que poseen dinero
u otros valores de papel y que buscan la obtención de ingresos líquidos.
El enfoque schumpeteriano se inscribe actualmente dentro de los planteamientos de la
Economía Evolutiva. Ésta se caracteriza por estudiar el “cambio económico” reivindicando
la noción de evolución, en el sentido biológico de adaptación y cambio en entornos en
constante movimiento y permanente mutación. Esta idea se presenta como una alternativa
metafórica y epistemológica a la rígida “mecanización” de los modelos teóricos de la
ciencia económica tradicional, modelos de fuerzas y movimientos inerciales, propios de la
física de cuerpos y no de los fenómenos sociales.
70
Puntos para reflexionar y profundizar:
¿Es posible una ciencia social unificada?
¿Qué hace avanzar el conocimiento? ¿La convergencia de disciplinas y/o la
compartimentación del conocimiento?
¿Cuál es el papel de la cultura en el crecimiento económico?
¿Existirá relación entre la religión y el desempeño económico?
¿Cuál es el papel de la tecnología en el crecimiento económico?
¿Cuáles han sido las Revoluciones Tecnológicas?
Lecturas adicionales:
Brue y Grant (2009) Historia del Pensamiento Económico. Cencage
Learning.México, caps. 19.
Landreth y Colander (2006) Historia del Pensamiento Económico. Madrid. cap. 12. Schumpeter, A (1946),Capitalism, Socialism and Democracy (1946)
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72
Unidad 8 El paradigma Keynesiano
1. La Crisis de 1929 y la “Teoría General”; 2. La propensión marginal a consumir; 3. La eficacia marginal del capital; 4. Interés y Preferencia por la liquidez; 5. El multiplicador; 6. Empleo, salarios e inflación; 5. Las políticas contra cíclicas.
8.1. La crisis de 1929 y la “General Theory” Si la microeconomía tiene sus fundamentos en el marginalismo y en la obra de Alfred
Marshall, la macroeconomía moderna tiene sus fundamentos en la General Theory of
Employment, Interest, and Money (1936), escrita por el inglés John Maynard Keynes. Se
trata de la obra de economía más importante del siglo XX. Su trascendencia radica en
aportar una nueva visión del funcionamiento del sistema económico como un todo,
estableciendo las relaciones entre sus principales variables agregadas radica también en
formular una original teoría del interés y del dinero, así como por demostrar que el sistema
es intrínsecamente inestable debido a insuficiencias de demanda, mientras que los
mecanismos del mercado no tienden necesariamente al equilibrio. Sobresale asimismo por
destacar las consecuencias de la rigidez de los salarios y los precios en el ciclo y por
fundamentar los mecanismos de intervención y transmisión de las políticas fiscal y
monetaria. La General Theory vincula, suponiendo la existencia de tres mercados (de
bienes, financiero y laboral), la teoría del ciclo con la teoría monetaria, estableciendo
interrelaciones de variables monetarias y reales.
El enfoque keynesiano es fruto de la gran crisis de 1929. Ella no solo cimbró los cimientos
del sistema económico a escala mundial sino que también puso en evidencia, de manera
extrema, la no validez del principio de igualdad entre oferta y demanda agregadas,
postulado por la escuela clásica y neoclásica y conocido como Ley de Say. De acuerdo a
esa ley las crisis generales de sobreproducción eran imposibles, pero el hecho es que
precisamente eso es lo que estaba sucediendo a gran escala en las principales economías del
mundo, empezando por los Estados Unidos, seguido de Europa y el resto del mundo.
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Uno de los fallos centrales que Keynes encuentra en la teoría clásica es el supuesto de
que cada acto individual de ahorrar aumentará la inversión global en la misma cantidad.
Si ese fuera el caso toda falta de gasto en el consumo sería compensado por un aumento
correspondiente en la inversión. El ahorro individual es una privación de demanda
potencial. Faltando al ahorro una compensación equivalente, la frugalidad no crea
riqueza sino pobreza. (Dillard: 68-70)
8.3 La Eficacia Marginal del Capital
La demanda de inversión es una variable más compleja e inestable que la demanda
para el consumo. Ella depende de la eficiencia marginal del capital (rm). Está es
inestable en el corto plazo y tiende a la baja en el largo. Se define como el tipo de
rendimiento más elevado que se puede lograr sobre el costo previsto para producir una
unidad más. También puede ser descrita como la tasa de descuento que hace que el
valor presente de los rendimientos esperados sea igual al precio de oferta del bien de
capital utilizado. Es, desde otra perspectiva, la productividad marginal del capital como
un porcentaje del costo original del bien de capital adquirido, calculada a lo largo de la
vida de la inversión del capital. De una manera más breve: es la utilidad esperada de
una nueva inversión, sin deducir la depreciación ni los costos implícitos del interés.
Téngase en cuenta que el flujo de ingresos esperado por el empresario inversionista
depende de tres factores: (1) la productividad del bien de capital; (2) el precio de venta
de la producción adicional, y; (3) el salario adicional y gastos materiales de utilizar el
bien de capital.
