INSTRUCCIONES HUMORÍSTICAS

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Instrucciones sobre cómo asear a tu perro Revuelve tu armario y ponte la ropa más vieja que encuentres. A continuación, amarra al perro en un lugar amplio para, por si sale corriendo, no se te escape, ya que a ellos no les gusta el agua. Si el perro es muy agresivo, ponle un bozal, para evitar tener que salir corriendo hacia el hospital. Seguidamente enchufa la manguera, agárrala con fuerza y abre el grifo al máximo. Empapa al perro y... ¡aléjate! ¡Rápido! Porque tienen la manía de sacudirse y te puede salpicar. Enjabónalo con jabón para perros, pero si tu hermana no te ve, puedes quitarle su mejor mascarilla y esto hará que el perro tenga su pelo suave y sedoso. Tras esto, ponle jabón y frota su cabello de forma circular por el cuello y patas. Después, aclárale el cabello con agua tibia, sin quemarlo. Coge la toalla de los pies de tu tía y retira el exceso de humedad de los pelos del perro. Entra sigilosamente en tu casa y quítale los rulos y el secador a tu abuela. Moldea el pelo del perro con los rulos y el secador, y si tiene el pelo muy largo, échale laca para ponerlo guapetón. Quítale el bozal y cepíllale los dientes, introduciendo bien el cepillo por todos los recovecos. Finalmente, coge un palillo de oídos y retira toda la suciedad de sus pequeñas orejas y, con un pañuelito, límpiale sus moquitos. Por último, agárrale sus patitas y píntale las uñas de un tono rosado. Vuestro perro quedará limpio y muy lindo, listo para ligar. Melania del Rocío Aguilar Morales 2º ESO

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Instrucciones humorísticas

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Instrucciones sobre cómo asear a tu perro

Revuelve tu armario y ponte la ropa más vieja que encuentres. A continuación, amarra al perro en un lugar amplio para, por si sale

corriendo, no se te escape, ya que a ellos no les gusta el agua. Si el perro es muy agresivo, ponle un bozal, para evitar tener que salir

corriendo hacia el hospital. Seguidamente enchufa la manguera, agárrala con fuerza y abre el grifo

al máximo. Empapa al perro y... ¡aléjate! ¡Rápido! Porque tienen la manía de

sacudirse y te puede salpicar. Enjabónalo con jabón para perros, pero si tu hermana no te ve, puedes

quitarle su mejor mascarilla y esto hará que el perro tenga su pelo suave y sedoso.

Tras esto, ponle jabón y frota su cabello de forma circular por el cuello y patas.

Después, aclárale el cabello con agua tibia, sin quemarlo. Coge la toalla de los pies de tu tía y retira el exceso de humedad de los

pelos del perro. Entra sigilosamente en tu casa y quítale los rulos y el secador a tu

abuela. Moldea el pelo del perro con los rulos y el secador, y si tiene el pelo muy

largo, échale laca para ponerlo guapetón. Quítale el bozal y cepíllale los dientes, introduciendo bien el cepillo por

todos los recovecos. Finalmente, coge un palillo de oídos y retira toda la suciedad de sus

pequeñas orejas y, con un pañuelito, límpiale sus moquitos. Por último, agárrale sus patitas y píntale las uñas de un tono rosado.

Vuestro perro quedará limpio y muy lindo, listo para ligar.

Melania del Rocío Aguilar Morales2º ESO

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INSTRUCCIONES PARA IR AL BAÑO EN UN LUGAR PÚBLICO. ¿Está harto de no saber ir al baño como un verdadero profesional o de que la gente sepa que se está muriendo de ganas por ir? Pues estas son las instrucciones para hacer lo anterior con total satisfacción y profesionalidad.

1º. Lo primero que tendría que hacer es disimular la cara de angustia y desesperación. Sonría a ser posible, o silbe de manera desprevenida. Llegue a su destino de modo despreocupado, con la misma actitud de aquel que entra en la cocina o en el garaje a buscar algo.

2º. Luego de estar allí, asegúrese de que la puerta se encuentra cerrada y bloqueada íntegramente, pero ciérrela con cuidado, se puede coger un pellizco (AVISO: duelen mucho).

3º. Tápese la nariz si no quiere deleitar un olor peculiarmente fuerte y desagradable.

4º. A continuación, contemple su trono de cerámica esmaltada.

