INTA - viento...3.pdf

10
33 CUANTIFICACIONES DE LA EROSION EOLICA EN LA REGIÓN SEMIÁRIDA PAMPEANA CENTRAL ARGENTINA (RSPC) Estudios de erosión eólica en Argentina ................................................................. Medición en la erosión ................................................................................................. Metodología para calcular el material transportado en un punto .................... Cuantificación de la erosión mediante mediciones directas en la RSPC ........... Calidad del material erosionado ................................................................................ Bibliografía ...................................................................................................................... 35 36 38 39 40 41

Transcript of INTA - viento...3.pdf

Page 1: INTA - viento...3.pdf

33

CUANTIFICACIONES DE LA EROSION EOLICA EN LA REGIÓN SEMIÁRIDAPAMPEANA CENTRAL ARGENTINA (RSPC)

Estudios de erosión eólica en Argentina .................................................................Medición en la erosión .................................................................................................Metodología para calcular el material transportado en un punto ....................Cuantificación de la erosión mediante mediciones directas en la RSPC ...........Calidad del material erosionado ................................................................................Bibliografía ......................................................................................................................

353638394041

Page 2: INTA - viento...3.pdf

34

Page 3: INTA - viento...3.pdf

35

3. CUANTIFICACIONES DE LAEROSION EOLICA EN LAREGION SEMIARIDAPAMPEANA CENTRALARGENTINA (RSPC)

Silvia B. Aimar, Daniel E. Buschiazzo &Norman Peinemann

Estudios de erosión eólica en Argentina

Los suelos de las regiones áridas y semiáridas,principalmente aquellos bajo uso agrícola tienenmayor susceptibilidad a erosionarse eólicamentedadas sus características; generalmente poco de-sarrollados, de textura gruesa y poco estructurados.El clima de éstas regiones está principalmente ca-racterizado por precipitaciones concentradas enperíodos cortos de tiempo, vientos de gran inten-sidad coincidentes con períodos secos, altas tem-peraturas y elevadas tasas de evapotranspiración.Esto sumado a la escasa cobertura vegetal y el usode una tecnología no adecuada para la zona, au-mentan la peligrosidad a la erosión.

El manejo y las distintas prácticas de labran-za pueden producir efectos diferenciales sobre lacobertura vegetal y otros factores que influyensobre la erosión eólica, tales como serían conteni-do de humedad y estabilidad de agregados, entreotros (Black & Siddoway, 1979).

Las regiones áridas y semiáridas representanel 31% de la superficie terrestre mundial (FAO,1961), correspondiendo a América del Sur 283 mi-llones de hectáreas (Fryrear, 1990), de las cualesmás del 50 % se ubican en Argentina. Sólo la re-gión semiárida abarca una superficie de 700.000km2. En estos ambientes, el clima condiciona la pro-ducción agropecuaria, mediante la conjugación delos factores: temperatura, precipitaciones y vien-to. En la región semiárida pampeana, las precipita-ciones se concentran principalmente entre los me-ses de octubre a marzo. Las fluctuaciones térmicas(diarias y estacionales) definen dos épocas bien di-ferenciadas, una cálida y otra fría. En la época oto-ño-invernal se presentan meses con neutralidad omuy baja deficiencia hídrica. En tanto, el períodoprimavera-verano, es el de gran déficit de agua.Por lo tanto, si bien se detectan tormentas erosivasdurante todo el año, los vientos de mayor intensi-dad se producen entre agosto y diciembre(Casagrande & Vergara, 1996).

Los estudios realizados en Argentina sobreerosión eólica son escasos. Torres & Fernández(1996) determinaron que un 13% de la Puna jujeña(aproximadamente 1.200.000 has.) se encuentranafectadas por erosión eólica. En tanto, según esti-maciones realizadas en La Pampa por Covas & Glave(1988), 565.000 has de suelo están afectadas por

erosión eólica, de las cuales 220.000 correspondena erosión leve, 160.000 has a moderada y las 75.000y 110.000 restantes en grado de severa y grave res-pectivamente.

También pudieron ser detectadas en el no-reste de La Pampa, zonas con distinto grado deerosión eólica, a partir de imágenes Landsat MSS yTM (Navone & Santanatoglia, 1993a). Estos auto-res comparando los métodos de FAO, SOTER, ycálculos efectuados con la WEQ, concluyeron queel primero de ellos, es preciso para calcular ero-sión actual, y la WEQ cuando se trabaja ensemidetalle. En cambio el método SOTER esconfiable a escala de reconocimiento para deter-minar riesgos de erosión, debido a que subestimala erosión actual, principalmente en regiones ári-das y semiáridas con menos del 50 % de coberturavegetal, porque no considera la misma, sino el tipofisonómico (Navone & Santanatoglia, 1993b).