El estímulo a la inversión cesa, por definición, cuando rm=i, es decir cuando la tasa de
beneficio esperado es igual a la tasa de interés. “Las fluctuaciones en el volumen de
inversión se explican en gran parte por el carácter fluctuante e incierto de las
previsiones respecto a los rendimientos futuros de los bienes de capital y los términos
futuros a que pueda prestarse dinero a interés” (Dilllard, 1968: 13)
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8.4 Interés y Preferencia por la Liquidez La teoría tradicional del interés lo concibe como el pago por ahorrar, es decir, como la
recompensa monetaria por posponer el consumo. La originalidad de Keynes es considerarlo
como un pago por no “atesorar” o guardar dinero, es decir, por considerarlo un pago por
ceder liquidez. Este enfoque del crédito es muy fructífero analíticamente.
La preferencia de las personas, familias y empresas por tener liquidez (“efectivo”) depende
de tres tipos de motivos: (1) operación; (2) precaución, y; (3) especulación. La preferencia
por la liquidez determinante es la originada por motivos de especulación, es decir la que
resulta de la incertidumbre respecto del futuro de la tasa de interés.
La especulación así entendida significa retener liquidez para buscar beneficios de un
(supuesto) mejor conocimiento del futuro. En este sentido la acumulación de riqueza bajo
su forma dineraria existe en un sistema económico que es incierto. El dinero se concibe por
los agentes económicos como el nexo protector-especulativo entre el presente cierto y el
futuro incierto.
En los enfoques clásico y neoclásico (a los que Keynes, recordemos, iguala como
“clásicos” por compartir el mito del equilibrio entre oferta y demanda agregadas), debido
precisamente a sus presupuestos inamovibles de equilibrio macro en los mercados, no
existe espacio teórico para la incertidumbre, ni por tanto demanda motivada por el factor
especulación; solo existe demanda para transacciones (M1) pero no para especular (M2),
como en el modelo keynesiano. El interés, desde la perspectiva de la llamada Ley de Say,
no puede ser visto como pago por ceder “efectivo”. Registremos de pasada que el propio
Keynes observa con agudeza lo interesante que resulta “que la estabilidad del sistema y su
sensibilidad ante las variaciones en la cantidad de dinero dependan tanto de la existencia de
una variedad de opinión acerca de lo que es en sí incierto”
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El concepto de multiplicador permite explicar el carácter acumulativo de las recesiones y
de las expansiones económicas ya que mide los cambios ocurridos en el ingreso o renta en
relación con los cambios ocurridos en la inversión, k=ΔY/ΔI. El multiplicador de la
inversión está relacionado directamente con la propensión marginal al consumo e
inversamente a la propensión marginal al ahorro (k= 1/PMS). A mayor propensión a
consumir en la economía como un todo mayor será el efecto multiplicador de la inversión;
a menor propensión menor será el efecto multiplicador de la inversión.
Veamos el ejemplo de la mecánica de una recesión. Supongamos una caída de $10 000 en
la inversión de una economía que opera con una PMS=.4 y una PMC=.6. En este caso k=
1/.4= 2.5.La caída inicial de 10 000 provoca una reducción de 6 000 en el consumo y de
4000 en el ahorro. La caída de 6000 en el consumo provoca otro descenso de 3 600 en el
consumo y de 2 400 en el ahorro. El descenso de 3 600 provoca a su vez una caída de 2160
en el consumo y de 1 440 en el ahorro. La secuencia prosigue hasta que la suma de los
ahorros no realizados (4000 + 2 400+ 1440+864+718.4+….) sea igual a la caída inicial de
la inversión.
Si suponemos que en lugar de decremento existe un incremento, entonces operará el
mecanismo acumulativo de la expansión. Cabe agregar que el multiplicador se modifica en
el transcurso del ciclo y tiende a elevarse en la depresión (al ser mayor la propensión
marginal al consumo) y a descender durante la expansión al ser mayor la propensión
marginal a ahorrar. El multiplicador es anti cíclico (“estabilizador automático”)
El multiplicador es igual a la inversa de 1 menos la propensión marginal a consumir y la
propensión marginal al consumo es igual a la unidad menos la inversa del multiplicador, tal
y como se demuestra en la siguiente secuencia de fórmulas:
81
ΔC/ΔY= 1- 1/K (1) (K=ΔY/ΔI; 1/K=ΔI/ΔY)
ΔY=ΔC+ΔI (2) (trasponiendo y dividiendo entre ΔY)
ΔC/ΔY= 1- ΔI/ΔY (3) (de (1) y (3) se sigue:
1/K=ΔI/ΔY (4) ó
K=ΔY/ΔI (5)
ΔY=K (ΔI) (6) trasponiendo (1)
1/K=1-ΔC/ΔY (7) ó
K=1/1-ΔC/ΔY (8) (1-ΔC/ΔY= PMgS)
Entre más elevada sea la propensión marginal a ahorrar, menor será el multiplicador y
viceversa.
K=ΔY/ΔY-ΔC (9)
8.6 Empleo, salarios y precios
El multiplicador de la inversión sirve también para estimar el impacto de ésta en los niveles
de empleo. Para ello Keynes da por supuesto que no existe desempleo provocado por el
ahorro de mano de obra al que las mejoras tecnológicas dan lugar (es decir no existe
desempleo provocado por el cambio tecnológico). Se trata de un supuesto válido
únicamente en términos de corto plazo y que no se sostiene, por supuesto, en el largo
plazo10.
10 La cuestión tecnológica es un punto ausente del sistema keynesiano, resultado de una visión cortoplacista de la economía. “En el largo plazo todos estaremos muertos” es la frase invocada para recordar, entre otros aspectos de su planteamiento, la manera como Keynes justificó dejar de lado los aspectos de largo plazo del desempeño económico, en este caso los impactos negativos(desaparición de empleos) y positivos (creación de nuevas ocupaciones) del cambio tecnológico en el mercado laboral.