5º. Antes de pronunciar el “ábrete sésamo”, le sugiero presionar la llave con firmeza. Deléitese al oír el sonido del agua partir con certeza, mientras se libra así de cualquier sorpresa.

6º. Abra el sarcófago acuático y relájese unos segundos viendo la transparencia del agua. Mantenga esta imagen fija en su mente, haga una reverencia y colóquese de espaldas.

7º. Empiece por liberar su barriga de la asfixiante correa. Baje lentamente la bragueta, escuchando atentamente el castañear de los dientes metálicos en una sinfonía macabra. Sujete con ambas manos el pantalón y los interiores, y deslícelas al unísono hasta llegar al pobre botón. Contenga el aire y, con los dedos gordos, presione firmemente hacia fuera. Aguante sólidamente el peso tambaleante del pantalón, no pierda el control.

8º. Un aire fresco recorre sus piernas... pero no se distraiga.

9º. En un movimiento coordinado presione hacia abajo, doblando sus rodillas, mientras su cuerpo de manera circumpleja se va hacia atrás, hasta el punto de quedar sentado. Libere sus manos.

10º. Asegúrese de que todo se encuentra en el sitio y lugar correctos. Si todo ha sido un éxito, coloque sus codos sobre sus muslos reclinando suavemente su cabeza en sus manos adquiriendo una pose casi rodadiana, concéntrese y respire, sienta como de pronto en un segundo todas las ideas maravillosas que va a tener en su vida, brotan ininterrumpidamente a la velocidad de la luz, ¡la luz! Si... la luz.

11º. Suele sobrevenir un instante de un silencio absoluto, un estado de suavidad y plenitud, que solo se ve perturbado por el sonido silencioso del caer de un objeto en el agua, acompañado en ciertas ocasiones de unas cuantas gotitas escalofriantes.

12º. De pronto todo vuelve a suceder, y está ahí medio desnudo, con una cara de satisfacción incomprendida, se rasca la cabeza desconcertado ante lo fugaz del instante, es así que resignadamente toma un trozo de papel carrasposo, e infructuosamente trate de limpiar lo imposible de limpiar, párese sin ganas y oprima la llave, teniendo mucho cuidado de no mirar atrás..., camine hacia la puerta viéndose de soslayo en el espejo, sabiendo muy en el fondo que ya no es el mismo, que algo de usted se ha ido para siempre..., abra la puerta, y lánzese como aquel que salta de un avión.

Francisco García Monje2º ESO

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Instrucciones para subir y bajar una cremallera

Seguro que si miramos bien en el armario, todos tenemos alguna prenda con cremallera: una sudadera, un pantalón…, y seguro que también nos ha dado algún que otro pellizco al abrocharnos un pantalón que queremos que entre a toda costa. Por eso, estas son las instrucciones a seguir cuando vayamos a subirnos o bajarnos la cremallera sin tener ningún accidente:

1. Lo primero que debes hacer es ir a tu armario a buscar alguna prenda que tenga cremallera.

2. Cuando ya la tengas, colócate la prenda tal y como lo harías si fueses a ponértela, pero no te la abroches.

3. Cuando ya lo hayas hecho, sujeta la cremallera y súbela despacio y con cuidado de que no tropiece con la tela de esa propia

prenda o con la piel. En caso de que se produzca esto último, no te desesperes y empieces a mover la cremallera arriba y abajo descontroladamente, o sufrirás las consecuencias.

4. Si no encuentras obstáculo alguno y la cremallera subiese sin ningún tropiezo, súbela hasta que te encuentres en la parte superior de los dientes – me refiero a los de la cremallera – con dos dientes más grandes o uno

que parezca que tiene encima un pequeño trozo de metal. 5. Cuando llegues a esa parte, no intentes subirla más o terminarás

por estropearla.6. Ahora, empecemos a bajar la cremallera. Para hacerlo,

simplemente tienes que tirar suavemente de ella hacia abajo.7. También tienes que tener cuidado de que no se tropiece con nada

al bajar. Si esto ocurre, no te preocupes y sube y baja lentamente la cremallera hasta que estés seguro de que puedes bajarla sin problemas.

8. Una vez hayas conseguido llegar al principio de la cremallera, quítate la prenda y vuelve a colgarla en el armario, a no ser que quieras seguir practicando con los pasos dados anteriormente.

María José Fernández Vega2º ESO