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I. INTRODUCCIÓN Plan de Manejo PN-ANMI Otuquis 1 I. INTRODUCCIÓN I.1 Antecedentes Luego de un largo proceso en el cual fueron analizados los recursos naturales del departamento de Santa Cruz, el Plan de Uso del Suelo (PLUS) de este departamento declaró algunas zonas como Reservas de Inmovilización (RIN), mediante el Decreto Supremo (DS) No. 24124 del 21 de septiembre del año 1995. El Decreto del PLUS exigía la recategorización de las RINs dentro de un plazo de cinco años luego de su promulgación. Lo que hoy es el Parque Nacional y Área Natural de Manejo Integrado Otuquis (PN-ANMI Otuquis) comprende parcialmente dos de las mencionadas reservas: la RIN 3, que corresponde a la mayor parte del área, y la RIN 8, que corresponde a un corredor en las proximidades del antiguo terraplén que conducía a Puerto Busch. El 31 de julio 1997, dentro del plazo del PLUS, se declararon estas dos RINs como Áreas Protegidas (APs), mediante el DS No. 24762 (SERNAP, 2001), que las recategorizó como Parque Nacional y Área Natural de Manejo Integrado (Mapa 1). Posteriormente, la parte boliviana del Pantanal fue declarada como Humedal de Importancia Mundial dentro del convenio RAMSAR, el 17 diciembre del año 2001. RAMSAR es un convenio internacional para preservar humedales de importancia internacional, ratificado por el gobierno boliviano el 27 de octubre del año 1990 (Rebolledo, c.p.). Como se verá más adelante, con este hecho el gobierno de Bolivia se comprometió a proteger y dar un manejo adecuado a este ecosistema. Este plan de manejo y la consolidación del PN-ANMI Otuquis son importantes pasos en el cumplimiento de dicho compromiso. Debido a limitaciones financieras, el Servicio Nacional de Áreas Protegidas (SERNAP) recién pudo iniciar la gestión del área a finales del año 2001, con la designación de un director. Hasta la fecha se han contratado cuatro guardaparques de la zona, y se espera poder ampliar el presupuesto durante el año 2003 para que este número aumente a 12 o 16, más un jefe de protección. En forma paralela dos instituciones han estado apoyando los esfuerzos de conservación en la zona del AP. La organización no gubernamental (ONG) Fondo Mundial para la Conservación de la Fauna (WWF, por su nombre en inglés) ha estado trabajando en la zona desde 1998, realizando investigación, educación ambiental, capacitación y últimamente apoyo directo a la gestión del AP. La Asociación Hombre y Naturaleza, con base en España, ha estado adelantando trabajos de educación ambiental, capacitación en ecoturismo y operaciones de turismo. De acuerdo al Reglamento General de Áreas Protegidas (RGAP), cada AP debería contar con un plan de manejo quinquenal. Este plan constituye la base para la elaboración de planes operativos cada año. En este contexto, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) está financiando la elaboración del plan de manejo del PN-ANMI Otuquis. A su vez este plan de manejo forma parte de los esfuerzos del BID para mitigar los impactos ambientales de la construcción de la carretera bioceánica, (financiada parcialmente por BID) de acuerdo a las recomendaciones del estudio de impacto ambiental (Consorcio Prime Engenharia et al., 2000). El trabajo de elaborar este plan de manejo fue licitado públicamente y adjudicado a la empresa COBODES, la cual lo realizó en coordinación con la dirección del área.

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I. INTRODUCCIÓN Plan de Manejo PN-ANMI Otuquis

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I. INTRODUCCIÓN I.1 Antecedentes Luego de un largo proceso en el cual fueron analizados los recursos naturales del departamento de Santa Cruz, el Plan de Uso del Suelo (PLUS) de este departamento declaró algunas zonas como Reservas de Inmovilización (RIN), mediante el Decreto Supremo (DS) No. 24124 del 21 de septiembre del año 1995. El Decreto del PLUS exigía la recategorización de las RINs dentro de un plazo de cinco años luego de su promulgación. Lo que hoy es el Parque Nacional y Área Natural de Manejo Integrado Otuquis (PN-ANMI Otuquis) comprende parcialmente dos de las mencionadas reservas: la RIN 3, que corresponde a la mayor parte del área, y la RIN 8, que corresponde a un corredor en las proximidades del antiguo terraplén que conducía a Puerto Busch. El 31 de julio 1997, dentro del plazo del PLUS, se declararon estas dos RINs como Áreas Protegidas (APs), mediante el DS No. 24762 (SERNAP, 2001), que las recategorizó como Parque Nacional y Área Natural de Manejo Integrado (Mapa 1). Posteriormente, la parte boliviana del Pantanal fue declarada como Humedal de Importancia Mundial dentro del convenio RAMSAR, el 17 diciembre del año 2001. RAMSAR es un convenio internacional para preservar humedales de importancia internacional, ratificado por el gobierno boliviano el 27 de octubre del año 1990 (Rebolledo, c.p.). Como se verá más adelante, con este hecho el gobierno de Bolivia se comprometió a proteger y dar un manejo adecuado a este ecosistema. Este plan de manejo y la consolidación del PN-ANMI Otuquis son importantes pasos en el cumplimiento de dicho compromiso. Debido a limitaciones financieras, el Servicio Nacional de Áreas Protegidas (SERNAP) recién pudo iniciar la gestión del área a finales del año 2001, con la designación de un director. Hasta la fecha se han contratado cuatro guardaparques de la zona, y se espera poder ampliar el presupuesto durante el año 2003 para que este número aumente a 12 o 16, más un jefe de protección. En forma paralela dos instituciones han estado apoyando los esfuerzos de conservación en la zona del AP. La organización no gubernamental (ONG) Fondo Mundial para la Conservación de la Fauna (WWF, por su nombre en inglés) ha estado trabajando en la zona desde 1998, realizando investigación, educación ambiental, capacitación y últimamente apoyo directo a la gestión del AP. La Asociación Hombre y Naturaleza, con base en España, ha estado adelantando trabajos de educación ambiental, capacitación en ecoturismo y operaciones de turismo. De acuerdo al Reglamento General de Áreas Protegidas (RGAP), cada AP debería contar con un plan de manejo quinquenal. Este plan constituye la base para la elaboración de planes operativos cada año. En este contexto, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) está financiando la elaboración del plan de manejo del PN-ANMI Otuquis. A su vez este plan de manejo forma parte de los esfuerzos del BID para mitigar los impactos ambientales de la construcción de la carretera bioceánica, (financiada parcialmente por BID) de acuerdo a las recomendaciones del estudio de impacto ambiental (Consorcio Prime Engenharia et al., 2000). El trabajo de elaborar este plan de manejo fue licitado públicamente y adjudicado a la empresa COBODES, la cual lo realizó en coordinación con la dirección del área.

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Mapa 1 Mapa base

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I.2 Ubicación geográfica El PN-ANMI Otuquis se encuentra al sudeste del departamento de Santa Cruz, en las provincias Germán Busch y Cordillera. Desde su decreto de creación, el AP está dividida en tres bloques (SERNAP, 2001) (Mapa 1):

o El Parque Nacional Pantanal de Otuquis, en adelante denominado bloque Otuquis, es el sector más extenso; se encuentra al sur-este de la ciudad de Puerto Suárez, e involucra los municipios de Puerto Suárez y Charagua.

o El Parque Nacional Pantanal de Otuquis Zona Río Pimiento, en adelante denominado bloque río Pimiento, que es el sector de menor extensión, se ubica al norte de Puerto Suárez, en los municipios de Puerto Quijarro y Puerto Suárez, e incorpora la mayor parte de la laguna Cáceres.

o El Área Natural de Manejo Integrado Pantanal de Otuquis, en adelante denominada ANMI se encuentra en el municipio de Puerto Suárez.

El PN-ANMI Otuquis tiene una superficie total de 1.005.950 ha (10.059 km2), de las cuales 903.350 ha corresponden al Parque Nacional (bloques Otuquis y río Pimiento) y 102.600 ha al ANMI1. Sus coordenadas geográficas son: 58°00’ – 59°30’ Longitud Oeste y 19°00’ – 20°00’ Latitud Sur (SNAP. 2001). El AP colinda al sur con la República del Paraguay, sobre aproximadamente 200 km, y al este con la República de Brasil, sobre aproximadamente 126 km. En ambos casos, son fronteras artificiales delimitadas por hitos, con la excepción de un trecho de los ríos Paraguay y Negro. En comparación, el AP tiene solamente 205 km de límites internos en Bolivia. A pesar de que, en general, el AP se encuentra en buen estado de conservación, ésta tiene la particularidad de situarse muy cerca del polo de desarrollo de Puerto Suárez y Puerto Quijarro. El cerro Mutún, a poca distancia del ANMI, tiene grandes perspectivas de desarrollo minero e industrial. El AP incluye a Puerto Busch y al triángulo Man Césped, que forman parte de fuertes aspiraciones regionales. Además, incluye a la bahía Cáceres y su cuenca inmediata, heredando así los problemas que enfrenta esta zona, en aparente decaimiento ambiental. I.3 Justificación del PN-ANMI Otuquis Antes de avanzar con el plan, es importante dejar en claro cuáles han sido los objetivos para crear un AP, y cuáles son los valores que estaríamos protegiendo para futuras generaciones. Para simplificar esto, consideramos que los valores se pueden dividir en tres grandes temas:

1. Protección y conservación de humedales de importancia mundial. 2. Protección, conservación y uso sostenible de la diversidad biológica. 3. Protección de los recursos naturales renovables y su uso sostenible en las zonas donde es

permitido. I.3.1 Protección del Gran Pantanal y los bañados de Otuquis Cualquier humedal es importante debido a los servicios ambientales que presta, tales como la regulación y purificación de aguas y la provisión de un lugar de nacimiento y cría para algunas especies de fauna, entre otros que serán mencionados posteriormente. Para muchos, un pantano es un área perdida y sin valor, por lo cual varios países se han empeñado en drenar los humedales, quitar curvas de río y alterar de alguna forma los procesos naturales. Dentro de los conceptos de la hidrovía Paraguay-Paraná y el polo de desarrollo de la provincia Germán Busch existen propuestas que, de no considerarse inversiones para reducir los daños ambientales que podrían traer aparejados, conducirían a un gran impacto ambiental, dejando de lado cualquier posible beneficio duradero para la sociedad.

1 Los cálculos hechos para este estudio difieren un poco. Proyectando los límites decretados, el área total suma 1.001.350 ha, con 899.266 ha de PN y 102.084 ha de ANMI.

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Lamentablemente, sólo después de percibir el deterioro de los servicios ambientales y otros daños ambientales ocasionados por ciertos proyectos, algunos gobiernos están teniendo que invertir para restaurar estos ecosistemas fundamentales. Por ejemplo, en el estado de Florida, EE.UU., costará 414 millones de dólares el volver a habilitar las curvas en un trecho de apenas 80 km del río Kissimmee, y restaurar sus pantanos, que se drenaron entre los años 1960 y 1970 (State of Florida, 2003). En el caso del PN-ANMI Otuquis tenemos la oportunidad de proteger partes de dos importantes humedales, asegurando así que el desarrollo que ocurra a futuro no destruirá estos ecosistemas. Para muchos, el Gran Pantanal (simplemente O Pan anal en Brasil) es el mayor humedal en el mundo y por ende el más importante (WWF, 1999). Por su tamaño y estado de conservación, el Gran Pantanal constituye una de las prioridades mundiales de conservación. Para entenderlo mejor, cabe señalar que en algún momento existían más de 1.000 sitios RAMSAR en el mundo, totalizando 710.000 km2. El Gran Pantanal representa cerca de la mitad del área total de estos sitios de importancia mundial (Mereles, 2000). Inclusive, se le atribuye importancia como regulador del clima regional, lo cual sólo sería posible comprobar si se lo destruyera definitivamente. Existen varias estimaciones del área total del Gran Pantanal. Se calcula que la porción boliviana alcanza aproximadamente a los 13.857 km2 (WWF, 2002) representando entre el 10 y 12% del Gran Pantanal. Sin embargo, se considera que la porción boliviana es la mejor conservada, habiéndose reportado una concentración importante de fauna, mucha de ella atractiva para el turismo (Parker et al., 1993). El Pantanal boliviano está presente en los tres bloques del AP. Casi todo el bloque del río Pimiento está dentro del Pantanal (aproximadamente 45.000 ha), y los bloques Otuquis y ANMI tienen aproximadamente 120.000 ha de Pantanal, principalmente en el triángulo Man Césped (Mapa 2). El bloque río Pimiento es de suma importancia para la regulación de aguas en su sistema de canales - la bahía Cáceres y el canal Tamengo. El buen manejo de esta zona es fundamental para el futuro de la navegación, sin mencionar la importancia que tiene para la pesca, el turismo y para el suministro de agua potable para las tres poblaciones más importantes de sus alrededores (Puerto Suárez, Puerto Quijarro y Corumbá). Recién ahora, cuando la calidad de estos servicios se está deteriorando rápidamente, se ve la necesidad de un mejor manejo. El cómo consensuar el manejo de este recurso múltiple es uno de los retos fundamentales de este plan de manejo. Los bañados de Otuquis constituyen otro humedal que no deja de ser importante en la zona (UTD-PLUS, 1995). Estos bañados se originan cuando las aguas del sistema del río Tucavaca se abren en innumerables brazos, distribuyéndose en un área de aproximadamente 480.000 ha, hacia el sur de El Carmen. A pesar de que es una zona muy poco estudiada, está claro que tiene un rol fundamental en el sistema hídrico regional (Robison, et al., 2002), en una de las regiones del país donde el recurso agua llega a ser más escaso en ciertas estaciones. Aún restan muchas preguntas por responder acerca de cómo funciona este humedal, cómo se conecta con el Pantanal, qué rol cumple para las poblaciones de peces, qué rol cumple para las poblaciones de macro fauna, y cómo aporta al clima regional. Como se verá más adelante, durante su época de aguas altas (febrero y marzo), los bañados de Otuquis se unen con el Pantanal, tanto por la laguna Cáceres, como al sur del cerro Mutún, aunque el Pantanal alcanza su máximo nivel algunos meses después. Debido a que los bañados de Otuquis aún son poco conocidos, es difícil sugerir algún manejo específico, más allá que el de su protección como una cuenca compleja e importante. Por su difícil acceso, se encontraría entre los humedales menos intervenidos del mundo. Sin embargo, es justamente la zona más susceptible de sufrir impactos ambientales en el caso de una construcción inadecuada de la carretera transoceánica (Mapa 3).

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Mapa 2 RAMSAR

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Mapa 3 Ubicación regional

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Tanto el Pantanal como los bañados de Otuquis forman parte del sitio RAMSAR No. 1089. Cuando éste fue nominado en el año 2001, el gobierno boliviano, mediante su Ministerio de Desarrollo Sostenible, se comprometió a lo siguiente:

o Promover la conservación y el uso racional del humedal, mediante un plan de manejo, concebido y puesto en práctica con la participación de todos los interesados directos.

o Implementar un manejo conforme a las obligaciones que impone la Convención y su condición de sitio internacionalmente importante.

o Informar a la Convención si el sitio está amenazado a causa de intervenciones humanas o tiene problemas que puedan alterar sus características ecológicas.

o Usar los sitios en forma sostenible, como por ejemplo para el recreo y el turismo. I.3.2 Conservación de la biodiversidad Como se detallará más adelante, en el PN-ANMI Otuquis se encuentran e entremezclan tres grandes ecoregiones: el Pantanal, el Chaco y el Cerrado. El AP presenta los sectores más aislados de cada ecoregión y por este motivo las zonas de transición entre las mismas también están en buen estado de conservación. Por ejemplo en el Brasil buena parte del Gran Pantanal está en buen estado de conservación, pero donde existe una transición hacia una zona de tierra firme, la vegetación está altamente intervenida por la agricultura. Existen pocas zonas transicionales de Pantanal a Cerrado o de Pantanal a Chaco en buen estado de conservación en Brasil y Paraguay, y en ningún caso se encuentran dentro de un AP. Comparado con los ecosistemas amazónicos, los números absolutos de especies de flora y fauna del Pantanal no son tan altos. Pero en términos relativos los niveles de diversidad son muy importantes. Por ejemplo, el Pantanal es considerado como uno de los reservorios de peces de agua dulce más grandes, convirtiéndolo en una reserva biogenética excepcional. Es también el humedal de mayor diversidad en lo que concierne a plantas acuáticas (Pott y Pott, 2000). Más allá de los números absolutos de especies, el Pantanal y sus transiciones hacia el Chaco y el Cerrado son lugares fundamentales para la sobrevivencia de varias especies de fauna que son vulnerables o están en peligro de extinción, tales como el ciervo del pantano y la londra, ya que alberga sus poblaciones más grandes en la actualidad. Finalmente, el Pantanal es fundamental para muchas poblaciones de aves y peces migratorios. I.3.3 Protección de los recursos naturales renovables y su uso sostenible en las zonas donde es permitido En los últimos dos siglos el Gran Pantanal en su conjunto ha sido utilizado para la ganadería, la caza y pesca comerciales (Wilcox, 1992). En el lado boliviano la ganadería ha tenido un desarrollo posterior, especialmente en las últimas décadas, constituyéndose actualmente en la principal forma de uso de la tierra en todo el sector. En el Brasil se ha demostrado que, bajo un buen manejo, la ganadería puede ser una actividad compatible con la conservación de la vida silvestre en el Pantanal. Por lo tanto se pretende que este buen manejo tenga lugar especialmente en las zonas del AP donde los propietarios ya tienen derechos sobre la tierra. Bajo estas consideraciones se ha trazado la zonificación del AP. De acuerdo al decreto de creación la pesca comercial está prohibida en el AP. Sin embargo, es una actividad tradicional que se realiza hasta hoy de dos formas: Por un lado, existe la pesca con redes y líneas en la laguna Cáceres y el bloque Río Pimiento, en época de aguas altas. Por el otro, en la época seca se recolectan los peces que se quedan atrapados en charcos y que de cualquier manera morirían si no fueran consumidos por la fauna silvestre o recogidos por los pescadores. Luego del presente proceso de planificación, se propone que la pesca sea permitida bajo una normatividad especial y que sea sometida a un período de evaluación, a fin de establecer o no su sostenibilidad. La tercera forma de uso de los recursos del AP es la actividad turística, en virtud a sus atractivos naturales y culturales. En Brasil, el Gran Pantanal se ha convertido en uno de los principales destinos turísticos del país, y la facilidad de observar vida silvestre ha hecho que los flujos de turistas (principalmente brasileños) aumenten considerablemente en la última década, generando importantes

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beneficios para la zona. Del lado boliviano, los beneficios que podría generar el turismo para el área protegida en particular, y para la región en su conjunto, todavía no han sido comprendidos ni cuantificados. El PN-ANMI Otuquis y su zona externa de amortiguamiento (ZEA) presentan una gama de potenciales atractivos turísticos que hasta el momento han sido escasamente explotados, tales como la observación de vida silvestre en las lagunas, ríos y campos, la laguna Cáceres y sus canales, la presencia de restos de trincheras de la Guerra del Chaco, las formaciones geomorfológicas atractivas y la existencia de las estancias ganaderas con toda su dinámica y sus tradiciones. La región en general se encuentra inmersa en una profunda crisis económica, acentuada por la falta de alternativas de ingresos. Esto ha provocado que buena parte de la población urbana se haya volcado a la cacería comercial y a la pesca indiscriminada, ejerciendo una gran presión sobre la fauna, dentro y fuera del AP. Por lo tanto, existiendo los atractivos, la infraestructura de apoyo, y especialmente el interés de los potenciales inversores, el turismo se podría transformar en una alternativa económica de uso sostenible de recursos. Sin embargo, de acuerdo al diagnóstico que se ha realizado para este plan, es necesario realizar un fuerte trabajo de concientización, preparación, organización, desarrollo de productos y promoción, antes de que el turismo se haga realidad y sus posibles beneficios lleguen a contribuir a la aceptación local del AP. I.4 Sistema Nacional de Áreas Protegidas Aunque Bolivia ha tenido APs desde 1939 (PN Sajama) no existían políticas de desarrollo sostenible para su protección. Con la promulgación de la Ley General de Medio Ambiente (Ley No. 1333) en el año 1992, se establecieron el Sistema Nacional de Áreas Protegidas (SNAP) y el Fondo Nacional para el Medio Ambiente (FONAMA). El SNAP es el conjunto de APs en Bolivia con coordinación y planificación centrales y con objetivos, estrategias y políticas compartidos (SERNAP, 2000). En 1993, con un financiamiento del GEFT/BM y COTESU, la entonces Dirección Nacional de Áreas Protegidas y Vida Silvestre y el FONAMA implementaron el Proyecto de Conservación de la Biodiversidad y los Ecosistemas de las Áreas Protegidas de Bolivia. Luego en el año 1996, la Dirección Nacional de Conservación de la Biodiversidad (la actual Dirección General de Biodiversidad – DGB) inició el Proyecto de Apoyo al Sistema Nacional de Áreas Protegidas con financiamiento por 20 años por parte de la Cooperación de la Embajada Real de los Países Bajos. En 1997 mediante el DS No. 24781 y como parte del Ley del Medio Ambiente, se puso en vigencia el Reglamento General de Áreas Protegidas (RGAP), como instrumento normativo fundamental para la gestión del SNAP (SERNAP, 2001). En el mismo año, con la Ley de Organización del Poder Ejecutivo, se creó el Servicio Nacional de Áreas Protegidas (SERNAP). El año siguiente, mediante el DS No. 25158 se estableció la normativa de organización y funcionamiento del SERNAP con la misión institucional de “coordinar el funcionamiento del SNAP, garantizando la gestión integral de las áreas protegidas de interés nacional, a efectos de conservar la diversidad biológica, en el área de su competencia” (SERNAP, 2000). El SERNAP es una estructura operativa del Ministerio de Desarrollo Sostenible y Planificación y depende funcionalmente del Viceministerio de Medio Ambiente, Recursos Naturales y Desarrollo Forestal. Tiene independencia de gestión técnica y administrativa y cuenta con una estructura y competencia de alcance nacional (SERNAP, 2000). Las APs son áreas naturales legalmente establecidas bajo protección del estado boliviano con el propósito de proteger y conservar la flora y fauna, recursos genéticos, ecosistemas naturales, cuencas y valores de interés científico, estético, histórico, económico y social con el fin de preservar el patrimonio natural y cultural del país (SERNAP, 2001). De acuerdo a las características específicas de cada AP existen diferentes categorías de manejo, las cuales definen el uso de los recursos naturales dentro del AP. Algunas APs han sido declaradas de doble categoría de manejo para permitir un uso más adecuado de sus recursos:

1. Parque 2. Monumento Nacional 3. Santuario de Vida Silvestre

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4. Reserva de Vida Silvestre 5. Área Natural de Manejo Integrado

Además existe la categoría de Reserva de Inmovilización (RIN), la cual tiene un estado legal transitorio hasta definir la categoría de manejo. La gestión de cada AP se realiza a través de planes de manejo y planes operativos anuales. Dentro de cada AP se establece una zonificación en base a limitantes y potenciales. Estas zonas tienen diferentes restricciones y tipos de manejo para lograr los objetivos del desarrollo sostenible del AP. Existen unas 66 APs en Bolivia (nacional, departamental, municipal y privada) dentro del SNAP con normativa legal vigente. De estas, 21 tienen interés nacional y su gestión de conservación se encuentra a cargo del SERNAP (SERNAP, 2001). Actualmente 19 cuentan con una administración implementada (SERNAP, 2001). La población que vive dentro y alrededor de las APs es numerosa e incluye grupos étnicos del Altiplano y las tierras bajas. Por esa razón una de las principales políticas del SERNAP es la promoción de la participación de todos los actores locales en la gestión de las APs en los siguientes niveles (SERNAP, 2001):

• Administración local del AP • Participación en los procesos de planificación • Comité de Gestión • Uso de recursos humanos locales en el manejo del AP • Implementación de proyectos en las APs • Comité interinstitucional

I.5 Elaboración del plan de manejo La elaboración de este plan de manejo se ha basado en la nueva guía preparada por la autoridad competente en relación a estos procesos de planificación (MAPZA/SERNAP, 2002). En contraste con muchos planes de manejo que se han elaborado en el pasado, y de los cuales pocos se han ejecutado, este plan ha contado con una base teórica y metodológica para guiar el proceso de planificación y de creación de consenso sobre el mismo. Adicionalmente, al final del proceso se contó con versiones oficiales de las políticas del SERNAP (SERNAP, 2003a), la estrategia de educación y comunicación ambiental (SERNAP, 2003b) y los criterios y métodos para el establecimiento de programas de turismo (SERNAP, 2003c). Estos documentos se tomaron en cuenta principalmente en la propuesta de manejo al final de este documento. I.5.1 El enfoque En base a la guía del SERNAP se propuso organizar un proceso transparente, eficiente y participativo con el fin de llegar a tomar decisiones congruentes sobre el manejo del área en el tiempo y el espacio. Se propuso plasmar estas decisiones en un documento simple que dejaría en claro los siguientes temas:

o Por qué se debe proteger el área o Cuál es la situación actual del área y su ZEA o Cuál ha sido la participación de la población local, y cuáles son sus mecanismos de

participación a largo plazo o Cómo se organizará y manejará el área a futuro

El siguiente documento está organizado, a grandes rasgos, bajo esos temas y en ese orden. El público meta de este documento son autoridades municipales, funcionarios del estado, el director del área y su cuerpo de protección y otros posibles integrantes del comité de gestión. Va acompañado de anexos técnicos que respaldan la información y que, a su vez, están dirigidos a especialistas en cada tema.

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I.5.2 El proceso de planificación Para optimizar el manejo de un AP en el largo plazo es importante llevar a cabo un proceso amplio de planificación. De acuerdo a la guía de planes de manejo del SERNAP existen dos componentes importantes para optimizar el manejo de un área:

1. Un diagnóstico amplio, que no sólo estudia en detalle la flora y la fauna, sino que enfoca particularmente las características sociales del área y su entorno. 2. Una planificación participativa que involucra, en momentos críticos, a las autoridades y los representantes de la sociedad civil del área y su entorno.

El Cuadro 1 contiene un resumen del proceso de planificación según la guía SERNAP. La elaboración del plan consiste en tres etapas divididas en 23 pasos. Para el caso del PN-ANMI Otuquis se han seguido las siguientes etapas: Cuadro 1. Resumen del proceso de planificación de acuerdo a la guía del SERNAP

Etapa Pasos 1. Decisión sobre inicio del proceso 2. Establecimiento del comité impulsor 3. Definición preliminar de los alcances del plan (Taller 1) 4. Formulación de la propuesta de proyecto para la elaboración del plan 5. Aprobación de las instituciones relevantes y SERNAP (Taller 1) 6. Gestión de financiamientos/licitación del plan de manejo 7. Formalización de responsabilidades 8. Conformación del Equipo Núcleo de Planificación (ENP) 9. Organización interna del ENP

Etapa I. Organización del proceso de planificación

10. Establecimiento de mecanismos de difusión y comunicación del proceso 11. Caracterización participativa del AP y Zona Externa de Amortiguación (ZEA) (Taller 1) 12. Caracterización técnica del AP y ZEA 13. Definición de la información requerida 14.a. Diseño de los métodos e instrumentos para la generación de información faltante o complementaria 14.b. Presentación de la propuesta de diagnóstico consensuado 15. Trabajo complementario de campo y gabinete 16. Sistematización de la información y un análisis integral 17. Análisis integral participativo (Taller 2)

Etapa II. Diagnóstico y análisis 18. Validación del análisis integral (Taller 2)

19. Formulación de la propuesta del plan 20. Concertación y validación local 21. Aprobación del SERNAP 22. Aprobación ministerial del plan

Etapa III. Elaboración del documento del plan 23. Difusión del plan

Fuente: Elaboración propia Etapa 1. Organización del proceso de planificación En esta fase se conformó un comité impulsor compuesto por las autoridades y los representantes de los diferentes grupos sociales del área. Una vez que estuvo conformado este comité, se definieron las dimensiones y prioridades de los diferentes estudios del diagnóstico. Este proceso tuvo lugar en un primer taller que se llevó a cabo el 1 de octubre del 2002 en la zona de trabajo. Durante este período se conformó el Equipo Núcleo de Planificación (ENP), que incluyó los consultores de COBODES, el director

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del área y los guardaparques que acompañaron el trabajo. Como resultado del taller, las autoridades locales pudieron conocer en detalle el proceso de planificación y se aprobó un plan de trabajo, que incluyó las sugerencias e ideas locales. En esta fase también se determinó el alcance de los estudios complementarios (ver etapa 2). En el caso del estudio ecológico, por ejemplo, debido a la existencia de información biológica de estudios anteriores y a la falta de información sobre distribución de humedales, se decidió priorizar este tema sobre nuevos inventarios de flora y fauna, o estudios de calidad de aguas. Se consideró que estos últimos temas pueden incluirse en un plan de monitoreo a mediano y largo plazo. Sin embargo, era fundamental contar con información apropiada sobre distribución de humedales para analizar los límites y la zonificación del AP. A pesar de no estar incluido en los términos de referencia originales, COBODES propuso priorizar el tema de turismo, incluyéndolo dentro de su propuesta técnica. Esta decisión fue ratificada posteriormente por el comité impulsor. Etapa 2. Diagnóstico y análisis El objetivo de esta fase fue reunir la información más relevante que permita tomar decisiones a largo plazo. Se utilizó la información existente, aunque hubo necesidad de reunir nueva información específica del área. Se realizaron los siguientes estudios: • Estudio social: Se recogió información actualizada de las comunidades y estancias en la zona de

estudio. También se documentó el uso actual de los recursos naturales, los sistemas de producción y la tenencia de la tierra. Se estudiaron los planes previstos para el polo de desarrollo en la zona de Puerto Suárez y Puerto Quijarro. Durante este estudio también se organizaron reuniones locales para explicar la importancia del proceso de planificación para el AP. La información está detallada en el anexo 7.

• Estudio de turismo: Se considera que el ecoturismo constituye potencialmente una de las mejores

herramientas para generar ingresos nuevos en la zona, a través del aprovechamiento adecuado de los atractivos del PN-ANMI Otuquis y su entorno. Se analizó la situación actual del turismo en las dos fronteras, la problemática del turismo en el Pantanal boliviano y sus posibilidades de desarrollo. El resultado es un plan de desarrollo turístico basado en la realidad del área y su entorno (Anexo 8).

• Estudio de biodiversidad: Se sistematizó y se analizó la información existente sobre la

biodiversidad, la distribución de flora y fauna, y el estado de conservación del área (Anexo 5). • Estudio de distribución de humedales: Para el manejo del área a largo plazo es importante saber

qué sectores se inundan en forma permanente y estacional, y cuáles no se inundan. El análisis de imágenes de satélite ayudó a elaborar un mapa de áreas inundables en la zona (Anexo 6). Para este fin se utilizó tecnología de punta, además de imágenes LANDSAT.

• Estudio legal: Se analizaron todos los aspectos jurídicos relacionados con el área, tales como la

tenencia de la tierra y los derechos de terceros, entre otros. El objetivo fue identificar las necesidades jurídicas y trazar un plan de consolidación jurídica a largo plazo (Anexo 9).

Del 10 al 12 de diciembre del 2002 se realizó en Puerto Suárez el taller de validación y planificación. Durante este taller participaron autoridades civiles y militares, prefecturales, así como también miembros de la población local, haciendo un total de 66 representantes de los dos municipios y de las comunidades alrededor del PN-ANMI Otuquis (COBODES, 2003). Esta participación fue importante pues hasta ese momento, con la excepción del proceso para la elaboración del Decreto de Creación, no se habían tomado decisiones finales consensuadas y participativas sobre el manejo del área. En este taller se presentaron y discutieron los resultados de los estudios técnicos. Después, en forma conjunta, se discutieron y se tomaron decisiones con respecto al manejo del área, tales como la zonificación, la normativa de uso de

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I. INTRODUCCIÓN Plan de Manejo PN-ANMI Otuquis

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recursos naturales y la organización misma del área. Las minutas del taller sirvieron como memoria de este proceso participativo (COBODES, 2003). Etapa 3. Elaboración del documento del plan Durante esta fase, el ENP reunió la información de los diagnósticos realizados y del taller de validación y planificación, y preparó un primer borrador del plan de manejo. Este borrador se presentó al SERNAP para una primera evaluación. Después de incorporar las sugerencias del SERNAP, este segundo borrador fue discutido nuevamente en la zona, el 25 de febrero del 2003, en un taller de presentación y ajustes. A esta reunión fueron invitadas las mismas autoridades que participaron en los talleres anteriores, para asegurar que el plan final refleje las conclusiones tomadas en forma conjunta. Las sugerencias de este taller se incorporaron en un documento final que fue entregado al SERNAP. Las observaciones del SERNAP se tomaron en cuenta en esta versión final así finalizando las responsabilidades del ENP. Etapa 4. Implementación y evaluación del plan De acuerdo a la guía de SERNAP, el plan estaría sujeto a una evaluación en su primer año. Es decir que después de un período de implementación habría oportunidad para revisar y afinar este plan de manejo. Idealmente esto se realizaría durante el proceso de elaboración de los planes operativos anuales (POAs) del AP. I.5.3 Innovaciones conceptuales En Bolivia, la mayoría de los planes de manejo que se han elaborado para APs no se han ejecutado en su totalidad (MAPZA/SERNAP, 2002). Existe gran cantidad de razones para ello, siendo las más importantes: la falta de financiamiento para la ejecución; la falta de voluntad política; las propuestas de manejo poco realistas; cambio de autoridades; planes que no han sido consultados o consensuados. De las innovaciones conceptuales que incorpora la guía SERNAP, resaltamos dos que consideramos fundamentales para el éxito del plan a largo plazo:

1. Inversión de tiempo y dinero en la preparación del proceso de planificación. En el pasado, era una práctica común comenzar con largos y caros inventarios de flora y fauna. Sólo después de varios meses de trabajo se detectaban temas que se habían subestimado, y que finalmente eran los aspectos que influían en la zonificación y en el manejo del área. Como se observa en el cuadro 1, de un total de 23 pasos, 10 están relacionados con la preparación del proceso antes de iniciar el primer viaje de campo. Este cuidado al inicio ayuda a asegurar que los limitados recursos disponibles se invierten en temas prioritarios para la planificación del área.

2. Consulta local y participación en todo el proceso. Anteriormente, el ENP llegaba casi hasta una

propuesta de zonificación y manejo antes de consultar con autoridades locales. En efecto, se presentaba el plan ya elaborado, sin espacio para cambiar la zonificación o de modificar la propuesta de manejo. Con el proceso propuesto por la guía, se consulta ampliamente tres veces, la primera antes de iniciar el trabajo, la segunda, después de efectuar el diagnóstico, pero antes de elaborar la propuesta de manejo, y la tercera, después de elaborar la propuesta pero antes de aprobarla formalmente.

Estos dos conceptos han sido plenamente tomados en cuenta para el proceso de planificación del PN-ANMI Otuquis, a pesar de las limitaciones de presupuesto y tiempo.

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II. CONTEXTO INTERNACIONAL Y REGIONAL Plan de Manejo PN-ANMI Otuquis

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II. CONTEXTO INTERNACIONAL Y REGIONAL II. 1 Conservación a nivel internacional A primera vista, la parte del Gran Pantanal que le corresponde a Bolivia parece ser de poca importancia en comparación al área total. Por esta razón es importante aclarar el rol que juega el Pantanal boliviano y cuál sería el rol que le tocaría al PN-ANMI Otuquis, en particular. Bolivia y Paraguay, juntos, abarcan todo el margen occidental del Gran Pantanal, mientras que los márgenes norte, este y sur se encuentran en territorio brasileño. El lado norte, entre Cáceres, Cuiabá y Rondonópolis, era originalmente una zona de transición entre el Gran Pantanal y el bosque amazónico. Sin embargo, en los últimos 40 años se ha convertido en uno de los centros más activos de la agroindustria brasileña (IBGE, 2003). Las carreteras asfaltadas, BR 070 y la BR 163, siguen muy de cerca el margen norte y oriental del Gran Pantanal, tornándolo totalmente accesible. Estas carreteras, importantes en términos de geopolítica, han sido nefastas en términos ecológicos, ya que cortaron la conectividad entre el Gran Pantanal y los ecosistemas de Chaco y Cerrado. De forma similar, el triángulo entre Campo Grande, Bodoquena y Dourados se ha constituido en uno de los centros más importantes de producción de soya y de ganadería intensiva de Mato Grosso do Sul. El hato colectivo de Mato Grosso y Mato Grosso do Sul sobrepasa los 25 millones de cabezas (IBGE, 2003), buena parte del cual se encuentra en el Gran Pantanal y a ambos lados de las carreteras que lo rodean. El deterioro ambiental del Gran Pantanal debido a la erosión y sedimentación, por un lado, y a la contaminación por agrotóxicos, por el otro, es cada vez más notoria. En contraposición, hasta la fecha el Brasil sólo ha declarado dos áreas protegidas nacionales en toda la zona: El Parque Nacional (PN) do Pantanal Matogrossense (Mapa 3) y el Parque Nacional Serra da Bodoquena, protegiendo cada uno una superficie aproximada de 130.000 ha. Adicionalmente, habrían otras 90.000 ha de Reservas Particulares de Patrimonio Natural (Pott y Pott, 2000). La misma fuente indica que el PN Pantanal Matogrossense es interesante pero insuficiente, ya que no cuenta con zonas altas, por lo que en época de llenuras se constituye prácticamente en su totalidad en un espejo de agua. Para soportar poblaciones importantes de macrofauna, el área necesitaría proveerles de refugios altos permanentes. En contraste, toda la margen occidental del Gran Pantanal se encuentra en territorios boliviano y paraguayo. En ambos casos, la densidad de población es menor que en Brasil. La parte boliviana, en particular, tiene una población muy baja y por ende un mejor estado de conservación, el cual ha sido constatado a través del análisis de imágenes de satélites. Es más, en el Paraguay no existe un área protegida en el sector del Gran Pantanal, pero hay dos propuestas que colindarían con Otuquis: una Reserva Científica Cerro Chovoreca en las vecindades del hito Chovoreca, y un Parque Nacional Rió Negro al este del triángulo de Man Césped (Mereles, 2000). En consecuencia, en Bolivia encontramos los mejores ejemplos de transiciones o ecotonos entre Pantanal y Cerrado o Chaco, estas zonas, en buena medida, han sido declaradas APs. Mientras que el ANMI San Matías protege el sector norte transicional al Cerrado y Bosque Seco Chiquitano, el PN-ANMI Otuquis protege la transición hacia el Chaco (Navarro y Maldonado, 2002). En ambos casos existen amplias zonas de altura para el refugio de vida silvestre en tiempos de aguas altas. Una diferencia, de acuerdo al estudio para los sitios RAMSAR, es que el PN-ANMI Otuquis abarca zonas de inundación profunda, mientras que el ANMI San Matías, si lo hace, es en mucho menor grado (Mapa 2). A 80 kilómetros al este del AP se encuentra el Parque Nacional y ANMI Kaa Iya. Este es el AP más representativa de todo el Gran Chaco protegiendo grandes extensiones de vegetación chaqueña en buen estado de conservación. Al PN-ANMI Otuquis le queda el rol, dentro de este esquema, de proteger las transiciones de Chaco hacia Cerrado y de Chaco hacia Pantanal.

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II. CONTEXTO INTERNACIONAL Y REGIONAL Plan de Manejo PN-ANMI Otuquis

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II. 2 Contexto regional Al nivel regional, la importancia de Otuquis fue reconocida al momento de establecer el PLUS de Santa Cruz. Ese análisis identificó la importancia del río Tucavaca y los bañados de Otuquis, como base del sistema hídrico regional. En este sector del país, el factor limitante tanto para la urbanización, como para la ganadería y la agricultura, es el agua. Proteger las pocas nacientes y cursos permanentes de agua llega a ser la primera prioridad socio-ambiental de toda la zona. Debido a esta situación, la cuenca alta del río Tucavaca fue incluida plenamente dentro de la RIN 6, abarcando la serranía de Santiago y una parte de la serranía de Sunsás. La serranía de Sunsás así como altos porcentajes de las áreas restantes del Pantanal boliviano fueron posteriormente incorporadas al ANMI San Matías, en 1997 (Mapa 3). En el año 2000, el municipio de Roboré declaró la porción de la RIN 6 que le correspondía como reserva municipal, ampliándola a un total de 262.305 ha. El 2001, se elaboró un plan de manejo para la Reserva Municipal de Tucavaca (Robison, et al., 2002) y el área se encuentra en plena gestión (Mapa 3). Con esta medida queda bajo protección la mayor parte de la cuenca alta de los ríos Tucavaca y Aguas Calientes. Lamentablemente, la parte del RIN 6 que correspondía a El Carmen no recibió ninguna categoría de protección, por el rechazo de sus autoridades y representantes cívicos a cualquier forma de protección o preocupación ambiental, las cuales son percibidas como una imposición externa que afecta el desarrollo económico de dicha zona. La parte baja de la cuenca, conocida como los bañados de Otuquis, fue declarada RIN y dividida en dos sectores: la RIN 3, que corresponde a la mayor parte del AP, y la RIN 8, que corresponde a un corredor en las proximidades del antiguo terraplén que conducía a Puerto Busch. Lamentablemente la porción central de cuenca, que corresponde al municipio de El Carmen (entre Candelaria y el límite norte del Parque), quedó sin ningún nivel de protección especial, una vez más por el rechazo de las autoridades y representantes cívicos a tener un área protegida en su municipio. Sin embargo, una propuesta de este plan de manejo es que, a futuro, se intente ampliar el PN-ANMI Otuquis para incorporar este sector de los bañados, probablemente bajo la categoría de ANMI. En otro estudio regional reciente se evaluaron las principales cuencas del extremo sudeste de Bolivia, a fin de otorgarles un orden de prioridad para su conservación (WWF, 2002). De ocho cuencas evaluadas, las que resultaron con una mayor prioridad para su conservación, y con amplia ventaja, fueron las cuencas del Tucavaca/Otuquis y la cuenca más pequeña de la laguna Cáceres. Estas cuencas se encuentran en gran parte dentro del PN-ANMI Otuquis, y no sólo se destaca su importancia ecológica, mencionada anteriormente, sino que son también las cuencas más susceptibles a impactos negativos del polo de desarrollo. El cuerpo de agua o humedal más susceptible a deterioros por proyectos de desarrollo dentro de la región es la laguna Cáceres. Como se ha mencionado, junto con sus afluentes y efluentes, esta laguna es la fuente de agua potable para las tres poblaciones del área; sería la fuente de agua para las industrias que se proponen para la zona franca, y su efluente, el canal Tuyuyú, es la razón de ser de los puertos Aguirre y Gravetal. Además, es el sustento de numerosos pescadores, es fundamental para la ganadería de la zona, y podría convertirse en una atractivo turístico importante. Esto es para mencionar sólo algunas de las demandas y amenazas a las cuales está sujeta la laguna. Más adelante en el plan se tomará el caso de la laguna Cáceres como el ejemplo más visible y complejo de retos que hay que enfrentar para la conservación y buen uso del AP.

