Los Misioneros de África, los conocidos Padres Blancos, estánempezando a abrir casas “de misión” en Francia, Alemania,

Inglaterra y Bélgica.Europa se vuelve tierra de

misión, dicen. En el ViejoContinente se vive “una

realidad humana, cristiana,espiritual, social... que

revela una crisis de fe”.

OBRAS MISIONALES PONTIFICIAS

ENFERMOS MISIONEROSFray Juan Gil, 5 - 28002 Madrid Tel. 91-590 27 80 - Fax 91-563 98 33

Coordinador: Justo Amado - Diseño: Antonio AunésGráficas Dehon - MADRID - DL M-44018-1990

El pasado mes de diciembre fallecía enJapón la misionera Jesusa Echeverría,de las Carmelitas de la Caridad, lasvedrunas. En 1948 partía como misio-nera a China. Fue expulsada y eso lallevó a fundar las primeras casas de sucongregación en Japón y Taiwán. Losinmigrantes en Osaka la considerabanuna verdadera madre.

Burkina Faso ha concedidola mayor condecoración delpaís a los frailes francisca-nos. La razón de este reco-nocimiento es que losmisioneros franciscanos

italianos y polacos hancontribuido al desarrollo social del país, sobre todo a través delcentro médico San Maximiliano Kolbe de Sabou.

Intenciones de oración del PapaENERO: Para que, en los países asiáticos, los cristia-nos, como también las otras minorías religiosas, puedanvivir su fe con toda libertad.

FEBRERO: Para que aquellos que tienen un podermaterial, político o espiritual no se dejen dominar por lacorrupción.

Si quiere ayudar a las misiones puede hacerlo en lasiguiente cuenta de las Obras Misionales Pontificias:

B. Santander ES14 / 0049 / 3127 / 6223 / 1407 / 6244

Santa María, Madre nuestra

enséñanos a creer, esperar y amar.

Jesús te dijo desde la Cruz:

"Mujer, ahí tienes a tu hijo".

Con estas palabras abrió,

de un modo nuevo,

tu corazón de Madre.

Sabemos que te tenemos cerca.

María, confórtanos con tu ternura.

Guíanos por el camino de su Reino.

Estrella del mar, brilla sobre nosotros

y guíanos en nuestro navegar.

«Jesús, al ver a su madre y junto a

ella al discípulo que amaba, dijo a

su madre: “Mujer, ahí tienes a tu

hijo”. Luego dijo al discípulo: “Ahí

tienes a tu madre”»

(Juan 19, 26-27).

En esta escena se centra la Jornada Mundial delEnfermo de este año, que se celebra el día de laVirgen de Lourdes, 11 de febrero:

Al pie de la cruz está ya toda la Iglesia: María yel discípulo. La comunidad, la Iglesia nacienteque, en medio del dolor es capaz de mirar, dehablar, de acoger.

La vocación materna de María, la vocación decuidar a sus hijos, se transmite a Juan y a toda laIglesia. Toda la comunidad de los discípulos estáinvolucrada en la vocación materna de María.

La imagen de la Iglesia como un “hospital decampaña”, que acoge a todos los heridos por lavida, es una realidad muy concreta, porque enalgunas partes del mundo, sólo los hospitales delos misioneros y las diócesis brindan la atenciónnecesaria a la población.

La misionera laica de la diócesis de

Calahorra, Gloria Sáenz Blanco, nos escri-

bía antes de la Navidad sobre la situación social y de

enfrentamiento que se vive en Honduras. Reflexiones

que, por desgracia, podrían aplicarse a muchas otras

partes del mundo:

“¡Padre, perdónanos porque no sabemos lo que

hacemos!”... Ese es mi grito y mi oración desde

hace unos días...; unos, porque hacemos el mal;

otros, porque con nuestras palabras agredimos;

otros, porque damos rienda suelta a nuestros pen-

samientos y luego se manifiestan en acciones inco-

rrectas; y otros, porque nos quedamos de brazos

cruzados cuando se nos pide que respondamos

ante las necesidades de los otros y la realidad que

nos rodea con propuestas alternativas donde el

amor y la paz sean la base...

Imagino a Jesús clavado en la cruz llorando des-

consoladamente mientras observa cómo, poco a

poco, el mal gana terreno y nos hacemos daño.

Imagino a Jesús llorando y sintiendo una profunda

tristeza en su alma y en su corazón mientras eleva

su plegaria a Dios diciéndole una vez más: “¡Padre,

perdónales porque no saben lo que hacen!”.

Ahí tienes a tu hijo... Ahí tienes a tu

madre… “Las palabras de Jesús son

el origen de la vocación materna de María

hacia la humanidad entera. Ella será la

madre de los discípulos de su Hijo y cuidará

de ellos y de su camino…”.

“A María, Madre de la ternura, queremos

confiarle todos los enfermos en el cuerpo y

en el espíritu, para que los sostenga en la

esperanza. Le pedimos también que nos

ayude a ser acogedores con nuestros herma-

nos enfermos. La Iglesia sabe que tiene nece-

sidad de una gracia especial para lograr

estar a la altura de su servicio evangélico de

atención a los enfermos. Por lo tanto, la ora-

ción a la Madre del Señor nos tiene que ver

unidos en una súplica insistente, para que

cada miembro de la Iglesia viva con amor la

vocación al servicio de la vida y de la salud”.

Mensaje del Papa Francisco para

la Jornada Mundial del Enfermo 2018