Identidad y Proyecto UniverIdentidad en El Alto (UPEA).Aramayo,Herrera 2006
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Identidad y proyecto universitario:
La Universidad Pública de El Alto
¿Un instrumento de educación y rebelión?
Lucia Aramayo
Antonieta Herrera **
Creada como ciudad autónoma en 1988, la ciudad de El Alto se constituyó
entre el año 2000 y 2003 en un escenario importante de los cauces de la
conflictividad vivida en Bolivia. La dinámica del precario desarrollo urbano y la
significativa concentración de pobreza no es suficiente para explicar el
surgimiento de la ciudad de El Alto y el protagonismo que adquieren sus
movimientos sociales en la política nacional, sobre todo en momentos de
intensa conflictividad, entendiendo que previsiblemente la conflictividad es una
estrategia de potenciamiento organizativo y de acumulación de fuerza.
En ese contexto la Universidad Pública de El Alto (UPEA) ha jugado un rol
importante como portadora de consignas respecto a la identidad política de El
Alto, siendo este papel el que en última instancia da lugar a su consolidación
como casa de estudios. Sin embargo la creación de la UPEA ha sido
controversial y su existencia ha requerido de una acción y movilización
colectivas constantes. Con la intención de contribuir a una reflexión mayor
sobre el significado que adquiere la existencia de la UPEA en el imaginario
colectivo como parte del intento de la ciudad de El Alto por lograr una identidad
y su autonomía plena, en el presente trabajo se pretende analizar los móviles
de la creación de la UPEA.
La investigación realizada hasta ahora nos permite plantear que la UPEA
surge de la búsqueda de un instrumento para contrarrestar la subordinación y
exclusión para así “salir del engaño”.
Estudiante de último semestre de la carrera de Ciencias Políticas de la Universidad Católica Boliviana. La Paz - Bolivia.
** Estudiante del tercer año de la carrera de Antropología de la Universidad Mayor de San Andrés. La Paz - Bolivia.
En este contexto la existencia de la Universidad adquiere un carácter
contestatario ya que abre la posibilidad de que el poder tradicional, basado en
el monopolio del conocimiento y su manipulación, se desmorone conforme los
dominados rompen el monopolio.
Metodológicamente se recurrió a revisión de información secundaria
(documentos no impresos, libros y artículos de periódicos), a análisis
estadístico de cifras oficiales, a entrevistas semi-estructuradas a grupos
estudiantiles de los diferentes niveles académicos, a docentes y personal
administrativo de la Universidad. También se realizaron entrevistas dirigidas a
intelectuales alteños que de una u otra manera estuvieron relacionados con la
UPEA desde la producción académica y desde los medios de comunicación de
El Alto.
En este trabajo empezaremos por abordar de manera general las
características de la ciudad de El Alto, su dinámica económica, su estructura
urbana, la identidad del alteño y los marcos institucional y organizativo de la
misma. Luego se desarrollará el proceso histórico de la formación de la casa
superior de estudios UPEA, tomando en cuenta que este proceso tiene tres
momentos importantes que son: su fundación, la lucha por la autonomía y la
confrontación con la UMSA por presupuesto. Finalmente se discutirán los
posibles paralelos y relaciones entre la búsqueda de autonomía de la ciudad y
la creación de la UPEA.
1. La Ciudad de El Alto
1.1 La formación de El Alto como ciudad
El Alto es el producto del asentamiento de campesinos del altiplano,
trabajadores desplazados de las empresas públicas, relocalizados mineros,
fabriles, vecinos afectados por la construcción de la Autopista que conecta a
esta ciudad con La Paz, migrantes de otras ciudades, damnificados de sequías
y riadas e inundaciones. El origen aymara del conjunto de esta población es
una constante y, tanto este factor como la pobreza, han sido puntos de
convergencia y articulación de expresiones “alteñas”.
Para que El Alto llegara a constituirse en una ciudad con autonomía respecto a
la ciudad de La Paz, tuvo que pasar por un largo proceso administrativo, al cual
los vecinos le hicieron seguimiento mediante la acción colectiva y la
movilización. En 1957 se conformó como parte de un proceso de
reivindicaciones sociales el Consejo Central de Vecinos constituido por 7
juntas1, en búsqueda de la ejecución de obras de carácter social. Estas juntas
no contaban con el reconocimiento del Estado como parte del radio urbano, la
zona era percibida como parte del área rural y esto fue generando descontento
en los pobladores, es así que el Consejo Central de Vecinos de El Alto se
constituye en el órgano central que promueve gestiones ante el ministerio de
Gobierno para la creación de la cuarta Sección Municipal de la Provincia Murillo
del Departamento de La Paz. Sólo después de 6 años, en 1963, se cumple con
el conjunto de procedimientos administrativos dispuestos por el Ministerio y es
entonces que se inicia un trámite de casi 30 años, en busca de la autonomía de
esta sección. En 1984, debido a la lentitud en el avance del proceso, ex
dirigentes cívicos, vecinales, municipales y otros, instituyen el Frente de Unidad