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III. DIAGNÓSTICO DE LA SITUACIÓN ACTUAL Plan de Manejo PN-ANMI Otuquis

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III. DIAGNÓSTICO DE LA SITUACIÓN ACTUAL III.1 El entorno social III.1.1 El proceso histórico La región habría sido territorio tradicional de pueblos indígenas de las familias lingüísticas Zamuca (Ayoréode y Chamacocos), Chiquitana (que integró pueblos de lengua Chiquitana, Arawaka y Chapacura) y Otukea (Otukes, Covarecas y Curiminacas). Estos pueblos indígenas habitaban la zona desde los pantanos hasta la transición del Bosque Seco Chiquitano y hacia la Amazonía (Consorcio Prime Engenharia, et al. 2000; Parejas y Suárez, 1992). Estudios arqueológicos en el lado brasileño del Gran Pantanal (Schmitz et al, 1998) evidencian presencia humana desde 8200 años A.C, y hay indicios de poblaciones numéricamente significativas con patrones de desplazamiento para el uso de los recursos naturales hacia los 2200 años A.C. En el lado boliviano aún no se han realizado investigaciones arqueológicas en la zona del Pantanal, pero algunos estudios realizados en las zonas aledañas de serranías Chiquitanas (Sunsás) y del valle del río Tucavaca, donde se encuentran numerosos sitios de arte rupestre y restos de asentamientos, evidenciarían una ocupación por pueblos indígenas agricultores y cazadores que se remontaría al menos a los años 1500 A.C. y que habría durado al menos hasta los años 1500 D.C. (Michel y Calla, 2001). Durante la Colonia, la región fue un área de límites indefinidos entre los imperios portugués y español, debido a la lejanía y el poco conocimiento de la zona. Puesto que tampoco era claro a cuál de los Virreinatos españoles correspondía el área, ésta fue recorrida por expediciones desde Asunción (entre los años 1548 y 1549), pero reclamada por el Virreinato del Perú. En este contexto, los bandeirantes portugueses destruyeron los pocos asentamientos españoles en el siglo XVII. En el siglo XVIII el Imperio Portugués se interesó más en la zona (denominada el Mato Grosso) debido al descubrimiento de oro en las cercanías de Cuiabá (Ferrari, s/f). Al oeste del río Paraguay, las misiones jesuitas de la Chiquitania fueron el refugio para los indígenas que huían de las correrías esclavistas. Pueblos como los Ayoréode, ofrecieron resistencia guerrera a los españoles y portugueses, y luego también a la vida en reducciones, permaneciendo en zonas más alejadas de sus territorios. Los Jesuitas contactaron a los Zamucos, Otukés, Curavés y Potureros en el año 1717, cuando buscaban un puerto para navegar hacia el río Paraguay, y los redujeron en la Misión de Santo Corazón. Cuando D’Orbigny visitó esa misión alrededor del año 1832, quedaban solo 150 indios Otukes, de los cuales solo dos ancianos hablaban su propia lengua. Al este del río Paraguay, el Imperio Portugués consolidó su dominio con fuertes militares tales como Albuquerque (1775), la actual ciudad de Corumbá, que se convertiría en la puerta de entrada a la región del Gran Pantanal (Ferrari, s/f) y punto de partida para el comercio hacia el Atlántico (siglos XVIII y XIX). La presencia militar y misional colonial - española y portuguesa - resultó en la desaparición de pueblos como los Otukes, en la aparición de la síntesis cultural chiquitana, y en la introducción de nuevas formas de producción y uso del espacio, de organización y de religiosidad (Consorcio Prime Engenharia, et al. 2000). Con la expulsión de los Jesuitas en el año 1767, el estado colonial y los comerciantes españoles y criollos tomaron el control e iniciaron la explotación de los pueblos misionales, de sus recursos, y de la mano de obra indígena. Esto ocasionó la huída de muchos indígenas hacia el monte, y el desplazamiento de aquellos que permanecieron hacia las zonas periféricas de los poblados.

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III. DIAGNÓSTICO DE LA SITUACIÓN ACTUAL Plan de Manejo PN-ANMI Otuquis

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Las primeras estancias de la zona (en el lado boliviano), avanzaron más allá de las áreas usadas por las misiones, hacia los lugares donde “los indígenas no sometidos tienen su vivienda” (Sanabria, s/f ). Estas haciendas eran ganaderas, pero inicialmente también se dedicaban a la producción agrícola para el abastecimiento local. A partir del siglo XVIII la identidad ayoréode se reconstituyó por el re-encuentro entre ayoréodes fugados de las ex misiones y aquellos que nunca fueron reducidos (Consorcio Prime Engenharia, et al. 2000), mientras que el pueblo chiquitano empezó a sufrir un proceso de fragmentación y pérdida de identidad, reforzado por sucesivos desplazamientos forzosos (caucho, guerra) y por la efectiva ocupación de su territorio. En el Brasil, la ocupación ganadera y agrícola (para el abastecimiento local) del Pantanal se inició en el siglo XVIII (Asociación de Diplomados, 1976), pero fue interrumpida por la guerra de Brasil con Paraguay (1865-1870), y la ocupación de Corumbá. El imperio brasileño recuperó y rehabilitó Corumbá, e impulsó su rol de puerto comercial con Montevideo (Correa, 1946), rol que entró en decadencia con la llegada de la línea férrea Itapurá – Corumbá, construida desde 1908. En Bolivia, la independencia no cambió significativamente la estructura productiva y organización social de la región, pero con ella apareció la preocupación por lograr rutas comerciales hacia el oeste. El primer intento de llegar al río Paraguay a través del Otuquis fue promovido por Manuel de Olidén, quien recibió del gobierno boliviano en 1832, una concesión conocida como la provincia de Otuquis. Olidén tomó posesión de la provincia en 1836, e intentó animar a los habitantes de Santo Corazón y Santiago, así como a extranjeros, para que se instalen en la zona, fundando Olidén, Florida, las haciendas Sutós y Rinconada y abriendo caminos de acceso a la zona. Los documentos de la época mencionan a indios “incivilizados” que habitaban en los alrededores: los Guarañocas, y Potoreras1 cerca del origen del Otuquis; y río Otuquis abajo, hasta el Paraguay, los Guaicurúes, quienes emigraban al Paraguay en tiempo de lluvias. La inviabilidad de la navegación a través del río Otuquis fue comprobada por el hijo de Olidén y confirmada en el año 1850 por Thomas Page, un oficial naval norteamericano que exploró el área (Groff, 1987). Olidén abandonó su concesión en el año 1844. Como alternativa a la navegación del Otuquis, en 1861 se propuso un proyecto caminero para articular Santa Cruz al río Paraguay. En el año 1863, otra expedición llegó al río denominado Nepónimo, a la altura de bahía Negra, y navegó aguas abajo hasta “el ribazo de Chamacocos” (Sanabria, s/f). En 1864, Antonio Taboas, quien también recibió una concesión de tierras, llegó a la bahía Negra apoyado por un grupo de pobladores de Santiago de Chiquitos. La guerra de Paraguay contra Argentina, Brasil y Uruguay, intensificó el comercio entre Corumbá (tomada por Paraguay) y Bolivia, iniciándose la construcción de un camino hacia Bolivia. Finalizada la guerra, en el año 1868, Domingo Vargas, un hacendado de la Chiquitania, fue autorizado a consolidar la colonia santiagueña de Barranca de Chamacocos, pero su iniciativa fue frustrada por las inundaciones (Sanabria, s/f). El puerto hacia la cuenca del río de La Plata fue consolidado por Miguel Suárez Arana, quien recibió una concesión del Estado para su “Empresa Nacional de Bolivia en el río Paraguay”, estableciendo Puerto Suárez sobre la bahía Cáceres en el año 1875, e iniciando, el año siguiente, los trabajos carreteros desde Santa Cruz hacia el oriente. La articulación del tramo Puerto Suárez – Santiago con el camino de Santiago a Santa Cruz se logró en el año 1878, estableciéndose el tráfico comercial que se reforzaría con el auge de la goma (Hevea brasiliensis), entre 1880 y 1945, y que resultó en la posterior fundación de Puerto Quijarro, en 1940.

1 Según D’Orbigny (2002), estos pueblos junto con los Morotocos eran parte de la nación “Samucu”.

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III. DIAGNÓSTICO DE LA SITUACIÓN ACTUAL Plan de Manejo PN-ANMI Otuquis

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Puerto Suárez se convirtió rápidamente en un centro comercial, importando bienes europeos (Ibáñez, 1954), y exportando bolachas de goma, suelas, maderas y otros productos. Además, se desarrolló el comercio interno hacia Santa Cruz, y de ahí a las zonas gomeras bolivianas que demandaban arroz, charque, y azúcar (Sanabria, 1998). En esa época, el único medio de transporte eran las carretas. El auge gomero llevó al reclutamiento forzoso de mano de obra chiquitana, disminuyendo la población de las zonas rurales y ocasionando mayor alejamiento de las rancherías, y junto con la demanda por carne y productos agrícolas en los centros mineros andinos de Bolivia, estimularon la expansión ganadera en desmedro de las zonas tradicionales de uso indígena. En el año 1883, la concesión de Suárez Arana fue ampliada, y se reocupó la “Barranca de Chamacocos”, fundándose luego, en 1885, la población de Puerto Pacheco, que en 1887 sería unida por un camino con Las Salinas (al sur de Santiago de Chiquitos). En el año 1888, debido a los altos costos para resguardar Puerto Pacheco, Suárez Arana devolvió la concesión al Estado boliviano. Poco después, Puerto Pacheco fue ocupado por soldados paraguayos (Sanabria, s/f). En 1911, el gobierno boliviano creó la Delegación Nacional del Oriente, gobernada por un Delegado Nacional, incluyendo “las localidades de San Matías, Santo Corazón, Puerto Pacheco y Santiago (...) además con los fortines de Alta Vista, Mutún, Roboré, San Juan, Suárez Arana, Vanguardia, Vargas y Vitiones” (Mercado, 1975). Las inundaciones, que habían sido reportadas entre los años 1905 y 1910, se repitieron en la zona entre 1920 y 1923, produciendo daños importantes al menos en el lado brasileño del Gran Pantanal (Wilcox, 1992). Entre los años 1932 y 1936, se produce la Guerra del Chaco entre Bolivia y Paraguay. Debido a su proximidad al frente, Puerto Suárez se convirtió en el cuartel general, mejorándose el camino Santa Cruz - Puerto Suárez y desarrollándose más el comercio, en beneficio de la población criolla (Bascopé, 1975). En contraste, la Guerra del Chaco fue el golpe definitivo al control territorial indígena, pues reclutó Chiquitanos para ir al frente, consolidando puestos militares en las zonas de los Zamucos y atrayendo nuevos ganaderos a la región por la mejora de caminos (Consorcio Prime Engenharia, et al. 2000). El desarrollo de Puerto Suárez entra en crisis en el año 1936, cuando el nivel de agua de la bahía Cáceres disminuyó, resultando en el fin de su navegabilidad comercial y en la consolidación de Corumbá como el puerto comercial de la zona, a lo cual también contribuyó la construcción del ferrocarril Santa Cruz – Puerto Suárez – Corumbá (1939 a 1955). La población indígena chiquitana trabajó en la construcción del ferrocarril, y junto a los productores agrícolas de la zona, fueron luego afectados por la importación de productos agrícolas tanto del Brasil como de Santa Cruz, que ocasionó la decadencia de la agricultura local. Durante la Segunda Guerra Mundial, la mayor demanda de carne produjo una expansión espacial de la ganadería en el Gran Pantanal y también se consolidaron el comercio y el contrabando. Además, se acrecentó la explotación de recursos naturales (cueros y durmientes de Quebracho) para su comercio en la Argentina (Ayala, 1991). La Reforma Agraria, en el año 1953, consolidó las grandes propiedades dedicadas a la ganadería extensiva en pastos naturales. Esta forma de propiedad aisló a las comunidades chiquitanas o las desplazó hacia los bordes de la línea férrea, restringiendo su acceso a los recursos naturales, los cuales serán explotados a fines de los 60’ por comerciantes y pobladores de los centros urbanos de la zona, tanto en Brasil (Ferrari, s/f) como en Bolivia (Consorcio Prime Engenharia, et al. 2000). Entre 1960 y 1970, con la dotación de parcelas individuales de 50 ha para cada familia chiquitana se acabó de desestructurar, y poner un límite espacial, al modelo chiquitano de uso de recursos (Consorcio

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III. DIAGNÓSTICO DE LA SITUACIÓN ACTUAL Plan de Manejo PN-ANMI Otuquis

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Prime Engenharia et al. 2000). Este proceso coincidió con una sequía que afectó el Pantanal desde el año 1962 hasta 1973, y que permitió la expansión ganadera en toda la región y en particular hacia la parte sur del actual PN-ANMI Otuquis (Wilcox, 1992). La inundación del año 1974, puso fin a este crecimiento ganadero, y habría acabado con miles de cabezas de ganado, ocasionando el retroceso definitivo de la ocupación ganadera de esta zona hasta hoy día. La inundación del 1974 también puso fin al tráfico de hierro del cerro Mutún hacia Puerto Busch, para cuya comercialización se había levantado un terraplén carretero entre San Juan del Mutún y Puerto Busch. La explotación del hierro continuaría luego hacia Corumbá, pero de manera decreciente, hasta que COMIBOL abandonó la explotación de este sitio en 1993, principalmente por falta de mercado. Con la mejora del camino Santa Cruz - San Ignacio, se empieza a aprovechar la madera de la región para el mercado interno, aunque entre los años 1970 y 1980, principalmente se exportará ilegalmente picana negra (Cordia alliodora) y morado (Machaerium scleroxylon) al Brasil, y a partir de 1986 durmientes de soto (Schinopsis sp.) y postes de cuchi (Astronium urundeuva) a la Argentina. En los 90’, el crecimiento comercial y poblacional de Puerto Suárez, y principalmente de Puerto Quijarro, estará asociado al desarrollo de sectores agroindustriales (Central Aguirre y Gravetal SA), comerciales y de servicios, orientados a la hidrovía Paraguay – Paraná y al mercado brasileño en particular, así como a las economías ilegales del contrabando y tráfico de drogas. III.1.2 Demografía El PN-ANMI Otuquis tiene como únicos pobladores a los soldados (4 a 8 efectivos) del puesto militar fronterizo flotante en Puerto Busch, y a los trabajadores (cuidantes y vaqueros, en un número que no excedería a 50 personas) de algunas de las estancias que se encuentran dentro del área. Estos trabajadores suelen ser estacionales, y una buena parte de los mismos son extranjeros (brasileños y paraguayos). En su mayoría, los propietarios de las estancias en uso viven en Puerto Suárez, o en Yacuses. Dentro del área, estas estancias se encuentran en el lado este del ANMI y el Bloque Otuquis, a lo largo de la primera mitad del camino entre San Juan del Mutún y Puerto Busch. Se considera que no hay ni un solo habitante de la porción del AP que corresponde a Charagua al oeste. Para contextualizar la situación del PN-ANMI Otuquis se describirán las características demográficas2 de las poblaciones cercanas y con posibilidades de influir en el AP o sus recursos, sea por tener jurisdicción municipal sobre el AP, o por ser consideradas parte de su ZEA. En el lado boliviano, estas se encuentran en su totalidad en la provincia Germán Busch (tres Secciones Municipales: Puerto Suárez, Puerto Quijarro y El Carmen Rivero Torres3). Las poblaciones de Charagua (Segunda Sección de la provincia Cordillera) tienen poco impacto potencial en el AP por su lejanía. En cuanto a los asentamientos en países vecinos, Corumbá (en el estado de Mato Grosso do Sul) es la única ciudad cercana de importancia, con una población de aproximadamente 100.000, y un desarrollo económico históricamente asociado a diversos usos de los recursos del Gran Pantanal (ganadería, agricultura, turismo, etc). Hacia el Paraguay, el PN-ANMI Otuquis colinda con el departamento de Alto Paraguay, siendo Bahía Negra el asentamiento más próximo, con una población que alcanzaba las 777 personas en 1992 (Mereles, 2000). Bahía Negra, al igual que la mayor parte de las poblaciones de este departamento paraguayo está ubicada a orillas del río Paraguay. Además de este poblado, la presencia de asentamientos indígenas Chamacocos y Mbaya (Mereles, 2000) es relevante para el manejo del AP, puesto que sus miembros, además de dedicarse a la pesca, recolección y en menor medida a la

2 Todos los datos al nivel de Sección Municipal provienen de INE, 2002; la información de comunidades o asentamientos proviene de otras fuentes anteriores al censo 2001, o de entrevistas con autoridades. 3 Aunque no hay datos censales separados para esta Tercera Sección, de reciente creación

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III. DIAGNÓSTICO DE LA SITUACIÓN ACTUAL Plan de Manejo PN-ANMI Otuquis

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agricultura de subsistencia, se dedicarían a la explotación de recursos faunísticos con fines de comercialización, incluso dentro del área correspondiente al AP. También en el lado paraguayo, aunque al parecer aún a buena distancia del AP, se reporta la presencia de ganaderos paraguayos, brasileños y de menonitas, éstos últimos dedicados además a la agricultura mecanizada de soya y algodón (Mereles, 2000). En lo que concierne al ámbito interno, en términos generales, la densidad poblacional en la provincia Germán Busch ha aumentado más que en la provincia Cordillera (G. Busch: de 1.03 habitantes/km2 en 1992 a 1.33 habitantes/ km2 en 2001; Cordillera: de 1.03 habitantes/km2 en 1992 a 1.18 habitantes/ km2 en 2001). Al nivel de provincias, las tasas de crecimiento poblacional inter-censal muestran tendencias diferentes de crecimiento rural-urbano (ver Cuadro 2). Cuadro 2. La población y el crecimiento urbano y rural inter-censal en las provincias afectadas por el PN-ANMI Otuquis

Censo 1992 Censo 2001 Tasa anual de crecimiento inter-censal Sección

Municipal TOTAL Urbano

(%) Rural (%) TOTAL Urbano

(%) Rural (%) Urbano Rural

Charagua 18.769 13.2 86.6 24.427 11.2 88.8 1.04 3.1

Puerto Suárez 17.494 69.7 30.3 20.103 70.9 29.1 1.69 1.05

Puerto Quijarro 7.932 79.7 20.3 12.903 97.2 2.8 7.39 (15.99)

Fuente: INE 2002. Elaboración propia. En Germán Busch se mantiene la tendencia departamental al abandono del medio rural, observada desde el año 1976, y asociada a las necesidades de educación y a la insuficiencia de ingresos en la economía agrícola y pecuaria. Estos problemas llevan a la venta de fuerza de trabajo para las industrias y los servicios en los centros urbanos (especialmente en Puerto Quijarro debido a sus industrias, el comercio hacia el Brasil y los servicios asociados a ambas actividades). La población rural en Germán Busch consiste en pequeños asentamientos familiares o comunales a lo largo de los caminos y la vía férrea, o propietarios y trabajadores de propiedades principalmente ganaderas. El siguiente cuadro muestra la población de algunos de estos asentamientos. Cuadro 3. La población aproximada de algunos asentamientos de la ZEA del PN-ANMI Otuquis

Comunidad o pueblo Población aproximada

Ubicación en relación al

área El Carmen Rivero Torres 490 familias Al norte Yacuses 200 familias Al norte Colonia Warnes 73 personas Al este Carmen de la Frontera 50 familias Al este Motacucito 50 familias Al norte Santa Ana 42 familias Al norte Candelaria 35 familias Al norte El Salao’ 36 familias Al norte San Salvador 32 familias Al este San Juan del Mutún 15 familias Al este Palmito 8 familias Al norte

Fuentes: Osinaga, 1997; Gaia Systems, 2001; R. Poñé (c. p.); Consorcio Prime Engenharia, et al., 2000; J. Choma (c. p.).

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En cuanto a la distribución por sexo, se observa que en el año 2001, los hombres en Germán Busch representaban el 52,8%, en comparación del 53,2% de 1992, y que en Charagua los hombres representaban el 51,9 % en 1992 y el 51,6% en 2001. La tendencia departamental, en lo que concierne a la distribución por edad, muestra una población joven con una edad promedio de 24 años y una edad mediana de 19 años. En cuanto a la identidad cultural, el manejo del idioma parece no ser el único indicador significativo, pues, en el caso de Germán Busch, solo 454 personas por encima de seis años declararon hablar “otro idioma nativo” (que no fuera Guaraní), pero 7.006 personas por encima de 15 años (35,5% de ese rango de edad) se auto-identificaron como Chiquitanos, auto-identificación que tampoco tiene correspondencia con las formas organizativas (ver Sección III.1.5.2). En Charagua, un 60,1% de la población en el mismo rango etáreo se auto-identifica como Guaraní. Se observa también la presencia de migrantes de origen andino, quienes se auto-identifican como Quechuas o Aymaras. En Germán Busch, este sector representa el 12,6% de la población por encima de 15 años, y en Charagua solo el 5,6%, probablemente debido a que los migrantes andinos, por lo general, suelen dedicarse al comercio, transporte y acumulación de tierras (Consorcio Prime Engenharia, et al. 2000), actividades más desarrolladas en Germán Busch. En cuanto al tema educativo, la provincia Germán Busch presenta el mayor nivel de alfabetismo del departamento (95,9%), por encima de la tasa departamental (92,7%) y de Charagua (89%), posiblemente gracias a las facilidades para el acceso a la educación en las poblaciones cercanas en el Brasil. El nivel de instrucción alcanzado por la población mayor de 19 años en las provincias relevantes se presenta en el siguiente cuadro.

Cuadro 4. La población mayor de 19 años en la ZEA del PN-ANMI Otuquis, según el nivel de educación alcanzado (en porcentaje) – Censo 2001

Sección Municipal Ningún nivel Primario Secundario Superior Otro Sin

especificar Charagua 10,1 69,3 13,8 5,4 0,7 0,7 Puerto Suárez 4,8 48,2 36,3 7,5 2,6 0,5 Puerto Quijarro 4,2 43,0 43,4 7,2 2,0 0,3

Fuente: INE 2002. Elaboración propia. Vemos que, aunque el porcentaje de personas que no alcanzaron ningún nivel de instrucción es bajo en las tres secciones municipales, solo una minoría ha seguido una preparación más allá de la primaria (en Charagua) o la secundaria (Puerto Suárez y Puerto Quijarro). Por tanto, la inserción en el mercado de trabajo urbano se produce como mano de obra no calificada. Respecto al tema del empleo, los resultados del censo no muestran cambios significativos en la situación laboral en Germán Busch (ver Cuadro 5), mientras que en Charagua, se observa una reducción de la población económicamente activa ocupada (PEA) y un incremento de la población económicamente inactiva (PEI).

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Cuadro 5. La situación de ocupación de la población en edad de trabajar (mayor de 10 años) en la ZEA del PN-ANMI Otuquis. Censos 1992 y 2001(en porcentaje)

Charagua Puerto Suárez Puerto Quijarro

PEA ocupada

PEA desocupada

PEI4

PEA

ocupada PEA

desocupada PEI

PEA

ocupada PEA

desocupada PEI

Censo 1992 52,2 0,4 47,1 48,5 1,0 50,4 54,0 0,7 45,3

Censo 2001 41,6 1,0 57,4 48,1 2,0 50,0 52,6 2,6 44,9

Fuente: INE 2002. Elaboración propia. Algunos datos del censo 2001 sobre las condiciones de vivienda y servicios básicos en la provincia se presentan a continuación. Es evidente el contraste en la provisión de servicios entre Charagua (predominantemente rural) y Germán Busch (con un notable crecimiento urbano). Cuadro 6. Estadísticas de vivienda y servicios básicos en la ZEA del PN-ANMI Otuquis - Censo 2001

Sección

Municipal Tamaño medio

hogar Promedio

personas/dormitorio Hogares sin

agua por cañería de red (%)

Hogares sin energía eléctrica

(%)

Hogares sin servicio

sanitario (%)

Charagua 5,84 3,87 54,58 75,87 40,74 Puerto Suárez 4,86 3,06 22,02 35,55 11,26 Puerto Quijarro 4,61 3,10 14,83 20,24 7,61

Fuente: INE 2002. Elaboración propia. III.1.3 La distribución espacial de los sistemas sociales III.1.3.1 Comunidades Sólo existe una demanda comunal (Colonia Warnes) con una pequeña sobreposición al borde este del ANMI, por confirmar a través del saneamiento de la tierra en la zona. Por tanto, la siguiente descripción se refiere de manera casi exclusiva a comunidades en la ZEA. Las comunidades se ubican al este o al norte del área (ver Cuadro 3), a lo largo de los caminos (Roboré - Puerto Suárez, Puerto Suárez – San Juan del Mutún) y de la vía férrea paralela al primer tramo caminero mencionado. Pueden ser descritas como comunidades mestizas de origen indígena, con tradiciones de uso de los recursos naturales para fines de subsistencia (caza, pesca, recolección de frutos, plantas y materiales, etc.), pero que en la práctica tienen poco a ningún acceso a dichos recursos dentro del AP. Estas comunidades, en la mayoría de los casos, cuentan con áreas reducidas de propiedad comunal y parcelas familiares (50 ha), dotadas durante la Reforma Agraria. Éstas frecuentemente ya se han vuelto insuficientes, incluso para la agricultura de subsistencia (o han sido vendidas), y nunca incluyeron áreas para otros tipos de usos, como los enumerados previamente. En algunos casos, sus derechos de tenencia no están consolidados, en contraste con el creciente número de propietarios privados que las rodean, limitando su acceso a la tierra y los recursos naturales. Debido a estas limitaciones, y a cambios culturales resultantes de la articulación al mercado de trabajo, el uso tradicional de los recursos naturales por estos pobladores es limitado y al parecer nunca se realiza dentro del PN-ANMI Otuquis debido a su lejanía. En la zona norte, se trata de comunidades de pequeños productores agropecuarios no mecanizados, de origen indígena (Chiquitano y Ayoréode), camba, mestizo y en menor medida andino, quienes desarrollan sus actividades de subsistencia por lo general en un área de tenencia comunal, y que en algunos casos

4 PEI: Población económicamente inactiva - personas que no trabajan ni buscan trabajo (amas de casa, jubilados, rentistas y pensionistas).

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pueden además tener propiedades individuales privadas fuera del ámbito comunal (Osinaga 1997, Consorcio Prime Engenharia, et al. 2000). En la zona este, se trata de comunidades mestizas de origen chiquitano, paraguayo y brasileño que se establecieron en el área antes y después de la Guerra del Chaco, y que actualmente se identifican como sector campesino pobre; una parte significativa de la población en estas comunidades trabaja estacionalmente en el Brasil o en Puerto Suárez, para complementar la agricultura de subsistencia. Pocos comunarios cuentan con tierras suficientes para dedicarse a la cría de ganado vacuno, pero tienen crianzas menores. Es frecuente que estos comunarios se registren como ciudadanos brasileños y recurran a los servicios de salud y educación en ese país, donde además venden sus excedentes agrícolas. Además de las comunidades propiamente dichas, existen también colonias o asociaciones productivas, formadas por colonizadores de origen andino, con parcelas individuales, y frecuentemente dedicados al comercio en los centros poblados como actividad principal. Las estrategias de este sector incluyen el aprovechamiento de recursos naturales (madera u otros). Otro sector son las comunas ganaderas – agrícolas de propiedad colectiva, con socios mestizos que poseen además otras parcelas individuales y que son similares a los pobladores de las comunidades. III.1.3.2 Estancias Las estancias son el único tipo de propiedad de la tierra (incluso si no están todavía legalmente consolidadas) que se encuentra dentro de los límites del PN-ANMI Otuquis5. Aunque los reclamos de estancias son innumerables, actualmente son pocas las estancias en uso, y sus trabajadores constituyen las únicas personas que viven dentro del AP, en ocasiones de manera estacional, de acuerdo a la accesibilidad de la zona. La propiedad estanciera es característica de los pobladores locales de origen español o criollo, y se orienta a la crianza extensiva de ganado (predominantemente de raza Nelore) para la producción de carne en pastos naturales y aprovechando las fuentes de agua permanentes. En años recientes, también han estado manejando propiedades en zonas de diferente altura y disponibilidad de agua, incluso con áreas de pasto cultivado, entre las cuales se desplaza el ganado de acuerdo a las condiciones climáticas. Puesto que la ganadería en la región se realiza con inversiones mínimas para el manejo, los propietarios de estancias se dedican también a otras actividades que complementen los ingresos ganaderos, que a veces pueden ser bajos. En los últimos años, ante la demanda industrial de leña, muchos estancieros han aprovechado los recursos forestales de sus propiedades, reemplazando monte por pasto cultivado en algunos casos, sin que se realice mayor control sobre los impactos de tal aprovechamiento en los ecosistemas del Pantanal. Una característica del estanciero promedio en la región es el escaso control de sus propiedades y los recursos naturales dentro de las mismas, incluso si las actividades de terceros (tales como la cacería comercial y los fuegos que esta ocasiona) pueden amenazar sus pocas inversiones (ganado, pastizales cultivados y alambrados). III.1.3.3 Zonas urbanas Son tres los centros urbanos con mayor gravitancia sobre la región en la cual se encuentra el PN-ANMI Otuquis: Puerto Suárez, Puerto Quijarro y Corumbá. Puerto Suárez es la población boliviana más antigua de la región, e históricamente ha sido uno de los principales centros de atracción de la población rural, tanto por su importancia comercial (oferta y demanda de productos), como por su oferta de servicios (salud, educación, hotelería).

5 Aunque también se encuentra el destacamento militar flotante sobre el río Paraguay en Puerto Busch.

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Aunque no se cuenta con datos censales para el área urbana de la ciudad de Puerto Suárez, se sabe que su población ha crecido en los últimos años debido al auge de diversas actividades comerciales (incluyendo, en ciertas épocas, el contrabando y el tráfico de drogas), a su importancia como centro administrativo, y la continuidad en la provisión de servicios tales como la educación, la salud y el transporte aéreo, terrestre o ferroviario hacia Santa Cruz y el Brasil. Una buena parte de las familias más antiguas y de los propietarios tradicionales de estancias (incluyendo aquellas dentro del PN-ANMI Otuquis) está establecida en esta localidad, la cual también es el principal mercado para la producción de carne en la región. Por su parte, Puerto Quijarro es la ciudad de mayor crecimiento en la provincia, y donde mayores inversiones se han realizado para el comercio, el procesamiento y la exportación de productos, así como en el rubro hotelero. La población de esta ciudad incluye a numerosos migrantes de origen andino quienes desarrollan principalmente actividades comerciales. El crecimiento urbano de Puerto Quijarro está acompañado, en mayor medida que en Puerto Suárez, de problemas de seguridad y alta incidencia de delincuencia común. En cuanto a la ciudad brasileña de Corumbá, además de ofrecer servicios de mejor calidad que aquellos que se obtienen en Bolivia, representa un mercado para los productos locales, y brinda su apoyo gratuito para la educación, salud e incluso alimentación de los niños en edad escolar registrados como brasileños. III.1.4 Servicios e infraestructura El abastecimiento de energía eléctrica se limita a los centros urbanos (Puerto Suárez, Puerto Quijarro) y a los pueblos con mayor población, o los que han sido beneficiados por las compensaciones por la construcción del gasoducto (El Carmen). La energía en las dos ciudades fronterizas es abastecida desde el Brasil, y por tanto tiene un costo muy elevado que limita su uso para fines de procesamiento industrial. En cuanto al servicio de agua potable, Puerto Suárez y Puerto Quijarro (al igual que Corumbá) se abastecen en la laguna Cáceres. Gracias a las compensaciones del gasoducto, algunas comunidades han logrado beneficiarse con el cavado de pozos e instalación de tanques elevados de agua. La atención en salud se realiza en las localidades de Puerto Suárez (donde hay un hospital y varios consultorios privados), Puerto Quijarro (un hospital) y El Carmen (un micro-hospital), además de la atención en Corumbá. Varias de las comunidades vecinas (seis) cuentan con postas médicas (Osinaga, 1997), pero en éstas la atención suele ser esporádica e insuficiente. Los servicios educativos en la región son proveídos en escuelas de educación básica e intermedia (en las comunidades), y en escuelas multigrado (ninguna en las comunidades pequeñas). En la Sección Municipal Puerto Suárez hay 41 escuelas, y existe además una escuela técnica con cuatro especialidades (torno, carpintería, electrónica y agropecuaria) (Osinaga, 1997; Pregón Porteño, 2002). Respecto a la accesibilidad y tránsito dentro y hacia la región, existe un aeropuerto con vuelos comerciales y militares regulares en Puerto Suárez. Además, se accede al área con el ferrocarril Santa Cruz - Puerto Suárez (la Red Oriental), que tiene estaciones en algunas de las comunidades más grandes (por ejemplo Yacuses, Palmito, El Carmen), que es utilizado más intensivamente en el tiempo de lluvias, cuando el camino es poco transitable. También se puede llegar y recorrer la zona haciendo uso de la carretera Santa Cruz – Puerto Suárez, pero este camino principal suele deteriorarse en tiempo de lluvias. Otros caminos en uso son los caminos vecinales y las sendas de ingreso a las estancias, los cuales en su mayoría reciben mantenimiento de sus propios usuarios. En algunos casos, el derecho de vía abierto por el gasoducto también está siendo utilizado como vía de acceso, principalmente para la extracción de madera y leña, así como para la cacería, en contra de las disposiciones legales.

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Finalmente, debe señalarse que la región cuenta con instalaciones de ENTEL en Puerto Suárez, Puerto Quijarro y El Carmen, y además que en algunos lugares es posible utilizar teléfonos celulares. Sin embargo, la población en el campo, en particular en las estancias, se comunica haciendo uso de equipos de radioaficionados, y también a través de mensajes en las estaciones de radio de frecuencia modulada locales. Además de las emisoras de radio nacionales (FIDES, Santa Cruz, El Mundo) se captan tanto radios como canales de televisión brasileños, siendo ésta una de las razones por las cuales la población de esta región es prácticamente bilingüe (portugués y español). III.1.5 Aspectos institucionales III. 1.5.1 La organización política local Dos niveles de administración política existen en la región. Por un lado, la organización sub-prefectural, dependiente del Estado Central, y por otro, la administración municipal sustentada en las Organizaciones Territoriales de Base (OTB), las cuales, en teoría, participan en la planificación de las acciones de desarrollo en su región y se benefician de los fondos de la coparticipación para realizar obras en sus comunidades. Aunque las OTBs, junto con los Comités de Vigilancia, son parte de la estructura del gobierno municipal, se hablará más sobre ellas en la siguiente sección. Hay una sub-prefectura (provincia Germán Busch) y tres municipios, cuyas jurisdicciones se sobreponen al PN-ANMI Otuquis: Puerto Suárez, Puerto Quijarro y Charagua. Además, los propietarios de algunas de las estancias hacia el norte del AP viven en la localidad de El Carmen (actualmente una sub-alcaldía, pero que a partir del 2004 será un municipio). La futura jurisdicción de esta localidad está aún por definirse, debido a la disputa con las otras dos secciones de Germán Busch. Sin embargo, por el momento no parecería sobreponerse al PN-ANMI Otuquis (aunque los límites entre las tres secciones municipales están en discusión). Tanto la sub-prefectura de Germán Busch, con sede en Puerto Suárez, como los dos municipios de esta provincia, cuentan con herramientas de gestión (Plan de Desarrollo Micro-Regional y Planes de Desarrollo Municipal) en las cuales se reconoce la existencia del AP y se proponen acciones orientadas a su consolidación, en concordancia con las competencias reconocidas por ley a estas instancias de gobierno en el tema ambiental (ver sección VI.1). Debe señalarse que las acciones relacionadas a las APs son, aparentemente, meras propuestas discursivas, concebidas como supeditadas a otros planes de desarrollo regional, sin que se hayan establecido criterios para armonizar ambas iniciativas. El discurso regional relaciona a la conservación con prohibiciones y restricciones a las actividades de subsistencia y a los grandes proyectos (camino a Puerto Busch, dragado del canal Tamengo, etc.), considerados como el camino al desarrollo regional. Por lo tanto, los temas de administración de áreas protegidas y sus fines de conservación parecen ser incompatibles con esta visión. Cinco años atrás, cuando se discutió la propuesta técnica para consolidar como áreas protegidas las RINs en el PLUS, parecía haber acuerdo y apoyo de todos los actores locales para la implementación de las mismas (Osinaga, 1997). Sin embargo, en la actualidad la sub-alcaldía de El Carmen tiene como una de sus políticas el oponerse radicalmente, sin lugar a negociación, a cualquier área protegida o institución de conservación. Otras instituciones estatales relacionadas al tema de control y uso de recursos naturales son las unidades del Ejército, la Naval y la Fuerza Aérea y la Unidad Operativa de Bosque – Superintendencia Forestal, Puerto Suárez.

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III. 1.5.2 Las organizaciones civiles Tanto al nivel de comunidades rurales como de ciudades, las OTBs han sido creadas con la función de promover actividades en torno a temas de salud, educación y recreación (inicialmente), y de desarrollo productivo (posteriormente, con el enfoque del “municipio productivo”, una vez que la necesidad de servicios básicos esté cubierta). En la práctica, las OTBs se han sobrepuesto, se han sumado, o han reemplazado, a otras formas de organización previamente existentes, especialmente en el campo, siendo excepcional que co-existan y coordinen armónicamente con otras organizaciones dentro de una comunidad. Por lo general, en las comunidades, junto con las OTBs, existen los corregidores (dependientes de la prefectura), los clubes de madres y las juntas escolares. En la zona rural de Germán Busch, por encima del nivel comunal, existen dos clases de organizaciones, además de la estructura municipal: la Sub-Central Única de Trabajadores Campesinos (afiliada a la CSUTC) y la Central Indígena Chiquitana Germán Busch (CICH-GB). La existencia de la CICH-GB ha sido motivo de polémica en la región. Uno de los motivos de esta polémica es que los pobladores de origen criollo no aceptan que algunas de las comunidades que llevaban varias décadas registradas como campesinas cambien su personería jurídica por la de comunidad indígena, la cual les permitiría hacer demandas de Tierras Comunitarias de Origen (TCO). Otro motivo es que, a pesar de la auto-identificación individual como descendientes de los chiquitanos, al nivel colectivo-comunal los pobladores prefieren declararse campesinos, y organizarse en estructuras con mayor antigüedad y reconocimiento que la CICH-GB, incluso si ignoran su origen étnico. Uno de los proyectos de la CICH-GB era solicitar una TCO-Otuquis, la cual se iba a sobreponer casi en su totalidad al PN-ANMI Otuquis. Sin embargo, este proyecto de demanda no prosperó porque las comunidades del lado este, y algunas del norte, desistieron de declararse comunidades indígenas y se distanciaron de la CICH-GB de acuerdo a las autoridades comunales al este del AP. Además de estas organizaciones, existen asociaciones y federaciones de productores y usuarios de recursos, tales como la Federación de Ganaderos, las asociaciones de productores colonos, o la comuna campesina previamente descrita, y las Asociaciones y Cooperativas de Pescadores. La Federación de Ganaderos es una institución reconocida a nivel regional, y afiliada a FEGASACRUZ (Federación de Ganaderos de Santa Cruz). Entre sus actividades recientes y aún por concluir, se encuentra la presentación de demandas de saneamiento que sobreponen parcialmente al ANMI. En cuanto a las organizaciones de pescadores, es importante destacar que sus miembros son algunos de los usuarios de recursos de ictiofauna al interior del PN-ANMI Otuquis. Otros usuarios de gran impacto en el área son los cazadores, pero puesto que su actividad es ilegal, no se encuentran organizados, o al menos no se conoce su organización. Finalmente, otro actor social organizado de creciente importancia es el sector hotelero, que se encuentra representado por las cámaras hoteleras de Puerto Suárez y Puerto Quijarro. III. 1.5.3 Las organizaciones externas de conservación y/o desarrollo Las instituciones privadas (ONGs sin fines de lucro, fundaciones, etc.) llevan varios años trabajando en actividades de conservación y desarrollo en la zona, pero probablemente nunca tuvieron un rol tan protagónico, y a la vez polémico, como en la actualidad. Posiblemente una de las instituciones que lleva más tiempo en la zona sea la Asociación Hombre y Naturaleza, de la Fundación española Amigos de Doña Ana, que se dedica a actividades de turismo ecológico y de investigación biológica (en menor medida). Esta asociación tiene algunas propiedades dentro del PN-ANMI Otuquis, en las cuales ha desarrollado parte de sus actividades de turismo e

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investigación. En la actualidad Hombre y Naturaleza planea capacitar y transferir las actividades de manejo de turismo a las comunidades cercanas interesadas (en la ZEA) y orientar sus esfuerzos a consolidar una Estación Biológica de Investigación en sus propiedades. Otra organización internacional que cuenta con proyectos en la zona es WWF. WWF tiene un Programa Pantanal desde 1998 con actividades en el ANMI San Matías y PN-ANMI Otuquis. En el 1997, WWF estuvo involucrada en la elaboración de la propuesta técnica para la creación de las APs en la región (San Matías y Otuquis), en colaboración con la Embajada Real de los Países Bajos, la Universidad Autónoma Gabriel René Moreno de Santa Cruz, la Dirección Nacional de Conservación de la Biodiversidad (Museo de Historia Natural NKM, 1997). En los últimos años ha tenido tres líneas principales de acción: 1. Investigación de aspectos ecológicos (priorización de cuencas y especies, estudios de laguna Cáceres, etc.) (WWF, 2001; WWF 2002). 2. Elaboración y ejecución de una estrategia de educación ambiental y 3. Apoyo a la administración del PN-ANMI Otuquis, y realizando educación ambiental a nivel escolar. Adicionalmente, para el presente proceso brindaron mucha información y apoyo. Posiblemente la institución con mayor financiamiento en la región sea la Fundación para la Conservación del Bosque Seco Chiquitano (FCBC). Esta Fundación, formada por cuatro ONGs conservacionistas nacionales e internacionales y las empresas Enron, Shell y Transredes, administra fondos privados de mitigación al impacto ambiental de la construcción del gasoducto a Cuiabá, y los fondos de contraparte proveídos por las ONGs miembros. Los desembolsos de los fondos mencionados se deberán llevar a cabo a lo largo de un período de diez años. El financiamiento a la FCBC es el resultado del reconocimiento por parte de las empresas mencionadas a los impactos ambientales directos e indirectos que podrían haber por su gasoducto, y en consecuencia de la necesidad de invertir en la mitigación de los mismos. Los fondos privados otorgados por las empresas, en teoría, requieren de fondos de contraparte proveídos por las ONGs participantes. La FCBC trabaja al nivel de municipios, comunidades y agrupaciones sociales del lugar (ASL) promoviendo el manejo sostenible de recursos naturales, apoyando la administración de reservas municipales y desarrollando investigación científica. Sin embargo, tanto la población como las autoridades locales, regionales e incluso nacionales creen que los fondos administrados por FCBC son una compensación directa pagada por las empresas, y que por lo tanto, dichos fondos les deberían ser entregados para usarlos preferentemente en actividades de desarrollo productivo (muchas veces de potencial impacto negativo en los ecosistemas locales), y no necesariamente en acciones de mitigación de impactos ambientales. En este contexto, es claro que la FCBC enfrenta conflictos en su relacionamiento con la población local directamente proporcionales a su financiamiento, siendo las zonas de mayor conflicto el área de San Matías y la población de El Carmen Rivero Torres. Estrictamente la presencia de la FCBC debería sólo afectar al PN-ANMI Otuquis en la parte del bloque río Pimiento, ya que el ANMI y el bloque Otuquis están fuera del área de acción de la FCBC. Sin embargo, el conflicto se ha ampliado no solo a niveles regionales, sino también a nivel nacional e internacional. Los conflictos que enfrenta la FCBC son asociados y compartidos con la administración SERNAP del ANMI San Matías, pese a que no existe una relación directa entre ambas instituciones, del mismo modo que no existe relación con la administración del PN-ANMI Otuquis. Existe por ejemplo en cartas de El Carmen Rivero Torres, donde acusan al SERNAP de ser “palo blanco” de la FCBC. Debe señalarse que además de los conflictos en torno al dinero del FCBC, otros temas e intereses, tales como el tráfico de tierras y la corta ilegal de madera, producen el rechazo al SERNAP en general (y a la FCBC por asociación con el tema de conservación), en la medida que representa una instancia de control a las acciones ilegales en su área de jurisdicción.

