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Impacto del cambio climático en la producción de caña de azúcar en los departamentos de
Cauca y del Valle del Cauca
David Mauricio Barragán1
Asesor: Ramón Rosales A.
Noviembre de 2015
RESUMEN
El documento explora el impacto del cambio climático sobre la producción de la caña de azúcar para
los departamentos del Cauca y Valle del Cauca durante el periodo 2000 - 2013. Para lo anterior se
asumirá una reacción en las variables de temperatura y precipitación ante el cambio climático. Los
resultados son unas condiciones favorables en el corto plazo dado un aumento en la temperatura, lo
que genera mayor productividad agrícola. Sin embargo, una vez el límite de temperatura aceptable es
superado, los rendimientos de la actividad agrícola tenderán a disminuir dramáticamente. Se busca
relacionar el efecto de variables climáticas como precipitación y temperatura (máxima y mínima)
sobre la producción de caña de azúcar. Las variables de viento, humedad, evaporación y brillo solar
no pudieron especificarse para el modelo teniendo en cuenta que el cambio climático es un sistema
de múltiples variables.
Palabras clave: Cambio climático, Cultivo de caña de azúcar, Agricultura, Colombia
1 Trabajo presentado como Memoria de grado para pregrado en Economía, Universidad de los Andes. Código
de estudiante: 201012248. Especial agradecimiento a Antonella Fazio, profesora de Memoria de Grado y a
Ramón Rosales, asesor de Memoria de Grado en temas Agrícolas.
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1. INTRODUCCIÓN
La agricultura y su respectiva tecnificación han permitido aumentar, aunque siempre limitada, la
oferta de alimentos, que a su vez necesita mayores áreas obtenidas por medio de la deforestación.
Consecuencias de lo anterior son la eutrofización2 de los suelos, sequias, emisión de gases efecto
invernadero, entre otros, modificando las condiciones climáticas y del entorno de forma
descontrolada. Por ser un país en vía de desarrollo, en Colombia las actividades agropecuarias como
la ganadería, la piscicultura, la siembra de cultivos, entre otras ramas productivas, son las que más
empleo generan en el país, aproximadamente 40 mil empleos anuales que sumado a su tendencia de
crecimiento, es de 50 mil empleos (Barrientos & Castrillón, 2007). Aproximadamente un 25% de la
población vive en el campo (Leibovich, Nigrinis, & Ramos, 2005), donde éste equivale al 94,4% del
territorio (Chica, 2011). Por ende, es de vital importancia identificar las oportunidades que tiene la
agricultura para el país.
Gráfica 1. Mapa del Sector Azucarero Colombiano
Fuente: Asocaña
En particular, será el objetivo de este trabajo determinar el impacto que genera el cambio climático,
entendido como las variaciones - en algunos casos extremas – de los comportamientos climáticos en
los sistemas biológicos y ecológicos de la tierra (observando las variables de temperatura promedio
anual máxima y mínima, y la precipitación promedio anual), sobre el cultivo de caña de azúcar en
Colombia, específicamente, en los departamentos del Valle del Cauca y el Cauca (Ver Gráfica 1.). Se
estudiarán los anteriores dos departamentos debido a que el sector azucarero colombiano se encuentra
“ubicado en el valle geográfico del río Cauca, que abarca 47 municipios desde el norte del
2 Es un proceso por el cual se genera un exceso de enriquecimiento de nutrientes, produciendo un
sobrepoblamiento de organismos que posteriormente entran en estado de putrefacción, deteriorando
condiciones del entorno (TECNUN, 2015).
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departamento del Cauca, la franja central del Valle del Cauca, hasta el sur del departamento de
Risaralda” (ASOCAÑA, 2015), incluyendo en el estudio dos de los tres departamentos insignia del
sector, ver Gráfico 1. Según Luis Fernando Londoño, presidente de Asocaña, “la participación del
PIB de caña de azúcar en el PIB agrícola departamental representa cerca del 37% y 31%” para el
Valle del Cauca y Cauca, respectivamente (Cali, 2012). Se pretende concluir que existe un efecto
directo negativo de los incrementos en las temperaturas medias globales, teniendo en cuenta dos
escenarios de cambio climático (B1 y A1F1), sobre la producción de caña de azúcar. Sin embargo, el
comportamiento de variables climáticas presenta rendimientos marginales decrecientes, por lo que
una vez sobrepasado los niveles óptimos, la viabilidad y factibilidad del cultivo de caña de azúcar se
verá comprometida. Los datos climáticos serán tomados del IDEAM, mientras que los datos
poblacionales y crediticios del sector se tomarán del DANE y Agronet, respectivamente. Por tanto,
el aporte principal de la investigación será determinar el impacto que variables climáticas como
temperatura y precipitación pueden llegar a tener en la producción de caña de azúcar teniendo en
cuenta supuestos hipotéticos sobre incrementos en las temperaturas establecidos por el IPCC
(Intergovernmental Panel on Climate Change). Lo anterior se realizará bajo el marco teórico de una
función de producción, donde se aplicarán escenarios estipulados por el IPCC sobre cambio climático,
permitiendo comparar distintas situaciones hipotéticas.
De acuerdo a la capacidad de las distintas industrias y sus objetivos de crecimiento, que componen la
actividad económica mundial, existe una creciente demanda por alimentos, productos y mercancías
que ha llevado a una elevada intervención antropogénica del medio ambiente, desestabilizando
sistemas biofísicos críticos y provocando cambios abruptos o irreversibles en el ambiente (Rockström,
2009). Lo anterior con la finalidad de generar mayores ofertas de estos productos al mercado,
contribuyendo al calentamiento del planeta a consecuencia de las emisiones de gases efecto
invernadero. Para contextualizar lo anterior en la historia mundial se presentan dos revoluciones
industriales, la agricultura y la tecnificación de procesos, las cuales posibilitaron la producción
extensiva de bienes y servicios. Con producciones cada vez mayores se genera un volumen mayor de
residuos y emisiones atmosféricas, que como se puede observar en la Gráfica. 2, denominada
coloquialmente como la gráfica “Palo de Hockey”, han elevado las temperaturas del planeta. Ésta
evidencia el aumento abrupto de las temperaturas medias globales entre los últimos 500 a 2000 años
como consecuencia de un incremento en los volúmenes de dióxido de carbono en la atmósfera. La
tecnificación de los procesos productivos, con la ayuda de energías fósiles no renovables como el
petróleo y el carbón generan emisiones de dióxido de carbono y otros gases efecto invernadero, que
con su acumulación, retienen radiación solar. Dentro de los gases efecto invernadero que más afectan
la atmosfera se encuentra el metano, en su mayoría producido por el ganado en su proceso digestivo
( Organización Meteorológica Mundial, 2010). Como consecuencia de las grandes extensiones que
se tienen dedicadas a la ganadería, la producción de dicho gas se encuentra en aumento, y continuaría
así teniendo en consideración el crecimiento demográfico y las necesidades alimenticias de la
población ( Organización Meteorológica Mundial, 2010).
El desarrollo industrial y tecnificación permitió a la población crecer de manera acelerada, gracias a
las mejoras en calidad de vida para parte de la población, aunque en el proceso muchas comunidades
han quedado rezagadas, condicionando su bienestar y desarrollo (infraestructura, educación, salud,
empleo, entre otros) (Bodelón González & Zino Torrazza, 1999). Adicionalmente, al haber un
mejoramiento en la calidad de vida y el surgimiento de otro tipo de necesidades como las psicológicas,
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se ha producido un incremento en la demanda por recursos energéticos en términos de calorías
requeridas (Ver Gráfica 3) para continuar con los estilos de vida prevalecientes (Cumbre Mundial
Sobre La Alimentación, 1996). Esto supone un aumento de la demanda por alimentos, lo que lleva a
expandir las fronteras agrícolas reduciendo la disponibilidad de bosques, accesibilidad a ríos, y la
biodiversidad de los ecosistemas, de no tener prácticas sostenibles y ambientalmente responsables
(Ortiz Londoño, 2013).
Gráfica 2. El “Palo de Hockey”
Fuente: NASA, Instituto Goddard para Estudios Espaciales
Desde un punto de vista industrial y empresarial, las organizaciones deben tener conciencia sobre los
efectos que sus operaciones y decisiones tienen sobre las condiciones de los demás individuos e
instituciones que integran una comunidad o un país (Mitchell, Agle, & Wood, 2013). Es decir, toda
decisión tomada por una organización debe considerar las externalidades3 que ésta puede generar para
las demás partes de interés (stakeholders) de la sociedad (Mitchell, Agle, & Wood, 2013). Dichas
externalidades tienen la dificultad muchas veces de no ser fácilmente medibles ni cuantificables, por
lo que su comprensión y entendimiento queda fuera del alcance de los proyectos a implementar que
puedan tener impactos sociales y ambientales de gran envergadura (Hoof, PML COMO
ESTRATEGIA DE COMPETITIVIDAD, 2005). Dado que la condición climática es difícil de
cuantificar en términos monetarios y cómo ésta realmente determina las posibles actividades
económicas que el hombre pueda realizar, la gran mayoría de acciones humanas deja por fuera de
consideración el impacto sobre los ecosistemas y las comunidades (Becerra, 2009).
