Humanismo y tecnología en los cuidados de enfermería desde la perspectiva docente

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Humanismo y tecnología en los cuidados de enfermería desde la perspectiva docente BIBIANA ESCUREDO RODRÍGUEZ Diplomada en Enfermería. Licenciada en Antropología Social y Cultural. Máster en Enfermería de Salud Pública y Comunitaria. Responsable del área docente de Enfermería Comunitaria de la EUI de Sant Pau de Barcelona. Universidad Autónoma de Barcelona. Barcelona. España. Competencia profesional 164 ENFERMERÍA CLÍNICA2003;13(3):164-70 40 Resumen Una de las características de nuestra época es el gran desarrollo tecnológico en particular en las ciencias de la salud y de la vida. Este hecho, sumado a la hegemonía de ciertos valores de nuestra sociedad, ha propiciado la pérdida de la visión central del hombre en los procesos asistenciales, llegando en ocasiones a situaciones de deshumanización que vulneran la dignidad de las personas. En el ámbito asistencial, a menudo la tecnología y el humanismo se presentan como elementos contrapuestos o incluso excluyentes, cuando en realidad lo que sucede es que ambos son complementarios en la asistencia sanitaria en general y en particular en los cuidados de enfermería. Los datos de algunas encuestas y estudios sobre las expectativas y demandas de los ciudadanos al sistema sanitario nos informan de que las personas quieren que, cuando lo precisen, se les aplique la mejor tecnología existente pero al mismo tiempo con el mayor humanismo posible, es decir que se les aplique la tecnología sin olvidar que la persona es el verdadero centro de la atención de los cuidados, lo que implica que deben ser informados adecuadamente, y que deben respetarse sus valores. El humanismo no es algo que se dé de manera espontánea en los profesionales, sino que debe ser enseñado y practicado. En la actualidad esta formación ya se contempla de manera formal en los planes de estudio, desde la filosofía, desde el modelo de cuidados y desde algunas asignaturas del currículo. También debemos tener presente que ciertos aspectos se transmiten mediante el denominado currículo oculto. Para analizar cómo se enseña y cómo se aprende no podemos perder de vista el actual contexto educativo universitario en nuestro país, en el que están previstos importantes cambios tanto en los conocimientos, como en los métodos de enseñanza-aprendizaje. Todo ello nos obliga a redefinir el contenido y la pedagogía de la formación enfermera potenciando la adquisición de conocimientos y habilidades específicas en el trabajo en equipo, la comunicación interpersonal, la gestión de la información y la ética del cuidado al tiempo que el alumno aprende las nuevas tecnologías y su utilización. Palabras clave: Humanismo. Tecnología. Formación. Enfermería. Cuidados. Docencia. Humanism and technology in nursing care from the teaching perspective One of the characteristics of our age is the huge development of technology, particularly in the health and life sciences. This development, together with the hegemony of certain values in our society, has encouraged the loss of a humane central vision in healthcare processes, sometimes leading to dehumanizing situations putting hu- man dignity at risk. In the healthcare setting, technology and huma- nism are sometimes presented as conflicting, or even as mutually exclusive, when in fact they are complementary elements of healthcare in general and of nursing care in particular. Data from various surveys and studies of users’ expectations and demands of the healthcare sys- tem reveal that, when necessary, users wish to undergo the most advanced technology available but, at the same time, to be treated with the gre- atest possible humanism, that is, patients want Correspondencia: Bibiana Escuredo Rodríguez. EUI de Sant Pau. C/ Sant Antoni M. Claret 167. 08025 Barcelona.España. Correo electrónico: [email protected] Aceptado para su publicación el 14-10-2002.

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Humanismo y tecnología en los cuidados deenfermería desde la perspectiva docente

BIBIANA ESCUREDO RODRÍGUEZ

Diplomada en Enfermería. Licenciada en Antropología Social y Cultural. Máster en Enfermería de Salud Pública y Comunitaria. Responsabledel área docente de Enfermería Comunitaria de la EUI de Sant Pau de Barcelona. Universidad Autónoma de Barcelona. Barcelona. España.

Competencia profesional

164 ENFERMERÍA CLÍNICA2003;13(3):164-70 40

Resumen

Una de las características de nuestra época es elgran desarrollo tecnológico en particular en lasciencias de la salud y de la vida. Este hecho,

sumado a la hegemonía de ciertos valores denuestra sociedad, ha propiciado la pérdida de lavisión central del hombre en los procesosasistenciales, llegando en ocasiones a situaciones de deshumanización que vulneran la dignidad de laspersonas.