82
El empleo en el corto plazo aumenta en razón de tres causas: aumentar la propensión al
consumo, aumentar la eficacia marginal del capital y disminuir el tipo de interés. Ya hemos
visto que la primera variable es estable en el corto plazo, mientras que las otras dos no lo
son. Si la propensión marginal a consumir es cercana a la unidad, las fluctuaciones en la
inversión producirán, a través del multiplicador, mayores fluctuaciones en la ocupación,
tanto a la baja como al alza. El empleo en este caso es elástico a la inversión.
En cambio, si la propensión marginal a consumir es cercana a cero, las fluctuaciones de la
inversión ocasionarán fluctuaciones proporcionalmente menores en la ocupación, tanto a la
baja como al alza. El empleo aquí será inelástico a la inversión. En el primer caso se
requerirá poca inversión para alcanzar la ocupación plena. En el segundo mucha inversión
para lograr tal meta. En la realidad la propensión marginal se encuentra en un tramo
intermedio, un poco más cerca de la unidad que del cero, por lo cual las fluctuaciones en la
ocupación son altas y altas también las necesidades de inversión para alcanzar el pleno
empleo. (133)
Pero ¿qué es lo que determina en última instancia los niveles de ocupación de los
trabajadores, y en general de los otros factores productivos? Keynes llama a este factor
demanda efectiva, definida como el punto en el cual se equilibran oferta y demanda
agregadas a cierto nivel de precios y de empleo. El nivel de empleo está determinado por
dicha intersección de equilibrio, que representa el punto donde las expectativas de ganancia
del empresario alcanzan su máximo. (Keynes, 1936: 56) A esto se denomina nivel de
empleo en condiciones de equilibrio. Como lo dice E. Roll: “el determinante definitivo del
volumen de ocupación es el grado en que los empresarios juzgan que tal ocupación es
rentable” (1976: 476)
83
Recordemos que de acuerdo a la escuela clásica y neoclásica no debe existir el desempleo
involuntario si los salarios bajan al punto en que la oferta y demanda de trabajo se
equilibren. Keynes consideró que esto no es teóricamente cierto pues la contracción de la
demanda a la que la baja salarial da lugar implica una mayor discrepancia entre producción
y consumo. Pragmáticamente consideró también que eso era inviable dada la presencia de
sindicatos.
Ahora bien, las razones por las que los costos y los precios se elevan cuando aumenta el
empleo son: (1) la ventajosa posición de los obreros para contratarse cuando el desempleo
disminuye, (2) rendimientos decrecientes a corto plazo y, (3) “embotellamiento” de la
producción.
La inflación comienza cuando se alcanza el empleo total y sigue aumentando la demanda
efectiva sin que la producción responda a tales incrementos. La inflación surge cuando la
inversión es mayor de la suficiente para cubrir la diferencia entre la renta y el consumo en
el nivel correspondiente al empleo total de los factores de producción. Cuando se alcanza la
plena ocupación, cualquier intento de aumentar la inversión pondrá en movimiento una
mayor tendencia de los precios a subir sin limitación, independientemente de la propensión
marginal a consumir…(….) hasta llegar a esta situación, sin embargo, el crecimiento de los
precios irá acompañado de un aumento del ingreso global real.” (134).
La economía se mueve en un sendero acotado por la inflación, de una parte, y el desempleo
de otra. Una tasa de desocupación cercana a la ocupación plena implica la emergencia de la
inflación. Una tasa alta de desocupación implica estabilidad de precios o al menos un
descenso en los ritmos de incremento del nivel general de precios. Este aspecto fue
demostrado empíricamente con el estudio de Phillips sobre la inflación y el desempleo en
Inglaterra: la llamada Curva de Phillips, aspecto que retomaremos en la siguiente unidad.
84
9.7 Políticas anti cíclicas
Keynes incorporó la presencia del estado en la noción misma de sistema económico y al
hacerlo llevó a la teoría económica al campo de la práctica gubernamental: una vez
demostrada la inestabilidad intrínseca al funcionamiento del sistema y su incapacidad para
alcanzar por sí solo la ocupación plena, Keynes formulalas políticas económicas que den
estabilidad a la economía, frenando las tendencias al desempleo y paro involuntario que
acompañan a la recesión, de una parte, y, de otra, frenando las tendencias al incremento de
los precios durante la expansión. En el centro de su preocupación se encuentra, claro está,
formular las políticas que, dada la situación económica de la época, permitieran a los países
industrializados salir de la recesión. Lo distintivo en este punto es que Keynes privilegia la
política fiscal sobre la monetaria.
El planteamiento general de Keynes es el siguiente: en condiciones recesivas una política
monetaria expansiva, que provoque un descenso en la tasa de interés, puede tener efectos
muy limitados y llegar incluso a la total ineficacia en condiciones en que la curva de
demanda de dinero se va volviendo plana hasta el punto de llegar a la situación de que las
sucesivas inyecciones de liquidez son retenidas por los agentes como saldos inactivos. A
esta situación extrema se le conoce como trampa de liquidez.