Buján et al. (1983) mediante el uso de sustan-cias radioactivas (arenas de 250 a 50 µm de diáme-tro marcadas con plata isotópica), pudieron mediren suelos de Río Mayo pérdidas de 14 tn/ha.año yavances de la erosión de 36 m/año.

En la zona pampeana, se realizaron estudiosmediante los cuales se ha evaluado la suceptibilidadde los suelos a erosionarse y los efectos de la ero-sión sobre diversas propiedades del mismo.Buschiazzo & Taylor (1993), a través de la compa-ración de suelos sometidos a manejos contrastantes,comprobaron que los de textura arenosa francasufrían modificaciones más pronunciadas que losfranco arenosos, los cambios en los horizontes su-perficiales se debieron a pérdidas de diferentesfracciones texturales (limo y arcilla en los suelosarenoso franco y de arena muy fina y limo en losfranco arenoso); pérdidas importantes de materiaorgánica, disminuciones de la capacidad de inter-cambio catiónico y cationes de cambio en los sue-los arenoso franco y modificación de la composi-ción mineralógica de la fracción arena muy fina (de73 a 100 µm), al producirse incrementos en la pro-porción de minerales pesados (magnetita) en rela-ción a los livianos (cuarzo). Este proceso de selec-ción fue mas evidente en suelos de textura másgruesa.

Page 4: INTA - viento...3.pdf

36

Por otra parte, se ha determinado que el tipode manejo tiene una incidencia directa respecto ala tasa de erosión. Buschiazzo et al. (2000), deter-minaron en un Haplustol Entico, que en los dieci-nueve días posteriores a la siembra de un girasol,existieron pérdidas de 72 kg ha-1 y 8.8 kg ha-1 cuan-do se utilizó labranza vertical y convencional, res-pectivamente. Si bien los porcentajes de coberturafueron de 10 y 0 % para los dos casos, la alta rugo-sidad provocada por la labranza convencional res-pecto a la vertical provocó menores tasas de ero-sión. La siembra directa en tanto, con un 90% decobertura de residuos erectos, funcionó comocaptador de partículas, produciéndose gananciasde hasta 34 kg ha-1.

Bravo (1994) calculó el ancho de franja parasuelos de la región semiárida bonaerense, pero loscolectores utilizados en ese estudio, por ser fijos yestar ubicados al nivel del suelo, subestimaron laspérdidas de partículas que se produjeron por sal-tación. Michelena & Irurtia (1995), determinaronen la región este de La Pampa las tasas de erosiónactual y potencial. Estos autores encontraron quelas tasas de erosión actual variaron entre 9.4 y 27.1Mg/ha.año y las de erosión potencial entre 23.6 y178.6 Mg/ha.año.

El cultivo en franjas resulta una práctica con-veniente para el control de la erosión eólica y laeconomía del agua, en regiones semiáridas. Bravoet al. (1995) evaluaron en Anguil, los cambios pro-ducidos en las propiedades físicas y químicas delsuelo por efecto de manejos contrastantes entrefranjas alternadas de agricultura con pasto llorón.Los autores mencionados observaron que, luegode 20 años, tuvo lugar una disminución del 43% enla estabilidad de agregados y de un 27% en el car-bono orgánico en las franjas agrícolas.

Zanotti & Buschiazzo (1997) calcularon quemas del 50% de las pérdidas de N y P que hansufrido los suelos agrícolas de La Pampa en los últi-mos 83 años, habrían sido producidos por erosióneólica. Según los mismos autores, se requeriría laproducción agrícola de la provincia de 20 años, paraequiparar el costo de los fertilizantes necesariospara reponer esos nutrimentos faltantes.

Recientemente, Buschiazzo et al. (1999) com-probaron que la erosión eólica medida a campoen la RSPC fue fuertemente condicionada por lavariabilidad en la dirección del viento.

Medición de la erosión

La potencialidad de un suelo a ser afectadopor erosión eólica puede ser diagnosticada median-te el uso de modelos de simulación como la ecua-ción de pérdida de suelos (WEQ) desarrollada porWoodruff & Siddoway (1965), o la ecuación revisa-da de la anterior (RWEQ). Pero sólo la cuantificacióna campo de la erosión, mediante el uso de colecto-res de partículas, permite calcular las pérdidas de

suelos por eventos erosivos naturales, en formaindependiente.

Otros estudios realizados en la Argentina,relacionados con el tema, evaluaron las tasas dedeposición de polvo atmosférico en las regionessemiárida y subhúmeda pampeana, con la utiliza-ción de cajas muestreadoras colocadas hasta 4metros de altura. Se ha determinando para dicharegión una ganancia de material entre 400 y 800kg.ha-1 (Ramsperger et al., 1998a). El polvo deposi-tado estaba constituido principalmente por partí-culas de granulometría fina, dado que un 40% co-rrespondió a fracciones texturales mayores a 20µm (Ramsperger et al., 1998b).

