INSTITUTO ALICANTINO DE CULTURA JUAN GIL-ALBERT · guerra de 1936 y la diáspora que hubieron de...

670
See discussions, stats, and author profiles for this publication at: https://www.researchgate.net/publication/235954593 Comparación Social, afrontamiento y resultados en bienestar y adaptación en pacientes fibromiálgicos Chapter · June 2005 CITATIONS 0 READS 217 1 author: Some of the authors of this publication are also working on these related projects: Resilience in parents of children with Autism Spectrum Disorders View project Web Accesibility - Inclusite Solution View project Esteban Jiménez Pina University of Valencia 13 PUBLICATIONS 17 CITATIONS SEE PROFILE All content following this page was uploaded by Esteban Jiménez Pina on 22 May 2014. The user has requested enhancement of the downloaded file.

Transcript of INSTITUTO ALICANTINO DE CULTURA JUAN GIL-ALBERT · guerra de 1936 y la diáspora que hubieron de...

See discussions, stats, and author profiles for this publication at: https://www.researchgate.net/publication/235954593

Comparación Social, afrontamiento y resultados en bienestar y adaptación en

pacientes fibromiálgicos

Chapter · June 2005

CITATIONS

0READS

217

1 author:

Some of the authors of this publication are also working on these related projects:

Resilience in parents of children with Autism Spectrum Disorders View project

Web Accesibility - Inclusite Solution View project

Esteban Jiménez Pina

University of Valencia

13 PUBLICATIONS   17 CITATIONS   

SEE PROFILE

All content following this page was uploaded by Esteban Jiménez Pina on 22 May 2014.

The user has requested enhancement of the downloaded file.

INSTITUTO ALICANTINO DE CULTURA JUAN GIL-ALBERTD I P U T A C I Ó N P R O V I N C I A L D E A L I C A N T E

ArtículosResumen

a laPremios Ayuda

Investigación2002 (Edición 2004)

© Instituto Alicantino de Cultura “Juan Gil-Albert” y los autores

ISBN: 84-7784-469-0

Depósito Legal: A-352-2005

Realización:

INSTITUTO ALICANTINO DE CULTURA JUAN GIL-ALBERTD I P U T A C I Ó N P R O V I N C I A L D E A L I C A N T E

Artículos Resumen

a laPremios Ayuda

Investigación2002 (Edición 2004)

CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES

NOELIA BARBERÁ PASCUALTópicos clásicos en la poesía culturalista y esteticista de los años 40: el caso de Vicente Núñez y su laberinto de luz . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7

ANA PAULA CID SANTOSCasas de acogida en la provincia de Alicante. Contexto histórico e internacional . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 34

ESTEBAN JIMÉNEZ PINAComparación social, afrontamiento y resultados en bienestar y adaptación en pacientes fibromiálgicos . . . . . . 55

M.ª DOLORES PERALES POVEDALa influencia de la Masonería alicantina en la sociedad de la Restauración: 1875-1923 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 59

MANUEL RODRÍGUEZ MACIÁLa Festa d’Elx y la identidad de la ciudad . . . . . . . . . . . . . . . . . . 67

M.ª TERESA SÁNCHEZ ALBARRACÍNEl viaje final. Del subsuelo catedralicio al cerro de los ermitaños. Orihuela y el cementerio de Nuestro Padre Jesús . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 96

LORENZO M. VIDAL GUARDIOLALa guerra de Ifni (1957-1958)Su percepción desde Alicante . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 107

Índice

CIENCIAS EXPERIMENTALES Y TÉCNICAS

ANA MAGDALENA CARRASCO ABADIdentificación de proteínas palmitoiladas in vivo en Saccharomyces cereviseae . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 153

JOAQUÍN COS CÓRCOLESDesarrollo de técnicas experimentales y simulación de dispositivos electroópticos de polarización . . . . . . . . . . . 181

JOSÉ ESCOLANO CARRASCODesarrollo de un modelo teórico para el estudio de las líneas de transmisión acústica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 205

AITOR FORCADA ALMARCHAIctiofauna en reservas marinas: influencia de la estructura del hábitat, efecto de la protección y tamaño del área protegida . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 248

MIRIAM OLIVER ALBERTEfecto bioprotector de las sustancias húmicas frente a la salinidad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 293

CLARA OLIVER NAVARRETE et al.Marcadores clínicos, ecocardiográficos y de daño endotelial como predictores del desarrollo de fibrilación auricular en el postoperatorio de cirugía de revascularización coronaria . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 334

Índice

M.ª TERESA RIQUELME TORRESInfluencia de la madera intermedia sobre la calidad del fruto del limonero Verna . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 358

TESIS DOCTORALES

LORENA AMORÓS BLASCOEl abismo de la mirada: Ruptura y muerte con la identidad pasada desde la práctica del autorretrato contemporáneo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 410

ROSARIO ASENSIO RUIZLos americanismos en Lituma en los Andes de Mario Vargas Llosa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 474

VICENTE CARBONELL PASTORConsideraciones especiales a la problemática de ejecución de la sentencia estimatoria del recurso de amparo constitucional . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 535

JESÚS HERRANZ BELLIDOUn estudio sobre la calidad de vida, el trabajo y la salud de los profesores de la Universidad de Alicante . . . . 576

CARMEN VIVES CASESLa violencia contra las mujeres en el espacio discursivo público . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 617

Índice

Noelia Barberá Pascual

Tópicos clásicos en la poesía culturalista y esteticista de los años 40: el caso de

Vicente Núñez y su laberinto de luz

El trabajo por el cual obtuve la Ayuda a la Investigación

en la convocatoria 2002 respondía al título «Tópicos

clásicos en la poesía culturalista y esteticista de los

años cuarenta». Tenía el propósito de realizar un acercamien-

to a esos topos universales que tienen su origen en la poesía

clásica grecolatina y que en mayor o en menor medida han

mantenido su presencia en la lírica de todas las épocas.

La década histórica en la que nos centramos no se carac-

teriza por una afinidad estética, sino que debido a la cercana

guerra de 1936 y la diáspora que hubieron de sufrir los prin-

cipales autores del 27, los años cuarenta manifestaron la pre-

valencia de una estética caracterizada por el testimonialis-

mo, primero existencial y al cabo de un tiempo sociopolítico,

vinculado a la realidad inmediata. De este modo, el ejercicio

poético se convirtió en un instrumento puesto al servicio de

la voluntad de cambio social, según la proclama celayiana

que entendía la poesía como «un arma cargada de futuro».

Sin embargo, a pesar de la enorme presencia del testimo-

nialismo en estos años, existen ciertos autores que alientan

una poesía caracterizada por el aristocratismo artístico y el

8 ÍNDICE

Tópicos clásicos en la poesía culturalista y esteticista de los años 40: el caso de Vicente Núñez y su laberinto de luz

centralizaron esta línea estética se radicaron en Andalucía,

convertida también en tópico temático habitual. Así, surgen

revistas como Cántico y Caracola que canalizaron predomi-

nantemente esta producción.

Nuestro trabajo no supone un estudio somero y generali-

zado de toda esta etapa poética, sino un acercamiento al tra-

tamiento personal que estos poetas de primera generación

de postguerra realizan de esos temas universales que han

sido una constante a lo largo de la tradición literaria, pero

que han tenido épocas donde la capacidad de apropiación

ha sido mayor, y otras que han generado con más facilidad

realidades simbólicas propias.

Para un mejor análisis de la aparición de estos temas co-

munes decidimos centrar la atención en Vicente Núñez, un

poeta cordobés que a nuestro juicio reúne todos los requi-

sitos para ser considerado un epígono de esta estética de

introspección y de clasicismo, pues mantiene un perfecto

equilibrio entre el empleo de tópicos procedentes de la tra-

dición clásica y su voluntad de creatividad para moldearlos

y dotarlos de un tratamiento muy personal. Es por ello que

al título inicial apostillamos el subtítulo «El caso de Vicente

Núñez y su laberinto de luz».

Noelia Barberá Pascual

9ÍNDICE

La obra de este autor, aun no pudiéndose clasificar den-

tro de la primera generación de postguerra, desde el punto

de vista estético reúne esos aspectos esenciales que permi-

ten ver al poeta como un caso de afinidad electiva con esos

focos culturalistas de postguerra que conectan más todavía

con la más inmediata preguerra.

Dentro de la producción poética publicada por el autor,

que analizamos en el trabajo, podemos advertir cómo Vicen-

te Núñez enlaza el intimismo culturalista al estilo de poetas

como L. Cernuda o P. García Baena, con una recreación esteti-

cista que le hace ver el mundo con todo su esplendor y toda

su belleza, sobre todo en la figura de la naturaleza que cobra

un importante protagonismo, no sólo como escenario que

contempla la relación amorosa, sino como verdadero motor

del poema y generador de los más diversos sentimientos.

Este esteticismo trae también consigo un amor a la palabra

que puede percibirse en la rigurosidad expresiva que logra

en todos los poemas, además de la preocupación métrica y

rítmica que no abandona en ninguno de sus versos, consi-

guiendo así una lírica exquisita, con una brillantez estilísti-

ca y formal. Al mismo tiempo se adivina también un cierto

misticismo sensualista, que compagina rasgos de la liturgia

cristiana con los provenientes de las religiones grecolatinas.

10 ÍNDICE

Tópicos clásicos en la poesía culturalista y esteticista de los años 40: el caso de Vicente Núñez y su laberinto de luz

Vemos, por tanto, cómo esta poesía se aleja de las corrien-

tes mayoritarias de la época y conecta con esa generación

primera después de la contienda que fija su atención más

que en el manifiesto social, en la expresión armónica de la

vida.

Así, acotando el objeto de estudio a un autor concre-

to, aunque no cualquiera, como demuestran las afinidades

estilísticas con los grupos emergentes de los años cuaren-

ta, se puede analizar la utilización de tópicos –amor como

«taeter morbus», ruinas como «vestigia» de la Edad de Oro,

brevedad de la rosa, entre otros– y establecer qué grado de

equilibrio existe entre la Antigüedad clásica y las poéticas

contemporáneas, o la herencia del pasado y la originalidad

personal.

Al iniciar nuestro trabajo surgió la triste noticia del falleci-

miento de Vicente Núñez, el 22 de junio de 2002, por lo que

su producción quedaba definitivamente cerrada con obras

tan relevantes como Elegía a un amigo muerto, 1954; Los

días terrestres, 1957; Poemas ancestrales,1980; Ocaso en Po-

ley,1982; Epístolas a los ipagrenses, 1984; Teselas para un mo-

saico, 1985; Himnos y texto, 1989, Sonetos como pueblos, 1989

y La gorriata, 1990. En estos poemarios se centra la investiga-

ción, por estar editados en un fragmento de libro unitario y

Noelia Barberá Pascual

11ÍNDICE

tener una estructura analizable. Se dejan, por tanto, de lado

las composiciones que figuran como inéditas en antologías

y recopilaciones de versos sobre el autor, y que no se han

publicado hasta ahora como un libro independiente, pues lo

que nos interesa estudiar es la continuidad en sus aspectos

temáticos, significativos, expresivos y métricos, y estos poe-

mas descolgados no tienen la autonomía suficiente para ser

considerados un estadio en la carrera poética de Núñez.

Uno de los problemas con los que hemos tenido que lu-

char todo el tiempo ha sido la escasez de referencias críticas

que existían sobre este autor en concreto, debido tanto a su

personalidad, como a ciertas circunstancias de producción

de su obra. Frente a la abundante bibliografía sobre el pe-

ríodo y los poetas del medio siglo, se encuentra otra mucho

más escasa sobre Vicente Núñez. Aunque existen antologías

que realizan esbozos productivos de su obra, pero se echaba

en falta un acercamiento que englobara toda su producción

poética, insertando al poeta en un estilo estético determina-

do, y poniendo de manifiesto los rasgos más sobresalientes

y llamativos de su ejercicio poético, como es el tema de los

tópicos universales.

El trabajo está organizado, por tanto, en tres bloques prin-

cipales:

12 ÍNDICE

Tópicos clásicos en la poesía culturalista y esteticista de los años 40: el caso de Vicente Núñez y su laberinto de luz

El primero de ellos consiste en un marco generacional en

el que insertar al poeta cordobés, poniendo de relieve dos as-

pectos que nos parecían capitales para enmarcar la obra de

Núñez dentro del panorama poético que le corresponde. En

primer lugar, se realiza un recorrido por las principales líneas

estéticas que comenzaron a desarrollarse tras la guerra civil.

Como ya hemos dicho, las tendencias garcilasistas y neoclá-

sicas se mezclaban con una poesía amorosa convencional,

en directa oposición a una línea de rehumanización espa-

dañista, con fuerte afirmación religiosa, o no. Sin embargo,

a estas corrientes hegemónicas que durante mucho tiempo

se han considerado las únicas del momento, hay que añadir

dos disidencias que circulan por los mismos derroteros de

renovación, nos referimos a los grupos Postismo y Cántico,

que desde hace varios años la crítica ha comenzado a reco-

nocerles su importancia sobre todo a éste último como pi-

lares básicos que sostienen la poesía que comenzaría a partir

de 1960.

En torno a la década del 50 los autores empiezan a ha-

cerse eco de la tenue liberación cultural y política del régi-

men franquista, que llevó consigo una especie de búsqueda

de la libertad, y dio como resultado una lírica que supera los

postulados de la poesía social mediante una mayor atención

Noelia Barberá Pascual

13ÍNDICE

a lo personal e intimista. Las antologías de Francisco Ribes,

Poesía última, 1963 y de J. Batlló, Antología de la nueva poe-

sía española, 1968 ayudaron a proclamar definitivamente su

importancia.

Sin embargo, la obra de Vicente Núñez no puede ser del

todo entendida si no es a la luz de la producción poética

que se lleva a cabo en la región andaluza, pues son múlti-

ples los aspectos de su poesía que devienen de ese apego

que el autor siempre ha mostrado a su tierra natal. Así, el se-

gundo apartado de la introducción se dedica a explicar las

principales cuestiones que afectan a la poesía de esta zona

geográfica, y también a las características de esta lírica, que

se diferencian de las del resto de España. En esta segunda

generación de postguerra los poetas andaluces tienden más

a particularizar las dimensiones trascendentales, mezclando

la meditación, la sensualidad y el vitalismo, llegando, incluso,

a un barroquismo que aúna comunicación y belleza expre-

siva. J. M. Caballero Bonald, A. Duque, M. Victoria Atencia, M.

Mantero y F. Quiñones, entre otros, son algunos de los auto-

res que se pueden citar, contemporáneos al poeta cordobés.

El siguiente bloque, ya protagonizado por Vicente Núñez,

supone una semblanza del autor, en la que se plantean, en

primer lugar, algunos datos biográficos que deben ser teni-

14 ÍNDICE

Tópicos clásicos en la poesía culturalista y esteticista de los años 40: el caso de Vicente Núñez y su laberinto de luz

dos en cuenta para entender su trayectoria poética. Estas vi-

vencias han ido configurando la actitud personal que Núñez

tuvo hacia la literatura, y el modo de enfrentarse a ella. Sen-

tirse inclinado a escribir poesía es para él un don, pero al mis-

mo tiempo un mandato, de ahí su enojo al estar obligado

a responder a las necesidades que ésta le impone. Vicente

Núñez considera que él no ha elegido estar a merced de la

poesía, sino que ésta, incapaz de vivir con autonomía, tiene

que revelarse en alguien: «la escritura nos domina porque

el dominio del amor y de la muerte todavía no tiene una es-

critura estatuida y codificada». Así, el poeta la acoge, pero

con fastidio, pues no hacerlo sería renunciar a la parte más

esencial de su persona, de ahí se justifica la decisión del au-

tor de encarar su vida hacia el aspecto que más le interesaba,

él mismo, y en él se forma su poesía.

Estos aspectos hacen que el poeta se le pueda considerar

como a un excéntrico de la literatura, pues ha preferido reco-

rrer todo su camino en solitario para mantenerse fiel a sí mis-

mo y a su criterio de la poesía. Cuando una persona prefiere

conservarse al margen de ese juego, lejos de la centricidad, lo

más fácil para la sociedad es neutralizarlo o ignorarlo como

veremos, la crítica intenta neutralizarlo al incluirlo dentro del

grupo Cántico. Pero lejos de todas estas circunstancias se en-

Noelia Barberá Pascual

15ÍNDICE

cuentra el poeta, feliz en su soledad, en su libertad y en la

totalidad de su tiempo. Él es responsable de la marginación

que ha sufrido, porque nunca le ha importado asumir ese ca-

rácter, curioso y extraño, o cumplir una «función decorativa»

dentro del panorama cultural.

El esbozo biográfico acaba con la referencia a dos revis-

tas andaluzas, Caracola y Cántico, en las que el poeta tuvo

una activa participación, que le valió el reconocimiento y la

identificación con la estética que estos cauces poéticos re-

presentaban.

Caracola no sólo supone para el autor un episodio bio-

gráfico, sino que abrió los horizontes poéticos del autor, per-

mitiéndole conocer las líneas en las que se iba encauzando

la poesía de la época. Además, su condición de ayudante de

dirección le ofreció la oportunidad de conocer a grandes

personalidades literarias que le ayudarían tanto en la con-

fección de su poesía como en su publicación. Sin embargo,

al carecer Caracola de una línea poética marcada, siendo el

eclecticismo su signo de identidad, impidió que los poetas

que allí se reunían fuesen identificados con una vertiente de

la poesía de la época, algo que sí ocurre con Cántico.

16 ÍNDICE

Tópicos clásicos en la poesía culturalista y esteticista de los años 40: el caso de Vicente Núñez y su laberinto de luz

El grupo de poetas que se conocen bajo el distintivo de

Cántico tomaron el nombre de la revista que encauzó esta

estética emergente, y que apareció en 1947.

Si nos ajustamos sólo a la contribución de Núñez a esta

revista, su pertenencia es más que dudosa, pues sólo cola-

bora en tres números, ya en su segunda época. Pero si, por

el contrario, tomamos al grupo no como revista, sino como

estética influyente, es más probable porque hemos querido

situar al poeta dentro del marco temporal y espacial en el

que surgió, aduciendo las similitudes que tiene con poetas

reconocidos de su época, pero además intentamos dejar cla-

ro que nos encontramos ante un ejemplo de poeta que, si

no deslindado totalmente de sus raíces, sí es bastante inde-

pendiente en la creación de su universo poético. Por tanto,

hacemos hincapié en la aportación que cada revista supone

para la persona y la poesía de Vicente Núñez, y concluimos

con la consideración del poeta no como un epígono de una

revista ni identificado con un estilo poético derivado de un

grupo lírico, sino como un autor con carácter propio y perso-

nalidad literaria sólidamente establecida, capaz de dotar de

originalidad temas universales y tradicionales, al estudio de

lo cual se dedica el siguiente bloque.

Noelia Barberá Pascual

17ÍNDICE

El tercer apartado propone unas claves para entender la

obra de Vicente Núñez, a través del análisis de los principa-

les universos temáticos que sobresalen en cada uno de sus

poemarios, intentando también hacer hincapié en las cons-

tantes estilísticas, que permiten ver la obra del poeta como

un claro exponente de su época.

En lo referente a la tópica, llama la atención el hecho, no

sólo de rescatar del olvido temas que recuerdan a los autores

del 27 o a los poetas del siglo XVI y XVII, como Rioja, Arguijo

o R. Caro, sino que en muchos casos esos referentes son con-

tradictorios dentro de un mismo poema, como ocurre con el

amor, que al mismo tiempo que significa vida también supo-

ne la muerte como «taeter morbus»; o la poesía y la literatu-

ra, que además de ser el motor de la existencia es también la

esclavitud del poeta, que lo domina a su voluntad y antojo.

Por todo ello, ni los poemas pueden tener sólo una vía de

interpretación, ni el autor puede ser considerado heredero

de una sola tradición lírica.

Una de las cuestiones que sí permanecen inmunes a lo

largo de toda la obra de Núñez es su creencia en la comu-

nicación, cuando es originada por la subjetividad. En los

poemas no aparece nada que no ha pasado por el filtro de

lo personal, la palabra escrita es antes palabra sentida. Así,

18 ÍNDICE

Tópicos clásicos en la poesía culturalista y esteticista de los años 40: el caso de Vicente Núñez y su laberinto de luz

todo tiene un carácter autobiográfico e intimista, que no nos

debe llevar a engaño, pues como el mismo poeta reconoce,

la poesía es impostura, y conduce por territorios en los que

no se sabe ni de dónde se viene ni a dónde se va.

Esta poesía íntima también está relacionada con las cosas

más esenciales del mundo, ya que el ambiente elegido para

evocar sentimientos y sensaciones es la naturaleza más coti-

diana, el paisaje bucólico más exuberante. De todo esto de-

jará total constancia en sus versos, a través de un detallismo

descriptivo, cuyo fin no es otro que el acercamiento entre esa

naturaleza y la expresión de la misma, entre las palabras y las

cosas. Esa identidad también lleva al poeta a fundirse en un

cosmos superior, donde se alcanza el absoluto conocimiento

y la ansiada eternidad. Por tanto, su fórmula consiste en la

fijación en las trivialidades de nuestro entorno, porque sólo a

partir de lo sencillo se obtiene la trascendencia que nos libra

de la muerte y del espantoso olvido.

Todo ello nos va a revelar la tensión dialéctica que se es-

tablece entre la voluntad creadora del poeta y los designios

que la poesía le impone. Esta pugna constante muestra que

en muchas ocasiones el autor es un simple transmisor de las

imposiciones de la inspiración. Esa dualidad también se man-

tiene entre la poeticidad y la prosificación. Ambas se combi-

Noelia Barberá Pascual

19ÍNDICE

nan de tal modo que no es posible generalizar diciendo que

la obra del poeta tiende más a una tendencia que a otra. Lo

que sí está claro es que como ocurre en la poesía contempo-

ránea, los poemas se desligan en gran medida del tamaño

fijo del verso, de la rima y de la estrofa comunes, establecien-

do el eje principal en el conjunto de la obra entendida como

unidad poética.

Todos los poemarios cuentan con un estilo diferente, no

es posible encasillarlos , pero sí se percibe una voluntad de

obtener mayor perfección y menor referencialidad a medida

que avanza en sus publicaciones. Por todo esto podríamos

decir que Vicente Núñez ha ido ganando en madurez y per-

diendo en emoción directa con los tópicos, sin abandonar en

ningún caso su propósito de emocionar y sus deseos de que

el lector comparta ese mundo lírico que a él le ha invadido

por completo.

La primera obra del autor, Elegía a un amigo muerto no

puede ser calificada como una mera composición de juven-

tud. Las características que sobresalen, tanto temáticas como

estructurales, revelan que este poema largo encaja perfecta-

mente en la evolución de su poesía, y que contiene además

la mayor parte de las claves que ayudarán a entender su uni-

verso filosófico y simbólico.

20 ÍNDICE

Tópicos clásicos en la poesía culturalista y esteticista de los años 40: el caso de Vicente Núñez y su laberinto de luz

Uno de los universos temáticos que hacen ya su aparición

en la Elegía y que no abandonará el poeta en toda su trayec-

toria poética es la preeminencia de la naturaleza. Aunque la

muerte es lo que anima a la voz poética al canto, la aparición

de los recursos naturales en el poema es igualmente impor-

tante, de modo que se considera el fin de la vida como una

fusión con todos los elementos de la naturaleza. El estado

del amigo muerto ya no se puede definir en términos rea-

les, sino que es algo que escapa a los sentidos y que Vicente

Núñez se afana en describir. Vemos, pues, ya de entrada una

dualidad con respecto a la muerte, que por un lado produ-

ce amargura, como a cualquier ser humano, por la pérdida

de un ser querido, pero por otro, causa envidia la fusión con

la naturaleza que el poeta desea poder experimentar, como

símbolo unívoco de la plenitud y del conocimiento. Este afán

por identificarse con la naturaleza viva y reveladora se mani-

fiesta claramente en el empleo del léxico.

Esta tendencia a cobijarse en las cosas sencillas que deri-

van de la naturaleza, al mismo tiempo que comportan una fi-

losofía de vida también pueden ser un refugio alejado de las

tristezas del mundo. En este sentido se puede ver una afini-

dad con los planteamientos poéticos de Vicente Aleixandre

cuyo vitalismo es fruto de la lucha diaria con la vida, que es lo

Noelia Barberá Pascual

21ÍNDICE

que precisamente le hace amarla. Así, Núñez, conocedor de

las pesadumbres que ocasiona el día a día, manifestadas en

este poema con la muerte del amigo, prefiere adoptar una fi-

losofía vitalista, donde la naturaleza es el principio de todo, y

en cuyo manto se guarece el poeta para soportar los envites

cotidianos.

Otro de los tópicos que sobresalen en este poemario es

el ansia de muerte. Sin embargo, dentro del ciclo natural que

supone el cosmos del autor el fin de la vida no es el fin de

la existencia, sino más bien el tránsito hacia otra nueva, la

querencia apresurada por unirse eternamente con ese otro

mundo natural que supone la muerte. Se trata de una visión

panteísta del mundo que lleva a un fin que es la obtención

de una comunión plena de los cuerpos con la naturaleza.

En el segundo libro Los días terrestres la recreación de la

naturaleza tiene de nuevo importante presencia, utilizándo-

la tanto para descubrir a la amada en estos términos, como

para presentarla como reflejo del estado de ánimo del poeta;

así, encontramos tanto la desolación por la ausencia del ser

querido, como la alegría, al estar ya en compañía.

Es reseñable también en este poemario el despertar de

los sentidos del poeta, pues todos los recuerdos pasados

que se rescatan en los poemas están expresados mediante

22 ÍNDICE

Tópicos clásicos en la poesía culturalista y esteticista de los años 40: el caso de Vicente Núñez y su laberinto de luz

alguno de los cinco sentidos humanos, ya sea el oído, el olfa-

to, la vista, el gusto o el tacto.

La cuestión temporal es otro de los temas en los que Vi-

cente Núñez está especialmente preocupado. La evocación

que el poeta lleva a cabo en Los días terrestres sobre su mundo

infantil y juvenil podría entrar dentro de esa estela de obras,

que han caracterizado a varios poetas andaluces, como J. R.

Jiménez, con Platero y yo, y L. Cernuda con Ocnos.

Finalmente, el amor es también un tópico omnipresente

en el libro, unas veces visible como principal pilar que so-

porta el poema, otras como aromo que lo impregna todo. En

efecto, en cada uno de los poemas se pueden ir descifrando

los primeros sentimientos que mueven la sensibilidad del

poeta, así como los lugares clave para ello.

Estamos, pues, ante un despertar del amor, y su desarrollo

en diferentes fases.

Tras el largo paréntesis de casi veinte años que Vicente

Núñez realiza en su carrera poética, vuelve de nuevo a la ac-

tualidad con una serie de poemas escritos ente 1955 y 1970,

recogidos con el nombre Poemas ancestrales. Temáticamen-

te, los poemas surgen como sentimientos que brotan del

alma de cualquier ser humano. Se trata de una especie de

diario íntimo donde el autor ha ido vertiendo sus inquietu-

Noelia Barberá Pascual

23ÍNDICE

des a lo largo de quince años. Así, desaparece ese anhelo de

recuperar de la memoria el tiempo pasado, y la comunica-

ción poética se establece desde el presente. Uno de los te-

mas que se introducen en este poemario está relacionado

con el culturalismo que predominó en la poesía durante la

década de los años cuarenta. Se trata del tema clásico de

las ruinas, como «vestigia» de la Edad de Oro, que aparece

esencialmente tratado desde dos puntos de vista; en el pri-

mero, las ruinas suponen un paisaje desde donde el poeta

reflexiona sobre otro tema o desarrolla su propio soliloquio.

En segundo lugar, las ruinas son también el objeto alrededor

del cual gira el poema, es decir, el «koinoi topoi» deja de ser

un mero pretexto para hablar de otra cosa, y se sitúa en un

primer plano, siendo el principal tema de la composición.

El universo temático del paso del tiempo, tan caracterís-

tico en poetas de todas las épocas es tratado por Núñez en

este poemario desde dos puntos de vista: la del agobio por

ese tiempo que no vuelve, que pasa inexorablemente, según

el tópico «irreparabile tempus fugit»; y también la concep-

ción particular, en la que el futuro es todo aquello que está

en aras de volver, la esperanza en el retorno del pasado, de

todo eso que ha sucedido ya, como modo de apaciguar la

angustia producida por el paso del tiempo.

24 ÍNDICE

Tópicos clásicos en la poesía culturalista y esteticista de los años 40: el caso de Vicente Núñez y su laberinto de luz

El tema del amor aparece también en Poemas ancestrales

unido a esa dualidad a la que el poeta nos tiene acostumbra-

dos, que al mismo tiempo que proyecta diferentes matices

sobre un tópico, se percibe una contradicción y una pugna

entre sentidos. Así, en un primer momento, el amor va uni-

do al fracaso, el poeta está convencido de que nunca va a

poder disfrutar de la compañía de la amada, porque una ter-

cera persona ha aparecido en sus vidas haciendo imposible

la unión de ambos. Sin embargo, ese fracaso se desvanece

por otro lado al descubrirse abiertamente la explosión de

alegría y felicidad que ocasiona el amor correspondido. De

este modo, el amor es uno de los cauces para llegar a la felici-

dad, para tener esperanza en la vida, a pesar de sus múltiples

acechos. Esa alegría de vivir le llevará a contemplar el mundo

con agrado, exaltando las cosas bellas que encuentra a su

paso.

Quizás el sentir más generalizado en el libro es la emoción

que el poeta siente ante el paisaje, lo cual le lleva a mostrar-

nos estampas verdaderamente misteriosas y culturalistas,

sobre todo por esas naturalezas muertas que esperan una

aparición deseada, un hálito de vida, que nunca llega, y que

nos recuerda esa recreación esteticista que la mayoría de

poetas de esta índole pretendieron llevar a cabo.

Noelia Barberá Pascual

25ÍNDICE

En este poemario, no obstante, no se trata tanto de un

descriptivismo exacerbado, como hasta ahora habíamos

visto, sino que ahora se da paso a una descripción animista

de la naturaleza, o a una deriva, que lleva el curso poético

por derroteros dispares, sin centrar la atención más que en

el objeto, tema del poema, alrededor del cual la expresión y

el lenguaje utilizado resultan la única fuente de interés, pues

el razonamiento que parece estar formulándose no es tal, es

sólo la imagen instantánea, la estampa intemporal.

Vicente Núñez consigue también con Poemas ancestrales

acercarse a la tradición de la poesía meditativa, de enorme

raigambre, y que afecta directamente a un poeta apreciado

y estudiado por el autor como es Luis Cernuda. En muchas

de las composiciones alcanza un alto grado reflexivo y de

indagación existencial, motivado por diferentes realidades,

pero llevado siempre a la más absoluta experiencia personal

y a la más estricta relación con el yo lírico.

Dos años después de la publicación de Poemas ancestra-

les sale a la luz Ocaso en Poley, quizás el libro más conocido

de Vicente Núñez, por el que obtuvo en 1982 el Premio de la

Crítica.

Refugiado ya en su exilio interior, el poeta se centra en

esta obra en esas visiones que conforman su mundo real y

26 ÍNDICE

Tópicos clásicos en la poesía culturalista y esteticista de los años 40: el caso de Vicente Núñez y su laberinto de luz

cotidiano de su Aguilar de la Frontera natal. En este poema-

rio se consolida el cambio en la manera de poetizar del autor,

aspecto que se desarrolla más ampliamente en libros poste-

riores.

El planteamiento temático que se despliega en este li-

bro gira en torno a una zona crepuscular que se describe,

de muerte y de sombras, donde todas las visiones están te-

ñidas de esa oscuridad propia; el mundo que refleja no es,

además, estrictamente presente, sino que todo se reviste de

un paisaje arcaico, para acentuar más aún esa acción futura,

esa esperanza en la llegada de un porvenir. Habla desde el

pasado para referirse al presente, y darnos la seguridad de

que existe un futuro.

La declinación y la muerte son las temáticas fundamen-

tales sobre las que se asienta Ocaso en Poley. No obstante,

de acuerdo al constante deseo del poeta de desviar los en-

casillamientos y burlar las expectativas, la muerte no tendrá

sólo un tratamiento en el libro, sino que además de mezclar-

se con otras temáticas, encontramos, incluso, procedimien-

tos contradictorios. El fin de la vida es visto como inevitable

final al que irremediablemente todos estamos abocados,

pero también es el lugar ansiado al que se llega a través del

Noelia Barberá Pascual

27ÍNDICE

crepúsculo y el dolor por el desengaño amoroso, como paso

intermedio, enriquecedor y productivo.

Posee Ocaso en Poley otra temática alejada, aunque no

escindida, de su planteamiento poético de amor, vida, muer-

te. Nos referimos al recurso metapoético que en varias oca-

siones se ve planteado en estos poemas. La explicación que

Núñez trata de realizar de su poesía en algunos de sus versos

puede parecer incoherente con respecto al tema general de

la obra, sin embargo, creemos que este recurso es una con-

secuencia directa de esa desconfianza que el poeta siente

por el lenguaje como mecanismo para transmitir los senti-

mientos, y por lo cual entra de lleno en las tradiciones poéti-

cas de la indecibilidad o de la indeterminación, que pueden

ser entendidas como continuadoras de la línea no simbolista

del Modernismo, o como cristalización típicamente posmo-

dernista.

En la estela de esta gran obra que es Ocaso en Poley Vi-

cente Núñez publica en 1984 y en 1985 dos poemarios que

suponen una continuación de ese nuevo universo temático

y psicológico que ha supuesto un cambio en su trayectoria.

Nos referimos a Epístolas a los ipagrenses y Teselas para un

mosaico. En ambos la característica principal es la recapitu-

lación de sucesos o de aspectos importantes en su vida, en

28 ÍNDICE

Tópicos clásicos en la poesía culturalista y esteticista de los años 40: el caso de Vicente Núñez y su laberinto de luz

ocasiones por la vía de la meditación y la reflexión, partiendo

de esos conceptos que siempre le han interesado, y que no

tienen forma física, como el amor, el ser, la muerte, el alma,

etc. El punto de partida es la subjetividad, la narración de ca-

pítulos aislados que han marcado su existencia, aunque no

del modo más hermético y enigmático, sino intuyéndose en

todo momento que la voz lírica es la del propio autor.

El curso poético continúa con la escasa referencialidad

que habíamos visto en Ocaso en Poley, ausencia de descrip-

ción y de detallismo expresivo, fruto de esa desconfianza

que sostiene en el lenguaje para dar vida a los sentimientos

que evoca. Sin embargo, a pesar de que los temas universa-

les continúan se puede percibir que el ambiente en el que

se desarrollan las reflexiones es cotidiano, aparecen los de-

corados naturales y rurales que tanto afectan a la persona

del poeta. De modo que universalidad y concreción se mez-

clan para ofrecer una tensión que se extiende por estas dos

obras.

A los temas que ya forman parte del universo creativo

del autor, como son el amor, las reflexiones metapoéticas o

la muerte como indudable destino se mezclan también mo-

mentos donde se hace más patente el culturalismo del autor,

y, por tanto, la influencia que recibe de autores no sólo con-

Noelia Barberá Pascual

29ÍNDICE

temporáneos, sino también adscritos a la tradición literaria.

Estos momentos cargados de esteticismo se envuelven en

un ambiente bohemio, donde aparecen una serie de perso-

najes extraños que dan lugar a una especie de mito que se

mezcla con el pasado remoto y con la literatura, dando lugar

a un conjunto indescifrable donde todo es relativo.

En 1989 Vicente Núñez publica un nuevo poemario, Him-

nos y texto, que incluye, además de las diez composiciones

poéticas, una parte en prosa titulada «El suicidio de las litera-

turas». Los Himnos son un conjunto de poemas con un tema

común, los árboles. El autor recurre al tono meditativo, que lo

vincula de nuevo a esa tradición de poesía de la meditación

que caracterizó la lírica de Miguel de Unamuno y de Luis Cer-

nuda, entre otros, donde el lenguaje supone sólo el medio

a través del cual el pensamiento se desarrolla en todas sus

posibilidades dentro de los poemas. El poeta abandona esa

recreación paisajística y no se detiene en describir la reali-

dad objetiva que lo circunda, sino que el yo lírico se presenta

ahora desnudo y directo.

Himnos y texto supone, en fin, la más clara expresión de la

pasión que invade al poeta y la fogosidad que lo desborda.

Sin embargo, este sentimiento no es siempre de alegría, pues

el tono elegíaco aparece también, fruto del fracaso que sien-

30 ÍNDICE

Tópicos clásicos en la poesía culturalista y esteticista de los años 40: el caso de Vicente Núñez y su laberinto de luz

te al ver rechazadas sus aspiraciones de comunión perpetua

con la naturaleza y con los árboles.

El árbol representa la armonía del cosmos, la serenidad

que caracteriza a la esencia y la tranquilidad de ser superior

conceptualmente al resto del universo, de ahí que el poeta

se afane en conseguir ese estado a cualquier precio. Sin em-

bargo, para acceder a esa plenitud el ser debe despojarse de

todo, renunciar a todo aquello que esté relacionado con el

mundo en el que vive, porque en él ninguno de sus anhelos

puede convertirse en realidad.

En todo el libro se puede advertir el tono melancólico

que anuncia el fracaso al que está abocado el propósito del

poeta, de comunión con la naturaleza, ya que como recono-

ce desde el principio, cualquier intento de identificarse con

el cosmos natural, teniendo la literatura como único medio,

es inviable.

En su filosofía de vida, Núñez ha pretendido siempre hacer

que la poesía y la existencia pertenezcan a una misma igual-

dad, pero en todos los casos la realidad le ha mostrado que esa

ilusión está abocada al fracaso, que la palabra escrita adolece

de la agudeza para representar su vida, para constatar esa dis-

persión del ser que de un modo tan preciso ha caracterizado

el poeta en sus poemarios, y especialmente en estos Himnos.

Noelia Barberá Pascual

31ÍNDICE

Las dos últimas publicaciones de Vicente Núñez que son

estudiadas en el trabajo varían sustancialmente la dirección

con respecto a Himnos y texto.

En Sonetos como pueblos de 1989 y en La gorriata, de

1990 el autor vuelve a realizar una incursión en lo estricta-

mente poético, donde el tono reflexivo que predominó an-

teriormente da ahora paso a una mayor espontaneidad, a un

tratamiento de los temas más personal y referencial, que nos

recuerda sus primeros libros en los que él mismo aseguraba

estaban escritos desde la otra azotea del ser.

En ambos poemarios se procede a una recuperación de

todos esos lugares comunes en los que el autor ha incidido

desde su juventud, y que se han manifestado a lo largo de su

trayectoria poética: el amor, la poesía, la sensorialidad, el pai-

saje, etc. Ninguno resulta novedoso a estas alturas de su vida,

aunque en su expresión siempre surgirá algún aspecto origi-

nal que sorprende al lector y aleja el tono de la monotonía y

la repetición. Estos temas ya han pasado a formar parte de la

tópica personal del autor y se consideran en estos dos libros

geografías visitadas que son ahora objeto de homenaje.

El recorrido por la temática de Vicente Núñez en su obra

poética nos ha revelado las claves para entender una época

histórica cargada de estéticas encontradas. La utilización de

32 ÍNDICE

Tópicos clásicos en la poesía culturalista y esteticista de los años 40: el caso de Vicente Núñez y su laberinto de luz

este autor de tópicos universales nos ha permitido ver cómo

esa tradición clásica, que pasa por la generación del 27, está

totalmente presente en los autores que inician una rehuma-

nización poética en los años 40 a través del esteticismo y el

culturalismo propio de sus poéticas. Sin embargo, por ser Vi-

cente Núñez un poeta que inicia su carrera literaria en la dé-

cada de los 50 nos permite ver el futuro de esa corriente lite-

raria que se enfrentó al testimonialismo, y que no es otro que

el de una lírica sustentada en las bases clásicas, pero abogan-

do constantemente por una originalidad y una personalidad

arraigada que denotan el grado de madurez de unos artistas

capaces de fusionar no sólo temáticas y estéticas, sino uni-

versos filosóficos y culturales, que dan como resultado una

poesía digna de relevancia por su papel de pilar que susten-

ta la gran diversidad de corrientes que comenzarán a aflorar

a partir de la segunda mitad del siglo XX.

Con todo ello consideramos logrado con creces nuestro

propósito de estudiar el tratamiento personal de los tópicos

universales («Koinoi topoi») por parte de algún cultivador

de esta tradición poética, heredero al cabo de la cultura gre-

colatina.

Noelia Barberá Pascual

33ÍNDICE

Ana Paula Cid Santos

Casas de acogida en la provinciade Alicante

Contexto histórico e internacional

Introducción, metodología y objetivos

En 1993 las Naciones Unidas definieron la violencia

contra las mujeres como: “Todo acto de violencia ba-

sado en el género que tiene como resultado posible o

real un daño físico, sexual o psicológico, incluidas las amena-

zas, la coerción o la privación arbitraria de la libertad, ya sea

que ocurra en la vida pública o en la privada.”

En los últimos años se ha venido dando un cambio fun-

damental en las diversas declaraciones internacionales que

ofrecen, al respecto, un marco normativo para la actuación

de los gobiernos del mundo, y que debe reflejarse en las po-

líticas nacionales.

Por primera vez en 1993, se reconoció la violencia contra

las mujeres como un abuso contra los Derechos Humanos.

Posteriormente, la Declaración de las Naciones Unidas sobre

la Violencia contra la Mujer, la Conferencia Internacional so-

bre la Población y el Desarrollo, la IV Conferencia Mundial so-

bre la Mujer, en Beijing 1995, y la Convención Interamericana

para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia, del mismo

año, fueron ratificadas por la mayoría de los gobiernos.

Ana Paula Cid Santos

35ÍNDICE

La violencia basada en el género produce costos financie-

ros y sociales, que en un país como Canadá se han calculado

en 1.600 millones de dólares por año, en los que incluye la

atención médica y la pérdida de productividad. Según el In-

forme sobre el Desarrollo Mundial, publicado por el Banco

Mundial en 1993, la violencia se sitúa entre las principales

causas de la pérdida de años de vida entre mujeres

La O.M.S. en su informe anual de 2002 alerta y establece

diferentes pautas para la erradicación de este problema de

salud pública que tan graves efectos tiene para el bienestar

de tantas familias de todo el mundo. Una de sus recomenda-

ciones aconseja elaborar estudios sobre la respuesta local a

la violencia de género, para establecer así mecanismos más

eficaces.

En España, el año 1997 marca un punto de inflexión a par-

tir del cual el problema de la violencia emerge en la agenda

mediática con fuerza y obliga a actuaciones políticas más

contundentes. Varios hechos se sumaron. Por una parte, el

papel de las organizaciones de mujeres que venían denun-

ciando las cifras de criminalidad. Por otra, el impacto que

ocasionó la aparición en la Televisión andaluza de una mujer

denunciando malos tratos, que días más tarde fue brutal-

36 ÍNDICE

Casas de acogida en la provincia de AlicanteContexto histórico e internacional

mente asesinada por su marido, con quien compartía casa

por orden judicial.

El I Plan de Acción contra la Violencia Doméstica se ela-

boró en 1998 y tuvo vigencia hasta el 2000, el II Plan Integral

contra la Violencia Doméstica (2001-2004) fue aprobado en

Consejo de Ministros del 11 de mayo de 2001.

En la actualidad se encuentra en elaboración el borra-

dor de la Ley Integral sobre la violencia de Género, que el

actual gobierno de España quiere llevar al parlamento para

su aprobación.

Dentro de todos los recursos que se ponen en marcha

para detener esta lacra, se encuentran en un lugar destaca-

do las denominadas casas de acogida para mujeres maltra-

tadas, que son una respuesta a la necesidad de encontrar un

refugio de urgencia por parte de muchas mujeres, ante una

situación de violencia. Las mujeres acuden a estos centros

tras soportar años de maltrato, pierden su entorno social, y

han de empezar una nueva vida, la mayoría de ellas con me-

nores a su cargo.

El objetivo general de este trabajo se ha centrado en des-

cribir la situación de estos centros en la provincia de Alicante.

Sus objetivos específicos son: definir la tipología de las casas

Ana Paula Cid Santos

37ÍNDICE

de acogida, su proceso de creación, la infraestructura de que

disponen y estudiar los recursos humanos que se destinan a

este sector en nuestra provincia.

Objeto del estudio: El trabajo de campo realizado por

esta investigación ha cubierto todas las casas de acogida

abiertas en la provincia de Alicante.

Metodología: Se han visitado todas las casas de acogida

de la provincia y se ha entrevistado al personal directivo de

cada centro, entre los días 23 de marzo y 5 de abril de 2004.

En las entrevistas personales, se ha pasado un cuestiona-

rio con preguntas abiertas sobre el funcionamiento de las

casas (en el que se ha tenido en cuenta la participación en

tareas, dinámicas internas, servicios y prestaciones) que ha

sido respondido por los responsables de cada centro, gracias

a la colaboración del Instituto de la Mujer de Alicante y la Di-

rección General de la Mujer de la Generalitat Valenciana, que

han dado luz verde a esta investigación.

Con respecto a los recursos humanos de las casas de aco-

gida, se ha incluido a las personas que realizan una labor

específica en estos establecimientos. En este sentido, se han

considerado los siguientes indicadores: número de trabaja-

doras, situación laboral, funciones, cualificación profesional,

horarios, personal de apoyo y otras colaboraciones.

38 ÍNDICE

Casas de acogida en la provincia de AlicanteContexto histórico e internacional

En cuanto a la infraestructura, se han tenido en cuenta

las características materiales y espaciales; se ha estudiado su

ubicación, el tipo de edificio, dependencias, distribución del

espacio, equipamiento y seguridad. Previamente al trabajo

de campo, se ha llevado a cabo una revisión bibliográfica de

los trabajos internacionales realizados y publicados sobre las

casas de acogida, así como de los trabajos de ámbito nacio-

nal publicados en España. La búsqueda se realizó en bases

de datos internacionales, utilizando las palabras claves: shel-

ter, battered, women.

Dado que en la búsqueda no aparecieron artículos con

referencia a la situación de las casas de acogida en España,

para identificar las investigaciones llevadas a cabo sobre

la situación en el país, se ha utilizado el buscador Google y

las palabras clave: casas de acogida y mujeres maltratadas.

Además, se ha contado con la información extraída de la

Hemeroteca del Instituto de la Mujer. Se han obtenido tres

estudios de ámbito nacional sobre las casas de acogida para

mujeres maltratadas: el último data de 1996. No se ha encon-

trado ninguna publicación que trate específicamente sobre

el tema objeto de este trabajo. Para los antecedentes histó-

ricos se han consultado fuentes del Ministerio de Trabajo y

Seguridad Social y el libro Beneficencia i Sanitat en els muni-

Ana Paula Cid Santos

39ÍNDICE

cipis valencians que, a través de investigaciones y consultas

en el Archivo Municipal de Alicante, aportan luz sobre lo que

puede considerarse el origen de estas casas.

¿Cómo surgen las casas de acogida?

La lucha para erradicar la violencia contra las mujeres co-

mienza en la década de los setenta. En estos años, en los Es-

tados Unidos cada 30 segundos una mujer era golpeada por

su compañero, cónyuge o ex-marido, y un tercio de las muje-

res víctimas de homicidios eran asesinadas por sus propios

maridos o amantes. En el 80% de los casos la policía había

sido llamada al menos una vez, para intervenir en las situa-

ciones de violencia doméstica antes de que se desencadena-

ra el crimen. El maltrato a las mujeres y los abusos a meno-

res se consideraban ya entonces el mayor problema social, y

los estudios se centraban en interpretar el significado social

de la violencia en la familia, sus causas y las estrategias para

combatirla.

El movimiento de casas de acogida no sólo fue una pri-

mera respuesta a la violencia doméstica; su objetivo estraté-

gico consistía en cuestionar el modelo familiar vigente y se

planteaba como tarea definir las formas familiares donde no

40 ÍNDICE

Casas de acogida en la provincia de AlicanteContexto histórico e internacional

existía violencia y donde se había completado la ruptura con

un modelo patriarcal.

Los objetivos comunes compartidos por las casas de aco-

gida creadas en ese momento eran: promover un ambiente

de cuidados y seguridad para las mujeres maltratadas y sus

hijos; ofrecerles soporte emocional y asesoramiento socio-

psicológico; proveer información sobre los derechos legales

de las mujeres; dar asistencia en las comparecencias ante los

juzgados; aportar opciones de vivienda, y explorar objetivos

y direcciones a tomar en una vida futura.

El movimiento de casas de acogida para mujeres maltra-

tadas que surge en estos años, estuvo muy influenciado por

los sectores feministas que tomaron la iniciativa y la orga-

nización de muchos de estos centros. Cuando se planteó el

desarrollo de estos servicios, el objetivo no era sólo ayudar

a las mujeres, sino construir espacios y organizaciones que

mantuvieran los valores de participación e igualdad en to-

das las personas. Muchas casas de acogida adoptaron una

estructura colectivista y no jerárquica. Las normas fueron mi-

nimizadas y las decisiones eran tomadas por consenso. Las

residentes participaban activamente en el desarrollo de los

programas que se llevaban a cabo. Dado que se potenciaba

la auto-ayuda, antiguas residentes eran animadas a volver

Ana Paula Cid Santos

41ÍNDICE

como trabajadoras para dar soporte y servir como modelos

de mujer que habían conseguido tener el control sobre sus

vidas. Estas casas encontraron pronto problemas para su fi-

nanciación y la lentitud del proceso de consenso les llevó a

contradicciones entre los valores a mantener y la práctica del

día a día. No sólo ofrecían refugio a las víctimas de la vio-

lencia sino que llamaron la atención pública sobre la difícil

situación que estas personas tenían que soportar.

La razón por la que la violencia doméstica emerge en este

momento histórico concreto (los años setenta) como pro-

blema social, se hallaría en el hecho de la mayor presencia

de las mujeres en el mercado laboral, y de su mayor poder

en las esferas legal y cultural. A esto se añadiría el declive

de la institución familiar como instrumento de dominación

femenina. También se une a ello la fuerza del movimiento

feminista, que ha elegido atacar el punto débil, y no el fuerte,

de la dominación masculina.

En 1982 se habían creado en los Estados Unidos 300

centros de acogida y se había reconocido el “síndrome de la

mujer maltratada” dentro de la Clasificación Internacional de

Enfermedades. El movimiento de casas de acogida para mu-

jeres maltratadas representó uno de los movimientos que

más rápidamente se expandieron a través de toda la nación

42 ÍNDICE

Casas de acogida en la provincia de AlicanteContexto histórico e internacional

desde la guerra de Vietnam. A medida que la sociedad fue

tomando conciencia del problema, las agencias federales,

estatales y locales del estado de bienestar empezaron a ha-

cerse cargo y financiar estos centros; lo que no dejaba de ser

un triunfo, ya que daba la posibilidad de acceder a mayo-

res fuentes de financiación y hacía crecer la visibilidad de las

mujeres maltratadas ante la sociedad. Pero también se pagó

un precio, pues la financiación estatal supuso abandonar el

tipo de organización colectivista y de democracia directa en

aras de una mayor profesionalización y burocratización.

La situación en España

En España, la génesis de estas instituciones es diferente

a la de otros países desarrollados, pues comienzan a crear-

se en 1984, y parten de la experiencia de los modelos que

ya estaban en funcionamiento en Europa, en concreto In-

glaterra y Francia. Las casas de acogida en España se crean

directamente por los Ayuntamientos y las comunidades au-

tónomas. Son veinte años de experiencia. Sin embargo, se ha

escrito muy poca literatura científica al respecto. Existen en

la actualidad más de 125 centros de acogida.

La inversión anual en centros es de 1,8 millones de euros.

La mayor parte de esta financiación proviene del impuesto

Ana Paula Cid Santos

43ÍNDICE

sobre la renta. Hay una gran variación en la financiación de

estos programas de acogida, algunos cuestan 30.000 euros,

otros se financian con 126.000 euros. Las cifras que se ma-

nejan en ocasiones engloban tanto a los centros de aco-

gida como a los albergues, a los pisos tutelados y pisos de

emergencia que, en principio, tienen diferentes objetivos. La

Comisión del Parlamento Europeo para los Derechos de las

Mujeres recomendaba en 1987 una plaza por cada 10.000

habitantes. En España hay una por cada 310.000 habitantes,

según datos de 1998.

El primer trabajo que se publica en España data de 1982

y es anterior a la puesta en marcha de este tipo de centros.

En ese momento, se recogían 1.300 denuncias mensuales de

malos tratos. Las mujeres tras la denuncia volvían al hogar fa-

miliar; no existían soluciones de emergencia. Este informe se

elaboró tras la visita a diferentes centros en Inglaterra y Fran-

cia. En el Reino Unido existía ya entonces una Federación Na-

cional de refugios para mujeres maltratadas que agrupaba

a 200 casas entre Inglaterra, Escocia y País de Gales. La fina-

lidad de este informe realizado por el Instituto de la Mujer

era que sirviera como documentación básica para aquellas

instituciones y organismos españoles que estuvieran intere-

44 ÍNDICE

Casas de acogida en la provincia de AlicanteContexto histórico e internacional

sados en la creación de casas de acogida para mujeres mal-

tratadas.

Seis años más tarde, en 1992, el Instituto de la Mujer publi-

ca un informe en el que se recoge la experiencia de 25 casas

que ya están trabajando en distintas poblaciones españolas.

Es un amplio estudio con una metodología cuanti-cualitati-

va. En él, se realiza un análisis del perfil socioeconómico, tan-

to de la mujer maltratada como del maltratador, y del tipo de

maltrato que llega hasta estos centros. Se recoge, así mismo,

datos sobre la infraestructura, localización, funcionamiento y

equipo de trabajo de los centros. Se analizan los puntos crí-

ticos y los fuertes que en ese momento se encuentran, y las

autoras proponen al final del mismo, un nuevo modelo de

referencia, basándose en los datos obtenidos. En este trabajo

también se confrontaron experiencias con casas de acogida

situadas en Estocolmo, Londres y Bruselas.

El último trabajo de ámbito nacional que se ha encon-

trado corresponde a 1996. Recoge información a través de

cuestionarios de cincuenta casas de acogida en todo el terri-

torio español. Este informe hace especial hincapié en la he-

terogeneidad que existe entre las casas de acogida en lo re-

ferente a la gestión, capacidad, medios económicos, equipos

de profesionales, recursos y criterios de admisión. Mantiene

Ana Paula Cid Santos

45ÍNDICE

que no existe una situación análoga en todas las Comunida-

des Autónomas y aboga por unificar criterios.

De este trabajo se extraen algunos datos de especial rele-

vancia. Son los siguientes:

• Sólo el 46% de la muestra es un servicio exclusivo para mu-

jeres maltratadas. El 54% restante acoge a mujeres con di-

ferentes problemas.

• Un 28% se gestiona por los ayuntamientos, el 26% por Co-

munidades Religiosas, el 14% Asociaciones de mujeres, el

4% la Confederación de Asociaciones de Vecinos (C.A.V.E.)

y el 28% restante es gestionado por diferentes institucio-

nes.

• El 56% no realiza ninguna actividad específica con las mu-

jeres y los niños. Un 32% realiza talleres de Cerámica, Corte

y Confección. En el 12% se realiza terapias grupales o indi-

viduales.

En cuanto a su dependencia económica:

• El 76% está financiado total o parcialmente por ayunta-

mientos.

• El 12% exclusivamente por Comunidades Religiosas.

• Un 12% diferentes Organismos e Instituciones.

• Ninguna está financiada por asociaciones de mujeres.

46 ÍNDICE

Casas de acogida en la provincia de AlicanteContexto histórico e internacional

En este trabajo se plantea que el 60% de las mujeres que

residen en una casa de acogida, vuelve con el maltratador.

Desde ese año de 1996 no se tiene constancia de ningún

otro trabajo de ámbito nacional que evalúe la situación en la

que se encuentran las casas de acogida.

La situación de las casas de acogida en la provincia

de Alicante

Atendiendo a la tipología establecida en la orden del 17

de febrero de 2003, en la provincia de Alicante existen:

– Una casa de acogida con carácter de emergencia.

– Seis centros de acogida.

En la siguiente relación se denomina a cada casa por la orga-

nización que la gestiona, y refleja alguna de sus características:

• Emaus:

Organización fundada por el sacerdote católico francés

Abbé Pierre, miembro de la resistencia durante la segunda

guerra mundial. Diputado entre 1947-1951. Ardiente defen-

sor de los derechos humanos, especialmente el derecho a la

vivienda.

Director general en España es Francisco Nadal Ivus.

Asociación estatal laica.

Ana Paula Cid Santos

47ÍNDICE

Centro de acogida: Casa con amplio jardín situado a las

afueras de un núcleo urbano de 16.000 habitantes, en la Ma-

rina Baixa.

Capacidad máxima para 8 mujeres y 9 niños.

• Adoratrices Esclavas de Santísimo Sacramento

y de la Caridad

Fecha de constitución: 1 de enero de 1857. Organización

de ámbito estatal que trabaja con colectivos de mujeres, dro-

godependientes, personas reclusas y ex reclusas.

El centro que gestiona en Alicante está en funcionamien-

to desde 1988.

Centro de acogida: Dos pisos unidos dentro de un com-

plejo religioso, en pleno casco urbano de Alicante ciudad.

Capacidad máxima para 9 mujeres y 11 niños, de 0 a 7

años.

• Mensajeros de la Paz

Fundada en 1972 por el sacerdote Ángel García Rodrí-

guez, es “una organización de carácter laico progresista”, se-

gún el Directorio ONGD 2000, de la coordinadora de ONGs de

España.

48 ÍNDICE

Casas de acogida en la provincia de AlicanteContexto histórico e internacional

Gestiona la casa de emergencia constituida por dos pisos

unidos. Se encuentra situada dentro de un gran bloque de

viviendas, en un barrio de la periferia de la ciudad de Alican-

te.

Capacidad para 6 mujeres y 6 niños. Admiten adolescen-

tes, pero en el caso de los varones se valora su posible admi-

sión en la casa.

• Mujeres por la Democracia

Federación de ámbito estatal, dirección Génova 13.

Fecha de constitución: 10 de agosto de 1992.

Colectivos de atención: jóvenes, mujeres y personas con

minusvalías.

Gestiona una casa de acogida formada por dos pisos uni-

dos dentro de un bloque pequeño de viviendas. Situado en

el núcleo urbano de una población de 50.000 habitantes en

la Vega Baja.

Capacidad para 4 mujeres y 8 niños. Los niños son admi-

tidos hasta los 14 años.

• Gesmed (Gestión Socio-sanitaria del Mediterráneo)

Según informa en su página web, “surge con el objetivo

de desarrollar la gestión socio-sanitaria del Grupo Imedes

Ana Paula Cid Santos

49ÍNDICE

como respuesta a las nuevas necesidades generadas en un

mercado de rápido crecimiento: los servicios de atención a

personas. Ayuda a domicilio, residencias de personas ma-

yores, discapacitados, menores, mujeres maltratadas y otros

programas de acción comunitaria dirigidos a colectivos con

necesidades específicas”.

Tiene un convenio hasta el año 2006.

Gestiona un centro de acogida situado eano de Alicante

ciudad.

Capacidad para 9 mujeres y 18 menores. En principio no

hay límite de edad para los menores, pero se valora en cada

caso. El límite está en los 14 años para los varones, pero se ha

saltado esta condición con frecuencia.

• Fundación Nuestra Señora del Carmen

Es un Patronato, cuyo presidente es el alcalde de la loca-

lidad donde está ubicada, que posee 6.000 habitantes y está

situada en el interior de la comarca de la Marina Alta.

Casa de acogida: Edificio antiguo anexo a una residencia

de ancianos.

Capacidad máxima de 7 plazas para niños y 7 para muje-

res. Por la proximidad con la residencia no se admiten niños

mayores de 8 años.

50 ÍNDICE

Casas de acogida en la provincia de AlicanteContexto histórico e internacional

• Hermanas Oblatas del Santísimo Redentor.

En 1870 se convierte en Congregación religiosa. Desde

entonces intervienen en barrios periféricos, zonas donde se

ejerce la prostitución, atención a adolescentes y jóvenes en

situación de riesgo, madres solteras y mujeres maltratadas.

Casa de acogida: Dos pisos unidos dentro de un complejo

religioso, situado en el núcleo urbano de la ciudad de Alican-

te.

Capacidad para 13 mujeres (6 en un piso y siete en otro).

Se admiten menores de 18 meses.

Total de plazas en la provincia de Alicante:

• Para mujeres: 56.

• Para niños: 66.

• Total de ingresos anuales: 158 mujeres y 202 menores.

(últimos datos, de 2002).

Conclusiones

Tras analizar las respuestas que se han obtenido de las

diferentes entrevistas, este estudio llega a las siguientes con-

clusiones:

• Las últimas leyes y órdenes establecidas por la Generalitat

Valenciana con respecto a las casas de acogida unifican

Ana Paula Cid Santos

51ÍNDICE

criterios en cuanto a la organización y funcionamiento de

estos centros.

• Se han establecido los mecanismos de coordinación ade-

cuados para el rápido acceso a las casas de acogida de

aquellas mujeres que cumplen los criterios. El 83 % de estas

mujeres y sus hijos llegan a las casas a través de los Centros

24 Horas y de los Servicios Sociales municipales.

• Las organizaciones y el personal directivo que gestiona es-

tos centros mantienen diferentes criterios en cuanto a las

causas y soluciones de la violencia de género.

• No existe en la provincia de Alicante un centro exclusivo

para mujeres maltratadas que atienda a estas mujeres de

manera integral. Tampoco hay viviendas tuteladas, que es

una de las tipologías estipuladas por la ley.

• Atendiendo a los modelos establecidos las casas de acogi-

da de Alicante responden a los modelos de servicio social y

de bienestar familiar.

• El 30% de los ingresos en estos centros son mujeres, con o

sin cargas familiares, que carecen de recursos, y el motivo

de su ingreso no es la violencia. Por malos tratos ingresa el

51,21 %.

52 ÍNDICE

Casas de acogida en la provincia de AlicanteContexto histórico e internacional

• Solo una minoría de las mujeres que sufren violencia acce-

den a las casas de acogida. Ingresan al año un total de 158

mujeres y 202 menores.

• El perfil socio-económico y educativo de las mujeres que

acceden a estos centros es bajo. Casi el 44% no ha obteni-

do el graduado escolar.

• Las mujeres inmigrantes, por su mayor precariedad socio-

económica, ocupan en la actualidad casi el 50% de las pla-

zas en estos centros.

• Las casas de acogida son un recurso limitado en el tiem-

po, que requiere de una red muy amplia de servicios de la

comunidad para que las mujeres y sus hijos puedan tener

una salida adecuada y consigan la autonomía deseada.

• El déficit de guarderías, el difícil acceso a una vivienda y

la precariedad laboral son los problemas que se destacan

como más importantes; son recursos que siguen sin estar

al alcance de estas mujeres, a pesar de que en los trabajos

y estudios de los años ochenta ya se alertaba sobre la cues-

tión.

• La carencia de estos medios externos a las casas (guarde-

rías, vivienda, trabajo…) disminuye la eficacia de este re-

curso.

Ana Paula Cid Santos

53ÍNDICE

• Las casas de acogida se encuentran, por lo general, insufi-

cientemente financiadas, lo que repercute en su funciona-

miento.

• Se desconoce el número de mujeres que consiguen reha-

cer sus vidas de una forma autónoma, después de pasar por

los programas de intervención de una casa de acogida.

54 ÍNDICE

Casas de acogida en la provincia de AlicanteContexto histórico e internacional

Esteban Jiménez Pina

Comparación social, afrontamiento y resultados en bienestar y adaptación

en pacientes fibromiálgicos

Introducción

Aunque la comparación social y su conceptualiza-

ción como proceso cognitivo resultante de la inte-

racción con otros fue iniciado por Festinger (1954),

sus desarrollos posteriores y su aplicación en el ámbito de

la Psicología Social de la Salud ha cobrado especial interés

en las últimas décadas (Affleck et al., 1987; Taylor et al., 1990).

Goethals y Darley (1977) ya expusieron explícitamente que

cuando percibimos una situación amenazante la compara-

ción con otros podría tener fines adaptativos. Por su parte,

Gibbons y Gerrard (1991) describen la comparación social

como un proceso que se enmarca entre las diferentes formas

de afrontamiento utilizadas ante el padecimiento de una si-

tuación estresante como es la enfermedad.

Consideramos que el dolor crónico y, concretamente el

síndrome fibromiálgico, por sus particulares características

de estrés, incertidumbre y amenaza, es un marco idóneo

para el estudio del proceso de comparación social y su rela-

ción con otras formas de afrontamiento.

56 ÍNDICE

Comparación social, afrontamiento y resultados en bienestar y adaptación en pacientes fibromiálgicos

Objetivo general

Conocer las relaciones que se establecen entre la compa-

ración social, el afrontamiento y, los resultados adaptativos

en términos de salud y bienestar psicológico en pacientes

de fibromialgia.

Procedimiento

Para llegar al objetivo dividimos nuestro trabajo de inves-

tigación en dos partes:

La primera parte abarca una revisión bibliográfica en la

que queremos conocer el estado actual de la investigación

de la comparación social en dolor crónico. Se describe el pro-

cedimiento de revisión, los resultados obtenidos y las con-

clusiones.

La segunda parte plantea un proyecto de investigación

para conocer la relación entre el proceso de comparación

social -en sus distintos tipos, aspectos que se comparan y

referentes-, los distintos tipos de afrontamiento y, los resulta-

dos adaptativos en términos de impacto en salud y bienes-

tar psicológico en pacientes de fibromialgia. Para ello, plan-

teamos objetivos específicos y sus hipótesis y describimos

el método por el cual vamos a llevar a cabo la investigación

empírica.

Esteban Jiménez Pina

57ÍNDICE

Resultados

Nos muestran el perfil sociopsicológico de la enferma de

fibromialgia de la provincia de Alicante, así como las relacio-

nes entre comparación social, estrategias de afrontamiento,

percepción de amenaza, estado de ánimo y adaptación a la

enfermedad. Obtenemos conclusiones sobre el perfil de las

enfermas, su afrontamiento y su adaptación.

58 ÍNDICE

Comparación social, afrontamiento y resultados en bienestar y adaptación en pacientes fibromiálgicos

M.ª Dolores Perales Poveda

La influencia de la Masonería alicantina en la sociedad de la Restauración:

1875-1923

Desde 1983, la mayor parte de los estudios realizados

en España sobre masonería se llevan a cabo bajo la

dirección del Centro de Estudios Históricos de la Ma-

sonería Española (CHEME) que coordina y dirige el profesor

Ferrer Benimeli. Esto supone que en España resulte habitual

lo que desde hacía tiempo tenía lugar en otros países como

Bélgica, Italia o Francia, en los que se venían realizando es-

tudios de carácter histórico, dedicados a la masonería y sus

implicaciones sociales, ideológicas, políticas culturales... En

España, desde la década de los 80, en diversas universidades

se están llevando a cabo una serie de estudios, que preten-

den profundizar en la composición sociológica de las logias,

planteándose hipótesis de trabajo en las que se cuestiona

aspectos tales como la influencia determinante de las logias

en la sociedad y en la evolución política de su tiempo, la rea-

lidad de la masonería como fenómeno de la historia socio-

política o la interacción entre sociedad y masonería.

La revolución de 1868 y los cambios políticos que llevó

aparejados, supuso que la masonería española dejase de ser

perseguida, lo que permitió al amparo de la nuevas Leyes de

Asociación, un resurgir de la misma después de tantos años

60 ÍNDICE

La influencia de la Masonería alicantina en la sociedad de la Restauración: 1875-1923

de trabas y persecución gubernamental. En el período com-

prendido entre 1868 y 1899, la fachada mediterránea se con-

virtió en una de las zonas de la península española de mayor

expansión masónica, y más concretamente las comarcas va-

lencianas del sur, con Alicante a la cabeza, experimentaron

un importante proceso de auge y expansión, propiciado en

buena medida, por la propaganda que supuso la elección

en 1876 del jefe del partido liberal Práxedes Mateo Sagasta

como Gran Maestre del Gran Oriente Español. Durante este

periodo, hemos podido constatar a partir de la documenta-

ción extraída del Archivo Nacional de Salamanca que se crea-

ron cuatro logias para la ciudad de Alicante, y once reparti-

das en todo el territorio de la provincia. Además de las logias,

varios organismos masónicos entre los que cabe destacar el

Capítulo Lucentino y la Cámara de caballeros Kadoch.

Sigue siendo bastante común asociar a la masonería tan-

to a objetivos de control nacional e internacional, como al

poder político y económico. Ha contribuido a ello, el llamado

“secreto masónico”, impulsado tanto por los enemigos de la

Orden del Gran Arquitecto del Universo, como por sus miem-

bros, lo que complica la posibilidad de conocer el influjo real

que la masonería pudo ejercer en la sociedad de su tiempo.

M.ª Dolores Perales Poveda

61ÍNDICE

En el caso de Alicante, hemos podido comprobar que las

logias, conformadas por una mesocracia muy vinculada en

lo político a las diferentes facciones del partido republicano,

formaron parte de un tejido asociativo que en la segunda

mitad del siglo XIX, se mantendría como un plano interme-

dio entre los individuos y sus relaciones personales y entre

el Estado y sus instituciones, desempeñando un doble papel:

como apoyo y protección al individuo y a la vez como ins-

trumento de control de las respuestas y comportamientos

contrarios a los intereses y estabilidad del sistema que pu-

diera generar determinados sectores de la sociedad. Hemos

de considerar al respecto, que la masonería decimonónica,

lejos de asumir el papel “revolucionario” y de subversión del

orden que tradicionalmente se le ha venido adjudicando,

hará eco de propuestas abocadas a la creación de un mo-

delo de Estado organicista, que trate de armonizar la acción

individual, la social y la del Estado, teniendo siempre como

referencia un orden de valores en el que, la libertad, la pre-

ponderancia del individuo, la búsqueda del conocimiento y

el valor de lo universal habrán de ser la piedra angular. Para

ello, se dedicaron algunas tenidas a fomentar el sentido crí-

tico de sus asistentes, buscando consolidar la conciencia de-

mocrática de sus adeptos. Con esta mentalidad, los masones

62 ÍNDICE

La influencia de la Masonería alicantina en la sociedad de la Restauración: 1875-1923

alicantinos pusieron en marcha campañas contra la pena

de muerte, la esclavitud, y la prostitución reglamentada. De

igual modo, las logias femeninas, -en el caso de Alicante la

Cámara de Adopción creada por la Constante Alona- sirvie-

ron para que un número considerable de mujeres de clase

media, unidas por su heterodoxia, hiciesen causa común en

la defensa de la libertad, del progreso y de la razón.

La fe en la educación como motor de cambio en la socie-

dad respondía a una idea generalizada de los liberales de la

época y será precisamente en las reformas pedagógicas y en

la defensa de un sistema educativo ajeno a los presupuestos

de toda religión, donde mayormente influirían los núcleos

intelectuales. En Alicante, las logias y los círculos de libre

pensamiento, haciendo causa común, no solo pusieron en

marcha numerosas campañas en pro de la enseñanza laica y

de la educación femenina, sino que además, crearon cuatro

escuelas laicas, y una escuela destinada a instruir a las clases

trabajadora que estuvo vinculada exclusivamente a la logia

Constante Alona .

La participación de la masonería en la realidad de su

tiempo estuvo además marcada por una individualización

del masón que instalándose en las propias estructuras del

sistema, interferirá en muchos casos en actitudes y en ideas

M.ª Dolores Perales Poveda

63ÍNDICE

abocadas al bien general. En la esfera de lo económico, dos

instituciones claves para la modernización económica de

nuestra ciudad –La Caja Especial de Ahorros y la Cámara de

Comercio –, fueron proyectos promovidos e impulsados por

Eleuterio Maisonnave, iniciado en 1876 en la logia Constante

Alona con el nombre simbólico de “Pericles”, además los Con-

sejos de Administración de ambas instituciones a su crea-

ción, contaron con la presencia de hombres de élite en la vida

masónica alicantina: Amando Alberola, Manuel Ausó Monzó

y Ausó Arenas, Primitivo Carreras, José Guardiola, Francisco

Linares Such y José Gacia Soler entre otros.

De igual modo, el Ayuntamiento de Alicante entre 1887

y 1895 contaría con la presencia de varios masones alican-

tinos, periodo coincidente con el inicio de remodelación ur-

banística, que si bien en Alicante estuvo siempre a remolque

de los intereses de la burguesía local, la conciencia crítica

de urbanistas y pensadores se enfrentó a la incapacidad de

ciertas sociedades para modernizar la ciudad en base a los

nuevos criterios higienistas que nos iban llegando de Euro-

pa. Además, la creación de un nuevo cementerio con un es-

pacio destinado al enterramiento civil y la puesta en práctica

de medidas higiénico-sanitarias para el mantenimiento de la

salubridad pública daban muestras de interés por dotar a la

64 ÍNDICE

La influencia de la Masonería alicantina en la sociedad de la Restauración: 1875-1923

ciudad de una amplia oferte de servicios e infraestructura, a

pesar de las limitaciones propias de los Ayuntamientos res-

tauracionistas.

Los miembros de la Orden, hicieron notar además su pre-

sencia en buen número de sociedades de acometido cultu-

ral: El Ateneo de Alicante, la Sociedad de Escritores y Artistas,

la Sociedad Iris o la Sociedad económica de Amigos del país

y ocuparon cargos de dirección y de fundación en la mayor

parte de periódicos alicantinos de ideología progresista: Las

Germanías, La Unión Democrática, El Liberal, El Porvenir, El

Republicano, El Crisol....

Al igual que muchas de las asociaciones del siglo XIX, las

logias fueron espacios de asociación capaces de canalizar

las corrientes culturales que en Europa ya estaban surgien-

do. Hemos podido comprobar, la presencia que mantuvie-

ron en todas aquellas estructuras que fueron claves para el

poder socioeconómico, pero además, en aquellas otras que,

de un modo u otro condujeron el proceso de construcción

cultural. Ello se tradujo frente al ostracismo imperante, en un

impulso de apertura intelectual y de cambio de mentalidad

en los alicantinos. Obviamente, un proceso largo, complejo, y

no exento de tensiones, pero la masonería alicantina no per-

maneció al margen y supieron desempeñar un doble papel,

M.ª Dolores Perales Poveda

65ÍNDICE

como apoyo y en muchos casos dando protección al indivi-

duo y a la vez como instrumento de control de las respuestas

y comportamientos contrarios a los intereses y estabilidad

del sistema que pudiese generarse por el desarrollo de de-

terminados sectores de la sociedad.

66 ÍNDICE

La influencia de la Masonería alicantina en la sociedad de la Restauración: 1875-1923

Manuel Rodríguez Maciá

La Festa d’Elx y la identidad de la ciudad

La representación de la muerte y asunción de la Virgen,

que todos los 14 y 15 de agosto se celebra en Elche,

se ha convertido desde hace varios siglos en la fies-

ta de la ciudad. A este carácter festivo de la representación

entiendo que se debe fundamentalmente el secreto de su

supervivencia a lo largo del tiempo. En muchos lugares de

Europa, también de América, hubo representaciones de si-

milares características, que con el paso del tiempo fueron

desapareciendo. A pesar de todo, la fiesta de Elche permane-

ció debido al arraigo popular que se manifestó en la defensa

que el Concejo de la Villa llevó a cabo de su fiesta. La fiesta es

una celebración comunitaria y en ella se reconoce la propia

comunidad, interiormente, y también ante los otros.

A lo largo del presente trabajo he tratado de exponer

cómo a través de las manifestaciones cultuales y festivas en

honor a la Patrona, y especialmente de la representación del

Misterio de Elche, se ha proyectado a través del tiempo la

vida de la ciudad y el papel que han jugado en la configura-

ción de su identidad. Las fiestas, y especialmente la represen-

tación de “La Festa”, son la representación de la ciudad.

68 ÍNDICE

La Festa d’Elx y la identidad de la ciudad

El presente trabajo titulado: “La Festa d’Elx i la identitat de

la ciutat” lo he dividido en los capítulos siguientes :

Introducción

I) El calendario festivo ilicitano.

II) Los orígenes de la fiesta de la Asunción en Elche.

III) La Fiesta del Corpus y la representación del Misteri.

IV) La Festa manifestación del poder local

V) La leyenda de la Venida de la Virgen y la identidad de

Ilici.

VI) El patronazgo de Nuestra Señora de la Asunción, ma-

nifestación de la identidad de la comunidad: Las ro-

gativas origen del patronazgo.

VII) La función del patronazgo en la actualidad.

En la introducción he querido poner de manifiesto el ca-

rácter festivo de la representación, pues sin esta dimensión

festiva, entendida en el más amplio sentido de la palabra, no

podemos tener una visión cabal de la representación de la

fiesta y el sentido comunitario que la misma adquiere. Así

como he pretendido contextualizar la fiesta de Elche en la

tradición de la fiesta de la Asunción en la Iglesia y en las di-

versas representaciones asuncionistas que se han llevado a

cabo en otros lugares. Afirmar la identidad no significa pro-

fundizar las diferencias con los otros, pues no existe valor

Manuel Rodríguez Maciá

69ÍNDICE

humano que no se pueda compartir. Profundizar en la iden-

tidad significa descubrir la universalidad de aquellos valores

que afirmamos. En ocasiones, se ha visto la representación

del Misterio de Elche, como un hecho extraordinario, único,

pero en definitiva marginal. Es necesario, sin olvidar las parti-

cularidades propias, recuperar el entorno propio de la Festa

para descubrir sus valores más profundos.

En el primer capítulo se trata de la particularidad del ca-

lendario festivo ilicitano.

La representación del Misterio es el eje del ciclo festivo,

pero, además de las representaciones de los días 14 y 15 de

agosto y de los actos cultuales y festivos que tienen lugar en

esos días tales como la Procesión, la mañana del dia 15, la “roà”

que se lleva a cabo desde la caída de la tarde del 14, hasta la

hora de la procesión el día de la Virgen, la Nit de l’Albà, la no-

che del 13. Hay que considerar también que durante todo ese

mes de agosto, dedicado a la fiesta de la Asunción de la Virgen;

se celebran la prueba de voces del día 6 de agosto, la prueba

del ángel, la tarde del día 10, las salves que es como popular-

mente se conoce la octava de la Asunción, o el acto de despe-

dida del mes la noche del 31. Pero la fiesta de la Asunción se

repite a lo largo del año. Entre estas festividades cabe destacar

la celebración de la Venida de la Virgen, fiesta que se celebra el

70 ÍNDICE

La Festa d’Elx y la identidad de la ciudad

29 de diciembre, enmarcada en pleno ciclo navideño, y que re-

memora la leyenda de la aparición de la imagen de la Patrona

en las playas del Tamarit, portadora de la consueta o directorio

de la representación de la Festa. Se describe la celebración de

la fiesta en la actualidad teniendo en cuenta las innovaciones

habidas en los últimos años. También se narra una breve his-

toria de la misma. Sobre esta fiesta se va a incidir con mayor

profundidad en el capítulo quinto.

La proyección de la Fiesta de la Asunción es constante en

otras fiestas marianas y así ocurre con la de la Purísima. El

día de la festividad se solía sacar en procesión la imagen de

la Patrona, aunque tal procesión no se celebra actualmente,

se conservan algunas tradiciones y se analizan también los

símbolos de esta fiesta de la Inmaculada, que se han introdu-

cido en la iconografía del Misterio de Elche, así como la rela-

ción existente entre estas dos fiestas por medio de la capilla

de música de la Parroquia de Santa María y que se ocupaba

en la representación del Misterio. También se aportan datos

de interés sobre la antigüedad de esta fiesta en Elche, y del

arraigo popular de la misma reflejada en diversas canciones

populares que con motivo de este trabajo se han podido re-

cuperar.

Manuel Rodríguez Maciá

71ÍNDICE

La presencia de la Fiesta de la Asunción se manifiesta

también en la fiesta cristológica por excelencia, la de la Pas-

cua de Resurrección. Además de tratar de la antigüedad de

la procesión de Pascua en la ciudad de Elche, se analiza el

protagonismo de la Virgen de la Asunción en esta procesión.

También se describe la celebración de la vigilia de Pascua tal

como se celebraba antes de la reforma litúrgica del Papa Pío

XII, y que contenía unos elementos de teatralidad que tenían

como objeto la aclamación de la Patrona. La vigilia de Pascua

era como una representación abreviada del acto de la Asun-

ción del día 15 de agosto. La particularidad de esta fiesta en

Elche se relaciona con celebraciones semejantes que he po-

dido presenciar en otras localidades tanto españolas como

italianas. En este apartado de la fiesta de Pascua se aporta el

dato hallado en el archivo municipal de Elche del bocaporte

del camarín de la Patrona realizado por el pintor Manuel Pé-

rez el año 1850.

También se señalan otras manifestaciones festivas, tales

como las del Copatrón de Elche, S. Agatángelo, algunas ce-

lebraciones de la Semana Santa, además de la ya citada de

Pascua, y otros festividades en las que la imagen de la Patro-

na adquiere el protagonismo.

72 ÍNDICE

La Festa d’Elx y la identidad de la ciudad

En los capítulos segundo y tercero he tratado de estable-

cer los orígenes de la tradición de la Festa.

En el segundo capítulo comento los orígenes de la festivi-

dad de la Asunción en Elche.

Después de señalar la centralidad de la fiesta de la Asun-

ción, me pregunto cuál es el origen de esta fiesta en Elche, al

hacerlo no me refiero solamente al origen de la representa-

ción tal como ahora la conocemos, sino a lo que entiendo ha

sido una laguna hasta ahora en los estudios sobre el Misterio,

el estudio de los orígenes de la fiesta de la Asunción en El-

che. Hemos de tener en cuenta que el Misteri se represen-

ta como conmemoración de la Fiesta de la Asunción y por

tanto hemos de considerar la presencia de esta fiesta en la

liturgia de la Iglesia. En el contexto de esta liturgia nace la

representación del Misterio. La dimensión litúrgica le da un

sentido de globalidad a la Festa y la hace convertirse en un

rito comunitario. Para la pervivencia del Misteri a lo largo del

tiempo, ha sido fundamental su celebración en un contexto

litúrgico. El Misterio se ha vivido como una celebración co-

munitaria y, como tal, como una realidad viva.

Junto al estudio de la tradición de la Iglesia concretada en

la liturgia de las iglesias tanto de Oriente como de Occiden-

te, y en las tradiciones asuncionistas (los llamados apócrifos),

Manuel Rodríguez Maciá

73ÍNDICE

se plantea en este apartado la documentación existente so-

bre el origen de esta fiesta en Elche, teniendo en cuenta que

las noticias sobre dicha festividad son anteriores a las de la

representación de la Festa y que se remontan al siglo XIII.

También se aportan datos sobre la relación entre esta fiesta

y la de la de la Parroquia del Salvador, la parroquia más an-

tigua de la ciudad de Elche después de la de Santa María, y

lugar en el que en algunas ocasiones se ha representado el

Misterio cuando no fue posible realizarlo en Iglesia de San-

ta María. El capítulo se completa con el estudio y la aporta-

ción de documentación de representaciones iconográficas

de la Asunción en localidades vecinas a Elche y en manifes-

taciones festivas de la Asunción vigentes en la actualidad o

ya desaparecidas. Entre estas manifestaciones iconográficas

desaparecidas cabe destacar la que existía en la capilla dedi-

cada a la Asunción en la Parroquia de S. Martín de Callosa del

Segura, así como la de la Iglesia de Santa María de Alicante,

templo también dedicado a la Asunción.

En el tercer capítulo trato de la relación entre la represen-

tación del Misterio, que con el tiempo se ha convertido en la

fiesta de la ciudad, y la celebración del Corpus Christi que era

la gran fiesta de la antigua villa de Elche.

74 ÍNDICE

La Festa d’Elx y la identidad de la ciudad

En la primera parte del capítulo se lleva a cabo una bre-

ve referencia a la historia litúrgica de esta fiesta incidiendo

en sus orígenes en la prehistoria de la misma y que habría

que remontarla al siglo V. Tras analizar la ordenación de esta

fiesta en el siglo XIII, se hace hincapié en cómo la fiesta del

Corpus se desarrolla en la Europa de las ciudades, en plena

efervescencia de las mismas, y por tanto podemos hablar de

esta festividad como una fiesta eminentemente urbana.

La celebración de la fiesta del Corpus nace de un poder

centralizado, como es el de la Iglesia, por lo que a pesar de

las particularidades de cada país, de cada localidad, existe en

todas ellas una gran similitud. Esta fiesta se convierte en un

lugar de encuentro de las manifestaciones culturales, pues

se transmiten una serie de elementos de una ciudad a otra.

Podemos decir que la fiesta del Corpus crea una interrela-

ción cultural entre las ciudades de Europa. Así pues, muchos

de los elementos iconográficos de la procesión del Corpus

son los mismos en las diversas ciudades europeas.

Especial atención se presta a la celebración del Corpus en

la ciudad de Valencia. De hecho para algunos historiadores

el origen de la decisión papal en el siglo XIII de universali-

zar esta fiesta tiene su origen en el suceso de “los Corporales

de Lluchent”, hecho considerado milagroso y ocurrido en el

Manuel Rodríguez Maciá

75ÍNDICE

antiguo Reino de Valencia. De otra parte el desarrollo de la

fiesta del Corpus en Valencia se convierte en el modelo que

se va a seguir en el resto de las ciudades del antiguo Reino.

A imitación de la celebración de la de Valencia se celebra,

dentro lógicamente de las posibilidades, la de Elche, al igual

que ocurre en otras ciudades como Orihuela, Alicante, Mo-

rella, Xàtiva, Gandia... Se analiza la celebración actual en la

ciudad de Elche y tal como se celebraba en siglos anteriores

La fiesta del Corpus tuvo en Elche su máximo esplendor

durante los siglos XV y XVI siendo la gran fiesta de la ciudad.

La fiesta de la Asunción iría adquiriendo relevancia especial

a partir de la mitad del siglo XVI, ya en los últimos años de

este siglo empieza a ser considerada la fiesta principal de

la ciudad. También en este caso, al desplazar la fiesta de la

Asunción a la del Corpus, se demuestra la centralidad mario-

lógica del calendario ilicitano. De todos modos todavía du-

rante los siglos XVII y XVIII la fiesta del corpus se continuaría

celebrando con gran esplendor. Un documento de especial

importancia para conocer el modo en que en estos siglos se

realizaba esta fiesta en Elche nos la proporciona el relato de

Cristóbal Sanz al describirnos en “Las Excelencias de la Villa

de Elche” los festejos que se celebraron con motivo del ha-

llazgo de una hostia consagrada que había sido robada. En

76 ÍNDICE

La Festa d’Elx y la identidad de la ciudad

su narración nos dice que aquellos festejos se realizaron tal

como se efectuaba la fiesta del Corpus cada año.

La suplantación en la primacía de la fiesta del Corpus

por la de la Asunción nos conduce a llevar acabo algunas

reflexiones sobre la relación entre la celebración de la re-

presentación de la Festa y la del Corpus. La posibilidad de

encontrar los orígenes de la representación del Misterio de

Elche en el contexto de la procesión del corpus. Sabido es

la importancia que la celebración de los misterios adquie-

ren en el contexto de esta celebración. La representación de

los misterios de la fe y de su encarnación en la vida de los

santos tiene su culminación en el misterio eucarístico. No es

pues extraño contemplar la representación del misterio de

la Asunción de María en el contexto de esta fiesta y así ocurre

en varias ciudades, Toledo, Viterbo...

En el caso de Elche analizamos las noticias del racional de

la villa de Elche en el que se nos narran los misterios que en

la fiesta del Corpus se representaban y entre ellos hay algu-

nos que por su temática parece que se trata de la represen-

tación de la Asunción de María.

También podemos establecer la relación entre estas dos

fiestas en el uso de ciertos artefactos que se utilizan en la re-

presentación de la Festa y que se utilizaban en las represen-

Manuel Rodríguez Maciá

77ÍNDICE

taciones de los misterios del Corpus, como son los casos de

la “Magrana de l’Angel” y de la llamada “Ressèlica” o Aracoeli.

Otro punto de relación que se establece es la de la ca-

pilla de música de la Iglesia de Santa María. La capilla ade-

más de actuar en la representación del Misterio lo hacia en

las solemnidades religiosas más importantes del calendario

litúrgico, entre ellas, claro está, la del Corpus. De hecho del

primer maestro de capilla que conocemos, Lluís Vic, sabemos

que sus emolumentos los recibía tanto de la fábrica de Santa

María y del Concejo Municipal como de la Cofradía del San-

tísimo Sacramento que se ocupaba de la organización del

Corpus y la Octava, cofradía de la que fue mayordomo.

Sobre la existencia de esta cofradía se aportan algunas

sugerencias a la luz del estudio de los sínodos de la diócesis

de Orihuela. Del mismo modo se aportan noticias sobre la

celebración de otros misterios ya desaparecidos en iglesias

de la diócesis en el contexto de la festividad del Corpus, así

como la presencia de personajes propios de la procesión del

Corpus en la procesión de la Venida de la Virgen durante el

siglo XIX.

Se ha puesto también de manifiesto el protagonismo del

Concejo Municipal en esta fiesta.

78 ÍNDICE

La Festa d’Elx y la identidad de la ciudad

El cuarto capítulo está dedicado a la Festa y su vincula-

ción con el poder local.

El tema comienza hablando de cómo el espacio propio

de la Festa es la propia ciudad. La celebración del Misterio

desde sus orígenes está vinculado a la ciudad. La mayor par-

te de la representación se lleva a cabo en el interior del tem-

plo de Santa María, que por otra parte es el punto referencial

más importante de la ciudad. Pero además de la significación

de Santa María como hito urbano, hemos de tener presen-

te que el escenario del Misterio ocupa una parte de la calle,

como es el del breve espacio existente entre la ermita de San

Sebastián, lugar en el que se inicia la procesión de entrada, y

la Parroquia de Santa Maria. Y no solamente eso, la procesión

de la mañana del 15 de agosto por las calles de Elche, trans-

forma toda la ciudad en el escenario de la representación.

La ciudad de Elche adquiere en ese acto la conversión en la

ciudad de Jerusalén, lugar en el que la tradición en la que se

basa el Misterio de Elche sitúa el lugar en el que transcurrie-

ron los últimos días de María. Sobre la comparación entre la

ciudad de Elche y la de Jerusalén, un tema repetido en la lite-

ratura sobre la ciudad, presento un apéndice en este trabajo

en el que efectúo un recorrido desde el primer documento

en el que aparece, a principios del siglo XVII, hasta los auto-

Manuel Rodríguez Maciá

79ÍNDICE

res contemporáneos, pasando lógicamente por los de inspi-

ración en el movimiento romántico.

Al tratar de los orígenes de la celebración de la Festa se

hace referencia a la vinculación que existía con los miembros

más destacados de la pequeña nobleza de la ciudad, vincula-

das al Concejo Municipal. Se plantea cómo desde mediados

del siglo XVI, el Concejo Municipal se vincula con la Festa al

atender la demanda de ayuda económica que solicita la Co-

fradía de Nuestra Señora de la Asunción y el compromiso de

que la ayuda se consiga todos los años.

El protagonismo del concejo Municipal en la representa-

ción de la Festa, aumentará cada vez más. Actuaciones tales

como la iniciativa de pedir a Roma un jubileo perpetuo du-

rante la Octava de la Asunción, o bien la preocupación que

el Consejo Municipal manifiesta por dar a conocer la Festa

fuera de las fronteras locales ya a finales del siglo XVI, son

elementos que ponen de manifiesto esta vinculación del

Concejo Municipal con la representación.

La fama de la que ya en aquellos años goza la Festa d’Elx

también tendrá repercusiones en la ordenación urbana de la

ciudad, lo que implica la toma de decisiones de la autoridad

local, así como la regulación de las mercaderías, sobre todo

de los productos alimenticios ante el gran número de foras-

80 ÍNDICE

La Festa d’Elx y la identidad de la ciudad

teros que ya en los años finales del siglo XVI acudían a Elche

con motivo de su fiesta.

La creciente vinculación del poder local con la Festa tendrá

su punto culminante en la decisión tomada por el Concejo el

año 1609 de hacerse cargo plenamente de su celebración, y

la creación de un sistema impositivo local para sufragar los

gastos de la misma. La creación de estos tributos pondrá de

manifiesto la lucha entre el Concejo Municipal y la autoridad

del Señor de Elche. En la Festa se expresa el deseo de afianzar

el poder local. En el mismo capítulo se hace constancia de lo

que entiendo que hasta ahora es el documento eclesiástico

más antiguo en el que se habla del Misteri: la referencia en

el informe al Papa, correspondiente a la visita “ad limina” que

realiza a el Obispo D. José Esteve.

También el Concejo de la Villa defendió la representación

de la Festa ante la autoridad eclesiástica. Sobre esta cuestión

se aportan datos sobre las decisiones de los sínodos dioce-

sanos de Orihuela en los que se tiende a poner en práctica

los decretos disciplinarios del Concilio de Trento, así como

disposiciones hasta ahora no conocidas de obispos de la

diócesis tendentes a prohibir las representaciones en el in-

terior de las iglesias. Se analizan también la relaciones con la

Manuel Rodríguez Maciá

81ÍNDICE

autoridad eclesiástica después del rescripto de Urbano VIII,

que garantiza la celebración de la Festa.

La fiesta es la manifestación más plena de la comunidad

y a través de ella queda reflejada la situación en la que vive

la población, así en los libros del Concejo Municipal quedan

reflejadas mediante las restricciones que se aplican a La Fes-

ta las penurias que padecen los vecinos de la villa y el campo

de Elche.

La epóca de crisis que atraviesa la fiesta de Elche se vis-

lumbra ya a partir de la segunda mitad del siglo XVIII, se

acentuará a lo largo del XIX. En los presupuestos que duran-

te aquellos años se votan en el Ayuntamiento de Elche se

refleja la depauperada situación de la hacienda como conse-

cuencia de la lamentable situación en la que se encuentra la

población. Tal vez el hecho que mejor revela la situación por

la que aquellos años atraviesa la Festa sea la decisión muni-

cipal de suprimir la capilla de música. Los motivos que para

ello aduce la decisión del Concejo indican claramente cuál

era la situación de extrema pobreza en la que se encontraba

la población.

Los avatares políticos del siglo XIX se manifiestan a través

de la Festa y se hace referencia a los primeros años del sexe-

nio revolucionario, así como a la Primera República.

82 ÍNDICE

La Festa d’Elx y la identidad de la ciudad

También se estudian las inquietudes que surgen en los

primeros años del siglo XX por impulsar la Festa y que ten-

drán su resonancia en el Ayuntamiento a partir del año 1912.

Las diversas iniciativas que durante aquellos años se llevan a

cabo y que desembocan en la creación de la “Junta Protec-

tora de la Festa de Elche”, el año 1924. Entre las labores que

llevó a cabo aquella Junta hay que destacar las reformas en

la representación del Misteri y en las que tuvo un papel des-

tacado D. Óscar Esplá. Sobre la intervención probablemente

más importante de las que se tomaron, la restauración de la

Judiada, escena que se había suprimido desde el siglo XVIII,

se aporta en el presente trabajo un artículo de Rafael Mitjana

de principios del siglo XX ,que me parece de sumo interés

para mejor conocer el alcance de dicha restauración.

Especial atención se presta a las circunstancias en que se

desarrolla el Misteri en el período de la IIª República. La deci-

sión de las autoridades locales durante aquellos años y sobre

todo la posición que adoptan los diversos grupos políticos

representados en el Ayuntamiento , para ello se ha realizado

un extenso trabajo en la documentación de las actas de las

sesiones municipales.

La representación del Misterio se interrumpe como con-

secuencia del incendio de la Iglesia de Santa María en febre-

Manuel Rodríguez Maciá

83ÍNDICE

ro de 1936 y la posterior guerra civil. Hasta el año 1942 no se

volvería a representar el Misterio.

Se analiza el periodo de los primeros años de la dictadura

y las decisiones que se adoptaron respecto al Misteri entre

las que cabe destacar la creación de la “Junta restauradora

del Misterio y sus templos”, decisión en la que tuvo un papel

destacado Eugenio D’Ors. También se analizan las tensiones

habidas entre los miembros de esta junta y los de la Corpora-

ción Municipal, tensiones que ocultaban en muchas ocasio-

nes intereses políticos distintos, aunque claro está, revestidos

del interés de cada cual por cómo preservar mejor la Festa.

El desenlace de aquellas tensiones tuvieron como resul-

tado la decisión del gobierno de crear el Patronato Nacional

del Misterio de Elche, el año 1947. No fueron ajenas algunas

personalidades locales en la creación de esta institución. Con

ello se producía el máximo nivel de intervención del Estado

en la Festa.

Restaurado el sistema democrático en España, se despier-

ta un gran interés por las tradiciones festivas y eso mismo

ocurre con el Misterio de Elche. Desde los primeros momen-

tos de la recuperación del autogobierno valenciano se mani-

fiesta por parte del Consell el interés por la Festa. Transferidas

las competencias de cultura del Estado Central a la Generali-

84 ÍNDICE

La Festa d’Elx y la identidad de la ciudad

tat Valenciana, le corresponde a ésta la gestión del Patronato

del Misterio. El capítulo finaliza analizando la posición tanto

de la Generalitat como del ayuntamiento de Elche, la cola-

boración existente concretada en los presupuestos y tam-

bién en diversas actuaciones ,entre ellas, la declaración del

Misterio como Patrimonio Oral de la Humanidad, así como

también las tensiones entre ambas instituciones presentes

a lo largo de estos años, al igual que antes ocurría con el Es-

tado Central, lo que en definitiva indica la realidad viva de la

Festa.

En el capítulo quinto se plantea el origen de la leyenda

de la Venida de la Virgen y la posterior fiesta como manifes-

tación de la defensa de la identidad de la ciudad.

De entre todas las manifestaciones cultuales y festivas

en honor de la Patrona, esta de la Venida, es después de la

fiesta de agosto la que goza de un mayor calor popular, a la

vez que expresa de una manera bien patente la distinción

de la ciudad de Elche entre los demás pueblos vecinos, y la

convierte en una de las manifestaciones más propias del pa-

tronazgo. La leyenda “Sòc per a Elx”, que según la tradición

estaba inscrita en el arca en la que estaba depositada la ima-

gen, lo refleja con toda claridad. El pasaje que también for-

ma parte de la leyenda de cómo la Patrona fue conducida

Manuel Rodríguez Maciá

85ÍNDICE

por unos bueyes hasta la misma villa de Elche, dirimiendo de

este modo el pleito por su posesión entre los pueblos veci-

nos abunda en la misma idea. Un pasaje, de otra parte, recu-

rrente en muchos otros relatos de apariciones, y sobre el que

se trata en este capítulo, aportando también la novedad de

algún relato poco conocido que difiere en parte de la versión

más popularizada.

Se plantea el origen de la celebración de esta fiesta que

se empieza a solemnizar en los primeros años del siglo XIX

en acción de gracias por haberse librado la ciudad de una

epidemia de peste. Se describe la evolución de esta fiesta

hasta llegar al año 1865, en el que adquiere la estructura bá-

sica que tiene actualmente. También en aquella ocasión las

fiestas tuvieron una especial solemnidad en acción de gra-

cias por haber cesado la epidemia de cólera que afectaba

a la población. El carácter popular de este agradecimiento

se manifestaba también en unas letrillas y que se recogen

en el presente trabajo. Además de hacer referencia a algunas

celebraciones de esta fiesta de especial interés, se describe

el modo en que dicha fiesta se celebraba con anterioridad, al

menos durante el siglo XVIII, celebración de la que práctica-

mente se desconocía todo.