y Reivindicación Independiente de El Alto (FURIA), quienes conducen un
intenso proceso de gestiones. En 1985 se consigue la promulgación de la Ley
De Creación de la Cuarta Sección Municipal de la Provincia Murillo del
Departamento de La Paz, con su capital El Alto, hecho que llegó acompañado
de un conjunto de demandas referidas a servicios e infraestructura. El 26 de
1 Alto Lima, Ballivián, 16 de Julio, Bolivar -Ceja de El Alto, Dolores, Tejada y 12 de Octubre.
septiembre de 1988 mediante la Ley 651, El Alto adquiere el rango de ciudad
como entidad administrativa autónoma, con sus propias autoridades, sus
propios recursos y su propia institucionalidad municipal.
El crecimiento poblacional tuvo un rol determinante para la creación de la
ciudad de El Alto. En 1952 esta ciudad estaba poblada por apenas 11 mil
personas, en 1960 ya eran 30 mil; en 1976 ascienden a 95 mil. Entre 1976 y
1985 (cuando consigue la autonomía municipal) la población creció
explosivamente (211 mil personas en 12 años), alcanzado los 307 mil
habitantes, para llegar a 405 mil en 1992. Según el censo del año 2001 la
población asciende a 650 mil personas y actualmente se supone que se acerca
a las 800 mil, de las cuales el 81% se autoindentifican como indígenas.
En la década de 1980 El Alto, que hasta entonces estaba constituido por
vecindarios que no eran más que barrios marginales que conectaban a la
ciudad de La Paz con las zonas rurales y mineras, empieza a conviertirse en un
centro urbano, formado y definido a partir de las olas migratorias, de la
conformación de identidades provenientes de memorias históricas e ideales
sobre la modernidad, de la precariedad laboral, y por otro lado, por las
actividades políticas que sirven de nexo entre los requisitos del Estado frente a
la economía global del mercado y las expectativas de la sociedad civil respecto
al Estado.2
Actualmente, la ciudad de El Alto es el enclave más pobre de la región
metropolitana de la ciudad de La Paz. La relación entre alteños y paceños está
fuertemente marcada por una tensión que parte de la discriminación étnica y
las diferencias económicas. La identidad de El Alto esta marcada por la división
de La Paz, desde su fundación las movilizaciones que convocan a la “unidad
de la población alteña” tienen un trasfondo de afirmación de la división. La
reivindicación de autonomía de la ciudad de El Alto está fuertemente ligada a
desvincularse de esta percepción de lo marginal, para lo que ha adoptado un
discurso referido a lo indígena, que por la polaridad entre pobres y ricos ha sido
2 Arbona, Juan, Ver y hacer política en la ciudad de El Alto, PNUD.
traducido como el antagonismo entre “blancos” e indígenas, entre extranjeros y
originarios, y a funcionado como justificación histórica y razón de compromiso
para buscar la consolidación de esta ciudad.3
Independientemente de los motivos de la separación, las ciudades de El Alto y
La Paz están divididas geográfica y topográficamente por la Ceja, franja de
aproximadamente 15 kilómetros que marca los límites entre una y otra. La
ciudad de La Paz queda sitiada en un valle encerrado en sí mismo con una
sola vinculación regional (Los Yungas) y El Alto, ubicada en una amplia planicie
que se extiende hacia el Lago Titicaca, las poblaciones de Viacha, el sur del
Perú, y vinculada al resto del país por la carretera a Oruro.
En la conformación de la población, el 50.54% son mujeres. Más de la mitad de
la población tiene menos de 24 años (60.64%) y del total de la población el
34.% está entre los 10 y 24 años, en este rango de edad también se repite la
relación porcentual entre hombres y mujeres.
En El Alto, cada año se gradúan de bachilleres 12.000 jóvenes, de los cuales
sólo 2000 encuentran trabajo o ingreso a la universidad. Los niveles de
instrucción en educación media y superior son muy bajos, solo el 8% de la
población esta en proceso o concluido. El porcentaje más alto de población en
relación al nivel de instrucción alcanzado es el de licenciatura que alcanza el
4%. (ver anexo 1 y 2)
1.2 La dinámica económica en El Alto
La compra, la venta en la calle y el tránsito en transporte público son dinámicas
dominantes en El Alto. Hay los que afirman que la economía de El Alto se
reduce a “un boliviano”. Por un boliviano se accede a transporte público, por un
boliviano se compran ropas de vestir en la feria 16 de Julio, por un boliviano se
compra una sopa o un ají de fideo, los juegos para niños en las ferias cuestan
un boliviano y también por un boliviano se pueden comprar revistas o textos de
estudio. 3 Para mayor información sobre la historia de la constitución de El Alto en ciudad cf: Cruz, Adela, Montoya Beymar, … en: Alto parlante nº1, Colorem, El Alto, 2005
La red de comercio y concentración de transporte público está demarcada
entorno a las vías de alto tráfico y la red ferroviaria. Según cálculos de la
alcaldía alteña, al día transitan alrededor de 150.000 personas por los puntos
centrales que conforman esta red.