La elección de los colectores, dependerá deltipo de estudio a realizar, de la exactitud necesa-ria y de los recursos económicos disponibles. Exis-ten distintos modelos que varían en tamaño, for-ma, eficiencia de recolección y tipo de material acuantificar. Uno de ellos, el muestreador rotor re-quiere una fuente de 12 volt y tiene una eficienciaen la recolección entre el 60 y el 97%, para tamañode partículas entre 50 y 10 µm de diámetro respec-tivamente, cuando la velocidad promedio del vien-to no excede los 10 m/seg. Otros aparatos, utiliza-dos principalmente para el conteo de polen, re-quieren el uso de una bomba de succión (May etal., 1976).

El tubo vertical de Leatherman es un aparatosimple, pero no tiene capacidad para muestrearsuelos con alta erodabilidad (Leatherman, 1978).Armbrust realizó estudios de erosión en 1967 mi-diendo el desplazamiento de las partículas en untúnel de viento con un colector unidireccional mo-dificado por Bagnold. Posteriormente, debido a lanecesidad de tomar muestras a campo para cuan-tificar pérdidas o estudiar el flujo de masa (Sterk& Raats, 1996), se diseñaron colectores de partícu-las montados en mástiles con veletas, que orientanel aparato para aumentar la eficiencia de recolec-ción. Así, Fryrear (1986), desarrolló un modelo decolector de partículas BNSE (Big Spring NumberEigth) cuya eficiencia fue del 95%. Sterk (citadopor Sterk & Raats, 1996), utilizando los colectoresideados por Wilson & Cooke con simples botellas,y modificados en cuanto a la posición de las mis-mas, determinó una eficiencia de recolección del46%, con velocidades promedio entre 9.9 y 11.5m.seg-1. Este autor no encontró relación entre laeficiencia de recolección y la velocidad del viento.Los aparatos anteriormente mencionados puedencolectar partículas y/o agregados que se trasladanpor suspensión, y parte de aquellos que lo hacenpor saltación, pues se toman muestras desde los13.5 cm con el colector BSNE y 5 cm con el de Wilson& Cooke modificado.

La eficiencia de entrampamiento de los co-lectores es dependiente del tamaño de las partícu-las, debido a que aquellas que se trasladan porsaltación son mas fácilmente capturadas que las

Page 5: INTA - viento...3.pdf

37

que lo hacen por suspensión (Shao et al., 1993).Stout & Fryrear (1989), diseñaron muestreadoresde superficie que permiten estimar el material quees transportado por rodadura.

Los colectores BSNE están diseñados paraobtener muestras de partículas de suelo en suspen-sión desde niveles superiores a los 13.5 cm de altu-ra (Figura 3.1); son construidos con metalgalvanizado y constan de dos partes: una bandeja

tro puntos de contacto entre la sección y el mástilpermitiendo mayor sensibilidad en los movimien-tos). Estos colectores fueron ensayados en túnelde viento con distintas velocidades de viento, tipode material y rugosidad de la superficie, compro-bándose que poseen una efectividad de recolec-ción del 95% (Fryrear, 1986).

Teniendo en cuenta las alturas de transiciónestablecidas entre los movimientos de saltación ysuspensión, con los colectores BSNE sólo se estaríacaptando una pequeña parte de las partículas quese mueven por saltación (Fryrear & Saleh, 1993).Los colectores BSNE con triple bandeja de recolec-ción tienen la misma forma y el mismo funciona-miento que los anteriormente descriptos y permi-ten muestreos desde los 7 cm de altura (Figura 3.2).

A

B

Figura 3.1. Vista A) lateral yB) superior de un colector

BSNE.

inferior donde se colecta la muestra y otra que seacopla por encima de la anterior cuyas caras supe-rior e inferior están formadas por mallas de 0.3 y 1mm de diámetro respectivamente. Ambas partes,en una vista en planta, tienen la forma de un trape-cio. El material entra por una abertura en formarectangular de aproximadamente 2 cm de anchopor 5 cm de alto que se encuentra en la base me-nor del trapecio de la parte superior. Una vez quela corriente con el material entra al colector, lavelocidad del viento es reducida por la forma delcolector y al chocar con la superficie opuesta, elpolvo cae a través de la malla a la bandeja colectora,saliendo el aire por la malla superior. La base conla malla de 1 mm de abertura tiene por funciónreducir el movimiento del material depositado, sinlo cual podrían producirse pérdidas del polvo másfino o desagregación adicional del material colec-tado. Cada colector se coloca en el extremo deuna barra que tiene adosada una veleta. En el sec-tor central, y en equilibrio con ambos extremos, labarra tiene una sección cuadrada por la cual seinserta el mástil (de esta forma sólo quedan cua-

Figura 3.2. Vista deun colector BSNEtriple.