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Otra ONG nacional, que apoyaba las demandas de compensación por las comunidades y asentamientos a lo largo del derecho de vía del gasoducto, es PROBIOMA. En la actualidad, aparentemente, seguiría políticamente activa en la comunidad de El Carmen Rivero Torres. III.1.6 Perspectivas para un polo de desarrollo El PN-ANMI Otuquis tiene la particularidad de ser una de las zonas menos habitadas del país, pero al mismo tiempo, de estar muy ligado a cuestiones de geopolítica y aspiraciones de desarrollo a nivel departamental y nacional. Estas aspiraciones no son una característica pasajera, sino que están totalmente arraigadas en la historia y la situación geográfica de la zona. Desde muy temprano en la Colonia, el río Paraguay ha sido una vía importante de comunicación. Luego, el río se convirtió en el símbolo de la pugna entre el imperio español y el imperio portugués (Figueroa, 1995). De acuerdo al Tratado de Tordesillas (1494), el límite entre las colonias española y portuguesa pasaba mucho más al este del río Paraguay, pero los bandeirantes portugueses hicieron caso omiso de los límites acordados y ocuparon tierras hasta llegar al río Paraguay. Luego los portugueses ocuparon la banda occidental en algunos lugares, por ejemplo en Forte Coimbra, Cáceres y el Fuerte de Albuquerque (hoy Corumbá). Este proceso se consolidó en el tratado firmado entre Boliva y Brasil en 1867, durante el gobierno de Melgarejo (Figueroa, 1995), dejando a Bolivia con 300 km de ribera sobre el río Paraguay. Por otro lado, luego de varios tratados entre Paraguay y Bolivia, y de la Guerra del Chaco, Bolivia se quedó con sólo 40 km de ribera en un sector extraño, conocido como el triángulo de Man Césped. A pesar de que este sector se inunda completamente cada año, para muchas personas es fundamental, ya que se lo considera el único acceso soberano al mar, siendo las aguas del río Paraguay, ya en ese lugar, consideradas como aguas internacionales. En contraste, el actual Puerto Aguirre, en Puerto Quijarro; tiene acceso al río Paraguay a través de 6 km del canal Tamengo, la mitad de esta porción es territorio boliviano, de un lado, y territorio brasileño, del otro, y la mitad restante pertenece únicamente a Brasil. Desde ambos puertos, bajar hasta el Atlántico significa un viaje de más de 2.000 km. Durante la mayor parte del recorrido, ambas márgenes pertenecen, primero a Paraguay, y luego a Argentina. Aunque el tema del puerto hacia el Atlántico está siempre presente en la mente de las autoridades de la zona, aún más determinante para el polo de desarrollo es la realidad geográfica de la zona. Esta se encuentra sobre el principal eje que une a Chile, Bolivia y Perú con Sao Paulo, Río de Janeiro y el Puerto de Santos. Además, el paso por esta zona tiene una forma casi de línea recta desde La Paz hasta Santos, pasando por Corumbá y un sector de serranías llamado el Amolar. Este último es el tramo más angosto para atravesar el Pantanal (después de los Andes, el mayor obstáculo en toda la trayectoria de este a oeste) con cualquier obra de infraestructura, disminuyendo así sus costos. Es por este simple hecho que el ferrocarril se construyó en este trayecto, luego el gasoducto Bolivia-Brasil y debido al cual se está construyendo la carretera transoceánica. Cuando se articula este eje con el eje fluvial del río Paraguay en Corumbá (Ladario) y en menor grado con Puerto Aguirre, se convierte en un polo inamovible. En contraste, Puerto Busch tiene acceso directo al río Paraguay, pero para llegar por carretera o ferrocarril habría que atravesar casi 100 km de Pantanal en el lado boliviano, y al frente en Brasil habría que atravesar otro tramo similar para llegar a tierra firme. Históricamente, el tema de polo de desarrollo se relacionaba también a la presencia del cerro Mutún, a 27 km de Puerto Suárez y a 4 km del PN-ANMI Otuquis. Se estima que en este cerro yacen 40 mil millones de toneladas de mineral de hierro y 30 millones de toneladas de mineral de manganeso, constituyendo, supuestamente, el depósito ferroso más grande del mundo (Figueroa, 1995). Después de una década de sequía en el Pantanal, a inicios de los 70’, se construyó un terraplén desde el cerro Mutún hasta Puerto Busch, con muy poca densidad de obras de drenaje. Por este terraplén se comenzó a exportar el mineral. A menos de dos años de inaugurar el terraplén, el río Paraguay recuperó sus niveles históricos y todo el sector del triángulo Man Césped se inundó, cubriendo el terraplén y destruyéndolo en trechos largos. Nunca se volvió a habilitar el terraplén para servir al Mutún, y en su lugar, por algunos

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años más, el mineral extraído del cerro era transportado a Ladario, en Brasil, para luego embarcarlo por el río Paraguay. Esta actividad se detuvo a comienzos de los años 90’. Sin embargo, no deja de ocupar un lugar muy importante en las aspiraciones regionales y nacionales. Con la construcción del gasoducto, el tema energético pasó a tomar un lugar central. En base al gas boliviano se proyectaron muchas formas de darle valor agregado a los productos de la zona, incluyendo el hierro del Mutún. Se comenzó a hablar de plantas termoeléctricas, industrias petroquímicas, diesel ecológico, y fertilizantes, entre otros. Sin embargo, cuando Brasil dejó de indexar su moneda (el Real) con el dólar, de la noche a la mañana se volcó el valor relativo de las dos monedas. En 1997, el Real se cotizaba a la paridad con el dólar, en la actualidad, el tipo de cambio es de 1 US$ a 3,50 Reales. En efecto, durante ese tiempo el valor de los insumos y la mano de obra boliviana habían triplicado su costo para los brasileños, cambiando la relación costo/beneficio, fundamentalmente para los inversionistas de Brasil. Al mismo tiempo, el costo de energía hidroeléctrica en Brasil ha bajado en relación al costo del gas, que se ha triplicado. Es por estas razones que muchos proyectos han quedado paralizados. Un aspecto geopolítico importante es que el canal Tamengo, por pertenecer a Bolivia, es legalmente un puerto de la Comunidad Andina, y permite exportar productos (en particular la soya) a los otros países de la comunidad con costos relativamente bajos y ventajas arancelarias. Este hecho explica la presencia de la empresa Gravetal, de origen y capital colombiano, en el Arroyo Concepción (Bascopé, c.p.). Esta situación ha perdido alguna importancia ya que, con la devaluación de la moneda brasileña, Gravetal ha orientado la mayor parte de su capacidad al procesamiento de soya brasileña (que igual llega y sale por el canal Tamengo) para el mercado internacional (Bascopé, c.p.). Finalmente cabe mencionar el tema de la laguna Cáceres y los canales Tuyuyú y Tamengo en el contexto del polo de desarrollo. Comenzando con la Guerra del Pacífico, y durante los auges de la goma y la Guerra del Chaco, Puerto Suárez funcionó como un puerto importante, situado sobre la laguna Cáceres. Sin embargo, en los últimos 50 años la profundidad de la laguna se ha reducido notablemente afectando totalmente la capacidad de funcionar como puerto carguero. La disminución de profundidad se atribuye en buena parte a la construcción de un dique sobre el canal Tuyuyú, en territorio brasileño, en los años 50. Este canal era el principal tributario de la laguna en épocas de aguas bajas, ya que en aguas altas todo el Pantanal del río Pimiento se llena, como se mostrará más adelante. Aunque durante el primer gobierno de Banzer se había destruido el dique, el canal ya se había sedimentado, reduciendo su efectividad como tributario de la laguna (Zambrana, c.p.). Sobre este problema, en Puerto Suárez se atribuye un impacto negativo al dragado del canal Tamengo, lo cual se hizo para habilitar los puertos de Gravetal y Aguirre (Zambrana, c.p.), y que también habría contribuido al deterioro de la laguna. El sentimiento es que, sin estos dos factores de sedimentación de la laguna, Puerto Suárez podría estar funcionando como puerto internacional, al igual que Puerto Quijarro. En conclusión, la suma de estos factores da lugar a aspiraciones importantes para el desarrollo de la zona. En los últimos años, estas aspiraciones parecen estar más lejanas. Esta situación de aspiraciones insatisfechas es, y siempre será, un tema fundamental para el manejo del AP, ya que casi cualquier proyecto que se contempla podría llegar a impactar sobre el AP en el territorio descrito en su Decreto de Creación. Cómo evaluar y minimizar los posibles impactos son temas que se desarrollan a continuación.

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III.2 Los recursos naturales III.2.1 Clima Tal como es el caso en la mayoría de las APs de Bolivia no existen datos climáticos directos dentro del PN-ANMI Otuquis. Por definición, las APs se han establecido en zonas en buen estado de conservación, lo cual significa que no tienen poblaciones suficientemente grandes para tener registros climáticos. En el caso del PN-ANMI Otuquis se tiene registros de Puerto Suárez, de Roboré y algunas indicaciones de Bahía Negra en Paraguay de donde tenemos que extrapolar. Esto es más aceptable que en otras APs ya que no hay serranías al interior, como ocurre en todas las áreas del subandino. Sin embargo, el extrapolar y generalizar no reconocen la importancia del microclima proporcionado por inundaciones o bañados en algunos casos y por cobertura boscosa en otros. En otras palabras, al extrapolar se sugiere que hay condiciones climáticas homogéneas dentro del AP , cuando en la realidad las condiciones difieren mucho entre laderas chaqueñas erosionadas al sudoeste y Puerto Busch bajo dos o tres metros de agua, para dar dos ejemplos extremos. Teóricamente la zona tiene un clima subtropical monzónico (Montes de Oca, 1989) o termotropical pluviestacional subhúmedo según Navarro (1999). A nivel práctico, la zona tiene un clima entre los más extremos del país. Popularmente se considera a Puerto Suárez como el lugar más caliente de Bolivia. Es interesante que Corumbá tiene la misma reputación para el Brasil (Correa, c.p.). El cuadro 7, con los datos de Puerto Suárez, demuestra que tiene períodos muy calientes, muy secos, otros muy fríos y otros muy húmedos. Tiene un promedio anual de temperatura de 25,8oC que es muy alto en si, pero que esconde los períodos donde - durante meses- la temperatura máxima ronda los 40oC. Esconde también que cuando llegan frentes fríos la temperatura puede estar cerca de 0oC durante varios días seguidos. No existe ninguna serranía u otro obstáculo entre la zona y la Antártica. La precipitación es fuertemente estacional con la mayor parte ocurriendo de noviembre a marzo. El cuadro 7 muestra que hay cinco meses donde el mínimo histórico (20 años) es 0 mm de precipitación. Esto demuestra una fuerte presión hacia condiciones xéricas. Es probable que sin el tremendo espejo de agua del Pantanal y de los bañados de Otuquis, esta zona tendría un clima casi desértico tal como ocurre en latitudes similares al interior de los otros continentes como África y Australia. Para poder extrapolar notamos que Roboré tiene un promedio y una distribución muy similares de precipitación comparado con Puerto Suárez (Villarpando, et al, 2001) sugiriendo que no varía mucho dentro del AP en el eje este-oeste. En contraste, Bahía Negra, unos kilómetros al sur de Puerto Busch en Paraguay, recibe un 10% menos precipitación (Navarro y Maldonado, 2002) sugiriendo que hay un gradiente de menos precipitación de norte a sur. En base a estas estaciones podemos aseverar que el PN-ANMI Otuquis recibe en promedio aproximadamente 1.000 mm de precipitación al año y que tendría una temperatura media anual por encima de 25oC. Sin embargo, puesto que el clima es tan variable de un año al otro, las diferencias a lo largo del tiempo son mucho más notorias que las diferencias que puedan existir dentro del AP.

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Cuadro 7. Datos meteorológicos de Puerto Suárez Parámetros Enero Febrero Marzo Abril Mayo Junio Julio Agosto Sept. Oct. Nov. Dic.Temperatura promedio (oC)

28,0 24,8 27,3 25,6 23,6 22,4 21,7 23,5 25,8 21,4 28,1 28,0

Temperatura máxima (oC)

38,0 37,0 36,6 39,4 33,4 33,3 36,8 37,0 41,0 40,3 39,8 39,5

Temperatura mínima (oC)

14,0 9,2 12,5 22,0 3,0 1,0 0,0 -2,0 7,6 10,0 11,0 16,0

Humedad (%)

72 76 75 75 76 77 70 62 59 61 66 70

Precipitación promedio (mm)

166 163 104 89 47 37 22 25 49 77 105 131

Precipitación máxima (mm)

232 364 212 200 132 176 115 71 138 185 199 302

Precipitación mínima (mm)

98 6 4 18 0 0 0 0 0 13 0 24

Fuente: GAIA Systems Ltda, 2001

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En términos de manejo, el clima tiene por los menos los siguientes tres aspectos para considerar: 1. Las altas temperaturas y la alta precipitación en algunos meses del año brindan las condiciones para

una gran producción de material vegetal. Luego vienen meses secos y relativamente fríos que van desecando la vegetación. Entre los meses de septiembre a diciembre las temperaturas van ascendiendo hasta cerca de 40oC con poca o ninguna precipitación. Esto resulta en una gran susceptibilidad a los incendios, que vamos a denominar “la preparación de la gran fogata.”

2. El segundo tema climático de importancia es que la marcada estación seca obliga a que la fauna se concentre alrededor de lagunas y charcos remanentes facilitando así su caza masiva si es que no hay un control adecuado. Un control adecuado facilita la observación de la misma fauna, con fines de investigación o turismo.

3. Finalmente, el hecho de que haya condiciones tan diferentes estacionalmente, y de que año tras año haya tanta variación, produce un ambiente con mucho estrés abiótico. Es decir que los organismos necesitan una estrategia para sobrevivir en época de inundaciones, en época de sequía y con una alta probabilidad de quemas. Consideramos que sin un control adecuado es una zona de alto potencial de mortandad de diferentes especies de fauna.

III.2.2 Fisiografía, geología y suelos En general el PN-ANMI Otuquis no es muy complejo en términos de geología, siendo en buena parte llanuras aluviales cuaternarias. Debido a que la zona del PN-ANMI Otuquis está esencialmente fuera del precámbrico, no ha habido un estudio detallado de la geología de la zona y nos basamos en la información del PLUS (UTD-PLUS, 1995). Dentro del contexto del PN-ANMI Otuquis, la fisiografía, la geología y los suelos están tan ligados, compartiendo los mismos límites de acuerdo al PLUS, que hemos juntado toda esta información en un solo mapa (Mapa 4) con la información de distribución en el cuadro 8. Habiendo dicho que en general la geología no es complicada, en el mapa se puede apreciar que el ANMI es la zona más compleja, con todas las unidades representadas dentro de un área relativamente pequeña. III.2.2.1 El escudo Chiquitano De acuerdo al PLUS, el escudo Chiquitano sólo aflora en el norte del AP en la forma de dos unidades fisiográficas: serranías del escudo Chiquitano y pie de monte del escudo Chiquitano, representando el 2% del área total. Aparecen áreas pequeñas de serranía sólo en 1.745 ha o el 0,2% del AP (Cuadro 8). De éstas, 47 ha se encuentran en el límite noroeste del bloque río Pimiento y el resto está dentro del ANMI cubriendo el 1,7% de la misma. Desconocemos la geología precisa de estas serranías, aunque por su proximidad al cerro Mutún (3 km) no se descarta una edad precámbrica. El cerro Mutún mismo es remanente de una peneplanicie o pedimento de edad precámbrica (UTD-PLUS, 1995). Hay información no confirmada según la cual algunas de las colinas dentro del área serían de una formación similar al Mutún, y esto ha generado por lo menos una solicitud de concesión minera. Hay un área mayor correspondiente a la unidad de pie de monte del escudo. Existen 18.461 ha dentro del AP, o el 1,8%. Hay fragmentos en el margen norte del bloque Río Pimiento en 1.766 ha, representando un 4,4% de ese bloque. Esta unidad se caracteriza por valles con algunas colinas, con laderas largas y suaves, y que representa una superficie bastante antigua de erosión. En términos geológicos, serían sedimentos paleozóicos (UTD-PLUS, 1995). Dentro de estos predominan sedimentos calcarios, como los que afloran en los barrancos de Puerto Suárez y Corumbá, y que serían de edad cámbrica (Montes de Oca, 1989). A pesar de que el material de partida sea en buena medida calcario, los suelos que se han desarrollado tienen serias limitaciones, en particular para el uso agrícola. En muchos casos hay capas endurecidas que dificultan la penetración tanto de la lluvia como de las raíces (UTD-PLUS, 1995). De acuerdo al PLUS, la tendencia es por Alfisoles de baja fertilidad y Oxisoles que por definición tienen baja fertilidad química En algunos casos hay toxicidad inducida, particularmente en los Oxisoles (UTD-PLUS, 1995).

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Mapa 4 suelos

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Cuadro 8. Distribución de unidades fisiográficas dentro del PN-ANMI Otuquis

Unidad fisiográfica Total AP

% del

total

Bloque Otuquis

% del bloque Otuquis

ANMI % del ANMI

Bloque río

Pimiento

% del bloque Río Pimiento

Serranías de escudo Chiquitano 1.745 0,2 - 0,0 1.699 1,7 46 0,1Pie de monte del escudo Chiquitano 18.461 1,8 - 0,0 16.696 16,4 1.766 4,4Serranías y colinas aisladas del Chaco 22.510 2,3 1.093 0,1 21.417 21,0 - 0,0Meseta de sedimentos cretácicos y carboníferos del Chaco 390.285 39,0 390.285 45,5 - 0,0 - 0,0Abanico aluvial antiguo 286.687 28,7 279.739 32,6 6.948 6,8 - 0,0Llanura de inundación contemporánea 55.139 5,5 14.364 1,7 40.775 40,0 - 0,0Pantanal 222.622 22,3 172.205 20,1 14.313 14,1 36.104 89,3

Laguna Cáceres 2.520 0,3 - 0,0 - 0,0 2.520 6,2Fuente: Elaboración propia en base a UTD-PLUS (1995)

III.2.2.2 Las serranías y colinas aisladas del Chaco Dentro del ANMI existen las últimas estribaciones de las serranías y colinas que aparecen en dirección este-sudeste desde San José, pasando por Santiago de Chiquitos. Esta unidad representa un 2,3% del AP. En el ANMI, cubre un área de 16.695 ha, o 16% de su superficie. Existen también 1.093 ha dentro del bloque Otuquis en el límite con el ANMI (Mapa 4). Reiteramos que no existe un estudio geológico que los clasifique más allá de sedimentos del Paleozoico y Alto Mesozoico, aunque algunos mapas de escala muy pequeña indican que serían principalmente del Silúrico (Montes de Oca, 1989). De acuerdo al PLUS, los suelos que se han formado son arenosos y en general de baja fertilidad. Dependiendo de la pendiente, se han formado Entisoles, Inceptisoles, Alfisoles y algunos Oxisoles. A pesar de la baja fertilidad, consideramos que estas unidades son muy importantes para la conservación ya que muchas veces están rodeadas de humedales donde representarían refugios para la fauna en tiempo de aguas altas. La coexistencia de los bañados de Otuquis y estas colinas dentro del ANMI, la constituyen en una de las zonas de mayor interés biológico del AP. En forma paralela también sirven de refugio para el ganado vacuno de las estancias, que se han ubicado cerca con este motivo. Desde un punto de vista ganadero serían lugares muy estratégicos. III.2.2.3 Meseta de sedimentos cretácicos y carboníferos del Chaco En el extremo sudoeste hay una altiplanicie de sedimentos de areniscas consolidadas de formación relativamente antigua, o sea del Cretácico y del Carbonífero (UTD-PLUS, 1995). En términos de superficie es la unidad más grande con 390.285 ha, o sea 39% del total del AP. Sólo ocurre en el bloque Otuquis, y ocupa el 45% del bloque (Mapa 4 y Cuadro 8). De acuerdo al PLUS, esta zona tendría suelos muy pobres con Alfisoles e Inceptisoles arídicos de muy baja fertilidad. Queda claro en imágenes de satélite que es una zona muy erosiva, especialmente en los márgenes, donde se percibe claramente una serie de cañadas poco profundas. Como se verá más abajo la cobertura vegetal es poco densa y podría ser la unidad más frágil del AP. Sin embargo, pensamos que tendría un rol ecológico importante porque colinda en 92 km con los bañados de Otuquis, y representaría un refugio durante tiempos de aguas altas. Es posible que soporte importantes poblaciones de fauna silvestre porque en tiempo seco los animales pueden aprovechar remanentes de agua de los bañados. Es más, es la zona más aislada del AP donde no ha habido mucha penetración desde que se hicieron líneas de prospección sísmica en los años 70’. Como resultado, las poblaciones de fauna estarían bastantes intactas.

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III.2.2.4 Abanico aluvial antiguo El resto del área consta de sedimentos del Cuaternario en términos geológicos, pero que difieren mucho entre sí: abanico aluvial antiguo, llanura aluvial contemporánea y el Pantanal. Análisis de imágenes de satélite muestran un gran abanico aluvial relacionado al río Tucavaca u Otuquis. Esta forma de abanico se reconoce en todos los mapas temáticos que veremos a continuación (fisiográfico, vegetación, capacidad de uso de la tierra y zonas inundables). Los abanicos aluviales se forman en zonas donde los ríos desembocan en lugares de drenaje poco desarrollado, es decir donde no hay un cauce desarrollado que pueda evacuar el agua eficientemente. A través del tiempo el río va depositando más sedimentos en el cauce incipiente y éste va migrando. Está claro que el canal principal del río Tucavaca ha ido migrando hacia el norte desde la frontera con el Paraguay, y ahora estaría aproximándose al lado sur de la línea férrea. En la porción sur del abanico se nota patrones de inundación en la forma de ríos, o por lo menos un sistema de canales donde hay mayor humedad durante todo el año. Aparentemente este sector todavía recibe aguas del río Tucavaca, es decir tendría más humedad que la producida por lluvias. Toda esta dinámica requiere de mayores estudios. Este abanico forma parte de los bañados de Otuquis, pero aparentemente tendría menos inundación, y con menor frecuencia, que el canal contemporáneo al norte. Cabe mencionar que en todo el extremo suroeste del abanico hay una sub-unidad fisiográfica en la forma de media luna, que separa los bañados de Otuquis del Pantanal. Como se verá más abajo esta unidad tiene menos humedad en todo el año que cualquiera de los dos humedales que separa. Parecería que esta unidad forma una barrera entre los dos humedales, pero desaparece unos 20 km al sur del Mutún, dando lugar a una apertura a través de la cual habría la mayor parte del intercambio entre los bañados de Otuquis y el Pantanal. Este dique no ha sido estudiado, pero se piensa que ha tenido una formación de tipo morrena, donde las inundaciones llegan casi hasta el Pantanal, y los sedimentos arrastrados se van depositando y formando una altura en el extremo del abanico. Obviamente todo el abanico aluvial es de formación cuaternaria, pero no se sabe con qué frecuencia e intensidad va migrando el canal principal. El PLUS describe al abanico como una llanura aluvial antigua donde los suelos serían Inceptisoles y Vertisoles (hidromórficos) pero de relativamente buena fertilidad. Sugiere que las texturas son finas (gredosas) pero pensamos que debido al proceso de abanicos aluviales existirían capas de suelos más arenosos en las alturas relativas. A pesar de la relativa fertilidad habrían serias limitantes debido a las llenuras y consecuentes cambios de curso de los canales principales. III.2.2.5 Llanura de inundación contemporánea En el margen norte del abanico está la llanura aluvial contemporánea del río Tucavaca u Otuquis, que tendría una forma alargada en sentido sudeste, desde la comunidad Candelaria, pasando por el ANMI y conectando con el Pantanal al sur del cerro Mutún (Mapa 4). Al sur de la estancia San Silvestre este canal principal de los bañados desprende un brazo que va al norte del ANMI y vuelve a cruzar la carretera desembocando en la laguna Cáceres por la quebrada San Ceferino. En otras palabras, el río Tucavaca llega a desembocar parcialmente en la laguna Cáceres en tiempo de aguas altas. En Febrero del 2003 se constató que efectivamente a la altura de Tacuaral, el agua corría por debajo de la carretera en sentido de sur a norte. En tiempo de lluvia esto tendría la forma de un río amplio, formando la parte más baja, y por ende más inundada, de los bañados de Otuquis. Esta unidad ocupa 55.139 ha o 5,5% del área total del AP (Cuadro 8). En otras palabras los principales bañados de Otuquis ocupan un 5,5% de la superficie del AP. Esta unidad ocurre principalmente en el ANMI cubriendo 40.775 ha o el 40% de su superficie, siendo por mucho la unidad más importante de este bloque. También ocurre en el bloque Otuquis, pero con 14.364 ha sólo ocupa el 1,7% de este bloque. Esta unidad es relativamente reciente y obviamente de formación cuaternaria.

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t

t t

De acuerdo al PLUS, los suelos serían Alfisoles y Vertisoles hidromórficos de relativamente buena fertilidad pero con serias limitaciones por las inundaciones. Indican que ocasionalmente se encuentran áreas salinas o alcalinas. III.2.2.6 Pantanal Finalmente, se destacan las llanuras aluviales de inundación profundas y prolongadas del sistema del río Paraguay. Tiene un área total de 222.622 ha o el 22,3% de la AP. Cubre el 20,1% del bloque Otuquis, el 14,1 % del ANMI y un 89,3% del bloque río Pimiento. Aquí los suelos serían Entisoles y Vertisoles hídricos y sub-hídricos, con el obvio limitante de sufrir inundaciones regulares hasta una profundidad de 5 m. Obviamente esto quiere decir que son sedimentos contemporáneos o cuaternarios. La vegetación, como se mostrará abajo, se presta al pastoreo en época seca y forma la base del sistema de ganadería en el Pantanal. III.2.3 El sistema hídrico y la distribución de humedales Hasta aquí se ha reiterado la importancia de los humedales que se encuentran dentro del PN-ANMI Otuquis. Al preparar el proceso de planificación, se detectó que se desconocía lo más fundamental de estos ecosistemas. Qué lugares se inundan, qué lugares nunca se inundan y cuáles son los patrones de inundación. Como resultado, se dio prioridad este tema, proponiendo en la propuesta de trabajo un estudio nuevo específico (Anexo 6). Dentro de este estudio se analizaron imágenes de satélite en base a radar (Mapa 5a) e imágenes LANDSAT de múltiples fechas (Mapa 5b). Como se verá a continuación, el estudio ha demostrado que se desconocía mucho sobre el tema, y en particular sobre los bañados de Otuquis, pues los planos y cartas oficiales lo colocan en un lugar muy equivocado. Primero, es importante definir exactamente qué es lo que se ha tomado por humedal. La definición de trabajo ha sido:

Los humedales son “áreas en donde la saturación con agua es el factor dominan e que determina la naturaleza del desarrollo del suelo y del tipo de comunidades de plantas y animales que viven en el suelo o en su superficie. La característica que todos los humedales comparten es que el suelo o el sus rato es á, al menos periódicamente, saturado o cubierto con agua. Los humedales son áreas de transición entre los sistemas acuáticos y terrestres, en donde el nivel freático usualmente está al nivel de la superficie o cerca de ésta, o la superficie está cubierta por aguas someras" (www.ramsar.org).

Segundo, es fundamental saber ¿Cuándo se inundan los bañados? Considerando los datos de la Estación Meteorológica de Puerto Suárez (Cuadro 7), el promedio de las precipitaciones en los años 1986/2000 para el área muestra como el periodo más lluvioso el de noviembre a marzo, con los meses de diciembre y enero como los de máxima precipitación. El periodo más seco es el de abril a octubre, con los meses de junio y julio como los de mínima precipitación. De acuerdo a este análisis se supondría que para el área del PN-ANMI Otuquis, el periodo de noviembre a marzo es de aguas altas y el de abril a octubre de aguas bajas. Esto parece ser más o menos la situación en lo que concierne a los bañados de Otuquis, que se nutren del río Tucavaca, pues se trata de una cuenca relativamente pequeña donde los niveles de agua corresponden más de cerca a las lluvias. En contraste, la cuenca del Alto Paraguay es enorme, y hay una demora larga entre las precipitaciones principales y los niveles máximos de inundación. El agua puede demorar hasta tres meses para cruzar el Gran Pantanal de norte a sur (Wilcox, 1992). El Servicio de Hidrografía Naval de Bolivia oficialmente considera que aguas altas (máximos niveles de inundación) corresponde al periodo de enero a junio mientras aguas bajas (mínimos niveles de inundación) corresponde al periodo de julio a diciembre. Sin embargo, el análisis de las imágenes satelitales de diferentes fechas en diferentes años muestra que hay gran variación de un año a otro (Anexo 6). Para este estudio se evaluaron varias imágenes de diferentes fechas para cada zona, y el momento de mayor sequía en la zona de la laguna Cáceres ocurrió

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Mapa 5a Radar

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Mapa 5b

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en el mes de febrero de 2000 y el de mayor inundación se dio en el mes de abril de 2000 (Mapa 6a). Estas enormes diferencias se deben a muchos factores climáticos, hidrográficos, edáficos, de relieve, y comunicación con cuencas vecinas. En resumen se puede decir que en la mayoría de los años los bañados de Otuquis tienen momentos de aguas altas entre enero y marzo, mientras que en el Gran Pantanal suceden de abril a junio. Esto llega ser muy complejo ya que hay puntos donde el agua corre en diferentes direcciones, dependiendo de la época y los niveles relativos de los dos humedales. Por ejemplo, el canal Tamengo llega a fluir hacia la laguna Cáceres cuando el río Paraguay está subiendo. El resto del tiempo fluye hacia Corumbá. Quedaría por definir la distribución de los humedales. Se decidió para este estudio, no agrupar las imágenes por aguas altas o aguas bajas sino por la inundación distinguida en el análisis visual de las mismas, de manera que se pueda conocer los cambios a los que están sujetos los humedales al nivel de escalas espaciales y multitemporales. Usando las imágenes más “secas” y más “húmedas” para cada zona, se ha intentado distinguir entre los lugares que están siempre inundados, los lugares que nunca se inundan, y aquellas zonas que se inundan estacionalmente. En el cuadro 9 y mapa 5b se distinguen las siguientes unidades en las zonas inundables:

Áreas de inundación profunda en época húmeda - a grandes rasgos corresponden a la extensión máxima del Pantanal dentro del AP. Cubre 143.785 ha o el 14% del AP. Los mapas 5a, 6a y 6b muestran cómo se llega a tener grandes espejos de agua profunda. Áreas de inundación profunda en época seca - resultan ser zonas de suma importancia pues se trata de lugares estratégicos para la fauna silvestre, los ganaderos y los pescadores. Sólo cubre el 1% del AP y la cuarta parte de esto corresponde a la laguna Cáceres.

Para los bañados de Otuquis se notan dos patrones distintos: El abanico 1 corresponde a la zona de los bañados de Otuquis en época de aguas altas en la zona del Pantanal. Aparentemente ya no llega mucha agua por el río Tucavaca, entonces su extensión es menor, representando un 6% del APa. Sin embargo, sumado a los 14% del Pantanal, se tiene que la inundación máxima del área llega a cubrir un total del 20% del AP. Se distinguió otra unidad, el abanico 2, que corresponde a la zona de los bañados de Otuquis cuando están en su máxima extensión, pero cuando el Pantanal sigue bastante seco. El abanico 2 llega a cubrir un 7% del AP o 74.221 ha. Como se ha mencionado, un área similar de los bañados de Otuquis quedó fuera del AP, en el sector del río Tucavaca hasta Candelaria y el municipio de Roboré, donde ya estaría protegido dentro de la Reserva Municipal de Tucavaca.

El análisis para este plan de manejo ha resaltado la existencia de otra unidad que se ha denominado el dique, que corresponde a una zona en forma de media luna que divide al abanico de Otuquis y el Pantanal y que ocupa un 5% del AP. Aparentemente esta zona se inunda con muy poca frecuencia y las diferentes imágenes de satélite, y en particular la de radar (donde se resalta con un color casi blanco en el Mapa 5a), sugieren que se trata de suelos secos durante buena parte del año. La mayoría de las estancias de la zona se han establecido sobre este dique. Anteriormente había un número mayor de estancias, pero fueron abandonadas con la inundación de 1974 que sobrepasó este dique natural. Como se verá más abajo esta zona es muy propensa a las quemas, no sólo ahora, sino también hace al menos 15 años (Resnikowski, 2002).

De las zonas que nunca se inundan se han resaltado dos:

La primera estaría formada por las serranías que se han digitalizado a partir de las imágenes de satélite. En general son colinas bajas pero que están relativamente alineadas entre sí. Algunas afloran en los bañados de Otuquis mientras que otras se encuentran en el Pantanal. Ocupan sólo el 0,5% del AP, pero donde ocurren son de suma importancia en época de aguas altas, tanto para la fauna silvestre como para el ganado vacuno.

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Mapa 6ª

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Mapa 6b

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En el mapa 5b se distingue una unidad grande que denominamos meseta de Abayoy, la cual cubre un 33% del AP. Este sector nunca se inunda y su zona de transición a los bañados mide 92 km de longitud. En toda esta extensión sería muy importante como refugio para vida silvestre en época de aguas altas. Dentro del AP no hay estancias en este sector, pero se nota que en Paraguay hay grandes estancias y bastante deforestación en esta zona de transición.

Cuadro 9. Distribución de zonas inundables y no inundables dentro del PN-ANMI Otuquis

Categoría Unidad

Total del AP (ha)

% del AP

Bloque Otuquis

% de la

unidadANMI % de la

unidad

Bloque río

Pimiento

% de la

unidadÁreas de inundación profunda, época húmeda 143.785 14 112.278 78

4.569 3

26.938 19

Áreas de inundación profunda, época seca 10.609 1 3.537 33

3.889 37

3.184 30

Bañado de Otuquis o abanico 1* 58.717 6 46.113 79

12.604 21 - -

Bañado de Otuquis o abanico 2* 74.221 7 53.727 72

20.494 28 - -

Zonas inundables Dique* 46.872 5 43.957 94

2.915 6 - -

Serranías* 5.513 0,5 1.612 29

3.901 71 - - Zonas que nunca se inundan Meseta de Abayoy 334.128 33 334.128 100 - - - -

Elaboración propia (Anexo 6) Habiendo establecido el área total de cada unidad hay que resaltar que las condiciones y dinámicas varían mucho en los tres humedales principales: 1. Bloque río Pimiento: Esta área abarca la laguna Cáceres, río Pimiento y bañados de San Antonio, y se manifiestan contrastes muy marcados con relación a la extensión que abarca lo inundado (Mapa 6a). Se puede observar que el mes de mayor inundación fue abril del 2000, cubriendo un 81% del área, mientras que la mínima inundación (registrada en el mes de febrero del 2000) abarcó un 10% del área. Se observa que el nivel de inundación de la laguna Cáceres depende de dos fuentes principales: al noroeste el río Pimiento, alimentado por los bañados de San Antonio y por la cuenca Cáceres (bahía de Cáceres, El Salvador, San Eugenio, la Bahía, Quebrada del Km 17, quebrada Curiche) y al noreste el río Sicurí que proviene del río Paraguay (canal Tuyuyú en la parte brasileña). Cuando el agua en el Pantanal se encuentra en su nivel más bajo de inundación, se puede evidenciar la discontinuidad de los afluentes principales (Tuyuyú y Pimiento). Por otra parte, los pequeños arroyos y quebradas que alimentan la laguna Cáceres desaparecen, manteniéndose el flujo de agua con el canal Tamengo, que conecta directamente al río Paraguay. Otro ejemplo de la complejidad de la inundación es la variación del perímetro base de la laguna Cáceres. Cuando existe la inundación más extensa (abril 2000) este perímetro se mantiene visible. En contraste, en el momento de retroceso de aguas (julio 1999) la imagen muestra que el perímetro base de la laguna ha sido sobrepasado, y la extensión de la laguna estaría en su máxima expresión (Mapa 6a). Estas imágenes respaldan la posición de que cada año las inundaciones son únicas (Wilcox, 1992), dependiendo de qué partes de la cuenca ha tenido más lluvias, y de qué sedimentos habrían sido depositados el año anterior.

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2. Bañados de Otuquis: El mapa 6b es una aproximación de los bañados de Otuquis. Como mencionamos anteriormente tiene dos características principales: una parte en la forma de abanico al sur donde el agua se transportaría en antiguos canales (paleocauces). La otra parte es la llanura contemporánea en el margen norte del abanico, en un azul más oscuro. Muestra que el canal principal traspasa el ANMI y conecta con el Pantanal al sur de San Juan de Mutún. Otro brazo pasa al norte desembocando a la laguna Cáceres por el canal San Ceferino. Debido a que la mayor parte de los bañados está cubierta de bosque, ha demostrado ser más difícil estudiar los cambios de inundación mediante imágenes LANDSAT. Sobrevuelos en época de lluvias sugieren que hay un espejo de agua casi continuo, pero que está escondido por el bosque (Marcus, c.p). Se esperaba contar con más fechas de imágenes radar, que supuestamente muestran humedales a pesar de la cobertura vegetal, pero éstas no se encuentran disponibles todavía. El mapa 6b muestra que un porcentaje importante de los bañados más profundos están fuera del AP, en sentido noroeste, hacia la desembocadura del río Tucavaca en Candelaria. También demuestra el grado de equivocación sobre la distribución de los humedales de acuerdo a cartografía oficial del IGM. 3. El triángulo de Man Césped: El mapa 6c demuestra que para el sector de Puerto Busch, la imagen disponible de mayor inundación sería de mayo de 1989, donde se observa una inundación casi completa, cubriendo un 93% del triángulo. Se nota claramente la fila de colinas en Brasil que luego continúa en Bolivia en el límite entre el ANMI y el bloque Otuquis. En contraste, en noviembre de 1999 solamente se observa un 5% de inundación, que corresponde a las pequeñas lagunas y quebradas y sus áreas de rebalse. Es interesante comparar las imágenes de junio 2000 y junio 2001. Aunque sean del mismo mes de años consecutivos, el porcentaje de inundación es muy diferente. Sin embargo, ambas imágenes sugieren que al bajar las aguas hay una concentración de agua más profunda en la frontera con Brasil, que cruzaría el triángulo de Man Césped y baja por la frontera con Paraguay, tomando el nombre de río Negro. Las principales conclusiones de este análisis son:

• Existen dos patrones de inundación, el primero corresponde a los bañados de Otuquis, y coincide más de cerca con las precipitaciones de la zona. Es decir, sus niveles máximos estarían en marzo o abril.

• El otro patrón de inundación es el del Gran Pantanal, donde hay una gran demora en la subida de las aguas con relación a la época de lluvia. Es así que pueden haber aguas altas en julio, después de algunos meses de escasa lluvia a nivel local. Este patrón se mantiene tanto en el bloque Otuquis como en el bloque río Pimiento.

• Las zonas de máxima inundación de los bañados de Otuquis están mucho más al norte de lo que se pensaba, pasando aproximadamente por lo que es el límite entre el bloque Otuquis y el ANMI. Es más, buena parte del ANMI resulta ser humedal, dando lugar a preguntarse si es que no se le debería dar un mayor nivel de protección.

• Se confirma que en la época de aguas altas una parte de los bañados de Otuquis vuelven a cruzar la carretera de sur a norte y desembocan en la laguna Cáceres. En otras palabras, la laguna Cáceres resulta ser parte de la cuenca del Tucavaca, por lo menos durante algunos meses del año.

• Queda claro que en algunas épocas todo el triángulo de Man Césped queda bajo inundación de uno a varios metros de profundidad.

• Los dos patrones no simultáneos de los humedales podrían ser importantes a nivel de conservación, ya que para algunas especies se prolongaría la época de aguas altas. O por el contrario, algunas especies podrían tener la estrategia de moverse entre los dos humedales para aprovechar la época de aguas bajas que tampoco ocurren simultáneamente.

• Si se suman las áreas máximas de inundación de los tres humedales, representan un 20% del AP.