En el ámbito asistencial, a menudo la tecnología y el humanismo se presentan como elementoscontrapuestos o incluso excluyentes, cuando enrealidad lo que sucede es que ambos soncomplementarios en la asistencia sanitaria engeneral y en particular en los cuidados deenfermería.

Los datos de algunas encuestas y estudios sobre lasexpectativas y demandas de los ciudadanos al sistemasanitario nos informan de que las personas quierenque, cuando lo precisen, se les aplique la mejortecnología existente pero al mismo tiempo con elmayor humanismo posible, es decir que se les apliquela tecnología sin olvidar que la persona es elverdadero centro de la atención de los cuidados, loque implica que deben ser informadosadecuadamente, y que deben respetarse sus valores.

El humanismo no es algo que se dé de maneraespontánea en los profesionales, sino que debe serenseñado y practicado. En la actualidad esta formaciónya se contempla de manera formal en los planes deestudio, desde la filosofía, desde el modelo de cuidados

y desde algunas asignaturas del currículo. Tambiéndebemos tener presente que ciertos aspectos setransmiten mediante el denominado currículo oculto.Para analizar cómo se enseña y cómo se aprende nopodemos perder de vista el actual contexto educativouniversitario en nuestro país, en el que están previstosimportantes cambios tanto en los conocimientos, comoen los métodos de enseñanza-aprendizaje. Todo ellonos obliga a redefinir el contenido y la pedagogía de la formación enfermera potenciando la adquisición deconocimientos y habilidades específicas en el trabajo en equipo, la comunicación interpersonal, la gestión dela información y la ética del cuidado al tiempo que elalumno aprende las nuevas tecnologías y su utilización.

Palabras clave: Humanismo. Tecnología. Formación.Enfermería. Cuidados. Docencia.

Humanism and technology in nursingcare from the teaching perspective

One of the characteristics of our age is thehuge development of technology, particularly

in the health and life sciences. This development,together with the hegemony of certain values inour society, has encouraged the loss of a humanecentral vision in healthcare processes, sometimesleading to dehumanizing situations putting hu-man dignity at risk.

In the healthcare setting, technology and huma-nism are sometimes presented as conflicting, oreven as mutually exclusive, when in fact they arecomplementary elements of healthcare in generaland of nursing care in particular.

Data from various surveys and studies of users’expectations and demands of the healthcare sys-tem reveal that, when necessary, users wish toundergo the most advanced technology availablebut, at the same time, to be treated with the gre-atest possible humanism, that is, patients want

Correspondencia: Bibiana Escuredo Rodríguez.EUI de Sant Pau.C/ Sant Antoni M. Claret 167. 08025 Barcelona.España.Correo electrónico: [email protected]

Aceptado para su publicación el 14-10-2002.

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En esta línea de trabajo, según informa J. Rof Car-ballo, se han puesto en marcha estrategias humani-zadoras en algunos hospitales como el Mount Sinaide Nueva York. Consisten en grabar en vídeo las in-teracciones de los médicos recién graduados con pa-cientes simulados. Se analizan luego críticamente losaspectos de la relación y se trabajan los que se valo-ran como no adecuados.

La tecnología responde a determinadas deman-das, pero difícilmente da respuestas a las necesida-des individuales de cada persona. Seguramente porello los usuarios, además de esperar que se les apli-que la mejor tecnología, reclaman ser tratados demanera humana, es decir, con dignidad. En la prácti-ca clínica cotidiana los profesionales, en palabras deJ. Barbero, deben saber “utilizar la razón y la rela-ción como instrumentos terapéuticos al servicio delos valores que el hombre siente como importantes eidentificadores de su ser hombre”3.

Todos los profesionales sanitarios son responsa-bles de la humanización asistencial, pero dada la ma-yor presencia y continuidad al lado del enfermo delas enfermeras, a ellas se les reconoce un papel fun-damental en esta labor. En la primera parte de esteartículo se reflexiona sobre ello.

La humanización no es algo que sucede de mane-ra espontánea sino que debe ser fomentada, apren-dida y practicada. En la segunda parte de este textose plantea, desde la formación enfermera, la actualcontribución del plan de estudios a la humanizaciónde los cuidados, presentando la experiencia de la Es-cuela de Enfermería de Sant Pau y, al mismo tiempo,se reflexiona sobre lo que habría que hacer para con-tribuir a su potenciación y mejora.