86 ÍNDICE

La Festa d’Elx y la identidad de la ciudad

Se analiza también la leyenda y la pretensión de unir la

venida de la Virgen con la conquista cristiana de la ciudad,

según los diversos relatos que se han transmitido. También

se analiza la relación de la imagen de María con el mar, se

relaciona con las diversas apariciones de imágenes en pa-

recidas circunstancias y se ponen ejemplos de tales hechos

en pueblos vecinos. Entre estas tradiciones merece especial

atención por su similitud la leyenda de la venida de la Virgen

de la Asunción a la ciudad de Porto, toda vez que el lugar

en el que se venera la imagen pertenecía a la casa de Aveiro

vinculada con el señorío de Elche .

Otro de los aspectos que cabe destacar es el origen litúr-

gico de esta fiesta de Maria en pleno ciclo de Navidad ,y se

apunta la posibilidad de que en su origen fue un traslado

de la festividad de la de la Expectación del Parto. Los indi-

cios que se vislumbraba de ello aparecen con mayor claridad

después de analizar uno de los relatos que se cuentan de la

Venida de la Virgen. Sobre el particular se analiza el arraigo

de esta devoción en la diócesis de Orihuela en los años en

los que se origina esta leyenda.

Se concluye este capítulo apuntando la posibilidad de

que tal leyenda surgiese como modo de defender la identi-

dad de la ciudad de Elche, su vinculación con la antigua colo-

Manuel Rodríguez Maciá

87ÍNDICE

nia romana disputada aquellos años por la ciudad de Alican-

te. También en este caso el análisis de los relatos de la Venida

son sumamente reveladores.

Por último, se pone de manifiesto cómo esta defensa de

la ciudad se ha perpetuado a través del tiempo en la litera-

tura de los sermones vinculados con las fiestas de la Patrona,

presentando piezas oratorias desde el siglo XVIII hasta casi la

mitad del siglo XX, y en la que los oradores sagrados solían

poner la Venida de la Virgen a Elche como prueba de predi-

lección entre los demás pueblos y como culminación del pa-

sado glorioso de la ciudad. En definitiva, la creación de una

leyenda, la celebración de una festividad marcada desde sus

orígenes por la defensa de la identidad de la ciudad y en la

que se revela claramente la función del patronazgo .

En el capítulo sexto, se estudian las rogativas, como ori-

gen de ese patronazgo, y cómo el patronazgo ayuda a forjar

la imagen de la comunidad.

El Patrón, la Patrona en este caso, se convierte en símbolo

de la comunidad. La celebración de su fiesta se convierte en

simbolo de la comunidad y por medio de ella se manifiesta

su identidad. En la ciudad de Elche esta característica adquie-

re una dimensión especial al convertirse la representación

de su fiesta en un punto referencial no solo de la comunidad

88 ÍNDICE

La Festa d’Elx y la identidad de la ciudad

local, sino de todo el pueblo valenciano. El patronazgo es

también un elemento de distinción entre los demás pueblos

vecinos.

Otro aspecto que no podemos olvidar al tratar del patro-

nazgo es la función de protección que comporta sobre la

comunidad. Esta institución tiene una función práctica a la

hora de solventar los problemas ya sean de orden individual

como colectivos. Se estudian algunas manifestaciones en las

que se ha manifestado esta protección individual concreta-

da en hechos prodigiosos, curaciones milagrosas etc., funda-

mentalmente la creencia entre los vecinos de Elche de que

quien trabaja en la Festa no puede sufrir una muerte violen-

ta. Los actos de culto a la Patrona tienen en muchos casos

esta intención ya sea la demanda de protección, o bien la de

acción de gracias por el favor recibido.

Al tratar de la protección a toda la comunidad adquiere

especial significación la manifestación de las rogativas. De

una parte este acto litúrgico nos ayuda a conocer la historia

de nuestras villas y ciudades, y en este caso concreto la de la

ciudad. En Elche tenemos constancia escrita de la celebra-

ción de rogativas desde el siglo XIV. A lo largo de los siglos

XVII y XVIII la imagen de la Patrona de la ciudad adquiere un

relieve especial en dichos actos. Sin duda, la petición que con

Manuel Rodríguez Maciá

89ÍNDICE

más frecuencia se suele repetir a lo largo de los siglos es la

que tiene por objeto la petición de lluvia y en este sentido

se analizan algunas de las rogativas, como las que tuvieron

lugar el año 1725 en la que se manifiesta la tensión entre el

clero y el Ayuntamiento de la ciudad, o la celebrada el año

1738 en la que se representa por medio de la imagen de la

Patrona, la relación entre el Concejo de la Villa y la institución

política de la Universidad de S. Juan.

Otros de los motivos de las rogativas consistían en la pe-

tición de protección ante las epidemias padecidas por la po-

blación, y en este sentido, además de estudiar varios ejem-

plos en diferentes épocas, se analiza, la realizada el año 1648

y celebrada el 14 de agosto. La remisión de la epidemia fue

atribuida a la intervención de la Virgen de la Asunción, lo que

fue determinante en el afianzamiento del patronazgo en la

ciudad de Elche y el motivo por el que se decidió el trasla-

do de la imagen desde la ermita de S. Sebastián, donde se la

veneraba, hasta la Parroquia de Santa Maria. Sobre este par-

ticular se aporta como novedad la intervención del Obispo

Juan de Osta el año 1649 con motivo de su visita pastoral a

dicha Parroquia de Santa María.

En ocasiones la celebración de las rogativas no tenía

como objeto la petición de protección ante las epidemias

90 ÍNDICE

La Festa d’Elx y la identidad de la ciudad

o las consecuencias de los fenómenos de la naturaleza (las

tempestades, las largas sequías, etc.). También quedan refle-

jados en la petición comunitaria situaciones de orden social

o político. así cabe señalar la rogativa celebrada el año 1766

con motivo de las revueltas que en aquel años tuvieron lugar

en muchos lugares de España, y que en Elche tomó especial

significación en la lucha contra el poder señorial. También se

invoca a la Patrona para librarse del poder feudal.

Entre estas peticiones cabe destacar la que se lleva a cabo

a la Patrona a comienzos del siglo XX en demanda de la paz,

en unos momentos en los que se inician las guerras colonia-

les. Sobre el particular se aportan algunas letrillas populares

que se cantaban en aquellos años.

El concepto del patronazgo está directamente relaciona-

da con la efectividad de esta protección. La idea del patro-

nazgo siempre implica una realidad práctica. En las rogativas

se manifiesta claramente cómo en este caso la Patrona for-

ma parte integrante de la vida de la comunidad. Interviene

en las situaciones criticas socorriendo a la comunidad y pro-

tegiéndola de los males futuros.

Se finaliza con una reflexión sobre la función que dicho

patronazgo cumple en la actualidad.

Manuel Rodríguez Maciá

91ÍNDICE

Se trata de responder a la pregunta por el sentido que

en una sociedad secularizada como la nuestra tiene hablar

de una institución como la del patronazgo. Se analiza alguna

manifestación de rogativas llevada a cabo en años recientes

y se plantea el papel que la institución del patronazgo cum-

ple en la actualidad, y el papel del mismo en la definición de

la identidad de la comunidad. Se estudian diversas manifes-

taciones de tipo político en pleno siglo XX, en concreto la po-

lémica originada por la segregación del término municipal

de Elche el año 1947, y el uso que el Ayuntamiento de Elche

hizo en aquel momento de la tradición de la leyenda de la

Venida de la Virgen. Así como la proyección que la ciudad

tiene a través de la Festa en diversos momentos de especial

significación política a lo largo del siglo XX y en el presente.

No podemos olvidar lo que significó el Misterio como punto

de referencia de la pervivencia de la cultura valenciana a lo

largo de tantos años de ostracismo. De igual modo que no

podemos olvidar la significación de la declaración del Mis-

teri como Patrimonio de la Humanidad, no solo como pro-

yección de la ciudad, sino por lo que tal declaración puede

suponer en lo relativo a valorar y a conocer mejor las culturas

de otros pueblos que carentes de bienes materiales, no nos

han podido legar grandes monumentos en piedra, pero sin

92 ÍNDICE

La Festa d’Elx y la identidad de la ciudad

embargo nos ofrecen la manifestación espléndida de sus tra-

diciones orales, sus leyendas, sus cantos, sus fiestas. La Festa,

pues, al tiempo que fortalece la identidad de la comunidad

la hace ser más universal.

Para la realización del presente trabajo se ha realizado

una intensa labor de investigación en archivos, estudio de

textos literarios, litúrgicos, teológicos. Por lo que respecta al

trabajo en archivos, además de consultar el del Ayuntamien-

to de Elche y el de la Parroquia de Santa María, quiero des-

tacar el realizado en el del Obispado de Orihuela, así como

en el Parroquial de S. Juan de Elche, por cierto, con libros pa-

rroquiales muy poco consultados. También quiero destacar

la información obtenida en los fondos de la Diputación Pro-

vincial de Alicante También se ha prestado especial atención

a las tradiciones y leyendas transmitidas oralmente. Para la

obtención de muchos datos han sido necesarias entrevis-

tas personales con muchas personas vinculadas a la Festa,

así como la recolección de una serie de canciones populares

hasta ahora desconocidas.

De otra parte, se ha de tener presente que los hechos

cultuales y festivos, aquí estudiados, aunque ahonden sus

raíces en el pasado, son, en muchos casos, realidades vivas,

presentes en la comunidad actual, y, por tanto, se ha valo-

Manuel Rodríguez Maciá

93ÍNDICE

rado dichas celebraciones tal y como se llevan a cabo en la

actualidad, teniendo en cuenta la pervivencia de la tradición

y los factores de innovación.

En el transcurso de la investigación se han tenido presen-

tes las manifestaciones cultuales y festivas similares de otras

comunidades. La fiesta de la Asunción hunde sus raíces en

los primeros siglos de las comunidades cristianas, primero

de oriente, y luego muy pronto extendidas al mundo occi-

dental; la fiesta de Elche es parte de una tradición arraiga-

da en muchos pueblos. De otra parte, la representación del

misterio de Elche está íntimamente ligada al teatro religioso

de la época medieval y del renacimiento, y muy especial-

mente, por su temática asuncionista, a las representaciones

de las catedrales de Tarragona, de Castellón, de Valencia o

de otros lugares de Europa como los misterios que se repre-

sentaban en Montouban o en York, representaciones asun-

cionistas que también arraigarán en las tierras de América.

Se ha tenido en cuenta esta tradición universal en la que se

enmarca el misterio de Elche, la representación de la Festa

como manifestación de la comunidad local es un ejemplo

de que lo más propio es lo más universal. De modo especial,

por ser un tema escasamente tratado he querido conside-

rar aquellas manifestaciones asuncionistas que se celebran

94 ÍNDICE

La Festa d’Elx y la identidad de la ciudad

o en otros tiempos se celebraban en comunidades vecinas,

este es el motivo por el que he añadido un apéndice sobre

la fiesta de la Asunción y el Misterio que se representaba en

Jumilla, y que considero de la mayor importancia ya que nos

puede ayudar a conocer aspectos poco tratados en la fiesta

de Elche, además de aportar datos que abren la investiga-

ción sobre otras representaciones en diversas ciudades de la

provincia de Alicante.

Manuel Rodríguez Maciá

95ÍNDICE

M.ª Teresa Sánchez Albarracín

El viaje final. Del subsuelo catedralicio al cerro de los ermitaños. Orihuela

y el cementerio de Nuestro Padre Jesús

Entre las importantes transformaciones que las cate-

drales españolas van a experimentar a partir de la se-

gunda mitad del siglo XVIII, sobresale el abandono de

una de sus más controvertidas funciones, su uso generaliza-

do como lugar de enterramiento colectivo, al ser prohibido

en 1787 por real decreto de Carlos III.

D. José Tormo, obispo de Orihuela, en 1782 escribía a su

majestad intentando precaver los tristes sucesos experimen-

tados en las iglesias de su diócesis, con motivo del intolera-

ble hedor de los cuerpos sepultados en ellas. Deseando en-

contrar un remedio eficaz, esperaba que el Rey, o su ministro

el Conde de Floridablanca, dictase una pronta y conveniente

resolución; especialmente por la reciente desgracia sucedida

en la parroquia de Villafranqueza, cuya iglesia casi nueva se

vino al suelo de repente, sin otro accidente que el hecho de

haber falseado los cimientos por las bóvedas de los sepulcros,

que no permitían dar firmeza a la obra. El prelado aducía ade-

más, hechos tan significativos como el olor insoportable que

con frecuencia determinaba, y de manera especial durante

los días de verano, la interrupción de la misa, pues incluso las

gentes de estómago mas fuerte se veían precisadas a salir

M.ª Sánchez Albarracín

97ÍNDICE

de la iglesia debido al olor que el continuo enterramiento de

cadáveres provocaba en el interior de los templos.

Era obvio el perjuicio que las mismas iglesias experimen-

taban en sus fábricas y adornos, pues los vapores que exha-

laban las sepulturas quitaban lucimiento al dorado de los re-

tablos, y empañaban las alhajas de plata y oro, los cálices, las

lámparas y candeleros, siendo necesario un gasto y cuidado

continuos para mantenerlos con el debido aseo y decencia.

Las contundentes palabras que el obispo de la diócesis

oriolana exponía a su majestad, en espera de una rápida res-

puesta que solucionara la cuestión, demuestran el acuciante

problema que afligía a los templos durante siglos. La intro-

ducción de la costumbre de enterrar a los cristianos dentro

de ellos, había intentado convertir la muerte en un suceso

menos terrible. Considerar que los sufragios y oraciones de

los fieles eran de mayor efectividad por la cercanía a los di-

funtos, había propiciado que el antiguo ritual romano, con-

sistente en sepultar a los muertos en cementerios situados

fuera de la ciudad, llevase siglos en desuso.

Durante la época ilustrada surge una nueva preocupación:

la salud pública y las medidas necesarias para su preserva-

ción. Científicos y médicos dan a conocer las teorías higienis-

tas y la importancia de la pureza del aire. Entre las llamadas

98 ÍNDICE

El viaje final. Del subsuelo catedralicio al cerro de los ermitaños. Orihuela y el cementerio de Nuestro Padre Jesús

de atención hacia un nuevo orden podemos incluir sin duda

la protagonizada por D. José Tormo en Orihuela, pero fue la

epidemia sufrida por la villa de Pasajes (Guipúzcoa) en 1781,

lo que determinó la necesidad de evitar en el futuro las fu-

nestas consecuencias del aire fétido y corrompido que se

respiraba en muchas iglesias. Sucesos que instaron al aná-

lisis y posterior variación de una práctica arraigada durante

siglos, cuyas graves y nefastas consecuencias era necesario

erradicar.

La opinión, que a instancias de Carlos III, fue solicitada

por el Consejo de Ministros a prelados y miembros de uni-

versidades y academias españolas, obtuvo como resultado

unos informes que apoyaban claramente las ilustradas in-

tenciones del Gobierno. Merecen destacarse los resultados

ofrecidos por la Academia de la Historia, cuyos principales

miembros (José de Guevara Vasconcelos, José Miguel de Flo-

res, Gaspar Melchor de Jovellanos, Antonio Mateos Murillo,

Francisco Cerdá Rico, Domingo Fernández de Campomanes,

y Manuel de Abad y Lasierra) estaban de acuerdo en que la

perniciosa costumbre de enterrar en las iglesias no era más

que una corruptela de la antigua disciplina eclesiástica.

Tras una exhaustiva recopilación de los principales escri-

tos relativos a cementerios, sepulturas y ritos funerales; dis-

M.ª Sánchez Albarracín

99ÍNDICE

cursos histórico-canónicos sobre los lugares destinados para

sepulturas de los Católicos desde el tiempo de Cristo hasta

nuestros días, sobre la disciplina de la Iglesia acerca de los

entierros fuera y dentro de los templos, y variedades que en

esto ha habido; antiguos códigos y leyes del Reino en este

punto…; tuvo especial importancia el análisis que Guevara

Vasconcelos realizó sobre el manuscrito del presbítero y mé-

dico madrileño Francisco Bruno Fernández: Disertación físi-

co-legal sobre los sitios y parages que se deben destinar para

las sepulturas. La finalidad de esta didáctica obra era restau-

rar la observancia de la antigua disciplina eclesiástica, y dar

a conocer los perjuicios que acarreaba para la salud pública

la costumbre de enterrar los cadáveres de los fieles en las

iglesias parroquiales.

La inhumación de los difuntos, además de un acto de hu-

manidad, constituía una de las siete obras de misericordia

predicadas por la Iglesia. La costumbre de enterrar en los

templos y en los camposantos vecinos fue práctica genera-

lizada hasta el siglo XIX. El espacio urbano era compartido

cotidianamente por vivos y muertos, y el cementerio parro-

quial había sido durante más de seis siglos centro de la vida

colectiva, lugar para la plaza pública y mercado, sitio habitual

de reunión…

100 ÍNDICE

El viaje final. Del subsuelo catedralicio al cerro de los ermitaños. Orihuela y el cementerio de Nuestro Padre Jesús

En una sociedad mucho menos sensible a los asuntos de

higiene pública que la del Siglo de las Luces, la situación pudo

sobrellevarse, aún cuando fuera necesario realizar mondas

cada vez más frecuentes para hacer sitio a los nuevos difun-

tos. El crecimiento demográfico del siglo XVIII, que no ofreció

un aumento paralelo del número de parroquias, hizo intole-

rable la vieja y arraigada costumbre y obligó a buscar una

solución al problema, ya que aunque el derecho prohibió en-

terrar en los templos, en la práctica las iglesias continuaban

siendo auténticos cementerios.

Conocemos el patronazgo de algunas de las capillas si-

tuadas en las naves laterales de la Catedral de Orihuela, y el

empleo que de las criptas del subsuelo se realizó durante los

siglos comprendidos entre la Edad Media y Moderna. Para

ello nos ha resultado de gran ayuda el compendio que sobre

la historia de Orihuela realizó D. Joseph Montesinos Pérez

Martínez de Orumbella. El conocido historiador fue un fer-

viente y asiduo cronista del acontecer oriolano hasta bien

acabado el siglo XVIII, y por ello su crónica resulta de gran

interés para actuales investigaciones.

La importancia concedida al despojo mortal, y su diferen-

te adscripción a la escala social tenía un claro reflejo en el

interior de los templos. La aristocracia y alta burguesía os-

M.ª Sánchez Albarracín

101ÍNDICE

tentaban durante generaciones el derecho a que sus cuer-

pos fueran depositados en sepulcros, situados en los sótanos

abovedados de las capillas laterales a la nave mayor. Gene-

rosas aportaciones económicas a la edificación o embelleci-

miento del templo, los había convertido en patronos de estas

capillas donde con frecuencia los miembros vivos de la fami-

lia oían misa, situados sobre las losas de sus difuntos. Alter-

nando con estas capillas particulares, en las que actualmente

todavía podemos analizar escudos o signos distintivos de los

antiguos propietarios, existían otras cuya titularidad corres-

pondía a cofradías y hermandades. En sus bóvedas eran en-

terrados los cofrades, pertenecientes a la burguesía media y

artesanal.

Como no siempre se podía optar a una capilla con ente-

rramiento propio, dado su elevado coste, a cambio de una

limosna anual se adquiría el derecho a ser enterrado en los

sótanos abovedados de las iglesias. La limosna era más ele-

vada cuanto más cercana al altar mayor estuviese la sepultu-

ra, dado que el cuerpo estaría mas protegido por su cercanía

a la eucaristía durante el sacrificio diario de la misa.

El crecimiento demográfico del siglo XVIII convierte a las

iglesias parroquiales en peligrosos focos de infección, origen

de importantes perjuicios para la salud. El espíritu empren-

102 ÍNDICE

El viaje final. Del subsuelo catedralicio al cerro de los ermitaños. Orihuela y el cementerio de Nuestro Padre Jesús

dedor de Carlos III se encaminó a renovar el equipamiento

de las ciudades según las ideas imperantes en el Siglo de las

Luces. Fue así como los lugares de enterramiento se convir-

tieron en uno de los principales problemas a resolver, espe-

cialmente si tenemos en cuenta la preocupación que surge

por la pureza del aire. Los informes requeridos por el rey, por

fin dieron lugar el 3 de abril de 1787, a la promulgación de

una real cédula ordenando restablecer el uso de cemente-

rios fuera de las poblaciones.

Todo aquel orden, que respecto a la muerte imperaba en

el interior de los templos, llegaba a su fin. La estratificación

social, que tradicionalmente relegaba a los menos afortuna-

dos económicamente a las sepulturas mas alejadas del altar

mayor, desaparecerá; las advocaciones y devociones de las

diversas capillas irán experimentando cambios; el suelo del

templo compuesto por losas practicables o “tumbales”, daría

paso a la implantación de un pavimento nuevo y totalmente

renovado.

Ahora bien, conocido es que los cambios son lentos, y

como tantos otros, éste fue también un proceso paulatino.

La orden de Carlos III necesitó de una nueva pragmática

dictada por su sucesor Carlos IV. Cuestiones económicas, y

la actitud contraria que el clero y los ciudadanos manifesta-

M.ª Sánchez Albarracín

103ÍNDICE

ban respecto al destierro que para los difuntos suponían las

nuevas pautas establecidas, retrasaron considerablemente

su puesta en vigor.

Una solución intermedia fue la construcción de campo-

santos anexos a las iglesias. En Orihuela, para las parroquiales

de Santa Justa y Rufina y de Santiago Apóstol conocemos su

existencia y funcionamiento hacia 1790; pero para la Cate-

dral o parroquial del Salvador, resultó imposible la creación

de un camposanto anexo. La compra con esta finalidad, por

parte de la Fábrica Mayor, de una casa para dedicar su solar a

lugar de enterramiento, y la aparición de problemas ocasio-

nados por la enorme cantidad de agua existente en el sub-

suelo, harían inviable el proyecto.

Se suceden diferentes propuestas de ubicación de un ce-

menterio general para las tres parroquias de la ciudad. Las

disposiciones legislativas exigían su situación extramuros,

un espacio ventilado, en alto, ni cerca ni muy lejos de la po-

blación, y que no conllevara grandes dispendios o elevados

costes. La necesaria colaboración entre los cabildos eclesiás-

tico y civil no llegaba a materializarse, siendo una de las prin-

cipales causas que dilataron temporalmente el cumplimien-

to de las órdenes reales.

104 ÍNDICE

El viaje final. Del subsuelo catedralicio al cerro de los ermitaños. Orihuela y el cementerio de Nuestro Padre Jesús

A pesar de todo, la preocupante epidemia de fiebre ama-

rilla que se extendió desde Cádiz en los primeros años del

siglo XIX, afectando a ciudades tan próximas como Alicante

y Cartagena, impulsó e hizo posible aunar voluntades para

que Orihuela contara desde unas fechas tan tempranas

como son los años de 1805-1806, con un cementerio general

o común situado extramuros de la ciudad.

Tengamos en cuenta que todavía en 1833 el número de

pueblos sin cementerio excedía al de los que lo tenían, y no

fue hasta el último tercio de la centuria cuando su construc-

ción se generaliza.

Son las circunstancias expuestas las que nos impulsan al

análisis del proceso que dio lugar a la construcción de un

cementerio para la ciudad de Orihuela que, siguiendo los

dictámenes de la ley, fue construido fuera de la población y

distante de todo caserío, en lugar elevado, seco y ventilado.

Pero a pesar de su ubicación, y de la clara tendencia centrí-

fuga experimentada por la muerte, su vinculación con la Ca-

tedral se mantiene intacta, ya que a diferencia de muchos

cementerios dependientes exclusivamente del cabildo mu-

nicipal, el de nuestra ciudad (siguiendo también en esto a la

real cédula de 1787) hizo recaer su construcción sobre los

caudales de las fábricas de las tres iglesias parroquiales exis-

M.ª Sánchez Albarracín

105ÍNDICE

tentes. La Catedral o iglesia parroquial del Salvador por cons-

tituir la Fabrica Mayor, duplicó la suma monetaria con que

había de contribuir; y de igual modo, la jurisdicción y cabeza

rectora fue asumida desde los inicios hasta la actualidad por

el Deán de la misma.

106 ÍNDICE

El viaje final. Del subsuelo catedralicio al cerro de los ermitaños. Orihuela y el cementerio de Nuestro Padre Jesús

Lorenzo M. Vidal Guardiola

La guerra de Ifni (1957-1958)Su percepción desde Alicante

El presente trabajo tiene, aparte de otros muchos se-

cundarios, dos objetivos principales. Por un lado, res-

catar del olvido lo que supuso la última guerra colo-

nial librada por España, la que se dio en llamar guerra de Ifni,

olvidada y vetada en los medios de comunicación desde

que acabó oficiosamente allá por 1958 hasta casi nuestros

días. Por otro lado, con este trabajo se pretende también ver

cómo va llegando a Alicante la información que genera la

guerra, o sea, ver cómo se percibió el conflicto desde nuestra

provincia. Para ello, y a través de doce capítulos, se ha indaga-

do en el conflicto utilizando bibliografía (la referente al tema

en cuestión es verdaderamente escasa), rastreando informa-

ción en internet, hablando con veteranos de la contienda,

etc. Y todo ello con la finalidad de comparar luego toda esa

información con la que, y a través de la prensa, iba llegando

a la sociedad alicantina, analizando así las divergencias exis-

tentes entre la percepción que del conflicto se tenía aquí y

lo que, en realidad, estaba ocurriendo en África. El periódico

escogido para analizar la evolución de las noticias que van

llegando del África Occidental Española durante el tiempo

que dura la guerra ha sido el diario Información, por ser éste

108 ÍNDICE

La guerra de Ifni (1957-1958)Su percepción desde Alicante

el más importante diario a nivel estrictamente provincial y

ser, además, el más fácil de seguir en las hemerotecas al guar-

darse en ellas todos los ejemplares del mismo en relativa-

mente buen estado. Y es que si en aquella época, finales de

los años cincuenta, había un diario de carácter provincial de

referencia en Alicante, ese era sin duda el diario Información.

Por tanto, nada mejor que seguir las evoluciones del mismo

para analizar al detalle las impresiones que el conflicto iba

dejando entre los lectores alicantinos.

En resumidas cuentas, lo que se pretende es desempolvar

un conflicto que, aunque no hace mucho tiempo que estalló,

se ha olvidado casi por completo, y, de forma paralela, anali-

zar las noticias que acerca de la guerra van llegando a nues-

tra provincia a través de su periódico más emblemático, el

diario Información. De esta forma se puede comparar lo que

de verdad está aconteciendo en los territorios españoles del

África Occidental con la información que, una vez depurada

y debidamente manipulada por los ideólogos del Régimen,

llega a los lectores alicantinos. No obstante, la guerra, por to-

dos los motivos que aparecen expuestos en el trabajo, cons-

tituyó un enorme ridículo para el Régimen. Un ridículo que

motivó, durante la contienda, una manipulación y un oculta-

miento de datos muy fuerte, y tras finalizar la misma, el desa-

Lorenzo M. Vidal Guardiola

109ÍNDICE

rrollo de una operación implacable destinada a hacer olvidar

el conflicto y a desterrarlo de todos los manuales de historia

de España. Es por ello que a la guerra de Ifni se la ha llamado

de varias formas: la guerra secreta, la guerra que nunca exis-

tió, la guerra ignorada, la guerra olvidada, etc. Pero la guerra

sí existió, y en ella murieron varios centenares de españoles

que merecen, al menos, un recuerdo. Como se dice al final

del trabajo, la guerra de Ifni fue una guerra para olvidar, pero

que ni mucho menos conviene olvidar.

Pues bien, como se ha dicho antes, el trabajo se estructura

en torno a doce capítulos, más una breve introducción. El pri-

mero de ellos lleva por título ¿Dónde está Ifni?, y con él lo úni-

co que se pretende es poder ubicar en el mapa un territorio,

español hasta 1969, del que mucha gente no tiene ninguna

referencia, desconociéndose por completo su situación exac-

ta. Situado en costa occidental marroquí, frente a las islas Ca-

narias, concretamente a la altura del paralelo 29º 33’ N y del

meridiano 10º 04’ W, el territorio de Ifni tenía 1500 kilómetros

cuadrados, no alcanzando los 60.000 habitantes ni tan siquie-

ra en los momentos de más concentración demográfica. Su

capital, Sidi Ifni, situada en la costa, era la ciudad más impor-

tante del territorio, un territorio que vivía básicamente de una

pobre agricultura, la ganadería y la pesca. Con una topografía

110 ÍNDICE

La guerra de Ifni (1957-1958)Su percepción desde Alicante

Ifni, Sáhara Español y Cabo Juby tal y como aparecen en un atlas

escolar de los años 50.

Lorenzo M. Vidal Guardiola

111ÍNDICE

abrupta, las comunicaciones con el interior del territorio se

hacían muy difíciles. Además, el clima es semidesértico, exis-

tiendo no obstante una gran diferencia entre el litoral y el

interior, siendo el primero mucho más seco que el segun-

do. Así pues, y tras situar a Ifni en el mapa y dar unas breves

pinceladas sobre su tipo de clima, de economía y orografía,

queda claro el poco valor que el territorio representaba, casi

como todos los territorios que a España le tocaron en suerte

tras los repartos coloniales que de África se llevaron a cabo a

principios del siglo XX. Tampoco tenía apenas valor estraté-

gico. Casi se puede decir que tan sólo tenía valor emocional.

Y es que los africanistas del Régimen no querían abandonar

África, no querían perder los últimos reductos del añorado

imperio. Se aferraban a un clavo ardiendo, a un sueño impo-

sible.

El segundo capítulo se titula Antecedentes históricos, y en

él se hace referencia a los tratados y acuerdos que daban de-

recho a la posesión del territorio de Ifni por parte de España.

Por defender el contenido de estos tratados y los derechos

que éstos otorgaban a España, el Régimen se vio abocado,

de nuevo, a una guerra en África. Con los tratados interna-

cionales en la mano no había discusión, y el territorio era es-

pañol a todos los efectos. Esto, y con razón, no se cansaría

112 ÍNDICE

La guerra de Ifni (1957-1958)Su percepción desde Alicante

de repetirlo Franco durante el tiempo que duró el conflicto.

Pero claro, todas las potencias coloniales tenían también de-

rechos reconocidos y acuerdos firmados que legitimaban su

presencia en numerosas partes de África, y todas ellas iban

perdiendo en aquellos años sus posesiones a velocidad de

vértigo. En plena era descolonizadora, esos acuerdos firma-

dos hacía años, incluso tal vez siglos, y la mayor parte de las

veces bajo coacción o soborno a las autoridades indígenas

locales, se estaban convirtiendo uno tras otro en papel moja-

do. España se resistía a admitirlo, pero el vendaval descoloni-

zador era imparable y barría África de norte a sur durante los

años cincuenta y sesenta. Era cuestión de tiempo que aca-

base llevándose por delante también los restos del antiguo

imperio español que tanto añoraba Franco.

Muy a grosso modo se puede decir que la presencia es-

pañola en la región de Ifni se remontaba hasta el año 1476,

cuando allí se estableció un puerto pesquero, orientado

también al tráfico de esclavos. Se fundó en la costa una pe-

queña ciudad llamada Santa Cruz de Mar pequeña, pero el

enclave fue abandonado en 1524 debido a los ataques de

los bereberes. Pero en 1860, ya en plena época colonizado-

ra, y ante el interés por la zona que otras potencias venían

mostrando, España consiguió el derecho de instalar una fac-

Lorenzo M. Vidal Guardiola

113ÍNDICE

toría pesquera allí donde se suponía que debió estar situada

la ciudad, pues su ubicación exacta se desconocía. Una pe-

queña playa y un pueblecito llamado Sidi Ifni constituían el

enclave escogido. Pero la zona, al principio, no tenía ningún

valor ni comercial ni estratégico y el dominio colonial que-

dó reducido a una inscripción en un papel. Así pues, no sería

sino hasta el año 1934 cuando se ocuparía efectivamente le

territorio. Fue entonces cuando el gobierno de la República

envió a Ifni al coronel Capaz, consiguiéndose una ocupación

pacífica del mismo tras adelantarse a los franceses, quienes

también pretendían la zona. Pero en 1956, y de forma sor-

presiva, Marruecos consigue su independencia respecto de

España y de Francia. España reconocerá sus fronteras, pero

sólo en la parte norte, la del antiguo protectorado. Ifni, Tar-

faya (territorio situado al sur de Ifni, justamente encima del

Sáhara Occidental) y el propio Sáhara quedaron, pues, fue-

ra de las negociaciones. El gobierno de Madrid alegó, como

así era, que Ifni había sido cedido a perpetuidad, y que los

sultanes de Marruecos jamás habían extendido su soberanía

hasta el sur del río Draa, o sea, la frontera norte de Tarfaya.

Pero daba igual, porque el Istiqlal, partido nacionalista ma-

rroquí, presionará al Sultán Mohamed V para que reclame

por todos los medios a España Ifni y el Sáhara. Así, en Ifni co-

114 ÍNDICE

La guerra de Ifni (1957-1958)Su percepción desde Alicante

menzarán a desarrollarse, al principio lentamente y sin hacer

ruido, algunas actividades independentistas, pero no se les

prestó atención y éstas fueron vistas en principio con cierta

simpatía por parte de España, pues sólo iban dirigidas, por el

momento, contra los franceses. Pero muy pronto, y como era

de suponer, estas actividades también irán dirigidas contra

los intereses de Madrid en la zona, produciéndose a partir de

entonces ataques esporádicos contra los españoles en Ifni y

zonas circundantes. Estos ataques esporádicos irán convir-

tiéndose poco a poco en organizados y generalizados por

parte de miembros del Ejército de Liberación, claramente

relacionados con Rabat, hasta que en la noche del día 23 de

noviembre de 1957 se produce el intento de invasión a la

japonesa de Ifni por parte de dichas fuerzas irregulares que

acaba por desencadenar, finalmente, la guerra.

Es precisamente esa simpatía que muestra España en un

principio a los grupos independentistas marroquíes la que

hace que más y más activistas proindependencia vayan en-

trando y acomodándose en territorio español. Y es que des-

de Madrid, como se puede apreciar a lo largo del trabajo, se

pensaba erróneamente que los marroquíes sólo querían la

independencia respecto de Francia. Nunca se imaginó Fran-

co que Mohamed V, quien le adulaba casi a diario en la pren-

Lorenzo M. Vidal Guardiola

115ÍNDICE

sa, también pretendiese independizarse de España. Cuando

finalmente se dio cuenta era demasiado tarde. Fue entonces

cuando la actitud de la prensa hacia Marruecos cambió casi

radicalmente. La palabra “desagradecido” irá apareciendo

cada vez más en las páginas de la prensa para hacer referen-

cia a Rabat y a su rey. Las excelentes relaciones que Franco

presumía tener con los países árabes en general y con Ma-

rruecos en particular quedaban en evidencia. La sensación

era la de que a Franco le habían traicionado, por no decir

que se habían reído de él. El “licenciamiento” de la Guardia

Mora constituyó tan sólo una anécdota, pero dejaba claro

que algo estaba cambiando en las relaciones Madrid-Rabat

tras el estallido del conflicto. Este grave fallo de previsión y

de estrategia a nivel internacional que cometió Franco fue

una de las muchas cosas que obligó a silenciar y censurar el

conflicto, pues el ridículo era más que evidente.

Francia advertía a España de lo que estaba ocurriendo en

el África Occidental y le ofrecía repetidamente operar con-

juntamente en el área, pero Franco, por orgullo, se negaba

una y otra vez. Franco, y esto se ve muy claramente en la pren-

sa de la época, pensaba que su acción colonial era ejemplar

en África, mucho mejor que la francesa, la cual era criticada

hasta la saciedad en los periódicos. Las comparaciones en-

116 ÍNDICE

La guerra de Ifni (1957-1958)Su percepción desde Alicante

tre ambos tipos de colonialismo son casi diarias en la pren-

sa, ensalzando el español y criticando duramente el francés.

Franco presumía de ello y pensaba, equivocadamente, que

los marroquíes nunca, o al menos no a corto plazo, querrían

independizarse de España. Pero se equivocaba. Todo esto, y

como no podía ser de otra forma, tendrá que ser rectificado

tras el comienzo de la contienda.

A finales de 1957 se produce un ataque generalizado con-

tra las posiciones españolas en todo el territorio de Ifni. Algu-

nas guarniciones del interior caen, otras se defienden como

pueden, y la capital del territorio, Sidi Ifni, es salvada in extre-

mis. Ya venían produciéndose incidentes en la zona española

desde hacía meses, pero nada se dice de ellos en la prensa,

pues se supone que las posesiones españolas son una bal-

sa de aceite y que incidentes sólo hay en las francesas. Ade-

más, la simpatía que las autoridades españolas mostraban

a los independentistas marroquíes hizo que estos hiciesen

campaña libremente en zona española y predispusieran, sin

encontrar apenas impedimentos pues se suponía que sólo

querían luchar contra los franceses, a los indígenas en contra

de Madrid. Así, una especie de “quinta columna” preparaba a

su antojo la subversión. La ceguera y falta de previsión de las

autoridades españolas ante estas maniobras quedaron cla-

Lorenzo M. Vidal Guardiola

117ÍNDICE

ramente de manifiesto. Un motivo más para echar tierra al

conflicto una vez pase y se calme la situación.

Una vez lograda la independencia por parte de Marrue-

cos en 1956, estaba claro que Mohamed V querría más. Fir-

mó los acuerdos con Francia y España pero sus ambiciones

iban más allá. Las teorías del Gran Marruecos estaban en su

pensamiento y nada le frenaría. Para lograr sus propósitos se

sirvió del Ejército de Liberación, grupo de guerrilleros en teo-

ría desligados de la monarquía marroquí pero que servían

claramente a sus intereses. De esta forma, el rey conseguía

mantener una fuerza de choque teóricamente desligada de

su gobierno, o sea, que no le creaba conflictos diplomáticos,

y que a la vez mantenía ocupados a los elementos más faná-

ticos del independentismo. Y es que el monarca alauita no

podía reconocer estar detrás del Ejército de Liberación, pues

acababa de firmar los acuerdos por los que lograba la inde-

pendencia en 1956 y, al menos en teoría, ya había logrado lo

que buscaba. Pero sólo en teoría. En 1958 los soldados del

Ejército Real sustituyeron a los guerrilleros del Ejército de Li-

beración en las trincheras de Ifni, haciéndose con la mayor

parte del territorio, aunque aún no oficialmente. Muy proba-

blemente a cambio del alto el fuego en Ifni, la región de Tar-

faya también pasó a manos marroquíes. Además, en 1969 se

118 ÍNDICE

La guerra de Ifni (1957-1958)Su percepción desde Alicante

hicieron con Ifni ya de manera oficial y en 1975 con el Sáhara

Occidental. Las maniobras y estrategias marroquíes fueron,

qué duda cabe, perfectas, mientras que desde Madrid se caía

en el ridículo una y otra vez.

Pues bien, las causas exactas que llevan al estallido del

conflicto en 1957, aparte de las que muy someramente he-

mos visto aquí, quedan perfectamente reflejadas en el tercer

capítulo del trabajo que, como no podía ser de otra forma,

lleva por título Las causas de la guerra.

El estallido del conflicto propiamente hablando, es decir,

lo que ocurrió en la noche del 23 de noviembre de 1957, es

analizado al detalle en el cuarto capítulo, Estalla la guerra. La

invasión general se efectuó, efectivamente, en la madrugada

del día 23 de noviembre. Se dieron los primeros combates en

los arrabales de Sidi Ifni llegando los invasores incluso hasta

el aeropuerto y a ocupar posiciones en el monte Bu-al-Alam,

a las afueras de la ciudad, quedando la capital prácticamente

cercada durante unas noches. Mucho peor les fueron las co-

sas a los destacamentos situados en el interior del territorio:

Tiugsa, Tennin de Amelú, Telata de Isbuía, Tiliuin, Tamucha,

Bifurna, Jameiduc, Tabelcut, Mesti, Sidi Boria, Sidi Uarsig y Ug

Gug. Los cuatro primeros fueron cercados consiguiendo re-

sistir por tener guarnición suficiente, por lo que las partidas

Lorenzo M. Vidal Guardiola

119ÍNDICE

de guerrilleros tuvieron que conformarse con mantener el

cerco siguiendo el mayor número de atacantes en dirección

a la capital, que era su principal objetivo. En cambio, los ocho

destacamentos restantes fueron tomados por una fuerza

muy superior en número aniquilando a sus componentes

o haciéndolos prisioneros. Las líneas telefónicas y las comu-

nicaciones terrestres quedaron inmediatamente cortadas

y los fortines cercados. A pesar de los numerosos casos de

heroísmo personal y abnegado sacrificio que por parte de

la guarnición de la ciudad se dieron para acudir en ayuda de

los compañeros atrapados en los destacamentos del interior

del territorio, tanto por vía terrestre como aérea, éstos no pu-

dieron ser inmediatamente liberados. Los cercos se prolon-

garon incluso semanas a pesar de los esfuerzos por evitar

bajas innecesarias. Con todo, pacientemente se irían liberan-

do uno a uno, quedando Telata para el final, pues no se pudo

liberar hasta bien entrado el mes de diciembre.

La táctica de los invasores fue perfecta, tratando de apro-

vechar el efecto sorpresa para lograr consumar la invasión.

De haber tomado la capital, que habría sido como lanzar a

los europeos al mar, lo más probable es que jamás se hubie-

se recuperado el territorio. Y ellos lo sabían. Por suerte la re-

120 ÍNDICE

La guerra de Ifni (1957-1958)Su percepción desde Alicante

acción española fue, dentro de lo que cabe, rápida y eficaz, y

la capital, aunque con dificultades, pudo ser salvada.

Ese ataque fue calificado por el Régimen como de sorpre-

sa, cuando, y como queda claro en el trabajo, eso resultaba

absolutamente imposible de creer. El ejército no fue capaz

de hacer frente a unas simples, como se decía en la prensa

de aquellos años de forma claramente despectiva, “partidas

de bandoleros”, y fue copado en la capital del territorio. El ri-

dículo fue grande y el ejército puesto en franca evidencia.

Había que justificarlo de alguna forma, y se optó por afirmar

que el ejército había sido cogido por sorpresa, despreveni-

do. Pero viendo lo que estaba ocurriendo en el norte de Áfri-

ca, incluso los incidentes y el avance del independentismo

que tenían lugar en los dominios españoles, afirmar que el

ataque fue una sorpresa es poco menos que una temeridad.

Estaba cantado, pero resulta que el ejército español estaba

en unas condiciones de abandono y de ruina tales que no

podía hacer frente a ningún enemigo, por pequeño que éste

fuese. Todo ello provocó que, por ejemplo, la noticia del ata-

que del día 23 no apareciera en la prensa española sino has-

ta el día 27. Y es que el estado de estupefacción que se vivió

en Madrid debió de ser impresionante. Había que moldear

la noticia, manipularla, dársela a los lectores ya masticada. Y

Lorenzo M. Vidal Guardiola

121ÍNDICE

eso, lógicamente, llevaba tiempo. El asunto se solventó con

una simple y escueta nota del ministerio del Ejército. Había

que admitir que el, en teoría fuerte y glorioso ejército es-

pañol, había sido acorralado por elementos del Ejército de

Liberación, esos mismos elementos a los que en los perió-

dicos se tildaba de simples partidas de mercenarios y bando-

leros. Además, había que reconocer que Marruecos, a quien

tanto había ayudado España, armando incluso a su nuevo

y flamante Ejército Real (quien a su vez armaba al Ejército

de Liberación) atacaba a España después de los favores que

ésta le había hecho. Franco quedaría en ridículo. Por eso, nin-

guna de estas dos circunstancias se reconocerá en la prensa.

Y también por eso, las noticias llegaban con tanto retraso a

la península, pues había que censurarlas y esconder todas

estas circunstancias casi kafkianas que se estaban dando

en el A.O.E. A saber: el ejército español puesto en evidencia

por unas bandas de guerrilleros, armadas éstas además con

armamento cedido por España a Marruecos tras conseguir

éste su independencia. La censura, si el Régimen no quería

quedar en entredicho, era obligada. Y la censura y reescritura

de las noticias llevaba tiempo.

Es precisamente ese mal estado del ejército español, el

cual contaba con armamento obsoleto, la mayor parte del

122 ÍNDICE

La guerra de Ifni (1957-1958)Su percepción desde Alicante

mismo procedente de los arsenales utilizados ya en la gue-

rra civil, el tema abordado en el quinto capítulo del trabajo:

Nuestro ejército ante el conflicto. En la prensa de la época, y

como era de suponer, se hablan maravillas de nuestro ejér-

cito. Pero todo era una gran mentira. No pocos historiado-

res que se han acercado al tema se han sorprendido al ver

cuál era el estado en el que se encontraba el ejército espa-

ñol en aquellos años, sobre todo si se tiene en cuenta que el

Régimen franquista se apoyaba en el estamento castrense,

el cual constituía su auténtico germen y basamento funda-

mental. La aviación era ridícula. La componían básicamen-

te viejos aviones alemanes de la Segunda Guerra Mundial

(Junkers, Heinkels, etc…), además en número muy escaso,

encontrándose en un estado poco más que regular, y ar-

mados con un arsenal, a veces incluso de fabricación casera

o artesanal, que en la mayor parte de las ocasiones ni fun-

cionaba ni daba en blanco. Lo mismo ocurría con la Arma-

da, es decir, pocos barcos, muy antiguos y equipada con un

armamento que dejaba mucho que desear. Sólo una anéc-

dota: en una de las operaciones de bombardeo de posicio-

nes rebeldes situadas en el interior del territorio por parte

de unidades de la Armada situadas en alta mar participaron

diversos buques, entre ellos los cruceros Canarias, Méndez

Lorenzo M. Vidal Guardiola

123ÍNDICE

Núñez y Almirante Cervera. Aparte de que muchos de sus

disparos no hacían blanco o, simplemente, no llegaban a ex-

plosionar, el memorable crucero Canarias, gloria de la flota,

no pudo volver a su base con el resto de unidades al habér-

sele abierto unas grietas en las sentinas por el efecto de los

disparos efectuados. Increíble. Las unidades de infantería no

se salvaban tampoco. Mal equipadas, sin material adecuado,

y con un armamento en pésimo estado que, en muchas oca-

siones, era más antiguo incluso que el propio de las bandas

oponentes, demasiado hicieron con mantener la capital, Sidi

Ifni, en manos españolas. Y eso que el ejército se comportó

magníficamente durante toda la campaña, dando muestras

de un valor inaudito y de una capacidad de sacrificio y ab-

negación que hoy extrañaría. Los actos heroicos fueron casi

diarios, y se perdieron vidas que, con un ejército en media-

nas condiciones, se podrían haber evitado perfectamente. El

problema venía de arriba, del estado de abandono en que el

gobierno mantenía al ejército. Los soldados no hicieron lo

que pudieron, hicieron más. Pero el ejército estaba en la rui-

na más absoluta. Hasta el recién creado cuerpo paracaidista,

flor y nata del ejército por aquellas fechas, contaba con un

material que no le hacía justicia. El caos y la desorganización

reinaron en un ejército que estaba completamente oxidado,

124 ÍNDICE

La guerra de Ifni (1957-1958)Su percepción desde Alicante

agarrotado. Los ejemplos son numerosos: se transportaron

cocinas de leña a un desierto donde no hay árboles, se dio

preferencia a los transportes militares olvidándose de la in-

tendencia, se embarcaban armas estibándolas en el fondo

de los cargueros con el consiguiente nerviosismo por recu-

perarlas al llegar los transportes a Ifni, no existían medios de

vuelo y bombardeo adecuados para el territorio, se carecía

por completo de unidades blindadas y de los imprescindi-

bles helicópteros que, siendo idóneos para operar en un es-

cenario de vaguadas, valles, quebradas y altiplanos, habrían

ahorrado muchas vidas y penalidades. La lista es muy larga, y

el ejército, por mucho que la prensa, como vimos, se empeñe

en ocultarlo, no estaba en condiciones de combatir, y mucho

menos en África. Pero así y todo se salvó Sidi Ifni y se aco-

metieron posteriormente con éxito operaciones destinadas

a rescatar a los que, en las posiciones que habían quedado

cercadas en el interior del territorio, resistían heroicamente

los embates guerrilleros. El territorio ya nunca se recuperó

y se perdió para siempre, cediéndolo “gentilmente” al Ejérci-

to de Liberación. Y es que el ejército español, como ya se ha

dicho, no estaba en condiciones ni siquiera de recuperar un

territorio que era más pequeño que la provincia de Alicante.

Lorenzo M. Vidal Guardiola

125ÍNDICE

De esta manera, se optó por defender a ultranza una línea

de unos 10-12 kilómetros en torno a la capital, cavándose

fosas, nidos de ametralladoras, pozos para tiradores, fortifi-

cándola además mediante una trinchera de triple alambrada

minada, llenándose también la ciudad de parapetos y sacos

terreros. Este operativo se concibió para reforzar eficazmente

Sidi Ifni, dejando el resto del territorio como tierra de nadie,

estimando el gobierno que por él no valía la pena perder ni

una sola vida más; todo en espera de “verlas venir”.

Pues bien, como ya se ha dicho, tras salvar in extremis la

capital del territorio, lo más urgente era reforzar y asegurar

inmediatamente la defensa de la misma y lanzarse posterior-

mente, sin perder ni un segundo, a rescatar a los cercados

en las posiciones del interior. Estas primeras operaciones de

cierta envergadura son las tratadas en el capítulo sexto del

trabajo, Las primeras operaciones, comparando lo que en és-

tas acontece con lo que va llegando a la prensa provincial.

Así, se empiezan ya a constatar varias cosas interesantes: el

gobierno se resiste, por todo lo ya citado anteriormente, a

admitir que en Ifni hay una guerra en marcha. La palabra

“guerra” no se nombra para nada. Como mucho se habla de

“incidentes” o “sucesos”. El secretismo era máximo. Si no se

admite que hay guerra, tampoco se puede, en buena lógica,

126 ÍNDICE

La guerra de Ifni (1957-1958)Su percepción desde Alicante

reconocer que hay demasiadas bajas. Se reconocen algunas,

pero el ocultismo es grande. Tampoco se reconocerá que

Marruecos está detrás del Ejército de Liberación, con la con-

secuencia de enmendarle la plana constantemente a Moha-

med V. Por supuesto, tampoco se reconocerá que se ha aban-

donado la mayor parte del territorio y que no hay intención

de recuperarlo, a la vez que las acciones del ejército parecen

ser todas victoriosas, cuando en realidad no era así. Era una

guerra muy cruel, corta pero intensa, en la que hubo muchas

bajas y en la que las penalidades que tuvieron que soportar

los pobres soldados españoles fueron extremas, claramente

impropias de un ejército medianamente moderno.

De esta forma, y tras asegurar definitivamente Sidi Ifni, ya

desde los primeros días empezaron a organizarse columnas

de socorro con órdenes precisas. Una de ellas, luego la más

conocida, fue la del teniente Ortiz de Zárate, que trató de lle-

gar al fuerte de Telata de Isbuía costase lo que costase. Du-

rante el asedio, murió el brillante oficial y varios soldados, to-

mando el mando el sargento de su sección Juan Montcada,

que mantuvo firme el asedio con el mismo espíritu y valentía

que lo habría hecho el infortunado teniente. Esa sección fue

liberada días más tarde por las fuerzas del autóctono Grupo

de Tiradores de Ifni y de la Legión.

Lorenzo M. Vidal Guardiola

127ÍNDICE

Mapa del territorio de Ifni. Año 1957.

128 ÍNDICE

La guerra de Ifni (1957-1958)Su percepción desde Alicante

Durante este primer período de la guerra hubo de todo

en las operaciones militares: acontecimientos dolorosos

como el de Ait-Usugum, nombre de una aldea de Ifni donde

murieron el teniente paracaidista Polanco y muchos de sus

hombres y, el día 7 de diciembre, el de Tennin de Ammelú,

otra operación con bajas. Pero también hubo victorias com-

pensatorias, como el salto paracaidista sobre Tiliuin, donde

se copó al enemigo por la retaguardia. La operación del salto

paracaidista sobre Tennin de Ammelú se concibió para cor-

tar la entrada de tropas y pertrechos que desde Goulimin pe-

netraban por el sur, interponiendo una fuerza de choque en

medio y descongestionando la presión que, sobre el desta-

camento cercado de Telata de Isbuía, ejercían las bandas del

Ejército de Liberación que habían invadido la región.

Pero el mayor éxito de todas estas operaciones que se

llevaron a cabo rápidamente durante las primeras semanas

del conflicto fue, sin duda, su resultado final, o sea, la total y

definitiva liberación de todos los destacamentos sitiados en

el interior del territorio, que era lo que realmente interesaba.

Recuperar el territorio ya sería otro cantar, tan complicado y

costoso que finalmente nunca se llevaría a cabo.

Después de rescatar a los sitiados en las guarniciones del

interior del territorio, la siguiente fase de la guerra, y aunque

Lorenzo M. Vidal Guardiola

129ÍNDICE

no se pretendía ni mucho menos recuperar el territorio per-

dido, consistiría en despejar dicho territorio de enemigos,

para lo cual se planearon y ejecutaron las operaciones Netol,

Gento, Siroco, Pegaso y Diana, cuya duración abarcó hasta el

final de la contienda, un final sin fecha fija y, por supuesto,

no declarado, pues tampoco se había declarado oficialmen-

te ninguna guerra. Ese periodo de tiempo que va, aproxi-

madamente, desde diciembre de 1957 a febrero de 1958,

es abordado exhaustivamente en el trabajo a lo largo de los

capítulos séptimo y octavo, titulados respectivamente Se

buscan héroes y Navidades’57. A lo largo de estos dos exten-

sos capítulos se abordan, aparte, claro está, de la evolución

propia de la guerra y las operaciones acaecidas, dos aspec-

tos singulares dentro de la misma: por un lado la búsqueda

que el Régimen lleva a cabo para intentar encontrar héroes

en el conflicto, operación importante pues se le ofrece a la

sociedad modelos a seguir y a la vez se les da algo de lo que

poder sentirse orgullosos en el marco de la gris sociedad de

la época. Y es que, visto que la guerra no se puede ocultar, el

gobierno se decide a manipularla y usarla a su antojo. Es cier-

to que durante la guerra hubo numerosos héroes y acciones

heroicas. No obstante, muchas veces la falta de medios y de

material adecuado en nuestro ejército sólo podía suplirse

130 ÍNDICE

La guerra de Ifni (1957-1958)Su percepción desde Alicante

con este tipo de acciones. Pero el Régimen usó a estos héroes

en su propio beneficio, hablando de ellos constantemente

en la prensa, haciéndose eco de sus biografías, dando a la

sociedad, en definitiva, un modelo a seguir de español ideal

fabricado en los despachos de los ideólogos del Régimen en

base a las desinteresadas y heroicas acciones de estos mili-

tares españoles que fueron encumbrados a la categoría de

héroes nacionales durante el conflicto. Dos fueron principal-

mente los militares españoles que fueron elevados a tal ca-

tegoría: el joven teniente Ortiz de Zárate, en torno al cual se

creó una auténtica aureola de leyenda, y el alférez de com-

plemento Francisco Rojas Navarrete, en teoría primer alférez

de la Milicia Universitaria caído en acción de guerra (aunque

en realidad fue el tercero) y del cual toma el nombre la base

militar alicantina de Rabasa. La imagen de Rojas Navarrete,

joven y universitario caído en acción de guerra, se explotó

machaconamente en la prensa como modelo ideal a seguir

por la juventud española, especialmente la universitaria. Por

otro lado, y además de esta búsqueda de héroes y modelos

a seguir que lleva a cabo el Régimen, también se orquesta

otra maniobra de carácter publicitario-propagandístico que

pasó a ocupar las portadas de la prensa provincial durante

las Navidades del año 1957. Se trataba del envío a Ifni de un

Lorenzo M. Vidal Guardiola

131ÍNDICE

aguinaldo navideño dirigido a las tropas que allí combatían,

compuesto de productos típicos de la Navidad (turrones, li-

cores, etc.) recogidos y organizados por la Falange, que venía

a simbolizar el que toda España estaba con sus soldados, que

se acordaba de ellos. Por supuesto, la provincia de Alicante

también contribuyó a engordar este aguinaldo enviado a

África, pudiéndose ver detalladamente en el trabajo los pro-

ductos con los que nuestra provincia colabora en el envío. En

definitiva, se pretendía demostrar que toda España era una

piña y que se seguían desde la península todas las evolucio-

nes de nuestras tropas en el A.O.E. Nada más lejos de la rea-

lidad. El aguinaldo llegó tarde y algo mermado, y las noticias

que se seguían en la península y que hacían referencia a la

evolución de nuestros soldados en África eran manipuladas

sistemáticamente, endulzadas, y siempre haciendo referen-

cia a victorias españolas y nunca a las grandes dificultades

que allí se estaban viviendo.

Pero además de ésta del aguinaldo, otra gran operación

propagandística se llevó a cabo durante las Navidades del

año 57. Lo mejorcito del panorama artístico español por

aquellos años fue enviado a Ifni para actuar ante los solda-

dos. Carmen Sevilla, Gila, etc. aparecieron, obviamente, en

todos los medios de comunicación (periódicos, NO-DO, etc.)

132 ÍNDICE

La guerra de Ifni (1957-1958)Su percepción desde Alicante

Carmen Sevilla, en Ifni, rodeada de paracaidistas

en las Navidades de 1957

Lorenzo M. Vidal Guardiola

133ÍNDICE

actuando ante nuestras tropas en la noche de fin de año de

Ifni. Dar sensación de tranquilidad y de tenerlo todo bajo

control en las posesiones españolas del norte de África era

el objetivo que se perseguía. Pero en Ifni únicamente esta-

ba controlada la capital del territorio, aunque eso nunca se

diría en ningún medio de comunicación. La guerra, una vez

visto que resultaba imposible de ocultar, se manejó y mani-

puló para así ofrecer de la misma en la península una imagen

distorsionada que nada tenía que ver con lo que realmente

ocurría en los territorios españoles del A.O.E. Noticias de la

guerra está claro que llegaban a la península, pero de aque-

lla forma.

En el capítulo noveno del trabajo, que lleva por título La

guerra languidece, se aborda la información que del conflic-

to va llegando a la península en los meses inmediatamen-

te posteriores a las Navidades del año 57. En el tiempo que

va desde enero de 1958 hasta, aproximadamente, el mes de

marzo del mismo año, la guerra ya está más o menos estabi-

lizada. El ejército español se ha replegado definitivamente

sobre la capital del territorio, Sidi Ifni, y partiendo de ésta se

lanzan expediciones de vigilancia y control sobre el resto del

territorio, con el teórico objetivo de limpiar el mismo de “par-

tidas de bandoleros”. Las operaciones militares destinadas a

134 ÍNDICE

La guerra de Ifni (1957-1958)Su percepción desde Alicante

tal fin se suceden en Ifni (Siroco, Pegaso, etc.) y, por supuesto,

se siguen produciendo bajas. Sin embargo, la información

que llega a la península en general y a Alicante en particular

exhibe una realidad muy diferente. Se pretende dar la sensa-

ción de que la guerra prácticamente ha terminado. De que el

territorio de Ifni vuelve a estar bajo control y de que la guerra

ha concluido victoriosamente. Se difunde a la vez una ima-

gen idílica de Ifni, casi como un paraíso en el que no haya

pasado nada. Los editoriales y los titulares en este sentido

proliferan en la prensa. Una vez explotadas propagandística-

mente las actuaciones de los famosos en la noche de fin de

año en Ifni y el envío del aguinaldo por las mismas fechas, da

la sensación de que el gobierno ya ha cumplido con la obli-

gación de informar acerca de lo que estaba aconteciendo en

el A.O.E. Por supuesto, lo ha hecho manipulando la informa-

ción, adulterándola con epítetos victoriosos y tranquilizado-

res. La guerra no se podía ocultar y, ya que tenía que informar

necesariamente acerca de ella, lo haría, qué duda cabe, a su

manera. A lo largo del capítulo se analiza precisamente eso,

cómo, a la vez que la guerra languidece en Ifni, ésta langui-

dece también, y más rápido aún, en la prensa. Los sucesivos

ridículos producidos en los dominios españoles obligan al

gobierno a censurar el conflicto si el Régimen no quiere que

Lorenzo M. Vidal Guardiola

135ÍNDICE

todas sus vergüenzas, que son muchas, queden al descubier-

to. Así, Ifni, poco a poco, va desapareciendo de los periódicos.

Se notaría mucho si el tema desapareciese repentinamente,

había que hacerlo de forma gradual pero inexorable. En la

segunda mitad de 1958 la operación concluye satisfactoria-

mente y la palabra Ifni, al menos hasta 1969, es prácticamen-

te “desterrada” de los medios de comunicación. El Régimen,

gracias a los acuerdos recientemente firmados con los Esta-

dos Unidos, comenzaba a levantar cabeza y a respirar más

holgadamente. Dichos acuerdos legitimaban y asentaban

definitivamente al Régimen franquista y le daban cierta re-

levancia a nivel internacional. Ahora, precisamente ahora, no

le convenía al gobierno de Madrid dar publicidad a lo que

había pasado en Ifni y en el Sáhara. Y más todavía teniendo

en cuenta que Washington había estado apoyando descara-

damente a Rabat.

Pues bien, toda esta divergencia de información que se

vivía en esta época en España respecto a lo que en verdad

ocurría en tierras africanas y lo que desde Madrid se preten-

día que se percibiera en la península es el objeto de estudio

de este noveno capítulo del trabajo. La intención de Madrid

es, pues, clara: dar por terminada, informativamente hablan-

do, la guerra para, después, olvidarla definitivamente, pues

136 ÍNDICE

La guerra de Ifni (1957-1958)Su percepción desde Alicante

representaba un borrón en el que debía ser impoluto expe-

diente del Caudillo. El análisis de las noticias que llegan a la

provincia a través de su diario estrella, el diario Información,

es en este capítulo, como no podía ser de otra forma, intenso.

La comparación con lo que de verdad está pasando en Ifni,

obligada.

El décimo capítulo aborda dos temas que pueden ir per-

fectamente ligados: por un lado, la conversión en provincias

de los territorios de Ifni y del Sáhara, y por otro la entrega a

Marruecos del territorio de Tarfaya o Cabo Juby. Y es que en

1958, y una vez pasada la tormenta en Ifni, Madrid decide

convertir en provincias los territorios africanos de Ifni y del

Sáhara, muy probablemente para intentar demostrar a Ma-

rruecos que no estaba dispuesto a hacerle más concesiones

y que los territorios que aún conservaba Madrid en el A.O.E.

pasaban a estar más unidos que nunca a la península. Pero

nada cambió. La descolonización era imparable y el convertir

a estos dos territorios africanos en provincias, como si fueran

Burgos o Tarragona, no impidió que éstas, al cabo de unos

años, se integrasen en Marruecos. Fue más que nada un ges-

to de orgullo de Franco frente al gobierno de Rabat, ante el

cual se sentía engañado o, cuando menos, estafado. Acaba-

ba de otorgarle la independencia de la parte norte del país

Lorenzo M. Vidal Guardiola

137ÍNDICE

que controlaba España y, muy probablemente para conse-

guir un alto el fuego más o menos honroso en Ifni, le había

traspasado también a Marruecos la zona norte del Sáhara, o

sea, el territorio de Tarfaya. El gobierno de Madrid pretendía

demostrar que ya no estaba dispuesto a hacer más concesio-

nes a un país que pedía más y más y declaró provincias es-

pañolas de pleno derecho a Ifni y al Sáhara, con la intención

de dejar claro que no estaba dispuesto a deshacerse de ellas

tan fácilmente.

Además, y ligado a esto, se produjo la entrega de Tarfaya

al reino alauita. Antes de nada, y respecto al citado territorio

de Tarfaya, hay que decir que de entre todos lo territorios

españoles del A.O.E. fue en este precisamente donde la pre-

sencia alicantina fue más notable. No obstante, y como bien

queda reflejado en el décimo capítulo del trabajo, Tarfaya (o

Cabo Juby) fue el escenario de conflicto al cual fue enviado

el 1º Batallón Expedicionario del Regimiento de Infantería

San Fernando nº 11, originario de nuestra ciudad. Sus 830

componentes, la mayoría de la provincia de Alicante, se deja-

ron la piel en aquel territorio, ofreciendo inequívocas mues-

tras de un gran espíritu de abnegación y sacrificio. Su gesta,

como ocurre con todo el conflicto en general, se mantiene,

desgraciadamente, en el “limbo” del olvido. La presencia de

138 ÍNDICE

La guerra de Ifni (1957-1958)Su percepción desde Alicante

alicantinos en el territorio de Ifni propiamente dicho durante

el tiempo que dura el conflicto es más difícil de cuantificar.

Las trabas que los estamentos militares ponen a la hora de

facilitar este tipo de informaciones hacen que las agrupacio-

nes de veteranos del conflicto se conviertan en los auténti-

cos referentes a la hora de indagar sobre estos asuntos. Así, y

una vez consultadas asociaciones de veteranos como las de

Sabadell, San Vicente del Raspeig, etc., la cifra de alicantinos

presentes en Ifni durante la guerra, aunque no es fija, no va-

ría mucho de la que ofrece una asociación respecto a la que

ofrece tal otra. De esta forma, en las Banderas Paracaidistas,

auténticos protagonistas del conflicto junto con la Legión, se

hallaban enrolados alrededor de 40-50 soldados originarios

de nuestra provincia. Si a esto unimos los alrededor de 10-

15 que estaban encuadrados en el Tercio y la decena que,

aproximadamente, se hallaban destinados en otros cuer-

pos (policía territorial, etc.), el número total de alicantinos

presentes en Ifni durante la contienda debió de ascender a,

como mucho, unos ochenta. Esta es al menos la cifra en la

que se mueven las asociaciones de veteranos consultadas.

De todas formas, lo que está claro es que, aunque sin duda

en Ifni hubo presencia alicantina, el grueso de la misma estu-

vo destinada un poco más al sur, concretamente en Tarfaya o

Lorenzo M. Vidal Guardiola

139ÍNDICE

Cabo Juby, territorio que quedó a partir de entonces ligado

para siempre a la historia de nuestra ciudad y a la de su ex-

tinto Regimiento de San Fernando.

Pues bien, la entrega de Tarfaya a Marruecos en 1958, de-

cidida en la Conferencia de Cintra (de la cual se ha dicho que

fue secretísima y que sin embargo en el diario Información es

abordada sin tapujos), muy probablemente sirvió para con-

seguir un alto el fuego que evitase una derrota, por no decir

debacle española, en Ifni. Tal vez, aunque esto nunca se sabrá,

esta entrega de Tarfaya fuese unida a la entrega de Ifni diez

años después a cambio de evitar la derrota total en el enclave

español y de mantener la españolidad de Ceuta y Melilla. La

teoría es arriesgada pero, viendo la evolución posterior de los

acontecimientos, sus piezas parecen encajar. Lo que es cier-

to es que Tarfaya, al igual que ocurrirá después con Ifni, son

entregadas a Marruecos justo cuando el ejército ha hecho el

esfuerzo de mantenerlas en manos españolas. Se guerrea, se

restablece el orden y, sorpresivamente, cuando se ha logra-

do dicho objetivo, es cuando se entregan los territorios. Si se

pensaban entregar finalmente, se podía haber hecho antes y

ahorrarse así la pérdida de vidas humanas y de sufrimientos.

Pero si se decide pelear por los territorios, tendrían que ha-

ber sido mínimamente consecuentes y mantener la decisión

140 ÍNDICE

La guerra de Ifni (1957-1958)Su percepción desde Alicante

hasta las últimas consecuencias, manteniendo los territorios

en manos españolas el mayor tiempo posible. Sin embargo,

se hizo todo al revés. Se lucha a cara de perro en unas condi-

ciones infrahumanas para después, cuando se ha hecho un

ímprobo esfuerzo por alcanzar los objetivos trazados, se en-

trega el territorio a aquellos que hasta hacía pocos días eran

el enemigo. ¿Qué cara debió de quedárseles a los soldados

españoles que, tanto en Ifni como en Tarfaya, se dejaron la

piel para defender la españolidad de dichos territorios una

vez vieron que, “ganada” la guerra y restablecido el orden,

son ambos territorios entregados dócilmente a Marruecos,

intentando además que todas las instalaciones estén en per-

fecto estado para cuando lleguen los nuevos dueños, antes

enemigos? Los ridículos españoles, como vemos, se sucedían

en Marruecos uno detrás de otro. Más motivos para endure-

cer la censura que, en torno al conflicto, se estableció y que

ha llegado, prácticamente, hasta nuestros días. Madrid no era

consecuente con sus decisiones. Franco debía de estar com-

pletamente anonadado y confundido, siendo sus decisiones

consecuentes con tal estado. Y es que Marruecos, país con-

siderado por España como hermano (esta impresión es fá-

cil de percibir solamente viendo los titulares de la prensa en

fechas anteriores al conflicto), estaba atacando sin ningún

Lorenzo M. Vidal Guardiola

141ÍNDICE

miramiento a los españoles en Ifni y en el Sáhara. El asom-

bro y sensación de haber sido engañados que se debía tener

en Madrid tuvo que ser monumental. Si a eso añadimos que

el, en teoría, gran aliado y protector de la España de Franco,

los Estados Unidos, estaban situándose al lado de Marruecos

durante la contienda, prohibiendo incluso a España el uso

del material bélico de ayuda que le había donado hacía es-

casas fechas, se comprende el estado de estupefacción que

debió reinar en los despachos gubernativos de la capital de

España a finales de 1957. Aunque ello no es excusa, podría

explicar perfectamente las decisiones erróneas, sin sentido y

completamente contradictorias que, desde Madrid, se toma-

ron para intentar resolver el conflicto destapado en el A.O.E.

Ese conjunto de decisiones totalmente desacertadas, unido

a un complejo de inferioridad tremendo, y a la posesión por

parte de España de un ejército hiperatrofiado y con material

propio de un museo de antigüedades, hizo que el desastre

y el ridículo fuesen inevitables. Era como si Franco hubiese

perdido todo interés por mantener un ejército operativo,

cuestión que parecía no importarle desde que acabó la gue-

rra civil. Daba la sensación de que para él los militares habían

pasado a ser simplemente un poder interno donde asentar

su política pero sin dejarlos intervenir en ella.

142 ÍNDICE

La guerra de Ifni (1957-1958)Su percepción desde Alicante

Pues bien, este estado de cosas reinante en Madrid y en

el A.O.E por estas fechas, unido a las informaciones que, en

torno a la conversión en provincias de Ifni y del Sáhara y a la

retrocesión de Tarfaya, van llegando a Alicante a través de su

prensa, conforman el objeto de análisis fundamental de este

décimo capítulo.

El undécimo lleva por título El amigo americano y la para-

noia comunista. En éste, y a través de las noticias aparecidas

en la prensa, se tratan las maniobras que desde Madrid se

llevan cabo para intentar atraerse a los Estados Unidos du-

rante la contienda. Como ya se ha dicho, tras los acuerdos

hispano-norteamericanos de 1953 Franco no tenía ninguna

duda de que Washington era un aliado incondicional. Pero se

equivocaba de pleno. Los Estados Unidos, tras dichos acuer-

dos, tenían a España atada de pies y manos y ya le habían

sacado al Régimen todo aquello que querían (bases, etc.).

Ahora las redes de la casa Blanca habían fijado su próximo

objetivo en Marruecos, país que le ofrecía a Washington las

mismas, o tal vez más, ventajas estratégicas que le ofrecía Es-

paña. Rabat pasaría ahora a ser el aliado fiel de Washington.

Los Estados Unidos tenían que elegir y lo hicieron. Para de-

cepción de Franco, Washington se posicionó al lado de Ma-

rruecos durante la contienda, llegando incluso a prohibir el

Lorenzo M. Vidal Guardiola

143ÍNDICE

uso del material de ayuda americano por parte de España en

Ifni. Y Franco no podía protestar, pues los acuerdos de 1953

poco menos que le habían sacado de pobre. Más motivos

para endurecer la censura en torno a todo lo que rodeó el

conflicto de Ifni. Pero España no se conformó y pretendió,

hasta el último momento, forzar el alineamiento de los Esta-

dos Unidos junto a España en la guerra contra el Ejército de

Liberación, argumentando, astutamente, que en éste había

presencia comunista, directamente relacionada con Moscú.

Así, y durante las primeras semanas de conflicto, las noticias

aparecidas en la prensa y que hacen referencia a la existen-

cia de comunistas infiltrados entre las bandas que atacan los

territorios españoles son abundantes. Algunos de estos titu-

lares, como vemos en el trabajo, son tremendistas. Se intenta

buscar pruebas que relacionen al Ejército de Liberación con

Moscú. Incluso se llega a afirmar que en Ifni se estaba vivien-

do un estadio más dentro de la guerra fría, asegurando que

salvar Ifni era tanto salvar todo el flanco sur de la defensa del

bloque occidental. Hábilmente, los dirigentes del Régimen

jugaron la única carta que, en plena guerra fría, se podía ju-

gar si se quería contar con el apoyo norteamericano: intentar

demostrar que el adversario estaba relacionado con el co-

munismo internacional.

144 ÍNDICE

La guerra de Ifni (1957-1958)Su percepción desde Alicante

Los titulares de la prensa en este sentido abundan duran-

te este periodo, intentando aportar pruebas que demostra-

sen dicha presencia comunista entre las filas del Ejército de

Liberación. Pero la teoría no se sostenía. Los Estados Unidos

sabían perfectamente que no existía tal presencia entre los

rebeldes marroquíes. La carta estuvo bien jugada, pero no

salió bien. A las pocas semanas, los titulares que denuncia-

ban presencia comunista en Ifni y en el Sáhara van desapare-

ciendo paulatinamente. Era ridículo. En efecto, al Ejército de

Liberación le apoyaba de forma encubierta una superpoten-

cia. Pero no era la Unión Soviética. Era la otra. Pero todo esto,

lógicamente, nunca se admitirá abiertamente en la prensa,

aunque a veces se deje entrever. El prestigio del Caudillo es-

taba en juego. Engañado por Marruecos, no se podía admitir

que también los Estados Unidos le dejasen en evidencia.

Son precisamente todos estos titulares y noticias que a

través de la prensa intentan demostrar que los Estados Uni-

dos son firmes aliados de España en la guerra y que la Unión

Soviética tiene intereses en África del Norte los que son ana-

lizados y comentados detalladamente en este undécimo ca-

pítulo, penúltimo del trabajo.

A lo largo del último capítulo, el número doce, se hace re-

ferencia a la entrega definitiva del territorio de Ifni a Marrue-

Lorenzo M. Vidal Guardiola

145ÍNDICE

cos en 1969, aportando a continuación algunas conclusiones

que, y unidas a alguna que otra opinión particular, cierran el

trabajo.

En este último capítulo puede verse nítidamente cómo, la

operación trazada por los ideólogos del Régimen para hacer

olvidar de forma definitiva el conflicto a causa de los tremen-

dos ridículos que durante éste se produjeron, se culmina con

éxito. Y es que desde mediados-finales de 1958, la informa-

ción relativa a Ifni ha desaparecido completamente de los

periódicos. La palabra Ifni ha sido poco menos que vetada

en los medios de comunicación. Los ridículos que España ha

ido haciendo de forma consecutiva durante el tiempo que

dura el conflicto se han unido para conformar uno de tales

dimensiones que había que ocultar como fuese. La guerra

es cierto que no fue muy larga, pero causó centenares de

muertos españoles y, aunque sólo sea por eso, se merece un

recuerdo. Sin embargo, todas las Historias de España publi-

cadas desde finales de los cincuenta hasta, prácticamente,

los años ochenta, obvian completamente el tema. Algunas

de estas obras, que cuentan con miles de páginas, no dedi-

can al conflicto ni una sóla línea.

No obstante, en 1969, y aunque de forma muy fugaz y lo

más escueta posible, Ifni vuelve a las portadas de los periódi-

146 ÍNDICE

La guerra de Ifni (1957-1958)Su percepción desde Alicante

cos para anunciar que deja de ser territorio español. Sorpre-

sivamente, con nocturnidad y alevosía, cuando en mejor es-

tado se encuentra la ciudad de Sidi Ifni, y cuando Marruecos

apenas está haciendo presión para recuperarla, la colonia es

entregada a Marruecos. Por eso es por lo que no resulta para

nada descabellado pensar que el alto el fuego de 1958 inclu-

yese, a parte de la entrega inmediata de Tarfaya, la entrega

definitiva de Ifni diez años después, o sea, en 1968, retrasán-

dose hasta 1969 por las dificultades que España tiene, como

se ve claramente reflejado en la prensa, para evacuar a todo el

personal del enclave. La entrega del territorio en 1969 coincide

en el tiempo con el contencioso entre España y Gran Bretaña

a causa del asunto Gibraltar, lo cual lleva a alargar un poco

más en el tiempo, aunque sólo sea un par de días, la última

aparición de Ifni en la prensa. Y es que se compara la actua-

ción de España en Ifni con la de los británicos en Gibraltar,

destacando la caballerosidad hispana para con el territorio

africano frente a la posición inamovible que muestran los

británicos respecto al peñón. Es un juego de palabras que

no lleva a ninguna parte pues, como se dice en el trabajo, la

situación de Ifni no era comparable con la de Gibraltar. La

comparación adecuada habría sido entre Gibraltar por un

Lorenzo M. Vidal Guardiola

147ÍNDICE

lado y Ceuta y Melilla por otro, pero ésta, por supuesto, no se

hará en la prensa. No interesa.

Sea como fuere, y cuando nadie se lo imaginaba, Ifni es

retrocedido a Marruecos. El penúltimo ridículo español en

África (el último será la cobarde huida española del Sáhara

en 1975, abandonando a su suerte a todos los habitantes del

territorio sin querer saber nada de ellos) se había consuma-

do.

Así, y a modo de resumen “resumidísimo”, del conflicto de

Ifni se pueden extraer dos conclusiones generales (aparte de

todas las ya comentadas a lo largo del trabajo y, especialmen-

te, en su último capítulo). En primer lugar hay que decir que

la censura a la que se vio sometida la guerra y todo lo que la

rodeó se hizo especialmente patente no cuando el conflicto

estaba en pleno apogeo sino a partir de cuando éste acabó.

Ocultar la existencia de una guerra en África resultaba poco

menos que imposible. Por ello, el Régimen se limitó a infor-

mar del mismo en la prensa de la forma más escueta posible.

Todas las noticias publicadas en los periódicos son positivas.

Siempre se habla de victorias españolas y de relativa tran-

quilidad en el territorio. Se usan frías notas emitidas por el

ministerio del Ejército para dar cuenta de las operaciones

llevadas a cabo por el mismo, y se ensalzan los hechos de ar-

148 ÍNDICE

La guerra de Ifni (1957-1958)Su percepción desde Alicante

mas mediante epopeyas dignas de los más valientes héroes.

Estaba claro que si el gobierno se veía obligado a informar

sobre la guerra, lo haría pero a su manera. Toda la informa-

ción que llega está adulterada. Todas las maniobras propa-

gandísticas que se realizan, tales como el envío del aguinal-

do o la actuación de los famosos en las Navidades de 1957

van encaminadas a ese fin. Apenas se informa del número de

bajas acaecidas en combate y, cuando se hace, las cifras no

corresponden con las auténticas. No se habla de guerra, por

tanto no se pueden reconocer muchas bajas. Tampoco se re-

conoce que la mayor parte del territorio se ha abandonado.

En definitiva, se puede decir que el gobierno se ve abocado

a informar sobre el conflicto, pero lo hace a su manera, des-

cribiendo una situación que no se correspondía con la que

se vivía en Ifni. Y es que la auténtica censura vino después,

cuando el conflicto acabó. Entonces, y de forma forzosa, la

guerra sí será olvidada por completo. El Régimen empeza-

ba a asentarse definitivamente y el conflicto constituía un

enorme ridículo que había que esconder. Y así se hizo. Será

entonces cuando expresiones como “la guerra ignorada”, “la

guerra olvidada”, “la guerra secreta”, etc. adquieran su autén-

tica razón de ser.

Lorenzo M. Vidal Guardiola

149ÍNDICE

En segundo lugar, y como tantas veces ya se ha dicho,

esta censura y olvido forzado que en torno a la contienda se

generó, vinieron motivados por el ridículo hecho por España

en su ex-colonia, ridículo en el que se cayó por varios moti-

vos: Marruecos, país con el que el gobierno español presu-

mía de tener excelentes relaciones (al igual que con el resto

del mundo árabe) y al que tantas facilidades se le había dado

para conseguir su independencia en 1956, resultaba que

era quien nos atacaba en Ifni, prestando apoyo encubierto

a un Ejército de Liberación armado casi en su mayor parte

con las armas que España había cedido a Marruecos tras su

independencia. Además, este Ejército de Liberación, tratado

despectivamente en la prensa acusándolo de ser un simple

“grupo de bandoleros” o “partida de forajidos”, había sido ca-

paz de arrinconar a todo un ejército, en teoría occidental y

moderno, en la capital del territorio, estando incluso al borde

de una victoria total y aplastante. El estado casi total de ruina

y abandono en el que se hallaba inmerso el ejército español

por aquellas fechas constituía otra razón más para echar tie-

rra encima al conflicto. El resultado fue que no se pudo man-

tener en manos españolas un territorio más pequeño que

la propia provincia de Alicante. Además, y por si esto fuera

poco, otro de los aliados de los que presumía Franco, o sea,

150 ÍNDICE

La guerra de Ifni (1957-1958)Su percepción desde Alicante

nada más y nada menos que los Estados Unidos, también le

dieron la espalda y apoyaron descaradamente a Marruecos

durante la guerra. Todo esto, unido también al hecho de que

se tuvo que pedir al final ayuda a Francia para finiquitar el

conflicto después de todas las críticas que al colonialismo de

París se venían vertiendo en la prensa, hizo que la situación

de ridículo fuese una bola inmensa que podía hacer mucho

daño al Régimen si salía a la luz pública. La censura en torno

a la guerra era, pues, inevitable.

Pues bien, todo esto, debidamente ampliado con ayuda

de los numerosos ejemplares de prensa que de la época se

conservan en varias hemerotecas alicantinas, con el apoyo

también de la bibliografía sobre el tema que, aunque escasa

y muy limitada, existe sobre el tema, y con la aportación de

algunos comentarios realizados por veteranos del conflic-

to, es lo que conforma el cuerpo central de un trabajo que,

como ya se ha dicho, pretende echar un poco de luz sobre un

acontecimiento que forma parte de la historia de España y

que sin embargo está olvidado desde hace tiempo. Un acon-

tecimiento, además, en el que muchos soldados se dejaron

la vida injustamente. Al mismo tiempo, y de forma paralela,

se ha intentado captar la sensación que en la provincia de

Alicante se tenía acerca del conflicto, analizando a fondo los

Lorenzo M. Vidal Guardiola

151ÍNDICE

datos que en torno al mismo llegaban a través de su diario

de referencia a nivel provincial, el diario Información.

Ya para finalizar, tan sólo cabe decir que la guerra de Ifni,

qué duda cabe de ello, fue una guerra para olvidar, pero pre-

cisamente por ello no conviene olvidarla. Por el contrario,

merece ser rescatada para la historia de España pues, indis-

cutiblemente, y para bien o para mal, forma parte de la mis-

ma.

152 ÍNDICE

La guerra de Ifni (1957-1958)Su percepción desde Alicante

Ana Magdalena Carrasco Abad

Identificación de proteínas palmitoiladas in vivo en Saccharomyces cereviseae

1.- Introducción

Actualmente estamos viviendo una rápida transición

desde el confort momentáneo de un largo pero fi-

nito y completo genoma hacia un nuevo universo

proteómico de gran complejidad, pues un único gen puede

originar diferentes productos proteicos que a su vez, pueden

sufrir variadas modificaciones post-traduccionales. La Cien-

cia Proteómica nos permite abordar esta gran complejidad

poniendo a nuestra disposición la combinación de técnicas

genéticas, químicas y moleculares.

La Ciencia Proteómica se define como la Genómica Fun-

cional a nivel de proteínas cuyo objetivo es el estudio del

Proteoma.

El Proteoma es el conjunto de proteínas expresadas por

un genoma. Es un concepto dinámico, pues este conjunto de

proteínas expresadas por un genoma en un momento dado

y bajo determinadas condiciones es cambiante.

Para llevar a cabo el trabajo de Identificación de proteínas

palmitoiladas in vivo en Saccharomyces cerevisiae hemos he-

cho uso de dos potentes herramientas proteómicas:

154 ÍNDICE

Identificación de proteínas palmitoiladas in vivo en Saccharomyces cereviseae

–Electroforesis Bidimensional, capaz de separar proteí-

nas con gran poder de resolución a partir de complejos ex-

tractos proteicos.

–Espectrometría de Masas, en concreto el MALDI-TOF,

capaz de identificar las proteínas previamente separadas por

laelectroforesis bidimensional.

1.- La electroforesis bidimensional es una técnica que

se lleva a cabo en dos etapas o dimensiones. En la primera

dimensión, también llamada isoelectroenfoque (IEE), las pro-

teínas se separan en función de su punto isoeléctrico (pI). El

pI de una proteína se define como el pH en el que la carga

neta de la proteína se anula.

En la segunda dimensión las proteínas se separan en fun-

ción de su peso molecular (Mw).

Para llevar a término el isoelectroenfoque, la muestra se

embebe en un estrecho gel de poliacrilamida al 3-4% que

contiene un gradiente de pH inmovilizado (IPG), la IPG se so-

mete a una diferencia de potencial que obliga a las proteínas

a migrar a lo largo del gradiente de pH hasta ubicarse en una

zona en la que el pH sea idéntico al pI de la proteína, donde

la carga neta de la proteína se anula y se detiene la migra-

ción.

Ana Magdalena Carrasco Abad

155ÍNDICE

Una vez terminada la primera dimensión se procede a la

segunda dimensión, donde las proteínas se separan en fun-

ción de su peso molecular, es una SDS-PAGE convencional.

2.- La segunda potente herramienta proteómica que va-

mos a utilizar es la Espectrometría de Masas, en concreto el

MALDI-TOF. Cualquier esctrómetro de masas consta básica-

mente de 3 partes:

a) La fuente iónica, donde se ionizan los péptidos.

b) El analizador masa/carga (m/z).

c) El detector.

En el caso del MALDI la fuente iónica ioniza los péptidos

por irradación con energía láser. Los péptidos ionizados pe-

Figura1: Representación esquemática de la migración de las proteínas

durante la electroforesis bidimensiona

convencional. +1ª D (IEE)

+

-2ª D (SDS-PAGE)

-

156 ÍNDICE

Identificación de proteínas palmitoiladas in vivo en Saccharomyces cereviseae

netran en un campo eléctrico confiriéndoles aceleración

para posteriormente entrar en el tubo de vuelo libre, ausente

de campo eléctrico, donde se determina el tiempo de vuelo

del péptido que nos dará la relación masa/carga del mismo.

El conjunto de las relaciones masa/carga de todos los pépti-

dos de la proteína conforman la huella peptídico de la pro-

teína, que se introduce en las bases de datos y nos devuelve

la identidad de la proteína.

El trabajo llevado a cabo pretende abordar el estudio de

unas proteínas que sufren una modificación post-traduccio-

nal por adición de un lípido. Las modificaciones lipídicas de

las proteínas son:

Figura 2: Representación esquemática de la topología de membrana de

proteínas modificadas por lípidos.

-M

pared celular

citoplasma

Ana Magdalena Carrasco Abad

157ÍNDICE

–Miristoilación, modificación co-traduccional sobre un

residuo de glicina mediante enlace amida en el extremo N-

terminal.

–Prenilación, modificación post-traduccional sobre resi-

duo de cisteína mediante enlace tioéter y en el extremo C-

terminal.

–Palmitoilación, modificación post-traduccional (al igual

que la prenilación) sobre residuo de Cisteína (al igual que la

prenilación) pero mediante enlace tioéster, con la propiedad

única frente a las otras modificaciones lipídicas de ser un en-

lace reversible confiriendo a la célula el potencial de con-

trolar el estado de modificación de la proteína.

El proceso de palmitoilación de proteínas tiene lugar so-

bre dos grandes grupos de proteínas:

–las proteínas de membrana, tanto homotópicas como

politópicas y donde la función de la palmitoilación todavía

permanece desconocida.

–las proteínas hidrofílicas, donde la palmitoilación es un

mecanismo de localización subcelular de las proteínas que

las sufren. La palmitoilación puede tener lugar como una

única modificación de la proteína o sobre proteínas previa-

mente modificadas por lípidos (miristoilación y prenilación).

158 ÍNDICE

Identificación de proteínas palmitoiladas in vivo en Saccharomyces cereviseae

2.- Objetivos

Con estos antecedentes, los objetivos del presente traba-

jo son:

1. Puesta a punto de la electroforesis bidimensional.

2. Puesta a punto del marcaje metabólico in vivo con ácido 3H-Palmítico en S. cerevisiae.

3. Identificación de proteínas palmitoiladas.

3.- Resultados

3.1. Separación de proteínas de Saccharomyces cerevisiae

mediante electroforesis bidimensional

Para abordar el primero de los objetivos propuestos, la

puesta a punto de la electroforesis bidimensional es necesa-

rio poner a punto de manera coordinada pero independien-

te de:

• Preparación de la muestra, entendiéndose por tal su solu-

bilización, desnaturalización y finalmente reducción.

• soelectroenfoque, que como hemos comentado antes de-

penderá de la longitud de la tira y del intervalo de pH de

la misma.

– Preparación de la muestra: Trabajamos con muestras

de naturaleza muy hidrofóbica y altamente reducible, pues el

Ana Magdalena Carrasco Abad

159ÍNDICE

enlace tioéster responsable de la unión del ácido palmítico a

la proteína se reduce. Por otra parte estamos utilizando una

técnica reductora y donde las proteínas hidrofóbicas presen-

tan gran dificultad para entrar en los geles de poliacrilamida.

Tras múltiples ensayos conseguimos llegar al compromiso

en el que utilizamos concentraciones de agente reductor,

DTT en nuestro caso, de 10 mM, asegurando una migración

de las proteínas diferencial e independiente al mismo tiem-

po, que conserva la integridad del enlace tioéster.

–Isoelectroenfoque:S3

El aspecto más critico fue poner a punto la etapa de IEE,

además de la preparación de la muestra. Tras múltiples inten-

tos establecimos las condiciones de electroforesis para esta

primera dimensión en función de la longitud y del intervalo

de pH y que de forma global se resume en la figura.

Una primera etapa en la que se aplica un voltaje constante

de 300 voltios durante una hora con el objetivo de arrastrar

primeramente las sales de la muestra. La segunda etapa se

le aplica un voltaje creciente durante dos horas hasta alcan-

zar los 4000 voltios. La tercera etapa consiste en aplicar un

voltaje constante de 4000 voltios hasta alcanzar un número

160 ÍNDICE

Identificación de proteínas palmitoiladas in vivo en Saccharomyces cereviseae

de voltios totales final que dependerá de la naturaleza de la

muestra, del intervalo de pH y de la longitud de la tira. Una

vez ha dado fin la tercera etapa se puede dar por finalizada la

2D-PAGE, sin embargo hay una cuarta etapa donde se aplica

un voltaje constante de 500 voltios para evitar la difusión de

las proteínas.

Figura 3: Representación esquemática de la etapa de IEE. S1: 300V

durante 1 hora, para eliminar iones y otros contaminantes cargados;

S2: Subida lineal de voltaje hasta alcanzar los 4000 V, durante 2 horas;

S3: 25000 V a 4000 V/h. S4: Se mantienen 500 V hasta que se detiene el

IEE, para prevenir la difusión de las proteínas.

del intervalo de pH y que de forma global se resume en la figura.

300 V

500 V

S4

S1

S3

S2

VOLTAJE

Ana Magdalena Carrasco Abad

161ÍNDICE

Figura 4.- Electroforesis bidimensional de un extracto proteico total de

Saccharomyces cerevisiae llevados a cabo utilizando distintos rangos

de pH y distintas condiciones de IEE: A, B y D.-S1: 300V durante 1 hora,

S2: 4000 V, durante 2 horas; S3: 25000 V a 4000 V/h. SDS-PAGE: 10%PAA.

C, E y F.-S1: 300V durante 1 hora, S2: 4000 V, durante 2 horas; S3: 18000

V a 4000 V/h. SDS-PAGE: 10%PAA. A y B y C.- Tiras de 11 cm. D, E y F.-

IPG de 7cm. Todos los geles se tiñeron con Coomasie a excepción del gel

B que se tiñó con Plata.

5 8

A

5 8

3 6 5.5 6.7

3.9 5.1 4.7 5.9

B

DC

FE

162 ÍNDICE

Identificación de proteínas palmitoiladas in vivo en Saccharomyces cereviseae

Se lleva a término a bajas temperaturas y la segunda di-

mensión a bajos voltajes, favoreciendo la entrada en el gel

de las proteínas más hidrofóbicas.

3.2. Condiciones de marcaje con [3H]-Palmítico in vivo

Nuestro objetivo es la detección del proceso de palmi-

toilación mediante electroforesis bidimensional. Para llevar-

lo a cabo, comenzamos poniendo a punto las concentracio-

nes de ácido palmítico tritiado necesario, para ello crecimos

Figura 5.- La cepa W303-1A, crecida en medio SD en fase exponencial,

se incubó durante 2 h en presencia [3H]-Palmítico en una concentración

final de a.-20 μCi/ml; b.- 50 μCi/ml; c.-100 μCi/ml. La fluorografia del

extracto proteico total se obtuvo tras SDS-PAGE y 10 días de exposi-

ción.

a b c

210134 86

40

32

18

Ana Magdalena Carrasco Abad

163ÍNDICE

distintos cultivos con concentraciones crecientes de tritio,

obtuvimos los extractos totales de los distintos cultivos, los

sometimos a SDS-PAGE y posterior fluorografía. Tras 10 días

de exposición la autorradiografía mostraba este aspecto.

Por tanto el proceso de palmitoilación es un proceso fi-

siológico y que se puede detectar mediante marcaje isotó-

pico. Escogimos el marcaje de 100μCi/ml, pues la intensidad

de la banda nos puede asegurar que al desdoblarse en sus

componentes en la 2D-PAGE podríamos detectar la señal de

una proteína aislada. Pero al reproducir las condiciones de

crecimiento y marcaje con 100μCi/ml no conseguimos de-

tectar la señal de la palmitoilación, a menos que el tiempo

de exposición de la autorradiografía superara los 3 meses,

lo que hacía el proyecto inviable. Tras repetir el ensayo con

concentraciones de ácido palmítico tritiado superiores de

200 μCi/ml y obtener el mismo resultado hizo plantearnos

que la cantidad de tritio fuera suficiente, pero que quizás la

incidencia del proceso de palmitoilación en la célula es de-

masiado bajo para poder ser detectado. En este punto nos

planteamos buscar unas condiciones de crecimiento que in-

crementen la proporción de proteínas palmitoiladas.

Consecuentemente, nos planteamos someter las células

a una eliminación abrupta de glucosa, dado que en la biblio-

164 ÍNDICE

Identificación de proteínas palmitoiladas in vivo en Saccharomyces cereviseae

grafía se describe que las células sometidas a una elimina-

ción abrupta de la fuente de carbono quedan retenidas en

distintas fases del ciclo celular y se detienen los procesos de

transcripción y traducción. La posterior adición de la glucosa

al medio de cultivo reactiva los procesos de transcripción y

traducción. De este modo, nuestra nueva estrategia es elimi-

nar abruptamente la glucosa y adicionar posteriormente la

fuente de carbono y el ácido palmítico tritiado simultánea-

mente, para que se reactive el crecimiento y la síntesis pro-

teica y con ésta los procesos de modificación post-traduc-

cional.

Antes de llevar a cabo el ensayo de marcaje isotópico, rea-

lizamos unos ensayos de crecimiento bajo las condiciones

descritas que se recogen en este gráfico, donde podemos

observar como las células crecidas en distintos medios de-

tienen su crecimiento al eliminar la glucosa del medio y la

posterior adición de la misma tras doce horas de ayuno con-

lleva la reactivación del crecimiento.

Tras llevar a cabo el marcaje isotópico bajo las condicio-

nes comentadas, en las que se somete el cultivo a un estrés

metabólico por eliminación abrupta de glucosa y posterior

adición simultánea de la glucosa y el ácido palmítico tritia-

do sobre cultivos con una concentración de 2-3x106 céls/ml

Ana Magdalena Carrasco Abad

165ÍNDICE

en los que se reactiva su crecimiento y crecen hasta alcanzar

una concentración de 107 céls/ml, se obtiene el extracto ce-

lular, se solubiliza la muestra ,se somete a 2D-PAGE, posterior

fluorografía y la autorradiografía resultante tras un mes de

exposición es la que se muestra.

Esta es la primera vez que conseguimos detectar la marca

radiactiva que presumiblemente corresponden a proteínas

palmitoiladas. Es verdad que debemos admitir la posibilidad

de que esta marca sea consecuencia del metabolismo del

ácido graso marcado.

Figura 6: Evolución del crecimiento de un cultivo de la cepa W303-1A en

medio carente de fuente de carbono (YP, SD). Tras 12 horas de ayuno se

adiciona glucosa al 2% en el medio reactivándose el crecimiento celu-

lar. y con él las rutas de transducción de señales.

0,2

0,4

0,6

0,8

1

1,2

1,4

5 10 15 20 25 30 35 40

Tiempo (h)

Medio Rico

Medio Mínimo

D.O.600nm

Glucosa (2%)

166 ÍNDICE

Identificación de proteínas palmitoiladas in vivo en Saccharomyces cereviseae

Otras figuras de autorradiografías son las resultantes de

un fraccionamiento celular, donde se obtiene una fracción

enriquecida con proteínas de membrana y otra fracción enri-

quecida con proteínas solules o citosólicas, ambas en rangos

de pH entre 5 y 8.

Figura 7: Fluorografía de un extracto total de proteínas marcadas in

vivo con [3H-palmítico] durante dos ciclos de duplicación, y separadas

mediante electroforesis bidimensional. Las condiciones de IEE fueron:

S1-300 v, 1h S2-4000 v, 2h S3-25000v a 4000v/h, S3-500v. IPG de 11 cm

y SDS-PAGE al 10%PAA..

210

134

82

42

32

pH 5 pH 8

Ana Magdalena Carrasco Abad

167ÍNDICE

Figura 8: Fluorografía de un extracto total de proteínas marcadas in

vivo con [3H-palmítico] (100 μCi/ml) durante dos ciclos de duplicación,

y separadas mediante electroforesis bidimensional. Las condiciones de

IEE fueron: S1-300 v, 1h S2-4000 v, 2h S3-25000v a 4000v/h, S3-500v, S4-

99h. 2 meses de exposición. El número de spots recortado para MALDI-

TOF se indica con números.

pH 5 pH 8

1

2

33

2

4

5

20

9

67

8

10

11

1213/1

15/16

17

17/1

20

2223

2526 27

24

28

29

210

134

86

42

32

18

Es notable el mayor ruido de fondo que aparece en la

fracción de membrana, este mayor ruido de fondo aparece

de manera sistemática en todos los experimentos. Las pro-

168 ÍNDICE

Identificación de proteínas palmitoiladas in vivo en Saccharomyces cereviseae

teínas no se pueden separar bien debido a su elevada hidro-

fobicidad y las dificultades técnicas que ello plantea.

