Iván Herrera Pérez

El cierre de MEGAUPLOAD, un servidor de intercambio masivo de archivos digitales, ha marcado un hito en la historia virtual del mundo.

Si bien es cierto, los proyectos de ley mencionados (SOPA y PIPA) tenían por objetivo frenar la piratería en internet mediante órdenes imperativas hacia sitios web nacionales (con sanciones de hasta pena privativa de libertad efectiva) o extranjeros (con participación en Estados Unidos) de fiscalizar que sus contenidos no violaran derechos de autor para mantenerse “en línea” y no ser borrados de los registros de búsqueda ni vetados o bloqueados (los nombres de dominio) por los ISPs, dichos proyectos (que actualmente han quedado “on hold”) y en relación al caso del cierre de MEGAUPLOAD solo tienen vínculos “indirectos”.

Todo comienza por el petitorio de una acusación formalizada de fiscales federales, que señalaba a MEGAUPLOAD como culpable de los delitos de:

Conspiración para cometer crimen

Conspiración para cometer una infracción de copyright

Conspiración para cometer lavado de dinero

Cargos de violación de copyright

Todo ello afectaría gravemente el derecho a la libertad de expresión (en un medio de difusión masiva como es internet), las medidas pueden ser tan drásticas y rígidas (como hemos visto en el ejemplo de MEGAUPLOAD al juzgar por “conspiración”) que, por ejemplo, si uno tuviera un blog o un foro y uno de los usuarios participantes en este publica un enlace que contenga un contenido denunciado en Estados Unidos (un video-comentario con una canción de fondo, o una grabación de un noticiero o una ponencia, etc.) ello pondría en riesgo al sitio, convirtiéndolo técnicamente en “socio” o “sospechoso” de actos contra que vulneren las leyes de Estados Unidos, limitando drásticamente la difusión del foro o blog, limitando la libertad de expresión.

¿Y qué se lograría con estas medidas? La respuesta es simple, “caos”.

Internet es muy amplio como para fiscalizarse; como expresaba una frase, “la necesidad impulsa”, y ¿Cómo impulsa dicha necesidad? ¿Necesidad de qué? Necesidad de “compartir”, de “destacarse”, de “intercambiar” conocimiento, opinar sobre algo, “imitar lo bueno”, como en la antigua Grecia, cuna de la filosofía, necesidad de “intercambiar cultura”

Podría darse, pero el caso no es penalizar estas prácticas, sino “renovar” la industria de venta de productos con base de propiedad intelectual (ya sean libros, música, videos-musicales, etc.)