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III.2.4 Capacidad de uso mayor de la tierra Existe una generalización importante que se puede aseverar sobre los suelos en la zona de Otuquis: Si los suelos se encuentran en alturas tienden a ser suelos pobres con limitaciones químicas y físicas. En contraste, los suelos que se encuentran en las llanuras de inundación tienen la obvia limitación de inundaciones de hasta 5 m de agua. El intento de cultivar estas tierras sería muy riesgoso porque los patrones de inundación son muy complejos e impredecibles. Los mejores suelos se encuentran en el abanico aluvial de los bañados de Otuquis, pero éstos no se han aprovechado en la agricultura o pecuaria debido a la barrera que forma el canal principal de los bañados de Otuquis, y que corre en sentido sudeste aproximadamente desde Candelaria. En conclusión, se puede decir que el potencial de uso agropecuario en la zona tiene en general serias limitaciones. Por esto, y por la importancia de su conservación, el Plan de Uso del Suelo de todo el departamento de Santa Cruz (UTD-PLUS, 1995) propuso esta zona como área protegida. El mapa 7 combina la información del PLUS sobre Capacidad de Uso de la Tierra y el Potencial Forestal. Comenzando por el lado forestal, se ve que existen dos franjas con potencial forestal “regular”, una al sur de Santa Ana y El Carmen y la otra dentro del ANMI. El resto del área prácticamente no tendría potencial de explotación forestal. Aún la categoría de potencial “regular” no es muy significativa y esto se refleja en la ausencia de concesiones forestales en el AP. Principalmente su potencial forestal es para leña o postes. En términos de Capacidad de Uso Agropecuario (de acuerdo al PLUS) se puede ver que ninguna parte del AP se libra de limitaciones (entre leves y severas) para este uso. Sólo viendo los suelos, posiblemente la zona más apta sería el abanico aluvial de los bañados de Otuquis, donde el principal limitante es el drenaje imperfecto y la alta probabilidad de inundación. A nivel práctico, esta zona no es apta para el uso agropecuario porque requiere atravesar el río Tucavaca y los principales bañados, que llegan a tener varios kilómetros de ancho. Se requeriría bastante inversión de infraestructura para habilitar la zona. En contraste, el valor de la zona en términos de conservación es tan alto que se puede decir que el costo de oportunidad de convertirla en área protegida es muy bajo. Una prueba de la baja capacidad de uso de los suelos es que aún antes de ser AP el área fue casi inhabitada.

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Mapa 7

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III.2.5 Biodiversidad Desde los comienzos de la década de los 90’ se ha hablado mucho del valor de conservación de todo el sureste del departamento de Santa Cruz. En esta región, no sólo se encuentran tres ecoregiones de mucha importancia a nivel continental (Cerrado, Pantanal y Chaco), sino que también parecerían ser las porciones mejor conservadas de cada ecosistema a nivel internacional (Parker et. al., 1993). A pesar de este reconocimiento al valor biológico del área, ha habido relativamente pocos estudios específicos sobre su diversidad biológica en general y dentro del PN-ANMI Otuquis en particular. Este tema tampoco se investigó en el diagnóstico para este plan de manejo, pues se consideró más urgente el estudiar la dinámica y la distribución de humedales, un tema incluso menos entendido, pero prioritario para el manejo inmediato del AP. Esto no significa que se descarta la importancia de investigar qué existe dentro del AP en términos de riqueza biológica, cómo se distribuye, cuáles serían las prioridades de conservación, y cuáles serían las prioridades de investigación, entre otros aspectos. El tema de biodiversidad se discute en detalle en el Anexo 5, pero a continuación se presenta un resumen con suficiente información para respaldar las decisiones que se toman en el presente plan de manejo. Las siguientes descripciones se basan en gran medida en relativamente pocos estudios (Ibisch et al., 2002; Museo de Historia Natural NKM, 1997; Navarro y Maldonado, 2002, Robison et al., 2002; WWF, 2002, entre otros citados abajo). Entre los estudios existentes hay mucha divergencia en terminología, en particular en lo que concierne a la clasificación de formaciones de vegetación. Como respuesta, se ha adoptado al sistema de Navarro y Maldonado (2002) por ser el más completo a nivel nacional y por incluir también información de referencia de países vecinos. Donde era posible, hemos relacionado su sistema de clasificación con otras fuentes de información. Adicionalmente, en el cuadro 10 se definen algunos términos esenciales para entender la discusión a continuación. El PN-ANMI Otuquis es un lugar de encuentro de las ecoregiones del Cerrado, Chaco y Pantanal, con su flora y fauna respectiva. Es más, se caracteriza por tener buenos ejemplos de vegetación transicional en buen estado de conservación. Cuando esta transición es suficientemente grande, toma sus propias características y se conoce como un ecotono (Cuadro 10). En el Brasil, el Gran Pantanal está actualmente en un estado aceptable de conservación, pero donde hay transición del Pantanal al Cerrado o al Chaco, los ecosistemas están muy deteriorados. Debido a su conectividad con el Cerrado y el Chaco y la relativamente baja presión antrópica, Parker et al. (1993), consideran que el Pantanal boliviano podría ser de igual importancia en términos biológicos al Pantanal brasileño. En otras palabras, las zonas de transición entre las tres ecoregiones presentan valores de diversidad biológica muy particulares e importantes en sí. El PN-ANMI Otuquis es de alto interés no solamente por su diversidad biológica y ecológica en general, sino también en términos de sus ecosistemas acuáticos en particular. Debido a su sistema complejo de ríos, lagunas y pantanos, a los ciclos de inundaciones y sequía, y a la topografía, existe vegetación higrófila y xerófila creciendo lado a lado (Museo de Historia Natural NKM, 1997). Sólo en términos de plantas acuáticas, el Pantanal se considera el ecosistema acuático más diverso del mundo (Pott y Pott, 2000). A su vez la presencia abundante de algas y plancton, es la base de la presencia de grandes poblaciones de peces, por un lado, y aves acuáticos, por el otro. Sin embargo, reiteramos que el conocimiento en estos temas para el PN-ANMI Otuquis es todavía incipiente.

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Cuadro 10. Definiciones de conceptos de biodiversidad

• Conectividad: Es lo opuesto de fragmentación. Mientras más extenso un ecosistema en buenas condiciones mayor es la probabilidad de conservar una especie. Si existen dos o más áreas en buen estado, su valor se multiplica si están conectadas de alguna forma, en vez de estar totalmente aisladas (Robison et. al, 2002).

• Diversidad alfa: Es la riqueza de especies dentro de un hábitat; por ejemplo en algunos bosques

amazónicos se habla de alta diversidad alfa (Robison et. al, 2002). • Diversidad beta: Es la diversidad de hábitats. Por ejemplo, una alta diversidad beta se encuentra

cuando hay diferentes hábitats (como la presencia contigua de un bosque seco y un pantano) en una corta distancia (Robison et. al., 2002).

• Diversidad biológica o biodiversidad: Se entiende como la variabilidad de organismos vivos de

cualquier fuente, incluidos los ecosistemas terrestres, aéreos y acuáticos y los complejos ecológicos de los que éstos forman parte; comprende también la diversidad dentro de cada especie, entre las especies y de los ecosistemas (adaptada de UICN, 1996).

• Ecoregión: Zonas que se definen por tener las mismas condiciones climáticas, y por ende

vegetación similar y funciones ecológicas similares, por ejemplo el Chaco (Robison et. al, 2002). • Ecosistema: Se entiende como un complejo dinámico de comunidades vegetales, animales y de

microorganismos y su medio no viviente que interactúan como una unidad funcional (UICN, 1996).

• Ecotono: Una zona de transición estrecha y bien definida entre dos o más comunidades

diferentes. Tales comunidades generalmente tienen una biodiversidad alta (Oxford University Press, 1985).

• Endemismo a nivel de vegetación: Se refiere a una especie que sólo se ha registrado en un tipo

de vegetación, sin importar el país. Por ejemplo, una especie que se encuentra siempre en el Cerrado (en Brasil o Bolivia), es endémica al Cerrado. (Robison et. al, 2002)

• Endemismo o especie endémica: En la biología de conservación, se refiere a una especie que sólo

se ha registrado en un país. Por ejemplo, cuando se dice que Bolivia tiene 14 especies de aves endémicas, eso quiere decir que éstas sólo se han registrado en Bolivia (Robison et. al, 2002).

• Especie amenazada: Son aquellas especies en peligro de extinción. Existen varias categorías,

como ser ‘extinta en la vida silvestre’, ‘vulnerable’, ‘peligro crítico’, etc. (adaptada de CDC, 1996). • Hábitat: Es el lugar o tipo de ambiente en el que existe naturalmente un organismo o una

población (UICN, 1996). • Homogeneidad: En lo que se refiere a vegetación o ecosistemas, es cuando hay extensiones

apreciables de un tipo de hábitat o ecosistema que no está fragmentado, aumentando la posibilidad de conservar ciertas especies. Lo opuesto de mosaico (Robison et. al, 2002).

• Mosaico: En lo que se refiere a vegetación o ecosistemas es lo opuesto de homogeneidad. Existe

una variedad de hábitats en poca distancia, aumenta la probabilidad de biodiversidad y endemismo, pero reduce la probabilidad de conservar ciertas especies (Robison et. al, 2002).

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III.2.5.1 Ecoregiones en el PN-ANMI Otuquis De acuerdo a Navarro y Maldonado (2002), según criterios vegetacionales, estructurales, bioclimáticos, geomorfológicos, edáficos, ecofuncionales, florísticos y faunísticos, el espacio geográfico que ocupa el PN-ANMI Otuquis, corresponde a dos regiones biogeográficas y tres provincias dentro de ellas:

1. La región biogeográfica brasileño-paranense: Esta es una de las regiones biogeográficas más extensas del país, representada por tres provincias (Cerrado, Beni y Pantanal). Se extiende por una buena parte de los departamentos de Santa Cruz (centro y este) y el Beni (noreste). En el este, la región tiene límite con Brasil, al noroeste con la región biogeográfica amazónica y al sur con la región chaqueña y con el Paraguay. Dentro del PN-ANMI Otuquis se encuentran dos provincias:

La provincia biogeográfica del Cerrado: Ocurre en el norte y oeste del bloque Otuquis con contacto con la provincia Chaco boreal y en el norte del bloque río Pimiento, con contacto con el Pantanal. A grandes rasgos, el Cerrado es un complejo de sabana y bosque. La vegetación está compuesta por una cobertura de gramíneas con arbustos pequeños dispersos, condicionados por factores edáficos y adaptados a fuegos naturales (Ibisch et. al, 2002). Aunque se encuentra amenazada (WWF, 2002), la vegetación del Cerrado en Bolivia es la mejor conservada en Sudamérica (Parker, et al., 1993). No se encuentra especies vegetales de mucho interés económico pero si de uso tradicional (WWF, 2002). La provincia biogeográfica del Pantanal: En Bolivia esta provincia ocurre en tres áreas en el sudeste del país – el bloque Otuquis, el bloque río Pimiento y el ANMI de San Matías. A grandes rasgos el Pantanal es una llanura deprimida estacionalmente inundada. Sostiene un sistema complejo de ríos, lagunas, y pantanos con una cobertura de bosques, sabanas y vegetación acuática. Las formaciones de vegetación están afectadas por los niveles y la duración de las inundaciones (Ibisch et. al, 2002). El Pantanal sostiene una abundancia de pastos naturales aptos para el engorde de ganado vacuno. De acuerdo a Navarro y Maldonado (2002), es muy probable que haya muchas diferencias, en términos de vegetación, entre el Pantanal de San Matías y el de Otuquis, ya que el Pantanal de San Matías tiene influencia de la flora del Cerrado, mientras que el Pantanal de Otuquis recibe mayor influencia de la flora chaqueña. Los mapas 5 y 6 muestran también muchas diferencias internas en cuanto a su nivel de inundación. La provincia ocurre en la zona sureste del bloque Otuquis y el ANMI, con contacto en su límite oeste con la provincia Chaco boreal y en el este con Brasil. La mayor parte del bloque río Pimiento es representada por esta provincia en contacto con la del Cerrado.

2. La región biogeográfica chaqueña: De menos extensión en Bolivia, representada por una sola provincia (Chaco boreal). Se encuentra mayormente en el este de los departamentos de Chuquisaca y Tarija (distrito Izozog) y una pequeña parte en el sureste de Santa Cruz (distrito chaqueño del Alto Paraguay):

La provincia biogeográfica del Chaco boreal: Aunque es de menos extensión en el país, esta provincia ocupa la mayor parte del área del bloque Otuquis y el ANMI, limitando al este con la provincia del Pantanal y al oeste y norte con la provincia del Cerrado. Se refiere, en una escala menor, al distrito biogeográfico chaqueño del Alto Paraguay. El bloque Otuquis y el ANMI contienen dentro de sus límites el único ejemplo de este distrito biogeográfico en Bolivia. A grandes rasgos el Chaco se caracteriza por su clima semiárido y un bosque bajo xerofítico abierto con plantas espinosas. En lugares de más humedad, como es el caso del PN-ANMI Otuquis, los bosques son de mayor porte y mejor estructurados (WWF, 2002).

Usando otra terminología, el Chaco, el Pantanal, el Cerrado y el Bosque Seco Chiquitano serían cuatro ecoregiones que se encuentran en el AP (Ibisch, et al., 2002). Esto es notable cuando se considera que en toda Bolivia hay un total de 12 ecoregiones, y da la esperanza de eventualmente poder comprobar una alta diversidad beta (Cuadro 10) dentro del AP.

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III.2.5.2 Vegetación III.2.5.2.1 Formaciones de vegetación Para elaborar el mapa de vegetación y hacer un análisis de las unidades vegetales detectadas, se ha optado por utilizar en lo posible las unidades de vegetación basadas en las regiones y provincias biogeográficas de Navarro y Maldonado (2002). Hemos tratado de verificar y comparar las unidades detectadas con otros estudios. Desafortunadamente, diferentes estudios utilizan diferentes clasificaciones. Por ejemplo, sólo para la unidad “bosque seco chiquitano de llanuras”, los botánicos han propuesto al menos ocho diferentes nombres (Araújo, et al, 2001). Para usar un solo sistema, la denominamos “bosque chiquitano semi-deciduo transicional al Pantanal” de acuerdo a Navarro y Maldonado (2002). Debido a que una buena parte de la vegetación en el área del PN-ANMI Otuquis es transicional, a veces no existen definiciones botánicas claras para estas unidades o ecotonos detectados en las imágenes satélites. Sin embargo, el análisis de la imagen de satélite muestra que son unidades importantes con varios miles de hectáreas solamente dentro del AP. En estos casos es necesario hacer más investigaciones de campo para verificar la composición florística de estas unidades. El mapa de vegetación (Mapa 8), se generó en el laboratorio SIG del Museo de Historia Natural NKM mediante la clasificación de imágenes satelitales Landsat ETM+, (Escala 1:250.000). Las imágenes utilizadas fueron de época seca; el área del PN – ANMI Otuquis y su ZEA, está comprendida en tres escenas:

Escena Fecha de adquisición 227 073 12 junio 2001 227 074 25 junio 2000 228 073 31 marzo 2001

La metodología utilizada fue inicialmente la de “clasificación no supervisada” que utiliza el algoritmo Isodata del software para el procesamiento de imágenes ERDAS Imagine. Las 150 clases resultantes fueron agrupadas, haciendo un análisis espacial y espectral, en 18 clases de cobertura y uso del suelo que fueron observadas en la imagen sin clasificar. Estas clases fueron comparadas con estudios, observaciones y mapeos existentes llegando a 14 unidades, de las cuales 13 son importantes dentro del AP. La unidad 14 (bosque chaqueño mal drenado) es una unidad muy común cruzando la frontera al Paraguay pero no tanto dentro del AP. El cuadro 11 contiene una descripción breve de las 13 unidades de vegetación identificadas en el mapa de vegetación. Proponemos tres sub-unidades para la unidad 13 que aparentan ser diferentes e importantes espacialmente en las imágenes. Navarro y Maldonado (2002) mencionan un bosque chaqueño transicional deciduo del Alto Paraguay – Cuenca del Otuquis, en suelos mal drenados. El análisis de la imagen de satélite muestra que hay tres claras subdivisiones de esta unidad, y las hemos distinguido como las sub-unidades 13a, 13b, y 13c. Aparentemente se deben a diferencias en suelos, anegamiento y disponibilidad de agua en época seca. Mediante sobrevuelos se ha podido constatar la notoria diferencia entre estas sub-unidades. Lo que no se sabe es cuánta diferencia hay florísticamente y queda claro que necesitan verificación en el campo para poder identificar las causas de estas diferencias. Como mencionamos antes, el AP incluye importantes áreas de transición entre el Cerrado, el Pantanal y el Chaco. Esto se refleja en las unidades de vegetación, las cuales incluyen bosques chiquitanos del Cerrado transicionales al Chaco y al Pantanal y bosques chaqueños transicionales al Cerrado y al Pantanal (Mapa 8; Cuadro 11). El Cuadro 12 muestra que todas las unidades de vegetación tienen una buena representación en el bloque Otuquis. Este bloque es de interés especial justamente por la mayor presencia de unidades de vegetación transicional del Cerrado y del Chaco, las cuales están ausentes en el bloque río Pimiento. El bloque Otuquis tiene toda la extensión del Abayoy, del bosque chaqueño transicional al Cerrado y una buena parte del bosque chaqueño transicional al Pantanal.

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Mapa 8 Vegetación

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Cuadro 11. Unidades de vegetación (ver el Mapa 8)

PROVINCIA BIOGEOGRÁFICA

UNIDAD DE VEGETACIÓN

DESCRIPCIÓN

1. Abayoy (Chaparral esclerófilo xérico del Cerrado)

Se caracteriza por el empobrecimiento en especies cerradences y la aparición dispersa de algunas especies chaqueñas, destacando al respecto Schinopsis cornuta, elemento típico de los arenales del Chaco boliviano (Navarro y Maldonado 2002). Además, son aparentemente exclusivas de esta formación en Bolivia, las especies Caesalpinia marginata y Tabebuia selachidentata; y otra bignoniácea, Sphingiphila tetramera. Se desarrolla sobre suelos muy arenosos. Esta unidad sólo se encuentra dentro del bloque Otuquis (Cuadro 12).

2. Abayoy transicional al Chaco

Una unidad observada en las imágenes. Del área total del PN-ANMI Otuquis, esta unidad sólo se encuentra dentro del bloque Otuquis (Cuadro 12). Se requieren más investigaciones botánicas.

3. Chaparral esclerófilo de las serranías chiquitanas

Se desarrolla en las serranías chiquitanas marginales, dominada por especies de amplia distribución en los cerrados. Se encuentra en el bloque Otuquis (75,7%) y en el ANMI (23,7%) (Cuadro 12).

4. Sabana arbolada Menos biomasa que el Abayoy de acuerdo a las imágenes satélite. Sabana poco arbolada con cobertura de gramíneas con un estrato abierto de árboles y arbustivos. Se desarrolla sobre suelos pedregosos y bien drenados (Museo de Historia Natural, 1997). Esta unidad sólo se encuentra dentro del bloque Otuquis (Cuadro 12).

Cerrado

5. Bosque chiquitano semi-deciduo transicional al Pantanal

Se encuentra en la llanura chiquitana y en cerros del Pantanal. La mayor parte de esta unidad (51,4%) se encuentra en el ANMI (Cuadro 12). Parece ser similar al Bosque Seco Chiquitano de Llanura de Ibisch et al. (2002)

6. Bosque de tierras altas del Pantanal.

De acuerdo las imágenes, esta unidad tendría más biomasa que el bosque chiquitano. Se requieren más investigaciones botánicas de su representividad dentro del AP.

7. Pampas arboladas y palmares de las semialturas

Esta unidad se observa desde el camino Puerto Suárez a Puerto Busch. No se encuentra en el Pantanal de río Pimiento (Cuadro 12). De acuerdo a Navarro y Maldonado (2002), se pueden distinguir dos tipos de vegetación dependiendo de la textura del suelo y el nivel de inundación: • Palmares chaqueños (Copernicia alba) de las semialturas desarrollándose sobre suelos arcillosos. De forma general se queman en

grandes extensiones en la época seca, presentando actualmente una fisonomía de pastizal con palmas • Paratodales de semialturas sobre suelos arenosos-limosas, son sabanas arboladas (Paratodo – Tabebuia aurea) y arbustivas ocupan

situaciones topográficas algo más elevadas que los palmares 8. Palmares densos Palmares densos del Pantanal de Otuquis, observados en las imágenes. Se requieren más investigaciones botánicas.

Pantanal

9. Pampas palmares de los bajíos estacionales del Pantanal

De acuerdo a Navarro y Maldonado (2002), se desarrollan en llanuras sobre suelos arcillosos que se inundan estacionalmente, dominadas por la palmera Copernicia alba. Se encuentran también alrededor de la laguna Cáceres. Ocurren en toda la provincia del Pantanal. Ocupan un porcentaje importante del área del bloque río Pimiento (68%) (Cuadro 12).

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PROVINCIA BIOGEOGRÁFICA

UNIDAD DE VEGETACIÓN

DESCRIPCIÓN

10. Vegetación de los bajíos de aguas permanentes del Pantanal

Pampas inundadas que incluyen varios tipos de vegetación clasificados en dos grupos grandes (Navarro y Maldonado, 2002): 1. Vegetación de los pantanos de agua permanente inundados de las llanuras aluviales, dominados generalmente por gramíneas o

ciperáceas: • Junquillares: Ocupan extensiones grandes. La especie dominante es la Cyperus giganteus • Cañuelares: La especie dominante es la Oryza grandiglumis • Arrocillares: Dominados por gramíneas acuáticas enraizadas en el fondo, a menudo con abundancia del Arrocillo (Leersia

hexandra) • Matarales: Dominados por la Matara (Typha domingensis) • Colchas flotantes: Son islas flotantes de comunidades de gramíneas y ciperáceas que han formado suelos orgánicos. En ocasiones

se permite el desarrollo de palmares y arbustos sobre el sustrato 2. Vegetación acuática sumergida o flotante en lagunas

• Vegetación acuática flotante enraizada ocasionalmente Plantas normalmente flotantes pero que pueden enraizar en el fondo durante la época seca. Dominada por Eichhornia azurea o E. Crassipes (Tarope)

• Vegetación acuática flotante no enraizada Generalmente dominantes los helechos acuáticos Salvinia auriculata y Azolla caroliniana

• Vegetación acuática sumergida y flotante siempre enraizada Algunas especies parecen tener una distribución restringida en el Pantanal - Najas podostemon, Nymphaea belophylla y N. oxypetala

Esta unidad se encuentra mayormente en el bloque río Pimiento (15,2%) y el bloque Otuquis (80,4%) (Cuadro 12). 11. Bosque chaqueño

transicional de serranías (bosque transicional al Cerrado)

Bosque chaqueño deciduo transicional al Cerrado que se desarrolla sobre suelos medianamente bien drenados. De acuerdo a Navarro y Maldonado (2002), se caracteriza por el arbolito Gochnatia palosanto, por el arbusto Helietta mollis y el árbol Sotillo (Athyana weinmannifolium). Existen varias especies comunes a los bosques chiquitanos. Esta unidad sólo se encuentra dentro del bloque Otuquis (Cuadro 12).

12. Bosque chaqueño De acuerdo a las imágenes se encuentra este unidad al sur del bloque Otuquis en la frontera con Paraguay. Tiene poca extensión dentro del AP pero es predominante en zonas aledañas con Paraguay. Se requieren más investigaciones botánicas.

13. Bosque chaqueñotransicional del Alto Paraguay (bosquetransicional al Cerrado y al Pantanal)

Bosque chaqueño deciduo transicional hacia bosque chiquitano sobre suelos con drenaje medio o algo deficiente. De acuerdo a Navarro y Maldonado (2002), se desarrolla en una zona de contacto con las provincias del Chaco boreal, del Pantanal y del Cerrado. De acuerdo al cuadro 12, es el único bosque chaqueño con representación en el bloque río Pimiento. Se caracteriza por la abundancia de la Calacacha (Diplokeleba floribunda), endemismo chaqueño asociado al Tasaá (Acosmium cardenasii) endemismo de la provincia del Cerrado. De acuerdo al análisis de las imágenes esta unidad tiene tres sub-unidades dentro del AP:

13 a. Bosque chaqueño transicional al Cerrado

De acuerdo a las imágenes es parecido a un Bosque Seco Chiquitano. Como unidad vegetal es similar al bosque chiquitano anegado de Ibisch et. al. (2002) que se desarrolla en valles en suelos mal drenados y anegados temporalmente. Se requieren más investigaciones botánicas.

13 b. Bosque chaqueño bajotransicional al Pantanal

De acuerdo a las imágenes es una continuación del anterior pero con más humedad. Se requieren más investigaciones botánicas.

Chaco boreal

13 c. Bosque chaqueño alto transicional al Pantanal

De acuerdo a las imágenes es un bosque alto con menos humedad. Se requieren más investigaciones botánicas

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Cuadro 12. Porcentaje de las diferentes unidades de vegetación en el bloque Otuquis, el ANMI y el bloque río Pimiento

Unidad de vegetación Área total % total Bloque Otuquis (ha)

% del Bloque Otuquis

Bloque Otuquis % de la unidad

ANMI (ha) % del ANMI

ANMI % de la

unidad

Bloque Río Pimiento

(ha)

% Bloque Rio

Pimiento

Bloque Río

Pimiento % de la unidad

1 Abayoy (Chaparral esclerófilo xérico del Cerrado)

161.770 16,2 161.770 18,8 100,0 0 0,0 0,0 0 0,0 0,0

2 Abayoy transicional al Chaco 69.882 7,0 69.882 8,1 100,0 0 0,0 0,0 0 0,0 0,0

3 Chaparral esclerófilo del Cerrado 8.955 0,9 6.775 0,8 75,7 2.121 2,1 23,7 58 0,1 0,64 Sabana arbolada 22.013 2,2 22.013 2,6 100,0 0 0,0 0,0 0 0,0 0,0

5 Bosque chiquitano Semi-deciduo transicional al Pantanal

62.527 6,2 2.8307 3,3 45,3 32.123 31,5 51,4 2.097 5,2 3,4

6 Bosque de tierras altas del Pantanal

3.873 0,4 3.171 0,4 81,9 164 0,2 4,2 537 1,3 13,9

7 Pampas arboladas y palmares de las semialturas

38.094 3,8 34.265 4,0 89,9 3.829 3,8 10,1 0 0,0 0,0

8 Palmares densos 9.031 0,9 7.619 0,9 84,4 1.413 1,4 15,6 0 0,0 0,0

9 Pampas palmares de los bajíos de aguas estacionales del Pantanal

120.974 12,1 75.578 8,8 62,5 17.639 17,3 14,6 27.758 68,3 22,9

10 Vegetación de los bajíos de aguas permanentes del Pantanal

44.307 4,4 35.612 4,1 80,4 1.978 1,9 4,5 6.717 16,5 15,2

11 Bosque chaqueño transicional de serranías (bosque transicional del Cerrado)

6.505 0,6 6.505 0,8 100,0 0 0,0 0,0 0 0,0 0,0

12 Bosque chaqueño 264 0,0 260 0,0 98,6 4 0,0 1,4 0 0,0 0,0

13 Bosque chaqueño transicional del Alto Paraguay (bosque transicional al Cerrado y al Pantanal)

13 a Bosque chaqueño transicional al Cerrado

130.209 13,0 121.521 14,2 93,3 8.221 8,1 6,3 468 1,2 0,4

13 b Bosque chaqueño bajo transicional al Pantanal

173.701 17,4 157.271 18,3 90,5 16.429 16,1 9,5 0 0,0 0,0

13 c Bosque chaqueño alto transicional al Pantanal

138.125 13,8 120.313 14,0 87,1 17.812 17,4 12,9 0 0,0 0,0

17 Agua 10.780 1,1 7.683 0,9 71,3 136 0,1 1,3 2.961 7,3 27,5

18 Área antrópica 340 0,0 99 0,0 29,2 215 0,2 63,2 26 0,1 7,6

Total hectáreas 1.001.350 100,0 858.644 100,0 85,7 102.084 100,0 10,2 40.622 100,0 4,1

III.

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En el ANMI existe un área importante del bosque chiquitano transicional al Pantanal. Otras unidades con mayor extensión en esta área son las pampas de palmares del Pantanal y el bosque chaqueño transicional al Pantanal (Cuadro 12). El bloque río Pimiento básicamente tiene vegetación del Pantanal. Se considera que los límites en el decreto de creación fueron muy severos, aproximándose a los límites del Pantanal mismo, sin pensar en dar protección a la transición hacia vegetación de bosque en sus alrededores. Dentro de sus límites actuales al norte, existe un área menor de vegetación transicional del Cerrado (Mapa 8), sin embargo esta unidad no tiene una buena representación dentro del bloque mismo. Por esto, como resultado del taller de validación y planificación, se propone ampliar los límites unos kilómetros al norte para proteger esta vegetación transicional. El bloque río Pimiento también tiene un área importante de pampas con la palmera Copernicia alba y vegetación acuática y de pantanos (Cuadro 11 y 12). El cuadro 13 a continuación muestra las cinco unidades de vegetación que cubren la mayor parte del PN-ANMI Otuquis (72.5%). Cuadro 13. Las unidades de vegetación más importantes del PN-ANMI Otuquis

Unidad de Vegetación

% del área total

13 b Bosque chaqueño bajo transicional al Pantanal 17,4 1. Abayoy 16,2 13 c Bosque chaqueño alto transicional al Pantanal 13,8 13 a Bosque chaqueño transicional al Cerrado 13,0 9. Pampas de palmares de los bajíos de aguas estacionales del Pantanal 12,1 TOTAL 72,5

El bosque chaqueño bajo transicional al Pantanal es una sub-unidad de vegetación dentro de la unidad de Navarro y Maldonado (2002) de bosque chaqueño transicional del Alto Paraguay (44,2% del AP). Esta sub-unidad se encuentra en el bloque Otuquis (90,5%) y en el ANMI (9,5%) en las llanuras del abanico aluvial del Otuquis. De acuerdo a las imágenes, este bosque es un bosque chaqueño transicional al bosque chiquitano pero con más anegamiento y menos biomasa que las sub-unidades 13a y 13c. Representa una buena parte de los verdaderos bañados de Otuquis. El Abayoy ocurre exclusivamente en el este del bloque Otuquis. Es una zona de Cerrado en transición al Chaco. De acuerdo a Navarro y Maldonado (2002), en esta zona las especies propias del Cerrado van desapareciendo y son reemplazadas por algunas especies características del Chaco. Dentro de esta unidad se encuentra áreas de Chaparral esclerófilo de las serranías chiquitanas marginales. Estas áreas contienen una flora más típica del Cerrado (Navarro y Maldonado, 2002). También dentro de la unidad de Abayoy, se encuentran áreas de sabana arbolada con una cobertura de gramíneas y arbustivos. En el mapa de vegetación se detecta otra unidad que se ha denominado Abayoy transicional al Chaco, que, de acuerdo a las imágenes de satélite, es una vegetación transicional de la meseta del Cerrado a las llanuras del Chaco. Parece ser una vegetación que se desarrolla en las laderas de la meseta donde predomina el Abayoy. Sin embargo, se requieren más investigaciones de campo para una verificación de sus características botánicas. El bosque chaqueño alto transicional al Pantanal es una sub-unidad de vegetación dentro de la unidad de Navarro y Maldonado (2002) de bosque chaqueño transicional del Alto Paraguay (44,2% del AP). Se encuentra en el bloque Otuquis (87,1%) y el ANMI (12,9%) en las llanuras del abanico aluvial de Otuquis. De acuerdo a las imágenes, es un bosque chaqueño transicional de

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porte más alto, desarrollándose aparentemente sobre suelos mejor drenados, pero con bastante humedad durante todo el año. Da la impresión que cubre antiguos canales principales de los bañados de Otuquis, que al migrar hacia el norte han dejado un sedimento más grueso que permite un mejor drenaje interno. Se requieren más investigaciones de campo para una verificación de sus características botánicas. El bosque chaqueño transicional al Cerrado también es una sub-unidad de vegetación dentro de la unidad de Navarro y Maldonado (2002) de bosque chaqueño transicional del Alto Paraguay (44,2% del AP). Se encuentra en el bloque Otuquis (93,3%), en el ANMI (6,3%) en las llanuras del abanico aluvial de Otuquis y una pequeña área en el norte del bloque río Pimiento (0,4%) con la unidad de bosque chiquitano transicional al Pantanal. Esta sub-unidad parece tener una distribución muy similar al bosque seco chiquitano anegado del Ibisch et. al (2002), donde ese estudio se sobrepone con el presente. De acuerdo a esta misma fuente, esta vegetación se desarrolla en valles sobre suelos mal drenados y anegados temporalmente. Representa una parte de los bañados de Otuquis, pero también se extiende al norte del ferrocarril. Se requieren más investigaciones de campo para una verificación de sus características botánicas. Las pampas palmares de los bajíos de aguas estacionales del Pantanal junto con la vegetación de los bajíos de aguas permanentes, ocupan la mayor parte del bloque río Pimiento (84,8%). Estas dos unidades ocurren también en el triángulo Man Césped (bloque Otuquis). El mapa 5a (imagen radar) muestra una zona mucha más seca (que se ha llamado el “dique”) donde terminan las llanuras del abanico aluvial del Otuquis y antes de empezar estas dos unidades en el triángulo. Es un lugar más alto que se inunda sólo ocasionalmente y que se quema con frecuencia, lo cual impide el crecimiento de un bosque desarrollado. De acuerdo al mapa de vegetación (Mapa 8), la cobertura en esta zona es pampas arboladas y palmares de las semialturas con áreas de poblaciones densas de Copernicia alba (palmares densos). Dado que los sobrevuelos han confirmado la importancia de estos palmares densos (Marcus, c.p.) se ha optado por separarlos como una unidad propia de vegetación. III.2.5.2.2 Diversidad florística Aunque existe información general sobre la diversidad de flora de las regiones biogeográficas (Navarro y Maldonado, 2002) y de las ecoregiones en la zona del AP (Parker et, al. 1993; Ibisch et. al., 2001; Robison et. al. 2002; WWF, 2002), no se cuenta con mucha información específica al área de PN-ANMI Otuquis. Existe un estudio preliminar de la vegetación del área Otuquis - Puerto Busch en la propuesta técnica para la creación del AP (Museo de Historia Natural NKM, 1997). Durante este estudio se evaluaron dos áreas con nueve formaciones vegetales y se corroboró que el área comparte las provincias biogeográficas del Cerrado, Pantanal y Chaco boreal. Obviamente es necesario hacer más investigaciones de campo para verificar las especies existentes y la diversidad de flora en el AP (ver anexo 3). El siguiente cuadro (Cuadro 14), basado en Ibisch et al (2002), es un intento de comparar la diversidad alfa (definida en el cuadro 10) de las diferentes unidades de vegetación identificadas en el AP.

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Cuadro 14. Estimaciones de diversidad alfa en la flora de las unidades de vegetación detectadas en las imágenes de satélite (Mapa 8).

Unidad de vegetación Equivalente unidad de vegetación en

Ibisch et. al. (2002)

Diversidad Alfa

1 y 2 Abayoy Cerrado chaqueño Mediana 3 Chaparral esclerófilo de las serranías chiquitanas Arboleda cerrada Alta 4 Sabana arbolada Arboleda abierta Alta 5 Bosque chiquitano semi deciduo transicional al

Pantanal Bosque seco chiquitano de llanura Alta

6 Bosque de tierras altas del Pantanal Bosque seco chiquitano serrano Muy alta 7 Pampas arboladas de las semialturas Sabana inundadas Mediana 8 Palmares Palmares Muy baja 9 Pampas de palmares de los bajíos estacionales

del Pantanal Sabana inundadas Mediana

10 Vegetación de los bajíos de aguas permanentes del Pantanal

Curichales y pantanos Baja

11 Bosque chaqueño transcional de serranías Bosque seco chiquitano serrano Muy alta 12 Bosque chaqueño - - 13 Bosque chaqueño transicional del Alto Paraguay Bosque ribereño Alta 13 a Bosque chaqueño transicional al Cerrado Bosque anegado chiquitano Mediana 13 b Bosque chaqueño bajo transicional al Pantanal Bosque ribereño Alta 13 c Bosque chaqueño alto transicional al Pantanal Bosque ribereño Alta

Fuente: Elaboración propia basado en Ibisch et. al. (2002) El cuadro 14 muestra que las unidades de vegetación en el Cerrado y el Chaco generalmente son de mediana a alta diversidad alfa. En comparación, las unidades de vegetación en el Pantanal tienen una diversidad florística alfa baja. Sin embargo, en términos relativos, el Pantanal sería uno de los humedales más diversos del planeta (Pott y Pott, 2000). Existen extensiones grandes de vegetación transicional (ecotonos) donde se encuentra una biodiversidad beta alta debido al resultado de la mezcla de especies de flora y la diversidad de hábitats para la fauna. El bosque chiquitano (bosque seco de tierras bajas) es una ecoregión muy importante en términos de biodiversidad de flora y fauna y de recursos maderables (Ibisch et al., 2002; Parker et el., 1993). En el área del PN-ANMI Otuquis, se identificaron dos unidades de vegetación transicional con bosque chiquitano mal drenado; una en la provincia del Cerrado (6,2% del AP; 51,4% del ANMI) y otra en la provincia Chaco boreal (44,2% del AP; 46,5% del bloque Otuquis). En conclusión se anticipa que el AP tendría una biodiversidad alfa variable dependiendo de la unidad de vegetación. Sin embargo, la diversidad beta (por la presencia de diferentes ecosistemas) eventualmente se comprobará como alta, ya que se sumarán las especies de las cuatro ecoregiones. III.2.5.2.3 Endemismo No se espera encontrar en el AP muchas especies endémicas, tal como fueron definidas en el cuadro 10 (que sólo ocurren en Bolivia), ya que tres de las cuatro ecoregiones tienen amplia representación en otros países. Similarmente al caso de la fauna, por ser una mezcla de especies del Pantanal, Cerrado y Chaco, el nivel de endemismo es muy bajo. La mayor posibilidad de endemismo podría ser en los bañados de Otuquis. Como se ha mostrado, este es un humedal muy particular con vegetación diferente a sus alrededores. Podría eventualmente brindar especies que sólo se encuentren en esta zona. A nivel de endemismo de vegetación (Cuadro 10), de acuerdo a Prance y Schaller (1982) existen algunas especies restringidas al Pantanal, entre ellas – Mentzelia corumbaensis, Coccoloba cujabensis y Guarea stellato-tomentosa. En el estudio del Museo de Historia Natural NKM-WWF

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(2000), se destaca, en el Pantanal, la presencia de las colchas flotantes con sus ambientes particulares para la fauna acuática y la especie Nymphaea oxypetala, de una distribución muy restringida. De acuerdo a otra fuente (WWF, 2002) habría cuatro especies de flora endémica a la sabana arbolada, cinco especies endémicas al Abayoy y cuatro especies endémicas al Pantanal. Reiteramos que el valor de conservación del PN-ANMI Otuquis no reposaría en los endemismos que protege, sino al contrario, en las transiciones entre las ecoregiones y la rica biodiversidad característica de estos ecotonos. III.2.5.3 Fauna III.2.5.3.1 Diversidad faunística Igual que en el caso de la flora, no se cuenta con mucha información específica de fauna para el área de PN-ANMI Otuquis (Anexo 4). Existen varios estudios generales de la fauna de la zona, incluyendo muchas veces el Pantanal de San Matías (Parker et al., 1993; Museo de Historia Natural NKM, 1997; Museo de Historia Natural NKM-WWF, 2000; WWF 2001; WWF 2002). También hay otros estudios de fauna más específicos de zonas cercanas al PN-ANMI Otuquis (Ibisch et al., 2002; Robison et al., 2002). Los peces del AP quizás sean los más estudiados (Fuentes, 2001; Justiniano, 2001; Rebolledo y Montaño, 1996). La siguiente información se basa en todos estos documentos: Mamíferos De las 59 especies de mamíferos registradas (Museo de Historia Natural NKM, 1997), 22 se encuentran en el libro rojo de los vertebrados de Bolivia y CITES I y II. Estas 59 especies incluyen dos marsupiales, seis primates y 15 carnívoros (Museo de Historia Natural NKM-WWF, 2000). El registro de 15 especies de carnívoros es alto e indica un buen estado de conservación en la zona, ya que necesitan disponibilidad de presas para su alimentación. Se destacan la presencia de la londra y el lobito de río, el ciervo de pantano, la gama, el huaso y la urina, el borochi y el zorro de las pampas, la anta, el tropero y el taitetú y el pejichi y el oso bandera (Cuadro 15). La diversidad de mamíferos es alta, tienen una distribución amplia, sin mayores restricciones a un tipo de vegetación. Los mamíferos medianos y grandes hacen un movimiento estacional en la búsqueda de comida y agua, y por lo tanto el Pantanal es considerado de alta prioridad para la conservación de fauna grande y mediana (WWF, 2002). Aves: En el estudio del Museo de Historia Natural NKM (1997) se registraron un total de 162 especies de aves. De acuerdo al mismo estudio, la familia mejor representada es la familia Tyrannidae (27 especies) (Anexo 4). En otros dos estudio del Pantanal (Museo de Historia Natural NKM-WWF, 2000; WWF 2002), se registraron 179 especies de aves, de las cuales 35 son acuáticas y ocho son prioritarias para la conservación global (Cuadro 15). En este mismo estudio se destaca la diversidad de loros. En la cuenca de río Pimiento se registraron 124 especies de aves, de las cuales 43 son acuáticas (WWF, 2002). Existe más representación de especies amazónicas en comparación del Chaco y Cerrado y por lo tanto poco endemismo (Museo de Historia Natural NKM, 1997). En contraste con los mamíferos, las aves no tienen una distribución homogénea, existen tipos de vegetación más ricas en especies de aves (Ibisch et. al., 2002) y se ha encontrado más diversidad de aves y anfibios en zonas transcionales. En el Plan de Desarrollo Sostenible del Bosque Seco Chiquitano (Ibisch et. al., 2002) se encontró una máxima diversidad de aves en las áreas de transición (ecotono) entre el bosque seco chiquitano y el Pantanal (unidad 5 en el mapa de vegetación). En cuanto a la diversidad de aves, los bosques son más diversos, seguido por el Pantanal y luego el Cerrado (Ibisch et. al., 2002). Un aspecto muy importante de los animales es el movimiento estacional (migración) en particular de las aves. Hay tres tipos de migración:

1. Migración boreal – Aves que hacen sus nidos y se crían en América del Norte y durante el invierno allá migran hacía el sur (Ibisch et al., 2002). La mayoría de las aves migratorias del norte no pasan la barrera grande que le presenta la Amazonía. Las pocas especies que

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llegan a la zona del AP son acuáticas del grupo playeros. Existe una especie mayormente marina (Arenaria interpres) que en Bolivia sólo se ha registrado en la laguna Cáceres (Ibisch et al., 2002).