Los muestreadores de superficie basados enel diseño de Stout & Fryrear (1989) permiten cap-tar partículas transportadas sobre la superficie delsuelo (Figura 3.3). A pesar de que su forma es to-talmente diferente a los anteriores, el principiooperativo es el mismo. El sedimento entra por laabertura y cae en contenedores que están debajodel nivel del suelo. Un sistema de pivote permite su

Figura 3.3.Figura 3.3.Figura 3.3.Figura 3.3.Figura 3.3. Vista A)de frente y B) interiorde un muestreador desuperficie.

A

B

Page 6: INTA - viento...3.pdf

38

orientación según la dirección del viento. Estos co-lectores fueron modificados posteriormente, paraobtener tres niveles de muestreo, entre 0 y 2 cmde altura (Stout & Zobeck, 1996). Del análisis demuestras obtenidas se ha determinado quemuestreando desde los 13.5 cm de altura, sólo seevalúa el 14.9% del material erosionado. Por otraparte entre 0 y 7 cm de altura se produce el 77.2%del total de material que se erosiona en un suelo(Aimar et al., 1998).

Metodología para calcular el materialtransportado en un punto

La cantidad de material erosionado por elviento disminuye con la altura. Por esa razón, elprimer paso para cuantificar la erosión eólica es eldesarrollo de una ecuación que relacione la canti-dad de polvo con la altura. Su integración permiti-rá calcular la masa total que pasa por un punto demuestreo. Diferentes autores han desarrollado paratal fin distintas ecuaciones. Mientras algunos hicie-ron sus estimaciones matemáticas de la pérdida oel flujo de masa, mediante funciones exponencialeso potenciales simples, otros utilizaron funcionesexponenciales combinadas con potenciales.

White (1982) describió matemáticamente elflujo de masa mediante una simple funciónexponencial. Zobeck & Fryrear (1986), utilizaron unafunción del tipo potencial. Zingg (1953) había yautilizado una función modificada de la forma po-tencial, al igual que Nickling (1978) y Fryrear et al.(1991) quienes consideraron que:

M = a Z b

donde:M = cantidad de material transportado.Z = altura sobre la superficie.a y b coeficientes de la regresión.

Posteriormente Stout encontró una ecuaciónpara describir el movimiento de saltación:

M = fo(1 + (Z/ σ) –ß

donde:M = cantidad de material transportadof

o = movimiento del suelo sobre la superficie.

σ = altura en la cual el 50 % del material esllevado en saltación cuando ß vale 2.ß = coeficiente de la regresión.Z= altura sobre la superficie.

Vories & Fryrear (1991) presentaron una ecua-ción que describe los movimientos de saltación ysuspensión:

M = a Zb + cdZ

donde:c y d son los coeficientes de la regresión desaltación.

Posteriormente Fryrear & Saleh (1993), utili-zaron funciones combinadas entre potenciales yexponenciales, mejorando la ecuación para la masade partículas que se transportan cerca de la super-ficie de la siguiente forma:

M = c edZ

Para comprender mejor la distribución verti-cal del material transportado, puede calcularse laaltura de transición entre los movimientos de sal-tación y suspensión. Fryrear & Saleh (1993) desa-rrollaron un modelo matemático que describe dosde las tres formas de transporte y, de este modo,pudieron determinar la cantidad de material quese transporta, integrando ambas ecuaciones. Exis-te una altura de transición (TSS), donde el modode transporte cambia de saltación a suspensión.Este valor varía de acuerdo a la intensidad del vien-to, dado que el segundo movimiento requieremenos energía por lo cual una disminución de lavelocidad cambia la traslación de las partículas desaltación a suspensión. La TSS también depende deotros factores, por ejemplo, decrece si la texturadel suelo cambia de franca fina arenosa a franca, yse incrementa cuando aumenta la rugosidad de lasuperficie del suelo.

La TSS del material transportado por salta-ción y suspensión puede obtenerse matemáticamen-te como funciones de masa y altura desde la su-perficie del suelo. Para ello se despeja Z, luego deigualar las ecuaciones que definen los movimientosde saltación y suspensión, y se considera que a esaaltura las masas transportadas por ambos movi-mientos son iguales. Otra forma de hallar la alturade transición, se obtiene graficando ambasecuaciones para encontrar el punto donde se in-terceptan.