En el Plan de Desarrollo Municipal del 2000 se registran 18 mercados y 9 ferias
en torno a las cuales existen 293 organizaciones que corresponden al mismo
número de espacios con licencia de asentamiento para efectos comerciales.
Los horarios de atención de los mercados oscilan entre 12 y 14 horas aunque
esto es variable y en algunos casos llegan a funcionar las 24 horas.
La feria 16 de Julio es una de las más importantes, es un centro en el que se
sintetiza la dinámica económica alteña; si bien se realiza sólo dos veces por
semana (jueves y domingo) es un espacio de articulación del comercio formal e
informal. En esta feria se encuentran desde maquinaria agrícola, insumos
agrícolas, animales, textiles, lanas, maderas, metales, vehículos, repuestos
(motores, llantas e implementos), comestibles, computadoras, maquinas de
escribir, y hasta clavos y antigüedades.
Una actividad económica altamente extendida en El Alto es el servicio al
transporte público y pesado, es significativo el número de puestos de venta de
artículos para automotores y “talleres” de chapería, parchado de llantas,
cambio de aceites, tapiceros, etc.
Los enclaves industriales están concentrados en ciertos distritos. Se estima
que existen unas 5.000 instalaciones industriales, siendo el distrito 6 el que
concentra más de la mitad de las empresas registradas (1.600 empresas), 25%
están localizadas en el distrito 1 y el resto en los distritos 2, 3, y 5.
En los datos del INE 2001 sobre categoría ocupacional en El Alto (población de
10 y más años), el 47% son obreros y/o empleados y el 41% son trabajadores
por cuenta propia.
La cobertura de servicios financieros en El Alto es una de las más importantes
a nivel nacional. Según datos a junio del 20034 existen 39 entre agencias y
oficinas: 9 bancos, 7 fondos financieros privados, 3 mutuales y 20 ONGs
financieras. La mayor presencia de ONGs financieras a nivel nacional esta en
El Alto, en mutuales de ahorro y crédito para la vivienda, esta ciudad ocupa el
tercer lugar y en fondos financieros, el cuarto. La baja presencia del sistema
financiero formal y la alta presencia de ONGs de microcrédito explica, de
alguna manera, la dinámica económica de El Alto. (anexo 3)
1.3 Estructura urbana de El Alto
La estructura urbana de la ciudad de El Alto esta fuertemente ligada a la ciudad
de La Paz, hecho que en muchos aspectos no guarda correspondencia con los
límites administrativos (vialidad, servicios de saneamiento básico, salud,
educación). Servicios que operan en ambas ciudades no son abordados de
manera integral y reconociendo la estrecha dinámica entre ambas ciudades,
sino de manera separada y por lo tanto parcial.
Gran parte de los asentamientos urbanos en El Alto se han desarrollado
entorno a las vías férreas y a la red vial de comunicación regional. Las vías
férreas y las carreteras (a Oruro, Guaqui, Desaguadero) estructuran la
dinámica urbana. Los servicios, las ferias y los puntos de referencia para el
transporte están localizados en los trayectos de las vías matrices. La
intercomunicación al interior de los barrios está muy poco desarrollada, y la
comunicación vial entre barrios en muchos casos es inexistente. Los puntos de
referencia para el conjunto de la ciudad son: la Feria 16 de Julio, La Ceja y el
Complejo Fabril, entre los más importantes.
Otro aspecto que caracteriza la dinámica urbana de El Alto es la fuerte
vinculación con los municipios rurales que lo circundan. El Alto es un centro de
reunión, de comercialización y de articulación rural, además de ser un centro
comercial y de servicios muy importante para las poblaciones del sur del Perú.
4 Cobertura de Servicios Financieros por Municipio en Bolivia a junio del 2003, FINRURAL.
Según datos del municipio alteño, cerca de 40.000 peruanos viven o transitan
cotidianamente El Alto.
El Alto esta conformado por 9 distritos5. Los distritos del 1 al 6 concentran, de
acuerdo a datos del INE, el 96% de la población (los distritos 1, 3 y 6
concentran aproximadamente el 55% de la población). Los distritos 7 y 8 que
cuentan con el 1.5% de la población son zonas rurales que en el momento en
que se realizó el censo 2001 no estaban definidos los límites de la ciudad de El
Alto. (Anexo 4)
1.4 Los barrios en El Alto
Los primeros registros de la conformación de barrios en El Alto datan de 1942,
año en que se origina Villa Dolores como la primera urbanización alteña6. En
1960 El Alto ya contaba con 6 urbanizaciones (Villa Dolores, 13 de Octubre,
Bolívar, Villa Ballivián, 16 de Julio y Alto Lima), y una población aproximada de
10.000 habitantes.