En este caso un incremento en el gasto público produce todo su efecto multiplicador. El
tipo de interés no varía con el incremento de la demanda agregada y la inversión, en
consecuencia, no disminuye. En condiciones recesivas no existe “efecto expulsión”, es
decir no hay un incremento de las tasas de interés que al mermar la inversión privada
“amortigue” o “desplace” el impacto expansivo del gasto. La situación opuesta es cuando el
incremento de la demanda agregada eleva a tal punto la tasa de interés que la merma en la
inversión privada que esto provoca anula el efecto expansivo del incremento en el gasto.
8.8 El La teo
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86
A partir de este modelo es posible extraer una serie de conclusiones. En estas notas nos
limitaremos a mencionar las dos más importantes en cuanto a política fiscal y monetaria.
La política fiscal cambia la curva IS. Un aumento en el gasto público desplaza IS a la
derecha con lo cual sube el ingreso (Y) y el tipo de interés (i). Sin embargo, aquí el
multiplicador es más bajo que el multiplicador original de Keynes dado que la preferencia
por la liquidez aumenta al incrementarse el nivel de ingreso (cuestión que Keynes dejó de
lado, como lo observara críticamente Hicks –indeterminación de la preferencia por la
liquidez). La efectividad de la política fiscal depende de la elasticidad de LM. Si ésta es
vertical (o se encuentra en un tramo vertical) el interés aumenta en proporción mayor que el
incremento en el ingreso. En este caso la política fiscal es poco efectiva para impulsar el
crecimiento de la economía. En cambio si la curva LM es horizontal el crecimiento en la
tasa de interés será proporcionalmente menor que el crecimiento en el ingreso agregado. La
política fiscal es muy efectiva en estas condiciones.
La política monetaria cambia la curva LM. Un aumento en la oferta monetaria desplaza la
curva hacia abajo y afuera. La efectividad de la política monetaria dependerá de la
elasticidad de la curva IS. Si ésta es vertical el crecimiento de la oferta monetaria es menor
que el incremento observado en el ingreso. En este caso la política monetaria será efectiva,
mientras que si la curva LM es horizontal el incremento de la masa monetaria será mayor
que el crecimiento en el ingreso y por lo tanto la política monetaria será ineficaz. En este
caso hay que considerar que si la curva de demanda de inversión (I= f(i)) es inelástica,
inelástica será también la curva IS.
A este modelo Mundell y Fleming le incorporaron las variables fundamentales del sector
externo (exportaciones, importaciones) con lo cual, aparte del doble equilibrio mencionado
(en el mercado de bienes y dinero) tiene lugar un equilibrio en la balanza de pagos. Las
exportaciones mueven la curva IS hacia la derecha, elevando Y e i, mientras que las
importaciones lo hacen hacia la izquierda, provocando una disminución de la renta y de la
tasa de interés.
87
La otra contribución a destacar es el multiplicador complejo formulado por el
estadounidense Paul Samuelson, uno de los economistas más importantes de la escuela
keynesiana. En este caso, además de considerar la propensión marginal a ahorrar (s), se
consideran la propensión marginal a establecer impuestos (t), la propensión marginal a
importar (m) y la propensión marginal a invertir (z). La fórmula es la siguiente MC=
1/s+b+m-z, con lo que el multiplicador será más pequeño cuanto más altas sean la
propensión marginal a ahorrar, a impostar y a importar. Será más grande en tanto más alta
sea la propensión marginal a invertir. En razón de estas determinaciones el multiplicador
complejo es menor al multiplicador simple.
Puntos para reflexionar y profundizar:
Discutir sobre la importancia del estado y la política económica para el
funcionamiento del sistema a la luz de la crisis de 2007-2008 en Estados
Unidos y Eurozona.
Considerar la cuestión de la trampa de la liquidez a partir de la crisis
económica en los EUA.
88
Lecturas adicionales: Brue y Grant (2009) Historia del Pensamiento Económico. Cencage
Learning.México, caps. 21 y 22. Dillard, D. La Teoría Económica de John Maynard Keynes. Aguilar
Madrid. 1958. Dornbusch, R., Fischer, S. y Startz, R. ( 2004) Macroeconomía. McGraw
Hill, Parte 3, cap. 10. Landreth y Colander (2006) Historia del Pensamiento Económico.
Madrid. cap. 15, pp. 421-427. Keynes, J. M. (1936) Teoría General de la Ocupación, el Interés y el
Dinero. FCE. 1936. Roll. (1942) Historia de las Doctrinas Económicas. FCE Cap. 10, pp.
469-486.
89
Unidad 9
La Escuela de Chicago
1. La crisis de los años setenta del siglo XX y el agotamiento del keynesianismo; 2. Friedman y el Monetarismo; 3.“El dinero importa”; 4.La Curva vertical de Phillips; 5.
Lucas y la Nueva Economía Clásica. 9.1 La crisis de los años setenta y el agotamiento del keynesianismo. El ascenso del pensamiento keynesiano corresponde a un período en el que las principales
economías del mundo viven la Gran Depresión de los años treinta, y en el que la economía
internacional atraviesa por un proceso de “des internacionalización”, es decir de fractura o
rompimiento del mercado mundial, proceso que se había iniciado en 1914 con el estallido
de la Gran Guerra, se había agravado por la crisis del ´29 y sus secuelas de contracción del
comercio y las finanzas a nivel mundial, y que desembocó finalmente en una
desarticulación de la vida económica internacional a partir del estallido de la Segunda
Guerra en 1939.