210

134

86

42

32

pH 5 pH 8

31 31

32

3334

35 2

3

3637

9

39

38

1

402

30

10

Figura 9: Fluorografía de una fracción de proteínas de membrana

marcadas in vivo con [3H-palmítico] (100 µCi/ml) durante dos ciclos

de duplicación, y separadas mediante electroforesis bidimensional.

Las condiciones de IEE fueron: S1-300 v, 1h S2-4000 v, 2h S3-25000v a

4000v/h, S3-500v, S4-99h. 1 mes de exposición. El número de spots re-

cortado para MALDI-TOF se indica con números.

Ana Magdalena Carrasco Abad

169ÍNDICE

Figura 10: Fluorografías de distintas fracciones de proteínas citosólicas

marcadas in vivo con [3H-palmítico] (100 µCi/ml) durante dos ciclos

de duplicación, y separadas mediante electroforesis bidimensional.

Las condiciones de IEE fueron: S1-300 v, 1h S2-4000 v, 2h S3-25000v a

4000v/h, S3-500v, S4-99h. 1 mes de exposición. El número de spots re-

cortado para MALDI-TOF se indica con números.

1

1

1 1

2

2

2 222

2/243 25 29

42

24 24

4042

210

134

86

42

pH 5 pH 8

1

2 1 3944

45

10

210

134 86

42

pH 5 pH 8

170 ÍNDICE

Identificación de proteínas palmitoiladas in vivo en Saccharomyces cereviseae

Llegados a este punto de la investigación nos abordaban

dos grandes interrogantes:

– Asumiendo que la señal que estamos detectando se

debe al proceso de palmitoilación entonces, ¿el proceso de

palmitoilación que estamos detectando es debido al estrés

metabólico al que hemos sometido los cultivos durante el

marcaje isotópico o por el contrario, bajo las condiciones de

crecimiento descritas hemos conseguido reactivar el creci-

miento y con este aumentar la incidencia del proceso de pal-

mitoilación?

– Por otra parte, tenemos que confirmar que la señal ra-

diactiva detectada se debe al proceso de palmitoilación y no

es consecuencia del metabolismo del propio ácido graso. Lo

primero que nos planteamos para estudiarlo es confirmar

la presencia del enlace tioéster, responsable de la unión del

ácido palmítico a la proteína. Con este fin se someten los ge-

les electroforéticos a un tratamiento con hidroxilamina, que

es un álcali medio capaz de escindir selectivamente el enlace

tioéster y consecuentemente en los geles podemos apreciar

una disminución de la intensidad de las bandas radiactivas.

Con este fin construimos una cepa en la que se insertó

el plásmido YEp 51 que sobrexpresa Ras2 bajo el control del

promotor de la galactosa GAL10.

Ana Magdalena Carrasco Abad

171ÍNDICE

Ras2 es una proteína ampliamente descrita que se palmi-

toila. De este modo, se creció la cepa bajo las condiciones del

marcaje metabólico y se sobrexpresó Ras2, se obtuvo el ex-

tracto total, se inmunoprecipitó Ras2, se sometió a SDS-PAGE

y este es el aspecto de la autorradiografía tras la fluorografía

del gel, se puede observar la banda correspondiente a Ras2 y

su desaparición tras el tratamiento con hidroxilamina.

Figura11: Clonación del gen de levadura RAS2 bajo el control del pro-

motor GAL10. El vector de levadura Yep51 contiene el origen de replica-

ción ColE1 y el den de ß-lactamasa para facilitar su propagación en E.

Coli. Además contiene el gen LEU2 de levadura .

YEp51-RAS2GAL10

RAS2

Leu2ORI(Col E1)

Ampr

ORI (2�)

T

172 ÍNDICE

Identificación de proteínas palmitoiladas in vivo en Saccharomyces cereviseae

Para ubicar la banda en el gel se realizó previamente una

inmunoprecipitación del extracto total, posterior Western

blott y detección inmunológica. También se realizó el trata-

miento con hidroxilamina sobre extracto total, donde po-

Figura 12: La proteína Ras2 se expresó en la cepa W303-1A, se sometió

a estrés por eliminación de fuente de carbono y se marcó con [3H]-Pal-

mítico. Tras la inmunoprecipitación de Ras2p con el anticuerpo yC-19

se sometió a SDS-PAGE. A. Control de carga de la muestra inmunopre-

cipitada (a/f y b/g) y B. Control de carga del extracto total (c/h y d/i).

En C se localiza Ras2p mediante análisis Western. En D se muestra la

fluorografia tratada con Tris-HCL 1M (f) o con NH2OH 1M (g) corres-

pondiente a Ras2p inmunoprecipitada, mientras que en E se muestra

la fluorografía correspondiente al extracto total de proteínas sin tratar

(h) o tratado con NH2OH 1M (i)

A B C D E

a b c d e f g h i

Ras2p

210 134

86

42

32

210 134

86

42

32

Ana Magdalena Carrasco Abad

173ÍNDICE

demos apreciar una disminución global de la intensidad de

la señal radiactiva pero no desaparece ninguna banda, con

esto parece ser que el tratamiento con hidroxilamina es efi-

caz cuando hablamos de muestras con una única proteína

pero deja de serlo sobre extractos totales.

A la izquierda tenemos los controles de carga.

Utilizamos esta misma cepa para someterla a distintas

condiciones del marcaje metabólico, posterior inmunopre-

cipitación de Ras2, SDS-PAGE y finalmente fluorografía. Las

figuras A y B corresponden a un marcaje metabólico en con-

diciones fisiológicas, C corresponde a un marcaje bajo estrés

metabólico. Se puede apreciar como bajo las condiciones de

crecimiento descritas de ayuno de la fuente de carbono la

intensidad de la banda Ras2 es mayor.

De este modo podemos concluir que estamos detectan-

do la señal de palmitoilación y además es específica como se

demuestra con el tratamiento de hidroxilamina. Además las

condiciones del marcaje producen un aumento de la tasa de

palmitoilación fisiológica.

3.4. Identificación de proteínas palmitoiladas.

Una vez detectadas las proteínas palmitoiladas sobre un

gel bidimensional mediante la señal de la autorradiografía,

174 ÍNDICE

Identificación de proteínas palmitoiladas in vivo en Saccharomyces cereviseae

se recortan las manchas y se someten a una digestión con

tripsina, una endoproteasa que corta por lisina y arginina.

Posteriormente, el digerido tríptico se introduce en el espec-

trómetro de masas, el MALDI-TOF, y nos da la huella peptí-

dica de la proteína. Esta parte del trabajo ha sido llevada a

cabo en el Instituto de Biomedicina en colaboración con el

Dr. Juan José Calvete donde he participado activamente. Este

es un ejemplo de huella peptídico, es la enolasa.

Se han detectado 197 manchas que presumiblemente

corresponden a proteínas que se encuentran palimitoiladas.

De todas las proteínas detectadas, sólo un porcentaje relati-

vamente bajo han podido ser identificadas, 87 proteínas, no-

sotras justificamos este hecho ya que estamos detectando

la señal radiactiva que no tiene el por qué ser proporcional

a la cantidad de proteína presente en el gel, así que proba-

blemente estemos detectando proteínas presentes en el gel

en cantidades inferiores a fentomoles que es el límite de de-

tección del MALDI , resultando una cifra final de 45 proteínas

distintas.

Ana Magdalena Carrasco Abad

175ÍNDICE

Spot Proteína Identificada Nº Acceso NCBI

Mw pI

Proteínas que participan en Metabolismo Energético1 Piruvato descarboxilasa 4109 60074.2 5.832 Enolasa 119337 46914.4 5.673 Fructosa Bisfosfato aldolasa 113626 39621.0 5.514 Gliceraldehido-3-Fosfato

deshidrogenasa3720 35732 6.5

5 3-Fosfoglicerato Kinasa 129930 44738.6 7.1122 Aldehido deshidrogenasa

activada por MgP54115 54414.5 5.32

26 Glucosa-6-Fosfato 1-deshidrogenasa

P11412 57521.8 5.92

28 Piruvato kinasa P00549 54544.9 7.5631 F1-ATPasa subunidad 2144519 54794 5.537 Alcohol deshidrogenasa M38456 36823.3 6.2638 Aldehido deshidrogenasa

citosólicaU56604 5457.6 5.4

45 Triosa fosfato isomerasa J01366 26795.6 5.74Proteínas que participan en Metabolismo Aminoácidos6 Metiltetrahidrofolato

homocisteína metiltransferasa

730018 85860.3 6.07

10 Acetohidroxiácido Isómero Reductasa

957238 44384.7 9.06

11 Glutamato deshidrogenasa específica de NADP

171594 49582.3 5.55

24 Homocisteína Metil-transferasa

P05694 85860.3 6.80

29 Cistationina- -liasa P31373 42542.3 6.0639 O-Acetilhomoserina/ Acetilse

rinasulfhidrilasaU17243 48671.9 5.98

43 Glutamato deshidrogenasa M10590 49582.2 5.55Proteínas implicadas en la Motilidad o Estructura celular 15 Hof1p 6323675 76207 9.135 Actina L00026 41689.9 5.44Proteínas que participan en los procesos de Transcripción y Traducción7 Factor de Elongación 416935 93289.7 5.9223 Proteína de unión a Poli-A P04147 643445.5 5.7125 Seril-tRNA sintetasa P07284 53309.9 5.8

176 ÍNDICE

Identificación de proteínas palmitoiladas in vivo en Saccharomyces cereviseae

Proteínas implicadas en procesos de Señalización9 G-beta like protein 1730231 348016 5.8Proteínas implicadas en proceso de Meiosis18 ORF YOR195w 2132082 95380.8 4.8219 Emi2p 6320724 55921 5.9Proteínas implicadas en procesos de Oxidación/Reducción8 Gre2p 6324421 38170 5.812 COX1/OXI3 1334435 90322 9.720 Thioredoxina reductasa 1 P29509 34238.3 5.69Proteínas que participan en Metabolismo de Nucleótidos27 Adenilosuccinato liasa Q05911 5451.0 6.0132 Rnr4p 6321619 40055 5.1Proteínas Ribosomales33 Proteína ribosomal L10e 171806 33718 4.734 Proteína ribosomal S0B X94607 27962.6 4.68Proteínas que actúan como Chaperonas13 SSA2 123624 69470.3 4.9514 SSA1 417149 69657.6 5.0030 Heat Shock 70 M25395 66601.9 5.3241 ORF YKL 073w 1587570 99572 5.2Proteínas que participan en el Metabolismo de Lípidos21 Esterol 24-C-metiltransferasa P25087 43431.1 5.5416 FMS1 6323662 57806 5.4Miscelánea36 YOR081c 2132876 84717 9.240 Yhb1p 1362285 44647 5.944 RGP1 Z48179 75317.8 5.6117 ORF YLR028c 1709914 69657.6 5.0042 ORF YBR011c Z35880 32299.7 5.36

Tabla 1: Listado de proteínas palmitoiladas tras someter a las células a

un estrés metabólico.

De todas estas proteínas, destacamos un grupo de 9 pro-

teínas clásicamente citosólicas y que las hemos identificado

tanto en la fracción de citosol como en la de membrana, pro-

teínas como la enolasa, fructosa-bisfosfato aldolasa, trio-

Ana Magdalena Carrasco Abad

177ÍNDICE

sa fosfato isomerasa, piruvato descarboxilasa, alcohol

deshidrogenasa, 3-fosfoglicerato quinasa, gliceraldehí-

do-3-fosfato deshidrogenasa, Etf1p y SSA1. Pero nosotras

no hemos sido las primeras que hemos descrito este grupo

de proteínas en membrana, sino que ya han sido descritas

como integrantes de pared celular de levaduras como Candi-

da albicans y Saccharomyces cerevisiae. Los autores apuntan

la posibilidad de que estas proteínas, debido a su abundan-

cia, han quedado atrapadas en la red de quitina y glucano

en el proceso de formación de la pared celular, pero muchos

proponen la posibilidad de la existencia de rutas de secre-

ción alternativas aún hoy desconocidas.

Nosotras hoy proponemos la palmitoilación como una

posible ruta de secreción capaz de modificar la ubicación

subcelular de las proteínas que la sufren.

Por último nombrar las proteínas ribosomales L10 y

S0B, proteínas citosólicas que hemos identificado en la frac-

ción de membrana y que tienen la capacidad de transferir el

grupo palmitato sobre un grupo sulfhidrilo de un residuo de

cisteína, ¿podrían ser una palmitoiltransferasa?

178 ÍNDICE

Identificación de proteínas palmitoiladas in vivo en Saccharomyces cereviseae

3.5. Estrategia en la identificación de proteínas que participan

en los ciclos de palmitoilación-despalmitoilación.

Por último resaltar la utilidad de la técnica como estrate-

gia para identificar proteínas que participan en los ciclos de

palmitoilación-despalmitoilación. Así recientemente Roth y

col han descrito la primera palmitoil-transferasa (PTasa) co-

nocida, la proteína AKR. Por tanto una cepa deficiente en el

gen que codifica para la PTasa sufriría un cambio en el proce-

so de palmitoilación. De este modo sometimos la cepa salva-

je y la mutante a un marcaje metabólico, posterior extracto

total, 2D-PAGE y fluorografía, como se puede apreciar en la

figura el cambio del patrón de palmitoilación celular es no-

table.

El hecho de que una cepa delecionada de una PTasa pro-

voque un importante cambio del patrón radiactivo detecta-

do apoya con firmeza que la señal detectada se deba a la

palmitoilación.

Ana Magdalena Carrasco Abad

179ÍNDICE

Figura 13: Fluorografías de extractos totales proteínas marcadas in

vivo con [3H-palmítico] (100 μCi/ml), tras someter a las células a estrés

metabólico, durante dos ciclos de duplicación, y separadas mediante

electroforesis bidimensional. Las condiciones de IEE fueron: S1-300 v, 1h

S2-4000 v, 2h S3-25000v a 4000v/h, S3-500v, S4-99h. 1 mes de exposi-

ción. A. Cepa mtAKR. B. Cepa W303-1A.

A B

210134 86

42

32

180 ÍNDICE

Identificación de proteínas palmitoiladas in vivo en Saccharomyces cereviseae

Joaquín Cos Córcoles

Desarrollo de técnicas experimentales y simulación de dispositivos

electroópticos de polarización

1.- Memoria de resultados del proyecto

Desarrollo de técnicas experimentales y de simula-

ción de dispositivos electro-ópticos de polarización.

Estudiantes: Joaquín Cos Córcoles, Daniel Puerto

García, Jose Ángel Velasco Sánchez, Rafael Díaz-Pavón Avi-

lés.

Tutores: Ignacio Moreno, Mª del Mar Sánchez.

Dept. Ciencia y Tecnología de los Materiales. Univ. Miguel

Hernández.

2.- Objetivos

En este proyecto hemos realizado un estudio sobre algu-

nas propiedades de modulación de la polarización, y su me-

dida experimental. Los objetivos concretos que se indicaron

en la solicitud de este proyecto son los siguientes:

1. Puesta en marcha de una cámara digital.

1.1 Montaje y configuración de una cámara digital.

1.2 Calibración de la respuesta frente a diferentes pa-

rámetros:

1.2.1 Calibración de la respuesta frente a la longitud

de onda de la luz (λ).

182 ÍNDICE

Desarrollo de técnicas experimentales y simulación de dispositivos electroópticos de polarización

1.2.2 Calibración de la respuesta frente al offset y la

ganancia de la cámara.

2. Realización de un software para análisis de sistemas de

polarización de la luz.

2.1 Realización de librerías básicas.

2.2 Aplicación de las librerías a moduladores electro-

ópticos y filtros de multicapas.

3. Realización de un interferómetro de Michelson.

4. Medida de las propiedades de polarización de un dis-

positivo electro-óptico.

4.1 Calibración de la modulación de fase.

2.2 Calibración de la modulación de irradiancia.

El desarrollo de cada uno de estos puntos se describe en

la memoria presentada a continuación

3.- Memoria, métodos y técnicas utilizados

en la realización

A continuación se detallan y explican los puntos desarro-

llados en este proyecto.

Joaquín Cos Córcoles

183ÍNDICE

3.1 Puesta en marcha de una camara digital

3.1.1 Montaje y configuración de dos cámaras digitales.

Para la realización del proyecto hemos utilizado dos cá-

maras digitales, la primera, una cámara de fotos digital de

marca Fujifilm de 2.3 megapixels, y la segunda una webcam

de la marca Philips ToUcam Pro (figura 1). Para la cámara de

fotos digital ha sido necesaria la instalación del software Pic-

ture Shuttle 3.3. que permite la adquisición de las fotos des-

de la cámara al ordenador. Para el control y adquisición de

imágenes a través de la webcam hemos utilizado el software

Philips VLounge 1.1 y Ulead Photo Express 2.0. La figura 2

muestra este software captando un patrón de interferencias

usado para medir la fase de un dispositivo de cristal liquido.

3.2 Realización de un software para análisis de sistemas

de polarización de la luz

En este apartado hemos realizado un software para la

simulación de los fenómenos de polarización de la luz y su

aplicación a sistemas moduladores electro-ópticos. Este soft-

ware ha sido utilizado en la comprobación de los resultados

obtenidos en la realización de un interferómetro de Michel-

son y en la Medida de las propiedades de polarización de un

dispositivo electro-óptico.

184 ÍNDICE

Desarrollo de técnicas experimentales y simulación de dispositivos electroópticos de polarización

Figura 1. Cámara digital Philips ToUcam Pro

Figura 2. Software Ulead Photo Express 2.0, captando un patrón de

interferencias.

Joaquín Cos Córcoles

185ÍNDICE

3.2.1 Realización de librerías básicas

La parte inicial del software para el análisis de sistemas

de polarización consiste en la realización de unas librerías

básicas en C++ para el control de matrices de Jones. Las ma-

trices de Jones son un formalismo útil para la descripción de

los fenómenos de polarización de la luz. El tipo de matrices

programadas serán:

• Matrices entrada-salida a los dispositivos ópticos.

• Matriz de un polarizador lineal.

• Matriz de un desfasador lineal.

• Matriz de un rotor de polarización.

• Rotación en un plano de los elementos anteriores.

A continuación, la figura 1 muestra el menú del programa

desarrollado. En el se muestran las opciones para indicar el

estado de polarización de la luz incidente. Se muestra cómo

el programa permite introducir elementos de polarización

tales como polarizadores lineales, desfasadores y rotores. De

manera automática el programa proporciona el estado de

polarización y de irradiancia de la luz de salida del sistema.

186 ÍNDICE

Desarrollo de técnicas experimentales y simulación de dispositivos electroópticos de polarización

3.2.2 Aplicación al diseño de filtros birrefringentes

Una vez realizadas estas librerías básicas de elementos

ópticos de polarización, éstas se han empleado para la reali-

zación de un programa informático para el diseño de filtros

ópticos birrefringentes. Estos filtros están constituidos de

múltiples capas de material ópticamente anisótropo, y cons-

tituyen un tipo de filtro ampliamente utilizado en las tecno-

logías de visualización de imágenes (displays), así como en

los sistemas de multiplexado de longitud de onda emplea-

dos en los sistemas de comunicación óptica.

Figura 3. Menú del programa de simulación desarrollado

Joaquín Cos Córcoles

187ÍNDICE

La figura 4 muestra el programa de simulación desarro-

llado, el cual permite superponer múltiples capas, tanto de

polarizadores como de desfasadores, en una orientación y

espesor arbitrario. El programa, una vez diseñado el filtro,

permite visualizar la respuesta espectral, es decir, la transmi-

sión en función de la longitud de onda, tal y como muestra

la figura 4.

Figura 4. Programa de simulación de filtros ópticos birrefringentes.

188 ÍNDICE

Desarrollo de técnicas experimentales y simulación de dispositivos electroópticos de polarización

3.3 Realización de un interferómetro de michelson

El interferómetro que hemos utilizado es un interferó-

metro de Michelson, consistente en un cubo divisor de haz

y dos espejos. El principio de funcionamiento de éste es la

interferencia producida por dos haces que recorren caminos

diferentes (figura 5). Tal y como se indica en la figura, el

haz proveniente del emisor incide en el divisor de haz y

se subdividen dos haces iguales pero de dirección perpendi-

cular. A continuación tras reflejarse en los espejos, los haces

se recombinan en el cubo. Si la distancia recorrida por cada

uno de los dos subhaces es diferente los dos haces interfie-

Espejo

Espejo

Cubo divisor

Cámara digital

Figura 5. Esquema de un interferómetro de Michelson

Joaquín Cos Córcoles

189ÍNDICE

ren con diferente condición de fase. La figura 6 muestra una

fotografía del interferómetro puesto en marcha, mientras

que la fig. 2 muestra las franjas de interferencia obtenidas al

ser iluminado con un láser de He-Ne.

Este interferómetro se utiliza para calibrar las propieda-

des de modulación de fase del dispositivo electro-óptico de

cristal líquido. Al introducir el dispositivo en uno de los bra-

Figura 6. Interferómetro de Michelson

190 ÍNDICE

Desarrollo de técnicas experimentales y simulación de dispositivos electroópticos de polarización

zos del interferómetro, éste introduce una fase adicional que

se mide analizando el interferograma a la salida del interfe-

rómetro. A la salida colocamos la cámara digital analizada en

el apartado 1, para la toma de medidas de las interferencias.

3.4 Medida de las propiedades de polarización de dispositivos

electro-ópticos de cristal líquido.

El último objetivo propuesto es la calibración de un dis-

positivo modulador de cristal líquido utilizando las técnicas

desarrolladas en los apartados anteriores.

3.4.1.- Calibración de amplitud y fase de un dispositivo LCD

pixelado

Los dispositivos electro-ópticos de cristal líquido (CL) es-

tán adquiriendo una creciente importancia por su versatili-

dad y bajo coste. En particular los dispositivos de visualización

(displays) de cristal líquido. Estos dispositivos son fabricados

en un gran número de materiales, predominantemente com-

puestos orgánicos sintéticos y naturales, que carecen de un

punto de fusión en el sentido estricto de la palabra: cuando

se calientan, en lugar de pasar de sólidos a líquidos, atravie-

san un estado intermedio, que recibe el nombre de cristal

líquido. Las moléculas en este estado de suelen encontrar su

Joaquín Cos Córcoles

191ÍNDICE

posición de mínima energía colocándose de forma aproxi-

madamente paralela, agrupándose en conjuntos llamados

dominios, y cada dominio poseen direcciones diferentes.

La mayoría de las propiedades de los CL tienen su origen

en la fuerte anisotropía que ofrecen sus moléculas: la magni-

tud de un parámetro determinado depende de la dirección

Figura 7. Esquema del dispositivo de calibración macroscópica de un

cristal líquido

192 ÍNDICE

Desarrollo de técnicas experimentales y simulación de dispositivos electroópticos de polarización

en que se realice la medida. Así, por ejemplo, la mayor parte

de los CL presentan dos índices de refracción netamente di-

ferenciados n0 (índice de refracción ordinario, es decir el que

ve el vector campo eléctrico asociado a la onda luminosa que

atraviesa el CL cuando está situado en cualquier dirección

contenida en el plano normal al eje óptico de la molécula) y

ne (índice extraordinario, o sea, con el campo eléctrico para-

lelo al eje óptico de la molécula). Además podemos observar

como las propiedades eléctricas y magnéticas de los CL resi-

den también en la anisotropía de las moléculas. Respecto a

una excitación externa de tipo eléctrico, el material respon-

derá con dos permitividades dieléctricas distintas.

En este trabajo en concreto hemos utilizado un LCD ne-

mático que tienen un orden preferencial de largo alcance se-

gún una dirección determinada; no presentan, sin embargo,

ordenación en el plano normal a dicha dirección: los ejes de

las moléculas se sitúan de forma aproximadamente paralela

entre sí, pero sus posiciones relativas no están predetermi-

nadas. Existe una sola fase nemática y aparece a altas tem-

peraturas. Se usan de manera generalizada en aparatos de

proyección de imágenes. Estos aparatos suponen una alter-

nativa de coste moderado para la adquisición de modulado-

Joaquín Cos Córcoles

193ÍNDICE

res pixelados, con aplicaciones en campos como el procesa-

do de imágenes, la óptica difractiva o la óptica adaptativa.

Generalmente el fabricante no proporciona al usuario in-

formación sobre los parámetros físicos del dispositivo (tales

como la orientación del director del cristal líquido en la pan-

talla, el ángulo de giro de las moléculas, o la birrefringencia

del material) que determinan las propiedades de modula-

ción del dispositivo. Por esta razón se han propuesto en la

Figura 8. Red de difracción y polarizador anterior al modulador

194 ÍNDICE

Desarrollo de técnicas experimentales y simulación de dispositivos electroópticos de polarización

literatura técnicas para su determinación experimental [1].

Posteriormente, mediante un ajuste de dos parámetros de

modulación es posible determinar con gran precisión las

propiedades de modulación del dispositivo en cualquier

configuración de polarización del sistema [2]. Este estudio

ha permitido obtener configuraciones de polarización de los

dispositivos LCD que proporcionan modulación bien pura de

fase, o bien pura de amplitud [3]. El procedimiento propues-

to en estos trabajos requiere la utilización de varias longitu-

des de onda para caracterizar unívocamente los parámetros

físicos del dispositivo.

En este trabajo hemos adoptado un punto de vista alter-

nativo consistente en estudiar la acción macroscópica del

LCD sobre el estado de polarización, sin atender a los valores

de los parámetros microscópicos que determinan esta ac-

ción. Este tipo de planteamiento fue propuesto por Yamuchi

y Eiju en la Ref. [4]. Aquí proponemos una variante de la técni-

ca de medida que permite hacer una caracterización precisa

y completa macroscópica del LCD, tanto de sus propiedades

de transmisión como de la modulación de fase. Esta técnica

macroscópica presenta como principales ventajas el necesi-

tar una sola longitud de onda, y el poder emplear el sistema

de coordenadas de laboratorio, en lugar del sistema propio

Joaquín Cos Córcoles

195ÍNDICE

del LCD. La figura 7 muestra una fotografía del sistema ópti-

co construido, donde podemos ver en el centro la pantalla

LCD que se ha utilizado. La figura 8 muestra un detalle del

polarizador lineal que se ha empleado.

Adjunto a esta memoria se presenta el trabajo presenta-

do en la 3a Reunión Española de Optoelectrónica “Optoel´03”,

celebrado en la Universidad Carlos III de Leganés, Madrid, los

días 14 a 16 de Julio de 2003, y que es un resumen exhausti-

vo del procedimiento propuesto. También adjunto se incluye

el póster que se presentó en dicha reunión científica.

Figura 9. Dispositivo LCD monopixel.

196 ÍNDICE

Desarrollo de técnicas experimentales y simulación de dispositivos electroópticos de polarización

3.4.2.- Caracterización de un dispositivo LCD monopixel

en función de la longitud de onda.

Por otra parte, paralelamente al trabajo anterior, se ha rea-

lizado la caracterización de otro dispositivo LCD en función

de la longitud de onda (λ). En este caso se trata de un dispo-

sitivo LCD monopixel de la marca Jenoptics, como el que se

muestra en la figura 9.

El montaje consiste en una fuente de luz blanca (en la que

consideramos la banda de longitudes de onda en el rango

de 400 a 750 nm) que incide sobre un primer polarizador, a

continuación se sitúa el dispositivo LCD, y a la salida de éste

un segundo polarizador, que tiene una polarización igual o

perpendicular al primero. Por ultimo un espectrofotómetro

de la marca StellarNet INC conectado a un ordenador permi-

te medir en tiempo real los valores de irradiancia transmitida

para cada longitud de onda.

Mediante un generador de funciones, podemos controlar

la señal eléctrica enviada al LCD, y podemos variar la fase de

la luz transmitida, variando ésta de forma distinta para cada

longitud de onda. De esta manera la salida de la luz tras pa-

sar por el segundo polarizador no es constante, y puede con-

trolarse mediante la tensión eléctrica aplicada.

Joaquín Cos Córcoles

197ÍNDICE

3.5 Filtros ópticos de selección de longitud de onda multicapas

de materiales birrefringentes.

Finalmente hemos trabajado en el desarrollo de filtros

ópticos multicapas aprovechando la propiedad de la birre-

fringencia que posee un material de uso común como es el

papel celo. Esto nos ha permitido obtener filtros con una res-

puesta deseada en frecuencia (longitud de onda) y con un

coste de fabricación notablemente menor que otros filtros

multicapa fabricados con otros materiales más caros.

Figura 10. Esquema de un filtro Lyot-Ohman de 4 estados.

198 ÍNDICE

Desarrollo de técnicas experimentales y simulación de dispositivos electroópticos de polarización

En primer lugar, hemos realizado un estudio de los filtros de

Lyot-Ohman. Estos filtros están formados por medios anisótro-

pos compuestos en una serie de cristales desfasadores y pola-

rizadores. Estos cristales están orientados con un ángulo azi-

mutal de 45° respecto al eje del polarizador y van aumentando

su grosor de forma proporcional d, 2d, 4d, 8d, etc. Entre cada

2 cristales situamos un polarizador con su eje de transmisión

paralelo al eje coordenado vertical. Además situamos también

dos polarizadores, uno a la entrada del sistema y otro a la salida,

con la misma orientación del eje de transmisión que el resto de

polarizadores. La figura 10 muestra un esquema de un filtro de

Lyot-Ohman con 8 segmentos.

Otro tipo de diseño, más útil por cuanto pueden reali-

zarse solamente con materiales desfasadores, son los filtros

conocidos como filtros birrefringentes de Solc. Existen dos

tipos Ref. [5]

–Filtros de Solc alternados: Están compuestos por sucesi-

vas capas de material ópticamente anisótropo, cuya orienta-

ción toma ángulos +θ y -θ en capas sucesivas.

–Filtros de Solc con giro: Están compuestos por sucesivas

capas de material anisótropo, pero la orientación de cada

capa va creciendo proporcionalmente desde la primera a la

ultima, desde 0º hasta 90º.

Joaquín Cos Córcoles

199ÍNDICE

En muchos casos los filtros operan cuando se sitúan entre

dos polarizadores lineales.

Hemos realizado filtros de este tipo utilizando propieda-

des ópticas de un material de uso común como es el políme-

ro presente en el celo.

Hemos realizado una caracterización óptica de las pro-

piedades de birrefringencia del polímero del celo, y poste-

riormente lo hemos utilizado para la realización de filtros de

Solc.

La figura 11 muestra la transmisión de 8 capas de celo

dispuestas paralelas, cuando se colocan entre 2 polarizado-

Polarizadores Paralelos 8 capas

0.00

0.10

0.20

0.30

0.40

0.50

0.60

0.70

0.80

0.90

1.00

1.10

400 450 500 550 600 650 700 750 800 850 900

Longitud de onda (nm)

Irrad

ianc

ia n

orm

aliz

ada

45-45

-45--45

Figura 11. Transmisión de 8 capas de celo situadas entre polarizadores.

200 ÍNDICE

Desarrollo de técnicas experimentales y simulación de dispositivos electroópticos de polarización

res lineales. Las medidas se han tomado con el espectro-fo-

tómetro mencionado anteriormente.

Como podemos comprobar un aumento en el número de

capas que forma cada cristal genera un selección en longitud

de onda cada vez más angosta, tal y como predice la teoría.

Este hecho nos permite hacer el filtro todo lo selectivo

que queramos con solo añadir un mayor número de cristales

formados a su vez cada uno con un mayor número de capas

al conjunto que conforma el filtro ya existente.

Figura 12. Transmisión de un filtro de Solc alternado.

0.0

0.2

0.4

0.6

0.8

1.0

400 450 500 550 600 650 700 750

Longitud de onda (nm)

Inte

nsid

ad re

lativ

a tra

nsm

itida

ExperimentoSimulacion

Joaquín Cos Córcoles

201ÍNDICE

La figura 12 muestra el resultado experimental de la trans-

misión de un filtro de Solc alternado, que da una respuesta

centrada en el color verde del rango electromagnético visible.

3.6 Futuro desarrollo.

El objetivo final que pretendemos es la combinación de

ambos proyectos, para que así nos permita generar filtros

ópticos multicapa de material birrefringente que, además de

poseer un banda de paso lo suficientemente estrecha para

un determinada longitud de onda, nos permita, gracias a

la acción del LCD de un único píxel, cambiar la longitud de

onda para la cual el filtro es paso banda, es decir generar fil-

tros selectivos en longitud de onda.

3.7 Referencias.

[1] J. A. DAVIS, D. B. ALLISON, K. G. D’NELLY e I. MORENO, “Ambiguities

in measuring the physical parameters for twisted nematic

liquid crystal spatial light modulators”, Opt. Eng. 38, 705-

709 (1999)

[2] A. MÁRQUEZ, J. CAMPOS, M. J. YZUEL, I. MORENO, J. A. DAVIS, C. IEMMI,

A. MORENO y A. ROBERT, “Characterization of edge effects in

twisted nematic liquid crystal displays” Opt. Eng. 39, 3301-

3307 (2000)

202 ÍNDICE

Desarrollo de técnicas experimentales y simulación de dispositivos electroópticos de polarización

[3] A. MÁRQUEZ, C. IEMMI, I. MORENO, J. A. DAVIS, J. CAMPOS y M. J. YZUEL,

“Quantitative prediction of the modulation behavior of

twisted nematic liquid crystal displays”, Opt. Eng. 40, 2558-

2564 (2001)

[4] M. YAMAUCHI y T. EIJU, “Optimization of twisted nematic li-

quid crystal panels for spatial light phase modulation”,

Opt. Comm. 115, 19-25 (1995)

[5] P. YEH, “Optical waves in layered media”, John Wiley & Sons

(1987)

4.- Conclusiones

El trabajo desarrollado a completado y superado los ob-

jetivos propuestos en la solicitud de esta ayuda. El trabajo

realizado está siendo ya utilizado como parte de los conte-

nidos, tanto teóricos como experimentales, de la asignatura

“Laboratorio de Opto-electrónica”, que los profesores Ignacio

Moreno y Mª del Mar Sánchez imparten en las titulaciones

de Ingeniería de Telecomunicación e Ingeniería Técnica de

Telecomunicación de la Universidad Miguel Hernández.

Los resultados obtenidos han sido ya publicados en el li-

bro de actas de la Reunión Nacional de Optoelectrónica ce-

lebrada el verano pasado en la universidad Carlos III de Ma-

drid. En este momento estamos elaborando una publicación

Joaquín Cos Córcoles

203ÍNDICE

en forma de artículo científico en una revista de carácter in-

ternacional.

El trabajo desarrollado ha puesto las bases sobre la cual

los estudiantes podrán completar la realización de un pro-

yecto fin de carrera con el que completar sus estudios de In-

geniería de Telecomunicación.

En Elche a 24 de marzo de 2004

Joaquín Cos Daniel Puerto

Jose Ángel Velasco Rafael Díaz-Pavón

Vto. Bno.

Ignacio Moreno Mª del Mar Sánchez

Catedrático de Escuela Universitaria Titular de Escuela Universitaria

204 ÍNDICE

Desarrollo de técnicas experimentales y simulación de dispositivos electroópticos de polarización

José Escolano Carrasco

Desarrollo de un modelo teórico para el estudio de las líneas de transmisión

acústica

1. Justificación y objetivos

Mi interés en las líneas de transmisión acústi-ca (LTA) se puso de manifiesto hace un año, cuando observé ciertos experimentos que se

estaban realizando con la misma en el Laboratorio de Electroacústica de la Escuela Politécnica Superior de al Universidad de Alicante. La sencillez del sistema, jun-to con las escasa proliferación de estos altavoces, des-pertó una inquietud que pronto se convertiría en germen del presente trabajo. Más tarde, en conversaciones con mi director del proyecto, Basilio Pueo, descubrí que las líneas de transmisión, al contrario que las clásicas ca-jas cerradas o Bass Reflex, no estaban comple tamente modeladas a partir de circuitos equivalentes de la teoría electroacústica. Tras la búsqueda del último modelo pro-puesto, que apareció en la revista del Audio Engineering Society, volumen del año 2001, surgió la idea de validar el mismo experimentalmente y, a ser posible, introducir alguna mejora tras el análisis crítico de los resultados.

206 ÍNDICE

Desarrollo de un modelo teórico para el estudio de las líneas de transmisión acústica

En coherencia con los conocimientos de cajas acústi-cas adquiridos durante los estu dios, he considerado que el aire alrededor de la salida de la línea se comporta como una impedancia de radiación y, en consecuen-cia, he insertado el modelo del mismo a baja frecuencia como “carga” sobre la que la salida de la línea disipa potencia acústica. La presión, en este caso, se obtiene a partir de la velocidad volumétrica que atraviesa dicha resistencia.

Considerando que en un trabajo fin de carrera como el presente, en el que se tratan diversas disciplinas como la física mecánica, acústica, la teoría de circuitos eléctri-cos y el tratamiento de la señal, he hecho un gran es-fuerzo por mantener el rigor y la coherencia a lo largo del trabajo. Un ejemplo de ello es el desarrollo y particulari-zación de la ecuación de Webster para la geometría de la línea de transmisión. Sin embargo, el planteamiento del circuito equivalente del altavoz dinámico no supone un aporte fundamental, tan sólo es una herramienta de la que hago uso para obtener resultados sustanciales. El contexto indicará si el resultado ha sido incluido como parte del rigor y la cohesión del discurso o bien si se trata de una novedad que aporta el trabajo.

José Escolano Carrasco

207ÍNDICE

En este sentido, ofrezco lo que, en mi opinión y la de mi director de proyecto, son las principales contribucio-nes del proyecto al modelo de la línea de transmisión acústica.• En el capítulo 3, he comprobado como se puede particu-

larizar la ecuación de Webster, tradicionalmente usada como modelo de bocinas, para la línea de transmisión acústica. He derivado, a partir de ella, el valor de los elementos del circuito equiva lente LC y he acotado el margen de frecuencias en los que el modelo es válido.

• En el capítulo 4, he desarrollado una matriz singular de parámetros de transmisión que sintetiza las n unidades LC en las que se divide la línea. De este modo, el cua-dripolo planteado, que es independiente del número y la naturaleza de las sec ciones, puede ser simulado fá-cilmente.

• En el capítulo 5, ha obtenido la presión que genera la boca de la línea como pro ducto complejo de la veloci-dad volumétrica que atraviesa los límites del recinto y la aproximación en baja frecuencia de la impedancia acústica de radiación de un pistón al final de un tubo. En los modelos de la bibliografía técnica, el acopla-miento mecánico acústico se considera ideal.

208 ÍNDICE

Desarrollo de un modelo teórico para el estudio de las líneas de transmisión acústica

Parte de los resultados del presente trabajo han sido presentados en los siguientes congresos:• “Advanced electric lumped model of a Transmission

Line Loudspeaker System”, III European Congress on Acoustics, Forum Acusticum, Sevilla, September 2002.

• “Influence of the perfomance parameters in a Trans-mission Line Loudspeaker System”, III European Con-gress on Acoustics, Forum Acusticum, Sevilla, Septem-ber 2002.

• “Modelo eléctrico avanzado para la simulación de lí-neas de transmisión acústica”, XXVII Simposium Na-cional de la Unión científica Internacional de Radio, UR-SI2002, Madrid, Septiembre 2002.

2. Formulación del modelo de línea de transmisión

acústica

En este apartado se desarrolla un modelo teórico vá-lido para la LTA. De manera progresiva se pretende dar una visión global de la génesis a la solución planteada en el presente trabajo. Considerando como punto inicial el desarrollo de Webster para bocinas, se muestran las

José Escolano Carrasco

209ÍNDICE

evoluciones y modificaciones pertinentes hasta llegar a un modelo más completo y específico.

2.1. La ecuación Webster de la bocina

En esencia, una bocina consiste en un tubo de sec-ción variable con un generador de presión o altavoz. El altavoz se sitúa en un extremo, llamado garganta, de la misma sección que el diafragma del altavoz. En el otro extremo, de mayor sección, se encuentra la boca. De-pendiendo de la forma en que varía la sección desde la boca hasta la garganta, se obtiene un valor de impedan-cia de radiación al diafragma. De esta manera, la impe-dancia de radiación puede disminuir, ofreciendo un valor de resistencia equiparable al que ofrece al aire, y así se obtiene mayores valores de eficiencia en un amplio ran-go de frecuencias.

Webster (nota 1) se interesó en conocer los valores de impedancia que cargan al diafragma por mediación de una bocina. Definió la impedancia acústica como la relación entre la presión y el volumen desplazado y citó una analogía entre la corriente y la velocidad volumétrica o flujo. Tras una serie de desarrollos sobre la impedan-cia, introduce la ecuación diferencial para las bocinas

210 ÍNDICE

Desarrollo de un modelo teórico para el estudio de las líneas de transmisión acústica

(1)

donde p es la presión instantánea, t es el tiempo, c es la velocidad del sonido, x es la distancia en el eje de la bocina y S(x) es la sección transversal para la posición x, como describe la figura 1.

Webster obtiene como solución a la ecuación (1) una serie de funciones de transformación de impedancia bili-neal particularizando para variaciones de sección distin-tas; en su caso, encontró solución para tubos cilíndricos, bocinas cónicas y exponenciales.

Figura 1: Relación de superficies en una bocina genérica

∂2p

∂t2= c2

[1

S(x)∂

∂x

(S(x)

∂p

∂x

)],

José Escolano Carrasco

211ÍNDICE

El desarrollo seguido por Webster parte de las premi-sas de la existencia de ondas 1P (nota 2) como solución a la ecuación planteada.

2.2. Modelo eléctrico con elementos concentrados

yuxtapuestos

Sin duda, el aspecto más relevante de este trabajo es la propuesta de un modelo electroacústico de la LTA. Para ello, es conveniente mostrar en primer lugar el mo-delo sin absorbente. El modelo adoptado que sirve como base es el de la bocina de sección constante.

Locanthi describe el método para obtener el circuito equivalente de una bocina. Gen eralmente, la sección de una bocina es proporcional a la de la garganta S0 me-diante alguna función analítica, de x con lo que se defi-nen las secciones

(2)(3)

donde Sm es la sección de la boca (mouth, en in-glés).

S(x) = S0f(x)Sm = S0f(l),

212 ÍNDICE

Desarrollo de un modelo teórico para el estudio de las líneas de transmisión acústica

A partir de la ecuación Webster (1), se aplica la ecua-ción de superficie (2)

(4)

Integrando respecto el tiempo t

(5)

Expresando la ecuación (5) en forma de diferencias finitas se llega a la expresión

(6)

Resulta más sencillo partir de un circuito y demostrar que se aproxima a la ecuación de partida. Se propone el siguiente circuito

∂x

[1ρ0

S0f(x)∂p

∂x

]dx =

1ρ0c2

S0f(x)∂2p

∂t2dx.

∂x

[1ρ0

S0f(x)∫

∂p

∂xdt

]dx =

1ρ0c2

S0f(x)∂p

∂tdx.

1Δx

[S0f(xn + 1/2)

ρ0

∫(pn+1 − pn)dt +

S0f(xn + 1/2)ρ0

∫(pn−1 − pn)dt

]

=1

ρ0c2S0f(xn)

(∂p

∂t

)n

Δx.

José Escolano Carrasco

213ÍNDICE

Figura 2: Circuito equivalente de la bocina

Examinando la figura 2 se obtiene la expresión que define la asociación de elementos LC para una malla n

(7)

En analogía movilidad, la intensidad puede tomarse como presión. Sustituyendo in por p en (7) y comparando el resultado con (6), se puede identificar los valores de los elementos eléctricos del circuito de la figura 2

(8)

(9)

(10)

1CM(n+1/2)

∫(in−1 − in)dt +

1CM(n−1/2)

∫(in−1 − in)dt = LMn

∂in∂t

.

LMn =S0f(xn)Δx

ρ0c2

CM(n−1/2) =ρ0Δx

S0f(xn+1/2)

Vn+1/2 = −S0f(xn+1/2)ρ0Δx

∫(pn−1 + pn)dt

= −S0f(xn+1/2)ρ0

∫∂p

∂xdt.

214 ÍNDICE

Desarrollo de un modelo teórico para el estudio de las líneas de transmisión acústica

Teniendo en cuenta las consideraciones de continui-dad

(11)

(12)

En la garganta f(0) = 1, entonces la impedancia in-dicada por (12) es mayor que S2

0. Por lo tanto, la impe-dancia de la bocina debe ser modificada por el factor S2

0 para cumplir la condiciones de contorno en la garganta

(13)

(14)

donde LAn es el valor de compliancia acústica y CA(n+1/2)

es el de masa acústica, en analogía movilidad, de la n-ésima división, teniendo en cuenta que el subíndice (n + 1/2; hace referencia a los elementos en paralelo.

En cualquier punto de de la bocina, la impedancia ca-racterística queda definida de la siguiente manera

Vn+1/2 =S0f(xn+1/2)

ρ0ρ0u = S0f(xn+1/2)u

Vn+1/2

in=

S0f(xn+1/2)up

.

LAn =1S2

0

LMn =f(xn)Δx

ρ0c2S0

CA(n+1/2) = S20CMn =

ρ0S0Δx

f(xn+1/2),

José Escolano Carrasco

215ÍNDICE

(15)

ya que para valores suficientemente pequeños de ∆x, se cumple

El area de la boca se define como Sm = S0 f (l).

Figura 3: Circuito equivalente completo de un sistema altavoz-

bocina

Lógicamente, la impedancia de terminación calcula-da debe ser multiplicada por S2m/S20 para proporcionar una adecuada terminación a la boca de la bocina.

2.3. Obtención del modelo de una línea de transmisión

acústica a partir del modelo de bocina

En este punto se introduce el concepto de línea de transmisión acústica (LTA). Las líneas de transmisión

Z−1A0 (x) =

√LAn

CA(n+1/2)=

√f(xn)ρ0c2S0

f(xn+1/2)ρ0S0

=f(xn)ρ0cS0

,

√f(xn)f(xn+1/2) = f(xn).

216 ÍNDICE

Desarrollo de un modelo teórico para el estudio de las líneas de transmisión acústica

acústica son un tipo de caja acústica abierta, en la que la onda de presión generada en la parte posterior del diafragma atraviesa un tubo relleno de material absor-bente, de tal manera que la suma de ambas radiaciones permite conseguir una extensión de la respuesta en baja frecuencia hasta un tercio de octava. Debido a la natu-raleza de este tipo de sistemas, se puede suponer sin falta de rigor, que una LTA sin absorbente tiene el mismo comportamiento, con algunas modificaciones, que, una bocina.

Figura 4: Esquema de una LTA sin absorbente

Es conveniente en este punto reseñar las diferencias fundamentales de una LTA re specto de una bocina1. La respuesta global de una LTA se compone de la

suma de dos respuestas distintas. La bocina sólo emi-te por la boca.

José Escolano Carrasco

217ÍNDICE

2. En la LTA, desaparece la cavidad existente entre dia-fragma y bocina ya que S(O) = SD.

El primero de los puntos conlleva la aparición de una impedancia de radiación en la parte perteneciente al al-tavoz. En cuanto a la radiación que aparece en la parte posterior, ya que no se considera en la bibliografía con-sultada o se da un valor constante, en este apartado no se tendrá en cuenta.

El hecho de que el altavoz esté inmerso en la LTA, provoca que no exista una cavidad entre el diafragma y el recinto, con lo que la compliancia que surge en las bocinas no tiene sentido en este modelo. Además, esto hace innecesaria la aparición del transformador, ya que la relación entre velocidades volumétricas en ambas ca-ras del diafragma son las mismas. El transformador sólo tiene sentido cuando existen cámaras de compresión, donde la superficie de salida de dicha cámara es menor que la del diafragma.

A partir de dichas consideraciones se presenta una primera aproximación del modelo de una LTA

La figura 5 es un circuito de elementos acústicos, don-de cada división de la línea toma los siguentes valores de masa y compliancia acústica

218 ÍNDICE

Desarrollo de un modelo teórico para el estudio de las líneas de transmisión acústica

(16)

(17)

donde S0 y Sn son el crea de la garganta y de cada una de las secciones relativas a cada n-ésima división, KS es la relación entre ambas creas y ∆x es la longitud de cada una de las secciones.

La impedancia de radiación del altavoz viene incluida en RAS Y CAS. Teniendo presente que se trata de un mo-delo en analogía movilidad, RAS es el paralelo de RAD y RARspreaker. Por la misma razón CAS es el paralelo de CAD y CARpeaker, donde éstas son las inversas de MAD y MARspeaker

respectivamente.Por otra parte, resulta necesario especificar el número

de unidades elementales que se deben practicar sobre

Ln =S0KSΔx

ρ0c2=

SnΔx

ρ0c2=

Vn

ρ0c2= CAn,

Cn =ρ0Δx

S0KS=

ρ0Δx

Sn= MAn,

Figura 5: Modelo acústico de una línea de transmisión sin

absorbente los siguientes valores de masa y compliancia acústica

José Escolano Carrasco

219ÍNDICE

la longitud total de la LTA. El tamaño de cada elemento debe ser tal que una señal tonal apenas cambie de fase en la salida respecto a la entrada. Por esta razón, la lon-gitud de onda máxima que se debe considerar es de

La discretización de la línea permite que cualquier tipo de variación que sufra la sección pueda ser modelada con independencia de la geometría que se desee adop-tar. El grado de similitud ante una geometría arbitraria viene dado, lógicamente por el número de secciones.

2.4. Adición al modelo los efectos del material absorbente

Aunque no existe un modelo completamente acep-tado de la LTA, en la literatura técnica de ingeniería de sonido, se han publicado estudios acerca de la variación de una serie de parámetros que permite modificar la res-puesta tanto de nivel de presión como de impedancia. En el apartado anterior puede observarse como la longitud y la relación entre areas de diafragma y del recinto influye directamente sobre la respuesta del sistema. Otro pa-rámetro conocido en la influencia de la respuesta, es el uso de material absorbente en el interior de la línea.

λmax

10≤ Δx.

220 ÍNDICE

Desarrollo de un modelo teórico para el estudio de las líneas de transmisión acústica

Una de las consecuencias que tiene el uso de este tipo de recinto acústico, es que la LTA, como cualquier recinto abierto por un extremo y cerrado por el otro, po-see unas frecuencias en las que ZM0 visto por el altavoz, tiende a infinito, situadas en

(19)

donde l es la longitud de la línea. Cuando se produ-cen dichas frecuencias, en la garganta e produce un ni-vel mínimo de presión, mientras que en la apertura de la boca, se produce un máximo. La consecuencia es una serie de ondas estacionarias en dichas frecuencias, ca-racterizadas por un desfase de 90° entre los extremos.

f =(n− 1)c

2ln > 0,

Figura 6: Representación de los primeros modos de una LTA

José Escolano Carrasco

221ÍNDICE

Este fenómeno puede ser aprovechado al fijar la lon-gitud de la LTA en un cuarto de on da de la frecuencia de resonancia del altavoz. Este proceso, también llamado sintonización, reduce la frecuencia en la se produce el cortocircuito acústico (nota 3).

Cuando la onda anterior y posterior de la LTA se unen a esta frecuencia, lo hacen con un desfase de 90°, lo cuál evita su cancelación y por tanto, cortocircuito acústi-co. En consecuencia, las LTA se diseñan con longitudes l = .λr/4, donde ∆r es la longitud de onda de la frecuencia de resonancia del altavoz. Lógicamente, también se con-sidera la posibilidad de sintonizar la línea a frecuencias relacionadas armónicamente con la de resonancia.

Por otra parte, dichas frecuencias modifican la res-puesta global con la aparición de picos de presión lo suficientemente relevantes como para la respuesta del sistema no pueda ser considerada como plana. Con el fin de amortiguar dichos picos se introduce un nuevo pa-rámetro: el material absorbente.

Diversos experimentos denotan que, aunque el au-mento de material absorbente aplana la frecuencia, con-tribuye en un aumento de la frecuencia de corte, lo que obliga a una solución de compromiso. Un aumento con-

222 ÍNDICE

Desarrollo de un modelo teórico para el estudio de las líneas de transmisión acústica

siderable de dicho material conlleva la absorción com-pleta de la radiación posterior y el comportamiento del sistema resulta equivalente al de una caja cerrada, con el consiguiente aumento de la frecuencia de corte.

El parámetro que resulta más cómodo es el densidad de empaquetamiento D, definida como la relación entre la masa de material absorbente y el volumen donde se situa, en éste caso, el volumen de la LTA.

Según los estudios realizados por Augspurger, el ma-terial absorbente se caracteriza sobre el modelo de la figura 5 copio una resistencia acústica de valor variable en paralelo con el elemento capacitivo de cada una de las secciones en las que se divide la LTA.

Figura 7: Modelo acústico de una línea de transmisión con

absorbente

Dicho modelo queda representado en la figura 7. El parámetro Rn, que representa la resistencia acústica, no

José Escolano Carrasco

223ÍNDICE

es un parámetro tan directo como lo son Cn y Ln (ecua-ciones (17) y (16)), ya que no existe una función que determine la relación entre la densidad de empaqueta-miento D y Rn.

2.5. Adición al modelo la radiación de un pistón circular rígido

Tras el estudio de los diferentes modelos, una de las primeras apreciaciones que se puede realizar es que no aparecen datos completos relativos a las impedancias de radiación. Como se ha mencionado anteriormente, la res-puesta de un sistema con las características de una LTA está compuesta por la contribución de dos niveles de pre-sión distintos. Por tanto, aparecen dos elementos radian-tes en el modelo, uno para el altavoz y otro para la boca.

El modelo anterior de la figura 7, es una ligera modifi-cación del propuesto por Augsperger, que no incluía las impedancias de radiación. Sólo en el modelo de una bo-cina se men ciona la impedancia de radiación, pero sólo a altas frecuencias, y únicamente situado en la boca.

Una de las principales aportaciones de este trabajo es la de presentar un modelo completo de una LTA que incluye como elemento radiante el de un pistón situado al final de un tubo en la boca del sistema.

224 ÍNDICE

Desarrollo de un modelo teórico para el estudio de las líneas de transmisión acústica

Tras el estudio y desarrollo de un modelo computa-cional, aparece la necesidad de incluir una impedancia de radiación situada en la boca. Para evaluar el compor-tamiento del altavoz en la línea, se elige el modelo de un pistón situado al final de un tubo, cuya impedancia viene dada por

(20)

donde δ = 0,6133, es una constante propia de la ex-presión y a es el radio del pistón. La ecuación (20) posee la misma forma que la de un pistón en pantalla infinito, pero con distintos valores. La impedancia de radiación describe la oposición que ejerce el medio sobre el flujo de aire a ser expelido en la boca de la LTA.

A partir de los modelos de las figuras 5 y 7 y de la mo-dificación comentada en el presente apartado, se pre-senta el modelo completo propuesto en la figura 8.

ZAR = 4δ2 ρ0c

πa2+ jδ

ρ0ω

πa,

Figura 8: Modelo completo de una línea de transmisión acústica

José Escolano Carrasco

225ÍNDICE

3. Simulación de líneas de transmisión acústica

El cálculo de las funciones que determinan el compor-tamiento de sistemas electroacústi os complejos, como las LTA es un proceso complicado y tedioso, tanto para ambos niveles de presión sonora como para la impedan-cia eléctrica. Dada la capacidad actual de los sis temas informáticos, se propone un método para la obtención de la respuesta global del sistema con baja carga computa-cional y resultados excelentes.

Es necesario desarrollar el modelo matemático de cada una de los componentes que intervienen en los ele-mentos finitos en los que se divide la LTA.

Figura 9: Situación de las impedancias de radiación en una LTA

En la figura 9 se muestra la distribución de estos ele-mentos. Cada unidad es susceptible de ser caracteriza-

226 ÍNDICE

Desarrollo de un modelo teórico para el estudio de las líneas de transmisión acústica

do como un cuadripolo, es decir, como una matriz que proporcione una relación entre las variables de entrada y salida. Éstas variables, situadas en los extremos de cada uno de los elementos finitos caracterizados, son las presiones, Pi y P0, y velocidades volumétricas, Ui y Uo.

Dada la disposición en cascada de dichos elementos, el modelo de cuadripolos de transmisión, como el mos-trado en la figura 10, resulta adecuado.

Figura 10: Modelo de cuadripolo para modelización de los

elementos finitos de una LTA.

Sea el modelo de ecuaciones de cuadripolos de trans-misión descrito por las ecuaciones (21) y (22)

(21)

(22)

donde cada una de las variables se define mediante las ecuaciones

Ui = A · Uo + B · (−po)pi = C · Uo + D · (−po),

José Escolano Carrasco

227ÍNDICE

(23)

(24)

(25)

(26)

que como cualquier sistema de ecuaciones, susceptible de ser representado en la forma matricial.

La ventaja principal que ofrece este tipo de cuadripo-los es, que para disposiciones en tascada, se obtiene un único cuadripolo como resultado de multiplicar consecu-tivamente cada una de las matrices de los cuadripolos que caracterizan las divisiones que se realiza sobre la LTA. Es decir,

(27)

Para el presente modelo, se caracteriza como cuadri-polo unitario el modelo de la figura 11

A =Ui

Uo

∣∣∣∣po=0

B =Ui

−po

∣∣∣∣Uo=0

C =pi

Uo

∣∣∣∣po=0

D =pi

−po

∣∣∣∣Uo=0

.

(Ui

pi

)=

(Ai−1 Bi−1

Ci−1 Di−1

) (Ai Bi

Ci Di

) (Uo

−po

).

228 ÍNDICE

Desarrollo de un modelo teórico para el estudio de las líneas de transmisión acústica

Figura 11: Cuadripolo unidad genérico de una LTA

Aplicando las definiciones (23), (24), (25) y (26) al modelo de la figura 11, se obtiene el siguiente sistema

(28)

La expresión anterior ya está preparada para trans-formarla en una matriz genérica aplicando la propiedad (27)) sobre la ecuación (28). El resultado es un cuadripo-lo [ln] que modela los n elementos LCR en cascada y se ilustra en la figura 12.

(Ui

pi

)=

(jω Li

Ri− ω2LiCi + 1 jωLi1

Ri+ jωCi 1

) (Uo

−po

).

Figura 12: Modelo del sistema con matriz de cuadripolo reducido

José Escolano Carrasco

229ÍNDICE

Obtenido el cuadripolo genérico, se calcula el nivel de presión ejercido por el altavoz y por la boca.

4. Estudio experimental del cambio en los parámet ros

A continuación se presentan las medidas realizadas tanto de niveles de presión como de impedancia eléctri-ca de entrada variando los principales parámetros que se han definido a lo largo del proyecto: longitud de la línea 1, relación entre secciones S0/SD y densidad de empaquetamiento del material absorbente D. Además, el proyecto presenta una serie de simulaciones con las mismas características para el altavoz y dimensiones de la LTA.

4.1. Longitud de la línea

En teoría, sintonizar una línea de transmisión a su frecuencia λ/4 es elegir una longitud cuatro veces menor que la asociada a la resonancia mecánica del altavoz que aloja. Sin embargo, con el fin de evaluar el compor-tamiento de la misma cuando su longitud es menor, se han restado longitudes de tal modo que entre una lon-gitud y la anterior, exista una diferencia de un tercio de octava en sus frecuencias de ajuste.

230 ÍNDICE

Desarrollo de un modelo teórico para el estudio de las líneas de transmisión acústica

En las figuras 13 a), b) y c), puede apreciarse como para una relación de secciones y densidad de empa-quetamiento constantes, la influencia del cambio de lon-gitudes, se refleja en la posición de las frecuencias de resonancia y por ende, de su distancia relativa. El com-portamiento se caracteriza por una disminución confor-me la longitud crece. Por otra parte, la posición de las resonancias se desplazan hacia bajas frecuencias. Para las frecuencias λ/4, se observan mínimos de presión en la respuesta del altavoz y máximos para la boca.

Al mismo tiempo, conforme aumenta la longitud, la relación entre las amplitudes de los dos picos a frecuen-cias de resonancia disminuye. En caso de que la longi-tud tendiese a infinito, las distancias relativas entre fre-cuencias lo harían a cero y disminuiría la diferencia de los niveles de presión, siendo ambas radiaciones iguales y sin interferirse. En tal caso, el altavoz se encontraría en condición de pantalla infinita.

En el otro caso extremo, es decir, si la longitud dismi-nuyese tendiendo a cero, au mentaría la distancia entre la frecuencia de resonancia y los armónicos, con ten-dencia a infinito. En este caso, se trataría de un altavoz radiando libremente.

José Escolano Carrasco

231ÍNDICE

Figura 13: Nivel de presión sonora experimental de una LTA de So/SD = 2, 2, D = 0 kg/m3 y a) l = 1,04 m, b) l = 1,31 m, c) l

= 2,62 m. Altavoz (continua), boca (discontinua).

Al igual que ocurre con los niveles de presión, la im-pedancia eléctrica de entrada debe reflejar las modifica-ciones realizadas sobre la longitud de la línea. El módu-

232 ÍNDICE

Desarrollo de un modelo teórico para el estudio de las líneas de transmisión acústica

Figura 14: Impedancia eléctrica de entrada experimental de una LTA de So/SD = 2, 2, D = 0 kg/m3 y a) 1 = 1, 04 m, b) l =

1, 31 m, c) l = 2,62 m.

ΩΩ

Ω

lo la impedancia refleja máximos en las frecuencias de resonancia, donde la primera posición coincide con la resonancia mecánica del altavoz. Como puede obser-

José Escolano Carrasco

233ÍNDICE

varse en las figuras 14 a), b) y c), la distancia relativa de las frecuencias de resonancia disminuye inversamente con el aumento de la longitud. Por otro lado, el módulo de la resonancia asociada al altavoz aumenta cuando la línea decrece, mientras que el modo λ/4 y armónicos disminuye. Como ya se ha mencionado para la presión, en el límite, sí la longitud tiende a cero, el módulo de la resonancia del altavoz sería máxima y nulos los modos de resonancia, es decir, se encontraría radiando en con-dición de pistón libre.

Es importante hacer notar que el primer pico de impe-dancia sufre un ligero desplaza miento a bajas frecuen-cias conforme aumenta la longitud de la línea. Dicho desplazamiento supone un hecho inesperado, ya que la frecuencia de resonancia es una característica que no debería modificarse puesto que la línea no “encierra” al altavoz, modificando la com pliancia del sistema. Una po-sible explicación es que el aire situado en el interior de la LTA se añada a la masa mecánica del altavoz, provo-cando una disminución en su frecuencia de resonancia, al igual que ocurre con la técnica de masa añadida en radiadores pasivos.

234 ÍNDICE

Desarrollo de un modelo teórico para el estudio de las líneas de transmisión acústica

4.2. Relación de secciones

La relación entre las superficie de diafragma y la sec-ción de la línea revela un control significativo sobre el

Figura 15: Nivel de presión sonora experimental de una LTA de l =

1, 04 m, D = 0 kg/m3 y a) So/S

D = 2, 2, b) S

o/SD = 3, c) S

o/S

D = 5. Altavoz

(continua), boca (discontinua).

José Escolano Carrasco

235ÍNDICE

control de las amplitudes de los niveles de presión a las frecuencias de resonancia.

En las figuras 15 a), b) y c), puede apreciarse como, para una longitud y densidad de empaquetamiento cons-tantes, el aumento de la sección de la LTA permite dismi-nuir la diferencia de nivel a las frecuencias λ/4. En cuan-to a la posición de las frecuencias de resonancia, dicho aumento supone un desplazamiento relativo de dichos picos de nivel de presión y una translación conjunta ha-cia bajas frecuencias.

Si la sección de la LTA tendiese a infinito, las frecuen-cias tenderían a unirse en una única frecuencia de re-sonancia, caso en el que el altavoz se encontraría en situación de pistón en pantalla infinita.

Como puede comprobarse, este comportamiento es similar al que ofrece la variación de la longitud en la lí-nea.

Mientras que este parámetro no supone una novedad respecto a las variaciones que introduce la modificación de la longitud, la relación de secciones se muestra deter-minante para la impedancia eléctrica de entrada. Como puede observarse en las figuras 14 a), b) y e), cuanto mayor es la sección de la línea respecto al altavoz, ma-

236 ÍNDICE

Desarrollo de un modelo teórico para el estudio de las líneas de transmisión acústica

yor es la magnitud de la impedancia para la resonancia del altavoz fs y menor para el resto de modos propios. Si la longitud de la línea controla la posición conjunta de

Figura 16: Impedancia eléctrica de entrada experimental de una LTA de l = 1, 04 m, D = 0 kg/m3 y a) S0/SD = 2, 2, b) SO/SD

= 3, c) So/SD = 5.

ΩΩ

Ω

José Escolano Carrasco

237ÍNDICE

la resonancia mecánica del altavoz y de las frecuencias λ/4, la relación So/SD varía la distancia en frecuencia en-tre ellos. En las figuras 16 a), b) y c), a medida que So aumenta, los máximos tienden a unirse en la frecuencia de resonancia del altavoz, la cuál se desplaza a alta fre-cuencia, mientras que las λ/4 lo hacen a bajas frecuen-cias. Esto confirma lo expuesto anteriormente respecto al caso extremo de que la sección tendiese a infinito, ya las resonancias tenderían a una única frecuencia, la de resonancia del altavoz, caso en el que aparece el fenó-meno de pistón en pantalla infinita.

4.3. Densidad de empaquetamiento

Quizá sea le parámetro más importante, ya que “mo-dela” la curva de niveles de presión e impedancia. Ade-más es éste el parámetro que permite diferenciar una LTA de un altavoz en un tubo resonante o de ondas pla-nas.

Partiendo de una línea de sin absorbente, se va au-mentando la cantidad de material absorbente por unidad de volumen interno para conseguir las densidades de empaque tamiento D deseadas.

238 ÍNDICE

Desarrollo de un modelo teórico para el estudio de las líneas de transmisión acústica

En las figuras 18 a), b), c) y d), se observa el resulta-do de las medidas en laboratorio para cuatro densidades distintas de empaquetamiento. Dichas figuras muestran que el ma terial absorbente no modifica la posición de la frecuencia de resonancia λ/4 ni armónicos de forma apreciable. El efecto que tiene D está relacionado con el aplanamiento progresi vo de los picos provocado por las resonancias conforme aumenta la cantidad de material absorbente.

La radiación en la boca sufre una disminución con-siderable conforme D aumenta, lo que equivale a una menor contribución en el nivel de presión sonora global. Como ya se ha mencionado, la radiación en la boca es la responsable de una extensión de la respuesta, es ra-

Figura 17: Relación entre D y RAn

para n = 100

José Escolano Carrasco

239ÍNDICE

Figura 18: Nivel de presión sonora experimental de una LTA de l = 2,62 m, S0o/SD = 2,2 y a) D = 0 kg/m3, b) D = 1,5 kg/m3, c) D = 3 kg/m3, d) D = 8 kg/m3. Altavoz (continua), boca

(discontinua).

240 ÍNDICE

Desarrollo de un modelo teórico para el estudio de las líneas de transmisión acústica

zonable pensar que conforme D aumenta, el ancho de banda del sistema será menor. Por tanto, es necesario llegar a una solución de compromiso entre el rizado de la respuesta y su ancho de banda.

Al observar las figuras 19 a), b), c) y d), la información que ofrece la impedancia eléctrica de entrada respecto a las frecuencias de resonancia de la línea es la misma que en presión, es decir, conforme D aumenta, el módulo de dichas frecuencias se ve reducido. Quizás de forma algo más notable, se observa cierto desplazamiento a bajas frecuencias de las frecuencias λ/4, pero este de-cremento apenas es relevante.

La información más importante que ofrece la impe-dancia eléctrica de entrada es la referida a la frecuen-cia de resonancia mecánica del altavoz. Se observa un desplazamiento a bajas frecuencias, no obstante el módulo apenas sufre una reducción de amplitud. En el caso extremo de una D lo suficientemente elevada, la frecuencia A/4 y sus armónicos desaparecerían, y sólo se mantendría la frecuencia de resonancia mecánica del altavoz, dando lugar a una respuesta igual que la de caja cerrada.

José Escolano Carrasco

241ÍNDICE

Figura 19: Impedancia eléctrica de entrada experimental de una LTA de l = 2,62 m, So/SD = 2,2 y a) D = 0 kg/m3, b) D = 1,5

kg/m3, c) D = 3 kg/m3, d) D = 8 kg/m3.

ΩΩ

ΩΩ

242 ÍNDICE

Desarrollo de un modelo teórico para el estudio de las líneas de transmisión acústica

5. Conclusiones

En este apartado se presentan las conclusiones del trabajo, algunas de las cuáles son de carácter docente, es decir, derivadas de la puesta en práctica de los co-nocimientos adquiridos durante la carrera, y otras que proceden de las aportaciones singulares que se han pre-sentado en el proyecto.• El desarrollo de un modelo teórico que permita conocer

las características que de finen un sistema electroacús-tico parte del análisis y comprensión de los circuitos eléctricos. Se define como electroacústica la parte de la acústica que pretende sis temas acústicos con circui-tos eléctricos. Debido a que la mayoría de los aparatos acústicos poseen parte mecánica, el modelado de sis-temas mecánicos mediante cir cuitos eléctricos es una parte fundamental de la electroacústica.El uso tradicional de estos circuitos ha permitido definir a los transformadores co mo elementos de acoplo entre la parte eléctrica, mecánica y acústica. Esto conduce a realizar en un único circuito una modelización comple-ta de todos los aspectos que fundamentan un sistema electroacústico completo. Por tanto, el conocimiento

José Escolano Carrasco

243ÍNDICE

adquirido tanto en Análisis de Circuitos como Electro-acústica ha resultado funda mental para el análisis y desarrollo de sistemas electroacústicos completos.Una línea de transmisión, como sistema electroacús-tico, es susceptible de ser mod elada como un circuito con parte eléctrica, mecánica y acústica.

• El uso de cajas acústicas como solución al problema del cortocircuito acústico se fundamenta en la manipu-lación del pico de resonancia inherente a los altavoces de bobina móvil. La posición frecuencial de este pico determina la eficiencia de un sistema electroacústico a bajas frecuencias. El fundamento de este trabajo se basa en conocer cual es el comportamiento de una lí-nea de transmisión acústica, cuya característica princi-pal es la eficiencia a bajas frecuencias. Dicha mejora reside en la desaparición de la cavidad resonante, la cuál provoca en otros diseños una merma en la res-puesta a dichas frecuencias.

• La bibliografía consultada indica los parámetros funda-mentales para el diseño de líneas de transmisión acús-tica, la longitud l, la relación entre el área del diafragma y el de la línea So/SD y la densidad de empaquetamiento D. Este trabajo pretende demostrar no sólo su influen-

244 ÍNDICE

Desarrollo de un modelo teórico para el estudio de las líneas de transmisión acústica

cia en la respuesta del sistema, sino en qué aspectos se modifica ésta. Para esto, tanto las medidas de nivel de presión como de impedancia demuestran como la variación individual de cada uno de estos parámetros permite ajustar el sistema a una solución adecuada.

• A partir del modelo de LTA, la búsqueda de una so-lución óptima para el desarrollo de la simulación ha permitido definir el modelo del recinto como una “caja negra”, donde a partir de los datos referentes a presión y velocidad volumétrica en las inmediaciones del dia-fragma se obtiene la salida en la boca de la línea. Dicha “caja negra” es susceptible de ser modelada a partir de cuadripolos RLC, y donde, además, la disposición en cascada de los mismos hace adecuado el uso de los cuadripolos de transmisión.Dicha aportación reduce notablemente el cálculo ya que evita resolver un sistema de n ecuaciones para la presión y otros tantos para la velocidad volumétrica. El modelar la LTA como una matriz de tamaño 2 x 2 resul-tado de la multiplicación de n matrices del mismo tama-ño, simplifica notablemente el tiempo de cómputo.

• Las experiencias conocidas sobre líneas de transmi-sión acústica paseen como nexo común el uso de sec-

José Escolano Carrasco

245ÍNDICE

ciones cilíndricas en el diseño del recinto. Una de las preten siones de este trabajo ha sido el determinar cual es la influencia de la forma de la sección, motivo por el cuál se ha optado por uso de otro tipo de sección con-trario al habitual, es decir, las secciones rectangulares. Tanto a nivel de simulación como de experimentación, ambos tipos de secciones presentan las mismas carac-terísticas.

• Una de las limitaciones encontradas a la hora de validar las medidas experimentales surge en la incorrecta ali-neación de los módulos. El resultado se percibe como varia ciones distintas a las esperadas de una LTA, pro-vocando rizados que dificultan aún más la obtención de una respuesta lo más plana posible.

• De la observación crítica de los resultados, se deduce que es necesario introducir algún elemento, quizá de carácter no lineal, para modelar el ligero cambio de los valores de los picos a baja frecuencia.

246 ÍNDICE

Desarrollo de un modelo teórico para el estudio de las líneas de transmisión acústica

1. Arthur Gordon Webster (1862-1923). Graduado en Física por la

universidad de Harvard en 1885. Realiza los cursos de doctorado

en Berlín bajo la tutela de Hermano von Helmholtz. Desarrolla

inves tigaciones tanto en el campo de la física como de las matemáticas.

En sus innumerables contribuciones a la ciencia, destacan las investi-

gaciones pioneras en el campo de la acústica, en las cuales desarrolla

el primer dispositivo capaz de medir la intensidad absoluta del

sonido (el fonómetro).

2. Un campo acústico 1P es aquel donde la presión depende

únicamente de una única coordenada, espacial. Esto permite definir

como onda 1P a la solución de la ecuación de onda que dependa de

una única coordenada espacial.

3. Fenómeno que sufre un altavoz debido a la omnidireccionalidad

de las bajas frecuencias, de tal manera que un determinado tono

emitido por una parte del diafragma cancela en fase a la misma

señal producida en la otra zona del diafragma. Este motivo obliga a

la aparición de cajas acústicas, para evitar la adicción destructiva de

las señales emitidas por ambas caras del diafragma y así extender el

comportamiento de filtro paso alto que caracteriza a los altavoces.

José Escolano Carrasco

247ÍNDICE

Aitor Forcada Almarcha

Ictiofauna en reservas marinas: influencia de la estructura del hábitat,

efecto de la protección y tamaño del área protegida

1. Introducción y objetivos

Los mares y océanos del mundo, a pesar de una opinión

muy generalizada sobre su inagotabilidad, tienen una

capacidad limitada para soportar agresiones e impac-

tos, y solo disponen de un número limitado de recursos que

podamos extraer. Existe la posibilidad de llevar a las pobla-

ciones a un estado en el que no sean capaces de regenerarse

y se agoten.

Los refugios naturales históricamente ayudaron a mante-

ner las pesquerías debido a que estaban demasiado profun-

dos, demasiado lejos, o poco accesibles para los aparejos de

pesca existentes. En la actualidad, sin embargo, las reservas

naturales son menos efectivas o han desaparecido con el in-

cremento del esfuerzo pesquero y la mejora de las tecnolo-

gías pesqueras.

Las reservas marinas en la actualidad, son una nueva he-

rramienta para la gestión de las pesquerías y el ecosistema.

Con ellas, están completamente protegidas de la pesca y

otras formas de explotación e impactos todas las especies si-

tuadas dentro del área especificada. Intentan proteger la es-

Aitor Forcada Almarcha

249ÍNDICE

tructura y composición del ecosistema, a la vez que soporta

actividades humanas compatibles con la protección, como

ecoturismo, educación, buceo,… además de ayudar a una

mayor apreciación y conocimiento general de los ecosiste-

mas marinos por parte del público en general. Las reservas

marinas, además, sirven de zonas de referencia para evaluar

los impactos producidos en el resto del litoral.

Las Áreas Marinas Protegidas están incrementando su

aceptación como una herramienta práctica para preservar la

biodiversidad marina y gestionar las pesquerías costeras. Así

se muestran útiles tanto para la administración, como para

los científicos, pudiéndose conseguir objetivos muy distin-

tos con una misma herramienta de gestión.

La protección de zonas marinas ha sido potenciada des-

de diferentes ámbitos administrativos, cada uno con sus pro-

pias necesidades y sus peculiares características. Ante esta

situación, el intercambio de experiencias, el conocimiento

mutuo de los gestores de las áreas protegidas y la posibi-

lidad de planificar iniciativas de interés común se revelan

como imprescindibles para dotar de la necesaria coherencia

al sistema de áreas marinas protegidas de nuestro litoral.

Las reservas marinas pueden proporcionar: i) sitios de

referencia para determinar impactos pesqueros, y de cual-

250 ÍNDICE

Ictiofauna en reservas marinas: influencia de la estructura del hábitat, efecto de la protección y tamaño del área protegida

quier otro origen, sobre los ecosistemas marinos; ii) lugares

de seguimiento para distinguir influencias naturales y an-

tropogénicas sobre la variabilidad de los stocks; iii) lugares

de experimentación con perturbaciones mínimas para la

investigación de pesquerías en: comportamiento, factores

ambientales, relaciones interespecíficas y mortalidad natu-

ral, iv) lugares para el desarrollo de educación ambiental así

como para potenciar otras actividades económicas de tipo

no pesquero (Bohnsack, 1999).

A su vez, las Áreas Marinas Protegidas, en contraposición

de lo que ocurre en las áreas explotadas, pueden asegurar

para las pesquerías: i) la protección de la calidad genética

frente los efectos perjudiciales selectivos de la pesca; ii) una

mejor protección frente al colapso del stock por la pesca o

por la falta de reclutamiento natural; iii) una regeneración

más rápida en caso de colapso del stock; iv) mantener las

pesquerías de especies raras, tales como las de fácil captura

o las que dependen de la estructura de sexos de la pobla-

ción; v) un lugar de protección para los individuos adultos

con alta capacidad reproductora; vi) un aumento de la bio-

masa en zonas de pesca adyacentes debido a la dispersión

de larvas; vii) ofrecer un área de reclutamiento que permita

el crecimiento de juveniles para su posterior emigración a

Aitor Forcada Almarcha

251ÍNDICE

zonas explotadas y también la renovación de reproductores

en el Área Marina Protegida. Todo ello dependiendo de la

movilidad y capacidad de cada especie (Holland et al. 1993;

Kenchington 1995; Bohnsack, 1999; Bordehore 2000; Chia-

ppone y Sealey 2000).

La protección de zonas marinas ha sido potenciada des-

de diferentes ámbitos administrativos, cada uno con sus pro-

pias necesidades y sus peculiares características. Ante esta

situación, el intercambio de experiencias, el conocimiento

mutuo de los gestores de las áreas protegidas y la posibi-

lidad de planificar iniciativas de interés común, se revelan

como imprescindibles para dotar de la necesaria coherencia

al sistema de áreas marinas protegidas de nuestro litoral.

Aunque han sido numerosas las actuaciones en materia

de protección marina en el litoral español mediante el uso

de reservas marinas, los estudios previos y de seguimiento

científico de los resultados de las mismas son más bien es-

casos. Sirva de ejemplo la Comunidad Valenciana, con unos

420 Km. de perímetro litoral, ya que representa una de las

regiones autónomas con más actuaciones en dicha materia

(Belda y Jover, 1992; Ramos y McNeil, 1994) con el estableci-

miento de 3 reservas marinas (Tabarca, Columbretes y Cabo

de San Antonio).

252 ÍNDICE

Ictiofauna en reservas marinas: influencia de la estructura del hábitat, efecto de la protección y tamaño del área protegida

La Reserva Marina de la Isla de Tabarca, ha sido objetivo de

numerosos proyectos del grupo investigador. Entre ellos, al-

gunos financiados por la UE como “Ordenación de la Reserva

Maria de Tabarca”, otros por la Conselleria de Cultura, Educa-

ció i Ciencia “Estudio de la ictiofauna demersal y pelágica de la

Reserva Marina de Tabarca: biología, ecología y biogeografía”,

por la Secretaría General de Pesca Marítima - M.A.P.A. “Segui-

miento científico de la reserva Marina de Tabarca”, y otros por

el Ayuntamiento de Alicante como “Estudio del ecosistema

de la pradera de Posidonia oceánica de la Reserva Marina de

Tabarca” y “Estudio del Medio Terrestre y Marino de la Isla Pla-

na o Nueva Tabarca, para su declaración como paraje natural”.

Todos y cada uno de estos proyectos, han contribuido a la

publicación de numerosos trabajos que hacen referencia a

esta reserva marina: Mas i Miralles y Bayle, 1991; Ramos y Ba-

yle, 1991; Ramos et al. 1992a; Ramos et al. 1992b; Albeza et

al. 1995; Antón et al. 1995. No obstante y hasta el presente,

muchos de los resultados obtenidos del seguimiento de las

reservas marinas del litoral valenciano, a excepción de los

datos procedentes de la Reserva Marina de Tabarca, siguen

sin hacerse públicos, por lo que se desconoce la efectividad

de éstos, ni el beneficio real de las inversiones realizadas.

Aitor Forcada Almarcha

253ÍNDICE

La falta de estudios sobre la ictiofauna del Cabo de San

Antonio, y de su estado y evolución a lo largo del tiempo, ha-

cen imposible la valoración y evaluación de las características

de esta pequeña reserva marina. Es por ello, que el presente

trabajo intenta abrir una vía de investigación ya aplicada en

la otra reservas marinas de la provincia de Alicante.

La Reserva Marina del Cabo de San Antonio y la de Tabar-

ca, cobran especial importancia debido a que se encuentran

próximas a localidades donde las actividades económicas

más importantes son la pesca y el turismo. Entre Denia y

Jávea se localiza la primera de ellas, y muy próxima a Santa

Pola la segunda. Es por ello, que la ictiofauna de estos luga-

res poseen gran valor para la pesca de la comunidad local,

además de ser un enorme atractivo y reclamo para turistas y

amantes del buceo deportivo. Esta última actividad supone

grandes aportes económicos para las localidades circundan-

tes, pero implica también un impacto sobre el medio, por lo

que se requieren normas que la regulen y estudios que valo-

ren sus posibles impactos y potencialidades, como los ya rea-

lizados en la Reserva Marina de Tabarca (Esteban et al., 1999).

Un estudio sobre la ictiofauna de ambas reservas marinas,

como el realizado en el presente estudio, posee gran tras-

cendencia sobre las actividades arriba mencionadas, siendo

254 ÍNDICE

Ictiofauna en reservas marinas: influencia de la estructura del hábitat, efecto de la protección y tamaño del área protegida

todas ellas de gran importancia económica para la provin-

cia alicantina. Además, la evaluación de medidas de gestión,

como por ejemplo el tamaño del área a proteger, completará

igualmente el vacío existente en algunos conocimientos so-

bre el efecto de las reservas marinas en la comunidad íctica.

Mediante este trabajo, se pretende evaluar principalmen-

te, el “efecto reserva” sobre el poblamiento de peces del Cabo

de San Antonio y la Isla de Tabarca. El conocimiento de la

ictiofauna presente en ambas reservas, permitirá evaluar el

estado de las mismas: abundancia de reproductores, poten-

cialidad de exportación de biomasa a pesquerías adyacen-

tes, uso como área de reclutamiento,… Además, la compa-

ración entre ambas áreas protegidas y éstas, con otras zonas

que no lo estén, permitirá evaluar el efecto de protección, y

realizar un análisis sobre el efecto que causa el tamaño de la

reserva sobre el poblamiento íctico. Para ello, este estudio se

centrará en:

• Evaluar el efecto de las medidas de gestión aplicadas, en

términos de número de especies, diversidad, abundan-

cia, y biomasa.

• Analizar el efecto de la protección sobre la estructura de

tallas.

Aitor Forcada Almarcha

255ÍNDICE

• Analizar la sensibilidad a la protección de diferentes pa-

rámetros indicadores, atendiendo a diferentes agrupa-

ciones tróficas y espaciales.

Figura 1. Mapa de situación de la zona de estudio. Esquema de la

Reserva Marina del Cabo de San Antonio y de la Reserva Marina de

Tabarca.

256 ÍNDICE

Ictiofauna en reservas marinas: influencia de la estructura del hábitat, efecto de la protección y tamaño del área protegida

• Estudiar la variabilidad temporal de la ictiofauna y su in-

teracción con las medidas de protección.

• Evaluar la variabilidad del poblamiento íctico a diferen-

tes escalas espaciales.

• Analizar la influencia del hábitat sobre el poblamiento

íctico.

• Analizar el efecto del tamaño de la reserva marina sobre

la ictiofauna.

2. Material y métodos

La zona de estudio está ubicada en el SE Ibérico, en la pro-

vincia de Alicante (Figura 1). En dicho sector, con un contorno

costero de unos 120 Km., se han escogido cuatro zonas: dos

áreas marinas protegidas (la Reserva Marina del Cabo de San

Antonio y la Reserva Marina de Tabarca) y dos áreas control

(Jávea y Altea).

La caracterización de ictiofauna en zonas protegidas re-

quiere el uso de métodos de estimación no destructivos. Se

evita así el daño a la comunidad íctica, como también el evi-

tar afectar a las evaluaciones posteriores del efecto reserva.

Las técnicas basadas en censos visuales cumplen este requi-

sito, además, poseen una serie de características que propor-

cionan ciertas ventajas: los datos son fáciles de obtener, no

Aitor Forcada Almarcha

257ÍNDICE

requiere trabajo posterior de laboratorio, es relativamente

barato, permite la obtención de numerosas variables (com-

posición de especies, abundancia y talla), no altera las po-

blaciones estudiadas y puede ser usado en cualquier tipo de

hábitat (Christensen y Winterbottom, 1980; Bohnsack y Ban-

nerot, 1986; Bortone et al., 1991; García-Charton et al., 2000).

Existen diversas formas de realizar dichos censos visuales,

pero a la hora de evaluar distintos gradientes espaciales de

abundancia íctica sobre comunidades mediterráneas, es

idóneo el uso de transectos de 50×5 m. La estimación de la

abundancia de cada especie se realizó empleando clases de

abundancias (se determinaron 9 para el presente estudio: 1

/ 2-5 / 6-10 / 11-30 / 31-50 / 51-100 / 101-500 / <500), para

evitar así errores de conteo y homogeneizar la varianza en

cada estimación (García-Charton et al., 2000).

Atendiendo a los hábitos alimenticios de las especies en-

contradas en el estudio, se puede realizar una clasificación

de las mismas en cuatro categorías tróficas (Bell y Harmelin-

Vivien, 1983): carnívoras micrófagas, carnívoras mesófagas,

carnívoras macrófagas y herbívoras. Igualmente, según la

distribución que presentan en el espacio, se puede realizar

una clasificación de las especies en seis categorías de ocupa-

ción espacial (Harmelin, 1987): especies pelágicas erráticas

258 ÍNDICE

Ictiofauna en reservas marinas: influencia de la estructura del hábitat, efecto de la protección y tamaño del área protegida

muy móviles y gregarias, especies pelágicas relativamente

sedentarias, especies demersales con movimientos vertica-

les medios, especies demersales de movimientos verticales

cortos, especies demersales sedentarias y especies crípticas

muy sedentarias.

Se han analizado el número de especies, índice de diver-

sidad, abundancia y biomasa del conjunto del poblamiento

íctico, así como la abundancia y la biomasa existente en cada

una de las categorías de las dos clasificaciones anteriores

y de 13 especies, escogidas por su importancia ecológica y

económica.

3. Resultados y discusión

3.1. Variabilidad Espacial del Poblamiento Íctico

En el estudio cualquier sistema, se plantea la necesidad

de elegir a priori la escala de observación. Sin embargo, se-

gún la escala empleada para ello, los patrones y procesos do-

minantes, y su jerarquía cambian (Kumar et al., 2002). Por ello,

preestableciendo la escala de observación, algunos aspectos

importantes del sistema pueden pasarse por alto, y la des-

cripción resultante de la organización jerárquica del mismo

puede ser inadecuada (Peterson y Parker, 1998). Trabajos an-

teriores (Levin, 1992) muestran que no hay una única escala

Aitor Forcada Almarcha

259ÍNDICE

en la que los fenómenos ecológicos deban ser estudiados,

ya que los sistemas suelen mostrar características variables

dentro de un rango espacial, temporal y de organización.

Una comunidad que parezca inestable en escalas espacia-

les pequeñas, puede ser estable cuando se observa con una

escala espacial más grande (Sale, 1980; Anderson et al., 1981;

Frost et al., 1988; May, 1989; Galzin, 1987; Rahel, 1990; Nilsson

y Grelsson, 1995; Fowler-Walker y Connell, 2002). La utiliza-

ción de varias escalas espaciales ha recibido considerable

atención por diversos autores (Connell y Sousa, 1983; Dayton

y Tegner, 1984; Wiens et al., 1986; Myers et al., 1995; Underwo-

od y Chapman, 1996, 1998).

La variabilidad natural se asocia con la heterogeneidad

espacial y temporal inherente en los ecosistemas (Kolasa y

Pickett, 1991), y debe ser considerada desde un punto de

vista multiescalar (Levin, 1992). Entre todos los factores que

pueden contribuir a la variabilidad natural, la complejidad

del hábitat parece ser una de las causas más importantes a la

hora de explicar el patrón observado en la estructura de los

poblamientos ícticos, habiendo sido estudiado este aspec-

to ampliamente, tanto en arrecifes tropicales de coral (Luc-

khurst y Luckhurst, 1978; Galzin y Legendre, 1987; Roberts y

Ormond, 1987; McCormick, 1994; Kingsford, 1995; Tolimieri,

260 ÍNDICE

Ictiofauna en reservas marinas: influencia de la estructura del hábitat, efecto de la protección y tamaño del área protegida

1995; Caley y St. John, 1996; Jennings et al., 1996; Ault y Jo-

hnson, 1998a, 1998b; Connell y Kingsford, 1998; Friedlander

y Parrish, 1998; Tolimieri, 1998; Holbrook et al., 2000; McCla-

nahan y Arthur, 2001) como en sistemas rocosos templados

(Livingston, 1984; Choat y Ayling, 1987; Jones, 1988; Holbrook

et al., 1990; Connell y Jones, 1991; Carr, 1989; García-Rubiés y

Macpherson, 1995; Levin y Hay, 1996; Tupper y Boutilier, 1997;

Gillanders y Kingsford, 1998; Jenkins et al., 1998; Macpherson,

1998; Anderson y Millar, en prep), y más concretamente en

fondos infralitorales del Mediterráneo occidental (García-

Charton y Pérez-Ruzafa, 2001; Letourneur et al., 2003; García-

Charton et al., 2004).

En este aspecto, muchos estudios han mostrado que la

estructura del hábitat se ha considerar como un atributo fí-

sico o biológico, ya que ofrece recursos como alimento (Jo-

nes y Andrew, 1992), y puede modificar los efectos de preda-

ción sobre peces proporcionando refugio (Connell y Jones,

1991; Hixon y Beets, 1993; Caley y St. John, 1996; Beukers y

Jones, 1997; Tupper y Boutilier, 1997; Steele, 1999)., así como

influir en procesos de reclutamiento (Jones, 1984; Carr, 1989;

Doherty, 1991; Leving, 1993; Harmelin-Vivien et al., 1995; Ste-

ele, 1997) y posrt-reclutamiento (Jones, 1991), constituyendo

Aitor Forcada Almarcha

261ÍNDICE

un factor a tener en cuenta en la variabilidad espacial de los

poblamientos ícticos.

Un aspecto importante para entender la distribución es-

pacial con respecto a las características del hábitat, es reco-

nocer que los patrones observados dependen de la escala

espacial de observación (Andrew y Mapstone, 1987; Wiens,

1989; Tolimieri, 1995; Chesson, 1998; Sale, 1998). Existen di-

versos estudios sobre patrones espaciales de distribución de

peces en diversas escalas espaciales, que abarcan desde me-

tros hasta cientos o millones de kilómetros (Choat y Ayling,

1987; Doherty, 1987; Fowler et al., 1992; Tolimieri, 1998; Ault y

Johnson, 1998a; Connell y Kingsford, 1998; García-Charton y

Pérez-Ruzafa, 2001; Connell, 2002). La importancia de la es-

tructura del hábitat en la distribución de poblamientos de

peces a pequeña escala se ha puesto de manifiesto en múl-

tiples estudios, tanto en áreas templadas (Connell y Jones,

1991; Norton, 1991; Holbrook et al., 1992; Lowry y Suthers,

1999; García-Charton y Pérez Ruzafa, 2001; Anderson y Mi-

llar, en prep) como en tropicales (Luckhurst y Luckhurst, 1978;

Grigg, 1994; McGehee, 1994; Jennings et al., 1996; Chaba-

net et al., 1995; Ault y Johnson, 1998a; Friedlander y Parrish,

1998), por lo que el uso de aproximaciones multiescalares es

la forma más idónea para realizar una interpretación real de

262 ÍNDICE

Ictiofauna en reservas marinas: influencia de la estructura del hábitat, efecto de la protección y tamaño del área protegida

patrones de distribución cuando se consideren escalas espa-

ciales grandes (García-Charton et al., 2004).

La variabilidad del poblamiento íctico atribuible a los

cambios en la estructura del hábitat, puede confundir a los

estudios centrados en detectar, explicar o predecir los efec-

tos de los factores antrópicos. Por ello, conocer esta variabili-

dad natural puede ayudar a separar la influencia del hábitat

de otras fuentes de variación, como el efecto de medidas de

protección (García-Charton y Pérez-Ruzafa, 1999; García-

Charton et al., 2000b). Si se quiere identificar correctamen-

te el “efecto resera”, los diseños de muestreo y seguimiento

han de abarcar una replicación considerable, tanto en el es-

pacio como en el tiempo (García-Charton et al., 2000b). Sin

embargo, otros estudios no han logrado distinguir diferen-

cias claras en el poblamiento de peces comparando zonas

protegidas y no protegidas, considerando diferentes escalas

espaciales (Cole et al., 1990; Letourneur, 1996; Sluka y Sulli-

van, 1998; La Mesa y Vacchi, 1999; Paddack y Estes, 2000) o

temporales (Francour, 1994; Edgar y Barrett, 1997, 1999). Es-

tos resultados reflejan la existencia de otros factores (físicos

y/o biológicos) que interaccionan con el mecanismo de la

protección y de las reservas marinas, enmascarando los efec-

tos de la protección (Charton et al., 2004). Además, enfatizan

Aitor Forcada Almarcha

263ÍNDICE

la necesidad de estudiar los efectos de la protección a una

escala espacial pequeña con la intención de integrar toda

la variabilidad existente en las áreas consideradas y llevar a

cavo correctos análisis y conclusiones lógicas sobre todas las

áreas incluidas en el modelo. En el presente estudio, se ha

considerado la heterogeneidad causada por la complejidad

del hábitat a través de una perspectiva multiescalar, con la in-

tención de evitar confundir los efectos de la protección con

la variabilidad introducida por la estructura del hábitat. La in-

corporación de factores anidados en la replicación espacial

(Ej. diferentes sitios separados cientos de metros donde los

peces son censados en distintos transectos situados al azar),

incrementa la capacidad de interpretar la heterogeneidad

espacial observada en las poblaciones de peces a diferentes

escalas espaciales (Andrew y Maptone, 1987; García-Charton

et al., 2004; Sánchez-Jerez, enviado). Además, datos comple-

mentarios sobre variables físicas o biológicas se han recopi-

lado con la idea de separar los efectos de la protección con

los de estas variables.

Todas las áreas estudiadas presentaban un hábitat simi-

lar en los puntos de muestreo. Éste es un fondo infralitoral

predominantemente rocoso, combinado con manchas de

pradera de Posidonia oceanica donde se intercalan, de forma

264 ÍNDICE

Ictiofauna en reservas marinas: influencia de la estructura del hábitat, efecto de la protección y tamaño del área protegida

esporádica, algunos claros de arena. A pequeña escala espa-

cial (sitio y localidad), atendiendo a las variables ambientales

analizadas, no se ha podido observar una ordenación clara

de las muestras. Sin embargo, sí se realiza una diferenciación

de la estructura del hábitat entre las distintas áreas estudia-

das. Principalmente, son la cobertura de pradera y de roca las

que dominan sobre el resto de variables en dicha diferencia-

ción, siendo ambas inversamente proporcionales (ya que la

arena mostró una cobertura muy pequeña). Otras variables

que influyeron de forma importante en el mayor nivel es-

pacial considerado, fueron el número de bloques y grandes

bloques, pero no afectaron a la diferenciación entre áreas.

En general, las variables ambientales mostraron mejor co-

rrelación con la biomasa que con la abundancia del pobla-

miento íctico estudiado. La abundancia se correlaciona con

variables ambientales distintas según la escala espacial con-

siderada. Sin embargo, la cobertura de pradera participa de

forma importante en todas las escalas, y su correlación au-

menta con las mismas. Por otro lado, la correlación existente

entre la cobertura de roca y la abundancia no parece ser de-

pendiente de la escala espacial. La verticalidad máxima, por

el contrario, participa de forma importante en la distribución

de abundancia y biomasa del poblamiento íctico a escalas

Aitor Forcada Almarcha

265ÍNDICE

espaciales pequeñas. A lo largo de las diferentes escalas, las

variables que siempre se han correlacionado con la biomasa

han sido la cobertura de pradera y la gestión, excepto a la

menor escala, donde la última variable no participó. Ambas

muestran con la biomasa, una correlación creciente con la

escala espacial.

Estos resultados son en parte coincidentes con los ob-

servados por otros autores también en el Mediterráneo (Le-

tourneur et al., 2003), pero empleando análisis canónico de

correspondencias (CCA), donde los factores condicionan el

patrón de la densidad de peces son, la presencia de macroa-

lgas, pradera de Posidonia oceanica y cobertura de arena. Sin

embargo, en otros trabajos realizados mediante el uso de

regresiones múltiples (García-Charton y Pérez-Ruzafa, 1998),

se observa que gran parte de la variación de la abundancia

total (39.4%) se explica con el incremento de la cobertura de

roca, y el número de grandes bloques. Aquí no se ha tratado

la influencia del hábitat sobre otras variables biológicas, ta-

les como el número de especies o la diversidad. Sin embar-

go, según otros trabajos, ambas responden a cambios en la

estructura del hábitat a escalas espaciales pequeñas. El nú-

mero de especies es mayor en zonas con alta cobertura de

pradera y con alto número de bloques, mientras que la diver-

266 ÍNDICE

Ictiofauna en reservas marinas: influencia de la estructura del hábitat, efecto de la protección y tamaño del área protegida

sidad responde moderadamente a incrementos de la hetero-

geneidad (García-Charton y Pérez-Ruzafa, 1998). Además, la

profundidad máxima es igualmente determinante en parte

de la variabilidad de todas estas variables biológicas, como

se cita en otros estudios (Bell, 1983; Harmelin, 1990; Meekan

y Choat, 1997; Brook, 2002; Letourneur et al., 2003), no obser-

vado en el presente trabajo posiblemente, al escaso rango

que ha alcanzado dicho factor en el muestreo. Por otro lado,

se ha de considerar que algunos autores han puesto de ma-

nifiesto el papel de otros parámetros estructuradores del há-

bitat, como la rugosidad (Bell y Galzin, 1984; García-Charton

y Pérez-Ruzafa, 1998) y las cavidades o agujeros (Friedlander

y Parrish, 1998; Ruitton, 1999; Ruitton et al., 2000).