El loteamiento de los terrenos rurales de El Alto, como consecuencia de la
reforma agraria, explica en gran medida la acelerada urbanización de esa
época. El Alto en esos años experimenta un aumento significativo de población
proveniente no sólo de zonas rurales sino también de población de bajos
recursos, mineros, fabriles, maestros y ex combatientes de la guerra del Chaco.
Recién desde 1976, El Alto cuenta con una cartografía y lineamientos
normativos específicos para el desarrollo urbano, que en la mayor parte de los
casos quedó como referencia y sin aplicación, tanto por lo acelerado de su
crecimiento como por la debilidad de la institucionalidad pública.
5 Los datos utilizados sobre zonas censales y distritos corresponden al censo del 2001. Pero, en este punto del documento también se recuperan los distritos definidos por el Gobierno Municipal de El Alto. La clasificación realizada por el INE responde a categorías censales, es decir la distribución es por manzanos y las del gobierno municipal responden al ordenamiento político administrativo. En ambos casos se identifican 9 distritos, pero si bien tienen alguna correspondencia existen variaciones, sobre todo en la asignación de zonas y urbanizaciones a cada distrito.6 Ordenanza Municipal de la ciudad de La Paz de 1948. Para 1960
De 1976 a 1986 la tasa de urbanización de El Alto alcanza el 10% anual. La
sequía de los primeros años de los 80s, y, el cierre de la minería estatal y la
relocalización de los mineros promueven la migración de importantes
contingentes humanos hacia diferentes ciudades del país, y principalmente
hacia El Alto en busca de nuevas alternativas de vida y de trabajo. Los
asentamientos sin un plan de desarrollo urbano y los loteamientos indebidos
sellan las características de la conformación de muchos barrios y de sus
organizaciones. Las juntas vecinales surgidas de esta dinámica se desarrollan
en la búsqueda de legitimar esta forma de apropiación y se enfrentan a las
restricciones de normatividad municipal.
De 1990 al 2000, si bien la tasa de urbanización disminuye al 5.6%, el
desarrollo de los barrios de El Alto está intensamente marcado por
loteamientos clandestinos, ocupaciones de terrenos de equipamiento urbano y
por la especulación inmobiliaria. A la fecha, El Alto cuenta con más de 400
urbanizaciones en una superficie de 27.000 hectáreas (3 veces más extensa
que la ciudad de La Paz), con grandes carencias de servicios básicos y de
equipamiento social en la mayor parte de los casos.
En El Alto existen más de 500 juntas vecinales de las cuales 422 están
aprobadas, 61 en proceso de aprobación y unas 70 que no cuentan con trámite
alguno en curso. Según datos del INE existen 431 zonas o urbanizaciones, que
en el presente documento las llamamos barrios. La mayor o menor
concentración de población no es una categoría para denominar un barrio, un
ejemplo es el distrito 6 que cuenta con 36 barrios y concentra el mayor número
de población (el 19%), a diferencia del distrito 2 que tiene 110 barrios y
concentra el 14% de la población total de El Alto.
El reconocimiento de los derechos propietarios de los vecinos por la alcaldía y
los medios judiciales son las tareas centrales de gran parte de las
organizaciones barriales. La movilización y la presión de los vecinos que
acompañan las gestiones de los dirigentes explican de alguna manera la fuerza
de las juntas vecinales, y a la vez la proliferación de organizaciones barriales
en El Alto.
La valoración de la directiva de una junta vecinal no está necesariamente
relacionada a “mejoras en el barrio”, sino a su capacidad de gestión y presión
para legitimar y legalizar las diferentes formas de propiedad y apropiación del
espacio urbano. La solidaridad vecinal y la calidad dirigencial en la mayor parte
de los casos, poco tiene que ver con los beneficios colectivos para el conjunto
del barrio (equipamiento, áreas verdes, mejores condiciones de acceso a
servicios), la desconfianza, la inseguridad y el temor frecuentemente marca la
relación entre barrios y con la institucionalidad pública. Ilustran este análisis los
datos del INE, al mostrar que el 60% de la población declara ser propietario de
la vivienda que habita y sólo el 22% la alquila. Estas cifras no expresan si se
trata o no de propiedades con reconocimiento legal.
Si bien es muy relativo caracterizar la dinámica barrial de una ciudad, y mucho
más si se trata de El Alto, encontramos percepciones que ilustran algunas
tendencias. Barrios como Villa Dolores, Ciudad Satélite, 1º de mayo y Villa
Adela son percibidos como que tienen prácticas y costumbres de la hoyada
mientras que barrios como Santiago II, Villa Ingenio, Luis Espinal, que también
son urbanizaciones relativamente antiguas, se dice que son las que más se
parecen al conjunto de El Alto y que tienen un mayor vínculo con lo aymara.