Debido a que los factores climáticos han empezado a tener ciertas variaciones recientemente, la
disponibilidad de alimentos se ha reducido o han cambiado las regiones productoras (Asmeret Asefaw
Berhe, 2005). Lo anterior tiene implicaciones sobre la utilización de compuestos químicos y
modificaciones genéticas de los cultivos con el fin de que logren niveles aptos de adaptación al clima,
y las posibles plagas y enfermedades que proliferan a consecuencia de esto (Asmeret Asefaw Berhe,
2005). Un ejemplo claro en Colombia es el esfuerzo que hace Cenicafé (Centro de Investigación del
Café) con su investigación en plantas y variedades de café, generando cruces entre especies que
3 Una externalidad puede ser considerada como todo impacto, positivo o negativo, generado en la sociedad o
comunidades implicadas, que determina las condiciones de vida y decisiones que éstos actores puedan tomar.
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permiten obtener un café de mejor calidad y con alta resistencia a roya4 (Gast, 2015). Desde un punto
de vista social, la disponibilidad de recursos como alimentos y agua ha llevado a que en ciertas
regiones del mundo se lleven a cabo migraciones hacia centros con una mayor oferta de recursos,
generando aún más presión sobre el ecosistema y la biodiversidad que provee la región. A manera de
ejemplo, se presenta el caso de Irlanda y la hambruna generada por la escasez de papa donde debido
a la baja variabilidad de tipos de cultivo, la enfermedad “roya de la papa” devastó a gran escala todos
los cultivos, llevando a las poblaciones a moverse a regiones con mayor disponibilidad de alimentos
(Europapress, 2014).
En este sentido, es necesaria una articulación de políticas frente al cambio climático que induzcan a
las empresas y organizaciones de todo el mundo a generar una contabilidad sostenible, teniendo en
cuenta no solo factores financieros, sino también sociales y ambientales bajo la metodología “Triple
Bottom Line” (Fauzi, Svensson, & Rahman, 2010). La anterior metodología de costeo implica
considerar el desempeño social de la firma, el desempeño financiero y el desempeño ambiental,
entendido como el efecto en las comunidades o partes interesadas (stakeholders), la rentabilidad de
la empresa y el impacto ambiental que genera su actividad económica, respectivamente (Fauzi,
Svensson, & Rahman, 2010). Por éste método será posible internalizar costos con difícil
cuantificación, al mismo tiempo que se genera un valor agregado adicional para las comunidades al
integrarlas o incluirlas como un elemento esencial adicional dentro de la cadena de suministro
(Márquez, Reficco, & Berger, 2009), y por otro, mejorando las practicas operativas de las
organizaciones reduciendo su impacto ambiental o promoviendo causas entre sus partes interesadas
(stakeholders) y consumidores para mitigar el problema climático (Hoof, PML COMO
ESTRATEGIA DE COMPETITIVIDAD).
Factores como precipitación, humedad, velocidad del viento, duración de exposición al sol y la
evaporación han presentado cambios abruptos en las últimas décadas (Zhang, Zhang, & Chen, 2015).
Estas anomalías generan desequilibrios ambientales y ecológicos que comprometen la seguridad
alimentaria, reducción de la pobreza y conservación de recursos naturales, del mundo tanto en el corto
como en el largo plazo (FAO, 2010). Así pues, la agricultura al enfrentar dichos obstáculos requiere
de un mayor uso de fertilizantes, produciendo mayores presiones sobre recursos hídricos, extendiendo
la frontera agrícola hacia terrenos que no estaban pensados para dicha actividad. Por consiguiente,
los servicios ecosistémicos5 se encuentran cada vez más intervenidos por el hombre llegando a
modificar sus estados de resiliencia ambiental6, diversidad biológica7 y sostenibilidad8. Se dice que
dos tercios de los recursos provenientes de la naturaleza se encuentran en decaimiento
4 “La roya es una enfermedad del café ocasionada por el hongo Hemileia vastatrix, ataca principalmente las
plantaciones de las variedades Caturra, Catuaí, Bourbón, Typica, Pache y otras susceptibles. (…) Afecta hojas
maduras y cuando el ataque es severo puede también infectar hojas jóvenes provocando una intensa caída de
hojas y pérdidas en la producción.” (Asociación Nacional del Café, 2013) 5 Son todos los servicios que la humanidad obtiene de los ecosistemas. Estos servicios son de apoyo,
aprovisionamiento, regulación y cultura (Center for International Forestry Research , 2015) 6 Es la capacidad que tiene un ecosistema de recuperarse ante una perturbación o disturbio, como también la
resistencia ante presiones externas (Blanco, 2009). 7 Es toda forma de vida y tipos de adaptaciones posibles de organismos que habitan en la tierra (TECNUN,
2015). 8 Es un concepto aplicado a todo tipo de sistema que funcione y se mantenga estable en el tiempo sin generar
efectos adversos en otros procesos o sistemas.
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(MILLENNIUM ECOSYSTEM ASSESSMENT, 2015). Así pues, el cambio climático define las
actividades que las diferentes sociedades alrededor del mundo se dedican a realizar, mientras que el
hombre define los medios para obtener beneficio de éstas, sea consciente o inconsciente del entorno
que interviene. En añadidura, al observar el desarrollo y crecimiento económico que tendrán los países
a futuro se debe tener especial consideración por las condiciones climáticas, geográficas,
ecosistémicas y sociales con las que se contará en el largo plazo. El sistema compuesto por los
anteriores elementos posiblemente cambie su equilibrio y formas de interacción, por lo que las
condiciones presentes del entorno pueden ser muy diferentes, y en algunos casos, extremas para la
sostenibilidad de la vida como se conoce. Es posible ejemplificar lo anterior mediante la Gráfica 4.
Donde se observa en el diagrama izquierdo el cambio de equilibrio en el sistema determinado por un
límite presente en la naturaleza y las consecuencias indeterminadas del cambio en el equilibrio,
mientras que en el diagrama derecho se observa una disminución de la capacidad de la naturaleza de
recuperar el CO2 de la atmosfera, una vez el límite soportable por la naturaleza ha sido rebasado.
Gráfica 4. Resiliencia y capacidad regeneradora de los ecosistemas
Fuente: Revista Ecología y Sociedad, vol. 14, Límites Planetarios: Explorando el Espacio Operativo
Seguro para la Humanidad.
Seguidamente y de manera general para el caso colombiano, el Programa de las Naciones Unidas
para el Desarrollo (PNUD) evaluó los flujos de inversión requeridos (proyecciones a 2030) para llevar
a cabo un proceso adaptativo al cambio climático en el sector agropecuario analizando temas como
infraestructura y equipos, asistencia técnica y protección social, investigación y manejo de
información, políticas de fomento, y manejo y gestión de cultivos (PNUD, 2012). El anterior estudio
busca la aplicabilidad de estos protocolos, normativas y metodologías a las prácticas y operaciones
de las instituciones y organizaciones gubernamentales, empresas, e industrias, de modo que pueda
mitigarse el efecto del cambio climático sobre las actividades económicas actuales que lleva el ser
humano, desde una visión micro y macroeconómica. El PNUD también realizó un estudio sobre la
vulnerabilidad y posibles efectos generalizados que ocurrirán en el país en aspectos como salud,
recursos hídricos, sistemas costeros, y vivienda y asentamientos, entre otros, teniendo en cuenta las
proyecciones climáticas futuras que entran a determinar el funcionamiento y administración de la
nación (PNUD, 2010). En éste se especifican políticas y acciones concretas con el fin de adaptar a las
poblaciones, especialmente las más vulnerables, frente a los cambios climáticos que se pueden
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presentar a futuro. Más aún, se demuestra la importancia que tienen los ecosistemas dentro del
desarrollo de los centros urbanos y su actividad empresarial.
Los recursos naturales presentes en las regiones entran a determinar las posibilidades económicas de
crecimiento y desarrollo que un área pueda llegar a tener. Dentro de las actividades de adaptación que
deban llevarse a cabo, será imperativo para las instituciones y organismos estatales, empresas e
industrias, tener en cuenta prácticas alineadas con un desarrollo sostenible social y ambientalmente,
de modo que se mitigue el impacto del llamado “Antropoceno”9 en el medio ambiente. Estudios
similares han sido realizados por parte de la Organización para la Cooperación y Desarrollo
Económico (OECD) en evaluación y recomendaciones de política para el desarrollo de la agricultura
colombiana (OCDE, 2015). Lo anterior en relevancia a la vulnerabilidad presente en el agro del país
dado que no se ha concertado una reforma agrícola que permita organizar a ésta comunidad tan amplia.