Fryrear (1993) encontró que la cantidad dematerial suspendido para un total de 10 tormen-tas en la zona de Texas, variaba entre el 4.8 y 59 %del total, con valores de TSS entre 11 a 22 cm. Stout& Zobeck (1996), en cambio, utilizaron una ecua-ción modificada de la empírica que usara Zing(1953), la que como función linear adopta la for-ma:

f(z)-1/2 = Fo -1/2 (1 + z/σ)donde:

f(z) es el flujo horizontal a la altura z.Fo: es el flujo de masa cuando la altura esigual a cero.σ: es una escala de altura.

La ventaja del uso de esta metodología resi-de en que dicho producto representa la cantidadde material que se pierde en ese punto desde laaltura cero hasta infinito. Sin embargo, para apli-car esta ecuación se requiere información de la

Page 7: INTA - viento...3.pdf

39

Fecha Haplustol Ustipsamment

Pérdida de material (kg ha-1)

01-feb 5649 n.d.06-feb 265 161114-feb 698 n.d.23-feb 547 287615-mar 282 351429-mar 641 646319-abr 1574 360716-jun 1498 818030-jun 3734 453510-jul 8754 502025-jul 224 321431-jul 544 122204-ago 3335 2946612-ago 114 n.d.31-ago 632 n.d.01-sep n.d. 1668112-sep n.d. 102021-sep n.d. 1985722-sep n.d. 1619024-oct 5713 1058431-oct 273 203221-nov 697 2547218-dic 3147 5049023-dic 1961 57854

n.d. no determinado

Tabla 3.1. Cantidades totales de material erosionado en1995, en un Haplustol y un Ustipsamment de la RegiónSemiárida Pampeana Central.

En el Ustipsamment, la pérdida total fue de269889 kg ha-1, variando entre 1020 y 57854 kg ha-1

(tormentas del 12 de septiembre y 23 de diciem-bre, respectivamente). El Ustipsamment se erosionó

7 veces más que el Haplustol. Las tasas de erosiónregistradas en ambos suelos superaron los valoresdefinidos como tolerables por Chepil (1945) queoscilan entre 8 y 12 t ha-1 año-1

De la comparación de los totales erosionadosen ambos suelos, por eventos erosivos, pudo ob-servarse que no se mantuvo una relación entre elmaterial erosionado en el suelo mas fino, respectoal más arenoso. Al considerar el porcentaje de unsuelo respecto al otro, se observa que la variaciónfue entre un 2.7 y 82%, para las tormentas del 21de noviembre y el 30 de junio respectivamente,probablemente por las variaciones en las condicio-nes de la superficie del suelo (porcentaje de frac-ción erodable, formación de costras temporales,presencia de humedad en el suelo) y por las carac-terísticas de las tormentas (variación en la veloci-dad y ráfagas, entre otros). Tasas semejantes deerosión a las encontradas en estos suelos fueronhalladas en Big Spring, en suelos con un contenidode arena del 83%, donde Fryrear (1995) reportópérdidas entre 0.05 y 1.855 kg m-2.

En el período primavero estival, la cantidadde material erosionado en el suelo Ustipsammentfue de 190480 kg ha-1, duplicando lo erosionadodurante el otoño-inviernal (79409 kg ha-1). En tan-to que en el Haplustol los totales erosionados nodifirieron mayormente en las dos épocas: 21050kg ha-1 en otoño-invierno y 19232 kg ha-1 en prima-vera-verano. Esta falta de estacionalidad observa-da en el Haplustol pudo deberse a que, por teneruna granulometría mas fina y mayor capacidad deretención de agua, podría, en determinadas condi-ciones, requerir una velocidad umbral mas alta queel Ustipsamment para ser erosionado. Por otraparte, existe una mayor degradación de la capasuperficial en el Ustipsamment debido al movimien-to de saltación, que genera material de transportepara futuras tormentas. La proporción relativa departículas y /o agregados que se trasladan por estemovimiento dependerá del tipo de suelo. Así Chepil(1945), determinó que en un suelo franco arenosofino el 54.7 % del material se traslada por salta-ción, en cambio con arenas finas ese procentajealcanza el 67.7%. Además, la mayor erosión que seproduce en suelos más arenosos puede deberse aque los suelos de granulometrías gruesas o muyfinas son los mas fácilmente erodables (Chepil,1953).

Teniendo en cuenta el total del materialerodado y la densidad aparente puede determi-narse el espesor del horizonte erosionado. Los va-lores hallados para los suelos estudiados (40282kg ha-1 y 1.30 g cm-3 para el Haplustol y 269889 kgha-1 y 1.27 g cm-3 para el Ustipsamment, significóuna pérdida en el horizonte superficial de un espe-sor de 0.31 cm para el Haplustol y 2.13 cm para elUstipsamment. En suelos franco arenosos de Ama-rillo (EEUU) se determinaron valores semejantes,ya que las tasas de erosión fueron de 1300 t ha-1

erosión obtenida con colectores especiales desdela superficie del suelo. La medición a partir demayores alturas, puede producir resultados erró-neos.