Estos últimos, fueron los barrios que protagonizaron en los conflictos de
Octubre de 2003.
1.5 La identidad del alteño
La población alteña se auto-identifica predominantemente como aymara. En el
último censo el INE introdujo la variable de autoidentificación y en el caso de El
Alto el 74% se adscribe aymara. Este porcentaje se repite también por distrito y
barrios. (nexos 6 y 7)
Si bien este dato de autoidentificación es contundente y se expresa en las
múltiples manifestaciones y movilizaciones colectivas de El Alto, no
necesariamente crea una unidad compacta y homogénea, la estratificación
socieconómica también es muy marcada en El Alto. La sectorialización
(hombres, mujeres, mineros, gremiales, prestatarios, universitarios) es un
referente importante a la hora de expresar demandas y articular a la población
en torno a movilizaciones.
También es destacable que en los últimos años los nombres de barrios,
detalles de la ornamentación de casas, plazas e iglesias incorporan simbología
relacionada a la autoidentificación. Una vertiente importante de esta recreación
cultural, sin duda son los medios de comunicación alteños (radio Pachamama,
radio Integración, periódico El Alteño, entre los de mayor difusión).
Un hecho significativo de los últimos años en la ciudad de El Alto es el
surgimiento de organizaciones sociales, culturales y ONGs que buscan la
revalorización de la cultura andina. Varias de ellas enfatizan en los derechos de
la mujer y en la complementariedad de roles entre hombres y mujeres (chacha-
warmi). Posiblemente esta sea una de las vertientes y/o producto de la
recreación y difusión de la cultura aymara.
1.6 La presencia de institucionalidad pública en El Alto
La institucionalidad pública en El Alto es muy débil a pesar del nivel de
crecimiento acelerado que ha tenido esta ciudad los últimos 20 años. La
presión, la prebenda y la cooptación política de líderes y dirigentes han sido
prácticas muy extendidas y recursos de gobernabilidad local. El
cuestionamiento de las diferentes formas de institucionalidad en muchos casos
es lo que da fuerza e impulso a las organizaciones sociales. Este
cuestionamiento ha estado acompañado frecuentemente de fuertes tensiones
entre población y autoridades, principalmente en el caso de la alcaldía; son
hechos ilustrativos las dos quemas de las instalaciones de la Alcaldía, siendo
definitiva por la intensidad de los daños ocasionados la de febrero del 2003 que
deja la edificación entera en desuso.
Por otra parte también ilustra las características de la representatividad de la
institucionalidad, el hecho de que en varias oportunidades el gobierno
municipal ha tenido que realizar sus funciones desde la ciudad de La Paz o el
alcalde ha tenido que ingresar a sus oficinas de manera clandestina y
disfrazado. El amedrentamiento y las golpizas a subalcaldes por “no responder”
a las necesidades vecinales también ilustran las condiciones del ejercicio del
gobierno local.
La falta de credibilidad en el sistema jurídico, el rechazo a la normatividad para
el desarrollo urbano y hasta el no reconocimiento de las señalizaciones de
tránsito expresan en gran medida la relación de la población alteña con las
formas de institucionalidad existentes.
1.7 La presencia de organizaciones sociales en El Alto
En El Alto se pudieron registrar 40 organizaciones sociales, de las cuales la
mayor parte son entes matrices, que a su vez incorporan organizaciones de
segundo y tercer nivel, y éstas también incorporan un sin fin de organizaciones
de base.
Si bien no se pudo obtener información respecto a la cobertura poblacional de
todas estas organizaciones, no es apresurado afirmar que incorporan a todos
los grupos y sectores presentes en El Alto. Posiblemente esta ciudad sea una
de las que cuenta con el mayor nivel organizativo del país. La participación
activa y movilizada de mujeres en la mayoría de las organizaciones sociales de
El Alto es una de las características que más destaca.
Las organizaciones que en los últimos años han cobrado mayor visibilización
en los medios de comunicación social son: La Central Obrera Regional (COR),
la Federación de Juntas Vecinales (FEJUVE), la Federación de Trabajadores
Gremialistas, Artesanos, Comerciantes Minoristas, Vivanderas y Ramas
Anexas y el Sindicato de Transporte El Alto. También es una instancia
organizativa importante de esta ciudad, la Asamblea de la alteñidad, que
articula a organizaciones sindicales, gremiales, cívicas, ONGs, instituciones
públicas, congresistas, religiosas, académicas, etc. El grado de convocatoria de
esta instancia depende mucho de la coyuntura tanto política como regional.