El Centro Internacional de Agricultura Tropical (CIAT) determinó las estrategias de adaptación al
cambio climático teniendo en cuenta un panorama hasta el año 2050, donde se esperan aumentos de
temperatura y precipitación, acompañados por mayores plagas y enfermedades (Lau, Jarvis, &
Rámirez, 2013). De esta manera se permite al país prepararse en términos de “evaluaciones regionales,
investigación y desarrollo, y transferencia de tecnologías a los agricultores y capacitación en su uso”
(Lau, Jarvis, & Rámirez, 2013).
Por otra parte, desde un punto de vista cambiario la reciente depreciación del peso que ha registrado
“una caída del 31 por ciento en 12 meses al cierre del 13 de julio” (Jaramillo & Mehta, 2015)puede
generar un mayor flujo de ingresos al país, favoreciendo la producción nacional sobre productos
importados. Sin embargo, cabe aclarar que una devaluación del 9% no ha generado los efectos
esperados, gracias a que un dólar más costoso beneficia las exportaciones, donde al contrario se ha
presentado una caída en las exportaciones tradicionales y no tradicionales. De igual forma, el efecto
que la disminución en precios ha generado sobre las importaciones de caña de azúcar y sus derivados
un aumento, ya que las economías de escala, infraestructura y desarrollo industrial de países
competidores, permite ingresar estos productos a menor precio. Esto tiene directas consecuencias
sobre los productos nacionales, viéndose obligados a reducir precios, algunas veces por debajo de los
costos de producción que lleva a afectar las utilidades de ingenios y cultivadores (ASOCAÑA, 2014,
pág. 44).
El documento se encuentra dividido en una revisión de literatura, un marco empírico mostrando la
implementación del modelo, demarcando las herramientas y alcance del trabajo, un apartado de
resultados y limitaciones del estudio, y finalmente, las conclusiones.
1.1. Sector Azucarero en Colombia
Es entendido que la caña de azúcar, además de ser una materia prima esencial para la extracción y
producción de azúcar, se ha encontrado usos alternativos como fuentes energéticas por medio del
9 “El Antropoceno sería una nueva época de la Tierra, consecuencia del despliegue del sistema urbano-agro-industrial a escala global, que se da junto con un incremento poblacional mundial sin parangón histórico. Todo ello ha actuado como una auténtica fuerza geológica con fuertes implicaciones ambientales”. (Fernández Durán, 2011)
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bioetanol10. En Colombia, para el año 2013 se produjeron 21.56 millones de toneladas de caña de
azúcar, permitiendo producir de alcohol carburante cerca de “387 millones de litros, destinados a la
mezcla con gasolina en una proporción E8 (8% etanol, 92% gasolina)” (ASOCAÑA, 2015). Lo
anterior puede ser una oportunidad para que organizaciones del sector petrolero se dediquen a
implementar soluciones ambientalmente responsables, ya que al generarse una mezcla entre etanol y
gasolina se mejora la eficiencia del combustible, disminuyendo así el número la frecuencia de
compras por gasolina. Adicionalmente, se estarían generando un menor número de emisiones de gases
efecto invernadero a la atmosfera, contribuyendo a la mitigación del calentamiento global y el cambio
climático que le precede.
De acuerdo a la variedad de caña de azúcar más implementada en Colombia, esta es la Cenicaña
Colombia (CC) la cual ha surgido en la práctica del sector “que combinan la resistencia al carbón, la
roya y el mosaico, con una alta producción de caña y azúcar” (FAO). La planta puede llegar a tener
una altura de hasta tres y medio metros de coloración verde, amarilla, morada o roja, dependiendo de
la variedad. Las plantas cultivadas en Colombia permiten una amplia adaptación (rango de
temperaturas de 18 a 24˚C), lo cual reduce costos contribuyendo a la competitividad de la industria,
se logra obtener altos rendimientos (229,8 T/ha) y calidades excepcionales para la fácil extracción de
jugos con alto contenido de sacarosa, determinando la calidad del producto final procesado (FAO).
En este sentido, al obtener un cultivo de resistencia, alta productividad y eficiencia, es posible concluir
la oportunidad que representa para el sector azucarero el tener otras disposiciones y usos finales para
el cultivo como lo puede ser el uso como biocombustible, producto que se alinea con las necesidades
medio ambientales recientes. Por lo general, para la caña de azúcar se requieren de temperaturas altas
en su etapa de crecimiento y temperaturas bajas en su periodo de maduración, donde al presentarse
mayor diferencia entre estas temperaturas será más probable obtener jugos de alta pureza y mayor
rendimiento del azúcar (InfoAgro, 2015). Para que la planta se pueda mantener en su etapa de
maduración se requieren unas temperaturas mínimas que oscilan entre los 14 a 16˚C, mientras que en
su etapa de crecimiento las temperaturas requeridas deben oscilar entre 32 y 38˚C (InfoAgro, 2015).
Para la recolección de la cosecha dos métodos son posibles, por medio manual o de forma mecánica,
ambas posible de realizarse en verde (estado natural) o después de la quema (InfoAgro, 2015).
Usualmente se realiza la cosecha una vez se ha realizado la quema, proceso que libera más gases
efecto invernadero como el dióxido de carbono a la atmosfera al realizarse la combustión de material
orgánico. Además de la contaminación del aire generada por éste proceso, también se afecta la
fertilidad de los suelos ya que desaparecen microorganismos, reduciendo la materia orgánica
disponible (InfoAgro, 2015). Igualmente existe un efecto negativo sobre el nivel de sacarosa que la
planta puede albergar como consecuencia de las elevadas temperaturas a la cual se somete la caña de
azúcar (InfoAgro, 2015). El proceso de quema es realizado con el fin de “eliminar posibles impurezas
y aumentar el rendimiento productivo de las personas que están cosechando la caña de azúcar”
(InfoAgro, 2015).
Actualmente, el sector agroindustrial de caña de azúcar genera alrededor de 188 mil empleos directos
en cinco departamentos del territorio del Río Cauca, ocupando aproximadamente 350 mil familias en
10 Es producido por la fermentación de azucares contenida en materia orgánica. Este alcohol puede ser utilizado
como combustible, mezclándose con la gasolina convencional, mejorando su octanaje y rendimiento en los
motores.
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Colombia (Procaña, 2015). Añadiendo a lo anterior, en general el resto de la cadena productiva
alrededor del producto suple con trabajo aproximadamente a 2 millones de colombianos (ASOCAÑA,
2014, pág. 11). De lo anterior es posible observar la multiplicidad de actores involucrados e
interesados (stakeholders) que integran la cadena de suministro, haciendo evidente la dependencia de
éstos hacia la industria. Es relevante analizar los niveles de precios observados para el producto
debido al volumen de personas, industrias y negocios que dependen directamente de éste, además de
ser Colombia un precio aceptante (participación mundial de 1.1%), donde se ha evidenciado una caída
de precios a nivel mundial de productos y mercancías (commodities) debido a una contracción de la
demanda, especialmente por parte de China e India (ASOCAÑA, 2014, pág. 10). Así pues, dada la
numerosidad y características de los actores involucrados, será el reto para las empresas e ingenios
azucareros buscar mecanismos de mayor integración de actores interesados a la cadena de valor,
volviendo su mirada hacia negocios más inclusivos. Dichos negocios inclusivos pretenden generar
valor no sólo para la organización sino también para aquellos actores interesados en situación de
vulnerabilidad, mejorando su calidad de vida desde el empleo, nivel de ingresos, entorno ambiental,
educación, entre otros. Finalmente, al considerar la magnitud mundial de la industria azucarera,
dentro de los países que tienen mayor participación sobre la producción de caña de azúcar se
encuentran Brasil, India y la Unión Europea, quienes cuentan con actividades tecnificadas y amplios
terrenos permitiendo extraer grandes volúmenes del cultivo (ASOCAÑA, 2014, pág. 36). En
contraposición a los métodos y características productivas de Colombia, el país cuenta con una
variedad de caña de azúcar (Cenicaña Colombia) con altos estándares de calidad y productividad,
demostrando nuevamente la aptitud que los terrenos y condición climática representan para la
sostenibilidad del sector.
2. REVISION DE LITERATURA
Diferentes estudios a nivel mundial sobre las consecuencias del cambio climático en las condiciones
y actividades agropecuarias de distintos países revelan dos enfoques principales para lograr
determinar su impacto: función de producción y enfoque Ricardiano (Quispe, 2015). En otras palabras,
estos enfoques pueden ser catalogados como estructurales y espaciales, respectivamente (Hurd,
Adams, & Reilly, 1999). El primero de ellos determina variaciones en la producción, ya sea en niveles
agregados de producto por cultivo o en el rendimiento de toneladas por hectárea con respecto a
variables climáticas como temperatura y precipitación (Smit, Smithers, & Mc Nabb, 1996). El
segundo enfoque se basa en el cambio del valor económico de la tierra, teniendo en cuenta los precios
corrientes de cada tipo de cultivo, costos asociados a los insumos para el productor, y variables
climáticas como temperatura y precipitación, determinando variaciones en niveles de ingresos para
agricultores e industria (Mendelsohn & Seo, 2008). Ambos modelos incluyen variables
socioeconómicas como porcentaje de participación del cultivo en el PIB, PIB per cápita, área
cultivada, población rural, población económicamente activa ocupada, entre otras (Quispe, 2015).