Cuantificación de la erosión mediantemediciones directas en la RSPC

En la Tabla 3.1 se observan las cantidadestotales de material erodado y transportado desdela superficie del suelo, durante un año en dos sue-los de la Región Semiárida Pampeana (HaplustolEntico y Ustipsamment Típico) sin cobertura y mí-nima rugosidad.

Las cantidades totales de material perdidoen las 20 tormentas muestreadas, fue para elHaplustol de 40282 kg ha-1, las que variaron entre114 y 8754 kg ha-1 por tormenta (12 de agosto y10 de julio respectivamente).

Page 8: INTA - viento...3.pdf

40

Figura 3.4. Tasa de enriquecimiento del material erodadoen un Haplustol y un Ustipsamment.

Las pérdidas de limo del Haplustol fueronmenores que las del Ustipsamment. Los valoresnegativos hallados en las arcillas de: –18.26% parael Ustipsament y de –43.99% para el Haplustol,puso en evidencia, nuevamente, que el suelo detextura mas gruesa pierde relativamente mayorcantidad de material fino respecto del suelo origi-nal, que el Haplustol.

El proceso erosivo es más peligroso, desdeun punto de vista cuantitativo, en el Ustipsamment,dado que en él existieron las mayores pérdidas dematerial, debido a las propiedades intrínsecas delmismo, a la mayor cantidad de material que estransportado y al efecto multiplicador de la ero-sión que se desencadena a través del movimientode saltación de las partículas. Este movimiento pro-duce el rompimiento de los agregados de la super-ficie, aumentando en forma exponencial el mate-rial transportado, en la dirección predominante delos vientos.

Serían necesario aproximadamente 7 años deerosión del Haplustol para que el espesor del hori-zonte superficial disminuya lo perdido durante unaño por el Ustipsamment. Aunque el procesoerosivo ocurrido durante un año no ha sido sufi-ciente para detectar diferencias en algunas carac-terísticas del suelo, se puede predecir que, en elUstipsament con semejantes tasas de erosión y conmanejos que no dejen cobertura ni rugosidad su-perficial que en 4 años se producirán pérdidas del50 % del espesor del horizonte A.

En el suelo de textura más fina, la capa super-ficial está constituida por partículas y agregadosde menor tamaño, ofreciendo un mayor aportede material transportable por suspensión, por loque su traslado se realiza a grandes distancias.

año-1 durante 9 años, lo que equivalía a una dismi-nución de 10 cm del horizonte superficial (Zobeck& Bilbro, 1999); en tanto que en un PaleustalfPsammítico de la zona Saheliana de Africa se de-tectó una disminución de 33 mm en un año en par-celas de control sin cobertura, y de 15 mm en aque-llas con una cobertura de 500 kg ha-1 de residuos(Michels, 1994).

Se ha comprobado que en suelos que evolu-cionaron a partir de materiales loéssicos, la tasade formación del suelo varía entre 0.02 y 0.5 mm alaño (Schumm & Harvey, 1982). Esto indicaría queen condiciones extremas como las ocurridas en lasmediciones llevadas a cabo en la RSPC, las pérdi-das por erosión superan en más de 4 veces a losíndices de formación de suelo.

Calidad del material erosionado

Con la finalidad de conocer la calidad delmaterial que se erosiona, puede determinarse latasa relativa de enriquecimiento (TRE), la que secalcula comparando los porcentajes de arcilla, limoy arena del material erosionado en los de los 2primeros cm del perfil del suelo. Por ejemplo:

TRE limos = [(% limo M.) – (% limo S.O.) /(% limo M.)]* 100

donde:limo M.= porcentaje de limo en el materialcolectado.limo S.O. = porcentaje de limo en los 2 primeroscentímetros del suelo original.

En la Figura 3.4, puede observarse que la úni-ca fracción textural acumulada en mayor propor-ción en el sedimento erosionado en comparacióncon el suelo original (valores positivos) fue el limoen ambos suelos. La arena y la arcilla, por el con-trario, presentaron valores negativos, lo que indicaempobrecimiento de estas fracciones en el sedi-mento erosionado. Las partículas del tamaño are-na, son demasiado grandes para que el viento pue-da transportarlas por suspensión, a grandes distan-cias. Las partículas de arcillas generalmente se en-cuentran formando agregados que resisten mejorla abrasión que produce el viento, que aquellosconstituidos principalmente por limos (Chepil,1957). Se ha demostrado experimentalmente quela fracción granulométrica entre 20 y 100 µm (are-na fina y limo grueso) es la mas susceptible de sertransportada por el viento (Chepil, 1958), datosestos corroborados posteriormente para materia-les sedimentarios eólicos (Füchtbauer & Müller,1977). Además, Pye (1987), estudiando el materialque es transportado en suspensión a diferentesdistancias, determinó que comunmente las partí-culas correspondían a la fracción limo y en su ma-yoría tenían un diámetro cercano a los 20 µm.

