Este artículo es una publicación de la Corporación Viva la Ciudadanía

Opiniones sobre este artículo escribanos a:

semanariovirtual@viva.org.co www.viva.org.co

Indicador Sintético de Seguridad Jorge Espitia Profesor Universitario La base de datos de la Dirección para la Acción Integral contra Minas Antipersonal (DAICMA), reporta, que para el periodo comprendido entre 1990 y 2015 (Gráfico 1), un total de 33.122 eventos con minas antipersonal (MAP) y municiones sin explotar (MUSE), de los cuales el 98.85% se ubican en la zona rural y, el restante, 1.15% en la urbana; y del total de eventos, 6.667 fueron accidentes y 26.455 incidentes (Gráfico 2).

La evolución histórica de los eventos presenta una tendencia creciente durante toda la década del 2000, así como una tendencia decreciente en los últimos tres años. Este comportamiento coincide con las tasas de contribución al crecimiento del minado a nivel departamental. Frecuencia de eventos a nivel de Entidad Territorial Durante la década de los noventas, como en la primera mitad de la década del 2005, los departamentos con mayor contribución fueron Santander, Antioquia y Bolívar; mientras que durante los años siguientes la mayor presión la explican los departamentos de Antioquia, Meta, Caquetá, Arauca, Norte de Santander y Cauca (Gráfico 3).

Para el total de eventos por MAP y MUSE, durante el periodo 1990-2015, se encuentra que en diez departamentos se concentra cerca del 78%, ellos son: Antioquia (17.4%), Meta (15.0%), Caquetá (8.7%), Arauca (6.4%), Norte de Santander (5.5%), Cauca (5.4%), Bolívar (5.0%), Nariño (4.9%), Tolima (4.8%) y Putumayo (4.5%). Los departamentos que más concentra el número de accidentes durante el periodo fueron, en su orden: Antioquia (24.2%), Meta (9.4%), Caquetá (8.9%), Nariño (7.8%), Norte de Santander (6.5%) y Arauca (5.5%). Y los de mayores incidentes fueron: Meta (16.4%), Antioquia (15.7%), Caquetá (8.6%), Arauca (6.7%), Cauca (5.6%) y Norte de Santander (5.2%) (Gráfico 4).

A nivel de entidades territoriales municipales, en 39 de ellas se concentraron el 50% de los eventos por MAP y MUSE, en su orden: La Uribe –Meta (4.1%), Arauquita - Arauca (2.9%), Mesetas –Meta (2.6%), Vistahermosa -Meta (2.4%), San Vicente del Caguán -Caquetá (2.3%), Tame -Arauca (2.2%), Planadas -Tolima (2.0%), Montañita -Caquetá (1.9%), Puerto Rico –Meta (1.7%), El Carmen

de Bolívar (1.6%), Puerto Asís -Putumayo (1.5%), Anorí –Antioquía (1.4%), La Macarena –Meta (1.4%), entre otras (Gráfico 5).

Víctimas de MAP y MUSE a nivel de Entidad Territorial De acuerdo con los registros administrativos de la Dirección para la Acción Integral contra Minas Antipersonal (DAICMA), para el periodo 1990-2015 se han registrado 11.390 víctimas, de las cuales el 61.2% (6.971) pertenecen a la Fuerza Pública y el restante 38.8% (4.419) son civiles. Del total de víctimas de las Fuerzas Militares, el 79.6% han resultado heridos y el restante 20.4% muertos; entre tanto, estas mismas proporciones, para la población civil, fueron 81.2% y 18.8%, respectivamente. De estos últimos, una cuarta parte fueron menores de edad. El total de víctimas por MAP y MUSE, durante el periodo 1990-2015, se concentra en cinco departamentos cerca del 50% de ellas: Antioquia (22.1%), Meta (10.0%), Caquetá (8.2%), Nariño (7.5%), y Norte de Santander (7.0%). A nivel de municipal, en 32 de ellos se concentra el 50% de las víctimas, en su orden: Bolívar –Atlántico (5.3%), Vistahermosa - Meta (3.2%), Tame –Arauca (3.0%), San Vicente del Caguán -Caquetá (2.3%), Montañita -Caquetá (2.2%), Tarazá –Antioquia (2.1%), Tumaco –Nariño (1.9%), San Carlos –Antioquia (1.5%), Teorama y Tibú –Norte de Santander (1.4%), entre otros (Gráfico 6).