2. Migración austral – Aves que hacen sus nidos y se crían en el sur de Sudamérica y durante el otoño e invierno migran hacia el norte (Ibisch et al., 2002).

3. Migración local – un desplazamiento estacional dentro del área, relacionado a la disponibilidad de recursos (comida, agua). Los loros, parabas y las aves acuáticas son más susceptibles a estos cambios estacionales.

De las 162 especies registradas (Museo de Historia Natural NKM, 1997), 134 son residentes, 18 especies migratorias australes y 10 especies con movimientos temporales. En un estudio de WWF (WWF, 2002), se registraron 179 especies de aves en el Pantanal (cuenca laguna Cáceres). De las aves registradas, 21 especies son migrantes australes y 11 especies son migrantes boreales. Se estima que el Pantanal boliviano sostiene en forma regular más de 20.000 aves acuáticas (WWF, 2001). Además, el Pantanal provee sitios de reproducción para especies no acuáticas incluyendo a rapaces, martines pescadores y passeriformes. Es un sitio de alta importancia para la conservación de aves acuáticas en general, y para especies de aves playeras migratorias (WWF, 2002). Parker et. al, (1993) notaron que el Pantanal boliviano sostiene poblaciones significativas de especies de aves acuáticas en términos globales. Peces Existe una enorme diversidad de peces en el área, debido a su riqueza de ambientes acuáticos y a su vínculo entre la cuenca del Plata y la cuenca del Amazonas. El Pantanal es una zona importante de contacto entre las regiones biogeográficas del Chaco, Brasileño-Paranense y la Amazonía (WWF, 2000). Si bien se encuentran especies comunes de ambas cuencas, la composición está sujeta a las variaciones estacionales en la zona. En cuanto a las especies, de las 48 registradas en el estudio del Museo de Historia Natural NKM (1997), las Characiformes son las más abundantes, con 27 especies (Anexo 4). Las especies más comunes son Astyaanax bimaculatus y Cheirodon piaba. El Pantanal provee zonas de reproducción, crecimiento y alimentación para varias especies de peces y es una zona migratoria para especies como Brycon microlepis (yatorana), Salminusmaxillosus (dorado), Prochilodus lineatus (sábalo), y Piaractus mesopotsmicus (pacú) (WWF, 2000). Además sostiene varias especies de importancia económica: Salminus maxillosus (dorado),Piaractus mesopotsmicus (pacú), Pseudoplatystoma corruscans (pintado) y P. Fascia um (surubí). En el diagnóstico pesquero de Fuentes (2001), se registraron un total de 197 especies de la laguna Cáceres, 32 de las cuales tienen un uso comercial, de subsistencia, o como carnada. Sin embargo, los peces no sólo proveen alimento para la población humana local sino para la población de aves acuáticas, mamíferos, saurios, etc. Rebolledo y Montaño (1996) también destacan la población considerable de peces ornamentales, un recurso natural económico que no ha sido explotado todavía. En su estudio de la laguna Cáceres se identificaron 50 especies con potencial ornamental.

t

Reptiles y anfibios En el estudio del Museo de Historia Natural NKM (1997) se registraron un total de 35 especies de reptiles (Anexo 4). De estas, cinco son especies mayores y están incluidas en CITES II (Cuadro 15). De las especies encontradas, 51% son del Chaco, 47% del Cerrado, 20% de distribución amplia y 6% de la Amazonía. En el mismo estudio se registraron un total de 24 anfibios. Igual que con las aves, se encuentra una mayor diversidad de anfibios en zonas transicionales y su diversidad es mayor en bosques, y luego en el Pantanal, seguido por el Cerrado. En la época húmeda se registraron más especímenes de anfibios que en la época seca, mientras lo inverso ocurrió con los reptiles (Rebolledo y Montaño, 1996). En el mismo estudio, durante un muestreo por la laguna Cáceres, encontraron una culebra, Mastigodryas bifossatus que se constituye en un nuevo registro para el país. Además encontraron otros especímenes que con más investigación taxonómica podrían tratarse de nuevas especies para Bolivia.

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Cuadro 15. Fauna amenazada

Nombre común Nombre científico Región biogeográfica

Estado de conservación

Anta Tapirus terretris Pantanal Riesgo menor IUCN, 2000 Borochi Chrysocyon brachyurus Pantanal Riesgo menor IUCN, 2000

CITES I Carachupa Micoureus cinerea Pantanal, Chaco,

Cerrado Rara, amenazada Museo de Historia

Natural NKM-WWF, 2000

Chancho solitario Catagonus wagneri Chaco Robison et al., 2002 Ciervo de los pantanos Blastocerus dichotomus Pantanal Vulnerable

Importancia global IUCN, 2000 CITES I Parker et al., 1993

Gama Ozotocerus bezoar icust Pantanal, Chaco Riesgo menor IUCN, 2000 CITES I

Huaso Mazama americana Pantanal Datos insuficientes IUCN, 2000 Jaguar Panthera onca Pantanal, Chaco Riesgo menor IUCN, 2000

CITES I Lobito de río Lutra longicuadis Pantanal Datos insuficientes IUCN 2000

CITES I Londra Pteronura brasiliensis Pantanal Peligro de extinción IUCN, 2000

CITES I Lucashi, mono Callicebus moloch Pantanal CITES II Mono Callithrix argentata Pantanal CITES II Oso bandera Myrmecophaga tridactyla Pantanal Vulnerable IUCN,, 2000 Pejichi Priodontes maximus Pantanal Peligro de extinción IUCN, 2000 Perrito del monte Speothos venaticus Pantanal Vulnerable IUCN, 2000

CITES I Puma Felis concolor Pantanal, Chaco CITES I Tigrecillo Felis pardalis Pantanal CITES I

Mamíferos

Urina Mazama gouazoupira Pantanal Águila coronada Harpyhaliaetus coronatus Vulnerable BirdLife Internacional,

2000 Águila monera Morphnus guianensis Pantanal Prioritaria para la

conservación WWF, 2002

Águila pescadora Pandion haliaetus Pantanal (migrante boreal)

Prioritaria para la conservación

WWF, 2002

Atrapamosca Polystictus pectoralis Riesgo menor BirdLife Internacional, 2000

Bato Jabiru mycteria Pantanal/Cerrado/Chaco

Prioritaria para la conservación

WWF, 2002

Cabeza seca Mycteria americana Pantanal/Cerrado/Chaco

Prioritaria para la conservación

WWF, 2002

Maracaná cuello dorado Ara auricollis Amazonía/Cerrado/Pantanal

Prioritaria para la conservación

WWF, 2002

Pato negro Cairina moschata Pantanal/Amazonía/Chaco/Cerrado

Prioritaria para la conservación

WWF, 2002

Picaflor Phaethornis subochraceus Pantanal Prioritaria para la conservación

WWF, 2002

Piyo Rhea ame icana r Pantanal Riesgo menor BirdLife Internacional, 2000

Aves

Proaria coronata Pantanal Prioritaria para la conservación

WWF, 2002

Boa Boa constrictor Pantanal Riesgo menor IUCN, 2000 CITES II

Iguana Iguana iguana Dist. amplia CITES II Lagarto Caiman yacare Pantanal/Cerrado/Ch

aco CITES II

Peni Tupinambis spp. Pantanal/Chaco Riesgo menor IUCN, 2000 CITES II

Peni yacaré Dracaena paraguayensis Pantanal (endemica) CITES II Peta o tortuga Chelonoidis carbonaria y C.

denticulata Dist. amplia Vulnerables IUCN, 2000

CITES II Sicurí/Anaconda Eunectes notaeus Pantanal/Cerrado/Ch

aco Amenazada CITES II

Tortuga acuática Platemys macrocephala Pantanal Riesgo menor IUCN, 2000 Gonatodes humeralis Amazonía Amenazada por

destrucción de hábitat Rebolledo y Montaño, 1996

Reptiles y anfibios

Epipedobates pictus CITES II Fuente: Elaboración propia basado en Museo de Historia Natural NKM-WWF, 2000; Parker et al., 1993; Rebolledo y Montaño, 1996; WWF, 2001; WWF, 2002;.

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III. DIAGNÓSTICO DE LA SITUACIÓN ACTUAL Plan de Manejo PN-ANMI Otuquis

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III.2.5.3.2 Endemismo Como en el caso de la flora, en el PN-ANMI Otuquis existe una mezcla de especies de origen amazónico, chaqueño y del Cerrado. Brown (1984) indica que en el Pantanal existe mayor presencia de especies amazónicas en comparación a las chaqueñas y del Cerrado. El Pantanal no se destaca por la presencia de especies endémicas, más bien su rol es el de ser ecotono (Cuadro 10) y funcionar como corredor de especies entre la cuenca amazónica y la cuenca del Plata, presentando muchas especies en común (Por, 1995). De acuerdo a Brown (1984) sólo una especie puede considerarse endémica al Pantanal – Dracaena paraguyayensis. Es una lagartija semi-acuática conocida localmente como Peni yacaré, que se encuentra en CITES II y cuya presencia ha sido confirmada dentro del AP (Museo de Historia Natural NKM, 1997). Existe también la posibilidad de que esté presente el chancho solitario (Catagonus wagneri), ya que existe en el valle del Tucavaca al norte (Robison et al., 2002). Es una especie endémica al chaco y ecotonos circundantes. III.2.5.4 Estado de conocimiento de la biodiversidad El cuadro 16 muestra que el conocimiento confirmado de la biodiversidad en el PN-ANMI Otuquis es todavía muy incipiente. Los estudios más completos y específicos en cuanto al conocimiento de las especies de fauna y flora en el AP son los de Fuentes (2001), Rebolledo y Montaño (1996), el del Museo de Historia Natural de NKM (1997) y los estudios del WWF (Museo de Historia Natural NKM-WWF, 2000; WWF, 2001; WWF, 2002). Aunque hay mucha información de la biodiversidad del Gran Pantanal (Brown, 1986; Pott y Pott, 1994; Quiroga y Malo 2002; Swarts, 2000 entre otros), no existen muchos estudios dedicados a la biodiversidad del Pantanal boliviano. Por esa razón, es obvio que existen muchas especies de flora y fauna que no han sido registradas todavía. El cuadro 16, basado en los estudios específicos mencionados arriba, muestra los números confirmados de especies de cada taxa con una comparación con otras tres áreas conocidas y unas cifras para todo el Gran Pantanal. Cuadro 16. Conocimiento de la biodiversidad de especies del PN-ANMI Otuquis, en relación con otras AP y zonas relevantes

TAXA PN-ANMI Otuquis

Gran Pantanal PN-ANMI Amboró

Bosque Seco Chiquitano y Pantanal San

Matías

PN Noel Kempff

Mercado

Flora 680 1647 3.000 823 2.000Aves 179 658 842 384 617Mamíferos 59 100 127 311 139Reptiles 35 22 105 81 74Anfibios 24 - 102 50 62Peces 197 262 109 105 250

Fuentes: Fuentes 2001; Museo de Historia Natural NKM 1997; Museo de Historia Natural NKM-WWF, 2000; Robison et al., 2002; Ibisch et al., 2002. Dado que los ecotonos son muchas veces más diversos que los ecosistemas a su lado, podríamos esperar una alta diversidad en el PN-ANMI Otuquis. Sin embargo, quedaría mucho trabajo por hacer. El cuadro 16 sugiere que no se conocen ni la tercera parte de los vertebrados que podrían existir. Consideramos que la prioridad de investigación a futuro debería ser estudios de flora y fauna en los bañados de Otuquis, ya que representa transición del Pantanal hacia Chaco, Pantanal hacia Bosque Chiquitano y Cerrado, y de Bosque Chiquitano hacia Chaco. En vista de la poca información en este tema se recuerda que, debido a los recursos limitados disponibles para el presente plan de manejo, se priorizó el tema de distribución de humedales ya que es un aspecto fundamental para la zonificación del AP. En cambio, el conocimiento sobre la biodiversidad, por lo menos en cuanto al número de animales y plantas, es valioso pero no afecta generalmente la zonificación y el manejo de un AP.

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III.2.5.5 Uso sostenible de la biodiversidad En los últimos 10 años las APs de Bolivia, protegidas bajo gestión, han aumentado de casi 0 ha a 16.741.707 ha dentro de las 21 áreas del SNAP (SERNAP, 2001). Algunas de las APs son enormes, por ejemplo el PN-ANMI Kaa-Iya con 3.4 millones de ha. Como se ha mencionado hay una población humana numerosa dentro de los límites de las APs. Un principio fundamental detrás de la creación y la consolidación de un AP con una población humana es que es posible y deseable apoyar a la conservación mediante un uso sostenible de la biodiversidad. Aunque la población permanente del PN-ANMI Otuquis no es grande no quiere decir que en el pasado sus recursos naturales no hayan sido aprovechados y es importante resaltar que el uso sostenible de la flora y fauna del AP es un tema central de la propuesta de manejo a seguir. Dentro del contexto del PN-ANMI Otuquis el uso sostenible se contempla en tres rubros: El ecoturismo, la ganadería vacuna y la pesca. Está claro que el uso actual de la flora y fauna del AP como atractivo turístico es mínimo, pero en teoría es un uso que impacta poco sobre la biodiversidad y ademha creado expectativas en la población local. El análisis sobre este tema (Anexo 8) demuestra que hay mucho por hacer antes que esta actividad comience a impactar favorablemente en la economía local. En contraste, la ganadería es la base de la economía de los pocos habitantes del área, y el reto es de encaminar este uso hacia un impacto ambiental menor, en particular con el uso más adecuado del fuego. Hay experiencias en el Brasil que demuestran que la ganadería puede ser sostenible con el uso de pastos nativos, que puede ser compatible con el manejo de fauna silvestre y por tanto con el turismo también. El tema de mayor preocupación en lo que concierne el uso sostenible de la biodiversidad, es la pesca. Por un lado esta actividad está prohibida en el decreto de creación del área pero por otro lado es una actividad que antecedió la creación del AP y ha seguido hasta la fecha. Sin embargo, los mismos pescadores indican que los números de peces y el volumen de cosecha han disminuido notablemente en los últimos años, y dicen estar dispuestos a acatar a un uso normado y controlado de este recurso. Es por esto que se propone un nuevo Decreto Supremo que permita la pesca normada en forma experimental, hasta comprobar que puede ser una actividad sostenible. Como se verá a continuación estos tres temas se analizan en detalle y las propuestas de soluciones están reflejadas en el marco lógico que propone las acciones a tomar (Sección V.3). III.2.5.6 Estado de conservación Como se ha mencionado, la mayor parte del PN-ANMI Otuquis, presenta un muy buen estado de conservación, pero es importante distinguir entre el bloque Otuquis y el bloque río Pimiento: El bloque Otuquis en buena parte tiene un excelente estado de conservación debido a una elevada dificultad de accesibilidad, situación que no ha permitido actividades de intervención humana en la mayor parte de su territorio durante los últimos años. Esto ha sido constatado mediante imágenes de satélite, en el trabajo de campo y por sobrevuelo. Las excepciones son las zonas de Pantanal que están accesibles o que son susceptibles a incendios masivos. Sin embargo, se sabe que han habido momentos en la historia donde ha habido más actividad humana en el bloque Otuquis que en la actualidad, y con momentos de mayor impacto humano. En el análisis histórico (Anexo 7), se indica que en el pasado hubo mayor presencia de grupos indígenas en la zona. Durante la época de los Jesuitas hay indicaciones de por lo menos un camino que haya pasado para llegar a sus misiones vía Santiago. Durante la Guerra del Chaco se establecieron trincheras y se supone que habría habido otras actividades que todavía faltan documentar y entender. En las décadas de los 60’ y 70’ hubo un auge de cueros y pieles en el

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Pantanal y en la Amazonía y se supone que en esos tiempos habría habido mucha presión sobre algunas especies de fauna, por ejemplo caimanes, lagartos, londras y jaguares. Durante los mismos años habían otras tres actividades que habrían impactado en su momento en el bloque Otuquis. Hubo exploración sísmica en las partes occidentales del bloque con la apertura de brechas (Mapas 1 y 3) aunque hacen varios años que estos no han sido transitables. En la parte oriental se construyó el terraplén a Puerto Busch y se transportó mineral durante dos épocas secas. Simultáneamente se establecieron varias estancias que aprovecharon la construcción del terraplén. Como se ha mencionado, la actividad sobre el terraplén se redujo en gran medida después de la inundación de 1974. Sin embargo, los remanentes de ese terraplén sigue siendo la principal vía de acceso en época seca. Existen algunas estancias orientadas sobre este terraplén y relacionadas a las colinas y algunas lagunas que existen. En época seca los pescadores de Puerto Suárez aprovechan esa ruta para acceder a las lagunas y los curichis que se están secando donde recogen peces atrapados. Aparentemente también ha habido ingresos de cazadores no sólo desde el norte, sino también desde Paraguay, habiendo constatado restos de muchos lagartos durante el trabajo de campo. El terraplén aprovechaba el “dique” de altura entre los bañados y el Pantanal y esta zona transicional parece ser una de las más susceptibles a incendios. La mayor parte del dique y sus alrededores quemó durante la época seca del 2002. Un estudio reciente demostró que grandes áreas de este dique quemaron en los últimos años, pero también identificaron que había una mancha grande que quemó en 1988 (Resnikowski, 2002). Esa formación de dique sigue en el Paraguay (Mapa 5a) y es claro que muchos de los incendios se originan en ese país y pasan a Bolivia. El resto del bloque Otuquis estaría en un excelente estado de conservación. Como se ha mencionado, es tan poco transitado que el ejercito boliviano llegó en el 2002 a un punto, el hito Chovoreca, por la primera vez en 15 años. Tanto los bañados de Otuquis como la Meseta de Abayoy, y la transición respectiva estarían en un estado casi prístino. En contraste, el bloque río Pimiento ha sido, y siempre será, más accesible y ha habido bastante impacto humano. Sólo en el último año, hubo un incendio que quemó una buena parte de la vegetación de este bloque y zonas colindantes del Brasil. Sobre la laguna Cáceres hay impactos de agua servida y de pesca intensiva. En su efluente del Tamengo hay impactos de navegación, dragado y desechos industriales. Pero tal vez, los sectores que presentan el mayor grado de intervención, se encuentran en todo el sector que corresponde a la orilla de la laguna Cáceres aledaño a la población de Puerto Suárez y todo el sector de influencia, especialmente a lo largo del curso de los arroyos que desembocan en la laguna Cáceres. Los estudios existentes no toman conclusiones sobre el estado de la laguna con respecto a un estado prístino pero está claro que el estado de conservación no es óptimo. Las poblaciones de flora y fauna silvestre deben ser bastante diferentes a lo natural por la contaminación y la presión de pesca que existen. Sin embargo, la calidad de agua en la laguna Cáceres no es tan mala en promedio de lo que uno esperaría. En un estudio reciente, la calidad del agua varía más entre época de aguas y época de estiaje que entre diferentes puntos de la laguna (Justiniano, 2001). La calidad del agua en algunos puntos, en particular la salida del matadero de Puerto Suárez, está muy deteriorada (Justiniano, 2001). Pensamos que la laguna no está aún más deteriorada porque cada año se renuevan las aguas con las inundaciones del río Paraguay (Mapa 6a). Si no fuera por este influjo masivo de agua cada año, es lógico que la laguna se eutrofizaría en forma bastante rápida. El estado de conservación del ANMI sería intermedio. El análisis de imágenes de satélite indican que ha habido poca deforestación en esta zona, pero es más accesible para cazadores y traficantes de fauna silvestre. En la actualidad no ha habido mucho avance de deforestación en las estancias

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dentro del ANMI pero esta situación podría cambiar en el futuro, tal como se discute más abajo, si no se instituyen los controles necesarios. En conclusión, el estado de conservación del área en general es bueno, o puede llegar a ser bueno si se controlan las amenazas de fuego, la caza indiscriminada y la deforestación. La única excepción sería la laguna Cáceres que si no se toma medidas a corto y mediano plazo podría deteriorar radicalmente. Por esta razón se lo estudia por aparte a continuación. III.2.6 Laguna Cáceres La laguna se encuentra dentro del bloque río Pimiento en un extenso humedal que abarca 42.250 ha (Museo de Historia Natural NKM, 1997). Es el centro de un sistema formado por varios arroyos, y canales temporales. Entre estos últimos se destaca el canal Tamengo, que conecta la laguna Cáceres con el río Paraguay. Presenta inundación constante, al estar conectada al río Paraguay desde el norte, teniendo al canal Tamengo como salida de descarga al mismo río (Bucher et al., 1993 en Fuentes, 2001) (Mapa 6a). De acuerdo a una evaluación de ecosistemas y especies prioritarias para la conservación en el Pantanal (Museo de Historia Natural “Noel Kempff Mercado”- WWF 2000), el área de río Pimiento y la parte noroeste de la laguna Cáceres son zonas de “urgente prioridad” por tener ecosistemas poco alterados y con especies importantes para la conservación, pero con mucha presión humana. El resto de la laguna es considerado una zona de ”mediana prioridad” debido a la intervención humana aunque se destaca su potencial turística. Más allá de la importancia ecológica y ambiental de la laguna, nuestro análisis ha indicado que es una de las zonas más complicadas para manejar en todo el Sistema Nacional de Áreas Protegidas (SNAP). Para comenzar es la zona más accesible de todo el SNAP, estando al frente de dos poblaciones medianas y una grande (Corumbá). Además, está al pie del ferrocarril, estará al pie de una carretera transoceánica, y está conectada por el canal Tamengo a un hidrovía internacional. Como detallamos a continuación tiene grandes valores ecológicos pero también tiene muchas demandas económicas y sociales.

La pesca: Es una de las principales actividades para la población de Puerto Suárez. Se realiza de marzo a octubre, siendo los primeros tres meses de baja pesca, ya que las aguas presentan una suspensión de cenizas que hace que los peces se desplacen a otros cuerpos de agua con mejores condiciones. En la época de lluvias, de noviembre a febrero, se ha establecido la época de veda para los pescadores de la cooperativa “Germán Busch” (Fuentes, 2001). Los pescadores, entre cooperativistas e informales, son alrededor de 70 personas, estimándose que extraen 15 toneladas de pescado por año. En un estudio de peces (Museo de Historia Natural NKM, 1997) registró la presencia de 104 especies. Prácticamente todas las especies se utilizan en alimentación. Sin embargo, de las 104 especies identificadas, solamente se considera que 25 especies tienen alguna importancia pesquera y/o deportiva y otras 50 especies con potencial como peces ornamentales (Rebolledo y Montaño, 1996). En otro estudio más reciente se registraron 116 especies (Museo de Historia Natural NKM-WWF 2000). Agua potable: Desde hace décadas, la laguna Cáceres es la única fuente de captación de agua de la región, que a la vez depende de la cuenca alta del río Paraguay (sector brasileño), de los bañados del río Jordán y otros afluentes menores e itinerantes, constituyéndose en la principal fuente de agua para el ganado y los pobladores de estancias cercanas. Es posible que a largo plazo las industrias que vayan a desarrollarse en la zona franca tengan necesidad de contar con bastante agua limpia. Infelizmente, al mismo tiempo de usar el agua con fines domésticos e industriales, en gran medida las aguas servidas urbanas como industriales llegan eventualmente a la laguna o al canal Tamengo.

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Transporte: Por otro lado, el canal Tamengo, que forma parte del sistema de la laguna, se caracteriza por presentar mayor profundidad, factor que favorecía la navegación, siendo utilizado por una serie de embarcaciones, manteniendo un flujo importante con el comercio internacional. Muchos piensan que el dragado que se ha hecho para mejorar la navegación del canal, habría reducido el caudal de la laguna en época de estiaje. Turismo: Por su belleza paisajística, su flora y fauna y su accesibilidad, la laguna Cáceres tiene potencial turística. En el último año se ha construido un muelle turístico en Puerto Suárez y hablan de otro muelle en Puerto Quijarro. Hasta la fecha no se ha practicado mucho deporte acuático en la laguna, pero es una de las expectativas que existe. Fauna: De acuerdo a Rebolledo y Montaño (1996) la laguna tiene una abundancia de Caiman yaca e. Durante la época seca, especies de mamíferos grandes y medianos migran hacía la laguna donde hay abundante alimentos y agua. Las especies más importantes en términos de conservación son Blastocerus dichotomus, (ciervo de pantano) Pan era onca (jaguar) y Pteronura brasiliensis (londra) (Museo de Historia Natural “Noel Kempff Mercado”- WWF, 2000). En cuanto a especies de aves, la laguna sostiene una importante población de aves acuáticas, incluyendo aves migratorias. En cuanto al zooplancton presente en la laguna, esto está dominado en variedad y abundancia por los rotíferos. Flora: La laguna contiene diversas especies acuáticas, algunas de las cuales son raras – Nymphea oxypetala (taburín), Victoria amazonica (cacerla) (Museo de Historia Natural “Noel Kempff Mercado”- WWF, 2000). Además una considerable parte de la biomasa de la laguna está formada por grandes masas de vegetación flotante conocida como “camalotal” (Eichornia spp). Estas soportan una gran cantidad de comunidades vegetales, insectos, moluscos bivalvos y crustáceos. Existe una alta diversidad de plancton debido a que las velocidades de flujo de agua en la laguna son muy reducidas. Desague: El sistema de la laguna Cáceres enfrenta varias fuentes de contaminación; aguas servidas, derrames de químicos, aceites y grasas de las embarcaciones y otros desechos (Justiniano, 2001). El punto más contaminado sería la salida del matadero donde llegan los desechos sin ningún tratamiento.

Con tanto uso es importante monitorear la calidad del agua en la laguna. Justiniano (2001), describe a la laguna Cáceres con características de eutrofia, en particular en épocas de estiaje con baja cantidad de oxígeno disuelto en el agua, y el pH 5,5 a 7. Felizmente los estudios realizados demuestran claramente que este sistema tiene una capacidad de autodepuración muy alta por el volumen de agua que presenta (Justiniano, 2001). Según la época del año, la profundidad varía de menos de 0,50 m en la época de estiaje hasta 5 m en aguas altas. Debido a esta capacidad de autodepuración, las aguas de la laguna misma se encuentran entre clase A y B (siendo A de aguas de máxima calidad) del Reglamento en Materia de Contaminación Hídrica de la Ley 1333 de Medio Ambiente (Justiniano, 2001). Lo que no se puede asegurar es hasta cuando la laguna y sus canales podrán soportar los niveles actuales de contaminación. III.2.7 Resumen del valor biológico- ecológico del PN-ANMI Otuquis Para resumir el valor biológico-ecológico del AP se lo puede dividir en dos grandes temas:

1. El valor ecológico que tiene como uno de los humedales más grandes del mundo, y los servicios ambientales que esto implica

2. El potencial de conservación de biodiversidad que tiene en todos sus ecosistemas

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III.2.7.1 Humedal de importancia mundial

Control de inundaciones: El Gran Pantanal tiene un efecto regulatorio sobre el río Paraguay, no solamente reduciendo en gran medida el pico de la inundación, sino que también lo atrasa con lo que reduce el riesgo de inundaciones aguas abajo (Swarts, 2000). Aunque Bolivia en general, y el AP en particular, cubren un porcentaje reducido del Gran Pantanal no deja de ser importante proteger este proceso. Está claro que, a pesar de los conflictos sobre la laguna Cáceres y el dragado del canal Tamengo, la existencia de la laguna y las llanuras más amplias al norte son lo que permiten la navegación en época seca en hasta Puerto Aguirre. La llanura del río Pimiento y la laguna almacenan agua que paulatinamente alimenta el canal Tamengo en época de estiaje.

Reservorios de agua: El Gran Pantanal actúa como un acumulador de aguas subterráneas durante la época húmeda, las cuales son descargadas gradualmente en la época seca (Gonzáles, 2002). En algunos lugares, esta acumulación de agua se constituye en la única fuente de agua para especies de fauna durante la época seca. La laguna Cáceres y el canal Tamengo proveen de agua a los sistemas de agua potable de Puerto Suárez, Puerto Quijarro y Corumbá.

Purificadores del agua: Las bajas velocidades de escurrimiento, combinadas con la gran capacidad de almacenamiento de agua en el Gran Pantanal, le dan oportunidad a la vegetación acuática para capturar minerales y substancias contaminantes disueltas, y permiten que ocurra una serie de procesos microbianos (Swarts, 2000). También da tiempo para que las partículas suspendidas se sedimenten, arrastrando a substancias químicas como metales pesados, los cuales son retenidos por los propios sedimentos. De esta manera, el Pantanal en su conjunto, actúa como un gigantesco filtro de arena, purificando prácticamente toda la cuenca del Alto Paraguay. A nivel de la laguna Cáceres parece que los procesos de inundación masiva renuevan las aguas cada año evitando la eutrofización más acelerada que sufriría si no fuera por este intercambio de agua.

Estabilizador del clima: El gran espejo de agua que representan las zonas inundadas (en forma estacional), tendría un efecto regulador sobre el sistema climático del cono sur. De esta manera, el Gran Pantanal actúa como “atenuador” de vientos en dirección sur a norte, y de “bloqueador” de tormentas de dirección norte-sur. Sin este sistema de regulación climática, la región quedaría propensa a la formación de grandes huracanes regionales (Palenque, c.p.).

Base de la cadena alimenticia de grandes poblaciones de fauna: El Gran Pantanal, como otros humedales, tiene una productividad primaria alta en la forma de fitoplancton y zooplancton, que a su vez forman la base de la cadena alimenticia. Primero son consumidos por peces y algunas aves y estos a su vez son consumidos por otra fauna, incluyendo el hombre. La extensión del Pantanal es tal que realmente permite tener altas poblaciones de fauna.

Refugio estacional para varias especies de aves y mamíferos grandes: Durante la época seca muchos aves y mamíferos grandes y medianos hacen desplazamiento estacional a los humedales en busca de comida y agua.

Zona de reproducción, crecimiento y alimentación para especies de peces: La diversidad de sistemas acuáticos (ríos, arroyos, lagunas, pantanos, curichis, etc) y de vegetación acuática (junquillares, arrocillares, colchas flotantes, tarope, etc.) en los humedales da lugares aptos para la reproducción de peces. También ofrece un medio favorable para especies migratorias.

Zona migratoria de aves: Los humedales generalmente sostienen poblaciones grandes de aves acuáticas y de aves migratorias (austral y boreal).

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III.2.7.2 El potencial de conservación de biodiversidad Para poder comprender el potencial del PN-ANMI Otuquis para conservar la biodiversidad lo dividimos en dos temas amplios:

Protección de ejemplos de diferentes ecoregiones en buen estado de conservación: Como se ha mencionado, dentro del AP existen tres provincias biogeográficas (Navarro y Maldonado, 2002) o cuatro ecoregiones (Ibisch et al., 2002). Dentro de Bolivia existen grandes extensiones de APs que ayudan a conservar a ejemplos del Cerrado, del Chaco, del Bosque Seco Chiquitano y del Pantanal. Pero fuera de Bolivia estos ecoregiones están, por ahora, con bajo porcentaje de protección, y con la excepción del Pantanal, generalmente con pobre estado de conservación.

Protección de ecotonos entre las diferentes ecoregiones, en buen estado de conservación.

o Ecotono entre Abayoy (Chaparral esclerofítico xérico) y bosques chaqueños inundados

o Ecotono entre el Pantanal de inundación profunda y los bañados de Otuquis o Ecotono entre el Pantanal y bosques chaqueños inundados o Ecotono entre bañados de Otuquis y bosque Chiquitano

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III 2.8 Otros valores del área III.2.8.1 Atractivos potenciales para el turismo Desde un punto de vista turístico el PN-ANMI Otuquis es un santuario de vida silvestre que aloja a cientos de especies de aves, variedad de mariposas, así como mamíferos, tales como monos, capibaras, tapires, tigres, pumas, ciervos y venados, además de los jabirús (batos), los yacarés y las anacondas. El Pantanal boliviano es, probablemente, una de las porciones mejor preservadas del Gran Pantanal, con una gran riqueza en biodiversidad. El Pantanal está ubicado en el extremo sudeste del departamento de Santa Cruz, rodeado de bosques secos subtropicales, entre ellos el Bosque Seco Chiquitano y el bosque chaqueño. Se considera que los bosques secos están entre los más amenazados y - hasta hace poco- menos protegidos del mundo (Parker et al., 1993). Como se mencionó anteriormente, en la sección III.2.5, la interrelación entre las diferentes comunidades de vegetación le da a la región una impresionante diversidad biológica. Sin embargo, el gran atractivo es el Pantanal en sí mismo: el ecosistema acuático, su flora y su fauna. El movimiento del agua permite que la fauna sea relativamente visible y accesible, pero al mismo tiempo dificulta el acceso a muchos de los atractivos potenciales del área. En época seca la escasez de agua hace que la fauna se congregue en las lagunas y curichis remanentes. En contraste cuando hay las grandes llenuras, mucha fauna tiene que buscar los sitios más altos, lo que facilita su visibilidad. Sin embargo, estos cambios de régimen acuático dificultan el transporte en general y en gran medida el potencial para la actividad turística. Los atractivos existentes, tanto dentro del AP como fuera de ella, han tenido un uso limitado hasta el momento. Para una mejor clasificación de los atractivos, el área ha sido dividida en tres partes:

1. La parte norte del AP, es decir la laguna Cáceres, el río Pimiento y canales, es la más rica en atractivos de uso casi permanente, accesibles por agua la mayor parte del año. Este sector tiene la ventaja de encontrarse junto a los principales centros de distribución, Puerto Suárez y Puerto Quijarro, con embarcaderos que facilitan la operación turística. El paisaje que integra a la laguna Cáceres y los canales, río Pimiento, Sicurí, Tuyuyú y Tamengo, conforma un atractivo en sí mismo. Esto es acentuado, además, por la posibilidad de observar aves acuáticas, además de yacarés, venados y capibaras.

2. En la parte sudeste del AP (desde Puerto Suárez hacia Puerto Busch), los principales

atractivos que se han identificado son mencionados a continuación (Mapa 9):

El Sombrerito: Una formación rocosa, en forma de copa de sombrero, cercana a la estancia Quebracho. Existe un camino para vehículo, en mal estado aun en época seca, que llega hasta el lugar. No hay un sendero definido para el ascenso al cerro, por lo que resulta incómodo y peligroso. Desde la cima del cerro se puede observar un vasto bosque de palmera carandá. Al parecer, hay uno o más tigres (Pan era onca) viviendo en una de las grietas en la piedra del cerro, además de monos aulladores. En el trayecto desde la estancia Quebracho hacia el Sombrerito se han observado parabas rojas (Ara macao). La laguna Corea: Cercana a la estancia Retoño y perteneciente a la estancia Rancho, esta laguna ofrece un paisaje interesante, con una elevación de piedra, como cordillera, cubierta de bosque, denominada “cerro Vitione I”. Al momento de la visita al lugar, la laguna se encontraba seca, pero por referencias se sabe que es un excelente lugar para observación de aves acuáticas y yacarés. Las trincheras: Son trincheras de la época de la Guerra del Chaco, en el “cerro Vitione I”. Tienen un interés histórico y anecdótico, además de estar rodeadas de un interesante bosque, y la cercanía de la laguna Corea. Existen otros sitios con ruinas de trincheras y fortificaciones. El río Negro: El río marca el límite con la República del Paraguay, y es accesible por tierra sólo durante la época seca.

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Mapa 9 Turismo

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La laguna de los yacarés: Durante la época más seca es el reducto de agua que tarda más en secarse, y que es accesible por el terraplén. Allí pueden observarse grandes grupos de tuyuyus o batos ( abiru americana). Además de los mencionados atractivos puntuales, el recorrido por el sector sudeste del AP presenta una interesante muestra alternada de bosques de carandá y alcornoque, intercalados con lagunas y sabanas. Se pueden observar ciervo de los pantanos, urinas, piyos, chancho de tropa y zorros, entre otros.

3. Menos explotado aún es la parte oeste del AP, donde se encuentran los bañados de Otuquis.

Si bien no fue posible llegar a los bañados durante el viaje de reconocimiento, por referencias se sabe que es un buen lugar para observación de vida silvestre. No hay infraestructura en la zona, aunque existen algunas estancias en el margen norte que podrían convertirse en prestadoras de servicios turísticos. Al no existir caminos, el acceso se realiza a caballo desde la localidad de El Carmen Rivero Torres, distante a 15 km o tres horas de cabalgata.

En conclusión, dentro de los atractivos que tendrían potencial para el turismo podemos mencionar:

Los bañados de Otuquis, incluyendo llegada a caballo o en vehículo, alojamiento en estancias, y observación de aves en diversos sectores

La llegada a río Pimiento a caballo, dando la vuelta a la laguna, desde la estancia Betania, combinando luego con bote (en época seca)

Travesías a caballo hacia el sector sur Turismo rural, participando de la tareas del campo y realizando paseos El área de Yacuses: estancias con pinturas rupestres, lagunas, bosques y escenario espectacular La pesca y suelte, pesca deportiva. Esta modalidad hasta ahora no ha sido practicada en la

laguna Cáceres y puede ser una opción más sostenible, para los amantes de la pesca Los bañados del triángulo Man Césped, en época de bajante

III.2.8.2 El recurso arqueológico En la actualidad desconocemos de sitios arqueológicos en el sentido convencional dentro del AP. Lo que sí se ha confirmado es la presencia de sitios históricos, que consisten en los restos de campamentos, trincheras y caminos que fueron utilizados durante la Guerra del Chaco, y que aún se encuentran en buen estado de conservación. Un ejemplo de este tipo de sitio es el lugar denominado “La Trinchera”, al norte del PN-ANMI Otuquis (Pregón Porteño, 2002). Sin embargo, extrapolando información de áreas colindantes (Michel, 1996), podemos anticipar la presencia de sitios arqueológicos como los observados en los sectores vecinos de pequeñas serranías o afloramientos rocosos (petroglifos grabados en piedra), cuya antigüedad en la zona no ha sido aún determinada. Para el plan de manejo de la reserva municipal del valle del Tucavaca se identificaron 19 sitios arqueológicos (Robison et al., 2002; Michel y Calla, 2001). III.2.8.3 Tradiciones Los escasos pobladores del PN-ANMI Otuquis son principalmente trabajadores de las estancias, que se dedican principalmente a la actividad ganadera. Si bien muchos de ellos son extranjeros, como colectividad, son parte de una larga tradición “pantaneira” de vaqueros y trabajadores adaptados a estas difíciles condiciones y con un gran conocimiento de la zona. Parte de esta tradición son la música y la narrativa histórica oral del Pantanal, así como algunas habilidades artesanales (trabajos en cuero, maderas y cuernos de vacuno) que podrían ser desarrolladas si se impulsara efectivamente un programa de turismo dentro del AP. Otros elementos valiosos en la cultura “pantaniera” provienen de la interacción histórica y el contacto con los pueblos indígenas, cuyos elementos culturales (incluido el idioma) están en vías de desaparición.

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III.3 Impacto del uso actual y potencial de los recursos Habiendo descrito los valores ecológicos y ambientales, y los potenciales recursos turísticos del PN- ANMI Otuquis y su ZEA, es fundamental identificar y analizar las principales amenazas. Obviamente el reto principal de este plan de manejo es proponer una estrategia a mediano plazo para minimizar los impactos al AP en una forma consensuada, o para maximizar las oportunidades. Vale aclarar que la magnitud del impacto de la actividad humana está muy ligada a la facilidad de acceso y a la eficacia de control. En el caso del PN-ANMI Otuquis, los sectores que están en buen estado de conservación lo deben a su difícil acceso, ya que hasta hace poco no ha habido ningún control sobre actividades humanas. El acceso en la provincia Germán Busch cambió drásticamente con la apertura del ferrocarril Santa Cruz – Corumbá en la década de los 50’, y con los intentos de aprovechar los yacimientos del cerro Mutún, y una vez más cambiará notoriamente con la apertura del corredor transoceánico. El potencial de un gran impacto sobre el PN-ANMI Otuquis fue anticipado en el estudio de impacto ambiental (Prime Engenharia, et al., 2000) y el presente plan de manejo es parte de los esfuerzos del BID por contrarrestar o minimizar este impacto. Para esta labor es fundamental entender la fuente de los impactos, priorizar entre ellos y concentrar los esfuerzos en las amenazas más grandes o potencialmente más destructivas. A continuación se presenta un análisis resumido de las diferentes actividades humanas y su posible impacto. Se puede hallar un análisis más detallado en el anexo 7. III.3.1 Caza y pesca En contraste con otras APs de Bolivia, no existen en la actualidad pobladores dentro del área en forma permanente. Sin embargo, se observó durante la fase de campo al menos dos tipos de cazadores desplazándose en los caminos de acceso hacia el PN-ANMI Otuquis; uno de ellos se podría caracterizar como cazadores de subsistencia y el otro como cazadores comerciales / deportivos. III.3.1.1 Caza y pesca de subsistencia Los cazadores de subsistencia son pobladores de algunas de las comunidades locales, que se desplazan a caballo o en bicicleta, cazan con perros y no pueden ir a distancias muy lejanas ni transportar presas muy grandes o numerosas. La cacería por parte de los comunarios de la zona del cerro Mutún, por ejemplo, se realiza solamente en las pocas áreas de bosques remanentes que no han sido intervenidas por propiedades privadas, y que por carecer de vías de acceso no son frecuentadas por otros cazadores. No se pudo realizar un mapeo de estas áreas, pero es poco probable que se encuentren dentro del AP, pues las áreas de caza de comunidades como San Juan y Colonia Warnes son relativamente cercanas a las mismas, y la reportada disponibilidad de fauna posiblemente se deba a que las mencionadas comunidades son pequeñas y a que la cacería es una práctica ocasional con fines de subsistencia. Los límites norte y este del ANMI están rodeados por estancias y una parte del mismo ANMI está sobrepuesta con propiedades privadas. Los dueños y cuidantes de estas estancias en algunos casos también practican caza de subsistencia, pero generalmente son críticos hacia los cazadores comerciales, pues consideran que la sobre-explotación de animales silvestres, alimento de los jaguares, lleva a que estos predadores ataquen el ganado vacuno. Aunque no contamos con datos cuantitativos, nuestra impresión general es que la cacería de subsistencia no es una de las amenazas principales a la fauna del área, y que más bien los habitantes locales de los alrededores podrían ser los principales aliados del PN-ANMI Otuquis en la labor de frenar la cacería comercial.