Page 9: INTA - viento...3.pdf

41

Considerando que los materiales erosionadostexturalmente más finos poseen mayor concentra-ción de elementos nutrientes (Aimar, 2002), laspérdidas producidas en el Haplustol serán mas im-portantes desde el punto de vista cualitativo quecuantitativo.

BIBLIOGRAFÍA

AIMAR, S. 2002. Estimaciones cualitativas y cuantitati-vas de pérdidas por erosión eólica en suelos de la RegiónSemiárida Pampeana Central. Tesis de Magister en Cien-cias Agrarias. Universidad Nacional del Sur. 143 pp.------; D. BUSCHIAZZO & N. PEINEMANN. 1998. Ero-sión eólica de suelos. Calibración de mediciones realiza-das a distintas alturas con colectores BSNE. XVI CongresoArgentino de la Ciencia del Suelo. Carlos Paz. Córdoba.BLACK, A.L. & F.H. SIDDOWAY. 1979. Influence of tillageand wheat straw residue management on soil propertiesin the Great Plains. Can. J. Soil Sci. 69:835-847.BRAVO, O.A. 1994. Control de la erosión eólica en el surde la provincia de Buenos Aires, por franjas de cultivodimensionadas con la ecuación de erosión eólica. Tesisde Magister en Ciencias Agrarias. Universidad Nacionaldel Sur. 152 pp.------; A. QUIROGA; J. SILENZI; S. ALCALDE & E. ADEMA.1995. Efectos de cultivo en franjas perennes sobre la estruc-tura y carbono orgánico en suelos de la región semiáridapampeana. Rev. Fac. Agr. La Plata. Tomo 71:15-20.BUJÁN, A.; E. GHELFI; E. BRENSONI; J.M. CASTRO; R.REICHART & J. SALOMONE. 1983. Dinámica de la ero-sión eólica incipiente, medida mediante una técnicaradioisotópica. X Congreso Argentino y VIII Latinoameri-cano del Suelo. Mar del Plata. 170-171 pp.BUSCHIAZZO, D.E. & V. TAYLOR. 1993. Efectos de laerosión eólica sobre algunas propiedades de suelos de laRegión Semiárida Pampeana Central. Ciencia del Suelo.10/11:46-53.------;T ZOBECK & S.B. AIMAR. 1999. Wind erosion inloess soils of the Semiarid Argentinian Pampas. Soil Sci.164:133-138.------; S.B. AIMAR & M. ZAPPA. 2000. Erosión eólica enun Haplustol éntico cultivado con girasol en tres sistemasde labranza. XVII Congreso Argentino de la Ciencia delSuelo, Mar del Plata.CASAGRANDE, G.A. & G.T. VERGARA. 1996. Caracteri-zación climática de la región. En: Labranzas en la regiónsemiárida argentina. D.E.Buschiazzo, J.L. Panigatti & F.J.Babinec (eds). pp. 11-18.CHEPIL, W.S. 1945. Dynamics of wind erosion: I. Natureof movement of soil by wind. Soil Sci. 60:305-332.------ 1953. Factors that influence clod structure anderodibility of soil by wind. I. Soil texture. Soil Sci. 75:473-483.------ 1957. Width of field strips to control erosion. KansasAgr. Expt. Sta. Techn. Bull. 92 pp.------ 1958. Soil conditions that influence wind erosion.USDA. Techn. Bull. Nº 1185. 28 pp.COVAS, D.S. & A.E. GLAVE. 1988. Erosión. Provincia deLa Pampa. En: el deterioro del ambiente en la Argentina.