Sobre el humanismo y el ámbito sanitario

El humanismo nace a finales del siglo XIV y en-globa distintos ámbitos del saber. Implica una

actitud frente a la vida, una visión determinada delser humano y su situación en el mundo, que consisteen enfatizar su valor por encima de lo demás.

Existen diferentes tipos de humanismo que tratande reivindicar los derechos de la persona frente a lasamenazas que pueden constituir ciertas organizacio-nes económicas, sociales o el desarrollo de la tecno-logía, pero todos comparten, como elemento común,la defensa a ultranza de la dignidad de la persona.

“El ser humano no puede ser tratado de cualquiermanera, porque tiene dignidad”2,4. Kant es uno delos autores que defienden esta afirmación al soste-ner que el hombre es un fin en sí mismo y que nuncapuede ser tratado como un medio o un instrumento;precisamente en este hecho radica la dignidad hu-mana. La afirmación de esta dignidad, entre otras,viene recogida en los textos jurídicos, las constitu-

technology to be used without forgetting that theindividual is the real center of care. This impliesthat patients be correctly informed and that theirvalues be respected.

Humanism does not spontaneously exist in he-althcare professionals. Rather, it should be taughtand practised. Currently, training in humanism isenvisioned as a formal element within the sylla-bus, arising from philosophy, the model of careand from some subjects in the curriculum. Weshould also be aware that some elements aretransmitted through the so-called hidden curricu-lum. To analyze how teaching and learning occur,we cannot lose sight of the current educationalcontext in Spanish universities in which signifi-cant changes are envisioned, both in knowledgeand in teaching-learning. This entails redefinitionof the content and pedagogy of nursing training,favoring the acquisition of specific knowledgeand skills in teamwork, interpersonal communica-tion, information management, and the ethics ofcare at the same time as students learn new tech-nologies and their utilization.

Key words: Humanism. Technology. Training. Nursing.Care. Teaching.

Introducción

Asegurar la dignidad, tal como viene recogido enel artículo 1.o de la Declaración Universal de Dere-

chos Humanos1, es un objetivo común a todos los pro-fesionales sanitarios. Los derechos humanos son unreferente claro para la asistencia sanitaria, y los profe-sionales debemos ser capaces de conjugar el avancecientífico y tecnológico con el respeto y fomento de losderechos humanos en el ámbito sanitario.

Humanizar las relaciones de los profesionales sa-nitarios, sobre todo entre médicos y enfermeras, ylos pacientes ha sido, desde Hipócrates, una de lasgrandes preocupaciones durante toda la historia2.En el momento actual dicha preocupación, comoconsecuencia del extraordinario desarrollo tecnoló-gico en el campo de la salud, no sólo sigue vigente si-no que ha ido aumentando de manera considerable.

El tema de la humanización de la práctica asistencial,y concretamente de los cuidados enfermeros, es de unagran relevancia. En primer lugar porque tienen unagran magnitud ya que afectan a un número muy impor-tante de personas. A lo largo del ciclo vital, todas laspersonas, en uno u otro momento, entrarán en contactocon la sanidad y la tecnología y con profesionales de lasalud. Por otro lado, tienen además una gran transcen-dencia puesto que pueden mejorar considerablementela atención recibida y sus resultados al tiempo que pue-den mejorar el bienestar en las personas cuidadas.

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ciones democráticas modernas, los códigos deonto-lógicos de los profesionales de la salud y en las de-claraciones de los derechos de los pacientes.

Reconocer la existencia de la dignidad humana tie-ne consecuencias, y concretamente en el ámbito sani-tario implica la exigencia de que los profesionales de-ban actuar de una determinada manera; ello suponeconstruir un marco ético basado en los derechos hu-manos para la reflexión y el desarrollo de la atenciónsanitaria. Sin embargo, el comportamiento profesio-nal corre el riesgo de alejarse de ello, por eso se hablade la necesidad de rehumanizar la práctica asisten-cial. La pérdida de humanismo puede ser un reflejo dela vigencia de algunas filosofías actuales que sostie-nen que el ser humano se ha convertido en un sujetopasivo del entretejido político, social, económico ymediático, lo que en palabras de Foucault significa lamuerte del hombre. La deshumanización en el mundosanitario podría entenderse como un reflejo de lo quesucede en la sociedad en general, es decir la sustitu-ción de la persona como fin y su conversión en un me-dio para contribuir a otros fines como la disminucióndel gasto o el aumento de la producción.