Los anteriores enfoques permitirán realizar el estudio pertinente para la determinación de las
implicaciones en los rendimientos y producción de caña de azúcar para los departamentos de Valle
del Cauca y Cauca, al igual que las consecuencias económicas para la industria.
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Por otra parte, el IPCC ha determinado seis posibles escenarios reflejando condiciones hipotéticas
macro de variables como volumen de población, fuentes y recursos energéticos, condiciones
tecnológicas, crecimiento y desarrollo económico, y tendencias ideológicas (Intergovernmental Panel
on Climate Change, 2000). Por su parte, la Organización Mundial del Azúcar ha hecho uso de estos
escenarios con el fin de determinar futuras condiciones agrícolas para países con importantes niveles
de producción como Brasil, Sudáfrica, y Australia, y a nivel regional, el este de África (Organización
Internacional del Azúcar, 2013). El informe revela importantes efectos de los incrementos medios de
temperatura a nivel mundial (aproximadamente 1.5 grados centígrados) en regiones de cultivo de
caña de azúcar y remolacha, mejorando su rendimiento, aunque efectos adversos de dichos
incrementos podrían verse en fenómenos climáticos como sequías y huracanes con mayor frecuencia
e intensidad (Organización Internacional del Azúcar, 2013).
Por su parte, los fenómenos del Niño y la Niña también han presentado cambios importantes en su
comportamiento por lo que mayor atención ha sido requerida para contrarrestar sus efectos en
cosechas de grandes productores (Organización Internacional del Azúcar, 2013). Retomando los
escenarios planteados por el IPCC y utilizados en el anterior informe, se establecieron distintos rangos
para los incrementos previstos de temperatura, como se puede observar en la Tabla. 1. Los anteriores
rangos han permitido realizar proyecciones multimodales sobre el futuro de los cultivos más
importantes como el trigo, arroz y maíz, insumos principales para la alimentación humana y animal
que presentarían incrementos acelerados y abruptos en sus precios, dificultando la disponibilidad y
acceso a éstos (Nelson, y otros, 2010). Será de gran utilidad hacer uso de estos escenarios (B1 y A1FI)
con el fin de realizar comparaciones entre distintas situaciones y consecuencias hipotéticas, logrando
determinar escenarios futuros de la producción de caña de azúcar y las implicaciones para los
agricultores dedicados al cultivo en los departamentos del Cauca y Valle del Cauca.
Tabla 1. Valores previstos de incrementos globales de temperatura del IPCC
A manera de ejemplificar, distintos estudios sobre el impacto del cambio climático con enfoque
económico, político y social, realizados para Latinoamérica (Centro América y Sur América) se
pueden mencionar el aplicado para Nicaragua. En este se hace uso tanto el modelo de función de
producción como el modelo Ricardiano para determinar los efectos sobre la producción agropecuaria,
de cultivos (maíz frijol y café) y pecuaria, al igual que los efectos económicos para productores y la
economía en general (Ramirez, Ordaz, Mora, & Acosta, 2010). Se evidencia en éste diferentes niveles
óptimos de temperatura y precipitación para los cultivos específicos, mostrando rendimientos
marginales decrecientes en su producción (Ramirez, Ordaz, Mora, & Acosta, 2010). Estudios
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similares han sido realizados para Perú en el departamento de Puno sobre el rendimiento de la
producción agrícola de cultivos relevantes para la región como la papa, haba, quinua, cebada, trigo,
maíz y cañihua, teniendo en cuenta temperaturas máximas y mínimas promedio, niveles de
precipitación y variables socioeconómicas siendo estas aplicadas bajo una Función de Producción
(Quispe, 2015). Los resultados apuntan a que la temperatura máxima y la precipitación son
determinantes en el desarrollo de los anteriores cultivos (Quispe, 2015). En Costa Rica se evaluó el
impacto del cambio climático en los cultivos de frijol, maíz y café haciendo uso de un enfoque
Ricardiano y de una Función de Producción donde se buscó determinar niveles máximos de
temperatura y precipitación que pudiesen maximizar el rendimiento de cada cultivo (Ordaz, Ramirez,
Mora, Acosta, & Serna, 2010). Se encontró que las temperaturas y precipitación tienen efectos
positivos, en niveles moderados, que estimulan el rendimiento de los cultivos aunque se puede
presentar un efecto contrario cuando las variables climáticas sobrepasan el umbral que pueden
soportar los cultivos, determinando negativamente sus rendimientos (Ordaz, Ramirez, Mora, Acosta,
& Serna, 2010).
Para Colombia, diferentes estudios se han realizado para evaluar el impacto del cambio climático
sobre la seguridad alimentaria del país, al igual que el impacto que tendría a nivel social, económico,
político y ambiental. Como primera medida, de acuerdo a una tesis de maestría realizada en la
Universidad de los Andes por Daniel Jaramillo sobre los efectos del cambio climático en el factor
económico del cultivo de papa en Colombia (Jaramillo D. , 2012). Se esperan efectos positivos sobre
la producción y rendimiento del cultivo (aproximadamente un incremento en el rendimiento de hasta
0.5 Ton/ha) en el corto y mediano plazo teniendo en cuenta un incremento de temperatura entre 0.1˚C
y 1˚C (Jaramillo D. , 2012). Sin embargo, en el largo plazo los efectos serían negativos (se espera una
reducción aproximada en rendimientos del cultivo en 2 Ton/ha) considerando aumentos de
temperatura superiores a 1˚C (Jaramillo D. , 2012). Para el caso de la ciudad de Bogotá, se realizó un
estudio sobre el efecto de tres posible escenarios de cambio climático (A2, B2, A1B) en las
condiciones de precipitación, y temperaturas máximas y mínimas, evaluando posibles políticas
respecto al tratamiento del río Bogotá y abastecimiento de agua a la ciudad por sequias extremas a
futuro (año 2100) (Ruíz Murcia & De Jesús Escobar, 2012). El anterior estudio se basó en la
estacionalidad y probabilidades para diferentes comportamientos de las variables climáticas
temperatura y precipitación (Ruíz Murcia & De Jesús Escobar, 2012). De igual forma, en un estudio
realizado en México sobre la productividad del maíz dado el impacto del cambio climático, se hizo
uso de la metodología de efectos fijos y efectos aleatorios que se busca implementar en el presente
estudio (Villarroel, 2013). Para las estimaciones econométricas realizadas en el estudio fue más
pertinente hacer uso de una estimación por efectos fijos que por efectos aleatorios. En éste se confirma
la existencia de una relación no lineal entre la producción y rendimientos del maíz, con las variables
climáticas de temperatura y precipitación, revelando que en el corto plazo aumentos moderados de la
temperatura pueden incrementar la producción y rendimientos del cultivo (Villarroel, 2013). Por otro
lado, la reducción en los niveles de producción está determinado por el periodo del año en el que se
encuentre, donde en unos periodos pueden generarse pérdidas de entre 2.8% y 10.8% de la producción
de maíz, y en otro como invierno y otoño, pueden generarse pérdidas de entre 15,2% y 48,8%
(Villarroel, 2013).
12
Finalmente, el Ministerio de Agricultura y Desarrollo en colaboración con Organización de las
Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) ha creado un modelo de simulación
para evaluar el rendimiento de cultivos, en este caso, la caña de azúcar (en el valle geográfico del Río
Cauca) con respecto a la utilización del agua, denominado AquaCrop (Cortés Bello, 2013). Los
rendimientos agrícolas están determinados por las zonas de siembra (suelo, clima, cultivo y manejo)
y de igual forma las cantidades de agua que se suministren al cultivo, lo cual tendrá implicaciones en
el nivel de recuperación de azúcar (siendo mayor cuando el clima es seco, con poca humedad)
favoreciendo su acumulación (Cortés Bello, 2013). Los resultados del modelo revelan la importancia
que tienen el nivel o cuantía de riego y el potencial de fertilidad de los suelos sobre la producción de
tallos frescos de caña de azúcar, obteniendo mejores niveles y calidad de sacarosa sustraída del cultivo
(Cortés Bello, 2013). De igual forma se evidencia el impacto que tiene el cambio climático sobre los
rendimientos de los tallos de caña, ya que humedades extremas al inicio o final del ciclo vegetativo
del cultivo la afectan negativamente (Cortés Bello, 2013). Por otra parte, como estrategia adaptativa
al cambio climático se debe aumentar el nivel de riego del cultivo, llegando a un 50% más del
requerido para el periodo 1994-2010 si llegará a presentarse el escenario más crítico (A2) (Cortés
Bello, 2013). Como producto de los gases efecto invernadero y aumentos de temperatura, se encontró
que se puede producir un aumento en el rendimiento de caña de azúcar entre un 12% y 15% teniendo
una oferta tecnológica adecuada (Cortés Bello, 2013).