Indicador sintético de Seguridad con base en MAP y MUSE En este aparte, se presenta un Indicador de Seguridad con base en el minado que evalúe el impacto de los Eventos (Accidentes e Incidentes) y las Víctimas (Civiles y Militares) de las MAP y MUSE, que facilite el análisis y la comparabilidad a nivel de las entidades territoriales municipales. Para ello, se utiliza una herramienta propia de la estadística multivariante, el análisis de componentes principales, para este conjunto de variables de tal manera que permita la reducción del número de dimensiones original, y que retenga y exprese en lo posible la información referida a la dispersión de los datos en cada una de ellas. Dentro de las fortalezas del marco metodológico destaca la capacidad para resumir la información de un conjunto de variables preservando los niveles de variabilidad de los datos originales. Adicionalmente, las mayores ponderaciones son asignadas a los indicadores básicos que presentan mayores niveles de variabilidad entre entidades territoriales municipales, lo que permite, luego, realizar comparaciones entre ellas. En cuanto a las debilidades de los métodos multivariantes, es que las correlaciones no muestran el nivel de influencia real de los indicadores básicos en el fenómeno; de igual manera, son sensibles a los cambios que presenten los datos, así como a la presencia de observaciones atípicas (OECD, 2008)1. Resultados Los coeficientes de correlación (Cuadro 1) así como las pruebas de Kaiser-Meyer-Olkin y la esfericidad de Bartett (Cuadro 2) permiten concluir la posibilidad de realizar el análisis de componentes principales.

1 OECD. 2008. Handbook on Constructing Composite Indicators: Methodology and User Guide. En http://www.oecd.org/std/42495745.pdf

Calculado el Indicador, se tiene que el top 20 de los municipios donde la presencia de MAP y MUSE es mayor corresponde a entidades territoriales tales como Vistahermosa –Meta; Tame –Arauca; San Vicente del Caguan –Caquetá; La Uribe –Meta; Montañita –Caquetá; Tarazá e Ituango–Antioquia; Arauquita –Arauca; Tumaco –Nariño; entre otros (Cuadro 3).

El indicador sintético y 20 municipios priorizados para el desminado

A efectos de verificar la consistencia del Indicador, en este aparte se comparan los resultados con los 20 municipios priorizados por el Gobierno Nacional en la primera fase de desminado para el año 2016 (Cuadro 4)2.

Los municipios priorizados se muestran en el Cuadro 4 con su respectivo número de víctimas civiles (VCTOTAL), militares (VMTOTAL), accidentes (EATOTAL) e incidentes (EITOTAL), así como su orden de acuerdo con el resultado del Indicador que aquí se construyó, con base en los registros administrativos que publica el DAICMA para el periodo 1990-2015. De los elementos a destacar para este conjunto de entidades territoriales con el indicador propuesto están: i) Los primeros 10 municipios se localizan en el top 25, y todos en el top 100; y, ii) Muchos de estos municipios se encuentran en las áreas de influencia histórica de las FARC (Mapa 1 y 2), lo que permite señalar que tal hecho se encuentra en el marco del Acuerdo sobre limpieza y descontaminación del territorio de la presencia de Minas Antipersonal (MAP), Artefactos Explosivos Improvisados (AEI) y Municiones Sin Explotar (MUSE) o Restos Explosivos de Guerra (REG) firmado en La Habana el pasado 7 de marzo de 20153 en el marco del desescalamiento para avanzar en la construcción de

2 “Estos son los 20 municipios donde arrancará el desminado” en http://lasillavacia.com/queridodiario/estos-son-los-20-municipios-donde-arrancara-el-desminado-53139 3 Comunicado Conjunto. La Habana 7 de marzo de 2015. En http://www.caracol.com.co/docs/20150307507e992c.pdf

confianza y con el fin de contribuir a generar condiciones de seguridad para los habitantes que se encuentran en éstas zonas de zonas de riesgo4.