Por otra parte, cabe reflexionar en la importanciadel humanismo en el mundo asistencial porque éstees por definición un mundo humano, organizado, regi-do y dirigido a seres humanos. Concretamente, las en-fermeras centran su atención en el cuidado y acompa-ñamiento de las personas en sus experiencias desalud5: fomentar la salud positiva, prevenir las enfer-medades y problemas de salud, contribuir a su resolu-ción cuando éstos se hayan producido, trabajar parasu rehabilitación y, cuando nada de esto sea posible,el acompañamiento en el proceso de la muerte6 cons-tituyen el núcleo de la profesión.

Lo expuesto anteriormente puede realizarse deforma que contribuya a humanizar la asistencia, opor el contrario a su deshumanización, si no se tie-nen en cuenta ciertos aspectos. Según J. Howard,los aspectos que reciben las principales críticas res-pecto a la deshumanización asistencial son: la desi-gualdad en la prestación de los servicios sanitarios,la escasa atención a las necesidades emocionales delos pacientes, y el insuficiente respeto a la autono-mía y a la capacidad de decisión de los pacientes7.

Sobre lo tecnológico en el ámbito asistencial

Lo tecnológico es lo relativo a las aplicaciones delas ciencias y las artes, y tiene como objetivo

producir elementos que pueden satisfacer las nece-sidades, es decir está al servicio de las personas.

El proceso de tecnificación en la era actual en elcampo de la salud es evidente e irreversible, y su se-cuencia y velocidad, altamente sorprendentes. Tieneademás un carácter ambivalente: por un lado, permite

la realización de diagnósticos médicos más precisos ycon una mayor rapidez y, por otro, una atención yaplicación de cuidados más eficaces; todo ello incidede manera decisiva en el restablecimiento y curaciónde los pacientes. La biotecnología ayuda a resolvermuchos problemas, mejora otros y contribuye sin du-da a elevar el nivel de la calidad de vida, ofreciendounas posibilidades nunca soñadas con anterioridad(sustitución de órganos, fertilización in vitro, utiliza-ción de prótesis, corrección de las deficiencias de losórganos de los sentidos, cirugía plástica, etc.). Perocomo contrapartida la tecnología; también puede serun obstáculo para la vida humana e introducir gravesdesequilibrios en ella. Muchos de los sufrimientos co-lectivos de nuestro siglo se deben al culto indiscrimi-nado e irracional de la tecnología pensemos por ejem-plo en las consecuencias de la bomba atómica, en lacontaminación ambiental, etc. Por otro lado, su apli-cación individual no siempre resulta del todo favora-ble, por lo que debe ser modulada, dirigida y controla-da por el esfuerzo consciente de la sociedad para ga-rantizar que siempre sea la tecnología la que esté alservicio de las personas y no al revés8,9.

No debe olvidarse tampoco que existen eviden-cias de que la curva ascendente en la precisión yprecocidad de los diagnósticos en materia de la sa-lud no se corresponde de la misma manera con el in-cremento de la curación o de la supervivencia de laspersonas10, lo que quiere decir que siempre deberáser valorada la conveniencia de su utilización basadaen evidencias científicas. Además, la aplicación de latecnología no debe entenderse como algo inevitable,sino como una cuestión de opciones. Muchas socie-dades han decidido no utilizar los hallazgos tecnoló-gicos (lobotomía, tratamiento de shock, castración,etc.). Del mismo modo, los individuos deben poderdecidir sobre cuestiones que les afecten individual-mente, ya que éste es un elemento que preserva sudignidad y, por lo tanto, el humanismo asistencial.Para poder decidir es imprescindible disponer deuna correcta información, que garantice todos loselementos necesarios para escoger una opción de-terminada. En algunas ocasiones y para determina-das personas la aplicación de la tecnología, aparte deconllevar algunos beneficios, puede incidir, o inclusovulnerar, algunos principios bioéticos, sobre todo losde autonomía, si no se cuenta con el consentimientoinformado de la persona; y el de justicia, cuando larelación coste-beneficio es muy alta.