Todos estos resultados, parecen indicar que el hábitat em-

pleado por los peces de fondos infralitorales rocosos, no es

escogido al azar. Y teniendo en cuenta que la configuración

de estos fondos, se muestran como un conjunto de manchas

de diferentes sustratos dispuestas jerárquicamente en el es-

pacio (Ros et al., 1985), se podría explicar la alta variabilidad

que ciertas variables biológicas presentan entre sitios, me-

diante la relación que guardan con las diferentes caracterís-

ticas de la estructura del hábitat obtenidas a dicha escala. Sin

embargo, a mediana escala no todas estas variables suelen

Aitor Forcada Almarcha

267ÍNDICE

presentar diferencias, no existiendo gran variabilidad de las

mismas al nivel de localidad, resultado contrario al obtenido

por otros autores (Choat y Ayling, 1987; Anderson y Rusell, en

prep).

Los cuatro descriptores generales del poblamiento íctico

–número de especies, diversidad, abundancia y biomasa–

mostraron diferencias significativas al nivel de sito, mientras

que sólo el primero de ellos lo hizo al de localidad.

También debe prestarse atención a las categorías trófi-

cas, ya que cada tipo de fondo incluido dentro de una ma-

triz rocosa proporciona recursos específicos para especies

más o menos especializadas (García-Charton y Pérez-Ruzafa,

2001): Mullus surmuletus, Pagrus pagrus, Symphodus cinereus

en fondos arenosos. Symphodus rostratus, Symphodus ocella-

tus, Diplodus annularis y Sarpa salpa en fondos donde apare-

ce la pradera, mientras que otras especies (Chromis chromis,

Symphodus tinca, Thalassoma pavo, Serranus scriba, Sympho-

dus mediterraneus, Apogon imberbis, Diplodus vulgaris y Sym-

phodus roissali) son claramente más abundantes en sustra-

tos exclusivamente rocosos. En relación a todas la variables

biológicas consideradas (número de especies, abundancia

y biomasa) sólo las especies mesófagas mostraron siempre

diferencias entre sitios, presentando una alta heterogenei-

268 ÍNDICE

Ictiofauna en reservas marinas: influencia de la estructura del hábitat, efecto de la protección y tamaño del área protegida

dad a pequeña escala. Las presas de estas especies suelen

ser poliquetos, anfípodos y otros pequeños crustáceos, es-

tando en su mayoría muy estrechamente ligadas al tipo de

sustrato, por lo que sus predadores guardan relación indirec-

ta con el tipo de hábitat. Sin embargo, las especies macrófa-

gas presentan el patrón totalmente contrario, no mostrando

diferencias entre sitios. Esto se deberá posiblemente a que

sus presas, normalmente peces, cefalópodos y crustáceos

decápodos, son muy móviles, por lo que los macrófagos no

guardan una relación tan estrecha con el hábitat. Las espe-

cies herbívoras, han de estar obligatoriamente ligadas al

hábitat, sin embargo, solo muestran en la diferencias entre

sitios en su abundancia. Esta categoría se compone de una

sola especie, Sarpa salpa, la única considerada herbívora en el

Mediterráneo, alimentándose de algas y, principalmente, de

la fanerógama marina Posidonia oceanica (Verlaque, 1990).

Las especies micrófagas se alimentan de partículas en sus-

pensión en la columna de agua, por lo que en principio no

deberían mantener relación alguna con el hábitat ya que se

consideran de hábitos pelágicos. La alta variabilidad obser-

vada en su abundancia y biomasa a pequeña escala, pueden

deberse al carácter esporádico de las mismas.

Aitor Forcada Almarcha

269ÍNDICE

Las principales comunidades infralitorales mediterráneas

albergan poblamientos de peces que mantienen cierto gra-

do de especificidad. De este modo, las extensas praderas de

Posidonia oceanica y los fondos rocosos tienen en común un

buen número de especies, pero asimismo en ambas viven

especies exclusivas, a la vez que otras especies tienen prefe-

rencia por uno u otro tipo de fondo (Francour y Le Direàc’h,

1994; García-Rubies y Macpherson, 1995; Harmelin-Vivien et

al., 1995; Vigliola et al., 1998; García-Charton y Pérez-Ruzafa,

2001; Vigliola y Harmelin-Vivien, 2001). Existen diversos mo-

tivos por los que una especie puede estar ligada a una deter-

minada estructura de hábitat, dependiendo de la morfolo-

gía (Douglas y Matthews, 1992; Wainwright y Richard, 1995),

tamaño del cuerpo, movilidad, comportamiento (Ebersole

1980; Bruggeman et al., 1994) estructura social (Forrester

1991; Ruxton et al., 1995), limitación sensorial (Perry y Pianka,

1997) y capacidad de aprendizaje (Marcotte y Browman

1986; Csányi y Dóka 1993; Gimenez-Casalduero et al., 1999).

Por otra parte, algunas de estas especies muestran cambios

ontogénicos en sus preferencias por uno u otro tipo de hábi-

tat (Mary et al., 2000; Chiappone y Sullivan-Sealey, 2000).

El trabajo de García-Charton y Pérez-Ruzafa (2001), per-

mitió identificar las preferencias que mantienen sobre el

270 ÍNDICE

Ictiofauna en reservas marinas: influencia de la estructura del hábitat, efecto de la protección y tamaño del área protegida

hábitat algunas de las principales especies de peces del in-

fralitoral rocoso mediterráneo. Así, Serranus scriba, Chromis

chromis, Symphodus tinca y Symphodus mediterraneus son

más abundantes en zonas con muy alta cobertura de roca, y

de sustrato complejo caracterizado por alto número de blo-

ques y/o verticalidad. Rugosidad es la variable relacionada

con Apogon imberbis y Symphodus roissali. Diplodus vulgaris,

Diplodus puntazzo y Sarpa salpa se relacionan con el número

de bloques. Diplodus sargus y Thalassoma pavo se asocian

con sustratos rocosos. Mullus surmuletus es más abundante

con mayores coberturas de arena, y Symphodus ocellatus con

las de Posidonia oceanica.

Sin embargo, de las 13 especies analizadas, algunas (Boops

boops, Diplodus sargus, Diplodus vulgaris, Epinephelus margi-

natus, Sparus aurata y Symphodus tinca) no mostraron dife-

rencias a pequeña escala en su abundancia, y parte de las

mismas (Boops boops, Epinephelus marginatus y Sparus au-

rata) tampoco en su biomasa. Esto se explica posiblemente,

por la capacidad de flexibilidad que presentan en la utiliza-

ción de los distintos hábitats, permitiendo adaptarse a los

recursos existentes, resultando así en una disminución en la

competencia.

Aitor Forcada Almarcha

271ÍNDICE

Tabla 1. Abundancia media (ind./250 m2 ± error típico) de las especies muestreadas en las 4 áreas de estudio.

EspeciePROTEGIDO CONTROL

San Antonio Tabarca Javea Altea

AHEP Atherina hepsetus 9.88 ± 6.70 22.11 ± 10.96 37.53 ± 14.83 5.96 ± 3.70

AIMB Apogon imberbis 2.56 ± 0.74 7.94 ± 1.82 8.14 ± 2.11 3.14 ± 1.09

BBOO Boops boops 10.07 ± 4.02 35.84 ± 17.70 12.35 ± 8.73 4.01 ± 3.23

CCHR Chromis chromis 94.43 ± 16.08 223.46 ± 40.98 145.78 ± 18.38 119.67 ± 23.82

CJUL Coris julis 24.84 ± 1.94 17.63 ± 2.77 28.84 ± 2.28 20.78 ± 1.68

DANN Diplodus annularis 1.25 ± 0.28 7.40 ± 1.07 2.43 ± 0.51 4.74 ± 0.92

DCER Diplodus cervinus 0.06 ± 0.03 0.37 ± 0.10 0.01 ± 0.01 0

DDEN Dentex dentex 0.11 ± 0.05 0.53 ± 0.19 0.09 ± 0.04 0.07 ± 0.04

DLABDicentrarchus labrax

0.15 ± 0.11 0.11 ± 0.04 0 0

DPUN Diplodus puntazzo 0.41 ± 0.09 0.81 ± 0.14 0.20 ± 0.05 0.23 ± 0.06

DSAR Diplodus sargus 5.10 ± 0.55 7.53 ± 0.87 6.83 ± 1.33 5.73 ± 0.90

DVUL Diplodus vulgaris 11.59 ± 0.91 37.98 ± 8.47 15.93 ± 2.01 22.05 ± 2.39

EAEN Epinephelus aeneus 0 0.07 ± 0.07 0 0

ECOS Epinephelus costae 0.07 ± 0.06 0.07 ± 0.05 0 0

EENCEngraulis encrasicolus

0 0 5.56 ± 3.19 0.49 ± 0.50

EMAREpinephelus marginatus

0.19 ± 0.06 1.23 ± 0.21 0.02 ± 0.02 0.01 ± 0.01

GCRU Gobius cruentatus 0 0 0.01 ± 0.01 0

LAMI Lichia amia 0 0.01 ± 0.01 0 0

272 ÍNDICE

Ictiofauna en reservas marinas: influencia de la estructura del hábitat, efecto de la protección y tamaño del área protegida

EspeciePROTEGIDO CONTROL

San Antonio Tabarca Javea Altea

LBER Labrus bergylta 0 0.01 ± 0.01 0 0

LMER Labrus merula 0.53 ± 0.08 0.98 ± 0.13 0.31 ± 0.06 0.31 ± 0.07

LVIR Labrus viridis 0 0.10 ± 0.04 0.05 ± 0.04 0.02 ± 0.02

MHEL Muraena helena 0.01 ± 0.01 1.12 ± 0.99 0.04 ± 0.02 0.02 ± 0.02

MRUB Mycteroperca rubra 0 0.02 ± 0.02 0 0

MSUR Mullus surmuletus 0.91 ± 0.18 0.19 ± 0.06 0.69 ± 0.17 1.83 ± 0.66

MUGI Mugillidae 0.51 ± 0.16 0.17 ± 0.07 0.33 ± 0.15 0.06 ± 0.04

OMEL Oblada melanura 8.22 ± 1.94 41.86 ± 9.32 2.19 ± 0.99 4.57 ± 1.38

PAGR Pagrus pagrus 0.28 ± 0.12 0 0.32 ± 0.11 0.07 ± 0.04

PERY Pagellus erythrinus 0.12 ± 0.07 0.01 ± 0.01 0.25 ± 0.08 0.06 ± 0.04

PINC Pomadasys incisus 0 0 0 0.07 ± 0.04

PPHY Phycis phycis 0 0 0.01 ± 0.01 0

SAUR Sparus aurata 0.21 ± 0.06 0.02 ± 0.02 0.01 ± 0.01 0.05 ± 0.02

SCAB Serranus cabrilla 0.48 ± 0.10 0.02 ± 0.02 1.60 ± 0.19 0.12 ± 0.04

SCANSpondyliosoma cantharus

0 0 0.28 ± 0.26 0.01 ± 0.01

SCINSymphodus cinereus

0.41 ± 0.18 0.05 ± 0.03 0.37 ± 0.24 0.06 ± 0.03

SDODSymphodus doderleini

0.02 ± 0.02 0.04 ± 0.02 0.02 ± 0.02 0.04 ± 0.02

SDUM Seriola dumerilii 0 0 0 0.49 ± 0.50

SFLE Spicara flexuosa 0.04 ± 0.04 0 0 0

SMAE Spicara maena 0.10 ± 0.10 5.54 ± 3.92 4.77 ± 2.28 0.05 ± 0.05

Aitor Forcada Almarcha

273ÍNDICE

EspeciePROTEGIDO CONTROL

San Antonio Tabarca Javea Altea

SMEDSymphodus mediterraneus

0.22 ± 0.06 0.25 ± 0.06 0.40 ± 0.07 0.26 ± 0.07

SMELSymphodus melanocercus

0.09 ± 0.04 0.32 ± 0.25 0.19 ± 0.06 0.12 ± 0.05

SNOT Scorpaena notata 0 0 0.01 ± 0.01 0

SOCESymphodus ocellatus

4.10 ± 0.63 7.33 ± 1.35 1.53 ± 0.32 3.60 ± 0.58

SPIL Sardina pilchardus 0 0 1.85 ± 1.86 0

SPOR Scorpaena porcus 0.01 ± 0.01 0 0.06 ± 0.03 0.02 ± 0.02

SROI Symphodus roissali 0.84 ± 0.14 0.48 ± 0.09 0.46 ± 0.11 0.64 ± 0.11

SROSSymphodus rostratus

0.06 ± 0.03 0.33 ± 0.07 0.15 ± 0.06 0.41 ± 0.10

SSAL Sarpa salpa 7.21 ± 1.75 42.41 ± 8.50 7.85 ± 1.76 21.33 ± 4.95

SSAU Synodus saurus 0 0 0.02 ± 0.02 0

SSCRI Serranus scriba 3.80 ± 0.32 2.95 ± 0.28 1.91 ± 0.21 2.44 ± 0.30

SSCRO Scorpaena scrofa 0 0 0.01 ± 0.01 0

SSMA Spicara smaris 0 2.10 ± 1.49 0 0.25 ± 0.25

SSPHSphyraena sphyraena

0.01 ± 0.01 0.04 ± 0.04 0.01 ± 0.01 0

STIN Symphodus tinca 3.40 ± 0.41 7.06 ± 0.70 2.62 ± 0.29 3.25 ± 0.37

STYP Syngnathus typhle 0 0 0 0.01 ± 0.01

SUMB Sciaena umbra 0.30 ± 0.13 1.70 ± 0.43 0.59 ± 0.26 0.15 ± 0.06

TMEDTrachurus mediterraneus

0 0 0 0.01 ± 0.01

TPAV Thalassoma pavo 1.73 ± 0.27 28.09 ± 7.90 5.58 ± 1.06 2.85 ± 0.45

274 ÍNDICE

Ictiofauna en reservas marinas: influencia de la estructura del hábitat, efecto de la protección y tamaño del área protegida

Se puede concluir que la variable de la estructura del hábi-

tat más importante en la distribución, tanto de la abundancia

como de la biomasa del poblamiento íctico estudiado, es la

cobertura de pradera de Posidonia oceanica. Además de ser

la variable gestión, igualmente importante en la biomasa del

poblamiento de peces. Sin embargo, no se ha de olvidar que

también la cobertura de pradera es la variable que genera

la diferenciación de la estructura del hábitat en las distintas

áreas. Esto es debido a que la cobertura de esta fanerógama

es superior en la Reserva Marina de Tabarca y en Altea, tenien-

do ambas valores medios similares. Lo mismo ocurre entre a

reserva Marina del Cabo de San Antonio y Jávea, pero con co-

berturas inferiores. Encontramos así un área control con una

estructura de hábitat similar para cada una de las áreas mari-

nas estudiadas, y al nivel del factor protección, se logra dismi-

nuir la influencia del hábitat ya que los valores medios de co-

bertura se igualen entre las áreas protegidas y las control. Los

controles juegan un papel importante a la hora de identificar

el efecto de las medidas de gestión, por lo que su elección se

ha de realizar prestando especial atención al hábitat. Una so-

lución a la hora de testar en un mismo modelo dos AMP con

características del hábitat distintas, es el emplear controles

con características similares para cada una de ellas, como se

Aitor Forcada Almarcha

275ÍNDICE

ha realizado en el presente estudio. Trabajos anteriores han

permitido desarrollar técnicas matemáticas para sustraer el

efecto del hábitat sobre el poblamiento íctico a través de re-

gresiones múltiples (García-Charton, 1995).

Los resultados del presente estudio muestran la conve-

niencia del uso de diseños multiescalares a la hora de eva-

luar los efectos de la protección, para que éstos no sean con-

fundidos con la variabilidad debida a la heterogeneidad del

hábitat. Propone además, tener en cuenta algunos factores

biológicos y físicos con la intención de asegurar le eficiencia

de una AMP en términos de biodiversidad íctica. Los reque-

rimientos del hábitat de los peces varían entre especies y, a

menudo también, a lo largo de su ciclo vital, por lo que en

muchos casos no todos estos tipos de hábitat pueden prote-

gerse con un única reserva marina. Por ello, la configuración

espacial de los diferentes hábitats dentro de una reserva, y

entre diferentes reservas a lo largo de una escala espacial

mayor, puede afectar a como los recursos marinos respon-

den al diseño de un área marina protegida.

3.2. Evaluación del Efecto de la Protección

Ninguno de los parámetros poblacionales considerados

muestran el patrón propuesto por las hipótesis de trabajo

276 ÍNDICE

Ictiofauna en reservas marinas: influencia de la estructura del hábitat, efecto de la protección y tamaño del área protegida

iniciales, donde éstos muestran valores superiores en las

áreas marinas protegidas.

La riqueza específica no ha mostrado respuesta a la pro-

tección, siendo ausentes las diferencias entre los valores ob-

servados a escalas espaciales altas. Estos resultados concuer-

dan con los obtenidos por otros estudios similares (Bell, 1983;

Jouvenel, 1992; Roberts y Polunin, 1992; Harmelin et al., 1995;

Dufour et al., 1995; Letouneur, 1996) los cuales no encuen-

tran diferencias significativas entre reservas marinas y áreas

sin protección (Russ, 1985; Francour, 1989; 1991a; 1991b). En

el presente estudio, la presencia exclusiva de algunas espe-

cies objetivo en las áreas protegidas (Dicentrarchus labrax y

Epinephelus costae) parecen ser compensadas por otras que

aparecen únicamente en las áreas control. Esto es debido,

posiblemente, al sesgo de la metodología empleada para

detectar especies crípticas sedentarias (Harmelin-Vivien

et al., 1985) como Syngnathus typhle, Phycis phycis, Gobius

cruentatus, Scorpaena notata y Scorpaena scrofa; o la presen-

cia anecdótica de especies pelágicas muy móviles, como han

sido Engraulis encrasicolus, Lichia amia, Seriola dumerili, Spi-

cara flexuosa, Sardina pilchardus y Trachurus mediterraneus.

Incluso, alguna de estas diferencias en la presencia de algu-

nas especies (Pomadasys incisus y Spondyliosoma cantharus)

Aitor Forcada Almarcha

277ÍNDICE

pueden ser debidas a las diferentes características biogeo-

gráficas existentes a lo largo de la provincia de Alicante (Sch-

midt, 1912). En cualquier caso, la presencia de estas especies

ha sido observada generalmente a la menor escala espacial,

y no muestran un patrón constante a lo largo del tiempo y

el espacio.

La abundancia media nunca mostró diferencias significa-

tivas entre niveles de protección, y ni siquiera mostró siem-

pre valores mayores dentro de las áreas protegidas. La pre-

sencia de especies erráticas preferentemente planktófagas,

de hábitos gregarios (Atherina hepsetus y Chromis chromis)

anulan los efectos de la protección sobre la abundancia me-

dia del poblamiento íctico. La distribución espacio-temporal

de estas especies está determinado, principalmente, por la

distribución del zooplancton (Hamner et al., 1988), lo cual

explicaría en parte los resultados obtenidos en este paráme-

tro. Sobre los estudios donde se han observado algunas di-

ferencias, la abundancia en las áreas marinas protegidas fue

dos o tres veces superior a la de las áreas control (Bell, 1983;

Polunin y Roberts, 1992; Francour, 1994; Harmelin et al., 1995;

Rakitin y Kramer, 1996; Wantiez et al., 1997). Sin embargo, en

otros casos la abundancia total fue superior fuera de las re-

servas marinas; e incluso considerando únicamente especies

278 ÍNDICE

Ictiofauna en reservas marinas: influencia de la estructura del hábitat, efecto de la protección y tamaño del área protegida

objetivo, la densidad de alguna de ellas no es siempre ma-

yor dentro de las áreas marinas protegidas (Bell, 1983; García

Rubiés y Zabala, 1990). Estas discrepancias aparecen, princi-

palmente, cuando es considerado algún tipo de replicación

espacial y temporal.

El índice de diversidad de Shannon-Wiener, aplicado so-

bre los poblamientos ícticos, tampoco se mostró influencia-

do por el efecto de la protección. Aunque éste, al igual que

otros índices de diversidad, han sido utilizados con frecuen-

cia en estudios de gestión y conservación ambiental (Magu-

rran, 1989), son medidas que pierden información (tal como

la identidad de la especie), dependiendo en gran medida

del tamaño de muestra (Noss, 1990) y de las proporciones

relativas de cada especie presente en la muestra (Margalef,

1980). Como en el caso de la abundancia, este parámetro

esta muy influenciado por la presencia de especies erráticas

de hábitos pelágicos y gregarios, como las mencionadas an-

teriormente. En consecuencia, los resultados pueden resul-

tar vagos e imprecisos en relación con el estudio del efecto

de la protección sobre la ictiofauna litoral. Estos resultados,

concuerdan con los obtenidos por otros autores en estudios

similares (Bell, 1983; García Rubiés y Zabala, 1990; Jouvenel,

1992).

Aitor Forcada Almarcha

279ÍNDICE

La biomasa, parámetro que conjuga la talla de los indi-

viduos con su abundancia, tampoco resultó con diferencias

significativas entre niveles de protección, y aunque los valo-

res absolutos siguen el patrón considerado por la hipótesis

propuesta, no siempre se dieron los valores mayores dentro

de las áreas protegidas. Varios son los trabajos que reflejan

en sus resultados un aumento de la talla media de las po-

blaciones y/o de la talla modal del poblamiento en las lo-

calidades protegidas, especialmente si se trata de especies

objetivo de la explotación pesquera. Este aumento de la talla

–y por tanto, de la biomasa– es uno de los principales efectos

derivados de la protección y la subsecuente disminución de

la mortalidad por pesca (Bohnsack 1982; Plan Development

Team, 1990).

En cuanto a las especies, se ha comprobado que no to-

das responden de igual modo a los efectos de la protección,

siendo aquellas más vulnerables a la pesca las que mostra-

ron unas diferencias mayores entre reserva y control, en tér-

minos de abundancia y biomasa.

Los resultados cualitativos obtenidos en este estudio

concuerdan con los obtenidos en trabajos similares realiza-

dos en otros puntos del Mediterráneo (Bell, 1983; Harmelin,

1987; García-Rubiés y Zabala, 1990; Francour, 1991a, 1991b,

280 ÍNDICE

Ictiofauna en reservas marinas: influencia de la estructura del hábitat, efecto de la protección y tamaño del área protegida

1992; Harmelin et al., 1995). Algunas de las especies muy

vulnerables a la explotación, como Dicentrarchus labrax y

Epinephelus costae fueron observadas únicamente en las

áreas protegidas, además de otras observadas sólo en Ta-

barca (Epinephelus aeneus, Mycteroperca rubra y Labrus ber-

gylta). Por otro lado algunas como Epinephelus marginatus

o Dentex dentex, aparecieron con mayor frecuencia también

en las reservas marinas. Este hecho se deriva directamente

de la disminución de la mortalidad por pesca dentro de la

localidad protegida, y representa una de las consecuencias

más inmediatas de la protección (Bohnsack, 1982; Roberts y

Polunin, 1991). La diferencia existente entre estas especies y

las restantes, se debe con toda probabilidad, a la mayor sen-

sibilidad de alguna de ellas a cualquier tipo de explotación

pesquera, pero principalmente a la pesca submarina (Chau-

vet, 1991). Numerosos estudios muestran como la presión

pesquera en zonas no protegidas provoca la disminución de

la abundancia, número de especies y talla media de las po-

blaciones de grandes serránidos, e incluso provoca cambios

en su distribución y comportamiento (Craik, 1981; Bohnsack,

1982; Goeden, 1982; Russ, 1985; Russ y Alcalá, 1989; Roberts y

Polunin, 1993; Bohnsack et al., 1994; Watson y Ormond, 1994;

Sluka, 1995; Sluka y Sullivan, 1996; Sluka et al., 1997).

Aitor Forcada Almarcha

281ÍNDICE

Además de las especies objetivo que son beneficiadas

claramente por la disminución de la mortalidad por pesca

(Plan Development Team, 1990), otras especies como Oblada

melanura, Thalassoma pavo, Chromis chromis y Sarpa salpa,

pueden verse favorecidas indirectamente, además, por el in-

cremento de los recursos tróficos dentro de la reserva marina.

En este sentido, algunos estudios evidencian los efectos de

la protección en las cadenas tróficas (ver Pinnegar et al., 2000

para una revisión) y demuestran el incremento de la produc-

tividad primaria y secundaria en reservas marinas (Babcock

et al., 1999). El aumento de los recursos tróficos puede dar-

se, por ejemplo, a través del incremento en la producción de

huevos y larvas; de hecho, ha sido documentada la predación

de Oblada melanura sobre huevos de Epinephelus maginatus

en la Reserva Marina de las Islas Medas (NW del Mediterrá-

neo) (Zabala et al., 1997), siendo observado también o un in-

cremento en la predación de Thalassoma pavo en nidos de

Chromis chromis en la Reserva Marina de Tabarca (J.T. Bayle,

comunicación personal). No obstante, la abundancia media

de alguna de estas especies cambian a lo largo del tiempo, y

su densidad y distribución pueden ser explicadas sobretodo,

por la distribución del plankton (Hamner et al., 1988).

282 ÍNDICE

Ictiofauna en reservas marinas: influencia de la estructura del hábitat, efecto de la protección y tamaño del área protegida

Inequívocamente podemos afirmar que las diferencias

encontradas no se deben a diferencias espaciales y/o tem-

porales entre las áreas control y las áreas protegidas. Sin em-

bargo, no podemos afirmar taxativa y rigurosamente que las

diferencias sean debidas al efecto de la protección, al carecer

de datos previos al inicio de la gestión. Por ello, se remarca la

importancia de la realización de estudios previos para poder

evaluar con precisión la eficiencia de una reserva marina.

En conclusión, aunque la significación estadística ha sido

baja o nula, algunos parámetros poblacionales siguen las

hipótesis de trabajo propuestas, en el sentido que su valor

aumenta con el nivel de protección. La biomasa y la rique-

za en número de especies del poblamiento íctico siguen la

tendencia propuesta. La aplicación de modelos alternativos

de análisis de la varianza, en el sentido anteriormente men-

cionado, podrían mejorar el análisis de estos parámetros y

precisar mejor su patrón a lo largo de las fuentes de varia-

ción consideradas. Respecto a las especies, la existencia de

algunas que se correlacionan en mayor medida con la va-

riable Protección es evidente, pudiendo ser utilizadas como

especies indicadoras del “efecto reserva”.

Aitor Forcada Almarcha

283ÍNDICE

3.3. Efecto del Tamaño del Área Marina Protegida

Actualmente existen intereses que se centran el emplear

las áreas marinas protegidas como herramienta para la ges-

tión en las pesquerías, debido a que éstas pueden actuar

como refugio para ciertas especies (Carr y Reed, 1993; Bo-

hnsack, 2000; Dahlgren y Sobel, 2000; Lindholm et al. 2001;

McClanahan y Mangi, 2000; Gell y Roberts, 2003). Las reser-

vas marinas pueden beneficiar a las pesquerías adyacentes

mediante dos mecanismos: la emigración de adultos o ju-

veniles a través de sus límites, y la exportación de huevos y

larvas pelágicas (Gell y Roberts, 2003). El grado en el cual una

reserva marina puede aportar ciertos beneficios o cumplir

unos objetivos concretos, varía en función de algunos aspec-

tos entorno a su diseño -como el tamaño, localización, for-

ma y proximidad con otras reservas- a demás de depender

igualmente, de la biología de la especie o especies a prote-

ger (Dahlgren y Sobel, 2000). Concretamente, el tamaño de

un área se considera determinante del número de especies

existentes en la misma, y de la cantidad y calidad de relacio-

nes biológicas que se desarrollen entre ellas (principalmen-

te, reproducción, migración, predación,…) (Gorman, 1979).

En esta línea, la teoría biogeográfica de islas (MacArthur y

284 ÍNDICE

Ictiofauna en reservas marinas: influencia de la estructura del hábitat, efecto de la protección y tamaño del área protegida

Wilson, 1967) predice que el número de especies en equili-

brio, aumentará con la superficie de un área determinada.

Se han descrito ya evidencias sobre la importancia del

tamaño de las áreas marinas protegidas, pero todas las con-

clusiones se basan en argumentos intuitivos (Ribera-Siguan,

1992), o en estudios de modelos teóricos (Polacheck, 1990;

DeMartini, 1993; Mangel, 1998; Sladek Nowlis y Roberts,

1999; Bohnsack, 2000; Dahlgren y Sobel, 2000; Lindholm et al.

2000; Martell et al. 2000; Pitcher et al. 2002; Sala et al. 2002).

La modelización es empleada ya que son muy pocos los es-

tudios realizados en reservas marinas, a una escala espacial

apropiada para la aproximación empírica a este problema

(Bohnsack, 2000). En general, este tipo de estudios sugieren

un rango de superficie a proteger entre el 10 y el 80% del to-

tal del área de interés, dependiendo de la pesquería y de las

condiciones consideradas (Gell y Roberts, 2003).

Pocos estudios empíricos se han realizado alrededor de

esta temática, relacionando el tamaño del área marina pro-

tegida con algunos parámetros biológicos. Algunos sugie-

ren que una reserva pequeña (<3 ha) puede incrementar la

abundancia y la biomasa de muchos peces de arrecife, pero

proporcionan beneficios mínimos fuera de la reserva (Ro-

berts y Hawkins, 1997). Otros concluyen que una pequeña

Aitor Forcada Almarcha

285ÍNDICE

reserva que abarque únicamente el 25% del arrecife, mejora

el rendimiento de las pesquerías adyacentes (Alcala y Russ,

1990). Por otro lado, existen estudios que afirman que un área

marina protegida que incluya el 60% del área de pesca, solo

incrementa las capturas por unidad de esfuerzo trascurridos

dos años (MacClanahan y Kaunda-Arara, 1996). Sin embargo,

ninguno de estos trabajos compara empíricamente varias

áreas marinas protegidas de diferente tamaño.

Las efectividad de las reservas marinas varia tanto como

en los hábitats donde puede ubicarse, obteniendo resulta-

dos muy diferentes en arrecifes de coral, estuarios, praderas

de fanerógamas, costas rocosas o manglares, por ejemplo

(Gell y Roberts, 2003). La cuestión de la importancia del ta-

maño de un área protegida, nunca se ha considerado explíci-

tamente en fondos infralitorales rocosos del ecosistema me-

diterráneo (Francour et al. 2001). De ahí radica la importancia

de los resultados obtenidos.

La suposición de que una reserva marina mayor propor-

ciona una mejor eficiencia en la protección del poblamiento

íctico, parece corroborarse con el presente estudio, sobreto-

do en cuanto a la abundancia y biomasa se refiere. La res-

puesta a la protección es una característica dependiente de

la especie y está condicionada probablemente, por algunos

286 ÍNDICE

Ictiofauna en reservas marinas: influencia de la estructura del hábitat, efecto de la protección y tamaño del área protegida

procesos ecológicos (rango de movimientos, hábitat especí-

fico, relaciones interespecíficas), los cuales están influencia-

dos por el tamaño del área marina protegida. En este sentido,

la abundancia y biomasa pueden incrementares conforme

aumenta la superficie gestionada. Además, como se ha men-

cionado anteriormente, la cantidad y calidad de las relacio-

nes biológicas entre especies, también se determina por este

factor, como lo predice la teoría biogeográfica de islas (Ma-

cArthur y Wilson, 1967).

Se ha de adquirir un compromiso entre el tamaño y el

número de reservas marinas (Bianchi y Morri, 2000; Sala et

al. 2002). Para ciertos objetivos de protección, y teniendo en

cuenta algunas consideraciones biológicas, el conjunto de

diferentes áreas protegidas pequeñas pueden ser más efec-

tivas que una única con superficie igual a la de la suma de las

pequeñas (Robert y Hawkins, 2000; Francour et al. 2001). Sin

embargo, para reservas cuyo objetivo principal es la protec-

ción de la biodiversidad, es más importante el aislamiento,

sobretodo en áreas con altos impactos humanos. Para ello,

es más apropiado tener una única pero gran área marina

protegida, reduciendo así las interacciones procedentes de

los usos desarrollados en las áreas circundantes (Allison et

al. 1998). Sobretodo, cuando el principal objetivo es mejorar

Aitor Forcada Almarcha

287ÍNDICE

el poblamiento íctico con propósitos pesqueros, ya que los

peces desarrollan su actividad vital a lo largo de una escala

espacial amplia. Los peces de hábitats infralitorales rocosos

no responden a un patrón fijo de desplazamiento; mientras

algunos permanecen siempre dentro del área marina pro-

tegida, otos se desplazan a kilómetros de distancia (Munro,

2000). En este sentido, las reservas pequeñas permiten una

mayor tasa de transferencia con las áreas explotadas, supo-

niendo una perdida del stock por medio de la dispersión de

individuos a través de los límites, incrementado así su vulne-

rabilidad a la pesca (Stockhausen et al. 2000). Este proceso ex-

plica las diferencias en la abundancia y biomasa de algunas

especies objetivo como, Epinephelus marginatus, Diplodus

vulgaris y Dentex dentex, entre las dos áreas marinas conside-

radas. Por esta razón, a no ser que la reserva marina intente

sólo proteger especies sésiles, es mejor desde un punto de

vista ecosistémico tener un área marina protegida grande,

con intención de optimizar la relación perímetro/área para

evitar así, los movimientos hacia el exterior (Walters, 2000).

Por otro lado, y como se ha comentado anteriormente

(ver apartado 4.1), la complejidad del hábitat parece explicar

gran parte de los patrones observados en el poblamiento íc-

tico a pequeña escala. Sin embargo, observando los datos a

288 ÍNDICE

Ictiofauna en reservas marinas: influencia de la estructura del hábitat, efecto de la protección y tamaño del área protegida

una escala espacial mayor, los patrones del poblamiento re-

sultan también diferentes. Aunque la ordenación basada el

las características del hábitat muestra una clara separación

entre áreas, la estructura del hábitat no parece ser el patrón

condicionante para la abundancia, la biomasa o la presencia

de algunas especies. La diferencia entre áreas puede deber-

se, por un lado, a los efectos de la protección, favoreciendo

el incremento de algunos parámetros del poblamiento y la

frecuencia de algunas especies objetivo en las áreas marinas

protegidas consideradas (Bell, 1983; Francour, 1989; García-

Rubies y Zabala, 1990). Los hábitats rocosos suelen presen-

tar mayor riqueza específica, abundancia y biomasa que las

praderas de Posidonia oceanica (Francour, 1991a, 1991b; Gar-

cía-Charton y Pérez-Ruzafa, 1998b), y aunque San Antonio

engloba más hábitat rocoso que Tabarca, esta última mues-

tra mayores valores en los parámetros considerados. De esta

manera, las diferencias existentes entre reservas marinas son

claramente atribuibles a la superficie gestionada.

La complejidad y heterogeneidad del hábitat pueden au-

mentar con el tamaño de la reserva, por lo que ha ser otra

variable a tener en cuenta a la hora de intentar incrementar

la diversidad íctica. Áreas marinas protegidas mayores, pue-

den incorporar diferentes tipos de hábitat requeridos en los

Aitor Forcada Almarcha

289ÍNDICE

distintos estadios del ciclo vital de algunos peces. Los dise-

ños de reservas marinas que consideren los requerimientos

ontogénicos de las especies objetivo, y la ubicación estra-

tégica de la producción larvaria, importación, exportación,

y la dinámica metapoblacional, optimizará la pesquería y la

conservación de las especies (Chiappone, y Sullivan Sealey,

2000), demás de mejorar la conectividad entre los diferentes

estadios de las mismas (Sale y Kritzer, 2003).

El último punto a tener en cuenta es el plan de gestión.

En este sentido, la gestión de las áreas marinas protegidas

pequeñas suele ser menos compleja que el de las grandes,

principalmente en cuanto al diseño de la zonación. Una

aproximación que contemple diferentes usos por medio de

la zonación, proporciona mayores niveles de protección en

áreas específicas, mientras que permite el desarrollo de ac-

tividades compatibles en otras, separando conflictos y ade-

cuando los intereses de los usuarios (Salm et al. 2000; Day,

2002). Esta herramienta de gestión, protege y permite a las

áreas marinas recuperarse de ciertos impactos; explicando

ésta también los elevados valores del poblamiento íctico de

la Reserva Marina de Tabarca. Además, la proporción costes/

beneficios es normalmente mayor en las áreas marinas pro-

tegidas pequeñas, contrastando los costes sociales y de vigi-

290 ÍNDICE

Ictiofauna en reservas marinas: influencia de la estructura del hábitat, efecto de la protección y tamaño del área protegida

lancia, con los beneficios ecológicos y pesqueros. Este aspec-

to económico debe también tenerse en consideración antes

de declarar un área marina protegida pequeña.Como conclusión, los resultados refuerzan la idea que la

superficie protegida ocupa un papel dominante en la efecti-vidad de las áreas marinas protegidas, medida como la me-jora y conservación de los poblamientos ícticos. Aspectos biológicos y de la complejidad del hábitat pueden modificar este efecto. Como idea principal, se puede sugerir que las áreas marinas protegidas del Mediterráneo deben evitar ta-maños pequeños y diseños sin ningún mínimo de zonación. De hecho, cabe remarcar la reciente ampliación y zonación de la Reserva Marina de San Antonio, únicamente resta el aplicar plenamente las medidas de gestión. El tamaño es un factor importante a tener en cuenta para el establecimiento de una nueva área marina protegida, aunque más estudios prácticos y empíricos se han de realizar en esta dirección.

4. Publicaciones y aportes a congresos

Parte de los resultados del presente trabajo han sido ya presentados en dos congresos de ámbito internacional y uno nacional, citando explícitamente al Instituto de Cultu-ra “Juan Gil-Albert” (Excelentísima Diputación Provincial de Alicante) como organismo financiador. Estas aportaciones

Aitor Forcada Almarcha

291ÍNDICE

se hicieron a modo de póster en el II Congreso Internacional de Ciencia y Tecnología Marina “Oceanos III Milenio” (Alican-te, España 22-25 de Abril de 2003) y en 38 European Marine Biology Symposium (Aveiro, Portugal 8-12 de Septiembre de 2003) (adjuntos en las páginas siguientes), mientras que en el III Congreso nacional de estudiantes y licenciados en Ciencias Ambientales (Elche, España, Noviembre de 2003 ) fue de ca-rácter oral, apoyada con un soporte audiovisual.

En la actualidad, fruto de las dos aportaciones a los con-gresos internacionales, se encuentran en prensa dos artículos científicos. El primero de ellos, titulado “Estructura de la ictio-fauna de la Reserva Marina del Cabo de San Antonio (Alicante, SE Península Ibérica)” esta a la espera de publicación en el la revista del congreso organizado por la Fundación para el Fo-mento del Mar (FOMAR). El segundo, “Are small Marine Pro-tected Areas effective on the protection of fish assemblage? An example from the Western Mediterranean Sea” está pendiente de ser publicado en una revista de impacto, Hidrobiología.

Algunos de los resultados contenidos en el presente tra-bajo todavía sin emplear, se presentarán en dos congresos de carácter internacional que se llevarán a cavo durante el més de Septiembre: Annual Science Conference del ICES y XIII Simpio Ibérico de Estudios del Bentos Marino.

292 ÍNDICE

Ictiofauna en reservas marinas: influencia de la estructura del hábitat, efecto de la protección y tamaño del área protegida

Miriam Oliver Albert

Efecto bioprotector de las sustancias húmicas frente a la salinidad

Introducción

Uno de los problemas a los que se enfrenta la agricul-

tura en la actualidad, es el ocasionado por la salini-

dad de suelos de cultivo y de aguas de riego, limi-

tantes de la producción vegetal.

La salinización de los suelos se debe al incremento de la

concentración de sales, y de forma eventual a su precipita-

ción en la disolución del suelo. Existen suelos donde la sa-

linidad se debe a causas naturales (roca madre, clima, etc...)

(Szablocs, 1994), otros en cambio, su salinidad no procede

de la formación de dicho suelo, sino que están generados

por la acción del ser humano (vertidos industriales con alta

carga de sales, empleo abusivo de productos agroquímicos,

deforestación...).

En zonas áridas y semiáridas donde la lluvia no es sufi-

ciente para cubrir las necesidades de evapotranspiración del

suelo, el suministro de agua de otras fuentes, da lugar a la adi-

ción de sales que llevan incorporadas todas las aguas natu-

rales en cantidades variables. Este problema es especialmen-

te grave en el Sureste español por tratarse de un ecosistema

294 ÍNDICE

Efecto bioprotector de las sustancias húmicas frente a la salinidad

semiárido, debido a que los recursos hídricos superficiales

son muy escasos, se están utilizando para el riego aguas sub-

terráneas de elevado coste de explotación, con contenidos

medios y elevados en sales solubles (Bolarín y Caro, 1995).

Los problemas agrícolas asociados con los suelos salinos se

pueden dividir en alteraciones en la toma de agua y nutrien-

tes por las plantas y los efectos indeseables resultantes en las

características físicas de los suelos. El desarrollo de las plantas

está fuertemente inhibido cuando la concentración de sales

en la disolución del suelo supera el umbral de tolerancia del

cultivo. El daño causado al vegetal puede ser osmótico, tóxico

(ocasionados por la acumulación de determinados iones (Na,

Cl, B) en los tejidos) o nutricional (Poljakoff et al., 1994).

El efecto más importante del agua salina sobre los culti-

vos se debe al aumento de la presión osmótica ocasionado

por el incremento de la concentración de sales de la disolu-

ción del suelo. Esto exige a la planta el empleo de más ener-

gía para la obtención de agua por medio de raíces, llegando

incluso a impedir la toma de agua en la disolución del suelo.

La energía necesaria se obtiene de los procesos metabólicos,

lo que conlleva a una disminución en la empleada en otros

procesos que también la requieren, como son los de desarro-

llo, floración, etc... (Garvis y Hopper, 1982; Marschner, 1982).

Miriam Oliver Albert

295ÍNDICE

La salinidad del suelo puede afectar también de manera

indirecta a través de la inhibición de procesos biológicos del

suelo (ej: mineralización y nitrificación) (Jurinak et al., 1981).

Los cultivos desarrollan mecanismos para adaptarse a la

salinidad del medio. En su adaptación, por ejemplo las plan-

tas de tomate acumulan: prolina, glicina-betaina, fructosa y

glucosa en el medio celular para aumentar la presión osmó-

tica interior (Poljakoff et al., 1994; Pérez-Alfocea et al., 1996;

Balibrea et al., 1997), estos procesos causan un elevado coste

energético en la planta, obligada a reducir su producción y

frenando su desarrollo.

Se han conseguido avances por vía tecnológica y biológi-

ca, sin embargo, la escasez de conocimientos sobre los prin-

cipales procesos implicados en la tolerancia salina, unido a

que estos procesos pueden variar según el nivel de estrés,

hacen necesario buscar nuevas soluciones para paliar el pro-

blema de la salinidad. Una posible vía serían las sustancias

húmicas como “biprotectores” frente al estrés salino.

La materia orgánica del suelo engloba la totalidad de las

sustancias presentes en él incluyendo: los restos de tejidos

vegetales y animales inalterados, sus productos de descom-

posición parcial, la biomasa del suelo, la fracción orgánica

soluble en agua y el humus que representa la fracción es-

296 ÍNDICE

Efecto bioprotector de las sustancias húmicas frente a la salinidad

table de la materia orgánica (Stevenson, 1994). Este último

está constituido por dos grupos: las sustancias no húmicas,

las cuales engloban a todos aquellos productos de compo-

sición química definida que no son exclusivos del suelo, son

fácilmente degradables y tienen una existencia transitoria

en él (polisacáridos, carbohidratos simples, proteínas, áci-

dos grasos...) (Graffney, et al. 1996) y las sustancias húmi-

cas, provienen de desechos de plantas y animales descom-

puestos microbial y químicamente, se encuentran en todos

los suelos, sedimentos y aguas. Aiken et al. (1985), las define

como sustancias de color oscuro, de elevado peso molecular

y propiedades refractarias, pero también hay que destacar

de ellas su naturaleza coloidal y propiedades ácidas, su re-

sistencia al ataque microbiano, además presentan aromatici-

dad y son complejos macromoleculares.

Las sustancias húmicas están formadas por dos grupos

de compuestos conocidos:

• Ácidos húmicos: material orgánico de color oscuro que

puede se extraído del suelo por álcalis y otros reactivos

y que es insoluble en ácido diluido (Stevenson, 1994).

• Ácidos fúlvicos: fracción de materia orgánica del suelo

que es soluble en álcali y ácido (Stevenson, 1994).

Miriam Oliver Albert

297ÍNDICE

Las propiedades físico-químicas (F-Q) de las SH dependen

de la proporción de los AH y AF que contienen, ya que éstos

presentan diferentes estructuras y propiedades F-Q. Por tan-

to, a pesar de ser considerados globalmente como SH, sus

fracciones tienen diferentes propiedades F-Q que hacen que

el comportamiento sea distinto según la fracción utilizada

(Ramos, 2000; Lizarazo, 2001).

Las SH pueden influir en la nutrición mineral a distintos

niveles: tienen efectos en la fertilidad del suelo y disponibili-

dad de nutrientes, ya que los diferentes materiales húmicos

afectan a las propiedades físicas, químicas y biológicas del

suelo (efectos indirectos) y a la vez influyen de forma direc-

ta en el crecimiento y desarrollo vegetal. Esta incidencia se

manifiesta en distintos procesos fisiológicos: facilitan la per-

meabilidad de las membranas (Vigneaul et al., 2000), mejo-

ran la respiración y fotosíntesis de las plantas y son capaces

de aumentar los contenidos de clorofila, (Vaughan 1969, Sla-

dky 1959), inhiben la acumulación de Na+ en las hojas, influ-

yen en la síntesis de proteínas, ácidos nucleicos y en la ac-

tividad de alguna enzimas como peroxidasa, IAA-oxidasa e

invertasas (Concheri et al., 1994; Nardi et al., 2000), estimulan

la nutrición vegetal y mejoran la germinación (Ramos 2000)

298 ÍNDICE

Efecto bioprotector de las sustancias húmicas frente a la salinidad

y crecimiento radicular (Sladky 1959; Fernández 1968, Sán-

chez-Conde et al., 1972; Sánchez Andreu et al., 1999).

Los distintos efectos que las sustancias húmicas produ-

cen en las propiedades del suelo o en el desarrollo vegetal

van a estar gobernadas por la concentración en la que se en-

cuentran, su naturaleza (García, 1990), el peso molecular de

las fracciones húmicas y su contenido en grupos funcionales

(Piccolo et al., 1992), así como de la especie vegetal, su edad

y estado nutricional (Albuzio et al., 1986).

Las plantas poseen diversos sistemas enzimáticos (supe-

róxidodismutasa, catalasa y peroxidasa) con el objeto de eli-

minar el exceso de radicales libres generados en situaciones

de estrés (por salinidad, frío, sustancias fitotóxicas, etc...). Las

SH son capaces de capturar los radicales libres disminuyen-

do así el estrés oxidativo de la mitocondria y mostrando por

tanto un efecto bioprotector.

Algunos autores (Varanini et al., 1995; Dubbini 1955; Chu-

cov et al., 1996) han observado efectos “bioprotectores” por

la aplicación de SH sobre cultivos que se desarrollan en con-

diciones de estrés, entre ellos salino. Según Sánchez-Conde

et al. (1968), la aplicación de sustancias húmicas a la disolu-

ción nutritiva de riego, reduce los niveles foliares de Na+ en

algunos cultivos como pimiento y tomate. El mecanismo de

Miriam Oliver Albert

299ÍNDICE

acción a través del cual las SH reducen la absorción de Na+

tampoco está definido, aunque existen evidencias de que

pueden actuar sobre las ATP-asas de membrana (Slesak et

al., 1988; Varanini et al., 1995) estimulando el proceso natural

de exclusión de Na+ por parte del vegetal.

Objetivos

En este proyecto se aborda uno de los problemas funda-

mentales de la producción vegetal: la salinidad de los suelos

y de las aguas de cultivo, problema especialmente grave en

zonas donde sus condiciones climáticas ocasionan un eco-

sistema semiárido, como ocurre en todo el Sureste español.

El principal objetivo de este estudio es mejorar la pro-

ductividad del cultivo cuando se emplean aguas de riego

de salinidad moderada y alta, aplicando sustancias húmicas

foliarmente como bioprotectores del estrés salino, al tratarse

de productos de bajo coste y de nulo impacto ambiental.

Debido a que los efectos de las SH están determinados

por su dosis de aplicación, se plantean los siguientes subob-

jetivos:

A. Establecer la dosis óptima de aplicación foliar de las

sustancias húmicas (SH) comerciales de diferentes orígenes:

leonarditas (L), turba (T) y residuos vegetales (RV).

300 ÍNDICE

Efecto bioprotector de las sustancias húmicas frente a la salinidad

B. Conocer la SH más efectiva en función de su origen.

Materiales y métodos

1. Sustancias húmicas:

En el estudio se han utilizado tres sustancias húmicas de

distinto origen: leonarditas (L), turbas (T) y residuos vegeta-

les (RV), cuyas características se recogen en la Tabla III.1.1 y

Tabla III.1.2.

Tabla III.1.1. Parámetros analizados en las tres sustancias húmicas comerciales.

SH pHCE

(dS/m)Densidad (g/100ml)

EHT% AH% AF% E4/E

6

L 11.2 74.4 109.96 16.0 13.1 2.9 4.29

T 11.4 73.7 134.00 22.1 22.0 0.1 1.81

RV 5.6 37.6 118.63 19.2 1.4 17.8 6.43

Tabla III.1.2. Parámetros analizados en las tres sustancias húmicas comerciales.

SH Na (ppm) K (ppm) Ca (ppm) Mg (ppm) Fe (ppm)Cu

(ppm)Mn

(ppm)Zn

(ppm)

L 145.4 4678.9 974.7 273.0 352.5 26.58 9.60 2.11

T 2327.5 1211.5 1314.3 346.8 135.8 5.30 7.55 7.93

RV 3455.0 4208.1 177.9 1005.0 41.53 7.42 3.59 3.77

Miriam Oliver Albert

301ÍNDICE

La SH de origen T presenta un alto contenido en Na, esto

se debe a que en su proceso de extracción se emplea NaOH

como base extractora, mientras que la SH de origen L tiene

mayor concentración de potasio ya que se usa KOH como

extractante. El contenido en micronutrientes es mayor en L,

mientras que la sustancia húmica de origen RV es más rica

en Na, K y Mg. Los valores de la CE fueron similares en leo-

narditas y turba, siendo inferior la procedente de RV, debido

posiblemente a no realizarse proceso de extracción (Ayuso,

1995). La relación óptica E4/E

6 nos proporciona información

sobre el grado de humificación, condensación y pesos mole-

culares (PM) de las SH. Su valor es inversamente proporcio-

nal al grado de aromaticidad, PM y condensación de las mo-

léculas, por tanto, valores bajos (E4/E

6<5.0) indican materiales

evolucionados, altamente condensados y de fuerte carácter

aromático, dónde la fracción predominante es la húmica,

mientras que valores altos (E4/E

6: 6.0-8.5) indican baja con-

densación y una mayor proporción de compuestos alifáticos

dónde la fracción mayoritaria es la fúlvica Stevenson et al.,

(1994) y Franco(1998). Los resultados obtenidos en la Tabla

III.1.1. para la relación E4/E

6 están en concordancia con Ste-

venson et al., (1994) y Franco (1998), ya que las SH de L y T

tuvieron una E4/E

6<5.0 y la fracción mayoritaria fue el AH%,

302 ÍNDICE

Efecto bioprotector de las sustancias húmicas frente a la salinidad

en la SH de RV la relación E4/E

6 estuvo entre 6.0-8.5 siendo

su fracción mayoritaria la fúlvica. Estos resultados están de

acuerdo con los obtenidos por Ramos (2000) en la caracteri-

zación de SH comerciales de diferentes orígenes.

Las medidas de pH se determinaron directamente de las

muestras, encontrándose valores altos de pH en las SH pro-

cedentes de turba y leonarditas debido a sus procesos de

extracción con bases fuertes (NaOH y KOH), por el contrario

la SH de residuos vegetales tuvo un pH ácido.

2. Cultivo

La experiencia se ha realizado sobre un cultivo de tomate

(Lycopersicon esculentum Mill) en dos de sus variedades, está

clasificado como cultivo moderadamente tolerante a la sali-

nidad (Mass y Hoffman, 1977), sin embargo, sus rendimientos

disminuyen cuando el nivel salino presenta una CE entre 6 y

7 (dS/m) (Caro et al., 1991), siendo estos los valores normales

de las aguas subterráneas del sureste español. Las varieda-

des de tomate utilizadas corresponden a dos híbridos F1 con

distinto calibre de fruto: Durinta (de Western Sedes S.A.), de

calibre mediano (M), y Jaguar (de Ramiro Arnedo S.A.), de ca-

libre grueso (G), variedades consideradas de amplia difusión

comercial.

Miriam Oliver Albert

303ÍNDICE

Este ensayo se desarrolló en el invernadero del Departa-

mento de Agroquímica y Bioquímica de la universidad de

Alicante. El cultivo se realizó en tiestos rellenos con arena de

sílice, sustrato que previamente fue lavado con ácido clorhí-

drico diluido y agua destilada. Los tiestos llevaban incorpo-

rado un recipiente inferior con la finalidad de mantener la

disolución nutritiva empleada, preparada según la propues-

ta por E. Martínez y M. García . Para su preparación se tuvo en

cuenta la composición del agua de red del invernadero. Las

dosis de SH y los tratamientos salinos empleados en este en-

sayo para la aplicación foliar fueron los descritos en la Tabla

III.2.2, los cuales fueron incorporados a la disolución nutriti-

va, así para un nivel salino bajo S0 (CE: 2.7 dS/m) se empleó

la disolución nutritiva preparada con agua de riego, mientras

que para niveles salinos moderados S1 (CE: 7.6 dS/m) y altos

S2 (CE: 9 dS/m) a la disolución nutritiva preparada con agua

de red se le adicionó NaCl en la cantidad precisa (0.50 y 0.70

mM respectivamente) para alcanzar las conductividades ne-

cesarias.

304 ÍNDICE

Efecto bioprotector de las sustancias húmicas frente a la salinidad

Tabla III.2.2. tratamientos empleados en la experiencia.

Tratamientos Descripción

(Control) S0+H0Nivel salino bajo (CE:2.7 dS/m) sin sustancias húmicas (H): L, T

y RV

S0+H1Nivel salino bajo (CE:2.7 dS/m) con las tres sustancias húmicas (H): L, T y RV en dosis foliar 0.05 % (V/V)

S0+H2Nivel salino bajo (CE:2.7 dS/m) con las tres sustancias húmicas (H): L, T y RV en dosis foliar 0.10 % (V/V)

S0+H3Nivel salino bajo (CE:2.7 dS/m) con las tres sustancias húmicas (H): L, T y RV en dosis foliar 0.15 % (V/V)

(Control) S1+H0Nivel salino moderado (CE:7.6 dS/m) sin sustancias húmicas (H): L, T y RV

S1+H1Nivel salino moderado (CE:7.6 dS/m) con las tres sustancias húmicas (H): L, T y RV en dosis foliar 0.05 % (V/V)

S1+H2Nivel salino moderado (CE:7,6 dS/m) con las tres sustancias húmicas (H): L, T y RV en dosis foliar 0,10 % (V/V)

S1+H3Nivel salino moderado (CE:7.6 dS/m) con las tres sustancias húmicas (H): L, T y RV en dosis foliar 0.15 % (V/V)

(Control) S2+H0Nivel salino alto (CE: 9 dS/m) sin sustancias húmicas (H): L, T y RV

S2+H1Nivel salino alto (CE: 9 dS/m) con las tres sustancias húmicas (H): L, T y RV en dosis foliar 0.05 % (V/V)

S2+H2Nivel salino alto (CE: 9 dS/m) con las tres sustancias húmicas (H): L, T y RV en dosis foliar 0.10 % (V/V)

S2+H3Nivel salino alto (CE: 9 dS/m) con las tres sustancias húmicas (H): L, T y RV en dosis foliar 0.15 % (V/V)

Miriam Oliver Albert

305ÍNDICE

El ensayo tuvo lugar en los meses de octubre y noviem-

bre durante 55 días. Las semillas de tomate se germinaron

en semilleros rellenos de turba. Se regaron con agua de red

dos veces al día, siendo transplantadas a los 20 días a los ties-

tos definitivos. Las raíces de las plántulas se lavaron antes del

transplante con agua de red con el fin de eliminar la turba.

El número total de plantas fue 180, correspondiendo 90

a cada variedad de tomate, siendo tres controles de cada va-

riedad (S0, S1 y S2) los que no fueron rociados foliarmente

con las SH pero sí con agua destilada.

Los tratamientos (Tabla III.2.2.) fueron realizados por tri-

plicado y se distribuyeron las plantas de forma aleatoria en el

invernadero, en doce filas y quince columnas (Figura III.2.2.).

Los primeros diez días, el riego para todas las plantas fue

con disolución nutritiva de baja salinidad S0 (CE: 2.7 dS/m).

Transcurrido ese tiempo, se comenzó con los tratamientos.

Las disoluciones nutritivas fueron renovadas cada dos días y

el rociado foliar con SH se realizó cada diez días. A fin de evitar

la aparición de posibles plagas, las plantas fueron fumigadas

con salicílico 15 mM cada 15 días. La temperatura y humedad

del invernadero fueron registradas con el sistema Gemini Lo-

gger Manager, además se conectaron lámparas fotoperiodo

durante el día y el Fog System para humidificar el ambiente.

306 ÍNDICE

Efecto bioprotector de las sustancias húmicas frente a la salinidad

Figura III.2.2. Disposición de las plantas en el invernadero.

Miriam Oliver Albert

307ÍNDICE

3. Parámetros analizados:

Al final de la experiencia se recogieron las plantas com-

pletas y se determinaron los siguientes parámetros:

Parámetros morfológicos:

� Longitud total

� Peso fresco y seco de ramas y tallos

� Peso fresco y seco de hojas

� Peso fresco y seco de raíces

� Humedad

Parámetros fisiológicos y nutricionales:

� Contenido en carotenos

� Contenido en clorofila

� Prolina

� Macro y micronutrientes en hoja

4. Tratamiento estadístico:

A fin de establecer el efecto de las dosis de SH aplicadas

(0.5, 0.10 y 0.15 % (V/V)) sobre los distintos parámetros mor-

fológicos y fisiológicos estudiados, se ha realizado el análisis

estadístico de los datos por estimación curvilínea o regre-

sión no lineal, por medio del programa SPSS.

308 ÍNDICE

Efecto bioprotector de las sustancias húmicas frente a la salinidad

Discusión

El Na+ está relacionado directamente con los problemas

de salinidad de los suelos y aguas. En las plantas produce

desajustes osmóticos, efectos tóxicos y perturbaciones en

el balance de agua, lo cual además de impedir la toma de

agua y nutrientes a los cultivos, implica el agotamiento de la

energía necesaria para el metabolismo, y como consecuen-

cia origina descensos importantes en los rendimientos pro-

ductivos.

Los resultados obtenidos respecto al sodio, muestran

que la variedad Durinta ofrece una disminución significativa

respecto a sus controles, con los tratamientos S0+T con la

dosis 0.05% (V/V) y S2+L, siendo en este último con la dosis

más alta 0.15% (V/V). En Jaguar sólo se consigue disminuir el

nivel de sodio con la dosis 0.10% (V/V) del tratamiento S0+L.

Si comparamos los valores foliares de Na+ en las dos varie-

dades, se pone de manifiesto que es Durinta la que menos

acusa el exceso salino del medio conforme aumenta la con-

ductividad eléctrica.

De las tres SH comerciales, sólo producen disminuciones

significativas en la concentración de sodio las de origen Tur-

ba y Leonarditas, esto puede deberse a que presentan mayor

Miriam Oliver Albert

309ÍNDICE

proporción de AH y menor relación E4/E

6 que la SH de resi-

duos vegetales, por lo tanto, el contenido de radicales libres

en ellas es mayor, lo cual implica un mayor estímulo de la

actividad de la enzima ATPasa, aumentando así la tendencia

natural de exclusión de sodio, también debe influir el hecho

de que la SH de leonarditas seguida de la de origen turba

contienen menos sodio que la procedente de RV.

Considerando los resultados, se pone de manifiesto la ca-

pacidad que tienen las SH para disminuir el nivel de sodio

foliar y por tanto, de paliar los efectos nocivos de la salinidad

en los cultivos.

Para el potasio, en la variedad Jaguar se produce un au-

mento respecto al control S2 con la dosis 0.15 % (V/V) del

tratamiento con Turba, siendo en Durinta este incremento

con los tratamientos S1+L para la dosis 0.05 % (V/V) y S1+T

con la dosis óptima de 0.15 % (V/V).

Los incrementos obtenidos para el calcio y magnesio,

sólo resultaron significativos respecto al control en la espe-

cie Durinta, donde el tratamiento S1+T aumentó la concen-

tración de calcio conforme lo hizo la dosis de T, al igual que

ocurrió con el tratamiento S0+T para el magnesio.

La variedad Jaguar sólo mostró un aumento de fósfo-

ro foliar respecto al control con la dosis 0.15 % (V/V) de T

310 ÍNDICE

Efecto bioprotector de las sustancias húmicas frente a la salinidad

cuando la salinidad fue baja, mientras que en Durinta los tra-

tamientos S2+T y S2+RV incrementaron el nivel de fósforo

cuando la salinidad fue alta con todas las dosis, resultando

ser la dosis óptima la de 0.10 % (V/V).

El cobre de la variedad Jaguar aumentó conforme lo hizo

la dosis de los tratamientos S1+T y S2+RV al igual que en

Durinta con el tratamiento S2+T.

Para el cinc se obtuvieron aumentos significativos sólo

en la variedad Jaguar con todas las dosis de los tratamientos

S2+T y S2+RV, siendo en ambos la dosis óptima la de 0.10 %

(V/V).

De los resultados obtenidos se observa que la SH de RV

sólo es capaz de incrementar la concentración de P, Cu y Zn

cuando la salinidad del medio es alta, aunque la dosis ópti-

ma no fue la misma en todos los casos.

Para el caso del hierro la dosis de 0.10% (V/V) fue la que

proporcionó mejores resultados con los tratamientos S1+L

y S2+T en el caso de Jaguar, mientras que en Durinta fue la

dosis más baja del tratamiento S2+L con la que se obtuvo la

máxima mejora.

Los tratamientos que mejoraron en nivel de boro foliar

en Jaguar fueron S1+T con la dosis 0.05 % (V/V) y S2+T cuya

dosis óptima fue la de 0.10% (V/V), mientras que en Durin-

Miriam Oliver Albert

311ÍNDICE

ta fueron los tratamientos S0+T y S1+L con las dosis 0.15 y

0.10% (V/V) respectivamente.

Los datos obtenidos ponen de manifiesto la capacidad

que presentan las SH comerciales aplicadas foliarmente para

bioestimular la nutrición de cultivos de tomate en condicio-

nes de salinidad, incrementando los parámetros nutriciona-

les respecto a un control sin aplicación, siendo la dosis re-

comendada debido a que se obtienen los incrementos más

significativos en niveles de nutrientes, la de 0.10 % (V/V). Sin

embargo, este efecto bioestimulante también se aprecia con

las dosis inferiores en la mayoría de parámetros nutriciona-

les analizados.

Las SH procedentes de turba y leonarditas producen un

mayor efecto bioestimulante que las SH de RV, esto se debe a

que presentan mayor contenido en radicales libres, que inte-

ractúan con las estructuras fosfolipídicas de las membranas

celulares comportándose como transportadoras de nutrien-

tes a través de ellas facilitando la absorción.

Para un mismo nutriente, no se obtienen los mismos re-

sultados en ambas variedades de tomate, esto se debe a que

el comportamiento de las SH está condicionado también por

la especie vegetal tratada (Albucio et al., 1986).

312 ÍNDICE

Efecto bioprotector de las sustancias húmicas frente a la salinidad

clorofila total

clorofila a

clorofila b

Figura V.1. Estructura de la clorofila a y b.

Miriam Oliver Albert

313ÍNDICE

La clorofila es un pigmento verde situado en las mem-

branas tilacoidales de los cloroplastos. Se trata de una mo-

lécula de porfirina formada por cuatro anillos pirrolíticos, un

átomo de magnesio en su centro y un alcohol alifático de

cadena larga denominado fitol, esterificado con un ác. pro-

pinóico situado en el anillo IV. Existen dos tipos de clorofila a

y b, se diferencian en la cadena lateral del II anillo pirrolítico,

mientras que la clorofila a tiene un grupo metilo, la b tiene

un aldehído.

Se sabe que cuanto mayor es la concentración de clorofi-

la mayor será la actividad fotosintética y por tanto la produc-

ción. Numerosos estudios ponen de manifiesto que la aplica-

ción foliar de SH es capaz de aumentar la concentración de

clorofila en hojas, pero esto depende de la dosis aplicada y

de su origen (Ramos, 2000).

Para la variedad Jaguar, la concentración de clorofila to-

tal aumentó conforme lo hizo la dosis del tratamiento S1+L,

mientras que en Durinta es el tratamiento con RV el que in-

crementó la concentración respecto al control de salinidad

elevada con las dosis 0.05 y 0.10% (V/V). En la clorofila a,

se observó un aumento en las dos variedades de tomate,

conforme lo hicieron las dosis de los tratamientos con RV y

L cuando el nivel salino fue bajo (CE: 2.7 dS/m). Con la cloro-

314 ÍNDICE

Efecto bioprotector de las sustancias húmicas frente a la salinidad

fila b, la variedad Jaguar aumentó conforme lo hizo la do-

sis de los tratamientos S0+T, S1+RV y S1+L, en Durinta fue el

tratamiento S0+L el que mostró el incremento significativo

respecto al control, conforme la dosis aplicada foliarmente

aumentaba.

Se aprecia de los resultados obtenidos que las SH comer-

ciales son capaces de aumentar los contenidos de clorofila

totales, a y b en hojas. Siendo el tratamiento que mejores re-

sultados proporciona para las dos variedades de tomate el

de SH de leonarditas. En cuanto a la dosificación, puede de-

cirse que la dosis óptima de SH para el aumento de clorofilas

en hoja, es la de 0.10 % (V/V).

Los carotenoides son pigmentos de dos tipos: carote-

nos (de color amarillo, anaranjado o rojo) y xantofilas (de co-

lor amarillo). En cuanto a su estructura se trata de terpenos

compuestos por ocho unidades de isopreno. Los carotenoi-

des absorben la energía no absorbida por la clorofila, am-

pliándose el espectro de energía luminosa que aprovecha la

fotosíntesis.

Se puede decir de los resultados obtenidos, que las SH

presentan efectos inhibitorios en la concentración de caro-

tenos de la especie Durinta con todas las SH aplicadas foliar-

mente, sin embargo, la procedente de leonarditas en Jaguar

Miriam Oliver Albert

315ÍNDICE

sí fue capaz de incrementar la concentración de carotenos

con todas las dosis aplicadas con un nivel salino alto, siendo

la dosis óptima la de 0.10 % (V/V).

Los cultivos de tomate en situaciones de estrés salino

acumulan solutos como: prolina, glucosa y sacarosa (Pérez-

Alfocea, et al., 1996; Balibea et al., 1997) que actúan como

mecanismos de defensa pero a su vez producen un elevado

coste energético (Hever, 1994; Hever, 1998) que conlleva a la

disminución del desarrollo vegetal y de su producción (Hi-

zrahi et al., 1988).

Se determinó la concentración de prolina por tratarse

de uno de los metabolitos osmorreguladores por excelen-

cia de las plantas de tomate, y así poder establecer si las SH

comerciales aplicadas foliarmente son capaces de reducir la

concentración de prolina, demostrándose sus efectos bio-

protectores en condiciones de estrés salino.

Los resultados obtenidos muestran que en ambas varie-

dades la aplicación foliar de SH disminuye los niveles de pro-

lina en hoja, sin embargo, en Jaguar sólo se observó esta dis-

minución, conforme aumentó la dosis, del tratamiento S0+L.

En Durinta con salinidad moderada fue la SH de RV la que

disminuyó la concentración de prolina con todas las dosis,

siendo la de 0.10% (V/V) la que mejores resultados propor-

316 ÍNDICE

Efecto bioprotector de las sustancias húmicas frente a la salinidad

cionó, al igual que ocurrió con el tratamiento S2+L, mientras

que el tratamiento S2+RV sólo disminuyó la concentración

de prolina con la dosis más baja.

Por tanto, se puede decir que las SH de origen L y RV pre-

sentan efectos bioprotectores al disminuir la concentración

de prolina, siendo la variedad Durinta la que mejor se adapta

al estrés salino por presentar el control menor concentración

de prolina que Jaguar conforme aumenta la salinidad.

En la variedad Jaguar no se encuentran diferencias sig-

nificativas en el contenido hídrico respecto al control, mien-

tras que en Durinta la humedad foliar aumentó con la dosis

0.15% (V/V) del tratamiento S0+L, y con un nivel salino ele-

vado la SH de origen RV aumentó la humedad conforme se

incrementó la dosis.

Tan sólo la SH de L fue capaz de aumentar el peso seco de

la variedad Durinta, en el tratamiento S0+L con la dosis de

0.15% (V/V), mientras que con el tratamiento S1+L fue con

la dosis 0.10 % (V/V). En Jaguar no se obtuvieron diferencias

significativas con los controles.

Conclusiones

� Las SH de L y de T disminuyen de forma significativa los

niveles foliares de sodio, por lo que se reducen los efec-

Miriam Oliver Albert

317ÍNDICE

tos nocivos de la salinidad, mientras que la SH de RV no

produce ningún efecto. Esto puede ser debido a que su

contenido en sodio es más alto que las SH de L y T.

� La aplicación foliar de SH estimula la nutrición del cultivo.

Este efecto bioestimulante es mayor en SH de T y L.

� La dosis recomendada por ser donde se producen los in-

crementos más significativos en los niveles de nutrientes,

es la de 0.10 % (V/V), sin embargo, este efecto bioestimu-

lante también se aprecia con las otras dosis en la mayoría

de parámetros nutricionales analizados.

� Las SH aumentan los contenidos foliares de clorofila y ca-

rotenos, por tanto, incrementan la fotosíntesis, siendo la

SH de L la de mayor efecto bioestimulante.

� Las SH de RV y L reducen la concentración de prolina per-

mitiendo a las plantas aumentar su rendimiento produc-

tivo al disminuir el gasto energético en su adaptación al

medio salino.

� La SH de L tiene la capacidad de aumentar la humedad fo-

liar y el peso seco en la variedad Durinta a dosis elevadas.

� Tanto la humedad foliar como el peso seco no ofrecen

diferencias significativas en sus tratamientos respecto al

control en la variedad Jaguar.

318 ÍNDICE

Efecto bioprotector de las sustancias húmicas frente a la salinidad

� La SH más efectiva para todos los parámetros analizados

es la de origen leonarditas, siendo su dosis intermedia ge-

neralmente, la de mayor respuesta.

� De las dos variedades de tomate estudiadas, es Durinta la

que mejor se adapta al estrés salino, ya que sus controles

presentan menor contenido en sodio y prolina que Jaguar

conforme aumenta la conductividad eléctrica del medio.

Como conclusión general, se puede decir que una solu-

ción alternativa al problema de salinidad de aguas y suelos

del sureste español, frente a otras posibles alternativas son

la aplicación foliar de sustancias húmicas, productos de bajo

coste y nulo impacto ambiental, como mejoradores de los

cultivos en su adaptación al medio salino, aumentando así

su productividad.

Miriam Oliver Albert

319ÍNDICE

Co

nte

nid

o e

n m

acro

nu

trie

nte

s d

e la

var

ied

ad J

agu

ar.

Na

%K

%C

a %

Mg

%P

%

S 0S 1

S 2S 0

S 1S 2

S 0S 1

S 2S 0

S 1S 2

S 0S 1

S 2

Ctr

l1.

556

2.23

52.

273

2.40

1.41

2.95

2.12

91.

321

1.61

40.

420

0.32

90.

397

0.50

80.

314

0.46

9

L11.

241

2.21

01.

891

1.29

1.70

2.22

2.12

91.

649

1.02

10.

467

0.32

60.

380

0.49

00.

359

0335

L20.

789

2.24

91.

793

1.91

3.01

2.00

1.93

41.

960

2.47

80.

440

0.35

70.

521

0.54

10.

419

0.49

7

L31.

468

2.02

62.

505

2.38

2.01

1.46

2.21

31.

683

1.79

50.

507

0.37

20.

365

0.62

90.

315

0.41

7

T11.

250

1.89

22.

421

3.11

3.13

4.35

2.15

71.

189

1.79

00.

488

0.25

30.

345

0.50

90.

312

0.38

1

T21.

168

2.37

82.

049

4.67

3.20

5.64

2.06

02.

269

2.44

30.

524

0.54

00.

440

0.58

00.

510

0.39

7

T30.

742

1.95

12.

360

1.10

0.34

4.18

1.33

51.

502

1.21

00.

384

0.31

00.

333

0.51

60.

332

0.43

0

RV

11.

284

1.55

42.

492

4.05

3.69

2.90

2.26

90.

722

1.97

60.

505

0.34

00.

410

0.69

90.

343

0.44

4

RV

20.

762

2.34

42.

349

3.58

3.32

4.06

1.64

91.

790

1.62

80.

417

0.33

30.

340

0.56

80.

343

0.38

1

RV

32.

307

1.81

82.

526

4.15

4.85

4.52

2.28

31.

502

1.69

00.

514

0.36

20.

408

0.48

60.

307

0.38

3

Co

nte

nid

o e

n m

icro

nu

trie

nte

s d

e la

var

ied

ad J

agu

ar.

Fe (p

pm

)C

u (p

pm

)M

n (p

pm

)Z

n (p

pm

)B

(pp

m)

S 0S 1

S 2S 0

S 1S 2

S 0S 1

S 2S 0

S 1S 2

S 0S 1

S 2

Ctr

l62

.294

4.7

484.

715

.49

15.9

015

.63

48.0

105.

813

9.2

53.7

68.1

66.4

71.0

075

.45

58.5

3

L193

.743

6.0

27.4

16.3

125

.73

13.1

723

4.4

166.

989

.061

.475

.449

.012

6.89

63.8

176

.26

L241

.072

9.6

464.

414

.26

35.5

520

.00

82.2

193.

417

1.1

52.6

73.5

43.9

82.5

182

.38

49.9

0

L368

6.3

698.

436

5.7

27.1

311

.81

31.4

617

5.5

155.

019

2.2

24.9

81.4

65.7

144.

5492

.56

56.5

8

T161

4.6

730.

976

8.8

15.4

926

.14

34.3

339

5.8

182.

515

9.4

54.5

66.2

84.3

72.1

546

.28

71.6

4

T260

5.1

291.

266

1.9

16.7

215

.08

19.1

810

5.6

283.

811

5.2

47.7

46.1

65.6

140.

9684

.78

62.8

6

T382

.975

6.2

759.

39.

6338

.42

42.9

225

.717

3.4

189.

244

.360

.069

.197

.56

47.2

858

.60

RV

171

6.0

674.

140

6.2

36.9

212

.63

25.3

220

7.3

158.

515

5.3

65.0

88.9

78.8

114.

5540

.15

83.5

4

RV

283

9.1

809.

470

1.1

17.5

420

.00

39.3

440

4.2

185.

215

8.7

47.6

62.9

75.4

117.

1685

.62

61.2

8

RV

380

2.6

339.

958

4.8

10.9

913

.45

19.1

823

5.4

173.

218

7.6

79.0

70.0

66.6

112.

7958

.58

36.1

0

320 ÍNDICE

Efecto bioprotector de las sustancias húmicas frente a la salinidad

Co

nte

nid

o e

n m

acro

nu

trie

nte

s d

e la

var

ied

ad D

uri

nta

.N

a %

K %

Ca

%M

g %

P %

S 0S 1

S 2S 0

S 1S 2

S 0S 1

S 2S 0

S 1S 2

S 0S 1

S 2

Ctr

l0.

816

1.75

22.

167

3.68

4.19

3.76

1.66

91.

196

1.69

70.

312

0.33

00.

350

0.49

10.

308

0.32

2

L10.

873

2.17

62.

156

4.04

4.30

2.47

2.03

21.

739

1.37

70.

354

0.38

90.

304

0.38

30.

353

0.35

7

L20.

576

2.02

02.

262

3.67

4.23

3.79

1.54

41.

502

1.69

70.

372

0.35

20.

386

0.47

90.

365

0.38

3

L30.

825

1.96

11.

486

2.75

3.39

3.56

1.52

32.

380

1.79

50.

353

0.45

00.

305

0.54

90.

479

0.40

4

T10.

516

1.73

12.

194

3.93

4.27

3.92

1.72

52.

192

1.62

80.

415

0.32

40.

365

0.46

80.

308

0.37

8

T20.

880

2.26

71.

749

1.16

5.18

3.35

1.89

22.

032

0.86

10.

464

0.42

80.

231

0.45

80.

380

0.44

8

T31.

062

1.94

52.

283

4.45

3.13

3.12

2.07

41.

725

3.06

30.

479

0.34

50.

366

0.56

50.

351

0.50

9

RV

11.

053

1.91

11.

945

5.17

3.09

2.08

1.69

01.

565

1.08

40.

333

0.31

90.

301

0.34

90.

360

0.37

3

RV

20.

451

2.45

81.

824

3.61

4.41

2.88

1.60

02.

520

1.00

00.

371

0.41

20.

258

0.55

40.

357

0.34

7

RV

31.

400

1.41

32.

374

4.39

3.94

3.39

2.99

41.

600

1.73

90.

546

0.36

00.

407

0.49

40.

375

0.39

7

Co

nte

nid

o e

n m

icro

nu

trie

nte

s d

e la

var

ied

ad D

uri

nta

.Fe

(pp

m)

Cu

(pp

m)

Mn

(pp

m)

Zn

(pp

m)

B (p

pm

)

S 0S 1

S 2S 0

S 1S 2

S 0S 1

S 2S 0

S 1S 2

S 0S 1

S 2

Ctr

l82

2.9

775.

610

90.8

8.94

35.9

611

.81

78.7

111.

224

0.7

55.2

60.4

61.6

79.5

060

.44

63.9

1

L171

0.6

605.

110

77.2

15.9

028

.73

11.8

122

7.5

168.

229

1.8

52.1

66.9

66.8

33.3

470

.01

65.4

1

L238

7.3

1085

.376

7.0

15.9

044

.56

10.9

924

8.3

162.

615

8.7

56.4

69.9

84.6

88.3

391

.59

44.5

5

L378

7.7

952.

870

4.8

15.0

815

.08

25.3

217

7.0

346.

018

4.0

42.0

89.1

34.4

77.2

362

.34

69.8

4

T195

4.1

860.

898

2.5

9.35

20.0

010

.99

326.

518

0.8

309.

061

.187

.294

.786

.59

53.4

264

.64

T280

4.0

41.0

827.

013

.86

18.7

79.

3518

4.6

805.

614

3.6

36.9

86.0

89.9

117.

5635

.25

66.4

1

T35.

883

2.4

107.

78.

1223

.27

14.2

642

5.2

166.

120

6.5

54.9

59.8

69.0

138.

7152

.60

75.0

4

RV

168

0.9

222.

371

0.6

14.2

610

.99

18.7

716

5.8

251.

115

4.3

56.3

65.5

84.9

49.4

958

.87

44.4

4

RV

210

0.5

851.

358

.612

.63

19.1

811

.26

446.

325

7.1

175.

235

.459

.689

.915

0.47

87.5

841

.28

RV

381

2.7

666.

639

2.7

14.6

732

.69

18.7

725

1.1

204.

626

5.5

66.0

84.2

85.3

137.

4757

.50

81.2

5

Miriam Oliver Albert

321ÍNDICE

Co

nte

nid

o e

n c

loro

fila

y c

aro

ten

os

de

la v

arie

dad

Du

rin

ta.

Car

.(m

g/g

p

.f)

CH

L tota

l

(mg

/g

p.f

)C

hl a

(mg

/g

p.f

)C

hl b

(mg

/g

p.f

)S 0

S 1S 2

S 0S 1

S 2S 0

S 1S 2

S 0S 1

S 2

Ctr

l0.

149

0.20

70.

223

0.53

91.

283

1.25

90.

521

0.94

71.

162

0.18

50.

335

0.36

0

L10.

126

0.17

20.

285

0.67

91.

182

1.36

30.

480

0.76

60.

967

0.11

50.

288

0.39

6

L20.

150

0.13

70.

166

1.27

00.

840

0.99

00.

818

0.61

50.

490

0.34

20.

225

0.21

6

L30.

118

0.19

60.

166

1.06

20.

943

1.44

60.

750

0.69

11.

055

0.31

20.

499

0.39

1

T10.

118

0.17

70.

177

0.73

01.

344

0.64

50.

687

0.96

90.

404

0.17

30.

435

0.31

3

T20.

089

0.17

70.

250

0.80

11.

726

1.45

10.

561

1.26

71.

195

0.24

00.

459

0.44

9

T30.

146

0.19

80.

245

1.02

51.

131

1.54

60.

745

0.74

41.

292

0.23

60.

387

0.42

7

RV

10.

162

0.13

20.

232

0.87

91.

148

0.88

10.

801

0.83

20.

965

0.23

10.

270

0.25

5

RV

20.

152

0.19

30.

242

1.00

00.

671

1.76

30.

753

0.40

01.

189

0.24

70.

164

0.50

3

RV

30.

105

0.22

90.

220

0.79

21.

380

0.71

90.

502

1.01

50.

371

0.39

20.

365

0.18

7

Co

nte

nid

o e

n c

loro

fila

y c

aro

ten

os

de

la v

arie

dad

Jag

uar

.

Car

.(m

g/g

p

.f)

CH

L tota

l

(mg

/g

p.f

)C

hl a

(mg

/g

p.f

)C

hl b

(mg

/g

p.f

)S 0

S 1S 2

S 0S 1

S 2S 0

S 1S 2

S 0S 1

S 2

Ctr

l0.

118

0.15

30.

127

0.89

90.

852

0.85

10.

804

0.63

50.

622

0.29

20.

316

0.22

9

L10.

130

0.19

40.

211

1.17

60.

982

1.22

70.

876

0.69

90.

713

0.24

10.

406

0.25

7

L20.

136

0.15

10.

159

0.95

01.

349

0.75

80.

888

1.21

30.

340

0.21

80.

404

0.20

8

L30.

111

0.14

10.

201

0.90

31.

087

1.14

30.

642

0.76

70.

834

0.26

00.

445

0.30

8

T10.

137

0.26

30.

196

0.63

41.

302

1.43

60.

440

1.22

71.

159

0.19

30.

483

0.41

9

T20.

119

0.15

20.

269

0.86

40.

990

1.25

10.

806

0.70

80.

887

0.22

50.

282

0.36

4

T30.

127

0.19

30.

220

0.87

71.

161

0.98

80.

548

0.76

40.

705

0.23

90.

326

0.28

3

RV

10.

125

0.11

80.

206

0.76

21.

283

0.94

10.

535

0.90

40.

844

0.22

70.

378

0.27

4

RV

20.

162

0.24

70.

194

0.91

01.

212

0.86

40.

653

1.10

40.

596

0.25

60.

374

0.26

8

RV

30.

220

0.25

40.

174

0.86

41.

260

0.99

40.

620

0.91

90.

527

0.24

30.

341

0.23

0

322 ÍNDICE

Efecto bioprotector de las sustancias húmicas frente a la salinidad

Contenido en prolina de la variedad Durinta.

Prolina (mol/g p.s*E-6)

S0

S1

S2

Ctrl 83.25 90.47 32.52

L1

6.72 64.2 21.36

L2

14.29 11.33 43.01

L3

18.89 89.76 109.45

T1

9.35 40.98 35.33

T2

47.3 39.7 98.18

T3

5.48 33.67 34.5

RV1

19.6 45.43 103.1

RV2

10.06 124.34 57.32

RV3

52.12 45.14 63.48

Contenido en prolina de la variedad Jaguar.

Jaguar S0

S1

S2

Ctrl 19.91 52.91 35.50

L1

20.98 48.99 47.32

L2

32.23 36.6 105.57

L3

4.02 47.79 95.31

T1

105.3 26.93 195.53

T2

6.38 43.29 44.44

T3

10.78 3.81 74.59

RV1

16.11 29.94 63.41

RV2

11.71 109.45 58.12

RV3

102.76 158.76 33.88

Miriam Oliver Albert

323ÍNDICE

Peso fresco, seco y humedad foliar de la variedad Jaguar.

Peso fresco (g) Peso seco (g) Humedad foliar (%)

Jaguar S0

S1

S2

S0

S1

S2

S0

S1

S2

Ctrl 25.60 50.13 31.23 1.79 2.53 1.53 91.9 90.0 90.0

L1

26.92 47.92 43.00 3.07 2.35 2.17 87.7 89.6 91.8

L2

24.93 31.16 40.30 3.63 1.61 1.77 86.7 89.2 89.7

L3

24.08 52.86 41.33 1.59 4.34 2.12 89.8 87.9 89.3

T1

23.95 45.42 46.69 1.96 3.52 1.95 87.1 89.7 93.4

T2

22.92 28.34 38.24 1.69 1.32 2.14 85.2 87.3 89.0

T3

25.82 45.53 46.59 4.49 1.48 2.02 87.2 88.9 90.1

RV1

26.42 46.42 35.52 2.88 2.70 2.03 88.1 89.0 74.7

RV2

23.61 47.25 39.74 1.69 2.45 5.11 88.0 90.0 88.4

RV3

17.77 37.92 34.01 2.32 2.47 2.01 87.0 88.2 90.9

Peso fresco, seco y humedad foliar de la variedad Durinta.

Peso fresco (g) Peso seco (g) Humedad foliar (%)

Jaguar S0

S1

S2

S0

S1

S2

S0

S1

S2

Ctrl 25.73 54.50 40.73 2.707 3.455 7.630 88.9 89.6 84.4

L1

25.57 43.53 37.41 1.620 7.500 2.873 87.5 86.1 88.6

L2

22.61 42.22 37.27 1.720 3.965 2.150 87.0 88.0 90.2

L3

28.22 24.62 30.36 3.945 2.073 3.710 91.2 84.9 85.0

T1

27.88 51.40 46.43 5.380 8.980 2.270 87.4 88.6 89.7

T2

25.32 53.10 41.32 1.870 2.455 4.093 87.4 89.9 89.3

T3

26.81 48.56 41.38 2.403 2.950 3.220 87.8 88.8 89.4

RV1

26.70 43.76 42.36 2.590 8.667 4.200 89.7 88.0 89.1

RV2

18.61 32.87 41.36 2.523 1.065 3.720 84.6 86.9 88.7

RV3

26.97 44.08 35.28 3.287 4.343 5.835 90.1 89.3 84.6

324 ÍNDICE

Efecto bioprotector de las sustancias húmicas frente a la salinidad

Bibliografía

ADANI, F. GENEVINI, P.; ZACCHEO, P. y ZOCCHI, G. 1998. The effect

of commercial humic acid on tomato plant growth and

mineral nutrition. J.Plant Nutr. 21(3):561-575.

AIKEN, G. R., MC KNIGHT, D. M., WERSHAW, R. L. y MC CARTHY, P. 1985.

In G. R. Aiken D. M., Mc Knight, R. L. Wershaw, P. Mc Carthy

(Eds.) Humic Substances in Soil, Sediment, and water, John

wiley, New York, 1-9.

ALBUZIO, A. FERRARI, G. and NARDI, S. 1986. Effects of humic sub-

stances on nitrate uptake and assimilation in barley seed-

lings. Can. J. Soil Sci. 66: 731-736.

ALBUZIO, AG. ; CONCHERI, S.; NERDI y DEL’ AGNOLA, G. 1994. Effect

of humic fractions of different molecular size on the de-

velopment of oat seedlings grown in varied nutritional

conditions. In humic substances in the global environ-

ment and implications on human health. Senesi, N. y Mi-

ano, T. M. (Eds.). Elsevier Science B. V. Amsterdam.

AYUSO, L. M. 1995. Utilización de residuos urbanos como

enmiendas orgánicas sólidas y líquidas: Valoración

agronómica y efectividad frente a enmiendas tradicion-

ales. Tesis Doctoral. CEBAS-CSIC. Murcia.

Miriam Oliver Albert

325ÍNDICE

BALIBREA, M. E. SANTA-CRUZ, A.; BOLARIN, M. C. and PEREZ-ALFOCEA,

F. 1996. Sucrolytic activities in relation to sink strength

and carbohydrate composition in tomato fruti growing

under salinity. Plant. Sci. 118: 47-55.

BALIBREA, M. E.; RUS-ALVAREZ, A. M.; BOLARÍN, M. C. and PÉREZ-AL-

FOCEA, F. 1997. Fart Changes in soluble carbohydrates and

proline contents in tomato seedlings in response to ionic

and non-ionic iso-osmotic stresses. J. Plant physiol. 151:

221-226.

BOLARÍN, M. C. and CARO, M. 1995. Aguas de riego. In: La calidad

de las aguas continentales españolas: Estado actual e in-

vestigación. Alvarez-Cobelas, M. and Cabrera, F. Eds. Geo-

forma, H.J. and Shen, B. 1999. Transformation and compat-

ible solutes. Sci. Hort., 78: 237-260.

CHUKOV, S. N.; TALISHKINA, V. D.; NADPOROZMKAYA, M. A. 1996. Phys-

iological activity of growth stimulators and of soil humic

acids. Eurasian Soil. Science. (28.4): 30-39.

CONDHERI, G. NARDI, S.; PICCOLO, A.; DELL´AGNOLA, G.; RASCIO, N.

1994. Effects of humic fractions on morphological chang-

es related to invertase and preoxidase activities in wheat

seedling rotos. In Humic Substances in the Global Envi-

ronment and Implications on Human Health. (N. Senesi;

Miano, T.M. Editores) Elsevier Science B. V.: 257-262.

326 ÍNDICE

Efecto bioprotector de las sustancias húmicas frente a la salinidad

DUBBINI, G. 1995. Interés de los bioestimulantes. Hortoinfor-

mación, 9, 50-51.

FERNÁNDEZ, V. H. 1968. The action of humic acids of different

sources on the development of plants and their effect on

increasing concentracion of the nutrient solution. Pontifi-

ciae Academiae Scientiarum Scripta Varia, 32, 805-850.

FRANCO, J. A. y BAÑON S. 1998. Posibilidades agrícolas de los

ácidos húmicos comerciales. Horticultura, 69.

FUGÉREE, F.; LE-RUDULIER, D. ; STREETER, J. G. 1991. Effects of salts

stress on amino acid, organic acid, and carbohydrate com-

position of roots, bacteriods, and cutosol of alfalfa. (Medi-

cago Sativa l.). Plant Physiol. 96 (4): 1228-11236.

GARCÍA, C. 1990. Estudio del compostaje de residuos orgáni-

cos. Valoración agrícola. Tesis doctoral. Facultad de cien-

cias, Universidad de Murcia.

GENEVINI, P. L.; SACCHI, G.A. and DORIO, D. 1994. Herbicide effect

of atrazine, diuron, linuron and prometon after interaction

with humic acid from coal. En: Humic substances in the

global environment and implications on human health.

N. Senesi, T.M. Miano (Eds.). Elsevier, Amsterdam. pp: 1291-

1296.

HADDOCK, J. 2000. Biostimulants: What we know. Bio. Research

Relay, Vol. 1028y suc.

Miriam Oliver Albert

327ÍNDICE

HASEGAWA, P. 2000. Plant Cellular and molecular responses to

high salinity. Annualrev. Plant Physiology. Plant Mol. Biol.

51: 463-99.

HERBERS, K. and SONNEWALD, U. 1998. Molecular determinants

of sink strength. Curr. Opin. Plan boil. 1: 207-216.

HORTENSEN, J. L. 1963. Complexing of metals by soil organic

matter. Soil Science Society of America Preceedeings.

27:179-186.

JURCSIK, 1. 1994. Investigations in the mechanism of electron

trasmission and active oxygen fenerating humic acids

supported by redoxindicator. In humic Substances in the

global environment and implications on human health.

Senesí, N; Miano, T. M. (Eds).

JURINAK, J. J. y WAGENET, R. J. 1981. Fertilizacion and salinity. In D.

Yaron (Ed.) Salinity in irrigation and water resources. Mar-

cel Dekker Inc. New York.

LAÜCHLI, A. and LÜTTGE, U. SALINITY. 2002. Enviroment-Plants-

Molecules. Kluwers Academic Publishers. Dorchecht.

LIZARAZO, L. M. 2001. Incidencia de sustancias húmicas com-

erciales sobre microorganismos sobre el suelo. Tesis doc-

toral. Facultad de Ciencias. Universidad de Alicante.

328 ÍNDICE

Efecto bioprotector de las sustancias húmicas frente a la salinidad

LOVELEY, D. R., COATES J. D., BLUNT-MARRIS, E. L. PHILLIPS, E. J. P. y

WOODWARD J.C. 1996. Humic susbstances as electron ac-

ceptors for microbial respiration. Nature, 382, 1, 445-448.

MALCOM, R. L. y MACCARTHY, P. 1986. Limitations in the use of

comercial humic acid water and soil research. Environ.

Science Technology. 20:904.

MARSCHNER, H. 1986. Mineral nutrition in higher plants. Aca-

demic Press Inc. London England.

– 1995. Mineral nutrition of higher plants. 2nd edition. Aca-

demic press Inc. London.

MARTÍNEZ, D. Estudio de la viabilidad técnico-económica de

la desalación de agua de mar por ósmosis inversa en Es-

paña. Tesis doctoral. Universidad de Murcia.

MARTÍNEZ, E. and GARCÍA, M. 1993. Cultivos sin suelo: Hortalizas

en clima mediterráneo. Compendio de horticultura 3. Edi-

ciones de horticultura S. L., Reus.

MIELE, S.; BENVENUTI, S. y PALMERINI, M. 1986. Risposta biológica

di alcune piante allevate in mezo hidropónico in presenza

di sostanze umiche. Agric. Ital. 3&4:145-169.

MURZAKOW, B. G. 1988. Breakdown of humic substances by the

soil microflora. Microbiology N.Y.57:237-241.

NARDI, S.; PIZZEGHELLO, D.; RENIERO, F.; RASCIO, N. 2000. Chemical

and biochemical properties of humic substances isolated

Miriam Oliver Albert

329ÍNDICE

from forest soil and plant a growth. Soil science Society of

America Journal. 64 (2): 637-645.

PALMGREM, M. G. 1998. Proton gradients and plant growth: role

of the plasma membrane H+-ATPasa. Adv. Bot. Res.28:1.

PÉREZ-ALFOCEA, F.; BALIBREA, M. E.; SANTA-CRUZ, A. and ESTAÑ, M. T.

1996 Agronomical and physiological characterization of

salinity tolerance i A comercial.

PÉREZ-ALFOCEA, F.; LARMER, F. 1995. Sucrose and proline accu-

mulation and effux in tomato leaf discs affected by NaCl

and polyethylene glycol 6000 iso-osmotic stresses Plant

Science. 107:9-15.

PICCOLO, A. 1992. “Structural characteristic of humic substanc-

es as related to nitrate uptake and growth regulation in

plant Systems”. Soil Biol. Brochem. Vol. 24, 4, 373-380.

PICCOLO, A. y MIRABELLA, A. 1997. Molecular weight distribution

of peat humic substances extracted with different inor-

ganic and organic solutions. Sci. Total Environ. 62:39-46.

PICCOLO, A., S. NARDI and G. CONCHERI. 1992. Structural

characteristic of humic substances as related to nitrate

uptake and growth regulation in plant systems. Soil Biol.

Biochem. 24 (4): 373-380.

PIZARRO, F. 1985. Drenaje agrícola y recuperación de suelos

salinos . 2° Edición. Ed. Agrícola Española S.A.

330 ÍNDICE

Efecto bioprotector de las sustancias húmicas frente a la salinidad

POLJAKOFF-MAYBER, A. and LERNER, H. R. 1994. Plants in saline

environments. In: Handbook of plant and Crop Stress.

Pessarakli, M. ed. Marcel Dekker, Inc. New York. pp: 65-96.

RAMOS, R. Aplicación de sustancias húmicas comerciales

como productos de acción bioestimulante. Efectos frente

al estrés salino. Tesis doctoral. Universidad de Alicante.

RAMOS, R. M. J. VIVAS, J. SÁNCHEZ ANDREU, and M. JUÁREZ. 1997.

Aplicación foliar de sustancias húmicas comerciales en

cultivos de tomate cv Daniela. I Congreso Ibérico y III

Nacional de Fertirrigación. May 1997. Murcia. Spain.

RON, V. y MARSCHNER, H. 1983. Mechanism of iron uptake by

peanut plants. Plant Physiol. 71:949-954.

SÁNCHEZ-ANDREU, J.; JORDÁ, J. D.; JUÁREZ, M. 1994. Humic

Substances. Incidence on crop fertility. Acta Horticulturae.

357: 303-313.

SÁNCHEZ-CONDE and ORTEGA (1968). Efects of humic acids on

the development and the mineral nutrition of the pepper

plant. P. 745-755. In Control de la Fertilización de las

plantas cultivadas, 2 coloquio Eur. Medit. Cent. Edafol. Biol.

Aplic. Sevilla. España.

SÁNCHEZ-CONDE, M. P., ORTEGA, C.B. and PEREZ BRULL, M. I. 1972.

Effect of humic acid on sugar beet in higronic culture. An.

De Edefol. Y Agrobiol.

Miriam Oliver Albert

331ÍNDICE

SCHULTEN, H. R. 1996. A new approach to the structural analysis

of humic substances in water and soils: Humic acid

oligomers. En: Humic and fulvic acids. Isolation, structure

and environment role. J.S. Gaffney, N.A. Marley y S.B. Clark

(Eds.). Developed from a symposium sponsored by the

Division of Industrial and Engineering Chemistry, Inc.

American Chemical Society, Wasington, USA. pp: 42-56.

SENESI, N. y C. STEELINK. 1989. Application of ESR spectroscopy to

the study of humic sibstances. In M.H.B. Hayes, P. MacCarthy,

R.L. Malcolm, y R.S. Swift (Eds.). Humic Substances II. In

Search of Structure. pp: 373-407. Wiley, Chichester, UK.

SLESAK, E. y JUREK, J. 1988. Acta Univ. Wratislaviensis 888, 13-

19.

SMIDOVA, M. 1960. The influence of humus acid on the

respiration of plant roots. Biol. Plant. 2: 152-164.

STEVENSON, F. J. 1994. Humus chemistry. Genesis, composition,

reactions. Second Edition. John Wiley & Sons, Inc. New

York.

– 1982. Humus chemistry. Genesis, composition, reactions.

Ed. by John Wiley and Sons. New York. USA.

SZABLOCS, I. 1994. Soil and Salinization. In M. Pessarakli (Ed.)

Handbook of Plant and Crop Stress. Marcel Dekker, Inc.

New York. 3-11.

332 ÍNDICE

Efecto bioprotector de las sustancias húmicas frente a la salinidad

TAN, K. M.; NOPAMORNBODI V. 1979. Effect of different levels os

humic acids on nutrient content growth of corn. Plant soil

51: 283-287.

VARANINI, Z.; PINTON, R. 1995. Humic substances and plant

nutrition. Progress in Botany. 56: 97-116.

VAUGHAN, D. 1969. The stimulation of invertase development

in aseptic storage tissue slices by humic acids. Soil Biology

and Biochemistry, 1, 15-28.

VIGNEAULT, B.; PERCOT, A.; LAFLEUR, M.; CAMPBELL, P. 2000.

Permeability changes in Model and Phytoplankton

Membranes in the presence of aquatic humic substances.

Environ. Sci Technol. 34: 3907-3913.