En cambio, desde el fin de este conflicto bélico en 1945 hasta inicios de la década de los
setenta, las principales economías del mundo vivieron un período de auge y estabilidad
financiera sin precedentes, conocido como el “boom de posguerra”, durante el cual el ciclo
económico de casi todas las naciones presenta alzas prolongadas y duraderas mientras que
se presentan crisis breves y poco profundas. La reorganización de la economía
internacional (FMI, GATT, BIRF, Plan Marshall) a partir de los Acuerdos de Bretton
Woods(1944) trajo consigo una expansión del comercio y las finanzas con una notable
estabilidad cambiaria y monetaria (“Paxmoneta”), al tiempo que la economía internacional
volvía a retomar las tendencias a una mayor integración e interdependencia de las
economías nacionales. Asimismo, en las economías industrializadas el estado keynesiano-
benefactor (“estado social”) vive su época de oro durante esas décadas de los años
cincuenta y sesenta.
90
Pero a inicios de los años setenta la dinámica económica mundial sufrirá un quiebre –y la
teoría económica un nuevo viraje- al conjugarse una serie de factores: a) llegar a su fin esa
onda expansiva de larga duración que había estado asociada a la producción en masa de
los métodos fordistas; b) terminar también la era de Bretton Woods que había implicando
la existencia de sistemas de tipo de cambio fijo y, como fundamento de ello, la paridad
oro-dólar ;c) entrar en una severa crisis fiscal los estados sociales, y; d) ingresar las
economías en una situación inédita en la que se combinaban la recesión y la inflación
(“slumpflation”).
Como resultado de lo anterior en esa década la política económica propia del
keynesianismo ingresa a una etapa de agotamiento en su eficacia para manejar la
macroeconomía y, en consecuencia, la teoría keynesiana va a ser desplazada de su posición
académica dominante.
9.2 Milton Friedman y el monetarismo Durante los años cincuenta y sesenta el principal cuestionamiento teórico al keynesianismo
provino de Milton Friedman, profesor de Economía en la Universidad de Chicago y autor
de Studies in the Quantity Theory of Money (1956), Capitalism and Freedom (1962) y de
la que se considera su obra más importante, A MonetaryHistory of theUnited States, 1873-
1960 (1963). Sus críticas se centraron en la subestimación keynesiana de la importancia de
la política monetaria y en su énfasis al papel regulador del estado vía la política fiscal. El
estatuto teórico del modelo IS-LM también fue cuestionado.
Este enfoque que se conocerá como monetarismo o Escuela de Chicago, insistirá en la
importancia decisiva de la política de emisión monetaria por parte de los bancos centrales
y, desde una nueva perspectiva, retomará los principios liberales de las escuelas clásica y
neoclásica: lejos de ser inherentemente inestable, la economía se autoregula por sí misma y
las crisis y las depresiones son resultado de una errónea política monetaria.
91
La inflación de los años setentas se explicará como resultado de un exceso de emisión
monetaria, así como de políticas fiscales expansivas. La escuela de Chicago insistirá en que
a diferencia y en oposición al mercado, el gobierno es inherentemente ineficaz. Friedman
resume así su postura: “En los análisis de política económica, ¨Chicago¨ significa creer en
la eficiencia del libre mercado para organizar los recursos, mostrarse escéptico sobre la
intervención del estado y poner énfasis en la cantidad de dinero como factor clave en la
producción de inflación” (Friedman, 1994: )
Lo primero a considerar es la crítica a la función de consumo de Keynes. Éste se equivoca
al postular que el consumo de los individuos y las familias está en función de su ingreso
actual, presente; más bien se encuentra en función del ingreso permanente: se supone
entonces que los individuos consumen de acuerdo a una visión menos inmediata, menos de
corto plazo, respecto de lo que son sus ingresos.
Esta diferencia tiene consecuencias en la propensión marginal a consumir y por tanto en el
grado de eficacia que pueden tener las políticas económicas orientadas a estimular el
consumo agregado como herramienta de crecimiento: la propensión a marginal a consumir
es más baja de lo que se desprende del supuesto keynesiano y, en consecuencia, es también
menor el efecto del incremento del gasto y la inversión en el consumo agregado. Éste es en
realidad menos elástico a las variaciones de aquellas de lo que suponía el planteamiento de
Keynes.
El siguiente aspecto tiene que ver con las limitaciones del modelo IS-LM. Tratándose de un
esquema de estática comparativa, no es por supuesto capaz de captar las diferencias
dinámicas en los ajustes del multiplicador, los precios y el interés. Además de no estar
diseñado para ese fin, quizá su más severa restricción es que la conexión o vínculo entre los
sectores real y monetario solo tiene lugar mediante la tasa de interés; esto último, entre
otras consecuencias, hace que el fenómeno de la inflación carece de explicación.
92
Pese a estas dos grandes limitaciones, el modelo distintivo del keynesianismo llegó a contar
con un acuerdo en torno a sus fines didácticos en la comprensión de los mecanismos
macroeconómicos, adoptándose el supuesto, por una parte, de la elasticidad de la curva LM
por parte del enfoque keynesiano (en el corto plazo) y, por otra, de la inelasticidad de esa
misma curva por parte del enfoque monetarista (en el largo plazo).
9.3 “El dinero importa”
Desde los inicios de la economía la relación entre dinero e inflación ha estado a debate.