El consentimiento informado, es decir, la correctainformación por parte de los profesionales y la acep-tación por parte del paciente expresada mediante suconsentimiento11, es un elemento indispensable dela actividad asistencial en general y especialmentecuando se trate de actividades que puedan tener re-percusiones en la vida futura de las personas. La me-

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jor tecnología podría resultar maleficente para undeterminado paciente que, tras una correcta infor-mación, decidiera no aceptarla. Un avance recienteen el consentimiento informado y en el humanismoasistencial es la aceptación de las voluntades antici-padas legalizadas por la ley 21-2000 promulgada porla Generalitat de Catalunya el 29-12-2000, mediantela cual cada ciudadano puede dejar expresado de-lante del notario o ante tres testigos qué tipo de tra-tamientos o de técnicas asistenciales quiere aceptaro desea rechazar ante determinadas enfermedades,cuando él no pueda decidir por sí mismo, voluntadesque los profesionales debemos aprender a aceptaraunque sean contrarias a nuestras convicciones.

La tecnología cuando olvida los valores personalesy sólo busca la maximización de los resultados y seconvierte en un fin en sí mismo, pasa a ocupar elcentro del mundo asistencial, entonces tiende a des-plazar a la persona como centro de la atención. Enestos casos los profesionales están más preocupadospor los aparatos y la aplicación de las técnicas y loscuidados que por el propio enfermo, que pasa a serconsiderado un instrumento. Se provocan interfe-rencias y pérdida de la visión de conjunto y globali-dad de la persona, lo que amenaza a la relación entrelos profesionales y los pacientes4, ya que el enfermopierde sus rasgos personales e individuales, se pres-cinde de sus sentimientos y valores y se le identificacon sus rasgos externos, es decir, nos referimos a élpor su patología o tratamiento (por ejemplo: el dia-bético, el trasplantado, etc.).

Opinión de los ciudadanos sobre la tecnología y el humanismo asistencial

Para tener una visión más completa sobre la rela-ción entre la tecnología y el humanismo asistencial,debemos tener en cuenta a todos los sujetos implica-dos en el mismo y por ello debemos preguntarnos quéopinan y demandan los ciudadanos al respecto.

Según los resultados de la encuesta del SCS12 (no sediferencian las opiniones respecto a los distintos pro-fesionales, ni categorías profesionales), se identificancomo puntos conflictivos de la asistencia el trato reci-bido por parte de los profesionales sanitarios, la faltade coordinación entre los profesionales y los servicios,las deficiencias en la información, la falta de confiden-cialidad y el continuo cambio de los profesionales du-rante el proceso de la enfermedad. Los ciudadanosmatizan que en la mayoría de las ocasiones estos pro-blemas se deben más a cuestiones organizativas que ala mala voluntad de los propios profesionales.

Por otro lado, los estudios específicos13,14 respectoa lo que desea la ciudadanía en el tema de los cuida-dos nos informan que se espera que las enfermerassean profesionales de excelencia, es decir expertas y

precisas en la aplicación de las distintas técnicas, pe-ro al mismo tiempo que éstas sean aplicadas tenien-do en cuenta una serie de cualidades: paciencia,comprensión, delicadeza, discreción, respeto, ama-bilidad, empatía, etc. En este punto vale diferenciarentre lo que serían exclusivamente prácticas de bon-dad humana, como el ser amable, atento, cariñoso,etc., y el enfoque humanista de la enfermería, queademás de lo anterior, implica fundamentalmenteuna presencia activa y una atención centrada en lapersona y el devenir de ésta en su situación, basadaen conocimientos teóricos y que requiere de forma-ción específica y entrenamiento.

La profesión de enfermería ante el humanismo y la tecnología

La enfermería es un arte y una ciencia. El creci-miento, el desarrollo y ciertas formas de organiza-ción vinculadas a los avances tecnológicos y, sobretodo, a la forma en que se aplican amenazan la pro-fesión, que integra la intuición, la sensibilidad y lasabiduría que permiten una visión global y transver-sal de las necesidades del ser humano, así como elvelar y responder a ellas, en el ámbito de lo que Aris-tóteles denomina sabiduría práctica.

Desde algunos sectores profesionales enfermerosse cuestiona la tecnología por ser presentada comoun elemento altamente deshumanizador. La tecnolo-gía, como cualquier instrumento, en sí misma no esnegativa ni positiva, lo que le da un determinado sig-nificado es su uso y aplicación; esto implica la nece-sidad de desarrollar una atención que humanice latecnología, enmarcando su puesta en práctica enmodelos conceptuales que contengan valores huma-nistas, que permitan cuidar a las personas con susproblemas, en lugar de cuidar únicamente los pro-blemas que presentan las personas.