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III.3.1.2 Caza comercial y deportiva Las actividades del otro grupo de cazadores corresponderían a la cacería comercial, la cual es ilegal. Por este motivo, no existe una organización que represente a estos cazadores, y no se pudo entrevistar a ningún representante de este sector que proporcionara información desde su punto de vista. La información que se presenta a continuación fue proporcionada por los demás actores regionales. La cacería comercial ocurre principalmente durante la época seca, cuando los caminos pueden ser transitados en camionetas (y hasta con volquetas) con facilidad, llegando más cerca de los lugares donde los animales están concentrados (las fuentes de agua remanentes). De acuerdo a los pobladores locales, los cazadores comerciales provienen de los centros urbanos de Puerto Suárez, Puerto Quijarro y El Carmen, y son un sector con recursos económicos suficientes para cubrir los gastos de transporte (o gasolina) y equipo de caza (además de armas de fuego y balas, poderosos reflectores para la cacería nocturna). Otros informantes indican que muchos cazadores llegan en caravanas desde la ciudad de Santa Cruz. Sea cual sea su procedencia, por lo general, los cazadores acceden al área por tres vías: en el este por el camino en dirección a Puerto Busch, en el norte entran por las diferentes rutas de acceso a las estancias, y al sur existen indicios que ingresan cazadores desde Paraguay por el río Negro o por el camino que viene desde Fortín Coronel Bogado (Mapa 10). En el lado boliviano el patrón consiste en salir de los centros poblados los días viernes en la noche, y retornar a más tardar los domingos en la tarde. Entre las especies mencionadas como presas frecuentes se encuentran las urinas (Mazama americana y Mazama gouazoubira), ciervos, chanchos (Tayassu pecari), chanchos de tropa (Tayassu tajacu), y lagarto (Caiman yacaré - para la cola así como la venta de diferentes productos de cuero como cinturones y billeteras), así como los tigres (que también son matados por los trabajadores de estancias). También se tienen referencias de la caza de especies sin valor comercial o alimenticio, como el caso de zorros, carachupas u otros, para utilizarlos como carnada en la pesca. Aunque la mayor parte de las personas mencionaron que las cantidades de presas extraídas por estos cazadores son exageradas, en la práctica pareciera que lo que preocupa más a los pobladores locales no es el riesgo de extinción local de algunas especies, sino los siguientes aspectos negativos asociados a las actividades de los cazadores:

Los fuegos descontrolados que queman cientos de hectáreas de pastos naturales, mejoras en las estancias, pastos cultivados, viviendas y puestos en estancias y comunidades, e incluso ganado y animales domésticos. Estos fuegos son encendidos deliberadamente por los cazadores para abrir su campo de visión nocturna en los siguientes eventos de caza, pero también ocurren de manera accidental (colillas encendidas de cigarros, fuegos mal apagados en campamentos). Los estancieros reconocen que tradicionalmente la quema de los pastizales ha sido una práctica que ellos consideraban necesaria para mejorar los pastos y acabar con malezas, siempre y cuando se hiciera en la época y forma adecuada. Sin embargo, según ellos, en la actualidad ya no practican las quemas (que ellos creen poder hacer de manera controlada) porque los cazadores queman todo descontroladamente en cuanto se inicia el tiempo seco. La contaminación de cursos y fuentes de agua al arrojar los restos de la cacería en las mismas. El robo ocasional de animales domésticos cuando la jornada de cacería resulta improductiva. La cacería excesiva de animales silvestres está dejando a los predadores silvestres (tigre, león) sin fuentes de alimento, ocasionando mayores ataques al ganado vacuno y otras crianzas. La carne de monte ingresa al mercado en la misma época que los ganaderos prefieren vender parte de sus reses al mercado local porque se aproxima la escasez de pastos. La carne de monte compite en precio con la de vacuno, y ocasiona una disminución de su demanda. Debido a la quema de los pastos naturales, e incluso cultivados, los estancieros se ven forzados a trasladar su ganado en distancias largas, buscando pasturas. Esto ocurre en la misma época en la cual las reses están preñadas o con cría, y durante los desplazamientos suelen haber pérdidas de becerros o abortos.

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Mapa 10 Uso de la tierra

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A pesar de estas numerosas inconveniencias ocasionadas por la cacería ilegal, en la práctica se ha demostrado que es muy difícil detenerla. En el 2002, la HAM de Puerto Suárez sacó un edicto prohibiendo la cacería comercial, lo cual fue mal recibido por la opinión pública local, y cuando los estancieros deciden tomar iniciativas tales como cerrar con candados sus caminos para impedir el tránsito de cazadores, son igualmente criticados y considerados egoístas, mezquinos, etc. De manera efectiva, no pareciera existir ninguna autoridad cuyo derecho a hacer cumplir la ley en este respecto sea respetado, pero el anuncio de la administración del PN-ANMI Otuquis de colocar puestos de control en los ingresos a la zona ha sido recibido con gran expectativa, y es probable que – aunque generará mucho conflicto social – el control de la cacería ilegal se convierta en la vara con la cual los actores medirán la efectividad y la verdadera utilidad de tener una administración del SERNAP en la zona. El comercio de pieles también ha disminuido parcialmente por las actividades de control, pero sobre todo, por el endurecimiento de las regulaciones internacionales y por la baja del precio en el mercado internacional, especialmente para las pieles de lagartos. En el mercado nacional se fabrican y venden artículos de pieles de fauna silvestre sin ningún control; es más, al nivel de la pequeña industria artesanal, se promueve e incentiva el expendio de estos productos en las ferias locales. En cuanto a la actividad de atrapar animales silvestres vivos para su comercio como mascotas, aunque ha decrecido en las últimas dos décadas, aún es practicada. No se cuenta con datos precisos al respecto, pero es común ver a vendedores de loros cerca de las carreteras y las vías del tren. Algunos ejemplares se capturan en las vecindades de las poblaciones sobre la carretera, mientras que otros más raros se capturan en lugares menos intervenidos. Existen informes de que algunas aves habrían sido capturadas dentro del AP, en particular el ANMI. Al nivel regional falta una intensa campaña de educación y concientización ambiental, así como empezar a ejercer medidas de regulación. III.3.1.3 Pesca comercial El tema de la pesca es muy diferente ya que no se trata de una actividad furtiva, a pesar de que está prohibida en el Decreto de Creación del AP. Se estima que existen aproximadamente 90 pescadores comerciales organizados en dos asociaciones (Anexo 7). Una de las asociaciones cuenta con reglamento interno pero no se cumplen las normas por la falta de alternativos económicos y la presencia de pescadores que no pertenecen a la asociación (Fuentes, 2001). La actividad de los pescadores es bastante estacional ya que en épocas de aguas altas desarrollan sus actividades en la bahía Cáceres, y en el resto de los canales y lagunas del sistema del río Paraguay. Luego, en época seca se vuelcan hacia los ríos, lagunas y atajados del sector sur del ANMI y el este del bloque Otuquis, usando el antiguo terraplén como vía de acceso (Mapa 10). Se desplazan generalmente en pequeñas embarcaciones y pescan en forma selectiva utilizando diferentes métodos de pesca (redes agalleras, tarrafas, espiñeles, anzuelas y liñadas) (Fuentes, 2001). Los peces que más se comercializan son; pacú (Piaractus mesopotamicus), surubí (Pseudopla ys oma fascia um), pintado (Pseudopla ys omacorruscans), sábalo (Prochilodus lineatus), dorado (Salminus maxillosus) y piraña (Serrasalmus spp.). Se comercializan los peces localmente y en la ciudad de Santa Cruz. De acuerdo al mismo estudio de Fuentes (2001), la explotación de los recursos pesqueros en el Pantanal boliviano es relativamente baja en comparación a otros áreas en la Amazonía y el Pantanal brasileño. Como se ha mencionado, durante la época seca, los peces se concentran a la fuerza en los reductos de agua. Este factor es importante para la fauna silvestre de la zona, tanto en términos de avifauna como de reptiles. Sin embargo, los pescadores señalan que en la actualidad muchos peces llegan a morir y descomponerse sin que sean consumidos por los animales silvestres y arguyen que más bien dicho recurso podría ser aprovechado de manera sostenible. Por su parte, los conservacionistas arguyen que estos peces no son sólo necesarios para el uso alimenticio de la fauna silvestre mayor (aves, reptiles), sino que aún descompuestos forman parte de una cadena alimenticia de micro-organismos tan

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importantes para la estabilidad del ecosistema del Pantanal como la fauna silvestre más visible. Por otro lado, la congregación de fauna silvestre para aprovechar estos peces es también un potencial atractivo turístico. A pesar del creciente número de pescadores, esta actividad atravesaría en el momento una crisis debido a las siguientes causas:

• la disminución de peces en la bahía Cáceres que se atribuye a la pesca turística en Corumbá y a la contaminación resultante de la navegación en el lado brasileño

• la paulatina, pero constante, disminución del volumen de agua en la bahía Cáceres, ocasionada (entre otros factores) por los dragados del canal Tamengo, realizados para facilitar el trabajo de Puerto Aguirre y la Empresa GRAVETAL

• la falta de una embarcación que permita la pesca en el río Paraguay • De acuerdo a algunos brasileños que viven de la pesca deportiva, hay una disminución general de

peces en el Pantanal debido en parte al aumento en número de caimanes, lagartos y londras. Todas estas especies han sido cazadas casi hasta su exterminio en décadas pasadas y sus poblaciones se estarían recuperando

• Existen también versiones de pesca indiscriminada en aguas bolivianas para vender peces como carnada para la pesca deportiva en Brasil

• El Pantanal boliviano no cuenta con estudios pesqueros que permitan determinar las cantidades que se pueden explotar en una manera sostenible (Fuentes, 2001).

Todos estos aspectos están por verificar y dimensionar. Sin embargo, todos coinciden en que el recurso pesquero va en descenso y hay que tomar medidas, entre ellas consensuar períodos de veda, mejorar el control y establecer mecanismos de monitoreo. Los pescadores han participado en el presente proceso de planificación bajo el entendimiento que se podría trabajar oficialmente hacia una pesca sostenible en zonas donde la actividad sea permitida. Esto se refleja en la visión del área que se define más abajo, y está contemplada en el marco lógico. III.3.2 Agricultura En contraste con otras APs de Bolivia, la expansión de la frontera agrícola y la intensificación de agricultura no están entre las principales preocupaciones para la conservación del área. Primero, como se ha mencionado, la calidad de los suelos en la zona no es muy buena, con la excepción de algunos sectores. El sector de relativamente mejores suelos, el abanico aluvial de Otuquis, es inaccesible debido a los bañados y obviamente sujeto a inundaciones anuales. En segundo lugar, el chaqueo (la tala de bosques y la quema para agricultura en pequeña escala) no es un factor, porque, como se ha mencionado, son pocas las comunidades en la ZEA. Las que existen están separadas del AP por una faja de estancias ganaderas. El chaqueo existe en comunidades a lo largo del ferrocarril (Robison et al., 2002) pero el sistema realmente requiere de un ambiente de mayor precipitación anual para ser económico. En otras palabras el clima y los suelos no favorecen el chaqueo. En términos de agricultura mecanizada, se sabe que ha habido intentos en la zona de producir soya y otros cultivos, a mediana escala, pero que no han prosperado. En Brasil se practica la agricultura mecanizada en situaciones similares a la ZEA, pero con un alto costo ambiental y con alto uso de fertilizantes y agro-tóxicos. En Bolivia, todavía es menos costoso producir los cultivos en los mejores suelos del valle del río Grande y transportarlos a Puerto Quijarro. Aún así, en la actualidad los agricultores mecanizados de las “tierras bajas” no están logrando cubrir sus costos y en promedio están endeudados, de acuerdo a las declaraciones frecuentes de la Cámara Agropecuaria del Oriente. Esta situación podría revertirse si la relación entre las monedas de Bolivia y Brasil se revierte a aquella de hace más de cinco años. Existe la posibilidad de que algunas propiedades dentro del ANMI se saneen como propiedad agrícola, pero con la intención de vender leña, aspecto que tocaremos más abajo. Para el AP esto no es un uso

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conveniente, porque entre otras cosas se habla de reforestar con especies exóticas (eucalipto). En todo caso, este uso de la tierra no constituye agricultura sino extracción forestal. El análisis de imágenes de satélite indica que hay deforestación y agricultura mecanizada en Paraguay en los caminos que se extienden hacia el AP desde el sur (Mapa 10). No hay indicaciones de que esa deforestación se esté extendiendo activamente hacia el AP, y con un buen control sobre el terreno esto no es una amenaza seria, más allá de ser un foco adicional para incendios. III.3.3 Ganadería La ganadería es y ha sido durante algunas generaciones, el principal uso de la tierra en la ZEA. Inclusive, como se ha mencionado, ha habido estancias dentro del AP sobre el antiguo terraplén a Puerto Busch. De acuerdo a información histórica, estas últimas estancias se habrían establecido en la década de los 60’ y comienzos de los 70’ cuando había un nivel muy bajo de las aguas del río Paraguay debido a una prolongada sequía. Estas estancias, al igual que el terraplén, fueron abandonados cuando el nivel de río y del Pantanal retornó a sus niveles promedios a partir de 1974. El resto de las estancias aparentan ser estables, aunque la rentabilidad actual es baja y la mayoría de los propietarios se dedican simultáneamente a otras actividades en la zona urbana. Es importante en esta sección distinguir los impactos directos e indirectos del sistema de ganadería como se práctica Tradicionalmente, la ganadería en el Pantanal y sus alrededores ha implicado traslados importantes durante el año, siguiendo las dinámicas de inundaciones. En época seca se aprovechan los pastos y charcos que han dejado las aguas al retroceder. En la época de lluvia el ganado se traslada a las zonas de altura. En este sistema se utilizaba el fuego para renovar pastizales y mejorar la calidad del forraje a corto plazo. Al intensificar este sistema se comenzó a introducir pastos en zonas de bosque en las alturas, para el cual también es necesario una quema controlada. Bajo esta óptica los impactos principales de la ganadería serían la competencia directa con la fauna silvestre por el forraje y agua, y las quemas ocasionales. Sin embargo, el ganado ha convivido con la fauna silvestre en el Pantanal durante generaciones y se considera que es posible que en el AP pueda convivir con una ganadería bien manejada, en las zonas donde se permite este uso. Los impactos indirectos serían más serios. Primero, hay indicaciones de que algunos estancieros habrían vendido leña para el uso industrial en Puerto Quijarro. Inclusive esto se podría estar usando como una forma de solventar la implantación de pastos cultivados en sus estancias. Algunos estancieros y sus cuidantes obviamente participan de la caza y pesca en la región sin que haya indicios de que lo hagan en gran escala. El principal problema es que una característica del estanciero promedio en la región es el escaso control de sus propiedades y los recursos naturales dentro de las mismas. El resultado es un impacto fuerte de las actividades de terceros (tales como la cacería comercial y los fuegos que ésta ocasiona) y que pueden amenazar sus pocas inversiones (ganado, pastizales cultivados y alambrados). El aspecto positivo de esto es que muchos estancieros dicen estar dispuestos a coordinar en el control de estas actividades furtivas en conjunto con el AP. III.3.4 Fuegos descontrolados Sin lugar a duda el principal problema ambiental en toda la zona es la predominancia de incendios descontrolados. En el área comprendida dentro del PN-ANMI Otuquis imperan condiciones climatológicas extremas, que dan lugar a lo que hemos llamado “la gran fogata”. Actualmente, se evidencia una alarmante cantidad de incendios provocados o accidentales en toda la ZEA y partes del PN-ANMI Otuquis (WWF, 2002). Como se ha mencionado, en noviembre y diciembre del 2002 se incendió buena parte del bloque río Pimiento y una buena parte del área accesible por el antiguo terraplén a Puerto Busch también se quemó ampliamente. El resultado se traduce en un panorama completamente desolador por sectores y por épocas.

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Aunque el Pantanal - como el Chaco – es un ecosistema que se caracteriza por presentar incendios naturales, cuando esto se vuelve una realidad anual el panorama cambia. El fuego modifica la composición y el número de especies locales, ya que las pampas quemadas se ven progresivamente invadidas por especies de amplia distribución o por malezas; provocando la alteración de la estructura de las unidades de vegetación naturales (Wilcox, 1992). Dentro de cualquier formación, llegan a dominar las especies de mayor resistencia al fuego. Este tipo de perturbaciones, disminuye la diversidad de aves especializadas en determinado tipo de alimentación o exigentes en cuanto a la madurez del bosque, y en especial a las especies migratorias que entran a formar parte de la comunidad local en épocas específicas del año. La desaparición de la mayoría de la mastofauna, es un indicador claro de cuán perturbado se encuentra el medio. El peligro radica en la concentración de una gran variedad de fauna en lugares que ofrecen una cierta protección y sustento, pero que la hacen más vulnerable a la cacería. Parece que muchos de los incendios, son directamente provocados con este propósito. La pérdida de la heterogeneidad y la estabilidad paisajística lleva a la fragmentación de hábitats, que no sólo afecta a las poblaciones de aves y mamíferos, sino afecta con mayor intensidad a reptiles y a la población de insectos, que en su conjunto, constituyen una base de la cadena alimenticia. En vista del bajo nivel de movilidad de algunas especies, en catástrofes tan rápidas como un incendio de pastizal, se presume que su población se ve seriamente afectada y se prevé que la recuperación de sus poblaciones tomará largo tiempo. Un caso particular, y una consecuencia directa de los incendios, es la contaminación por cenizas de los cuerpos de agua que se forman en las zonas de inundación en la época de crecidas. Los residuos de la materia orgánica quemada (llamados localmente lejía) son arrastrados por las lluvias o por el agua de desborde del río Paraguay y el bañado de Otuquis. Estas cenizas tendrían la capacidad de cambiar drásticamente el pH del agua en el sentido alcalino. No contamos con datos cuantitativos dentro del AP, pero los peces que residen en las lagunas someras y aquellos que llegan con las aguas de desborde del río Paraguay, mueren en grandes cantidades y una de las razones más probables es por el cambio de la composición química del agua. Dentro del AP una de las zonas más propensas a los incendios es el “dique” entre los bañados de Otuquis y el Pantanal. Parece que grandes áreas son quemadas cada año por fuegos iniciados muchas veces en el Paraguay (Resnikowski, 2002). La misma fuente indica que los imágenes de satélite de 1988 ya mostraban una presencia importante del fuego en esta zona. Lo que es increíble es la capacidad de recuperación de esta vegetación, por lo menos a simple vista. Cuatro meses después de que un incendio quemó todo el sector al sur de San Juan del Mutún, se observó un paisaje verde, lleno de plantas en flor. Lo que no se puede observar a simple vista, son las especies que se van perdiendo, tanto de flora como de fauna. En cuanto al origen de la mayoría de estos incendios hay mucha discrepancia. Muchos culpan a los cazadores comerciales o deportivos, otros a los ganaderos y otros a los pescadores. La verdad es que el ecosistema es muy susceptible al fuego, por la cantidad de biomasa que produce en un año, y por lo seco que se torna en la época seca (la gran fogata). En este ambiente cualquier descuido bajo ciertas circunstancias puede causar mucho daño. Es por eso que el fuego es uno de los temas prioritarios en la normativa y la zonificación que se presentarán más adelante. III.3.5 Uso doméstico de los recursos forestales Como se ha mencionado, los bosques del PN-ANMI Otuquis en general no tienen mucho potencial para la explotación forestal comercial. Sin embargo, los bosques alrededor de las comunidades y cerca de los puestos en las estancias son fuertemente aprovechados para el uso doméstico (leña), y particularmente para el uso en postes para cercos ganaderos. Existe información que al nivel del Pantanal hay una presión fuerte sobre la palmera carandá (Copernicia alba) para el uso en cercos, ya que sería relativamente resistente a la humedad que predomina en el Pantanal. No contamos con datos

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cuantitativos, pero de acuerdo a la información local, no es un problema serio todavía en la parte boliviana del Pantanal, aunque sería uno de los temas de monitoreo. III.3.6 Explotación forestal Aunque no existen concesiones forestales dentro del PN-ANMI Otuquis, ni en su ZEA inmediata, existe una explotación comercial del recurso forestal en dos niveles. Por un lado desde el año 1994 existe el comercio de leña para el uso industrial (Gravetal), aunque según funcionarios de la empresa esta industria está en la última fase para cambiar su fuente de energía por el gas natural (Bascopé, cp.). De acuerdo a la Unidad Operativa de Bosque (UOB) de la Superintendencia Forestal (SIF) de Puerto Suárez, Gravetal ha cooperado con las autoridades forestales al exigir certificados de origen a sus proveedores, con los cuales se garantiza que la leña proviene de áreas de aprovechamiento autorizado. En contraste existe un comercio de carbón vegetal hacia Brasil que es motivo de conflicto ya que la SIF nunca ha aprobado un plan de manejo en este sentido. Actualmente hay una propiedad con 60 hornos que produce carbón para una planta siderúrgica en Rivas de Oro Pardo, a unos 100 km al este de Campo Grande, Brasil. Esta propiedad tiene un Plan de Ordenamiento Predial (POP) con fines pecuarios, pero no tiene un plan de manejo forestal aprobado. Existe información extraoficial de planes para hacer plantaciones de eucaliptos para satisfacer la demanda para carbón vegetal en el Brasil, y posiblemente para usos asociados con el cerro Mutún a futuro. Si entre las propiedades que se sanean dentro del ANMI existiera una donde se quiera hacer grandes plantaciones de eucaliptos, el tema podría llegar a ser muy conflictivo, ya que ese uso de la tierra tiene un impacto determinante sobre los ecosistemas naturales, y en el Brasil se sabe que los ecosistemas sufren cambios casi irreversibles de flora y fauna una vez que el eucalipto se ha establecido. Aparte de un impacto comprobado en otras zonas, la introducción masiva de especies exóticas no es compatible con el uso de la tierra dentro de un ANMI (Anexo 9). A otro nivel, se observa que existe todavía el comercio de orquídeas silvestres en las estaciones de tren al norte del AP. No existe evidencia por ahora de que estas plantas estén saliendo del PN-ANMI Otuquis, pero es un aspecto importante para controlar y monitorear a futuro. Finalmente, cabe señalar que en el proceso de planificación se ha detectado las intenciones de formar una Agrupación Social del Lugar (ASL) para pedir formalmente un área de aprovechamiento dentro de lo que es ahora el ANMI y parte del bloque Otuquis (COBODES, 2003). Se ha explicado repetidas veces que el Decreto de Inmovilización y luego el Decreto de Creación no permiten otorgar nuevos derechos dentro del AP. Sin embargo, las intenciones y las expectativas persisten y serán un tema a tratar junto con el proceso de saneamiento legal de la tierra. III.3.7 Explotación minera La empresa capitalizada COMIBOL está legalmente reconocida como la concesionaria del cerro el Mutún1, el yacimiento de hierro cuya explotación la región ve como su gran oportunidad de lograr el desarrollo económico. Si bien es cierto que las operaciones de extracción de hierro en esta mina han estado completamente paralizadas por más de una década, al parecer debido a la falta de mercados, recursos técnicos, energía y medios de transporte (FOBOMADE, s/f), existe, en la población local, la idea de que reiniciar el aprovechamiento es solo una cuestión de voluntad política.

De acuerdo a información proporcionada por la persona a cargo del campamento de COMIBOL en el Mutún, la concesión ha sido puesta en licitación en dos ocasiones anteriores, siendo la convocatoria declarada desierta, por falta de empresas que cumplieran con los requerimientos legales y técnicos para adjudicarse la misma.

1 COMIBOL cuenta con las concesiones Mutún I (2.984 ha) y Mutún II (6.885 ha).

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En la actualidad, una tercera licitación pública se ha realizado y existen cuatro empresas interesadas en el Mutún, pero aún no se sabe si alguna de ellas se adjudicará la concesión. Una quinta empresa, la Empresa Brabo de Brasil, retiró su propuesta. La idea detrás de los pliegos de licitación, al parecer, implica el realizar no sólo la extracción de hierro en bruto, sino intentar al menos un procesamiento inicial que permita empezar a abastecer el mercado interno con productos derivados del hierro, generando también de esa manera mayores fuentes de trabajo. Asimismo, suponen capacidad de inversiones camineras y de transmisión de energía (eléctrica o gas) para realizar el aprovechamiento (FOBOMADE, s /f), y posiblemente también la capacidad para cubrir los costos relacionados a prevenir impactos ambientales. Además de tener la concesión minera del cerro Mutún, COMIBOL contaría con áreas de tierras saneadas a su nombre, incluyendo el cerro Mutún en sí y también un brazo de colinas hacia el ANMI, en el cual se encuentran depósitos de calcitas, material que se utiliza en el procesamiento del hierro. Asimismo, COMIBOL tendría una propiedad en Puerto Busch. Además de COMIBOL, existen dos pequeñas concesiones sobrepuestas al bloque río Pimiento, otras cuatro pequeñas concesiones sobre el límite sur entre el ANMI y el bloque Otuquis, tres concesiones (dos medianas y una pequeña) sobrepuestas al norte del ANMI, dos grandes concesiones sobrepuestas tanto al ANMI como al bloque Otuquis, y tres pequeñas sobrepuestas al bloque Otuquis, cerca de su límite con el ANMI. Estas concesiones se encuentran en diversos grados de reconocimiento legal, y al parecer se trataría de concesiones para el aprovechamiento de áridos. Es muy probable que para la construcción de la carretera transoceánica sea necesario extraer áridos de estos lugares, y será un reto importante asegurar un buen proceso de análisis y seguimiento ambiental.

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III.3.8 Polo de desarrollo Como se ha mencionado, el PN-ANMI Otuquis tiene la particularidad de estar en una de las zonas menos habitadas del país, pero que al mismo tiempo, está muy ligada a cuestiones de geopolítica y aspiraciones de desarrollo a nivel departamental y nacional. Estas aspiraciones no son una característica pasajera, sino que están totalmente arraigadas en la historia y la situación geográfica de la zona, y últimamente han permanecido insatisfechas en buena medida. Esta situación de aspiraciones insatisfechas es, y siempre será, un tema fundamental para el manejo del AP, ya que casi cualquier proyecto que se contempla podría llegar a impactar sobre el AP en el territorio descrito en su Decreto de Creación. Cómo evaluar y minimizar los posibles impactos son temas que se desarrollan a continuación. Para poder organizar la discusión se ha dividido el análisis en tres; las actividades relacionadas al bloque río Pimiento, las actividades que podrían impactar en el bloque Otuquis y finalmente las que podrían impactar el ANMI. Una discusión más detallada se halla en el anexo 7. Es importante aclarar que casi cualquier actividad que se propone en el sector de Puerto Suárez-Puerto Quijarro tiene el potencial de impactar al bloque río Pimiento mediante la laguna Cáceres y el canal Tamengo. En forma similar cualquier actividad que se propone para el cerro Mutún y/o Puerto Busch tiene el potencial de impactar en el ANMI y/o en el bloque Otuquis. III.3.8.1 Análisis del impacto ambiental potencial en el bloque río Pimiento Existe mucha desinformación sobre el tema de la hidrovía Paraguay-Paraná. Primero, hay mucha gente que considera que para que haya navegación del río Paraguay se requiere un gran número de obras que tendrían un impacto permanente, como si en la actualidad no existiera navegación comercial alguna. La verdad es que ya existe un gran volumen de navegación con barcazas sobre el río Paraguay, desde Corumbá hasta varios puertos en Argentina y Uruguay, donde la carga puede ser transferida a un buque de ultramar. Barcazas de menor tamaño llegan hasta Puerto Aguirre y Puerto Gravetal en el canal Tamengo. Desde el punto de vista de las empresas que hacen o dependen del transporte, el volumen que pueden transportar es limitado, particularmente durante la época de aguas bajas. Cuando se habla de habilitar la hidrovía Paraguay-Paraná en efecto están hablando de realizar un dragado que permita un mayor caudal en época seca, y de ampliar la red navegable, por ejemplo hasta Cuiabá en el Brasil. También hablan de destruir (dinamitar) los afloramientos rocosas del río Paraguay, los cuales forman diques naturales que afectan la navegabilidad y profundidad del río, pero que son componentes esenciales del Pantanal, ayudando a detener el descenso del agua de la cuenca del Alto Paraguay (Huszar et al., 1999). La hidrovía es un proyecto muy apreciado por el MERCOSUR y la CAF (CAF, 1998) y si llegaran a hacerse todas las obras propuestas habría una transformación calamitosa del funcionamiento del Gran Pantanal (Huszar et al., 1999). Sin embargo, en lo que concierne al Pantanal brasileño las propuestas similares enfrentan serios cuestionamientos a nivel nacional e internacional y estarían lejos de concretarse. En el territorio boliviano se estaría hablando de dos proyectos: el dragado del canal Tamengo y la rehabilitación de la laguna Cáceres. En el caso de dragado del canal Tamengo, puesto que una de sus riberas está dentro de Brasil, ese país debe estar de acuerdo con cualquier obra que se haga en el mismo. Hasta el momento, las autoridades de Corumbá ya frenaron el último dragado del canal Tamengo, pues se detectó la presencia de metales pesado río abajo - en la vecindad de la toma de agua de Corumbá - que fue atribuida al dragado (Domínguez, c.p). Mucha gente, en particular los pescadores de Puerto Suárez, atribuye - en parte - la disminución de la pesca en la laguna Cáceres al dragado y a la navegación en el canal Tamengo. También se atribuye al dragado del canal parte de la disminución de profundidad en la laguna en los últimos años (Zambrana, c.p.) El Puerto Aguirre comenzó a operar sobre el canal Tamengo a partir de 1988. Se construyó inicialmente con fondos privados y fondos de USAID. A partir de 1991, el Banco Mundial, a través de la Corporación Financiera Internacional se convirtió en un socio accionista de Central Aguirre Portuaria S.A. La Central se ha ido ampliando hasta contar en la actualidad con cuatro infraestructuras portuarias (CAPSA, 2002):

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1. Un puerto granelero manejado por Cargill Inc. en “joint venture”. 2. El primer terminal portuario de hidrocarburos en Bolivia sobre aguas internacionales, en otro

“joint venture” con The Williams Companies Inc., creando el Free Port Terminal Company (FPTC).

3. Un puerto de aceites comestibles también con Cargill Inc. 4. Un puerto de contenedores. Hasta la fecha la inversión alcanza a unos US$ 15 millones

(Villarroel, c.p)

Cuadro 17. Impacto de actividades actuales en el bloque río Pimiento

Actividades Impacto actual Magnitud de impacto potencial

Observación

Ampliación hidrovía Paraguay-Paraná Frenado Muy alto Hay serias observaciones a todo nivel en Brasil, que han frenado también el dragado del canal Tamengo

Corredor transoceánico (carretera) La construcción no ha llegado a la zona todavía

Alto Hay que asegurar que se haga un buen trabajo de seguimiento ambiental en la construcción

Puerto Aguirre Posible contaminación en el canal Tamengo

Alto en caso de un derrame

Hay que organizar un monitoreo y seguimiento ambiental

Gravetal Posible contaminación en el canal Tamengo

Alto en caso de un derrame

Hay que organizar un monitoreo y seguimiento ambiental

Termoeléctrica San Marcos En fase de construcción

Mediano Hay que organizar un monitoreo y seguimiento ambiental

Industria Cemento Camba Posible contaminación en el canal Tamengo

Alto si se llega a producir cemento de elementos básicos

Por ahora aparentemente sólo reprocesa cemento bruto de Corumbá

Ampliación urbana Medio alto Alto En la actualidad hay poco control de desecho humano e industrial

Fuente: Elaboración propia en base al anexo 7 CAPSA ha sido diseñado como un puerto multimodal donde se puede hacer enlaces fluvial-fluvial, fluvial-ferroviario, fluvial-rodoviario, rodoviario-ferroviario. De acuerdo a funcionarios de CAPSA, hay planes de expansión, pues con el volumen ya importante de carga se encuentran lejos de saturar la capacidad del puerto o del canal. Los limitantes, aparte de la crisis económica, son que en la época de estiaje el calado baja y la capacidad de carga de las barcazas llega a la mitad o menos. Cabe mencionar que el CAPSA también cuenta con una zona franca y Duty Free, que en la actualidad son usados por tiendas brasileñas para vender productos libres de impuestos a brasileños que cruzan la frontera de Corumbá. Se desconoce si deja mucha utilidad en Bolivia. En términos de impacto ambiental hay mucha discrepancia. Los funcionarios dicen que tienen y respetan sus estudios de impacto ambiental y que el impacto ambiental es mínimo. En la práctica no hay datos de monitoreo ni un sistema regular de inspección (Cuadro 17). Sin embargo desde que se han iniciado operaciones se ha notado un aumento en la contaminación del agua por aceites, erosión y sedimentos, ruidos, y otra contaminación asociada con la operación portuaria en escala grande. Conocer cuál es el impacto actual y cómo minimizarlo sería un tema prioritario para el manejo y recuperación del sistema del la laguna Cáceres. El otro puerto importante sobre el canal Tamengo pertenece a Gravetal SRL. En primer lugar, esta empresa tiene una infraestructura portuaria importante “habilitada” con el dragado masivo del arroyo Concepción, que forma la frontera con Brasil. Aparte de usarse para la recepción y despacho de granos y subproductos agrícolas, por ejemplo, se usó para descargar los tubos para los gasoductos Bolivia-Brasil (tramos bolivianos). En segundo lugar, la actividad principal de Gravetal es como industria procesadora

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de soya boliviana y brasileña. Se recibe el grano en bruto y se lo procesa parcialmente, obteniendo dos productos de valor agregado: aceite crudo y torta de soya (Bascopé, c.p.), que se vuelven a exportar en gran medida a la Comunidad Andina y en creciente porcentaje al mercado mundial. La operación portuaria también dice tener y respetar un estudio de impacto ambiental pero consideramos que tendría un impacto similar al de Puerto Aguirre para esta operación. Por su parte, creemos que por el momento el procesamiento de soya tendría un mayor impacto (Cuadro 17) por dos razones. Primero, hasta ahora se han usado grandes cantidades de leña, con el impacto indirecto de deforestación. Esta situación estaría cambiando para acomodar las exigencias del mercado norteamericano, y se reemplazaría la leña con gas (Bascopé, c.p.). Existen además las emisiones de dióxido de carbono por la quema de la leña, la producción de cenizas (que supuestamente entierran) y todos los posibles impactos de manipuleo de grandes cantidades de substancias concentradas incluyendo efluentes industriales. Reiteramos que estos tipos de impactos no están cuantificados y dudamos si es que hubo un análisis de línea de base antes de implantar la industria. Tampoco se entiende hasta que punto las actividades sobre el canal Tamengo impactan a la laguna Cáceres. Será una prioridad para el manejo del área, entender mejor estos temas. Aunque pareciera extraño, la toma de agua de Corumbá afecta al polo de desarrollo. Por un lado, soldados del ejercito brasileño controlan que las barcazas salgan por el canal Tamango en fila simple en vez de ir de a dos o tres en paralelo y esto es un limitante al volumen de carga que puede salir del canal (Villarroel, c.p). En segundo lugar, como la toma está en medio del canal, cualquier actividad río arriba puede impactar sobre la calidad del agua tomada. Bajo legislación brasileña se puede frenar cualquier infraestructura (como el dragado del canal) si es que se demuestra que afecta negativamente la calidad del agua de la toma. En el caso del dragado detectaron un aumento de metales pesados (Domínguez, c.p.). A futuro todo este sistema de canales y lagunas en una frontera internacional tendrá que tener un manejo más coordinado y consensuado. Como se ha mencionado, una de las realidades fundamentales de la zona es su condición natural como corredor transoceánico. El proyecto de pavimentación de una carretera entre Pailón y Puerto Suárez está adelantado en el sentido que ya se han hecho estudios masivos de diseño por un lado, e impacto social y ambiental por el otro (Consorcio Prime Engenharia et al., 2000). El BID ya habría comprometido el financiamiento por US$ 145 millones en dos fases y el gobierno boliviano habría comprometido fondos de contraparte por un total de US$ 32,5 millones. Otros donantes incluyen la Unión Europea, OPEP, Gobierno de Japón, CAF, TGN y la Prefectura de Santa Cruz (FOBOMADE , s /f). De acuerdo a esta última fuente, el presupuesto sería más bien de US$ 362 millones. Es importante recalcar que el financiamiento del BID a este plan de manejo es parte del compromiso del BID con la construcción de esta carretera y la mitigación del impacto ambiental de dicha obra. A cierto nivel este es el proyecto de mayor impacto socio-ambiental de los que se contemplan en este informe. Es también el más seguro de cumplirse, ya que es una prioridad a nivel local, regional, nacional e internacional (CAF, 2002). La construcción de esta obra tendrá impactos a dos niveles sobre el PN-ANMI Otuquis. En términos directos tendrá un impacto sobre la cuenca del río Tucavaca, que a su vez es el principal afluyente de los bañados de Otuquis al interior del AP. Desde Chochís hasta Yacuses (aproximadamente 250 km), toda actividad de desbosque, movimiento de tierra, derrame de aceite o de combustible, podría tener un impacto sobre la calidad del agua que ingresa a los bañados de Otuquis. Existe una buena probabilidad de que el drenaje natural sea afectado en este largo trayecto del camino, afectando la calidad del agua y /o su comportamiento a mediano y largo plazo. En forma indirecta habrá también un impacto notable a través de los cambios inducidos en el uso y la tenencia de la tierra. Con la llegada de la carretera asfaltada el valor de la tierra aumentará, con la probabilidad de mayor desbosque aunque sea sólo con fines de consolidación de tenencia. Esto va a ocurrir no sólo a lo largo de la carretera, sino también en zonas más alejadas que se tornarán más

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accesibles. Algunas áreas, que hasta la fecha no tenían valor, se tornarán más interesantes para inversionistas y especuladores. Se esperaría que la población urbana vaya aumentando con el impacto ambiental que esto podría implicar, y que está mencionado más abajo. Con costos menores de transporte e insumos se espera una intensificación de agricultura y de ganadería con aceleración de deforestación y un deterioro en la calidad del agua, mayor sedimentación, mayor incidencia de incendios y contaminación por agro-tóxicos. Con un acceso más fácil habrá más presión sobre los recursos de fauna silvestre si es que no se logra contrarrestar estas tendencias. Es justamente en vista de estas amenazas que el estudio de impacto ambiental propuso consolidar el ANMI San Matías y el PN-ANMI Otuquis. Obviamente la construcción tendrá un gran número de impactos positivos. Entre ellos, se esperaría que haya más empleo, más circulante en toda la economía regional, mejor transporte terrestre y más barato. En el caso del PN-ANMI Otuquis hay que reconocer que la carretera facilitaría la llegada de turistas, o ayudaría a que los turistas que ahora pasan en tren sin parar se detengan con mayor facilidad. Hay otros beneficios directos para el AP, por ejemplo abarataría el costo de transporte a lo largo del límite norte y debería reducir costos de mantenimiento de vehículos y los tiempos de viaje, entre otros costos. En conclusión se puede decir que la carretera asfaltada sería la obra de desarrollo de más impacto sobre el PN-ANMI Otuquis, tanto en el sentido negativo como en el sentido positivo. La elaboración de este plan debería ayudar a minimizar este impacto. Uno de los impactos indirectos del polo de desarrollo es el crecimiento urbano. Las poblaciones de Puerto Suárez y Puerto Quijarro han crecido rápidamente en la última década sin tomar muchas medidas para mitigar la contaminación que acarrea este proceso. Prueba de esto son los basurales en muchas de las salidas de los dos pueblos. Se ha evidenciado que la mayor parte de las playas urbanas de la laguna Cáceres están siendo utilizadas como botaderos de basura y por ende, la laguna misma recibe en tiempo de crecida todos estos desechos, que junto con un elevado tránsito de embarcaciones a motor, tienden a provocar la alteración en la composición química del agua. Un análisis del agua de la laguna Cáceres ha demostrado que hay alta contaminación en los efluentes del matadero de Puerto Suárez (Justiniano, 2001) entre otros focos de contaminación. En ambas poblaciones el escurrimiento de lluvias cae eventualmente a la laguna y al canal, con la contaminación de las calles, talleres mecánicos, mercados y hospitales. En ambas poblaciones el alcantarillado es inexistente o deficiente. A largo plazo será necesario medir el impacto de la urbanización sobre la laguna y los canales, y hacer una estrategia de mitigación del mismo. En cuanto a proyectos que se proponen a futuro, y que afectarían al bloque río Pimiento, el cuadro 18 muestra mucha variación en cuanto a la probabilidad y el posible impacto. La obra de mayor probabilidad sería la ampliación del gasoducto mediante nuevos “loops” que tendrían un impacto bajo y transitorio. En contraste la ampliación de la hidrovía hasta el punto de dinamitar áreas rocosas río abajo tendría un alto impacto pero baja probabilidad. En la actualidad el ambiente político de Brasil estaría en contra de estas obras. Se habla de otra planta, Termoeléctrica Bolivia y línea de transmisión, y ya se ha hecho estudios de diseño y de impacto ambiental (Cuadro 18). Sin embargo la primera planta en la zona franca está paralizada por razones económicas discutidas anteriormente, y una segunda planta parece improbable a corto y mediano plazo. En el caso de que a futuro se vayan a construir, son actividades que con un buen análisis y seguimiento ambiental se podría evitar un impacto significativo.

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Cuadro 18. Posibles impactos futuros de proyectos del polo de desarrollo en el bloque río Pimiento – laguna Cáceres

Proyecto Probabilidad a corto plazo

Probabilidad a mediano plazo

Magnitud de impacto potencial

Observación

Gasoducto Bolivia-Brasil Ampliación de Loops.