2. La Universidad Pública de El Alto (UPEA)
La creación de la Universidad Pública de El Alto es una demanda de larga data
que con diferentes intensidades ha acompañado el proceso de constitución de
la ciudad. En este marco la necesidad de una casa de estudios superiores
conlleva, de alguna manera, plasmar en la formación de profesionales la
conquista de la ciudad y su proyección.
2.1Proceso de creación de la UPEA
En 1989, como resultado de una masiva huelga de hambre promovida por el
recién fundado, "Comité Pro Universidad Autónoma de El Alto" se crea la
Universidad Técnica Laboral de El Alto (UTLA). Este primer intento de
institucionalidad, lejos de la pretensión de ser una universidad autónoma, es
una subsede de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA) de la ciudad de
La Paz que ofrece carreras técnicas de un nivel menor a la licenciatura. La falta
de apoyo estatal, el desinterés de sucesivos gobiernos municipales y la
paulatina deserción de estudiantes, hace que prácticamente se desintegre.
En 1998, la "Comisión de Lucha Contra la Pobreza de El Alto", planteó
nuevamente la necesidad de la creación de la universidad abriendo el debate a
planteamientos organizativos y pedagógicos. Las juntas de vecinos en
coordinación con organizaciones sindicales y gremiales, en apoyo al proyecto
de la universidad, fueron los entes que ejercieron presión para que fuera
emitida una ordenanza municipal a su favor. Estos acontecimientos desataron
una fuerte polémica respecto al rol del sistema universitario público y en
particular de la UMSA.
El IX Congreso de Universidades de Bolivia, que se dio en 1999, rechazó
tajantemente la posibilidad de crear una universidad alteña planteando como
alternativa la extensión de las actividades de UMSA en El Alto, mediante una
unidad descentralizada. La población alteña expresó su desacuerdo iniciando
un conjunto de movilizaciones sociales exigiendo una universidad autónoma.
En este contexto el año 2000 se creó la "Comisión Interinstitucional para el
Estudio y la Elaboración del Proyecto de Ley para la Creación de la
Universidad de El Alto". La Comisión, estuvo compuesta por la Iglesia Católica,
el Ministerio de Educación, la Central Obrera Regional de El Alto, la UMSA y el
Comité Ejecutivo de la Universidad Boliviana (CEUB).
A pesar de la existencia de esta comisión la presión social continuó. El 1ro de
mayo del mismo año, los predios de la UMSA en la ciudad de El Alto, ubicados
en el barrio de Villa Esperanza, fueron tomados por 15.000 postulantes a ser
estudiantes y a maestros de la universidad alteña además de vecinos de la
ciudad. Un grupo de estos conformaron el Consejo Universitario Provisional,
constituyéndose desde entonces en la instancia que organizó las
movilizaciones para lograr la promulgación de la Ley de creación de la UPEA.
El 5 de septiembre el Parlamento Nacional aprobó la Ley de creación de la
Universidad Pública de El Alto (2115), Ley que le otorga al CEUB la tuición de
la UPEA por cinco años, al cabo de los cuales ésta, luego de cumplir con
estándares internacionales de calidad, podría adquirir el carácter de autónoma,
independizándose de la tuición de la Universidad Pública Boliviana. El rango de
universidad que define esta Ley no rescató la demanda alteña, respecto a la
autonomía y jerarquía, situación que dio lugar a un proceso de sucesivas
movilizaciones que se prolongan hasta el año 2003.
Como parte de la promulgación de la Ley, la UPEA inició sus actividades con
17 carreras y 4000 estudiantes aproximadamente. Las irregularidades en la
contratación de docentes sin títulos universitarios, además del nepotismo y
clientelismo en la designación de las autoridades caracterizaron el
funcionamiento de esta etapa. La falta de representación estudiantil en la toma
de decisiones agravó aun más ésta situación.
Además de los problemas arriba mencionados, se da una ruptura entres las
organizaciones sindicales de El Alto que hasta la promulgación de la Ley
habían sido guía del movimiento autonomista, y los estudiantes de la UPEA.
Esta ruptura se debe a que los universitarios perciben que los dirigentes de las
fuerzas sociales de El Alto, al aceptar la promulgación de la ley, estaban
traicionándolos.
La suma de estos factores impulsaron a un grupo de estudiantes a ingresara en
una huelga de hambre en septiembre del 2001. Este fue el inicio de un nuevo
ciclo de movilizaciones, para las que se organizaron diversas comisiones con el
fin de lograr la plena autonomía de la UPEA. Estas movilizaciones tuvieron
varias repercusiones, entre las cuales una muy importante fue la destitución del
entonces rector, Javier Tito Espinoza, que era el representante del Ministerio
de Educación. Este hecho provocó la división de los universitarios en dos
grandes grupos, el grupo a favor de la autonomía y por ende en contra del
rector y el grupo a favor de la tutoría de la UMSA y con ello en defensa del
rector. Con esto se produce además un proceso de conflictividad interna con
enfrentamientos casi diarios.