Según J. Howard los rasgos de un cuidado humani-zado son: el reconocimiento de la dignidad intrínsecade todo ser humano, la identificación de cada personacomo un ser único, el reconocimiento de sus diversasdimensiones, es decir su dimensión holística, lo queimplica el abandono de posturas reduccionistas queconvierten al paciente en una patología, un tratamien-to o un conjunto de signos y síntomas. Deberíamosbuscar pues estrategias que trasladen los valores hu-manistas a la aplicación de las tecnologías y que per-mitan aprovechar lo positivo de éstas sin perder los va-lores humanos de los cuidados de enfermería15.

Esta es una misión con la que debería estar com-prometida toda la profesión, sea cual sea su respon-sabilidad. Concretamente desde la docencia intenta-ré describir a continuación nuestra experiencia en laEscuela de Enfermería de Sant Pau, adscrita a laUniversidad Autónoma de Barcelona.

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El contexto educativo universitario actual

No podemos analizar este tema concreto de laformación de las enfermeras respecto a la tecno-

logía y al humanismo al margen de nuestro contextosocial general y del ámbito educativo en particular.La aparición de la denominada era tecnológica y delconocimiento ha implicado también cambios radica-les en los planteamientos en el sistema educativo16.

En un período relativamente corto un porcentajemuy importante de la población (80%) se dedicará aactividades de servicio. Las actividades de servicio,principalmente, serán de dos tipos: las que se ocupa-rán de procesar la información y los conocimientos,y las que ofrecerán atención directa a las personas.Algunos ámbitos como la educación y la sanidad in-tegrarán los dos aspectos, puesto que actúan a la vezcomo servicios de proceso de conocimientos y deatención a las personas.

Se han producido cambios de una gran magnituden la forma de organizar y proveer los servicios desalud17. En el mundo laboral se prevén, entre otros,la sustitución cada vez mayor de la mano de obra porla tecnología. Una nueva forma de organización deltrabajo en la que los procesos de producción no de-berán realizarse necesariamente en el mismo lugar(videointervenciones) ni en el mismo tiempo y en elque primará el resultado final por encima de cual-quier aspecto.

Dado que una de las características de nuestrotiempo es que el ciclo de conocimientos se ha hechomás corto que la propia vida, las empresas de estanueva sociedad buscarán personas que dispongan deuna sólida formación general y, a la vez, de una grancapacidad para renovar sus conocimientos específicos.

El sistema educativo por lo tanto deberá adaptar-se a esta nueva realidad y formar a profesionales ca-paces de trabajar en un futuro cambiante, poten-ciando los conocimientos generales y las habilidadesy actitudes que faciliten a las personas aprender deforma continua a lo largo de su vida16,18. El énfasis dela formación deberá colocarse no tanto en los cono-cimientos, sino en las habilidades y, sobre todo, enlas actitudes. Este hecho nuevamente pone de mani-fiesto la importancia de formar en el saber ser y es-tar, aspectos relevantes sobre todo en profesionesque, como la enfermería, constituyen una experien-cia que se vive entre seres humanos.

Tecnología, humanismo y formación enfermera

La tecnología y el humanismo no son conceptosexcluyentes ni opuestos, sino de complementa-

riedad obligada en una correcta praxis enfermera, sibien es cierto que no siempre la han integrado enigual proporción.

El actual currículo de la profesión enfermera in-tenta responder al reto humanizador desde distintasperspectivas.

Desde la filosofía de la propia disciplinaLos conceptos centrales de la disciplina son: la per-

sona, el cuidado, la salud y el entorno. El concepto depersona reconoce al ser humano como único y condistintas dimensiones a las que debe darse cuidadodesde un enfoque global, al mismo tiempo que debeconstituir el centro del arte terapéutico5. Por otro la-do, la salud se entiende como un concepto positivo ensí mismo, que afecta a la persona de manera global yque debe tener en cuenta su integralidad y su relacióncon el entorno, es decir se considera una experienciaque engloba la unidad ser humano-entorno19.