Probable Muy probable Bajo

Ampliación de la hidrovía Paraguay-Paraná

Poco Probable (en algunos sectores)

Alto Depende de decisión política en el Brasil

Dragado para la recuperación de la laguna Cáceres

Poco Poco probable Mediano Análisis de costo beneficio indica que sería muy costoso. Existe oposición en el Brasil

Termoeléctrica Bolivia y línea de transmisión

Poco Poco probable Bajo Esta sujeto a cambios del marco económico

Planta petroquímica en Puerto Suárez

Poco Poco probable Mediano con controles adecuados

Hay peligro de un gran impacto si no se toman todas las medidas necesarias de protección ambiental

Cerro Mutún (vía Puerto Aguirre)

Poco Probable Mediano con controles adecuados

Hay peligro de un gran impacto si no se toman todas las medidas necesarias de protección ambiental

Fuente: Elaboración propia en base al anexo 7 Otra actividad que es improbable a corto plazo, pero casi segura a largo plazo es la explotación del cerro Mutún, con el transporte del mineral vía Puerto Aguirre. La minería y la siderurgia podrían tener impactos directos en el ANMI, por su cercanía al yacimiento. Sin embargo, el acopio y el transporte de grandes cantidades de mineral o arabio podrían tener un impacto negativo sobre el canal Tamengo si no se hacen el análisis y el seguimiento ambiental adecuado. Finalmente, se habla de una industria petroquímica en la zona franca. Nos parece que es poco probable a corto y mediano plazo. Sin embargo, si se instalara, habría potencial de un gran impacto. Tanto los insumos como muchos de los productos tendrían alta toxicidad si son vertidas a la laguna o canal, y por ejemplo en el caso de fertilizantes de nitrógeno, hay incluso riesgo de explosión. La clave una vez más es un buen análisis y seguimiento ambiental. III.3.8.2 Análisis del impacto ambiental potencial en el ANMI El principal proyecto de desarrollo que impactaría al ANMI sería la construcción de la carretera transoceánica. Como se ha mencionado, unos 250 km del recorrido estarían en cuencas que afectan al río Tucavaca y los bañados de Otuquis. Existe una probabilidad baja de un impacto grande, como por ejemplo el que se produciría por derrame de aceites o desvíos de aguas, que hace imprescindible el seguimiento ambiental a la construcción y el mantenimiento de la carretera. Existe la posibilidad a futuro de un impacto de la explotación del cerro Mutún. La cuenca del cerro se sobrepone con la esquina del ANMI y hay potencial de un impacto negativo de desagües y escorrentía de la mina. En la explotación parcial anterior se llegó dañar seriamente algunos cursos de agua locales. Como se ha mencionado también habría un potencial impacto si se permitiera reforestar la zona con eucaliptos. Esto es improbable en vista de la legislación en APs, pero no deja de ser una prioridad de monitoreo. Finalmente, si se llegara a construir un ferrocarril o carretera a Puerto Busch, podría impactar negativamente sobre el ANMI, como se detalla más adelante.

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III.3.8.3 Análisis del impacto ambiental potencial en el bloque Otuquis El cuadro 19 indica que hay por lo menos seis proyectos contemplados para el polo de desarrollo que podrían impactar en el bloque Otuquis si se llegaran a implementar. El análisis del cuadro muestra que ninguna de las actividades es considerada probable a corto y mediano plazo. En contraste con los impactos potenciales en el bloque río Pimiento, se considera que la magnitud de impacto que tendría la mayoría de proyectos sería alta. Esto se debe a que se trata de infraestructuras que cruzarían los grandes humedales para llegar a Puerto Busch. El trazado de esta infraestructura, sea infraestructura carretera o ferrocarrilera, supone seguir el antiguo terraplén. El análisis de los mapas 5a, 6b y 6c muestra que primero se tendría que cruzar unos 20 km del canal principal de los bañados de Otuquis. Más al sur se tendría que cruzar otros sectores que se inundan bajo varios metros de agua. Finalmente, se tendrían que cruzar el triángulo Man Césped, que a veces se inunda completamente (Mapa 6c). En total son casi 100 km donde tendrían que haber importantes y costosas obras, para permitir la libre circulación del agua. Como se ha mencionado (ver Sección III.1.6), para conectar al Brasil tendría que haber una obra similar al otro lado de la frontera. Por un lado el costo de estas obras de ingeniería, sea carretera o ferrocarrilera, sería muy alto si se hiciera un trabajo adecuado. Tendría un costo similar a la construcción de un puente de casi 100 km. En algunos años, durante la época de aguas altas, casi toda esa extensión se convierte en un solo espejo de agua. Si no se hiciera un buen trabajo las inundaciones serían obstaculizadas y desviadas, afectando los procesos naturales del humedal. Algunas personas consideran que todavía se siente el impacto del antiguo terraplén, en desuso por 30 años, en el drenaje y comportamiento de aguas (Resnikowski, 2002). Aún más relevante para los que proponen hacer las obras es que si no se hace un buen trabajo de drenaje, las mismas obras corren peligro de ser destruidas por las inundaciones, tal como ocurrió con el antiguo terraplén después de sólo dos años de uso. Otro factor es que el punto de Puerto Busch no está en una altura, porque no hay un barranco alto en los 40 km de la ribera boliviana sobre el río Paraguay. El destacamento militar de Puerto Busch permanece en una plataforma flotante. Para construir una infraestructura portuaria o, como se habla, una industria petroquímica, se tendrían que hace grandes obras de relleno, y esencialmente todo funcionaría como una isla artificial. Con un buen análisis, es inaceptable – por ejemplo - el peligro de tener una planta petroquímica en esta isla, pues existiría un riesgo de inundación completa, con todo lo que esto implicaría en términos de contaminación. Si es que no hubieran alternativas, es posible que se tendrían que hacer estas infraestructuras (Cuadro 19). Sin embargo, hay la alternativa de aprovechar y mejorar las vías existentes sobre el corredor Santa Cruz, Puerto Suárez, Corumbá, con menores costos ambientales y económicos. Más allá de estos costos, está el factor social. Para manejar plantas petroquímicas e infraestructura, uno precisa de técnicos y otro personal, que a su vez tienen familias. La perspectiva de vivir en un lugar tan inhóspito como Puerto Busch es inviable cuando uno tiene la alternativa del eje Puerto Suárez-Corumbá. III.3.8.4 Prioridades para el área protegida Es fundamental entender que tener un AP no quiere decir que toda actividad de desarrollo se prohíba a futuro en la misma Pero debe quedar claro que al existir un AP es deber del director del área y del SERNAP asegurar que haya el mejor proceso posible de evaluación y seguimiento ambiental, de acuerdo a la legislación nacional y a la zonificación del AP. Bajo esta óptica las prioridades para el área serían las siguientes, que se desarrollan en mayor detalle en el marco lógico:

Participar en los procesos de evaluación de impacto ambiental de actividades, obras y proyectos Desarrollar capacidades para la evaluación de impacto ambiental en coordinación con el SERNAP,

la Dirección de Impacto Ambiental y/o los municipios locales Desarrollar la capacidad de monitoreo ambiental en base a los estudios de impacto ambiental y

los compromisos de calidad ambiental asumidos por las diferentes empresas Participar en los esfuerzos para el control de la contaminación de laguna Cáceres y para la

reversión de su deterioro

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III. DIAGNÓSTICO DE LA SITUACIÓN ACTUAL Plan de Manejo PN-ANMI Otuquis

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Cuadro 19. Posibles impactos futuros de proyectos del polo de desarrollo en el bloque Otuquis

Proyecto Probabilidad a corto plazo

Probabilidad a mediano

plazo

Magnitud de impacto

potencial

Observación

Carretera Puerto Suárez –Puerto Busch

Poco Poco Alto Análisis de costo beneficio indica que sería muy costoso. A mediano plazo será más barato aprovechar condiciones existentes entre Corumbá y Campo Grande

Ferrocarril Puerto Suárez – Puerto Busch

Poco Poco Alto Análisis de costo beneficio indica que sería muy costoso. A mediano plazo será más barato aprovechar condiciones existentes entre Corumbá y Campo Grande

Explotación del cerro Mutún

Poco Muy probable Mediano con controles adecuados

Es cuestión de tiempo hasta que el cerro Mutún sea económicamente viable. Impactaría principalmente al ANMI

Transporte de productos del cerro Mutún vía Puerto Busch

Poco Poco probable Mediano Nuestro análisis indica que dentro del actual marco económico siempre será más factible transportar vía Puerto Aguirre o Ladario.

Planta petroquímica en Puerto Busch

Muy poco Muy poco Sumamente alto

La zona de Puerto Busch está cubierta estacionalmente por 2 a 3 m de agua. Toda la infraestructura tendría que ser elevada, y cualquier derrame o accidente entraría directamente al Pantanal. Requeriría de la construcción previa de un camino o ferrocarril y de un gasoducto, con su propio impacto

Producción de diesel ecológico en Puerto Busch

Muy poco Muy poco Alto Tendría las mismas dificultades y limitantes mencionadas anteriormente para otras industrias petroquímicas

Fuente: Elaboración propia en base al anexo 7. III.4 Diagnóstico del turismo actual y potencial III.4.1 Características generales del turismo actual Para fines prácticos del análisis de turismo, se considerará al Pantanal como un todo, es decir que el estudio incluye tanto al AP como a su ZEA, y a los centros de distribución Puerto Suárez y Puerto Quijarro. Lo siguiente es un resumen del análisis más completo que se encuentra en el anexo 8. El Pantanal boliviano, a pesar de su potencial, presenta escasos productos organizados y una pobre afluencia de turistas. No sólo tendría un potencial interesante, sino que ha habido bastante inversión a nivel del Vice-ministerio de Turismo, ya que ha sido declarado un Centro de Desarrollo de Turismo Integral (CDTI) que por definición lo señala como una prioridad a nivel nacional para ese ministerio. Actualmente existen cuatro tipos de actividad turística en la zona: 1. Ecoturismo: grupos de turistas o estudiantes que llegan a la zona con el objetivo de apreciar y

disfrutar de los atractivos naturales 2. Rebalse del flujo de turismo brasileño: son turistas que se encuentran visitando el Pantanal brasileño,

generalmente para la pesca, y toman, como paseo opcional, una visita al lado boliviano, aunque se restringe al área de Puerto Suárez y la Zona Franca

3. Comercio: personas de paso hacia Sao Paulo que se hospedan una noche en el lugar, aunque su viaje no es con fines turísticos

4. Estudiantes brasileños: son aquellos que estudian en Bolivia, y pasan por la zona rumbo a sus lugares de origen

El primero de los grupos mencionados es el más reducido. Esto se debe, principalmente, a una falta de oferta competitiva, a la falta de infraestructura apropiada, a los altos costos de transporte, a la falta de una política coherente de desarrollo turístico para el área, y a una falta de promoción, tanto para el turismo interno como para el internacional. Con buena organización y planificación, este segmento es el

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que se convertiría en el propulsor del Pantanal como destino turístico y el que mayor beneficio económico le traería. Para este grupo la oferta actual se concentra en los siguientes puntos:

- Dentro del PN-ANMI Otuquis: laguna Cáceres y canales, y las estancias Retoño y Quebracho y sus atractivos cercanos

- Fuera del AP: río Paraguay (lado brasileño) y atractivos locales cercanos: el cerro Mutún, Cuevas de Motacucito, Santa Tecla

Los dos únicos operadores que prestan servicios turísticos en el lugar, para este segmento de turistas son:

- la Asociación Hombre y Naturaleza, que es contactada por los turistas localmente, o a través de agencias de viajes en Santa Cruz y La Paz

- el Señor Zacharías, de Puerto Quijarro, que cuenta con una embarcación para ocho personas y organiza paseos a la laguna Cáceres. Los turistas lo contactan localmente

El segundo grupo, está integrado por turistas concentrados en Corumbá, especialmente pescadores y en su mayoría brasileños, que eligen como un paseo opcional la visita al lado boliviano. El principal atractivo para ellos es la zona franca, centro de compras de productos electrónicos, cosméticos y bebidas, libres de impuestos. Estos productos, de muy alto costo en Brasil, son adquiridos aquí a un precio menor. Como segunda opción está un breve recorrido por Puerto Suárez y una visita en la “feria” de Puerto Quijarro, donde se vende ropa y artesanías del altiplano. Estos “tours” al lado boliviano son ofrecidos y operados por empresas brasileñas, y el único beneficio que proporciona este segmento dentro de Bolivia queda en el sector del comercio minorista. Los dos últimos grupos mencionados no deberían ser considerados como turistas propiamente dichos, pero son tomados en cuenta en este diagnóstico ya que dejan beneficios en el lugar, por sus gastos en alojamiento, alimentación y compra de pasajes. Es el caso de los comerciantes, que van desde Bolivia hacia Sao Paulo en Brasil, a las grandes fábricas, con el objeto de comprar a menor costo para revender en el lado boliviano, y de los estudiantes brasileños, que pasan por Puerto Quijarro hacia Brasil. El beneficio que aportan estos dos segmentos se observa en los hoteles de Puerto Quijarro y en las agencias de pasajes en la frontera. Los centros de distribución e infraestructura de apoyo El área que contiene al PN-ANMI Otuquis tiene como principal centro de distribución a la ciudad de Puerto Suárez, con una población estimada en 24.000 habitantes, y distante a 760 km de Santa Cruz de la Sierra por carretera (640 km por vía férrea). La ciudad está dedicada principalmente a la actividad comercial, relacionada con la frontera brasileña. A causa de la recesión económica actual, buena parte de la población carece de una fuente laboral estable. Esto ha ocasionado un vuelco hacia las actividades de caza y pesca, trayendo como consecuencia una fuerte presión sobre la fauna de la zona, incluyendo la que se encuentra en el AP. Puerto Quijarro es la entrada a Bolivia desde Brasil. Conforma un mismo bloque urbano con Arroyo Concepción, donde se encuentra el puesto de frontera. La ciudad tiene como eje una larga avenida pavimentada, que conduce hacia la estación de tren, y la zona franca. En Arroyo Concepción se encuentra la oficina de migración, cuatro agencias de viajes, tres empresas de transporte terrestre, el Banco Unión y algunos bares. Alojamiento Dentro del PN-ANMI Otuquis no existe infraestructura específica de turismo. El único sitio que se utiliza con fines turísticos es la estancia Retoño de Hombre y Naturaleza, aunque no fue diseñada para este fin. Los grupos que realizan visitas de varios días al área de laguna Cáceres y los canales se alojan en carpas.

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Puerto Suárez cuenta con ocho establecimientos de hospedaje, siendo la plaza hotelera de entre 140 y 160 camas, según datos de la Cámara Hotelera. La mayor parte de los huéspedes que se captan son viajeros de paso hacia otros destinos, o comerciantes. En Puerto Quijarro se cuenta con 16 establecimientos de hospedaje, incluyendo el Hotel Pantanal. La mayor parte de ellos está ubicada sobre la avenida principal, que comunica Arroyo Concepción (la frontera) con la estación de ferrocarril. En este caso también la mayoría de los pasajeros son comerciantes o personas de paso. Agencias de viajes En Puerto Suárez no existe ninguna agencia de viajes establecida. Los pocos turistas que llegan consultan en los hoteles sobre la posibilidad de realizar algunos paseos, y los hoteleros los derivan a Hombre y Naturaleza, al Señor Zacharías, o a Corumbá. En Puerto Quijarro la agencia del Hotel Bibosi es la única con las autorizaciones reglamentarias. Esta agencia no organiza las excursiones, sino que revende los productos de Hombre y Naturaleza o el Señor Zacharías. En Arroyo Concepción, junto a la oficina de migración, existen varias agencias. La mayoría de ellas, casi exclusivamente, revende pasajes aéreos o de tren. Alimentación La oferta es bastante limitada tanto en Puerto Quijarro como en Puerto Suárez. En Puerto Suárez se destaca el Restaurante del Hotel Sucre, luego la mayor parte, ofrece comidas rápidas y al paso. La mejor oferta en la zona es la del Hotel Pantanal. Artesanías y compras En Puerto Quijarro, cerca de la frontera, se ha construido un centro de compras, llamado “la feria”, donde se venden productos bolivianos y artesanías altiplánicas. Este lugar es visitado principalmente por brasileños, en sus excursiones al lado boliviano, y tiene estacionamiento para buses grandes. En Puerto Suárez, hay una tienda de artesanías, frente a la plaza, que vende también artesanías del Altiplano y abrigos de lana. De vez en cuando, algunos indígenas ayoréodes recorren las calles de Puerto Suárez vendiendo sus artesanías. La zona franca ofrece la mejor opción para compra de productos importados exentos de impuestos. Este es el lugar predilecto de los brasileños cuando visitan el lado boliviano. Información turística No hay ningún sitio determinado que brinde información turística al momento. La Unidad de Turismo de la Prefectura está proyectando, junto con el municipio de Puerto Quijarro, construir una caseta de información turística en la frontera. El PN-ANMI Otuquis ha desarrollado trípticos con información general del AP, aunque no es específicamente un material de promoción turística.

Acceso Los centros de distribución son accedidos por varias vías:

- terrestre: gracias a la carretera que comunica Santa Cruz con Puerto Quijarro, la cual está parcialmente pavimentada. En Arroyo Concepción se encuentran las oficinas de Flota Copacabana, Cruceña y Andorinha.

- aérea: actualmente tres líneas aéreas llegan a Puerto Suárez: TAM, Aerosur y SAVE. Ellas ofrecen vuelos a Santa Cruz casi todos los días. Todas tienen oficinas en Puerto Suárez.

- férrea: la Empresa de Ferrocarriles del Oeste es una empresa capitalizada, que ofrece el transporte ferroviario desde Santa Cruz hacia Puerto Quijarro, y poblaciones intermedias. Debido a las malas condiciones de las vías, los trenes no pueden viajar a más de 50 km por hora, lo que sumado a las demoras que frecuentemente ocurren, hace que el servicio de trenes sea impuntual y los viajes se demoren más de lo programado. Hay estaciones de tren en Puerto Suárez y Puerto Quijarro, donde se pueden adquirir pasajes.

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El PN-ANMI Otuquis es accedido por el camino sobre el antiguo terraplén que comunicaba a Puerto Suárez con Puerto Busch y por caminos que bajan hacia el sur; al área de los bañados de Otuquis se llega desde la población de El Carmen. También se puede llegar hasta Puerto Busch por el río Paraguay, partiendo del canal Tamengo y pasando por territorio brasileño. Otro medio de acceso es por aire, a la pista de la estancia Quebracho. La laguna Cáceres es fácilmente accedida por las embarcaciones que parten desde Puerto Suárez y desde Puerto Quijarro, a través del canal Tamengo.

Caracterización de la demanda actual para el área Es difícil cuantificar la demanda actual, ya que no existe ningún tipo de registros específicos de turismo. El único dato con el que podemos contar es un muestreo al nivel nacional, realizado entre los meses de julio y agosto del 2000, en el que se menciona que de 3.806 entrevistas a turistas extranjeros, un 1,5% del total mencionó haber estado en Puerto Suárez, con una estadía promedio de 4,5 días. Esto significa que de esa muestra unas 57 personas han realizado paseos en el Pantanal boliviano a partir de Puerto Suárez, en los meses de temporada alta (Vice-ministerio de Turismo, 2001). La oficina de migración en Arroyo Concepción registra a todas las personas que ingresan a Bolivia, pero la gran mayoría pasa directo a la estación de tren o al aeropuerto, y no permanece en la zona. Hombre y Naturaleza espera recibir unos 350 turistas el año 2003. Según las estadísticas que manejan, desde 1997 hasta agosto del año 2002 (5 años y medio) han recibido unos 500 turistas. De este total, el 19,7% son bolivianos, el 12,9% españoles, el 10,2% de Estados Unidos. (Quiroga, c.p.) Por lo mencionado tenemos siete segmentos de mercado llegando actualmente a Puerto Suárez-Puerto Quijarro:

1. Turistas realizando un recorrido por Bolivia, que utilizan esta zona como puerta de entrada o salida del país, y aprovechan para realizar algún paseo por el área como parte de su itinerario

2. Eco-turistas con interés en el Pantanal: llegan con ese fin específico, y contratan sus viajes desde sus países de origen, o desde La Paz o Santa Cruz, a través de agencias de viajes

3. Turistas nacionales: en viaje de vacaciones o fin de semana 4. Estudiantes nacionales: en viaje de promoción 5. Investigadores científicos 6. Empresarios o personas con interés en las actividades de desarrollo y empresariales (gasoducto,

Puerto Aguirre, Gravetal, termoeléctrica, siderurgia, etc.) 7. Comerciantes

Análisis de la problemática actual Dentro de los principales problemas al nivel local se destacan los siguientes (a pesar de ser declarado un CDTI prioritario al nivel nacional):

No hay orden ni organización para la recepción de turistas a la entrada al país o a la llegada del tren o el avión, generando mala imagen Llegan pocos turistas a la zona. Los guías brasileños los captan en el aeropuerto o en la estación y se los llevan al Brasil Falta concientización y promoción efectiva Falta infraestructura turística apropiada No hay normas Ineficiencia en el sector gubernamental para planificar el turismo No hay trabajo conjunto entre sector gubernamental y privado No hay control de la caza y la pesca, lo que ejerce presión sobre la fauna, uno de los principales atractivos para el ecoturismo La laguna Cáceres se está secando, lo que impide la navegación todo el año No hay incentivos ni inversión Falta de productos organizados No hay recursos humanos capacitados

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El primer análisis que se puede hacer es que nunca hubo un desarrollo de turismo planificado en el Pantanal boliviano, y al parecer no se ha considerado al turismo como parte del desarrollo productivo. La poca oferta que hay, se ha desarrollado espontáneamente, producto de la demanda. También hay una problemática regional ligada a la falta de una diversidad de oferta hacia el sudeste de Santa Cruz. No se supo aprovechar el tren como medio turístico. A diferencia de Brasil, que llega con todo su potencial y toda su energía hasta la frontera, Bolivia lo hace modestamente, por lo que no se ha dado a Puerto Suárez la importancia que la geopolítica brasileña dio a Corumbá, con todo el desarrollo, social, económico y político, que ello trae aparejado.

III.4.2 Análisis del potencial turístico El PN-ANMI Otuquis y su ZEA presentan un importante potencial para el desarrollo del turismo. Aparte de los atractivos actuales y potenciales ya mencionados hay los siguientes puntos principales que favorecen su desarrollo como zona turística:

El Pantanal y todo lo que implica - ecosistema singular, rica biodiversidad, paisajes espectaculares, cultura particular compartida entre tres países. Este es el principal punto de interés, la imagen, y el gran atractivo que ofrece oportunidades únicas para el desarrollo del ecoturismo.

Interés local por el desarrollo del turismo - tanto el gobierno municipal, como buena parte de los propietarios de estancias, así como otros grupos, están interesados en invertir y desarrollar el turismo en el área.

Presencia del PN-ANMI Otuquis. La existencia de un AP, ya torna más interesante al destino y es un buen argumento de promoción.

Acceso relativamente bueno - si bien los servicios precisan mejorar, el área es accesible por diferentes vías, y está sobre el eje de transporte transoceánico.

Interés de los operadores de Santa Cruz y La Paz por ofrecer y promocionar productos en el Pantanal.

Presencia del Hotel Pantanal. Es el único hotel de su categoría en toda la región, incluyendo Corumbá.

Crecimiento al nivel internacional de la demanda por áreas naturales cada vez más prístinas.

Proyectos de desarrollo. Existen en la zona algunos proyectos, cuya necesidad, aplicabilidad y sostenibilidad son discutidas, pero que crean y crearán un movimiento económico y flujo de viajeros a la zona.

Según el documento de “Políticas para la gestión del turismo en el SNAP” (SERNAP, 2003c), refiriéndose al tipo de turismo que el SERNAP quiere ver en las APs, se indica que las mismas deben estar incorporadas al desarrollo turístico regional y local. Consideramos que, en el caso particular del PN-ANMI Otuquis, esto debe ser de esa forma necesariamente, ya que es imposible aislar al AP de lo que ocurre en los centros de distribución y en la ZEA. Por lo tanto, la estrategia abordará aspectos relacionados al ordenamiento del turismo en la ZEA y la relación de ésta con el AP. El desarrollo del turismo, en cualquier sitio, no se debe apoyar en la creación de más y nuevos productos o circuitos, sino en el buen manejo y en el ordenamiento de la actividad. El desarrollo de nuevos productos será una consecuencia lógica, producto de una mayor demanda y de un campo propicio para las inversiones, y estará a cargo de las empresas privadas. La propuesta de manejo del turismo en el PN-ANMI Otuquis señalará aquellas actividades factibles de desarrollarse de acuerdo a la vocación turística de los atractivos, pero el AP en sí no operará los productos y, por lo tanto, tampoco asumirá la comercialización y la promoción de los mismos. Es política del SERNAP que las estrategias de turismo deben estar orientadas al desarrollo de la oferta del AP, a la comercialización o el mercadeo de los productos desarrollados, y al manejo y minimización de impactos (SERNAP, 2003c). En el caso del PN-ANMI Otuquis consideramos que estos

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dos primeros aspectos deben ser dejados en manos de los sectores privados, siguiendo lineamientos claros emanados de la autoridad del AP. Por lo tanto, el programa propuesto en el anexo 8 se enfocará en dar los criterios para el desarrollo de una actividad turística ordenada y sostenible, en capacitar y concienciar, en fortalecer a las entidades encargadas de normar y controlar, y en sugerir los tipos de actividades turísticas factibles de desarrollarse. En base a este concepto se considera que las prioridades de acción para el desarrollo del turismo en el área son las siguientes:

Concientización: sobre la importancia del turismo y su potencial para convertirse en una alternativa económica, y dirigida al nivel gubernamental, como sectorial y social Gestión local: es necesario crear un ente municipal, descentralizado, para el manejo y normativa del turismo Capacitación: este punto toca tanto al sector gubernamental como al sector privado Fortalecimiento institucional: tanto para el ente de turismo como para aquellas agrupaciones que aglutinen a los representantes de diferentes sectores - cámaras hoteleras, asociaciones de agencias de viajes, asociaciones de guías, y otros Oferta: en un primer lugar es necesario consolidar la oferta existente, antes de desarrollar nuevos productos Promoción: acompaña a la consolidación de la oferta

En estos temas prioritarios se basará la estrategia de turismo que propone este plan (Anexo 8). III.5 Consideraciones legales para la consolidación del AP Desde el punto de vista legal se emiten las siguientes consideraciones, analizadas en mayor detalle en el anexo 9: 1. Teniendo presentes las limitaciones y restricciones propias de un AP y una categoría de manejo

específica, así como las excepciones contenidas tanto en el RGAP como en el Decreto de Creación del PN-ANMI Otuquis, existe la posibilidad legal de que al interior del AP se realicen actividades de aprovechamiento de recursos no renovables, vale decir recursos mineros y de hidrocarburos y también obras de infraestructura. Sin embargo, es fundamental enfatizar que dichas actividades y obras se deben realizar en función exclusivamente a la zonificación del AP. En este sentido, es necesario establecer cuáles serían esas zonas que, sin afectar los objetivos de creación del AP, puedan ser susceptibles del desarrollo de estas actividades. Al mismo tiempo, es fundamental que, en función a las potencialidades del AP, donde haya conflicto entre propuestas de construcción de infraestructura y el desarrollo de otras actividades como el turismo u otras de mayor compatibilidad con la gestión del AP, se considere prioritarias estas últimas.

2. Por otro lado, debe considerarse dos aspectos con relación a las zonas de uso especial: Según las normas ambientales vigentes, si una actividad, obra o proyecto pone en riesgo de ser destruida a un AP no debe otorgársele la Licencia Ambiental. El RGAP dispone que si la realización de una de estas obras o actividades pusiera en riesgo de cambio de objetivos del AP, se requerirá de una "Ley de la República" expresa.

3. En cuanto a la tenencia de la tierra, existen diferentes normas legales en diferentes espacios temporales que establecen prohibiciones para el otorgamiento de derechos sobre la tierra:

El Decreto de Aprobación del PLUS Santa Cruz, vigente desde 1995, determina, como área de inmovilización, parte del área donde se declara Otuquis como AP. Se hace notar que en esa zona no debería haberse conferido derechos en tanto se resuelva su calidad de área inmovilizada, aclarando que con la declaratoria de Otuquis como AP en el año 1997, se prohibieron nuevas dotaciones de tierra a partir de entonces. Por otro lado, la Ley INRA, vigente desde octubre de 1996, dispone que son posesiones ilegales aquellas posteriores al 18 de octubre de 1996. Teniendo presente que la gestión del PN-ANMI Otuquis se inicia recién desde el año 2000, es difícil establecer cuales posesiones son legales o ilegales, aspecto que sin duda representa una amenaza para el

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AP dentro del proceso de saneamiento, donde es muy posible que gente asentada de manera ilegal pretenda obtener un derecho sobre la tierra.

4. En cuanto al aprovechamiento de recursos forestales y las autorizaciones de caza y pesca comercial u otros derechos sobre cualquier otra actividad que atente contra la conservación de la misma, existe una prohibición expresa bajo sanción de imponer las penalidades descritas en la Ley del Medio Ambiente. En el primer caso se aclara que no existen derechos conferidos al interior del AP, en el segundo existe demanda para desarrollar actividades de pesca comercial, lo cual no será posible en tanto subsistan las prohibiciones actuales.

5. En cualquiera de las situaciones anteriores, quienes tengan un derecho legalmente adquirido para desarrollar cualquier tipo de actividad al interior del PN-ANMI Otuquis, están sujetos a las limitaciones que conlleva estar al interior de un AP, a su categoría, zonificación y plan de manejo.

III.5.1 Principales problemas legales

1. La falta de claridad de derechos existentes y derechos potenciales sobre la propiedad de la tierra al interior del PN-ANMI Otuquis, genera una situación de inseguridad jurídica para el AP, debido a la dificultad de establecer con certeza las posesiones ilegales para evitar su titulación en el proceso de saneamiento de la tierra.

2. La presencia de concesionarios mineros dentro del AP y la posibilidad de que se licite el cerro Mutún ponen en riesgo de impactos ambientales severos al PN-ANMI Otuquis y fundamentalmente a los recursos hídricos así como a las poblaciones de fauna existentes dentro del área o en la ZEA.

3. Existencia de varios proyectos de diversa magnitud a realizarse en el corto, mediano y largo plazo, en diferentes rubros al interior del AP o en su ZEA , con impactos ambientales de diversa magnitud (vea la sección III.3.8).

III.5.2 Principales oportunidades 1. El proceso de saneamiento, de acuerdo a información oficial del INRA, será desarrollado el año 2003,

lo que constituye una posibilidad cierta para clarificar la situación legal de quienes están argumentando tener derechos al interior del AP y a la vez evitar en lo posible la titulación de asentamientos ilegales, teniendo la posibilidad de que una vez concluido el saneamiento, se proceda al desalojo correspondiente.

2. Para evitar la realización de actividades mineras dentro del AP, es fundamental considerar lo establecido en el propio Código de Minería que sujeta la realización o no de una actividad minera que cuente con concesión, a lo que establezca el Estudio de Evaluación de Impacto Ambiental.

3. El plan de manejo permitirá determinar con claridad las zonas de usos especiales dentro del AP, para guiar en lo posible el desarrollo de los diversos proyectos, en tanto éstos no pongan en riesgo al AP ni a sus objetivos de creación. Por otro lado, el Estudio de Evaluación de Impacto Ambiental, los planes correspondientes y la Licencia Ambiental son instrumentos que permitirían prevenir o controlar efectivamente los impactos derivados de una obra, actividad o proyecto.

III.5.3 Principales prioridades legales 1. Dentro del componente legal una prioridad es establecer un mecanismo directo de coordinación entre

la dirección del AP y la Dirección Departamental de Santa Cruz del INRA para efectuar el seguimiento a todas las acciones inherentes al proceso de saneamiento efectuadas por el INRA al interior del AP, con la finalidad de brindar información oportuna y evitar titulaciones indebidas y participar en cada fase del procedimiento establecido en la Ley INRA.

2. Otra prioridad es asegurar y clarificar la participación de la administración del AP en el proceso de evaluación de impacto ambiental, en la fase de prevención y control de todas las actividades, obras o proyectos a realizarse en el PN-ANMI Otuquis y si es posible en su ZEA, vale decir desde la revisión de la ficha ambiental o manifiesto ambiental, hasta el otorgamiento o rechazo de la Declaratoria de Impacto Ambiental (DIA), así como en la fase de seguimiento y monitoreo ambiental.

3. En el caso concreto de minería e hidrocarburos es fundamental establecer mecanismos de relacionamiento para que a tiempo de asignarse derechos se enmarquen en la zonificación del AP.

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IV. PROCESO DE FORMULACIÓN DE LA PROPUESTA Plan de Manejo PN-ANMI Otuquis

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IV. PROCESO DE FORMULACIÓN DE LA PROPUESTA Como se indicó en la explicación de la metodología (vea la sección I.5), el proceso de planificación fue diseñado para llegar a un momento culminante que se denominó “taller de validación y planificación”, realizado entre el 10 y 12 de diciembre de 2002 en Puerto Suárez (COBODES, 2003). En este taller participaron los investigadores que habían tomado parte en los estudios del diagnóstico, el director del AP y los guardaparques, los cuales también tomaron parte de la fase de campo del diagnóstico. Además participaron un total de 66 personas, incluyendo los concejos municipales de Puerto Suárez y Puerto Quijarro, representantes de las asociaciones productivas, presidentes de las OTBs y otras autoridades de la mayoría de las comunidades en la ZEA del PN-ANMI Otuquis. En esta reunión se evaluó la información del diagnóstico y se tomó una serie de decisiones en base a la misma. Estas decisiones formaron la base de la propuesta de manejo preparada por los planificadores, la cual se discutió en Puerto Quijarro el día 25 de febrero del 2003, en el “taller de presentación y ajustes”. En general participaron en este taller los mismos actores que en el taller anterior, aunque los asistentes llegaron a 81. Las secciones a continuación son un resultado del taller de validación y planificación, pero llevan las correcciones y sugerencias del último taller. IV.1 Validación del diagnóstico La primera parte del taller de validación y planificación fue la presentación de los estudios por los diferentes consultores encargados (COBODES, 2003). Los informes completos se hallan adjuntos a este plan de manejo como anexos. Como los estudios eran relativamente pocos y habían sido priorizados por su importancia para la zona, hubo mucha discusión sobre cada uno, pero con atención particular a los temas de caza, pesca, ganadería, turismo y el polo de desarrollo. IV.2 Análisis de la oferta del área Siguiendo la metodología propuesta en la Guía de Elaboración de Planes de Manejo (MAPZA/SERNAP, 2002) se procedió a la elaboración de un mapa de oferta que posteriormente se llamó el valor conservativo para el AP (Mapa 11) (Lilienfeld, c.p.). Esto consiste en mapear todos los factores que justifican la creación de un AP. Por ejemplo, se mapearon los sitios turísticos potenciales, las zonas turísticas potenciales, y las zonas de alto valor biológico-ecológico. Se mapearon lagunas o curiches que nunca se secan por su valor en época seca. También se mapearon aquellas alturas que nunca se inundan, en este caso la meseta de Abayoy, las serranías o colinas y el “dique” que sólo se inunda algunos años. De las unidades grandes lo que más interesa son los ecotonos, o las transiciones más importantes hacia los bañados. Finalmente se indicaron a grandes rasgos las zonas en buen estado de conservación o poco intervenidas. Este mapa, que se armó en plenaria a través de mapeo computarizado proyectado en pantalla, a pesar de problemas técnicos permitió apreciar los siguientes patrones:

• Primero, prácticamente todo el AP ofrece algún aspecto que es importante proteger. • Segundo, los sectores de humedales ofrecen múltiples aspectos a proteger no sólo por los

servicios múltiples atribuibles a humedales, sino que en buena medida coinciden con las zonas de potencial turístico, dentro del contexto del PN-ANMI Otuquis.

• Tercero, que en buena medida el Pantanal no coincide con las zonas poco intervenidas. En otras palabras, los pantanos son accesibles en época de lluvia por agua, y susceptibles a incendios en época seca.

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Mapa 11. Valor Conservativo

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Mapa 12 limitantes y amenazas

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IV.3 Análisis de las amenazas y los limitantes del área Luego se prosiguió a elaborar un mapa de los limitantes que podrían existir al querer proteger el valor conservativo del PN-ANMI Otuquis (Mapa 12). En este mapa se incluyeron los factores listados a continuación: las áreas susceptibles al polo de desarrollo, las zonas aguas abajo en relación a la carretera y por ende susceptibles a impactos de la misma, las áreas de potencial conflicto de tenencia de la tierra, las rutas de cacería, las rutas de pesca comercial, las concesiones mineras y las manchas urbanas. Finalmente se incluyó las áreas más intervenidas por el hombre y más susceptibles a incendios. En este mapa se notan claramente los siguientes patrones principales:

• Primero, en el sector centro y oeste del PN-ANMI Otuquis no existen conflictos con el uso actual del área.

• En el sector a lo largo del antiguo camino y terraplén a Puerto Busch, existen múltiples limitantes; es susceptible al polo de desarrollo, hay caza, hay pesca, es un área intervenida y tiene conflicto potencial de tenencia de la tierra.

• En el sector de río Pimiento también existen múltiples limitantes a la protección de los recursos, es susceptible a los impactos del polo de desarrollo, hay pesca, hay zonas intervenidas y susceptibles a incendios.

• En el ANMI hay múltiples limitantes desde concesiones mineras, posible conflicto por tenencia de la tierra, caza, pesca y es susceptible a la construcción de la carretera.

• Los bañados de Otuquis en general, por estar río abajo, son susceptibles a un impacto negativo de la carretera si no se toman las medidas de protección necesarias.

En el cuadro 20 se comparan en un solo esquema las amenazas y los limitantes principales para el AP. Se tomaron en cuenta tres variables:

1. La probabilidad de que el impacto ocurra a corto y mediano plazo (el valor de 1 quiere decir que es muy probable y tres poco probable).

2. La posible magnitud del impacto si se llega a efectuar (el valor de 1 indica que tendría un impacto grande y un tres un impacto relativamente menor).

3. La dificultad de mitigar el impacto (el valor de 1 significa que es difícil de mitigar, y 3 indica que es relativamente más fácil de mitigar).

Es así que los incendios son de alta prioridad porque son muy probables, tienen un gran impacto y son difíciles de contrarrestar una vez que hayan iniciado. En contraste, la termoeléctrica Bolivia y línea de transmisión es de baja prioridad porque no es muy probable a corto y mediano plazo, el impacto debería ser bajo si se hace un buen estudio y seguimiento ambiental, y es relativamente fácil de mitigar porque consiste en hacer cumplir las leyes a una sola empresa. Este ejercicio sugiere que hay cinco amenazas o limitantes que sobresalen, por la magnitud del posible impacto o por la dificultad de mitigar el mismo. Esto no quiere decir que se tiene en el mismo plano, por ejemplo, a los cazadores y a los pescadores, sino que se consideran a estos temas como los que ameritan más atención. Estos cinco temas son:

Incendios Ampliación urbana /deterioro de la laguna Cáceres Cacería comercial o deportiva y tráfico de mascotas La carretera transoceánica La pesca

En la última columna del cuadro 20 está la parte del marco lógico de la propuesta de manejo que adelanta la estrategia para contrarrestar cada problema. Esta lista no debería ser considerada definitiva. A través del tiempo es posible que un problema se vaya solucionando mientras que otro, improbable en este momento, se haga realidad.

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Cuadro 20. Estratificación de principales amenazas y limitantes para el PN-ANMI Otuquis

Donde Prioridad Amenaza Probabilidad Posible Magnitud

Grado de dificultad para

mitigar RP A O

1 Incendios 1 1 1 x x x 1 Ampliación urbana/

Deterioro laguna Cáceres

1 1 1 x

2 Cacería comercial/deportiva/ tráfico de mascotas

1 1 2 x x x

2 Carretera transoceánica 1 1 2 x x x 2 Pesca 1 1 2 x x x 3 Ampliación hidrovía

Paraguay-Paraná 2 1 2 x x

3 Explotación minera del cerro Mutún, vía Puerto Busch

3 1 1 x x

3 Deforestación /leña/ monocultivo

1 2 2 x x

3 Explotación minera (áridos)

1 2 2 x

3 Carretera Puerto Suárez –Puerto Busch

3 1 1 x x

3 Dragado para recuperación bahía Cáceres

3 1 1 x

3 Cerro Mutún (vía Puerto Aguirre)

2 1 2 x x

3 Ferrocarril Puerto Suárez – Puerto Busch

3 1 1 x x

3 Planta petroquímica en Puerto Busch

3 1 1 x x

3 Producción de diesel ecológico en Puerto Busch

3 1 1 x x

4 Ganadería / sobre-pastoreo

1 3 2 x x x

4 Puertos canal Tamengo 1 2 3 x 4 Planta petroquímica en

Puerto Suárez 2 2 2 x

5 Industria Cemento Camba

1 3 3 x

5 Gasoducto Bolivia-Brasil Ampliación de Loops.

1 3 3 x

5 Explotación ilegal forestal / tráfico de orquídeas, etc.

1 3 3 x x

6 Termoeléctrica San Marcos

2 3 3 x

6 Termoeléctrica Bolivia y línea de transmisión

3 3 3 x x x

RP = bloque río Pimiento. A = ANMI. O = bloque Otuquis. Nota: 1= máximo; 2= intermedio; 3= mínimo

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IV.4 Pautas para la zonificación del área Se prosiguió a la sobreposición del mapa 11 y mapa 12 para llegar a una zonificación preliminar con las siguientes conclusiones:

• Existe al oeste y centro del PN-ANMI Otuquis un área grande en buen estado de conservación, pero sin limitantes sociales a su protección. Esta zona es apta para un control estricto, o sea un área intangible donde se da la máxima protección a los ecosistemas.

• El bloque del río Pimiento necesitará de una zonificación que permite la presencia e influencia del polo de desarrollo y la presencia de ganadería y pesca.

• Similarmente el área alrededor del antiguo camino a Puerto Busch en sectores tiene presencia de ganadería y es susceptible a proyectos de desarrollo.

• Los límites del ANMI no reflejan la complejidad ecológica y social, y deberían ser modificados para tomar en cuenta propiedades saneadas y la presencia de humedales que hay que proteger.

• La distinción entre ANMI y Parque actualmente es insuficiente para el manejo del área y deberá ser reemplazada con una zonificación más completa de acuerdo al RGAP.

IV.5 Visión sinóptica del área Como parte del taller de validación y planificación, cada grupo social presentó su visión del PN-ANMI Otuquis y su ZEA para los próximos cinco años. Las diferentes versiones se juntaron en una sola versión en plenaria, y en las propias palabras de los diferentes grupos de actores locales (COBODES, 2003). Esta visión fue validada y ajustada en el último taller. Visión general de consenso para los siguientes cinco años

• Los recursos naturales y la biodiversidad mejor protegidos y valorados • El AP y su ZEA saneadas territorialmente • El AP integrada al sector productivo a través del ecoturismo, y actividades complementarias, por

ejemplo la artesanía • Conservación del medio ambiente permitiendo la actividad ganadera y pesquera mientras éstas se

ordenan y encaminan hacia un uso sostenible. • El AP socialmente aceptada: con el apoyo y la participación activa en el manejo y la gestión del

AP por parte de los actores locales • Motivo para desarrollar la identidad cultural • Conocido a nivel nacional e internacional: El AP forma parte de un manejo integral tri-nacional

del ecosistema Pantanal

Cabe resaltar que los actores locales en general tienen la preocupación de cómo el PN-ANMI Otuquis les aftectaría en su vida cotidiana. Muchas de estas dudas se despejan al explicar la zonificación con una normativa de uso de recursos adecuada a los objetivos del AP y la realidad social en la cual se encuentra. IV.6 Objetivos de gestión y lineamientos estratégicos De acuerdo a la guía del SERNAP (MAPZA/SERNAP, 2002), el objetivo final del proceso de diagnóstico es llegar a sintetizar los principales objetivos y lineamientos que formarán la base del manejo del AP a largo plazo. La propuesta de manejo con su zonificación, su marco lógico y organigrama debería ajustarse para el logro más eficiente de estos objetivos. A seguir están los objetivos de gestión y los lineamientos que serían necesario para hacer cumplir la visión consensuada del área. Estos objetivos y lineamientos fueron afinados y consensuados en el último taller de consulta amplia en la zona.

