PÁGINA 36Lunes 15 de diciembre de 2003

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LUIS ENRIQUE MARTIN

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El presidente de Venezue-la, Hugo Rafael Chávez Frías,es un sobreviviente. A pesardel constante cuestiona-miento a su mandato, sólo sutenacidad y constancia lo hallevado a la primera magis-tratura de la República Boli-variana de Venezuela, comoél mismo la bautizó.

Fue electo presidente endiciembre de 1998, y confir-mado de nuevo para un pe-ríodo de seis años en 2000bajo su propia constitución,la misma que hoy lo tieneentre la espada y la pared. Enabril del año pasado resistióun golpe de la oposición queduró apenas 48 horas. Másadelante, logró sobrellevarun paro generalizado de dosmeses.

El llamado “reafirmazo” esquizás el obstáculo más difí-cil para Chávez. De acuerdocon la alianza opositora, serecogieron 3,6 millones defirmas, muchas más que las2,4 millones de rúbricas ne-cesarias para activar un refe-réndum revocatorio. PeroChávez ya se había adelan-tado al resultado diciendoque todo era un “megafrau-de” orquestado por la oposi-ción. “Es un megafraude queel pueblo venezolano no vaa tolerar y que nosotros losbolivarianos no vamos a to-lerar”, dijo entonces.

Los venezolanos ya estánhabituados a que Chávezhaga declaraciones comoesas. Especialmente los do-mingos, cuando se transmitepor radio y televisión su pro-grama “Aló Presidente”, don-de suele disparar contra susadversarios políticos. Porqueno cabe duda de que el man-datario es un hombre mediá-tico. A veces cordial y solem-ne, otras populista y mesiáni-co, pero siempre muy atentoa las cámaras y micrófonospara pregonar su “revoluciónbolivariana”.

Según Roberto Hernán-dez Montoya, presidente delCentro de Estudios Latinoa-mericanos “Rómulo Galle-gos” (Celarg), quien simpa-tiza con la causa bolivaria-na, “la espontaneidad deChávez puede causar incon-venientes, como cuandoabrazó al embajador de Ja-pón o cuando el otro día es-taba yo en un programa detelevisión y nos llamó ines-peradamente”, dice. “Peroeso no tiene por qué ser algomalo”, agrega.

Lo que sí es cuestionablees su tendencia al autorita-rismo y a la concentracióndel poder en sus manos.

PERFIL DEL PRESIDENTE DE VENEZUELA

La revolución de Hugo Chávez

Algunas “Chavezadas”-“Nos honra como soldados rebeldes que nonos dejen entrar a territorio norteamericano”.(Diciembre de 1998, cuando se reunió con FidelCastro en La Habana, mientras en Miami seefectuaba la Cumbre de las Américas)

-“La rancia oligarquía colombiana pareciera noquerer la paz, tiene buena parte de las culpasde la tragedia que está viviendo el hermanopueblo de Colombia y ha sido incapaz de darlesalidas al pueblo de Colombia”. (Noviembre de2000)

-“Los problemas de Venezuela son de losvenezolanos, ¿o será que el señor Aznar secree Fernando VII, y piensa que somos lacolonia que fuimos?” (Septiembre de 2003,respondiéndole a la insinuación de Aznar paraque se distanciase de Fidel Castro)

-“¿Vamos allí a jugar un papelón, a leer undiscurso sólo para darle legitimidad a un cuerpoque está herido de muerte, sobre todo despuésde la invasión estadounidense al pueblo deIrak?” (Septiembre de 2003, rechazando viajarpara la Asamblea General de la ONU en NuevaYork)

-“Sueño con bañarme en una playa boliviana”.(Noviembre de 2003, en la Cumbre Iberoameri-cana de Santa Cruz)

-“Si hacemos una encuesta entre los pueblosdel continente, todos opinan igual: quequisiéramos bañarnos en una playa boliviana.Incluso el mismo pueblo chileno, consciente dela hermandad de los pueblos de Sudamérica”,(Noviembre de 2003, días después de suprimera declaración)

Como ex militar y conspira-dor de un golpe en 1992,Chávez ha comenzado a go-bernar de una forma que so-cava su propia legitimidad.“Chávez se inscribe en esavisión clásica de los militaresvenezolanos, que ademásson carismáticos, caudillistasy que forman una casta enla división social venezola-na”, dice Omar Naria, politó-logo de la Universidad Si-món Bolívar de Caracas.

En este sentido, Chávez sepodría ubicar ideológica-mente en el imaginario his-tórico que constituye en Ve-nezuela la figura de los mili-tares fundadores de la Repú-blica, que comenzó con Si-món Bolívar. “Por eso losgolpes de Estado, por eso larecurrencia a rebeliones mi-litares, porque se sientenguardianes de la libertad enVenezuela. Chávez es un mi-

litar más que se inscribe enesa perspectiva histórica”,señala Naria.