A modo de cierre, en Colombia se han realizado pocos estudios de impacto climático (variaciones en
temperatura y precipitación de acuerdo a escenarios planteados por el IPCC) en la producción de caña
de azúcar en los departamentos del Cauca y Valle del Cauca, por lo que será el aporte principal de
esta investigación a la literatura. Por su parte, el Departamento Nacional de Planeación (DNP) realizó
un informe sobre el impacto económico del cambio climático en Colombia, evaluando dentro de los
diferentes cultivos, la viabilidad y requerimientos que tendría el cultivo de caña de azúcar en la cuenca
del río Fraile (productor de aproximadamente 10% del cultivo total) en términos de su demanda de
riego (DNP, BID, 2014). La metodología utilizada fue por medio del Modelo de Equilibrio General
Computable de Cambio Climático para Colombia (MEG4C) desarrollado por el DNP, teniendo en
cuenta proyecciones climáticas de escenarios (postulados por IPCC) sobre viabilidad de recursos
hídricos, y la agregación de actividades como agricultura, ganadería, pesca, forestal y transporte,
analizando su interacción (DNP, BID, 2014). Los resultados concluyen que el cambio climático logra
desacelerar el crecimiento y desarrollo de la economía en general, disminuyendo la calidad de vida
de las comunidades (DNP, BID, 2014). Igualmente, el cambio climático logra condicionar las
actividades económicas, especialmente la agrícola, presentando incrementos pronunciados en el nivel
de precios de los alimentos, teniendo un efecto negativo en los hogares colombianos y más profundo
aún en los hogares pobres (DNP, BID, 2014).
3. DATOS
Las fuentes de información son: 1) para la variable dependiente, producción de caña de azúcar en
ambos departamentos, se obtuvo del Ministerio de Agricultura por medio de su Sistema de
Estadísticas Agropecuarias (Agronet) como un consolidado nacional de Estadísticas Agroforestales
por gremio. Para las variables independientes: 1) variables climáticas, temperatura (máxima y
13
mínima) y precipitación, el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales de
Colombia (IDEAM), 2) para las variables poblacionales por departamento se obtuvo del
Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) de la Estimación de Población (1985
– 2005) y Proyecciones de Población (2005 – 2020), 3) para las variables de crédito agropecuario
para pequeños productores por departamento se obtuvo la información del Banco Agrario por medio
de la plataforma Agronet. El método de estimación a utilizar será una regresión de Efectos Aleatorios
basado en el test de Hausman, donde se busca determinar los coeficientes asociados a las variables y
el nivel de diferencia entre los coeficientes hallados para ambos modelos, donde se encuentra que
los coeficientes para la regresión por Efectos Aleatorios son más adecuados y consistentes por encima
de los de Efectos Fijos.
4. MARCO EMPIRICO
El estudio podría valerse de dos tipos de enfoques utilizados ampliamente en la literatura para abordar
impactos de cambio climático en variados tipos de cultivo, aunque por limitaciones de disponibilidad
de información, únicamente se hará uso del enfoque sobre la función de producción.
La presente investigación busca explicar los efectos que tiene el cambio climático explicado en las
variables temperatura y precipitación sobre la producción de caña de azúcar en los departamentos de
Cauca y Valle del Cauca en Colombia, comprendiendo un periodo de análisis desde el año 2000 hasta
el 2013. La variables climática de temperatura será evaluada bajo dos escenarios de cambio climático
propuestos por el IPCC (A1F y B1). El enfoque se tomará del estudio realizado por Daniel Jaramillo
en el 2012 como tesis de maestría “Efectos económicos del cambio Climático sobre el cultivo de papa
en Colombia”. Ésta función toma como variable dependiente ya sea la producción (Ton) o
rendimiento (Ton/Ha) del cultivo con respecto a variables independientes como temperatura (mínima
media, máxima media), precipitación (milímetros), superficie cultivada (m2), y variables
socioeconómicas (ocupación, ingresos, nivel educativo, entre otros).
El modelo econométrico que se presentará basado en datos panel es el siguiente, teniendo en cuenta
que se aplicará para los departamentos de Cauca y Valle del Cauca con su respectiva información
poblacional, crediticia y climática. Lo anterior con la finalidad de determinar el efecto de variaciones
en la temperatura y precipitación sobre la producción de caña de azúcar para los departamentos,
logrando esclarecer la importancia del cambio climático en la actividad agrícola:
𝑌𝑖𝑡 = 𝛽𝑜 + 𝛽1𝑇𝑖𝑡𝑚𝑖𝑛 + 𝛽2𝑇𝑖𝑡𝑚𝑎𝑥 + 𝛽3𝑃𝑖𝑡 + 𝛽4𝑇𝑖𝑡𝑚𝑖𝑛2 + 𝛽5𝑇𝑖𝑡𝑚𝑎𝑥
2 + 𝛽6𝑃𝑖𝑡2 + 𝛽7𝐶𝑅𝐸𝐷𝑖𝑡 + 𝛽8𝑃𝑂𝐵𝑖𝑡
+ 𝜀
Donde,
𝑌𝑖𝑡 = 𝑅𝑒𝑛𝑑𝑖𝑚𝑖𝑒𝑛𝑡𝑜𝑠 𝑑𝑒 𝑐𝑎ñ𝑎 𝑑𝑒 𝑎𝑧ú𝑐𝑎𝑟 𝑝𝑜𝑟 𝑑𝑒𝑝𝑎𝑟𝑡𝑎𝑚𝑒𝑛𝑡𝑜 (𝑡𝑜𝑛𝑒𝑙𝑎𝑑𝑎𝑠)
𝑇𝑖𝑡𝑚𝑖𝑛 = 𝑇𝑒𝑚𝑝𝑒𝑟𝑎𝑡𝑢𝑟𝑎 𝑚í𝑛𝑖𝑚𝑎 𝑚𝑒𝑑𝑖𝑎 𝑝𝑜𝑟 𝑑𝑒𝑝𝑎𝑟𝑡𝑎𝑚𝑒𝑛𝑡𝑜 (𝑔𝑟𝑎𝑑𝑜𝑠 𝑐𝑒𝑛𝑡í𝑔𝑟𝑎𝑑𝑜𝑠)
𝑇𝑖𝑡𝑚𝑎𝑥 = 𝑇𝑒𝑚𝑝𝑒𝑟𝑎𝑡𝑢𝑟𝑎 𝑚á𝑥𝑖𝑚𝑎 𝑚𝑒𝑑𝑖𝑎 𝑝𝑜𝑟 𝑑𝑒𝑝𝑎𝑟𝑡𝑎𝑚𝑒𝑛𝑡𝑜 (𝑔𝑟𝑎𝑑𝑜𝑠 𝑐𝑒𝑛𝑡í𝑔𝑟𝑎𝑑𝑜𝑠)
𝑃𝑖𝑡 = 𝑃𝑟𝑒𝑐𝑖𝑝𝑖𝑡𝑎𝑐𝑖ó𝑛 𝑚𝑒𝑑𝑖𝑎 𝑝𝑜𝑟 𝑑𝑒𝑝𝑎𝑟𝑡𝑎𝑚𝑒𝑛𝑡𝑜 (𝑚𝑖𝑙𝑖𝑚𝑒𝑡𝑟𝑜𝑠)
𝐶𝑅𝐸𝐷𝑖𝑡
= 𝐶𝑟𝑒𝑑𝑖𝑡𝑜𝑠 𝑎𝑔𝑟í𝑐𝑜𝑙𝑎𝑠 𝑜𝑡𝑜𝑟𝑔𝑎𝑑𝑜𝑠 𝑝𝑜𝑟 𝑑𝑎𝑝𝑎𝑟𝑡𝑎𝑚𝑒𝑛𝑡𝑜 𝑑𝑒𝑓𝑙𝑎𝑐𝑡𝑎𝑑𝑜𝑠 ℎ𝑎𝑐𝑖𝑒𝑛𝑑𝑜 𝑢𝑠𝑜 𝑑𝑒𝑙 𝐼𝑃𝐶 (𝑚𝑖𝑙𝑙𝑜𝑛𝑒𝑠 𝑑𝑒 𝑝𝑒𝑠𝑜𝑠)
14
𝑃𝑂𝐵𝑖𝑡 =
𝑃𝑜𝑏𝑙𝑎𝑐𝑖ó𝑛 𝑛𝑜 𝑝𝑒𝑟𝑡𝑒𝑛𝑒𝑐𝑖𝑒𝑛𝑡𝑒 𝑎 𝑙𝑎 𝑐𝑎𝑏𝑒𝑐𝑒𝑟𝑎 𝑚𝑖𝑛𝑢𝑐𝑖𝑝𝑎𝑙 𝑝𝑜𝑟 𝑑𝑒𝑝𝑎𝑟𝑡𝑎𝑚𝑒𝑛𝑡𝑜 (𝑛ú𝑚𝑒𝑟𝑜 𝑑𝑒 ℎ𝑎𝑏𝑖𝑡𝑎𝑛𝑡𝑒𝑠)
Los valores cuadráticos de las variables climáticas hacen referencia a los efectos marginales
decrecientes que se pueden presentar en las variables climáticas como precipitación y temperatura.