VISSER, S.A. 1986. Effectto delle sostanze umiche sulla crescita

della piante. En: Sostancze umiche. Effectti sul terreno e

sulle piante. R.G. Burns, G. Dell’Agola, S. Miele, S. Nardo, G.

Savoini, M. Schnitzer, P. Seguii, D. Vaughan and S.A. Visser

(Eds), REDA, Bolonia, Italia.

VIVAS, M. J. 2001. Mejora del desarrollo y productividad vegetal

por bioestimuladores, sustancias húmicas comerciales y

alcoholes. Tesis Doctoral. Universidad de Alicante.

Miriam Oliver Albert

333ÍNDICE

Investigadores:Clara Oliver Navarrete. Médico Residente del Servicio de Cardiología del Hospital General Universitario de AlicanteFrancisco Marín Ortuño. Médico Adjunto del Servicio de

Cardiología del Hospital General de Alicante.Miguel Ahumada Vidal. Médico Residente del Servicio de Cardiología del Hospital General Universitario de Alicante.Vanessa Roldán Schilling. Médico Adjunto de la Unidad

de Hematología del Hospital General de San Vicente.

Director del proyecto: Francisco Sogorb Garri. Jefe del Servicio de Cardiología

del Hospital General de Alicante.

Marcadores clínicos, ecocardiográficos y de daño endotelial como predictores del desarrollo de fibrilación auricular

en el postoperatorio de cirugía de revascularización coronaria

Cuadro de abreviaturas

FA: fibrilación auricular

IECA: inhibidor de la enzima convertidota de angiotensina

ECG: electrocardiograma

DSVI: diámetro telesistólico del ventrículo izquierdo

DDVI: diámetro telediastólico del ventrículo izquierdo

FE: fracción de eyección

FAc: fracción de acortamiento

AI: aurícula izquierda

IMC: índice de masa cardiaca

TDE: tiempo de desaceleración de la onda E

TRIV: tiempo de relajación isovolumétrico

OR: odds ratio

Clara Oliver Navarrete et al.

335ÍNDICE

Introducción

La fibrilación auricular es la arritmia más frecuente en la

población general, aumentando significativamente su

incidencia (hasta más de un 30%) en el postoperato-

rio de cirugía cardiaca, tanto valvular como coronaria [1, 2, 3].

Su aparición empeora el pronóstico en estos pacientes con

patología cardiaca de base, puesto que provoca un deterioro

hemodinámico, al incrementar la frecuencia cardiaca y alte-

rar la sincronía entre la contracción auricular y ventricular. Por

otro lado supone un mayor riesgo de eventos tromboembó-

licos al promover la formación de trombos en aurícula y su

liberación a la circulación. Finalmente, tiene consecuencias

económicas, puesto que aumenta significativamente la es-

tancia media de pacientes postoperados y el gasto hospita-

lario [4, 5].

Se han analizado múltiples determinantes clínicos y eco-

cardiográficos asociados con la aparición de fibrilación au-

ricular, tales como la edad, hipertensión arterial, insuficien-

cia cardiaca, disfunción ventricular, crecimiento auricular

izquierdo, valvulopatías (especialmente reumática) y los an-

336 ÍNDICE

Marcadores clínicos, ecocardiográficos y de daño endotelial como predictores del desarrollo de fibrilación auricular en el

postoperatorio de cirugía de revascularización coronaria

tecedentes de episodios previos de arritmias supraventricu-

lares [2, 4, 6, 7, 8].

Por otra parte, el daño endotelial, a nivel vascular e in-

tracardiaco, que supone la patología coronaria y la arterio-

esclerosis, podría facilitar la inestabilidad de la aurícula y la

aparición de arritmias en el postoperatorio de cirugía de re-

vascularización (fundamentalmente la fibrilación auricular).

Este daño se vería reflejado, a nivel plasmático, en la eleva-

ción de marcadores de daño endotelial, como la trombomo-

dulina. Así, la presencia de una elevación en la concentración

de este marcador en el preoperatorio, podría relacionarse

con el desencadenamiento de fibrilación auricular tras la ci-

rugía, pudiendo indentificar, incluso de forma independiente

de otras variables, la presencia de un grupo de pacientes de

alto riesgo en quienes existe una alta probabilidad de caída

en fibrilación auricular. Dichos pacientes podrían beneficiar-

se de una terapéutica preventiva, sujeta probablemente a

estudios posteriores.

Hipótesis

La presencia de una serie de marcadores clínicos (edad,

hipertensión arterial, insuficiencia cardiaca, historia de ac-

cidentes cerebrovasculares, episodios previos de arritmias

Clara Oliver Navarrete et al.

337ÍNDICE

supraventriculares), ecocardiográficos (disfunción sistólica

o diastólica, valvulopatías asociadas, grado de hipertrofia,

presencia de aneurisma ventricular) y de daño endotelial

(trombomodulina) en pacientes con patología coronaria

determina un subgrupo de pacientes con riesgo elevado de

fibrilación auricular en el postoperatorio de cirugía cardiaca

programada.

Objetivos

1) Determinar la relación entre diversos marcadores clínicos

y ecocardiográficos y la caída en fibrilación auricular en el

postoperatorio de cirugía cardiaca.

2) Evaluar si los valores de trombomodulina, un marcador de

daño endotelial, son predictores de la aparición de fibrila-

ción auricular en el postoperatorio de dicha cirugía.

3) Determinar la prevalencia de la fibrilación auricular en el

postoperatorio de cirugía cardiaca, así como sus conse-

cuencias a nivel pronóstico en el resultado a corto y me-

dio plazo de la cirugía, evaluando las complicaciones aso-

ciadas, mortalidad, nuevos eventos coronarios y aparición

posterior de otras arritmias

338 ÍNDICE

Marcadores clínicos, ecocardiográficos y de daño endotelial como predictores del desarrollo de fibrilación auricular en el

postoperatorio de cirugía de revascularización coronaria

Material y métodos

Diseño:

Es un estudio prospectivo observacional de casos. Se se-

leccionan pacientes con cardiopatía isquémica que van a ser

operados de cirugía de revascularización coronaria progra-

mada, excluyendo aquellos que requieran cirugía de recam-

bio valvular, así como aquellos con cirugía coronaria urgen-

te.

Se recogerá la historia clínica del paciente con los datos

de la intervención, su estancia en Reanimación y posterior-

mente en planta de Cirugía Cardiaca, determinando la apari-

ción de fibrilación auricular y su duración, así como de otros

eventos cardiovasculares (ángor o infarto de miocardio, hi-

potensión, bradicardia, arritmias ventriculares, insuficiencia

cardiaca o fenómenos tromboembólicos) y de éxitus. Se ana-

lizará el tratamiento del paciente previo a la intervención y

posterior a ella. Finalmente, se realizará el seguimiento al mes

de la intervención, determinando así el resultado a medio

plazo y la aparición de fibrilación auricular en ese periodo.

En los pacientes incluidos en el estudio, se recogerán

muestras de sangre, previamente en ayunas en la mañana de

la intervención, determinando en ellas los valores de trombo-

Clara Oliver Navarrete et al.

339ÍNDICE

modulina. Se realizará también ecocardiografía transtorácica

previa a la intervención, determinando diámetros ventricula-

res y auriculares, función sistólica (fracción de eyección y de

acortamiento) y diastólica (ondas E y A, TDE y TRIV), grosores

parietales (septo interventricular y pared posterior) y masa

cardiaca, valvulopatías asociadas y presencia de aneurisma

ventricular, trombo intracavitario o ecocontraste espontá-

neo. La ecocardiografía se repetirá dentro del primer mes del

postoperatorio.

Pacientes:

Se seleccionan pacientes en los que va a realizar cirugía

de revascularización coronaria programada, sin recambio

valvular asociado. Se incluyen pacientes con ángor de esfuer-

zo estable, que no hayan sufrido eventos isquémicos agudos

en los últimos tres meses que puedan alterar los marcadores

hemostáticos analizados. Los pacientes en tratamiento anti-

coagulante o con fibrilación auricular crónica en el momen-

to de la inclusión en el estudio son excluidos

Criterios de exclusión: a) inestabilidad hemodinámica en

los últimos 3 meses, b) fibrilación auricular crónica, c) nuevo

evento coronario que motive su ingreso en los últimos 3 me-

ses, d) tratamiento anticoagulante en los 3 meses previos a la

340 ÍNDICE

Marcadores clínicos, ecocardiográficos y de daño endotelial como predictores del desarrollo de fibrilación auricular en el

postoperatorio de cirugía de revascularización coronaria

inclusión del estudio, e) valvulopatía asociada que requiera

recambio valvular en el acto quirúrgico, f ) enfermedad infla-

matoria crónica o neoplasia, g) insuficiencia renal o hepática

crónica.

Variables de estudio:

Variables independientes:

– Variables clínicas: edad, sexo, hipertensión arterial, dia-

betes mellitus, tabaquismo, índice de masa corporal, hiper-

colesterolemia, insuficiencia cardiaca, historia previa de ac-

cidentes cerebrovasculares, episodios previos de fibrilación

auricular, grado de afectación de la cardiopatía isquémica

(número de vasos lesionados, clase funcional para angina,

tiempo de evolución), características de la cirugía (tiempo de

isquemia, número de puentes, utilización de aminas o balón

de contrapulsación).

– Variables ecocardiográficas: función sistólica (fracción

de acortamiento, fracción de eyección), función diastólica

(relación onda E / A, TRIV, TDE), grosores parietales (septo in-

terventricular y pared posterior) y masa cardiaca, valvulopa-

tías asociadas y presencia de aneurisma ventricular, trombo

intracavitario o ecocontraste espontáneo.

– Marcadores de daño endotelial: trombomodulina.

Clara Oliver Navarrete et al.

341ÍNDICE

Variables dependientes: aparición de fibrilación auricular

en el postoperatorio, duración de la misma, mortalidad.

Recogida de las variables (Técnicas):

a) Ecocardiografía: se realizará a todos los pacientes eco-

cardiografía transtorácica en modo M, bidimensional y Do-

ppler mediante un ecocardiógrafo Hewlett-Packard (HP

SONOS 2500), mediante un único ecocardiografista experi-

mentado.

b) Marcadores de daño endotelial: el personal de Enfer-

mería del Servicio de Cirugía Cardiaca realizará las puncio-

nes venosas de los pacientes, en ayunas, el día de la interven-

ción quirúrgica previamente a su entrada en quirófano. Las

muestras serán congeladas a -20ºC para las determinaciones

posteriores. Se determinarán los valores de trombomoduli-

na mediante técnica ELISA.

Análisis:

Para el análisis estadístico se utilizará el programa SPSS 8.0

para Windows. Se analizará si las variables estudiadas siguen

una distribución normal (test de Kolmogorov-Smirnov). Dado

el tamaño muestral, y si siguen una distribución normal, las

variables cuantitativas serán descritas como media y desvia-

342 ÍNDICE

Marcadores clínicos, ecocardiográficos y de daño endotelial como predictores del desarrollo de fibrilación auricular en el

postoperatorio de cirugía de revascularización coronaria

ción estándar. En caso de no seguir una distribución normal,

se expresarán como mediana y percentiles 25-75. Las varia-

bles cualitativas se expresarán como porcentajes. Realizare-

mos el análisis estadístico mediante pruebas paramétricas o

no paramétricas según el ajuste a la normalidad.

Para el análisis de asociación entre variables cualitativas

se utilizará el test de la Chi cuadrada. Para el análisis entre

una variable cuantitativa y otra cualitativa se utilizará el test

de la t de Student (U de Mann-Whitney en caso de no para-

métrico). Para el análisis de correlación entre dos variables

cuantitativas se utilizará el test de Pearson (Spearman en

caso de no paramétrico). Para el análisis entre dos variables

apareadas se utilizará el test de la t apareada (Wilcoxon en

el caso de no paramétrico). Para el estudio de las posibles

variables de confusión y de la importancia de las variables

independientes sobre las variables cuantitativas estudiadas

se realizará un modelo de regresión lineal múltiple, y para las

variables cualitativas un modelo de regresión logística múl-

tiple.

Se considerará la existencia de asociación estadística en

el caso de que el nivel de significación sea mayor al 95%.

Para estudiar el primer objetivo, analizaremos la relación

entre las distintas variables clínicas y ecocardiográficas estu-

Clara Oliver Navarrete et al.

343ÍNDICE

diadas, y la aparición de fibrilación auricular, utilizando pos-

teriormente un modelo de análisis multivariante.

Para analizar el segundo objetivo, compararemos los va-

lores de los distintos marcadores de daño endotelial y la apa-

rición de fibrilación auricular en el postoperatorio, utilizando

posteriormente un modelo de análisis multivariante.

Por último, se estudiará la relación de la aparición de fibri-

lación auricular con la tasa de complicaciones postoperato-

rias y la mortalidad.

Resultados

Durante 12 meses de seguimiento, de Febrero/2002 a

Enero/2003, recogimos un total de 137 pacientes (103 varo-

nes, 34 mujeres; edad media 64,8±7,9 años) que fueron in-

tervenidos en el Hospital General de Alicante de cirugía de

revascularización coronaria, sin recambio valvular asociado.

De ellos, 44 pacientes presentaban cardiopatía isquémica

estable, sin eventos agudos durante los tres meses previos a

su intervención, y que no cumplían ninguno de los restantes

criterios de exclusión. En uno de los pacientes fue imposible

la recogida de muestras sanguíneas, quedando un total de

43 pacientes (37 varones, 7 mujeres; edad media 64,9±7,9

años) que fueron incluidos en el estudio.

344 ÍNDICE

Marcadores clínicos, ecocardiográficos y de daño endotelial como predictores del desarrollo de fibrilación auricular en el

postoperatorio de cirugía de revascularización coronaria

Las características clínicas principales de los pacientes,

sus factores de riesgo cardiovascular y los tratamientos que

tomaban, tanto en el grupo global como en el subgrupo de

pacientes estables, se reflejan en la Tabla 1.

Tabla 1

Total Pacientes Estables

Hipertensión arterial

Diabetes

ACV/AIT

Dislipemia

Tabaquismo

Insuficiencia cardiaca

FA previa

80 (58.4%)

51(37.2%)

9 (6.6%)

77 (56.2%)

37 (27.0%)

15 (10.9%)

11 (8.0%)

27 (62.8%)

13 (30.2%)

5 (11.6%)

27 (62.7%)

23 (53.5%)

5 (11.6%)

2 (4.7%)

ß-Bloqueantes

IECAs

Estatinas

Amiodarona

100 (73.0%)

53 (38.7%)

82 (59.9%)

3 (2.2%)

33 (76.7%)

17 (39.5%)

28 (65.1%)

2 (4.7%)

A todos los pacientes con cardiopatía isquémica estable

se les realizó un ecocardiograma transtorácico preoperatorio,

repitiéndolo dentro del mes siguiente a la cirugía; estudia-

mos la variación de los distintos parámetros ecocardiográ-

ficos antes y después de la cirugía, encontrando variaciones

Clara Oliver Navarrete et al.

345ÍNDICE

significativas en cuanto a la fracción de eyección y fracción

de acortamiento (con un deterioro tras la intervención), diá-

metro de la aurícula izquierda (que aumentaba postopera-

toriamente) y TDE (mayor antes que después de la cirugía).

Todos estos datos se resumen en la Tabla 2.

Tabla 2

PRE POST Valor de p

DDVI 47,9±6,2 49,0±5,3 0,328

DSVI 31,0±6,3 33,0±5,7 0,085

FE 60,9±10,0 55,4±9,1 0,011

FAc 36,9±7,4 32,6±7,0 0,013

AI 38,6±4,8 41,2±6,1 0,005

IMC 137,8±42,6 137,5±47,0 0,946

Onda E 0,69±0,19 0,72±0,22 0,520

Onda A 0,77±0,20 0,76±0,22 0,956

E/A 0,99±0,37 1,02±0,44 0,766

TDE 225,0±50,6 254,0±82,2 0,042

TRIV 104,1±22,3 100,4±24,9 0,395

Se realizó un seguimiento de los pacientes a lo largo de

su paso por la intervención quirúrgica, la sala de Reanima-

ción y la planta de Cirugía Cardiaca, así como al mes de su in-

tervención. Las complicaciones cardiovasculares observadas

durante ese periodo fueron las siguientes:

346 ÍNDICE

Marcadores clínicos, ecocardiográficos y de daño endotelial como predictores del desarrollo de fibrilación auricular en el

postoperatorio de cirugía de revascularización coronaria

– Durante la operación, 12 pacientes presentaron epi-

sodios de fibrilación ventricular. Ningún paciente presentó

taquicardias ventriculares, episodios de ACV o AIT, ni éxitus.

Tres pacientes sufrieron bradicardia significativa, y 14 hipo-

tensión arterial.

– En Reanimación encontramos 4 casos de insuficiencia

cardiaca (9,3%), 1 paciente con un episodio de taquicardia

ventricular (2,3%), y 1 paciente con IAM perioperatorio. Un

paciente presentó bradicardia importante y 17 tendencia a

hipotensión arterial. No hubo ningún accidente tromboem-

bólico. Dos pacientes fallecieron (4,7%): un caso había pre-

sentado fibrilación ventricular con hipotensión arterial du-

rante la cirugía y posteriormente falleció de muerte súbita;

el otro exitus se debió a progresión de insuficiencia cardiaca

a shock cardiogénico.

– Durante su estancia en planta de Cirugía Cardiaca sólo

hallamos una complicación importante: un paciente con in-

suficiencia cardiaca, que previamente ya la había presentado

en Reanimación. Ningún paciente falleció ni presentó arrit-

mias ventriculares, eventos isquémicos agudos ni episodios

tromboembólicos. Encontramos bradicardia en 3 pacientes

e hipotensión en 6.

Clara Oliver Navarrete et al.

347ÍNDICE

– En el seguimiento al mes, la única complicación fue de

nuevo un caso de insuficiencia cardiaca, que se trataba del

mismo paciente que la había padecido en Reanimación y

planta.

En cuanto a la aparición de fibrilación auricular, de los

137 pacientes intervenidos de revascularización coronaria,

47 presentaron la arritmia (34,3%). En el subgrupo de pa-

cientes estables, 14 de ellos tuvieron algún episodio de fi-

brilación auricular (32,6%), distribuidos de la siguiente for-

ma: 1 paciente tuvo FA durante la intervención quirúrgica, 8

pacientes en Reanimación, 7 pacientes en planta de Cirugía

Cardiaca, y un paciente durante el mes siguiente a la cirugía.

Tres de los pacientes presentaron FA en diversos momentos

de su ingreso.

El tratamiento de la fibrilación auricular se realizó con di-

goxina en 3 casos, amiodarona en 12 casos, propafenona en

1 paciente, y cardioversión eléctrica en 1 episodio. El tiempo

medio que persistió la fibrilación auricular fue de 27,9±35,5

horas en Reanimación, y de 17,7±16,8 horas en planta.

348 ÍNDICE

Marcadores clínicos, ecocardiográficos y de daño endotelial como predictores del desarrollo de fibrilación auricular en el

postoperatorio de cirugía de revascularización coronaria

Predictores de FA

Clínicos:

En el grupo total de pacientes intervenidos de cirugía de

revascularización coronaria (incluyendo los pacientes inesta-

bles), los únicos parámetros que demostraron relación esta-

dísticamente significativa con la aparición de FA post-quirúr-

gica en el análisis univariado fueron la edad y la historia de FA

previa, con un valor de p de 0,017 y 0,001 respectivamente.

Estos resultados se mantuvieron en el análisis multivariado,

de forma que la edad superior a 65 años se relacionaba sig-

nificativamente con la aparición de FA en el postoperatorio,

con una p de 0,039 y una OR de 2,28 (intervalo de confian-

za 1,0-5,0); la historia de episodios previos de FA se asoció

con el desarrollo de FA postquirúrgica, con un valor de p de

0,006 y una OR de 9,63 (intervalo de confianza 1,9-47,6). To-

das las demás variables clínicas analizadas, incluyendo sexo,

factores de riesgo, peso e índice de masa corporal, grado de

afectación de la cardiopatía isquémica, características de la

cirugía y tratamiento previo del paciente, no mostraron nin-

guna asociación significativa con el desarrollo de FA tras la

intervención.

Clara Oliver Navarrete et al.

349ÍNDICE

En el subgrupo de pacientes estables, ningún parámetro

clínico se asoció de forma significativa con la aparición de

fibrilación auricular.

Ecocardiográficos:

Ninguno de los índices ecocardiográficos evaluados an-

tes de la cirugía contribuyó a predecir la caída en FA en el

postoperatorio. El único de los resultados que se relacionó

con una mayor incidencia de FA en el postoperatorio fue el

descenso de la fracción de eyección, de forma que el 60% de

los pacientes en que se deterioró (6 pacientes) habían desa-

rrollado FA, y sólo 4 no lo habían hecho (p=0,038); probable-

mente este dato simplemente refleje el deterioro de función

sistólica que implica la fibrilación auricular rápida, y no se

trate de un predictor de la caída en FA.

Séricos:

Los valores de trombomodulina extraídos preoperatoria-

mente al grupo de pacientes estables, no mostraron relación

significativa con la aparición de FA, siendo incluso más ele-

vados en los pacientes que no presentaron la arritmia. Así, en

los pacientes que desarrollaron FA, los valores medios fueron

de 2,3±1,1, mientras que en los que no la desarrollaron fue-

ron de 2,8±1,0, con un valor de p de 0,192.

350 ÍNDICE

Marcadores clínicos, ecocardiográficos y de daño endotelial como predictores del desarrollo de fibrilación auricular en el

postoperatorio de cirugía de revascularización coronaria

Discusión

La fibrilación auricular es una frecuente complicación

tras cirugía cardiaca, que aumenta la morbilidad y mortali-

dad intrahospitalaria y prolonga la estancia media, con los

consiguientes costes [4, 5]. Su mecanismo subyacente pare-

ce ser múltiple, interactuando factores como la situación he-

modinámica, el balance autonómico, factores neurohumora-

les o procesos intercurrentes postoperatorios que pudieran

afectar a las propiedades eléctricas de la aurícula [2]. De esto

se deriva la dificultad para determinar factores predictivos

que pudieran predisponer al desarrollo de FA en el periodo

postoperatorio. Sin embargo, diversos autores han intenta-

do describir algunos de estos factores, encontrando relacio-

nes significativas entre la aparición de FA postquirúrgica y la

edad avanzada [2,4,6,7,9], episodios previos de arritmia su-

praventricular [2,6,8], inclusión en cardioplejia [10], duración

de la onda P en el ECG [7,9,11], tratamiento preoperatorio

[12], dimensiones de la aurícula izquierda [8] o valvulopatía

concomitante [2], entre muchos otros.

En nuestro trabajo encontramos una incidencia de FA

tras cirugía de revascularización coronaria del 34%, similar

a estudios previos [2,4,9]. La incidencia de FA es similar en-

Clara Oliver Navarrete et al.

351ÍNDICE

tre el grupo de estudio completo (34,3%) y el grupo estable

(32,6%), sugiriendo que la situación clínica antes de la in-

tervención no tiene valor predictivo para la aparición de FA

postquirúrgica.

De hecho, en el análisis estadístico, los únicos factores

que correlacionan de forma significativa con el desarrollo de

FA son la edad avanzada y la historia de episodios previos de

FA, que son los factores que aparecen de forma más consis-

tente en series previas de la literatura [2,4,6,7,8,9]. Ninguna

de las restantes variables clínicas (sexo, factores de riesgo

cardiovascular, grado de afectación de la cardiopatía isqué-

mica, características de la cirugía o tratamientos previos) ni

parámetros ecocardiográficos analizados contribuyen, en

nuestra serie, a predecir el desarrollo de FA postoperatoria.

Por otra parte, se acepta que procesos de disfunción y

daño endotelial son importantes componentes en la pato-

genia de la enfermedad arterioesclerótica [13,14]. Además,

cada uno de los factores de riesgo cardiovascular está aso-

ciado de forma independiente con el daño endotelial, como

se ha observado en estudios in vivo y por la elevación en plas-

ma de marcadores de células endoteliales [14,15]. La trom-

bomodulina es una proteina constitutiva de la membrana

que actúa como reguladora de la trombina, convirtiéndola

352 ÍNDICE

Marcadores clínicos, ecocardiográficos y de daño endotelial como predictores del desarrollo de fibrilación auricular en el

postoperatorio de cirugía de revascularización coronaria

de procoagulante a anticoagulante [16]. Experimentos in vi-

tro sugieren que su presencia en el sobrenadante de culti-

vos titulares es el resultado del daño de células endoteliales

[17], y se ha descrito la elevación de sus niveles plasmáticos

en pacientes con cardiopatía isquémica [18]. En individuos

con FA, el compromiso de la función endotelial, reflejado en

anomalías en los niveles de marcadores como la trombomo-

dulina, parece contribuir al estado hipercoagulable de estos

pacientes, y por tanto al desarrollo posterior de procesos

tromboembólicos [19].

Por todo ello, nuestra hipótesis fue que un mayor grado

de daño endotelial, reflejado en un aumento preoperatorio

de los niveles de trombomodulina, a nivel auricular favore-

cería la aparición de FA tras la intervención. Sin embargo, no

encontramos una relación significativa entre los niveles de

trombomodulina y el desarrollo de FA, probablemente por-

que la aparición de la arritmia dependa de la interacción de

muchos otros factores desencadenantes. En nuestra serie

ninguno de los pacientes presentó accidentes tromboem-

bólicos, por lo que tampoco pudimos estudiar su asociación

con los niveles de trombomodulina.

En cuanto al pronóstico de los pacientes tras la interven-

ción, el mayor número de complicaciones cardiovasculares

Clara Oliver Navarrete et al.

353ÍNDICE

se dio en los primeros días del postoperatorio, durante su es-

tancia en Reanimación. La tasa de mortalidad fue de un 4,7%.

El desarrollo de FA no se relacionó con la aparición de com-

plicaciones ni con la mortalidad; no estudiamos los días de

estancia media hospitalaria, por lo que no podemos conocer

si se prolongaron en los pacientes con FA.

Conclusiones

1.- La edad avanzada y los antecedentes de FA son pre-

dictores de la aparición de FA en el postoperatorio de cirugía

de revascularización coronaria.

2.- Ninguno de los parámetros ecocardiográficos estudia-

dos se relacionó de forma significativa con el desarrollo de

FA postquirúrgica.

3.- El análisis de los niveles preoperatorios de trombomo-

dulina, como marcador de daño endotelial, no contribuye a

predecir la caída en FA tras la intervención.

4.- La incidencia de FA tras cirugía de revascularización

coronaria en nuestro medio es del 34%, sin asociarse signi-

ficativamente con una mayor tasa de mortalidad ni de com-

plicaciones cardiovasculares en el postoperatorio.

354 ÍNDICE

Marcadores clínicos, ecocardiográficos y de daño endotelial como predictores del desarrollo de fibrilación auricular en el

postoperatorio de cirugía de revascularización coronaria

Bibliografia

[1] OLSHANSKY B. Management of atrial fibrillation after coro-

nary artery bypass grafT. Am J Cardiol 1996 Oct 17; 78

(8A): 27-34.

[2] OMMEN SR, ODELL JA, STANTON MS. Atrial arrhythmias after

cardiothoracic surgery. N Engl J Med 1997 May 15; 336:

1429-34.

[3] COX JL. A perspective of postoperative atrial fibrillation in

cardiac operations. Ann Thorac Surg 1993; 56: 405-9.

[4] STAMOU SC, DANGAS G, HILL PC, PFISTER AJ, DULLUM MK, ÓBICE SW,

BAFI AS, GARCIA JM, CORSO PJ. Atrial fibrillation after bea-

ting heart surgery. Am J Cardiol 2000 Jul 1; 86 (1): 64-7.

[5] TAMIS JE, STEINBERG JS. Atrial fibrillation independently pro-

longs hospital stay after coronary artery bypass surgery.

Clin Cardiol 2000 Mar; 23 (3): 155-9.

[6] SVEDJEHOLM R, HAKANSON E. Predictors of atrial fibrillation in

patients undergoing surgery for ischemic Herat disea-

se. Scand Cardiovasc J 2000 Oct; 34 (5): 516-21.

[7] CHANG CM, LEE SH, LU MJ, LIN CH, CHAO HH, CHENG JJ, KUAN P,

HUNG CR. The role of P wave in prediction of atrial fibri-

llation after coronary artery surgery. Int J Cardiol 1999

Mar 15; 68 (3): 303-8.

Clara Oliver Navarrete et al.

355ÍNDICE

[8] DUCCESCHI V, D´ANDREA A, LICCARDO B, ALFIERI A, SARUBBI B, DE FE

M, SANTANGELO L, COTRUFO M. Perioperative clinical predic-

tors of atrial fibrillation occurrence following coronary

artery surgery. Eur J Cardiothorac Surg 1999 Oct; 16 (4):

435-9.

[9] PASSMAN R, BESHAI J, PAVRI B, KIMMEL S. Predicting post-coro-

nary bypass surgery atrial arrhythmia from the preope-

rative electrocardiogram. Am Heart J 2001 Nov; 142 (5):

806-10.

[10] ASCIONE R, CAPUTO M, CALORI G, LLOYD CT, UNDERWOOD MJ, ANGE-

LINI GD. Predictors of atrial fibrillation alter convencional

and beating Herat coronary surgery: a prospective, ran-

domized study. Circulation 2000 Sep 26; 102 (13): 1530-

5.

[11] AYTEMIR K, AKSOYEK S, OZER N, ASLAMACI S, OTO A. Atrial fibrilla-

tion after coronary artery bypass surgery: P wave signal

averaged ECG, clinical and angiographic variables in

risk assessment. Int J Cardiol 1999 Apr 30; 69 (1): 49-56.

[12] GOMES JA, IP J, SANTONI-RUGIU F, MEHTA D, ERGIN A, LANSMAN S, et

al. Oral d,l sotalol reduces the incidence of postopera-

tive atrial fibrillation in coronary artery bypass surgery

patients: a randomized, double-blind, placebo-contro-

lled study. J Am Coll Cardiol 1999 Aug; 34 (2): 334-9.

356 ÍNDICE

Marcadores clínicos, ecocardiográficos y de daño endotelial como predictores del desarrollo de fibrilación auricular en el

postoperatorio de cirugía de revascularización coronaria

[13] ROSS R. The pathogenesis of atheroesclerosis: a perspec-

tive for the 1990s. Nature 1993; 362:801-9.

[14] BLANN AD, LYP GYH. The endothelium in atherothrombo-

tic disease: assessment of function, mechanisms and

clinical implications. Blood Coag Fibrinol 9: 297-306.

[15] BOFFA MC. Considering cellular thrombomodulin distri-

bution and its modulating factors can facilitate the use

of plasma thrombomodulin as a reliable endothelial

marker. Haemostasis 1996; 26 (suppl 4): 233-43.

[16] ESMON NL. Thrombomodulin. Semen Thromb Haemost

1987; 13: 454-63.

[17] ISHII H, UCHIYAMA H, KAZAMA M. Soluble thrombomodulin an-

tigen in conditioned medium is increased by damage of

endothelial cells. Thromb Haemost 1991; 65: 618-23.

[18] SEIGNEUR M, DUFOURC P, CONRI C, CONSTANS J, MERCIE P, PRUVOST A,

et al. Levels of plasma thrombomodulin are increased

in atheromatous arterial disease. Thromb Res 1993; 71:

423-31.

[19] LI-SAW-HEE F, BLANN AD, LYP GYH. A cross-sectional and diurnal

study of thrombogenesis among patients with chronic

atrial fibrillation. J Am Coll Cardiol 2000; 35: 1926-31.

Clara Oliver Navarrete et al.

357ÍNDICE

M.ª Teresa Riquelme Torres

Influencia de la madera intermedia sobre la calidad del fruto del limonero Verna

1.- Introducción

El cultivo del limonero “Verna” es de gran importancia

económica en el sureste peninsular, en la actualidad

con una superficie de 21.000 ha, alcanza una produc-

ción de 385.000 tm (2001 2002), (García-Lidón, 2001). Es un

cultivo de gran interés social por la abundante mano de obra

que emplea en recolección, manipulación, etc.

En los últimos años, se ha observado un cierta regresión

en la superficie del limonero “Verna” como consecuencia de

su baja productividad, debido a la falta de afinidad con el na-

ranjo amargo (miriñaque) y la lenta entrada en producción

de las nuevas plantaciones sobre este patrón. Por otro lado, a

corto plazo, es también previsible una disminución en la pro-

ducción debido al envejecimiento de las plantaciones (Gar-

cía-Lidón, 2001; García-Lidón y Porras, 1996; García-Lidón et

al., 1991).

Si el sector del comercio con destino a consumo en fresco

entrara en crisis por falta de calidad en la oferta, aumentaría

el destinado a la industria y se vería afectada la economía na-

cional, ya que sólo la mano de obra directa empleada en los

M.ª Teresa Riquelme Torres

359ÍNDICE

almacenes de confección es superior a 20.000 puestos de tra-

bajo, fundamentalmente en las regiones de Valencia y Murcia.

Mejorar la calidad tiene una gran importancia y se encua-

dra dentro de las líneas prioritarias del Ministerio de Agri-

cultura, Pesca y Alimentación; se pretende conseguir frutos

de mejor calidad, adaptados a las exigencias de los merca-

dos consumidores, empleando técnicas de cultivo que no

supongan alteraciones del medio ambiente, entre otras, uso

racional de abonos y plaguicidas, empleo de mallas de som-

breo, podas adecuadas y mejora en la nutrición (Cohen y Go-

ell, 1988; Du Plesis and Koen, 1988; Intrigliolo and Starrantino,

1988; Zaragoza y Alonso, 1980 y 1981; Zaragoza et al., 1990).

Las plantaciones antiguas de limonero con maderas in-

termedias muestran en general buenas producciones todos

los años y buena calidad de fruta; pero el principal inconve-

niente para realizar estudios serios en estas plantaciones es

que no se conoce con certeza la madera intermedia utiliza-

da, la edad, estado sanitario deficiente, etc., y no existen sufi-

cientes repeticiones.

La introducción del portainjerto Citrus macrophylla Wes-

ter, supuso una gran innovación en el cultivo del limonero,

primero con limón tipo “Fino” y más tarde con limón tipo

“Verna”.

360 ÍNDICE

Influencia de la madera intermedia sobre la calidad del fruto del limonero Verna

La combinación limonero “Verna / Citrus macrophylla”

presenta una excelente compatibilidad de injerto (Ortiz y

García-Lidón, 1982), dando lugar a la rápida entrada en pro-

ducción y abundantes cosechas (Fallahi et al., 1990; García-

Lidón et al., 1988; Ortiz et al., 1984; Porras et al., 1992 y 2001a;

Roose et al., 1989; Russo, 1973) pero presenta con “Verna” el

problema de una mala calidad de fruto, por exceso de calibre

y al elevado espesor de la corteza en los años de poca cose-

cha (Porras et al., 2000).

Con el empleo del patrón Citrus macrophylla, maderas in-

termedias y nuevas técnicas de cultivo, nuestro limón “Verna”

ganaría productividad y calidad, lo que ayudaría a recuperar

las cuotas de mercado perdidas.

En líneas generales, para tener éxito en los actuales mer-

cados competitivos en un futuro próximo, tiene gran impor-

tancia e interés investigar para poder producir el limón ideal

que exigen los consumidores, tanto en “Fino” como en “Ver-

na”.

Con el presente trabajo se pretende aportar información

más precisa para lograr un mejor conocimiento del limonero

“Verna”, que en la producción de limón en España es la que

tiene mayor proyección de futuro, debido a que su recolec-

ción se realiza en un periodo en que ha finalizado el limón

M.ª Teresa Riquelme Torres

361ÍNDICE

tipo “Fino” y el que queda pendiente de recolección es de

baja calidad (abril-junio), no hay limón de países de la cuen-

ca mediterránea y en este periodo todavía no llegan limones

procedentes del Hemisferio Sur (Argentina, Uruguay, Sudá-

frica, etc.).

2.- Antecedentes

2.1. Origen y taxonomía de la especie

El conocimiento de los cítricos es muy antiguo y en mu-

chos trabajos literarios se asocia a la Mitología; interesante

porque, verdad o fábula, nos sugiere la lejana existencia de

los cítricos. Esta especie fue descrita por primera vez con de-

talle por Ibn-Jami, físico de la corte de Saladino (1171 -1193),

en un tratado médico sobre los usos del limón (Glidden,

1937).

Su clasificación botánica es bastante compleja, debido al

gran número de modificaciones a lo largo de la historia, mo-

tivado por la diversidad de criterios botánicos de los distin-

tos autores: Swingle, Tanaka, Hodgson, etc. (Zaragoza, 2000);

sin embargo, actualmente se identifica a esta especie como

Citrus limon (L.) Burm. f.

362 ÍNDICE

Influencia de la madera intermedia sobre la calidad del fruto del limonero Verna

2.2. Producción mundial

La dispersión de los cítricos desde sus lugares de origen,

fueron obra de los grandes movimientos migratorios. Poco a

poco llegaron a lugares alejados, estableciéndose y desarro-

llándose en aquellos en los que se podían aclimatar (Zarago-

za, 2000).

La producción mundial del limón se distribuye en la ac-

tualidad por todos los continentes, de esta manera las zonas

de cultivo del limonero, pueden agruparse por orden de im-

portancia en cuanto a producción y extensión cultivada del

siguiente modo (González-Sicilia, 1968; Hodgson, 1967):

Paises exportadores

tm (1

.000

)

0

100000

200000

300000

400000

500000

España:449.687tm

Mexico

214.509tm

India185.462tm

Argentina178.951tm

Iran

158.759tm

Turquía131.779tm

USA126.026tm

Grecia

42.236

tm

Italia

35.067

tm

China16.494

tm

Figura 1- Principales países exportadores de limón. (Periodo 1996-

2000) (FAO, 2002)

M.ª Teresa Riquelme Torres

363ÍNDICE

1 Cuenca mediterránea

2 América del norte y América central

3 América del sur

4 Otras zonas

La Cuenca Mediterránea es la zona más importante en

cuanto a producción de limones en el mundo; destacando

España, Italia y Turquía (MAPA, 2000); siendo España el prin-

cipal país exportador, con un volumen de intercambios que

se aproxima a un tercio de la totalidad de los intercambios

mundiales (Figura 1), cuya época de comercialización viene

diferenciada en dos periodos: otoño-invierno y primavera-

verano (García-Lidón, 2001).

La mayor parte de la superficie en producción dedicada

al cultivo del limonero en España (41.629 ha), que corres-

ponde fundamentalmente a las variedades “Fino” (467.427

tm) y “Verna” (398.770 tm). La importancia de la variedad

“Fino”, experimenta un incremento relativo en relación a las

otras variedades, pues se han renovado las “viejas” plantacio-

nes, con selecciones más tempranas y productivas, mejora

que todavía no se ha realizado en las plantaciones de limón

“Verna” (García-Lidón, 2001), situándose la mayor parte de

las plantaciones de limonero en las provincias de Murcia

(51,35%) y Alicante (33,42%).

364 ÍNDICE

Influencia de la madera intermedia sobre la calidad del fruto del limonero Verna

Si analizamos la evolución de las cifras relacionadas con el

cultivo y comercialización de limón, se comprueba que des-

de el año 1985 se ha producido una reducción de la superfi-

cie dedicada a este cultivo (Figura 2); sin embargo, ha estado

acompañada por un importante incremento en los rendi-

mientos agrícolas, como consecuencia de la introducción de

nuevas selecciones de material vegetal, y las innovaciones

introducidas en las técnicas agronómicas (MAPA, 2000).

Esta situación de fuertes incrementos en la producción,

con una estabilización del consumo, conduce a una fuerte

competencia en el mercado mundial del limón, particular-

mente en la Unión Europea, por lo que las exigencias de los

consumidores ejercen una fuerte incidencia en los rendi-

mientos: agrícolas y económicos, los cuales están a su vez cla-

ramente marcados por la calidad de los frutos recolectados.

En el caso particular del limón “Verna”, es necesario optimizar

las producciones de las nuevas selecciones y portainjertos,

mediante el estudio y adecuación de las técnicas agronómi-

cas.

M.ª Teresa Riquelme Torres

365ÍNDICE

2.3. Patrones y variedades

La aparición de enfermedades graves en los cítricos ha

conducido a lo largo de los años a la búsqueda y uso de pa-

trones que fueran tolerantes, los cuales hasta el momento

habían sido siempre cultivados sobre su propio pie (Amorós,

1999).

Año de recolección

1984 1986 1988 1990 1992 1994 1996 1998 2000

Supe

rfici

e cu

ltiva

da (h

a)

40000420004400046000480005000052000540005600058000

Ren

dim

ient

o (k

g/ha

)

8000

10000

12000

14000

16000

18000

20000

22000

Años vs Superficie (1000 ha) Años vs Rendimiento (qm/ha)

Figura 2- Superficie cultivada y Rendimiento del cultivo de limón en

España.

366 ÍNDICE

Influencia de la madera intermedia sobre la calidad del fruto del limonero Verna

Tabla n.º 1. Patrones utilizados para la producción de limón.

Dado que en el caso del limonero no existe susceptibilidad

a la tristeza, la gama de portainjertos a usar no se ve restringi-

da a los patrones tolerantes a la misma (Ortiz y García-Lidón,

1982). Los portainjertos más empleados en España para el cul-

tivo del limonero son Citrus macrophylla y Citrus aurantium

(naranjo amargo), cuyas características aparecen en la tabla

nº1 (Porras et al., 2000 y 2001b; García-Lidón, 2001).

Actualmente, se buscan aquellos portainjertos que po-

sean el mayor número de ventajas: precocidad en la pro-

ducción, mayor uniformidad de la plantación, adaptación a

ciertos problemas físico-químicos del suelo (salinidad, asfixia

radicular, sequía), tolerancia a plagas y enfermedades.

M.ª Teresa Riquelme Torres

367ÍNDICE

La madera intermedia (Fo-

tografía 1) se ha utilizado a lo

largo de los años con propósitos

y razones muy diferentes (Car-

los and Donadio, 1996; Hartman

and Kester, 1983; Krezdorn, 1978;

Russo, 1985); esta puede tener

un efecto importante sobre va-

rios factores.

El número de variedades de

limonero cultivado en el mundo

es bastante reducido si se com-

para con otros cítricos; varieda-

des que se pueden clasificar en

dos grandes grupos: de otoño-

invierno, como es el caso del “Fino”, y de primavera-verano,

como puede ser el “Verna” (Porras et al., 2000).

Los criterios para una adecuada selección, se basan en el

contenido en zumo, acidez, calidad, albedo y presencia de

semillas; atendiendo a estas características, las variedades

más cultivadas por orden de importancia a nivel mundial

son: “Eureka”, “Lisbon”, “Femminello”, “Verna” y “Fino” (García-

Lidón y Ortiz, 1983; Loussert, 1992).

Fotografía 1. Detalle de

tronco con madera

intermedia.

368 ÍNDICE

Influencia de la madera intermedia sobre la calidad del fruto del limonero Verna

2.5. Características y calidad del limón

El limón, como todos los frutos cítricos, es una baya mo-

dificada que recibe el nombre de hesperidio (Fotografía 2); y

tiene una anatomía compleja, en el que se pueden distinguir

claramente dos partes: la piel o la corteza y los gajos (Gon-

zález-Sicilia, 1968; Loussert, 1992). La proporción de estos

componentes presenta gran importancia, tanto por las exi-

gencias normativas como por las repercusiones económicas

y de satisfacción al consumidor en función del destino final.

La máxima calidad de frutas y hortalizas se logra en la re-

colección cuando se realiza en el momento adecuado; a par-

tir de ese instante no es posible mejorar la calidad, solamente

mantenerla; tras la recolección, existen numerosas acciones

exteriores necesarias para la comercialización (manipulación,

envasado, conservación, transporte, etc.) que influyen sobre

la calidad, que dependen de las características y del estado

fisiológico del fruto (Chen and Yazdani, 1991; Ruiz-Altisent et

al., 1991). Con este planteamiento es de gran interés estudiar

la susceptibilidad frente a daños mecánicos de los limones

en función del portainjerto y de la madera intermedia em-

pleada, como medio para reducir la incidencia de los daños

mecánicos en los procesos posrecolección

M.ª Teresa Riquelme Torres

369ÍNDICE

El color de los frutos cí-

tricos siempre se ha consi-

derado como un importan-

te parámetro para evaluar

su calidad por su repercu-

sión en la aceptación por

el consumidor, pues el de-

sarrollo normal del color

externo de la piel se en-

cuentra relacionado con

los cambios en la compo-

sición del fruto.

Los azúcares junto con los ácidos orgánicos, represen-

tan la casi totalidad de los sólidos solubles presentes en el

zumo de los cítricos, cuyo contenido está influenciado por

la especie, variedad, portainjerto, edad y diferentes factores

ambientales; de este modo se pueden observar amplias va-

riaciones en los contenidos de un lote de frutos, incluso en

un árbol, en función de la situación en que se encuentra en

el mismo (Primo, 1979; Sinclair, 1984).

En el zumo de limón, los principales componentes solu-

bles son los ácidos orgánicos, siendo el ácido cítrico el más

Fotografía 2. Esquema de la sec-

ción transversal de un limón con

indicación de las porciones que

integran su estructura.

370 ÍNDICE

Influencia de la madera intermedia sobre la calidad del fruto del limonero Verna

característico y predominante; a medida que el fruto madu-

ra, la acidez libre del zumo se incrementa.

Otro factor de interés en los frutos cítricos es la capacidad

antioxidante que se debe fundamentalmente al contenido

en ácido ascórbico y flavonoides, tanto por su capacidad

directa como por el efecto sinérgico entre ambos; esta cua-

lidad ha adquirido una importancia notable en los últimos

años, por su participación en la prevención de enfermeda-

des degenerativas y otras alteraciones relacionadas con el

estrés oxidativo (Arnao et al., 1998).

En España la producción de cítricos se destina fundamen-

talmente a la comercialización en fresco; en este contexto la

calidad del fruto se convierte en el principal factor de renta-

bilidad (Agustí y Almela, 1994).

Aunque la mayor parte de las características de calidad

de un fruto se corresponden con las características genéticas

de la especie y variedad, el medio en que se desarrolla y las

condiciones de cultivo, ejercen también una importante in-

fluencia al evaluar su calidad (Martínez-Madrid et al., 2000).

El agricultor selecciona un determinado material vegetal

y ciertas aportaciones de los factores de producción para

obtener un buen rendimiento, con un nivel de calidad acep-

table para su comprador (Shewfelt, 1993); aunque como se

M.ª Teresa Riquelme Torres

371ÍNDICE

ha indicado anteriormente, podemos establecer diferentes

criterios de calidad a lo largo de la cadena comercial, la pri-

mera evaluación de la calidad correspondiente a los frutos

frescos, en la posrecolección, se realiza utilizando como re-

ferencia normas y especificaciones, que mejoran la eficacia

en la comercialización, al reducir el riesgo de inadecuada

comunicación o interpretación entre vendedor y comprador

(Florkowski, 2000; Shewfelt, 1993).

Con estos criterios existen diferentes niveles en la standa-

rización, destacando en primer lugar las normas y standards

oficiales, que establecen las condiciones comunes aplicables

en la comercialización; se establecen a nivel nacional o por

acuerdos internacionales para determinadas áreas comer-

ciales; en estos términos podemos destacar las siguientes:

• Norma de calidad para los cítricos R (CEE) Nº 920/89 de

10-04-89 y Nº L97/19 D.O.C.E. 11-04-89 (MAPA, 1992).

• United States Standards for Grades of Lemons. USDA,

Agricultural Marketing Service (USDA, 2002).

Sin embargo, el sector privado, al reconocer la necesidad y

los beneficios de las normas de calidad, defiende especifica-

ciones más precisas para alcanzar sus objetivos comerciales

y asegurar sus derechos frente a posibles diferencias respec-

372 ÍNDICE

Influencia de la madera intermedia sobre la calidad del fruto del limonero Verna

to a las características de calidad del producto suministrado

(Florkowski, 2000). Podemos apreciar diferentes orientacio-

nes en estas especificaciones, orientadas a la promoción de

imagen de marca, tipo de producto, técnicas de producción,

protección medioambiental, o como estrategia de comercia-

lización; entre estas especificaciones de tipo particular espe-

cifico, podemos citar:

• FECOAM: Especificaciones de control de frutas: Limón

(Riquelme y Roca, 1999).

• Normas Técnicas de Producción Integrada de Cítricos.

Orden 24 junio 1998 (BORM, 02-07-98), (Lucas et al.,

1998).

• Reglamento (CEE) nº 2092/91 del Consejo, de 24 de ju-

nio de 1991, sobre la producción agrícola ecológica y su

indicación en los productos agrarios y alimenticios.

• EUREPGAP. Protocolo for fresh fruti anda vegetables

(EUREPGAP, 2002).

• Productos ANECOOP: Cítricos (ANECOOP, 2002).

Habitualmente, se utiliza como definición de calidad la

propuesta por Kramer and Twing (1970), que considera “el

conjunto de características que diferencian las unidades in-

dividuales de un producto y tienen trascendencia para esta-

M.ª Teresa Riquelme Torres

373ÍNDICE

blecer el grado de aceptabilidad por el consumidor”, por lo

que para tener éxito en un mercado cada vez más compe-

titivo, la calidad y su control son esenciales, en especial en

este sector de frutas y hortalizas (Thai, 1993). Se llega de este

modo a la propuesta simplificada de Juran (1989), según la

cual: “Calidad es la aptitud para el uso”.

Ante la heterogeneidad que presenta el limón para rea-

lizar la evaluación de su calidad en las distintas condiciones

de cultivo, adoptamos el criterio de Coya (1964), que para la

evaluación de la calidad cuantifica diferentes parámetros fí-

sicos, químicos y fisiológicos.

Como consecuencia de lo expuesto anteriormente en este

trabajo, se aborda el estudio de la calidad del limón, consi-

derando tanto factores de calidad comercial, “condición” del

fruto y susceptibilidad frente a la manipulación, como carac-

terísticas intrínsecas relacionadas con la salud. De este modo,

es posible establecer criterios de calidad en función de las

exigencias de las circunstancias de evaluación.

374 ÍNDICE

Influencia de la madera intermedia sobre la calidad del fruto del limonero Verna

3.- Objetivo y plan de trabajo

3.1. Objetivo

En la producción de cítricos, existen muchos factores que

ejercen un importante efecto sobre la cantidad y la calidad

de la cosecha; considerando que el limón “Verna” presenta

algunos problemas en la elección de portainjerto y su in-

fluencia sobre la calidad, se plantea este trabajo que tiene

como objetivo directriz estudiar el efecto de distintas ma-

deras intermedias sobre la producción de esta variedad de

limón y su calidad.

Para ello es necesario conocer tanto los niveles nutricio-

nales del árbol y su influencia sobre la calidad de los frutos,

como los parámetros morfológicos, y características bioquí-

micas de los frutos; así mismo, se considera un análisis de la

adaptación a la comercialización.

3.2. Plan de trabajo

Para la obtención de los objetivos se realizará el estudio

comparativo de la calidad de los limones de la variedad “Ver-

na”, obtenidos sobre distintas combinaciones de “portainjer-

to / madera intermedia” para determinar sus características

comerciales, tanto desde el punto de vista físico y bioquími-

M.ª Teresa Riquelme Torres

375ÍNDICE

co como desde el punto de vista de su resistencia en el pro-

ceso de distribución.

El desarrollo del plan de trabajo, contempla en primer lu-

gar el estudio de las características agronómicas de las parce-

las de estudio, en particular el estado nutritivo de los árboles;

una vez establecido el desarrollo y la nutrición de los árboles,

corresponderá realizar la evaluación de los frutos de acuerdo

con criterios de interés comercial y de cara al consumidor.

Las parcelas de estudio se seleccionan de acuerdo con la

experiencia del Departamento de Citricultura del CIDA, por

su interés en el Sureste de España; se realiza la recolección

en el momento de madurez comercial, se realiza las pruebas

de control detallada en material y métodos. Estas pruebas las

podemos agrupar en las siguientes categorías:

• Características físicas

• Características de madurez

• Susceptibilidad a daños mecánicos

Los resultados y conclusiones de esta serie de determi-

naciones contribuirá a un adecuado conocimiento de la in-

fluencia que las condiciones de producción, en particular

las combinaciones de portainjertos y maderas intermedias,

ejercen sobre la calidad del limón “Verna”.

376 ÍNDICE

Influencia de la madera intermedia sobre la calidad del fruto del limonero Verna

4.-Material y métodos

4.1. Material vegetal

La experiencia se desarrolla sobre diferentes lotes de li-

moneros, cuyas características se reflejan en la tabla 2.

Tabla 2- Características de los limoneros empleados en este ensayo

La toma de muestras tanto de frutos como de hojas, se

realizó en primavera (marzo-mayo), coincidiendo con la épo-

ca comercial de recolección, siendo el momento óptimo para

observar la calidad de los frutos.

Se seleccionaron tres árboles por parcela, teniendo en

cuenta que estos fueran representativos de cada parcela, li-

bres de enfermedades, carencias o alteraciones de otro tipo.

M.ª Teresa Riquelme Torres

377ÍNDICE

4.4. Parámetros a determinar

En la tabla nº 3 se muestran las técnicas de análisis utiliza-

das para la determinación de los parámetros estudiados en

limones de la variedad “Verna” durante la realización de este

trabajo de investigación.

Tabla 3- Parámetros controlados en las diferentes muestras analizadas

378 ÍNDICE

Influencia de la madera intermedia sobre la calidad del fruto del limonero Verna

Fotografía 3- Dispositivos para los ensayos de punción, compresión

y Magness-Taylor para las pruebas de resistencia en limón.

Fotografía 4- Dispositivo de tambor giratorio para la simulación

de manipulación y generación de daños mecánicos.

M.ª Teresa Riquelme Torres

379ÍNDICE

4.5. Análisis estadístico

Para determinar los efectos de las distintas maderas inter-

medias (naranjo Blanco, naranjo W. Navel, naranjo Berna, lima

Dulce, mandarino Cleopatra, naranjo Cipó, naranjo Sanguino,

y el testigo sin madera intermedia) sobre los factores de cali-

dad de los frutos: color, peso, índice de madurez, flavonoides,

ácido ascórbico y azúcares entre otros, se realizó un Análi-

sis de la Varianza (Anova) de un factor, para cada uno de los

ensayo a 8 niveles, correspondientes a las distintas maderas

intermedias empleadas.

Por otro lado, también se intentó conocer cómo los frutos

al tambor giratorio y comparándolos a lo largo de un tiempo

de almacenamiento en cámara de 5 semanas; en el diseño

estadístico de esta experiencia se consideraron para su estu-

dio los factores básicos:

A: madera intermedia (a 8 niveles, como en el estudio ante-

rior)

B: tiempo de almacenamiento a 6 niveles (0, 7, 14, 21, 28,

y 35 días)

Para estudiar entre que niveles, del factor considerado, las

diferencias fueron estadísticamente significativas se realiza-

ron contrastes ortogonales aplicando el test de Tukey (inter-

valo de confianza al 95%).

380 ÍNDICE

Influencia de la madera intermedia sobre la calidad del fruto del limonero Verna

Todos estos análisis se utilizaron con el paquete informá-

tico de estadística SPSS 11.0.1 para Windows.

5.- Resultados y discusión

5.1. Análisis foliar de macro y micronutrientes

Las concentraciones de nitrógeno obtenidas (Figura 3)

son muy homogéneas en todos los árboles, solo se observan

diferencias significativas entre los valores de las combinacio-

nes “naranjo amargo / naranjo Berna” y “C. macrophylla/ lima

Dulce”.

En cuanto a los niveles de fósforo (Figura 4), se pueden

apreciar significativamente dos grupos, en el que se separan

los árboles con Citrus macrophylla que tienen valores más

elevados (a excepción de “C.macrophylla/ naranjo Sangui-

na”) frente a los correspondientes con NA.

Para las concentraciones de potasio (Figura 5) se com-

prueba que los niveles de todas las muestras son inferiores

a los aconsejados para limonero “Verna”, siendo los valores

más bajos para lima Dulce y los más altos para naranjo Blan-

co como madera intermedia.

Para el calcio los resultados obtenidos (Figura 6) para las

maderas intermedias naranjo W. Navel, naranjo Berna, naran-

jo Cipó y naranjo Sanguina, superan los limites de normali-

M.ª Teresa Riquelme Torres

381ÍNDICE

Figura 3 - Concentración de ni-

trógeno en hojas, en función de

la madera intermedia ( x̄ ± SD).

2 4 6 8

N (%

)

0,0

0,5

1,0

1,5

2,0

2,5

N.Bl

anco

N.W

.Nav

elN.

Bern

aLi

ma

Dulce

M.C

leop

atra

N.Ci

póN.

Sang

uino

Sin

mad

.inte

rmed

ia

2 4 6 8

P (%

)

0,00

0,02

0,04

0,06

0,08

0,10

0,12

0,14

0,16

N.Bl

anco

N.W

.Nav

elN.

Bern

aLi

ma

Dulce

M.C

leop

atra

N.Ci

póN.

Sang

uino

Sin

mad

.inte

rmed

ia

Figura 4 - Concentración de fósfo-

ro en hojas, en función de la made-

ra intermedia ( x̄ ± SD).

2 4 6 8

K (%

)

0,0

0,2

0,4

0,6

0,8

N.Bl

anco

N.W

.Nav

elN.

Bern

aLi

ma

Dulce

M.C

leop

atra

N.Ci

póN.

Sang

uino

Sin

mad

.inte

rmed

ia

2 4 6 8

Ca

(%)

0

2

4

6

N.Bl

anco

N.W

.Nav

elN.

Bern

aLi

ma

Dulce

M.C

leop

atra

N.Ci

póN.

Sang

uino

Sin

mad

.inte

rmed

ia

Figura 5 - Concentración de po-

tasio en hojas, en función de la

madera intermedia ( x̄ ± SD).

Figura 6 - Concentración de calcio

en hojas, en función de la madera

intermedia ( x̄ ± SD).

382 ÍNDICE

Influencia de la madera intermedia sobre la calidad del fruto del limonero Verna

dad; los valores más bajos se dan para madera intermedia de

mandarino Cleopatra y los valores más altos

Finalmente, para los niveles foliares obtenidos del análisis

del magnesio (Figura 7), se distinguen claramente diferen-

cias significativas, distinguiéndose 3 grupos:

• Naranjo Blanco

• Naranjo W. Navel, naranjo Berna, naranja Sanguina, Tes-

tigo (sin madera)

• Lima Dulce, mandarino Cleopatra, naranjo Cipó

Estos cinco macroelementos analizados influyen amplia-

mente en la calidad de los frutos, por lo que sus efectos no

pueden ser considerados independientemente de los efec-

tos sobre la cosecha.

En este trabajo se comprueba que existe una baja corre-

lación entre los niveles nutricionales y los parámetros de

calidad, probablemente como consecuencia bien de la va-

riabilidad interna de las muestras de cada lote, o bien por

la homogeneidad en el contenido de los diferentes elemen-

tos.

M.ª Teresa Riquelme Torres

383ÍNDICE

Figura 7- Concentración de magnesio en hojas, en función de la madera

intermedia ( x̄ ± SD).

5.2. Parámetros físicos del fruto

Diámetro de los frutos

Según la figura 8, los valores del diámetro para todas las

muestras superan los mínimos establecidos por las normas

de comercialización (45 mm).

Los frutos obtenidos con Citrus macrophylla como patrón

presentan los calibres mayores. Solo se observan diferencias

significativas entre los valores mínimos (naranjo Blanco) y

los valores máximos (lima Dulce).

2 4 6 8

Mg

(%)

0,0

0,2

0,4

0,6

N.Bl

anco

N.W

.Nav

elN.

Bern

aLi

ma

Dulce

M.C

leop

atra

N.Ci

póN.

Sang

uino

Sin

mad

.inte

rmed

ia

384 ÍNDICE

Influencia de la madera intermedia sobre la calidad del fruto del limonero Verna

Peso de los frutos

Los valores obtenidos (Figura 9) en cuanto a peso superan

en todos los lotes los 129 g (valores habituales para la varie-

dad “Verna”).

Los limones obtenidos sobre N. Blanco como madera

intermedia son significativamente menores de peso que

el resto de las muestras, mientras que los producidos so-

bre madera intermedia de naranjo W.Navel y naranjo Berna

presentan pesos intermedios frente al resto de los lotes que

tienen valores más elevados que corresponden a los árboles

con patrón Citrus macrophylla y el testigo diferencia que no

se podían apreciar en los valores del diámetro.

Diá

met

ro (m

m)

0

20

40

60

80

N.Bl

anco

N.W

.Nav

elN.

Bern

aLi

ma

Dulce

M.C

leop

atra

N.Ci

póN.

Sang

uino

Sin

mad

. int

erm

edia

2 4 6 8

Pes

o de

l fru

to (g

)

0

50

100

150

200

N.Bl

anco

N.W

.Nav

elN.

Bern

aLi

ma

Dulce

M.C

leop

atra

N.Ci

póN.

Sang

uino

Sin

mad

.inte

rmed

ia

Figura 8 -Diámetro de los frutos, en función de la madera intermedia ( x̄ ± SD).

Figura 9 - Peso medio de los frutos, en función de la madera intermedia ( x̄ ± SD).

M.ª Teresa Riquelme Torres

385ÍNDICE

Espesor de la corteza

Por otro lado, el espesor de corteza muestra valores en

el Citrus macrophylla significativamente mayores que los de-

más lotes con independencia del tipo de madera intermedia

(Figura 10).

Se comprueba que existen diferencias en el espesor de

los distintos lotes, entre el valor mínimo correspondiente a

la combinación “naranjo amargo / naranjo Blanco” y el valor

máximo “C. macrophylla/ lima Dulce” o “C. macrophylla/ man-

darino Cleopatra”.

Figura 10 -Espesor de la corteza de los frutos (mm), en función de la madera intermedia ( x̄ ± SD).

Espe

sor d

e la

cor

teza

(mm

)

0

2

4

6

8

N.Bl

anco

N.W

.Nav

elN.

Bern

aLi

ma

Dulce

M.C

leop

atra

N.Ci

póN.

Sang

uino

Sin

mad

.inte

rmed

ia

386 ÍNDICE

Influencia de la madera intermedia sobre la calidad del fruto del limonero Verna

Fracciones del fruto y semillas

Aunque el limón “Verna” tiene corteza gruesa (56-60%),

posee buen contenido en zumo como puede apreciarse en

la figura 11, ya que en todas las muestras el contenido en

zumo está por encima del 30% por lo que se superan amplia-

mente las exigencias de las normas de calidad; destacando

con los valores más altos el testigo (≈37%), seguido por la

combinación de “naranjo amargo / naranjo Blanco”.

%

0

10

20

30

40

50

60

% Corazón % Corteza % Zumo

N.Bl

anco

N.W

.Nav

elN.

Bern

aLi

ma

Dulce

M.C

leop

atra

N.Ci

póN.

Sang

uino

Sin

mad

.inte

rmed

ia

Figura 11-Fracciones del fruto (%), zumo, corteza y corazón, en función

de la madera intermedia ( x̄ ± SD).

M.ª Teresa Riquelme Torres

387ÍNDICE

Para el contenido en zumo solo se observan diferencias

significativas entre los valores mínimos de naranjo Berna y

los máximos del Testigo, no existiendo diferenciación entre

las restantes maderas intermedias.

Color de la epidermis

Los datos de color obtenidos por reflexión, representados

en la figura 12, ponen de manifiesto que en los limones reco-

lectados, se han obtenido valores comprendidos entre –2,32

y –1,04 que se corresponde con un color amarillo-verdoso.

ICC

-3

-2

-1

0

1

N.W

.Nav

el

N.Bl

anco

N.Be

rna

Lim

aDu

lceM

.Cle

opat

raN.

Cipó

N.Sa

ngui

noSi

nm

ad.in

term

edia

Figura 12 - Índice de color de la epidermis de los frutos, en función de la

madera intermedia ( x̄ ± SD).

388 ÍNDICE

Influencia de la madera intermedia sobre la calidad del fruto del limonero Verna

Aunque este rango de variación es muy pequeño, se han

observado diferencias estadísticamente significativas entre

los frutos obtenidos con Citrus macrophylla y los de naran-

jo amargo; esta diferencia observada entre ambos patrones,

puede estar originada por factores de tipo microclimático y

nutricional, a pesar de que los portainjertos vigorosos retra-

san la evolución del color de los cítricos; en este trabajo el

Citrus macrophylla presenta valores de color más altos.

5.3. Propiedades mecánicas

Se han desarrollado diferentes pruebas que nos permiten

valorar tanto las características de aceptación por parte del

consumidor como la sensibilidad o susceptibilidad del limón

frente acciones mecánicas.

Compresión hasta deformación del 1% del diámetro

En la prueba de compresión, los lotes de frutos obtenidos

con naranjo amargo como portainjerto, se sitúan en un ran-

go inferior que los frutos recolectados sobre Citrus macro-

phylla, observándose diferencias significativas entre ambos

(Figura 13). Sin embargo, aunque no existen diferencias en

función de la madera intermedia empleada, según los valo-

res, los frutos más firmes son los obtenidos sobre mandarino

M.ª Teresa Riquelme Torres

389ÍNDICE

Cleopatra y los menos firmes los recolectados sobre naranjo

Blanco.

Punción de la piel

En el estudio de punción de la piel, para evaluar la resis-

tencia frente a acciones de incisión, no se ha encontrado di-

ferencia significativa alguna ni entre diferentes patrones, ni

maderas intermedias (lo que nos hace pensar, que el método

de punción, en cítricos, no sea suficientemente preciso), (Fi-

gura 14).

Figura 13- Deformación (fuerza

/desplazamiento) hasta una com-

presión del 1% del diámetro, en

función de la madera intermedia ( x̄ ± SD).

F/D

(N/m

m)

0

10

20

30

N.Bl

anco

N.W

.Nav

elN.

Bern

aLi

ma

Dulce

M.C

leop

atra

N.Ci

póN.

Sang

uino

Sin

mad

.inte

rmed

ia

Fuer

za m

áxim

a (N

)

0,0

0,5

1,0

1,5

2,0

2,5

N.Bl

anco

N.W

.Nav

elN.

Bern

aLi

ma

Dulce

M.C

leop

atra

N.Ci

póN.

Sang

uino

Sin

mad

.inte

rmed

ia

Figura 14- Fuerza de resistencia

máxima frente a la punción de la

piel (N), en función de la madera

intermedia ( x̄ ± SD).

390 ÍNDICE

Influencia de la madera intermedia sobre la calidad del fruto del limonero Verna

Ensayo Magness-Taylor

El ensayo de penetración Magness-Taylor, determina la

resistencia del albedo, encontrandose valores mínimos para

“naranjo amargo/ naranjo Blanco” y valores máximos para

“C.macrophylla/ mandarino Cleopatra” (Figura 15).

Figura 15- Fuerzas de resistencia máxima de penetración (N), en fun-

ción de la madera intermedia ( x̄ ± SD).

Fuer

za m

áxim

a (N

)

0

5

10

15

20

25

30

35

N.Bl

anco

N.W

.Nav

elN.

Bern

aLi

ma

Dulce

M.C

leop

atra

N.Ci

póN.

Sang

uino

Sin

mad

.inte

rmed

ia

M.ª Teresa Riquelme Torres

391ÍNDICE

Con estos 3 ensayos mecánicos se comprueba que los

frutos obtenidos sobre portainjerto Citrus macrophylla se

incluyen en el grupo de mayor firmeza.

5.4. Susceptibilidad a daños mecánicos

Para evaluar la susceptibilidad de los limones frente a da-

ños mecánicos se hace un seguimiento en cámara frigorífica

a lo largo de varias semanas; en nuestro estudio, estas reper-

cusiones las hemos evaluado en función de tres factores:

1) Evolución del peso del fruto.

2) Medida del color del fruto

3) Evaluación subjetiva de la calidad

Evolución del peso del fruto

En los resultados correspondientes a los lotes de control

representados en la figura 16, se comprueba una progresiva

perdida de peso, que después de 5 semanas muestra un va-

lor entre 8,5 y 15% sin que se detecten diferencias estadísti-

camente significativas entre los distintos lotes.

Los frutos que han sido expuestos a lesiones de tambor

giratorio, presentan una mayor perdida de peso al final del

seguimiento, mostrando valores comprendidos entre 12,6 y

25,0% valores significativamente superiores a los registrados

en los frutos de control.

392 ÍNDICE

Influencia de la madera intermedia sobre la calidad del fruto del limonero Verna

Figura 16- Evolución del peso de los limones, en función de la madera-intermedia. Muestras de control y muestras sometidas a tratamiento en eltambor giratorio.

0 1 2 3 4 5

% P

eso

707274767880828486889092949698

100102

Semanas

0 1 2 3 4 5

% P

eso

707274767880828486889092949698

100102 CONTROL

TAMBOR

y = 98,58 - 3,76 x

r2 =0,86

y = 99,35 - 2,42 x

r2 = 0,81

N. amargo

C. macrophylla

M. Cleopatra

N. blanco

N. W. Navel

N. Berna

Lima dulce

N. Cipó

N. sanguino

Sin mad. interm.

Recta de regresión

M.ª Teresa Riquelme Torres

393ÍNDICE

C. macrophylla

N. amargo

Semanas

0 1 2 3 4 5

ICC

-2,5

-2,0

-1,5

-1,0

-0,5

0,0TAMBOR

C. macrophylla

N. amargo

Semanas

0 1 2 3 4 5

ICC

-2,5

-2,0

-1,5

-1,0

-0,5

0,0CONTROL

y= -1'47+ 0'14 X

y= 1'41+ 0'17 X

N.Blanco N.W.Navel N.Berna Lima Dulce M.Cleopatra N.Cipó N.Sanguino Sin mad.interm.

Figura 17- Evolución del índice de color (ICC) de los limones, en función

de la madera intermedia. Muestras de control y muestras sometidas

a tratamiento en eltambor giratorio.

394 ÍNDICE

Influencia de la madera intermedia sobre la calidad del fruto del limonero Verna

Se observa que los frutos obtenidos sobre portainjerto

Citrus macrophylla presentan significativamente mayor per-

dida de peso que los correspondientes a naranjo amargo, sin

embargo, no se advierten diferencias atribuibles a los distin-

tos tipos de madera intermedia.

Evolución del color del fruto

Los resultados de la evolución del ICC ponen de manifies-

to el incremento de la intensidad del color amarillo duran-

te el almacenamiento. En las gráficas (Figura 17) se puede

observar además que los frutos sometidos a tratamiento en

tambor giratorio muestran una evolución ligeramente mas

intensa, como puede observarse por la pendiente de la recta

de regresión.

También es apreciable en ambos casos la separación en

dos grupos de las curvas correspondientes a cada uno de los

patrones.

Evaluación subjetiva de la calidad

Durante el periodo de seguimiento en cámara, se valo-

ró la firmeza de los frutos a partir de la 3ª semana y hasta

que culminó el ensayo. Esta evaluación subjetiva, consistió

en puntuar cada limón individualmente en una escala de 0 a

5 (conforme iban perdiendo firmeza los frutos). Así podemos

M.ª Teresa Riquelme Torres

395ÍNDICE

TAMBOR

Semanas

3 4 5 6

Firm

eza

0,0

0,5

1,0

1,5

2,0

2,5

3,0

3,5

4,0

CONTROL

Semanas

3 4 5 6

Firm

eza

0,0

0,5

1,0

1,5

2,0

2,5

3,0

3,5

4,0

C. macrophylla

N. amargo

N. Blanco

N. W. Navel

N. Berna

Lima Dulce

M. Cleopatra

N. Cipó

N. Sanguino

Sin mad. intermedia

Figura 18- Evolución de la firmeza medida subjetivamente, en función

de la madera intermedia. Muestras de control y sometidas al tambor

giratorio.

396 ÍNDICE

Influencia de la madera intermedia sobre la calidad del fruto del limonero Verna

observar en la figura 18 que los frutos que han sido someti-

dos al tratamiento del tambor durante 5 minutos, están más

blandos que los que no pasaron por el tambor, como conse-

cuencia de los golpes recibidos.

Además, mientras para los limones CONTROL aparecen

casi todos los datos agrupados, para los limones del TAMBOR

se distinguen perfectamente dos grupos correspondientes a

ambos portainjertos (Citrus macrophylla y naranjo amargo).

También se observó en la 4ª semana la percepción sub-

jetiva de los golpes que han podido recibir los limones du-

rante su manipulación (Figura 19). Sin duda, los limones más

magullados son los que se han sometido a tratamiento en

tambor giratorio, destacando con un % mayor de golpes los

frutos obtenido sobre el portainjerto Citrus macrophylla. De

todos los lotes ensayados la menor susceptibilidad frente

a daños mecánicos la presentan los limoneros con naranjo

Blanco como madera intermedia y la mayor susceptibilidad

los limoneros con mandarino Cleopatra como madera inter-

media.

M.ª Teresa Riquelme Torres

397ÍNDICE

Gol

pes

0

1

2

3

N.Bl

anco

N.W

.Nav

elN.

Bern

aLi

ma

Dulce

M.C

leop

atra

N.Ci

póN.

Sang

uino

Sin

mad

.inte

rmed

ia

Control Tratamiento

Figura 19- Nivel de lesiones originadas en los frutos por daños mecánicos

observados en la 4ª semana de conservación en cámara, en función de

la madera intermedia.

398 ÍNDICE

Influencia de la madera intermedia sobre la calidad del fruto del limonero Verna

5.5 Parámetros químicos determinados en el fruto

Contenido en ácidos orgánicos: ácido ascórbico

En las determinaciones de ácido ascórbico realizadas (Fi-

gura 20), se presentan valores comprendidos entre 18,0 mg/

100ml (naranjo Cipó) y 32,7 mg/100ml (naranjo Blanco), que

nos pone de manifiesto la riqueza del limón en vitamina C;

aunque este intervalo es muy amplio, no existen diferencias

significativas entre los distintos lotes ensayados probable-

mente como consecuencia de la dispersión de valores en las

determinaciones de cada muestra.

mg

/ 100

ml

0

10

20

30

40

N.Bl

anco

N.W

.Nav

elN.

Bern

aLi

ma

Dulce

M.C

leop

atra

N.Ci

póN.

Sang

uina

Sin

mad

.inte

rmed

ia

Figura 20- Contenido de ácido ascórbico en el zumo de limón, en fun-

ción de la madera intermedia ( x̄ ± SD).

M.ª Teresa Riquelme Torres

399ÍNDICE

Figura 21- Contenido en flavonoides en los frutos, en función de la ma-

dera intermedia ( x̄ ± SD).

Contenido en flavonoides

Durante muchos años, el único flavonoide conocido en

limón era la hesperidina, no obstante en este trabajo se re-

flejan 4 tipos de flavonoides actualmente identificados en

limón.

De acuerdo con los resultados obtenidos (Figura 21), el

flavonoide mayoritario es la diosmetina con contenidos su-

periores al 50% del contenido total, cuyo intervalo varía en-

tre el valor mínimo de 415,08 mg/l (mandarino Cleopatra) y

el máximo de 1070,58 mg/l (naranjo Berna).

mg

/ l

0

200

400

600

800

1000

1200

N.Bl

anco

N.W

.Nav

elN.

Bern

aLi

ma

Dulce

M.C

leop

atra

N.Ci

póN.

Sang

uino

Sin

mad

.inte

rmed

ia

Eriocitrina (mg/l)Diosmetina (mg/l)Hesperidina (mg/l)Diosmina (mg/l)

400 ÍNDICE

Influencia de la madera intermedia sobre la calidad del fruto del limonero Verna

En nuestras muestras, el 2º flavonoide más abundante

por orden de importancia es la hesperidina.

Los resultados mostrados en este trabajo respecto a la

influencia del portainjerto y la madera intermedia sobre el

contenido de flavonoides es la 1ª vez que se determinan,

comprobándose que los frutos obtenidos sobre naranjo

amargo presentan valores significativamente superiores a

los obtenidos sobre Citrus macrophylla.

Figura 22- Contenido de azúcares en el zumo de limón, en función de la madera

intermedia ( x̄ ± SD).

mg

/ l

0,0

0,2

0,4

0,6

0,8

1,0

N.Bl

anco

N.W

.Nav

elN.

Bern

aLi

ma

Dulce

M.C

leop

atra

N.Ci

póN.

Sang

uino

Sin

mad

.inte

rmed

ia

Sacarosa (mg/l)

Glucosa (mg/l)

Fructosa (mg/l)

Sorbitol (mg/l)

M.ª Teresa Riquelme Torres

401ÍNDICE

Contenido en azúcares

Los resultados obtenidos en la determinación del conte-

nido de azucares en el zumo de limón (Figura 22), ponen de

manifiesto que los azucares predominantes son fructosa y

glucosa, y con contenidos inferiores sacarosa y sorbitol.

El rango del contenido en fructosa varía entre el valor mí-

nimo 0,41 mg/l determinado en los limones obtenidos sobre

madera intermedia de naranjo Berna y el valor máximo 0,72

mg/l correspondiente a los frutos recolectados sobre árbo-

les sin madera intermedia.

Sin embargo, al realizar el estudio estadístico de compa-

ración de medias, no se han determinado diferencias signifi-

cativas en ninguno de los azucares analizados.

6.-Conclusiones

• Los óptimos niveles nutritivos de los árboles, no permiten

establecer diferencias de los parámetros de calidad en fun-

ción del nivel nutricional.

• Los limones obtenidos con patrón Citrus macrophylla, con

independencia de la madera intermedia, tienen mayor peso

y espesor de corteza.

• Los limones obtenidos con patrón de Citrus macrophylla

son más sensibles a la manipulación y daños mecánicos.

402 ÍNDICE

Influencia de la madera intermedia sobre la calidad del fruto del limonero Verna

• El contenido total de flavonoides en el zumo de limón ob-

tenido sobre pie de naranjo amargo es superior que en los

limones obtenidos sobre Citrus macrophylla.

• La calidad de los limones depende de las características de

la planta; la incidencia es mayor por efecto del portainjer-

to que por la madera intermedia, con una mayor evolución

posrecolección en los frutos obtenidos sobre Citrus macro-

phylla.

• Es necesario ratificar estos resultados con un desarrollo ex-

perimental mas completo, que permita contrastar mejor los

diferentes factores.

7.- Bibliografía

AGUSTÍ, M.; ALMELA, V. 1994. La calidad del fruto en los cítricos.

En: Temas citrícolas, pp: 32-37. Ed. Edipublic, S.L. Valencia.

AMORÓS, M. 1999. Producción de agrios. Ed. Mundi-Prensa. Ma-

drid.

ANECOOP. 2002. Productos ANECOOP: Cítricos-Limón. Ed.

ANECOOP. Valencia.

ARNAO, M. B.; CANO, A.; ACOSTA, M. 1998. La actividad antioxidan-

te total de zumos de cítricos como factor de calidad del

producto. Levante Agrícola, 37(1): 60-65.

M.ª Teresa Riquelme Torres

403ÍNDICE

CARLOS, E. F.; DONADIO, L. C. 1996. Interstocks Between Pera Sweet

Orange and Rangpur Lime. Proc. Int. Soc. Citriculture, 1:

221-224.

CHEN, P.; YAZDANI, R. 1991. Prediction of apple bruising due to

impact on different surfaces. Transactions of the ASAE,

34(3): 956-61.

COHEN, A.; GOELL, A. 1988. Using the graduated irrigation ex-

perimental mode for determining optimal irrigation re-

queriments of Citrus Texas. Proc. Int. Soc. Citriculture, 2:

753-760.

COYA, Y. 1964. L’influence de la nutrition mineral sur la valeur

alimentaire et technologique des resultes. Journé d’etu-

des sur la qualité des produits alimentaires. Ed. CNRA. Ver-

salles, France.

DU PLESSIS, S. F.; KOEN, T. J. 1988. The effect of N and K fertilisation

on yield and fruit size of Valencia. Proc. Int. Soc Citricultu-

re, 2: 663-672.

EUREPGAP. 2002. EUREPGAP. Protocol for fresh fruit and ve-

getables. Ed. EUREPGAP, Gmbh. Cologne; Germany; (http//

www.eurep.org).

FALLAHI, E.; ROSS, D.; MONSAVI, Z. 1990 Growth, yield, and fruit qua-

lity of light lemon cultivars in Arizona. J. Am. Soc. Hort. Sci.,

115(1): 6-8.

404 ÍNDICE

Influencia de la madera intermedia sobre la calidad del fruto del limonero Verna

FLORKOWSKI, W. J. 2000. Economics of quality. In: Fruit & Vege-

table Quality. An integrated view, pp: 227-245. Ed. R.L.

Shewfelt and B. Brükner. Technomic Publishing Co. Lan-

caster, Pennsylvania, USA.

GARCÍA-LIDÓN, A. 2001. Perspectivas del limonero en España.

Tendencias de futuro. Jornadas técnicas del limón. Murcia

20-30 Noviembre (en prensa).

GARCÍA-LIDÓN, A.; ORTIZ, J. 1983. Variedades de limonero, selec-

ción clonal. Ed. I.N.I.A., H.T. nº 52. Madrid.

GARCÍA-LIDÓN, A.; PORRAS, I. 1996.Limonero en la Región de Mur-

cia; Agricultura 65(4): 413-414.

GARCÍA-LIDÓN, A.; PORRAS, I.; GONZÁLEZ, D.; ORTIZ, J. M. 1988. First Re-

sults of the clonal selection programme for lemon trees

in Spain. Proc. Int. Soc. Citriculture, 1: 207-214.

GARCÍA-LIDÓN, A.; PORRAS, I.; ORTIZ, J. M. 1991 Citricultura en la

Región de Murcia. Situación actual y tendencias. Ed. Agrí-

cola Vergel, 10(4): 197-201.

GLIDDEN, H. W. 1937. The lemon in Asia and Europe. J. Amer

Hort., Soc. 57: 381-396.

GONZÁLEZ-SICILIA, E. 1968. El cultivo de los agrios. Ed. INIA; Valen-

cia.

HARTMANN, H. T.; KESTER, D. E. 1983. Plant propagation principles

and practices. Prentice-Hall, Inc., 1: 343-398.

M.ª Teresa Riquelme Torres

405ÍNDICE

HODGSON, R. W. 1967. Horticultural varieties of citrus. In: The Ci-

trus Industry. Ed. W. Reuther, L.D. Batchelor, and H.J. Web-

ber, Univ. California, I(4): 431-591.

INTRIGLIOLO, F.; STARRANTINO, A. 1988. Nutritional features of 16 clo-

nes of lemon. Proc. Int. Soc. Citriculture, 2: 673-679.

JURAN, J. M. 1989. Juran on leadership for Quality- An executi-

ve Handbook. The Free Press. New York, USA.

KRAMER, A.; TWING, B. A. 1970. Fundamentals of Quality Control

for the Food Industry. AVI Westpport. Connecticut. USA.

KREZDOM, A. H. 1978. Interstocks for tree size control in citrus.

Pro. Fla. State Hort. Soc., 91:50-52.

LOUSSERT, R. 1992. Los agrios. Ed. Mundi-Prensa. Madrid.

LUCAS, A.; GARCÍA-LIDÓN, A.; UREÑA, R. 1998. Normas Técnicas de

Producción Integrada de Cítricos. En: Producción Integra-

da de: Normativa Reguladora. Ed. Consejería de Medio

Ambiente, Agricultura y Agua. Murcia.

MAPA. 1992. Normas de calidad para frutas y hortalizas. Ed.

Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Madrid.

MAPA. 2000. Anuario de Estadística Agroalimentaria. Ministe-

rio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Madrid. (http://

www.mapya.es)

MARTÍNEZ-MADRID, M. C.; FLORES, F.; ROMOJARO, F. 2000. Factores que

determinan la calidad dela producción hortofrutícola. En:

406 ÍNDICE

Influencia de la madera intermedia sobre la calidad del fruto del limonero Verna

Post-recolección de Frutas y Hortalizas. V Simposio Na-

cional y II Ibérico, pp: 219-224. Ed. A. Marrero, MªG. Lobo.

Instituto Canario de Investigaciones Agrarias. La Laguna,

Tenerife.

ORTIZ, J. M.; GARCÍA-LIDÓN, A. 1982. Portainjertos de limonero.

Comunicaciones I.N.I.A., H.T. nº 47. Madrid.

ORTIZ, J. M.; GARCÍA-LIDÓN, A.; TADEO, J. L.; FERNÁNDEZ, L. 1984. Roots-

tock effect on fruit and juice characteristic of lemons. Proc.

Int. Soc. Citriculture, I: 50-53.

PORRAS, I.; ALCOLEA, V.; GARCÍA, F.; SÁNCHEZ, M.; GARCÍA-LIDÓN, A., Co-

nesa, A. 2001a. Estudio comparativo de a producción del

limonero Fino 49 sobre los patrones (Citrus macrophylla

Wester) y naranjo amargo (Citrus aurantium L.). Levante

Agrícola, 40(1): 60-65.

PORRAS, I.; GARCÍA-LIDÓN, A.; SÁNCHEZ, M.; ESPINOSA, A. 1992. Estudio

comparativo de la productividad del limonero Fino (Clon

49) sobre los patrones Citrus macrophylla y naranjo amar-

go. Ed. Levante Agrícola, 31 (2): 93-96.

PORRAS, I.; GARCÍA-LIDÓN, M.; GARCÍA-LIDÓN, A. 2000. Limonero Ver-

na: clones selectos. Levante Agrícola, 39(2):141-152.

PORRAS, I.; GARCÍA-LIDÓN, M.; PÉREZ, F. 2001b. Citricultura en la Re-

gión de Murcia. Ed. Agrícola Vergel, 20(5): 238-251.

M.ª Teresa Riquelme Torres

407ÍNDICE

PRIMO, E. 1979. Cítricos y derivados. En: Química agrícola III, ali-

mentos, pp: 373-442. Ed. Alambra, S.A. Madrid (España).

RIQUELME, F.; ROCA, M. A. 1999. Especificaciones de control de

frutas: Limón. Ed. Federación de Cooperativas Agrarias de

Murcia.

ROOSE, M. L.; COLE, D. A.; TAQUÍN, D.; KUPPER, R. S. 1989. Yield and

tree size of four citrus cultivars on 21 rootstocks in Califor-

nia. J. Amer. Soc. Hort. Sci., 114(4): 678-684.

RUIZ-ALTISENT, M.; RIQUELME, F.; JARÉN, C. 1991. Ensayos mecánicos

en variedades de albaricoque. Actas de la Conferencia In-

ternacional de Maquinaria Agrícola (CIMA), FIMA. Zarago-

za (10-12 abril).

RUSSO, F. 1973. Rootstocks experiments for lemons and orang-

es. Proc. Int. Citriculture, 2: 153-162.

– Portinnesti e propagazione. En: Trattato di agrumicolture.

Ed. P. Spina, Edagricole, Bolonie, pp: 289-340.

SHEWFELT, R. L. 1993. Measuring quality and maturity. In: Post-

harvest handling: At systems approach, pp: 100-124. Ed:

R.L. Shewfelt and S. E. Prussia. Academia Press, Inc. San Di-

ego, California, USA.

SINCLAIR, W. B. 1984. The Biochemistry and physiology of The

Lemon and other citrus fruits. Ed. University of California,

Division of Agriculture and Natural Resources. USA.

408 ÍNDICE

Influencia de la madera intermedia sobre la calidad del fruto del limonero Verna

THAI, C. N. 1993. modelling quality characteristics. In: Posthar-

vest handling: A systems approach. Ed. R.L. Shewfelt and

S.E. Prusia. Academia Press, Inc., pp: 167-185. San Diego,

California, USA.

USDA. 2002. United States Standars for Grades of Lemons.

Quality Standars-Fresh Fruits and Vegetables. Ed. Fresh

Products Branch. Standardization Section. http//www.

ams.usda.gov/standars/frutmrkt.htm. Fruit and Vegeta-

ble Programme. Washington D.C., USA.

ZARAGOZA, S. 2000. El cultivo de los cítricos en España. En: En-

fermedades de los cítricos, pp: 15-19. Ed. N. Durán, P. More-

no. Mundi-Prensa. Madrid.

ZARAGOZA, S.; ALONSO, E. 1980. La poda mecanizada de los agrios

en España. Ed. INIA, Serie Producción Vegetal, 12: 157-

180.

– 1981. La frecuencia de la poda normal de los agrios. Ana-

les INIA, 15: 1-33.

ZARAGOZA, S.; TRENOR, I.; ALONSO, E. 1990. Influencia del aclareo so-

bre el calibre de los frutos de la Satsuma Clausellina. Ed.

Levante Agrícola, 29(3): 156-160.

M.ª Teresa Riquelme Torres

409ÍNDICE

Lorena Amorós Blasco

El abismo de la mirada:Ruptura y muerte con la identidad

pasada desde la práctica del autorretrato contemporáneo

El ABISMO DE LA MIRADA: Ruptura y muerte con la iden-

tidad pasada desde la práctica del autorretrato contem-

poráneo, es el título de la tesis que presentamos. En

ella hemos tratado de abordar lo que concierne, más con-

cretamente, a “la experiencia límite en el autorretrato último”,

encontrándonos ante tal afirmación con la doble combina-

ción de nombre + adjetivo (nota 1), encargada de indicar

el planteamiento de nuestro estudio. La primera unión: “ex-

periencia límite”, marca un punto máximo, un extremo, una

frontera, en definitiva, una práctica final, a la que se puede

llegar; y en efecto, los artistas que aparecen en este trabajo,

se aproximan a ella a la hora de abordar y crear sus respec-

tivas obras, bien dentro de un ámbito pictórico, bien teatral,

performativo, cinematográfico o musical... En cuanto a la

segunda combinación: “autorretrato último”, el carácter am-

biguo del adjetivo que acompaña al nombre, nos induce a

pensar en dos posibles formas de entender su contenido:

autorretrato visto como ejercicio que el artista se dirige a

sí mismo en los momentos finales de su vida y autorretrato

contemporáneo, como práctica artística del momento en el

que vivimos. El estudio presentado incluye ambas acepcio-

Lorena Amorós Blasco

411ÍNDICE

nes, teniendo en cuenta el debate surgido del empeño por

definirse, pretensión donde parece existir una pugna entre

las obras de carácter representacional y aquellas de carácter

mostrativo. Una disputa que se ha convertido actualmente

en un tema recurrente para investigadores de todos los cam-

pos artísticos, debido a la contaminación multidisciplinar de

la sociedad en que vivimos: imágenes, textos, eventos, con-

ciertos, obras de teatro, performances, películas, videos y un

largo etcétera, han desestimado los lugares de pensamiento

cerrados y aislados, en “pro” de una mentalidad que empieza

a difundirse fuera de los canales especializados del arte, es

decir, a una dimensión artística que se atiene, en ocasiones, a

las innovaciones de la ciencia y la tecnología como la biónica

(nota 2), la biotecnología (nota 3), la eugenesia (nota 4), las

cuales están haciendo cambiar la concepción de la vida y la

relación con el cuerpo, permitiendo liberar al sujeto de las

obligaciones de una identidad codificada, sustraída a las ca-

tegorías de sexo, raza, edad, que no siempre se corresponden

con el interior de la persona.

El interés por este tema parte de tiempo atrás, con la rea-

lización de nuestro trabajo de iniciación a la investigación

titulado: EL ABISMO DE LA MIRADA: Ruptura y muerte con la

identidad pasada desde la práctica artística de Orlan (1999).

412 ÍNDICE

El abismo de la mirada: Ruptura y muerte con la identidad pasada desde la práctica del autorretrato contemporáneo

Desde la realización del mismo nuestra curiosidad fue in

crescendo, motivándonos a inquirir afanosamente sobre

proyectos de cualquier ámbito artístico relacionados con la

identidad, e insertos dentro de un contexto donde se desa-

rrollan experiencias radicales. Los hallazgos encontrados en

esta fascinante e inquietante travesía nos han llevado a pre-

guntarnos sobre cuál podría ser la imagen del autorretrato

último en dicho panorama extremo, descubriendo a medi-

da que profundizábamos sobre el tema, cómo dicha imagen

parecía estar vinculada a una voluntad de autodestrucción, y

en cierta medida, a una voluntad de autorrepresentación.

El ABISMO DE LA MIRADA: Ruptura y muerte con la identi-

dad pasada desde la práctica del autorretrato contemporáneo,

ha intentado hacer eco de las distintas formas de autorrepre-

sentación/autoexposición del individuo que ha tratado de

llevar el arte y la vida a sus extremos, desde el autorretrato

pictórico próximo a la muerte del artista, donde se evidencia

una transformación particular de los rasgos, en palabras de

Jean Clair, una “desestructuración del rostro” (nota 5), a pro-

yectos actuales de autorretrato, por lo que hemos revisado

nuevamente el caso de Orlan y tratado otros de los que no

teníamos constancia como aquel de David Nebreda (fig. 2).

Lorena Amorós Blasco

413ÍNDICE

No obstante, en este apasionante y no menos resbaladizo

recorrido, se ha dado cabida a otras experiencias artísticas, a

pesar de no tener como fin presentar un proyecto de auto-

rretrato, dado que el resultado de éstas -en los ejemplos que

nos hemos decidimos a tratar-, es muy similar al de los casos

considerados en la premisa inicial. Por ello, nuestra hipótesis

se ha centrado en sondear en qué medida y de qué manera

existe hoy en día un vínculo entre el autorretrato (en las dos

acepciones anteriormente expuestas) y las prácticas de ries-

go, es decir: Cómo se da en la actualidad el autorretrato en la

experiencia límite.

Una hipótesis que nos ha llevado a seguir una metodolo-

gía interdisciplinar, por lo que la forma de abordar su estu-

dio ha sido de carácter plural. La búsqueda y recopilación de

imágenes pictóricas, fotográficas, de documentos asimismo

de este tipo o videográficos, relacionados con el ámbito de la

performance, de películas, de documentales, de videoclips...

ha requerido ya por sí sola una labor investigadora, cuyo ob-

jetivo ansía convocar al lector a una reflexión visual de tipo

comparativo a lo largo de todo el trabajo.

También se ha apoyado la tesis con la referencia a pensa-

dores como Georges Bataille, Emmanuel Levinas, Gilles De-

leuze o Clement Rosset, entre otros, para enriquecer median-

414 ÍNDICE

El abismo de la mirada: Ruptura y muerte con la identidad pasada desde la práctica del autorretrato contemporáneo

te la especificidad de lo verbal, las intuiciones que han ido

tomando forma. Los estudios más contemporáneos, próxi-

mos al tema que nos incumbe, de Mark Dery, Teresa Macrí,

Francesca Alfano Miglietti (FAM), Virginie Luc... nos han ser-

vido enormemente como fuente de información, llegando

a encontrar en ellos coincidencias que no podíamos eludir

dentro del proceso de nuestra investigación y tras un aplica-

do esfuerzo receptivo. Estas analogías nos han reafirmado y

reforzado nuestras intuiciones, como se percibe en el avance

de la lectura de la tesis.

Dicho esto, conviene aludir a la estructura formal de este

estudio, la cual consta de nueve capítulos diferenciados en-

tre sí, pero que a su vez se relacionan entre ellos como una

especie de círculos concéntricos que se interseccionan, pues

los unos remiten a los otros constantemente, así como a los

epígrafes y anexos de que están compuestos, los cuales per-

tenecen a parcelas distintas dentro del arte como la pintura,

la fotografía, la performance, el cine o la música. Este sistema

de organización, favorece la reflexión visual de tipo compara-

tivo, cuyo peso en nuestra investigación resulta equivalente

al texto escrito, dado que nuestra formación en Bellas Artes

nos ha llevado a desarrollar un pensamiento poliédrico res-

pecto al arte a través de la reflexión y la práctica del mismo.

Lorena Amorós Blasco

415ÍNDICE

Manteniendo lo expuesto creímos oportuno dar cabida

a un primer capítulo (“Tres ejemplos a modo de introduc-

ción”), concebido como preámbulo necesario para situar al

lector con respecto a la hipótesis sugerida. En él se mues-

tran tres casos muy distintos entre sí, pero que a su vez se

complementan. Relacionados con la pintura, la fotografía y el

cine (campos a los que la tesis alude continuamente), antici-

pan ciertos aspectos de interés que se repiten a lo largo del

estudio y que, más adelante, en la segunda parte, se abordan.

En este sentido, primeramente, refiriéndonos al vínculo entre

la voluntad de autodestrucción y la necesidad de autorre-

presentación, no podíamos eludir la consensuada figura de

Vincent van Gogh, como prototipo de la específica actitud

vital en cuanto a la ligazón arte-vida/autodestrucción-afir-

mación (fig. 3). Una postura que ha dejado huella en la ma-

yoría de los artistas que trataremos. En segundo lugar, opta-

mos por hacer hincapié sobre las tres variantes fotográficas

de Le Noyé (fig. 4) de Hippolyte Bayard, en las que el autor se

representa como un hombre ahogado en periodo de des-

composición, y que hablan de la necesidad de provocación

del creador para reafirmar su presencia. Es así como a través

de la ironía, el fotógrafo preconcibe su muerte reescribiendo

su identidad con el fin de “desatarse”, como diría Sören Kier-

416 ÍNDICE

El abismo de la mirada: Ruptura y muerte con la identidad pasada desde la práctica del autorretrato contemporáneo

kegaard (nota 6); incluso de redimirse, dotando de poder a

la representación. Un método no exento de seguidores en

la investigación que nos ha ocupado. Por último, se decidió

introducir el film de Carl Theodor Dreyer, Vampyr, como otro

de los ejemplos, dada la sublime escena en la que el prota-

gonista, Allan Gray, se enfrenta cara a cara con su cadáver,

con su rostro muerto dentro del ataúd (fig. 5). Una imagen

que constituye una reflexión en torno al tema de la muerte

y que manifiesta el agradable horror (nota 7) que persiguen

ciertos artistas tratados, obsesionados algunos por la auto-

rrepresentación de ese acontecimiento ineludible del ser hu-

mano, y que sólo a través de la ficción artística son capaces

de materializar visualmente desde su propia perspectiva.

A partir de aquí, hemos distinguido tres partes en nues-

tra investigación. La primera parte engloba los capítulos del

segundo al sexto, estableciendo a su vez dos grupos: “Auto-

rretrato al límite” y “Experiencias del arte extremo”, los cuales

se van intercalando. Como comentábamos, en el primero se

trata exclusivamente de aludir a los casos de autorretrato

creado dentro de una situación límite o terminal. El segun-

do, realiza una revisión de las prácticas extremas que en los

60s introdujeron los Accionistas vieneses en el terreno artís-

tico, y que hoy en día han evolucionado como resultado de

Lorena Amorós Blasco

417ÍNDICE

los avances de la ciencia, la medicina y la tecnología. En este

punto del desarrollo del trabajo hemos querido remarcar la

influencia decisiva del Teatro de la Crueldad de Antonin Ar-

taud en los creadores que integran este último grupo, donde

el autor trata de exponer la vida en su lado más crudo y pul-

sional, pues ésta ya no puede ser “recitada”, sino únicamente

mostrada “viva” ante la mirada del público, persiguiendo así

la acción sobre el espectador. Es por ello que hemos conside-

rado importante introducir como anexo, sus dos manifiestos,

puesto que hablan de esta concepción del teatro como co-

municación de la propia experiencia personal y la desapari-

ción de las fronteras entre el espectáculo y la vida. Asimismo

es importante señalar que este amplio panorama artístico

(que abarca los capítulos del dos al cinco) ha querido aplicar-

se a un contexto muy próximo, dentro del presente más cer-

cano posible, sin pretender realizar un estudio general de los

jóvenes creadores del arte emergente. Con tal motivo, dicho

capítulo trata de dar a conocer tres artistas de la Comunidad

Valenciana que en determinadas obras de su trayectoria ar-

tística -todas ellas autorretratos-, comparten de algún modo

la asunción entre autorrepresentación y pulsión de muerte,

a pesar de los abismos estilísticos que los separan. Nos refe-

rimos a Fernando Ñiguez Canales (fig. 6) -a quien la enfer-

418 ÍNDICE

El abismo de la mirada: Ruptura y muerte con la identidad pasada desde la práctica del autorretrato contemporáneo

medad lo empujó a enfrentarse con la imagen de su muerte,

afrontando conscientemente su final-, a Mira Bernabeu (fig.