Fundación para la educación, la ciencia y la cultura. FECICpp. 109-114.FAO. 1961. La erosión eólica y medidas para combatirlasen tierras agrícolas. Cuadernos de fomento agropecuarioNº 71. 96 pp.FRYREAR, D.W. 1986. A field dust sampler. J. Soil WaterConserv. 41:117-120.------ 1990. Wind erosion: mechanics, prediction, and con-trol. Adv. Soil Sci. 13:187-199.FRYREAR, D.W.; J.E. STOUT; L.J. HAGEN & E.D. VORIES.1991. Wind erosion: Field measurement and analysis.Trans. ASAE. 34:155-160.FRYREAR, D.W. & A. SALEH. 1993. Field wind erosion:Vertical distribution. Soil Sci. 154:294-320.------ 1995. Soil losses by wind erosion. Soil Sci. Soc Am.J. 59:668-672.FÜCHTBAUER, H. & G. MÜLLER. 1977. SedimentPetrologie. Teil II: Sedimente und Sedimentgesteine. E.Schweiserbart’ sche Verlagsbuchhanglung (Nägele undObermiller). 784 pp.LEATHERMAN, S.P. 1978. A new aerolian sand trapdesign. Sedimentology 25:303-306.MAY, K.R., N.P. POMEROY & S. HIBBS. 1976. Samplingtechniques for large wind borne particles. J. Aerosol Sci.7:53-62.MICHELENA, O.R. & C.B. IRURTIA. 1995. Suceptibility ofsoil to wind erosion in La Pampa Province, Argentina.Arid Soil Res. Rehab. 9:227:234.MICHELS, K. 1994. Wind erosion in the Southern SahelianZone. Extent, control and effects on millet production.Verlag Ulrich E. Grauer. Sttutgart. Deutschland. 99 pp.NAVONE, S.M. & O. SANTANATOGLIA. 1993A. Evalua-ción de la erosión a través de imágenes Lansat MSS y TMen el noreste de La Pampa. XIV Congreso Argentino de laCiencia del Suelo, Mendoza. pp. 357.------ & O. SANTANATOGLIA. 1993B. Estudio compara-tivo sobre distintos métodos de cuantificación de la ero-sión eólica. Importancia de la escala. Ciencia del Suelo 10/11:54-60.NICKLING, W.G. 1978. Eolian sediment transport duringdust storms: Slims River Valley, Yukon Territory. Can. J.Earth Sci. 15:1069-1084.PYE, K. 1987. Aerolyan dust and dust deposits. London,Academic Press. 333 pp.RAMSPERGER, B., N. PEINEMANN & K. STAHR. 1998A.Deposition rates and characteristics of aerolian dust inthe semi-arid and sub-humid regions of the ArgentineanPampa. J. Arid Env. 39:467-476.------, L. HERRMANN & K. STAHR. 1998B. Dustcharacteristics and source-sink relations in eastern WestAfrica (SW-Niger and Benin) and South America(Argentinean Pampas). Z. Pflanz. Bodenkunde 161:357-363.SCHUMM, S.A. & M.D. HARVEY. 1982. Natural soil ersionin the USA. In: Determinants of soil loss tolerance. ASASpecial Publication Nº 45, 2:15-22.SHAO, Y., G.H. MCTAINSH, J.F. LEYS & M.R. RAUPACH.1993. Efficiencies of sediments samplers for wind erosionmeasurement. Aust. J. Soil Res. 31:519-532.STERK, G. & P.A.C. RAATS. 1996. Comparison of modelsdescribing the vertical distribution of wind-erodedsediment. Soil Sci. Soc. Am. J. 60:1914-1919.

Page 10: INTA - viento...3.pdf

42

STOUT, J.E. & D.W. FRYREAR. 1989. Perfomance of awindblown particle sampler. Trans. ASAE 32:2041-2045.------ & T.M. ZOBECK. 1996. The Wolfforth fieldexperiment: a wind erosion study. Soil Sci. 161:616-632.TORRES, E.G. & G. FERNÁNDEZ. 1996. Erosión actualde los suelos de la Puna de Jujuy, Argentina. XV Congre-so Argentino de la Ciencia del Suelo. Santa Rosa. La Pam-pa. pp. 219.VORIES, E.D. & D.W. FRYREAR. 1991. Verticaldistribution of wind eroded soil over smooth bare field.Trans. ASAE 34:1763-1768.WHITE, B.R. 1982. Two-phase measurements of saltatingturbulent boundary layer flow. Inst. J. Multiphase Flow8:459-473.WOODRUFF, N.P. & F.H. SIDDOWAY. 1965. A winderosion equation. Soil Sci. Soc. Am. Proc. 29:602-608.ZANOTTI, N. & D.E. BUSCHIAZZO. 1997. Extracción his-tórica de nitrógeno y fósforo por cultivos de cosecha en

la Región Semiárida Pampeana: su incidencia económica.18º Reunión de la Asociación Argentina de Ecología. Fa-cultad de Agronomía, UBA. 21-23 de abril de 1997. Bue-nos Aires.ZINGG, A.W. 1953. Wind tunnel studies if the movementof sedimentary material. Proc. 5th Hydraulic Conf. Bull.34:111-135.ZOBECK, T.M., & D.W. FRYREAR. 1986. Chemical andphysical characteristics of windblown sediment I.Quantities and physical characteristics. Trans. ASAE29:1032-1036.------, D.W. FRYREAR & R.D. PETTIT. 1989. Managementeffects on wind-eroded sediment and plant nutrients. J.Soil Water Conserv. 44:160-163.------ & J.D. BILBRO. 1999. Crop productivity and surfacesoil properties of a severely wind-eroded soil. 10thInternational Soil Conservation Organization Conference.West Lafayette, Indiana, USA. pp. 7.