Adicionalmente, el sufijo 𝑖 hace referencia a 1 si el departamento es Cauca y 2 si el departamento es
Valle del Cauca, mientras que el sufijo 𝑡 hace referencia a los diferentes años considerados, de 2000
a 2013.
El modelo presenta como supuestos que los créditos no tendrán efecto inmediato en la producción de
ese año en el que son otorgados. Lo anterior como la posible existencia de un rezago en dicha variable
ya que los créditos suelen tener efecto sobre las producciones y cultivos venideros, donde pueda verse
realmente una inversión productiva del dinero que incentive e incremente el producto final. Por tanto,
para el modelo se presentará la variable créditos de manera rezagada y haciendo uso de la deflactación
para obtener valores reales del mismo.
Debido a la falta de información actualizada sobre la producción de caña de azúcar para cada
departamento, no fue posible tener una variable de producción observada. Lo anterior implicó generar
la variable tomando la producción nacional agregada anualmente para el cultivo y multiplicando por
el nivel de participación del departamento sobre la producción de caña de azúcar, dato que si era
conocido en la base de datos de Agronet. Éste dato presentaba una dificultad ya que del año 2002 al
2006 habían irregularidades en el registro de éste, debido a que la participación observada en el 2001
era de 19.16% que pasaba al año 2002 con una ponderación de 1.71%, manteniendo la participación
entre 1.71% y 1.83%, hasta el año 2006. Con el fin de arreglar ésta anomalía se aplicó el método de
pronóstico Media Móvil Ponderada otorgando un peso de 0.75 al periodo anterior y 0.25 al anterior
a éste, logrando determinar de cierto modo niveles representativos de participación por departamento
en el agregado nacional de producción de caña de azúcar.
Por otra parte, se tomó la información climática de dos estaciones meteorológicas por cada
departamento. Para el departamento del Valle del Cauca se tomaron las estaciones de Universidad del
Valle (municipio de Cali, cabecera) e Ingenio Riopaila (municipio de El Zarzal), y para el
departamento del Cauca se tomaron las estaciones de Universidad de Nariño (municipio de
Mercaderes) y La Sierra (municipio de La Sierra). Éstas fueron escogidas gracias a que ofrecían la
información más completa y actualizada hasta el momento, además de incluir los años y las
observaciones requeridas para el análisis.
Igualmente para el análisis se asume que las variables que definen el cambio climático y la
productividad de los cultivos, en este caso de caña de azúcar, se agrupan en temperatura y
precipitación sin tener en consideración el resto de variables climáticas como humedad relativa,
velocidad del viento, brillo solar y evaporación. Las anteriores sumadas a las añadidas en el estudio
deben ser consideradas como un sistema, donde cada una tiene implicaciones sobre otras
características del clima, por lo que igualmente es difícil encontrar esta relación. Por ejemplo, al
observar la Tabla 2. se puede afirmar la relación inversa que existe entre temperatura y producción
de caña de azúcar, permitiendo concluir que ante aumentos de la temperatura la producción del cultivo
podría verse perjudicada.
15
Tabla 2.
Fuente: Cálculos propios
Así como uno de los supuestos es la no inclusión de rezagos en la variable de créditos al sector
agrícola, esto presenta de igual forma una limitación para el modelo. Los efectos que puedan tener
los créditos no son inmediatos, estos son visibles en el corto plazo y por tanto los resultados obtenidos
pueden no ser los esperados, a pesar de que los créditos si tengan un efecto positivo sobre la
productividad del cultivo y el sector en general. Sumado a lo anterior, ésta variable presentó la mayor
limitación para el estudio ya que no se contaba con información relevante fuera del periodo 2000 –
2013, por lo que debió acotarse el análisis para dicho rangos de años. De otro modo, el resto de
variables incluidas en el modelo presentaban suficientes observaciones (25 observaciones) con el fin
de realizar regresiones con mayor profundidad y robustez. Seguidamente, para lograr incluir dicha
variable adecuadamente dentro del modelo, se deflactó su valor nominal para obtener un valor real
de los créditos haciendo uso del Índice de Precios al Consumidor tomando como año base el 2008.
Como otra limitación del modelo se encuentran determinadas por una omisión de variables climáticas
como humedad relativa, velocidad del viento, brillo solar y evaporación. En este sentido es importante
aclarar que los procesos fisicoquímicos de la atmosfera y superficie se encuentran todos interactuando
en un mismo sistema, por lo que una mayor integración de variables y su respectivo funcionamiento
holísticos es necesario. Además, existen variables socioeconómicas que pueden permitir evaluar un
modelo más robusto como lo pueden ser los costos de insumos, específicamente los fertilizantes y
plaguicidas, y el nivel educativo de los productores (especialmente de los pequeños).
Por otra parte, el modelo no tiene la capacidad de mostrar ni capturar la adaptación al cambio
climático, es decir, la manera en que los cultivos y las prácticas a nivel agrícola están presentando
mejoras o adaptaciones ante futuras variaciones climáticas no esperadas, por lo que es un
cuestionamiento relevante a realizarse para futuras investigaciones. Así pues, los escenarios de
cambio climático
Seguidamente, la estimación por Mínimos Cuadrados Ordinarios no soluciona la estacionalidad en
las series de tiempo evaluadas (teniendo en cuenta que las temperaturas y precipitaciones suelen
comportarse por estaciones a nivel anual). Este método de estimación tampoco captura el
comportamiento dinámico que tienen tanto las variables climáticas como las poblacionales.
5. RESULTADOS
De acuerdo a las estadísticas descriptivas obtenidas para las variables implicadas en el análisis, se
puede observar en la Tabla 3. la descripción de los datos para el departamento del Cauca. Se encontró
que la producción media de la región es de 16’500,000 Ton de caña de azúcar, con una desviación
estándar de 1’088,560 Ton. Por otro lado, de acuerdo a los créditos otorgados al sector agrícola en el
departamento se encontró que en promedio la cifra es de 36,598.64 millones de pesos, los cuales
16
estarían beneficiando aproximadamente a 790,740 habitantes en la zona rural. Adicionalmente, se
observa una temperatura máxima promedio de 33.08 grados centígrados con una desviación estándar
de 1.74 grados centígrados. En contraste, para las temperaturas mínimas se obtuvo un valor medio de
14.21 grados centígrados con una desviación estándar de 0.91 grados centígrados.
Tabla 3. Estadísticas Descriptivas para las variables en el departamento del Cauca
Fuente: Cálculos propios
Seguidamente, teniendo en cuenta las estadísticas descriptivas de la Tabla 4. para las variables
descritas en el departamento del Valle del Cauca se pueden realizar las siguientes conclusiones. La
producción de caña de azúcar en promedio fue de 3’949,421 Ton con una desviación estándar de
430,599 Ton. Además, de los créditos otorgados al departamento, en promedio se obtuvo un valor de
42,238 millones de pesos, con una desviación estándar de 22,088.5 millones de pesos. Por otro lado,
la población rural en promedio para el departamento equivale a 570,714 habitantes aproximadamente.
Adicionalmente, de la temperatura máxima promedio calculada se obtuvo un valor de 35.10 grados
centígrados con una desviación estándar de 0.96 grados centígrados. Por el contrario, en la
temperatura mínima se obtuvo un valor medio de 15.33 grados centígrados con una desviación
estándar de 0.89 grados centígrados.
Tabla 4. Estadísticas Descriptivas para las variables en el departamento del Valle del Cauca
Fuente: Cálculos propios
Inicialmente al realizar las regresiones se encontró que variables como créditos al sector agrícola por
departamento generaba “ruido” en el modelo, por lo que algunos de los signos esperados eran
17
incongruentes con la teoría. Al realizar variaciones del modelo, ésta variable continuaba generando
el mismo efecto sobre los signos esperados y los coeficientes. Seguidamente, con el fin de corregir el
comportamiento anteriormente descrito, se generó una variable de créditos con efecto rezagado
aunque ésta no fue de utilidad y continuaba produciendo inconsistencias en el modelo, además de
encontrar que su signo esperado siempre era negativo cuando en teoría debería ser positivo. Por otra
parte, al visualizar realmente los determinantes del cambio climático, se optó por incluir únicamente
en el modelo la variable de temperatura máxima debido a que la significancia individual para la
precipitación y su término cuadrático era nula, además de ser la temperatura el elemento principal
dentro del calentamiento global, que acarrea distintos efectos en el cambio climático.