Bodino y más tarde, a mediados del siglo XVIII, David Hume establecen lo que se conoce
como la explicación monetaria de la inflación y sientan las bases de lo que se conoce como
la teoría cuantitativa del dinero. El incremento en el nivel general de precios de una
economía obedece a aumentos en la cantidad de dinero circulante. Marshall, a su vez, dio
un fundamento microeconómico a la teoría cuantitativa del dinero e Irving Fisher planteó la
fórmula por la cual dicha teoría es conocida:
MV=PT
Donde M es la cantidad de dinero, V la velocidad de circulación, P el nivel general de
precios y T, el número de transacciones. En esta teoría la velocidad de circulación del
dinero se considera constante.
Tal vez el elemento más distintivo del monetarismo es su teoría de la inflación y la
importancia asignada a la política de emisión monetaria, y que se suele resumir con la frase
“el dinero importa” (“moneymatters”). En la llamada moderna teoría cuantitativa del
dinero, la demanda de éste(entendido el dinero tan solo como demanda de saldos en
efectivo) está en función de tres grandes factores: la riqueza total de las personas, el costo
de retener dinero en posesión y las preferencias. Friedman afirma que la cantidad de dinero
demandada se encuentra en razón directa al ingreso real permanente y al nivel de precios
existente, mientras que está en razón inversa a la tasa de inflación esperada y también en
razón inversa, aunque menor, a la tasa de interés.
93
De acuerdo a Friedman la demanda de dinero a corto plazo es estable a corto plazo. Al
incrementarse la oferta monetaria por parte de la banca central, los individuos y familias se
deshacen de saldos en efectivo lo cual a nivel agregado incrementará la producción, o los
precios o una combinación de ambos. El incremento de los precios eleva a su vez la
demanda de dinero. El equilibrio entre oferta y demanda agregadas se restablece en el largo
plazo pero a un nivel general de precios más alto. Para Friedman la inflación es resultado
de un exceso de dinero emitido por la banca central.
A su vez, una insuficiente oferta dineraria puede llevar a la recesión. De esta manera es
como Friedman explica la recesión ocurrida luego de la crisis de 1929: la Reserva Federal
de los Estados Unidos –FED- llevó a cabo durante los años treinta una brusca reducción de
la base monetaria generando una política deflacionaria –es decir de caída en el nivel
general de precios- y contrayendo aún más el crédito. “La Gran Contracción –escriben
Friedman y Schwartz- es un trágico testimonio del poder de la política monetaria, no una
evidencia de impotencia, como creían Keynes y muchos de sus contemporáneos” (1963: )
9.4 La Curva vertical de Phillips
El cuarto aspecto es el relativo a la relación inflación-desempleo establecida en el
paradigma keynesiano: la Curva de Phillips. Ella establece, que a mayor desempleo existe
una menor inflación y a menor desempleo se presenta un mayor nivel general de precios, tal
y como se ilustra en la siguiente:
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En la gráfica cada curva a corto plazo muestra las combinaciones de inflación y desempleo
que son posibles cuando la tasa de inflación real diverge de la tasa esperada. Cuando
aquella es mayor que esta última (P2 en vez de P1) el desempleo disminuye de forma
temporal más allá de su tasa natural (de Un a U1), pero una vez que P2 se convierte en la
nueva tasa esperada, la curva a corto plazo cambia de SRPC1 a SRPC2, y la tasa de
desempleo vuelve a su nivel natural (c).
A largo plazo no existe entonces un “toma y daca”, un “trueque” entre la inflación y el
desempleo, tal y como se postula en la visión del keynesianismo: a largo plazo la curva es
vertical, lo cual quiere decir que diversas tasas de inflación son compatibles con la tasa de
desempleo natural. La curva de Phillips opera a corto plazo, de manera temporal, y una vez
que la inflación queda fijada en las expectativas de los agentes, la relación postulada por
dicha curva entre inflación y desempleo no existe más. De acuerdo a Friedman es imposible
que las políticas de expansión logren influir en la tasa natural de desempleo a largo plazo y
las autoridades monetarias solo lograrán reducir el desempleo a corto plazo por debajo de
su tasa natural, con el “daño colateral” de incrementar continuamente el nivel general de
precios.
De este modo, la inflación de los años setenta del siglo XX, a la que el keynesianismo no
podía dar respuesta teórica ni por ende enfrentar de manera práctica, quedaba explicada
mediante esta argumentación de Friedman, sustentada en la noción de expectativas
adaptativas (los agentes en economía se adaptan paulatinamente a la información). En
materia de política económica el énfasis se colocó en no sobrecalentar a las economías con
la aplicación de políticas expansivas que resultaban generadoras de inflación. Al contrario,
la manera de atacar la inflación debía basarse en políticas contraccionistas, de severa
astringencia financiera, conocidas como políticas de estabilización ortodoxa y aplicadas
durante los años ochenta.
96
En particular Friedman formuló la llamada Regla Monetaria que defiende un porcentaje fijo
de crecimiento para la oferta de dinero, a diferencia de la tasa de crecimiento variable
recomendada por las políticas activistas. Puesto que mantener una tasa fija de crecimiento
para H (dinero de alta potencia) no garantiza una tasa fija de crecimiento para la oferta de
dinero, debido a las variaciones en el multiplicador de dinero (H/M), lo contrario es cierto.
Mantener una RTCC para la oferta de dinero haría que la Reserva Federal manipulara H
activamente para compensar los cambios en el multiplicador de dinero (Gordon, 1996: 491-
508).
