Humil Dad

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Ermanno Ancilli, Diccionario e s p i r i t u al i d a d, Tomo II, Editorial Herder HUMILDAD - Virtud moral que frena al alma para que no tienda con movimiento inmoderado a lo que está por encima de ella (ST II-II, 161,1); o más ampliamente: la virtud que frena el deseo desordenado de la propia grandeza y conduce al hombre al amor de su propia realidad conocida a la luz de una verdad sincera. En la Tradición: Para la espiritualidad franciscana baste recordar el canto de la perfecta alegría de san Francisco (Florecillas, c. 8). Más tarde, san Ignacio, al final de la segunda semana de los ejercicios (n. 165- 168) sugiere tres grados de h.: 1) el primero es un grado esencial para salvarse: es el que somete al alma a la ley de Dios, cuando obliga bajo pena de pecado mortal; 2) el segundo grado, más perfecto, crea en el alma una completa indiferencia de voluntad y de afecto entre las riquezas y la pobreza, los honores y el desprecio, vida larga o vida breve, con tal que Dios sea igualmente glorificado. Por ningún motivo cometer un solo pecado venial; 3) el tercer grado exige todavía más: para imitar a Jesús, prefiere como él la pobreza a las

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Ermanno Ancilli, Diccionario e s p i r i t u al i d a d, Tomo II, Editorial HerderHUMILDAD - Virtud moral que frena al alma para que no tienda con movimiento inmoderado a lo que est por encima de ella (ST II-II, 161,1); o ms ampliamente: la virtud que frena el deseo desordenado de la propia grandeza y conduce al hombre al amor de su propia realidad conocida a la luz de una verdad sincera.

En la Tradicin: Para la espiritualidad franciscana baste recordar el canto de la perfecta alegra de san Francisco (Florecillas, c. 8).

Ms tarde, san Ignacio, al final de la segunda semana de los ejercicios (n. 165-168) sugiere tres grados de h.: 1) el primero es un grado esencial para salvarse: es el que somete al alma a la ley de Dios, cuando obliga bajo pena de pecado mortal; 2) el segundo grado, ms perfecto, crea en el alma una completa indiferencia de voluntad y de afecto entre las riquezas y la pobreza, los honores y el desprecio, vida larga o vida breve, con tal que Dios sea igualmente glorificado. Por ningn motivo cometer un solo pecado venial; 3) el tercer grado exige todava ms: para imitar a Jess, prefiere como l la pobreza a las riquezas, el desprecio a los honores y el deseo de ser estimado por vano y loco por Cristo, que primero fue tenido por tal, que por sabio ni prudente en este mundo.

Bibliografa. - K. Thieme, Die christliche Demut, vol. I, Giessen 1906; V. Cathrein, Die christliche Demut, Friburgo 1920; B. DOLHAGARY, Humilit, en DTC VII, 1 (1922) 321-329; Th. Deman, Orgeuil, en DTC XI, 2 (1932) 1410-1434; H. Birkeland, niy und nw in den Psalmen, Oslo 1933; G. B-