Con el fin de determinar cuál método de regresión era mejor entre efectos fijos y efectos aleatorios
para analizar el modelo, se realizaron ambas regresiones para posteriormente aplicar el test de
Hausman. Éste permite determinar si existen diferencias significativas entre los coeficientes
encontrados para ambos tipos de metodologías. Ahora bien, teniendo en cuenta los resultados
obtenidos para ambas regresiones, se concluyó que las variables significativas para la metodología
por efectos aleatorios fueron la temperatura máxima TempMax (0.004) y su valor cuadrático
TempMax2 (0.004), y la población rural como proxy del empleo agrícola (0.000) (Tabla. 5).
Asimismo, los signos esperados para las variables concuerdan con la teoría. Por un lado, la población
rural como proxy del empleo agrícola tiene un efecto positivo en la producción, ya que a mayor mano
de obra es posible aumentar y expandir la producción de caña de azúcar. Además, para la variable de
temperatura máxima se encontró que es positivo dado que aumentos en la temperatura puede
incrementar la productividad del cultivo, mientras que su valor cuadrático evidencia un efecto
negativo una vez el límite soportable de temperatura para la caña de azúcar es superado.
Seguidamente, del análisis realizado por efectos fijos únicamente las variables de temperatura
máxima TempMax obtuvo un valor significativo (0.036), al igual que su valor cuadrático TempMax2
(0.037) dentro del modelo con un 95% de confianza (Tabla. 6).
Tabla 5. Regresión por efectos aleatorios
Fuente: Cálculos propios
18
Tabla 6. Regresión por efectos fijos
Fuente: Cálculos propios
Con los anteriores resultados fue posible realizar el test de Hausman, determinando cual metodología
ofrece los coeficientes con mayor precisión. Como se puede observar en la Tabla 7. la hipótesis nula
de la prueba plantea que tanto los coeficientes obtenidos en la regresión por efectos fijos como la
regresión por efectos aleatorios no plantea diferencias sistemáticas significativas. De acuerdo con el
valor de la prueba chi – cuadrado (0.3184) se concluye que no existen evidencia estadística suficiente
para rechazar la hipótesis nula, por lo que no puede afirmarse que exista una diferencia significativa
entre los coeficientes obtenidos por efectos fijos y efectos aleatorios. Por tanto, el modelo que se
trabajará será bajo efectos aleatorios.
Tabla 7. Test de Hausman
Fuente: Cálculos propios
De los resultados obtenidos se afirma que los signos esperados para las variables de temperatura
máxima, y población, las cuales mostraron una correlación positiva con la producción de caña de
19
azúcar. Es decir, que ante aumentos de la temperatura máxima en un grado centígrado, el cultivo de
caña de azúcar aumenta en sus niveles de producción en aproximadamente 13.6 millones de toneladas
a nivel agregado en ambos departamentos, lo que equivale a un 50% de la producción nacional para
el año 2013 (ASOCAÑA, 2014). De igual forma, ante aumentos en un individuo en la población rural
como proxy del empleo agrícola, el cultivo presenta un incremento en su producción de 74.87 Ton a
nivel agregado en ambos departamentos, Cauca y Valle del Cauca. Por otra parte, al analizar el
término cuadrático de la temperatura máxima, se encontró que ante aumentos de 1 grado centígrado
en la temperatura, la función de producción reduciría su pendiente en 113,193.2 Ton a nivel general.
Con el fin de evaluar los distintos impactos que tendría la variación en la temperatura máxima, se
tomarán dos escenarios de cambio climático estipulados por el IPCC. Por un lado se tomará el
escenario B1, el cual se caracteriza por ser una economía enfocada en las tecnologías de información
y servicios, con reducciones en el consumo de materiales y la introducción de tecnologías limpias, de
modo que los recursos sean usados de manera eficiente. En otras palabras, se comprende lo que es
entendido como la sostenibilidad social, ambiental y económica, la cual estaría permeando la
estructura y dinámicas de empresas, industrias y gobiernos, de modo que pueda generarse un valor
compartido. El escenario B1 plantea que habrá un probable incremento de las temperaturas globales
de aproximadamente 1.8˚C.
Por otro lado, se tomará el escenario más pesimista de la agrupación A1, el cual es denominado A1F1.
Éste se caracteriza por un rápido crecimiento económico, creación e introducción de tecnologías
innovadoras y más eficientes, acompañadas por una disminución en las diferencias regionales
culturales. La fuente de energía que predomina en éste escenario continuo siendo a base de origen
fósil, como lo es actualmente el carbón y petróleo, principalmente. El escenario A1F1 plantea que
habrá un probable incremento de las temperaturas globales de aproximadamente 4˚C.
Escenario B1
Tabla 8. Regresión por efectos aleatorios (escenario B1)
Fuente: Cálculos propios
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De la anterior tabla se pueden identificar cuatro variables significativas. Por un lado, se encuentra la
población rural como proxy del empleo agrícola para cada departamento (0.000), por otro lado se
encuentran la temperatura máxima TMaxB1 (0.004) a la cual se le sumó un promedio de incremento
de temperatura de 1.8 ˚C, y posteriormente se obtuvo su valor cuadrático TMaxB12 (0.004).
Nuevamente, al igual que en las anteriores estimaciones, las variables obtienen signos esperados
acordes con la teoría. Al ser estas variables significativas, se puede concluir que ante aumentos en
una unidad sobre la población rural, la producción podría incrementar en 74.87 Ton de caña de azúcar.
Igualmente, ante aumentos en un grado centígrado sobre la temperatura máxima bajo el escenario
climático B1, la producción podría aumentar en 14’300,000 Ton de caña de azúcar de manera
agregada para ambos departamentos productores. En otras palabras, aumentos en la temperatura sí
podrían traer en el corto plazo beneficios en los niveles de producción agregados de caña de azúcar,
incrementando los rendimientos del cultivo y los beneficios para productores. Sin embargo, cabe
añadir que si bien habría en el corto plazo un aumento en la productividad de la tierra, en el mediano
y largo plazo la temperatura continuaría en ascenso por lo que se evidencia en el coeficiente del valor
cuadrático de la temperatura máxima obtenido en la regresión un valor negativo. Éste valor indica
que ante aumentos de la temperatura por fuera de los límites soportables del cultivo de caña de azúcar,
habría un detrimento en la productividad y el rendimiento del mismo en aproximadamente 198,915.5
Ton por cada grado centígrado que aumente la temperatura de la atmosfera. Finalmente, se obtuvo un
resultado significativo para los créditos otorgados al sector agrícola creditosreal (0.021) aunque su
signo esperado no concuerda con la teoría, generando inconsistencias en interpretación del respectivo
coeficiente.
Con respecto a los resultados encontrados anteriormente, es decir, en la situación actual sin incluir un
escenario climático, la magnitud del efecto que tendría la temperatura es superior en el caso del
escenario B1 con respecto a la actualidad. En este sentido, ante aumentos de la temperatura por fuera
de los límites soportables, el cultivo de caña de azúcar se vería cada vez más afectado. Por la razón
anterior deben tomarse medidas que logren mitigar el efecto que los cambios en la temperatura puedan
tener en la producción de caña de azúcar y los ingresos que se perciben de esta actividad. Si existe un
efecto sobre la producción habrá necesariamente un efecto sobre el PIB nacional, además de verse
las condiciones de vida en el campo cada vez más complicadas y difíciles de mediar.
21
Escenario A1F1
Tabla 9. Regresión por efectos aleatorios (escenario A1F1)
Fuente: Cálculos propios
De la anterior tabla se puede concluir que existen cuatro variables significativas, las mismas que en
el anterior escenario climático se evidenciaron. Por un lado la población rural (0.000), y por otro la
temperatura máxima TMaxA1 (0.004) la cual incluye el incremento de temperatura previsto por el
IPCC de 4 ˚C, y su valor cuadrático TMaxA12 (0.004). De las anteriores variables significativas se
puede concluir que ante aumentos de la población rural en una unidad, la producción de caña de
azúcar podría incrementar en 74.87 Ton a nivel agregado para ambos departamentos. Adicionalmente,
Ante aumentos de la temperatura máxima de un grado centígrado, la producción de caña de azúcar
podría verse beneficiada al aumentar su cantidad producida en 15’100,000 Ton. Nuevamente puede
evidenciarse y comparar con la teoría el efecto que tendría el aumento de la producción en el corto
plazo, aunque es posible que el modelo no se encuentre integrando completamente el efecto climático
de la temperatura sobre la producción de caña de azúcar debido a que con un incremento de cuatro
grados centígrados, ya es una temperatura muy elevada para el cultivo. Por otra parte, el valor
cuadrático permite evidenciar nuevamente que una vez se pasa el límite de temperatura soportable
del cultivo de caña de azúcar, el efecto sobre la producción y el rendimiento es negativo. En otras
palabras, la pendiente de la curva de producción decae generando un decrecimiento en la producción
de 198,916.5 Ton, que si bien no es en gran medida superior al valor encontrado para la temperatura
máxima cuadrática del primer escenario (B1), se evidencia que su magnitud está en aumento.