7, 8) -obstinado en preconcebir su muerte y posterior funeral

ficticios-, y a Emilio Devesa (Pepe Beso Negro) (fig. 9) -cuya

actitud autodestructiva debe entenderse como una forma

de reafirmación de la propia existencia. Sus trabajos electro-

gráficos, fotográficos y pictóricos/performativos respectiva-

mente, tienen como denominador común una evocadora

tensión que puede interpretarse como resultado catártico

del propio acto creador.

Queremos de nuevo recalcar cómo tal estructura segui-

da en esta primera parte, que hemos resuelto alternando

capítulos relacionados íntimamente con una clara intención

de autorretrato, con aquellos otros donde se exponen dife-

rentes experiencias artísticas en las que no existe una volun-

tad, al menos clara del autor, para que puedan denominarse

autorretratos, se ha elaborado de esta manera para hacer

hincapié sobre la premisa inicial que nos ha motivado a la

realización de esta investigación: Autorretrato/ no-autorre-

trato dentro de las prácticas extremas. De esta manera, ca-

sos pertenecientes al segundo capítulo como aquellos que

conforman el epígrafe “Una aproximación al autorretrato en

las postrimerías”, la ineluctable película de Relámpago sobre

Lorena Amorós Blasco

419ÍNDICE

agua de Nicholas Ray (co-dirigida con Wim Wenders), “Los

últimos autorretratos de Antonin Artaud, Francis Bacon y

Arnulf Rainer”; o las obras de David Nebreda y Orlan desta-

cadas en el capítulo cuatro, junto aquellas ya señaladas del

capítulo seis -todas ellas proyectos de autorretrato-, nos han

servido para contrastar, combinar y relacionar a su vez la au-

torreferencialidad presente en los ejemplos pertenecientes

al segundo grupo. Recordemos, “Experiencias del arte extre-

mo”, en el que se ha dado cabida a casos tan paradigmáticos

como aquel de G.G. Allin, dentro del contexto musical, la pe-

lícula Sick, La Vida y la Muerte de Bob Flanagan, Supermaso-

quista de Kirby Dick, aquella de Tetsuo, El hombre de hierro de

Shinya Tsukamoto, en la que el propio director interpreta al

mismo Tetsuo, o el videoclip de Nine Inch Nails, “La felicidad

en la esclavitud”, donde Trent Reznor (lider de la banda) par-

ticipa junto al citado Bob Flanagan.

Así pues, en la segunda parte de nuestro estudio que en-

globa los capítulos siete y ocho: “Sobre la voluntad de au-

todestrucción” y “Consideraciones sobre el autorretrato últi-

mo”, se ha querido vincular los epígrafes y anexos expuestos

en la primera, no obstante sin pretender acuñar una vía fija

e irreversible de lectura. En los dos capítulos, se puede ad-

vertir la alusión insistente al título de la tesis: El ABISMO DE

420 ÍNDICE

El abismo de la mirada: Ruptura y muerte con la identidad pasada desde la práctica del autorretrato contemporáneo

LA MIRADA: Ruptura y muerte con la identidad pasada desde

la práctica del autorretrato contemporáneo, subrayando de

este modo, desde la estructura concéntrica del trabajo y sin

clausurar teóricamente el camino trazado hasta ahora, pun-

tuales cuestiones como la herida, los fluidos corporales, la

comicidad destructora, la recreación y la metamorfosis, la

enfermedad como experiencia límite, la voluntad de exhibi-

ción, la preconcepción de la propia muerte como formas de

autorreferencialidad... Aspectos significativos en los creado-

res que hemos tratado, que demuestran innegablemente la

persistente búsqueda de una identidad libre de ataduras, de

carácter narcisista y contracultural, es decir, que cuestiona o

niega aquellos hábitos que conforman la cotidianidad y las

convenciones del rostro y del cuerpo. Un medio asimismo de

confirmación de la vida, de vivir la vida con intensidad, en el

que, hasta cierto punto, el gusto por el “auto-crimen” del Tea-

tro de la Crueldad de Antonin Artaud, se hace evidente en sus

respectivas obras. Así se reafirman estos artistas dispuestos

a hacer eco en una sociedad cada vez más inquisidora y vio-

lenta, que desea prenderlos como delincuentes. De ahí, tal

vez, las frecuentes alusiones a la figura del Ecce Homo, puesto

que no sólo es ésta la imagen del presentimiento y la toma de

consciencia de la muerte, sino del triunfo del hombre sobre

Lorena Amorós Blasco

421ÍNDICE

ella. Un triunfo impregnado de matices heroicos, donde en la

mayoría de los casos que nos conciernen, el creador se con-

vierte en una especie de héroe que “tiene la posibilidad de

poner a prueba su voluntad y forjar su identidad”(nota 8). Su

figura es equiparable a la del “director de escena”, es decir, a la

figura de un “manipulador” que tiene o cree tener todo bajo

control y por ello sacrifica “lo visible a lo invisible” (nota 9)

Por lo visto, los artistas que nos atañen sólo parecen seducir-

les los espíritus, como diría Cioran, “que se han destruido por

haber querido dar un sentido a sus vidas” (nota 10). Por lo

tanto, tras nuestro trabajo, podríamos afirmar que el estigma

físico viene a ser la forma más suprema de vincular al artista

con la reafirmación de su existencia “verdadera”; la única for-

ma divina de exponerse al mundo a cambio de cierta dosis

de inmortalidad, tras desvincularse de la imagen referencial

para procurarse una imagen autorreferencial.

Hemos podido atisbar cómo en el transcurso de nuestra

investigación, dicha imagen autorreferencial en el contex-

to del dolor, está impregnada en sí misma de una voluntad

de autodestrucción. Voluntad que deviene autorrepresen-

tación en el contexto del dolor. Llamemos entonces a este

particular autorretrato “autorretrato último” y hagamos al-

gunas consideraciones sobre el mismo: Dado que toda obra

422 ÍNDICE

El abismo de la mirada: Ruptura y muerte con la identidad pasada desde la práctica del autorretrato contemporáneo

creativa supone en su límite un esfuerzo de auto-reflexión,

de auto-introversión en uno mismo, es decir: de autorretra-

to (auto-retraere: “traer de nuevo a la luz, hacer revivir a uno

mismo”, “hacerse visible”), conviene señalar que los cambios

más importantes se han producido en relación a las formas

y no tanto al concepto, que se mantiene prácticamente sin

variantes, pero sí con algunos matices destacables, dado

que desde mediados del siglo pasado se ha intensificado el

planteamiento que propone la equiparación de vida y obra.

Un vínculo, que como subraya Pablo Jiménez, “nos permite

entender que el artista es una parte, y no desdeñable, de su

propia obra y, a la inversa, cualquier obra puede, si el artista

así lo señala, entenderse como autorretrato del artista, como

una parte de sí mismo (nota 11). De ahí que sea difícil discer-

nir en ocasiones, lo que es o no autorretrato, cuando además,

tal voluntad de afirmación persiste con la misma fuerza. Des-

de la pintura, la fotografía, la performance, el vídeo y otros

medios novedosos de reproducción de la imagen, el autorre-

trato/la autoexposición se ha extendido hacia todas las par-

celas de la comunicación, incluso como estrategia mediática.

Es por ello que el arte contemporáneo parece “un enorme

autorretrato de artista” (nota 12). Un hecho que, como se-

ñalábamos anteriormente, nos ha llevado a tener en cuen-

Lorena Amorós Blasco

423ÍNDICE

ta películas como Relámpago sobre Agua; Sick, The Life and

Death of Bob Flanagan, Supermasochist; Tetsuo: El hombre de

hierro... o las actuaciones de G.G. Allin, el videoclip de Nine

inch Nails...

En las dos acepciones del término “último” que hemos

estudiado, tanto en el autorretrato llevado a cabo en los mo-

mentos finales de la vida de un artista, como en el autorre-

trato contemporáneo, ligado a la experiencia límite, el autor

se convierte en víctima y verdugo. Desde esta perspectiva

extrema, el carácter reflexivo de cualquier autorretrato, tra-

dicionalmente debido a su condición especular, devuelve

con respecto a las características tradicionales del género,

la transgresión principal, el cambio subversivo por el que el

sujeto se afirma en la representación/presentación: la desig-

nación de la persona por los no-valores. La herida, los des-

hechos corporales, la humillación y la muerte dan forma al

aspecto mostrado por este individuo que sufre la experien-

cia del dolor desde los dos lados, como decíamos, desde el

de la víctima y el del verdugo, cuyas respectivas posturas

vitales se ponen en evidencia en un perverso ejercicio de

autodominio. Y este gesto reflexivo, de libre autonomía, con

respecto a los valores que imperan en las sociedades occi-

dentales del bienestar, conlleva una paradójica condición:

424 ÍNDICE

El abismo de la mirada: Ruptura y muerte con la identidad pasada desde la práctica del autorretrato contemporáneo

su exhibición, donde al fin se proyecta simbólicamente en

el otro -el espectador- la agresión; que en principio parecía

sometida, por el carácter reflexivo del autorretrato, al ámbito

privado. En este sentido, es importante señalar de nuevo la

correlación entre vida y obra, cuya genealogía se retrotrae

al moderno concepto de “genio”, “cualidad por la cual a un

artista le era permitida cualquier infracción a las reglas esta-

blecidas, en virtud de unas determinadas cualidades perso-

nales” (nota 13). De modo que, como insistimos, desvaneci-

da la imagen intermediaria, la realidad se presenta viva, en

vivo realismo extremo, bajo medios de comunicación artís-

tica como acciones, performances... por lo que, en palabras

de Teresa Macrì, “si la autorrepresentación es una manera de

entrar en juego directamente y por lo tanto de desquiciar

todas las formas pulsionales del yo, al mismo tiempo la des-

materialización así producida por estas prácticas, banaliza,

humilla y escarnece un sistema artístico que vive de la repro-

ducción de objetos, o sea, de mercancía” (nota 14). En este

sentido, artistas del Body Art protagonizaron distintas accio-

nes como aquella de Kim Jones (1944) a principios de los 80s,

quien exponiéndose durante días a la intemperie, desnudo,

con tan sólo una máscara hecha de media de mujer, y cu-

bierto de barro, de heces, se infligió cortes con una navaja

Lorena Amorós Blasco

425ÍNDICE

de forma ritual para estamparse después contra un lienzo y

provocar así su “autorretrato”. Una forma claramente sarcásti-

ca de aludir a la autorrepresentación entendida como objeto

de arte, y que muestra una vez más, la importante relación

entre arte y vida, que hace que sea difícil discernir en lo que

respecta, sobre todo, al arte contemporáneo, la voluntad au-

torreferencial o no del autor, pues su sola presencia ya impli-

ca dicha voluntad, aunque no sea su intención. Al respecto,

si comparamos ejemplos que se han tratado en la primera

parte de esta tesis: entre los casos concernientes al subgru-

po “Autorretrato al límite” y “Experiencias del arte extremo”,

apenas existen diferencias en el resultado final de sus res-

pectivos propósitos, es decir, tanto en uno como en otro, la

imagen que deviene del artista es muy similar: observamos

un rostro, o un cuerpo en su conjunto, expuesto y sometido

a una serie de vejaciones, (según los casos reales o ficticias),

más o menos extremas.

Por ejemplo, de no ser por la distinción que establecen

sus títulos, ante una obra infográfica de Orlan y una de Mar-

cel.lí Antúnez-Roca: Selft-Hibridations (fig. 10) o Foc (fig. 11)

respectivamente, ambas nos parecerían igualmente autorre-

tratos, pues el rostro que aparece en las dos, es el del propio

artista, y la obra está realizada por él mismo. Sin embargo,

426 ÍNDICE

El abismo de la mirada: Ruptura y muerte con la identidad pasada desde la práctica del autorretrato contemporáneo

como ya apuntábamos, la voluntad del artista, hace que va-

ríe su significado. Lo mismo sucede si comparamos las Body

Suspensions de Stelarc (fig. 12) con, por ejemplo, las obras de

David Nebreda: Nunca Olvidar o El hilo de la madre (fig. 13,

14). En ellas, el tipo de mortificación a la que se someten los

dos artistas es parecido, pero de nuevo, la intencionalidad

difiere. Con ello queremos hacer hincapié en que, tanto en

una serie de casos como en otra, el resultado inmediato o

para la posteridad es el mismo. Así lo evidencia también para

el espectador sin contexto, el trabajo menos agresivo -com-

puesto por autorretratos fotográficos-, de Claude Cahun (fig.

15), respecto a la obra posterior de Cindy Sherman (fig. 16) o

Yasumasa Morimura (fig. 17), quienes no entienden sus foto-

grafías como autorretratos, pese a utilizarse igualmente a sí

mismos como modelos de sus obras. En lo tocante a ello, Cin-

dy Sherman señalará: “No realizo autorretratos. Busco estar lo

más lejos posible de mí misma cuando tomo mis fotografías”

(nota 15). Su cuerpo es solamente “el medio” de represen-

tar una identidad mutante, discontinua e interminable; una

especie de inconsciente colectivo, en el que se sedimentan

las experiencias culturales y sociales de una colectividad

que busca espacios y cuerpos en los que transferirse. Aun así,

Sherman, como Morimura, se “autocrea en sus obras”, como

Lorena Amorós Blasco

427ÍNDICE

señala José Miguel G. Cortés, si bien no para revelar su ver-

dadero yo, sino para evidenciar cómo el yo es una construc-

ción imaginaria que adquiere unas claras características de

ambigüedad al convertirse en actor y creador de la propia

narración (nota 16).

En cuanto a las acciones de artistas del Body Art -ante-

riores, como conocemos, a las obras que acabamos de citar-,

y más en concreto en lo que se refiere a Gina Pane, como

ella misma atestigua: “el modo de transmitir una idea es en-

carnándola a través de sí misma (nota 17), ya lleve el titulo,

por ejemplo, de Action Psyché (fig. 18) o Action Autoportrait (s)

(fig. 19). Acción esta última en la que Pane se define en tan-

to que mujer y en tanto que artista (de lo que se deduce el

plural), por lo que emplea los objetos de sus prácticas ante-

riores como pintora y escultora, así como la leche y la sangre,

símbolos de la feminidad. Una elección realizada consciente-

mente para que la auto-represente, para que la haga revivir.

De este modo queremos corroborar cómo en todos los

ejemplos tratados en nuestra investigación: autorretratos

propiamente dichos o no, existe una afirmación del sujeto,

como también, haciendo referencia a las palabras de Geor-

ges Steiner: una compulsión a la libertad, un intento agonis-

ta de reposeer, de conseguir el dominio sobre las formas y

428 ÍNDICE

El abismo de la mirada: Ruptura y muerte con la identidad pasada desde la práctica del autorretrato contemporáneo

los significados del propio ser (nota 18). Por consiguiente,

la idea original de autorretrato tradicional poco ha variado

entonces, aunque por el contrario, sí sus formas. Así lo evi-

dencia el trabajo de Orlan, el caso más radical estudiado en

este sentido, cuando afirma:

Mi trabajo se puede considerar como un trabajo clásico

de autorretrato; clásico, aún cuando en un principio se reali-

za con ordenadores, pero, ¿qué se puede decir cuando se tra-

ta de inscribirlo en la carne de forma permanente? En lo que

a mí se refiere yo hablaré de un “arte carnal”, entre otras cosas

para diferenciarme del arte corporal, aunque con frecuencia

esté unido a él. Para mí se trata de llevar el arte y la vida a sus

extremos (nota 19).

Digamos que la artista le devuelve al rostro humano, pa-

limpsesto orgánico, la importancia que éste había perdido

como receptáculo de la identidad desde la proliferación de

las acciones y performances de los Accionistas vieneses y del

Body Art hasta nuestros días, donde la presentación del cuer-

po del autor como material, es lo que prima, pues ya se trate

del cuerpo en general o del rostro en particular, es necesario

un ataque a la somnolienta homogenización de la identidad.

Insistimos: “todos tenemos tendencia a elevar el tono de

voz cuando nos dirigimos a personas que se están volvien-

Lorena Amorós Blasco

429ÍNDICE

do sordas” (nota 20). De ahí la representación/presentación

de un autorretrato estridente, dentro del “arte despiadado”

que critica Paul Virilio, alejado del espacio artístico “domesti-

coconformista” al que nos tiene habituados la sociedad. Un

autorretrato hostil que dada la importancia que asumen los

artistas que aludimos en la tesis como sujetos protagonistas

de sus obras, y la ligazón de éstas con sus vidas, nos lleva a

volver a incidir sobre los tres ejemplos que encabezan nues-

tra investigación. Por tanto, no podemos olvidar que tal ima-

gen autorreferencial está íntimamente ligada al narcisismo

despiadado del que Vincent van Gogh -mencionado al ini-

cio- deja testimonio en los autorretratos donde se represen-

ta con su oreja mutilada: Autorretrato con la oreja vendada

y Autorretrato con la oreja vendada y pipa (ambos en enero

de 1889). Dos obras en las que el pintor holandés se expone

asumiendo dicho autosacrificio como una forma de autoco-

nocimiento de sí mismo, que evidentemente, “conlleva una

pulsión autodestructiva, tanática” (nota 21), convirtiéndolo

en lo que nos atañe, en “el gran maestro del esfuerzo contra

uno mismo” (nota 22), en paradigma de esta determinada

actitud vital que, trasladada a la obra, adviene como forma

de autoafirmación dentro del arte. Tampoco podemos pasar

por alto el sarcástico exhibicionismo de Hipolyte Bayard en

430 ÍNDICE

El abismo de la mirada: Ruptura y muerte con la identidad pasada desde la práctica del autorretrato contemporáneo

los albores del medio fotográfico, quien, como aludíamos,

nos muestra con brillante ironía su suicidio metafórico en Le

Noyé (“El ahogado”). Una imagen desde la que el creador nos

habla desde ultratumba, mostrándonos cómo la fotografía

es algo más que una forma mecánica y objetiva de fijar las

apariencias de la realidad: sobre todo constituye un lenguaje

en el que cabe la mentira, en el que la técnica puede dejar

paso a la intención como elemento central, y que lo que ocu-

rre al otro lado de la cámara, fuera del encuadre, lejos de los

focos, es lo que da sentido a la imagen. Por ello Bayard no

dudó en actuar de forense de sí mismo, controlando cuida-

dosamente en las tres variaciones de Le Noyé la forma de ex-

ponerse ante los demás, ante nosotros como espectadores.

Relacionado con este caso, aludimos en la tesis al de Mark

Twain (1835-1910) -pseudónimo de Samuel Langhorne Cle-

mens-, escritor y humorista estadounidense, quien en 1895

se imaginó muerto para escribir su biografía: “En esta auto-

biografía me mantendré en la idea de que escribo desde la

tumba, porque yo deberé estar muerto cuando el libro salga

de la imprenta” (nota 23). Como señala Jorge Blasco, su gran

disfrute fue imaginarse en tal estado de no-vida y recordado

tal y como él quería, gozando del dominio de su propia ima-

gen, y por tanto, del gesto de posar, de enseñarse y mostrarse

Lorena Amorós Blasco

431ÍNDICE

siendo espectador privilegiado del personaje que construía

a partir de sí mismo. Sus fotos, realizadas por Albert Below

Paine, a quien contrató como fotógrafo-biógrafo, son imáge-

nes de un cadáver controladas por el cadáver mismo, actor y

director de escena al tiempo (nota 24), al igual que veremos

en los casos posteriores. En este sentido podríamos afirmar,

cómo más recientemente, el papel de Twain, fue asumido

por Bob Flanagan leyendo su obituario en Sick, mientras que

aquel de Below por Kirby Dick, el director de la película. Tam-

bién Duane Michals, ejecutó alrededor de 1968 la fotografía

Selfportrait as if I were dead (“Autorretrato como si estuvie-

ra muerto”) (fig. 20), donde aparece él mismo desdoblado

observando su propio cadáver. El fotógrafo plasma de este

modo su inexorable e ineludible futuro: su cuerpo sin vida.

Un cuerpo muerto al que observa con la misma dosis de cu-

riosidad que de impasibilidad. En 1985, con un tono distin-

to, Cindy Sherman se representa muerta, como víctima de

algún tipo de agresión truculenta en su fotografía Untitled

# 153 (“Sin título # 153”) (1985) (fig. 21). Su cabeza incluso pa-

rece estar algo separada de su cuerpo. El tríptico fotográfico

del artista valenciano Alberto Adsuara, El estudio del artista

muerto (1999) (fig. 22), constituye otra muestra de esta nece-

sidad de preconcebir la imagen de la muerte de uno mismo.

432 ÍNDICE

El abismo de la mirada: Ruptura y muerte con la identidad pasada desde la práctica del autorretrato contemporáneo

Entre referencias a la película de Peter Greenaway El cocinero,

el ladrón, su mujer y su amante (1989), y aquellas que nos re-

miten al conocido autorretrato de Gustave Courbet, El estu-

dio del artista (1855), el protagonista de la imagen -Adsuara-,

aparece desdoblado en cadáver y fantasma en un escenario

donde coexiste el pasado con el presente, en su empeño por

atrapar la experiencia de su propio yo. Un yo que se presenta

como un objeto -cadáver/escultura/cuadro-, asumiendo su

naturaleza muerta, al tiempo que espectral, recordándonos

la escena de Vampyr en la que Allan Gray se enfrenta cara a

cara con la imagen de su muerte, mientras nos preguntamos

quién es el verdadero: ¿el cadáver o la desdoblada e incorpó-

rea “copia /alma” que lo observa?

Todos estos ejemplos insertos en el terreno artístico pue-

den entenderse como intentos del ser humano por aprehen-

der algo a través de la autorrepresentación del intrigante e

inevitable trance que es la muerte, y que todos sufrimos dada

nuestra condición mortal, pues “tener que ser”, como afirma

Levinas “es tener que morir” (nota 25).

Nicholas Ray tampoco se resistió a verse en tal estado

de no-vida. En We Can´t Go Home Again (el primer film-au-

torretrato del director americano en el que se involucra con

la muerte) se filma a sí mismo mientras accidentalmente

Lorena Amorós Blasco

433ÍNDICE

vemos cómo queda colgado del cuello (de forma ficticia), al

intentar quitar la soga que a fin de cuentas había preparado

para él (fig. 23). “He sido interrumpido” (nota 26), declara en

la película. Entretanto su cuerpo se balancea en el aire ante la

mirada impasible de Leslie y Richie, dos de sus alumnos que

intervienen en dicho film, pues We Can´t Go Home Again, en

palabras del propio Ray, “pretende ofrecer a los estudiantes

una amplia y variada experiencia sobre la mecánica, la técni-

ca y el arte del cine” (nota 27); pero sin duda, lo más impor-

tante en lo que nos concierne, es la intención del director

de “contar también la historia intensamente personal de un

hombre obsesionado por una o más premoniciones, pero

igualmente decidido a superar el negativismo, aun a costa

de su vida, que es, claro está, de lo que trata su premonición”

(nota 28).

El último proyecto de Mira Bernabeu Dulces Sueños IV,

Serie Mise en Scene IX, que versa sobre el tema del suicidio,

es asimismo paradigmático en este sentido. En él, como

anteriormente nos referíamos, el artista se convierte en el

protagonista del macabro acontecimiento ante la mirada

imperturbable de familiares y amigos que aguardan su au-

toejecución y posterior funeral (ficticios), como si de un es-

pectáculo más se tratara. Las dos fotografías y el vídeo (subti-

434 ÍNDICE

El abismo de la mirada: Ruptura y muerte con la identidad pasada desde la práctica del autorretrato contemporáneo

tulado “Reportaje social”) -resultantes de tales eventos-, son

las pruebas de esta muerte escénica, preconcebida por el ar-

tista, quien al igual que en los casos anteriores, domina tanto

su modo de autorrepresentarse como la puesta en escena

que lo rodea. Incluso hizo creer a muchos de sus conocidos

a través de la esquela que publicó en el periódico El País, que

realmente había muerto.

Querríamos subrayar la voluntad de reafirmación de

estos creadores como seres mortales, los cuales intentan,

como diría Freud, darle un lugar a la muerte en la realidad y

en nuestros pensamientos, que continuamente suprimimos

con tanto cuidado (nota 29). Bien para exorcizar este final

humano, bien para reírse de él y así restarle importancia, lo

cierto es que, asumir la mortalidad, “saber que se es mortal”

en palabras de Cioran, “es, en realidad, morir dos veces o, me-

jor dicho, todas las veces que sabemos que debemos morir

(nota 30). Una afirmación que parecen tener presente todos

estos artistas que tienden a la representación/presentación

de su fin, y que algunos extienden hasta la autorrepresen-

tación del cadáver-esqueleto, como sucede en James Ensor

u Otto Dix, a través de la pintura, el grabado o la serigrafía.

Deteniéndonos brevemente por lo que respecta al primero:

Mi retrato esqueletizado, Mi retrato en el año 1960 (fig. 24), o

Lorena Amorós Blasco

435ÍNDICE

Esqueleto con caballete, son ejemplos significativos de ello.

Ensor manifiesta querer revelarnos los rastros todavía visi-

bles de su persona, que supuestamente se hallarían dentro

del féretro que porta su nombre y constituye junto a su cor-

tejo, la imagen que conforma su irónica tarjeta de visita (fig.

25). Autorretrato como calavera de 1968 (fig. 26) es la aporta-

ción de Dix en este sentido. Evidentemente la proposición

de Clement Rosset es vaticinada por el pintor alemán en este

autorretrato tardío: “La calavera es sin duda la imagen de mi

rostro, y una imagen fiel. Sin duda soy yo quien se refleja en

el espejo de la muerte, aunque reducido a mi más simple ex-

presión. Han saltado los detalles, los elementos superficiales”

(nota 31). Es así como el cadáver: “la imagen de lo abyecto

por excelencia” (nota 32), según Julia Kristeva, que perma-

nentemente nos muestra lo que apartamos para poder vivir

(nota 33), se convierte en protagonista de la vida y la obra

de estos artistas que desean perdurar a través del tiempo,

también de tal manera. Por consiguiente, queremos destacar

proyectos como The Viewing (fig. 27), de Bob Flanagan, y el

último que pretende realizar Orlan cuando muera. En cuanto

a The Viewing, conocemos que fue imposible poder llevarlo

a cabo, a parte de por lo complicado de su realización, por el

coste que suponía. El artista pretendía que se introdujese tras

436 ÍNDICE

El abismo de la mirada: Ruptura y muerte con la identidad pasada desde la práctica del autorretrato contemporáneo

su muerte una cámara en el interior de su ataúd para emitir

la descomposición de su cuerpo por cable. “Si usted me paga

ahora una cierta cantidad de dinero, podrá tener un monitor

en su casa” (nota 34). Éste era uno de sus ofrecimientos tras

las risas y los aplausos del público al que se dirigió explican-

do su proyecto, como si todo horror presentable purgara su

condición terminal.

Volviendo a Orlan, vemos que su intención, obviamente

aun en fase de proyecto, es la de momificar su cuerpo des-

pués de su fallecimiento, y exponerlo en un museo con el fin

de convertirse en la más importante de las reliquias de su

obra... Como precisa la propia artista en sus conferencias:

“He entregado mi cuerpo al arte”, ya que después de mi

muerte no será entregado a la ciencia, sino que se colocará

en un museo, momificado. Será el elemento clave de una ins-

talación con vídeo interactivo” (nota 35).

Tras estas afirmaciones, podríamos decir junto a Bataille

(nota 36), que desde el cadáver que simula comenzar a des-

componerse en Le Noyé, el sueño del protagonista de Vam-

pyr que nos arrastra dentro del ataúd donde lo vemos de

cuerpo presente, hasta las imágenes más contemporáneas

que acabamos de señalar, la imagen de la corrupción y el ani-

Lorena Amorós Blasco

437ÍNDICE

quilamiento nos fascina; al tiempo que nos descompone y

nos arrebata.

Por otra parte, es evidente que los artistas, al igual que

todo aquel que se lo proponga, tienen en su mano la libertad

de elegir sobre su propio fin, o al menos preconcebirlo. Recor-

demos al respecto el deseo hecho público de G.G. Allin a prin-

cipios de los 80s, como relata nuestro estudio. El mítico punk

tenía previsto suicidarse en un concierto el día 31 de octubre

de 1989 -noche de Haloween, con la intención de llevarse

también a la tumba a un buen número seguidores, como sa-

crificio al Rock´n´Roll. Conocemos que tal propósito no pudo

ser cumplido, pero sin duda, es un dato significativo dada su

excentricidad y por el que, además de sus agresivas interven-

ciones, tanto musicales como sociales, se le recuerda.

¿Es entonces ésta la forma de suavizar la conciencia de la

muerte o de intentar aplazar su advenimiento? A lo largo de

toda la tesis vemos pues que, si no la única, sí es la seguida

por los artistas que nos han ocupado.

Digamos que en los ejemplos que han merecido nues-

tra atención, el hombre no experimenta ese extraño retrai-

miento del que habla Pere Salabert, por el que “o se centra

en sí mismo mediante recreaciones de antiguos rituales de

penalidades y una mortificación que anticipa mediante inci-

438 ÍNDICE

El abismo de la mirada: Ruptura y muerte con la identidad pasada desde la práctica del autorretrato contemporáneo

siones, heridas, mutilaciones, etc., o se lanza a un universo de

oscuridad en el que se hace apenas perceptible” (nota 37),

sino que una vez más se lanza al borde del precipicio, a ese

oscuro abismo de la mirada a pesar de que su primer im-

pulso sea retroceder. La moneda de cambio ha sido y sigue

siendo sin duda cierta dosis de inmortalidad.

Llegados a este punto es necesario subrayar que la tesis

que presentamos ha tratado de arriesgarse en la “autorre-

presentación/autoexposición de sí misma”, procurando no

correr el riesgo de la ostentación de la máscara (que entraña

toda autorrepresentación), y excavar signos de muerte en

los creadores que trata, los cuales solicitan la tragedia del

“abismo de la mirada” del espectador, para proyectar en él

sus propias agresiones y así hacerlo partícipe de sus enfer-

medades, de sus metamorfosis, de sus ironías, de sus deshe-

chos corporales, de sus heridas, a pesar, siguiendo a Theodor

W. Adorno (nota 38), de la cortina de consumo tejida por las

instituciones y las falsas necesidades.

Cabe pues ahora enfocar a modo de resumen las claves

de sentido más significativas e importantes de nuestra in-

vestigación:

1. Entendiendo cualquier forma de autorretrato como un

medio de autoconocimiento, hemos advertido una quiebra

Lorena Amorós Blasco

439ÍNDICE

con las formas estables y restringidas de representación/

mostración de uno mismo. Podríamos decir que dicho auto-

conocimiento del artista viene determinado, remitiéndonos

al mito clásico de Narciso, por un impulso autodestructivo.

En este sentido, la idea de identidad, entendida como repre-

sentación del yo, ha sido progresivamente erosionada, defor-

mada, incluso maltrecha, sin límites fijos, constituyendo un

reflejo de los avances producidos en el siglo XX y que con-

tinúan en el siglo que nos acontece, dentro de los campos

del psicoanálisis, la filosofía, la antropología, la medicina, la

ciencia y la tecnología...

2. La abolición entre lo público y lo privado en las obras

revisadas a lo largo de este estudio, es una deuda de Artaud,

así como la acción sobre el espectador y la desaparición de

las fronteras entre arte y vida, espectáculo y vida. En este sen-

tido, quizá sea de nuevo Orlan quien esté más próxima a las

“concepciones” de este polifacético artista, dado el carácter

inaudito y deconstructivista de sus operaciones-performan-

ce, donde desacraliza el exterior y el interior del cuerpo, frac-

turando el ya herido ciclo de la representación en el arte en

favor de la mostración. Al respecto, la imagen fotográfica, la

imagen fílmica resultantes, pueden dejar sin aliento tanto al

ser humano que queda atrapado en ellas al igual que aquel

440 ÍNDICE

El abismo de la mirada: Ruptura y muerte con la identidad pasada desde la práctica del autorretrato contemporáneo

que las observa, como si de una especie de elemento vampi-

rizador se tratase.

3. La afirmación Ecce Homo: “He aquí el hombre”, “Aquí

está el hombre”, responde a la presentación pública de Jesús

como víctima sacrificial. Tal imagen constituye igualmente

la victoria del hombre sobre la muerte, la promesa de eter-

nidad. Digamos que, como escribe Nietzsche, “Ser inmortal

se paga caro: para eso es preciso morir varias veces en vida”

(nota 39). La imagen que hemos tratado, muestra específi-

camente una voluntad de autodestrucción experimentada

con la doblez de la víctima y el verdugo en aras de pagar un

tributo a la artisticidad.

4. Es importante incidir en cómo dentro del terreno artís-

tico, se intenta aprehender algo a través de la autorrepresen-

tación del inevitable e intangible trance que es la muerte, ha-

ciendo uso tanto de la ficción (la representación) como del

riesgo veraz que entrañan las acciones y las performances

que nos atañen, las cuales como comunicación de la propia

experiencia personal, y emergentes de la desviación de la ex-

presión teatral clásica, buscan el efecto de verosimilitud para

intentar que el momento más crudo de la vida sea tangible.

No lo olvidemos: “hacerse el muerto es un privilegio de los

vivos” (nota 40).

Lorena Amorós Blasco

441ÍNDICE

5. La fuerza del humor cruel se vuelve liberadora ante si-

tuaciones límite. No existe ningún amago de sentimentalis-

mo por parte de los artistas que presentan su cruda realidad

cercana a la muerte, o ponen ex profeso su cuerpo en riesgo.

Sólo el humor, “más repulsivo aquí que cualquier repulsión”

(nota 41) parece ser la forma que tienen de reconciliarse con

su existencia, de redimirse, en el sentido que se liberan de las

ataduras en las que retienen la continuidad de las circuns-

tancias de la vida (nota 42).

6. Si antes el “porno”, en palabras de Jean Baudrillard, era

“la cuadrifonía del sexo” (nota 43), entendiendo por cuadri-

fonía: el espacio escenográfico tridimensional, la veracidad,

el detalle y el fin del secreto, ahora las prácticas de riesgo

como espectáculo, parecen haberse convertido en la nue-

va pornografía, cumpliendo todos estos requisitos, si bien

relacionados con la muerte. Conocemos que tales prácticas

muestran un arte que “agujerea”, en el sentido que su prime-

ra intención es mostrar sin especular y sólo después, sugerir,

no viceversa (como pretendía la representación), acosando

nuestra capacidad de visibilidad, de reacción, de retórica.

7. En “la salida a la arena del circo” de estos artistas no exis-

te en principio necesidad de interpretación. En todos ellos se

distingue un realismo cruel, la carne que vemos es su carne,

442 ÍNDICE

El abismo de la mirada: Ruptura y muerte con la identidad pasada desde la práctica del autorretrato contemporáneo

la sangre es su sangre, los excrementos son sus excrementos,

los restantes fluidos corporales también son suyos. Ello nos

produce “demasiados estímulos a los sentidos” (nota 44). La

crueldad de sus respectivas obras bate la facultad humana

de tolerancia por su indiscutible veracidad. De ahí que tal

veracidad como sinónimo de realidad, no se admita, como

advierte Rosset, “sino bajo ciertas condiciones y sólo hasta

cierto punto”, pues como conocemos, si se abusa y se mues-

tra excesivamente desagradable, “se suspende la tolerancia”

(nota 45). La finalidad de este realismo feroz ha sido la llega-

da a la verdad, en su grado extremo, a través del arte.

8. La voluntad, la intencionalidad consciente y delibera-

da de representación/mostración por parte de los creadores,

que con mayor o menor necesidad o urgencia de definición

personal intentan “hablar a favor de aquello que oculta la

cortina” (nota 46), siguiendo a Adorno, los distingue y los

aleja de la demencia, como subraya de manera concisa Gün-

ter Brus: “No estoy ni mental ni emocionalmente enfermo”

(nota 47). Se podría decir ante tales afirmaciones que el arte

obliga a tener conciencia, a ser conscientes , y en consecuen-

cia, sea cual sea el caso, a dar cuenta de una individualidad.

Asimismo, existe una necesidad evidente, entre los artistas

tratados, de dejar testimonio con sus obras y escritos -a ve-

Lorena Amorós Blasco

443ÍNDICE

ces en forma de epistolario (Van Gogh, Artaud...)-, sobre sus

respectivas trayectorias, forzando la comprensión de éstas,

con el fin de evitar interpretaciones erróneas o confusas.

9. Un arte emparentado con la resistencia, con la denun-

cia política, que pretende construir un proyecto social alter-

nativo; sacudir nuestros prejuicios para volver a mostrarnos

lo que ya conocemos desde otros puntos de vistas extremos,

es el arte que en parte hemos oteado. La mirada necesita

cambiar de ámbito, de contexto. El credo de Otto Muelh: “El

artista es un criminal dentro del arte” (nota 48), es revelador

al respecto. «Los artistas que alteran el sistema con verdades

desagradables y que han tenido éxito, son criminalizados

por las instituciones judiciales bajo la definición de “genios”.

Los genios, es decir, los locos, al igual que los niños, están au-

torizados para decir verdades que no tienen necesidad de

ser tomadas en serio» (nota 49).

10. Tras haberse habituado a la contemplación de imáge-

nes de dolor y de muerte, el espectador puede llegar a expe-

rimentar una anestesia emocional y moral, e incluso sentirse

estimulado por la necesidad morbosa de consumir mayor

cantidad de imágenes de dicha índole. Por ello existe esta

tendencia, por parte de los artistas aludidos, a “elevar el tono

de voz” cuando se dirigen a personas que, en este caso pare-

444 ÍNDICE

El abismo de la mirada: Ruptura y muerte con la identidad pasada desde la práctica del autorretrato contemporáneo

cen estar volviéndose, metafóricamente, “sordas” (nota 50).

De ahí que la auto-exhibición llevada a cabo por los distintos

creadores sea de forma extrema, a pesar de las innumerables

críticas que reciben. Palabras que tienen su contrapunto en

estas de Paul Virilio, quien sólo ve en estas formas “la venida

de un arte oficialmente terrorista, que recomiende el suicidio,

la automutilación -que prolongaría el entusiasmo actual por

las escarificaciones, el piercing- o, incluso, el crimen gratuito,

el advenimiento de una TANATOFILIA que resucitaría un es-

logan fascista hoy olvidado: ¡VIVA LA MUERTE! (nota 51). Lo

que está claro es que estos creadores han preferido en lugar

de vivir muertos, morir viviendo. Un camino peliagudo en la

sociedad que vivimos atascada de convencionalismos.

11. También resulta oportuno considerar a los artistas

que han intuido y experimentado la hibridación entre lo

corpóreo y lo tecnológico, reafirmándose en la tramitación

de una identidad cambiante e inédita, una nueva política

estética anticonformista y antiapocada respecto a las acep-

ciones categóricas tradicionales, creada por voluntad propia

y con buenas dosis de dolor. Lo natural y lo artificial han em-

prendido una batalla crucial, propia de algún personaje del

ciberpunk, bombardeándonos con imágenes liberadas de la

arraigada constricción fisiológica. No está lejos el día en que

Lorena Amorós Blasco

445ÍNDICE

lo natural, siguiendo a Clement Rosset, sea desvalorizado por

ser muy poco natural (nota 52). Algunos de los artistas tra-

tados no dudan en incorporar su propia batalla personal a

este ámbito.

12. Debemos hacer hincapié en diferenciar el concepto

de lo “informe” propuesto por Bataille con respecto al de al-

gunos artistas tratados. Bataille lo concibe como una produc-

ción de la propia forma que no intenta producir otras, sino

suprimir las diferencias, es decir: “designa lo que en ningún

sentido posee derechos y es aplastado en todas partes como

una araña o un gusano” (nota 53). Siguiendo tal definición se

llega entonces a ese estado alcanzado por la suspensión de

toda forma en la que no nos podemos reconocer. Sin embar-

go, buena parte de las vías por las que artistas como Rainer

u Orlan se acercan a este territorio, ejercen una relación vio-

lenta y enérgica contra el plano objetual de la obra (la foto-

grafía, su cuerpo respectivamente), a través de un proceso

de trabajo deconstructivo por el que deshacen sus imágenes

(la superficie de la fotografía o de la propia carne respectiva-

mente) todo lo que pueden, para que nazcan, para dar paso

al resurgimiento de otras formas y con ello readquirir pleni-

tud.

446 ÍNDICE

El abismo de la mirada: Ruptura y muerte con la identidad pasada desde la práctica del autorretrato contemporáneo

13. Volviendo al punto de partida, se puede concluir pen-

sando que la exhibición de una experiencia límite, volunta-

riamente autodestructiva, conscientemente ejercida contra

uno mismo, y construida de forma premeditada para ser aco-

gida por el lenguaje artístico, lleva a admitir una voluntad de

autoconocimiento y autorrepresentación. Ahora bien, como

se ha podido vislumbrar a lo largo de estas páginas, con dos

matices muy señalados: por una parte, aceptando la ambi-

güedad del yo producida por la disolución de los márgenes

entre vida y obra a través del lenguaje marginal de la herida;

y por otra, asumiendo la representación/mostración de uno

mismo, basada en el concepto “autoplástico” de la cultura

primitiva, y no en aquel “aloplástico” que nuestra sociedad

tolera y valora como única vía de autoaceptación. El aspecto,

la apariencia “rota” y “descompuesta” de los artistas aludidos,

rasga y molesta entonces a los ojos de quienes no quieren

ver.

¡El ABISMO DE LA MIRADA: Ruptura y muerte con la identi-

dad pasada desde la práctica del autorretrato contemporáneo,

muestra estas obras desde una visión puramente personal,

aunque con la esperanza de que sea la manera adecuada

para empujar al lector a acercarse y atisbar desde su propia

perspectiva cuanto aquí se expone.

Lorena Amorós Blasco

447ÍNDICE

1. Si bien conocemos que “límite” puede funcionar de sustantivo

inclusive.

2. Ciencia puente entre la biología y la tecnología aplicada a las

máquinas, que trata de copiar lo natural para hacer equivalentes

artificiales.

3. “Aplicación de conocimientos y avances biológicos a procesos

tecnológicos o de interés industrial”. CLAVE, Diccionario de uso del

español actual, SM, p. 242.

4. Ciencia de la manipulación genética que se ocupa de la aplicación

de las leyes biológicas de la herencia al perfeccionamiento del

proceso evolutivo de la especie humana.

5. Clair, Jean, Elogio de lo visible, Seix Barral, Barcelona, 1999, p. 27.

6. Kierkegaard, Sören, De los papeles de alguien que todavía vive. Sobre

el concepto de ironía, Madrid, Trotta, 2000, p. 282.

7. Término con el que Joseph Addison describe las consecuencias

psicológicas de lo sublime, y que quedará unívocamente asociado

a éste. Véase Addison, Joseph, Los placeres de la imaginación y otros

ensayos de The Spectator, Visor, Madrid, 1991, pp. 39-40.

8. Argullol, Rafael, El Héroe y el Único, Destinolibro, Barcelona, 1990, p.

419.

9. Caroline von Günderode en Ibídem, p. 421.

10. Ibídem.

448 ÍNDICE

El abismo de la mirada: Ruptura y muerte con la identidad pasada desde la práctica del autorretrato contemporáneo

11. Jiménez Burillo, Pablo, “El artista frente a sí mismo” en VV. AA., El

autorretrato en España. De Picasso a nuestros días, Fundación Cultural

Maphre Vida, Madrid, 1994, p. 38.

12. Martínez-Artero, Rosa, El retrato. Del sujeto en el retrato, Montesinos,

Barcelona, 2004, p. 265.

13. Jiménez Burillo, Pablo, Op. Cit., p. 38.

14. Macrì, Teresa, Il corpo postorganico. Sconfinamenti della

performance, Costa & nolan, Genova, 1997, p. 13.

15. Cindy Sherman en Alfano M, Francesca (FAM), Identità mutanti.

Dalla piega alla piaga: esseri delle contaminacioni contemporanee,

Costa & nolan, 1997, Milano, p. 47.

16. Véase G. Cortés, José Miguel, El Cuerpo Mutilado (La Angustia

de Muerte en el Arte), Conselleria de Cultura, Educación y Ciencia,

Valencia, 1996, p. 174.

17. Véase “Gina Pane -Irmeline Lebeer, 1975” en VV. AA., L´ art au corps.

Le corps exposé de Man Ray à nos jours, Musées de Marseille, Réunion

des Musées Nationaux, 1996, pp. 347-353.

18. Véase Georges Steiner, Presencias Reales, Destino, Barcelona, 1998,

p. 249.

19. Orlan en “Conference”, Ceci est mon corps...Ceci est mon logiciel...,

Black Dog Publishing limited, London, 1996, p. 88. (T. N. del inglés).

20. Citado por Amparo Rovira en Las quimeras del arte, Publicacions

de la Universitat de Valéncia, Marfil, Alcoy, 2003, p. 134.

Lorena Amorós Blasco

449ÍNDICE

21. Véase Jiménez, José, “Ecce Homo: La muerte anticipada” en G.

Cortes, José Miguel y Pérez, David (eds.), Intertextos y contamina-

ciones. Contemporaneidad y Clasicismo en el arte. Conferencias, Signo

Abierto, Conselleria de Cultura, Educació i Ciència, Valencia, 1999, p.

21.

22. Cioran, E. M., La tentación de existir, Punto de lectura, Madrid, 2002,

p. 172.

23. Mark Twain citado por Jorge Blasco, “14 escenarios para una carta

de suicida o 14 escenografías del suicidio”, en M´escriuràs una carta?,

Museo de Art, Girona, 2000, p.129.

24. Véase Jorge Blasco, Ibídem.

25. Levinas, Emmanuel, Op. Cit., p. 57.

26. Nicholas Ray en Erice, Víctor y Oliver, Jos. Nicholas Ray y su tiempo,

Colección Filmoteca Española, Madrid, 1986, p. 237.

27. Nicholas Ray en Ibídem, p. 238.

28. Nicholas Ray en Ibídem.

29. Véase Freud, Sigmund, “Thoughts for the Times on War and Death”,

1915, Collected Papers, vol. 4, Basic Book, New York, 1959, p. 316.

30. Cioran, E. M., La caída en el tiempo, Tusquets, Barcelona, 2003, p.

166.

31. Rosset, Clement, “El espejo de la muerte”, Archipiélago, nº 21,

Madrid, 1995, p. 129.

32. Kristeva, Julia, Powers of Horror. An Essay on Abjection, Columbia

University Press, New York, 1982, p. 4.

450 ÍNDICE

El abismo de la mirada: Ruptura y muerte con la identidad pasada desde la práctica del autorretrato contemporáneo

33. Véase Ibídem, p. 98.

34. Bob Flanagan en Sick, La Vida y la Muerte de Bob Flanagan,

Supermasoquista (Kirby Dick, 1997).

35. Orlan en «Conferencia, “Esto es mi cuerpo... Esto es mi software”»,

VV. AA., Orlan 1964-2001, Artium, Centro-Museo Vasco de Arte

Contemporáneo y Centro de Fotografía de la Universidad de

Salamanca, Álava, Salamanca, 2001, p. 104.

36. Véase Bataille, Georges, Op. Cit., p. 85.

37. Salabert, Pere, Pintura anémica, cuerpo suculento, Laertes,

Barcelona, 2003, p. 292.

38. Véase Adorno, Theodor W., Teoría Estética, Orbis, Barcelona, 1983,

p. 33.

39. Nietzsche, Friedrich W., Ecce Homo, Alba, Madrid, 1996, p. 145.

40. Poivert, Michel, «Hippolyte Bayard en “suicidé de la société”»,

Fictions d´artistes, Artpress, Hors Serie, Paris, 2002, p. 25.

41. Adorno, Theodor W., Op. Cit., p. 71.

42. Véase Kierkegaard, Sören, De los papeles de alguien que todavía

vive. Sobre el concepto de ironía, Trotta, Madrid, 2000, p. 282.

43. Véase Baudrillard, Jean, De la seducción, Cátedra, Madrid, 1994, pp.

34-35.

44. Estrella de Diego, “Le comería a besos, Doctor Livingstone” en

Lápiz, nº 139/140, enero-febrero, Madrid, 1998, p. 97.

Lorena Amorós Blasco

451ÍNDICE

45. Véase Rosset, Clement, El principio de Crueldad, Pre-textos,

Valencia, 1994, p. 26.

46. Adorno, Theodor W., Teoría Estética, Orbis, Barcelona, 1983, p. 33.

47. Günter Brus en Soláns, Piedad, Accionismo Vienés, Arte hoy, Nerea,

Hondarribia, 2000, p. 72.

48. Otto Muehl en entrevista con Virginie Luc, lunes 19 noviembre de

200, París, en Luc, Virginie, Art a Mort, Editions Léo Scheer, Paris, 2002,

p. 78. (T. N. del francés).

49. Otto Muehl en Ibídem, p. 78.

50. Véase Amparo Rovira en Op. Cit., p. 134.

51. Virilo, Paul, El procedimiento silencio, Paidós, Barcelona, 2001, p.

76.

52. Véase Rosset, Clement, La antinaturaleza, Taurus, Madrid, 1974, p.

103.

53. Bataille, Georges, La conjuración sagrada. Ensayos entre 1929-1939,

Adriana Hidalgo editora, Buenos Aires, 2003, p. 55.

452 ÍNDICE

El abismo de la mirada: Ruptura y muerte con la identidad pasada desde la práctica del autorretrato contemporáneo

Fig. 1. Orlan, Hybridation nº 8, (rostro de Orlan hibridado mediante el

ordenador con el rostro de Europa), 1993, duratrans y caja de luz.

Lorena Amorós Blasco

453ÍNDICE

Fig. 2. David Nebreda, El que nació con los signos

de sangre y fuego, 1989-1990, fotografía.

454 ÍNDICE

El abismo de la mirada: Ruptura y muerte con la identidad pasada desde la práctica del autorretrato contemporáneo

Fig. 3. Vincent van Gogh, Autorretrato con la oreja vendada,

enero de 1889, óleo sobre lienzo.

Lorena Amorós Blasco

455ÍNDICE

Fig. 4. Hipolyte Bayard, Le Noyé («El ahogado»), 1840, positivo directo.

456 ÍNDICE

El abismo de la mirada: Ruptura y muerte con la identidad pasada desde la práctica del autorretrato contemporáneo

Fig. 5. Fotograma del film Vampyr ( Carl Theodor Dreyer, 1931).

Lorena Amorós Blasco

457ÍNDICE

Fig. 6. Fernando Ñiguez Canales, Autorretrato en cama, técnica mixta

sobre tabla.

458 ÍNDICE

El abismo de la mirada: Ruptura y muerte con la identidad pasada desde la práctica del autorretrato contemporáneo

Fig. 7. Mira Bernabeu, Dulces sueños, Serie Mise en Scène VII

(Suicidio), 2003, fotografía.

Fig. 8. Mira Bernabeu, Dulces sueños, Serie Mise en Scène VII

(Suicidio), 2003, fotografía.

Lorena Amorós Blasco

459ÍNDICE

Fig. 9. Pepe Beso Negro (Emilio Devesa), Acción, 1997-1998.

Fig. 10. Orlan,

Refiguration-Self-Hibridations nº 4,

1998. infografía.

460 ÍNDICE

El abismo de la mirada: Ruptura y muerte con la identidad pasada desde la práctica del autorretrato contemporáneo

Fig. 11. Marcel.lí Antúnez Roca y Paco Corachán,

Foc, 1994, infografía perteneciente a la performance

interactiva Epizoo.

Lorena Amorós Blasco

461ÍNDICE

Fig. 12. Stelarc, Event for skin in suspension nº4

(«Evento para Piel en Tensión») 1977.

462 ÍNDICE

El abismo de la mirada: Ruptura y muerte con la identidad pasada desde la práctica del autorretrato contemporáneo

Fig. 13. David Nebreda, Nunca Olvidar,

1989-1990, fotografía.

Lorena Amorós Blasco

463ÍNDICE

Fig. 14. David Nebreda, El hilo de la madre,

1989-1990, fotografía.

464 ÍNDICE

El abismo de la mirada: Ruptura y muerte con la identidad pasada desde la práctica del autorretrato contemporáneo

Fig. 15. Claude Cahun,

Autorretrato, 1927, fotografía.

Fig. 16. Cindy Sherman,

Untitled 109, 1982,

fotografía.

Lorena Amorós Blasco

465ÍNDICE

Fig. 17. Yasumasa Morimura, Portrait

(Pommegranate), 1991, fotografía.

466 ÍNDICE

El abismo de la mirada: Ruptura y muerte con la identidad pasada desde la práctica del autorretrato contemporáneo

Fig. 18. Gina Pane, Action Psyché, 1974, acción.

Lorena Amorós Blasco

467ÍNDICE

Fig. 19. Gina Pane, Action Autoportrait (s), 1973, acción.

468 ÍNDICE

El abismo de la mirada: Ruptura y muerte con la identidad pasada desde la práctica del autorretrato contemporáneo

Fig. 20. Duane Michals, Selfportrait

as if I were dead («Autorretrato

como si estuviera muerto»), 1968,

fotografía.

Fig. 21. Cindy Sherman, Untitled # 153

(«Sin título # 153»), 1985, fotografía.

Lorena Amorós Blasco

469ÍNDICE

Fig. 22. Alberto Adsuara, El estudio del artista muerto, 1999,

tríptico fotográfico.

Fig. 23. Fotograma del film inacabado We Can´t Go Home

Again (Nicholas Ray).

470 ÍNDICE

El abismo de la mirada: Ruptura y muerte con la identidad pasada desde la práctica del autorretrato contemporáneo

Fig. 24. James Ensor, Mi retrato en el año 1960, 1888,

aguafuerte sobre papel de tinta.

Fig. 25. James Ensor, Esqueleto con caballete, 1896/97, óleo sobre

lienzo.

Lorena Amorós Blasco

471ÍNDICE

Fig. 26. Otto Dix, Autorretrato como calavera, 1968, litogra-

fía a color.

472 ÍNDICE

El abismo de la mirada: Ruptura y muerte con la identidad pasada desde la práctica del autorretrato contemporáneo

Fig. 27. Bob Flanagan, The Viewing (“El Mirador”), fotogramas del film

Sick, The Life and Death of Bob Flanagan, Supermasochist

(Kirby Dick, 1997).

Lorena Amorós Blasco

473ÍNDICE

Rosario Asensio Ruiz

Los americanismos en Lituma en los Andes de Mario Vargas Llosa

Lituma en los Andes (1993) (nota 1) de Mario Vargas

Llosa narra las peripecias del cabo Lituma y el guardia

Tomás, destinados a un destartalado campamento mi-

nero en las montañas del Perú. Viven bajo el constante mie-

do a ser asesinados en las brutales matanzas de funcionarios

y campesinos inocentes que se suceden a diario en los alre-

dedores. Para distraer el temor que ambos sufren, el guardia

le va contando a su cabo una historia de amor imposible que

tuvo con una prostituta. Las misteriosas desapariciones de

gentes del lugar que parecen no tener ninguna relación con

la guerrilla aumentan aún más, si cabe, el ambiente cruel e

inhumano que les rodea.

La acción de esta entretenida y divertida novela se desa-

rrolla en los Andes. Es muy curioso en ella el hecho de que

el hilo de la acción principal se vea interrumpido al ir inter-

calando la historia de amor del guardia Tomás Carreño con

la prostituta Mercedes y las masacres protagonizadas por el

grupo terrorista Sendero Luminoso.

Al desarrollarse la historia de la novela en los Andes, la

obra está plagada de americanismos. Entendemos por ame-

ricanismos (nota 2) aquellas voces que se usan en el español

Rosario Asensio Ruiz

475ÍNDICE

de América y que el hablante de España ni utiliza ni cono-

ce. Es decir, no atendemos a americanismos del tipo canoa,

cacique, tomate, chocolate, hamaca, maíz, tabaco, etc., que es-

tán arraigados en la lengua española de acá, sino a aquellos

términos que se usan en Hispanoamérica y cuyo significado

es desconocido por el hablante de España. Estas voces pue-

den ser de origen americano, o bien de origen castellano con

significado distinto, por no hablar de galicismos y anglicis-

mos tan comunes en el español de América. En el sentido

expuesto coincidimos con Haensch y Werner cuando dicen:

«en el nuevo diccionario sólo se incluirán unidades léxicas

que o bien no se usan en el español peninsular o bien pre-

sentan diferencias en el uso americano frente al peninsular»

(nota 3).

No tenemos en cuenta los gentilicios, pues denotan reali-

dades que los españoles tendrán que darle el mismo nombre

a la hora de denominar a un habitante de una determinada

provincia o de un determinado barrio.

Nuestra pretensión, en este trabajo, es comprobar si esas

voces americanas que aparecen en Lituma en los Andes están

recogidas en los diccionarios generales de lengua y en los

diccionarios de americanismos existentes.

476 ÍNDICE

Los americanismos en Lituma en los Andes de Mario Vargas Llosa

De los diccionarios generales del español consultados

destacamos, sobre todo, el Diccionario Crítico Etimológico

Castellano e Hispánico de Juan Corominas y José Antonio

Pascual (nota 4), la última edición del Diccionario de la Real

Academia Española (nota 5) y el Diccionario General de la

Lengua Española en su nueva redacción de Manuel Alvar Ez-

querra (nota 6).

En cuanto a los diccionarios específicos de americanis-

mos hemos consultado principalmente el Diccionario de

Americanismos de Augusto MALARET (nota 7), el Dicciona-

rio General de Americanismos de Francisco J. SANTAMARÍA

(nota 8), el Diccionario de Americanismos de Marcos A. MO-

RÍNIGO (nota 9), el Diccionario de Americanismos de Alfredo

N. NEVES (nota 10), el Diccionario de Americanismos. ABC of

Latin American Spanish de Brian Steel (nota 11), Americanis-

mos. Diccionario ilustrado Sopena (nota 12) y el Diccionario

Temático. Americanismos de Miguel A. ARIAS DE LA CRUZ

(nota 13).

Por otra parte, hemos consultado los diccionarios de los

diversos países americanos, los cuales intentan representar y

reproducir el léxico particular de cada país.

Uno de los problemas que presentan las voces ameri-

canas es su localización. Los lexicógrafos no se ponen de

Rosario Asensio Ruiz

477ÍNDICE

acuerdo. Por ejemplo, la voz colectivo ‘microbús’ (p. 125 y

passim) es localizada por el DGLE en Argentina y Paraguay,

con definición inexacta; Malaret la localiza en Argentina; el

DRAE en Argentina, Bolivia, Ecuador, Paraguay y Perú; Neves

en Argentina; Sopena y Steel no indican localización. Pues

bien la voz aparece como usual en Perú, por lo menos en los

Andes (nota 14), donde se desarrolla la novela. Y como este

ejemplo podríamos dar muchos más, pues no se conoce con

exactitud la distribución geográfica de las voces en Hispa-

noamérica. Santamaría refiriéndose a la cautela que deben

tener los lexicógrafos a la hora de indicar la localización de

los términos dice lo siguiente:

«Un vocablo, por insólito que sea, o por la misma razón de ser-

lo, puede coexistir en dos lenguas tan apartadas como de un

extremo a otro del continente. De esta observación proviene la

reserva que el lexicólogo debe tener, no fijando áreas de dis-

persión geográficas ni límites infranqueables a los vocablos»

(nota 15).

El presente trabajo trata de comprobar la manera en que

el DRAE-2001 registra los americanismos de Lituma en los

Andes. De esta forma, se señalan los americanismos que da

como generales para el español peninsular y nosotros do-

cumentamos en países hispanoamericanos; y se pone en

478 ÍNDICE

Los americanismos en Lituma en los Andes de Mario Vargas Llosa

evidencia los que no recoge (nota 16). Asimismo, mostra-

mos los términos marcados para América; las voces y locu-

ciones registradas como americanismos particulares; las vo-

ces y acepciones americanas incluidas por primera vez en el

DRAE-2001, diferenciando también las localizaciones nuevas

que la Academia asigna a estos vocablos; y, finalmente, los

peruanismos (nota 17) y las voces o locuciones desconoci-

das (nota 18).

Tenemos que dejar constancia de un hecho evidente: no-

sotros documentamos la forma con los distintos diccionarios

de cada país hispanoamericano. Sólo localizamos el término

en esos países si figuran en los diccionarios de esas zonas.

No tenemos en cuenta la localización que puedan dar los

diccionarios generales de americanismos. Ahora bien, pue-

de suceder que un término se use en un país determinado,

pero el diccionario (o diccionarios) de ese país no lo recoja.

He aquí un gran escollo: que los diccionarios de cada país

hispanoamericano no recojan voces que se dicen en su geo-

grafía de un modo habitual. Localizamos las palabras solo

en aquellos países cuyos diccionarios la recogen. Con todo y

con eso son muchas las obras consultadas y son muchos los

datos e informaciones que hemos reunido.

Rosario Asensio Ruiz

479ÍNDICE

Por consiguiente, el cotejo de los americanismos regis-

trados en Lituma en los Andes con los datos recopilados en

los vocabularios regionales de cada país nos permitirá dar

cuenta de la vitalidad de una determinada voz, mostrando

en muchos casos la localización real del término. Nos intere-

sa llegar, sobre todo, a los peruanismos, es decir, aquellos tér-

minos que se utilizan en Perú y no en otro lugar. Para ser más

precisos contamos con la colaboración de una informante

peruana, Jackeline Olórtegui (nota 19), que nos ayudó sobre-

manera con el significado de muchos vocablos. Y para estar

más seguros, acudimos también a otras obras de escritores

peruanos. Esto responde a la necesidad de ver en conjunto

la distribución de un término y no sería exacto del todo apo-

yarnos únicamente en la documentación lexicográfica. Dado

que Mario Vargas Llosa utiliza en Lituma en los Andes como

tema central el Perú es natural que en la obra aparezcan vo-

ces procedentes del quechua que solo conocen en la sierra

andina y no en la costa, por ejemplo. Por otra parte, la impor-

tancia de escritores peruanos, como Ciro Alegría o José María

Arguedas, no puede pasar desapercibida, ya que ambos son

profundos conocedores de la lengua quechua (nota 20). El

análisis de alguna de sus importantes obras puede represen-

tar a la perfección la naturaleza del universo de las palabras

480 ÍNDICE

Los americanismos en Lituma en los Andes de Mario Vargas Llosa

al que pretendemos acercarnos. Por esta razón, tomamos en

cuenta sus obras para dejar constancia, cuando proceda, del

uso real de una determinada voz y su localización, para así

poder finalmente utilizar con cierto criterio el cuño de «pe-

ruanismo».

La nómina de «americanismos» que aparecen en Lituma

en los Andes de Mario Vargas Llosa asciende a un total de

303 voces que hemos identificado como tal. De su análisis se

desprende la existencia de términos americanos de origen

indígena, es decir, voces procedentes de lenguas amerindias

(en especial, voces del quechua). Dentro de este grupo en-

contramos voces que son auténticos americanismos, esto

es, forman parte del léxico común del español americano, y

términos propios de una geografía más reducida, como son

los numerosos regionalismos utilizados por el autor. Por otra

parte, encontramos palabras extranjeras de diversos oríge-

nes: anglicismos, italianismos y galicismos.

El léxico de origen español también está presente lógica-

mente. Son las voces no indígenas que han sufrido un pro-

ceso de adaptación conceptual, es decir, han cambiado su

significado y por eso son americanismos en su forma y su

significado.

Rosario Asensio Ruiz

481ÍNDICE

Así pues, enfocaremos nuestro análisis sobre estos aspec-

tos: primero, clasificaremos los americanismos en cuanto a

su etimología, origen o formación. Seguidamente, veremos

cómo estas voces han sido tratadas por la última edición

del Diccionario de la Academia. Dedicaremos también unas

páginas a mostrar los términos que consideramos especial-

mente como peruanismos, ya que no los registran los diccio-

narios dialectales de otros países. Y, finalmente, anotaremos

cuáles han sido los términos que podemos catalogar como

desconocidos, ya que no han sido consignados en ningún

repertorio lexicográfico.

1. Clasificación de los americanismos por su etimología,

origen y formación:

1.1. Indigenismos surgidos por la influencia de las lenguas

autóctonas de América:

1.1.1. Voces de origen quechua:

amaru chupe pachamama

anticucho huaca pachamanca

apu huaco palta

cachaco huanca pascana

cacharpari huayco pishtaco

482 ÍNDICE

Los americanismos en Lituma en los Andes de Mario Vargas Llosa

calato huayno pisonay

causa humita porongo

chacarero ichu pucho

chacchar lúcuma puna

chaco mashua quena

chacra mitimaes queñua

chanca molle quinua

chancar mote rocoto

charqui nacaq runa

chúcaro oca uta

chullo ojota varayok

chuncho olluco vizcacha

chuño opa yapa

1.1.2. Voces de origen náhuatl:

camote encamotamiento / encamotarse

chancaca tamal

1.1.3. Voces de origen caribe:

tutuma

1.1.4. Voces de origen chibcha:

chicha / chichería

1.1.5. Voces de origen taíno:

ají

Rosario Asensio Ruiz

483ÍNDICE

1.1.6. Voces de origen aymara:

cholo lagua

1.1.7. Voces de origen mapuche:

pichiruche

1.1.8. Voces de etimología dudosa o desconocida:

chamba morochuco sinchi

cuy muki ukuko

farrear

2.2. Voces de rasgos originados por varias lenguas europeas:

1.2.1. Voces de origen inglés:

cachar / cache / cachero en por ‘por’ querosene

chompa guachimán overol

1.2.2. Voces de origen italiano:

chaveta

1.2.3. Voces de origen francés:

departamento desafectado fuetazo

1.2.4. Voces de origen portugués:

escarapelar

484 ÍNDICE

Los americanismos en Lituma en los Andes de Mario Vargas Llosa

1.2.5. Voces de origen latino:

plata quinta

1.3. Americanismos originados por otras lenguas:

1.3.1. Voz de origen chino:

chifa

1.4. Americanismos surgidos en contraste con el español

peninsular:

1.4.1. Voces arcaicas en España, que se usan en América:

arrecharse/arrecho/ endenantes pollera

arrechura foja pucha

beneficiador frazada saco

1.4.2. Marinerismos:

abra mazamorra

1.4.3. Occidentalismos:

botar chifle

Rosario Asensio Ruiz

485ÍNDICE

2.5. Americanismos genéticos del español de América:

1.5.1. Voces y locuciones patrimoniales que han sufrido en

América cambios semánticos (nota 21):

abra jeta prestar

abrirse jirón ranchería

aflojar justa rastrillar

alharaquiento lamparín rebalsar

alto lavador remecer

alzado lavatorio rondín

amarillo lechero rosquete

aniego lisura saco

arrecharse loca salado

aventar manejar salmuera

bocatoma mazamorra seco

canchero mechero sello

chalina medio serrucho

chambón melcocha sobrado

chorreado meter el dedo sobrador

chupada meter letra soñado

chupar montuno tajar

cojudo / cojudez mostacero tajador

colectivo mulita templado

coleta nevado (estar) templado/

templarse

486 ÍNDICE

Los americanismos en Lituma en los Andes de Mario Vargas Llosa

conchudo nomás terral

cuadra paila titulado

desaparecer pajonal tolva

despercudir palomear tomado / tomar

destemplar pararse trigueño

dizque pasillo trompearse

enganchador pata vaina

fiscal pellejería velador

de frente picado volarse

fregar pinta zambo

fundillo pitada zampado

guardianía plancha zapatón

huachafo polilla

jebe prender

1.5.2. Voces y expresiones que fueron formadas en América

tomando como base el español:

abalear deslonjar en pindingas

agarrarse a diferendo pisco

ahorita disforzado /

disfuerzo planilla

amarrete enjetado ponerse, sentirse

saltón

andenería espectar pulpería

apanado estar seco en puntas de pie

basural filudo puntear

Rosario Asensio Ruiz

487ÍNDICE

(beber) a pico de botella gritonear regresarse

bolondrón hacer el puente resondrar

cachuelo huevón rosquetería

cañazo libreta electoral rotoso

carajear locumbeta sacar la

chochoca

chanchada luego de sacarse la

lotería

chancho maletera sacón

cojudear manazo sacudón

enchalinado mandarse mudar sembrío

chiflón mazamorra morada sobreparar

chuchonal metete soltar el tigre

chulillo metido en su dentro taco

chupaco muca tercianiento

chupadera muliza terruco

chupar duro a ocultas tirar lampa / ~

pala

combazo palmazo tirar una

luqueada

comer pavo parar la oreja tironear

concha de tu madre pararle el macho tocar violín

dar chamizo parársele a uno trafa

dar pelota a alguien pedrón a trancos

dar pelea pelotudo truquero

488 ÍNDICE

Los americanismos en Lituma en los Andes de Mario Vargas Llosa

dar relleno percala vendepatria

darle el encuentro pestañar visitar a su animal

de a poco pezuñento zamaqueo

1.7. Americanismos jergales, coloquiales o eufemísticos:

bolsudo guardabajo

broquel jijunagrandísima

cafiche juás

chucha mamay / papay

churre pachocha

cinema perrito

creso pichicatero

fierro ‘pene’ pucha

1.8. Americanismos de creación metafórica o metonímica:

desentornillador garrotillo primus

2. Clasificación de las voces por su tratamiento

por el DRAE-2001:

2.1. Americanismos que el DRAE-2001 da como generales para

el español peninsular y nosotros documentamos en países

hispanoamericanos:

amarrete ‘avaro, tacaño’. La documentamos en Argentina, Chile, Mé-

jico, Nicaragua y Perú.

Rosario Asensio Ruiz

489ÍNDICE

aniego ‘anegación, inundación’. Nosotros hallamos información para

Perú.

arrecho ‘excitado sexualmente’. Encontramos esta voz en Argentina,

Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Méjico, Nicaragua y Perú.

botar ‘arrojar, tirar, echar fuera a una persona o cosa’. La atestiguamos

en Argentina, Bolivia, Cuba, Ecuador, Chile, Colombia, México, Ni-

caragua, Puerto Rico, Perú y Venezuela. Además, en España lo do-

cumentamos para Canarias, Navarra y León.

chaco ‘montería con ojeo, que hacían antiguamente los indios de

América del Sur estrechando en círculo la caza para cogerla’, para

Argentina, Perú y Río de la Plata.

charango ‘instrumento musical de cuerda, usado especialmente en

la zona andina, parecido a una pequeña guitarra de cinco cuer-

das y cuya caja de resonancia está hecho con caparazón de ar-

madillo’. La localizamos en Argentina, México, Chile y Perú.

departamento ‘provincia’, ‘piso’. La primera acepción la localizamos

para Argentina, México, Perú y Uruguay. Sin embargo, en el caso

del significado ‘piso’ la Academia ha variado la información: en

el DRAE-92 se define como ‘apartamento’ para Argentina, Bolivia,

Chile, Ecuador, Méjico, Perú y Uruguay. El DRAE-2001 dice ahora

que significa ‘piso’ y que es voz del español general. Con el signi-

ficado de ‘apartamento’ la localizamos nosotros para Argentina,

Chile, Ecuador, Méjico, Perú y Uruguay.

frazada ‘manta’. Nosotros ofrecemos documentación para Argenti-

na, Cuba, Paraguay y Perú.

490 ÍNDICE

Los americanismos en Lituma en los Andes de Mario Vargas Llosa

huevón ‘imbécil’, en Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador, Perú

y Uruguay.

oca ‘planta americana de tubérculos comestibles’. La localizamos en

Chile, Ecuador y Perú.

pisco ‘aguardiente de uva’, para Argentina, Chile, Guatemala, Nicara-

gua y Perú.

plata ‘dinero’, para Argentina, Colombia, Costa Rica, Cuba, Perú y Río

de la Plata.

prender ‘encender una lámpara, una radio, un cigarrillo, etc.’, en Ar-

gentina, Chile, Colombia, Cuba, Ecuador, Méjico, Perú, Puerto Rico,

Uruguay y Venezuela.

pucha ‘interjección eufemística de ¡puta!, que se usa para ponderar

la calidad o la intensidad de algo’, para Argentina, Chile, Costa

Rica, Ecuador, Méjico, Perú y Río de la Plata.

puna ‘tierra alta próxima a la cordillera de los Andes’, ‘extensión gran-

de de terreno raso y yermo’. El DRAE-2001 anota la primera acep-

ción como voz del español general; y la segunda, la registra con

la marca de América Meridional. Nosotros, para ambos sentidos,

la localizamos en Argentina, Chile, Perú y Río de la Plata.

quena ‘flauta india’. Nosotros la documentamos para Argentina, Chi-

le y Perú.

ranchería ‘conjunto de ranchos o chozas’, ‘casa de peones en las ha-

ciendas’. Ofrecemos marca para Argentina, Chile, Méjico, Puerto

Rico, Perú y Río de la Plata.

remecer ‘menear, sacudir’. Nosotros la localizamos para Chile y Perú.

Rosario Asensio Ruiz

491ÍNDICE

runa ‘hombre indio’, sin localización. Recopilamos datos para Argen-

tina, Ecuador y Perú.

tironear ‘dar tirones’. Nosotros la localizamos para Argentina, Chile,

Méjico y Perú (según los datos de nuestra informante).

trompearse ‘dar un puñetazo; pelearse’. Ofrecemos testimonios para

Argentina, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, Honduras,

Méjico, Nicaragua, Perú y Puerto Rico.

vizcacha ‘roedor parecido a la liebre, de su tamaño y pelaje y con

cola tan larga como la del gato’. La localizamos para Argentina,

Bolivia, Chile, Perú y Río de la Plata.

2.2. Americanismos que no registra el DRAE-2001 (nota 22):

2.2.1. por entrada:

2.2.1.1. voces:

amaru ‘serpiente’ para Perú.

apu ‘dios, montaña’ para Perú.

arrechura ‘excitación sexual’ para Perú.

bolondrón ‘lío’ para Perú.

bolsudo ‘ancho’, ‘demasiado amplio’ para Aragón, Argentina y Chile.

broquel ‘pasamanos’.

cache ‘relación sexual’ para Perú. El derivado cachero ‘persona que

con mucha frecuencia practica el acto sexual’ la anotan los dic-

cionarios dialectales para Chile, Ecuador y Perú.

chacchar ‘masticar hojas de coca’ para Chile y Perú.

492 ÍNDICE

Los americanismos en Lituma en los Andes de Mario Vargas Llosa

chanca ‘indio de una tribu del Perú’ para Perú.

chuchonal ‘montón’ para Perú.

chulillo ‘ayudante de algún oficio’ para Perú.

chupaco ‘alcohólico’. Parece ser que se emplea en Argentina y Perú.

cinema ‘cine’ para Ecuador y Perú.

cojudear ‘engañar, contar embustes’ para Chile y Perú.

deslonjar ‘cortar como en lonjas’ para Perú.

disforzado ‘descocado, desenvuelto’ y disfuerzo ‘descoco, descaro,

desenvoltura’, ‘melindre, remilgo’, ‘payasada’ para Perú.

espectar ‘mirar’. Parece que se emplea en Bolivia y Perú.

fuetazo ‘latigazo, golpe dado con el látigo’, para Colombia, Costa

Rica, Cuba, Ecuador, Guatemala, Méjico, Nicaragua, Perú, Puerto

Rico y Venezuela.

guardabajo ‘interjección con que se advierte a alguien de un peli-

gro’ para Chile.

huanca ‘nación de indios que habitaban en el Valle de Jauja y sus

cercanías, en la sierra del Perú’. Nosotros la documentamos para

Perú.

jijunagrandísima ‘hijo de puta’ para Perú.

locumbeta ‘loco, demente’ para Perú.

mamay y papay ‘apelativo cariñoso para dirigirse a la mujer y al

hombre; o a la madre y al padre, respectivamente’. Nosotros apor-

tamos testimonio para Perú.

mashua ‘nombre que en Perú dan al añú, un tipo de planta’ para

Ecuador y Perú.

Rosario Asensio Ruiz

493ÍNDICE

morochuco ‘tribu de indígenas que vivían en la pampa del mismo

nombre, en el departamento de Ayacucho’ para Perú.

muca ‘sin dinero’ para Perú.

mulita ‘copa muy pequeña para tomar aguardiente’ para Perú.

muliza ‘canción indígena triste y monótona’ para Perú.

nacaq ‘degollador de seres humanos’ para Perú.

pachamama ‘divinidad peruana que representaba a la tierra’ en Ar-

gentina, Bolivia, Chile y Perú.

palmazo ‘palmada, palmetazo’ para Chile y Perú.

pedrón ‘piedra grande, peñasco’ para Méjico. Y probablemente para

Perú.

percala ‘percal’ para Chile, Cuba, Méjico y Perú.

pestañar ‘pestañear’ para Bolivia, Chile, Méjico, Nicaragua y Perú.

pezuñento ‘se dice del que le apestan los pies’ para Ecuador y Perú.

pichicatero ‘drogadicto’ para Argentina, Bolivia, Chile, Perú y Río de

la Plata.

pishtaco ‘delincuente serrano’, ‘degollador o despescuezador que

asola aldeas serranas’ para Perú.

pisonay ‘árbol leguminoso de Perú’ para Perú.

queñua ‘arbusto de la familia de las rosáceas, típico de algunos paí-

ses americanos’, para Bolivia y Chile.

rosquetería ‘hecho de un homosexual; zalamería excesiva’ para

Perú.

sinchi ‘nombre de la Brigada Especial Antisubversiva de la Policía

Nacional’, ‘integrante de esa brigada’ para Perú.

494 ÍNDICE

Los americanismos en Lituma en los Andes de Mario Vargas Llosa

sobreparar ‘estacionar o aparcar un vehículo’. Parece que se emplea

en Perú.

(estar) templado ‘enamorado’. Nosotros anotamos templado para

Argentina (La Rioja), Chile y Perú. Parece que se emplea también

con este sentido en Bolivia y Colombia.

tercianiento ‘que padece tercianas, fiebre intermitente que repite al

tercer día’ para Perú.

terruco ‘terrorista’ para Perú.

truquero ‘mendaz, embaucador, falso’ para Perú.

tutuma ‘cabeza’ para Chile, Colombia, Nicaragua y Perú.

ukuko ‘oso de anteojos’ para Perú.

varayok ‘mandón o jefe de grupo en las comunidades indígenas’

para Ecuador y Perú.

vendepatria ‘traidor, persona que traiciona a su patria’ para Argenti-

na, Chile y Cuba.

volarse ‘encolerizarse’ para Chile, Cuba, Méjico y Nicaragua.

zamaqueo ‘zarandeo, sacudida’ para Perú.

zampado ‘borracho’ para Perú.

2.2.1.2. locuciones:

agarrarse a (patadas) ‘propinar o asestar la clase de golpes que se

expresa’. La documentamos en Chile.

ahí mismo ‘inmediatamente’. Se localiza para Cuba. Y parece que

también para Perú.

Rosario Asensio Ruiz

495ÍNDICE

(beber) a pico de botella ‘(beber) directamente de la botella a la

boca’. La localizamos para Ecuador y Perú (según el testimonio de

nuestra informante).

chupar duro ‘ser muy bebedor’. Parece ser que se usa en Ecuador.

comer pavo ‘avergonzarse’ para Ecuador y Perú.

concha de tu madre ‘hijo de puta’ para Chile y Perú.

dar chamizo ‘hechizar’. Parece ser que se usa en Perú, México y Uru-

guay.

dar pelea ‘luchar denodadamente por conseguir algo’ para Chile.

de a poco ‘poco a poco’ para Argentina, Chile y Perú.

estar seco ‘quedarse dormido profundamente’.

de frente ‘de inmediato, rápidamente’ para Méjico y Perú.

hacer el puente ‘obstaculizar, poner piedras en el camino’ para

Perú.

libreta electoral ‘carné de identidad’. Con este sentido, pero con la

forma libreta cívica la localiza el DRAE-2001 para Argentina y

Paraguay.

mazamorra morada ‘postre típico peruano hecho a base de maíz

morado, azúcar y diversas frutas’ para Ecuador y Perú.

meter el dedo ‘engañar’ para Ecuador.

metido en su dentro ‘ausente, ensimismado’.

(a) ocultas ‘a escondidas’. Nosotros aportamos testimonios para Chi-

le.

parar la oreja ‘aguzar el oído, prestar atención’ para Perú.

496 ÍNDICE

Los americanismos en Lituma en los Andes de Mario Vargas Llosa

pararle el macho ‘contenerlo, reprimirlo’. La localizamos en Méjico,

Colombia y Perú.

en pindingas ‘en ascuas’ para Perú.

poner(se), sentir(se) saltón ‘poner(se), sentir(se) inquieto o nervio-

so’ para Perú.

en puntas de pie ‘de puntillas’. Al parecer esta expresión se emplea

en Argentina y Ecuador.

sacar la chochoca ‘maltratar, agredir o pegar’ para Perú.

sacarse la lotería ‘recibir impensadamente un gran beneficio’ para

Chile.

tirar lampa, pala ‘manejar la azada, labrar la tierra’; ‘cavar; trabajar

con la pala’, para Perú.

tirar una luqueada ‘echar un vistazo, mirar’. Documentamos luquear

para Chile y Perú.

tocar violín ‘presenciar las efusiones de dos enamorados quedán-

dose sin hacer nada’ para Bolivia, Chile, Ecuador y Perú.

2.2.2. por acepción:

beneficiador ‘persona que se dedica a la venta de ganado’. El DRAE-

2001 registra beneficiar con el significado que nos concierne: ‘re-

ferido a una res, descuartizarla y venderla al menudeo’ que loca-

liza para Bolivia, Chile, Cuba, Guatemala, Puerto Rico y Venezuela.

Nosotros documentamos esta forma, además, en Méjico, Ecuador

y Perú.

Rosario Asensio Ruiz

497ÍNDICE

bocatoma ‘abertura’. El DRAE-2001 la trae como sinónimo de boca-

caz, es decir, ‘abertura o boca que hay en una presa para que por

ella salga cierta porción de agua destinada al riego u a otro fin’.

canchero ‘seguro de sí mismo; relajado, consciente de dominar la

situación’. Con este sentido parece que se conoce en Argentina

y Uruguay. Con un significado afín la localizamos nosotros para

Chile y Perú.

chambón ‘ingenuo’, ‘torpe’, ‘chapucero’.

chancaca ‘color oscuro’. En la novela toma un valor conceptual me-

tafórico al asociarlo con el color que toma el azúcar al elaborarlo

como postre.

chaveta ‘navaja’. El DRAE-2001 marca como cubana la acepción ‘cu-

chilla pequeña y cierva usada por tabaqueros y zapateros’, pero

no dice nada de la acepción que nos interesa ni tampoco registra

el derivado chavetero ‘navajero’. Nosotros hallamos chaveta ‘na-

vaja’ en Bolivia, Perú y Puerto Rico.

chifle ‘rebanada de plátano frita’. Nosotros la documentamos para

Ecuador y Perú.

chucha ‘puta, úsase también como interjección’ para Argentina, Ecua-

dor y Perú, pero parece que se usa en también en otros países.

chupada ‘tímida, inhibida’ para Chile y Perú.

churre ‘niño’ para Costa Rica, Ecuador y Perú.

coleta ‘acompañante, compañía’.

correrse ‘escaparse, huir’ que nosotros localizamos en Cuba, Ecuador

y Perú.

498 ÍNDICE

Los americanismos en Lituma en los Andes de Mario Vargas Llosa

cuadra ‘manzana de casas’. El DRAE-2001 afirma que es ‘espacio de

una calle comprendido entre dos esquinas, lado de una manza-

na’ y no indica localización. Sin embargo, con el sentido que nos

interesa y como americanismo la anotan otros diccionarios ge-

nerales de lengua española. Nosotros hemos documentado este

uso para Argentina, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador,

Guatemala, Méjico, Perú, Puerto Rico, Río de la Plata, Uruguay y

Venezuela.

de por ‘y’. Nosotros localizamos este uso para Perú y Venezuela.

desaparecer ‘matar’. Nosotros la documentamos para Chile, Méjico

y Perú.

despercudir ‘alegrar, desahogar, sentir alivio’. Este sentido tiene va-

lor metafórico porque despercudir según la Academia es ‘limpiar,

blanquear lo que está sucio o percudido’.

en por ‘por’. Este uso es corriente en el español del Caribe.

enganchador ‘persona que contrata trabajadores’. El DRAE-2001 re-

gistra enganchar como voz del español general con el sentido

que nos interesa: ‘contratar trabajadores’. Nosotros localizamos

este vocablo para Chile y Perú. Y enganchador con la definición

adecuada para Perú.

fierro ‘pene’ para Méjico.

fiscal ‘relacionado con el Estado, Estatal’. Parece ser que se conoce en

Chile y Argentina.

garrotillo ‘erección constante y morbosa del miembro masculino’

para Bolivia. Sin embargo, nosotros solo la documentamos en los

diccionarios dialectales de Perú.

Rosario Asensio Ruiz

499ÍNDICE

justa ‘juicio ilegal’.

lamparín ‘quinqué, lámpara de petróleo’, para Chile y Perú.

lavador ‘lavabo’, ‘palangana, jofaina’. La localizamos en Guatemala,

Argentina y Paraguay.

mechero ‘cierto quinqué utilizado por la gente pobre’ para Argenti-

na, Ecuador, Colombia, Cuba y Perú.

melcocha ‘cosa mezclada o apelmazada de tal suerte que es difícil

desenredar’ para Chile, Cuba, Méjico, Costa Rica, Panamá y Perú.

mostacero ‘homosexual’ para Chile y Perú.

pachamanca ‘devaneo amoroso, diversión’ para Perú. Tampoco re-

gistra el derivado pachamanquearse ‘divertirse, retozar’, abusar,

aprovecharse, explotar’ que localizamos también para este país.

palomear ‘disparar y herir o matar a alguien con un arma de fuego,

especialmente a traición’ para Chile, Ecuador y Perú.

parársele (a uno) ‘erguírsele el pene’ para Argentina, Chile, Costa

Rica, Cuba, Méjico, Nicaragua y Perú.

perrito ‘pene’.

pinta ‘pintada’ para América.

pitada ‘chupada que se le da al cigarrillo’ para Argentina, Bolivia, Chi-

le, Ecuador, Perú y Río de la Plata’.

plancha ‘parte descubierta de un camión o furgoneta donde se

transportan mercancías’. Nosotros hallamos una definición afín

para Cuba.

500 ÍNDICE

Los americanismos en Lituma en los Andes de Mario Vargas Llosa

prestar ‘pedir prestado’. Nosotros la localizamos con este sentido

para Argentina, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Méjico y

Venezuela.

puntear ‘hacer presión con el pene sobre el cuerpo de otra persona’

para Perú.

salmuera ‘mala suerte’. Al parecer se usa en Perú.

seco ‘vianda criolla con papas y carne o pescado, sin caldo’ para Co-

lombia, Ecuador y Perú.

serrucho ‘serrano’ para Perú.

soñado ‘sin conocimiento’ para Ecuador y Perú.

tajado ‘afilado’. Parece que con este sentido se emplea en Colombia

y Perú.

templado ‘erecto sexualmente’ para Méjico, Nicaragua y Perú.

terral ‘polvareda’. Se usa, al parecer, en Perú y Puerto Rico.

titulado ‘que posee el título que legaliza la propiedad de un terreno’

para Méjico y Perú.

tolva ‘volquete’, ‘recipiente que llevan algunos camiones, que se pue-

de volcar para dejar la carga en un lugar’. Supuestamente se em-

plea en Perú.

tomado borracho’ para Argentina, Colombia, Guatemala y Perú.

zapatón ‘zapato masculino corriente, que no pasa del tobillo, nor-

malmente de cuero, con suela y tacón bajo, y que se abrocha con

cordones’ para Chile.

Rosario Asensio Ruiz

501ÍNDICE

2.3. Voces marcadas en el DRAE-2001 para América:

abalear ‘disparar con bala’, ‘tirotear’, para América. Nosotros la halla-

mos en Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador y Perú.

abra ‘espacio desmontado, claro en un bosque’ es la acepción que

el DRAE-2001 marca para América. No ocurre así con la acepción

‘abertura entre dos montañas’ que al no aparecer como ameri-

canismo, se considera del español general. Nosotros localizamos

abra con el primer sentido para Argentina, Colombia y Costa

Rica.

abrirse ‘desistir de algo, volverse atrás, separarse de una compañía o

negocio’ para América. La atestiguamos en Argentina, Ecuador y

Méjico con este sentido.

andenería ‘conjunto de andenes o bancales’ para América. Solo la

hallamos en Perú.

basural ‘basurero’ para América. Los diccionarios dialectales consul-

tados la atestiguaron para Argentina, Chile, Guatemala, Méjico y

Nicaragua.

cañazo ‘aguardiente de caña’ para América. Sin embargo, los diccio-

narios dialectales la consignan únicamente para Perú.

chacarero ‘agricultor, granjero, labrador’ para América.

chalina ‘chal estrecho’ para América. Nosotros la localizamos para Ar-

gentina, Cuba, Bolivia, Chile, Colombia, Méjico, Perú y Uruguay.

chanchada ‘cochinada, acción grosera o desleal’ para América.

chancho ‘cerdo’ para América.

chiflón ‘corriente de aire, viento colado’ para América.

502 ÍNDICE

Los americanismos en Lituma en los Andes de Mario Vargas Llosa

chola ‘mestiza de sangre europea e indígena’, ‘india que adopta los

usos occidentales’ para América. Nosotros la localizamos para Ar-

gentina, Bolivia, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Méjico, Ni-

caragua, Panamá, Perú, Río de la Plata y Venezuela.

chorreado ‘sucio, manchado’ para América. Nosotros la hallamos con

este sentido para Argentina, Chile, Costa Rica, Cuba, Guatemala,

Méjico, Nicaragua y Perú.

chúcaro ‘arisco, bravío’ para América. Nosotros aportamos testimo-

nios de su uso en Argentina, Chile, Ecuador, Nicaragua, Perú y Río

de la Plata.

cojudo ‘tonto, bobo’ y cojudez ‘tontería’, ambos para América.

dizque ‘al parecer, presuntamente’, ‘dice/dicen que’ para América.

Nosotros la localizamos en Colombia, Ecuador, Méjico y Perú.

endenantes ‘hace poco’ para América. Nosotros ofrecemos docu-

mentación para Argentina, Chile, Costa Rica, Ecuador, Méjico, Perú

y Puerto Rico.

filudo ‘de filo muy agudo’ para América. Nosotros hallamos docu-

mentación de esta acepción para Chile, Colombia y Nicaragua.

fregar ‘fastidiar, molestar, jorobar’ para América. Nosotros la localiza-

mos en Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecua-

dor, Guatemala, Honduras, Méjico, Nicaragua, Panamá y Perú.

jebe ‘caucho, goma elástica’ para América. La atestiguamos en Chile,

Ecuador y Perú.

Rosario Asensio Ruiz

503ÍNDICE

lavatorio ‘jofaina, palangana’, ‘lavabo, mueble especial donde se

pone la palangana’ para América. La hemos localizado para Ar-

gentina, Chile, Méjico, Nicaragua, Perú y Río de la Plata.

manejar ‘conducir un automóvil’ para América. Nosotros aportamos

datos para Argentina, Chile, Costa Rica, Cuba, Ecuador, Méjico, Ni-

caragua y Perú.

montuno ‘huraño’ para América y Andalucía. Nosotros la documen-

tamos en Andalucía, Canarias, Colombia, Cuba, Méjico, Perú y

Puerto Rico.

nevado ‘montaña cubierta de nieves perpetuas’ para América. Noso-

tros ofrecemos testimonios de esta voz para Méjico, Chile, Ecua-

dor y Perú.

overol ‘mono, traje de faena de una pieza’ para América. Nosotros

documentamos la voz en todos estos países: Argentina, Colom-

bia, Chile, Costa Rica, Cuba, Ecuador, Méjico, Nicaragua, Perú y

Uruguay.

paila ‘sartén, vasija’ para América. Nosotros encontramos documen-

tación de la voz para Argentina, Costa Rica, Chile, Cuba y Perú.

pararse ‘ponerse de pie’ para América y Murcia. Nosotros la localiza-

mos en Argentina, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Guatemala,

Méjico, Nicaragua, Panamá, Puerto Rico, Río de la Plata y Perú.

picado ‘embriagado, borracho’ para América. Nosotros aportamos

información para: Argentina, Chile, Costa Rica, Ecuador, Méjico,

Nicaragua, Perú y Puerto Rico.

pollera ‘falda externa del vestido femenino’, ‘vestido multicolor de

mujer’ para América. Nosotros la documentamos con estos sen-

504 ÍNDICE

Los americanismos en Lituma en los Andes de Mario Vargas Llosa

tidos para Argentina, Chile, Colombia, Guatemala, Paraguay, Perú

y Río de la Plata.

pulpería ‘tienda donde se venden diferentes géneros para el abas-

to’ para América. Nosotros la localizamos para Argentina, Bolivia,

Chile, Costa Rica, Ecuador, Nicaragua, Perú, Puerto Rico, Río de la

Plata y Venezuela.

regresarse ‘volver, regresar’ para América. Nosotros la hallamos en

todos estos países: Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Hon-

duras, Méjico, Nicaragua, Perú y Venezuela.

saco ‘chaqueta, americana’ para Canarias y América.

sacudón ‘sacudida violenta’ para América. Con este sentido la locali-

zamos en Argentina, Chile, Colombia, Ecuador, Méjico, Nicaragua,

Perú y Puerto Rico.

tamal ‘especie de empanada de masa de harina de maíz, envuelta en

hojas de plátano o de la mazorca de la maíz, y cocida al vapor o en

el horno. Las hay de diversas clases, según el manjar que se pone

en su interior y los ingredientes que se le agregan’ para América.

Nosotros aportamos información afín a esta para Argentina, Bo-

livia, Chile, Colombia, Cuba, Ecuador, Méjico, Perú, Puerto Rico y

Río de la Plata.

zambo ‘mulato’ para América. Nosotros la hallamos en: Argentina,

Chile, Colombia, Cuba, Ecuador, Guatemala, Méjico, Perú, Puerto

Rico, Río de la Plata y Uruguay.

Rosario Asensio Ruiz

505ÍNDICE

2.4. Voces y locuciones marcadas como americanismos

particulares en el DRAE-2001:

aflojar ‘propinar un golpe’. El DRAE-2001 señala que se usa en Cuba,

República Dominicana y Venezuela. Nosotros la documentamos,

además, en México.

ají ‘pimiento picante’. Se localiza, según el DRAE-2001 en América

Meridional y Antillas, Nosotros la atestiguamos en todos estos

países: Argentina, Cuba, Chile, Ecuador, Méjico, Perú, Puerto Rico

y Río de la Plata.

alto ‘montón’. El DRAE localiza el término para Argentina, Chile, Perú

y Uruguay. Nosotros la documentamos, además, en Méjico.

alzado ‘rebelde, sublevado’. Con el significado de ‘prófugo provisto

de armas’ la anota el Diccionario académico para Honduras. No-

sotros la encontramos en Argentina, Cuba, Ecuador, Méjico y Perú

(según el testimonio de nuestra informante limeña).

anticucho ‘comida consistente en trozos pequeños de carne, vísce-

ras, etc., sazonados con distintos tipos de salsa, ensartados en

palitos y asados a la parrilla’, para Bolivia y Perú. Nosotros la docu-

mentamos también en Argentina y Chile.

arrechar ‘excitarse sexualmente’ en América Central y Méjico. No-

sotros la encontramos en Canarias, Argentina, Chile, Costa Rica,

Ecuador, Méjico, Nicaragua y Perú.

aventar ‘arrojar’, ‘echar’, ‘lanzar’, ‘tirar’. El DRAE-2001 y otros dicen que

en Colombia se usa con el significado de ‘arrojarse, lanzarse sobre

506 ÍNDICE

Los americanismos en Lituma en los Andes de Mario Vargas Llosa

alguna persona o cosa’. Nosotros encontramos aventar en los dic-

cionarios dialectales de Guatemala, México y Nicaragua.

cachaco ‘policía’ para Perú.

cacharpari ‘convite y baile que por despedida se ofrece al que va a

emprender un viaje’ para Perú.

chamba ‘empleo, trabajo’ para América Central, Ecuador y Méjico.

Nosotros aportamos testimonios de la voz en Costa Rica, Méjico,

Perú, El Salvador y Guatemala.

chancar ‘apalear, golpear, maltratar’ para Chile y Perú. La documenta-

mos también en Argentina.

chicha ‘bebida alcohólica que resulta de la fermentación del maíz

en agua azucarada’. Se usa según la Academia ‘en algunos países

de América’. Nosotros hemos encontrado esta voz en: Argentina,

Bolivia, Chile, Colombia, Cuba, Ecuador, Guatemala, México, Nica-

ragua, Perú, Puerto Rico, Río de la Plata y Venezuela. En cambio,

el derivado chichería lo marca el DRAE-2001 como general para

América.

chullo ‘gorro de lana con orejeras’ para Perú.

chuncho ‘indio salvaje del Perú’.

chupe ‘guisado hecho de papas en caldo, al que se añade carne o

pescado, marisco, ají, tomate y otros ingredientes’ para Argentina,

Colombia, Chile, Ecuador y Perú. Nosotros la localizamos en los

mismos países que la Academia.