2.2 Lucha por la autonomía
En Julio de 2002 la UPEA fue intervenida por el Gobierno lo que ocasionó una
mayor agudización del conflicto. Se nombró un segundo rector y luego de
varios procedimientos judiciales se restituyó a Tito Espinoza. En este período
existieron dos universidades paralelas que funcionaron bajo el mismo nombre
pero que tenían rectores, profesores y alumnos agrupados en dos bandos,
dando como resultado la existencia de dos instituciones paralelas en conflicto y
pugna de intereses.
A pesar de esta etapa conflictiva, se inicia un precario proceso de
institucionalización. En marzo del 2003 se convocó a las primeras elecciones
para rector y vicerrector y en noviembre de 2003 fue puesta en vigencia la Ley
que garantiza la autonomía universitaria de la UPEA. 7
2.3Conflictos por presupuesto para la UPEA
7 Para mayor información sobre la historia de la UPEA cf: Weise, Crista, Educación Superior y Poblaciones Indígenas en Bolivia. IESALC – UNESCO 2004. Cruz, Adela, Montoya Beymar, … en: Alto parlante nº1, Colorem, El Alto, 2005. www.dticona.ciudadelalto.org.bo/upea.htm
En el año 2004 se las nuevas autoridades electas reunificaron a la institución,
con lo cual la universidad volvió a funcionar pero sin haber logrado su
autonomía financiera. La UPEA por ser universidad pública era financiada por
el Estado a través del presupuesto que le correspondía hasta entonces sólo a
la UMSA, situación que dio lugar a una competencia entre ambas
universidades por la distribución de recursos.
Por otra parte surgió el tema de la distribución del Impuesto Directo a los
Hidrocarburos (IDH). La UPEA demandaba un presupuesto de 52 millones de
bolivianos para cubrir los gastos de funcionamiento y equipamiento de la
UPEA. Después de huelgas de hambre y medidas de presión por parte de los
municipios y universidades públicas de todo el país, el gobierno accedió a
otorgar, del IDH aproximadamente cincuenta millones de bolivianos anuales,
por departamento para las universidades. 8
En el departamento de La Paz existían entonces 2 universidades, la UMSA y la
UPEA, y para la distribución de los recursos del IDH quedaba establecida la
asignación del cincuenta por ciento a cada universidad, pero la UMSA tomó
mediadas de presión, con el cierre de sus predios y la articulación de medidas
de protesta, para acceder a más presupuesto que la UPEA. El gobierno
entonces optó por asignarle a la UMSA el 70% de los recursos y el porcentaje
restante a la universidad alteña, previa aceptación de esta. Las autoridades de
la UPEA rechazaron dicho acuerdo exigiendo una distribución 65/35.
Hasta Noviembre del año 2005 el conflicto por el presupuesto entre las dos
universidades públicas del Departamento de La Paz no se había resuelto,
estudiantes, docentes y administrativos de la UPEA decidieron tomar radicales
medidas de presión, ante la posibilidad de que la universidad fuera cerrada por
la falta de presupuesto.9
8 Cf: Duran, Mario, Bolivia: UMSA & UPEA. El conflicto en las Universidades Públicas, en: http://bolivia.indymedia.org. UPEA marcha a La Paz por 54 millones de bolivianos. Universidad de El Alto presionará por el 50% del IDH, en: www.bolpress.com
9 La Prensa, UPEA y la UMSA pelean por recursos del IDH.
Con el Decreto Supremo 28.421 se intentó facilitar la solución al conflicto entre
las dos universidades. El decreto establece que del 5 por ciento del IDH se
asigna 80 por ciento a los municipios y el otro 20 por ciento a las universidades,
que debe ser distribuido en función a la población, de acuerdo a la Ley de
Participación Popular. En los departamentos donde existen dos universidades,
el porcentaje del IDH debe distribuirse de manera consensuada, y en lo que se
refiere al Fondo de Compensación, que su distribución se realice en términos
de población. Después de un prolongado tiempo de conflictos, la pugna entre la
UMSA y la UPEA fue resuelta a partir de tomar en cuenta la población de cada
universidad, por lo cual a la UMSA le correspondería el 86 % de los recursos y
el 14 % a la universidad alteña.10
Actualmente la UPEA tiene 20 carreras con más de 12.000 estudiantes y 650
docentes aproximadamente. Según su estatuto, esta institución tiene como
visión ser una institución educativo-cultural al servicio de la población
mayoritaria de Bolivia, con la conciencia plena que la educación es uno de los
caminos por el cual la mayoría nacional accederá al poder pluricultural. Su
misión es recuperar la identidad de las naciones originarias y formar recursos
humanos calificados, profesionales orgánicos, comprometidos en la reflexión y
la acción, con las necesidades y requerimientos de la mayoría de la población
boliviana constituida por nacionalidades y clases sociales marginadas hasta
ahora. Sus Propuestas institucionales Estructurar un Modelo Académico
Alternativo mediante el sistema “Enseñanza-Producción” para formar
profesionales comprometidos con la realidad del pueblo alteño y boliviano.