Los distintos modelos y teorías sobre la enfermeríason altamente humanísticos. En la mayoría de las es-cuelas de nuestro contexto se adopta el modelo deVirginia Henderson, quizá porque es una de las teóri-cas que con mayor fuerza ha defendido la contribu-ción de la enfermería a la humanización de los cuida-dos2. Virginia Henderson define que “ser enfermeraconsiste fundamentalmente en atender al individuo,enfermo o sano, en la ejecución de aquellas activida-des que contribuyen a su salud o a su restablecimien-to (o evitarle padecimientos en la hora de la muerte),actividades que él realizaría por sí mismo si tuviera lafuerza, voluntad o conocimientos necesarios. Igual-mente corresponde a la enfermera cumplir esta mi-sión de forma que ayude al enfermo a independizarselo más rápidamente posible”. Virginia Henderson dicetambién que el paciente debe ser el centro de nuestraatención, y que para saber lo que realmente necesita,la enfermera debe “meterse en la piel del paciente”6.En el fondo de estas ideas pueden identificarse losrasgos que según Howard caracterizan el cuidado hu-manista, y que ya he expuesto con anterioridad.

Desde las asignaturasPartiendo de la premisa de que la aplicación del

enfoque y de los contenidos de carácter humanistase llevan a cabo, de manera general, en todas lasasignaturas del plan de estudios, ya que el enfoquehumanista forma parte de la filosofía de la profesióny del comportamiento esencial del hacer de la enfer-mera, analizamos a continuación las asignaturas concontenido concreto relativo a la humanización. En-tre las asignaturas troncales y obligatorias, podemosidentificar con contenidos que trabajan el humanis-mo las siguientes:

– Fundamentos de enfermería. Se describen y tra-bajan las asunciones filosóficas, es decir las creenciasy los valores humanistas propios del modelo de cuida-dos adoptado en nuestra escuela. Se trabajan también

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las bases del saber, saber ser y saber estar profesional,y se aborda el estudio interrelacionado de las necesi-dades humanas, cuyo conocimiento es indispensablepara el desarrollo pleno de los cuidados enfermeros.

– Ciencias psicosociales aplicadas. Pretenden lacomprensión humana a partir del conocimiento delos procesos psicológicos que se producen en laspersonas de manera general y a lo largo de la evolu-ción de su ciclo vital.

– Enfermería comunitaria I. Esta asignatura inclu-ye una unidad de antropología sociocultural en laque se aporta gran parte de las herramientas y lasclaves que permiten el estudio y la comprensión glo-bal de las poblaciones y su relación con los concep-tos, ideas, creencias y actitudes relativos a los temasde salud y enfermedad. Se potencian, en definitiva,los mecanismos de comprensión y actuación indis-pensables en un enfoque humanista

– Relación de ayuda. En esta asignatura se trabajael comportamiento humano, con el fin de compren-der y desarrollar las actitudes necesarias para apren-der a ayudar a las personas en situación de enfer-medad en “el aquí y el ahora”. Se practican asimismolas habilidades y las técnicas precisas para ayudar alas personas a percibir y afrontar las posibles situa-ciones críticas consecuentes al proceso de enfermar.Desde esta perspectiva la relación de ayuda puedeconsiderarse como un auténtico instrumento huma-nizador20.

– Legislación y ética. El conocimiento ético ayudaa los futuros profesionales a justificar lo que es o nocorrecto y adecuado de su conducta profesional; asi-mismo, favorece el respeto y fomento de los princi-pios bioéticos y de los derechos de los usuarios delos servicios sanitarios, elementos cruciales de uncuidado humanizado21.

Entre las asignaturas optativas que ofrece nuestraescuela, pueden identificarse con contenidos quepotencian el humanismo asistencial las siguientes:

– Técnicas de comunicación. Esta asignatura pro-fundiza en los conocimientos de la asignatura de Re-lación de ayuda. La comunicación constituye el nexode interacción entre las personas; por ello nos pare-ce importante profundizar sobre las condiciones queposibilitan una buena comunicación interpersonal ylos posibles factores de fracaso en dicho proceso conel objetivo de optimizar la relación enfermera-pa-ciente.

– Antropología de la salud. La propia diversidadcultural de la población, así como la llegada a nues-tro país, cada vez más numerosa, de grupos de po-blación de comunidades muy diversas, con una for-ma distinta de hacer y entender la realidad, hacennecesaria, para una asistencia más humanizada, una

profundización del enfoque socioantropológico so-bre la salud y la enfermedad.

– Bioética. Esta asignatura complementa la asig-natura troncal de Ética y Legislación y pretende pro-fundizar sobre los principales problemas bioéticosen nuestro contexto, así como en la toma de decisio-nes razonadas ante los posibles dilemas que las sue-len acompañar, decisiones de suma importancia porcuanto pueden condicionar la vida futura de las per-sonas22.