Rosario Asensio Ruiz

507ÍNDICE

cuy ‘conejillo de indias’ para América Meridional. Nosotros la locali-

zamos con este sentido para Argentina, Bolivia, Chile, Colombia,

Ecuador, Nicaragua, Perú y Río de la Plata.

huaca ‘sepulcro de los antiguos indios, en que se encuentran a me-

nudo objetos de valor’, para América Central y Meridional. Noso-

tros la documentamos para Chile, Ecuador y Perú.

huaco ‘objeto de cerámica que se encuentra en los sepulcros de los

indios’, para América Meridional. Nosotros la registramos en Ar-

gentina, Chile y Perú.

huayco ‘masa enorme de lodo y peñas que las lluvias torrenciales

desprenden de las alturas de los Andes y que, al caer en los ríos,

ocasionan su desbordamiento’ para Perú.

jirón ‘calle’ para Perú. Nosotros aportamos la misma localización.

lúcuma ‘fruto del lúcumo’. El DRAE-2001 dice que lúcumo es ‘árbol

de Chile y del Perú’. Nosotros encontramos lúcuma en Argentina,

Chile y Perú.

luego de ‘después de’ para Argentina y Méjico. Nosotros ofrecemos

testimonio para Perú.

mandarse mudar ‘largarse, irse a otra parte’. Este valor aparece en

el DRAE-2001 para América Meridional. Nosotros la localizamos

para Argentina, Chile, Ecuador y Perú.

mazamorra ‘mezcolanza, revoltillo de ideas o cosas’ para Colombia y

Perú. Nosotros la documentamos también en Venezuela.

medio ‘moneda de cinco centavos de sol’ para Cuba; y para Colom-

bia y Méjico con un sentido afín. Nosotros aportamos documen-

508 ÍNDICE

Los americanismos en Lituma en los Andes de Mario Vargas Llosa

tación para Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Cuba, Ecuador,

Méjico, Panamá, Perú y Uruguay.

molle ‘árbol oriundo del Perú’ para Bolivia, Ecuador y Perú. Nosotros

la atestiguamos en Argentina, Chile, Ecuador, Perú y Río de la Pla-

ta.

mote ‘maíz desgranado y cocido con sal’. Nosotros ofrecemos docu-

mentación precisa para Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Ecua-

dor, Perú y Río de la Plata.

ojota ‘calzado a manera de sandalia, hecho de cuero o de filamen-

to vegetal, que usaban los indios del Perú y de Chile, y que to-

davía usan los campesinos de algunas regiones de América del

Sur’ para América Meridional. Nosotros localizamos la voz para

Argentina, Chile, Ecuador, Perú y Río de la Plata.

olluco ‘melloco, planta baselácea trepadora cuyo tubérculo es co-

mestible’ para Perú. Nosotros la documentamos además en Co-

lombia y Ecuador.

pascana ‘etapa, parada o descanso en un viaje’ para Argentina, Boli-

via, Ecuador y Colombia. Nosotros ofrecemos asimismo testimo-

nio para Chile.

pasillo ‘baile popular parecido al vals’ para Colombia, Ecuador y Pa-

namá. Nosotros la documentamos para Venezuela.

porongo ‘recipiente de hojalata, con cuello angosto, tapa y asa, que

sirve para la venta de leche’, ‘calabaza grande y alargada que sirve

de depósito’, ‘vasija de arcilla para guardar agua o chicha’. Las dos

primeras acepciones las marca el DRAE-2001 para Perú. La tercera

Rosario Asensio Ruiz

509ÍNDICE

se localiza para Argentina, Bolivia, Chile, Panamá, Perú y Uruguay.

Nosotros la documentamos para Argentina, Bolivia, Chile, Perú y

Río de la Plata.

pucho ‘cigarrillo’, ‘colilla del cigarro’ para América Meridional. Noso-

tros la anotamos para Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Ecua-

dor, Perú, Río de la Plata y Uruguay.

taco ‘tacón’ para América Meridional y Puerto Rico. Nosotros la lo-

calizamos para Argentina, Chile, Colombia, Ecuador, Perú, Puerto

Rico y Uruguay.

templarse ‘enamorarse’. El DRAE-2001 localiza templar, para Améri-

ca Meridional. Nosotros ofrecemos documentación para Chile y

Perú.

(a) trancos ‘a paso largo’ para Argentina, Bolivia, Chile, Paraguay y

Uruguay. Nosotros la localizamos para Argentina y Río de la Pla-

ta.

uta ‘enfermedad de úlceras faciales muy común en las quebradas

hondas del Perú’ para Perú.

vaina ‘contrariedad, contratiempo, molestia, problema’, ‘negocio’,

‘cosa, cuestión’. Con el sentido de ‘contrariedad, molestia, cosa no

bien conocida o recordada’ la marca el DRAE-2001 para América

Central y Meridional. Nosotros aportamos documentación para

Argentina, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, Guatemala,

Méjico, Nicaragua, Perú, Puerto Rico y Venezuela.

510 ÍNDICE

Los americanismos en Lituma en los Andes de Mario Vargas Llosa

de yapa ‘además’, ‘gratuitamente, sin motivo’ para América Meridio-

nal. Nosotros localizamos esta locución adverbial para Argentina,

Chile y Perú.

2.5. Voces y locuciones americanas incluidas por primera vez

en el DRAE-2001:

apanado ‘empanado’ para Panamá, Perú y Puerto Rico. Nosotros la

documentamos, además, en Argentina, Chile y Ecuador.

cafiche ‘proxeneta’, para Chile. Y anota esta otra, caficho, para Argen-

tina y Perú. Nosotros localizamos cafiche en Chile y Perú.

carajear ‘insultar, hablar groseramente’, para Costa Rica y Venezuela.

Nosotros la localizamos para Argentina, Chile, Costa Rica, Ecua-

dor, Méjico y Perú.

chifa ‘restaurante de comida china’ para Perú. Nosotros la documen-

tamos también para Chile.

dar pelota a alguien ‘prestarle atención’ para Costa Rica y Uruguay.

Nosotros localizamos esta expresión para Argentina y Costa Rica.

Parece ser que también se emplea en Perú.

desafectado ‘abandonado’ como voz general. Nosotros aportamos

para Perú la información que nos facilitó nuestra informante li-

meña.

despenador ‘persona que daba muerte a los enfermos desahucia-

dos, a petición de los parientes’ con localización para el norte de

Argentina y Perú.

Rosario Asensio Ruiz

511ÍNDICE

enjetado ‘enfadado, enojado’ para México. Nosotros registramos en-

jetarse con significado afín para Argentina y México. Parece ser

que también se emplea en Perú.

foja de servicios ‘historial’ para Argentina, México, Perú y Uruguay.

Para nosotros, en Argentina y Perú.

gritonear ‘hablar a gritos’, ‘reprender a gritos’ para Chile y Honduras.

Nosotros la documentamos para más países: Argentina, Bolivia,

Chile, Méjico y Perú.

huayno ‘canción y baile tradicional de la región andina’, para Perú.

Nosotros la documentamos también para Argentina y Chile.

lagua ‘sopa espesa de harina de maíz’ para Bolivia. Nosotros, tam-

bién para Perú.

maletera ‘maletero de un vehículo’ para México. Nosotros, en cam-

bio, aportamos datos para Chile y Perú.

manazo ‘manotazo’ para Venezuela. Nosotros ofrecemos testimo-

nios para Chile y Perú.

metete ‘entrometido’ para Uruguay. Nosotros la localizamos en más

países: Argentina, Bolivia, Chile, Costa Rica, Guatemala y Perú.

mitimaes ‘colonias de indios que mandaban los incas a las regiones

recién conquistadas’. El DRAE-2001 no la localiza como america-

nismo. Nosotros la documentamos para Chile, Ecuador y Perú.

(a) pata pelada ‘descalzo’ para Costa Rica. Nosotros, para Méjico, Co-

lombia y Chile.

pelotudo ‘majadero, estúpido’ para Argentina, Chile y Uruguay. No-

sotros la encontramos en Argentina, Bolivia, Chile y Perú.

512 ÍNDICE

Los americanismos en Lituma en los Andes de Mario Vargas Llosa

pichiruchi ‘persona insignificante’. El DRAE-2001 introduce una for-

ma parecida, pichirruchi, con este sentido para Perú. Nosotros re-

copilamos información de pichiruche para Bolivia, Chile y Perú; y

de pichiruchi para Perú.

primus ‘hornillo de gas’ para Perú y Uruguay. Nosotros la localizamos

en Argentina, Perú, Río de la Plata y Uruguay.

querosene ‘queroseno’ para Argentina, Cuba, El Salvador, Honduras,

Perú y Uruguay. Nosotros la localizamos, además, en Chile y Méxi-

co.

resondrar ‘reconvenir’, ‘censurar, reprender’ para Perú.

sacón ‘chaquetón’, ‘chaqueta amplia’. El DRAE-2001 anota la primera

acepción para Argentina y Uruguay. Nosotros la localizamos, ade-

más, para Bolivia y Perú.

sembrío ‘sembrado’ para Ecuador, Honduras y Perú. Nosotros la do-

cumentamos en Bolivia, Ecuador, Méjico y Perú.

sobrador ‘presumido, que se da aires de superioridad y que preten-

de estar al tanto de lo que se trata’ para Argentina. Nosotros la

documentamos, además, en Chile.

suertudo ‘que tiene suerte, afortunado’. El DRAE-2001 no indica loca-

lización. Nosotros atestiguamos su uso en Argentina, Chile, Ecua-

dor, Méjico y Perú.

trafa ‘trampa, engaño’ para Perú.

2.6. Acepciones americanas incluidas por primera vez

en el DRAE-2001 (nota 23)

amarillo ‘esquirol’ para Perú.

Rosario Asensio Ruiz

513ÍNDICE

cachar ‘practicar el coito’ para Perú. Nosotros, asimismo, para Chile y

Colombia.

cachuelo ‘trabajo eventual de poca remuneración’ para Perú.

chapar ‘agarrar’ para Perú y Uruguay. Nosotros la documentamos

también en Argentina.

chullo ‘gorro de lana con orejeras’ para Perú. Nosotros la localizamos

también en este país.

chuño ‘papa deshidratada, muy usada en la comida criolla de las re-

giones andinas’ para Bolivia y Perú. Nosotros la localizamos, ade-

más, en Chile y Río de la Plata.

chupar ‘ingerir bebidas alcohólicas’ para El Salvador, Paraguay y Perú.

Nosotros la localizamos también en Argentina, Bolivia, Costa Rica,

Chile, Ecuador, Guatemala, Honduras, Méjico, Nicaragua, Panamá,

Uruguay y Río de la Plata.

conchudo ‘sinvergüenza, caradura’ en América.

entradora ‘dicho de una mujer: que toma la iniciativa en la conquis-

ta amorosa’ para Venezuela. La localizamos para Argentina, Chile,

Nicaragua y Perú.

fundillo ‘trasero’, ‘parte trasera de los pantalones’ para Honduras,

México, Nicaragua, República Dominicana y Venezuela. Con este

significado lo documentamos para Costa Rica, Cuba, Méjico y Ni-

caragua. Con la acepción de ‘parte trasera de los pantalones’ se

localiza en Argentina, Chile, Cuba, Méjico y Perú.

guardianía ‘servicio de vigilancia’. El DRAE-2001 anota una defini-

ción afín que localiza para Ecuador. Nosotros la documentamos

también en este país.

514 ÍNDICE

Los americanismos en Lituma en los Andes de Mario Vargas Llosa

jeta ‘boca’ para América Central, Colombia, México y Uruguay. Noso-

tros la documentamos para Chile, Costa Rica y Nicaragua.

lechero ‘que tiene suerte o sabe aprovechar las ocasiones’. Con una

acepción afín la consigna el DRAE-2001 para Costa Rica, Cuba,

Honduras, Nicaragua y Venezuela. Nosotros la documentamos,

además, en Argentina, Méjico, Perú y Puerto Rico.

loca ‘prostituta’ para Argentina y Uruguay. Con este sentido la loca-

lizamos en Argentina. En Perú se emplea con la acepción de ‘ho-

mosexual, marica’.

pajonal ‘herbazal’, ‘terreno bajo y anegadizo, cubierto de paja brava

y otras especies asociadas, propia de los lugares húmedos’. La pri-

mera acepción se marca para América Meridional y Honduras. El

DRAE-92 la localiza para Argentina, Chile, Uruguay y Venezuela.

La segunda acepción es nueva y se localiza para Argentina y Uru-

guay. Nosotros ofrecemos documentación de la voz con estos

sentidos para Argentina, Chile, Cuba, Ecuador, Perú, Puerto Rico

y Río de la Plata.

pata ‘amigo’ para Cuba y Perú. Nosotros la localizamos, además, en

Argentina.

pellejería ‘contratiempo’ para Bolivia. Nosotros la documentamos

en Argentina, Bolivia, Chile y Perú.

polilla ‘prostituta’ para Perú. Nosotros la hallamos también en Chile.

quinta ‘casa de recreo en las cercanías de una ciudad’, ‘chalé’. El

DRAE-2001 anota para Colombia y Venezuela la acepción ‘casa

con antejardín, o rodeada de jardines’. Nosotros, con significados

parecidos, la localizamos para Argentina y Méjico.

Rosario Asensio Ruiz

515ÍNDICE

rastrillar ‘accionar el percutor de un arma de fuego para que esté

lista para disparar’ para Cuba y Venezuela. Nosotros la documen-

tamos en más países: Argentina, Bolivia, Colombia, Cuba, Guate-

mala, Méjico, Perú y Santo Domingo.

rebalsar ‘rebasar’, ‘desbordarse’. El DRAE-2001 registra la primera

acepción para Argentina. Nosotros la atestiguamos, además, en

Chile y Perú.

rondín ‘armónica’ para Perú.

rosquete ‘homosexual; excesivamente delicado o zalamero’ para

Perú.

sobrado ‘creído, muy pagado de sí mismo’ para Ecuador y Perú. No-

sotros, con un sentido afín, la localizamos también en Argentina

y Chile.

trigueño ‘negro (eufemístico); de tez oscura’ para Honduras y Vene-

zuela.

2.7. Localizaciones nuevas del DRAE-2001

para los americanismos

ahorita ‘ahora mismo’. El DRAE-92 no indica localización. El DRAE-

2001, en cambio, señala que se usa en Antillas y Colombia. No-

sotros lo recogemos en Canarias y América. Concretamente, en

Argentina, Chile, Colombia, Ecuador, Guatemala, Méjico, Perú,

Puerto Rico y Venezuela.

calato ‘desnudo’. El DRAE-92 localiza el término en Perú. El DRAE-

2001 amplía la localización para Chile. Nosotros también la docu-

mentamos para Chile y Perú.

516 ÍNDICE

Los americanismos en Lituma en los Andes de Mario Vargas Llosa

camote ‘batata’ para América Central, Ecuador, Filipinas, México y

Perú. En cambio, el DRAE-92 la marca como general para América.

Nosotros localizamos este vocablo en los diccionarios dialecta-

les de Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala,

Ecuador, Méjico, Nicaragua, Perú y Filipinas. La acepción figurada

‘enamoramiento’ se localiza para Perú y Uruguay. Se ha especi-

ficado la localización en el DRAE-2001, ya que el DRAE-92 solo

indica que se usa ‘en algunos lugares de América’. Sin embargo,

nosotros encontramos camote con este sentido en los siguien-

tes países: Argentina, Chile, Costa Rica, Ecuador, Méjico y Perú. En

cuanto al derivado encamotarse ‘enamorarse’ el DRAE-2001 trae

la marca geográfica para América, mientras que el DRAE-92 solo

la localiza para Argentina, Costa Rica, Chile, Ecuador, Perú y Uru-

guay. Nosotros hallamos esta variante en Argentina, Chile y Costa

Rica.

chacra ‘alquería o granja’ para América Meridional. El DRAE-92 la

anota como general para América. Nosotros hallamos documen-

tación de la voz para Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Costa

Rica, Ecuador, Nicaragua, Perú, Río de la Plata y Uruguay.

charqui ‘carne curada al aire, al sol o al hielo’ para Argentina, Boli-

via, Chile, Perú y Uruguay. El DRAE-92 restringe la localización a

la América Meridional. Además de los países que marca el DRAE-

2001 nosotros la localizamos para Ecuador, Paraguay y Río de la

Plata.

chompa ‘jersey’ para Bolivia, Ecuador, Paraguay, Perú y Uruguay. El

DRAE-2001 prescinde de la marca para Colombia, localización

Rosario Asensio Ruiz

517ÍNDICE

que sí trae el DRAE-92. Nosotros la hallamos con este sentido en

Bolivia, Chile, Ecuador y Perú. En Colombia se usa como ‘cazadora’.

colectivo ‘autobús’ para Argentina, Bolivia, Ecuador, Paraguay y Perú.

La marca se amplía en la última edición del Diccionario académi-

co, ya que el DRAE-92 la trae para Argentina, Bolivia y Perú. Noso-

tros la localizamos, además, en Colombia.

combazo ‘puñetazo’ para Bolivia, Chile y Perú. El DRAE-92 no incluye

la marca para Bolivia. Nosotros la localizamos para Chile.

destemplar ‘sentir dentera’. El DRAE-2001 amplía en esta edición la

localización a más países. Así, marca la voz para América Central,

Bolivia, Ecuador, México y Perú; mientras que el DRAE-92 dice que

se usa solo en Chile, Ecuador, Guatemala, Méjico y Perú. Nosotros

la localizamos para Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Guate-

mala, Honduras, Méjico y Perú.

diferendo ‘diferencia, desacuerdo, discrepancia’. La marca geográfica

para esta voz aparece delimitada en el DRAE-2001 para América

Meridional, Cuba y Guatemala. El DRAE-92 afirma que se usa en

Argentina, Colombia, Perú y Uruguay. Nosotros aportamos docu-

mentación para Argentina, Chile, Ecuador, Cuba y Perú.

escarapelar ‘ponérsele a uno carne de gallina’ para México y Perú.

El DRAE-92 la anota solo para Perú. Nosotros la localizamos tam-

bién para ambos países.

farrear ‘andar de farra, divertirse’ para América Meridional. El DRAE-

92 la anota para Argentina, Chile, Perú y Uruguay. Nosotros halla-

518 ÍNDICE

Los americanismos en Lituma en los Andes de Mario Vargas Llosa

mos documentación de esta voz para Argentina, Chile, Ecuador

y Perú.

guachimán ‘vigilante, guardián’ para Costa Rica, Guatemala, Guinea,

Honduras, Nicaragua, Panamá, Perú y Santo Domingo. La edición

académica del año 92 la localiza en todos estos países (salvo en

Honduras) y en Chile. Nosotros aportamos testimonios para este

país y también para Costa Rica y Méjico.

huachafo ‘cursi’ para Bolivia y Perú. El DRAE-92 la localiza solo para

Perú. Nosotros la hallamos en los diccionarios dialectales solo

para Perú.

humita ‘comida criolla consistente en maíz cocido muy fino con to-

mate, manteca, leche, azúcar y otros ingredientes, y cocida en-

vuelta en las hojas del maíz o chalas’ para Argentina, Bolivia, Chile,

Ecuador, Perú y Uruguay. El DRAE-92 la marca para Argentina, Chi-

le, Perú y Uruguay. La atestiguamos también en Río de la Plata.

ichu ‘planta gramínea que crece en la puna’ para Chile y Perú. El

DRAE-92 anota la forma icho sin localización. Nosotros la docu-

mentamos para ambos países.

lisura ‘palabra o acción grosera e irrespetuosa’ para Bolivia, Ecuador,

Guatemala, Honduras, Panamá y Perú. El DRAE-92 restringe, en

cambio, la localización a Guatemala, Panamá y Perú. Nosotros la

documentamos para todos estos países: Argentina, Bolivia, Ecua-

dor, Guatemala, Méjico, Nicaragua, Perú y Venezuela.

nomás ‘sin más’, ‘no más, solamente’. Con el significado de ‘sin más’

dice el DRAE-2001 que se emplea en América Meridional, Costa

Rica, Honduras, México y Nicaragua. El DRAE-92 ofrece, en cambio,

Rosario Asensio Ruiz

519ÍNDICE

una localización restringida para Argentina, Méjico y Venezuela.

La acepción ‘en oraciones exhortativas, generalmente pospuesto,

para añadir énfasis a la expresión’ se localiza en el DRAE-92 para

Argentina, Bolivia, Méjico y Venezuela; en el DRAE-2001, para

América Meridional, El Salvador, Honduras y México. Por último,

éste señala que el significado ‘apenas, precisamente’ se localiza

en Argentina, Bolivia, Colombia, El Salvador, Nicaragua y Uruguay.

El DRAE-92 marca esta acepción solo para Argentina y Venezuela.

Nosotros documentamos nomás con estos sentidos para Argen-

tina, Bolivia, Colombia, Chile, Méjico, Perú y Uruguay.

opa ‘tonto, idiota’ para Argentina, Bolivia, Paraguay y Uruguay. El

DRAE-92, en cambio, no trae la marca de Paraguay. Nosotros lo-

calizamos opa en Argentina, Bolivia, Chile, Méjico y Perú.

pachocha ‘pachorra, flema, indolencia’ para Colombia, Cuba, Panamá

y Perú. El DRAE-2001 ha eliminado la marca para Chile que cons-

taba en el DRAE-92. Nosotros aportamos documentación para

este país y para los citados.

palta ‘aguacate’ para Argentina, Chile, Perú y Uruguay. En el DRAE-

92 consta con la marca para América Meridional. Nosotros ates-

tiguamos su uso en Argentina, Bolivia, Chile, Ecuador, Nicaragua,

Perú, Uruguay y Venezuela.

planilla ‘nómina’ para América. Aparece en el DRAE-92 como propia

del español general. Nosotros la marcamos en Argentina, Chile,

Costa Rica, Méjico y Nicaragua.

520 ÍNDICE

Los americanismos en Lituma en los Andes de Mario Vargas Llosa

quinua ‘planta anual de la familia de las quenopodiáceas, de la que

hay varias especies, de hojas rómbicas y flores pequeñas dispues-

tas en racimos, las hojas tiernas y las semillas, muy abundantes y

menudas, son comestibles’ con localización para el noroeste de

Argentina, Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú. La Academia amplía,

como vemos, la marca geográfica de quinua, ya que el DRAE-92 la

trae solo para el noroeste de Argentina, Bolivia y Perú. Nosotros

aportamos datos para todos estos países: Argentina, Bolivia, Chi-

le, Méjico, Perú y Río de la Plata.

rocoto ‘planta herbácea de la familia de las solanáceas que da un

fruto grande, de color rojo, verde o amarillo y muy picante’ para

Perú. La localización se ha restringido ya que el DRAE-92 la marca

para América Meridional. Nosotros, en cambio, atestiguamos el

uso de esta voz en Bolivia, Ecuador y Perú. Y la variante rocote la

documentamos para Colombia.

rotoso ‘roto o muy gastado’ para Argentina, Bolivia, Chile, Ecuador,

Paraguay, Perú y Uruguay. La localización es más amplia, puesto

que el DRAE-92 la documenta solo para Argentina, Chile, Ecuador,

Perú y Uruguay. Además de todos estos países, nosotros la atesti-

guamos en Méjico.

salado ‘desgraciado, infortunado’ para América Central, Antillas,

Ecuador, Perú y Venezuela. El DRAE-92 la marca para Costa Rica,

Cuba, Ecuador, Guatemala, Nicaragua, Perú y Puerto Rico. Nosotros

ofrecemos testimonios para Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador,

Guatemala, Méjico, Nicaragua, Panamá, Perú y Puerto Rico.

Rosario Asensio Ruiz

521ÍNDICE

sello ‘cruz o reverso de las monedas’ para Bolivia, Colombia, Chile y

Perú. El DRAE-92 no asigna marca para Bolivia. Nosotros la docu-

mentamos en Chile, Colombia y Perú.

tajador ‘sacapuntas’ para Costa Rica. El DRAE-2001 elimina la marca

para Asturias que atestigua la edición del año 92. Nosotros la lo-

calizamos, en cambio, en Navarra y Costa Rica.

tomar ‘beber alcohol’ para América. El DRAE-2001 ya no considera

que sea voz del español general y la marca por primera vez como

americanismo. Nosotros aportamos documentación para Argen-

tina, Bolivia, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Honduras, Méjico,

Nicaragua, Perú, Río de la Plata, Uruguay y Venezuela. También se

documenta, por otro lado, en Canarias.

velador ‘mesilla de noche’. El DRAE-2001 indica que se usa en Cana-

rias, Á. Andes, Chile y Costa Rica. El DRAE-92 la anota para Cana-

rias, noroeste de Argentina, Chile, Perú y Venezuela. Nosotros la

localizamos para Argentina, Chile, Méjico y Perú.

2.8. Peruanismos:

amarillo ‘esquirol’.

amaru ‘serpiente’, ‘símbolo de la cultura peruana’.

apu ‘espíritu tutelar de una comunidad’.

bolondrón ‘lío’.

cache ‘relación sexual’.

cachuelo ‘trabajo eventual de poca remuneración’.

cañazo ‘aguardiente de caña’.

522 ÍNDICE

Los americanismos en Lituma en los Andes de Mario Vargas Llosa

causa ‘puré de papas con ají amarillo y limón, acompañado de lechu-

ga y aceitunas, que se come frío como entrada’.

chuchonal ‘montón’.

chulillo ‘ayudante de algún oficio’.

chullo ‘gorro de lana con orejeras’.

chuncho ‘indio salvaje del Perú’.

disforzado ‘descocado, desenvuelto’ y disfuerzo ‘descoco, descaro,

desenvoltura’, ‘melindre, remilgo’, ‘payasada’.

huancas ‘nación de indios que habitaban en el Valle de Jauja y sus

cercanías, en la sierra del Perú’.

jirón ‘calle’.

locumbeta ‘loco, demente’.

morochuco ‘tribu de indígenas que vivían en la pampa del mismo

nombre, en el departamento de Ayacucho’.

muca ‘sin dinero’ para Perú.

muliza ‘canción indígena triste y monótona’.

nacaq ‘degollador de seres humanos’.

parar la oreja ‘aguzar el oído, prestar atención’.

pishtaco ‘delincuente serrano’, ‘degollador o despescuezador que

asola aldeas serranas’.

pisonay ‘árbol leguminoso’.

puntear ‘hacer presión con el pene sobre el cuerpo de otra perso-

na’.

rosquete ‘homosexual’ y rosquetería ‘hecho propio de un homo-

sexual; zalamería excesiva’.

Rosario Asensio Ruiz

523ÍNDICE

sacar la chochoca ‘maltratar, agredir o pegar’.

serrucho ‘serrano’.

sinchi ‘nombre de la Brigada Especial Antisubversiva de la Policía

Nacional’, ‘integrante de esa brigada’.

tercianiento ‘que padece de tercianas, fiebre intermitente que repi-

te al tercer día’.

trafa ‘trampa, engaño’.

truquero ‘mendaz, embaucador, falso’.

ukuko ‘oso de anteojos’.

3. Voces o locuciones desconocidas (nota 24):

alharaquiento ‘destartalado’.

chupadera ‘borrachera’.

creso ‘cresol’.

darle el encuentro ‘recoger a alguien’.

dar relleno ‘informar, dar información’.

desentornillador ‘pene’.

enchalinado ‘cubierto con una chalina’.

juás ‘interjección popular’.

meter letra ‘dar conversación’.

muki ‘diablo’.

soltar el tigre ‘decir algo de una forma brusca o violenta’.

visitar a su animal ‘enloquecer, perder el juicio, por efecto de la bo-

rrachera’.

524 ÍNDICE

Los americanismos en Lituma en los Andes de Mario Vargas Llosa

A modo de conclusión, presentamos y resumimos la dis-

tribución cuantitativa de las voces analizadas según los ras-

gos relativos a su procedencia o formación y de acuerdo con

su tratamiento por el diccionario académico.

En primer lugar, las 303 voces que constituyen nuestro

léxico básico de americanismos, pueden clasificarse cuanti-

tativamente respecto de su origen como se ve a continua-

ción:

1. Voces indígenas (71):

Las 71 voces y acepciones (aproximadamente el 23%) de

nuestro corpus de americanismos pertenecen a los rasgos

de indigenismos. La mayor aportación léxica al español, de

entre las lenguas autóctonas de América, corresponde al

quechua (cerca del 76% del inventario específicamente indí-

gena), y podemos presentar la siguiente distribución según

lenguas: 54 del quechua; 4 del náhuatl; 2 del aymara; 1 del

taíno; 1 del caribe; 1 del mapuche; y 1 del chibcha; dejando

aparte 7 voces, sin que se pueda especificar su etimología

americana, puesto que o son desconocidas o no hay criterio

unánime entre los etimólogos a la hora de precisar su ads-

cripción lingüística.

Rosario Asensio Ruiz

525ÍNDICE

2. Voces originadas por varias lenguas europeas (13):

Las 13 voces (más o menos el 4%) de nuestro corpus son

de lenguas europeas no española. El inglés es la lengua eu-

ropea que mayor aportación léxica ofrece al español. La dis-

tribución es: 6 del inglés; 3 del francés; 1 del portugués; 1 del

italiano; y 2 del latín.

3. Voces originadas por otras lenguas (1):

De las demás lenguas procede 1 voz de nuestro léxico bá-

sico, del chino.

4. Voces surgidas en contraste con el español peninsular (12):

Las 12 voces y acepciones (4% aproximadamente) de

nuestro inventario total pertenecen a los rasgos surgidos en

contraste con el español de España: 8 arcaísmos en España; 2

marinerismos; y 2 occidentalismos.

5. Voces de rasgos genéticos del español de América (194):

Las 194 voces y acepciones (más o menos el 64%) más

numerosas de nuestro corpus son la del fondo patrimonial

del español: las 101 (casi el 52% de este grupo) son de la

acepción desconocida en España, y las 93 restantes (casi el

48%) son de la formación particular de Hispanoamérica.

526 ÍNDICE

Los americanismos en Lituma en los Andes de Mario Vargas Llosa

6. Voces de rasgos jergales (6):

6 (casi el 2%) son las voces que anotamos como propias

de la lengua jergal y coloquial, así como de creaciones de

tipo eufemístico.

7. Voces de creación metafórica o metonímica (3):

Solo hallamos en nuestro inventario 3 voces (casi el 1%)

en cuya acepción ha intervenido de forma significativa la

creación de tipo metafórico o metonímico.

En nuestro corpus de americanismos léxicos un poco más

de la mitad del inventario muestra rasgos formados a base

del español peninsular; las voces y acepciones de origen

americano alcanzan a una quinta parte del inventario; y en-

tre los préstamos de lenguas extranjeras, menos las lenguas

autóctonas de América (donde el quechua se muestra como

el sustrato indígena preferente), el inglés ocupa el primer lu-

gar de importancia.

Hemos de precisar, además, respecto del tratamiento que

el DRAE-2001 efectúa de las 303 voces americanas que estu-

diamos, la siguiente información: la Academia marca como

vocablos del español general 22 lexías, lo cual constituye

algo más del 6% del total del léxico estudiado. Hemos dividi-

do en tres apartados el vocabulario que no registra el DRAE-

Rosario Asensio Ruiz

527ÍNDICE

2001 (127 en total, que constituye el 36% del total del léxico

base):

1. Voces: el número de términos asciende a 52, lo que consti-

tuye el casi el 41% de este apartado.

2. Locuciones: son 27 las frases o expresiones adverbiales

que no registra, lo que supone el 21%.

3. Acepciones: 48 son los significados que no hallamos en el

DRAE, lo que constituye casi el 38%.

Las voces que el DRAE-2001 marca de modo general para

América ascienden a 35 y constituyen el 10% del total de vo-

ces; y las que adscribe a diferentes países americanos y, por

tanto, aparecen como americanismos particulares, son 39, lo

que supone el 11% del total. Relevante es también el número

de voces y acepciones que incluye por primera vez la Acade-

mia en su Diccionario: la cifra en total se eleva a 52 y constitu-

ye casi el 15% del léxico estudiado. Y hemos de destacar que

un grupo importante de voces americanas que la Academia

ya incluía en el Diccionario ha variado su localización en la úl-

tima edición: se trata de 30 palabras que han visto ampliada

o restringida la marca geográfica y que representan el 8.5%

del total.

Por otro lado, en nuestro estudio han salido a la luz un

importante número de voces que clasificamos como voces

528 ÍNDICE

Los americanismos en Lituma en los Andes de Mario Vargas Llosa

exclusivas de Perú ya que no aparecen con otra marca en los

diccionarios que las registran. Son en total 32 y constituyen

el 9% del corpus total.

Y también nos hemos encontrado con voces desconoci-

das en su significado (12 en total, lo que constituye el 3.4%

del total) ya que no han sido recopiladas por ningún dic-

cionario, sea del español general o americano. En este caso,

para averiguar su significado, nosotros hemos recurrido al

contexto de uso de la voz en la novela, hemos verificado en

otras ocasiones que se emplea también en alguna otra nove-

la representativa de la lengua peruana (que, a veces, nos fa-

cilitó el significado) y nos hemos servido del testimonio que

nos brindó desinteresadamente Jackeline Olórtegui, nuestra

informante limeña.

En conclusión, en cuanto al tratamiento que el DRAE-

2001 hace de las voces y acepciones americanas, constata-

mos como relevante la inclusión en el corpus académico de

nuevos términos y significados, así como la diferente loca-

lización geográfica que se le ha asignado a algunas de las

voces americanas ya veteranas para la Academia. Queremos

insistir de nuevo en que no es nuestro propósito criticar el

proceder del DRAE a la hora de incluir los americanismos. Sa-

bemos que no todas las variedades de la lengua española o

Rosario Asensio Ruiz

529ÍNDICE

americana (incluso peruana) deben ni pueden tener acogida

en el Diccionario si no cumplen los requisitos establecidos

por las Academias. Pero sí podemos, en esta ocasión, alabar

el esfuerzo tan encomiable que la Academia ha realizado

en la última edición de su Diccionario donde ha admitido

un número considerable de voces y acepciones americanas,

además de revisar la localización para otras, y que nosotros

hemos inventariado y clasificado en este trabajo. Nosotros

hemos buscado todas estas palabras en los diccionarios dia-

lectales de americanismos y aportamos datos objetivos para

que puedan mejorar en un futuro la calidad de nuestro esti-

mado Diccionario de la Lengua Española. Finalmente, no que-

remos restar importancia a la aportación que desde estas

páginas queremos hacer a la lexicografía americana, ya que

de nuestro corpus de voces se ha extraído especialmente un

pequeño puñado de términos que podemos clasificar clara-

mente como peruanismos, ya que no han sido marcados de

otro modo en los diccionarios de lengua española o ameri-

cana que hemos consultado.

530 ÍNDICE

Los americanismos en Lituma en los Andes de Mario Vargas Llosa

1. Citamos por la edición de Seix Barral, Barcelona, 1997.

2. Acerca de la definición de americanismo pueden verse los

siguientes trabajos: José PEDRO RONA, «¿Qué es un americanismo?», en

El Simposio de México, enero de 1968, actas, informes y comunicaciones,

Méjico, 1969, págs. 135-148 y Aspectos metodológicos de la dialec-

tología hispanoamericana, Montevideo, 1958; G. HAENSCH y R. WERNER,

«Un nuevo diccionario de americanismos: Proyecto de la Universidad

de Augsburgo», Thesaurus. BICC XXIII (1978), Bogotá, citamos por

la separata, págs. 1-40; G. HAENSCH, «Algunas consideraciones sobre

problemática de los diccionarios del español de América», LEA II/2

(1980), págs. 375-384; A. RABANALES, Introducción al estudio del español

de Chile. Determinación del concepto de chilenismo, Santiago de Chile,

1954; J. J. MONTES GIRALDO, Dialectología y geografía lingüística. Notas de

orientación, ICC, Bogotá, 1970, págs. 53-55, especialmente.

3. Op. cit., pág. 23.

4. Gredos, Madrid, 1980-1991, 6 tomos.

5. Espasa-Calpe, Madrid, 2001(22ª edición). En adelante citaremos

por DRAE.

6. Biblograf, Barcelona, 1997. En adelante citamos por DGLE.

7. Mayagüez, 1925 (1ª ed.); San Juan, 1931 (2ª ed.); Emecé Editores,

Buenos Aires, 1946 (3ª ed.). La edición consultada ha sido la 3ª.

8. Editorial Pedro Robredo, Méjico, 1942, 3 tomos.

9. Muchnik Editores, Buenos Aires, 1966 (1ª ed.); Muchnik Editores,

Barcelona, 1985 (2ª ed.). Hemos consultado la segunda edición.

Rosario Asensio Ruiz

531ÍNDICE

10. Buenos Aires, 1973 (1ª ed.); Editorial Sopena Argentina, Buenos

Aires, 1975 (2ª ed.). Hemos consultado la segunda edición.

11. Sociedad General Española de Librerías, Alcobendas (Madrid),

1990.

12. Editorial Ramón Sopena, Barcelona, 1982. El prólogo corre a cargo

de la editorial Ramón Sopena, S. A. y no se indica el autor.

13. Editorial Everest, León, 1987 (2ª ed.).

14. Y sabemos que también en Lima.

15. Santamaría, «Introducción», págs. X-XI.

16. Es nuestro propósito advertir de que no es objeto de este

estudio ocuparse de lo que debería estar o no registrado en el DRAE.

El problema estriba, y es harto conocido, en que el diccionario no

siempre facilita una información completa y fidedigna sobre la

extensión de uso de las palabras. Sabemos que se registran como

generales palabras que no lo son en absoluto, y a la inversa, al tiempo

que faltan algunas voces que, por diferentes causas, siendo usuales a

uno y otro lado del Atlántico, no se han integrado aún en el Diccionario

académico, y que por ello han pasado en ocasiones a estimarse como

peculiares de una región. Por otro lado, es cierto que el DRAE no ha

seguido siempre un criterio determinado para incluir en su corpus

las voces americanas (de ahí que aparezcan estudios como el de

Renaud Richard (coordinador), Diccionario de hispanoamericanismos

no recogidos por la Real Academia. (Formas homónimas, polisémicas

y otras derivaciones morfosemánticas), Cátedra, Madrid, 1997; y el de

532 ÍNDICE

Los americanismos en Lituma en los Andes de Mario Vargas Llosa

Ana Isabel Navarro Carrasco, La Academia y los americanismos en «La

tía Julia y el escribidor», Universidad de Alicante, Alicante, 2000), pero

continúa siendo un exponente clave de la lexicografía.

17. Consideramos que son posibles peruanismos, ya que con esta

única marca aparecen registradas en los diccionarios de lengua

general española consultados y en los diccionarios generales de

americanismos. Además, no figuran en los diccionarios dialectales

de otros países americanos y sí en los peruanos. Anotamos, entre

paréntesis, la referencia lexicográfica peruana.

18. Son aquellos términos y expresiones (locuciones adverbiales) que

no se han registrado en ningún diccionario ya sea de lengua española

general o americana, y que gracias al contexto de uso de la novela

o la explicación que oportunamente nos dio nuestra informante

peruana hemos podido llegar a comprender su significado.

19. Nacida en Lima (Perú) en 1984, 20 años, estudiante universitaria.

El cuestionario se llevó a cabo en los meses de octubre a diciembre

de 2003.

20. Hemos tomado como referencia dos novelas representativas de

estos escritores. De Ciro Alegría consultamos El mundo es ancho y

ajeno (Biblioteca Ayacucho, Caracas, 1978) y de José María Arguedas,

Los ríos profundos (Biblioteca Ayacucho, Venezuela, 1978).

21. Se trata de americanismos que antes se usaban en España con

acepción distinta a la de América.

Rosario Asensio Ruiz

533ÍNDICE

22. Al ser amplio el material que clasificamos en esta sección, hemos

considerado oportuno en este punto realizar la siguiente clasifi-

cación: por un lado, los americanismos que no recoge por entrada

o lema, separando entre sí las voces y las locuciones adverbiales;

y, por otro lado, los americanismos que no registra por acepción o

significado, es decir, consta en el Diccionario la palabra, pero no el

sentido que nos interesa.

23. Aunque el DRAE registra la voz, anota en la última edición un

significado nuevo para ésta con localización americana, que no

consta en el DRAE-92.

24. Son aquellos términos y expresiones (locuciones adverbiales) que

no se han registrado en ningún diccionario ya sea de lengua española

general o americana, y que gracias al contexto de uso de la novela

o la explicación que oportunamente nos dio nuestra informante

peruana hemos podido llegar a comprender su significado.

534 ÍNDICE

Los americanismos en Lituma en los Andes de Mario Vargas Llosa

Vicente Carbonell Pastor

Consideraciones especiales a la problemática de ejecución

de la sentencia estimatoria del recurso de amparo constitucional

I. Introducción

Que la Justicia o el Derecho es un aspecto presente

en la realidad cotidiana de cualquier ciudadano

es algo que todo el mundo sabe y tiene presente,

pues quien más y quien menos tiene, ha tenido o tendrá al-

gún roce con la misma a lo largo de su vida, incluso sin darse

cuenta el contacto con las normas legales es diario y habi-

tual, pues cualquiera en su quehacer rutinario se ve obligado

o por mera conducta cívica al cumplimiento de las normas

habituales de convivencia.

Este es un aspecto por todos conocido, no siéndolo tanto

su vertiente legal y práctica ante los tribunales, pues por su

complejidad y dificultad queda lógicamente reservada a los

estudiosos y profesionales del derecho, resultando una ma-

teria bastante ardua y controvertida pero a la vez apasionan-

te tanto en su aspecto práctico como doctrinal.

Por ello, la verdadera naturaleza de los órganos judicia-

les es desconocida por la mayoría de la ciudadanía, consi-

derando únicamente aquellos aspectos que son los que le

interesan a cualquier persona lega en derecho, cuales son el

536 ÍNDICE

Consideraciones especiales a la problemática de ejecución de la sentencia estimatoria del recurso de amparo constitucional

obtener de los mismos el pronunciamiento adecuado a to-

das aquellas pretensiones sobre las cuales solicitan su tutela;

sin embargo, detrás de este aspecto tan simple se encuen-

tra todo un complejo funcionamiento que pasa inadvertido

para el ciudadano de a pie pero que para cualquier abogado,

procurador, juez y resto de personal al servicio de la Adminis-

tración de Justicia no, requiriendo mucho tiempo y estudio

un mínimo conocimiento del funcionamiento del mundo ju-

rídico o cualquiera de sus órganos judiciales.

En este punto es donde me voy a detener, intentando

acercar un poco más el funcionamiento y estructura de un

Tribunal en concreto, el Tribunal Constitucional (en adelante

TC), el órgano constitucional supremo en cuanto a la inter-

pretación de la Carta Magna se refiere, haciendo un estudio

especializado sobre un tema tan importante y problemático

como es la protección de los Derechos Fundamentales y Li-

bertades Públicas, recogidos en el Capítulo Segundo, Título I

“De los derecho y deberes fundamentales”, artículos 14 a 29 y

30 sobre la objeción de conciencia.

Estos Derechos y Libertades serán primeramente prote-

gidos por la jurisdicción ordinaria para, subsidiariamente,

buscar amparo ante el Tribunal Constitucional y si éste es

otorgado corresponde la inmediata ejecución de dicha re-

Vicente Carbonell Pastor

537ÍNDICE

solución, juzgar y hacer ejecutar lo juzgado en sus propios

términos.

De modo que la base de análisis de este trabajo partirá de

un estudio sobre la relevancia de la protección de los mismos,

combinado con un resultado y vista práctica de su ejecución

mediante unos casos prácticos, todo ello en atención a mi

base en esta profesión durante 20 años, ambición doble que

era perfectamente acogida por el Recurso de Amparo, figura

muy interesante para cualquier estudioso del Derecho, tanto

en su vertiente procesal como sustantiva o profesional.

No obstante, un aspecto que parece tan simple plantea

muchas dudas y diversas posiciones doctrinales, y lo que

pretendo es aclarar, en la medida de lo posible el por qué

de tanta problemática y diversidad, llevando a cabo una in-

vestigación del Recurso de Amparo cuyo resultado combi-

nado con una cierta práctica y ejemplos de algunos casos

nos alumbre un poco más hacia una mejor comprensión del

problema en la ejecución de sus resoluciones.

La idea de la que partí surgió a raíz del conflicto que se

produjo entre los dos Altos Tribunales de nuestro país, el

Constitucional y el Supremo, en el caso de la Sra. Isabel Preys-

ler contra la Revista Lecturas por vulneración de su derecho

al honor e intimidad personal tras la publicación de una serie

538 ÍNDICE

Consideraciones especiales a la problemática de ejecución de la sentencia estimatoria del recurso de amparo constitucional

de reportajes donde la entrevistada era una antigua niñera

de una de sus hijas que ponía al descubierto datos sobre su

vida; caso en el que me adentraré más profundamente y que

me servirá de ejemplo para ilustrar mi exposición.

Pero por qué tantos problemas de ejecución tras cual-

quier resolución del Alto Tribunal que otorga el amparo al

recurrente, pues el artículo 92 (nota 1) de la Ley Orgánica

del Tribunal Constitucional (en adelante LOTC) le confiere la

posibilidad de disponer en la Sentencia, resolución o actos

posteriores, quién ha de ejecutarla y, en su caso, resolver las

incidencias de ejecución.

La mayoría de las opiniones doctrinales al respecto con-

sideran que la principal traba a la que tiene que enfrentarse

el Tribunal es a él mismo, pues quizá el más llamativo pro-

blema jurídico-práctico con el que se encuentra es con su

actitud no todo lo activa como se le debería requerir, pues

comprobado está que no hace uso de las facultades que se

le conceden, entre ellas, la recogida en el artículo 55.1 de la

LOTC (nota 2), posibilidad de concretar cuáles deben de ser

las actuaciones y medidas necesarias para la correcta ejecu-

ción del asunto, unido al hecho de que tampoco es de ade-

cuado cumplimiento el artículo 87.1 de la LOTC (nota 3) que

Vicente Carbonell Pastor

539ÍNDICE

establece que todos los poderes públicos están obligados al

cumplimiento de lo que el TC resuelva.

Y no es únicamente la LOTC la que le reconoce esta posibi-

lidad sino que también se desprende de la Ley Orgánica del

Poder Judicial (en adelante LOPJ) en su art 5.1 (nota 4), que

básicamente viene a reconocer la supremacía de la Consti-

tución Española (en adelante CE) en nuestro ordenamiento

jurídico, lo que supone que vincula a jueces y tribunales en

su labor jurídica de interpretación de Leyes y Reglamentos

y también respecto de aquellas interpretaciones que de la

misma efectúe el TC.

En la práctica ello supone que el TC no debe constreñirse

al reconocimiento del derecho subjetivo que se le plantea

sino que puede y debe ir más allá concretando el contenido

de los derechos y libertades fundamentales que se le some-

ten, interpretando y concretando el mejor camino a seguir

para la resolución del asunto rápidamente y sin más inciden-

cias que las estrictamente necesarias.

A todo ello se debe añadir en la práctica la actitud un tan-

to liberal que muestra el resto de órganos judiciales frente a

las resoluciones del Alto Tribunal, unas veces por la poca pre-

cisión con la que éste resuelve en su fallo, por el poco interés

de aquellos otras, lo que supone que cuando las actuaciones

540 ÍNDICE

Consideraciones especiales a la problemática de ejecución de la sentencia estimatoria del recurso de amparo constitucional

les son devueltas para su ejecución vuelven a plantearse sino

las mismas incidencias otras diferentes pero que suponen

nuevamente que el asunto inicie la cadena de apelaciones

que ya realizó hasta acabar otra vez ante el Constitucional,

haciendo que el ciudadano vuelva a ver sus derechos ya re-

conocidos demorados en el tiempo a causa de algún esla-

bón perdido en la cadena judicial y lo peor es que nadie sabe

cuál es.

De modo que una correcta posición ante este frente

abierto que ayudaría a cerrarlo en la mayoría de los casos

pasaría por la adopción por el tribunal de una postura más

activista en cada caso concreto en el que se le demandara la

protección y restablecimiento de un derecho fundamental o

libertad pública vulnerados, recogiendo en su fallo no sólo

el reconocimiento de esa vulneración sino también y, mucho

más importante, el correcto camino y medidas exactas que

los tribunales ordinarios deben seguir una vez que el asunto

fuera devuelto.

Así se lograría una mayor precisión tanto en el fallo como

en la concreta ejecución del asunto, dando un mayor impul-

so al sistema judicial pues se conseguiría una mayor rapidez

en la solución de los casos, menos aglomeración de trabajo

en los tribunales y una mayor satisfacción del ciudadano que

Vicente Carbonell Pastor

541ÍNDICE

vería solucionado su problema con más rapidez ya que el fin

último de la justicia es estar al servicio de los ciudadanos.

II. Naturaleza y presupuestos básicos del proceso

de amparo

A continuación considero relevante dar unas breves pin-

celadas sobre los principios fundamentales que rigen el pro-

ceso de amparo, sus características más importantes tanto

sustantivas como procesales para proporcionar al lector una

mejor comprensión del funcionamiento de este proceso, ob-

viando, lógicamente, la gran cantidad de matices que com-

porta cada aspecto y que no son relevantes a los efectos del

presente artículo, ya que entrar en ellos requeriría de mucho

más tiempo y espacio.

II.1.- Naturaleza, carácter subsidiario y autónomo

En primer lugar he de hacer necesaria referencia a la na-

turaleza del proceso de amparo pues estamos ante un pro-

ceso jurisdiccional, subsidiario e independiente.

La razón de ello está en que ante un lesión de los dere-

chos y libertades fundamentales especialmente protegidos

por el amparo, el perjudicado debe acudir siempre con ca-

rácter previo, salvo si nos encontramos frente a decisiones o

542 ÍNDICE

Consideraciones especiales a la problemática de ejecución de la sentencia estimatoria del recurso de amparo constitucional

actos sin valor de Ley de los poderes legislativos del Estado

que luego trataré, y agotar la jurisdicción ordinaria, cual es la

impartida por los juzgados y tribunales ordinarios, cuyo pro-

cedimiento vendrá configurado según el derecho o libertad

de que se trate por su propia regulación legal, o de carecer

de ésta, por vía de los procedimientos de la Ley 62/1978, de

26 de diciembre de Protección Jurisdiccional de los Dere-

chos Fundamentales de la Persona, presupuesto de obligado

cumplimiento, pues sólo tras la última resolución ordinaria

se puede demandar en amparo ante el Constitucional.

Una vez agotado el proceso previo se inicia el proceso de

amparo ante el TC, por lo que a pesar de su denominación

no se trata de un medio de impugnación ordinario de reso-

luciones de un órgano inferior sino de un proceso autónomo

respecto del seguido previamente ante la jurisdicción ordi-

naria (nota 5).

II.2.- Legitimación activa y pasiva

Es necesario saber quién está legitimado para poder re-

currir en amparo. Activamente, según los artículos 53.2 y

161.1,b de la CE, la atribuyen al Ministerio Fiscal y al Defensor

del Pueblo, evidenciando la voluntad constitucional de dejar

clara la legitimación para toda persona de forma general, sin

Vicente Carbonell Pastor

543ÍNDICE

limitaciones, en principio, pues es concretada por los artícu-

los 46 y 47 de la LOTC, estableciéndose en su art. 80 (nota 6)

una remisión general a las normas sobre capacidad para ser

parte y capacidad procesal contenidas en la Ley de Enjuicia-

miento Civil (en adelante LEC).

En consecuencia, puede iniciar el recurso de amparo toda

persona física o jurídica, española o no española, incluso las

personas jurídico-públicas excepcionalmente y cuando ac-

túan en relaciones de derecho privado que se hayan visto

agraviadas en alguno de sus derechos fundamentales, ten-

gan un interés legítimo y directo y hayan sido parte en el

proceso judicial previo, debiendo ser adecuadamente pro-

bado por el interesado.

Podrán ser demandados en amparo, y por tanto, poseen

legitimación pasiva los Poderes Públicos que la CE configura:

Poder Legislativo, Ejecutivo y Judicial, amplitud que nueva-

mente vuelve a concretar la LOTC en sus arts. 41 a 44, esta-

bleciendo el art. 41.2 que el recurso de amparo protege a to-

dos los ciudadanos ”frente a las violaciones de los derechos

y libertades originadas por disposiciones, actos jurídicos o

simple vía de hecho de los Poderes Públicos del Estado, las

comunidades Autónomas y demás entes públicos de carác-

544 ÍNDICE

Consideraciones especiales a la problemática de ejecución de la sentencia estimatoria del recurso de amparo constitucional

ter territorial, corporativo o institucional, así como de sus

funcionarios y agentes”.

En todo caso, la presencia del Ministerio Fiscal en todo

proceso de amparo es necesaria y precisa, interviniendo en

defensa de la legalidad de los derechos de los ciudadanos y

del interés público tutelado por la Ley, art. 47.2 de la LOTC.

II.3.- Postulación procesal

La representación procesal viene regulada en los artículos

81 y 82.2 de la LOTC, que si bien no hacen mención alguna

al Defensor del Pueblo ni al Ministerio Fiscal, quizá por evitar

reiteraciones. sí se debe considerar que la poseen.

De modo que todas las personas físicas y jurídicas cuyo

interés les legitime para comparecer en los procesos consti-

tucionales, como actores o coadyuvantes, deberán conferir

su representación a un Procurador y actuar bajo la dirección

de Letrado, que deberá estar incorporado a cualquier Cole-

gio de Abogados de España en calidad de ejerciente.

II.4.- Cómputo de los plazos de interposición

Aunque del art. 80 de la LOTC parece desprenderse una

completa remisión en cuanto al “cómputo de plazos” previs-

tos en la LOPJ y en la LEC, es necesario aclarar que el propio

Vicente Carbonell Pastor

545ÍNDICE

TC ha construido su regulación, cuyo desconocimiento po-

dría acarrear serios errores; así, el mes de agosto es inhábil a

todos los efectos, salvo para el cómputo de interposición del

recurso.

El plazo para la interposición del recurso será diferente

según el acto ante el que nos encontremos, partiendo de los

supuestos recogidos en el art. 46 de la LOTC pero con base

en los artículos 42, 43 y 44 del mismo texto. De modo que si

estamos ante decisiones o actos sin valor de Ley, emanados

de las Cortes, de las Asambleas Legislativas de las CCAA o de

sus órganos que violen derechos fundamentales será de tres

meses; frente al poder ejecutivo será de veinte días siguien-

tes a la notificación de la resolución firme recaída en el pro-

ceso judicial previo; y, frente al poder judicial, el plazo será de

veinte días a partir de la notificación de la última resolución

firme recaída previamente.

II.5.- La demanda de amparo. Requisitos

Estamos ante un proceso que se inicia a instancia de par-

te lo que conlleva que se principie por medio de una deman-

da, siendo sus principios básicos el principio antiformalista y

el “iura novit curia”, que otorgan más importancia a la preci-

sión y claridad expositiva de los hechos que a su calificación

546 ÍNDICE

Consideraciones especiales a la problemática de ejecución de la sentencia estimatoria del recurso de amparo constitucional

o “nomen iuris”, bastando que de la redacción del escrito se

pueda deducir cuáles son los hechos y los fundamentos de

derecho invocados en cuanto vehículo formal por el que se

introduce la pretensión, el objeto concreto sobre el que ver-

sa, la causa petendi y el petitum, como así recoge el art. 49.1

de la LOTC (nota 7).

Será necesario el acompañamiento de una serie de do-

cumentos, art. 49, párrafo 2 y 3, cual es el que acredite la re-

presentación del solicitante de amparo, por ejemplo repre-

sentación legal de incapaces, la “necesaria” en las personas

jurídicas y la técnica del Procurador; la copia o certificación

de la resolución recaída en el proceso judicial o administrati-

vo y así tener constancia de que se ha agotado la vía previa y

demás requisitos, así como tantas copias como partes fueron

en el proceso previo y una más para el Ministerio Fiscal; su

subsanación sería posible mediante un simple proceso que

se iniciaría en diez días desde la notificación de la providen-

cia con tal resultado, cuyo incumplimiento supondría la in-

admisión del recurso, arts. 50.5 y 85 de la LOTC.

Una vez presentada la demanda el Tribunal pone en mar-

cha el proceso como cualquier otro, apreciando su propia ju-

risdicción y competencia, analizando si concurren todos los

presupuestos y requisitos procesales, las causas de inadmisi-

Vicente Carbonell Pastor

547ÍNDICE

bilidad del art. 50 de la LOTC (nota 8), todo ello para compro-

bar con carácter previo que el recurso reúne los presupues-

tos de forma y fondo y rechazar aquellos infundados y que

entorpecerían la labor tutelar del Tribunal; podrá acordar o

denegar la acumulación recogida en el art. 83 (nota 9) de la

LOTC.

Si se supera este primer obstáculo, donde decaen la ma-

yoría de los recursos que se interponen, y admitida la de-

manda, la Sala requerirá con carácter urgente al órgano o a la

autoridad de quien dimana la decisión, el acto o hecho para

que en un plazo máximo de diez días remita las actuaciones

o testimonio de ellas, órgano que al cumplimentar el reque-

rimiento emplazará a quienes fueron parte para que puedan

comparecer, art. 51 de la LOTC.

II.6.- Características del acto lesivo

En primer lugar, es preciso partir de un concepto amplio

de lesión que sea capaz de englobar y dar cabida a todas las

posibles conductas lesivas de un derecho fundamental; de

modo que se considerará relevante aquella lesión que haya

menoscabado las facultades o posibilidades de actuación

inherentes al derecho, imposibilitando alcanzar los intereses

jurídicamente protegibles que lo conforman.

548 ÍNDICE

Consideraciones especiales a la problemática de ejecución de la sentencia estimatoria del recurso de amparo constitucional

La primera característica que se le requiere a la lesión es

que sea ACTUAL, lo que significa que para poder repararla

y cumplir el fin del proceso, es necesario que ésta exista, no

sirviendo tampoco el que aún habiéndose producido el acto

u omisión sus efectos hayan desaparecido, por ejemplo por-

que el poder público lo haya rectificado o dejado sin efecto,

por lo que ya no cabría incoar el proceso, e igualmente ocu-

rre si ya iniciado, la lesión no está presente y desaparece, de

modo que la carencia sobrevenida de objeto conducirá a la

terminación anticipada del proceso de amparo aunque haya

superado más de un trámite procesal y por medio de acto di-

ferente a la sentencia, hecho que se incluirá entre el fenóme-

no de las crisis procesales en el sentido en que es entendido

por el Constitucional (nota 10).

En segundo lugar es necesario que la lesión se haya PRO-

DUCIDO YA y resulte PRESENTE en el momento de pedir la

tutela, como así postula MONTORO PUERTO. No obstante,

no es la única postura mantenida al respecto, pues hay un

grupo de autores que no dudan en atribuir al proceso de

amparo carácter preventivo junto al reparador. Así, por ejem-

plo, para CASCAJO SENDRA: “debe abrazarse sin reservas el

carácter esencialemente preventivo y reparador de los efec-

tos del fallo” o GIMENO SENDRA: “el objeto de la pretensión

Vicente Carbonell Pastor

549ÍNDICE

de amparo no es sólo restablecer, sino también preservar los

derechos fundamentales” (nota 11).

La postura del TC al respecto fue declarar que no cabía

el amparo con carácter cautelar por una lesión simplemente

temida, ya que como dijo en su STC 162/1985, de 29 noviem-

bre, el juicio de amparo no puede establecerse sobre la mera

posibilidad en abstracto de que la violación se produzca. Sin

embargo, más adelante sí consideró que era conveniente

atribuir un cierto matiz preventivo al proceso de amparo, al

menos para evitar que la efectiva consumación de la lesión

haga inviable la reintegración del derecho fundamental. Un

ejemplo de la efectividad de dicha eficacia preventiva lo en-

contramos en la posibilidad de suspender la ejecución de un

acto de los poderes públicos, según permite el art. 56 de la

LOTC, ya que mientras el acto lesivo no se ejecute se evita la

consumación de la vulneración y se preserva el contenido

del derecho, al tiempo que se preserva también la ulterior

posibilidad de restablecimiento.

Por último, se requiere que la lesión sea EFECTIVA, es de-

cir, existente y cierta, aspecto íntimamente relacionado con

el anterior, tanto que se puede decir que una lesión es hi-

potética o no efectiva sino se presente como actual, incluso

permite constatar la existencia de una auténtica lesión cuan-

550 ÍNDICE

Consideraciones especiales a la problemática de ejecución de la sentencia estimatoria del recurso de amparo constitucional

do el carácter de actualidad aparezca como dudoso, pues el

Tribunal puede conceder el amparo cuando exista un acto

de los poderes públicos que incida directa y negativamente

sobre un derecho fundamental sin necesidad de acto subsi-

guiente o interpuesto, aunque no se haya ejecutado todavía

y, por tanto, la lesión no se haya consumado.

Una vez producida la lesión, la acción de amparo constitu-

cional exige que provenga de una actuación de cualquiera de

los poderes públicos del Estado, tema regulado ampliamen-

te por la LOTC en su art. 41.2 al establecer que se protegerá

a los ciudadanos frente a las violaciones de los derechos y li-

bertades fundamentales “originadas por disposiciones, actos

jurídicos o simple vía de hecho de entes públicos del Estado,

las Comunidades Autónomas y demás entes públicos de ca-

rácter territorial, corporativo o institucional, así como de sus

funcionarios o agentes”, declaración general que es comple-

tada en los artículos siguientes en función del poder público

de que se trate y que paso a tratar inmediatamente.

II.7.- Poderes públicos causantes del acto lesivo

A. Lesión proviniente del Poder Legislativo o de sus ór-

ganos, art. 42 de la Ley Orgánica que establece que cabe su

interposición frente a las decisiones o actos sin fuerza de ley

Vicente Carbonell Pastor

551ÍNDICE

emanados de las Cortes o de cualquiera de sus órganos, o de

las Asambleas legislativas de las Comunidades Autónomas,

o de sus órganos.

Al respecto es necesario mencionar unos aspectos: sólo

se atenderá como poder público al órgano como tal y no a

los hombres individuales que lo integran; no cabe frente a

actuaciones que revistan forma de ley ni frente a normas o

disposiciones de carácter general, aunque no revistan la for-

ma de leyes, pues serán susceptibles de recurso de inconsti-

tucionalidad según el art. 161.1, a de la CE y 27 de la LOTC; los

llamados “interna corporis acta” o actos puramente internos

de la Cámara que regulan las relaciones de ésta con terceros

vinculados a ella por relaciones contractuales o funciona-

riales, “si llegan a vulnerar un derecho o libertad amparado,

queda desbordada la esfera de la inmunidad jurisdiccional

que les es inherente y se convierte en un acto sometido al

Tribunal Constitucional” (nota 12).

Como ya expuse anteriormente este es el único supuesto

en el que no es necesario agotar la vía judicial previa; el motivo

obedece a que nos encontramos ante el órgano que detenta la

soberanía popular y por ello dotado de ciertas garantías como

ésta y procederá el amparo una vez que el acto o decisión sea

firme con arreglo a las normas internas de las Cámaras.

552 ÍNDICE

Consideraciones especiales a la problemática de ejecución de la sentencia estimatoria del recurso de amparo constitucional

B. Lesión proviniente del Gobierno, art. 43 de la Ley Orgá-

nica que establece que podrán dar lugar al recurso de am-

paro “las disposiciones, actos jurídicos o simple vía de hecho

del gobierno o de sus autoridades, o de los órganos ejecu-

tivos colegiados de las Comunidades Autónomas, o de sus

autoridades, funcionarios o agentes”.

También considero necesarias unas pequeñas puntuali-

zaciones al respecto de tan amplio artículo: la Ley habla sin

más de Gobierno, entendiendo que se refiere al mismo en

cuanto órgano político y en cuanto Administración Pública,

y dentro de ésta, tanto a la Administración del Estado como

a la territorial, corporativa e institucional, e incluso a entes no

administrativos que realizan actos de tal naturaleza, como

por ejemplo las Cortes, el Consejo General del Poder Judicial

o el mismo Tribunal Constitucional. Así, ha sido el propio Tri-

bunal quien a través de sus resoluciones ha ido precisándolo

por medio de sus resoluciones considerando poder público

a los Ayuntamientos, Colegios Profesionales...; también resul-

ta amplio el criterio seguido en cuanto a las formas de activi-

dad susceptibles de causar el agravio:

– disposiciones, en las que se incluyen los reglamentos

respecto de los que el Tribunal establece que aunque su con-

trol en principio es competencia de los órganos del Poder

Vicente Carbonell Pastor

553ÍNDICE

Judicial, sí es posible su control por vía de amparo cuando se

le impute una violación de algún derecho fundamental.

– actos jurídicos, su interpretación también será amplia

para que ninguno escape al control del Constitucional, por

ejemplo, la STC 47/1990, de 26 de abril, se refiere expresa-

mente a las instrucciones o circulares administrativas.

– vías de hecho, que se refieren a la actuación de la Admi-

nistración sin la cobertura que le proporciona un acto previo,

bien porque no existe bien porque aún existiendo la Admi-

nistración se excedió en la ejecución y también a la actua-

ción administrativa amparada en un acto que está viciado

de nulidad radical. Su utilización coloca a la Administración

en una posición igual a la de los particulares, sin perjuicio de

que el particular afectado pueda acudir a los remedios del

Derecho Administrativo.

C. Lesión proviniente del Poder Judicial, art. 44 de la Ley

Orgánica que establece que se otorgará el amparo frente a

las violaciones de los derechos y libertades que tengan su

origen inmediato en un acto u omisión del Poder Judicial,

exigiéndose con carácter previo que se agoten los recursos

existentes y se trate de violaciones producidas dentro del

proceso por Jueces o Tribunales que normalmente afectarán

554 ÍNDICE

Consideraciones especiales a la problemática de ejecución de la sentencia estimatoria del recurso de amparo constitucional

a alguno de los derechos fundamentales reconocidos en el

artículo 24 de la CE.

D. Posibilidad de recurso de amparo por actos de parti-

culares que lesionan derechos fundamentales: al respecto, la

CE no excluye ni directa ni indirectamente dicha posibilidad

mientras que la LOTC sí lo ha excluido indirectamente por

medio del art. 41.2 al requerir que la lesión provenga de un

poder público. El TC lo excluye obligado por su art. 1, pero

ello no significa que no puedan acceder a la tutela, pues sí

se podrá por vía indirecta, imputando a un poder público la

resolución judicial que puso fin al proceso judicial.

III. Concretos problemas de ejecución tras la resolución

de amparo a partir de un ejemplo

Una vez tenemos una resolución del Tribunal Constitu-

cional, estimatoria y que reconoce que se ha producido una

vulneración de un derecho fundamental o libertad pública

por un acto lesivo de un poder público, procede inmediata-

mente la ejecución de la misma para darle adecuado cumpli-

miento, pudiendo surgir en este momento una serie de pro-

blemas que ya expuse en la introducción de este trabajo, y

es por ello por lo voy a intentar ilustrarlo a partir del ejemplo

Vicente Carbonell Pastor

555ÍNDICE

al que me referí, el asunto de Isabel Preysler contra la Revista

Lecturas.

Fue este un asunto muy “famoso” debido a las partes im-

plicadas pero que vino a poner de manifiesto la conflictivi-

dad y tensión existente entre nuestros dos órganos superio-

res, donde vinieron a redefinir sus competencias, y que vino

nuevamente a dejar constancia de la escasez terminológica

del fallo de las sentencias estimatorias del TC, lo que provocó

una interpretación marginal de la misma que inició toda la

polémica posterior en un caso ordinario de derecho a la in-

timidad y respecto del que voy a obviar el fondo del asunto,

pero del que surgieron otras conclusiones que las estricta-

mente tratadas por las repetidas resoluciones que se produ-

jeron, como la posibilidad o no del TC de fijar indemnizacio-

nes en los asuntos sobre violación de derechos y libertades y

que en mi opinión no está adecuadamente tratada, precisa-

mente por la “tensión” con la que finaliza el asunto tras doce

años y seis sentencias.

Básicamente los antecedentes del caso y que a mí me in-

teresan consisten en la publicación por la revista “Lecturas”

de una serie de capítulos tras la entrevista a la que había sido

la niñera de la hija menor de la demandante, la cual intepuso

demanda por intromisión ilegítima en el derecho a la intimi-

556 ÍNDICE

Consideraciones especiales a la problemática de ejecución de la sentencia estimatoria del recurso de amparo constitucional

dad personal y familiar contra la empresa editora, su director,

el redactor jefe y contra la que fue su empleada, solicitando

se declarase tal intromisión y la condena solidaria al pago de

una indemnización de 50 millones de pesetas.Tras la Senten-

cia de Primera Instancia y la de la Audiencia Provincial que

condenaba al pago de diez millones por considerar que sí

existió intromisión, llega la del TS de 31 de diciembre de 1996

que estima lo contrario por considerar los hechos no atenta-

torios graves a la intimidad, sino una simple propagación de

chismes de escasa entidad. Formulado recurso de amparo, la

STC 115/2000, de 5 de mayo, lo estima y anula la Sentencia

del TS, y con ello resulta válida la Sentencia de la Audiencia,

pues a su juicio el reportaje sí constituía una intromisión en

su intimidad al no venir la información amparada por un in-

terés público y ser susceptible de afectar al conjunto de los

ciudadanos.

Una vez recibida la certificación de la Sentencia constitu-

cional mediante la STS de 20 de julio de 2000 se pronuncia

sobre la cuantía indemnizatoria, fijando el daño moral sufri-

do por la actora en 25.000 pesetas, teniendo en cuanta el ca-

rácter “insignificante” de los datos divulgados y el no haber

podido cuantificar económicamente las ventajas reportadas

por la publicación. Posteriormente, y tras la interposición de

Vicente Carbonell Pastor

557ÍNDICE

un incidente por indebida ejecución de la STC 115/2000 al

amparo del art. 92 de la LOTC y, subsidiariamente, recurso

de amparo por vulneración del derecho a la intimidad y a

la tutela judicial efectiva, llega la STC 186/20001 en la q el

TC considera vulnerado el derecho a la intimidad y que la

indemnización de 25.000 pesetas resulta insuficiente para

su reparación en atención a la gravedad atentatoria de los

datos revelados, pues a la hora de fijar el quantum se ha de

tener en cuenta la relevancia del derecho afectado y debe

llevar a cabo una reparación acorde con el relieve de los va-

lores e intereses en juego, todo lo cual no ha sido tenido en

cuenta en este caso. Y finalmente, coincidiendo con el nom-

bramiento y toma de posesión de los nuevos miembos del

CGPJ y del TC, se difunde la STS de 5 de noviembre de 2001

en la que el Pleno explicita las razones por las que considera

correcta la indemnización de 25.000 pesetas, pues considera

que el TC al fijar en el fallo de la STC 186/2001 la cuantía de la

indemnización está invadiendo las funciones de la jurisdic-

ción ordinaria y que “la indemnización por éste fijada no es

simbólica sino acorde con un principio de proporcionalidad

social y perfectamente adecuada a la realidad actual”.

Estos son básicamente los aspectos que me interesan

para llevar el hilo de la exposición, dejando claro desde este

558 ÍNDICE

Consideraciones especiales a la problemática de ejecución de la sentencia estimatoria del recurso de amparo constitucional

mismo momento que el centro de toda polémica giró en tor-

no a la posibilidad o no de fijar la indemnización por uno o

por otro tribunal, radicando sus puntos de vista diferentes en

la base de sus argumentaciones, pues mientras el TS parte

de la doctrina civilista de los daños derivados de la respon-

sabilidad civil, el TC lo hace de la necesaria reintegración del

derecho fundamental conculcado, lo que llevó a crear en el

panorama jurídico cierta inseguridad que fue muy criticada

(nota 13).

Y como vengo diciendo esta polémica podría haberse

evitado si, como vengo repitiendo, el TC hubiera “definido”

mejor el fallo de su primera sentencia, tal y como le permite

el art. 55.1 de la LOTC, la extensión de los efectos de la decla-

ración de nulidad, el alcance del reconocimiento del dere-

cho lesionado y/o la adopción de las medidas encaminadas

al restablecimiento del derecho del recurrente, aspectos que

no trata sino que se limita a reconocer vulnerado el derecho y

a anular la Sentencia del Supremo y sin pronunciarse tampo-

co sobre el quantum indemnizatorio, sino que como ocurre

en otros supuestos al anular una resolución cobra eficacia la

anterior, en este caso la de la Audiencia que la establecía en

diez millones; resultando que tuvo en su segunda sentencia,

y tras la del TS, cuando tuvo que hacer uso de estas facul-

Vicente Carbonell Pastor

559ÍNDICE

tades razonando en torno al derecho indemnizatorio como

medida de reintegración del derecho vulnerado, tal y como

debería haber hecho desde un primer momento y haber

evitado toda la polémica, sobre todo, sobre la conveniente

declaración de firmeza de la resolución que el TC considera

válida pero que no hizo, es decir, la Sentencia de la Audiencia

Provincia de Barcelona, lo que hubiera sido sufieciente y qui-

zá menos problemático.

En este sentido se pronuncia el Profesor Díaz Revorio que

considera que la mayor parte de los problemas que surgen

en la ejecución tras un pronunciamiento del Constitucional,

residen en su propia decisión, pues a pesar del amplio mar-

gen que le concede el art. 55.1 de su Ley Orgáncia no hace

uso de esta facultad, siendo mucho menos conflictivo el que

además de anular la sentencia impugnada, declarara la fir-

meza de la racaida en la instancia anterior e, incluso, cabría la

posibilidad en la letra de la ley de que el TC procediera, en los

casos que lo considerara oportuno, a fijar una indemnización

económica para el restablecimiento del derecho vulnerado;

exigencias que deberán ser en todo caso matizadas, pues el

TC no debe inmiscuirse en la función jurisdiccional de juzgar

y hacer ejecutar lo juzgado de los Juzgados y Tribunales.

560 ÍNDICE

Consideraciones especiales a la problemática de ejecución de la sentencia estimatoria del recurso de amparo constitucional

La postura del TC al respecto se refleja en una sentencia

reciente de 30 de junio de 2003 (RTC 2003, 127), en la que en

un caso similar declara que sí se ha vulnerado el derecho a la

intimidad personal de la demandante, que se la restablezca

en su derecho, anulándose las sentencias precedentes, retro-

trayéndose las actuaciones al momento procesal proceden-

te para que el Juzgado de Primera Instancia dictara una sen-

tencia nueva en la que estimando vulnerado su derecho se

diera respuesta a la pretensión indemnizatoria deducida en

la demanda de amparo (solicitaba la demandante seis millo-

nes), declarando si procede acceder a la misma y, en su caso,

en qué cuantía. Aquí de nuevo podemos observar como el TC

eludió pronunciarse sobre la indemnización solicitada, pues

considera que el hacerlo supondría suplantar al órgano judi-

cial competente en la labor de determinación del quantum

reparador de la lesión padecida, lo que se excluye de acuerdo

con su propia doctrina. Y de nuevo surgen más problemas a

causa de la indeterminación del TC en sus fallos, pues indica

al Juzgado que con base en la vulneración del derecho fije la

indemnización pero no hace ninguna referencia a nada más,

como pueden ser las bases de cálculo, lo que en la práctica

supone y supuso, pues en mi labor investigadora me puse en

contacto con el Letrado que presentó el recurso, Don José

Vicente Carbonell Pastor

561ÍNDICE

Bordiu Jovellanos de Gijón, el volver a recurrir la resolución

ante la posibilidad de encontrar en otras instancias una res-

puesta minoritaria en la condena como sucedió en el caso

que ha motivado mi trabajo.

Y qué es lo peor, pues el panorama de inseguridad jurídi-

ca que se crea hacia los ciudadanos, los cuales acaban viendo

en la jusiticia la mejor forma de pérdida de tiempo, dinero e

intereses tras largos procesos que duran años y que cuando

finalmente parecen haber terminado vuelven a empezar de

nuevo ante las respuestas poco claras de los órganos judi-

ciales.

No obstante, no son estos los únicos asuntos sobre los

que he trabajado, pues durante la elaboración de este traba-

jo de investigación, merecen ser destacados otros por haber

otorgado el amparo de forma tan clara que la parte deman-

dante ha logrado su satisfacción sin ningún problema poste-

rior, con resultados económicos adecuadamente estableci-

dos por el TC al resolver la estimación del amparo solicitado,

lo cual he conocido de primera mano, pues como ya dije, he

mantenido contacto telefónico y postal con los letrados que

defendieron cada uno de los asuntos.

Por ejemplo, la STC 20/2002, de 28 de enero (RTC 2002,

20) en el que un director y accionista minoritario de Caja

562 ÍNDICE

Consideraciones especiales a la problemática de ejecución de la sentencia estimatoria del recurso de amparo constitucional

Postal es despedido por verter críticas contra su Presidente

en la Junta General de Accionistas. El TC reconoció vulnera-

do su derecho a la libertad de expresión, anulando las Sen-

tencias anteriores y ordenando restablecerlo en su derecho

fundamental vulnerado, declarando nulo el despido con los

efectos legales procedentes. Puesto en contacto con el Le-

trado, Don Lorenzo David Sánchez Velasco de Albacete, me

comentó que tras la Sentencia del TC no hubo que devol-

ver las actuaciones a ningún órgano más pues las partes se

pusieron fácilmente de acuerdo sobre la cuantía de los sala-

rios de tramitación dejados de percibir y tras unas pequeñas

incidencias en las que intervino el TSJ fue readmitido en su

anterior cargo de director de oficina.

En la STC 48/2002, de 25 de febrero (RTC 2002, 48) se ob-

serva un caso en el que la mera declaración de firmeza de

una resolución es suficiente para zanjar de forma definitiva

el asunto, pues a los demandantes, auxiliares del Ayunta-

miento de Fuengirola, que vieron extinguidos sus contratos

de trabajo por una reestructuración de plantilla por causas

económicas, el TC les reconoció vulnerado su derecho a la

libertad sindical, ya que casualmente todos los que fueron

despedidos estaban afiliados al sindicato Unión General de

Trabajadores (UGT), anulando la Sentencia del TSJ y decla-

Vicente Carbonell Pastor

563ÍNDICE

rando la firmeza de la dictada en Primera Instancia que su-

ponía la nulidad de los despidos y su inmediata readmisión,

tal y como se produjo según me relató su Letrada, Doña Jo-

sefa García Lorente de Madrid.

Otro ejemplo de máxima eficacia resolutiva lo encontra-

mos en la STC61/2002, de 11 de marzo (RTC 2002, 61), que

con igual implícito contenido económico e indemnizatorio,

con la sola declaración de firmeza zanjó el asunto, según me

informó el Letrado Don Manuel Álvarez de la Rosa de San-

ta Cruz de Tenerife, pues tras la Sentencia el INSS (Instituto

Nacional de la Seguridad Social) procedió inmediatamente a

abonar al recurrente la pensión de jubilación y en la cuantía

por éste estimada.

Por último, considero interesante mencionar la reciente

STC 181/2003, de 20 de octubre (RTC 2003, 181) pues sin de-

claración de nulidad y, por tanto, sin determinación de los

efectos de ésta, por inexistente, pero sí a través del recono-

miento del derecho vulnerado, con especificación y concre-

ción de las medidas encaminadas a su restablecimiento, se

consigue sin mención a lo largo de los fundamentos el re-

sultado práctico y eficaz esperable del pronunciamiento del

Alto Tribunal, que según nos informa el letrado recurrente

Don Torcuato Labella Lozano de Santiago de Compostela, al

564 ÍNDICE

Consideraciones especiales a la problemática de ejecución de la sentencia estimatoria del recurso de amparo constitucional

haberse consignado el importe reclamado por el Banco eje-

cutante, terminó el asunto para el recurrente con la Sentencia

de amparo obtenida que declaró vulnerado su derecho a la

tutela judicial efectiva y anuló las actuaciones del juicio para

que fuera nuevamente emplazado personal y debidamente,

ya que en ningún momento estaba desaparecido, sino que

no se efectuaron correctamente las notificaciones.

En definitiva, considero que tres deben de ser los requi-

sitos que el Tribunal Constitucional tendría que tener en

cuenta en todo caso que se le somete a enjuiciamiento en

el momento preciso de dictar sentencia sobre el mismo y así

lograr que una sentencia de amparo “no devuelva” las actua-

ciones al órgano judicial cuya sentencia fue impugnada, lo

que supondría evitar la mayoría de problemas que surgen

en su ejecución, tanto para el resto de órgano como para las

propias partes y son:

– que ya exista en instancias anteriores una sentencia ple-

namente respectuosa de los derechos fundamentales, cuya

firmeza pueda declararse

– que desde el punto de vista constitucional no exista

margen para dictar una sentencia con un contenido diferen-

te, ni siquiera parcialmente

Vicente Carbonell Pastor

565ÍNDICE

– que no queden otras cuestiones por resolver, cuya re-

solución corresponda al órgano judicial en el ejercicio de su

función jurisdiccional

IV. Conclusiones

Tras la exposición de lo que a mi entender considero los

aspectos más relevante de esta tan complicado proceso y

para finalizar, se puede concluir lo siguiente:

El órgano constitucional comparte la tutela de los dere-

chos fundamentales y libertades públicas con el resto de

órganos judiciales del Estado, por lo que su protección es

sucesiva y no exclusiva y en base a los mismos criterios inter-

pretativos de los que parte la justicia ordinaria, de conformi-

dad con la CE y su propia Ley Orgánica. Por tanto, su principal

característica es su subsidiariedad de la jurisdicción común

y ordinaria, pues primeramente corresponderá a los Tribu-

nales ordinarios la protección de los derechos y libertades

fundamentales y solamente cuando se hayan agotado todos

los recursos se debe acudir ante el TC, proceso que él mismo

considera no directo, ni una segunda instancia ni un recurso

extraordinario como el de casación.En este proceso, como

en cualquier otro, el objeto de tutela jurisdiccional no es otro

que la pretensión que se formula por el peticionario, si bien

566 ÍNDICE

Consideraciones especiales a la problemática de ejecución de la sentencia estimatoria del recurso de amparo constitucional

la singularidad radica en que se constriñe a la invocación de

la lesión de los derechos fundamentales y libertades públi-

cas protegidos de forma reforzada por la CE.

La protección de los mismos por medio de una sentencia

estimatoria, parte del art. 55 de la LOTC, el cual recoge el con-

tenido básico de estas sentencias para lograr el fin último

de este proceso que es el restablecimiento de la situación

lesiva que se recurre, radicando en este preciso momento el

que el asunto se resuelva correctamente o no, en función de

cómo se pronuncie el Tribunal, pues normalmente no suele

hacer uso de todas las facultades que este artículo le otorga

resultando las más de las veces sus pronunciamientos esca-

sos y faltos de determinación lo que conlleva innumerables

problemas a la hora de su ejecución.

Es por ello por lo que el Tribunal en los frecuentes recur-

sos frente a resoluciones judiciales lesivas de derechos fun-

damentales o libertades públicas, en relación a la segunda

parte del párrafo a) del primer punto del art. 55 de la LOTC,

una vez declara la nulidad de la resolución judicial, total o

parcial, debe determinar la extensión de sus efectos, pues en

estos casos cualquier resolución declarativa explicitaría qué

se debe hacer, si retrotraer o no las actuaciones o qué reso-

lución adquiere firmeza y sobre qué extremos, y el que tales

Vicente Carbonell Pastor

567ÍNDICE

manifestaciones resulten ser parte del pronunciamiento re-

cogido en el párrafo a), b) o c) del art. 55 de la LOTC es lo me-

nos importante, ya que lo relevante es el restablecimiento

del derecho o libertad lesionado y que ello no se convierta

en un nuevo inicio sin fin de nuevos procesos judiciales que

abocan al recurrente a años y años de espera.

También considero necesario señalar que, como vengo

reiterando constantemente, la resolución de amparo debe

reconocer el derecho o libertad vulnerado por el poder pú-

blico de acuerdo con el párrafo b) del art. 55 de la LOTC sin

mayor amplitud; no obstante, ello no le imposibilita para tal

pronunciamiento declarativo no pueda ser concretizado al

extremo específico de la lesión del derecho o libertad que se

reconoce, así que cabe que junto a la declaración de nulidad

se encuentre en segundo lugar este pronunciamiento que,

incluso, puede hacer del todo innecesario la adopción de

medidas necesarias para el restablecimiento del recurrente.

Según esto último, y si así se hiciera, podría llegar a con-

vertirse el párrafo c) del citado artículo en una cláusula resi-

dual e innecesaria, ya que no sería necesario especificar qué

medidas se requieren para el adecuado restablecimiento si

junto con la declaración de nulidad se especifica y concre-

ta el reconocimiento del derecho o libertad vulnerado y las

568 ÍNDICE

Consideraciones especiales a la problemática de ejecución de la sentencia estimatoria del recurso de amparo constitucional

actuaciones que el poder público que lo ha infringido debe

realizar.

Para finalizar, lo correcto y necesario sería que el TC in-

tentara cambiar su postura a la hora de fallar no economi-

zando con unos y otros pronunciamientos, sino haciendo el

uso más extenso que pueda de todos ellos, ya que cuanto

más se extiende el TC al otorgar el amparo en la combina-

ción de los tres pronunciamientos que permite el repetido

precepto, menos contradicciones se producirán en la inter-

pretación y ejecución de sus Sentencias, ya sea por las partes

intervinientes o por los poderes públicos y, en particular, por

los órganos judiciales, evitando así el reinicio de la actividad

judcial y la reiteración de actuaciones que la mayoría de las

veces podrían soslayarse.

Por ello somos muchos los que consideramos que lo más

recomendable y deseable sería que el Tribunal se “desempol-

vara” de ciertos perjuicios limitativos derivados de una estre-

cha visión de la Administración de Justicia y se adentrara en

la resolución de los asuntos con la máxima eficacia posible

tras el difícil filtro por el que pasan hasta ser admitidos. La

doctrina más avezada y teoricista podrá continuar criticando

las Sentencias que rozan inmiscuirse en supuestos aspectos

de legalidad, entre los que se encuentra el reconocimiento

Vicente Carbonell Pastor

569ÍNDICE

a ser indemnizado, pero el recurrente y toda la sociedad de-

mocrática en general ganará en seguridad jurídica y eficacia

jurisdiccional.

Bibliografía citada

GÓMEZ AMIGO, L., “La Sentencia Estimatoria del Recurso de

Amparo”, Editorial Aranzadi, Pamplona, 1998.

CASCAJO CASTRO y GIMENO SENDRA, “El recurso de amparo”. Ma-

drid, 1988.

CERVILLA GARZÓN, M.ª, “Derecho Fundamental a la intimidad y

familiar: Alcance y quantum indemnizatorio, Comentario

a la STC de 17 deSeptiembre de 2001 (RTC 2001, 186) Re-

vista Actualidad Aranzadi.

CORDÓN MORENO, F., “El proceso de amparo constitucional”, 2ª

edición, Distribuciones La Ley, S.A., 1992.

MARTÍNEZ PUJALTE, A. L., “La Garantía del Contenido Esencial de

losDerechos Fundamentales”, Editorial Centro de Estudios

Constitucionales, Madrid, 1997.

MIERES MIERES, L. J., “Nimiedades privadas, ¿tutela de un dere-

cho o reparación de un daño? Un comentario al caso de

Isabel Preysler”,Repertorio Aranzadi del Tribunal Constitu-

cional 15/2001.

570 ÍNDICE

Consideraciones especiales a la problemática de ejecución de la sentencia estimatoria del recurso de amparo constitucional

MONTORO PUERTO, “Jurisdicción constitucional y procesos

constitucionales, ”Madrid, 1991, vol. II.

PIBERNAT DOMENECH, “Los pronunciamientos contenidos en las

sentenciasde otorgamiento de amparo constitucional”,

Revista de DerechoConstitucional, Instituto de Estudios

Fiscales, nº 29, 1990.

TOMÁS DE DOMINGO, “¿Conflictos entre derechos fundamenta-

les? Un análisis desde las relaciones entre los derechos a

la libre expresióne información y los derechos al honor y

a la intimidad”, Madrid, 2001.

Vicente Carbonell Pastor

571ÍNDICE

1. Art. 92 LOTC: “El Tribunal podrá disponer en la sentencia, o en la

resolución, o en actos posteriores, quién ha de ejecutarla y, en su

caso, resolver las incidencias de la ejecución.”

2. Art. 55.1 LOTC: “La sentencia que otorgue el amparo contendrá

alguno o algunos de los pronunciamiento siguientes:a. Declaración

de nulidad de la decisión, acto o resolución que hayan impedido el

pleno ejercicio de los derechos o libertades protegidos, con determi-

nación en su caso de la extensión de sus efectos.b. Reconocimiento

del derecho o libertad pública, de conformidad con su contenido

constitucionalmente declarado.c. Restablecimiento del recurrente

en la integridad de su derecho o libertad con la adopción de las

medidas apropiadas, en su caso, para su conservación.”

3. Art. 87.1 LOTC: “Todos los poderes públicos están obligados al

cumplimiento de lo que el Tribunal Consitucional resuelva”.

4. Art. 5.1 LOPJ: “La Constitución es norma suprema del ordena-

miento jurídico, y vincula a todos los Jueces y Tribunales, quienes

interpretarán y aplicarán las leyes y los reglamentos según lospre-

ceptos y principios constitucionales, conforme a la interpretación de

los mismos que resulte de las resoluciones dictadas por el TC en todo

tipo de procesos”.

5. Así lo señala la STC 11/1992, de 27 de enero, al decir que “puesto

que el recurso de amparo, de acuerdo con la naturaleza de derechos

de la personalidad que tienen los fundamentos garantizados por la

Constitución, no es una nueva instancia jurisdiccional (STC 62/1982),

572 ÍNDICE

Consideraciones especiales a la problemática de ejecución de la sentencia estimatoria del recurso de amparo constitucional

ni se configura como un recurso de casación (STC 21/1982), sino que

es un instrumento procesal dotado de sustantividad propia”.

6. Art. 80 LOTC: “Se aplicarán, con carácter supletorio de la presente

Ley, los preceptos de la Ley Orgánica del poder Judicial y de la Ley

de Enjuiciamiento Civil, en materia de comparecencia en juicio,

recusación y abstención, publicidad y forma de los actos, comunica-

ciones y actos de auxilio jurisdiccional, día y horas hábiles, cómputo

de plazos, deliberaciones y votación, caducidad, renuncia y desisti-

miento, lengua oficial y policía de estrados.”

7. Art. 49.1 LOTC: “El recurso de amparo constitucional se iniciará

mediante demanda en la que se expondrán con claridad y concisión

los hechos que la fundamenten, se citarán los preceptos constitu-

cionales que se estimen infringidos y se fijará con precisión el amparo

que se solicita para preservar o restablecer el derecho o libertad que

se considere vulnerado.”

8. Art. 50 LOTC: “1. La Sección, por unanimidad de sus miembros, podrá

acordar mediante providencia la inadmisión del recurso cuando

concurra alguno de los siguientes supuestos:a) Que la demanda

incumpla de manera manifiesta e insubsanable alguno de los

requisitos contenidos en los artículos 41 a 46 o concurra en la misma

el caso a que se refiere el artículo 4.2.b) Que la demanda se deduzca

respecto de derechos o libertades no susceptibles de amparo consti-

tucional.c) Que la demanda carezca manifiestamente de contenido

que justifique una decisión sobre el fondo de la misma por parte

del Tribunal Constitucional.d) Que el Tribunal Constitucional hubiera

Vicente Carbonell Pastor

573ÍNDICE

ya desestimado en el fondo un recurso o cuestión de inconstitucio-

nalidad o un recurso de amparo en supuesto supuestamente igual,

señalando expresamente en la providencia la resolución o resolu-

ciones desestimatorias.”

9. Art. 83 LOTC: “El Tribunal podrá a instancia de parte o de oficio,

en cualquier momento, y previa audiencia de los comparecidos

en el proceso constitucional, disponer la acumulación de aquellos

procesos con objetos conexos que justifiquen la unidad de

tramitación y decisión. La audiencia se hará por plazo que no exceda

de diez días.”

10. ATC 383/1985, de 12 de junio: “hechos o vicisitudes que modifican

los elementos estructurales del mismo y la situación creada en el

momento de establecer la relación jurídico procesal. Entre tales

crisis, son de particular significación aquellas que afectan de manera

directa al objeto del proceso, constituido por la pretensión del actor

y la posición que la parte frente a quien la pretensión se formule

adopta ante ella, que constituyen en su conexión la denominada

controversia o cuestión litigiosa”.

11. CASCAJO SENDRA y GIMENO SENDRA, El recurso de amparo, págs. 84-

85.

12. STC 23/1990, de 15 de febrero.

13. Por ejemplo, por la Profesora María Dolores Cervilla Garzón,

“Derecho Fundamental a la intimidad personal y familiar: alcance y

quantum indemnizatorio, Comentario a la STC de 17 de septiembre

de 2001 (RTC 2001, 186) Revista Actualidad Aranzadi: “Y por ello, mi

574 ÍNDICE

Consideraciones especiales a la problemática de ejecución de la sentencia estimatoria del recurso de amparo constitucional

crítica a la Sentencia del TC que comentamos, es haber provocado

una inseguridad en la sociedad al dejar a la luz un conflicto entre las

dos instituciones jurisdiccionales más importantes. En esta Sentencia

subyace el “enfado” del TC al contemplar cómo el TS, aun acatando

su fallo rebaja la voloración del daño de diez millones en los que lo

tasó la Aundiencia a veinticinco mil, dato este que, dadas las circuns-

tancias que se han puesto de manifiesto en el íter judicial, no tieme

otra lectura que la forma que tiene el TS de minimizar el daño con un

valor muy inferior al pedido por las partes.”

Vicente Carbonell Pastor

575ÍNDICE

Jesús Herranz Bellido

Un estudio sobre la calidad de vida, el trabajo y la salud de los profesores

de la Universidad de Alicante

Marco de referencia y antecedentes

Además de satisfacer el reto de formar profesionales

y ciudadanos cultos y capaces de configurar socie-

dades solidarias y de progreso, las universidades tie-

nen un nuevo reto que afrontar: ser un contexto de vida que

facilite comportamientos saludables y que redunde en la ca-

lidad de vida, no solo de la comunidad universitaria sino de

toda la sociedad en general. Se propone aquí que las univer-

sidades, desde el modelo de promoción de la salud basado

en los contextos, pueden hacer muchas cosas para promover

y proteger la salud; para crear ambientes de vida y de trabajo

conducentes a la salud; o para ser un recurso para la salud de

la comunidad. Este es el espíritu que impregna el programa

de las Universidades Promotoras de Salud (Health Promoting

Universities) auspiciado por la Organización Mundial para la

Salud y que constituye el marco de referencia en el que se

incardina el presente trabajo de investigación. Se defiende,

por tanto, la tesis de que difícilmente la Universidad podrá

atender satisfactoriamente las demandas sociales que le son

hechas si no cuida a sus estudiantes, a sus profesores, y de-

Jesús Herranz Bellido

577ÍNDICE

más personal, o si descuida su ambiente físico y social. Los

profesores son considerados como una de las “piedras angu-

lares” en la que se asienta la educación superior. Sin embar-

go, se conoce muy poco acerca de su calidad de vida general,

trabajo o salud. Los trabajos revisados sólo analizan aspectos

parciales de cada una de estas tres dimensiones. Los profe-

sores universitarios constituyen una población de relevancia

e interés para la realización de estudios de bienestar y sa-

lud dado su significativo papel como educadores y modelos

ejemplares, y también, por el prestigio social y la relevante

posición que ocupan en la vida pública.

En el estudio de la calidad de vida hemos considerado

las tesis de Reig (2000, 2002, 2003) quien propone un con-

cepto y una evaluación de la calidad de vida que no depen-

de sólo del bienestar psicológico o de la satisfacción que

experimentan las personas, sino que también y sobre todo

está sustancialmente compuesta por elementos y dimen-

siones de carácter comportamental, esto es, por lo que uno

hace o deja de hacer para vivir una vida de calidad. Este es el

concepto que ha a servido de referente en nuestro estudio,

donde “lo que la persona hace y cómo experimenta lo que

hace”, pasa a ser el objeto de estudio de la calidad de vida. Las

ocupaciones y comportamientos, y cómo se experimentan

578 ÍNDICE

Un estudio sobre la calidad de vida, el trabajo y la salud de los profesores de la Universidad de Alicante

estos van a explicar una parte sustancial de nuestra calidad

de vida. Si uno hace aquello que quiere hacer es mucho más

probable que experimente capacidad, éxito y bienestar psi-

cológico. Si la persona hace lo que no quiere hacer o no hace

lo que quiere hacer es probable también que experimente

malestar psicológico y no valore positivamente su quehacer.

La salud, las creencias, los recursos materiales, las habilidades

sociales, o el apoyo social, van a ser importantes aunque no

determinantes para vivir una vida de calidad. La salud y las

demás variables serán recursos para una vida de calidad y de

cantidad.

El trabajo desempeña un papel prominente en la vida

de los individuos, no sólo porque una parte significativa de

tiempo y energía se dedica a actividades laborales, sino tam-

bién porque gracias a él se obtienen compensaciones eco-

nómicas, materiales, psicológicas y sociales. El trabajo profe-

sional es un aspecto central del funcionamiento social y de

la calidad de vida personal (Warr, 1999). La actividad laboral

puede llegar a constituirse en una fuente bienestar. A través

del desempeño profesional se puede obtener un nivel de

activación o estimulación que muchas personas encuentran

agradable, además el trabajo posibilita el establecimiento

de relaciones sociales positivas creando en los individuos

Jesús Herranz Bellido

579ÍNDICE

un sentimiento de identidad y significado (Csikszentmihalyi,

1990; Scitovsky, 1976).

Hemos advertido que la actividad laboral se encuentra

muy diversificada y mientras que en algunos trabajos existen

posibilidades y oportunidades para el desarrollo personal y

profesional, en otros, no se llega ni al mínimo en la satisfac-

ción de necesidades como seguridad, autoestima, realización

o reconocimiento social. Es por ello, por lo que se dice que

los trabajos, en función de estas condiciones, ofrecen mayor

o menor calidad de vida laboral y las personas, en función de

sus propias experiencias laborales, perciben mayor o menos

calidad de vida en su entorno laboral (Peiró, 1996). Otra de

las razones por la que una buena parte de nuestra investi-

gación se centra en aspectos de la calidad de vida laboral se

debe a que las investigaciones que relacionan la calidad de

vida laboral con la calidad de vida general y la salud son muy

escasas por no decir inexistentes, de ahí el interés de dispo-

ner de datos que relacionen las tres dimensiones.

La calidad de vida laboral (CVL) es el término usado para

referirse a la forma en que se produce la experiencia laboral,

tanto en sus aspectos objetivos (condiciones, seguridad, hi-

giene, salario, etc.) como subjetivos (la forma en que dicha

experiencia es vivida por el trabajador). La calidad de vida

580 ÍNDICE

Un estudio sobre la calidad de vida, el trabajo y la salud de los profesores de la Universidad de Alicante

laboral está relacionada con la calidad de vida general, así

lo demuestran en un meta-análisis Tait, Padgett y Baldwin

(1989), quienes encuentran que la correlación media entre

satisfacción laboral y satisfacción vital es de r=0,44.

Se han establecido una serie de criterios para definir el

“trabajo satisfactorio” (Frankehaeuser y Johansson, 1986; Ka-

rasek y Theorell, 1990). Así un trabajo satisfactorio es aquel

que permite a los trabajadores la oportunidad de: a) influir

en él y controlarlo; b) sentir que lo que se ha hecho trascien-

de más allá del contexto laboral; c) experimentar un senti-

miento de comunidad y pertenencia en su lugar de trabajo

y d) desarrollar sus capacidades personales y aptitudes pro-

fesionales mediante un aprendizaje continuo. Según Motazz

(1985) las recompensas intrínsecas y el reconocimiento social

son también importantes predictores de satisfacción laboral.

El número de horas trabajadas y el bienestar laboral mantie-

nen una relación compleja que depende de algunos facto-

res moduladores como: complejidad de la tarea, si las horas

extras trabajadas, en su caso, se hacen voluntariamente, o si

existe conflicto entre responsabilidades familiares y trabajo

(Gechman y Wiener, 1975). Está claro que como la mayor par-

te de las asociaciones entre actividad laboral y satisfacción

Jesús Herranz Bellido

581ÍNDICE

vital son de naturaleza correlacional, nada se puede afirmar

acerca de relaciones de causalidad entre ambas variables.