En otras palabras, lo anterior se debe enmarcar dentro del proceso de postconflicto que se consolidará con la firma de los acuerdos de La Habana entre el Gobierno Nacional y las FARC –EP; lo cual necesariamente cambia las condiciones de seguridad e implementar una política de restitución de tierras mucho más agresiva, en la medida en que habrá un mayor número de áreas más seguras factibles a ser microfocalizadas. El indicador de Minas, las acciones armadas y los cultivos ilícitos Con base en el indicador sintético construido para MAP y MUSE, se realiza la comparación con variables tales como acciones armadas (Fuente: SIGOT para el periodo 2000-2011) así como con las hectáreas de coca que reporta el Observatorio de Drogas de Colombia para el periodo 1999-2014. Esto resulta pertinentes, para plantear los desafíos en el ámbito de la seguridad a nivel territorial en contextos diversos como los que estas variables reportan. “Sólo teniendo una comprensión adecuada de las características del contexto y

4 Bermúdez, Andrés. 2015. El desminado será el primer aterrizaje real de La Habana. En http://lasillavacia.com/historia/el-desminado-sera-el-primer-aterrizaje-real-de-la-habana-49713

de los desafíos de seguridad, podrán determinarse los recursos humanos, financieros, técnicos, logísticos y de infraestructura que el Estado requiere para ejercer control y prestar un servicio efectivo” (Bulla & Guarín, 2015, pág. 4)5. Al comparar el orden a nivel regional del Indicador de Minas con el de las hectáreas cultivadas de coca se encuentra un coeficiente de correlación del 44.4%; lo que nos indica que entre mayor sea el número de hectáreas de coca y por ende, una mejor posición en la escala, mayor es el número de MAP y MUSE. Así pues, una de las formas en que las organizaciones al margen de la ley, que tienen relación con la producción o la protección con los cultivos ilícitos, utilizan las MAP y las MUSE como instrumento de salvaguardar los cultivos y, para resguardar sus zonas históricas de la ofensiva de la Fuerza Pública6 (coeficiente de correlación del 65.1% con las Acciones Armadas)7.

Uno de los municipios que durante el periodo 2000-2015 tuvo un promedio alto de hectáreas cultivadas de coca fue San Andrés de Tumaco (aproximadamente 5 mil hectáreas y 8.963 Ha en 2014) y, en cuanto a MAP y MUSE, a su haber cuenta con 138 víctimas civiles; 82 militares; 108 eventos de accidente; y, 280 de incidente. Entre tanto, el número de acciones armadas ascendió a 131. Adicionalmente, y teniendo presente que la combinación de estas variables (cultivos ilícitos y acciones armadas), con la debilidad institucional, la densidad poblacional, las dificultades de movilidad y acceso al territorio, resultan funcionales a las actividades e intereses de los grupos ilegales (Bulla & Guarín, 2015, pág. 5), es que dichas variables resultan ser significativas desde el punto de vista estadístico en el modelo econométrico donde la variable dependiente corresponde al Indicador de MAP y MUSE (MAPMUSE) y como explicatorias o independientes el área cultivada de coca (COCA); el número de acciones armadas (AA); y, la densidad poblacional (HABXKM2). El Índice de minas aumenta con el número de hectáreas de coca y las acciones armadas, y disminuye con la densidad poblacional (Ecuación 1).

5 Bulla, Patricia y Sergio Guarín. 2015. Seguridad rural en Colombia. Una oportunidad para la consolidación del Estado. Fundación Ideas para la Paz. Julio de 2015. En http://www.ideaspaz.org/publications/posts/1223 6 Centro Nacional de Memoria Histórica. Guerrilla y población civil. Trayectoria de las FARC 1949-2013. Tercera edición. Bogotá: CNMH, 2014. Pág. 20. 7 En la ecuación econométrica, que más adelante se presenta, se estandarizan los estimadores para que sean comparables entre ellos. Este resultado permite señalar que las Acciones Armadas (AA) tienen un impacto mayor al de las hectáreas de coca y la densidad poblacional; y los cultivos frente a la densidad poblacional, en valores absolutos ya que los signos son contrarios.

MAPMUSE = B1 + B2 * COCA + B3 * AA + B4 * HABKM2 + U Signo Esperado (+) (+) (-)

El proceso de restitución de tierras es fundamental para impulsar el desarrollo rural en Colombia, y para ello, la seguridad es una variable cardinal; a tal punto que la Ley de Víctimas y Restitución de Tierras (Ley 1448) lo prevé, al ordenar a las diferentes instancias del Estado involucradas, a tomar las “medidas necesarias para garantizar la seguridad en los procesos de restitución antes, durante y después de que se lleven a cabo” (Art. 32 Parágrafo 1). Esta aproximación a lo territorial permite diferenciar las políticas para que las mismas sean más efectivas. De igual manera, los acuerdos de La Habana en cuanto al desminado mejoran las condiciones de seguridad y desarrollo en el campo. Edición 488 – Semana del 1º al 7 de Abril de 2016