– Teorías y modelos. En esta asignatura se profun-diza en los diferentes paradigmas filosóficos y se es-tudian los distintos gradientes de humanismo pre-sentes en los modelos teóricos de la enfermería a lolargo de la historia.

El currículo ocultoAdemás de la enseñanza formal del currículo ofi-

cial, existe otro elemento a tener en cuenta en elaprendizaje de los valores profesionales, el currículooculto. Según Espindler los modelos culturales setransmiten de manera consciente e inconsciente. Alo que se transmite de manera inconsciente se le de-nomina oculto y no siempre concuerda con lo explí-cito o consciente23. Si aplicamos la tesis de Espindlera la formación de las enfermeras, podemos inferirque además de lo que se enseña de manera formalen el currículo oficial, existe otro elemento a teneren cuenta en el análisis del aprendizaje de los valo-res profesionales: es el denominado currículo oculto,que incluye lo que transmitimos los profesionalesdurante las prácticas clínicas y los profesores en elaula a los alumnos, mediante nuestras propias acti-tudes, la priorización que hacemos de los temas, laselección de lecturas, etc. El currículo oculto acos-tumbra a reforzar la ideología del momento históricoen el que se vive. Como ya hemos visto, en nuestrasociedad existe una hegemonía de ciertos valoreseconomicistas, que implican la pérdida de la visióncentral del ser humano en el universo. Por ello losprofesionales deben ser muy conscientes de lo quetransmiten al futuro profesional. Así pues, éste seráotro elemento a tener en cuenta en la humanizaciónde los cuidados.

Si tenemos en cuenta algunas de las característi-cas del momento actual, vemos que podríamos re-sumir en tres los grandes impactos de nuestra erasobre el mundo de la educación: la emergencia de lasociedad de la información y el conocimiento, laglobalización, y la revolución cientificotécnica quecrea una nueva cultura y plantea nuevos e impor-tantes retos éticos y sociales. En este contexto elnuevo objetivo de la educación universitaria es, odebería ser, la adquisición de competencias necesa-rias para promover a lo largo de la vida la creativi-dad, la flexibilidad, la capacidad de adaptación y las

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habilidades para aprender a aprender y a resolverproblemas.

Ante esta realidad debemos plantearnos: ¿cómoresponder e introducir desde las escuelas universita-rias las actitudes propias de una enfermería científi-ca y moderna congruente con los planteamientos deesta nueva era y capaz de mantener y fomentar elenfoque humanista de los cuidados?

En este último apartado vamos a analizar qué ycómo se enseña, así como lo que se aprende y cómose utiliza. Hay que seguir formando con una alta cua-lificación en los aspectos tecnológicos, puesto que latécnica y la humanización no son elementos contra-puestos ni excluyentes, sino complementarios.

Debemos potenciar la renovación de la metodolo-gía docente, haciéndola más activa y participativa,trabajando sobre todo en la resolución de casos queayuden a integrar la globalidad de los conocimien-tos, actitudes y destrezas, lo que sin duda contribui-rá a la humanización de los cuidados.

Hay que poner el énfasis de la formación en lasactitudes y los valores. Si tomamos conciencia de loque enseñamos de manera oculta, podremos identi-ficar las contradicciones e incongruencias respectoal currículo oficial y ofrecer una enseñanza máscompleta26.

Debemos, además, potenciar las habilidades hu-manísticas, porque la excelencia exige utilizar la re-lación de ayuda como auténtica tecnología humani-zadora20 y la capacidad crítica de los futuros profe-sionales, para reafirmar y potenciar posiciones yactitudes adecuadas, cuestionar determinados pro-cedimientos y maneras poco dignas de tratar a laspersonas, así como para poder reaccionar ante de-terminados criterios economicistas e inercias insti-tucionales que pueden atentar contra la dignidad delos seres humanos, sobre todo cuando éstos se en-cuentran en situaciones de alta vulnerabilidad, comoson la enfermedad y el sufrimiento.

En definitiva, y a modo de conclusión, el desarro-llo de las habilidades afectivas, de relación y comuni-cación, junto a la reflexión, la creatividad, la innova-ción y el pensamiento crítico, así como la toma deconciencia de lo que los docentes y asistencialestransmitimos mediante el currículo oculto, serán laclave para la formación de unas enfermeras que inte-gren un alto nivel tecnológico y una imprescindible eirrenunciable humanización, que permita el desarro-llo de unos cuidados de excelencia.

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