Warr (1999) ha agrupado en 10 aspectos aquellas carac-

terísticas nucleares que deben ser utilizadas para la valora-

ción de distintos tipos de trabajos y que pueden dar lugar

a variaciones importantes en la valoración personal de los

mismos y en su repercusión sobre el bienestar relacionado

con el trabajo. Según este autor, los trabajos u ocupaciones

laborales se pueden diferenciar según el grado en que estén

presentes las ya referidas diez características fundamentales

y las variaciones resultantes darán lugar a diferencias en el

bienestar relacionado con la actividad laboral. Estas caracte-

rísticas comunes son:

1) Oportunidades para el control personal (capacidad para

tomar decisiones, autonomía, ausencia de supervisión cer-

cana, libertad de elección...);

2) Oportunidad para la utilización de las habilidades perso-

nales en el trabajo;

3) Metas generadas externamente (demandas laborales, so-

brecarga cuantitativa y cualitativa, conflictos trabajo-fami-

lia, etc.);

4) Variedad (de tareas, de habilidades, de contenidos, etc.);

582 ÍNDICE

Un estudio sobre la calidad de vida, el trabajo y la salud de los profesores de la Universidad de Alicante

5) Claridad ambiental (grado de información sobre las re-

percusiones del comportamiento laboral, retro-infor-

mación sobre las tareas realizadas, información sobre el

comportamiento requerido, etc.);

6) Disponibilidad de dinero (nivel de ingresos, recursos eco-

nómicos);

7) Seguridad física (buenas condiciones de trabajo, niveles

adecuados de temperatura y ruido, ausencia de peligros,

...);

8) Supervisión de apoyo (consideración recibida por los di-

rectores o jefes, grado de apoyo de los supervisores,...);

9) Oportunidad para las relaciones interpersonales (canti-

dad y calidad de la interacción, densidad social, tipo de

relaciones mantenidas con los compañeros, etc.);

10) Posición social valorada (prestigio ocupacional, impor-

tancia social del trabajo, rango social de la profesión,

etc.).

La tesis que avala el interés por el estudio de la calidad

de vida, el trabajo y la salud de los profesores de universidad

implica que para llevar a cabo un trabajo de calidad el pro-

fesor universitario debe se sentirse satisfecho laboralmen-

te y que si su calidad de vida es buena se podrá esperar de

él un desempeño profesional de calidad. Hemos escogido,

Jesús Herranz Bellido

583ÍNDICE

como ya se ha expresado anteriormente un enfoque de la

calidad de vida que enfatiza los aspectos comportamenta-

les, es decir, las ocupaciones y conductas del profesor de uni-

versidad y cómo experimenta estos comportamientos, van a

constituirse en una parte sustantiva de su calidad de vida. Si

uno hace lo que quiere hacer es mucho más probable que

experimente capacidad, éxito y bienestar psicológico. Si un

profesor universitario hace lo que no quiere hacer o no hace

lo que quiere hacer, es probable también que experimente

malestar psicológico y no valore positivamente su quehacer

profesional. Por lo tanto, para conocer la calidad de vida ge-

neral y laboral de los profesores resultará de interés conocer

qué es lo que hace y cómo valora eso que hace un profesor

de universidad.

Se puede afirmar que el trabajo de los profesores de

universidad reúne un buen número de características ocu-

pacionales que tienden a asociarse con elevados niveles de

satisfacción laboral, bienestar psicológico y calidad de vida,

tales como: alta autonomía, flexibilidad, elevada cualifica-

ción, variedad y significación de la tarea, responsabilidad,

participación en la toma de decisiones o prestigio social, en-

tre otras. Un mayor control personal sobre la tareas a desem-

peñar, como el que suele tener el profesor universitario, se

584 ÍNDICE

Un estudio sobre la calidad de vida, el trabajo y la salud de los profesores de la Universidad de Alicante

asocia con menor riesgo de sufrir ansiedad o depresión, así

como con un mayor bienestar y satisfacción laboral. Cuan-

do se pregunta a los profesores universitarios que es lo que

más valoran de su trabajo responden que es: la libertad, la

independencia, la posibilidad de ser creativos y las oportuni-

dades para desarrollarse profesionalmente; por el contrario,

la mayor parte de las insatisfacciones se relacionan con esca-

sez en la remuneración y en las condiciones materiales para

llevar las tareas académicas (Blomqvist et al., 1996; Westling

et al., 1999, cit. Askling, 2001-pag. 170) (Beliaeva et al., 2001).

A priori, un balance ente los aspectos positivos y negativos

del trabajo de los profesores de universidad permite afirmar

que se trata de una actividad laboral potencialmente benefi-

ciosa para su bienestar físico y psicológico.

Finalmente, los profesores de universidad constituyen

una población poco investigada y bastante desconocida en

la realización de estudios de calidad de vida, bienestar labo-

ral y salud. Los resultados de las escasas investigaciones exis-

tentes presentan generalmente una serie de características

conductuales de los profesores asociadas al rendimiento de

los estudiantes, pero no reflejan un perfil laboral o compor-

tamental del profesor de universidad (McKeachie, 1990; cit.

Guerrero, 1997 –pag. 176). Mignorance et al., (1993) afirman

Jesús Herranz Bellido

585ÍNDICE

que no es posible hablar de un sólo perfil de profesor univer-

sitario, sino que resulta más oportuno hablar de perfiles. Los

diferentes perfiles vendrían constituidos por una confluen-

cia de factores internos personales, formas de ser y concebir

la profesión y factores externos, sociales y académicos.

Objetivos de nuestra investigación

Objetivos principales

I. Describir y evaluar las dimensiones y componentes que

mejor caracterizan la calidad de vida general, la calidad de

vida laboral y el estado de salud de los profesores univer-

sitarios.

II. Establecer las relaciones existentes entre las variables más

relevantes del estudio referidas a la calidad de vida gene-

ral, la calidad de vida laboral y la salud.

III. Examinar los mejores predictores de la calidad de vida

en el trabajo y de la satisfacción laboral de los profesores

universitarios: en primer lugar, con predictores exclusiva-

mente del dominio laboral, y en segundo lugar entre los

diferentes dominios o bloques: de trabajo, de calidad de

vida general, de salud, y socio-bio-demográficos.

586 ÍNDICE

Un estudio sobre la calidad de vida, el trabajo y la salud de los profesores de la Universidad de Alicante

Objetivos secundarios

El cumplimiento de los referidos objetivos principales im-

plica una serie de objetivos secundarios:

1. Elaborar un instrumento valido, y fiable que evalúe los

determinantes esenciales de la calidad de vida general, la

calidad de vida laboral y la salud de los profesores univer-

sitarios.

2. Describir la satisfacción con la vida, la calidad de vida labo-

ral y el estado de salud del profesor universitario analizan-

do la existencia o no de diferencias en base a las variables:

género, edad y categoría académica del profesorado.

3. Describir la calidad de vida general, la satisfacción con la

vida, el grado de estrés y felicidad percibidos, y el balance

afectivo de los profesores de la Universidad de Alicante.

4. Cuantificar la calidad de vida laboral de los profesores de la

Universidad de Alicante a través de la elaboración de una

serie de índices sobre: calidad de vida en el trabajo, condi-

ciones de trabajo, el orgullo por el trabajo realizado, nivel

de alienación que se manifiesta en su puesto de trabajo,

grado de identificación con la universidad, y por último,

independencia, autonomía y grado de participación en

el trabajo. Realizar una comparación entre los índices de

calidad de vida laboral obtenidos por los profesores de la

Jesús Herranz Bellido

587ÍNDICE

Universidad de Alicante y los obtenidos por los trabajado-

res de la población general española participante en las

Encuestas de Calidad de Vida y Trabajo elaboradas por el

Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, en 1999, 2000, y

2001.

5. Describir el grado de satisfacción del profesorado uni-

versitario asociado a una serie de actividades y aspectos

nucleares del contexto académico como son: la docencia

que se imparte, la investigación realizada, las relaciones

que establecen con los estudiantes y con los compañeros,

y finalmente, la satisfacción con la situación y promoción

académicas.

6. Conocer la prevalencia del síndrome de burnout en la po-

blación de profesores universitarios de la Universidad de

Alicante.

7. Conocer la prevalencia del acoso laboral o mobbing entre

el profesorado de la Universidad de Alicante.

8. Examinar el uso de las nuevas tecnologías en el trabajo

por parte de los profesores de la Universidad de Alicante,

y si dicho uso está influido por la edad, género o categoría

académica del profesorado.

9. Determinar el bienestar físico y psicológico de los profeso-

res universitarios.

588 ÍNDICE

Un estudio sobre la calidad de vida, el trabajo y la salud de los profesores de la Universidad de Alicante

10. Estudiar el estado de salud de los profesores examinando

una serie de indicadores relevantes de salud como son:

el estado de salud percibido, las molestias somáticas y

psicosomáticas referidas, el índice de masa corporal, el

número de enfermedades informadas, el cuidado de la

salud, el número de días de enfermedad, y el consumo de

medicamentos.

11. Examinar los comportamientos relacionados con la salud

(tanto los positivos como los de riesgo) tales como: prác-

tica de ejercicio y deporte, consumo de bebidas alcohóli-

cas y de tabaco, y hábitos de sueño.

12. Comparar nuestros resultados con los que se han publi-

cado anteriormente.

Diseño de la investigación

Se ha estudiado la calidad de vida laboral, la calidad de

vida general y la salud de los profesores de la Universidad

de Alicante. La recogida de datos se ha llevado a cabo me-

diante un cuestionario autocumplimentado y administrado

vía postal a través del servicio de correo interno de la Uni-

versidad de Alicante. El diseño, es por tanto, observacional y

transversal en cuanto al tiempo.

Jesús Herranz Bellido

589ÍNDICE

Población y diseño muestral

La población estudiada la componen los profesores de la

Universidad de Alicante. El diseño muestral ha sido proba-

bilístico y estratificado. La variable de estratificación ha sido

la categoría académica del profesorado, por considerarse

que se trata de una dimensión altamente discriminativa de

la calidad de vida, el trabajo y la salud de los profesores de

universidad.

La disponibilidad de información adecuada sobre el mar-

co muestral, a través del Centro de Procesamiento de Datos

(CPD) de la Universidad de Alicante, y la elección del proce-

dimiento de administración del cuestionario mediante el

servicio de correo interno de la citada universidad nos ha

permitido la autoaplicación anónima e individual del cues-

tionario.

El marco muestral ha quedado constituido por el listado

de profesores de la Universidad de Alicante a fecha de trein-

ta de abril de 2002, compuesto por 1782 profesores de todas

las categorías y vinculaciones contractuales (funcionarios y

contratados, tanto a tiempo parcial como a tiempo comple-

to). De ese listado informatizado por el CPD, se extrajo una

nuestra aleatoria, estratificada por categorías, de 589 profe-

sores. Dicha muestra se nos proporcionó ordenada por ca-

590 ÍNDICE

Un estudio sobre la calidad de vida, el trabajo y la salud de los profesores de la Universidad de Alicante

tegoría, nombre y apellidos, departamento de pertenencia

y centro de adscripción docente. El proceso de extracción

muestral fue realizado por el CPD. Previamente, se cursó la

pertinente solicitud a la Gerencia de la Universidad de Ali-

cante, indicándose la finalidad del estudio, la necesidad de

la información solicitada y el compromiso de confidenciali-

dad y reserva de los datos obtenidos. De acuerdo con lo que

dispone la Ley Orgánica 15/1999 de 13 de diciembre de da-

tos de carácter personal (BOE de 14/12/1999) desde los Ser-

vicios Jurídicos de la Universidad se accedió a la solicitado,

elevando unas observaciones que fueron cumplidas por el

autor del estudio.

Se han recibido 331 cuestionarios de los 589 que se re-

mitieron a través del correo interno de la Universidad de Ali-

cante. Hemos obtenido una tasa de respuesta del 56,19%.

Instrumentos de medida

El cuestionario que hemos elaborado y presentado a los

profesores consta de 71 preguntas y se encuentra dividido

en 5 grandes apartados: Introducción, Calidad de vida gene-

ral, Calidad de vida laboral (Trabajo), Estado de salud y Datos

biodemográficos y laborales. Se han utilizado, entre otras,

las siguientes medidas: la Escala de Satisfacción con la Vida

Jesús Herranz Bellido

591ÍNDICE

de Diener, las escalas del Cuestionario de Calidad de Vida de

Ruiz y Baca, la Escala de Balance Afectivo de Bradburn, el In-

ventario de Estrés Laboral Asistencial de Maslach y Jackson,

diversas preguntas procedentes de la Encuesta Nacional de

Salud y de la Encuesta de Salud de la Comunidad Valenciana,

el CESP (Cuestionario para la Evaluación de la Satisfacción del

Profesorado) de Saénz y Lorenzo, preguntas de las Encues-

tas de Calidad de Vida en el Trabajo (ECVT) realizadas por el

Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales y del Cuestionario

sobre la Calidad de Vida y la Salud de los Estudiantes de la

Universidad de Alicante de Reig, Cabrero, Ferrer y Richart.

Además, siguiendo a Mullin et al. (2000), hemos incorpo-

rado una serie de estrategias y métodos empíricos en el di-

seño cognitivo de nuestro instrumento de recogida de datos

que han mejorado la calidad y la cantidad de la información

recibida y aportada por los encuestados

Análisis de datos

Primero se ha llevado a cabo un análisis descriptivo de

las variables continuas y categóricas del estudio. A continua-

ción, para el examen de relaciones divariadas, hemos utiliza-

do la prueba de ji cuadrado cuando las variables, ambas, eran

categóricas; la prueba t de Student y el análisis de varianza

592 ÍNDICE

Un estudio sobre la calidad de vida, el trabajo y la salud de los profesores de la Universidad de Alicante

en un sentido cuando una de las dos variables era de agru-

pamiento (si dos submuestras t de Student y ANOVA si más

de dos) y la otra continua, y análisis no paramétrico si no se

reunían los supuestos de normalidad o varianzas desiguales;

y estadísticos de correlación Spearman o Pearson cuando las

dos variables eran ordinales o continuas, respectivamente.

Para examinar la viabilidad de medidas compuestas se ha

empleado el análisis factorial exploratorio o el análisis fac-

torial común (según el nº de ítems) y el cálculo del alfa de

Cronbach.

Se ha examinado sistemáticamente las relaciones bivaria-

das entre las variables edad, categoría académica y género y

todas la variables relevantes de los tres dominios del estudio:

calidad de vida general, calidad de vida laboral y salud:

• Género: para conocer si la calidad de vida, las condiciones y

circunstancias ligadas a la actividad laboral y la salud de los

profesores pueden estar influenciadas por esta importante

variable demográfica, tal y como ocurre en otros ámbitos

profesionales y sociales no universitarios.

• Categoría académica: porque conocemos que se trata de

una variable importante en el ámbito académico, en la

medida que está ligada a estabilidad profesional, recono-

Jesús Herranz Bellido

593ÍNDICE

cimiento, estatus, incentivos económicos, diferencias en el

tiempo dedicado a tareas académicas etc.

• Edad: sabemos que la edad es una variable que modifica la

interpretación de los acontecimientos personales y profe-

sionales y que puede estar relacionada con diferencias la

percepción de la calidad de vida, la satisfacción laboral y la

salud.

Finalmente, se han realizado diversos análisis de regre-

sión múltiple. En primer lugar para analizar la relación en-

tre las variables de respuesta “calidad de vida en el trabajo” y

“satisfacción laboral” y una serie de variables independientes

del ámbito laboral, seleccionadas por su relación bivariada

significativa con las variables de respuesta. Y en segundo lu-

gar, sobre las dos mismas variables de respuesta pero en este

caso los predictores se agruparon por bloques y los bloques

fueron los diferentes dominios del estudio: variables bioso-

ciodemográficas, de calidad de vida general, de salud y tam-

bién de calidad de vida laboral. El procedimiento de entrada

de los predictores fue stepwise en ambos casos, aunque tam-

bién se usó la selección forzada para contrastar un modelo

teórico de satisfacción laboral con predictores exclusivos del

ámbito laboral.

594 ÍNDICE

Un estudio sobre la calidad de vida, el trabajo y la salud de los profesores de la Universidad de Alicante

Los datos se han analizado con el programa Stadistical

Package for Social Sciences (SPSS 11.5), en un ordenador PC

con un procesador Pentium IV a 2,66 Mhz.

Resultados y conclusiones más relevantes

1. La gran mayoría de los profesores de la Universidad de

Alicante considera que tiene una calidad de vida buena o

muy buena (7,94 en una escala de 0 a 10 puntos). Esta opi-

nión tan favorable se manifiesta tanto cuando los profesores

valoran en conjunto su calidad de vida reciente, su calidad

de vida en general y su felicidad, como cuando estiman por

separado cada una de estas dimensiones. La calidad de vida

de los profesores universitarios de nuestro estudio no está

influida por el género, la categoría académica, o la edad.

2. Los profesores universitarios muestran un grado de

satisfacción con la vida moderadamente alto (6,9 en una

escala de 0 a 10 puntos). La satisfacción vital de los profe-

sores se encuentra determinada por la categoría académica,

aunque no por la edad y el género. Es decir, los niveles de

satisfacción con la vida no son tan elevados entre aquellos

profesores que se encuentran en una situación profesional y

académica pendiente de estabilización y ocupan posiciones

académicas inferiores, que entre los que ocupan posiciones

Jesús Herranz Bellido

595ÍNDICE

académicas superiores y creen haber conseguido una parte

importante de sus objetivos o metas vitales.

3. La opinión que tienen los profesores sobre la vida que

llevan es la siguiente: un porcentaje cercano al 90% se sien-

te feliz, en líneas generales, (un porcentaje elevado aunque

algo inferior al que presenta la población general). Este ele-

vado nivel de felicidad percibida no es óbice para que pa-

ralelamente la práctica mayoría del profesorado considere

que vive una vida “estresante”, con más estrés incluso que el

que experimenta la población general. Más concretamente,

cuando analizamos el grado de satisfacción con una serie de

aspectos concretos de sus vidas, advertimos que, en gene-

ral, los profesores de nuestro estudio no se muestran dema-

siado satisfechos con su situación económica familiar y que,

también, experimentan un bajo grado de satisfacción con la

cantidad de tiempo libre del que disponen y con la vida que

actualmente llevan. La satisfacción de nuestros profesores

con estas tres dimensiones de su vida diaria está por deba-

jo de la que presenta la población general de trabajadores

españoles. El grado de satisfacción percibido con estas tres

aspectos de la vida diaria no está afectado por el género. Por

el contrario, la categoría académica influye en el grado de

satisfacción con la situación económica familiar, en el tiempo

596 ÍNDICE

Un estudio sobre la calidad de vida, el trabajo y la salud de los profesores de la Universidad de Alicante

libre del que se dispone y con lo que se hace a diario. Hemos

encontrado que los profesores con mayor nivel académico

tienden a mostrarse más satisfechos que el resto del profe-

sorado con dichos aspectos de su vida. Finalmente, la edad

sólo parece influir en el grado de satisfacción con la situa-

ción económica familiar, observándose que los más satisfe-

chos con su economía doméstica son los profesores de más

edad.

4. Los profesores universitarios muestran un bienestar

emocional elevado. Hemos encontrado que algo más de

nueve de cada diez profesores (91,2%) ha experimentado un

estado emocional positivo durante las dos últimas semanas.

Este dato es muy similar al que se ha obtenido al valorar la

felicidad percibida por nuestros profesores (el 89,4% se sien-

ten felices), sin embargo, hay que hacer notar que se trata de

dos variables diferentes y que se refieren a periodos tempo-

rales distintos (r=0,42). El tono hedónico de los profesores de

la Universidad de Alicante no está determinado por el géne-

ro o la edad, pero sí por la categoría académica.

5. Podemos afirmar que la calidad de vida laboral de los

profesores de la Universidad de Alicante es moderadamente

elevada, aunque no llega a ser notable (6,18 en un escala de

10 puntos). La gran mayoría del profesorado (94,3%) refiere

Jesús Herranz Bellido

597ÍNDICE

tener una calidad de vida buena o muy buena en el trabajo.

La categoría académica y la edad parecen influir en la cali-

dad de vida laboral de los profesores, de tal forma que, los

que tienen dedicación académica a tiempo completo, ocu-

pan posiciones académicas superiores y son funcionarios,

refieren tener una mejor calidad de vida en el trabajo que

los contratados a tiempo completo que no son funcionarios.

Hemos advertido que los profesores de más edad experi-

mentan y refieren una mejor calidad de vida laboral que los

más jóvenes. No existen diferencias debidas al género en la

calidad de vida en el trabajo de nuestros profesores.

Hemos encontrado que la calidad de vida en el trabajo de

los profesores se fundamenta en que desempeñan una acti-

vidad profesional estimulante, interesante, flexible, creativa y

variada que permite una gran autonomía, elevada capacidad

en la toma de decisiones, y un significativo control sobre las

tareas a realizar. Que ocasiona, además, un moderado can-

sancio emocional, y es considerada útil, provechosa y de la

que uno puede sentirse orgulloso. Hay que resaltar que todas

estas características esenciales del trabajo de los profesores

son de naturaleza intrínseca. Por otra parte, se trata de un

trabajo que se lleva a cabo en unas condiciones materiales

más que aceptables. Hemos encontrado que la satisfacción

598 ÍNDICE

Un estudio sobre la calidad de vida, el trabajo y la salud de los profesores de la Universidad de Alicante

con algunas dimensiones específicas de la vida diaria pare-

cen influir en la calidad de vida en el trabajo. Todos estas ca-

racterísticas de naturaleza intrínseca son capaces de explicar

un 46,4% de la variabilidad de la calidad de vida en el trabajo

de los profesores de la Universidad de Alicante.

6. Los profesores universitarios que hemos estudiado ma-

nifiestan un nivel de satisfacción laboral moderadamente

elevado (6,92 en un escala de 10 puntos), aunque globalmen-

te se sienten algo menos satisfechos con su trabajo que lo

que están los trabajadores españoles de la población activa.

Es decir, los profesores de nuestro estudio, a pesar de poseer

una mejor calidad de vida laboral que los trabajadores de la

población general, se sienten menos satisfechos de su traba-

jo que éstos. Ni la edad, ni el género parecen relacionarse con

la satisfacción laboral percibida, no así la categoría académi-

ca; los profesores de las categorías académicas superiores

son los que se sienten más satisfechos laboralmente.

Igual que hemos hecho con la variable calidad de vida

en el trabajo, a partir de diferentes análisis de regresión he-

mos establecido el modelo más simple y consistente que, en

nuestra opinión, mejor explica la satisfacción laboral. De los

resultados obtenidos se deduce que los profesores presen-

tan un grado elevado de satisfacción laboral porque están

Jesús Herranz Bellido

599ÍNDICE

satisfechos de la docencia que imparten, de la investigación

que realizan, de las relaciones que mantienen con los estu-

diantes y con los compañeros, así como de su situación o

posibilidades de promoción académicas. Además, conside-

ran que el trabajo que desempeñan es estimulante y parti-

cipativo, poco alienante, y que les hace sentir orgullosos. Su

ocupación laboral no ocasiona un elevado cansancio emo-

cional y proporciona un moderado, aunque tendente a bajo,

grado de realización personal. Hemos encontrado, además,

que aquellos profesores que se sienten satisfechos con sus

vidas tienden a estarlo también en su trabajo. Estas variables

son capaces de explicar conjuntamente un 55,1% de la va-

riabilidad de la satisfacción laboral de los profesores de la

Universidad de Alicante.

7. El examen de calidad de vida laboral de los profesores

es el elemento principal de esta investigación. Por ello se ha

procedido a realizar un análisis más detenido y detallado de

dicha calidad de vida laboral utilizando y valorando una serie

de índices de la Encuesta de Calidad de Vida en el Trabajo de

los años 1999, 2000, 2001. Hemos observado que, en general,

los profesores universitarios obtienen puntuaciones supe-

riores a la población general de ocupados y a la de técnicos y

profesionales científicos e intelectuales (pertenecientes a la

600 ÍNDICE

Un estudio sobre la calidad de vida, el trabajo y la salud de los profesores de la Universidad de Alicante

citada población) en los índices de condiciones de trabajo, e

integración laboral. Nuestros profesores se sienten más inte-

grados laboralmente y tienen unas mejores condiciones de

trabajo que los trabajadores de la población general. Hemos

encontrado, además, que aunque los profesores universita-

rios consiguen puntuaciones superiores a las de la población

general en el índice de orgullo en el trabajo, el grupo de cien-

tíficos e intelectuales de dicha población se siente más or-

gulloso de su trabajo que los profesores universitarios. Esto

mismo ocurre respecto de la participación en el trabajo: los

profesores universitarios obtienen puntuaciones superiores

a las de la población general de ocupados, pero inferiores a

las que obtienen los científicos e intelectuales de la pobla-

ción general. También hemos advertido que los profesores

de la Universidad de Alicante se sienten menos alienados

laboralmente de lo que se siente la población general de tra-

bajadores pero algo más que el referido grupo de científi-

cos e intelectuales. Finalmente, en el índice de autonomía en

el trabajo es dónde aparece la mayor divergencia entre los

profesores universitarios y el resto de los trabajadores. Este

índice mide conjuntamente la creatividad, participación, in-

tegración y flexibilidad laborales. Hemos notado que estas

características aparecen con mayor intensidad en el trabajo

Jesús Herranz Bellido

601ÍNDICE

de los profesores universitarios, parecen ser los factores dife-

renciales de su actividad profesional cuando se les compara

con los trabajadores de la población general, y posiblemente

los que más peso pueden tener sobre su satisfacción y cali-

dad de vida laborales.

8. Nuestros profesores valoran positivamente las condi-

ciones laborales en las que llevan a cabo su trabajo; se en-

cuentran satisfechos de la duración de su jornada laboral, de

las vacaciones y días libres de los que disponen, y de las ayu-

das y prestaciones sociales recibidas. El único de los aspectos

de sus condiciones de trabajo que es mal valorado es el que

se refiere al salario recibido.

9. Se ha examinado la sobrecarga laboral de los profeso-

res universitarios encontrando que las profesoras se sienten

más cansadas, con mayor estado de tensión y mayor sensa-

ción de estar desbordadas por el trabajo que sus colegas va-

rones. Los resultados obtenidos en nuestro estudio apuntan

en la línea de que los profesores (mujeres y varones) presen-

tan una mayor sobrecarga laboral y una menos disponibi-

lidad de tiempo libre que la que presenta la población ge-

neral y otros grupos ocupacionales que nos han servido de

referencia. A pesar de que los profesores de nuestro estudio

se sienten sobrecargados laboralmente, muestran tasas in-

602 ÍNDICE

Un estudio sobre la calidad de vida, el trabajo y la salud de los profesores de la Universidad de Alicante

feriores de estrés laboral que los trabajadores españoles y

europeos pertenecientes a la población general y que otros

profesores universitarios con los que hemos establecido una

comparación.

10. La prevalencia del síndrome de estrés laboral asisten-

cial o burnout entre los profesores de la Universidad de Ali-

cante es baja (1,8%). Comparados con diversas muestras de

profesores universitarios de otras universidades nacionales y

extranjeras y con otros trabajadores pertenecientes a la po-

blación general española, los profesores de la Universidad de

Alicante presentan menores niveles de Cansancio emocional

y Despersonalización, lo que resulta muy positivo, aunque ex-

perimentan, en contraposición, una menor Realización per-

sonal en el trabajo. No obstante, existe un porcentaje de pro-

fesores (14,9%) con job engagement, es decir, implicados en

su trabajo y que tienen la sensación de estar haciendo algo

que profesionalmente “vale la pena”. La reducida presencia

de burnout y la existencia de un porcentaje significativo de

job engagement entre los profesores de la Universidad de

Alicante viene a corroborar la buena calidad de vida laboral

percibida por nuestros profesores.

11. Cuando se analizan algunos aspectos específicos del

trabajo de los profesores de la Universidad de Alicante se

Jesús Herranz Bellido

603ÍNDICE

observa que las dos actividades académicas que más satis-

facción producen son la docencia y las relaciones con los

estudiantes. Las relaciones con el resto de los compañeros

profesores son consideradas moderadamente satisfacto-

rias, mientras que lo menos satisfactorio, por ese orden, es

la investigación que se realiza, y la situación y posibilidades

de promoción académicas percibidas. Una mayor categoría

académica determina claramente un mayor grado de satis-

facción con la docencia, con la investigación que se lleva a

cabo, y con la situación y posibilidades de promoción acadé-

mica que se perciben o que se han alcanzado. Por el contra-

rio, ni la edad, ni el género parecen influir en la satisfacción

que se experimenta con estos aspectos nucleares del trabajo

de un profesor de universidad.

12. Los profesores de la Universidad de Alicante dedican

casi la mitad de su tiempo de trabajo a la docencia, algo más

de un tercio a la investigación y el resto a actividades bu-

rocráticas y administrativas. El tiempo dedicado a la docen-

cia está influido por la categoría académica. Lo mismo ocu-

rre respecto de la dedicación a la investigación. En cuanto

a la dedicación a tareas burocráticas y administrativas, ésta

depende de la categoría académica del profesorado y del

desempeño o no de cargo de gestión en la universidad. Los

604 ÍNDICE

Un estudio sobre la calidad de vida, el trabajo y la salud de los profesores de la Universidad de Alicante

profesores de la Universidad de Alicante, comparados con

los profesores universitarios españoles de hace 13 años (INE,

1991), dedican algo más de tiempo de su trabajo a la docen-

cia, bastante menos a la investigación y más a tareas buro-

cráticas y administrativas.

13. Consideramos que la prevalencia del denominado

acoso psicológico en el trabajo o mobbing durante el año

anterior al estudio es importante: un 6,6% de los profesores

lo experimentaron con frecuencia y un 12,1% a veces. Ni la

edad, ni el género de los profesores se relacionaron con la

presencia o no de mobbing.

14. Un elevado porcentaje de profesores (75,6%) consi-

dera que su estado de salud es bueno o muy bueno. Se trata

de un porcentaje algo superior al encontrado en diferentes

encuestas de salud llevadas a cabo entre la población gene-

ral adulta. La salud percibida por las profesoras es algo mejor

que la que refieren los profesores varones, aunque hay que

tener en cuenta que aquellas son más jóvenes que éstos en

casi 4 años. Por otra parte, nuestros datos apuntan a que la

categoría académica de los profesores tiene un efecto di-

recto sobre la percepción subjetiva del estado de salud. Sin

embargo, no hemos encontrado diferencias en el estado de

salud percibido que puedan estar relacionadas con la edad

Jesús Herranz Bellido

605ÍNDICE

del profesorado. Por otra parte, un análisis del estado de

salud de los profesores a partir de la frecuencia de las mo-

lestias psicológicas, somáticas y psicosomáticas informadas

muestra que las mujeres tienen peor salud que los varones

y una tendencia a que los profesores pertenecientes a cate-

gorías superiores presenten un mejor estado de salud que

los profesores de categorías académicas inferiores. La edad

no parece influir en la intensidad de estos síntomas psicoso-

máticos.

15. Los profesores de nuestro estudio presentan un grado

de bienestar físico y psicológico notable, aunque inferior al

que refieren otros grupos poblacionales que nos han servido

de comparación. No hemos encontrado diferencias estadís-

ticamente significativas en el bienestar físico y psicológico

que puedan ser explicadas por la edad, género o categoría

académica del profesorado.

16. La gran mayoría de los profesores de la Universidad

de Alicante (85%) refiere entre 3 y 11 enfermedades, número

que no está influido por el género ni la edad, aunque sí por

la categoría académica. Ahora bien, mientras que las mujeres

presentan una mayor prevalencia de jaquecas/ migrañas y

enfermedad de tiroides que los varones, éstos tienen la ten-

sión más alta y mayores niveles de colesterol y ácido úrico

606 ÍNDICE

Un estudio sobre la calidad de vida, el trabajo y la salud de los profesores de la Universidad de Alicante

que aquellas. La mayoría de los profesores considera que cui-

da adecuadamente su salud; este cuidado parece no estar

influido por el género, la categoría o la edad del profesorado.

Seis de cada diez profesores han acudido a consulta médica

por un problema propio de salud durante los últimos 6 me-

ses. La frecuencia con la que se recibe asistencia médica está

influida por la edad y la categoría académica, pero no por el

género. El promedio de días de enfermedad al año es de 7

días; ni la edad, el género o la categoría académica influyen

en el número de días anuales de enfermedad referidos por el

profesorado de nuestro estudio.

17. Los profesores, en su mayor parte (74,6%), reconocen

haber consumido medicamentos durante las últimas sema-

nas, siendo más prevalente dicho consumo entre las profe-

soras y entre los profesores de más edad, que entre los varo-

nes y los profesores más jóvenes. Por tipo de medicamento y

género, hemos encontrado que los varones consumen más

medicamentos para el estomago/ intestino, somníferos y an-

tibióticos que las mujeres, mientras que éstas consumen ma-

yor cantidad de medicamentos homeopáticos que aquellos.

La categoría académica no influye en la cantidad de medica-

mentos consumidos.

Jesús Herranz Bellido

607ÍNDICE

18. Los valores del índice de masa corporal (IMC) muestran

que algo más de la mitad de los profesores tiene un peso sa-

ludable. Casi un 10% presenta bajo peso, aproximadamente

un tercio tiene sobrepeso y un 7% obesidad. La mujeres pre-

sentan mayores porcentajes de bajo peso, y peso saludable

y menores de sobrepeso y obesidad que los varones. En todo

caso, el porcentaje de obesos entre el profesorado univer-

sitario es inferior al que aparece en la población general. El

género y la edad de los profesores se relaciona con el IMC, no

así la categoría académica.

19. En relación con los comportamientos de salud, po-

demos concluir que los profesores de la Universidad de Ali-

cante practican actividades deportivas con una frecuencia e

intensidad inferiores a las que para su edad aconsejan los ex-

pertos. Sin embargo, hay que reseñar que sus hábitos depor-

tivos se asemejan a los de la población general. Ni la edad, el

género, o la categoría académica influyen en estos hábitos

deportivos. Los profesores dedican algo menos de tiempo al

sueño que lo que dedica la mayor parte de la población. Por

lo que se refiere al consumo de alcohol, la frecuencia de con-

sumo de esta sustancia entre el profesorado es muy similar a

la que presenta la población general. Lo mismo se puede de-

cir respecto de la intensidad del consumo de esta sustancia,

608 ÍNDICE

Un estudio sobre la calidad de vida, el trabajo y la salud de los profesores de la Universidad de Alicante

salvo en lo que respecta a los consumos problemáticos, en

los que los profesores presentan niveles muy inferiores a los

que aparecen en la población general. Con referencia al con-

sumo de tabaco, los profesores presentan una prevalencia

de consumo cercana a la que indican las encuestas epide-

miológicas generales sobre consumo de esta sustancia. Tam-

bién en este consumo existe un mayor número de mujeres

que fuman que de varones fumadores entre el profesorado

de nuestro estudio, pero al igual que lo que ocurre con el

consumo de alcohol, las profesoras presentan intensidades

de consumo inferiores a la de los profesores varones.

20. Los profesores refieren una imagen positiva de la Uni-

versidad de Alicante (74,7%) así como de los diferentes ser-

vicios y recursos que la universidad pone a su disposición. La

valoración global realizada es favorable (7,08 sobre 10 pun-

tos). En general, los profesores usan y valoran positivamente

los diferentes servicios, actividades y recursos que la Univer-

sidad de Alicante pone a su disposición para llevar a cabo su

trabajo o para el disfrute de su ocio y tiempo libre. Más con-

cretamente, las nuevas tecnologías de información son utili-

zadas con asiduidad por la mayor parte de los profesores: casi

la totalidad se conecta habitualmente a la pagina WEB de la

Universidad y utiliza con asiduidad el correo electrónico e

Jesús Herranz Bellido

609ÍNDICE

internet. Las bases de datos y las revistas electrónicas son los

recursos tecnológicos menos utilizados: menos de la mitad

de los profesores los utiliza regularmente. Hemos encontra-

do que la utilización de los recursos tecnológicos disminuye

con la edad siendo especialmente menos frecuente entre los

profesores de más de 55 años. En ningún caso el porcentaje

de profesores satisfechos con estos recursos tecnológicos es

inferior al 75%. Los servicios generales del campus (bibliote-

cas y servicio de préstamo interbibliotecario) son frecuen-

temente utilizados y bien valorados por los profesores. No

ocurre así con la formación de idiomas e informática, poco

utilizada por los profesores aunque sí bien valorada. Se ob-

serva un reducido uso de las instalaciones deportivas y de la

oferta cultural. En todo caso, la valoración de estos recursos

y servicios es muy positiva. Los servicios de restauración del

campus son frecuentemente utilizados y, en general, bien

valorados por los profesores. Otros servicios (aparcamientos,

cajeros automáticos, y servicios bancarios), la ubicación del

campus, el diseño arquitectónico de los edificios, las zonas

peatonales y las zonas verdes son bastante utilizados y bien

valorados por los profesores. Los profesores se muestran

moderadamente satisfechos de la funcionalidad de los edi-

ficios donde trabajan, bastante insatisfechos con los aparca-

610 ÍNDICE

Un estudio sobre la calidad de vida, el trabajo y la salud de los profesores de la Universidad de Alicante

mientos y accesos viales, y muy insatisfechos con las salidas

viales del campus. Con todo, los profesores hacen una buena

valoración general de la Universidad de Alicante.

21. Los profesores de la Universidad de Alicante presen-

tan el siguiente perfil biosociodemográfico: el profesor pro-

medio es varón (32,2% de mujeres), con una media de edad

de algo más de 40 años. Su estatura es cercana al 1,70 y su

peso medio es de 71,15 kilos. Nuestro profesor pesa algo

más, aunque también es más alto que el ciudadano medio

español. Las profesoras tiene un peso y una altura inferio-

res a la de los profesores varones, lo mismo que ocurre entre

los varones y mujeres de la población general. La mayoría de

los profesores (65%) están casados y hay más del doble de

profesoras separadas y divorciadas que de varones en este

estado civil. Los profesores en su gran mayoría viven con su

familia (un 87%), e hijos (el 59.6% tiene uno o más hijos) y ha-

bitan en una vivienda con buenas condiciones de habitabili-

dad. Gran parte del profesorado de nuestro estudio se consi-

dera católico (63,7%), aunque algo más de un tercio declara

(34,4%) no profesar ninguna religión. En cuanto a la práctica

religiosa, más de las tres cuartas partes del profesorado se

reconoce poco (33,2%) o nada religioso (43,8%).

Jesús Herranz Bellido

611ÍNDICE

22. Respecto del perfil laboral, nuestro profesor promedio

desempeña tareas académicas en la Universidad de Alicante

desde hace aproximadamente 10 años. La categoría acadé-

mica con mayor presencia en el campus es la de profesor aso-

ciado (41%). Este porcentaje es similar al que existe en otras

universidades de nuestro entorno geográfico y cultural. Algo

más de uno de cada cuatro profesores (25,7%) desempeña

un cargo académico en la universidad. Hemos observado

que la probabilidad de desempeñar tareas de gestión está

influida por el género (existen 2 varones por cada mujer con

cargo). Finalmente, el 39% de los profesores desempeña su

trabajo en el campo de conocimiento de Ciencias Sociales y

Jurídicas y el 20,5% en Humanidades. El género es una varia-

ble que produce diferencias en adscripción a los diferentes

campos de conocimiento. Estas diferencias son especialmen-

te significativas en Ciencias de la Salud donde los profesores

varones son minoría, y en Ingeniería y Tecnología donde me-

nos del 10% de los profesores son mujeres.

23. Se ha elaborado un instrumento para la evaluación

de la Calidad de vida, el Trabajo y la Salud de los profeso-

res universitarios que nos ha permitido explorar, conocer y

describir las dimensiones más importantes de cada uno de

estos tres aspectos estudiados. Se han analizado, además, las

612 ÍNDICE

Un estudio sobre la calidad de vida, el trabajo y la salud de los profesores de la Universidad de Alicante

relaciones entre la calidad de vida general, la calidad de vida

laboral y la salud, y por último, se han investigado cuales son

los determinantes que mejor explican la variabilidad de la

calidad de vida en el trabajo y de la satisfacción laboral de los

profesores universitarios.

24. Se ha seleccionado y trabajado con una muestra re-

presentativa de 331 profesores universitarios (200 varones

y 131 mujeres) de todas las edades, categorías académicas,

campos de conocimiento y centros académicos de la Univer-

sidad de Alicante. La muestra es, en general, representativa

de la población de la que procede. La moderada sobre-re-

presentación e infra-representación existente en una de las

categorías académicas (los profesores asociados) es conse-

cuencia de problemas de accesibilidad a este grupo de pro-

fesores y no tanto de una menor participación. El resto de

las categorías académicas que hemos utilizado en el estudio

se encuentran adecuadamente representadas en la muestra

obtenida. Por otra parte, se han establecido afijaciones no

proporcionales en aquellas categorías académicas que son

menos numerosas en la población. En todo caso, hemos co-

rregido estas mínimas diferencias muestrales creando una

variable de ponderación para corregir el efecto del diseño.

Jesús Herranz Bellido

613ÍNDICE

25. La cumplimentación del cuestionario sobre la Calidad

de vida, el Trabajo y la Salud fue bien acogida por los profe-

sores de la Universidad de Alicante. Creemos que la buena

aceptación del instrumento de evaluación se ha debido, en

parte, a que en su diseño y redacción se han seguido las re-

comendaciones de la metodología de encuesta con la apli-

cación de un conjunto de principios de diseño cognoscitivo

que han mejorado la percepción del cuestionario y quizás la

tasa de respuesta. La tasa de respuesta obtenida en nuestro

estudio, mediante encuesta autocumplimentada y remitida

a los investigadores a través del servicio de correo interno de

la universidad, ha sido del 56,19%, tasa que, en general, ha de

ser considerada aceptable y muy satisfactoria, teniendo en

cuenta las características de población y los datos sobre par-

ticipación que hemos encontrado en una revisión de otros

trabajos realizados con muestras de profesores universita-

rios. El procedimiento empleado en la fase de recogida de

datos, en el que se han utilizado sucesivos recordatorios, ha

tenido un efecto positivo sobre la tasa de respuesta, incre-

mentándola de manera significativa.

26. El hecho de haber conseguido una muestra repre-

sentativa, junto con la elevada tasa de respuesta que hemos

logrado en nuestro estudio, nos permite afirmar que los re-

614 ÍNDICE

Un estudio sobre la calidad de vida, el trabajo y la salud de los profesores de la Universidad de Alicante

sultados derivados de nuestra investigación se pueden ge-

neralizar al conjunto de los profesores de la Universidad de

Alicante.

27. No obstante, hay que hacer constar algunas limitacio-

nes de nuestra investigación. En primer lugar, es oportuno

considerar que a pesar de que la tasa de respuesta al cues-

tionario ha sido satisfactoria, se ha producido una moderada

infra-representación muestral de los profesores asociados

varones y una cierta sobre-representación de las profesoras

asociadas. Este hecho ha sido causado, como ya se ha indi-

cado, por problemas de accesibilidad y elegilibilidad en este

grupo de profesores y no de participación, en todo caso la

representatividad de la muestra respecto de la población

debe ser considerada adecuada. Otra limitación de nuestro

estudio se deriva de la naturaleza transversal del diseño de

investigación utilizado. Los resultados obtenidos en estudios

descriptivos como el nuestro tienen una finalidad principal-

mente exploratoria, orientativa e incluso analítica, pero no

posibilitan el establecimiento de una estricta predecibilidad,

ni tampoco permiten considerar la existencia de relaciones

de causalidad entre las variables que han sido examinadas

en nuestra investigación.

Jesús Herranz Bellido

615ÍNDICE

28. Esta investigación es la primera que desde el marco

del programa de las universidades saludables y de calidad

se realiza con profesores de la Universidad española. Los re-

sultados encontrados en nuestro estudio realizado en la Uni-

versidad de Alicante, a partir de la evaluación del estado de

la cuestión, señalan una serie de aspectos positivos a mante-

ner (calidad de vida, satisfacción), algunos comportamientos

a reducir (consumo de fármacos, sedentarismo, tabaquismo)

y diversos recursos a potenciar (salud, satisfacción laboral y

bienestar ligado al trabajo).

616 ÍNDICE

Un estudio sobre la calidad de vida, el trabajo y la salud de los profesores de la Universidad de Alicante

Carmen Vives Cases

La violencia contra las mujeres en el espacio discursivo público

La violencia contra las mujeres en el espacio discursivo

público es un trabajo de investigación sobre la cons-

trucción de este tema como problema social. El estu-

dio surge y se desarrolla en un espacio de tiempo en el que

la violencia contra las mujeres continúa provocando vícti-

mas, algunas incluso mortales. De ahí la necesidad de explo-

rar la actividad desarrollada en torno a este problema y, más

específicamente, las principales condiciones y actores que

promovieron la emergencia de este asunto en el discurso de

las instituciones de mayor relevancia social. La investigación

se centra en el análisis de la eclosión, el mantenimiento y las

consecuencias de la violencia contra las mujeres en los ám-

bitos político y mediático.

En este estudio no se ha pretendido abarcar el análisis de

todos los tipos de violencia de las que son víctimas las muje-

res, sino que se centra fundamentalmente en la violencia que

ejercen sus parejas (convivientes o no, presentes o anterio-

res), contra ellas. En este sentido, la Organización Mundial de

la Salud entiende por violencia contra las mujeres: “cualquier

comportamiento dentro de una relación íntima presente o an-

terior que causa daño físico, psíquico o sexual” (OMS, 2002: 97).

618 ÍNDICE

La violencia contra las mujeres en el espacio discursivo público

La violencia contra las mujeres concebida en este sentido

más estricto es, de hecho, la que mayor número de víctimas

mortales se ha cobrado en todo el mundo (Dutton y Kerry,

1999: 287).

El trabajo comienza haciendo una descripción general de

acontecimientos ocurridos en el contexto internacional que

precipitaron el traslado de la violencia contra las mujeres

desde la esfera privada a la pública. En este contexto, la in-

vestigación aísla los factores que propiciaron la deslegitima-

ción oficial de la violencia contra las mujeres en España: las

primeras movilizaciones que reclamaron respuestas sociales

y políticas a este problema, los planteamientos que dieron

lugar a los primeros planes oficiales para prevenir y erradicar

su existencia y los eventos que facilitaron su presencia en las

páginas de los periódicos españoles.

Una vez realizada esta exploración sobre la emergencia

del problema, se pasa a analizar los por qué y para qué de

la presencia de la violencia contra las mujeres en los espa-

cios discursivos político y mediático españoles. Así, en el es-

tudio se intenta explicar las razones por las que este asunto

se adentra en las agendas de los medios de comunicación y

las instituciones políticas españolas y se aportan datos para

la reflexión sobre las consecuencias de la trayectoria reco-

Carmen Vives Cases

619ÍNDICE

rrida por el tema de la violencia contra las mujeres en estos

ámbitos públicos.

1. Objetivos y metodología

El objetivo general de esta investigación es explorar la

construcción de la violencia contra las mujeres en la pareja

como problema social, teniendo en cuenta tanto las caracte-

rísticas del proceso, como los actores participantes y los re-

sultados obtenidos en cuanto a la evolución de la incidencia

del problema. Para dar respuesta a este objetivo general, los

objetos de estudio van a ser tanto el espacio discursivo po-

lítico como el mediático, puesto que, es comúnmente reco-

nocida su importancia en la construcción de los temas consi-

derados prioritarios por las sociedades contemporáneas. De

manera más concreta las metas específicas de este trabajo

son:

1. describir las condiciones y los actores que promovieron la

entrada de la violencia contra las mujeres como tema en

las agendas de las instituciones políticas y de los medios

de comunicación españoles y, más concretamente, en la

agenda de los partidos políticos y del Parlamento y de la

prensa.

620 ÍNDICE

La violencia contra las mujeres en el espacio discursivo público

2. analizar la frecuencia de aparición del tema en los espacios

discursivos político y mediático, una vez ya introducido en

sus agendas. Específicamente, se pretende explorar la evo-

lución temporal de la cobertura periodística y tratamiento

del tema en el seno del Parlamento en un espacio tem-

poral de cinco años (1997-2001), identificar los momentos

de ascensos y descensos en la frecuencia de aparición del

tema en las noticias y sesiones parlamentarias y determi-

nar los acontecimientos y factores explicativos principales

de dichos ascensos y descensos;

3. identificar los actores que han contribuido, entre 1997 y

2001, al mantenimiento del tema en los medios de comu-

nicación en calidad de periodistas y principales fuentes

informativas de las noticias y, en el espacio político como

agentes principales de diversos tipos de propuestas e ini-

ciativas;

4. distinguir los encuadres periodísticos del tema o los ti-

pos de noticias sobre este asunto, los principales sucesos

(agresiones, violaciones, asesinatos) y de medidas de con-

trol (de castigo a los agresores, de asistencia o protección a

las víctimas y de prevención del problema) difundidos por

la prensa y los tipos de medidas que forman parte de los

debates políticos; y,

Carmen Vives Cases

621ÍNDICE

5. explorar la posible relación entre ambas agendas, periodís-

tica y política; y, los principales tipos de medidas de control

(de castigo al agresor, de asistencia o protección a las víc-

timas, de prevención de problema) existentes en el debate

político y difundidos por los medios de comunicación y la

evolución de las denuncias y muertes de mujeres por la

violencia de sus parejas

Para el cumplimiento de estos cometidos concretos, se

realiza una revisión bibliográfica y un trabajo de campo.

La revisión bibliográfica se centra en la descripción de las

diferentes fases recorridas a lo largo del tiempo por la violen-

cia contra las mujeres como problema social. Así, en primer

lugar, provee de información sobre la fase pre-problema so-

cial de este asunto, es decir su introducción en la agenda de

los grupos feministas y los primeros momentos de co-actua-

ción entre estos grupos y el Gobierno español; en segundo

lugar, permite identificar cuáles fueron las condiciones pre-

cipitantes de los primeros planes oficiales contra la violencia

hacia las mujeres en España; y, en tercer lugar, sintetiza las

principales aportaciones de las investigaciones anteceden-

tes sobre la cobertura y el tratamiento periodístico de este

asunto.

622 ÍNDICE

La violencia contra las mujeres en el espacio discursivo público

El trabajo de campo consiste, en primer lugar, en la rea-

lización de entrevistas dirigidas a expertos sobre el tema

del ámbito político con la finalidad de proveer información

concreta sobre las condiciones y actores que promovieron

la entrada de la violencia contra las mujeres como asunto

de debate en el Parlamento español; y, en segundo lugar,

consta también de los análisis de contenido de las noticias

de prensa y de las actas parlamentarias sobre violencia con-

tra las mujeres en la pareja, con la finalidad de responder los

cometidos específicos de analizar la frecuencia de aparición

del tema en los espacios objetos de estudio, de identificar

los actores que están contribuyendo a dicha frecuencia de

aparición, de determinar los tipos de información y medidas

de control que se están difundiendo a través de estos ámbi-

tos y, de explorar su posible relación con la evolución de las

denuncias y muertes por violencia contra las mujeres.

2. Principales resultados

2.1 Estado de la cuestión en las agendas informativas

y políticas

La violencia contra las mujeres comenzó a hacerse pa-

tente en Inglaterra y Estados Unidos a propósito de las rei-

vindicaciones por la legalización de la separación conyugal

Carmen Vives Cases

623ÍNDICE

y el divorcio que lideró la “primera ola del feminismo” (1850-

1950). En aquella época, los malos tratos conyugales no sólo

no estaban penalizados, sino que además, estaban ampara-

dos por la ley (Walby, 1990: 146-147).

Aunque los inicios del tema en los grupos feministas pue-

dan identificarse a mediados del siglo XIX, no fue hasta casi

cien años después cuando la violencia contra las mujeres en-

tró a formar parte de sus políticas. Así, en la Inglaterra de las

décadas de 1960 y 70, los grupos feministas se organizaron

en torno a reivindicaciones por el logro de ayudas económi-

cas para poder ofrecer a las mujeres víctimas de malos tra-

tos un mayor soporte social, líneas de emergencia y grupos

de autoayuda. En aquellos momentos, se dieron intentos de

presión al estado para lograr apoyo económico y reformas

legislativas y, aunque no exista evidencia empírica de que fi-

nalmente se obtuvieran resultados, sí puede decirse que lo-

graron deslegitimar la violencia de hombres contra mujeres

(Walby, 1990: 149).

Al igual que en la Inglaterra de finales del siglo XIX la vio-

lencia contra las mujeres no sólo no estaba penalizada, sino

que además era reconocida como un derecho del cónyuge

varón; en la Constitución Española de 1978, no estaba reco-

nocida la igualdad de derechos entre hombres y mujeres

624 ÍNDICE

La violencia contra las mujeres en el espacio discursivo público

y hasta 1983 estuvieron amparados por todos los códigos

penales tanto el derecho del marido a la “corrección” de su

esposa, como el deber de obediencia de la mujer hacia el

marido.

La evidente disparidad temporal marcada por nuestro

país con respecto a Europa, no logró truncarse hasta el fi-

nal de la dictadura franquista y la Constitución de 1978. En

este contexto, comenzaron a pronunciarse públicamente los

grupos feministas españoles, que se mantuvieron en la clan-

destinidad desde su creación en 1975 (Abril y Miranda, 1978:

219). A partir de este momento se dieron una serie de acon-

tecimientos que favorecieron el diálogo y el trabajo conjun-

to entre los grupos feministas y el estado español.

En primer lugar, fueron claves el apoyo brindado por la

Convención de Naciones Unidas para la eliminación de toda

forma de discriminación contra la mujer en 1979 (CEDAW),

el desarrollo de dos gobiernos democráticos electos –UCD

en 1981 y PSOE en 1983– y la creación del Instituto de la Mu-

jer en 1983. A partir de estos acontecimientos, se dieron en

España las primeras campañas de carácter institucional para

denunciar la violencia contra las mujeres.

En segundo lugar, la III Conferencia Mundial sobre las

Mujeres celebrada en Nairobi en 1985. Fue entonces cuando

Carmen Vives Cases

625ÍNDICE

la violencia contra las mujeres emergió como un verdadero

problema de la comunidad internacional. Este acontecimien-

to puso de manifiesto la existencia de un clima internacional

de cierta sensibilidad hacia el tema, que “coaccionó a las ins-

tituciones políticas para que comenzaran a aceptar algunos de

los planteamientos feministas sobre la necesidad de auxiliar a

las mujeres” (Marugán y Vega, 2001: 19). Así, se promovieron

más campañas de información sobre el tema y la apertura de

las primeras casas de acogida.

En tercer lugar, las movilizaciones a favor de la reforma

de una serie de supuestos contemplados en el Código Penal

con relación al abuso sexual y la violencia contra mujeres de

mediados de los 80. En 1989 se aprobó esta reforma, pero

acabó con muchas de las expectativas que las feministas

pusieron en sus años de reivindicaciones. A partir de este

momento, los grupos feministas españoles entraron en un

periodo de silencio sobre el tema, a pesar de que en los años

siguientes se dieran una serie de eventos en el seno de Na-

ciones Unidas, que consolidaron su posición de repulsa y de

preocupación por el problema (Marugán y Vega, 2001: 22).

En cuarto lugar y, por último, cabe señalar una serie de

acontecimientos que reabrieron este paréntesis de silencio

por parte del movimiento feminista español. En 1995, en la IV

626 ÍNDICE

La violencia contra las mujeres en el espacio discursivo público

Conferencia Mundial sobre las Mujeres, celebrada en Beijing,

se identificó la violencia contra la mujer como un obstáculo

para la igualdad, el desarrollo y la paz entre los pueblos que

impide que las mujeres disfruten de sus derechos humanos

y libertades fundamentales. Con respecto al estado español,

el Partido Socialista, entonces gobernante, lanzó una pro-

puesta de Reforma del Código Penal en medio de lo que se

reconoció como el primer acontecimiento mediático relacio-

nado con el tema. El caso de las niñas de Alcàsser no sólo

tuvo un impacto decisivo sobre el Ejecutivo, sino que tam-

bién reabrió el debate en el seno del movimiento feminista

sobre este tema. Sin embargo, no fue un diálogo exento de

fricciones entre unos grupos y otros (Marugán y Vega, 2001:

22). Finalmente fue aprobada la mencionada reforma en el

mismo año 95.

La idea de elaborar un plan estratégico amparado por el

Gobierno en torno al problema de la violencia contra las mu-

jeres no emerge en España hasta bien entrado el año 1997.

Aunque no existen antecedentes de estudio que permitan

identificar los elementos que promovieron la emergencia de

este tema en la agenda del Gobierno español, el hecho es

que, en este mismo año 97, la violencia contra las mujeres

se incluyó como una de las áreas de interés del III Plan de

Carmen Vives Cases

627ÍNDICE

Igualdad de Oportunidades entre Mujeres y Hombres (1997-

2000).

Cabe la posibilidad de que la integración de este tema en

el III Plan de Igualdad de Oportunidades fuera la respuesta

del Estado español a las exhortaciones realizadas en ese mo-

mento por Naciones Unidas y el Consejo Europeo. Concre-

tamente, en este mismo año 97, se acordó en el seno de Na-

ciones Unidas una de las primeras resoluciones en la que se

instaba explícitamente a los Estados miembros a colaborar e

integrarse en la acción contra la violencia hacia las mujeres

en la pareja. Además, tuvo lugar una IV Conferencia Minis-

terial del Consejo Europeo sobre la igualdad entre mujeres

y hombres. En este encuentro, se instó explícitamente a los

Estados miembros a que desarrollaran un instrumento legal

para abordar el tema.

El I Plan de violencia contra las mujeres español (1998-

2000) no es presentado por el Gobierno hasta un año des-

pués. Sin embargo, el plan español estableció una agenda

muy similar a la acordada en el I Plan europeo. Así, en el plan

español, se establecieron como líneas prioritarias de inter-

vención la prevención del problema, la necesidad de refor-

mas legislativas, la mejora en la asistencia y protección de las

víctimas y una mayor inversión en investigación sobre este

628 ÍNDICE

La violencia contra las mujeres en el espacio discursivo público

tema. Estas similitudes entre lo acordado en el plan español

y el europeo, también se albergan en el caso del II Plan con-

tra la violencia hacia las mujeres (2001-2004) de España y el

“Programa Daphne” (2000-2004) o II Plan europeo sobre el

tema.

Por su parte, con respecto a la presencia y el tratamien-

to periodístico de la violencia contra las mujeres, parece que

este problema siempre ha estado presente en la edición de

Sucesos de los periódicos (Stone, 1993: 380; Fagoaga, 1999:

8). Pero, su permanente aparición mediática no le ha eximi-

do de un tratamiento relativamente diferente al recibido por

otros temas, como por ejemplo el terrorismo político (Finn,

1989: 379). Concretamente, en España, se ha observado que,

hasta los años 70, el tema sólo apareció en las noticias de

prensa por los asesinatos de mujeres a manos de sus parejas

y los casos de hospitalización grave (Fagoaga, 1999: 9-10).

Las instituciones informativas, sin embargo, no se man-

tuvieron al margen de los acontecimientos que dieron lugar

a un clima de sensibilidad hacia el tema en el contexto in-

ternacional y nacional. Así, según Loseke (1989: 192), todos

esos asesinatos y sucesos violentos empezaron a ser reco-

nocidos como parte de un mismo problema a mediados de

los años 70, en parte, por la alarma social provocada por las

Carmen Vives Cases

629ÍNDICE

primeras cifras de prevalencia y mortalidad. Por otra parte,

también debió influir el hecho de que precisamente en esa

época se dieron en Inglaterra y Estados Unidos los primeros

momentos de co-actuación entre los grupos feministas y los

gobiernos (Walby, 1990: 149). En España, se ha descrito que

el tema empezó a aparecer en la prensa de forma diferente,

primero, a raíz de la cobertura mediática de las primeras rei-

vindicaciones de los grupos feministas en torno al proble-

ma de la violación de mediados de los 80 y, posteriormente,

cuando las redacciones empezaron a introducir en sus ruti-

nas informativas los primeros momentos de deslegitimación

y condena oficial de la violencia contra las mujeres (Fagoaga,

1999: 13).

Estos acontecimientos pertenecientes al contexto socio-

político de los años 70 y 80 no provocaron, sin embargo, un

incremento del volumen de noticias sobre el tema como el

que se produjo con determinados casos índice de relevancia

social (Consalvo, 1998: 188; Maxwell, Huxford, Borum y Hornik,

2000: 258; Bullock y Cubert, 2002: 491). Así, en España, se reco-

noce el impacto mediático de los casos de Lorena Bobbit de

1993 (Alberdi y Matas, 2002: 254), de las niñas de Alcàsser de

1995 (Marugán y Vega, 2001: 23) y de Ana Orantes de finales

de 1997 (Fagoaga, 1999: 21).

630 ÍNDICE

La violencia contra las mujeres en el espacio discursivo público

Aunque los casos índice de relevancia social parecen ex-

plicar algunos de los incrementos experimentados por la co-

bertura periodística del tema tanto en la prensa internacional

como nacional, cabe también la posibilidad de que genera-

ran tal efecto en términos de volumen de noticias porque se

dieron en un contexto determinado. Así, por ejemplo, el caso

de las niñas de Alcàsser ocurrió en medio de la propuesta de

reforma del Código Penal a cargo del PSOE. La intensa cober-

tura periodística de este suceso levantó tal interés social que

se produjo un intenso debate entre los grupos feministas y

los partidos políticos sobre las penas por violación y asesina-

to y, en consecuencia, aumentó todavía más el volumen de

noticias sobre el tema (Marugán y Vega, 2001: 23).

El caso de Ana Orantes, por su parte, tuvo lugar con cierta

proximidad a la presentación del I Plan oficial de violencia

contra las mujeres (abril de 1998). Sin embargo, los estudios

que abarcan el periodo en el que ocurrió este suceso atribu-

yen su impacto mediático al eco social que su muerte provo-

có –fundamentalmente, por haber denunciado públicamen-

te en televisión ser víctima de malos tratos y ser asesinada

por ello. Fuera por ese motivo u otro, el caso es identificado

como el suceso que hizo que la cobertura periodística del

tema se duplicara con respecto a la de los años 80 y se tripli-

Carmen Vives Cases

631ÍNDICE

cara con respecto a los 70; que el tema apareciera con mayor

frecuencia en la edición Sociedad de los periódicos de ma-

yor difusión; que empezaran a incluirse fechas, datos esta-

dísticos y explicaciones legales en las noticias sobre el tema;

y, que este asunto cobrara mayor importancia por parte de

las redacciones, sobre todo, en días como el 8 de marzo –Día

mundial de la mujer trabajadora- y el 25 de noviembre –Día

europeo contra la violencia hacia las mujeres (Fagoaga, 1999:

21-23).

Además de la influencia que sobre la cobertura perio-

dística del tema tuvieron estos casos índices de relevancia

social, se han argumentado otros elementos promotores no

tan directamente relacionados con el problema. Así, se han

identificado el creciente poder de consumo de medios por

parte de las mujeres y su interés por los temas que más les

afectan (Stone, 1993: 380; Alberdi y Matas, 2002: 253).

Por último, cabe añadir las transformaciones producidas

en los últimos veinte años –sobre todo, en el contexto inter-

nacional– en la composición de los cargos con responsabi-

lidad de las redacciones periodísticas (Robinson, 1978: 96 y

104; Finn, 1989: 387; Carll, 2003: 1609). En España, se ha ob-

servado que, en efecto, en la firma de los artículos aparecen

fundamentalmente mujeres periodistas (Fagoaga, 1999: 66).

632 ÍNDICE

La violencia contra las mujeres en el espacio discursivo público

En este sentido, podría decirse que las mujeres periodistas

han desarrollado también un papel activo en la promoción

de la presencia del tema en los medios de comunicación.

2.2 Emergencia de la violencia contra las mujeres

en el Parlamento español

La violencia contra las mujeres, según las diputadas y se-

nadores entrevistados, parece que comienza a formar parte

del orden de asuntos parlamentarios como consecuencia de

la acción promovida por los grupos feministas y las mujeres

políticas y de la intensa cobertura periodística de los sucesos

violentos, sobre todo, las muertes. De acuerdo con la descrip-

ción que los entrevistados realizaron, puede decirse que la

violencia contra las mujeres en su fase pre-problema social

emergió por la reacción protagonizada por los grupos femi-

nistas. Posteriormente, aparece y se mantiene en el presente

como tema del Parlamento por la labor desempeñada por

una minoría de mujeres y de hombres. La acción de estos

actores parece, a su vez, impulsada por la cobertura mediá-

tica de los sucesos violentos, sobre todo, los casos de gran

expectación mediática [ver figura 1].

El resultado de todo el proceso descrito aparece clara-

mente identificado en las entrevistas: el reconocimiento

Carmen Vives Cases

633ÍNDICE

público de que la violencia contra las mujeres es un aten-

tado contra el bienestar y los intereses sociales y, por tanto,

requiere de medidas para solucionarlo (Blumer, 1971: 298).

Con respecto a éstas, la denuncia fue comúnmente conside-

rada una condición indispensable para la intervención de los

poderes públicos y para hacer legítima la intervención del

Estado en estos casos. Así por ejemplo, cuando se preguntó

en una de las entrevistas “¿Por qué es imprescindible la denun-

cia?”, la respuesta inmediata fue: “Porque sin la denuncia no

puedes luchar contra la violencia”. Además, el hecho de que

una mujer víctima de malos tratos denuncie a su agresor fue

equiparado con el hecho de que la violencia contra las muje-

res sea considerada un problema social.

Por su parte, con respecto a las consecuencias percibidas

del hecho de denunciar, cabe subrayar la tendencia de al-

gunos entrevistados de relacionarlo con el riesgo de morir

a manos de la pareja o similar: “... muchas mujeres están pa-

gando con su propia vida su derecho a la libertad. Antes, hasta

hace muy poquitos años, la media de tiempo que una mujer so-

portaba la violencia era toda su vida y yo te comentaba antes,

mientras la víctima va respondiendo, va respondiendo como el

agresor quiere, sólo la violencia se queda ahí. Cuando ella em-

pieza a decir y cuenta que no puede seguir en esa situación, y es

634 ÍNDICE

La violencia contra las mujeres en el espacio discursivo público

cuando plantea irse es cuando el agresor llega a la máxima ex-

presión de la violencia, que es el asesinato. Mira, yo te diría que

el 98% de las mujeres que han muerto estaban o separadas ya o

en proceso de separación. O sea, que lo que el agresor no sopor-

ta es que le digan: “ahí te quedas”. Eso no lo soporta el agresor”.

En consecuencia, los entrevistados hicieron hincapié en la

necesidad de incrementar los esfuerzos por proteger la vida

de las mujeres que denuncian y, en parte, se reconocieron

responsables de la ineficacia de las medidas de protección

desarrolladas: “Nosotros lo que estamos haciendo es exponién-

dola a que sufra una nueva agresión o en algunos casos, a que

pierda la vida. Lo que no se puede decir nunca es pedir a las mu-

jeres que denuncien y te digo, es imprescindible que denuncien;

pero cuando una mujer presenta una denuncia sabemos que

está corriendo un peligro y cuando una mujer presenta una de-

nuncia tiene que asesorarse primero y que sentirse segura. No-

sotros lo que estamos haciendo es exponiéndola a que sufra

una nueva agresión o en algunos casos, a que pierda la vida”.

Además, se puso de manifiesto cierto desbordamiento

con respecto a la necesidad de abordar un problema desde

sus orígenes hasta sus posibles consecuencias: “Tú tienes que

prevenir ese problema y a la misma vez tú te estás dando cuen-

ta que tú tienes ya el problema sobre la mesa. Entonces tú tie-

Carmen Vives Cases

635ÍNDICE

nes que atajarlo. Tú tienes que atajarlo desde el inicio, pero no

puedes abandonar a las mujeres y a la sociedad que ya lo está

sufriendo. Bueno pues, para atajar ese problema ahora y hoy

se necesita una legislación diferente […] Porque con la misma

legislación hay sentencias que son sentencias que realmente

quieren atajar este problema y otras sentencias que no son así,

sino que son simplemente sentencias para salir del paso”.

Ante la complejidad del problema de la violencia con-

tra las mujeres y su novedosa aparición como asunto sus-

ceptible de medidas políticas, podría también plantear-

se la posibilidad de que las propuestas hasta el momento

implementadas tienden a centrarse más en las causas y las

consecuencias de la violencia contra las mujeres que en las

causas del asesinato de mujeres a manos de su pareja. Más

concretamente, que las medidas políticas existentes parecen

orientarse más a la prevención del maltrato en la pareja y,

sobre todo, al incremento del número de las denuncias y la

protección de las mujeres que tomen esta decisión. Por su

parte, la prevención del asesinato de mujeres en relaciones

de pareja parece atender al mismo tipo de propuestas de in-

tervención que pretenden abordar los objetivos anteriores.

[ver tabla 1].

636 ÍNDICE

La violencia contra las mujeres en el espacio discursivo público

Por tanto, parece que las medidas políticas planteadas

han logrado romper el silencio de las víctimas, pero no pa-

recen otorgar a la muerte por violencia contra las mujeres

en la pareja el tratamiento específico que merece. Tal y como

reconocen los expertos, las medidas políticas desarrolladas

han tenido un efecto “cero” sobre las muertes por violencia

contra las mujeres.

2.3 Frecuencia de aparición y factores promotores

de la violencia contra las mujeres en prensa y sesiones

parlamentarias

La mayoría de los expertos entrevistados coincidieron en

señalar el caso de Ana Orantes como principal causa de di-

chas transformaciones. Cinco años después, puede decirse

que la cobertura periodística de la violencia contra las mu-

jeres continuó creciendo, aunque no de forma homogénea

entre los años (p<0,001) [ver figura 2].

Resulta especialmente llamativo el clímax de informacio-

nes entre diciembre del 97 y enero del 98 (n=92), [ver figura 2]

cuando irrumpe con fuerza en los medios de comunicación

el caso de Ana Orantes. Sin embargo, el descenso observa-

do en el número de noticias publicadas durante los meses

siguientes a la ocurrencia de este caso permite, en principio,

Carmen Vives Cases

637ÍNDICE

afirmar que el tema no logró consolidarse en la agenda pe-

riodística española hasta pasada la mayor parte del año 1998

(enero: 92 noticias –24,7% del total de 1998–; febrero: 27 no-

ticias -7,2%).

En octubre de 1998, se produce otro clímax de atención,

provocado inicialmente por la irrupción de “medidas” pero

aderezado ipso facto por una lluvia de sucesos. Inicialmente,

en este mes, encontramos un aluvión de informaciones so-

bre las estrategias propuestas por las instituciones responsa-

bles de la ejecución del I Plan oficial contra la violencia hacia

las mujeres, aprobado por el consejo de ministros en abril

de este mismo año –Fiscalía General, policía o Ministerios

de Interior y Asuntos Sociales–. Pero, estas informaciones se

ven salpicadas por noticias centradas en casos de violencia

contra las mujeres. No se trata de “historias de vida” concre-

tas que aparecen sostenidamente en la prensa, sino de una

gran variedad de experiencias de las que sólo se informa del

momento en que se produce la agresión. Esta lluvia de pe-

queñas informaciones parece ubicarse intencionadamente

en los medios de comunicación como presión o justificación

del cumplimiento del mencionado I Plan oficial.

No es hasta dos años después, en octubre de 2000, cuan-

do se detecta otro pico de informaciones provocado de nue-

638 ÍNDICE

La violencia contra las mujeres en el espacio discursivo público

vo por dos sucesos periodísticos que incitan a la cobertura

de medidas [ver figura 2]. A principios de este mes, surge el

caso de la propuesta de indulto de “Tani”, una mujer senten-

ciada a prisión por haber sido la responsable de la muerte

de su marido y agresor. El indulto de “Tani” da lugar a una

oleada de informaciones sobre otros casos de característi-

cas similares y hace también aparecer opiniones diversas

sobre la posibilidad de conceder el indulto bajo este tipo

de condiciones. A mediados de octubre de 2000, la prensa

cubre también otra controvertida cuestión, que da lugar a

opiniones contrapuestas en los diarios: la propuesta del pre-

sidente de la Comunidad de Castilla la Mancha, José Bono,

de hacer pública una lista con los nombres de hombres que

han sido juzgados y penalizados por maltratar a sus mujeres.

Este proyecto provoca no sólo la aparición de opiniones y

manifestaciones desde organismos gubernamentales y no

gubernamentales, sino también de revisión en los medios

de la eficacia de las distintas medidas de control sobre los

agresores y la denuncia pública de los casos en los que resul-

ta evidente la limitada capacidad de protección oficial de las

víctimas de malos tratos.

Por último, se observa en la figura 2 un cuarto clímax de

noticias sobre el tema en marzo de 2001, promovido, princi-

Carmen Vives Cases

639ÍNDICE

palmente, por una cobertura periodística de iniciativas para

incrementar la protección de las mujeres, como por ejemplo,

una protagonizada por el propio Presidente de la Comuni-

dad de Castilla la Mancha de “hacer públicos los presupues-

tos dirigidos a luchar contra la violencia doméstica” (El Mun-

do, 13 de marzo de 2001).

Al margen de estas explicaciones a los clímax de interés

periodístico, basadas en los sucesos publicados en las noti-

cias, también se observó que dichos incrementos se relacio-

naron con los incrementos observados en las denuncias y las

muertes. [ver figuras 3 y 4]. Concretamente, se ha confirmado

que los incrementos en los asesinatos de mujeres a manos

de sus cónyuges o análogos se relacionan con los incremen-

tos observados en la cobertura periodística de la violencia

contra las mujeres (r=0,264; p=0,042). Más específicamente,

la máxima correlación se produce en el tiempo real, es de-

cir, no se da en intervalos de tiempos diferentes. Este dato

indica que las muertes de mujeres por violencia de la pare-

ja fueron, durante el periodo de tiempo analizado, un tema

que los periódicos cubrieron inmediatamente. Además, se

identificó una correlación negativa entre los incrementos de

las muertes y los incrementos de las noticias a los 4 meses

de la publicación de estas últimas (r= -0,265; p= 0,049). Este

640 ÍNDICE

La violencia contra las mujeres en el espacio discursivo público

hecho invita a pensar en la posibilidad de que la cobertura

periodística podría incluso erigirse como un potencial factor

protector.

Por su parte, también se puso de manifiesto la relación

entre los incrementos de las informaciones periodísticas y

los incrementos de denuncias por violencia contra las mu-

jeres. Concretamente, esta relación se observó con cinco

meses de dilación, es decir, el incremento de la cobertura

periodística tiene al parecer su máximo efecto sobre los in-

crementos de las denuncias transcurrido casi medio año de

tiempo (r=0,312; p=0,02).

Con respecto a la frecuencia de aparición del tema en las

sesiones parlamentarias, se observó que en los años en los

que tuvieron lugar las discusiones sobre los contenidos de

los dos planes oficiales contra la violencia hacia las mujeres

–1998 y 2001–, la frecuencia de aparición del tema en las se-

siones parlamentarias es mayor. Además, en estos mismos

años, también se incrementa la presencia del tema en el or-

den del día de las sesiones parlamentarias. Más específica-

mente, el tema aparece en el orden del día del 64% de las

sesiones de 1998 y del 72% de las de 2001.

La recuperación observada en el año 2000, tras la crisis de

1999, podría estar relacionada con el hecho de que se trata

Carmen Vives Cases

641ÍNDICE

de un año intermedio entre la aprobación del I Plan y II Plan

contra la violencia hacia las mujeres, en el que los represen-

tantes políticos comienzan a plantear cuestiones al Gobier-

no sobre el desarrollo del primero y los términos en los que

se formularán las medidas contempladas en el segundo.

Por otro lado, puede plantearse la posibilidad de que los

incrementos en la actividad parlamentaria se relacionen con

los incrementos observados en la cobertura periodística, las

denuncias y las muertes por violencia contra las mujeres. La

realización de las pruebas estadísticas nos permiten confir-

mar la hipótesis de que los incrementos en la cobertura in-

fluyeron, de algún modo, en los incrementos de la actividad

parlamentaria (r=0,355; p=0,005) en el mismo mes en el que

se publican las noticias, y continúan haciéndolo con mayor

intensidad un mes después de su aparición en los periódi-

cos (r=0,545; p=0,001). Es decir, parece existir cierta relación

entre el hecho de que la cuestión sea tema de noticia y sea

tratada en las sesiones parlamentarias.

Con respecto a la influencia que sobre la actividad parla-

mentaria ejercen los incrementos de las denuncias y muer-

tes por violencia hacia las mujeres, cabe decir que los resul-

tados del coeficiente de correlación de Pearson indican que

dicha relación se da con cinco meses de dilación, tanto en el

642 ÍNDICE

La violencia contra las mujeres en el espacio discursivo público

caso de los incrementos de las denuncias (r=0,33; p=0,014)

como en el caso de los incrementos de las muertes (r=0,284;

p=0,035). En otras palabras, los incrementos en ambos casos

se relacionan con un aumento en la actividad parlamentaria

cinco meses después de que se tramiten estas denuncias y

se produzcan las muertes. Esta relación, en parte, está con-

dicionada por el tiempo trascurrido entre que se producen

estos sucesos y el Ministerio del Interior trasmite esta infor-

mación a los grupos parlamentarios.

Por último, cabe hacer alguna referencia al posible im-

pacto de la evolución de la actividad parlamentaria sobre la

evolución de la incidencia del problema, puesto que, la iden-

tificación de las condiciones promotoras de la presencia del

tema en las instituciones periodísticas y políticas da lugar

a la provisión de información útil para la reflexión sobre las

consecuencias de este fenómeno. En este sentido, se obser-

vó que, mientras los incrementos en la actividad parlamen-

taria sí se relacionan con los incrementos en las denuncias

con cierta dilación, estos no se relacionan ni positiva –lo cual

es esperable– ni negativamente con los incrementos de las

muertes por violencia contra las mujeres. Estos resultados

evidencian empíricamente la intuición de los expertos en-

trevistados sobre el impacto positivo de la creciente activi-

Carmen Vives Cases

643ÍNDICE

dad parlamentaria en la evolución de las denuncias y sobre

el efecto cero de esta misma sobre la evolución de la morta-

lidad por violencia contra las mujeres.

2.4 Principales actores en las noticias y las sesiones

parlamentarias

En las noticias de violencia contra las mujeres publicadas

entre 1997 y 2001 –en total 1491– destacaron como auto-

res los periodistas (52%) y las agencias de noticias (25%). El

porcentaje restante fue mayoritariamente de noticias sin

firma, pero basadas en la información proporcionada por

agencias de noticias (23%). Cabe destacar no obstante que,

con el paso del tiempo, las noticias firmadas por periodistas

fueron ganando terreno a las noticias de agencias. Así, más

de la mitad de las 775 noticias firmadas por periodistas se

publicaron entre 2000 (26%) y 2001(32%).

En la mayoría de las noticias firmadas aparecieron como

autoras mujeres periodistas (55%). Su presencia en la firma

superó a la de los varones, sobre todo, en 1999 (mujeres 64%,

hombres 36%). Puede decirse que las mujeres periodistas

hicieron una importante contribución al mantenimiento del

tema en las páginas de los periódicos, puesto que, sus artícu-

644 ÍNDICE

La violencia contra las mujeres en el espacio discursivo público

los permanecieron en momentos en los que el interés me-

diático por el tema parecía estar decayendo.

Otra contribución realizada por las mujeres periodistas se

relaciona con el hecho de que en las noticias firmadas por

ellas se presentaron como fuentes principales el doble de

mujeres que en las firmadas por hombres (p=0,02 (nota 1)).

Esta asociación es importante, teniendo en cuenta que la voz

de las mujeres en las noticias de violencia no fue en general

tan visible como era de esperar (fuentes principales sobre

total noticias –1491–; hombres: 51%; mujeres: 49%).

La tendencia de la distribución por sexo de las fuentes

principales sólo se invirtió en 1999, cuando las mujeres hi-

cieron más declaraciones sobre la violencia contra ellas en

las noticias de prensa que los hombres [ver figura 5]. Pare-

ce que, nuevamente, ellas desarrollaron un papel clave en el

mantenimiento del tema en las páginas de los periódicos es-

pañoles. Por su parte, los hombres destacaron como fuentes

principales de las noticias, sobre todo, en los años en los que

los periódicos colmaron sus esfuerzos por difundir informa-

ciones sobre lo acordado en los planes contra la violencia

hacia las mujeres [ver figura 5].

La clasificación de las fuentes principales en función de la

institución a la que representan permite analizar con mayor

Carmen Vives Cases

645ÍNDICE

detenimiento la distribución de las fuentes por sexo. Con-

cretamente, se observó que la voz de las mujeres políticas y

feministas fue utilizada en gran medida para fundamentar la

información difundida por la prensa durante el lustro anali-

zado. Los hombres, por su parte, fueron fuente principal de

las noticias, sobre todo, en calidad de jueces, fiscales o altos

cargos del poder judicial [ver tabla 2].

Con respecto a la otra esfera, la política, a lo largo de las

174 sesiones en las que el tema apareció en diversos órganos

parlamentarios, intervinieron diferentes partidos políticos e

instituciones públicas.

En 1997, en el que el tema fue abordado, sobre todo, a

propósito de otras cuestiones –principalmente, con relación

a los contenidos del “Proyecto Mujer” de la Unión Europea,

los contenidos del III Plan de Igualdad de Oportunidades en-

tre mujeres y hombres y, el debate sobre la ampliación de su-

puestos sobre la Interrupción Voluntaria del Embarazo– in-

tervinieron no sólo representantes del Grupo Parlamentario

Socialista (60% sobre las 15 sesiones localizadas en este año)

y de Izquierda Unida (20%), sino también del Grupo Parla-

mentario Mixto (13%) y del Instituto de la Mujer (7%). Estas

intervenciones dieron pie a la comparecencia de diferentes

Ministros en el seno de la Comisión Mixta de Derechos de la

646 ÍNDICE

La violencia contra las mujeres en el espacio discursivo público

Mujer para informar sobre los compromisos asumidos por

sus Ministerios con relación a las medidas de violencia con-

tra las mujeres acordadas en el III Plan de igualdad de opor-

tunidades entre mujeres y hombres.

En 1998, la violencia contra las mujeres fue introducida

en los debates parlamentarios por una mayor variedad de

interlocutores. Mientras que en periodo inaugural de la acti-

vidad parlamentaria de este año las intervenciones produci-

das (total 9) fueron exclusivamente realizadas por el Grupo

Parlamentario Socialista (89%) e Izquierda Unida (11%), es

decir, intervenciones de los partidos de la oposición; en los

meses posteriores a la presentación de este I Plan, se dio la

incorporación de más grupos parlamentarios –entre ellos,

el Popular– en esta actividad promotora de la presencia del

tema en el Parlamento. Así, de la presión ejercida por la opo-

sición se derivó no sólo la presentación del I Plan contra la

violencia hacia las mujeres –sesión realizada a petición de

una diputada socialista– sino también, la entrada del tema

en las intervenciones parlamentarias de otros grupos políti-

cos y representantes de entidades públicas –concretamente,

el Defensor del Pueblo, el Instituto de la Mujer, el Ministerio

del Justicia y el propio Presidente del Gobierno–.

Carmen Vives Cases

647ÍNDICE

Durante el año 1999, aunque en los debates parlamenta-

rios intervinieron una gran variedad de interlocutores, la pre-

sión de los partidos de la oposición disminuyó en intensidad.

De hecho, el liderazgo en este caso pasó a manos del Grupo

Mixto (22%) que, en ese momento, tenía menor representa-

ción en el Parlamento.

En el año 2000, se incrementaron las preguntas a los

miembros del Gobierno –el 21% de las intervenciones fue-

ron preguntas y el 46% fueron peticiones de comparecen-

cias para informar– con respecto a los años anteriores. Estas

preguntas fueron formuladas fundamentalmente por socia-

listas (43%), como también fueron hechas mayoritariamente

por ellos las peticiones de comparecencias a miembros del

Gobierno (35%). Uno de los motivos principales por los que

se intensificaron los debates sobre el tema fue la propuesta

de elaboración del protocolo de atención sanitaria a las víc-

timas de malos tratos, incluido entre los contenidos del I Plan

oficial contra la violencia hacia las mujeres.

Por último, en 2001, expertos sobre el tema proceden-

tes de diferentes ámbitos comparecieron en la ponencia de

estudio para la erradicación de la violencia doméstica. Las

intervenciones realizadas en esta nueva cámara no sólo su-

pusieron un incremento de la frecuencia de tratamiento del

648 ÍNDICE

La violencia contra las mujeres en el espacio discursivo público

tema en el Parlamento y de su aparición en el orden del día

de las sesiones parlamentarias, sino también contribuyó a la

incorporación de mayor variedad de interlocutores. Así, las

intervenciones de estos expertos colmó el discurso parla-

mentario de ese año (40%).

Por sexo, se observó que la promoción del debate sobre

el tema fue protagonizada por mujeres (60%). Entre los años,

cabe destacar que, en 1999 –año en el que la participación de

las políticas como fuentes principales de las noticias fue cla-

ve–, los políticos fueron los principales artífices de las inter-

venciones parlamentarias. Sin embargo, cabe recordar que

durante esta época las políticas continuaron promoviendo

el debate sobre el tema en el espacio discursivo mediático

en calidad de fuentes principales de noticias de prensa.

2.5 Tipos de noticias, tipos de medidas política y su relación

con las denuncias y las muertes por violencia contra las

mujeres

En las noticias de violencia contra las mujeres publicadas

entre 1997 y 2001, se observan tres enfoques diferentes del

tema: en primer lugar, el que se centra en los casos o sucesos

violentos; en segundo lugar, el que se basa en las medidas y

propuestas de intervención; y, por último, el que procede de

Carmen Vives Cases

649ÍNDICE

la información del ámbito sanitario [ver tabla 3]. Cabe decir

que la información sobre medidas (29% del total) en las no-

ticias es menos frecuente que la información sobre sucesos

violentos (71%).

A lo largo del tiempo, pueden observarse como tres mo-

mentos de acuerdo con el foco de atención periodístico en

relación a las medidas y propuestas sobre violencia contra

las mujeres: el primero, que podríamos denominar de “ten-

sión”, se deriva de la prominencia de noticias sobre medidas

de castigo observada hasta finales de 1999; el segundo, que

podría llamarse de “respuesta inmediata”, procede de un se-

gundo momento de la cobertura periodística del tema ca-

racterizado por una mayor difusión de medidas de asistencia

o protección a las víctimas. Este nuevo enfoque periodístico

sobre las medidas comienza a principios de 2000 y continúa

hasta octubre de este mismo año; y, por último, el tercero in-

augurado a partir de esa fecha, que podría ser identificado

como de “soluciones a largo plazo”, puesto que, se caracteriza

por una prominencia de noticias sobre medidas de preven-

ción del problema [ver figura 6].

Por otro lado, al igual que en el cuerpo de las noticias de

violencia contra las mujeres no siempre se hizo mención a

las medidas políticas de intervención sobre el problema, en

650 ÍNDICE

La violencia contra las mujeres en el espacio discursivo público

las sesiones parlamentarias no siempre se trataron este tipo

de asuntos. Sin embargo, la situación en este sentido fue

muy diferente a lo ocurrido en la prensa, puesto que, en el

78% de las 174 sesiones localizadas de violencia contra las

mujeres, tuvo lugar algún tipo de iniciativa o propuesta rela-

cionada con medidas de intervención sobre el problema. En

este caso, también cabe diferenciar entre menciones relacio-

nadas con medidas de coerción, protección o asistencia a las

víctimas y prevención del problema.

De los tres tipos de medidas mencionados, el discurso de

la protección fue, en las sesiones parlamentarias, el más fre-

cuente (nota 2). Al contrario de lo que se observó en las noti-

cias de prensa, las medidas de coerción al agresor fueron las

menos mencionadas incluso menos que las de prevención.

Como último tema a tratar, merece la pena introducir en

esta descripción los resultados obtenidos con respecto a las

relaciones entre las noticias de medidas, las medidas debati-

das en el Parlamento y los datos de muertes y denuncias por

malos tratos. En primer lugar, ningún tipo de medida difundi-

da a través de la prensa ni tampoco debatida en las sesiones

parlamentarias, mantuvo relación alguna con las muertes

por violencia contra las mujeres. Así, se confirma que la difu-

sión mediática y el debate parlamentario sobre medidas de

Carmen Vives Cases

651ÍNDICE

intervención tuvieron un efecto neutro sobre la evolución de

las muertes por violencia contra las mujeres. Por el contrario

y, en segundo lugar, se observaron relaciones fuertes entre

los incrementos de noticias y sesiones parlamentarias donde

se trataron medidas y los incrementos de las denuncias [ver

tabla 4].

3. Principales conclusiones

La violencia contra las mujeres parece que ya ha recorri-

do cuatro de las cinco etapas que comprende la construc-

ción de los problemas sociales: la “de emergencia o agitación”

mediante las primeras movilizaciones de los grupos feminis-

tas; la “de legitimación o co-actuación” entre estos grupos y

el gobierno; la “de movilización para la acción” en la que las

discrepancias entre estas ambos sectores salta a los medios

de comunicación; y, la “de formación de planes oficiales”, más

específicamente, de dos planes en España (abril de 1998 y

mayo de 2001).

Aunque la información recopilada en este estudio no per-

mite confirmar el cumplimiento de la quinta etapa “de imple-

mentación del plan oficial”, cabe decir que la escasez de infor-

mación disponible sobre la ejecución y los resultados de las

intervenciones llevadas a cabo a partir de los compromisos

652 ÍNDICE

La violencia contra las mujeres en el espacio discursivo público

adquiridos en los dos planes españoles limita a otros investi-

gadores la posibilidad de confirmar el cumplimiento de esta

última fase de la construcción de los problemas sociales.

A pesar de la escasa información pública sobre la efica-

cia de las medidas existentes en torno al problema, los resul-

tados obtenidos en este estudio permiten afirmar su éxito

con respecto al aumento de las denuncias; pero, también, su

efecto cero sobre la evolución de las muertes por violencia

contra las mujeres en la pareja.

El efecto cero de las medidas existentes y de la actividad

reflejada en los medios de comunicación sobre la evolución

de la mortalidad por esta causa pone de manifiesto que la

violencia contra las mujeres, en España, es una epidemia so-

bre la que todavía no existen respuestas políticas y sociales

que hayan logrado controlarla. Esta realidad pone en cues-

tión la eficiencia de las intervenciones programadas en tor-

no a este problema.

Carmen Vives Cases

653ÍNDICE

Bibliografía

ABRIL, M. y MIRANDA, M. (1978), La liberación posible, Madrid, Akal

Editores.

BULLOCK, C. y CUBERT, J., “Coverage of domestic violence fatali-

ties by newspapers in Washington State”, Journal of Inter-

personal Violence 17 (5), pp. 475-499.

BLUMER, H. (1971), “Social problems as collective behaviour”.

Social Problems 18(3), pp. 298-306.

CARLL, E. (2003), “News portrayal of violence and women im-

plications for public policy”, American Behavioral Scientist

46 (12), pp. 1601-1610.

CONSALVO, M. (1998), “3 Shot Dead in Courthouse: Examining

News Coverage of Domestic Violence and Mail-order Bri-

des”, Women’s Studies in Communication 21 (2), pp. 188-

211.

DIRECCIÓN GENERAL DE LA MUJER, III Plan de Igualdad de Oportuni-

dades entre hombres y mujeres, [accedido 2003 Abr 12].

Disponible en: http://www.comadrid.es

DUTTON, D. y KERRY, G. (1999), “Modus Operandi and Personality

Disorder in Incarcerated Spousal Killers”, Internacional Jo-

urnal of Law and Psychiatry 22 (3-4), pp. 287-299

654 ÍNDICE

La violencia contra las mujeres en el espacio discursivo público

FAGOAGA, C. (1999), La violencia en los medios de comunicación.

Maltrato en la pareja y agresión sexuada, Madrid: Dirección

General de la Mujer.

FINN, G. (1989), “Taking Gender Into Account in the “Theatre

of Terror”: Violence, Media and the Maintenance of Male

Dominance”, Canadian Journal of Women and the Law 3 (2),

pp. 375-394.

LOSEKE, D. (1989), “Violence is violence...or is it? The social cons-

truction of wife abuse and public policy” en Best, J. (eds.)

(1989), Images of issues: Typifying contemporary social pro-

blems, New York: Aldine de Gruyter, pp. 88-103.

MARUGÁN, B. y VEGA, C. (2001), “El cuerpo contra-puesto. Discur-

sos feministas sobre la violencia contra las mujeres”, Sala-

manca: VIII Congreso de Sociología [accedido 25 Jul 2003]

Disponible en:

http://www.sindominio.net/Karakola/textos.htm

MAXWELL, K. HUXFORD, J. BORUM, C. y HORNIK, R. (2000), “Covering

Domestic Violence: How the O.J. Simpson case shaped

reporting of Domestic Violence in the news media”, Jour-

nalism and Mass Communication Quarterly 77 (2), pp. 258-

272.

Carmen Vives Cases

655ÍNDICE

NACIONES UNIDAS (1979), Convención sobre la eliminación de to-

das las formas de discriminación contra la mujer (CEDAW),

1979; [accedido 24 Jul 2003] Disponible en:

http://www.un.org/womenwatch/daw/cedaw/sconvention.

htm

NACIONES UNIDAS (1995), IV Conferencia Mundial sobre la mujer,

Beijing, Septiembre de 1995; [accedido 11 Abr 2003] Dis-

ponible en:

http://www.onu.org/documentos/confmujer.htm

OMS, World Report on violence and Health. Geneva: World

Health Organization, 2002: 20, 305, 112 [accedido 5 Nov

2003]. Disponible en:

http://www5.who.int/violence_injury_prevention/down-

load.cfm?id=0000000582

I PLAN DE ACCIÓN CONTRA LA VIOLENCIA DOMÉSTICA (1998-2001) [acce-

dido 2003 En 25] Disponible en:

http://www.mtas.es/mujer/violpres.htm

II PLAN INTEGRAL CONTRA LA VIOLENCIA DOMÉSTICA (2001-2004) [acce-

dido 2003 En 25] Disponible en:

http://www.mtas.es/mujer/violpres.htm

ROBINSON, G. (1978), “Women, Media Access and Social Control”

en Epstein, L. (eds.) (1978), Women and the News, New York:

Hastings House, pp. 87-108.

656 ÍNDICE

La violencia contra las mujeres en el espacio discursivo público

STONE, S. (1993), “Getting the message out: feminist, the press

and violence against women”, The Canadian Review of So-

ciology and Antropology 30 (3), pp. 377-400.

UNIÓN EUROPEA, Iniciativa Daphne, [accedido 24 Jul 2003] Dis-

ponible en:

http://europa.eu.int/comm/justice_home/project/daphne/

es/report_ex_post_98_final_es.pdf

UNIÓN EUROPEA, Programa Daphne, [accedido 24 Jul 2003] Dis-

ponible en:

http://www.upo.es/serv/oric/europa/daphne/call_propo-

sals_2002_es.pdf

WALBY, S. (1990), Theorising Patriarchy, Oxford: Blacwell.

Carmen Vives Cases

657ÍNDICE

Figura 1Promotores de la violencia contra las mujeres en la agenda

política española según las diputadas y los senadores entrevistados

658 ÍNDICE

La violencia contra las mujeres en el espacio discursivo público

Figura 2Distribución mensual del número de noticias de violencia

contra las mujeres en El País, El Mundo, ABC y Diario Información de Alicante

Evolución 1997-2001*

* En la figura aparece el total de noticias mensuales publicadas en los cuatro diarios seleccionados para el análisis entre enero de 1997 y diciembre de 2001 [Para mayor detalle sobre la recogida y selección de las noticias, véase Capí-tulo 6.- Introducción al análisis]. Las limitaciones de espacio condicionaron la selección de los meses que finalmente aparecen etiquetados y marcados en el eje de coordenadas. Así, se representan los primeros meses de cada trimestre, aunque en la tendencia observada forman parte los datos de los 60 meses de periodo analizado.

Carmen Vives Cases

659ÍNDICE

Figura 3Distribución mensual de las denuncias de mujeres

maltratadas. 1997-2001*

* En la figura es representada la distribución temporal del total de denuncias tramitadas desde enero de 1997 a diciembre de 2001. Las etiquetas que apare-cen en el eje de coordenadas corresponden al primer mes de cada trimestre. Sin embargo, la tendencia descrita en el gráfico incluye todos los datos menciona-dos en el enunciado de la figura. El motivo por el que se etiquetó estos meses en concreto se relaciona con las limitaciones de espacio impuestas a la hora de elaborar una gráfica lo más legible posible. Tal y como ya se ha explicado, las denuncias proceden de los anuarios estadísticos del Ministerio del Interior.

660 ÍNDICE

La violencia contra las mujeres en el espacio discursivo público

Figura 4Distribución mensual de mujeres muertas a manos de su

cónyuge o análogo. Evolución 1997-2001*

* AI igual que en el caso de las denuncias, fueron representados en esta figura la distribución temporal del total de muertes de mujeres por violencia del cónyuge o análogo desde enero de 1997 hasta diciembre de 2001. También, fueron etiquetados en el eje de coordenadas los meses transcurridos en este periodo con un espacio de tres periodos entre ellos por los motivos antes ar-gumentados. La fuente de datos es también el Ministerio del Interior.

Carmen Vives Cases

661ÍNDICE

Figura 5Distribución porcentual por sexo de la firma de las noticias

de violencia contra las mujeres1997-2001- Total artículos: 553*

* En total, 775 artículos fueron firmados por periodistas. Sin embargo, en una parte de estos aparecieron siglas en la firma. Por este motivo fueron excluidos del análisis por sexo aquellos en los que no pudo identificarse el sexo del pe-riodista.

662 ÍNDICE

La violencia contra las mujeres en el espacio discursivo público

Figura 6Distribución temporal de los tipos de medidas difundidos

en prensa. El País, El Mundo, ABC, Diario Información de Alicante. 1997-2001

Carmen Vives Cases

663ÍNDICE

* Para la elaboración de esta tabla fueron seleccionadas las respuestas de las diputadas y senadores a la pregunta de “¿La erradicación de la violencia contra

Tabla 1Propuestas de las diputadas y senadores para la erradicación de la violencia contra las mujeres*

664 ÍNDICE

La violencia contra las mujeres en el espacio discursivo público

las mujeres es un objetivo alcanzable?” Esta pregunta se incluyó en todas las entrevistas con la finalidad de que el entrevistado pudiera reflexionar sobre los obstáculos y las oportunidades para hacer realizable dicho cometido. Fueron seleccionadas con la finalidad de respaldar con una información más completa la hipótesis planteada sobre la confluencia entre las medidas que se consideran necesarias para abordar la violencia contra las mujeres entendida por los objetivos de (i) incrementar el número de denuncias; (ii) mejorar la situación de la víctima y su protección una vez que denuncie; (iii) prevenir la violencia contra las mujeres; y, (iv) evitar las muertes de mujeres por violencia de la pareja.

Carmen Vives Cases

665ÍNDICE

Tabla 2Distribución por sexo y sector profesional-personal de las

fuentes principales.Noticias de violencia contra las mujeres. 1997-2001

* Número de noticias en las que se pudo identificar el sexo de la fuente infor-mativa principal (38% de las 1491 noticias analizadas).

*

666 ÍNDICE

La violencia contra las mujeres en el espacio discursivo público

Tabla 3Análisis de las variables del análisis de contenido para

obtener “tipos de noticias”

Carmen Vives Cases

667ÍNDICE

Tabla 4Correlaciones entre tipos de medidas en prensa y sesiones

parlamentarias y denuncias por violencia contra las mujeres. 1997-2001

* La correlación es significante al nivel 0.05** La correlación es significante al nivel 0.01

668 ÍNDICE

La violencia contra las mujeres en el espacio discursivo público

1. Nivel de significación para pruebas X2.

2. Las medidas de protección y asistencia a las víctimas, además de

ser las más mencionadas, son también las que más se someten a

voto y finalmente son aprobadas (62% de las 85 sesiones parlamen-

tarias donde se produjo votación de propuestas). Las que menos, en

este caso, son las medidas de castigo -18% con respecto al 20% de

sesiones parlamentarias en las que se votó a favor de una propuesta

relacionada con medidas de coerción.

Carmen Vives Cases

669ÍNDICE

View publication statsView publication stats