Seguir una política monetaria apegada a esta regla se constituye en un factor que genera
confianza en los agentes y “blinda” la política monetaria respecto de las decisiones de
orden político que los gobiernos pretendan en un momento dado llevar a cabo.
Esta regla técnica se ha concretado institucionalmente en los últimos decenios en la llamada
“autonomía” de la Banca Central, es decir en la conformación de un cuerpo directivo de la
banca central no sujeto a los poderes ejecutivo o legislativo en su toma de decisiones
respecto a la formulación de la política monetaria.
9.5 Lucas y la Nueva Economía Clásica Robert Lucas (Studies in Business Cycle Theory, 1981) es el segundo autor más destacado
de la Escuela de Chicago, especialmente por su aplicación del concepto de expectativas
racionales para fundamentar el comportamiento de los agentes frente a la inflación. Lucas
sostiene que éstos no lo hacen gradualmente sino de manera inmediata: supone de entrada
que los mercados de recursos y financieros ajustan ipso facto sus expectativas sobre la
inflación al enfrentarse a un entorno macroeconómico de políticas de gasto y emisión
expansionistas. De aquí se sigue que en la medida que los agentes se adapten óptimamente
a la información existente, (obsérvese: sin que exista razón para suponer que hagan lo
contrario) ellos encontrarán siempre la senda óptima de ajuste.
Las gráficas de la siguiente figura indican este proceso:
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98
La conclusión de este modelo económico de expectativas racionales es, esencialmente, que
todo lo que ocurre a largo plazo también sucede en el corto plazo. El keynesianismo es por
lo tanto una política económica ineficaz no solo en el largo plazo, sino también en el corto.
De acuerdo a esta argumentación la economía se corrige por sí sola sin necesidad de
ninguna política económica. Es el retorno de la mano invisible de Smith que repele la
intromisión del ineficaz estado. Por tal razón a este planteamiento neoliberal se le conoce
como la Nueva Economía Clásica.
Sostener que el mercado es siempre eficiente y que la sabiduría colectiva de los agentes
económicos es permanentemente correcta o acertada, lleva sin embargo a conclusiones
absurdas: los precios de todos los bienes siempre son los adecuados y por tanto las
burbujas especulativas no tienen lugar. Si éstas no existen tampoco pueden estallar y en
consecuencia no suceden las crisis financieras. Estas no tienen cabida bajo la hipótesis de la
eficiencia perfecta del mercado.
De acuerdo a este enfoque el precio de un activo cualquiera en un determinado momento es
el adecuado, el único que puede ser correcto, ya que el mercado procesa la información
siempre de manera adecuada y oportuna. Un activo, sea un bien material o un bien
financiero, no se sobrevalua o devalúa nunca puesto que toda la información es
inmediatamente incorporada por los agentes y procesada de manera óptima para su toma de
decisiones.
99
Puntos para reflexionar y profundizar:
¿Qué particularidades presentan los mercados financieros?
¿En qué medida es racional el comportamiento especulativo de los agentes
económicos?
¿Qué dice las neurociencias respecto a la relación razón-emociones en el
comportamiento humano?
Lecturas adicionales:
Brue y Grant (2009) Historia del Pensamiento Económico. Cencage Learning.México, caps. 23.
Cué, A. y Quintana L. (2008) Introducción a la Macroeconomía. Grupo
Editorial Patria. Cap. 9, pp. 170-180
Friedman, M. (1994) Gordon, R. (1996). Macroeconomía Editorial CECSA, México, pp. 491,
508.
Landreth y Colander (2006) Historia del Pensamiento Económico.
Madrid. cap. 16, pp. 421-427.
100
Conclusiones
En estas notas se ha realizado un rápido recorrido por las escuelas, autores, temas de
análisis, enfoques metodológicos y conceptos más destacados del pensamiento económico.
Este repaso sintético se ha hecho teniendo en mente el propósito didáctico de elaborar una
presentación inicial, sencilla y amigable con los estudiantes principiantes de esta disciplina.
Por esta razón nos hemos visto en la necesidad de dejar a un lado una buena cantidad de
autores y escuelas.
El panorama hasta aquí mostrado permite, no obstante, realizar algunas reflexiones
preliminares.
La primera y más obvia es que el pensamiento económico no ha seguido una
evolución lineal y ascendente, al modo de una progresión teórica continua en la que
sucesivos autores, recorriendo siempre un mismo sendero, arriben a
descubrimientos que se agreguen a los anteriores en una acumulación de
conocimientos ininterrumpida, como piezas que se eslabonaran o ensamblaran unas
arriba de otras. Eso no sucede ni en economía, ni en ninguna ciencia social, ni
siquiera incluso en las ciencias naturales o físicas.
Una segunda consideración es que la evolución del pensamiento económico está
marcada, de manera muy distintiva, por la discrepancia, la crítica y la ruptura de
enfoques, supuestos, conceptos, temporalidades y argumentaciones, tanto al interior
de una misma escuela o corriente, como, más aún, a nivel de divergencias entre
paradigmas radicalmente diferentes. Esto nos habla de la complejidad misma de lo
económico y de las limitaciones que existen para aprehender y representar
teóricamente dicha complejidad.