Instituir un sistema transversal de enseñanza denominado “Formación Político-
cultural” para rescatar la enseñanza de la cosmovisión de las naciones
originarias y enfrentar, con conocimiento de causa, la situación política,
económica y social, nacional e internacional, coyuntural y estructural. Instituir
un sistema de servicios universitarios a la comunidad alteña y boliviana desde
todas las carreras y Facultades, mediante convenios con organizaciones
sociales, económicas, gubernamentales y otras.11
10 La Prensa, Regirá decreto si no hay acuerdo UMSA y UPEA.11 UPEA, en: www.elalto.galeon.com/elalto.htm
Anexos
Cuadro 1: Nivel de instrucción
Nivel de Instrucción de la población en El AltoPoblación de 6
años y más Licenciatura Técnico NormalTécnico Instituto Totales
Total 541,564 21,005 4% 7,703 1% 7,811 1% 9,051 2% 45,570 8%Hombres 264,474 12,029 5% 4,949 2% 3,645 1% 4,256 2% 24,879 9%Mujeres 277,090 8,976 3% 2,754 1% 4,166 2% 4,795 2% 20,691 7%Fuente: INE, Censo 2001; estos datos fueron tomados de la información “Población El alto de 6 años, por nivel de instrucción. Se agregaron datos de formación concluida y en proceso.
Cuadro 2: Condición de Alfabetismo El Alto
Población de 15 Años y Más por Sexo y Condición de Alfabetismo según Zona Censal
T O T A L ALFABETOS ANALFABETOS S/ESPEC541.564 503.107 36.843 1.614100% 92,90% 6,80% 0,30%
HOMBRES264.474 256.377 7.378 719100% 96,94% 2,79% 0,27%
MUJERES277.090 246.730 29.465 895100% 89,04% 10,63% 0,32%
Fuente: INE, Censo 2001
Cuadro 3: Población El Alto según Categoría Ocupacional
Población de 10 Años y Más por Categoría Ocupacional (en miles)
13,229
86,760
100,278
5,7675,515 479
Obrero oEmpleado
Trabajador porCuenta Propia
Patrón o Socio Cooperativista TrabajadorFamiliar sin
Remuneración
Sin Especificar
Cuadro 4: Mapa de distritos El Alto
Cuadro 5: Población y Juntas Vecinales por Distrito Municipal El Alto
DISTRITOS DE LA CIUDAD DE EL ALTO
Distrito PoblaciónSuperficie
(ha9)Densidad
Juntas Vecinales
Orden de
Tamaño1 99.920 957,52 104,35 38 32 75.199 1.111,99 67,63 58 63 135.014 1.868,59 72,25 123 14 90.787 1.843,34 49,25 60 55 91.216 1.505,15 60,60 51 46 101.493 1.642,09 61,81 17 27 20.118 4.980,47 4,04 85 88 33.603 5.990,81 5,61 85 79 2.608 15.148,62 0,17 10 9
Totales 649.958 35.048,58 18,54 527Fuente: Gobierno Municipal de El Alto 2004 - Unidad de Planificación, Control y Seguimiento
Cuadro 6: Autoidentificación El Alto
AUTOIDENTIFICACIÓN EL ALTO(en miles)
Quechua Aymara Guarani Chiquitano Mojeño Otro Ninguno Total25.007 290.606 852 207 206 1.394 73.443 391.7156,38% 74,19% 0,22% 0,05% 0,05% 0,36% 18,75% 100%
Fuente: INE, Censo 2001
Cuadro 7: Auto identificación por distritos INE El Alto
AUTOIDENTIFICACIÓN EL ALTO POR DISTRITO(en porcentaje)
Distrito
Quechua Aymara Guarani Chiquitano Mojeño Otro Ninguno
1 10,39% 62,68% 0,27% 0,08% 0,09% 0,43% 26,07%2 9,23% 71,99% 0,22% 0,04% 0,05% 0,33% 18,15%3 6,61% 72,90% 0,25% 0,07% 0,07% 0,37% 19,72%4 5,87% 76,19% 0,22% 0,04% 0,04% 0,30% 17,33%5 2,67% 82,94% 0,14% 0,02% 0,01% 0,42% 13,81%6 3,37% 79,67% 0,19% 0,06% 0,04% 0,29% 16,38%7 2,32% 87,54% 0,11% 0,00% 0,01% 0,47% 9,55%X 6,13% 76,69% 0,17% 0,00% 0,08% 0,25% 16,69%
Fuente: INE, Censo 2001