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IV. PROCESO DE FORMULACIÓN DE LA PROPUESTA Plan de Manejo PN-ANMI Otuquis

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Objetivo de gestión 1. Proteger los recursos naturales y los procesos ecológicos del AP. Lineamientos estratégicos

• Minimizar las quemas dentro del AP mediante control y vigilancia; controlar la cacería comercial; desarrollar alianzas estratégicas con los ganaderos y los municipios; y desarrollar procesos de educación ambiental.

• Controlar la cacería comercial dentro del AP mediante control y vigilancia, alianzas estratégicas con ganaderos y municipios y procesos de educación ambiental.

• Organizar la pesca en el marco de la zonificación y normativa específica mediante control y vigilancia; lograr acuerdos con las asociaciones de pescadores y municipios; y desarrollar procesos de educación ambiental.

• Desarrollar la capacidad de monitoreo para cuantificar y analizar indicadores estratégicos de flora, fauna, incendios y otros, mediante alianzas estratégicas con universidades y otras instituciones del rubro.

• Aplicar las normas de la zonificación. • Propiciar el saneamiento del AP mediante una participación y un seguimiento a los procesos de

saneamiento de la tierra, de modo que los derechos de terceros queden claramente establecidos. Objetivo de gestión 2. Minimizar el impacto del polo de desarrollo Lineamientos estratégicos

• Participar en los procesos de evaluación de impacto ambiental de actividades, obras y proyectos. Vigilar que estas actividades no atenten contra los objetivos del AP.

• Desarrollar capacidades para la evaluación de impacto ambiental en coordinación con el SERNAP, la Dirección de Impacto Ambiental y/o los municipios.

• Desarrollar la capacidad de monitoreo ambiental en base a los estudios de impacto ambiental y los compromisos de calidad ambiental a los cuales se comprometen las diferentes empresas.

• Participar en los esfuerzos para el control de la contaminación de laguna Cáceres y la reversión del deterioro de la misma.

Objetivo de gestión 3. Utilizar de manera sostenible los recursos renovables del AP, de acuerdo a su zonificación, y así contribuir a generar alternativas económicas y asegurar los objetivos de conservación del AP. Lineamientos estratégicos

• Promover el desarrollo de la oferta turística dentro del AP, respetando y valorando los recursos biológicos y los procesos ecológicos.

• Cooperar en una estrategia amplia de desarrollo del turismo a nivel regional. • Promover una ganadería más sostenible y de menor impacto, dentro de las zonas adecuadas,

respetando los procesos ecológicos naturales de los humedales. • Promover una pesca más sostenible y de menor impacto, dentro de las zonas indicadas, bajo una

normativa estricta consensuada, respetando los procesos ecológicos de los humedales.

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IV. PROCESO DE FORMULACIÓN DE LA PROPUESTA Plan de Manejo PN-ANMI Otuquis

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Objetivo de gestión 4. Desarrollar una buena relación de trabajo con los actores principales: municipios, ganaderos, pescadores y comunidades para mejorar el uso de los recursos en el AP y en su ZEA. Lineamientos estratégicos

• Promover la concertación de esfuerzos con actores locales para implementar el manejo del AP con su participación.

• Ampliar los conocimientos de los actores locales concernientes a las políticas y normas que regulan la administración de las APs, a las estrategias y actividades que se desarrollan en el área, y a sus valores ambientales e importancia para la región.

• Contribuir a la mejora de la calidad de vida de los pobladores locales del AP mediante un mejor uso de los ecosistemas locales para fines productivos sostenibles.

Objetivo de gestión 5. Ampliar el conocimiento sobre el AP mediante alianzas estratégicas con universidades y otras instituciones nacionales e internacionales. Lineamientos estratégicos

• Promover la prospección arqueológica en las zonas potenciales, sobre las culturas que habitaron la zona.

• Promover la investigación histórica y arqueológica de la Guerra del Chaco. • Elaborar inventarios de flora y fauna en las diferentes unidades ecológicas, y las transiciones

entre ellas. • Promover estudios sobre los procesos hídricos en los bañados de Otuquis y el Pantanal. • Promover el monitoreo de calidad ambiental en la laguna Cáceres junto con sus efluentes y

afluentes. • Promover el monitoreo de especies claves de fauna en los diferentes ecosistemas (terrestres,

acuáticos y transicionales).

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V. PROPUESTA DE MANEJO Plan de manejo PN-ANMI Otuquis

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V. PROPUESTA DE MANEJO Habiendo hecho el diagnóstico del área y discutido los temas principales en el taller de validación y planificación, a continuación se detalla la propuesta de manejo del PN-ANMI Otuquis. Primero se aclara cómo se organizaría el espacio, o la zonificación. Al zonificar el AP también deberá quedar clara la normativa asociada con cada zona. En segundo lugar se especifica cómo se propone organizar la administración del área, qué necesidades de infraestructura existen, y qué estrategia hay para proteger el AP. Enseguida se detalla cómo se propone poner en acción los objetivos y las actividades para trabajar hacia la visión que se identificó para el AP. En la sección, denominada “Programas de manejo” (la sección V.3), se indica hacia donde se quiere apuntar en los próximos cinco años, y cómo se piensa alcanzar estas metas. Finalmente, se identifican las necesidades de alianzas estratégicas para cumplir los objetivos. Por un lado se necesita coordinación con los municipios y la identificación de los puntos de coincidencia con los PDMs. Por otro lado hay que ver cómo coordinar con las ONGs existentes o buscar nuevos socios estratégicos para cumplir los objetivos trazados. V.1 Zonificación En primer lugar se ha querido contar con la zonificación que mejor convenga al manejo del área. Por otro lado se ha querido tener un sistema de zonificación simple, con nombres que sean fácilmente entendibles y transmisibles y con normas adecuadas a la realidad del AP. En el ejercicio de sobreponer el valor conservativo del PN-ANMI Otuquis con el mapa de amenazas se producen tres áreas predominantes:

1. El oeste del bloque Otuquis que tiene buen estado de conservación y con poca presión humana. Esta parte será destinada a un mayor grado de protección en la zona intangible y la zona de amortiguación.

2. El bloque de río Pimiento que, por un lado, representa un importante segmento del Pantanal, pero que por otro lado tiene que enfrentar los retos del polo de desarrollo de Puerto Suárez y Puerto Quijarro. Esta parte se ha dividido en una zona de protección de cuencas, una zona de uso de recursos y la laguna Cáceres se ha zonificado como una zona de uso público intensivo.

3. Todo el ANMI actual y el corredor hacia Puerto Busch ofrece mucho para proteger, pero tiene que convivir con el polo de desarrollo. Esta parte se ha dividido en una zona de uso de recursos (casi equivalente al ANMI) y una zona de protección de cuencas que incluye el triángulo de Man Césped.

V.1.1 Zona intangible Se propone una sola zona intangible (Mapa 13) o núcleo. Tiene una forma alargada en el corazón del bloque Otuquis en una de las zonas de más difícil acceso en toda Bolivia. De acuerdo al mapa de vegetación (Mapa 8), tendría áreas muy bien conservadas de la mayoría de las 13 unidades de vegetación que se hallan dentro del AP, y la diversidad de fauna que estos hábitats albergan. Permite la conectividad entre todos estos hábitat. En particular protege el ecotono entre la meseta de Abayoy y el abanico aluvial de Otuquis. Se piensa que esa transición puede ser particularmente rica en fauna. Lamentablemente la zona intangible no cuenta con sectores del Gran Pantanal y sus tipos de vegetación. Esto es porque no hay una parte del Pantanal que no haya estado sujeta a la presión humana o que no sea susceptible al polo de desarrollo, o a incendios. Con una extensión de aproximadamente 165.000 ha, ésta constituiría una de las zonas intangibles más grandes de Bolivia. Objetivos de la zona:

1. Protección estricta de 10 o más unidades de vegetación transicionales entre el Cerrado, el Chaco y el Pantanal.

2. Formar un núcleo de protección estricta de fauna desde el cual las especies pueden irradiar y repoblar otras zonas en forma permanente.

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3. Formar un corredor de protección estricta uniendo zonas bien preservadas de las tres regiones biogeográficas e importantes ecotonos.

Normas: De acuerdo al Reglamento General de Áreas Protegidas (RGAP) tendría las siguientes normas:

• Prohibido todo tipo de extracción de recursos naturales • Prohibido el turismo • Se permitiría investigación de bajo impacto, bajo un permiso especial • Prohibida la construcción de cualquier tipo de infraestructura

Prioridades:

1. Hacer recorridos por tierra y sobre-vuelos para constatar los diferentes hábitats que existen en el AP.

2. Proteger contra cualquier impacto, en particular los incendios y los impactos provenientes de la construcción de la carretera bioceánica.

3. Hacer inventarios de flora y fauna, e iniciar monitoreo de las especies claves. V.1.2 Zona de amortiguación Se propone una sola zona de amortiguación que rodea y protege la zona intangible o núcleo (Mapa 13). De acuerdo al mapa de vegetación (Mapa 8) tendría áreas muy bien conservadas de casi todas las 13 unidades de vegetación que se hallan dentro del AP, y la diversidad de fauna que estos hábitats albergan. Permite la conectividad entre todos estos hábitats. Junto con la zona intangible, asegura un eje de protección bastante estricta de 150 km en sentido SE a NO. Permite otro eje de 60 km en sentido SO a NE. Lamentablemente la zona no cuenta con sectores de inundación profunda del Gran Pantanal y dos de sus unidades de vegetación. Esto es porque no hay una parte del Pantanal que no haya estado sujeta a intervención y que no sea susceptible a incendios, y por ende no es compatible con la protección relativamente estricta de sus normas. La zona ha sido diseñada para evitar conflictos con propiedades privadas o demandas en proceso. Sin embargo, si a futuro se sanean propiedades dentro de los límites trazados, estas propiedades pasarían a ser zonas de aprovechamiento de recursos naturales. La zona de amortiguación tendría una extensión de aproximadamente 550.000 ha, o más de la mitad del AP. Junto con la zona intangible suman más de 700.000 ha de protección estricta a muy estricta. Constituiría una de las unidades de conservación más importantes del país. Objetivos de la zona:

1. Amortiguar a la zona intangible o núcleo de cualquier impacto humano. 2. Formar un núcleo grande de protección bastante estricta de fauna desde el cual las especies

pueden irradiar y repoblar otras zonas en forma permanente. 3. Extender el corredor de protección relativamente estricta uniendo zonas bien preservadas de las

tres regiones biogeográficas y su ecotonos. Normas: De acuerdo al RGAP tendría las siguientes normas:

• Prohibido todo tipo de extracción de recursos naturales • Se permite el turismo de alto nivel de cuidado ecológico • Se permite investigación científica • Se permite la construcción de infraestructura limitada para la investigación o el turismo, bajo un

permiso especial y con un estudio de impacto ambiental detallado

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Mapa 13 Zonificación

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V. PROPUESTA DE MANEJO Plan de manejo PN-ANMI Otuquis

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Prioridades: 1. Establecer campamentos de control en los principales puntos de ingreso al AP. 2. Iniciar patrullajes por tierra y aire del sector fronterizo. 3. Sanear propiedades privadas existentes, ya que no son compatibles con este tipo de zona. 4. Hacer inventarios de flora y fauna, e iniciar monitoreo de las especies clave.

V.1.3 Zona de protección de cuencas Se proponen dos zonas de protección estricta de cuencas (Mapa 13). La primera en el sector norte del bloque río Pimiento y la segunda en el sector sur del Pantanal boliviano, incluyendo el triángulo de Man Césped en el bloque Otuquis. Brindaría la protección más estricta posible al Pantanal de inundación profunda y sus alrededores. En efecto es una zona de uso restringido de recursos naturales bajo una normativa especial consensuada entre el AP y los posibles usuarios (pescadores o ganaderos). La vegetación predominante es de bajíos permanentes, palmares, sabanas estacionalmente inundadas y en el caso del bloque Otuquis algunos sectores de bosque transicional al Chaco o Cerrado. Junto con las zonas intangible y de amortiguación permite un eje de protección relativamente estricta de 204 km del AP en el sentido NO a SE. Forma un transecto, sin interrupción, que tiene áreas muy representativas de todas las unidades de vegetación, menos las del escudo chiquitano. En total las dos zonas tendrían un área de aproximadamente 123.000 ha, 105.000 ha en el bloque Otuquis y 18.000 ha en el bloque río Pimiento. Objetivos de la zona:

1. Proteger zonas representativas del Pantanal de inundación profunda con toda su fauna, flora y procesos ecológicos.

2. Asegurar un uso sostenible de los recursos pesqueros bajo normativa especial. 3. Extender el corredor de protección relativamente estricta uniendo zonas bien preservadas del

Chaco, Cerrado y bañados de Otuquis con el Pantanal. 4. Proteger zonas de transición o ecotonos del Pantanal hacia los otros tipos de vegetación.

Normas: De acuerdo al RGAP tendría las siguientes normas

• Prohibida la caza • Prohibido el uso de fuego en época seca • Se permite la pesca bajo normativa especial consensuada: vedas, límites de tamaños para

diferentes especies, entre otras (tendría que ser avalado por un nuevo Decreto Supremo) • Se permite el turismo bajo la normativa del SERNAP • Se permite la investigación científica • Se permite la construcción de infraestructura limitada para la investigación o el turismo, bajo un

permiso especial y un estudio de impacto ambiental semi-detallado Prioridades:

1. Establecer campamentos de control en los principales puntos de ingreso al AP. 2. Iniciar patrullajes por tierra y agua. 3. Establecer una normativa especial consensuada tanto para ganaderos como para pescadores. 4. Sanear las propiedades privadas existentes. 5. Hacer inventarios de flora y fauna, e iniciar monitoreo de las especies clave. 6. Vigilar planes para el polo de desarrollo.

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V.1.4 Zona de uso público intensivo Esta zona corresponde a la zona de uso intensivo no extractivo del RGAP. Se propone una sola zona de uso público intensivo correspondiente a la laguna Cáceres en el bloque río Pimiento (Mapa 13). De acuerdo al Decreto de Creación, la mayor parte de la laguna está dentro de los límites del AP. Debido a su fácil acceso podría convertirse en una zona de uso turístico muy intensivo si se llegara a atraer visitantes brasileños, que es uno de los objetivos de la inversión en el muelle turístico de Puerto Suárez. Sin embargo, es una zona muy compleja para manejar por las siguientes razones, entre otras:

• La laguna Cáceres se encuentra en dos municipios con un límite disputadísimo. • La laguna está muy cerca de Brasil y en la práctica son aguas internacionales ya que la banda

norte es inhabitada y llega a inundarse completamente, formando un solo espejo de agua entrando a Brasil. En ese sentido las Fuerzas Armadas tienen alguna tuición.

• Existe además contaminación en sus barrancos por las poblaciones y la zona franca. • Durante los últimos tiempos ha habido un uso intensivo por parte de los pescadores. • Hay un proceso de sedimentación y de disminución del caudal que es causa de acusaciones hacia

el Brasil y hacia el dragado del canal Tamengo. • Finalmente es, junto con el canal Tamengo, la fuente de agua potable para casi toda la población

de la zona, incluyendo Corumbá. El reto entonces es cómo proteger y aprovechar los procesos naturales de la laguna y satisfacer todas las demandas que tiene. Objetivos de la zona:

1. Proteger la laguna Cáceres como ejemplo del Pantanal con toda su fauna, flora y procesos ecológicos.

2. Asegurar un uso sostenible de los recursos pesqueros bajo normativa especial. 3. Facilitar la recreación y la educación ambiental en armonía con el medio natural. 4. Dar un marco legal a un manejo interinstitucional y consensuado de la laguna y sus alrededores.

Normas: De acuerdo al RGAP esta zona tendría prohibido cualquier extracción de recursos naturales. En el caso de la pesca no es factible una prohibición total. Entonces la propuesta de normas sería:

• Prohibida la caza • Prohibido el uso de fuego en época seca en los alrededores • Se permite la pesca bajo normativa especial consensuada: vedas, límites de tamaños para

diferentes especies, entre otras (tendría que ser confirmado por un nuevo Decreto Supremo) • Se permite el turismo bajo la normativa del SERNAP y la normativa especial de deportes acuáticos • Se permite la investigación científica • Se permite la construcción de infraestructura limitada para la investigación o el turismo, bajo un

permiso especial y un estudio de impacto ambiental semi-detallado. • Prohibido verter desechos urbanos o industriales sin un tratamiento adecuado

Prioridades:

1. Establecer un comité interinstitucional para el manejo de la zona. 2. Iniciar patrullajes por tierra y agua. 3. Establecer una normativa especial consensuada tanto para ganaderos como para pescadores. 4. Iniciar monitoreo de las especies claves, la calidad de agua y los procesos de sedimentación. 5. Vigilar planes para el polo de desarrollo. 6. Acordar una agenda de investigación y buscar socios estratégicos para implementarla. 7. Campaña de educación ambiental.

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V.1.5 Zona de aprovechamiento de recursos naturales Se proponen tres de estas zonas (Mapa 13). La primera corresponde en general con el ANMI de acuerdo al Decreto de Creación, pero con límites modificados de acuerdo a información actualizada de distribución de humedales y de propiedades privadas. La segunda zona corresponde con la parte sur del bloque de río Pimiento donde hay presencia de propiedades ganaderas y existe la pesca comercial. Finalmente se propone un área sobre la frontera con Paraguay, donde se ha detectado actividad ganadera y propiedades privadas en proceso de saneamiento. Los límites finales se adecuarían al saneamiento de las propiedades, llegando a colindar con las mismas. A la conclusión del saneamiento, en caso de que ninguna propiedad consolide su derecho propietario sobre la tierra, esta zona deberá convertirse en zona de amortiguación y sujetarse a la normativa específica. Como ha mostrado el análisis de valor conservativo, el ANMI actual tiene muchos valores naturales y culturales, pero por la presencia de propiedades privadas el manejo tiene que ser muy imaginativo. En términos de vegetación el ANMI tiene áreas de todas las unidades menos el Abayoy y sus transiciones. Una buena parte de estas zonas de aprovechamiento de recursos naturales está sobre el margen del Pantanal o incluye las partes de mayor inundación de los bañados de Otuquis. En ese sentido las zonas estarían sobre hábitats prioritarios para este AP, a pesar de su zonificación que permite un uso de recursos naturales. De acuerdo al RGAP en esta zona se permite la agricultura, la ganadería y la pesca, de acuerdo a las leyes nacionales. Sin embargo, por ser AP se hará un seguimiento especial por parte de la administración del PN-ANMI Otuquis. Se anticipa una normativa especial consensuada por un lado con los ganaderos y por otro lado con los pescadores. Objetivos de la zona:

1. Amortiguar las zonas de protección estricta con zonas de aprovechamiento de recursos donde se respetan las normas básicas de un manejo sostenible.

2. Proteger paisajes naturales. 3. Proteger los hábitats críticos y ampliar el área bajo manejo integral sostenible. 4. Facilitar la recreación y la educación ambiental en armonía con el medio natural. 5. Dar un marco legal a un manejo interinstitucional y consensuado de la laguna Cáceres y sus

alrededores. Normas:

• Prohibida la caza comercial • Prohibido el uso de fuego en períodos críticos • Se permite la ganadería dentro de las leyes nacionales vigentes y una normativa especial

consensuada, especialmente sobre el tema de las quemas • Se permite la pesca bajo una normativa especial consensuada: vedas, límites de tamaños para

diferentes especies, entre otras • Se permite el turismo bajo la normativa del SERNAP y la normativa especial de deportes acuáticos • Se permite la investigación científica • Se permite la construcción de infraestructura limitada para la investigación o el turismo, bajo un

permiso especial y un estudio de impacto ambiental semi-detallado Prioridades:

1. Establecer un comité interinstitucional para el manejo de la zona. 2. Iniciar patrullajes por tierra y agua. 3. Establecer una normativa especial consensuada tanto para ganaderos como para pescadores. 4. Iniciar monitoreo de las especies claves, la calidad de agua y los procesos de sedimentación. 5. Vigilar planes para el polo de desarrollo. 6. Campaña de educación ambiental.

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V.1.6 Zona de uso especial De acuerdo al RGAP “son zonas en las cuales se encuentra infraes ructura para la protección y administración del área, servicios y obras públicas (tendido eléctrico, presas, oleoductos, carreteras principales, e c.) que no concuerdan con los objetivos del AP siendo insustituibles para su función de utilidad pública, no existiendo otra alternativa para su ubicación o reubicación, debiendo cumplir la normatividad vigente sobre impactos ambientales.”

En este momento no existen zonas de uso especial en la propuesta de zonificación para el PN-ANMI Otuquis. Sin embargo, es relevante contemplar su posible existencia a futuro en vista del polo de desarrollo y en particular el aprovechamiento del cerro Mutún y el desarrollo de Puerto Busch. Es decir, si a futuro, y después de un estudio de impacto ambiental detallado, se determina que por interés público se deberá hacer alguna infraestructura, se re-categorizaría las zonas inmediatas a las obras como zonas de uso especial. La normativa también sería especial en vista de las necesidades específicas de la infraestructura y del ecosistema donde se encuentra. En el caso de Puerto Busch, por ejemplo, en ciertas épocas se encuentra bajo 5 m de agua. Obviamente cualquier infraestructura tendría que tener normativa muy especial bajo estas circunstancias. V1.7 Propuestas de ampliación del AP En el taller de validación y planificación se propusieron dos ampliaciones a los límites actuales del AP (COBODES, 2003). Estas propuestas figuran esquemáticamente el la propuesta de zonificación (Mapa 13). En el último taller salió otra propuesta de ampliar el AP para que incluya los barrancos al sur de la laguna Cáceres (es decir Puerto Suárez y zonas militares).

1. Ampliación del bloque río Pimiento. Cuando los límites fueron trazados tanto en la RIN del PLUS como en el Decreto de Creación, siguieron muy de cerca los límites de inundación del Pantanal. O sea que la llanura de inundación quedó protegida, pero no así la tierra firme en los alrededores. Se propone extender los límites por lo menos unos 5 km, para proteger los hábitats de transición del Pantanal al Bosque Chiquitano. Sería una zona de aprovechamiento de recursos naturales, o sea tendría una normativa menos estricta permitiendo la ganadería y la pesca bajo normativas especiales.

2. Ampliación de protección de los bañados de Otuquis. Infelizmente, al analizar las imágenes de satélite queda claro que al trazar los límites de la RIN y posteriormente del AP, se dejó afuera casi la mitad de la llanura de inundación principal de dichos bañados (Mapa 13). Se propone extender el AP en este sentido, para proteger este sector y llegar a tocar, idealmente, la reserva municipal de Tucavaca (Mapa 3) y así proteger todo el curso de este río que es tan importante en la región. Sería una zona de Aprovechamiento de recursos naturales, permitiendo la ganadería, la agricultura y la pesca, pero dando una protección especial al este trecho de la cuenca. El obstáculo principal es que esta zona está dentro de la jurisdicción del pueblo El Carmen Rivero Torres, que se ha mostrado estar opuesto a todo tipo de AP. Otra alternativa sería que se declare como área protegida municipal, bajo jurisdicción municipal, pero con manejo coordinado con el PN-ANMI Otuquis.

3. Ampliación del bloque río Pimiento para incluir el barranco sur de la laguna Cáceres. En la actualidad los límites pasan por la mitad de la laguna. Esta propuesta tiene muchos méritos, pero como salió al final del taller y no ha sido consensuada, no la incluimos oficialmente. Al ampliar hacia el barranco sur, se contempla situaciones de negociación y consenso con los municipios de Puerto Suárez y Puerto Quijarro, instalaciones militares y propiedades privadas. Consideramos que sería uno de los primeros temas que se propone en un comité interinstitucional sobre la laguna Cáceres y el canal Tamengo.

Obviamente, cualquier modificación a los límites requeriría de un nuevo Decreto Supremo.

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V1.8 Propuesta de recategorización del PN y ANMI En el proceso de planificación se ha detectado confusión a todo nivel sobre la categorización como PN y ANMI. De acuerdo al RGAP, un PN puede tener zonas de aprovechamiento de recursos naturales, mientras que un ANMI puede tener zonas de protección estricta. Para aclarar esta situación se propuso en el ultimo taller tres alternativas:

1. Recategorizar todo el AP como PN, dejando claro que la zonificación reconoce la existencia de grandes áreas donde se permite el aprovechamiento de recursos naturales como si fuera un ANMI.

2. Recategorizar todo el AP como ANMI, pero dejando claro que hay zonas de protección estricta.

3. Adecuar los límites del ANMI para que se sobrepongan a los límites de la zona de aprovechamiento de recursos naturales. Así se llamaría PN a las zonas de mayor protección, y ANMI a las zonas donde hay propiedades privadas y uso de recursos naturales.

El consenso en el taller era por la opción número 3. Se explicó que normalmente una zonificación sólo se aprueba a nivel de resolución ministerial. Pero que haya modificación legal de límites entre PN y ANMI se precisa de un nuevo Decreto Supremo. La propuesta es reunir todas las modificaciones de límites y normativas y preparar un nuevo Decreto Supremo (Anexo 2) que reemplace al existente (Anexo 1).

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VI. ACCIONES COMPLEMENTARIAS PRIORITARIAS Plan de Manejo PN-ANMI Otuquis

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VI. ACCIONES COMPLEMENTARIAS PRIORITARIAS Habiendo determinado los objetivos de gestión y los programas de manejo, es importante analizar la compatibilidad de esta propuesta de manejo con diferentes iniciativas y planes de desarrollo o conservación en la zona. VI.1 Compatibilización con los planes de desarrollo regional y municipal VI.1.1 PLUS – Santa Cruz El primer plan relevante al PN-ANMI Otuquis fue el Plan de Uso del Suelo del Departamento de Santa Cruz (UTD-PLUS, 1995). Queda claro que esta propuesta de manejo es totalmente compatible con el PLUS ya que este último declaró RINs en las zonas que posteriormente fueron decretadas como PN y ANMI. En efecto este plan de manejo está implementando en mayor detalle lo que el PLUS indicó que era necesario hacer en el área. VI.1.2 Plan de desarrollo micro-regional de la provincia Germán Busch Después que saliera el PLUS, un “plan de desarrollo micro-regional de la provincia Germán Busch” fue preparado por la Secretaría Departamental de Desarrollo Sostenible, Dirección de Planificación (SDDS, 1996). Este documento describe a la provincia como dividida en un área central (urbana) y otra periférica (vacía, o poco poblada), correspondiendo el PN-ANMI Otuquis principalmente a la segunda área. La propuesta de desarrollo del documento se basa en un análisis que identifica muchas debilidades asociadas al uso inadecuado de los recursos naturales y ambientales, pero el enfoque de la propuesta es el de lograr el beneficio económico en el mediano y largo plazo y, al parecer por ese motivo las consideraciones ambientales tienen poca especificidad en las conclusiones estratégicas. Entre los problemas de la región se mencionan la escasa población rural, la base económica terciaria en las ciudades, la vulnerabilidad productiva al clima y a los mercados, la migración, la debilidad institucional, el uso de tierra poco apta para la agropecuaria (que genera deforestación y sobre-pastoreo), la falta de caminos al sur del Tucavaca (que se dice está protegido por las inundaciones estacionales). Coincide en teoría con este plan de manejo al resaltar la deforestación y el desbosque en río Pimiento y la degradación de la laguna Cáceres, este último coincide con una de las prioridades de la presente propuesta. También hay coincidencia ya que identifica algunas potencialidades ligadas a la biodiversidad (pesca, turismo, diversidad genética, condiciones naturales para la pecuaria), pero al mismo tiempo da más énfasis en los recursos abióticos (principalmente minería). Sobre esta base, la propuesta estratégica del documento se basa en cuatro temas: la consolidación regional como nudo de transporte, la promoción de grandes proyectos de prioridad nacional (el cerro Mutún, camino a Puerto Busch, gasoducto, carretera transoceánica), el fortalecimiento de servicios a la producción para atraer inversiones extranjeras, y mejorar la formación y la calificación, sin que los temas ambientales en sí sean considerados entre los pilares del desarrollo regional. En el resto del documento se hace mención a algunas medidas generales, tales como usar los recursos naturales de acuerdo al PLUS, incluyendo constituir las áreas protegidas de la región (a la fecha aún no se había creado el PN-ANMI Otuquis). También hace hincapié a la importancia de normar el uso de los recursos naturales, ya que también antecedió la Ley Forestal, sin entrar en mayor detalle sobre como se compatibilizará estas ideas con otras iniciativas de orden económico y productivo. Aunque se menciona la necesidad de hacer estudios de impacto ambiental, no hay comentarios ni discusión sobre si los cuatro temas considerados estratégicos para el desarrollo pueden afectar negativamente lo que en el diagnóstico fue descrito como parte de las potencialidades (biodiversidad y otros recursos paisajísticos y abióticos). En conclusión este plan micro-regional ha quedado un poco desactualizado, sin embargo, en teoría es compatible con este plan de manejo ya que recomienda la constitución del PN-ANMI Otuquis. Antecedió además a los planes de desarrollo municipales (PDMs), que por el concepto de subsidiariedad tendrían mayor validez que un plan micro-regional.

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VI.1.3 Planes de desarrollo municipal Los planes de desarrollo municipal (PDMs) de Puerto Suárez y Puerto Quijarro, son en general muy similares (GMPS/FCBC/MMGCH, 2000; GMPQ/FCBC/MMGCH, 2000). Coinciden, por ejemplo, en que no es evidente de qué forma – más allá de lo declarativo – las políticas, las estrategias y los programas municipales pretenden encarar la necesidad de implementar medidas orientadas a asegurar la sostenibilidad del uso de los recursos naturales. En efecto, ambos planes se acogen a las propuestas del plan de desarrollo departamental (PDD), de acuerdo al cual uno de los pilares del desarrollo es la gestión ambiental, entendida como “el manejo equilibrado de los recursos naturales, el cuidado, recuperación y preservación del medio ambiente y la biodiversidad y el ordenamiento territorial y de su ocupación, en función las vocaciones de cada zona con énfasis en el eje de desarrollo y sus áreas de influencia”. Coinciden también en que los grandes proyectos e inversiones en infraestructura, generación de energía, expansión del desarrollo industrial y de actividades de uso de recursos (tierra, recursos forestales, recursos mineros y gas natural) ocupan un lugar preponderante en las propuestas de gestión, en comparación a las inversiones en temas medioambientales. Esto se refleja en los porcentajes presupuestarios asignados a los programas de manejo de recursos naturales y medio ambiente que existen en ambos municipios: 16,5% en Puerto Suárez y 10,9% en Puerto Quijarro, con la salvedad de que en ambos casos se señala que “los recursos Municipales (Recursos propios y coparticipación tributaria), serán destinados principalmente a cubrir las demandas prioritarias en los programas Desarrollo Humano, Desarrollo Económico y Desarrollo Institucional Municipal; no obstante, se gestionará financiamien o interno y externo para avanzar con el programa de Recursos Naturales y Medio Ambiente”, lo cual significa que tales porcentajes no sólo son reducidos, sino que no son parte de la planificación de recursos verdaderamente existentes en los municipios. Esta situación obedece, sin duda, a la vocación declarada para cada municipio: en el caso de Puerto Suárez, la actividad agroforestal y turística, y en el de Puerto Quijarro las actividades agroforestal, comercial, turística e industrial. Aunque en el momento de elaborarse ambos PDMs el PN-ANMI Otuquis ya se había creado, la planificación estratégica no hace siquiera alusión a su existencia, y la única mención de áreas protegidas (en los sub-programas de manejo de parques y áreas protegidas dentro de los programas de recursos naturales y medio ambiente) se refiere a acciones para “facilitar la construcción de áreas públicas de esparcimiento, plazas, parques, áreas verdes, polideportivos y zonas recreativas”. Se puede decir en conclusión que, si bien las preocupaciones ambientales (en particular por algunos temas como el deterioro de la laguna Cáceres, incendios, cacería comercial y erosión) se encuentran reflejadas en los diagnósticos municipales y en sus análisis FODA, así como son mencionadas en relación a programas de desarrollo económico (cuando se declara que se evitará impactos o se buscará sostenibilidad), se trataría más de una actitud declarativa de preocupación por el tema (tal vez debido a su actual vigencia a nivel internacional), pues no se asignan fondos ni se establecen programas claros para asegurar que estos temas son atendidos. Hay que reconocer al mismo tiempo que hasta hace poco la implementación del PN-ANMI Otuquis también se limitaba a una actitud declarativa por parte del gobierno y que el proceso de compatibilizar los planes será iterativo, es decir paso a paso. La implementación del AP y el presente plan de manejo representa el primer paso concreto. El próximo pasó será la inserción del AP y sus prioridades en los PDMs respectivos. Luego un próximo paso será la participación de los municipios respectivos en la evaluación y ajuste al presente plan de manejo. De esta forma se podría llegar tener una compatibilidad y una coincidencia.

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VI.1.4 Plan de Ordenamiento Territorial de Puerto Suárez Lamentablemente ha existido una coincidencia temporal total del trabajo para este plan de manejo con los trabajos para el plan de ordenamiento territorial (PLOT) de Puerto Suárez, a cargo de la Consultora Galindo. En base a conversaciones informales con personal de la consultora se sabe que ellos estarían limitando la parte propositiva del PLOT al sector del municipio que queda fuera del AP. Sin embargo, se sabe que entre las propuestas que tienen está el turismo, entonces se ha intentado coordinar sobre este tema para que haya cierta coincidencia en las propuestas. Idealmente hubiera sido bueno ya contar con el PLOT antes de hacer el plan para el AP, para tenerlo en cuenta, en particular para la ZEA. Está claro que en el futuro el PDM de Puerto Suárez tendrá que tomar en cuenta el PLOT además de tomar en cuenta este plan de manejo. Futuros ajustes de este plan, a su vez, deberían tomar en cuenta el PDM y el PLOT cuando esté listo. VI.2 Compatibilidad con otras iniciativas relevantes VI.2.1 Programas de la carretera bioceánica Como resultado del proceso de evaluación ambiental estratégico del corredor Santa Cruz-Puerto Suárez se llegó a identificar un sin número de acciones a tomar para mitigar los impactos socio-ambientales de construir la carretera (Consorcio Prime Engenharia, et. al, 2000). Como ya se ha mencionado, parte del plan de acción propuesto era la consolidación del PN-ANMI Otuquis y la elaboración de este plan de manejo. Al mismo tiempo se identifican muchas otras acciones que podrían ser muy útiles en el momento de consolidar el AP, por ejemplo saneamiento legal de la tierra, ordenamiento territorial en los municipios, actividades de incentivos para el desarrollo sostenible y el aprovechamiento forestal sostenible, entre muchas otras. La probabilidad de que todas las acciones identificadas se lleven a cabo es cero, ya que el costo total estimado para todas las acciones es astronómico. Por ejemplo, sólo para el manejo de APs en la zona estiman un monto de más de 5 millones de dólares por año. Para la educación ambiental en la zona estiman un costo de 500.000 dólares por año. Sin embargo, es importante para el manejo del AP estar al tanto de que acciones se llegan a financiar ya que el documento sirve como un plan de desarrollo sostenible para toda la zona poblada, y muchas de las acciones llegarían a ser beneficiosas para el AP. Por ejemplo, sugiere la creación de un fondo regional para la conservación que en teoría serviría para ayudar a solventar los costos de administrar el AP. VI.2.2 Desarrollo de alianza estratégicas interinstitucionales Desde hecho el PN-ANMI Otuquis es parte del SNAP que a mediano plazo asegura un apoyo financiero y técnico para las actividades centrales de control y vigilancia, planificación, seguimiento, evaluación, capacitación y asesoría jurídica. Algunas APs del SNAP también reciben apoyo financiero para otras actividades como ser el manejo de recursos naturales, el apoyo a las comunidades, el turismo, entre otras. Sin embargo, la experiencia en otras partes del país muestra que para asegurar la sostenibilidad de un AP es fundamental construir y mantener alianzas estratégicas para encarar temas especiales del AP (Robison et al., 2000). Para poder ejecutar la propuesta de los programas y subprogramas en la sección anterior queda evidente que habría que fomentar las siguientes alianzas estratégicas entre otras. VI.2.2.1 Laguna Cáceres Como fue evidente en el diagnóstico, la laguna Cáceres es uno de los temas prioritarios por el deterioro de su estado de conservación y por las múltiples demandas por sus recursos: agua potable, navegación, turismo, etc. Por otro lado, es un tema complicado institucionalmente ya que es compartido por dos municipios, tiene presente dos ramas de las Fuerzas Armadas, y diferentes sectores privados con intereses como los pescadores, los ganaderos y potenciales operadores de turismo. Queda evidente que para seguir adelante se tendrá que organizar una especie de comité interinstitucional para primero instituir un programa de monitoreo de las condiciones en la laguna y luego un plan de acción para mitigar los impactos actuales.

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VI.2.2.2 Ganaderos y pescadores Queda evidente en el diagnóstico y la propuesta de manejo que para tener éxito en los principales temas de manejo de recursos naturales será necesario construir por lo menos dos tipos de alianzas estratégicas. Como se ha mencionado dentro del ANMI y en buena parte de la ZEA habitada, el uso principal de la tierra es la ganadería. Será imprescindible desarrollar una alianza estratégica con los ganaderos para poder llegar a reducir la incidencia de cazadores comerciales o deportivos, que a la vez son un foco importante de incendios y que también provocan perjuicios a los ganaderos. A mediano plazo sería ideal comenzar a incidir sobre el manejo de ganado para encaminarlo hacia un uso más óptimo del ecosistema del Pantanal. En forma similar será necesario desarrollar una alianza estratégica con las asociaciones de pescadores. Será la única forma de lograr un uso sostenible del recurso pesquero, siempre que el Decreto Supremo sea cambiado para respaldarlo legalmente. Si se mantiene una buena relación de trabajo con estos sectores se multiplicará el número de personas que se desplazan en la zona velando por el buen uso de los recursos del AP y su ZEA. VI.2.2.3 Organizaciones de investigación y conservación Como se ha mencionado el SNAP garantiza el funcionamiento básico del AP. Sin embargo, la experiencia muestra que es importante desarrollar actividades más amplias entre ellas estrategias y campañas de educación ambiental, investigación y monitoreo ambiental. Se ha mencionado ya el aporte hasta la fecha de las instituciones de WWF y Hombre y Naturaleza. Sería importante consolidar estas relaciones a mediano y largo plazo. Se ha intentado incorporar a estas organizaciones en el proceso de planificación y sería importante que participen en la evaluación y los ajustes del plan de manejo a futuro. Sería importante también que estas instituciones formalmente tomen en cuenta este plan en sus futuros proyectos. Finalmente sería importante tratar de buscar relaciones con otras instituciones y universidades. VI.2.2.4 Instituciones brasileñas y paraguayas La situación que presentan los dos países vecinos es bastante diferente. Aparentemente no existirían muchas amenazas directas del lado brasileño hacia el AP. Tanto en el bloque Otuquis como en el bloque río Pimiento, la frontera cruza en zonas del Pantanal aisladas y de difícil acceso. Al mismo tiempo son relativamente más fáciles para patrullar desde los puestos de control propuestos para el AP. En contraste la frontera con Paraguay está bastante expuesta y al mismo tiempo es de más difícil acceso desde Bolivia para las labores de control y vigilancia. Institucionalmente también son muy diferentes ya que en Corumbá, Brasil tiene el Centro de Investigación del Pantanal de EMBRAPA con un grupo humano grande y bien capacitado trabajando en los temas de biodiversidad, impacto ambiental, y uso sostenible de los recursos naturales renovables, en particular la pesca y la ganadería. Brasil a pesar de no contar con APs grandes también tiene desarrollado una fiscalización y un control sobre el uso de los recursos naturales por parte de IBAMA. Resulta importante hacer contactos tanto con EMBRAPA e IBAMA como con grupos ambientalistas de Mato Grosso do Sul y de desarrollar alianzas estratégicas con ellos. En contraste el sector paraguayo no cuenta con centros poblados cercanos y la impresión es que el cuerpo científico presente es reducido. Sin embargo, hay que procurar hacer contacto con organizaciones paraguayas para coordinar inicialmente esfuerzos de control y vigilancia, y posteriormente esfuerzos de investigación. Para la frontera con Paraguay también resulta fundamental desarrollar una alianza estratégica con las Fuerzas Armadas de Bolivia que también tienen la responsabilidad de proteger este límite.

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VII. SEGUIMIENTO Y EVALUACIÓN DEL PLAN Plan de Manejo PN-ANMI Otuquis

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VII. SEGUIMIENTO Y EVALUACIÓN DEL PLAN De acuerdo a la Guía de Planes de Manejo, el proceso de planificación hasta llegar a identificar los objetivos de gestión, lineamientos estratégicos y la zonificación preliminar se denomina el plan estratégico de gestión (MAPZA/SERNAP, 2002). Una vez que esté elaborado se hace una formulación inicial de programas y subprogramas y con este elemento ya se denomina el plan de manejo. Luego comienza un proceso iterativo de adecuación y ajustes a este programa de acuerdo a los siguientes cinco pasos.

1. Formulación inicial de programas 2. Implementación de los programas (gestión del área)

a. Gestión AP y ZEA y proyectos b. Investigación, ampliación de diagnósticos, sub-zonificación c. Monitoreo y evaluación de los programas

3. Adecuación de los programas 4. Implementación de los programas 5. Adecuación de los programas

Está claro desde luego, que el plan de manejo está sujeto a modificaciones ya que los pasos 3 y 5 se repiten. Idealmente este plan de manejo se comenzaría a ejecutar inmediatamente. De acuerdo a los procedimientos del SERNAP, generalmente se elabora una propuesta de Plan Operativo Anual (POA) en octubre para el año siguiente. Entonces idealmente antes de elaborar el POA de 2004 se debería analizar el POA, analizar este plan de manejo, luego elaborar el POA y finalmente hacer los ajustes necesarios a los programas y sub-programas del plan de manejo. Idealmente para ese entonces ya se habría constituido el Comité de Gestión y esta evaluación se haría en conjunto con este órgano cada año.