101
Ninguna teoría, en consecuencia, por sí sola puede pretender “tener la verdad” en
economía, ni puede tampoco pretender explicar toda la realidad económica en su
conjunto. Las teorías son en realidad mucha más modestas: permiten captar partes
de esa realidad, “recortarla” (“rebanarla”) de cierta manera y analizar algunas de sus
porciones. Pero al hacerlo dejan de lado otras partes de la realidad, no la pueden
recortar desde otros ángulos e ignoran por lo tanto otras porciones. Algunas
permiten abarcar más aspectos de la realidad mientras que otras tienen un alcance
menor. Algunas son de “alta potencia” teórica y otras de “baja potencia”.
Igualmente, mientras que unas tienen implicaciones de determinada orientación
política, otras responden y/o favorecen posturas políticas diferentes.
Las teorías son como lentes de distintos colores y gradaciones que permiten ver la
realidad con tonos que resaltan ciertos aspectos del panorama frente a nuestros ojos,
pero que simultáneamente oscurecen o impiden percibir otras tonalidades. Existen
lentes diseñados para ver de lejos. Los hay para ver de cerca. Hay lentes para ver
mejor las cosas en movimiento y otros para captarlas en reposo. Existen lentes que
permiten la visión nocturna y otros incluso que hacen posible ver la corona solar.
Quien se haya practicado un examen de la vista sabe que las letras negras se
destacan de manera distinta y adquieren diferente nitidez si se leen a través de una
mica roja, una verde o una incolora.
La quinta observación es que la economía siendo una ciencia, es un gran cuerpo
teórico sustentado en leyes, razonamientos, relaciones, fórmulas, estadísticas,
esquemas y modelos matemáticos; pero quien se acerca un poco a ella descubre que
detrás de una fachada de rigor matemático, verdades tajantes y uniformidad
científica, existe en realidad una gran diversidad de opiniones en conflicto, en
ocasiones totalmente enfrentadas y a veces coexistiendo en acuerdos pactados por la
comunidad académica.
102
En este sentido destaca, como sexta característica relevante, que el abanico de las
divergencias es sumamente amplio y no se limita a cuestiones puntuales sobre el
ciclo económico, los determinantes del precio, los multiplicadores de la inversión o
aspectos semejantes, sino que va hasta la concepción misma del ser humano, en su
aspecto de homo economicus. En las discrepancias sobre este punto que resulta
primordial para la economía puesto que define el tipo de desempeño que tendrán los
agentes económicos dentro del sistema, se involucran por parte de los distintos
autores aspectos filosóficos y éticos que, para decir lo menos, difícilmente tienen un
sustento científico, sino que se asientan en concepciones éticas y morales, así como
en observaciones antropológicas muy incipientes.
Una siguiente consideración, que atañe también a cuestiones centrales de la
economía, es el debate en torno al mercado e íntimamente asociado a ello, el papel
del estado. En algunos autores y escuelas el mercado se basta por sí solo para
corregir sus desequilibrios y tensiones. Para ellos el estado genera desequilibrios y
desestabiliza al mercado, además de ser ineficiente por naturaleza. En otros autores
y escuelas la economía de mercado y el capitalismo son inherentemente inestables y
hasta inviables en el largo plazo, requiriendo de la presencia correctora o al menos
reguladora del estado.
Adicionalmente a esta observación se puede señalar que, en términos generales, las
escuelas y autores que son partidarios de las bondades y eficiencias del mercado
mantienen una visión optimista sobre las capacidades y futuro del sistema
capitalista, mientras que los que resaltan sus contradicciones y desequilibrios,
mantienen una visión pesimista sobre sus potencialidades y alcances a futuro.
103
Una consideración similar gira en torno a la manera de concebir el estudio mismo
de la economía: están por un lado las escuelas y autores que la visualizan como una
ciencia pura, fundamentada solo en las matemáticas y la estadística, y por completo
(o lo más posible) al margen de otras disciplinas sociales; para ellos la teoría
económica es esencialmente a-histórica. De otro lado están quienes la abordan como
una ciencia que involucra necesariamente la participación de disciplinas como la
historia y la sociología. Podríamos resumir la idea anterior diciendo que existe una
oposición entre los partidarios de la economía como ciencia “pura”, no
“contaminada” de elementos sociales y políticos, y los partidarios de ver a la
economía en un sentido holístico, como una disciplina que requiere del concurso de
otras ciencias sociales.
Podríamos concluir estos apuntes básicos señalando que la economía es una ciencia
histórica en el sentido de que sus temas y objetivos de análisis son dados por la
realidad económica existente en una época o período determinado: los inicios del
comercio mundial, la agricultura capitalista, la revolución industrial, el crecimiento
del proletariado, las primeras crisis, la recesión acompañada de inflación, etcétera.
Se deduce en consecuencia que al ser la realidad económica y social un proceso
evolutivo y cambiante, necesariamente pone de relieve y hace emerger nuevos
fenómenos y problemáticas a ser considerados por parte de la teoría, o bien hace
que “refloten” anteriores problemáticas bajo nuevas condiciones, las cuales son re
examinadas bajo visiones teóricas renovadas o bien a la luz de teorías originales y
novedosas. Se afirma con toda razón, por ejemplo, que la crisis económica que está
viviendo el mundo a partir de 2007-2008, constituye materia prima muy valiosa
para nuevos desarrollos de la teoría económica, particularmente de aquella referida
a las crisis financieras.
Abril y Agosto de 2011
Tommado de Brue y Grant, Op. Cit
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t. –2da. de forr
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ros.