Chávez se confiesa segui-dor de las ideas de Bolívar,pero también seguidor deEzequiel Zamora, un perso-naje de la historia venezola-na que fue una suerte debandido guerrillero que ter-mina reivindicando su pro-pia condición de excluido.“Chávez toma sólo una par-te de esta figura de Zamora,aquella que tiene que vercon la reivindicación de lospobres, pero que tenía unacondición de asalto y bella-quería”, explica Naria.

Para Hernández, Chávez“está una corriente latinoa-mericana que comienza conTupac Amaru y otros precur-sores de la independencia,que continuó con Bolívar,con Miranda, con O’Higgins,con toda esa gente”, dice.

Su arenga la combina conuna serie de conceptos mar-xistas, que tienen que ver conla teoría de la dependenciade Lenin, donde los paísesperiféricos son explotadospor los países imperialistas.En definitiva, “es una suertede poliedro de mil caras, yaque su discurso tiene muchascontradicciones”, apuntaNaria.

Amistades peligrosasHugo Chávez, de 49 años,

está separado de su segundaesposa y es padre de cincohijos. Según la página web dela presidencia de Venezuela,Chávez “ha dado muestra detener una gran sensibilidadartística y una especial pre-dilección por el béisbol, elmás popular de los deportesen Venezuela. Cuentos, poe-mas y obras pictóricas, son elfruto de su reverencia hacia

el arte y la cultura”.Es el segundo de los seis

hijos de Elena y Hugo de losReyes, un matrimonio deprofesores rurales. Devotocatólico y seguidor de lasideas de Mao Tse-tung, ingre-só al Ejército a los 17 años.Su estilo sencillo, afable ycampechano lo catapultó ala presidencia, fundamental-mente gracias al respaldo delos sectores populares.

“Tiene un trato caribeño,expansivo, muy comunicati-vo, cordial. Eso puede des-concertar a las personas queno conocen ese carácter”, in-dica Hernández. Esta perso-nalidad lo ha llevado a for-jar una gran cercanía con Fi-del Castro, de quien es unferviente admirador, talcomo lo fue de SalvadorAllende. También tiene vín-culos con el líder libioMoammar Gadhaffi y, re-cientemente, con el diputa-do cocalero boliviano EvoMorales.

Para Andrés Benavente,académico de la escuela depostgrado de la Facultad deEconomía y Empresa de laUniversidad Diego Portales,Chávez “ha logrado en los úl-timos años ir tejiendo redescon grupos extraparlamenta-rios, grupos rupturistas envarios países de América La-tina. Apoya a la guerrilla co-lombiana, por ejemplo. Eneste contexto él se planteacomo una suerte de libera-dor de supuestas opresionesde la región”.

Chávez ha sido un vehe-

mente crítico de la políticade Estados Unidos y de losataques en Afganistán e Irak.“El terror no se puede res-ponder con más terror”, hadicho. Cuando era oficial delEjército tuvo conexiones conSaddam Hussein y con el ré-gimen norcoreano, e inclusosiendo presidente se reuniócon Hussein el año 2000 enBagdad, algo que por ciertoWashington no vio con muybuenos ojos.

“Chávez tiene un proyec-to continental de exporta-ción de su llamada revolu-ción”, dice Naria. “Es en estadimensión en que él acudea la idea de pedir una sali-da al mar de Bolivia sin im-portarle las relaciones in-ternacionales de Venezue-la. Hay mucho de oportu-nismo y de irresponsabili-dad política”.

Para Hernández, en cam-bio, “es un asunto que comolatinoamericanos nos pre-ocupa a todos. Nosotros nopodemos opinar de los de-más países, pero todos lospaíses opinan de Venezuela,es un poco raro”.

Lo cierto es que el presi-dente Chávez registra unagran cantidad de dichos in-cendiarios contra varios paí-ses y organizaciones interna-cionales, como la Organiza-ción de Estados Americanos(OEA) y las Naciones Unidas.Últimamente ha dirigido susdardos contra los estados queforman parte del Grupo dePaíses Amigos de Venezuela,conformado por España,México, Brasil, Portugal, Es-tados Unidos y Chile, creadoen el marco de la OEA parasocorrer en la crisis políticavenezolana.

Pero por ahora el manda-tario tiene bastantes proble-mas internos de los que ocu-parse. Si el proceso revocato-rio continúa normalmente,se estima que a mediados deabril del próximo año se ce-lebraría el plebiscito paradestituirlo del poder. No obs-tante, “Chávez está tratandode desarticular este proceso,en una suerte de golpe de es-tado en cámara lenta”, diceNaria.

Para los observadores in-ternacionales, liderados porel Secretario General de laOEA, César Gaviria, el proce-so se desarrolló en formanormal, por lo que todo sepone cuesta arriba paraChávez.

Sin embargo, la prudenciaindica que habrá que esperar.En un país altamente polari-zado y con un presidente im-predecible, es complicadoadelantar un final.

¿Sobrevivirá ahora Chávez?

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