Finalmente, al igual que en los anteriores modelos se puede concluir que la variable significativa
créditos al sector agrícola creditosreal (0.021) se contraría con la teoría económica por lo que su
interpretación dificulta el entendimiento de su interacción en el modelo.
22
6. CONCLUSIONES
6. 1. Modelo
A modo de conclusión se puede afirmar que los incrementos en la temperatura van a tener
repercusiones en la producción de alimentos para el sector agrícola. Como se pudo evidenciar en el
análisis realizado, el aumento de la temperatura bajo cualquier escenario climático afecta
negativamente de manera marginal la productividad y rendimientos de la caña de azúcar en éste caso.
Sin embargo, inicialmente podría pensarse en un favorecimiento de las condiciones para la siembra
del cultivo, donde el incremento de la temperatura podría mejorar la producción y consecuente
rendimientos del mismo. Por otra parte, el aumento en la mano de obra puede traer beneficios para la
producción de caña de azúcar, ya que ante la existencia de una mayor población rural dispuesta a
trabajar, se pueden crear los espacios adecuados para que estas entren en la cadena productiva del
cultivo de caña de azúcar. A manera general, entendiendo el efecto marginal negativo que acompaña
los aumentos de temperatura, y ésta, acompañada por fenómenos climatológicos, en algunos casos
extremos, pone una barrera para el aseguramiento del aprovisionamiento de alimentos en el largo
plazo para una población en continuo crecimiento.
8. RECOMENDACIONES
Como primera medida, para siguientes estudios debe tenerse en cuenta en mayor medida la
multiplicidad de variables climáticas que afectan el entorno y determinan las condiciones de
producción, en este caso, para el cultivo de caña de azúcar. Lo anterior para dar la respectiva
importancia a tender el clima como un sistema interconectado de elementos cuyas interacciones son
difíciles de modelar, limitando la capacidad de proyectar posibles escenarios climáticos y los
impactos que surtirán tanto en la población como en las actividades económicas.
Por otra parte, deberá darse un tratamiento más adecuado a la variable de créditos otorgados al sector
agrícola con el fin de evidenciar realmente el efecto positivo que tiene al incentivar la
industrialización y mejoramiento técnico de la producción de caña de azúcar. En este mismo sentido,
debe hacerse un esfuerzo de integrar otras variables relevantes como el precio a los insumos,
especialmente los fertilizantes y plaguicidas, información que fue difícil de obtener dadas las
limitantes en las bases de datos nacionales.
Adicionalmente, es importante tener en cuenta las condiciones socioeconómicas de los núcleos
familiares rurales que se dedican a la producción de éste cultivo, agregando variables como ingresos
promedio, gastos, nivel educativo, entre otros. Lo anterior debido a la relevancia que tienen estas
variables ante posibles acciones de adaptación, implementación y aprendizaje sobre nuevas
tecnologías verdes, entre otras.
Finalmente, de acuerdo a los datos obtenidos para la variable producción es importante fortalecer a
nivel de las instituciones encargadas la calidad de los datos y la información que suministran. Dadas
las dificultades que presentó el tratamiento de esta variable, es necesario buscar fuentes confiables de
información ya que las que actualmente se encuentran disponibles varían en los datos que manejan,
e igualmente se encuentran incompletos en algunos casos.
23
9. DISCUSIÓN
Es posible afirmar que es necesaria una política de adaptación al cambio climático por parte del
gobierno nacional, de modo que puedan otorgarse las herramientas, conocimientos y tecnologías
necesarias para contrarrestar el efecto que tendría el cambio climático sobre la oferta de alimentos.
Lo anterior también tiene efecto sobre la calidad de vida de los agricultores, quienes en Colombia se
encuentran en estado de vulnerabilidad teniendo en cuenta su nivel educativo, fuente de ingresos, tipo
de vivienda, acceso a salud y pensiones, entre otras, como consecuencia a una falta de reforma agraria
en el país. Ante un cambio climático que empieza a modificar las condiciones de vida de las
comunidades en las distintas regiones del país, donde existen diferentes pisos térmicos y zonas
aisladas de microclimas, los esfuerzos e inversiones requeridas para la adaptación sobre aumentos en
las temperaturas medias globales de la atmosfera se tornan aún más relevantes. Adicionalmente, no
es únicamente pensar en las medidas para mitigar el efecto sino realizar un cambio estructural en las
bases de las empresas y las industrias desde sus modelos extractivos de recursos naturales hasta el
valor agregado que buscan crear y transmitir a los consumidores. En otras palabras, al realizar un
proceso de transformación hacia la sostenibilidad de procesos internos y externos – sociales y
ambientales - en las organizaciones buscando una producción más limpia y la implementación de
buenas prácticas, se puede ejemplificar el efecto deseado que deben tener las organizaciones como
actores civiles en la sociedad. Al promover éste tipo de políticas y prácticas a nivel de las empresas e
industrias, es posible generar un efecto agregado sobre los principios y valores que deben promoverse
en la sociedad para conectar más al ser humano con la naturaleza que interviene con tanta energía
para su usufructo. Es importante cubrir las necesidades básicas pero entender la manera en que la
economía de mercado ha llevado a las comunidades a tornarse sociedades de consumo donde el status
y estilo de vida viene supeditado por la capacidad adquisitiva de bienes materiales.
De manera paralela a éste producto, muchos otros bienes de la canasta básica familiar también podrían
verse disminuida su producción y abastecimiento al mercado debido a los cambios abruptos en el
clima.
Desde el punto de vista de los Ingenios Azucareros, es importante que se lleven a cabo las medidas
preventivas y adaptativas frente a las condiciones cambiantes de las variables climáticas necesarias
para asegurar la oferta de caña de azúcar en un futuro. Es necesario realizar las inversiones pertinentes
a nivel del fortalecimiento de los cultivos en la medida en que puedan aportar recursos para la
investigación realizada por Cenicaña, con el fin de obtener variedades de caña de azúcar de mayor
resistencia ante variaciones abruptas de las condiciones ambientales. De igual forma, como se
mencionó anteriormente, será necesario implementar procesos y metodologías de mejores prácticas
y producción más limpia con el fin de empezar a disminuir la huella ecológica que actividades
económicas productivas puedan afectar al medio ambiente.
Por otra parte, teniendo en consideración la carencia de una reforma agraria que acople los derechos,
deberes, procesos y normativas asociadas a la organización y estructuración del sector agrícola, es
necesario que las organizaciones implementen modelos de negocio inclusivos. En otras palabras, las
propuestas de valor de empresas e industrias que operan en el sector agrícola colombiano deben estar
encaminadas a desarrollar las instituciones necesarias para mejorar la calidad de vida de los
campesinos del país, entendiendo a éstos como un stakeholder más dentro de la cadena de valor
24
presente. Lo anterior puede ser aplicable al caso de caña de azúcar analizado en ésta investigación,
donde fue posible entender la magnitud del impacto de la producción del cultivo en las familias
campesinas asociadas, dado el número elevado de familias dependientes económicamente del cultivo,
al igual que todo el resto de eslabones dentro de la cadena de valor.
Finalmente, teniendo en cuenta que los aumentos en la temperatura vienen dados por los incrementos
de gases efectos invernadero en la atmosfera como lo son el dióxido de carbono y el metano, es
importante disminuir las emisiones de éstos compuestos en el ambiente. Actividades agrícolas como
la ganadería es la que más emisiones de metano genera en la atmosfera, presentándose dicho gas
como tres veces más potente y dañino para la capa de ozono que el dióxido de carbono. Además, es
importante tener en consideración que el aumento de la temperatura que se registra actualmente ha
llevado al derretimiento acelerado de glaciares, agotando fuentes hídricas de manera acelerada e
incrementando los niveles del océano de una manera peligrosa para la continuidad de la vida en las
costas donde se ubican dos tercios de la población mundial. Además de la población que vive en las
zonas costeras, gran parte de la biodiversidad de los océanos, junto con las especies de animales
marinos que consume el hombre se encuentran en éstas regiones por lo que su existencia podría verse
gravemente afectada. Otro problema del derretimiento de los glaciares es que todos tienen en las
partes profundas del hielo, metano congelado el cual es liberado de manera gradual y no ha sido
ampliamente considerado en los estudios climáticos sobre temperatura.
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